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Esta experta estadounidense cuenta 4 claves para enfocarse en la innovación pedagógica

Estados Unidos / 10 de marzo de 2019 / Autor: Lorena Tasca / Fuente: Elige Educar

Ellen Meier empezó su carrera como docente en colegios estatales de Estados Unidos y ahora suma más de 12 años como miembro del Teachers College de la Universidad de Columbia, donde ha centrado sus trabajos en la importancia de cambiar los paradigmas en las salas de clase y usar la tecnología como aliada.

Ellen Meier es un nombre conocido en el mundo académico ya que es directora y cofundadora del Centro para la Tecnología y el Cambio Escolar y miembro del Departamento de Matemáticas, Ciencia y Tecnología del Teachers College, de la Universidad de Columbia. También es copresidenta del Consejo de Política y Práctica Tecnológica de la Universidad del Estado de Nueva York, un panel que se encarga de examinar el uso de la tecnología en escuelas públicas, bibliotecas, museos y otras agencias estatales similares de Estados Unidos.

Foto de la Facultad de Educación de la UC

Su carrera comenzó como maestra en escuelas estatales, pero durante los últimos 12 años, la experta se ha dedicado a revisar las posibilidades y necesidades que existen entorno a la innovación en las salas de clase. Así, se ha convertido en una voz autorizada para hablar de un tema que es cada vez más prioritario.

En enero de 2019, Ellen visitó Chile para hablar sobre cómo fortalecer capacidades para la innovación pedagógica desde la escuela, en el auditorio de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Estas fueron algunas de las recomendaciones para docentes y estudiantes que entregó en el marco de esta charla:

1. Acompañar a los profesores

“Es importante entender que a los profesores hay que guiarlos y ayudarlos a pensar fuera de la caja”, es una premisa de Ellen. Por eso, la académica asegura que hay que salirse del esquema tradicional y enfocarse en el aprendizaje profundo, lo que requiere que aquello que se enseñe, se relacione con el conocimiento y con ayudar a los profesores en todas las dudas, organización, ofreciendo siempre un proceso de evaluación y acompañamiento.

2. No imponer conocimiento

“Hay que respetar los ciclos del aprendizaje, que ellos entiendan los patrones. Necesitamos, además, que nuestros estudiantes conozcan los procesos de diálogo, porque se trata de crear conocimiento, no imponerlo. Es un desafío que parece radical, pero es una experiencia de aprendizaje importante”, cuenta Ellen.

3. Enseñar por niveles

Es importante aprender a innovar en los formatos pedagógicos y es muy importante encontrar un sistema de aprendizaje que se adapte al contexto y que ayude a enseñar la materia de manera profunda. Para ello, es importante entender la innovación pedagógica.

“Considero que la innovación pedagógica aborda el cómo integramos distintos conceptos del aprendizaje y se aplica usando andamiajes, por ejemplo, una cosa que es muy fácil de decir, pero difícil de hacer. Hay que crear andamiajes y niveles, aquí es muy útil, por ejemplo, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) porque genera muchos niveles para hacer y guiar. Además, nos permite alentar a que los niños a que aprenden y que digan qué ruta pueden seguir; es una forma de transformar y mover los enfoques“.

4. Convertir la tecnología en aliada

“Es cierto, existen algunas metas no cumplidas por la tecnología, se supone que la tecnología había llegado para resolver muchas cosas y aún no lo está haciendo, pero está ayudando a los profesores. Es cuestión de entender cómo y cuándo usarla, qué tipo de herramientas, en qué momentos, qué finalidad tiene la herramienta”, considera la académica. Porque es importante ver que la tecnología siempre puede ser una aliada para compartir,difundir conocimiento, hacerlo más entretenido y más comprensible para algunos.

Fuente de la Noticia:

https://eligeeducar.cl/esta-experta-estadounidense-cuenta-4-claves-enfocarse-la-innovacion-pedagogica

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Huelga UAM

México / 10 de marzo de 2019 / Autor: Hugo Aboites / Fuente: La Jornada

En este sexenio, la huelga Situam es la primera en una universidad. En un momento en el país, de ebullición social, la autonomía permite mayor libertad y más sensibilidad para conectarse con procesos nacionales de cambio. Los conflictos ya no tienen los cauces corporativos, ni los horizontes confinados por topes y por la coacción gubernamental. Además, hoy la presión pública, los trabajadores y hasta la Presidencia de la República consideran intolerables las distorsiones que al quehacer público y universitario impone una distribución del presupuesto sesgada en favor de las burocracias administrativas y académicas. Esto se agrava por el hecho de que 30 años de iniciativas neoliberales (restricción al ingreso de estudiantes, colegiaturas, enormes disparidades salariales, venta de servicios de investigación y difusión cultural, verticalidad gerencial) alejaron a las universidades de las necesidades de conocimiento del país y de sus jóvenes. En la UAM fuimos ejemplares, y vivimos en una especie de campana de cristal, pero ahora sufrimos recortes que hacen necesario demostrar nuestra validez frente a la sociedad y a los estudiantes y trabajadores universitarios.

