Page 2356 of 6672
1 2.354 2.355 2.356 2.357 2.358 6.672

Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica? (Video)

Estados Unidos / 13 de enero de 2019 / Autor: Henry Giroux / Fuente: Educación Crítica e Inclusiva

Henry Giroux, profesor de la McMaster University, y miembro del Comité de Honor del congreso, nos explica porque es hoy en día más necesaria que nunca la educación crítica.

 

 

Fuente:

Henry Giroux: ¿Por qué es hoy necesaria la Educación Crítica?

ove/mahv

 

Comparte este contenido:

Eduy 21 propone «blindar el cambio educativo» con presupuesto adicional de 1% del PBI

Uruguay / 13 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Noticias UY

Junto al sociólogo Fernando Filgueira, Alejandra Erramuspe y Javier de Haedo, Renato Opertti, es uno de los referentes académicos de la organización Eduy 21, que trabaja en procura de lograr cambios en la educación.

Los especialistas entienden que una modalidad de tiempo completo, con una propuesta educativa integral para niños y adolescentes de los sectores más vulnerables, progresivamente a partir de 2020, es el camino.

La educación necesita un cambio profundo, según afirman, para dar respuesta a uno de los problemas que tiene actualmente el país: la marginalidad social y cultural.

Desde Eduy 21, entienden que se debe aumentar el presupuesto educativo en 1% del Producto Bruto Interno (PBI) para “blindar el cambio educativo” y salir de la rencilla electoral.

Fuente de la Noticia:

http://www.noticiasuy.com/Noticia/Portada/20190102/636820267114436399/Eduy_21_propone_blindar_el_cambio_educativo_con_presupuesto_adicional_

ove/mahv

Comparte este contenido:

La crisis del Reformismo Educativo

México / 13 de enero de 2019 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

La semana pasada comenté en este mismo espacio que “se observa un proceso de transición generacional en la orientación y el rumbo de las políticas públicas educativas en México, y que esto se da a través de un movimiento que va del “Reformismo Conservador” (registrado durante el periodo 2000-2018) al “Reformismo Progresista (Moderado)”, que inicia en estas fechas: 2018-2019…” Así mismo, afirmé que “…Si en verdad se concreta un cambio de régimen político, “de raíz”, entonces estas etiquetas cobrarán sentido…”, sobre todo si eso que se proyecta en la retórica política, llega a las aulas. (ver: “Educación: Del Reformismo Conservador al Reformismo Progresista”, SDP Noticias3 de enero, 2019).

Al hacer la caracterización esquemática del discurso del Reformismo Conservador en la Educación, dije que “…Dos ingredientes adicionales (y no menos interesantes), que se han sumado a la tendencia ideológica del “Reformismo Conservador” en la educación pública durante las últimas tres décadas (en México y en el mundo), tienen que ver con la apropiación de modelos gerencialistas en la gestión educativa y, más específicamente, en la gestión de los conocimientos y los aprendizajes, por una parte. Y la implantación de esquemas evaluadores y de búsqueda de la “calidad”, por otra.”; y que ello se ha introducido en el discurso (y en las prácticas educativas) no para romper con ningún paradigma, sino a efecto de mantener el estado social de cosas. Sin embargo, las fronteras aún siguen sin percibirse claramente, al menos en el terreno de las ideas. Me explico: En uno y otro caso (tanto para el Reformismo Conservador como para el Reformismo Progresista, moderado), existen conceptos comunes o compartidos (aunque con intenciones diferentes), que ponen en evidencia contradicciones o inconsistencias discursivas; es decir, aparece aquí una suerte de agotamiento de los contenidos y de los argumentos mismos que se esgrimen para defender dichos contenidos a favor de una u otra posición “reformista”. ¿Cuáles son los contenidos específicos que utilizan los ideólogos en el poder para definir el concepto de “calidad” de la educación? Si la “calidad” de la educación no se cumple con la cobertura (que significa “lograr que los niños, las niñas y los jóvenes cuenten con escuela”) entonces ¿la “calidad” de la educación se reduce al logro de los “aprendizajes escolares” duros o claves (en Matemáticas y Comprensión de Lectura)? ¿Qué hay detrás del concepto de “equidad” educativa”? ¿La “calidad”, la “mejora continua” o la “excelencia” de la educación, son conceptos ideológicamente neutrales?

