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Cinco millones de niños habrían visto interrumpida su educación tras el inicio de la guerra en Ucrania

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude a garantizar las oportunidades de aprendizaje de la infancia en Ucrania y en los países de acogida de refugiados, cifrando en más de 5 millones los niños y niñas que han visto interrumpida su educación tras 11 meses de guerra. Desde el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició su invasión de Ucrania, más de cinco millones de menores de edad han visto interrumpida su educación, motivo por el que UNICEF ha pedido en el Día Internacional de la Educación un mayor apoyo internacional para garantizar que la infancia «no se siga quedando atrás». «Las escuelas y los entornos educativos para la primera infancia brindan una sensación crucial de estructura y seguridad a los niños y niñas, y perder el aprendizaje podría tener consecuencias para toda la vida», ha señalado la directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan. «No hay botón de pausa

Desde el 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició su invasión de Ucrania, más de cinco millones de menores de edad han visto interrumpida su educación, motivo por el que UNICEF ha pedido en el Día Internacional de la Educación un mayor apoyo internacional para garantizar que la infancia no se siga quedando atrás. Las escuelas y los entornos educativos para la primera infancia brindan una sensación crucial de estructura y seguridad a los niños y niñas, y perder el aprendizaje podría tener consecuencias para toda la vida, ha señalado la directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan. «No hay botón de pausa. Simplemente no es una opción posponer la educación de los niños y niñas, y volver a ella una vez que se hayan abordado otras prioridades, sin arriesgar el futuro de toda una generación», ha agregado Khan.

El uso continuo de armas explosivas, incluso en áreas pobladas, habría llevado a que miles de escuelas, jardines de infancia y otras instalaciones educativas en todo el país hayan resultado dañadas o destruidas. Al mismo tiempo, muchos padres, madres y cuidadores son reacios a enviar a los niños y niñas a la escuela por motivos de seguridad, según ha podido detallar la agencia. Dentro de Ucrania, UNICEF está trabajando con el Gobierno ucraniano para ayudar a que los niños vuelvan a aprender, en las aulas cuando se considere seguro y a través de alternativas en línea o basadas en la comunidad si la educación presencial no es posible.

«Aunque más de 1,9 millones de niños y niñas accedían a oportunidades de aprendizaje en internet y 1,3 millones de niños se inscribieron en una combinación de presencial y online, los recientes ataques contra la electricidad y otras infraestructuras energéticas han provocado apagones generalizados y han dejado a casi todos los niños y niñas en Ucrania sin acceso sostenido a la electricidad, lo que significa que incluso asistir a clases virtuales es un desafío continuo», ha advertido la organización en un comunicado. En este sentido, ha recalcado que la situación fuera de Ucrania «también es preocupante», subrayando que dos de cada tres niños refugiados no están inscritos actualmente en el sistema educativo de los países de acogida. Esto se debería, según UNICEF, a varios factores como la escasez de recursos educativos, y el hecho de que, al comienzo de la crisis y durante todo el verano, muchas familias de refugiados habrían optado por el aprendizaje en línea, en lugar de asistir a las escuelas locales, ya que esperaban poder regresar a casa rápidamente. «UNICEF seguirá trabajando con el Gobierno de Ucrania y los gobiernos de los países de acogida para dar soluciones que ayuden a los niños y niñas en áreas de conflicto, así como a aquellos que han resultado desplazados de sus hogares, a continuar con su educación», ha indicado Khan.

Dentro de Ucrania, la agencia de la ONU reclama el fin de «los ataques» a las instalaciones educativas y otros bienes civiles, incluida la infraestructura energética de la que dependen los niños, niñas y sus familias. Asimismo, también ha pedido un mayor apoyo para garantizar que los niños y niñas tengan acceso a materiales y suministros educativos, de manera que puedan seguir aprendiendo y permanecer conectados con sus compañeros y maestros. En los países de acogida de refugiados, UNICEF ha solicitado que se priorice la integración de los niños y niñas refugiados ucranianos en los sistemas educativos nacionales, especialmente en la educación infantil y primaria, con maestros cualificados, materiales educativos y espacios disponibles para apoyar su aprendizaje cara a cara, desarrollo y bienestar.