La huelga obliga a la UAM a cambiar. Sus autoridades no pueden ya simplemente sentarse a esperar hasta que la huelga se agote, durante semanas o meses, como en ocasión anterior. El costo sería inaceptable para los trabajadores y para la institución pues emergería internamente confrontada, y, al calor de las acusaciones, más vulnerable. Mejor opción es ocuparse en resolver ya el conflicto laboral y hacerlo en forma tal que por un lado se fortalezca hacia adentro (mejor distribución de sus recursos, apertura al escrutinio interno y externo, fortalecimiento del tejido), y, por otro, muestre la disposición a pensar en una más clara respuesta a demandas sociales de conocimiento (admitir a más estudiantes, crear y difundir libremente la ciencia, para atender “primordialmente, a los problemas nacionales…” (Ley Orgánica UAM, artículo.2).

Lo inmediato y urgente, sin embargo, es el tema salarial. Ahí se va a demostrar qué tanto interés hay por comenzar a redefinir y fortalecer la institución comenzando de inmediato, a disminuir la fragilidad salarial en la UAM. Esto suena paradójico pues los ingresos de sus académicos son de los más altos del país. Pero frágiles: un profesor-investigador titular de tiempo completo tiene un salario de alrededor de 28 mil pesos, aunque puede superar los 90 mil mensuales con las becas y estímulos. Estos últimos, sin embargo, los determina el rector cada año y de acuerdo con su apreciación de la disponibilidad de recursos. No están anclados en un acuerdo bilateral, tampoco garantizados institucionalmente, y en una época de recortes pueden ser inestables. En el caso de los administrativos, la fragilidad estriba en que son salarios bajos (9 mil pesos promedio, según nómina), sensibles a la inflación y a cualquier reducción o estancamiento de recursos institucionales. Permiten la sobrevivencia pero no facilitan que los trabajadores respondan adecuadamente a las exigencias de mayor especialización y profesionalización en el trabajo. Por otro lado, el salario académico debe aumentar para que, aunque sus ingresos globales no crezcan sustancialmente, sí pueda tener una proporción mayor de sus ingresos laboralmente salvaguardados.

La UAM puede dar un aumento salarial más alto si decide dar un paso hacia un presupuesto austero y ejemplar y defendible al exterior. Veamos: el ofrecimiento actual para administrativos es de 3%+3.35%=6.45%, y de 3.35% para académicos y representan un monto global de 57 millones (28 mdp para 3 mil 882 administrativos y 29 mdp para 3 mil 90 académicos) de un presupuesto global de más de siete mil mdp (Datos nómina y presupuesto 2019). Si la UAM decide aumentar 10% a administrativos y académicos, eso costaría, además de los 57 mdp ya sobre la mesa, otros 72.1 mdp. ¿De dónde saldrían? Podría tomarse una parte, por ejemplo, de los 159 mdp asignados al Estímulo a los Mandos Medios y Superiores (Ver www.uam.mx, Transparencia, Presupuesto 2018, pág. 43). Para los académicos, bastaría con reducir un tanto alguno(s) de los montos de becas y estímulos y con eso dar el aumento adicional. Por ejemplo del Estimulo a Trayectoria Sobresaliente que tiene 189 mdp, o el Estímulo al Grado Académico, con 213 mdp, y con eso aumentar la proporción de ingreso académico estable. Incluso sería perfectamente posible, posteriormente, y haciendo un ejercicio de recorte bien balanceado, recuperar 120 mdp para contratar a 150 profesores-investigadores adicionales y así admitir a casi 4 mil estudiantes más. Sería claro así que en lugar de sobresueldos la universidad opta por abrir más espacios para sus jóvenes. Y con eso se rescata de manera concreta la noción de que la universidad, sus recursos y sus trabajadores adquieren su sentido más profundo en el servicio a la sociedad y sus jóvenes.

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/02/16/opinion/016a1pol

Fuente de la Imagen:

https://yanmaria-yaoyolotl.blogspot.com/2010/12/huelga-situam-2008.html

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Maestros de Maestros: Paulo Freire (1921-1997) -PDF-

Brasil / 10 de marzo de 2019 / Autor: Rafael Reyes Galindo / Fuente: Compartir Palabra Maestra

La pedagogía instala en cada hombre y en cada mujer una capacidad: la capacidad de rebelarse

Para Freire, “todo educador es un artista, una de las tareas del educador es rehacer esto: el educador rehace el mundo, él redibuja el mundo, repinta el mundo, recanta el mundo, redanza el mundo” (2000). Si para Dewey no hay educación si no aprendemos a analizar las fuerzas políticas que nos gobiernan, para Freire no hay educación si no instala en cada hombre y en cada mujer la posibilidad de rebelarse, “fuer por esta razón –confiesa Freire- y no porque yo estaba metido en la alfabetización, que yo fui a la cárcel y pasé dieciséis años fuera de Brasil. La alfabetización que yo hacía implicaba esta comprensión critica del mundo” (Freire, constructor de sueños. 2000).