 

En un artículo publicado en el año 2000, la investigadora española Ma. del Mar Rodríguez Romero advirtió acerca de la crisis que se asomaba, desde entonces, en la estructura interna de los discursos sobre las “representaciones del cambio educativo” (1), cuyo concepto central (el “cambio”) se ubicaba como la idea justificadora de las iniciativas “reformistas”. En su oportunidad, Rodríguez Romero revisa “los límites conceptuales que las metáforas dominantes del cambio educativo nos imponen y su íntima vinculación con las representaciones del cambio educativo…” Específicamente ella analiza “…dos representaciones predominantes. Una representación (que) captura el cambio educativo en movimiento y se sirve de nociones como ciclos, olas, tendencias y rupturas. Y otra (que) expresa la relación entre estabilidad y cambio, y pone de manifiesto su naturaleza paradójica, declarando su compromiso con la transformación, pero sin traspasar las fronteras del status quo.”

Para decirlo en palabras coloquiales, ambas expresiones del reformismo educativo no buscan “romper paradigmas”, sino producir cambios “graduales”, en el sentido de que no luchan por desmantelar las estructuras económicas, culturales y políticas, sino, en todo caso, su transformación gradual. Sólo que una expresión piensa a la Reforma Educativa en términos del cambio en “movimiento” (que incluye, no obstante, la posibilidad de la ruptura), mientras que la otra visualiza a la Reforma Educativa como un proceso que alterna periodos de “estabilidad y cambio”.

En este cuadro de crisis en torno a las representaciones o idealizaciones de la Reforma y del “cambio educativo”, la noción de “innovaciones educativas y pedagógicas” juega también un papel protagónico. Al respecto, Rodríguez Romero afirma lo siguiente: “La gramática de la innovación ha impedido analizar el problema del poder y de la reproducción de las relaciones que produce. Las relaciones sociales en la escuela se han planteado como independientes de los procesos políticos, culturales y sociales, y se ha adoptado una posición neutral acerca de los propósitos del sistema educativo que ha enmascarado los valores y las consecuencias relacionadas con la educación como institución social (Popkewitz, 1988)… El análisis del poder está resultando ser muy productivo cuando se relaciona con el conocimiento. La relación entre conocimiento y poder pone de manifiesto cómo la reforma es parte de un esfuerzo más amplio por definir las escuelas como lugares donde se organiza una manera específica de identidad, de valor y de posibilidad a través de la interacción entre profesorado, estudiantes y textos (Popkewitz, 1994b).” (2)

 

En su análisis sobre los discursos de las Reformas Educativas en Europa, Estados Unidos y Canadá, Rodríguez Romero dice con razón que “Una representación (del cambio educativo) captura las diversas formas que adoptan las innovaciones en movimiento. Esta representación está muy relacionada con la percepción de la repetición del cambio educativo (el enfoque “recurrente”). Otra representación muestra las relaciones entre la estabilidad y el cambio, y se conecta con la percepción de la vulnerabilidad de las reformas en las instituciones educativas.” Esta última versión sostiene que las grandes reformas educativas son tan “vulnerables” que tienden a fracasar irremediablemente, debido a los dispositivos conservadores y de resistencia al cambio característicos de las sociedades contemporáneas. Y en el caso mexicano, conviene revisar también las estructuras sociales resistentes al cambio, como los sectores empresariales, las iglesias, los sindicatos oficialistas, ciertos medios de comunicación y las asociaciones cupulares de “padres de familia”, entre otros.

 

“La representación del cambio educativo en movimiento está ligada a la percepción de la recurrencia del cambio educativo y se sirve de un tipo de metáforas y categorías conceptuales que capturan las diversas formas que adoptan las innovaciones en la escuela cuando se les contempla como fenómenos en movimiento y prevalece su carácter fluido y dinámico. Son útiles para plasmar la combinación y la sucesión de los acontecimientos, sus pausas y aceleraciones. Para captar este tipo de cualidades asociadas al cambio educativo en movimiento, se han aplicado nociones como ciclos, olas, tendencias y, más recientemente, rupturas.”… “Si se ponen en relación los ciclos (del cambio educativo) con la historia social e institucional de la escolarización, se observa que, con frecuencia, la educación se ha visto obligada a lidiar con propósitos contradictorios como: socializar en la obediencia o en el pensamiento crítico, enseñar conocimiento académico o destrezas prácticas, cooperación o competitividad, destrezas básicas o creatividad y pensamiento de alto nivel, centrarse en la base académica o permitir elección de contenidos (Tyack y Cuban, 1995).” (3)

