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OIT: Unos 73 millones de niños trabajan en condiciones peligrosas (Audio)

OIT / 20 de junio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Radio ONU

Los pequeños laboran arduamente en minas y campos, fábricas y hogares, expuestos a pesticidas y otras sustancias tóxicas, transportando cargas pesadas o trabajando largas horas. Muchos sufren consecuencias físicas y psicológicas y hasta sus propias vidas pueden estar en riesgo.

 

 

“Los niños son más vulnerables a los riesgos que los adultos. Se necesitan medidas urgentes para garantizar que ningún menor de 18 años participe en trabajos peligrosos”, declaró Guy Ryder, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

Este año la atención se centra en poner fin a los trabajos peligrosos y fomentar un empleo seguro y saludable para los jóvenes en edad laboral legal.

Alrededor de 73 millones de niños se encuentran endesempeñan trabajos de este tipo, casi la mitad de los 152 millones de menores de 5 a 17 años inmersos en la labor infantil. Estos niños trabajan arduamente en minas y campos, fábricas y hogares, expuestos a pesticidas y otras sustancias tóxicas, transportando cargas pesadas o trabajando largas horas. Muchos sufren consecuencias físicas y psicológicas para toda la vida.

Las consecuencias del trabajo infantil peligroso

 

Un nuevo informe de la OIT dirigido a la eliminación urgente del trabajo infantil peligroso revela que ciertos riesgos ocupacionales, entre ellos la exposición al estrés psicológico y a los productos químicos de uso común, son aún más graves para los niños de lo que se pensaba.

Otro hallazgo clave es que la adolescencia, como un período de maduración física, puede comenzar más temprano y durar hasta mediados de los años veinte. Dentro de este período lapso prolongado de crecimiento, los niños (y los adultos jóvenes) se enfrentan a una serie de vulnerabilidades que requieren respuestas en la ley y en la práctica.

Además, el informe describe el vínculo crucial y mutuo entre la educación y la salud: la falta de educación aumenta el riesgo de resultados negativos en la salud del debido al trabajo y, a la inversa, la educación de calidad tiene efectos positivos y protectores en la salud de los niños trabajadores.

Aunque el número total de niños menores en trabajos peligrosos ha disminuido en los últimos años, el progreso se ha limitado a adolescentes. Entre 2012 y 2016, casi no hubo reducción en el número de niños de 5 a 11 años que laboran, y el número de pequeños en trabajos peligrosos aumentó.

La obligación de los Estados

Ningún niño menor de 18 años debe realizar trabajos peligrosos, según lo estipulado en los Convenios de la OIT sobre trabajo infantil, concretamente el Convenio sobre la edad mínima y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil.

Los gobiernos, en consulta con los interlocutores sociales, deben establecer y hacer cumplir una lista nacional de trabajos peligrosos prohibidos para los niños.

La ratificación de los convenios de la OIT por hasta 181 Estados refleja el compromiso de acabar con el trabajo infantil en todas sus formas.

El trabajo infantil en la agricultura

 

El Fondo de la ONU para Alimentación y la Agricultura (FAO), reveló también este martes datos preocupantes: después de años en constante declive, el número de niños trabajadores en la agricultura aumentó más de un 10% desde 2012, impulsado en parte por conflictos violentos y desastres.

Esta tendencia preocupante, no solo amenaza el bienestar de millones de niños, sino que también socava los esfuerzos para acabar con el hambre y la pobreza en el mundo, advierte la FAO.

Se pasó de 98 millones a 108 millones de niños trabajadores desde 2012, según las últimas estimaciones. Los conflictos prolongados y los desastres naturales relacionados con el clima seguidos de la migración forzada han empujado a cientos de miles de niños a laborar.

Los hogares en los campos de refugiados sirios en el Líbano, por ejemplo, son propensos a recurrir al trabajo infantil para garantizar la supervivencia de su familia. Los niños refugiados realizan una serie de tareas y a menudo están expuestos múltiples riesgos que incluyen pesticidas, condiciones deficientes de saneamiento en el campo, altas temperaturas y fatiga por realizar trabajos tareas físicamente exigentes durante períodos prolongados.
Al mismo tiempo, los esfuerzos para eliminar el trabajo empleo infantil en la agricultura enfrentan desafíos persistentes, debido a la pobreza rural y la concentración del trabajo infantil en la economía informal y el trabajo familiar no remunerado..