«Es importante que las autoridades pertinentes identifiquen y superen las barreras regulatorias y administrativas que dificultan el acceso de los niños y niñas a la educación formal en todos los niveles y aporten información clara y accesible a las familias de refugiados. Cuando el acceso al sistema educativo no se pueda garantizar de inmediato, UNICEF pide que se proporcionen otras vías de aprendizaje, especialmente para los niños en edad de asistir a la escuela secundaria», esgrime la misiva de la organización.

https://www.eleconomista.es/actualidad/amp/12120183/Cinco-millones-de-ninos-habrian-visto-interrumpida-su-educacion-tras-el-inicio-de-la-guerra-en-Ucrania

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Casi 7 millones de niños en Ucrania en riesgo debido a los ataques a la infraestructura energética que causan apagones generalizados e interrupción de la calefacción y el agua

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, insta a proteger a los niños y la infraestructura civil

NUEVA YORK/KIEV, 14 de diciembre de 2022 – Los continuos ataques contra la infraestructura energética crítica en Ucrania han dejado a casi todos los niños en Ucrania, casi siete millones de niños, sin acceso sostenido a electricidad, calefacción y agua, poniéndolos en mayor riesgo a medida que las temperaturas continúan bajando y el invierno se profundiza, advirtió hoy UNICEF.

Sin electricidad, los niños no solo se enfrentan a un frío extremo (las temperaturas invernales pueden caer por debajo de -20 ° C), sino que tampoco pueden continuar con las oportunidades de aprendizaje en línea que son el único acceso de muchos niños a la educación, con tantas escuelas dañadas o destruidas. Además, es posible que los centros de salud no puedan proporcionar servicios críticos, y el mal funcionamiento de los sistemas de agua aumenta los riesgos ya extremadamente altos de neumonía, gripe estacional, enfermedades transmitidas por el agua y COVID-19.

«Millones de niños se enfrentan a un invierno sombrío acurrucados en el frío y la oscuridad, con poca idea de cómo o cuándo puede llegar el respiro», dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Más allá de las amenazas inmediatas que traen las condiciones de congelación, los niños también se ven privados de la capacidad de aprender o mantenerse conectados con amigos y familiares, poniendo en riesgo desesperado su salud física y mental».

La intensificación de los ataques en octubre destruyó el 40 por ciento de la producción de energía de Ucrania, exponiendo aún más a las familias a las duras condiciones invernales, afectando los medios de vida y aumentando la probabilidad de grandes movimientos de población adicionales. A pesar de las reparaciones en curso, el 28 de noviembre, el sistema energético ucraniano pudo cubrir solo el 70 por ciento de la demanda máxima para generar energía, según OCHA.

El duro invierno, combinado con la pérdida de ingresos y la crisis energética y socioeconómica desencadenada por la guerra, son devastadores para el bienestar de los niños y las familias. Los ingresos de las familias y el acceso a los servicios han sido diezmados por la destrucción de la infraestructura en los casi 10 meses transcurridos desde que se intensificó la guerra. La situación es especialmente grave para los 6,5 millones de personas, incluidos 1,2 millones de niños, que actualmente están desplazados dentro de Ucrania.

A medida que las zonas anteriormente afectadas por los intensos combates se vuelven accesibles, UNICEF comenzó a distribuir kits de ropa de invierno, calentadores de agua y generadores en las zonas de primera línea y recientemente accesibles de las provincias de Kharkiv, Kherson y Donetsk. Hasta la fecha se han adquirido más de 20 millones de dólares en suministros para el invierno.

Un invierno sombrío probablemente también empeorará la situación psicosocial de los niños, que ya enfrentan una inminente crisis de salud mental, con un estimado de 1.5 millones en riesgo de depresión, ansiedad, trastornos de estrés postraumático y otras afecciones mentales. El impacto en el acceso de los niños a la educación es solo la última interrupción después del final temprano del año escolar anterior y las interrupciones relacionadas con la pandemia de COVID-19. UNICEF ha preparado para el invierno más de 55 de sus SPILNO Child Spots, espacios seguros y cálidos que brindan servicios integrados para niños, jóvenes y cuidadores.

«Las reglas de la guerra son claras: los niños y la infraestructura civil esencial de la que dependen para sobrevivir deben ser protegidos», dijo Russell. «También es esencial que UNICEF y nuestros colegas humanitarios tengan acceso rápido y sin trabas a los niños y las familias que necesitan asistencia humanitaria, sin importar dónde se encuentren».

