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Entrevista a Diana Hincapié del BID: “A pesar de los avances, los niños y jóvenes no están desarrollando las habilidades necesarias”

Colombia/24 agosto 2017/Fuente: Semana

El país debe mejorar su calidad educativa y las habilidades de los jóvenes para que puedan competir a la par con los países más desarrollados. Semana Educación entrevistó a Diana Hincapié, asociada senior de Educación del BID para conocer más de ese tema.

Muchas personas en América Latina y el Caribe no cuentan con las habilidades necesarias para progresar en un mundo rápidamente cambiante. Semana Educación habló con Diana Hincapié, asociada senior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sobre lo que funciona y lo que no en las políticas públicas de educación en el continente y en el país.

De acuerdo con la experta, existen soluciones costo-efectivas que permiten perfeccionar las habilidades en todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la adultez. Aprendiendo de los éxitos y de los fracasos de la región y del mundo, los gobiernos pueden elaborar e implementar políticas basadas en la evidencia que sirvan para preparar de manera más adecuada a sus ciudadanos, empresas y países, de modo que puedan competir en el contexto económico actual que continuará cambiando con el avance tecnológico.

Además, Hincapié será uno de los líderes presentes en la Cumbre Líderes por la Educación 2017 que se llevará a cabo este 20 y 21 de septiembre en el Cubo de Colsubsidio.

Semana Educación (S.E.): ¿Cuáles son las habilidades necesarias para progresar hoy en América Latina y sobre todo en Colombia?
Diana Hincapié (D.H.): Las habilidades necesarias para que los países de América Latina progresen son las que permiten el desarrollo de los individuos en el mercado laboral y se pueden llevar a cabo a lo largo de la vida. En nuestra investigación “Aprender mejor: Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades”, las definimos como las capacidades innatas o adquiridas que aumentan la productividad de un individuo. Estas habilidades se dividen en dos tipos: las generales y las específicas. Las generales mejoran la productividad de las personas en una amplia gama de ocupaciones y se pueden clasificar en tres grandes categorías: habilidades socioemocionales, cognitivas y académicas. Por otro lado, las habilidades específicas son aquellas que aumentan la productividad en una gama reducida de ocupaciones, sectores o empresas. En un mundo rápidamente cambiante, algunos trabajadores pueden sentirse amenazados. Pero el cambio tecnológico y la robotización también ofrecen oportunidades laborales para quienes hayan desarrollados habilidades que les permitan aprender mejor, como por ejemplo, tener capacidades de resolución de problemas, o el pensamiento abstracto y creativo. Los empleadores buscan trabajadores responsables, capaces de trabajar en equipo. Esto es válido para todos los países, incluyendo Colombia.

S.E.: ¿Cómo influyen las políticas públicas y los gobiernos para que las personas aprendan mejor y logren desarrollar su potencial a lo largo de la vida?
D.H.: Estamos en un contexto donde poco a poco la tecnología va tomando más espacios. Afrontar este desafío es fundamental. Si bien los gobiernos de la región ya están haciendo grandes esfuerzos para el desarrollo de habilidades, es necesario que las inversiones se hagan de una manera más eficiente. Deben tomar decisiones basadas en evidencia rigurosa que pueda señalar el camino y exponer tanto los éxitos y las lecciones aprendidas, y proporcionar una base sólida para la toma de decisiones. Con este conocimiento, los responsables de las políticas públicas pueden expandir a escala programas que han demostrado ser costo-efectivos. Por ejemplo, vimos que en promedio, el uso de tecnología guiada con tiempo adicional es más costo-efectivo que extender la jornada escolar. Para contribuir con este esfuerzo, creamos un sitio web (el cual saldrá próximamente) que ayuda a los gobiernos a identificar programas que han sido evaluados de manera rigurosa. Es una herramienta que categoriza, estandariza y presenta evidencia sobre dichas políticas de una forma accesible.

S.E.: ¿Qué se está haciendo bien en el país y qué debería cambiar?
D.H.: La región y el país han hecho grandes esfuerzos para desarrollar las habilidades de sus ciudadanos. Las tasas de matriculación escolar están convergiendo hacia las de los países desarrollados. Por ejemplo, la inscripción en los niveles de primaria, se sitúa a la par con las tasas de las regiones desarrolladas. En Colombia, la tasa de asistencia neta en primaria era de 96 % en el 2015. La brecha de matriculación también se está cerrando en la escuela secundaria. Y el país ha mejorado su desempeño en las pruebas Pisa desde que empezó a participar. Sin embargo, este progreso no es suficiente para cerrar las brechas de habilidades que tenemos con los países desarrollados, ni las brechas que existen al interior de país, entre el sector rural y urbano, o entre estudiantes de diferentes contextos socioeconómicos.

S.E.: ¿Cómo estamos en Educación y en materia de políticas públicas con respecto a los demás países de la región?
D.H.: El país y la región han hecho esfuerzos por aumentar el gasto en educación. Actualmente, América Latina y el Caribe destina en promedio 3 puntos porcentuales más de su producto interno bruto a la educación que hace 25 años. Hoy en día, la región destina a educación cerca del 5% del PIB, un nivel cercano al que invierten los países desarrollados. Colombia está invirtiendo la misma proporción, un punto porcentual más que hace 20 años.  En cobertura, el país se encuentra en el promedio de los países de la región en primaria y terciaria, y por encima de la región en secundaria. Sin embargo, el país se encuentra un poco alejado de las tasas de asistencia neta de los países desarrollados principalmente en los niveles de secundaria y terciaria. A pesar de este gran esfuerzo en aumentar la inversión, los niños y jóvenes de la región no están desarrollando las habilidades necesarias. Por ejemplo, en Ciencias, Colombia ocupó el puesto 57 entre 70 países y economías participantes, por detrás de Chile, Uruguay, Trinidad y Tobago y Costa Rica. A pesar de esto, junto con la ciudad autónoma de Buenos Aires, Bogotá es la ciudad de mejor desempeño dentro de las ciudades que participaron de forma independiente en la región. Pero es importante resaltar que Colombia mejoró significativamente su desempeño en las 3 materias evaluadas por Pisa y está dentro de los 10 países con mejor ritmo de mejora.

