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Entrevista con Claudio Katz. “Nuestros problemas no son únicos e incontrastables, pero deben ser abordados con una mirada de tradiciones locales”

Por: Stefan Pimmer / Claudio Katz. La Haine. 20/06/2018

Claudio Katz, economista e investigador social argentino, es uno de los exponentes más destacados de la teoría marxista de la dependencia en América Latina. Próximamente va a publicar un nuevo libro en el cual reivindica una renovación del paradigma dependentista. Conversamos con él sobre este trabajo en curso, incluyendo su evaluación de los debates dependentistas de los años sesenta y setenta, su reivindicación de la figura de Ruy Mauro Marini, el estado actual del dependentismo en América Latina y el mundo, así como la necesidad de adecuar las reflexiones dependentistas a las particularidades de la fase capitalista actual.

El dependentismo ha sido caracterizado de manera variada, como teoría, escuela e incluso como paradigma. ¿Qué fue para ti ese desarrollo teórico y conceptual?

El debate sobre el estatus analítico de la teoría de la dependencia comenzó junto a la propia aparición de esa concepción. Agustín Cueva rechazó la existencia de leyes propias del capitalismo dependiente, en polémica con Ruy Mauro Marini y Theotônio Dos Santos, que atribuían a sus formulaciones esa condición. Eran dos miradas metodológicas contrapuestas. Posteriormente se tornó evidente que la primera postura era muy restrictiva y que la segunda no era satisfactoria. Entonces aparecieron criterios más flexibles. Cobró fuerza la idea de evaluar al dependentismo como un paradigma, en el sentido de un modelo aceptado por la comunidad de los cientistas sociales. Otros hablaron de una perspectiva, un enfoque, un punto de vista o un programa de investigación. Yo coincido con estas reformulaciones. Lo importante es registrar que el propósito específico del dependentismo ha sido estudiar el funcionamiento de las economías periféricas.

En su debut esa corriente incluyó internamente variantes de las tres principales expresiones del pensamiento económico latinoamericano. Todas asumieron cierta auto-denominación dependentista, aunque expresaban afinidades con el liberalismo, el desarrollismo y el marxismo. Las mismas escuelas que han confrontado en la última centuria polemizaron dentro del universo teórico de la dependencia. El clima radicalizado de esa época explica esa curiosa confluencia en un campo compartido.

La corriente marxista estuvo representada por Marini, Dos Santos y Bambirra. Retomaron ideas sugeridas por Marx en sus análisis de China, India y sobre todo Irlanda. Recogieron de Lenin, Trotski y Luxemburg explicaciones del subdesarrollo conectadas con la confiscación imperial de los recursos de los países atrasados. Y adoptaron miradas similares a Sweezy y Mandel, en la caracterización de los drenajes padecidos por la periferia.

Especialmente Marini reelaboró esos conceptos en forma muy original, combinando el legado marxista con ciertas nociones de la economía latinoamericana trabajadas por Prebisch y Furtado. Estudió detenidamente la forma en que la región reproduce su inserción subordinada en el mercado mundial y aportó un planteo muy esclarecedor de la reproducción dependiente.

¿Cuáles fueron las otras dos vertientes?

La segunda corriente estuvo liderada por Fernando Henrique Cardoso, que presentaba un enfoque en los hechos compatible con el liberalismo. Yo comparto la interpretación de varios autores brasileños, que destacan las viejas raíces de los planteos derechistas adoptados por Cardoso como primer mandatario. Ese giro no fue sólo una improvisación pragmática, del hombre que quemó todo lo escrito antes de ocupar el sillón presidencial. Hubo un elemento de continuidad en su pensamiento. Siempre fue hostil a los proyectos radicales. Coqueteaba con una especie de marxismo weberiano totalmente ecléctico y en su libro con Falleto concibió la problemática de la dependencia en simplificados términos políticos. Expuso una clasificación de regiones en modalidades de enclave o mayor autonomía, pero rechazó la contraposición básica entre dependencia y desarrollo. Postuló una idea de desenvolvimiento asociado con empresas transnacionales y posteriormente profundizó esa propuesta incorporando todos los dogmas del neoliberalismo. Su evolución guarda cierto parentesco con viejo liberalismo socialista que inauguró Juan B. Justo. Mientras que la teoría marxista de la dependencia se ubicaba en las antípodas de las tesis derechistas de la modernización, Cardoso elogiaba las inversiones extranjeras.

La tercera corriente del dependentismo mantuvo nexos con la CEPAL y expresó un momento de gran radicalización del desarrollismo. En cierta medida Osvaldo Sunkel representaba ese enfoque, que constituía una corriente de opinión con exponentes muy variados. Planteaba una combinación de dependentismo e industrialismo. No sólo promovían la intervención del estado en la regulación económica, sino que también convalidaban propuestas de reforma agraria. Fueron los antecesores de las corrientes social-desarrollistas del reciente ciclo progresista.

En síntesis, si se revisa la trayectoria de la teoría de la dependencia en sus años de gestación, puede notarse la convivencia y el choque en su interior de las tres vertientes del pensamiento económico latinoamericano. Esta reconsideración es útil para evaluar también los debates con los críticos del dependentismo. Yo creo que en los años setenta se exacerbaron las divergencias dentro del marxismo en torno a esa concepción. Por eso las fuertes polémicas de inicio se zanjaron con convergencias posteriores.

Agustín Cueva cuestionaba con razón las exageraciones exogenistas y la interpretación del subdesarrollo como un efecto exclusivo de la dependencia externa. Marini respondía objetando la unilateralidad inversa de explicaciones atadas a la dinámica de procesos internos. El trasfondo era la vieja discusión sobre las causas del retraso regional. Una mirada ponía el acento en los grandes latifundios y la otra en la extracción de recursos al exterior. Pero en los hechos ambas posiciones eran complementarias. La combinación de terratenientes y empresas extranjeras era determinante del subdesarrollo. Incidía tanto el despilfarro local como en la succión de los excedentes hacia afuera. Por eso Cueva y Marini convergieron, a medida que se clarificó la confrontación de ambos con Cardoso. Estas líneas divisorias maduraron con el tiempo, superando la inclusión o exclusión inicial en el universo del dependentismo.

Es interesante lo que dices frente a la usual contraposición de la teoría de la modernización (centrada en factores endógenos) con la teoría de la dependencia (preocupada por los factores exógenos). Pero también se afirma que el dependetismo incurrió en un determinismo económico, refutado por la industrialización de los “tigres asiáticos”.

Yo creo que es una visión muy superficial, que desconoce la matriz política de todos los razonamientos del dependentismo marxista. Esta corriente surgió en directa sintonía con la revolución cubana. Sin ese acontecimiento no habría existido en la modalidad que emergió. Lo que determinó el ascenso y descenso de la prédica dependentista fue la incidencia de esa revolución y de su proyecto de gestar el socialismo en toda América Latina. La tesis de Marini constituye una teorización de esa expectativa y de un programa socialista como solución radical al problema de la dependencia. Esa misma percepción estaba presente en Cueva, a pesar de las fuertes divergencias que tuvieron en la definición de los caminos para alcanzar esa meta. Esas diferencias alcanzaron un pico de gran intensidad durante la experiencia de la Unidad Popular chilena. En contraposición a las estrategias de alianza con la burguesía nacional, Marini auspiciaba un proceso ininterrumpido de radicalización socialista.

Como todos los debates presentaban este fuerte trasfondo político, me parece totalmente desubicado calificar al dependentismo de economicista. Los principales exponentes de esa vertiente ni siquiera se consideraban economistas. Marini, Dos Santos y Bambirra pensaban como revolucionarios. Durante la gestación de la teoría estuvieron más comprometidos con la militancia que con el dictado de clases en alguna universidad.

Por otra parte, la problemática de los tigres asiáticos apareció cuando decaían los debates sobre la dependencia. Esa discusión fue previa y signada por otras circunstancias. Además, el impetuoso surgimiento de economías asiáticas no fue previsto por nadie. La omisión achacada al dependentismo valdría también para los economistas neoclásicos y heterodoxos. En realidad quién estuvo más cerca de explicar el fenómeno fueron todos los teóricos marxistas que realzaron la problemática de explotación. El gran capital comenzó a desplazarse al Sudeste Asiático para lucrar con la baratura de una fuerza del trabajo más disciplinada. Es importante situar siempre cada debate en su momento histórico. Cuando se olvida esa contextualización aparecen todo tipo de arbitrariedades.