¿Cuándo aparece la crisis del Reformismo Educativo? “…cuando (los autores) señalan que tanto en gobiernos conservadores como demócratas hay más coincidencia en el programa de educación que en otros sectores de toma de decisiones políticas… Por ejemplo, los demócratas también abogan por la elevación del nivel y la elección de centro – prácticas de cambio localizadas en la comunidad discursiva de la excelencia (Rodríguez Romero, 1998) -. En España, los pilares para proponer medidas similares comenzaron a imponerse con los últimos gobiernos socialistas, por ejemplo, con sus actuaciones en materia de evaluación y dirección de centros. Por su parte, en el Reino Unido, el gobierno del neolaborista de Tony Blair no sólo está manteniendo estrategias ideadas por los conservadores, como la participación de inspectores procedentes del mundo empresarial en la supervisión de las instituciones educativas, sino que, al intentar ubicar ideológicamente su política educativa, no parece haber duda respecto al predominio de tácticas que abundan en formas neoliberales de abordar los asuntos educativos… Algunos estudios comparativos de las últimas reformas educativas en varios países del mundo anglosajón muestran la tendencia compartida hacia el desmantelamiento de las burocracias centralizadas y su sustitución por propuestas escolares con una fuerte presencia de la elección de escuela por las familias y la competencia entre diversos tipos de escuelas para seducirlas. Dichas reformas han sido y están siendo promovidas y sostenidas tanto por gobiernos conservadores como socialdemócratas y socialistas y, aunque hay claras diferencias entre los países, puede apreciarse de modo general que, a pesar de la retórica, están contribuyendo a incrementar la desigualdad entre las escuelas. Con estos datos, parece difícil clasificar las recientes políticas educativas como ideológicamente consistentes y cobra sentido considerar la debilidad de ciertas propuestas de cambio para promover las intenciones que retóricamente declaran, debido a la forzada invisibilidad o silenciamiento de algunos aspectos que pasan desapercibidos, pero que son los responsables del reforzamiento de tendencias previas que, en líneas generales, favorecen a los mejor situados (económica y culturalmente) en la sociedad.”

 

Rodríguez Romero afirma que “Las reformas contribuyen a reforzar determinados modos de vida en las instituciones educativas; en cuyo contexto las subjetividades son moldeadas y las necesidades son construidas y legitimadas. Esto explicaría la persistencia del status quo y de la contribución de las reformas a su mantenimiento, porque los modelos de cambio se pliegan a los temas precisados en el proceso político, siguiendo las prioridades que establecen ciertos sectores institucionales con capacidad para definir los asuntos relacionados con la mejora de la sociedad (Popkewitz, 1988). Los esfuerzos de reforma incorporan modos de representación y estilos de razonamiento que no solamente nos informan sobre la escuela, los docentes y la formación del profesorado, sino que, además, construyen su significado a través de las distinciones que ordenan y definen los objetos de la propia escuela; regulan qué tipo de discurso educativo es posible, quiénes pueden considerarse interlocutores serios y autorizados, y cómo han de construirse el deseo, las aspiraciones y la cognición (Popkewitz, 1994b).”

 

Así finaliza su reflexión la investigadora española: “Este breve examen de las representaciones del cambio educativo pone de manifiesto que las dinámicas de innovación tienen una cualidad densa que es difícil capturar. Las percepciones y las imágenes del cambio son usadas por diferentes grupos sociales para tratar de hacer comprensibles las innovaciones según sus propios términos y legitimar formas específicas de avance social. Es necesario aplicar la cautela y la reflexión en el uso y propagación de imágenes y percepciones del cambio educativo. Como puede advertirse, tras el análisis realizado tanto la percepción de recurrencia como la de vulnerabilidad, tienen una clara base sociopolítica y proyectan formas de entender y actuar en educación que revelan los límites y las posibilidades entre las que se ha ido configurado el saber sobre el cambio educativo y los anhelos y frustraciones de las personas que lo han imaginado y desplegado. La sensación de repetición es fruto del conflicto de valores entre grupos sociales y políticos en litigio y, para desenmascararla, conviene situar las propuestas de cambio en el contexto particular en el que aparentemente resurgen y relacionarlas con líneas de desarrollo institucional más persistentes. La noción de ruptura nos habla del desenvolvimiento desigual y, a la vez, interrelacionado de las transformaciones y constituye una llamada de atención muy fértil respecto de la creación de imágenes del cambio educativo que reten la inevitabilidad que subyace en la persistencia hegemónica de la imagen del cambio educativo como ciclos. Con respecto a la vulnerabilidad de los esfuerzos de mejora, parece que resulta ser más “intencional” de lo que cabría suponer, porque está ligada a la estabilidad de la propia sociedad y al mantenimiento de las relaciones de poder.”

 

Dejo hasta aquí esta serie de reflexiones, que tienen la intención de argumentar porque la presente administración federal en México (2018-2024), en materia de educación, no podrá llevar a cabo fácilmente las transformaciones -retóricamente anunciadas hace unos días- en el sistema educativo nacional (ni estatales), en términos de “equidad” y “calidad” (o “excelencia”), puesto que éstos se encuentran, como todo el “Reformismo Educativo”, en plena crisis.