S.E.: ¿Cómo ve el BID la inversión en formación de maestros en Colombia?
D.H.: Desafortunadamente, como en la mayoría de los países de la región, en Colombia la profesión docente no es muy atractiva para los jóvenes. Según datos de Pisa 2015, solo el 6% de los estudiantes de secundaria de 15 años reportan estar interesados en ser docentes, frente al 22% que reporta interés en ser ingeniero. Además, los estudiantes universitarios que entran a estudiar Educación son aquellos que obtuvieron los menores puntajes en la prueba Saber 11. Un estudio de Balcázar y Ñopo del 2015 encuentra que durante su formación universitaria las habilidades de los estudiantes de educación empeoran frente a lo que sucede con las habilidades de otros estudiantes. Además, a pesar de los esfuerzos por mejorar los salarios de los docentes, los maestros siguen percibiendo menores salarios que otros profesionales y técnicos de similares características, cerca de 11% menos.

S.E.: ¿Qué hay que hacer para mejorar la inserción laboral en el país? ¿Cómo fortalecer ese paso de la academia al mundo laboral?
D.H.: Lo más importante para mejorar la inserción laboral es el desarrollo de habilidades cognitivas, académicas y socioemocionales, que permitan a los niños y jóvenes estar preparados para enfrentar un mundo laboral cambiante. Igualmente es necesario garantizar su desarrollo a lo largo de las diferentes etapas de la vida, ya que la actualización de ellas es la clave para asegurar la continua empleabilidad de los trabajadores. Particularmente, los empresarios han manifestado que no encuentran a jóvenes con las habilidades necesarias para el mundo laboral. En un estudio del BID que encuestó a 1.200 empresas en América Latina, el 88 % de los empleadores manifestó tener dificultades para encontrar empleados con las habilidades adecuadas al egresar de la secundaria. Ese estudio muestra que las habilidades más demandadas por los empresarios son las habilidades socioemocionales, como la responsabilidad, el trabajo en equipo, el autoestima y el autocontrol. Por lo tanto, es clave que se implementen políticas públicas que permitan el desarrollo de estas desde la primera infancia, y a través de la niñez y la adolescencia. Estas políticas deben estar orientadas a mantener a los jóvenes motivados para que no abandonen la escuela, y deben promover una mejora en la calidad de la educación. Además, es importante que el sector educativo trabaje de la mano del sector productivo para que las habilidades que desarrollen los estudiantes sean relevantes para el mercado laboral. La innovación y la experimentación en políticas públicas en América Latina y el Caribe será clave para encontrar y ofrecer las soluciones adecuadas para los numerosos trabajadores que están en el mercado laboral, deseosos de mejorar sus vidas con un buen empleo.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/cumbre-lideres-por-la-educacion-2017-entrevista-diana-hincapie/537330

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UNICEF: 70 millones de niños viven en pobreza en Latinoamérica

América Latina/ 22 de agosto de 2017/Autor: EFE/Fuente: http://www.el-nacional.com

La directora regional de la organización advirtió que el continente es el que «más desiguala» a la niñez y el más violento para los menores de edad.

La pobreza y las muertes en la infancia comprometen el presente y el futuro de América Latina y el Caribe, por lo que los países deben reaccionar con ambiciosa voluntad para erradicarlas, afirmó la directora regional de Unicef, Marita Perceval.

Perceval, de nacionalidad argentina, expuso en una entrevista con Efe en Bolivia, las cifras de la realidad de la niñez golpeada por la pobreza, la exclusión educativa, las muertes por causas evitables, la desnutrición y la violencia.

El mundo asumió en 2015 los objetivos de desarrollo sostenible para dar fin a esos males, que en Latinoamérica están presentes sobre todo por el «empecinamiento» de la desigualdad y la violencia.

«Esta ambiciosa voluntad de la comunidad internacional tiene que plasmarse en cada uno de nuestros países y Estados en una América Latina y caribeña que, como saben, no es la más pobre en términos de población, pero somos la más desigual», afirmó Perceval, junto a su representante en Bolivia, Sun-Ah Kim Suh.

Latinoamérica es la región del mundo que «más desiguala» a la niñez y la «más violenta para los niños» no porque tenga conflictos armados, sino por la violencia sufrida en sus hogares, lamentó.

Perceval abogó por analizar con «responsabilidad sincera» y no con «desesperación pesimista» las cifras de los daños a la niñez, que cita para reiterar la necesidad de que los países, en el contexto de la crisis económica, sean más eficientes y no hagan recortes al cumplimiento de los objetivos dedicados a la infancia.

América Latina y el Caribe tiene 195 millones de niños, niñas y adolescentes, de los que 70 millones viven en pobreza, sobre todo en las zonas rurales y los entornos periurbanos, explicó.

Cada año se registran 196.000 muertes de niños menores de cinco años, la mitad en los primeros 28 días de vida.

Asimismo, 6,3 millones de inmigrantes son menores de 18 años y cada vez más migran por cuenta propia huyendo de la pobreza y la violencia.

La exclusión educativa afecta a 14 millones de niños y en el área del cambio climático hay 13,4 millones que viven en zonas de riesgo de sequía y 13,1 millones en lugares de potenciales inundaciones.

Sobre la violencia en la región, 25.000 niños y adolescentes son víctimas de homicidios cada año y 1,1 millones de jóvenes mujeres sufren violencia sexual, según citó, entre los datos más alarmantes.

Además, 6 millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica y 3,9 millones padecen sobrepeso; hay 32.000 menores de 15 infectados con VIH y 200.000 entre los 15 y 24 años.

Perceval enfatizó que es posible avanzar mucho más para cambiar esas realidades, para mejorar la nutrición como lo hizo Bolivia en los últimos años o para acabar con la transmisión vertical del VIH de madre a hijo como sucedió en Cuba, según destacó.