El desenvolvimiento del dependentismo incluye una extraña paradoja. Ha sido marginalizado en un momento de gran recrudecimiento de la dependencia ¿Cuáles fueron las razones de ese retroceso?

Esa pérdida de influencia tiene una explicación política. América Latina presenta hoy un escenario más dependiente que en los años setenta y la tesis que mejor esclarece esa situación gravita menos que en el pasado. Actualmente impera el extractivismo y la regresión industrial en todos los planos, pero el registro de este hecho es menor. Las razones del divorcio se encuentran en lo sucedido en el plano político.

Tres grandes acontecimientos cerraron el ciclo de la revolución cubana. Primero se consumó la derrota de los movimientos guerrilleros, que buscaban expandir esa transformación social al conjunto de la región. El asesinato del Che simbolizó ese cambio. Luego se registró la frustración de la Unidad Popular en Chile y el renacimiento revolucionario posterior en Nicaragua, quedó cerrado con la derrota electoral del sandinismo. Ahí comenzó a la expansión del neoliberalismo, que fue parcialmente contenido en la última década con el ciclo progresista, pero sin la fuerza suficiente para evitar la ulterior restauración conservadora. En todas las fases de las últimas décadas se verificaron momentos de resurgimiento de la tradición dependentista. Pero en ningún caso se ha revertido el contexto adverso para ese proyecto.

Es interesante que sitúas el declive en el plano político frente a la generalizada creencia en una derrota del dependentismo en el plano teórico.

Esa impresión es totalmente equivocada. ¿Cómo medimos la derrota de una teoría? ¿Por su consistencia interna? ¿Por su capacidad para formular pronósticos acertados? El primer plano se dirime en los debates conceptuales. El segundo plantea un parámetro muy controvertible. Si la teoría de la dependencia no tuvo pronósticos certeros: ¿quién los tuvo? ¿Alguien previó el despegue del Sudeste Asiático?

Estamos considerando fenómenos muy complejos cuya dimensión política es siempre imprevisible.
La caída de la Unión Soviética es otro ejemplo de esa dificultad de previsión. Hay que cuidarse de la típica evaluación retrospectiva de los sucesos del pasado con miradas del presente. La misma objeción de pronósticos fallidos que se expone contra el dependentismo cabría para cualquier otra teoría. No me parece un camino sensato de análisis.

A pesar de un cierto declive la teoría de la dependencia nunca desapareció, y su instrumental incluso ha sido utilizado por algunos economistas europeos. ¿Cuáles han sido los aportes al dependentismo en otras regiones?

Hay varios desarrollos a nivel internacional. Un curso muy fructífero se desenvolvió en el encuentro con la teoría del sistema-mundo de Immanuel Wallerstein. Ese empalme fue interesante, porque no estuvo centrado en ningún caso particular. No investigó lo ocurrido en un determinado país, sino que indagó la consistencia general de nuevos conceptos, como la semiperiferia. Esa noción de formaciones intermedias fue asumida por Marini al distinguir de hecho a Brasil de Haití. Pero también hubo áreas de discrepancia entre las dos concepciones. Marini y Dos Santos eran marxistas clásicos. No razonaban con el modelo cerrado del sistema-mundo, ni con la tesis de un fin predeterminado, con fechas de eclosión del capitalismo.

No estoy muy familiarizado con la recepción del dependentismo en Europa, pero es muy evidente la existencia de problemáticas comunes. Durante la crisis de la deuda en Grecia se generalizaron las comparaciones con lo ocurrido en Argentina. Esos contrapuntos se hicieron con miradas dependentistas. Se reconoció un problema común de la deuda manejada por distintos acreedores. En vez de EEUU actuaba Alemania y en vez del FMI el ajuste era impuesto por la Comisión Europea. Pero la lógica es la misma. Algunos economistas franceses han escrito trabajos muy interesantes con ese basamento teórico, para clarificar la problemática del Euro. Plantearon muy bien cómo el Euro vincula a países con salarios diferentes, generando transferencias de valor desde la periferia al centro de Europa.

En ese caso se quita a los países periféricos la posibilidad de devaluar, generando un desequilibrio enorme. La periferia ya no tiene más válvulas de escape que disminuir el nivel de vida de los trabajadores.

Exacto. Ese mecanismo económico tiene muchas semejanzas con las tesis de Marini. Es la misma idea con otras modalidades operativas. El problema es siempre la transferencia de valor. Se puede consumar por senderos comerciales, financieros o productivos. En la periferia europea (Irlanda, Portugal, Grecia), el Euro consagra desequilibrios comerciales a favor de Alemania, que desembocan en endeudamiento y dependencia. Hay muchos estudios empíricos de esa dinámica.

Pero más allá del impacto que tuvo el dependentismo en Europa hay dos personalidades no latinoamericanas, que tuvieron gran influencia en el desenvolvimiento de esa teoría. Primero André Gunder Frank, un intelectual muy singular que inicialmente canalizó la conexión de las vertientes antiimperialistas de EEUU (asociadas con la revista Monthly Review) con el dependentismo. Desenvolvió una formulación muy popular de esa concepción con la idea de “desarrollo del subdesarrollo” y su libro fue tomado como una gran síntesis de la teoría.

Pero curiosamente Frank abandonó ese enfoque muy temprano. En 1971 quedó fascinado por la teoría del sistema mundial que él contrapuso al dependentismo, cuando Wallerstein convergía con Marini y Dos Santos. Y en una etapa posterior elaboró una exótica concepción sobre el capitalismo milenario con epicentro en China. Fue una figura muy controvertida. Si miramos lo ocurrido en forma retrospectiva, Cueva fue mucho más dependentista. Sus críticas a Frank resultaron acertadas, especialmente en el debate historiográfico sobre el origen del capitalismo en América Latina.

La otra figura ha sido Samir Amin. Es el teórico vivo más importante del dependentismo y construyó la obra más consistente. Tuvo quizás la paradójica ventaja de razonar fuera del condicionamiento latinoamericano. Trabajó desde Europa, Asia y África con una mirada distinta y un enfoque más global. Partió del problema de viejas sociedades orientales sometidas al colonialismo europeo y no de un Nuevo Continente capturado por esa dominación. Por eso su análisis de las formaciones tributarias es tan distinto de la clásica controversia sobre el feudalismo y el capitalismo colonial.

Ha combinado como pocos autores la esfera de la historia con la economía y también razonó con otras referencias políticas. Mientras que el dependentismo latinoamericano estuvo signado de la revolución cubana, Amin partió de Bandung y la convergencia del nacionalismo revolucionario con el socialismo en Asia y África. Sin lugar a dudas expresa otra vertiente muy fructífera de la teoría de la dependencia.

Y también está el caso del dependentismo en el Caribe, donde se registró una recepción bastante interesante y poco investigada.

Si. Fue distinta por su peculiar mezcla con tradiciones múltiples. Ahí aparece el problema de la negritud que no es estrictamente latinoamericano. La relación de dependencia con el indigenismo conceptualizada por varios autores andinos, adoptó en el Caribe otro tipo de conexiones, insertas en la huella de los jacobinos negros y la revolución haitiana. Pero ahí también se observa la mayor proximidad de la revolución cubana. La teoría de la dependencia articuló esa diversidad de problemáticas con la especificidad de economías muy fragmentadas. Lo que Marini pensaba para Brasil no se aplica a Jamaica, pero ambos países están conectados a la misma dinámica de la reproducción dependiente.

Quería preguntarte sobre las distintas trayectorias dentro del dependentismo latinoamericano.

Yo considero necesario estudiar con detenimiento a Marini que elaboró un razonamiento integral. Indagó el caso de Brasil que en los años sesenta era una formación intermedia en proceso de industrialización. Compartió las mismas preocupaciones de los teóricos de la CEPAL sobre Argentina y México y analizó la dinámica de esas economías. En ese abordaje introdujo categorías muy novedosas y polémicas, como la superexplotación, el ciclo dependiente y el subimperialismo. Lo que Cueva estudiaba para países como Ecuador, Bolivia o Perú –aún centrados en la problemática del campesinado y el latifundio– Marini lo indagaba para una sociedad como Brasil, ya signada por los desequilibrios de la industrialización. Eran dos escenarios distintos de la lógica de la dependencia.

Me parece importante rescatar también la figura de Theotônio dos Santos que acaba de fallecer. En los años 60-80 aportó ideas claves sobre el estado, las clases y también la estrategia socialista. Razonó de otra forma, con menos apego a la elaboración abstracta de Marini, que seguía rigurosamente las pistas de El Capital y de todas las categorías de Marx.