Hasta la fecha, UNICEF ha podido proporcionar acceso a la atención primaria de salud en instalaciones apoyadas por UNICEF y a través de equipos móviles a casi 4,9 millones de niños y mujeres en Ucrania. Más de 4,2 millones de personas han tenido acceso a agua potable y más de 1 millón de personas han recibido suministros críticos de agua, saneamiento e higiene, incluso en áreas recientemente accesibles. Las intervenciones de apoyo a la salud mental apoyadas por UNICEF han llegado a más de 2,5 millones de niños, casi 900.000 niños han participado en la educación formal o no formal y casi 500.000 niños se han beneficiado de intervenciones de aprendizaje. Casi 200.000 familias han sido alcanzadas gracias a transferencias humanitarias de efectivo multipropósito financiadas por UNICEF.

La semana pasada, UNICEF lanzó su llamamiento anual de Acción Humanitaria para la Infancia. UNICEF necesita 1.100 millones de dólares para abordar las necesidades inmediatas y a largo plazo de 9,4 millones de personas, incluidos 4 millones de niños, que siguen profundamente afectados por la guerra en Ucrania. La financiación permitirá a UNICEF proporcionar, mantener y ampliar servicios esenciales en materia de salud, nutrición, protección infantil, violencia de género, agua, saneamiento e higiene y protección social, junto con los esfuerzos gubernamentales de socorro y recuperación. Garantizará la preparación oportuna para nuevos desplazamientos internos y movimientos de refugiados.

Fuente de la información e imagen:  https://www.unicef.org

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Conflicto bélico en Ucrania aumenta pobreza en América Latina

Por:  UAM

Una consecuencia inmediata derivada de la invasión de Rusia a Ucrania es el incremento de la pobreza en América Latina, que se calcula será de un punto porcentual en México en 2022, aseguró el maestro Eduardo Gudynas en el primer Foro Crisis alimentaria, cambio climático y alternativas de sustentabilidad, convocado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El investigador del Centro Latinoamericano de Ecología Social de Uruguay sostuvo que el aumento de los precios de los combustibles y la inflación, sumados a la herencia de problemas económicos derivados de la pandemia, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), explican el fuerte impacto sobre la pobreza en la región.

“En una primera ola tuvimos alzas de costos en los minerales, agroalimentos y energía; luego una caída que mantiene la volatilidad; en una segunda, se observan impactos en el comercio global, en las finanzas y en la disponibilidad de las inversiones, además que se alteraron las rutas del comercio global por la relocalización de exportaciones rusas”, enfatizó.

El conflicto bélico tendrá serios efectos en América Latina por la escasez en la disponibilidad de suministros, que serán más caros, la persistencia del desempleo, factores que se mezclan con los problemas no superados que dejó el COVID-19.

En el conversatorio Efectos de la guerra en Ucrania en América Latina, la agropecuaria y los alimentos señaló que por el aumento de precios de combustibles y comestibles en Perú y Ecuador se han dado protestas de la población, mientras en Brasil se generó una huelga de camioneros.

“Rusia tiene un patrón de exportaciones parecido al de un país latinoamericano, casi todos son productos extractivos como el gas, hidrocarburos y agroalimentos, podemos decir que una economía extractiva invadió a otra”.

Previo a la invasión a Ucrania prevalecía “un cierto consenso de que la globalización había triunfado y que los flujos comerciales estaban marchando de la mano de las empresas”, añadió.

Sin embargo, “con la guerra se derrumbó la metáfora de que dos países que cuentan con McDonald’s no entran en guerra, esa parábola encarna que la presencia de empresas capitalistas está en auge en esas naciones, pero la realidad acabó con esa idea”.

A Rusia se le han aplicado más de seis mil sanciones económicas y comerciales –suma más que las atribuidas a Irán y Siria–, en tanto las empresas trasnacionales aceptaron los castigos y se retiraron del país.

El investigador subrayó que también se han incrementado el costo de los metales, granos e hidrocarburos. En el caso de los hidrocarburos, en un primer momento subieron los precios, si bien ahora bajaron, pero persiste una fuerte volatilidad, por lo que para frenar las afectaciones en el mercado energético Estados Unidos ha liberado parte de su stock de petróleo.

Los costos de los fertilizantes sufrieron un aumento, aspecto que ya estaba en curso desde hacía tiempo, lo cual tiene un efecto negativo sobre la dotación para México.

El incremento de los agroalimentos es otro de los aspectos que ha desencadenado la guerra en Ucrania, “a eso le podemos llamar la inflación verde, puesto que tanto Rusia como Ucrania son grandes exportadores de productos agrícolas”, lo que se vio reflejado en la subida en los precios de la soya y el azúcar.

El costo de los fertilizantes nitrogenados que compran los países latinoamericanos también ha registrado variaciones desde finales de 2020, aunque con la guerra la elevación fue mayor.