A su juicio, aunque hay grandes diferencias entre los niños de un país y otro, y de un continente a otro, lo que causa «una profunda desazón» son las desigualdades arraigadas dentro de una misma nación.

En ese sentido, llamó la atención sobre zonas de un país de «altísima prosperidad, que parecen del ‘primer mundo’ y los espacios de miseria, abandono, que parecería que Dios por allí no pasó».

Para que los compromisos con la comunidad internacional «no sean un papel mojado, sino proyectos de vida concretos realizables», señaló que en los países hay que trabajar más y llamar la atención sobre lo que falta por hacer, a la vez que destacar lo avanzado.

Apuntó que durante su visita a Bolivia habló con varias autoridades, entre ellas el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, y percibió que reconocen la necesidad de hacer más.

«Ninguno nos dijo las cosas están todas bien. Creo que es también como uno se aproxima para con respeto decir las cosas se pueden hacer mejor y hay cosas que no están haciendo y que se deberían hacer», sostuvo la funcionaria internacional.

Además, destacó la importancia de que no solo el Estado haga su trabajo, sino también las familias para frenar la violencia contra niñas en sus propios espacios de convivencia o con la participación de empresarios cuando hay explotación laboral.

En este último sentido, destacó un proyecto que permite a los empresarios de la zafra de Bolivia lograr una certificación de producción cuando evitan la explotación de la niñez y adolescencia en la recolección de la caña de azúcar, algo que antes era común.

Sobre la necesidad de no hacer recortes en Latinoamérica para los temas de infancia, Perceval concluyó que «avanzar lleva años, retroceder un instante», pero si un Estado decide hacerlo está decidiendo sobre «el presente y el futuro de un país».

«Creo que la mayoría plena de los pueblos y gobiernos de nuestra región no quieren retroceder, pero si hay que reconocer que está costando más avanzar», finalizó.

Fuente:

http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/unicef-millones-ninos-viven-pobreza-latinoamerica_199700

 

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Over 10,000 women and girls reached in disaster-affected Peru

Peru/Agosto de 2017/Autor: Juan Pablo Casapia/Fuente: UNFPA

Resumen:  Las inundaciones y las fuertes lluvias en la costa norte del Perú causaron un desplazamiento generalizado y daños entre febrero y abril. Más de un millón de personas fueron afectadas y se declaró el estado de emergencia. Las mujeres y las niñas se enfrentaron a algunos de los mayores desafíos, incluyendo la amenaza de la fiebre del dengue y Zika a las mujeres embarazadas, las barreras a los servicios de planificación familiar y el mayor riesgo de violencia de género que a menudo se intensifica durante las emergencias humanitarias. El UNFPA ha estado trabajando con el gobierno y los socios locales para asegurar que las mujeres y niñas afectadas reciban los servicios que necesitan. En julio, se había calculado que unas 10.000 mujeres y niñas habían recibido servicios de salud reproductiva que salvaban vidas y esfuerzos para prevenir la violencia de género.

Flooding and heavy rains on the northern coast of Peru caused widespread displacement and damage between February and April. Over a million people were affected and a state of emergency was declared.

Women and girls faced some of the greatest challenges, including the threat of dengue fever and Zika to pregnant women, barriers to family planning services, and increased risk of gender-based violence, which often escalates during humanitarian emergencies.

UNFPA has been working with the government and local partners to ensure affected women and girls receive the services they need. By July, an estimated 10,000 women and girls had been reached with life-saving reproductive health services and efforts to prevent gender-based violence.

UNFPA is working with the government and local partners to ensure women and girls have access to the care they need. © UNFPA Peru/Angela Valverde

Mobile brigades bring care and information

In the hard-hit departments of Piura, La Libertad and Lambayeque – where over 210,000 have been affected – UNFPA and the Regional Health Directorate have deployed mobile brigades staffed by physicians, gynaecologists, obstetricians, psychologists and social workers.

UNFPA has also organized more than 150 awareness-raising sessions in roughly 20 camps and communities in the most affected areas, reaching more than 10,000 women.

These sessions address issues including where to find maternal health care, how to prevent unintended pregnancy, how to identify the signs of pregnancy complications and how to preventing dengue, Zika and Chikungunya infections.

Marta*, a 34-year-old mother of two, is living in a San Pablo shelter. She says access to reproductive health care has offered her family peace of mind in a difficult time.

“Suspecting that I might be pregnant, I went to see an obstetrician from the mobile brigade of the San Pablo health centre,” she told UNFPA. “My pregnancy test was negative.”

She was relieved, and decided to learn more about the family planning services available. “I received advice on family planning, information on the risks of being pregnant under these circumstances, and contraceptive pills.”

She discussed what she’d learned with her husband, and together they decided to avoid pregnancy until their lives are more stable.

Preventing and responding to gender-based violence

UNFPA is also supporting efforts to prevent and address gender-based violence.

Marta* and her husband plan to use family planning until their lives are more stable. © UNFPA Peru/Angela Valverde

In camps in Piura, one of the worst-affected departments, UNFPA distributed 7,500 protection kits to women and girls. The kids contain whistles, solar flashlights, padlocks and other items.

UNFPA also worked with community members to spread messages that promote safety and help survivors of violence find support services.

Information was distributed about a helpline for survivors of violence, run by the Ministry of Women and Vulnerable Populations. Community members were also encouraged to identify reliable leaders to contact when needed. And women and girls were urged to use their whistles to alert authorities if they are in danger.

“When we received the whistle, we realized it was an important tool for us to communicate,” said Carmela*, 33, a resident at the Nuevo Santa Rosa shelter. “Ever since we began using it, we have felt more protected, because we know that if a problem arises and we blow the whistle, the community will come to our help.”

Strengthening communities

UNFPA also provided medical and surgical equipment, health-care personnel and technical assistance to improve public health in emergency-affected areas.

Experts say the humanitarian response has helped community members support themselves and each other.

“Community committees for protection against violence towards women were created and strengthened,” reported Elena Zúñiga, UNFPA’s representative in Peru.