Es decir, pensaba el dependentismo a partir de la ley del valor.

Si. Claramente en Marini. Pero en Theotônio prevalece más bien el estudio combinado de la dimensión económica y política. Desarrolla una visión más familiar al abordaje que inauguró Lenin. No hay tanta preocupación por definir las contradicciones de un modelo de la reproducción ampliada, sino por detectar cuáles son las fuerzas sociales actuantes en cada escenario. Ahí aparece esa reflexión sobre las relaciones entre el estado, las clases dominantes y la burocracia, que en la obra posterior de Dos Santos asumieron connotaciones más controvertidas. Quizás a la hora de los homenajes conviene también recordar las interesantes clasificaciones que desarrolló Bambirra, sobre distintas economías latinoamericanas.

En mi opinión hay que revisar la originalidad y consistencia de cada aporte teórico, pero con alguna tesis ordenadora. De lo contrario, nos deslizamos hacia la simple descripción o hacia la reivindicación ritual. Mi balance subraya la síntesis entre Cueva y Marini y la consiguiente confluencia del endogenismo con el exogenismo marxista. Observo los aspectos problemáticos de ambas vertientes, pero no pierdo de vista que ese empalme define un enfoque integral y rival del pensamiento liberal o desarrollista. En ese trípode se concentran las grandes divergencias teóricas que perduran hasta la actualidad.

En los años ochenta el dependentismo experimentó un fuerte revés y partir del nuevo milenio se observa una ligera recuperación. ¿Cómo caracterizarías ese acotado resurgimiento?

Yo creo que efectivamente hay una cierta recuperación del dependentismo. Ese rebrote acompañó al ciclo progresista de la última década y sobre todo al surgimiento del chavismo. La teoría de la dependencia estuvo muy presente en el universo conceptual de Chávez y también en muchos razonamientos Evo Morales. No es la mirada de Lula, ni tampoco de Cristina Kirchner, que son tolerantes pero no afines al dependentismo. Con el mismo énfasis que postuló la actualidad del comunismo y del socialismo, Chávez reivindicó la teoría de la dependencia.

En términos más generales, todas las propuestas teóricas que aparecieron en los últimos años como el “socialismo del siglo XXI”, el “bolivarianismo” o el “buen vivir” rescatan elementos de la teoría de la dependencia. Por eso hemos visto homenajes a sus principales figuras y una interesante reedición de libros. No se repite el clima intelectual de los 70, pero resurgió el pensamiento crítico. Han aparecido además muchos núcleos de investigación especialmente en Brasil, mientras que en México continúa la elaboración de los autores que fueron discípulos de Marini. Hay muchas variantes de estos replanteos en distintos puntos de América Latina. Incluso en Argentina, dónde nunca tuvo raíces significativas.

En la actualidad se verifica también un llamativo contrapunto entre los defensores de la teoría de la dependencia tal como fue formulada por Marini, y los críticos marxistas de ese enfoque, que conforman la vertiente antidependentista. Retoman los cuestionamientos que aparecieron desde los años 80, especialmente en Inglaterra. Son planteos con cierta resonancia en el mundo académico de Argentina.

Pero también existe una corriente que reivindica una renovación de la teoría marxista de la dependencia.

Si. Yo me ubico en ese terreno de reivindicación de la teoría, señalando al mismo tiempo la necesidad de introducir importantes actualizaciones y modificaciones. En este plano hay varios temas en discusión. El primero es la superexplotación. En sus últimos trabajos Marini sostuvo que ese rasgo ya no constituía una peculiaridad de América Latina o la periferia, sino que integraba las características del capitalismo globalizado. Esa reformulación abrió un debate entre quienes ampliamos y reconsideramos la dinámica de ese principio y los autores que defienden su formato tradicional.

El segundo tema –que todavía no suscitó polémicas abiertas pero que seguramente va a derivar en intensas discusiones– es la renta. Algunos pensadores cuestionan la teoría de la dependencia por omitir esa categoría y otros responden que no tiene relevancia específica. Yo coincido con la tesis de reintegrar el concepto al dependentismo, con una caracterización peculiar de la renta agraria y petrolera a escala internacional. Este problema tiene importantes consecuencias para la evaluación de la economía argentina o venezolana.

También se ha renovado el viejo debate sobre el intercambio desigual, ya no con las referencias de los años 70 al modelo de Emmanuel, sino considerando las nuevas modalidades de la división global del trabajo. Hay investigaciones muy interesantes, sobre la forma en que la plusvalía es transferida a empresas ubicadas en la cúspide de la cadena de valor. El mismo proceso se verifica en las maquilas y en ciertas empresas transnacionales. Las ideas dependentistas son muy gravitantes en estos terrenos.

Un tercer problema en debate es la validez o alcance del concepto de subimperialismo. Hay llamativas evaluaciones de Brasil y Sudáfrica y sobre todo del papel de los BRICS. Yo creo que esa categoría rige más bien para países como Turquía o India. No es una noción meramente económica. Es un concepto geopolítico, referido a la capacidad de una potencia intermedia para actuar en el plano militar. Es lo que hace Turquía en Siria contra los kurdos. Brasil ha quedado situado en otro plano, desde que perdió capacidad de acción autónoma. Otro tema muy conectado a estos debates es la configuración actual de China. La controversia gira en torno a su clasificación dentro del denominado “Sur global”.

Y en ese caso si el comercio entre América Latina y China expresa una cooperación sur-sur o una nueva forma de dependencia.

Exacto. Hay trabajos muy recientes de autores estadounidenses sobre el tema. Abordan la globalización productiva desde la óptica dependentista, con acertadas evaluaciones de la nueva dinámica del arbitraje global del trabajo. Analizan cómo el valor generado en un punto del planeta se realiza en otro. Pero justamente ahí aparece el problema geopolítico del status de China. No creo que esa nueva potencia forme parte del “Sur global”. Es la segunda economía del mundo y actúa como un imperio en formación.

En uno de tus textos más recientes reivindicas entonces la renovación del paradigma dependentista. ¿Cómo se concretaría ese replanteo?

El punto de partida es evaluar las enormes transformaciones registradas en el capitalismo, en comparación a la época de Marini. Estamos en una etapa neoliberal completamente distinta, luego del ocaso del periodo keynesiano. Necesitamos conceptualizar el funcionamiento del capitalismo mundial de nuestro tiempo.

Ese sistema se basa en una agresión permanente contra los trabajadores, asentada en el predominio de las empresas transnacionales. Hace cuarenta años ya era un capitalismo mundial pero sin cadenas de valor. Ahora predomina la globalización productiva, que define las formas de expansión de la mundialización financiera y de los nuevos mecanismos de extracción de plusvalía. La distinción entre explotación del centro y superexplotación en la periferia ya no constituye un criterio acertado. Hay expresiones de ambos tipos en ambos polos de la economía mundial, con fuertes diferencias en el status del trabajo formal e informal.

También la estructura jerárquica mundial y las redes de transferencia de valor son diferentes. Por eso necesitamos una comprensión del nuevo capitalismo mundial, que opera con una inédita dinámica de recorte del empleo. No sólo destruye más puestos de trabajo que los generados. Consuma esa demolición a una velocidad muy superior a todo lo conocido. Theotônio dos Santos era un pensador muy abierto a estudiar estos problemas. Pero esos procesos eran desconocidos en el auge de la teoría de la dependencia. La revolución digital sólo era imaginada en la ciencia ficción.

Además el universo geopolítico actual es totalmente distinto. Desapareció la Unión Soviética, surgió China y existe una controversia irresuelta sobre el declive EEUU, en un contexto de remodelación de todos los dispositivos imperiales. El capitalismo y el imperialismo son distintos a los imperantes en los años de Marini. Sin afrontar el tipo de transnacionalización pura que conciben algunos pensadores, tampoco prevalecen las viejas configuraciones nacionales. Más bien predomina una modalidad híbrida de mundialización productiva, sin correlato equivalente en las clases sociales y los estados.

Esta mutación nos obliga a re-conceptualizar muchos problemas. Por ejemplo, el estricto paralelo entre subimperialismo y semiperiferia ya no se verifica con la misma sintonía. Hay modalidades combinadas en todas las formaciones intermedias. Una semiperiferia como Corea del Sur carece de rasgos subimperiales y difiere de Turquía, que a su vez no tiene el grado de integración global de la economía del Sudeste Asiático.