El investigador refirió a ideólogos rusos como Aleksander Dugin, ultraconservador que rechaza todo lo de occidente, llama a rebelarse contra Estados Unidos y piensa que la defensa de la ecología es parte de una expresión imperialista y que los militares deben controlar los recursos naturales.

Sergei Karaganov, analista sobre recursos naturales, es el encargado de delinear la política exterior y sostiene que en esa nación profesan una democracia autoritaria, frente a occidente donde existe un gran desorden y conflictos, con minorías que generan reclamos, por lo que la apuesta es por un régimen con una democracia autoritaria.

La idea de Vladimir Putin no es un nuevo marxismo o la opción de otra cuarta internacional. Es una paradoja que en la guerra son los jóvenes de familias pobres quienes integran el ejército ruso para ir a pelear “y en esa confrontación los energéticos se usan como arma de guerra, al igual que los alimentos, de lo cual en Latinoamérica somos poco conscientes, porque podemos surtir la canasta básica, pero se requiere que las naciones aborden este problema en forma coordinada”.

Así, resulta importante reorganizar la producción de alimentos en América Latina, buscar que los productos de Brasil se redirijan a países que tienen déficit, pero desde los gobiernos no existen proyectos que busquen coordinar la producción agrícola, además que desde la academia no hay un debate sobre la necesidad de la integración de un polo regional.

“Actualmente los países europeos están destinando recursos importantes para desarrollar la investigación del litio como una forma de cambiar su dependencia energética, mecanismo que ha generado el encarecimiento del mineral”, refirió el investigador.

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org

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Millones de escolares ucranianos vuelven a clase en medio de la guerra

Millones de escolares ucranianos vuelven a clase en medio de la guerra

Algunos de forma de presencial y otros de forma virtual

Millones de estudiantes ucranianos volvieron este jueves a la escuela, presencial o virtual, mientras que el reto del sistema educativo del país invadido por Rusia es garantizar la educación, aparte de la seguridad de los alumnos en medio de la guerra.

«La escala del desafío es única», dice a Efe Serhiy Gorbachov, defensor del pueblo ucraniano para asuntos educativos. Un reto es el de cómo hacer que todos los estudiantes asistan a clases independientemente de dónde estén.
De momento, el número de escuelas que han decidido impartir clases solo en línea o, por otro lado, presencial o con un sistema mixto, son más o menos la misma cantidad.
Kvitka, la hija de seis años de Maryana Sukhnatska, en Leópolis, fue este jueves una clase por primera vez en su vida. Maryana cuenta a Efe que su escuela, el liceo «Leópolis», tiene dos refugios antibombas bien equipados que pueden alojar a todos los alumnos.
«A los niños ya les enseñaron antes qué tienen que hacer en caso de una alerta aérea y ya tuvieron una prueba», explica Maryana, quien añade que no cree que vayan a estar más seguros en casa. «Mi hija ha estado yendo a una guardería desde abril, así que está acostumbrada a las evacuaciones».
Ella piensa que la educación en línea no puede sustituir a la comunicación y el entorno, tan importantes para los niños. Con ambos padres trabajando, la escuela asume también la carga de la organización de la jornada escolar de sus hijos.
Por supuesto que cuanto más próximo esté el frente más escuelas eligen dar clases a distancia, explica Gorbachov, puesto que los colegios pueden ser fácilmente alcanzados por la artillería rusa pocos minutos después, o incluso antes, de que la alerta suene, lo que apenas da tiempo a los niños ya sus profesores para llegar a los refugios antiaéreos.
Todas las escuelas del norte de Ucrania que están a menos de cuarenta kilómetros de la frontera con Bielorrusia han recibido la orden de pasar a la educación a distancia, mientras que el 97 % de los padres de la región sureña de Odesa, periódicamente atacada con misiles rusos, han elegido ese tipo de formación.
Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com/internacional/136601/millones-de-escolares-ucranianos-vuelven-a-clase-en-medio-de-la-guerra

 

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Ucrania: Casi 1.000 niños muertos o heridos en 6 meses

Al menos 972 niños en Ucrania han muerto o han resultado heridos por la violencia desde que la guerra se intensificó hace seis meses, una media de más de cinco niños muertos o heridos cada día.

La guerra en Ucrania ha dejado casi 1.000 niños muertos o heridos. Y estas son solo las cifras que la ONU ha podido verificar. Creemos que el número real es mucho mayor.