 

(1) Rodríguez R., M. (2000). Las representaciones del cambio educativo. Revista Electrónica de Investigación Educativa, en: http://redie.uabc.mx/vol2no2/contenido-romero.html También recomiendo la lectura de su libro: Metamorfosis del Cambio Educativo (2003). Editorial Akal. Madrid.

(2) Ideas desarrolladas por Popkewitz, T.S. (1994). Sociología política de las reformas educativas. Madrid: Morata.

(3) Se refiere al texto de Tyack, D. y Cuban, L. (1995). Tinkering toward utopia. Cambridge, Ma: Harvard University Press.

 

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/01/07/la-crisis-del-reformismo-educativo

ove/mahv

Comparte este contenido:

Paraguay: Critican sistema de evaluación PISA-D

Paraguay / 13 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Última Hora

Los bajos resultados que arrojaron los exámenes de PISA para el Desarrollo dejaron al desnudo un preocupante déficit en el sistema de aprendizaje en el país. Sin embargo, expertos en el área cuestionaron algunos puntos del mecanismo de evaluación internacional.

Fuente de la Noticia:

https://www.ultimahora.com/critican-sistema-evaluacion-pisa-d-n2787888.html

ove/mahv

Comparte este contenido:

Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

España / 13 de enero de 2019 / Autor: Pedro López López / Fuente: Crónica Popular

En el ámbito educativo, Enrique Díez es uno de los puntales de la resistencia contra ese proyecto antisocial, antihumano y depredador del planeta que es el neoliberalismo, y no cesa de denunciar desde hace años las consecuencias de este modelo en la educación. Como profesor y activista social, participa en plataformas e iniciativas como Uni-Digna (unidigna.org), Redes por una Nueva Política Educativa (porotrapoliticaeducativa.org) o la Marea Verde, y, por supuesto, se ha posicionado contra esa estafa educativa perpetrada en la universidad bajo el nombre de Proceso de Bolonia; pero también está comprometido con la memoria histórica (Foro por la Memoria de León), con el movimiento por la igualdad entre hombres y mujeres, con la abolición de la prostitución, con el movimiento laico (forma parte del Grupo de Pensamiento Laico, que publica sus artículos en el diario Público), y es un lujo para Izquierda Unida tenerlo como coordinador del área federal de Educación.

Como ensayista, Enrique Díez destaca por sus lúcidas y didácticas reflexiones sobre las nefastas consecuencias de la aplicación de las recetas neoliberales, reflexiones que difunde tanto en conferencias como en artículos de prensa, en participaciones en congresos o en libros y capítulos de libro. Uno de sus libros, La globalización neoliberal y sus repercusiones en la educación, publicado en 2007, hace un análisis magistral del modelo neoliberal de globalización y sus consecuencias, tanto en la sociedad en general como en el medio educativo. El texto que comentamos ahora es un ensayo breve, de apenas un centenar de páginas. En él, el profesor analiza capítulo a capítulo la transformación del derecho a la educación en un negocio, acompañada del falso lema de la “libertad de elección”, y, por tanto, la comercialización de la educación, los valores potenciados por el actual modelo educativo y funcionales al capitalismo financiero, la macdonalización de la educación, la apropiación privada del conocimiento público, la construcción del sujeto neoliberal –al que ha dedicado más de un trabajo anterior- y, por último, un capítulo dedicado a “otra educación es posible”. Valga alguna cita para animar a los futuros lectores; en la página 84 se dice:

Antes que ver la enseñanza como una práctica técnica, la educación debe ser considerada una práctica moral y política bajo la premisa de que el aprendizaje no se centra únicamente en el procesamiento del conocimiento recibido, sino en la transformación de este como parte de una lucha más amplia por los derechos sociales, la solidaridad y la construcción de un mundo más justo y mejor

Frente a los presuntos “neutrales” (que se lo creen de verdad o que intentan estafar con esa etiqueta), se advierte: “El problema no es si la educación pública ha llegado a contaminarse con la política, sino que toda educación es ya de por sí un espacio de la política y el poder, lo queramos o no”. El mito interesado de la “neutralidad” está al servicio, se dice, del mantenimiento y consolidación de “una visión ideológica determinada de la realidad, la que consolida el poder establecido y su reproducción. Por eso debemos asumir la responsabilidad de conseguir que toda la ciudadanía esté políticamente alfabetizada”.

Como la conquista por la fuerza es costosa y siempre inestable, las élites prefieran dominar por la persuasión, y el éxito del neoliberalismo (“un capitalismo sin contemplaciones”, dice Enrique Díez; “sin complejos”, que diría Aznar) consiste en colonizar el sentido común. Un “sentido común” que se ha instalado gracias al soporte que le dan el sistema educativo y los medios de comunicación (ya advertía Malcom X que si el pueblo no está prevenido con los medios, amará al opresor y odiará al oprimido, como estamos viendo con demasiada frecuencia en el éxito del discurso contra los inmigrantes).