Por lo tanto hay que reacondicionar muchas categorías en la tradición teórica del dependentismo, pero sin fascinarse con un sólo pensador. Y por eso conviene observar a esa escuela como un momento de evolución de todo el marxismo, con un aporte específico en la indagación de la lógica del subdesarrollo. Quizás lo más interesante es retomar las tesis del ciclo dependiente, como mecanismo de transferencia de valor hacia economías más desarrolladas. Marini fue un buen teórico de la maquila mexicana. Pero hay otros fenómenos que en su momento exageró o que eran válidos para su época y no para la actualidad.

Y desde esa perspectiva de una renovación intervienes en los debates sobre la superexplotacion.

Si. Pero en esas discusiones deberíamos tener cuidado para no repetir los errores del pasado, cuando se extremaron contraposiciones entre partidarios de la misma concepción. Como es un debate entre defensores de la misma tradición dependentista deberíamos mensurar las divergencias en juego. Estas polémicas no pueden tener la intensidad de las controversias con nuestros enemigos del neoliberalismo o con nuestros adversarios de la heterodoxia.

En los últimos años, una de las nociones más frecuentadas en los debates sobre el desarrollo en América Latina ha sido el extractivismo, pero curiosamente emerge con grandes desencuentros con el dependentismo. ¿Por qué?

También ahí existe una dualidad de situaciones. Hay por un lado un gran espectro de convergencias entre ambas corrientes, en la denuncia de la reprimarización y en la defensa del medio ambiente. Muchos autores trabajan con razonamientos de las dos concepciones. El desencuentro se ubica con lo que podríamos denominar post-desarrollismo. Hay vertientes anti-extractivistas que objetan la idea del desarrollo, en contraposición al programa marxista de forjar otro desarrollo. Esa meta es clave en América Latina como corolario directo de la crítica al subdesarrollo. Además, existe una fuerte divergencia con las perspectivas localistas, meramente comunitarias y anti-estatales de esas corrientes. La teoría de la dependencia se inscribe en una tradición de intervención estatal radical, con la mira puesta en la gestación de una sociedad socialista. El post-desarrollismo se opone a esa perspectiva.

El fin del ciclo progresista es uno de los temas de mayor actualidad en la región. ¿Cuál sería la lectura dependentista de ese proceso?

Desde una óptica dependentista cabría señalar que el ciclo progresista se frustró por no encarar la superación del subdesarrollo. Y eso vale para Argentina, Brasil, pero también para Venezuela. No se ha logrado transformar la renta agraria o petrolera en una fuente de desarrollo inclusivo y equitativo.

Desde la misma tradición es igualmente clave distinguir el radicalismo de Chávez o Evo Morales del centroizquierdismo convencional de Lula o Kirchner. También corresponde aclarar que esos procesos no están clausurados. Debemos extraer un balance de lo ocurrido hasta ahora sabiendo que la disputa sigue en pie.

¿Y cuáles son para ti las posibilidades y los límites del nuevo auge del neoliberalismo en América Latina?

Yo soy muy cauto con cualquier pronóstico. Lo que está claro es el diagnóstico. Estamos en un momento de restauración conservadora con gobiernos neoliberales que afrontan tres grandes problemas. El primero es económico. Pretenden afianzar la primarización y el extractivismo, en un contexto internacional adverso por el estancamiento de los precios de las materias primas. Implementan una adaptación pasiva al libre-comercio, cuando Trump y Macron revisan todos los aranceles. Además, el comprador de las materias primas es China y no EEUU, y los presidentes derechistas de la región han quedado desubicados por su primitivismo ideológico pro-norteamericano.

El segundo problema es político. Son gobiernos con legitimidad reducida, basados en un esquema de constitucionalismo muy limitado. Cada día se corrobora algún nuevo rasgo regresivo de sistemas políticos autoritarios con elementos pro-dictatoriales. La consistencia de esos regímenes para implementar la reorganización neoliberal que ambicionan es muy dudosa. El tercer aspecto es la resistencia social. Todos enfrentan el rechazo en las calles. En Argentina esa oposición es fuerte y ha limitado el proyecto de Macri. En otros países es más limitada, pero todos los regímenes derechistas deben lidiar con el movimiento popular. Qué no hayan logrado destituir a Maduro es otro indicio de los límites del neoliberalismo. Bolivia, Venezuela, Cuba siguen en pie, demostrando la persistencia de los bastiones que la derecha no ha podido remover.

Por último, quisiera preguntarte sobre el alcance del dependentismo. ¿Puede trascender el contexto latinoamericano y posicionarse frente al capitalismo mundializado?

Me parece que sí. Pero ese problema remite a una vieja disyuntiva de los pensadores sociales de la región, que han buscado evitar tanto el puro singularismo como la disolución de la especificidad latinoamericana. Nuestros problemas no son únicos e incontrastables, pero deben ser abordados con una mirada de tradiciones locales. Por eso es tan fructífera la herencia de Mariátegui.

La teoría de la dependencia justamente evitó esos dos errores. Compartió las trayectorias del marxismo latinoamericano y se mantuvo alejado del exotismo regional y de la simple copia de enfoques elaborados en otros escenarios. Confluyó con pensadores de África y Europa, integró exponentes de EEUU y nunca tuvo pretensiones latinoamericanistas excluyentes. Pero al mismo tiempo evitó la mera absorción de un dogma elaborado fuera de la región.

El dependentismo construyó una teoría para explicar el subdesarrollo y por eso despertó tanto interés en otras regiones de la periferia. Brindó instrumentos para comprender las polaridades mundiales y también las bifurcaciones. Este último aspecto es clave por la relevancia actual de las semiperiferias frente a la mera contraposición entre centro y periferia. No basta con explicar las distancias que separan a EEUU de Guatemala. También debemos entender a Corea del Sur, en la pista aportada por Marini para indagar a Brasil.

Yo creo que hoy es interesante estudiar por qué ciertas economías industriales declinan, y otras avanzan. Es justamente el contrapunto entre Corea del Sur y Brasil. Ese cambio sólo se explica en la lógica de la mundialización productiva y por eso es decisivo renovar el dependentismo.

Finalmente una observación política. La actualización de la teoría de la dependencia empalma en mi opinión con el resurgimiento del antiimperialismo. Esta bandera es clave en una era signada por la agresiva brutalidad de Trump. También debería converger con tradiciones internacionalistas de acción común de los pueblos sin distinción de nacionalidades. Son dos raíces que siempre nutrieron al dependentismo. La lucha contra el imperio y la batalla contra el capitalismo. En esas dos acciones aparecerán nuevos problemas y nuevas respuestas que afianzarán la renovación de la teoría marxista de la dependencia.

Fuente: https://www.lahaine.org/mundo.php/hacia-una-renovacion-del-paradigma

Fotografía: La Haine

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Diez pasos para feminizar la política

Por: Clara Alonso. Mundo Obrero. 20/06/2018

Mucho se ha escrito sobre la huelga feminista. Lo que ha significado, los cambios que ha podido articular, las formas en las que ha innovado la práctica política, cómo ha puesto en valor la herramienta de la huelga y la ha resignificado… Muchas valoraciones, artículos, discursos. Casi dos meses después de este hito político, calificado como éxito, ya sabemos que formará parte de la historia de nuestro país.

Todas estas valoraciones han mirado a la huelga, al movimiento feminista y a las mujeres, lesbianas y trans que han sido sus promotoras y protagonistas. Toca ahora cambiar el punto de vista, y empezar a pensar qué tareas como Partido nos ha marcado la huelga, qué prioridades políticas debemos asumir y cómo seguimos colaborando desde nuestro espacio político en el fortalecimiento de esta hegemonía feminista. Porque somos un Partido vivo, permeable y conectado con las luchas sociales.

En este sentido, podemos afirmar que la huelga feminista del pasado 8 de marzo nos ha marcado varias prioridades políticas.

La primera de ellas es que nuestro modelo de país tiene que poner en el centro de nuestra propuesta, de manera inapelable, la sostenibilidad de la vida. Como bien ha señalado la economía feminista, una de las principales contradicciones del capitalismo actual es la de la reproducción social, que está llevando la crisis de cuidados hasta sus últimas consecuencias. Vivimos en un capitalismo que es absolutamente incompatible con la vida, que al mismo tiempo que necesita del trabajo de cuidados para funcionar, lo destruye. A esa lógica suicida debemos responder con un nuevo modelo de organización social de los cuidados, en el que la corresponsabilidad pase de ser una tarea a repartir en el ámbito de lo privado y las familias, a ser una obligación de la política pública y las redes de solidaridad.

