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¿Qué papel deben desempeñar las instituciones educativas en la sociedad que queremos?

Por: Juana M. Sancho

Conecto el contenido de esta columna con la pregunta planteada en un panel sobre “Sociedad del conocimiento, diálogos y desafíos para la equidad”, en Encuentros BCN 2016. Decidir sobre el papel de estas instituciones ante la aparición de nuevos agentes, recursos, contextos y oportunidades de acceso a la información por parte de las personas, conlleva una serie de cuestiones interconectadas con la línea de pensamiento explicitada en la columna anterior.

Y lo están porque según nuestro posicionamiento frente a las dimensiones del fenómeno, nos inclinaremos por una u otra respuesta. En mi caso, comienzo problematizando el carácter prescriptivo de la pregunta. Llevo años dedicada a la educación, una actividad altamente prescriptiva, pero me cuesta utilizar el verbo “deber”, sobre todo de forma general y fuera de un contexto. En primer lugar, porque como aprendí de George Edward Moore, a menudo caemos en la “falacia naturalista” que, en síntesis, consiste en equiparar falazmente lo que consideramos que “es bueno” con “lo deseado”, con “lo que satisface un deseo” o “lo que existe necesariamente”. Lo que también nos lleva al “ilusionismo legislativo y/o académico”.

Con demasiada frecuencia, a análisis más o menos profundos y complejos les siguen prescripciones tecnicistas y simplistas que no solo no las mejoran, sino que incluso pueden contribuir a empeorar las cosas. En segundo lugar, porque las decisiones sobre lo que “debe ser” suelen estar demasiado alejadas de lo que es y las toman personas que no solo no las llevarán a la práctica, sino que ni siquiera podrán los medios necesarios para que otros las lleven. Dicho esto, junto con otros estudiosos y educadores, considero que, así como la imprenta supuso una transformación fundamental en la forma de representar, almacenar, divulgar y acceder al conocimiento, y tuvo un papel crucial en la manera de organizar la educación formal y en los modos de aprender; las tecnologías digitales de la información y la comunicación comenzaron hace tiempo una gran revolución en todas estas dimensiones, hoy por hoy, con consecuencias inexploradas.

La realidad es que, en estos momentos, las instituciones educativas, incluida la universidad, en general, parecen estar ancladas en el pasado y tener dificultades para crear el presente y el futuro, e incluso para entenderlo. Las multinacionales de la información tienen puestos sus ojos en la educación y desarrollan e intervienen en proyectos tanto en el sector privado como en el público, para garantizar la pervivencia del tipo de sociedad que están contribuyendo a crear, además de multiplicar sus ganancias.

Hoy la investigación y el desarrollo que mueven el mundo, hacia lugares que parecen vedados para una grandísima parte de la población -la brecha entre la riqueza y la pobreza no parece disminuir sino aumentar-, no están en la Universidad, sino en lugares como Silicon Valey.  Un lugar desde el que se lanza el mensaje de que: “La mayoría de universidades del mundo van a desaparecer”,  a lo que algunos añaden, desde hace tiempo, que las escuelas también (Piénsese en el elocuente título del libro de Perelman de 1992, School’s out: hyperlearning, the new technology, and the end of education).

Y se emite porque las empresas han comenzado a decir que lo que se valora no son los títulos que uno tiene, sino lo que uno sabe hacer. De ahí que, para poder responder a la pregunta del principio, lo que yo les preguntaría a las instituciones educativas sería ¿qué es lo que sabéis hacer? ¿Sabéis preservar el pasado? ¿Sabéis comprender el presente? ¿Cuál es vuestro papel en la configuración del presente? ¿Cómo contribuís a la invención del futuro? Seguramente, después de contestarnos estás preguntas llegaríamos a la conclusión de que su papel ha de ser totalmente diferente. Pero la decisión de cuál “debería” ser, depende de la visión del mundo hacia donde queramos ir.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/que-papel-deben-desempenar-las-instituciones-educativas-en-la-sociedad-que-queremos/

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El Salvador: Educación desde la niñez para cambiar la cultura vial del País

Centro América/El salvador/ /Fuente: Prensa Gráfica

Movimiento público, privado y ciudadano “Por buen camino” realizó una jornada de entrega de kits de educación vial a estudiantes, con el fin de contribuir a la formación de la niñez.

Como parte de los compromisos adquiridos de promover un cambio en la cultura vial, el movimiento “Por buen camino”, integrado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), organizaciones civiles y empresas privadas, realizó una jornada de entrega de kits de educación vial a niños del Colegio Claudia Lars, en las instalaciones del Parque de Educación Vial.

Es la cuarta jornada que realiza este movimiento, que comenzó oficialmente en julio de este año, pero lleva trabajando desde hace dos años. Se distribuirán 6,000 libros para colorear y crayolas sobre contenidos de educación vial a escuelas directamente y a través de personal de la empresa SUBES en el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (SITRAMSS).

“Este movimiento público, privado y ciudadano nace con el objetivo de concientizar, de crear pautas de cambios de comportamiento para conducirnos en las vías y el componente de educación es importantísimo”, expresó Carol Colorado, directora de relaciones corporativas de Industrias La Constancia.

El titular del MOP, Gerson Martínez, destacó la importancia de trabajar en la educación vial: “Y nos permite ir educando a una nueva sociedad, porque todavía en las calles se impone la ley de la selva, la del más fuerte o la ley del más abusivo, y eso provoca muertes, provoca heridos y provoca personas con discapacidad”.