El libro tiene tres partes, con cierto desequilibrio en cuanto a la extensión, ya que la primera abarca 56 páginas, la segunda 12 y la tercera 21; un desequilibrio que no afecta a la calidad del contenido. En la primera parte (“El mercado educativo neoliberal”), se recorren los mecanismos para potenciar

la “oferta” privada, los valores y la ideología de la pedagogía neoliberal, la “macdonalización” (término que puso en circulación con notable éxito el sociólogo George Ritter) que prima en la gestión de los centros, con la eficacia y eficiencia por bandera (incremento a toda costa del rendimiento de profesores y estudiantes de cara a rendir pleitesía ante un mercado cada vez más exigente), así como la cohorte de indicadores y rankings que acompañan al proceso, y, por último, un apartado dedicado a la educación superior, con su crítica al Plan Bolonia, verdadero caballo de Troya en la universidad para introducir el llamado “capitalismo académico”: “universidades cada vez más comprometidas en una competencia de tipo comercial, en busca de fuentes de financiación complementarias, ofreciendo su espacio público para que lo rentabilicen marcas comerciales…”. Acompañando a este proceso depredador va la apropiación privada del conocimiento y la distorsión de la investigación.

En la segunda parte (“El nuevo sujeto neoliberal”), el autor comenta cómo se inyecta la ideología neoliberal en el sujeto a través del sistema educativo apoyado por otros medios de socialización (publicidad, medios de comunicación, cine videoclips….). Aparte de la legitimación del saqueo, la ideología neoliberal es “productora de una forma de vivir y de relacionarse socialmente, de una cosmovisión y comprensión del mundo y de un imaginario social; de un tipo, en definitiva, de subjetividad determinada”.

En este sentido, nos dice el autor, el sistema neoliberal ha pasado de la disciplina al nuevo modelo de “gobierno-por-la-mente”. Del ser humano del cálculo individual, en un modelo económico que entiende el egoísmo prácticamente como un deber social (que por intrincados mecanismos revierte en el interés general, según el modelo liberal del “homo oeconomicus”), se pasa, a través de la empresa como modelo general que define una nueva ética, al emprendedor, ese sujeto que se convierte en empresa en sí mismo, siendo portador de un talento-capital individual que tiene incesantemente que revalorizar.

El problema de este modelo es la cantidad de fracasos individuales que lleva consigo, con la consiguiente secuela de patologías (depresión, aumento del consumo de medicamentos, suicidios), además de la corrosión de la solidaridad. Y su victoria ha sido el éxito de la estafa de la neutralidad ideológica: el capitalismo neoliberal niega ser ideológico y se considera la “razón” misma.

La tercera parte, bajo el título “Otra educación es posible”, aborda la necesaria lucha que hemos de entablar en el campo de batalla de la educación para comprometer a las nuevas generaciones con valores alternativos a la erosión social que conlleva el ideario neoliberal. Para ello, es necesario contemplar la enseñanza no -o no solo- como una práctica técnica, sino como “una práctica moral y política”, considerando que el aprendizaje no debe consistir solo en el procesamiento del conocimiento recibido, sino que debe ponerse al servicio de una lucha por los derechos sociales, por la solidaridad y por la construcción de un mundo más justo y mejor.

En esta parte, el autor reflexiona brevemente sobre los dos proyectos ideológicos en liza en el mundo actual, el capitalista, con su ideal de vida como una competición permanente y descarnada, y el democrático, con valores como la inclusión, la equidad, la solidaridad y todos aquellos que deben llevarnos a ese mundo más justo. Evidentemente, en el trasfondo está la educación concebida como un negocio por el primer modelo, o como un derecho en el segundo.

El libro termina citando un decálogo de principios y prácticas que incluye la planificación democrática de la educación, la inclusión que promueva la igualdad y atienda a la diversidad, la educación laica que respete la libertad de conciencia, la educación democrática, el rechazo de la gestión empresarial de los centros educativos, etc., decálogo que debe traducirse a su vez en el desarrollo de un currículum, una metodología y una formación inicial del profesorado que también se comenta en otros diez puntos.

Y, para finalizar, uno de los párrafos se refiere a la necesidad de construir colectivamente un discurso que desmonte el lenguaje neoorwelliano que emplea el poder. Parafraseando a Rosa Luxemburgo, la disyuntiva es educación o barbarie (neoliberal), no hay neutralidad posible.