La segunda prioridad marcada por el 8M ha sido la feminización de la política: convertir el feminismo en el eje central de la acción y la agenda política, cambiando el orden de prioridades y ampliando la política misma.

Para esta segunda tarea os presentamos, ‘Cómo feminizar la política en diez pasos’, un decálogo que pretende ser un resumen de lo que el movimiento feminista nos ha enseñado respecto a esta ingente tarea. Diez pasos enormes para avanzar en feminismo y que pueden ser nuestra guía para hacer realidad la feminización de la política.

Paso 1: Convertir el feminismo en el eje central de la acción y la agenda política. El feminismo no se hace solo el 8 de marzo.

Para dar este paso es esencial que introduzcamos el cambio feminista en el discurso, el programa y la imagen. Como ya hemos señalado, la sostenibilidad de la vida debe estar en el centro de nuestra política a nivel discursivo y programático, más allá de los elementos agregados parciales. Debemos desarrollar una imagen y un discurso que permita la identificación y el reconocimiento de las mujeres.

Paso 2: Incorporar la ética de la responsabilidad y los cuidados en las formas de militancia, en las dinámicas organizativas internas y de la política pública.

Trabajar en un nuevo paradigma ético, que se apoye en la ética de la responsabilidad y tenga muy presente el reconocimiento de las necesidades de todas y todos, que asuma nuestra vulnerabilidad y normalice la dependencia, dibujándola como un rasgo necesario y esencial de las relaciones humanas.

Paso 3: Transformar la política, cambiar el orden de prioridades e incluso la noción de lo que es o no importante.

La huelga feminista nos ha mostrado que lo que podía parecer poco importante –como la huelga de cuidados– ha permitido conectar a miles de personas. Feminizar la política también es cambiar la agenda, fijando prioridades nuevas.

Paso 4: Ampliar la política, entender que va mucho más allá de la práctica en partidos o instituciones.

Todo es política, y el feminismo también nos enseña eso. Es política no poder llevar a tu hijo al colegio o no llegar a fin de mes. Es política que te acosen por la calle y que lo hagan con impunidad. Es política cobrar menos por lo mismo y trabajar el doble. Hacer políticas feministas es relacionar lo micro con lo macro, lo personal con lo político, la dependencia con el TTIP y la libertad con las escuelas infantiles y las pensiones.

Paso 5: Hacer política desde las vivencias concretas y las experiencias colectivas. Poner el énfasis en lo cotidiano, lo micro, lo relacional, lo común y lo comunitario.

Feminizar la política es colocarse en otro lugar a la hora de enfocar la intervención y la participación política. Es hablar desde lo que nos quita el sueño, de nuestros problemas y lo que nos preocupa. Es que tomar conciencia de lo que nos une, de los sufrimientos y su rabia compartida con otros. Y desde ahí es autoorganización desde el conflicto como expresión de la militancia desde lo concreto. Es dar el salto del ‘organizar a otros’ o ‘apoyar las luchas de (…)’ a organizarse en primera persona.

Paso 6: Reescribir las reglas desde una perspectiva feminista, transformando los modos de relación. Situar lo relacional en el centro, que se oriente a construir formas estables de lo común, facilite encuentros, sincronice ritmos.

Cuando hablamos de introducir otras lógicas y principios de relación no lo hacemos desde un enfoque esencialista. Las mujeres no somos más participativas o cooperativas por nuestro sexo, sino por la acumulación de prácticas que han dado nuevos sentidos a roles y valores asociados al género, marginados en las sociedades patriarcales. La feminización de la política también es rescatar y poner en valor esas practicas y valores atribuidos a ‘lo femenino’ y darle un nuevo sentido orientado a la construcción del hombre y la mujer nuevos.

Paso 7: Trabajar desde el potencial transformador de las formas de hacer.

Poner en práctica otras formas de hacer política a partir de otras prácticas, más participativas, más horizontales, más relacionales, frente a las agresivas y competitivas que marca la práctica masculina hegemónica.

Paso 8: Caminar hacia formas de militancia más sostenibles con la vida, repensando los tiempos de militancia, haciéndolos compatibles con los tiempos de cuidado.

No se trata de que las mujeres militen más, sino de que todos organicemos mejor nuestros tiempos de militancia (incluso militar menos). Se pueden poner en marcha diversas medidas de gestión del tiempo (hora de inicio y finalización en cada reunión, órdenes del día con tiempos medidos…) y de método: organización y reparto de tareas.

Paso 9: Buscar un liderazgo transformacional que fomente el trabajo en equipo, la horizontalidad, la participación y el poder compartido.

Articular liderazgos colectivos que faciliten la participación de todas.

Paso 10: Feminizar lo masculino, cambiar la masculinidad.

Los compañeros tienen que aprender a pedir la vez. El feminismo ya ha denunciado, ahora toca que los hombres respondan.

Fuente: http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=7999

Fotografía: Mundo Obrero

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Educación en el campo sufre con recortes presupuestarios en Brasil

América del sur/Brasil/20 Junio 2018/Fuente: Prensa Latina

La sustancial reducción de recursos presupuestarios está causando severos perjuicios a la educación en el campo, constataron hoy participantes en una audiencia pública sobre el tema convocada por la Cámara de Diputados de Brasil.

De 34 mil 781 estudiantes que ingresaron al Programa Nacional de Educación en la Reforma Agraria (Pronera) en 2009, la cifra se redujo a solo 210 el pasado año, de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) dados a conocer durante la sesión.

También se supo que los recursos presupuestarios para la educación en el campo disminuyeron de 70 millones de reales (casi 19 millones de dólares a la tasa de cambio actual) en 2008 para menos de 12 millones de reales (unos tres millones de USD) el pasado año.

Para 2018, al Pronera le fueron destinados apenas tres millones de reales (menos de un millón de USD), cuando en realidad necesita cerca de 16 millones de reales (alrededor de cuatro millones 200 mil USD) para poder mantener los cursos vigentes, señaló el diputado del Partido de los Trabajadores (PT) Padre Joao.

Estadísticas del Ministerio de Educación dadas a conocer en la audiencia indican que en las 60 mil escuelas existentes en el campo, sin incluir las localizadas en comunidades indígenas o asentamientos de afrodescendientes (quilombolas), trabajan más de 340 mil profesores.

En una de cada dos de esas escuelas, reseñó la agencia Cámara Noticias, no tienen computadores, dos de cada tres están ubicadas en localidades sin acceso a internet y ocho de cada 100 no tiene siquiera electricidad.

La matrícula total en esos planteles es de cinco millones y medio de estudiantes en la educación básica, casi el 70 por ciento de ellos en la enseñanza fundamental y un 6,5 por ciento (345 mil plazas) en el nivel medio.

Según la secretaria de Políticas Sociales de la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (Contag), Edjani Rodrigues, el desmantelamiento de la educación en el campo encuentra entre sus causas principales la enmienda constitucional impulsada por el gobierno de Michel Temer para limitar por 20 años los gastos públicos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=187369&SEO=educacion-en-el-campo-sufre-con-recortes-presupuestarios-en-brasil
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Breve historia de la huelga de un maestro palestino

Entrevista con H. Mezna Qato y Mai Abu Moghli

En febrero y marzo de 2016, casi 35.000 maestros y maestras palestinas iniciaron una serie de huelgas en Cisjordania. Se suspendieron las clases, se manifestaron por las calles de Ramala y organizaron sentadas ante las oficinas del Ministerio de Educación. Aunque fue breve, la huelga tuvo gran repercusión porque los y las maestras utilizaron su menguante capital social como no lo habían hecho desde la segunda Intifada y animaron a otros sindicatos a convocar huelgas, particularmente después de la ratificación de la Ley 6 de la Seguridad Social, de 9 de marzo de 2016.

Fue la mayor huelga de maestros de la historia palestina y sin embargo, no solo no la organizó su sindicato, la Unión General de Maestros Palestinos (UGMP) sino que se organizó a pesar de la UGMP.

Con anterioridad ya se habían organizado huelgas sin el respaldo del sindicato. En 2012, entre 400 y 500 maestros se declararon en huelga durante 25 días en contra de la dirección sindical. Se prolongó más allá de la huelga de dos días que simbólicamente convoca cada año la UGMP para expresar su frustración por el estancamiento de los salarios y de las pensiones de los docentes. La huelga de 2012 terminó cuando la Autoridad Palestina (AP) aceptó una serie de reivindicaciones y, con la intermediación de la UGDP, firmó un acuerdo (efectivo desde el 1 de enero de 2013) que prometía incrementos concretos. Pasaron los meses y aunque el gobierno posponía la ejecución del acuerdo los huelguistas siguieron en las aulas convencidos de que la AP lo aplicaría.