La FAO subraya que el trabajo infantil en la agricultura es un problema mundial que está perjudicando a los niños, dañando el sector agrícola y perpetuando la pobreza rural. Por ejemplo, cuando los niños se ven obligados a trabajar largas horas, su oportunidad de asistir a la escuela y desarrollar sus habilidades es limitada, lo que interfiere con su capacidad de acceder a oportunidades de empleo decentes y productivas más adelante en la vida, incluidas las oportunidades en un sector agrícola modernizado.

Datos clave

• Casi tres de cada cuatro niños inmersos en el trabajo infantil, están en el sector agrícola.

• Hay 10 millones más de niños en la agricultura desde 2012.

• Casi Cerca del 70% del trabajo infantil es trabajo familiar no remunerado.

• La incidencia del trabajo infantil en los países afectados por el conflicto armado es un 77% más alto que el promedio mundial.

• Casi la mitad de todo eldel trabajo infantil en el mundo ahora tiene lugar en África: 72 millones, o uno de cada cinco niños de Áfricaafricanos, laboran, en su mayoría en la agricultura, seguido de. En segundo lugar se encuentra Asia, con 62 millones.

Indonesia, ejemplo de compromiso

El país se ha comprometido a eliminar toda forma de trabajo infantil de cara a 2022 para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La siguiente fotogalería ilustra las circunstancias en las que se encuentran algunos jóvenes.

Fuente de la Noticia:

https://news.un.org/es/story/2018/06/1435662

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Programa Alumnos RadioActivos – 12/06/2018 (Audio)

España / 17 de junio de 2018 / Autor: Alumnos RadioActivos / Fuente: M21 Radio

 

 

Hoy en Alumnos RadioActivos hemos tenido al Colegio Brot: un centro que escolariza a alumnado con dificultades de aprendizaje. En la sección «de mayor quiero ser» han entrevistado a dos policías del escuadrón a caballo, nos han llevado a recorrer su cole sonoramente, han traído sus creaciones musicales -como la del alumno rapero Dalsy Tasty- y nos han hecho sus recomendaciones musicales y culturales.

Fuente:

https://www.m21radio.es/podcast/alumnos-radioactivos/alumnos-radioactivos-12062018

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Muriel Poisson: «La corrupción en el sistema educativo es un fenómeno a escala mundial»

Francia / 15 de junio de 2018 / Autor: Marina Alías / Fuente: Voz Pópuli

A principios de los 60, la Unesco creó en París un instituto para fortalecer las capacidades de los estados miembro en el campo de la planificación y la gestión educativa. Tras años de experiencia, Muriel Poisson, una de las investigadoras del centro, asegura que no se puede obviar la corrupción en escuelas y universidades

Favoritismo, nepotismo, clientelismo, trabajadores fantasma, tráfico de influencias, contratación de familiares y amigos, sobornos o la extorsión y la malversación de dineros públicos… La corrupción abarca un amplio espectro de conductas que afectan, aunque durante años haya sido tabú, a los sistemas educativos. Y no solo en los países en vías de desarrollo. Según la investigadora Muriel Poisson, responsable del Programa sobre Ética y Corrupción en la Educación en el Instituto Internacional de Planificación Educativa (IIEP), la corrupción en escuelas y universidades es un problema a nivel mundial que también afecta a Europa.

Hace más de diez años, esta investigadora francesa comenzó a estudiar las malas prácticas cometidas en el ámbito educativo en el marco de sus funciones dentro del IIPE, un centro creado por la Unesco en París a principios de los años 60 para fortalecer las capacidades de los estados miembro en el campo de la planificación y la gestión educativa. Aunque la misión del instituto es promover el desarrollo de competencias para la definición y la implementación de políticas, así como de estrategias de cambio educativo, Poisson asegura que no se puede obviar el tema de la ética y la corrupción en escuelas y universidades.