Con Freire se expande por Latinoamérica una educación como “práctica de la libertad” y una pedagogía que se hace consciente de los límites en los que cada uno y cada una hayan condicionado. La pedagogía se hace lucha por hacerse reconocer, lucha por la visibilidad. Nadie puede permitir pasar invisible en el contexto en el mundo en que vive: hacerse visible como campesino, hacerse visible como comunidad, hacerse visible como negro, hacerse visible como indígena, hacerse visible como extranjero, hacerse visible como nativo como recién llegado, hacerse visible como gitano, hacerse visible como mujer, hacerse visible como juventud.  Aparece una educación insatisfecha siempre, “se trata de una educación para que se tenga poder”, afirma con frecuencia Freire.

Ahora bien, esta práctica crítica de la educación y de la pedagogía no hay que confiársela a los que detentan el poder, no es un asunto de directivas, ni de instituciones: “sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollen una forma de educación que permitiesen a las clases dominadas percibir las injustificadas sociales en forma crítica” (Freire, constructor de sueños. 2000). Y las clases dominantes son las políticas públicas, los modelos pedagógicos, los sujetos a los que le han encargado las prácticas exitosas de la pedagogía, la excelencia docente y la acreditación institucional. Ellos tienen un oficio sin el cual posiblemente no tendríamos una educación racionalmente administrada; pero no le pidamos a estos ámbitos una educación con inquietud crítica y menos una pedagogía como lucha por hacerse reconocer y un desborde de la obediencia hacia una creación de un mundo nuevo.

Pero si no es un asunto de directivas ni de instituciones, la educación critica es un acontecimiento fundacional de rehacer todo y, también, una actividad de sujetos que conciben el mundo a partir de sus relacione mutuas. Como acontecimiento fundacional, se coloca en la génesis primordial de todo lo creado, “Dios dijo, nombrarás las cosas, darás nombre a las cosas. Y solo es posible “dar nombre” cuando las cosas están hechas. Por lo tanto, Dios dijo: ¡transformarás el mundo! Y En esto consiste transformar, dar de nuevo nombres a las cosas (…) las ideologías inmovilizantes obstaculizan que hombres y mujeres rehagan el mundo y van contra el Génesis” (Freire, constructor de sueños. 2000).

Pero además de un acontecimiento fundacional, la educación crítica es una actividad de los sujetos. Somos poder porque somos educadores, “como educadores y educadoras somos políticos, hacemos política al hacer educación” (Freire, constructor de sueños. 2000). La educación hace que los individuos se movilicen, que los individuos se organicen, y que los individuos se asocien para transformar “el mundo malo” (Freire, constructor de sueños. 2000). Aparece aquí una íntima relación entre enseñanza y educación (Freire, Cartas a quien pretende enseñar, 2010): no hay neutralidad en la enseñanza de las ciencias; toda enseñanza lleva una comprensión del mundo que debe ser explicada, analizada, cuestionada y transformada. Toda enseñanza de la ciencia lleva a la trasformación de las condiciones culturales en la que se encuentran los educandos, no hay una epistemología que nos permita comprender el mundo sin cambiar a los sujetos que comprenden, sin ser cambiado por los sujetos que aprenden. Por eso, no hay enseñanza neutral, objetiva, general para todos sin que le pase algo a los que aprenden, sin que le suceda un aprendizaje al que enseña. Algunas pedagogías centradas en el aprendizaje desconocen esto, desconocen el trabajo relacional de la enseñanza, la capacidad transformadora de los contenidos de la enseñanza, la transformación de los contenidos en los espacios culturales, y el acontecimiento fecundo de los encuentros de sujetos con deseos de saber.

La transformación del mundo pasa por una lectura del mundo. Leer es transformar.  “Leer” la educación, leer la pedagogía, leer la didáctica del lenguaje es cambiar el mundo que nos sucede. Consiste en habitar nuestro espacio y ser soberanos en él. Por eso, Freire elabora la noción de “Pedagogía del oprimido” (2005) como una herramienta analítica, para detectar las prácticas de la educación bancaria en la que estamos limitados y condicionados. Uno se imagina un cajero de una entidad financiera que traslada dinero que no es suyo, sin enriquecerlo a él, sin cambiarlo para nada su modo de vida.

Así es la educación bancaría. Este tipo de educación legitima una pedagogía del opresor, mantiene oprimidos a los educandos, hace perpetua la opresión. En este estado, los oprimidos carecen de mundo propio, afectándose de manera directa la forma de estar en el mundo pues le impiden tomar posesión de él. Se necesita una pedagogía que le permita al educando decir su mundo y tomar su vida a dos manos. Freire instala una concepción problematizadora de la relación pedagógica, al detectar la contradicción educador-educando. Al mismo tiempo ofrece un modo de superación de esta contradicción mediante el ejercicio mediador del lenguaje, señalando el carácter dialógico de la educación como práctica de la libertad.