Un año después del acuerdo inicial con la UGMP, la AP aplicó unilateralmente una medida provisional agregada mediante una anotación en las nóminas de los maestros, que prometía que todos los maestros cualificados recibirían un aumento del 5% en el salario base tan pronto como hubiera fondos disponibles. Para la mayoría de los maestros este aumento suponía entre 170 y 220 NIS (nuevo sheqel israelí) al mes. Los docentes se opusieron porque el aumento era menor que el estipulado en el acuerdo y porque no era retroactivo al acuerdo original de 2013. Pero aún no se ha cumplido: allí sigue la nota agregada en sus nóminas indicando que el pago se realizará “cuando el dinero esté disponible”.

Para septiembre de 2014, después de constantes demoras y con una UGMP cada vez menos implicada y más mediadora de la AP que defensora de los miembros del sindicato, el Comité de la Conferencia de la UGMP envió una carta a la secretaría del sindicato y al Secretario General, Ahmad Suhwail. La carta detalla los casi dos años de negociaciones y acuerdos entre la UGMP y la AP. La UGMP respondió asegurando que el acuerdo se aplicaría el 1 de enero de 2015. Aplacados, inseguros sobre los siguientes pasos que debían dar y sumidos en fracturas políticas internas, los maestros y maestras suspendieron las acciones previstas. Para el 5 de febrero de 2015, sin embargo, quedó claro que la AP no tenía intención de pagar los salarios atrasados. Se envió una carta a todos los maestros y maestras indicando que la AP les debía un promedio de 5.000 NIS, lo que excedía en mucho su presupuesto para los 42.000 maestros y maestras de Cisjordania.

La UGMP negoció un aumento salarial de 600 NIS mensuales para cumplir con algunas reivindicaciones concretas. Aunque la AP estuvo de acuerdo, cada maestro solo recibió 20 NIS adicionales en su siguiente nómina. Las noticias de la mísera cantidad circularon rápidamente por Cisjordania.

Las presiones a la UGMP para que convocase una huelga se incrementaron. Los maestros y maestras rechazaron la espera que solicitaba el sindicato y al final, la UGMP se vio obligada a anunciar una huelga general de dos días a mediados de febrero. Al final del primer día, la UGMP hizo un llamamiento a los maestros para que volvieran a la escuela porque habían acordado con la AP que todos los sueldos retroactivos se pagarían en mayo de 2016. Luego se produjeron declaraciones contradictorias del Ministerio de Educación que indicaban que los pagos serían incrementales y comenzarían en abril. No obstante, las declaraciones emitidas por otros funcionarios del sector daban a entender otras fechas.

150 maestros y maestras se negaron a volver al trabajo el primer día de la huelga ilegal. Uno de ellos era H., maestro de una escuela de niños de Belén y miembro del Comité Electoral de la UGMP.

Hemos hablado con H. varias ocasiones durante dos años: cuando comenzó la huelga de los maestros en febrero de 2016, cuando la huelga estaba en marcha, y finalmente en enero de 2018.

¿Cómo comenzó la huelga y cómo os organizasteis?

El movimiento de los maestros y maestras comenzó espontáneamente. Usamos las redes sociales para discutir nuestras reivindicaciones colectivas y los pasos concretos para exigirlas. Sin embargo, no avanzamos hasta que no fuimos varios miles loa dispuestos a ir a la huelga. La espontaneidad de la acción colectiva aseguró que las re¡vindicaciones no se fragmentaran y que los partidos políticos no apoderaran se las movilizaciones. Exigimos justicia e igualdad. Nuestro lema es “dignidad para todos los maestros y maestras”. Una de las expresiones de la amplia popularidad de nuestro movimiento y de nuestra convicción sin fisuras de que solo somos leales a nuestras reivindicaciones colectivas y no a ninguna facción o partido político, es nuestra renuncia generalizada a la UGMP. Algunos maestros no se han sumado a este llamamiento de renuncia masiva principalmente por su estrecha relación política con el partido gobernante y otros intereses a él ligados.

A medida que el número de maestros y maestras involucrados en el movimiento aumentaba, nos dimos cuenta de que era necesario contar con un mecanismo de coordinación para garantizar una representación transparente e igualitaria. Fue entonces cuando establecimos los comités de coordinación. Los comités están estructurados de la siguiente manera: se eligen dos maestros de cada escuela en cada gobernación. Luego se eligen catorce maestros para crear el Comité de Reivindicaciones Básicas en cada gobernación (hay 18 gobernaciones en Cisjordania). De esos catorce, tres maestros son elegidos como un sub-grupo para reunirse regularmente en Ramala y ofrecer valoraciones a los Comités de Reivindicaciones Básicas. Se ha elegido a un maestro como portavoz del movimiento pero no tiene autoridad para comunicarse con el gobierno a menos que lo autoricen los Comités de Reivindicaciones Básicas. [1]

¿Cuáles son esas reivindicaciones?

Son seis reivindicaciones principales: 1) Exigimos que el gobierno pague a los maestros el aumento salarial retroactivo que viene prometiendo desde 2012. 2), Queremos un aumento de nuestro salario básico que corresponda al aumento del coste de la vida. 3) Exigimos que el gobierno permita la promoción de los maestros. Las promociones se han congelado durante los últimos quince años. 4) Exigimos que el salario de jubilación de los maestros sea igual que los salarios de jubilación de otros funcionarios. 5) Queremos que todas las personas que trabajan en el sector sean consideradas como personal de educación, sin diferenciar entre director, consejero escolar, conductor de autobús escolar o conserje. 6) Queremos un verdadero sindicato que se preocupe por los maestros y maestras. Queremos que se reestructure la UGMP y que todos y cada uno de los maestros y maestras estén representados y tengan la oportunidad de participar en las elecciones sindicales. No queremos un sindicato monopolizado por el partido gobernante que se alinea con la AP y su gobierno contra los maestros, contra sus intereses y su bienestar.

A pesar de que nuestras reivindicaciones también conciernen a los maestros de la Franja de Gaza y aunque forman parte de la UGMP, no están participando en las movilizaciones. Primero porque Hamas no les permitirá ningún activismo. Pero también porque los maestros de Cisjordania prefirieren que los de Gaza no se unan para evitar que la AP acuse a los cisjordanos de tener “agendas extranjeras” o de estar afiliados a Hamas. Sin embargo, aspiramos a tener un sindicato de maestros y maestras que sea verdaderamente nuestro, no manipulado o monopolizado por la AP; un sindicato representativo de todos los maestros palestinos en Palestina y en la diáspora. En resumen, lo que queremos es una representación verdadera e igualitaria, que rinda cuentas, con transparencia y dignidad para todas y todos los maestros. Lamentablemente, mientras exista la división entre Cisjordania y Gaza no podremos tener un movimiento fuerte, coherente y sostenible. La AP es consciente de la fortaleza de los comités de coordinación y utiliza mecanismos varios y técnicas opresivas para reprimirlos e infiltrarlos.

¿Cómo ha respondido la AP a la huelga?

La supresión y la represión de cualquier movimiento de maestros independientes comienza con la UGMP. Cuando aumenta el malestar, la UGMP y el gobierno acuerdan un par de días de huelga para liberar parte de la tensión y evitar un cambio real. A los maestros que mantienen la huelga fuera del paraguas de la UGMP se les castiga reduciendo sus salarios o con amenazas de despido o de traslado que en muchos casos se han cumplido.

Cuando el movimiento de maestros comenzó a principios de 2016, éramos unos 10.000. Organizamos una concentración ante el Consejo de Ministros en Ramala. No hubo mucha respuesta ni por parte de la AP ni de la gente en general. El gobierno salió rápidamente al paso denunciando que nuestra acción estaba enmarcada en cuestiones políticos. Pero no nos hemos rendido y hemos organizado concentraciones diarias ante las oficinas del Ministerio de Educación en diferentes ciudades de Cisjordania. Todos los martes nos concentramos coincidiendo con la reunión semanal del Consejo de Ministros. La segunda semana, cuando nos dirigíamos a la concentración de Ramala, los aparatos de seguridad de la AP nos hicieron frente y confiscaron nuestra documentación y nos retuvieron en un punto de control de la AP hasta tres horas. Este intento de frustrar la concentración justo cuando comenzaba a ganar visibilidad no funcionó y seguimos hasta Ramala donde vimos que habían convertido la ciudad en un complejo militar. Contábamos con que nos pondrían impedimentos pero no esperábamos tal nivel de violencia. No esperábamos que nos obligaran a bajar de los coches y de los taxis y nos dejaran en la calle durante horas. No esperábamos que la policía de la AP multara a los automóviles que llevaban maestros a Ramala. Confiscaron las licencias de los taxistas que llevaban maestros. Fue un momento muy triste para nosotros, maestros, porque muchos de los policías habían sido alumnos nuestros.