El uso de armas explosivas ha causado la mayoría de las víctimas infantiles. Estas armas no discriminan entre civiles y combatientes, especialmente cuando se utilizan en zonas pobladas, como ha ocurrido en Ucrania: en MariupolLuhanskKremenchuk y Vinnytsia. La lista es interminable.

«Una vez más, como en todas las guerras, las decisiones imprudentes de los adultos están poniendo a los niños en un riesgo extremo. No hay ninguna operación armada de este tipo que no provoque daños a los niños», ha explicado nuestra directora ejecutiva global, Catherine Russell.

No hay ninguna operación armada que no provoque daños a los niños

«Mientras tanto, más allá del horror de los niños que mueren o resultan heridos físicamente en los ataques, casi todos los niños de Ucrania han estado expuestos a acontecimientos profundamente angustiosos, y los que huyen de la violencia corren un riesgo considerable de separación familiarviolenciaabusosexplotación sexual y tráfico de personas«, ha añadido.

Nuestra directora también ha querido recordar que el inicio del curso escolar dentro de poco más de una semana será un duro recordatorio de lo mucho que han perdido los niños en Ucrania.

El sistema educativo ucraniano, devastado

«El sistema educativo ucraniano ha sido devastado por la escalada de las hostilidades en todo el país. Las escuelas han sido objeto de ataques o han sido utilizadas por las partes, por lo que las familias no se sienten seguras para enviar a sus hijos a la escuela. Calculamos que 1 de cada 10 escuelas ha sido dañada o destruida. Todos los niños deben ir a la escuela y aprender, incluidos los niños atrapados en situaciones de emergencia. Los niños de Ucrania y los desplazados por esta guerra no son una excepción», ha afirmado Russell.

El trabajo de UNICEF para apoyar a los niños de Ucrania

Paloma Escudero en el almacén de suministros de UNICEF

Como explica nuestra directora de Comunicación a nivel global, Paloma Escudero, en UNICEF trabajamos sin descanso con nuestros aliados para ampliar los programas que salvan vidas de niños y niñas de Ucrania dentro y fuera del país.

Dentro de Ucrania, hemos:

  • Proporcionado material didáctico a cerca de 290.000 niños y niñas, e involucrado a más de 402.000 en la educación formal y no formal.
  • Llegado a más de 1,4 millones de niños y cuidadores con salud mental y apoyo psicosocial.
  • Llegado a más de 52.000 mujeres y niños con servicios de respuesta a la violencia de género.
  • Facilitado el acceso al agua potable a más de 3,4 millones de personas en Ucrania que viven en zonas donde las redes han sido dañadas o destruidas.
  • Proporcionado suministros de saneamiento e higiene a casi 455.000 personas.
  • Distribuido suministros sanitarios y médicos para salvar vidas a casi 4 millones de personas en las zonas afectadas por la guerra.
  • Llegado a más de 422.000 personas con ayuda monetaria polivalente dentro de Ucrania.

Desde UNICEF seguimos pidiendo un alto el fuego inmediato en Ucrania y que se proteja a todos los niños de cualquier daño. Esto incluye poner fin al uso brutal de armas explosivas en zonas pobladas y a los ataques contra instalaciones e infraestructuras civiles.

Los niños de Ucrania necesitan urgentemente seguridad, estabilidad, acceso a un aprendizaje seguro, servicios de protección infantil y apoyo psicosocial. Pero más que nada, los niños de Ucrania necesitan paz.

Fuente de la información e imagen: https://www.unicef.es

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Las tácticas de combate ucranianas ponen en peligro a la población civil

  • Bases militares establecidas en zonas residenciales e incluso en escuelas y hospitales.
  • Ataques lanzados desde áreas habitadas por civiles.
  • Estas violaciones no justifican en modo alguno los ataques indiscriminados de Rusia, que han causado la muerte y heridas de innumerables civiles.

“Las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en situaciones de riesgo al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales, para repeler la invasión rusa que comenzó en febrero”, ha declarado hoy Amnistía Internacional.

Estas tácticas violan el derecho internacional humanitario y ponen en peligro a la población civil, pues convierten bienes de carácter civil en objetivos militares. Los ataques rusos resultantes en zonas pobladas han causado la muerte de civiles y destruido infraestructura civil.

“Hemos documentado un panorama en el que las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en peligro y violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas”, ha afirmado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

“Estar en una posición defensiva no exime a las fuerzas armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario”.