Junto al también investigador Jacques Hallak, presentó en 2010 un extenso informe titulado ‘Escuelas corruptas, universidades corruptas: ¿Qué hacer?‘, en el que explica que la estrategias más eficaces para mejorar el gobierno, la transparencia y la rendición de cuentas en la educación se basan en principios iguales «tanto en los países ricos como en los países pobres» y consisten en mejorar el marco regulador, reforzar la capacidad de gestión, y establecer un control social sobre el uso de recursos. Según los autores, un proverbio oriental lo ejemplifica de forma gráfica: Dejar abierta la puerta de la despensa es una invitación a robar.

¿Qué les llevó a estudiar la corrupción en el sector de la Educación?

Comenzamos a trabajar en el tema de la corrupción hace unos quince años, en un momento en que el tema no era tan discutido como lo es hoy. La función del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la Unescoes apoyar a los ministerios de educación en el desarrollo de sus sistemas educativos en todo el mundo, pero en la práctica de nuestra profesión, no podemos darnos el lujo de no tener en cuenta la corrupción. Si hablamos de financiar los sistemas educativos, no podemos ignorar el hecho de que algunos de los recursos asignados a las escuelas nunca llegan esos sistemas debido a la apropiación indebida de los fondos.

¿Cuáles son los problemas más recurrentes?

Existen múltiples problemas de corrupción en el sector educativo. El primero, se relaciona con el financiamiento de la educación y la pérdida de fondos. Por ejemplo, cuando un ministerio asigna cien dólares, a veces solo 80 llegan a las escuelas debido a la recaudación de fondos.

La contratación de personal del propio Ministerio de Educación, de autoridades descentralizadas y del personal a nivel escolar y universitario es otro de los problemas. La dificultad aquí es que la contratación de personal no siempre se hace de acuerdo con criterios objetivos basados en el mérito, sino más bien por favoritismo o nepotismo, lo que por supuesto puede afectar tanto la eficiencia como la calidad.

Un tercer problema a destacar es el de los procesos de selección de estudiantes en todos los niveles del sistema, es decir, la admisión a instituciones, exámenes y procesos de selección para el acceso a la educación superior, y concesión de diplomas. Hay muchos ejemplos de fraude académico: desde las trampas más comunes durante los exámenes, al plagio, pasando por la compra de títulos universitarios.

La contratación de personal no siempre se hace de acuerdo con criterios objetivos basados en el mérito, sino más bien por favoritismo o nepotismo»

¿Difieren los problemas de corrupción en la Educación dependiendo los países?

Efectivamente los problemas difieren según los países porque los niveles de corrupción no son los mismos y porque la capacidad de controlar la corrupción tampoco es la misma. Dicho esto, sería un error considerar que esta cuestión de la corrupción en la educación solo está reservada para ciertos países en desarrollo.

Es un fenómeno ampliamente compartido a escala mundial y los problemas de contratación pública, reclutamiento de personal o selección de estudiantes se dan también en el mundo desarrollado. Ejemplo de ello es la compra de diplomas en Internet o la compra de memorias o trabajos de fin de máster existente en Europa y América del Norte.

¿Cree que es necesario que el Estado establezca mecanismos para prevenir la corrupción universitaria?

En mi opinión, los mecanismos para prevenir la corrupción deberían considerarse tanto a nivel estatal como universitario, incluso en un contexto en el que las instituciones de educación superior disfrutan de una gran autonomía. Depende del Estado establecer el marco general y los principios de transparencia, ética e integridad que deben ser respetados por todo el sistema. Pero corresponde a las universidades traducir estos principios en práctica y garantizar que los riesgos de corrupción y fraude académico del día a día se minimicen.

Incluso en contextos donde las universidades tienen un alto grado de autonomía, es importante contar con sistemas de control externo y auditorías que verifiquen regularmente que las cuentas se mantengan correctamente, que el personal es respetado y los exámenes se desarrollan de forma correcta. No se trata de un acto de desconfianza hacia las universidades, sino de una forma de establecer unas garantías mínimas de buena gestión por parte del Estado y que estas sean respetadas.

¿Qué hay que hacer para evitar la corrupción?