Y dado el grado de violencia de la AP y de sus fuerzas fue desalentador comprobar que, al menos al principio, la sociedad civil no reaccionaba. Pero visto en retrospectiva, casi fue mejor que ninguna organización se solidarizase públicamente con nosotros porque la AP solo estaba esperando alguna excusa para incriminarnos y acusarnos de mantener y seguir agendas extranjeras. Estaban esperando cualquier oportunidad para dirigir una campaña de desprestigio contra nosotros.

¿Qué significa la huelga para la movilización en Cisjordania y en Palestina en general?

A medida que se extienden nuestras movilizaciones recibimos más solidaridad. Padres y alumnos se unen a nuestras manifestaciones. Llevan carteles con lemas como “Nuestra dignidad proviene de la dignidad de nuestros maestros”. En las universidades de Birzeit y An-Najah, los estudiantes y los profesores nos apoyan. También nos apoyan organizaciones ciudadanas populares y varios miembros del Consejo Legislativo Palestino, incluido el parlamentario Najat Abu Baker (sancionado por la AP por hacerlo). Otros sindicatos también se han solidarizado con nosotros, especialmente el Sindicato de Funcionarios Públicos que también se están planteando ir a la huelga.

El movimiento es fuerte. De un total de 42.000 maestros y maestras más otros 13.000 administrativos, más de 35.000 se han unido a la huelga. Se trata de la mayor demostración de fuerza de funcionarios de Palestina desde el ataque al sector público el Día de la Tierra en marzo de 1976. Las cifras no tienen precedentes y tampoco nuestra capacidad para mantener la huelga durante tanto tiempo. Creo que realmente golpeamos a la AP y la obligamos al menos a re-calibrar su relación con el sector educativo y con el sector público en general.

¿Qué conclusión extraéis sobre la Autoridad Palestina?

Este movimiento nos ha enseñado muchas cosas. En la dirección política hay confusión. No están preparados para lidiar con ningún movimiento social eficaz. El liderazgo de la AP ha respondido con violencia y ha utilizado un lenguaje inapropiado en los medios. Nos calificaron de colaboradores ingenuos y antipatrióticos. Nos han acusado de incitación, de ser títeres de Hamas, del FPLP (Frente Popular para la Liberación de Palestina), de los sirios y de los iraníes. Todo bastante ridículo.

La ironía, por supuesto, es que la mayoría de los maestros están afiliados a Fatah. Desde que se aplica la política de “seguridad institucional” todos los funcionarios públicos han sido investigados. Lo que significa en términos reales que te investigan para saber que eres de Fatah. Algunos de los huelguistas miembros de Fatah intentaron en vano razonar con la AP y explicarles que se trataba de una huelga legítima y legal.

Intentamos ser razonables. Propusimos una serie de iniciativas y concesiones pero desafortunadamente el Primer ministro Rami Hamdala dijo condescendientemente que él solo negocia con la UGMP: “Con esos otros maestros, yo no hablo”. En otras palabras, no reconoce ni las quejas y ni la presencia de 35.000 maestros y maestras movilizados. Solo reconoce a los 7.000 que que son miembros del sindicato y que no hacen huelga. No importa. Continuaremos nuestra lucha más allá de la huelga. En una ocasión, Hamdala nos dijo que aceptaría nuestra reivindicación de un aumento de 60 NIS mensuales cuando encontrase un pozo de petróleo. Nos trata con absoluto desprecio.

Pero debo decir que no queremos estar en huelga constantemente. Queremos volver a nuestras escuelas y a las clases. Echamos de menos a los estudiantes cuando estamos en huelga. No queremos que pierdan clases y estén en las calles. Pero al final, estamos luchando por nuestra dignidad y por nuestros derechos. Nos negamos a que nos humillen con estos rechazos permanentes.

Con todas estas complicaciones, ¿cómo ves tu papel en el cambio social y político?

Es una pregunta difícil y angustiante. Es obvio que solos no conseguiremos que la AP se mueva. No conseguiremos que nada cambie a menos que todos salgamos a la calle. Como ves, 35.000 personas no son suficientes. La ecuación está clara. Según la AP, o estás conmigo o contra mi. La AP ha sido implacable para retener el poder. En este punto, nuestra única opción es la desobediencia civil.

¿Es una posibilidad?

No lo sé. Cisjordania está tan fragmentada geográficamente, los puestos de control, las invasiones… La ocupación abre y cierra las líneas de comunicación a su antojo, y la AP sabe que la ocupación le protege. Mientras estábamos en huelga los oficiales de la AP nos dijeron: estamos aquí para proteger a la AP, no a la gente. La división entre Cisjordania y Gaza será nuestro fin. Las facciones políticas son las que nos dividen, quién es de Hamas, quién es de Fatah, etc. Es destructivo. Necesitamos reconstruir lo que nos conecta para poder ser ciudadanos de esta causa.

La huelga terminó en abril de 2016 con una nueva promesa de la AP de cumplir con algunas de sus reivindicaciones iniciales en enero de 2018. Ahora que el plazo ha vencido, ¿hay novedades? ¿cuáles son vuestros siguientes pasos?

Me temo que no hay buenas noticias. El gobierno prometió pagarnos un aumento salarial retroactivo en enero de 2018 pero lo último que hamos sabido es que lo pospondrán una vez más. Así viene ocurriendo desde los últimos ocho años. En parte fuimos a la huelga por eso. Por lo tanto, no esperamos que ocurra nada en realidad.

El Ministerio del Interior se ha negado a otorgar la licencia para crear un nuevo sindicato de maestros alegando que el sindicato existente, la UGMP, forma parte de la OLP y no puede ser reemplazada. Dijimos: vale, pero haced que sea representativo. Eso es lo que les asusta. Les preocupa que si hay elecciones libres y justas ganará la oposición, ya sean islamistas o de izquierda. Les asusta porque el sindicato es la única institución de la OLP verdaderamente operativa y ellos la controlan.

Las amenazas del aparato de seguridad de la AP fueron eficaces. Amenazaron con encarcelar a cualquiera que participara y así silenciaron a muchas personas. Muchos de los principales dirigentes de la huelga, como los presidentes de los comités de reivindicaciones básicas y otros, han desaparecido. A otros les dieron cargos en la AP. Los maestros considerados parte del movimiento han sido reasignados a otras áreas para aislarlos de sus compañeros. Otros vieron cómo les aumentaban sus cargas laborales. Y a otros los despidieron. Fueron contra nuestro medio de vida y como nuestro supuesto sindicato no respaldó la huelga, no pudimos continuar. Los maestros están desilusionados y se sienten traicionados. Estamos agotados.

Eso no significa que nos hayamos dado por vencidos. Algunos de nosotros todavía seguimos hablando, reuniéndonos y manteniéndonos en contacto. Queremos revivir la coordinación y los comités de reivindicaciones básicas. En esta etapa, creemos que es mejor que pedir un sindicato nuevo o reformado. Tenemos que seguir descentralizados y con un perfil bajo pero queremos estar listos para cuando legue el momento adecuado. Estamos atentos a lo que sucede con los maestros y maestras de todo el mundo, a las huelgas en Estados Unidos y en Latinoamérica, y nos sentimos alentados.

Hace un tiempo, Salam Fayyad, el ex primer ministro, dijo que nos haría hacer cola en los cajeros automáticos… y así estamos, pensando en lo que nos van a pagar nos queda poco tiempo para pensar o participar en cambios sociales y políticos. Ese era su objetivo. Y aquí estamos…
 

Notas

1. Estas estructuras políticas se desarrollaron de esta manera porque: a) reflejan las experiencias tradicionales de los maestros y maestras palestinas en movilizaciones sectoriales democráticas y horizontales, particularmente durante la Primera Intifada; b) sus mecanismos de organización se diferencian a propósito de las jerarquías de la UGMP afiliada a la AP; c) están en mejores condiciones para dar cuenta de las múltiples áreas geográficas de los educadores palestinos en Cisjordania, en Gaza, en Israel, en la región y en la diáspora en general.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242826

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England: Student loans ‘heading for trillion pounds’

Europe/England/20.06.18/y Sean Coughlan/Source: www.bbc.com.