El libro viene precedido por un magnífico prólogo del propio autor que abre el apetito para cogerlo con verdadera avidez, describiendo una serie de anécdotas sacadas de sus vivencias en la universidad durante tres días consecutivos, anécdotas que conforman categoría y que se refieren a la creciente colonización del espacio público que alientan las universidades públicas en favor de marcas e intereses comerciales, una colonización en la que no solo se trata de la ocupación del espacio físico, sino -y esto es más grave- de cómo a través de la persuasión se va formando la mentalidad de las nuevas generaciones fabricando un nuevo “sentido común” neoliberal.

Materiales como los que aporta Enrique Díez nos ayudan a trabajar la resistencia contra este modelo de capitalismo tóxico para el ser humano y el planeta, nos aporta un valioso argumentario para desmontar los mitos neoliberales. Esta obra es tan útil como necesaria para toda la comunidad educativa (profesores, estudiantes, sindicatos estudiantiles y de trabajadores, activistas sociales…). Solo me resta celebrar que el autor sea tan prolífico y que, por su edad, todavía le quede mucha guerra que dar a un sistema que está condenado a desaparecer, pero que hace falta que le empujemos para que no tarde demasiado en hacerlo.

Neoliberalismo educativo, Enrique Javier Díez Gutiérrez, Editorial Octaedro, 2018, 112 páginas.

Fuente de la Reseña:

Neoliberalismo educativo: educando al nuevo sujeto neoliberal*

ove/mahv

Comparte este contenido:

10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

Finlandia / 13 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Latin Money

Como ya muchos saben, el sistema educativo finlandés ha sido durante mucho tiempo el mejor clasificado en todo tipo de evaluaciones. Según los estudios internacionales realizados cada tres años por la organización PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), los alumnos finlandeses son los que más han demostrado Alto nivel de conocimiento en el mundo. También se convirtieron en los niños que más leen, ocupan el segundo lugar en ciencias naturales y el quinto en matemáticas.

Sin embargo, no son solo estos rankings los que hacen que la comunidad educativa mundial admire. Es increíble que, con puntuaciones tan altas, los alumnos finlandeses pasen menos tiempo estudiando que sus compañeros en otros países.

Aquí les compartiremos 10 comparaciones entre la educación finlandesa y la educación convencional que emplean algunos países.

#1. EN FINLANDIA LOS HORARIOS DE CLASES SON FLEXIBLES

Las horas de clases en Finlandia empiezan desde las 09:00 de la mañana hasta las 15:00 horas, dentro de clases hay una pausa de 15 minutos entre cada curso tomado, cuentan con recreos intermedios en donde los estudiantes pueden disfrutar de sus refrigerios.

Educación convencional

Los estudiantes son obligados a acudir en un horario rígido y autoritario que empieza a las 07:00 de la mañana, privándoles son horas de sueño, lo que origina un rechazo hacia su colegio, tienen en muchos casos 3 horas continuas de cursos como las matemáticas y ciencias, lo que hace que algunos alumnos terminen durmiéndose en clases.

#2. EN FINLANDIA TODAS LAS ESCUELAS SON IGUALES

No hay escuela para las “elites”, ni para los “débiles”. En la escuela más grande del país, estudian 960 alumnos y en la más pequeña solo 11. Todos tienen absolutamente el mismo equipo, oportunidades y financiamiento proporcional. Casi todos los establecimientos son públicos. Sólo hay una docena de escuelas privadas. Todas deben contar con laboratorios pedagógicos originales, de acuerdo con la instrucción elegida.

Educación convencional

En la educación convencional, el estado no llega a todas las localidades, existen un sinnúmero de escuelas privadas, en donde la educación no es la adecuada, otras que si son consideradas optimas cobran sumas exorbitantes, creando una sensación de desigualdad para quienes no cuentan con los recursos económicos para poder darles una mejor educación a sus hijos.

#3. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE LOS CURSOS Y HABILIDADES

No se aprueba el estudio a fondo de ciertos temas en detrimento de otros. En Finlandia, no se considera que las matemáticas son, por ejemplo, más importantes que el arte. La única excepción es la creación de clases para niños superdotados en pintura, música y deportes.

Educación convencional

En la educación convencional, priorizan cursos como las matemáticas y las ciencias, desplazando a los alumnos que no son buenos para estas materias, existen incluso colegios que llevan por nombre “Los matemáticos, los ingenieros, las ciencias aplicadas, etc.” Esto definitivamente origina una falsa idea de que si no eres bueno en matemáticas eres un mediocre.

#4. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE LOS ESTUDIANTES

Los finlandeses no colocan a los estudiantes en el aula de acuerdo con sus habilidades o preferencias profesionales. Tampoco hay un estudiante “malo” o “bueno”. La comparación de alumnos entre sí está prohibida. Los niños dotados y los niños superdotados se consideran “especiales” y estudian juntos.