And there has been increased recognition of the value of sexual and reproductive health care.

“Awareness-raising and information activities led to an increase in the demand for sexual and reproductive health services at medical units,” Ms. Zúñiga said.

Fuente: http://www.unfpa.org/news/over-10000-women-and-girls-reached-disaster-affected-peru

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OEI: Aprendizaje entre pares en Iberoamérica para el ODS4 de la Agenda 2030

19 de agosto de 2017.  Fuente y autor: OEI.

El aprendizaje entre pares viene siendo en los últimos años una fórmula muy revalorizada, especialmente en la creación de políticas públicas. Este método, basado en el trabajo conjunto entre dos profesionales de la misma área,  es de gran utilidad entre las organizaciones internacionales y sus miembros, donde el intercambio de buenas prácticas es fundamental para aprender de las experiencias mutuas y enriquecer sus futuras acciones.

El campo de la educación es uno de los que más ha puesto en práctica el aprendizaje entre pares, con el fin de obtener mejores resultados en las reformas educativas que se llevan a cabo. En este sentido, el método del aprendizaje entre pares está siendo especialmente útil en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS), que vela por garantizar una educación de calidad.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son 17 metas que nacen en 2015 para sustituir a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con una Agenda para 2030 mucho más ampliada en cuanto a medioambiente, sostenibilidad, paz o desigualdades económicas.

El cuarto ODS busca “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. En relación con él, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó el informe ‘Reforzar el aprendizaje entre pares de las políticas educativas para el ODS 4: el papel de las organizaciones regionales’.

En este documento se pone en valor la capacidad de los organismos regionales para recabar información sobre las políticas que llevan a cabo sus estados miembros. De esta forma, se convierten en foros donde poner en común buenas prácticas, promoviendo la consecución del Objetivo 4.

El informe, divido en las distintas áreas geográficas de acción, destaca la labor de la Organización de Estados Iberoamericanos en América Latina y el Caribe, como uno de los actores más trascendentales en el intercambio de medidas educativas. La UNESCO señala especialmente la iniciativa de la OEI Metas Educativas 2021: ‘La Educación que queremos para la generación de los Bicentenarios’.

El proyecto Metas 2021 se compone de 11 objetivos relacionados con la consecución de una educación universal, de calidad y con fututo en Iberoamérica. Los 23 países miembros de la OEI firmaron esta agenda en la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y De Gobierno de Mar de Plata, Argentina en  2010.

El Instituto de Evaluación y Seguimiento de las Metas Educativas 2021 (IESME) nació paralelo a la aprobación del proyecto, como el organismo encargado de vigilar la evolución en el alcance de los 11 objetivos marcados. Para llevar a cabo esta tarea, IESME publica cada año el Informe ‘Miradas’, en el que se recogen los avances realizados según los datos aportados por las Oficinas Nacionales de la OEI.

Cada dos años, ‘Miradas’ versa de un tema específico en materia de educación que sea de singular interés para la región iberoamericana. Estos informes están basados en el aprendizaje entre pares, pues para su elaboración se comparte información práctica entre profesionales del campo a tratar.

Hasta el momento, los temas en los que ‘Miradas’ ha centrado su enfoque han sido ‘El desarrollo profesional docente y mejora de la educación’ en 2013, ‘La educación de los pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes’ en 2015 y ‘El desarrollo profesional y el liderazgo de los directores de escuelas’ de este año 2017.

Fuente reseñas: http://www.oei.es/Educacion/Noticia/la-labor-de-la-oei-en-la-aplicacion-del-aprendizaje-entre-pares-en

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UNICEF alerta que por año unas 3 mil niñas menores de 15 años son madres

17 agosto 2017/Fuente: Mirada Profesional

Según el informe de la UNICEF «Estado de la situación de la niñez y adolescencia en Argentina», que fue divulgado el mes pasado por la entidad, en 2014 se produjeron alrededor de 117 mil nacimientos anuales en mujeres que poseen entre 10 y 19 años, de los cuales unos 3 mil corresponden a madres menores de 15 años. Este último número representa el 0,4 por ciento del total de nacimientos y el 2,6 del total de nacidos vivos de madres adolescentes. Se estima que los porcentajes apenas han variado en la actualidad.

«Si bien este porcentaje es reducido, tiene una profunda gravedad no solo desde la perspectiva de la propia «niña madre» y su hijo o hija, sino también desde la perspectiva sanitaria, social, legal y jurídica por las consecuencias e implicancias de un embarazo a tan temprana edad. Además, gran parte de estos casos se deben al abuso sexual contra las niñas», advierte el informe del organismo internacional.

En los últimos días, dos casos en la provincia de Mendoza se conocieron dos casos que reavivaron el debate sobre el tema. El primero de los casos se conoció el jueves a la tarde, cuando una niña de diez años llegó con su madre a la guardia del Hospital Notti, acusando un dolor en el abdomen. Al ser revisada, los médicos descubrieron que la pequeña presentaba un embarazo avanzado de 32 semanas. Al otro día, personal médico del Hospital Las Heras, de Tupungato descubrió que una niña de 12 años estaba embarazada de 25 semanas. La joven, oriunda de la localidad de Cordón del Plata, fue trasladada al nosocomio Scaravelli, en Tunuyán, para ser asistida. En el caso ya intervino el Órgano Administrativo Local (OAL) y su padrastro fue detenido.

La titular del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de Mendoza, Roxana Cabrera, señaló en una entrevista que brindó al portal MDZ en junio pasado que «el embarazo adolescente es multicausal. Lo bueno es ponerlo sobre la mesa y abordarlo desde todas las aristas. Se aborda desde las distintas direcciones que tienen que ver con la temática». «Son múltiples las causas que nos llevan a tener un embarazo adolescente: desconocimiento, violaciones, adicciones, la falta de acceso a método anticonceptivo o cuando tienen acceso no sabe cómo usarlo. Esos son flagelos que nos están atacando a nuestros adolescentes además de que hay que trabajar, por lo que hay que trabajar mucho en educación sexual», añadió.