The tuition fee system for England’s universities is ripping off students and giving taxpayers poor value for money, says a parliamentary committee.

The House of Lords economic affairs committee revealed evidence the student loan book would grow to over £1 trillion over the next 25 years.

The committee attacked a «deeply unfair» system of fees and loans.

But the Department for Education said its review of fees would «make sure students are getting value for money».

This hard-hitting report accuses the government of using «accounting tricks» to conceal the real cost of higher education and to pile up huge debts for future generations.

It calls for «immediate reforms» – such as cutting interest rates on repayments and restoring grants for disadvantaged students.

‘Astonished’

Committee chairman and former Conservative minister, Lord Forsyth, said they had also been «quite astonished by the complete collapse in part-time education».

The report warns of the lack of funding for vocational training – and claims that the apprenticeship system has been damaged by artificial targets invented to sound impressive for a manifesto promise.

The cross-party committee, with two former chancellors and two ex-chief secretaries to the Treasury, says the student loan system seems to have been used for a «fiscal illusion» to make the deficit look smaller.

«The thing that shocked me – and I thought I was pretty unshockable – was that I had not understood that by moving to a system of funding through loans, because of the accounting methods of the Treasury, it was possible for George Osborne [then chancellor] to appear to increase funding for higher education by £3bn but at the same time cut his deficit by £3.8bn,» says Lord Forsyth.

The cost of unpaid loans will not be included until they are officially written off after 30 years.

Lord Forsyth says a parliamentary question revealed how much student borrowing was really piling up for the future.

By 2044, when many of today’s students will still be paying off their loans, the student loan book will have grown to more than £1tn, rising to £1.2tn by 2049.

«The public argument for cutting the deficit was so that debt wasn’t handed on to the next generation.

«But for this generation, being asked to pay these loans, when they’ve eventually paid them off, they’ll suddenly find there’s a bill for £1.2tn.

«I hadn’t realised that was happening.»

‘Devastating consequences’

But Lord Forsyth says this system has had «devastating consequences».

It has produced excessive interest rates, set to rise again to 6.3%, which the committee says should be no higher than the rate at which the government borrows, at present 1.5%.

The conversion of means-tested grants into loans has meant that the poorest students end up graduating with the biggest debts, says Lord Forsyth.

And he warns that the current repayment system was more expensive for people in middle income jobs such as nursing, rather than high-paid lawyers or financiers, who would pay off their debts more quickly.

«The people who get screwed by this are those in the middling jobs,» says Lord Forsyth.

«This was all done on the basis that it would create a market in higher education – and that has failed, there isn’t a market.»

Lord Forsyth says that there is no meaningful consumer choice or competition – and he dismissed the system for rating teaching quality in universities, the teaching excellence framework, as a «bit of a joke».

«Because no-one ever turns up to look at the teaching,» says Lord Forsyth.

‘Quantity rather than quality’

The report says that the student finance system has failed to recognise the need to improve vocational skills and to help those wanting to re-train.

Part-time student numbers have fallen by about 60% over the past decade – with accusations that the funding system is based around school-leavers beginning full-time degree courses.

«There’s been a huge distorting effect. It’s a huge mistake,» says the committee chair.

Lord Forsyth says there have been concerns about the apprenticeship policy – and the committee heard suggestions that the target for three million apprentices was not the result of any strategy, but was chosen as an impressive number for a manifesto promise.

The consequence of such target setting, he says, is to «encourage quantity rather than quality».

It means more attention is paid to the numbers starting than completing and there were signs that some employers were re-badging existing training as «apprenticeships» as a way of getting funding.

«There is clear evidence that what the economy needs is more people with technical and vocational skills. But the way that the funding for fees and maintenance operates makes it pretty well impossible for us to meet that demand,» says Lord Forsyth.

‘Value for money’

Alice Barnard, chief executive of the Edge Foundation, which promotes vocational education, said the report «clearly highlights how the funding bias in our higher education system has favoured universities at the expense of choice and opportunity for young people».

The head of the MillionPlus group of new universities, Greg Walker, said the report had produced «robust evidence» to support the return of maintenance grants and to find ways to make universities more accessible to part-time students.

A Department for Education spokesperson said: «We agree that for too long young people have not had a genuine choice post-16 about where and what they wish to study.

«That is exactly why we have overhauled apprenticeships to focus on quality and why we are fundamentally transforming technical education, investing £500m a year in new T-levels that will provide a high quality, technical alternative to A-levels.

«On top of this, we are undertaking a major review of post-18 education and funding, to make sure students are getting value for money and genuine choice between technical, vocational and academic routes.»

Source of the notice: https://www.bbc.com/news/education-44433569

 

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India: Teacher in sexual harassment row a repeat offender

Asia/India/20.06.18/Por Payal Dhawan/Source: timesofindia.indiatimes.com

LUDHIANA : A day after Raikotpolice booked a government school teacher for allegedly sexually harassing a Class VIII school, the education department suspended him on Monday. In the suspension notice, director of public instructions (secondary) Paramjit Singh said the teacher was accused of sexual harassment by another girl student in 2016.

The official said the teacher had at that time given an apology for the incident. In the suspension notice, a copy of which is with TOI, the department has given 15 days to the teacher to give an explanation on the accusation against him.

The notice has stated that this was the second time the teacher had been accused of sexually harassing a student, so he was being suspended by the school. The education department’s action came a day after Raikot police registered a case against the teacher for allegedly sexually harassing a Class VIII student of his school.

The FIR was lodged after the school’s head had filed a police complaint against him, on the direction of Punjab State Commission for the Protection of Child Rights. Following the complaint, police had booked the teacher under Section 354A (sexual harassment) of the Indian Penal Code and under sections of Prevention of Children from Sexual Offences (POCSO) Act.

It has been alleged that the schoolgirl had to stay back at school because of bad weather, while most student had left for home, on May 2. The girl and the teacher were alone when he saw the girl, grabbed her and harassed her, it has been alleged.

The girl escaped from there and informed her family about the incident on reaching home. Her family had complained to the school against the teacher on May 4. An internal probe by the school had indicted the teacher. However, he was let-off after the matter was resolved by the village’s panchayat, and no one approached the police.

However, some village residents reported the incident to Punjab secretary (education) Krishan Kumar, who ordered local education officials to submit a report after inquiry. The report of district education officer also indicted the teacher. Taking suo-motu notice of the matter, the Punjab State Commission for the Protection of Child Rights summoned the school head and district education officer (secondary) Swaranjit Kaur.

The DEO presented a report which indicted the teacher. After this, the commission directed DPI (secondary) Paramjit Singh to suspend the teacher and the education department to lodge a police complaint.

Source of the notice: https://timesofindia.indiatimes.com/city/ludhiana/teacher-in-sexual-harassment-row-a-repeat-offender/articleshow/64547454.cms

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Grand Reportage: Le naufrage de l’éducation publique en Egypte

Egypte/20-06-2018/Par Francois Hume-Ferkatadjihttp:/rfi.fr

Dirección del enlace: http://www.rfi.fr/emission/20180327-egypte-education-publique-eleves-parents-enseignement-cours-prives#

 

L’élection présidentielle qui se tient, en ce moment, en Egypte n’aura pas permis de faire émerger des débats d’idées sur les thèmes importants pour la vie des Egyptiens. L’état de l’éducation publique, très dégradée, soulève pourtant des inquiétudes, des angoisses, pour les enfants, et pour les parents. Selon les spécialistes, la situation de l’éducation est « misérable ». Le classement international du Forum économique mondial place l’Egypte à la dernière position sur 140 pays, pour la qualité des enseignements aux niveaux primaire et secondaire.

Etablissements surchargés – 80 à 100 élèves par classe dans certains quartiers – professeurs sous-payés et corrompus, violences en tout genre : les enfants n’apprennent plus rien à l’école. Pour les laisser passer au niveau supérieur, la plupart des professeurs les obligent à s’inscrire aux cours privés qu’ils donnent après la classe. Une charge supplémentaire pour les parents qui, pour certains, ne peuvent pas payer. Résultat : 30% des élèves finissent l’école primaire sans savoir lire ou écrire et ce, dans la 2ème plus importante économie d’Afrique.

Fuente: http://www.rfi.fr/emission/20180327-egypte-education-publique-eleves-parents-enseignement-cours-prives

 

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