Para luchar eficazmente contra la corrupción en el sector educativo, se deben hacer tres cosas. En primer lugar, es necesario contar con normas y procedimientos más simples y claros que garanticen que los recursos se asignan y utilizan de manera transparente y equitativa. Es importante establecer estándares específicos para la integridad y la ética. Por otro lado, hay que fortalecer la capacidad de los actores para «resistir» a la corrupción. No es fácil, pero significa, por ejemplo, capacitar mejor a quienes están a cargo de cuestiones presupuestarias y contables y a quienes ejercen funciones de control.

La lucha contra la corrupción debe ser un tema de estudio a considerar en el contexto educativo, no hay que olvidar que estamos formando futuros ciudadanos. Además hay que brindar a los ciudadanos la oportunidad de comprender mejor lo que está sucediendo dentro del sector y que puedan ejercer un control social real. Por eso, en el instituto hacemos campaña para promover el acceso a datos básicos sobre los sistemas educativos, tanto a nivel escolar como universitario. Estos pueden referirse a presupuestos, listas de personas a las que han otorgado un título universitario, tesis… Creemos que esta es la clave para fomentar la autorregulación progresiva del sistema a favor de una mayor transparencia.

La lucha contra la corrupción debe ser un tema de estudio a considerar en el contexto educativo, no hay que olvidar que estamos formando futuros ciudadanos»

¿Hay un perfil general de una autoridad universitaria corrupta?

No puedo asegurar que haya un perfil común en cuanto a personas corruptas. Sobre todo, creo que hay procedimientos de contratación irregulares que propician que las personas reclutadas recurran a prácticas corruptas en el futuro. El principio básico del reclutamiento debe ser, ante todo, el mérito y la capacidad de la persona para realizar esta función. Más allá de los individuos, estamos convencidos de que es esencial construir las salvaguardas necesarias para cualquier forma de poder dentro del sistema. No debemos esperar a que los individuos cambien, debemos cambiar las reglas del sistema para alentar u obligar a las personas a cambiar su comportamiento.

¿Qué le parece la idea de crear organismos contra la corrupción dentro de cada universidad?

Esta idea está siendo puesta en práctica por varias universidades de todo el mundo. Es necesario brindarles a los estudiantes, pero también al personal docente y a los agentes administrativos la oportunidad de presentar quejas sobre prácticas que atentan contra la ética. Sin embargo, esto debe hacerse con la obligación, por una parte, de proteger al demandante y, por otra, de garantizar que los procedimientos para tratar su queja se lleven a cabo de manera neutral y objetiva. Dependiendo de la gravedad del caso, las quejas se pueden manejar a nivel universitario, pero en casos graves puede ser necesario ir más allá de la universidad. De los tribunales depende hacer su trabajo.

¿Cree que un político debe dimitir por el hecho de que se le regale un título universitario?

Se supone que cada representante del Estado actúa por el bien público. Se espera que se comporte de una manera que cumpla con los requisitos mínimos de ética e integridad. Hoy, hemos pasado a una nueva era en la que cada vez es más difícil para los cargos públicos ocultar actos de corrupción o violación de la integridad, y la experiencia demuestra que bajo la presión social cada vez es más complicado permanecer en sus puestos, si el sistema no los requiere directamente.

Hemos pasado a una nueva era en la que cada vez es más difícil para los cargos públicos ocultar actos de corrupción; bajo la presión social, es complicado permanecer en sus puestos»

¿En qué posición colocarías universidades españolas en términos de corrupción?

Es imposible clasificar las universidades de acuerdo con su nivel de corrupción por la buena razón de que no existe una visión integrada de la variedad de problemas de corrupción allí surgen ni hay datos suficientes para comparar lo que está sucediendo entre un país y otro. Algunas organizaciones de la sociedad civil han comenzado a establecer clasificaciones universitarias de acuerdo con su nivel de integridad, pero no en el caso español. Se dan por ejemplo en Rumanía o Perú.

¿Qué consecuencias puede tener para la sociedad que la corrupción se instale en la educación?