Educación convencional

Con algunas excepciones, no existe tal cosa, muchas veces los maestros no saben llegar al alumno e identificar sus cualidades.

#5. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE MAESTROS

No hay maestros que sean favoritos, ni tampoco los odiados. Los maestros mismos no distinguen entre estudiantes buenos y malos. Cualquier infracción de esta regla lleva a la terminación del contrato con dicho maestro. Los educadores finlandeses solo deben hacer su trabajo como entrenadores. Todos son igualmente importantes en el trabajo, el grupo literario, científico o de educación física.

Educación convencional

En la educación convencional, seleccionan a los maestros y dan prioridad e incluso son mejor remunerados los que se dedican a las matemáticas, la literatura y las ciencias, los maestros de educación física o de arte, entre otros; son los menos remunerados y menos contratados. En algunos países, por ejemplo, la educación física fue descartada por que se consideraba no esencial en el aprendizaje.

#6. EN FINLANDIA EXISTE LA IGUALDAD DE DERECHOS ENTRE EL ADULTO (MAESTRO, PADRE) Y EL NIÑO

Los finlandeses llaman a este principio “actitud respetuosa hacia el alumno”. Desde la primera clase, se informa a los niños sobre sus derechos, incluido el derecho a “quejarse” ante los adultos acerca de un trabajador social. Esto deja claro a los padres finlandeses que su hijo es una persona independiente y que está prohibido ofenderlo por palabra o castigo corporal. La humillación de los alumnos por parte de los profesores está prohibida debido a las peculiaridades adoptadas en la legislación laboral finlandesa sobre la profesión del profesor.

Educación convencional

Este es otro grave problema de la educación convencional, muchas veces etiquetan a los alumnos como “el más inquieto”, “el más irresponsable”, “el menos inteligente”, etc., (en épocas pasadas, los casos de bullying eran perpetrados incluso por los mismos maestros hacia los alumnos), los mismos padres dan su autorización al profesor para que “corrija” (con castigo físico) a sus hijos si no obedecen.

#7. EN FINLANDIA NO EXISTEN LOS EXÁMENES ESTRESANTES

La gente finlandesa suele decir: “O nos estamos preparando para la vida, o nos estamos preparando para los exámenes y estamos eligiendo la primera opción”. Como resultado, no hay exámenes en las escuelas finlandesas. Los controles y las pruebas intermedias son a discreción del profesor. Solo hay un examen estandarizado obligatorio al final del ciclo secundario. Los maestros no se preocupan por los resultados, no los tienen en cuenta y no preparan específicamente a los niños para esta prueba.

Educación convencional

En la educación convencional, los estudiantes están estresados con la idea de rendir los exámenes (parciales, intermedios y finales), los maestros muchas veces, son quienes ejercen esa presión al decirles “no se olviden de estudiar para el examen” creando una sensación de angustia y terror a esta simple idea, ya que, de fallar, la consecuencia es muchas veces la desaprobación del curso.

#8. EN FINLANDIA PREPARAN A LOS ESTUDIANTES SOBRE FINANZAS

Sólo lo que puede ser necesario en la vida práctica se enseña en la escuela. Los registros no son útiles, no son estudiados. Pero desde una edad temprana, los niños saben qué es una cartera, un contrato, una tarjeta bancaria. Pueden calcular el porcentaje del impuesto sobre el patrimonio o los ingresos, crear una tarjeta de visita en línea en Internet, pueden calcular el precio de los bienes después de varios descuentos.

Educación convencional

Siendo algo tan importante, y que los futuros ciudadanos deben aprender, en la educación convencional esto no es ni remotamente una prioridad, prefieren mantener a los alumnos aprendiendo el nombre de los ríos, los años de las guerras y uno que otro curso sin ningún sentido y que bien podría ser estudiado con el internet.

#9. EN FINLANDIA SABEN RECONOCER LAS HABILIDADES DE LOS ESTUDIANTES

Los maestros intentan captar la atención del alumno, pero si él o ella no tiene ningún interés en absoluto o no tiene la capacidad de aprender, está orientado hacia un aprendizaje significativo para una profesión “simple”. No es bombardeado con malas notas. Todos no construyen aviones, alguien debe manejar bien los autobuses.

Educación convencional

Este es otro gran problema del que adolece la educación convencional, se cree que todos los estudiantes están hechos para que sean buenos en las matemáticas, literatura o ciencias sociales, luego de eso si el alumno no rinde en cualquiera de estas materias los consideran como no aptos, irresponsables, flojos y ciertamente los desaprueban del curso, teniendo que repetir nuevamente el año.