Fuente noticia: https://miradaprofesional.com/ampliarpagina.php?npag=2&id=48681

Fuente imagen: http://cadenaazulyblanca.com/07-2017/resize_1499772684.jpg

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España: El tamaño de las aulas importa: más alumnos, más burocracia y menos tiempo para aprender

España/17 agosto 2017/Fuente: El Diario

  • Las clases masificadas provocan que el profesorado pierda tiempo en imponer orden, perjudican a los estudiantes más desfavorecidos y dificultan la individualización de la enseñanza.
  • España supera ligeramente la media de los países de la OCDE con 22 alumnos por clase en Primaria y 25 en Secundaria.
  • La situación ha empeorado en los últimos años como consecuencia de los recortes porque el descenso de profesores ha conllevado la subida de alumnos.

Apenas se habla de ello, pero es de lo que más afecta al día a día en clase. Cuántos alumnos hay metidos en un aula o con cuántas personas tiene que lidiar un profesor cada hora. Aunque es la parte más visible de esta variable cuantitativa, no es la única. Hay otras, menos evidentes, pero también importantes: cuántos exámenes debe corregir el maestro de cada tacada o con cuántas familias tiene que relacionarse en cada curso. Las ratios condicionan hasta dónde se puede individualizar la atención a los alumnos.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha puesto sobre la mesa la cuestión de las ratios, en general por encima de los límites recomendables, durante su campaña electoral. Prometió que las reduciría a 12 alumnos por clase en Primaria de un curso para otro. Su ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, anunció a principios de julio que en una primera fase se realizará en 2.500 clases de colegios de zonas desfavorecidas. La tarea será ardua. En Francia, según datos de la OCDE, las ratios en Primaria están actualmente en 23 alumnos por clase.

España se coloca justo por detrás de EEUU y por delante, precisamente, de Francia. China lidera la clasificación por países, con 50 alumnos de media en Secundaria y casi 40 en Primaria, y Letonia la cierra con 15 y 16, respectivamente.

Las ratios de alumno por aula en Europa.
Las ratios de alumno por aula.

Hasta 40 alumnos por clase

Los datos de España hay que cogerlos con cuidado. Son medias y, en muchas ocasiones, se nutren de dos extremos: las grandes ciudades suelen tener muchos más alumnos por aula que los entornos rurales o de pequeñas poblaciones. En las grandes capitales puede llegar a haber hasta 40 alumnos en cada clase en los últimos años de bachillerato.

La situación solo ha empeorado en los últimos años como consecuencia de las decisiones adoptadas por la crisis. El descenso del número de profesores ha conllevado automáticamente la subida de los alumnos por clase, como constató CCOO en un reciente informe. Así, en el periodo entre el curso 2008-2009 y el 2015-16 cada aula de un centro público acoge a un alumno más en Primaria y a uno y medio en Secundaria. En regiones como Madrid  la masificación en las aulas ha llegado a la justicia (la expresidenta, Esperanza Aguirre, permitió subir las ratios un 20% de manera coyuntural, pero nunca se bajaron) y en otras como Cantabria están en máximos europeos.

Con Cifuentes, la Comunidad de Madrid mantiene a más alumnos de los que marca la ley porque apela a un decreto que permitía subir el número ante la reducción de plantilla. Sin embargo, se quedó sin efecto después de que el Gobierno anunciara una tasa de reposición del profesorado del 100%. Así las cosas, el limite legal de ratios marca un máximo de  25 alumnos en Infantil y Primaria; 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato.

El tamaño de las aulas importa, explican los expertos. Y no solo en el rendimiento de los alumnos, también en el discurrir de la propia clase o en el gasto educativo. Aunque no hay excesiva literatura específica al respecto, Blanquer sí aludió a «estudios realizados en Francia y en el extranjero» para avalar la propuesta francesa de reducir las ratios.

La OCDE, en su Panorama de la Educación, explica tímidamente que «las clases más pequeñas pueden beneficiar a grupos de estudiantes concretos, como los que proceden de entornos desfavorecidos».

La importancia de la atención individual

Los profesores que están cada día en las aulas confirman estas impresiones y van más allá. «El número de alumnos es una de las cosas más importantes», asegura una profesora de Primaria. «Es la manera de conseguir una atención lo más individualizada posible para cada estudiante. Para mí, en un mundo ideal el máximo razonable son 18-20 y el óptimo, 14-15. Si tienes divididos a los alumnos en grupos de rendimiento (no una división física, está en tu cabeza), puedes centrarte en el que tiene un menor desempeño y el otro trabajará solo. Con tres grupos ya no vas a llegar a todos», explica. Y si en la clase hay alumnos con necesidades educativas especiales, la aseveración anterior redobla su validez e importancia.

Más allá de esto, señala la OCDE, «un mayor tamaño de las clases parece estar asociado a un porcentaje más elevado de estudiantes con problemas de comportamientos y con la necesidad de dedicar más tiempo a mantener el orden, en vez de a la enseñanza y al aprendizaje».

Los datos de la OCDE muestran que en los países con menos alumnos en cada clase (Letonia o Estonia, con casi 15 alumnos), los profesores dedican casi el 85% del tiempo a la enseñanza y el aprendizaje, mientras que en los que más tienen (clases que rondan las 35 personas), este porcentaje cae por debajo del 75%. La media de la OCDE no llega al 80%. En una clara correlación, en los países con las aulas más masificadas el 15% del tiempo se va en mantener el orden en clase, mientras que los que menos alumnos tienen no llegan al 10% de los minutos invertidos en esta tarea.

Además, como recuerda otra maestra, no solo se trata de las horas de clase en sí. Más alumnos significa más exámenes que corregir y, sobre todo, más familias que atender durante el curso. De nuevo, más tiempo dedicado a la burocracia y restado a las tareas puramente académicas que limita esa individualización de la enseñanza a la que apuntan los expertos como el camino a seguir.