La educación bancaria sería una vida unidimensional donde el mundo del oprimido es el mismo mundo del opresor donde se legitima la vida que se lleva y las injusticias en las que se mueve. En cambio, en una educación liberadora, los educandos leen su mundo, se dan cuenta que están condicionados, pero que no están determinados y se movilizan para cambiar todo. Esta apropiación la llama la capacidad de decir su mundo, se trataría de un proceso de concientización.

La lectura, la enseñanza de la literatura, en este contexto liberador no es asunto de cuantos libros lee al año, cómo hacer su lectura rápida ni como adquirir competencias lecturas sino de cómo la lectura del mundo lo ha llevado a la lectura de determinados libros. Y de cómo determinados libros lo lleva a una lectura del su mundo. En La importancia de leer y el proceso de liberación (2005) Freire recalca que la lectura del mundo es primero que la lectura de los libros y que si se leen los libros es porque primero se ha leído el mundo. De modo que, si se logra éxitos en los Derechos Básicos de Aprendizaje, pero nuestros jóvenes, nuestros niños y niñas no han aprendido a leer su mundo lo que hemos hecho es negarles el derecho primordial: la capacidad de darle nuevos nombres al mundo que les heredamos.

Paulo Freire fue cuando joven profesor de portugués, cuando tenía veinte años sus estudiantes no tenían que memorizar ciegamente la sintaxis, sino que “se proponía a la curiosidad de los alumnos de manera dinámica y viva, en el cuerpo mismo de los textos, ya de autores que estudiábamos, ya de ellos mismos, como objetos a desvelar y no como algo parado cuyo perfil yo describiese” (p. 101).

Me refiero a que la lectura del mundo precede siempre a la lectura de la palabra y la lectura de esta implica la continuidad de la lectura de aquel. […] Este movimiento del mundo a la palabra y de la palabra al mundo está siempre presente. Movimiento en que la palabra dicha fluye del mundo mismo a través de la lectura que de él hacemos. De alguna manera, sin embargo, podemos ir más lejos y decir que la lectura de la palabra no es solo precedida por la lectura del mundo, sino por cierta forma de “escribirlo” o “reescribirlo”, es decir, de transformarlo a través de nuestra práctica consciente. (p. 106)

Enseñar y la lectura misma siempre fueron vistas como “un acto político y un acto de conocimiento, y por eso mismo como un acto creador” (P. 104). El maestro ocupa un papel importante, sobre todo en sus últimos trabajos. Hay un trabajo creativo en la relación pedagógica: hacer todas las cosas nuevas: no se limita a “ir llenando cabezas vacías” sino que se hace de cada educando un sujeto; alguien capaz “de su tarea creadora” (p. 105).

Paulo Freire construyó una pedagógica critica, que después es retomada por pensadores como Henry Giroux, Peter Maclaren, Stephen Kemmis, Michel Apple. En Colombia ha sido el inspirador de la Educación Popular, de las Comunidades Eclesiales de base y de los movimientos sociales.

Si Inmanuel Kant señaló en los inicios de la Modernidad, que la Ilustración, es “la salida de la minoría de edad” (1804) que toda educación consiste en arriesgarse a pensar por sí mismo (sapere aude), Dewey nos mostró que esto no es posible si un análisis de las fuerzas que nos construyen. Para Freire, pensar por sí mismo sería la capacidad de ocupar el “metro de poder” que nos pertenece: de tomar la palabra, de hacerse visible, de reinventar el mundo que se nos ha dado. Con Freire, la educación para la obediencia no tiene lugar. La obediencia se infiltro en la educación moderna, por alguna razón, pero que pertenece a otro registro que debe ser analizado. No nos educamos para obedecer, nos educamos para tener razones de obedecer, y esas razones de obedecer son las mismas razones para la desobediencia.

Con Freire la práctica pedagógica toca las fronteras de la escuela, la práctica pedagógica se abre a los saberes comunitarios, los saberes escolares se redefinen como proyectos políticos, el currículo se hace crítico, el maestro intelectual orgánico y el educando un artista de sí mismo.

Link para la descarga:

https://compartirpalabramaestra.org/documentos/aliados/maestros-de-maestros/maestros-de-maestros-freire.pdf

Fuente de la Reseña:

https://compartirpalabramaestra.org/especiales-tematicos/maestros-de-maestros/paulo-freire-1921-1997

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León Trahtemberg: «El alumno vive en el siglo XXI y su profesor en el siglo XX»

Perú / Autor: Maribel de Paz / Fuente: El Comercio

Ante la inminencia del inicio del año escolar, Trahtemberg da las pautas para una educación con alma

Rebuscando en el cálido baúl de la memoria, León Trahtembergrecuerda el germen de su vocación nacida en las aulas del propio colegio donde estudió, el León Pinelo, donde solía ayudar a sus compañeros de aula a domar las matemáticas. Hoy, líder pedagógico del colegio Áleph, enclavado en los alrededores de los Pantanos de Villa, repasa las bondades y desaciertos de la educación nacional como promesa pendiente.