Sin embargo, no todos los ataques rusos documentados por Amnistía Internacional siguieron esta tendencia. En otros emplazamientos concretos en los que Amnistía Internacional concluyó que Rusia había cometido crímenes de guerra, incluidas algunas zonas de la ciudad de Járkov, la organización no halló indicios de que hubiera fuerzas ucranianas ubicadas en las zonas civiles atacadas ilegítimamente por el ejército ruso.

Entre abril y julio, un equipo de Amnistía Internacional pasó varias semanas investigando los ataques rusos en las regiones de Járkov, el Dombás y Mykolaiv. La organización inspeccionó lugares que habían sufrido ataques, entrevistó a sobrevivientes, testigos y familiares de víctimas de ataques, y llevó a cabo labores de detección a distancia y análisis de armas.

Durante estas investigaciones, el equipo encontró indicios de que las fuerzas ucranianas lanzaban ataques desde el interior de zonas residenciales habitadas y de que se habían establecido en edificios civiles de 19 ciudades y pueblos de las regiones citadas. El Evidence Lab de la organización ha analizado imágenes satelitales para corroborar aún más algunos de estos incidentes.

La mayoría de las zonas residenciales donde se emplazaron los soldados estaban a varios kilómetros de las líneas de frente. Existían alternativas viables que no pondrían en peligro a la población civil, como bases militares o zonas densamente boscosas en las proximidades, u otras estructuras alejadas de las zonas residenciales. En los casos que documentó, Amnistía Internacional no tiene conocimiento de que los militares ucranianos que se emplazaron en estructuras civiles en zonas residenciales hubieran pedido a la población civil que evacuase los edificios vecinos o la hubiese ayudado a evacuarlos; es decir, no tomaron todas las precauciones posibles para proteger a la población civil.

Ataques lanzados desde zonas habitadas por civiles

Sobrevivientes y testigos de ataques rusos en las regiones del Dombás, Járkov y Mykolaiv dijeron al equipo de investigación de Amnistía Internacional que el ejército ucraniano estaba operando cerca de sus casas en torno al momento de los ataques, exponiendo las zonas a disparos de represalias de las fuerzas rusas. El equipo de investigación de Amnistía Internacional fue testigo de esta conducta en numerosos lugares.

El derecho internacional humanitario exige que todas las partes en un conflicto eviten, en toda la medida de lo posible, emplazar objetivos militares dentro de zonas densamente pobladas o en sus proximidades. La obligación de proteger a la población civil de los efectos de los ataques incluye también retirar a ésta de la vecindad de objetivos militares y avisar de forma efectiva de cualquier ataque que podría afectarla.

La madre de un hombre de 50 años que murió en un ataque con cohetes el 10 de junio en un pueblo al sur de Mykolaiv dijo a Amnistía Internacional: “Los militares estaban en una casa al lado de la nuestra y mi hijo llevaba a menudo comida a los soldados. Le rogué varias veces que se mantuviera alejado porque temía por su seguridad. Esa tarde, cuando ocurrió el ataque, mi hijo estaba en el patio de nuestra casa y yo estaba en la casa. Murió en el acto. Su cuerpo quedó hecho trizas. Nuestra casa fue parcialmente destruida”. El equipo de investigación de Amnistía Internacional encontró equipo y uniformes militares en la casa de al lado.

Mykola, que vive en un bloque de pisos de un barrio de Lisichansk (Dombás) que fue objeto de varios ataques rusos que causaron la muerte de al menos un hombre de edad, dijo a Amnistía Internacional: “No entiendo por qué nuestro ejército dispara desde las ciudades y no desde el campo”. Otro residente, un hombre de 50 años, dijo: “Sin duda hay actividad militar en el barrio. Cuando hay fuego saliente, oímos después fuego entrante”. El equipo de investigación de Amnistía Internacional vio a unos soldados que usaban un edificio residencial situado a unos 20 metros de la entrada del refugio subterráneo que usaban los residentes donde murió el hombre de edad.

En una localidad del Dombás, el 6 de mayo, las fuerzas rusas usaron municiones de racimo inherentemente indiscriminadas, cuyo uso está ampliamente prohibido, contra un barrio integrado en su mayoría de casas de uno o dos alturas donde las fuerzas ucranianas manejaban armas de artillería. La metralla dañó las paredes de la casa donde vive Anna, de 70 años, con su hijo y su madre de 95 años.

Anna dijo: “La metralla voló a través de las puertas. Yo estaba dentro. La artillería ucraniana estaba cerca de mi campo […] Los soldados estaban detrás del campo, detrás de la casa […] Los vi saliendo y entrando […] desde que empezó la guerra […] Mi madre está […] paralítica, por eso no pude huir”.