La corrupción en este sector tiene un fuerte impacto en el acceso, la calidad y la equidad en los sistemas educativos. Son los menos afortunados, aquellos que no tienen los recursos o las relaciones necesarias, quienes sufren más porque no pueden permitirse un sistema corrupto. Más allá de esto, la corrupción en la educación tiene un fuerte impacto para el futuro, porque el principal objetivo de la educación es transmitir conocimiento, pero también valores y normas de comportamiento. Si el sistema educativo en sí mismo se comporta mal, ¿qué podemos esperar de las nuevas generaciones en el futuro?

Fuente de la Entrevista:

https://www.vozpopuli.com/politica/Muriel-Poisson-corrupcion-sistema-educativo-unesco_0_1143186148.html

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El falso dilema de innovación educativa versus experiencia docente

España / 15 de junio de 2018 / Autor: Víctor Manuel Rodríguez / Fuente: El Diario de la Educación

Es necesario asumir, como docentes, que pueden hacerse aportaciones a nuestro trabajo en el aula desde disciplinas como la pedagogía, la psicología, la neurociencia o el feminismo. La práctica de aula no es la única fuente de conocimiento.

No es la primera vez que en este medio abordamos la cuestión de la innovación educativa como un asunto que sigue siendo muy controvertido, dado el contenido de muchas proclamas antipedagógicas y beligerantes con cualquier innovación y cambio que circulan cada día por las redes. Cabría decir también que dilemático si no fuera porque, en realidad, la mayor parte de los pronunciamientos más encendidos parten de una premisa que, desde mi punto de vista, es equivocada, conservadora y defensiva.

Muchas de estas consideraciones plantean la cuestión oponiendo innovación a experiencia docente. Alegan que la mayor parte de las propuestas de innovación se realizan desde sectores o profesionales –a los que suelen denominar gurús– que no han tenido una experiencia práctica en el aula. En realidad, las más de las veces, ni siquiera contrastan si esa experiencia existe. Por lo general, dan por hecho que todo lo que no provenga de una experiencia particular o no haya sido fruto de una especie de insight tras unos cuantos años de brega debe ser automáticamente denostado como ocurrencia, injerencia o delirio.

Imagino que estas prevenciones deberían ser aplicadas, con carácter retroactivo, a filósofos intrusos como Dewey; a psicólogos intrusos como Luria, Vygotski o Leontiev, o a un pedagogo agricultor como Pestalozzi. Entiendo que Piaget podría librarse por los pocos años que pasó por la escuela de Binet, aunque tal vez en aquel tiempo a más de uno/a le parecerían también sospechosas sus aportaciones desde el Instituto Rousseau, la Universidad de Lausana o la dirección de la Oficina Internacional de Educación.

Aunque tal vez, no. Es posible que el paso del tiempo nos haya hecho ver que algunas de las aportaciones que realizaron estas personas insignes pueden ayudarnos a organizar mejor nuestra complicada tarea en las aulas. Lo verdaderamente importante es rechazar con virulencia cualquier idea nueva, cualquier investigación o sugerencia que se realice hoy en día, en especial si proviene del ámbito de la pedagogía, la psicología, la neurociencia, el arte, el feminismo o la ecología. La consigna entre algunos docentes –espero que pocos– podría formularse de esta manera: “Si no se me ha ocurrido o lo he descubierto yo, con todos los años que llevo dando clase, tiene que ser que no vale o, en todo caso, no es necesario, porque no tengo problema en seguir haciendo lo que llevo haciendo toda la vida y además lo hago muy bien. Nadie que no trabaje en un aula está legitimado para hablar de nuestro quehacer”.

Los procesos de innovación y cambio no se gestan sólo en las aulas, aunque la experiencia debería enseñarnos a distinguir cómo podemos mejorar a partir de lo que otros y otras nos proponen y a rechazar también –al menos en nuestra práctica, no de manera generalizada, como suele hacerse– aquello que no tiene cabida, no es pertinente o no se ajusta a nuestra forma de ver y entender las cosas en un determinado momento.