Tantas veces vividos y recreados como una estafa institucionalizada, los fundamentales y feroces años de escuela han sido narrados desde nuestro entrañable «Paco Yunque», cortesía de Vallejo, hasta la implacable obra autobiográfica del Nóbel J. M. Coetzee. En su libro «Infancia» están los abusos, la escuela como calvario y esa frase lapidaria: «La infancia no es otra cosa que un tiempo en el que se aprietan los dientes y se aguanta».

En una entrevista anterior, hablando de las incoherencias de la educación tradicional, te preguntabas: «¿Por qué tenemos que salir indefensos a la sociedad después de pasar miles de horas en el colegio?». ¿Cuál sería la otra pregunta pendiente que tienes respecto a la educación en el Perú?

Hay dos: ¿por qué no creemos que el colegio puede ser un centro de disfrute donde el alumno la pasa bien aprendiendo y no donde se sienta en una cárcel? Y segundo: ¿cuáles son los aspectos vinculados a ciudadanía que la escuela es capaz de proveer para que cuando el estudiante egrese pueda ser un ciudadano activo en pleno uso de sus derechos?

¿Y cuáles serían, para empezar, las claves para alcanzar ese disfrute escolar?

Yo empezaría hablando de la acogida. Muchos niños vienen de hogares disfuncionales donde no hay comunicación, hay violencia, hay ausencia del padre o de la madre, hay poca comunicación. Y el único espacio alternativo al hogar que tiene ese niño para eventualmente sentirse bien, querido, atendido, es la escuela. Esta tiene la oportunidad de servirle de centro de acogida para que él vea que sí tiene un lugar en el mundo, que sí es una persona que puede ser protegida. El colegio le puede dar seguridad, organización, le puede servir como contrapeso para todos los males que él vive. Sin embargo, este niño llega a la escuela y lo único que importa es si aprende a leer, a escribir, a sumar. El mismo Ministerio de Educación, cuando toma sus pruebas censales a niños de 7 años, ya el resultado indica que la gran mayoría no logra los objetivos del grado. Quiere decir que ya para segundo de primaria los alumnos están fuera de carrera, porque esos alumnos lo único que van a hacer es seguir su deterioro hasta que terminen el colegio.

Una estafa.

Es un engaño, una estafa, pero más lo llamaría una oportunidad perdida. En cambio, si la prioridad para las escuelas fuera que todos los niños se sientan bien, se sientan acogidos, queridos, ese niño va a tener la estabilidad emocional y el sentimiento de empatía como para poder orientar su energía mental a los aprendizajes que le va a proponer la escuela. Sus primeras experiencias tienen que ser experiencias de éxito y no de fracaso. El rol del maestro es asegurarse de que los niños de los primeros grados tengan éxito, y no simplemente etiquetarlos como fracasados, que es lo que ocurre hoy en día cuando el niño ni bien entra a primaria ya empieza a recibir todo tipo de señales de que no aprende ni entiende ni estudia.

Si hablamos de la historia de la educación en el Perú, ¿cuáles destacarías como los principales hitos en su evolución?

En general, la historia de la educación se disrumpe con la llegada de Internet. O sea, antes y después de Internet tienes un hito fundamental entre la educación tradicional y la educación del siglo XXI. Pero no es tanto el acceso a Internet, sino que todos los desarrollos tecnológicos que tienen que ver con las computadoras (celulares, redes sociales, sistemas de comercio) han creado un segundo mundo en el que el niño, el joven y también los padres viven. Y es en este mundo, que es paralelo al mundo real, en el que las dinámicas de su identidad, sus relaciones con los demás, su forma de aprender y gratificarse de manera inmediata constituyen un conjunto de reglas de vida que no equivalen a las que existen en la escuela tradicional. El alumno vive en el siglo XXI y su profesor en el siglo XX. Y en este desencuentro, una de dos: o le piden al alumno que regrese un siglo para poderse conectar con el maestro, o se le pide al maestro, y en general al sistema educativo, que dé el salto hacia el siglo XXI.

Ahora, la literatura, las artes, ¿cómo se están enseñando en términos generales en el Perú?

Como casilleros. O sea, el arte tiene sus dos horas semanales y la literatura tiene sus dos horas semanales, cuando la literatura debería ser parte de una comprensión política, económica, social, cultural y geográfica del hecho o del autor. ¿Cómo aíslas una obra literaria del contexto en el que fue escrita, de las condiciones del autor, de los temas que aparecen en la obra?

¿Cómo estudiar a Vallejo, por ejemplo?