A principios de julio, un agricultor resultó herido cuando las fuerzas rusas atacaron un almacén agrícola en la zona de Mykolaiv. Horas después del ataque, el equipo de investigación de Amnistía Internacional fue testigo de la presencia de personal y vehículos militares ucranianos en la zona de almacenamiento de grano y varios testigos confirmaron que el ejército usaba el almacén, situado al otro lado de la carretera, frente una finca en la que vivían y trabajaban civiles.

Mientras el equipo de Amnistía Internacional examinaba los daños de edificios residenciales y públicos colindantes en Járkov y en pueblos del Dombás y del este de Mykolaiv, oyeron fuego saliente desde posiciones militares ucranianas ubicadas en las proximidades.

En Bajmut, varias personas residentes dijeron a Amnistía Internacional que el ejército ucraniano había usado un edificio situado a apenas 20 metros al otro lado de la calle, frente a un edificio residencial de gran altura. El 18 de mayo, un misil ruso impactó en la parte de delante del edificio, destruyó parcialmente cinco apartamentos y provocó daños en los edificios próximos. Kateryna, residente que sobrevivió al impacto, dijo: “No entendía qué había pasado. [Había] ventanas rotas y un montón de polvo en mi casa […] Me quedé aquí porque mi madre no quería marcharse. Tiene problemas de salud”.

Tres residentes dijeron a Amnistía Internacional que, antes del ataque, las fuerzas ucranianas habían estado usando un edificio al otro lado de la calle, frente al edificio bombardeado, y que había dos camiones militares estacionados delante de otra casa que resultó dañada cuando impactó el misil. El equipo de investigación de Amnistía Internacional encontró indicios de presencia militar dentro y fuera del edificio, incluidos sacos de arena y protecciones de plástico negro que cubrían las ventanas, así como equipos nuevos de primeros auxilios para traumatismos de fabricación estadounidense.

“No tenemos voz en lo que hace el ejército, pero pagamos el precio”, dijo a Amnistía Internacional una persona cuya casa también había sido dañada en el ataque.

Bases militares en hospitales

El equipo de investigación de Amnistía Internacional vio a fuerzas ucranianas que usaban hospitales como bases militares de facto en cinco lugares. En dos ciudades, decenas de soldados descansaban, pasaban el tiempo y hacían sus comidas en hospitales. En otra ciudad, los soldados disparaban desde las proximidades del hospital.

El 28 de abril, un ataque aéreo ruso hirió a dos personas que trabajaban en un laboratorio médico en un suburbio de Járkov después de que las fuerzas ucranianas hubieran establecido una base en las instalaciones.

El uso de hospitales con fines militares es una violación clara del derecho internacional humanitario.

Bases militares en escuelas

El ejército ucraniano ha establecido bases de forma habitual en escuels de ciudades y pueblos de la zona del Dombás y de Mykolaiv. Las escuelas están temporalmente cerradas para el alumnado desde que comenzó el conflicto, pero en la mayoría de los casos los edificios estaban cerca de barrios habitados por civiles.

En 22 de las 29 escuelas que visitó, el equipo de investigación de Amnistía Internacional encontró soldados usando las instalaciones o indicios de actividad militar actual o pasada, incluida la presencia de atuendos militares, municiones descartadas, paquetes de raciones del ejército y vehículos militares.

Las fuerzas rusas atacaron muchas de las escuelas utilizadas por las fuerzas ucranianas. En al menos tres ciudades, después del bombardeo ruso de las escuelas, los soldados ucranianos se trasladaron a otras escuelas de las proximidades, sometiendo a los barrios circundantes al riesgo de sufrir ataques similares.

En una ciudad al este de Odesa, Amnistía Internacional vio que los soldados ucranianos usaban habitualmente zonas civiles para alojarse y como áreas de maniobras, incluso emplazando vehículos blindados bajo árboles en barrios puramente residenciales y usando dos escuelas situadas en zonas residenciales densamente pobladas. Los ataques rusos cerca de escuelas han causado la muerte y heridas a varias personas civiles entre abril y finales de junio; el 28 de junio murieron una niña y una anciana en un ataque con cohetes contra su casa.

En Bajmut, las fuerzas ucranianas usaban un edificio universitario como base cuando lo alcanzó un ataque ruso el 21 de mayo y, según informes, causó la muerte de siete soldados. La universidad es colindante con un edificio de viviendas de gran altura que resultó dañado en el ataque junto con otras viviendas civiles situadas a unos 50 metros. El equipo de investigación de Amnistía Internacional halló los restos de un vehículo militar en el patio del edificio universitario bombardeado.