En Francia, pionera en la reducción masiva de ratios si mantiene la promesa, tienen tarea por delante. Tanta, que los sindicatos del país creen que no lo van a lograr. Reducir el número de alumnos por aula requiere más clases físicas y más profesores. La parte de los maestros más o menos se puede acometer, es cuestión de dinero. Más dificultades presenta la de las aulas. De momento, como solución temporal, los directores se plantean separar las clases que ya tienen por la mitad con algún recurso coyuntural (una cortina, un muro) o utilizar las aulas informáticas.

Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/importancia-tener-pocos-alumnos-clase_0_670883145.html

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Entrevista a Trinidad Donoso Vázquez: “Todavía el profesorado considera superiores a los chicos en unas materias y a las chicas en otras”

17 agosto 2017/Fuente: Educaweb

Un estudio de la OCDE muestra que las expectativas de los padres y los docentes contribuyen a crear una brecha de género a temprana edad, impactando en la elección de carreras científicas. De esta forma, sólo 1 de cada 20 niñas considera cursar una carrera en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas, frente a 1 de cada 5 niños. A pesar de obtener resultados similares en la prueba PISA de ciencias de la OCDE.  

¿Cuáles son los condicionantes de género que influyen en la elección de unos estudios o profesión?

La expansión educativa que ha tenido lugar en España en los últimos decenios ha permitido una democratización en el acceso a los niveles de enseñanza superiores y universitarios de los cuales las mujeres han sido uno colectivo particularmente beneficiado. Se trata de una de las conquistas históricas de más impacto social, particularmente en términos de reducción de las desigualdades de género, al permitir mayores cuotas de igualdad profesional, personal y familiar para las mujeres.

Aun así esta democratización se acompaña de dos fenómenos no resueltos por nuestros sistemas educativos: En primer lugar, la desigual orientación en la elección de estudios de chicos y chicas, que reproduce los estereotipos de género y la infra-representación de las chicas en carreras tecnológicas. Las estadísticas confirman que el 53,3% de los estudiantes matriculados en la universidad son mujeres. Por áreas, son mujeres el 72,4% de las personas matriculadas en Ciencias de la Salud, el 61,32% en Humanidades, el 62,05% en Ciencias Sociales y Jurídicas, el 56,71% de Ciencias Experimentales y el 26,76% en las Ingenierías y carreras técnicas. (Véase evolución del Instituto de la Mujer, 2010; INE, 2010, 2013).

En tercer lugar, la realidad a la que se enfrentan las tituladas en el mercado de trabajo indican sesgos de género que se mantienen en las tasas de empleo a favor de los hombres, los puestos de trabajo de mayor responsabilidad con escasa participación de mujeres y la brecha digital de género, que aunque ha disminuido en los últimos años, sigue presente.

También se observan los mismos sesgos en cuanto a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Con mayores cargas femeninas en el ámbito de la familia y menor en el ámbito personal. (Véase evolución del Instituto de la Mujer, 2010; INE, 2010, 2013).

Esta situación real nos indica que el punto de entrada de hombres y mujeres en la vida universitaria no es la misma, y que la proyección profesional de unos y otras está marcada por desigualdades tanto en la vida universitaria en sí como en el mercado laboral.

Ante estas cifras e indicadores creemos que la orientación educativa y profesional podría hacer mucho en nuestro país para paliar una realidad a todas luces no equitativa.

Los condicionantes de género están presentes en toda la estructura social, la familia, el sistema escolar, los mass media y el imaginario social que otorga expectativas, roles, creencias, comportamientos y actitudes normativizados hacia un sexo y lo coloca en unos cánones cerrados y rígidos en situación de desventaja respecto al otro sexo.

Hacer un repaso a todos los condicionantes de género nos llevaría mucho tiempo y espacio. Algunas consideraciones no tan analizadas.

Las expectativas familiares están presentes, a veces de manera sobreprotectora y paternalista, ningún progenitor quiere ver a su hija en situación de desventaja, sino con todas las probabilidades de éxito. La elección de estudios en que las mujeres están infrarrepresentadas no es una buena imagen para las familias porque piensan que sus hijas pueden fracasar y estar más expuestas en esos ambientes.

Los mass media siguen, a pesar de la presión social y la insistencia de algunas instituciones que trabajan en pro de la equidad, ofreciendo modelos de valores reproductivos asociados a las mujeres y valores productivos asociados a los hombres. Esto de por sí está lanzando el mensaje de que las profesiones y carreras ligadas al cuidado son más propias de mujeres y las ligadas a valores productivos ligadas a hombres. Pero no debemos olvidar que el significado social y la valoración que tienen unas y otras son diferentes.

Hay un factor «llamada» que se produce entre compañeros y compañeras de estudios. Ese factor llamada está condicionado por las elecciones profesionales que hace la mayoría. Pocas chicas se aventuran a elegir profesiones en «solitario», no elegidas por sus compañeras o elegidas por un número muy reducido.

¿En qué etapa formativa o edad se empiezan a interiorizar los condicionantes de género que influyen en la elección de estudios?

 Aunque en la adolescencia se estabilizan los intereses profesionales, éstos son modulados por el ambiente, por lo cual los condicionantes que influyen en la elección de estudios comienzan a funcionar en la temprana infancia.

Los intereses propiamente dichos, en cuanto a elecciones conscientes y preferencias, no son un elemento aislado de otros procesos psicológicos que intervienen a lo largo de la evolución. El tema de las expectativas de éxito y expectativas de resultados van a influir en todo el entramado que prepara las elecciones. Estas expectativas de éxito y resultados son diferentes para niños y niñas, aparecen en lo que se espera de ellos en el entorno familiar y cómo se enfrentan a acciones que les van a resultar más exitosas y más premiadas. Continúan en el sistema escolar, con aquellas competencias que serán más premiadas y desarrolladas. Y estas competencias vienen mediatizadas por los resultados en las diferentes materias.

¿De qué forma se puede evitar la asignación de roles de la que habla el estudio de la OCDE?