En FUHEM, la experiencia docente acumulada a lo largo de los años nos ayuda precisamente a estar abiertos y abiertas al cambio y la innovación, aunque sin olvidar nuestras necesidades como profesionales y las de nuestro alumnado y familias. Resumo algunas de las conclusiones a las que hemos llegado tras años de experimentar y poner en marcha actuaciones de innovación, a veces con éxito y otras no tanto, por si pudiera ayudar a entender esta breve y precipitada reflexión:

  • Sabemos que la necesidad de innovar tiene que partir de un análisis real de la situación que vivimos cada día en nuestras aulas y centros y no tanto de mandatos y urgencias que llegan del exterior.
  • Entendemos que no todo vale, que pocas cosas funcionan igual en cualquier contexto y que no siempre las propuestas más novedosas o rompedoras son las adecuadas.
  • Sabemos también que, a la hora de poner en marcha procesos de innovación, hay muchas fuentes de las que beber y muchos profesionales o entidades que pueden ayudarnos.
  • Creemos que no es preciso cambiar lo que funciona bien, lo que nos satisface como docentes y lo que valoran nuestras familias y nuestro alumnado, aunque también somos conscientes de que siempre es posible mejorarlo.
  • Estamos convencidas de que promover estos procesos es, en sí mismo, un valor. Que el deseo, las ganas y la energía para cambiar es ya un activo para hacer mejor nuestro trabajo en el día a día, por modestos que sean los cambios que se promueven o incluso cuando no alcancemos todos los objetivos que nos habíamos propuesto.
  • Reivindicamos también que la innovación educativa no puede quedar circunscrita al marco metodológico. Que es preciso ambicionar también otra forma de entender los objetivos, las competencias, los valores o los contenidos que queremos trabajar con nuestro alumnado.
  • Y asumimos, por último, que los procesos de innovación deben ser participativos, consensuados y sostenibles. Y que, para lograrlo, deben partir de la iniciativa de los propios equipos de profesionales de los centros, deben emprenderse a través de procesos de reflexión colectiva, contando con las aportaciones de todas las personas que nos puedan aportar algo y deben ser encauzados a través de las estructuras de coordinación y participación del centro, incluyendo, tanto como sea posible, al alumnado y las familias.

Soy consciente de que esta perspectiva, con los matices que cada cual quiera incorporar, es compartida por muchos y muchas docentes y profesionales de la educación. La preocupación por la violencia con la que se ataca a la pedagogía la compartimos un buen número de personas. Recientemente, se planteaba un debate en una red social, organizado bajo el lema #VolverALapedagogia. A sus impulsores y a todas las que han realizado aportaciones sosegadas y dialogantes, sea cual sea su orientación, les dedico estas líneas. Por nuestra parte, seguiremos formándonos este verano, en compañía de muchos profesionales, para aprender cosas nuevas.

Fuente del Artículo:

http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/11/el-falso-dilema-de-innovacion-educativa-versus-experiencia-docente/

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América Latina y el Caribe registran la mayor reducción de trabajo infantil peligroso

América Latina y el Caribe / 17 de junio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Radio ONU

En cuatro años, ese tipo de trabajo disminuyó 2,4% y el empleo infantil en general cayó 1,5%, según las cifras de la Organización Internacional del Trabajo. La mitad de los niños que trabajan lo hacen en el sector agrícola.

América Latina y el Caribe se han convertido en la región del mundo donde más se ha reducido el trabajo infantil peligroso, registrando una baja de 2,4 % entre 2012 y 2016, destacó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Además, el empleo infantil en general disminuyó 1,5 % durante el mismo periodo en la región.

Los datos se publican en el informe más reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), referido específicamente al trabajo infantil peligroso.

Detrás de América Latina y el Caribe el declive más importante ocurrió en Asia y el Pacífico, seguida por el África Subsahariana.

De acuerdo con la OIT, el porcentaje de niños y niñas latinoamericanos y caribeños entre 5 y los 17 años que trabaja se redujo de 8,8  % en 2012 a 7,3 % en 2016.

Una gran noticia

“La reducción del trabajo infantil y sobre todo de sus formas más peligrosas es una gran noticia para todos. El trabajo infantil es inaceptable desde todo punto de vista, y es muy positivo que en nuestra región estemos avanzando para erradicarlo”, dijo el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.

Agregó, no obstante, que con un poco más de esfuerzo de los gobiernos y las empresas del sector agroalimentario se podría acelerar el paso hacia su eliminación.