Si quiero estudiar «Paco Yunque», ¿cómo puedo hablar de ese personaje sin entender cuál es la situación de las haciendas en el Perú, la relación entre el gamonal y sus trabajadores, el prejuicio entre los blancos y los nativos, el ‘bullying’ del que tiene el poder contra el hijo de la empleada? ¿Cómo puede uno estudiar eso sin tomar en cuenta factores económicos, culturales, sociales y políticos de la época? ¿Cómo no aprovechar a Paco Yunque para preguntarse por qué hoy en el Perú hay tanta gente que se siente ‘bulleada’ por el país, por qué hay tantos Pacos Yunque que protestan por el abuso? Es decir, cómo extrapolo las lecciones de Paco Yunque para entender la realidad de hoy o el pasado del Perú. Pero si agarras «Paco Yunque» y la quieres estudiar simplemente como una obra literaria para ver las destrezas del autor, la vacías, la empobreces. Lo mismo, digamos, con «Romeo y Julieta». Para los chicos de hoy puede ser muy interesante hablar de cómo se expresa el amor de una pareja de jóvenes en estos tiempos, y a partir de eso tratar de analizar cómo era antes, y ahí puedes encontrar algunas obras literarias donde hablan de esta relación entre familias que no se toleran, pero cuyos hijos sí quieren verse y se conectan. ¡¿Cuánto de eso no ocurre hoy?! Una cosa es partir del hoy, de esos fenómenos del afecto y las relaciones entre adolescentes, y preguntarse: ¿y esto cómo se expresó en otro tiempo y cómo lo expresó este autor? Entonces, se vuelve interesante. De lo contrario, lo descontextualizas y dices: «Señores, hoy día vamos a hablar de Shakespeare…».

Y matas a Shakespeare.

Es matarlo, porque qué de interesante puede tener eso para niños que están apasionados por el fútbol, digamos, y les traen a Romeo y Julieta. Hay que contextualizar, y la contextualización son todas las disciplinas que te ayudan a entender un fenómeno humano. Es como hablar de la corrupción solamente como si fuera un problema legal, absolutamente aburrido, árido. Pero cuando hablas de la corrupción como un fenómeno histórico, cultural, como un problema de la legalidad, la influencia, el poder y las pasiones más subalternas del ser humano, estás hablando de psicología, de filosofía, de religión, de cultura, de política, de economía; estás hablando de todo. Pero si lo quieres convertir en un tema de educación cívica, ¿a quién le puede interesar eso?

Finalmente, sobre tu propia relación con la educación, ¿cómo dirías que fue la motivación en casa para ti?

Es una motivación compleja, diría. Yo vengo de una familia donde a mi papá nunca le gustó la idea de que yo sea profesor. Recién cuando cumplió 80 años, por primera vez en su vida me dijo que estaba orgulloso de que yo fuera profesor, o sea, de lo que yo había hecho en mi vida como carrera. Porque yo venía de un hogar de clase media, de un papá empresario que pensaba que yo también tendría que dedicarme a los negocios. Y me pareció interesante cerrar este círculo porque yo sabía que él lo decía a otros, y cuando me lo dijo a mí sentí: «Tuve razón y mi padre me lo reconoció».

Fuente de la Entrevista:
https://elcomercio.pe/luces/libros/leon-trahtemberg-alumno-vive-siglo-xxi-profesor-siglo-xx-educacion-impreso-noticia-613279
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Libro: Calmar la Educación. Palabras para la acción (PDF)

España / 10 de marzo de 2019 / Autor: Pablo Mata Cano (coordinador) / Fuente: Asociación Educación Abierta

El libro Calmar la Educación. Palabras para la acción, que puedes descargar gratuitamente aquí, es el resultado de un inmenso trabajo colectivo elaborado a lo largo de dos años (2016-2018). El objetivo del proceso “Calmar la educación” ha sido el diálogo educativo considerado como un fin en sí mismo. Desde la Asociación Educación Abierta hemos pretendido impulsar un debate sosegado, que abordara las preocupaciones de amplios sectores de la sociedad y recogiera las opiniones de personas involucradas en el mundo educativo.
El libro es un compendio de artículos escritos por 130 personas que han aportado su esfuerzo y sus ideas al proyecto. Se organiza a partir de una serie de palabras, extraídas de los artículos, que forman un pequeño diccionario de emociones y experiencias educativas, sin otra pretensión que facilitar la visualización de algunas de las ideas recogidas.
Hay muchas voces de maestros y profesores, pero también las hay de padres, y de consultores, políticos, empresarios, médicos, arquitectos, informáticos o académicos…. A todos ellos les agradecemos su generosidad y lucidez.
De nuestro esfuerzo como sociedad depende el futuro de nuestra educación. Solo a partir del debate y de la calma podremos modelar un sistema acorde con nuestras necesidades y nuestras expectativas. De una manera u otra todos educamos y, por ello, esperamos que el libro continúe generando espacios de debate abiertos a la sociedad civil, en los que se dialogue sobre cómo y para qué educamos. Como la salud no pertenece sólo a los médicos, la ciencia a los investigadores, o las empresas a los inversionistas, la educación no pertenece sólo a los docentes. La educación es un proyecto común. Nadie sobra en el debate educativo.
Link para la descarga:
http://www.educacionabierta.org/libros/calmar-la-educacion.pdf
Fuente de la Reseña:
http://educacionabierta.org/calmar-la-educacion-palabras-para-la-accion/
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CENTURY, una plataforma de enseñanza y aprendizaje basada en la inteligencia artificial

UNESCO / Autor: UNESCO / Fuente: es.unesco.org

Priya Lakhani es la fundadora y directora de CENTURY Tech(link is external), una plataforma de enseñanza y aprendizaje para beneficio de docentes y alumnos que ha sido galardonada, además de cofundadora del Instituto de Inteligencia Artificial Ética en la Educación.