El derecho internacional humanitario no prohíbe expresamente a las partes en un conflicto establecer bases en escuelas durante los periodos vacacionales. Sin embargo, las fuerzas armadas tienen la obligación de evitar usar escuelas que estén cerca de casas o edificios de apartamentos llenos de civiles, poniendo sus vidas en peligro, salvo que haya una necesidad militar imperiosa. Si lo hacen, deben advertir a la población civil y, en caso necesario, ayudarla a evacuar. Aparentemente, esto no ocurrió así en los casos que ha examinado Amnistía Internacional.

Los conflictos armados inciden de forma muy negativa en el derecho a la educación de la infancia, y el uso militar de las escuelas puede causar una destrucción que prive aún más a los niños y niñas de este derecho una vez finalizada la guerra. Ucrania es uno de los 114 países que han respaldado la Declaración sobre Escuelas Seguras, acuerdo para proteger la educación en los conflictos armados que permite a las partes hacer uso de escuelas abandonadas o evacuadas únicamente cuando no haya una alternativa viable.

Ataques indiscriminados de las fuerzas rusas

Muchos de los ataques rusos que Amnistía Internacional ha documentado en los últimos meses fueron llevados a cabo con armas inherentemente indiscriminadas, incluidas municiones de racimo, prohibidas internacionalmente, o con otras armas explosivas con efectos en una superficie amplia. En otros se usaron armas guiadas con diversos grados de precisión; en algunos casos, las armas eran lo bastante precisas para dirigirse a objetivos específicos.

La práctica del ejército ucraniano de emplazar objetivos militares dentro de zonas pobladas no justifica en modo alguno los ataques indiscriminados rusos. Todas las partes en un conflicto deben distinguir en todo momento entre objetivos militares y bienes de carácter civil, y adoptar todas las precauciones posibles, incluso en la elección de armas, para reducir al mínimo el daño a civiles. Los ataques indiscriminados que causan la muerte o heridas a civiles o dañan bienes de carácter civil son crímenes de guerra.

“El gobierno ucraniano debe asegurarse inmediatamente de que emplaza a sus fuerzas lejos de zonas pobladas o evacuar a la población civil de las zonas donde opera el ejército. Las fuerzas armadas nunca deben usar hospitales para combatir en una guerra y sólo deben usar escuelas o viviendas civiles como último recurso, cuando no haya alternativas viables”, concluyó Agnès Callamard.

El 29 de julio de 2022, Amnistía Internacional se puso en contacto con el Ministerio de Defensa ucraniano para presentarle las conclusiones de la investigación. En el momento de la publicación, aún no se había recibido ninguna respuesta.

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2022/08/ukraine-ukrainian-fighting-tactics-endanger-civilians/

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Ucrania: ONU denuncia la violación de DD.HH. por fuerzas ucranianas

ONU denuncia la violación de DD.HH. por fuerzas ucranianas

La comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, declaró este martes que Ucrania ha violado normas internacionales de derechos durante el conflicto que mantiene con Rusia en la región del Dónbas.

“Si bien todavía debemos tener acceso a los territorios ocupados por las fuerzas rusas hemos documentado que ambas partes han cometido violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho humanitario internacional”, concretó.

Alrededor de 1.000 personas han sido detenidas por ser sospechosas de apoyar a Rusia en el conflicto por los Servicios de Seguridad de Ucrania y la Policía Nacional, explicó.
“Nos preocupa que los arrestos no se hagan de acuerdo con las obligaciones de Ucrania” declaró y expresó su preocupación por doce presuntos casos de desaparición forzada por la seguridad ucraniana.

Según reporta la Oficina de Derechos Humanos 4.889 civiles han muerto, entre ellos 335 menores de edad, pero esta cifra solo obedece a registros por lo que se cree que la cifra es mayor.
La oficina de DD.HH registró, además, 28 casos de violencia sexual que incluyen violencia de género, en grupo, torturas y desnudos públicos forzados.

La Comisionada informó que se han recibido denuncias de violaciones por fuerzas armadas rusas, pero también ucranianas.
Aunque la titular de la oficina de DD.HH. de la ONU reconoció que las tropas ucranias han cometido violaciones de derechos importantes.

TS

 

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/onu-denuncia-la-violacion-de-dd-hh-por-fuerzas-ucranianas/

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