Mediante una auténtica escuela coeducativa, como modelo de educación que persigue transformar los estereotipos de género desde el reconocimiento de las diferencias de género, desde una perspectiva crítica con el orden patriarcal y el androcentrismo subyacentes al currículo escolar y el conocimiento científico. Apostar por un modelo coeducativo que persiga, fundamentalmente, superar los estereotipos derivados de la tradicional división sexual del trabajo, acercando las chicas a las materias y elecciones profesionales en las que los hombres han sido tradicionalmente predominantes. Revalorizando también los saberes y valores femeninos, a fin de que se conviertan en universales, y no un reducto exclusivo de las mujeres y del ámbito privado.

Los estudios sobre diferencias de rendimiento por materias en función del sexo, concluyen que las chicas tienen más probabilidades de alcanzar niveles de excelencia en ciencias si se trata de entornos «coeducativos».

Pero no debemos olvidar, que cualquier modificación organizativa por sí sola no genera efectos si no hay una modificación sustancial de las expectativas del profesorado sobre la reproducción de los estereotipos de género.

Las expectativas de alumnado y profesorado van a tener una incidencia en el rendimiento que a su vez va a incidir en sentimientos de autoeficacia y en las elecciones posteriores. Es sabido que una autoeficacia positiva hacia unes materias influirá en elecciones donde esas materias tengan un valor preponderante en el currículo. Todavía el profesorado considera superiores a los chicos en unas materias y a las chicas en otras.

El comportamiento del profesorado en clases de ciencias, matemáticas, sociales y lengua avalan que el profesorado tendía a dirigir más preguntas en les clases de matemáticas a los chicos que a las chicas, mientras que en les asignaturas de geografía, a las chicas se les preguntaba el doble que a los chicos.

En cuanto a la metodología utilizada en la enseñanza, los resultados indican que existen posibles diferencias en los estilos de aprendizaje del alumnado según el género, que a la vez se encuentra mediatizado por los estilos de enseñanza de los y las  docentes (las pedagogías más activistas y menos directivas benefician a las chicas).

En cuanto a los procesos de evaluación, el profesorado considera que los chicos tienen más aptitud que las chicas para responder exámenes tipo test, lo que pone de manifiesto la incidencia de la metodología de evaluación en los resultados de aprendizaje.

Es un elemento fundamental la presencia de profesores con tendencia a cuidar del alumnado y proactivos en la eliminación de los estereotipos de género.

¿Cómo se aborda o se debería abordar la cuestión de género en la orientación académica y profesional?

La institución escolar necesita realizar muchos cambios para adoptar la perspectiva de género, tanto en el currículum, como en los materiales, la organización escolar, la metodología docente,  la gestión de los espacios, etc. Orientadoras y orientadores en los centros escolares parecen tener muchos de ellos ceguera de género para ayudar e intervenir en este sentido. Algunos ejemplos a continuación.

Los contenidos que se barajan en muchos programas de orientación son equivalentes para chicos y chicas o niños y niñas, programas la mayoría de las veces implementados en el marco escolar. Sin embargo, las competencias emocionales de partida de chicos y chicas son diferentes, en este como en casi todos los casos, y a los chicos se les promueve el saber comprender, aceptar y expresar sus emociones, algo que les ha de conducir a una mayor autoconciencia emocional, mientras que a las chicas no se les promueve el eliminar impostaciones exageradas de reacciones emocionales y sentimentales, debe ser porque se las considera con más «naturaleza» emocional, pero obviamente salen perdiendo, porque esto las va a conducir a percibirse como seres emocionales, no como seres con competencia emocional. Podría seguir hablando de estos programas en cuanto a otros elementos como la asertividad y la autoestima, también tratados ampliamente, pero creo que como ejemplo es suficiente.

Los programas de enseñar a pensar o desarrollar el pensamiento crítico adolecen en principio de algunos elementos ya especificados en el párrafo anterior. No consideran el diferente punto de partida de niños y niñas en cómo captan y transforman la realidad. La conciencia crítica proviene de la conciencia histórica, la conciencia participativa y la conciencia en cuanto a posibles modelos de organizar esa realidad. En el caso de las chicas no pueden tener una conciencia histórica porque la invisibilización de las aportaciones culturales de las mujeres sigue siendo todavía invisible. En cuanto a los modelos organizativos tanto en las instituciones como en la sociedad en su conjunto queda claro quien ocupa los puestos de poder Si nos situamos en la conciencia participativa habría mucho que decir en cómo y cuándo se les da la palabra  a las chicas y cómo se desarrolla el discurso en las aulas, no solo es cuánto tiempo tiene alguien la palabra sino la fuerza o la atención que se le concede.

Estos dos ejemplos demuestran que la perspectiva de género en orientación, cuanto a tener en cuenta el punto de partida, la realidad generizada de chicos y chicas, no ha sido considerada.

En los 90, Murray y Glen comentaron que aunque la ignorancia sistemática en la orientación de la perspectiva de género había comenzado a diluirse, su inclusión en el quehacer profesional deber ser asumida con claridad y conciencia disciplinaria, profesional y personalmente «ya que el no hacerlo sería inevitablemente una invitación al desastre» (citado en Villareal, 2001:53)

¡Hace más de dos décadas! ¿Cuántos cambios podemos mostrar desde entonces en nuestra realidad en el campo de la orientación relacionados con su asunción de una perspectiva de género?

Dos propuestas hago para una orientación con perspectiva de género.

Orientación desinformadora: Una de las principales funciones de la orientación es la de formación. Una formación que se desempeña en los centros educativos formales y no formales, en los programas de orientación, acciones de asesoramiento, en una variedad amplia de contextos y situaciones.

El profesional de la orientación necesita profundizar en qué, cómo y a través de qué se realiza la transmisión de conocimiento. La transmisión de conocimiento no es meramente una transmisión de contenidos, pasar de un recipiente a otro, es un encuentro entre dos personas o una persona y un grupo, donde el profesional genera una predisposición que permite, desde pequeñas unidades de información, sean estrategias, habilidades, procesos, destrezas, activar una complejidad de elementos cognitivos, afectivos y conductuales de la persona, a partir de las cuales recrea esas unidades para sí mismo y para el contexto donde tiene que desarrollarlos de forma efectiva.