CENTURY(link is external) aprovecha las tecnologías de la IA con el objetivo de proporcionar a los alumnos una experiencia de aprendizaje personalizado, y brinda a los docentes los elementos de reflexión y análisis en tiempo real. Recientemente, la plataforma se puso a disposición de un conjunto de escuelas públicas del Líbano, en colaboración con el Ministerio de Educación, con miras a estimular el acceso de los niños sirios refugiados a un aprendizaje de buena calidad.

La Sra. Lakhani hará una presentación durante la Semana del Aprendizaje Móvil 2019 sobre el tema de la inteligencia artificial y el desarrollo sostenible.

¿Qué la motivó para fundar CENTURY?

Al formar parte del Comité de asesoramiento económico del Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña, tomé conciencia de la magnitud del problema al que debía hacer frente la educación, es decir, al hecho de que unos 2 millones de alumnos del país estaban matriculados en escuelas deficientes. No es de extrañar que un número tan elevado de niños quedaran fuera del sistema cuando los docentes – a quienes no podemos culpar por esta situación – se ven tan abrumados por el excesivo volumen de trabajo que se les dificulta ejercer correctamente su labor.

Las tecnologías, fundamentalmente la inteligencia artificial, han transformado los demás sectores de la sociedad, pero la educación se ha mantenido sin grandes cambios. Entonces decidí reunir los últimos adelantos en materia de inteligencia artificial, de las neurociencias y las ciencias del aprendizaje, en una plataforma que facilitara la comprensión del proceso de aprendizaje de los niños, y así fue como surgió CENTURY.

¿Cómo hace CENTURY para mejorar la enseñanza y el aprendizaje?

Para el caso de los alumnos que utilizan CENTURY en sus estudios y como respuesta a sus preguntas, la plataforma permite comprender la manera en que cada alumno aprende. CENTURY calcula sistemáticamente los puntos fuertes y las dificultades de cada uno, facilitando un proceso de aprendizaje personalizado e individual. Su tablero interactivo permite que los docentes – y también los padres – observen el avance de un alumno en tiempo real, y proporciona a los docentes datos de mucha utilidad para que puedan centrarse inmediatamente en las medidas que deben tomar tanto en el aula como en la casa.

Las investigaciones demuestran que al utilizar CENTURY un alumno mejora en un 30% su nivel de comprensión sobre determinado tema. Al automatizar tareas administrativas tales como corregir y preparar las clases, la plataforma reduce además de seis horas el volumen de trabajo promedio de los docentes, de modo que les deja tiempo para que puedan concentrarse en la enseñanza y motivar realmente a sus alumnos.

¿Cómo CENTURY apoya el desarrollo de las competencias y la innovación entre sus usuarios?

CENTURY se apoya en los últimos avances en el ámbito del aprendizaje. Creemos firmemente en el aprendizaje puesto en función de aprender, más que en sacar los exámenes – de modo que nuestra plataforma estimula a los alumnos para aprender más, en lugar de acumular solamente datos e informaciones en la cabeza.

Para ayudar a los alumnos a adquirir competencias y a conservar los conocimientos para toda la vida, CENTURY sigue principios tales como el entrelazamiento, mediante el cual los alumnos estudian diversos temas en determinado periodo de tiempo en lugar de uno solo. Esto estimula el cerebro para la conexión de diferentes temas y crear así vínculos asociativos entre estos, mejorando la memoria a largo plazo.

También estimulamos a los alumnos para que, al integrar mensajes personalizados que favorezcan la resiliencia y la determinación, fomenten una forma de pensar basada en el desarrollo. Incorporamos mensajes para explicarles cómo el cerebro aprende, algo que refuerza la idea de que la capacidad de éxito no se limita a las características innatas, sino que es la perseverancia lo que permite mejorar el rendimiento.

¿Cómo CENTURY garantiza la protección de los datos sobre la educación?

Tomamos muy en serio el respeto a la vida privada y la seguridad de los datos, y nos hemos dotado de políticas, tecnologías y procedimientos los más sólidos posibles para garantizar la protección de todos los datos.

El año pasado, fuimos cofundadores del Instituto de Inteligencia Artificial Ética en la Educación, para garantizar que el sector sea el más indicado para maximizar los beneficios de la IA respetando a su vez los principios éticos. Colaboramos estrechamente con el Gobierno y las universidades para garantizar que todos los alumnos estén a salvo de los riesgos que pudiera acarrear una utilización no ética de la IA en la educación.

¿Cómo el programa CENTURY ayuda a los refugiados en el Líbano a acceder a una educación de buena calidad?