#10. EN FINLANDIA PREPARAN A LOS NIÑOS PARA SER INDEPENDIENTES Y EXITOSOS

Los finlandeses creen que el papel de la escuela es preparar al niño para una vida futura independiente y exitosa. Por lo tanto, la escuela enseña a pensar y adquirir conocimiento por uno mismo. Lo importante no es aprender las fórmulas, sino saber usar un directorio, un texto, Internet, una calculadora. Todos los recursos necesarios para resolver problemas comunes.

Educación convencional

Muchas veces en la educación convencional todo se trata de imposición, los maestros determinan que está bien y que no, en base a su juicio y criterio, “encasillan” a los alumnos y no les dan la oportunidad de pensar libremente o tener ideas distintas, todo se basa en la “currícula escolar” que otorga el estado, nadie puede salirse de esos parámetros.

Fuente de la Noticia:

10 grandes diferencias entre el sistema educativo finlandés y la educación convencional

ove/mahv

Comparte este contenido:

De la piel a la pedagogía: las 10 «p» de la educación

España / 13 de enero de 2019 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

Hay muchas palabras en castellano que empiezan con la letra P y algunas de ellas están relacionadas con la educación… y otras no.

Entre las que no, destacaría PostureoPolítica y Petulancia. Que son palabras que están demasiado presentes en los debates educativos en la redes sociales. De hecho, las discusiones educativas tuiteras me recuerdan aquella famosa canción del dúo musical Pimpinela «Olvídate y pega la vuelta»: reproches mutuos y acusaciones varias, desacuerdo e imposibilidad de encuentro.

10 son las palabras que empiezan con la letra P que caracterizan la educación:

1. Pedagogía. Lejos de ser el problema de la educación actual, como algunos pretenden, es la solución a muchos de sus males (que no a todos). Es muy peligroso e inconsciente pretender transformar o renovar la educación sin conocer la historia y la tradición de la praxis y la teoría pedagógica.

2. Piel. La educación debe emocionar, debe sentirse como se sienten las caricias en la piel. Hay que sentir para aprender porque los aprendizaje vividos, aquellos que consiguen despertar sentimientos, emocionar, son los verdaderamente significativos y perdurables.

3. Placer. El placer por el conocimiento debe dirigir el aprendizaje de los alumnos y alumnas y junto con su curiosidad innata son el fundamento para que puedan aprender de forma autónoma a lo largo de toda la vida.

4. Pensar. La educación debe hacer que las personas tengan espíritu crítico y sean capaces de discernir por sí mismas lo que es correcto y adecuado de o que no lo es, sin dejarse manipular o dirigir de forma autómata. Enseñar a pensar es tener la aplicar el conocimiento.

5. Pluralidad. Ser capaz de aceptar las diferencias y respetarlas debe ser uno de los propósitos de la educación. Entender que las diferencias nos enriquecen y nos permiten mejorar es clave para afrontar el futuro con garantías.

6. Perseverancia. También podría valer la palabra Paciencia. La constancia, el esfuerzo para conseguir sus objetivos, la capacidad de no rendirse ante las dificultades y de aprender de los errores es un valor esencial de la educación. El esfuerzo y la capacidad para perseverar no debe confundirse con el sufrimiento y la ansiedad ante el aprendizaje.

7. Profesor/a. El factor humano en la transmisión de conocimientos, destrezas y habilidades es indispensable e indiscutible en la sociedad de la información. La labor docente es, y será, fundamental para el aprendizaje de la nuevas generaciones.

8. Poesía. En un mundo donde los contenidos STEM tienen cada vez más importancia, la educación que reciben nuestros alumnos y alumnas debe contemplarlos sin duda alguna. Pero la poesía, el arte, la literatura deben formar también una parte fundamental de esa educación, porque nos hace mejores personas y porque ayudan a consolidar los conocimientos técnico-científicos.

9. Pregunta. Cuestionarse sobre el mundo es básico para aprender sobre él. La pregunta es generadora de conocimiento y la búsqueda de respuestas es el camino para acceder al aprendizaje en un mundo complejo.

10. Paradoja. Para finalizar la cuestión clave: se da la paradoja de que no hay una única forma de acceder al conocimiento, que no hay una única forma de aprender, que no existen fórmulas mágicas ni recetas infalibles… Por tanto, cuando debatamos sobre educación seamos respetuosos y tengamos la capacidad de entender la posición del otro, así y solo así conseguiremos una educación mejor.

Fuente del Artículo:

http://www.salvarojeducacion.com/2019/01/de-la-piel-la-pedagogia-las-10-p-de-la.html

ove/mahv

Comparte este contenido:
Page 2356 of 6672
1 2.354 2.355 2.356 2.357 2.358 6.672