La mitad de los menores que trabajan en América Latina y el Caribe lo hacen en la agricultura. A nivel global esa cifra es aún mayor: tres de cada cuatro niños y niñas trabajadores laboran en la agricultura. Así, 108 millones se dedican a la agricultura, la ganadería, la silvicultura o la acuicultura.

“Para lograr que ningún niño o niña tenga que trabajar, los gobiernos deben desarrollar políticas específicas enfocadas en el trabajo infantil agrícola. Pero, además, las empresas del sector deben hacer la parte que les toca, que no es poca”, señaló Berdegué.

Fuente de la Noticia:

https://news.un.org/es/story/2018/06/1435702

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México: La academia reacciona ante el tercer debate presidencial

México / 17 de junio de 2018 / Autor: Nelly Toche / Fuente: El Economista

El sentimiento generalizado de los académicos ante el último encuentro entre candidatos es de decepción.

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Cuba: Estrés juvenil: ¿inevitable?

Cuba / 17 de junio de 2018 / Autor: 

Aprender a conocer las emociones propias y aceptar que a las responsabilidades siempre viene asociado un poco de estrés es el inicio del camino para no sentirse desbordado por la presión

Muchos jóvenes cubanos confiesan haber sentido en alguna ocasión un poco de estrés durante la etapa estudiantil y laboral. Las consecuencias de este fenómeno se observan con frecuencia tanto en el plano emocional como en el desempeño de cada individuo.

El Doctor en Ciencias Sicológicas Miguel Ángel Roca Perara manifiesta que el estrés –una reacción fisiológica del organismo que se presenta en casos donde estamos sometidos a una tarea difícil de asumir– tiene una importante connotación social, tanto cuando la persona se aísla exponiéndose a una mayor soledad, como cuando se encoleriza lastimando a personas afines.

De acuerdo con los especialistas, las causas más frecuentes por las cuales un joven puede sentirse estresado se reflejan fundamentalmente en las exigencias de un alto rendimiento escolar, los conflictos familiares, el acoso, falta de tiempo libre, problemas con su autoimagen, cambios hormonales y conflictos económicos.

Destacan, además, que a veces un poco de estrés viene bien, porque da el empuje y la energía que se necesitan para sobrellevar ciertas situaciones, como tomar un examen o cumplir con algún plazo en el trabajo. Sin embargo, una cantidad excesiva  puede tener consecuencias sobre la salud y afectar adversamente  el sistema inmunitario, cardiovascular, neuroendocrino y nervioso central.

En este sentido y según la opinión del doctor Jorge Bergado Rosado, en la investigación Estrés es tres, «un poco de estrés no es dañino. Los seres humanos, sobre todo aquellos que viven en ambientes sobreprotectores, buscan a veces ese poco de estrés en entretenimientos peligrosos y miedos provocados; pero la situación cambia radicalmente cuando el estrés, físico o sicológico, se prolonga y se torna crónico».

EN LA JUVENTUD CUBANA

Iralmis Ramírez Herrera, estudiante de la Universidad de Ciencias Médicas, afirma que uno de los principales motivos por los que se siente estresada es «la acumulación desmedida de obligaciones estudiantiles con muy poco tiempo para realizarlas y que requieren de una preparación suficiente como para obtener buenos resultados».

Por su parte, Amanda González plantea que «cuando las responsabilidades en la escuela y al mismo tiempo en la casa son demasiadas, siempre existe un poco de estrés, así como en momentos en los cuales las cosas no salen tan bien como quisiera, decepciones amorosas, por ejemplo».

«Normalmente me duele la cabeza a menudo cuando me siento muy estresado, más bien, fatigado intelectualmente, y se presenta casi siempre al momento de terminar una larga jornada en la universidad», expresa Carlos Caparrós, joven de 18 años.

Ante el estrés, muchos jóvenes presentan cambios de humor, con lo cual coincide la joven Patricia Guerra Soriano y refiere, además, que se siente estresada cuando «alguna enfermedad le imposibilita realizar actividades».