El año pasado, el Ministerio de Educación libanés nos invitó a que participáramos en la mejoría de la educación que reciben muchos refugiados sirios acogidos por las escuelas del país. La naturaleza flexible de CENTURY es una gran ventaja a la hora de abordar problemas como éste: pudimos instalarnos rápidamente en las escuelas con un mínimo de materiales, de formación o de tiempo necesario para que los alumnos empezaran a aprender.

Los resultados fueron sorprendentes – a pesar de las dificultades a las que los alumnos deben hacer frente, desde la falta de estructuras de apoyo hasta las presiones a las que se ven sometidos – y la utilización de CENTURY en sus escuelas puede compararse con su uso en las escuelas públicas del Reino Unido. Todo esto nos motivó para comenzar a trabajar con las comunidades que más lo necesitan a lo largo de todo el mundo.

¿Cuáles son las políticas que deberían aplicarse para combatir la brecha digital, la desigualdad entre los sexos y la desigualdad en el aprendizaje en general?

Una de las mayores ventajas que brinda la utilización de la tecnología en las escuelas es que ayuda a erradicar los obstáculos que antes impedían que los alumnos desarrollaran su potencial.

La tecnología puede ayudar a garantizar la igualdad de oportunidades para los niños que deben hacer frente a otros obstáculos, como es el caso de los niños discapacitados o con necesidades educativas especiales, los que viven en entornos difíciles y aquellos a los que se les dificulta aprender mediante un enfoque tradicional en clases.

En la medida en que CENTURY permite que los alumnos aprendan a su ritmo, sin que se informe sobre sus progresos a los otros compañeros de clase, la plataforma puede ser particularmente útil para las niñas en el aprendizaje de las STEM, ya que éstas pueden creerse menos capaces que los niños en determinadas asignaturas – y viceversa, con respecto a los niños en asignaturas como el inglés y otras lenguas.

 

Fuente del Artículo:

https://es.unesco.org/news/century-plataforma-ensenanza-y-aprendizaje-basada-inteligencia-artificial

ove/mahv

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Libro: Sobre la educación en un mundo líquido (PDF)

Polonia / Autor: Zygmunt Bauman / Fuente: Aprender a Pensar

Zygmunt Bauman nos plantea en su libro Sobre la educación en un mundo líquido el concepto moderno de cultura, en el que la memoria es vista como algo inútil, el éxito no está vinculado al esfuerzo educativo y la relación entre formación y promoción social es imprevisible.

Bauman 2Zygmunt Bauman, nacido en Polonia en 1925,  es sociólogo, filósofo, profesor y ensayista. Se le conoce especialmente por el concepto de “modernidad líquida”, que desarrolla en su ensayo Modernidad líquida(Fondo de Cultura Económica).

Para Bauman la sociedad ha evolucionado desde un comportamiento previsible y perdurable,  hacia uno muy diferente, caracterizado por la flexibilidad, la fugacidad, lo impredecible. El individuo debe integrarse en la sociedad sin identidad fija, abierto al cambio permanente y acompañado de una marcada sensación de fragilidad  e incertidumbre.

En los textos posteriores Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanosVida líquidaMiedo líquido: la sociedad contemporánea y sus temoresTiempos líquidos Arte, ¿líquido? Bauman ha profundizado en el concepto aplicado a ámbitos concretos.

BaumanSu obra Sobre la educación en un mundo líquido (Paidós Ibérica) consiste en una serie de conversaciones entre el educador Ricardo Mazzeo y el propio Bauman, desarrolladas en el contexto de la crisis económica iniciada en 2008, que dio al traste con la asociación entre consumismo y felicidad.

Los jóvenes salidos de las universidades en este tiempo de crisis fueron educados en la idea de que los estudios les proporcionarían un buen acomodo social. Y, sin embargo, no estaban preparados para verse inmersos en una sociedad de cambios vertiginosos que requieren de ellos ser flexibles y reinventarse laboralmente cada poco tiempo.

Hoy día, muchos graduados tienen puestos de trabajo que están por debajo de su formación y de sus expectativas. Otros, ni siquiera han logrado acceder al mundo laboral. Esto cuestiona la correlación entre formación académica y utilidad social. No parece que los estudios universitarios estén adaptados a las necesidades del mercado.

Pero, al mismo tiempo, se ha producido también una pérdida de credibilidad de las herramientas pedagógicas utilizadas hasta el momento. El aprendizaje propio de un mundo perdurable no es aplicable a un entorno cambiante.

La memoria, base de la educación tradicional, parece hoy día un componente secundario. El esfuerzo educativo no guarda una correlación clara con el éxito social. Y la cultura ya no es un conjunto “sólido” de saberes, sino algo fugaz, cambiante, “líquido”.

“Aún debemos aprender el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Y también debemos aprender el aún mas difícil arte de preparar a las próximas generaciones para vivir en semejante mundo”. (Zygmunt Bauman)

 

 

Link para la descarga:

kupdf.net_sobre-la-educacion-en-un-mundo-liquido-zygmunt-bauman

 

Fuente de la Reseña:

Sobre la educación en un mundo líquido

ove/mahv

 

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