Este proceso de transmisión de conocimiento tendría que estar marcado por la duda. Duda de lo que sabe y duda del conocimiento social acumulado. Duda de los contenidos, conceptos y categorías imperantes en los procesos formativos establecidos. La persona orientadora debe interpelar de manera continua al conocimiento considerado válido por dos cosas:

Porque este conocimiento es fruto de una realidad histórica marcado por  las discriminaciones y sometido a unos valores y creencias interesados.

Porque las posiciones ante cualquier temática son inconmensurables y el diálogo está contaminado  ya que el poder y las jerarquías siempre están presentes. Contra ellos, un poder y una jerarquía que predispone a la homogeneización de posturas y de miradas se ha posicionado siempre el feminismo alertando de la reducción de posiciones  a una dominante.
Una postura que intenta encontrar las otras miradas, las voces ocultas u ocultadas. Esto requiere un respeto a la complejidad de miradas, no buscando la integración, sino una perspectiva de convergencia de conocimientos parcelados.

Orientación transgresora: No creo que haya otra manera de entender la introducción de la perspectiva de género sin caer en falsos apaños. El género es una categoría analítica subversiva, busca romper con las estructuras establecidas, romper el contrato sexual a partir del cual se estructura la sociedad en jerarquías de poder. Busca desestabilizar unos valores arcaicos imperantes y recuperar otros, presentes en la esfera privada, desprovistos de valor económico y poder. Entre ellos el valor del cuidado.  El desarrollo humano necesita sobre todo del cuidado que recibimos de las personas con las que estamos vinculadas afectivamente. Una sociedad de espaldas al cuidado no es concebible, aunque sí es un futuro posible e incierto en un mundo la juventud no apuesta por esta ética, entre otras causas por falta de formación. Pero seguimos siendo por encima de todo una especie que necesita cuidados y son estos los que mantienen la calidad de vida de una sociedad y la cohesión de ella además del progreso.

La orientación transgresora aspira a redefinir las reglas del juego, de lo público y lo privado, del valor del éxito, de la sostenibilidad de la vida, de las relaciones entre cercanos y extranjeros. Todas las reglas por las que están constituidas las sociedades hoy día.

Se enfrenta al sistema pedagógico que es por definición normalizador, históricamente reproductor del imaginario social y por tanto, con imposiciones heterosexuales. Tener en la mente estrategias para acabar con la normatividad heterosexual la obliga, a este tipo de orientación, a «mirar de cabeza para abajo», revisar el orden  relacional  y simbólico de la vida social y el significado de los símbolos en el orden institucional y político. Quiere dar la vuelta a la perspectiva moralista que se pasea por los centros educativos sobre las niñas y mujeres donde se sigue jugando al «compórtate» en ellas y «vete de clase» en ellos. Los discursos dicen mucho. Y ha de ser transformadora para darle a las diferencias, todas, sobre todo a la más histórica y que es la mayor fuente de desigualdad, la sexual, un lugar privilegiado.

¿De qué forma contribuye la orientación académica y profesional en la igualdad de oportunidades?

La orientación puede contribuir a paliar las desigualdades que surgen no solamente por una cuestión distributiva de recursos y/o capacidades, sino que son también una cuestión social, de convivencia, de alteridad que se manifiestan a través de la dominación cultural sobre las diferencias étnicas, raciales,de género, de sexualidad, o en general lo que acontece con otros grupos estigmatizados

Es responsabilidad de la orientación contribuir a despertar una visión más crítica y una actitud transformadora hacia la sociedad dentro del sistema educativo, el sistema educativo se convierte así en un lugar idóneo para deslegitimar patrones de dominación impuestos por la normatividad generizada y que promueven el sexismo, la homofobia y el discurso de la violencia contra el «otro» diferente.

Desde hace tiempo se llevan a cabo actividades para favorecer que las mujeres accedan a carreras consideradas de hombres como las ingenierías, pero, ¿cuál es la situación en carreras consideradas tradicionalmente de mujeres como magisterio o enfermería?

Mi experiencia es que no se está trabajando de una manera sistemática e intencionada para eliminar sesgos de género atávicos que se pueden reproducir con más facilidad en carreras tradicionalmente femeninas. Las actuaciones se dejan en manos de personas voluntarias con una conciencia crítica hacia las cuestiones de género, pero que no tienen un respaldo en acciones institucionales.

En estas carreras habría que insistir especialmente en:

  • Metodologías didácticas no sesgadas por el género,  que puedan extraer del alumnado la cosmovisión cultural de género-poder y que les haga reflexionar sobre cómo culturalmente se ha elaborado una visión género-poder y cada persona ha incorporado a su propia voz las voces de la su cultura.
  • Estrategias que permitan cambiar las creencias, actitudes y prácticas habituales.
  • Técnicas que permitan interrogarse e interrogar sobre cómo se lleva a cabo la propia práctica pedagógica.
  • Procesos de transformación de los discursos hegemónicos.
  • Procesos de mejora enseñanza-aprendizaje que introduzcan contenidos conceptuales sobre la relación género-poder.
  • Conocimientos no sometidos a la distorsión sexista
  • La conciencia crítica ante los conceptos como ciencia, poder, sujeto, estado… (Incorporar las aportaciones de las mujeres haciéndolas visibles, no es una cuestión de representación, sino de representatividad).
  • Indagar en las resistencias del profesorado hacia la temática de género y poner en marcha procesos formativos para eliminar creencias, prejuicios y mitos.

Fuente noticia: http://www.educaweb.com/noticia/2015/10/13/entrevista-trinidad-donoso-monografico-genero-estudios-profesiones-9064/

Fuente imagen: https://is2-ssl.mzstatic.com/image/thumb/Purple3/v4/0f/86/81/0f86816d-b285-a119-96e3-2bf5220892d0/source/1200x630bb.jpg

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