«El estrés es inevitable para todo el que quiera obtener buenos resultados en su trabajo o carrera. Cuando sumas la presión del súbito cambio del régimen de estudio con el rigor de autogestionar el contenido, hacer las tareas, participar en las actividades de la FEU e ir a las fiestas (porque también hay que relajar), te das cuenta un día que tienes tantas obligaciones que lo mejor es tomarlo todo con calma», destaca Alejandra Brito Blanco, estudiante del municipio capitalino de Diez de Octubre.

¿NEGATIVO O POSITIVO?

Como ya afirmamos, los estudios han revelado que el estrés influye tanto positiva como negativamente en el ser humano. Al respecto, una investigación mexicana titulada Estrés, cómo repercute en la adolescencia (2015), lo presenta como «la  fuerza  que  nos  ayuda  a avanzar  en  nuestra  vida.  La  clave  entonces  consiste  en  aprovecharlo ante situaciones que demandan nuestro esfuerzo», refiere.

Sobre la repercusión negativa de este fenómeno, el estudio explica que viene determinada por un  contexto y la persona simplemente lo  padece, por ejemplo: el exceso de trabajo, cierto conflicto en una relación interpersonal, muerte de un ser querido.

En los jóvenes cubanos el estrés académico y laboral repercute en el rendimiento, las calificaciones, resultados en el trabajo, y para algunos sicólogos trae como consecuencia la distracción en las actividades cotidianas.

Algunos buscan refugio en las nuevas tecnologías, computadoras y celulares hacen olvidar por un momento la existencia del estrés. Otros, el aislamiento como forma de liberar tensiones; escuchar música o simplemente tratan de hallar un pequeño momento para realizar actividades recreativas con el fin de «despejar un poco», aunque el tiempo no sea suficiente.

Para muchos jóvenes el estrés es un camino inevitable cuando se enfrentan a ciertas responsabilidades.

Asumir un estilo de vida saludable y la realización con frecuencia de ejercicio físico, entre otras actividades, es una vía para superarlo adecuadamente.

¿CÓMO DISMINUIR EL ESTRÉS JUVENIL?

CONOCERSE A SÍ MISMO

– Conozca las señales del estrés, como dificultad para concentrarse o tomar decisiones, enojo, irritabilidad o pérdida del control, dolores de cabeza, tensión muscular o falta de energía.

RECONOZCA CÓMO ENFRENTA EL ESTRÉS

– Determine si practica conductas perjudiciales como fumar, beber o comer alimentos inadecuados para controlar el estrés, o si pierde la paciencia con sus hijos, cónyuge o compañeros de trabajo cuando se siente abrumado por las presiones laborales.

REGLAS DE CONEXIÓN

– Deje que la tecnología trabaje para usted, en vez de convertirse en un esclavo de la tecnología.

CREAR UNA LISTA DE TAREAS PENDIENTES

– Con esto no solo reducirá los riesgos de olvido, sino que también podrá concentrarse mejor en el trabajo que está realizando.

TOMAR RECESOS BREVES

– Mantenga la energía y la productividad dedicándole uno o dos minutos periódicamente a pararse, estirarse, respirar profundo y librarse de la tensión acumulada.

BUSCAR FORMAS SALUDABLES DE CONTROLAR EL ESTRÉS

– Trate de sustituir las estrategias perjudiciales, como consumir alimentos poco sanos, fumar o beber alcohol, por conductas saludables como ejercitar, meditar o hablar con amigos y familiares. Recuerde que algunas son extremadamente difíciles de cambiar y pudieran necesitar la ayuda de un profesional certificado como un sicólogo.

CUIDARSE A SÍ MISMO

– Coma adecuadamente, duerma lo necesario, beba agua suficiente y practique actividades físicas habitualmente.

PEDIR APOYO PROFESIONAL

– Aceptar ayuda de sus amigos y familiares puede perfeccionar su capacidad para controlar el estrés. Si sigue sintiéndose abrumado por el estrés académico o laboral, sería conveniente consultar con un sicólogo, quien podrá ayudarle a controlar mejor el estrés y a cambiar las conductas dañinas a su salud.

* La autora es estudiante de periodismo de la Universidad de la Habana

Fuente de la Noticia:

http://www.granma.cu/cuba/2018-06-12/estres-juvenil-inevitable-12-06-2018-20-06-41

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