“Le apostamos grandemente a la formación de estos niños en educación y seguridad vial. El parque está atendiendo al año alrededor de entre 25,000 y 30,000 personas en educación vial”, dijo Edwin Flores, director de Tránsito del Viceministerio de Transporte (VMT).

Sin embargo, considera que los problemas de conducción son de carácter estructural que hay que resolver. “Tristemente, también eso implica la realización de alguna reformas de índole legal. Nosotros tenemos un reglamento de tránsito de hace casi 20 años. Eso implica que de repente nos quedamos desfasados”, expresó Flores.

Las reformas tienen que ver con adecuarse a los estándares internacionales y tener acciones de mayor control, como crear los centros de profesionalización de la conducción, que abarque a motoristas de transporte colectivo, de carga y de empresas. También que los motociclistas usen cascos certificados.

Por otro lado, Martínez señaló que la Asamblea Legislativa no ha aprobado reformas para endurecer las sanciones: “Una de las medidas es que aquellos conductores temerarios que provocan tragedias, muertes, heridos y que reinciden una y otra vez, que alcoholizados o drogados hacen eso, mi punto de vista es que debía de quitárseles la licencia para siempre”.

Disponible en la url: http://www.laprensagrafica.com/2016/10/21/educacion-desde-la-niez-para-cambiar-la-cultura-vial-del-pais

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¡Basta ya de pensar la educación desde posturas económicas!

23 de noviembre de 2016 / Fuente: http://www.elespectador.com/

Por: Alejandro Primiciero Calvo

La educación en Colombia (incluso en toda Latinoamérica) ha sido pensada bajo lógicas eurocentristas, tal como se estableció en su momento durante la Revolución industrial a mediados del siglo XVIII.

Es decir, en aquel entonces en Europa se diseñó un “currículo” para formar futuros empleados y trabajadores obedientes que lograran satisfacer las necesidades económicas del contexto, y de esa manera aumentar la producción mercantil. ¡Y sí que funcionó, porque dos siglos después, Colombia sigue esta lógica educativa (o más bien, lógica económica) en los currículos y planes de estudio de preescolar, primaria y bachillerato de todo el país, como si fuera verdad absoluta!

Una prueba de ello es la jerarquización de las asignaturas. No es casualidad que las matemáticas y las ciencias tengan un grado mayor de importancia que las ciencias sociales y humanas en las instituciones educativas. Y ni qué decir de las casi excluidas artes y el deporte. Pero ¿por qué esta jerarquía? Simple: porque las que están en el tope son más relevantes para el mundo laboral y empresarial (producción-consumo). Esto se reafirma con el ya conocido y elaborado imaginario social que todos hemos escuchado: “No seas pintor, ni fotógrafo, ni literato, y mucho menos estudies filosofía, pues no ganarás dinero ni saldrás adelante”, o el discurso cliché de padre a hijo: “Si no mejoras las notas (números) te saco de las clases de música, teatro, danza o fútbol”, y el otro imaginario del estudiante próximo a entrar a la educación superior: “Estudiaré tal o cual carrera porque da plata”, pero no porque lo hará feliz o contribuirá a la sociedad. Evidentemente, el factor dinero se ha convertido en la cultura dominante y hegemónica dentro de los sistemas escolares.

Esta hegemonía se ha reforzado con el famoso Plan Nacional de Desarrollo, en donde el Gobierno pretende que Colombia sea las más educada de América Latina en el 2025. ¿Educada o perfilada a lo que exige el mercado neoliberal? Además, ¿educada según quiénes y para qué? Porque si educar es estar en los primeros puestos en la lista Pisa o cumplir todo lo que dice la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), apaguemos y vámonos. (El nombre Pisa corresponde a las siglas del programa según se enuncia en inglés: Programme for International Student Assessment, es decir, Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos). De nada sirve invertir en educación si es para hacer lo mismo y jactarnos de un buen puesto en el ranquin mundial. Por cierto, ¡Hitler, Stalin y Pinochet también invirtieron en sus sistemas educativos y el desastre fue enorme! Por eso no es suficiente invertir millonadas en educación; se necesita una pertinente y adecuada política educativa nacional.

Sin embargo, la jerarquización de las asignaturas no es el único componente que influye en este precario sistema educativo, y es aquí donde las pruebas Saber Icfes y Pisa dicen presente, pues, a raíz de estas, la educación se ha convertido en todo un ritual de cifras, estadísticas, exámenes estandarizados, comparaciones cuantitativas que nada tienen que ver con educar. ¡Ministra, la educación no se trata de insumos, producción, distribución y marketing, como McDonald’s! Ni de encabezar tablas de clasificaciones internacionales, como lo hace la FIFA. De hecho, Japón, Corea del Sur y Finlandia están en los lugares más altos de educación para Pisa y, sin embargo, tienen unas de las tasas de suicidio más altas del mundo. Gran paradoja. ¿Ven lo inútil de medir la calidad del aprendizaje a través de exámenes estandarizados nacionales e internacionales?

A propósito de inutilidades que intervienen en la calidad del aprendizaje, se han preguntado en qué momento de la vida real se deben usar el álgebra de Baldor o los elementos químicos que nos tocó memorizar, o a qué hora aplicamos en la vida diaria el teorema de Pitágoras y las palabras esdrújulas. No digo que no sea importante, pero, hasta hoy, enseñar eso carece de sentido práctico y pedagógico en Colombia. Sin embargo, para quien sí tiene sentido, más financiero que pedagógico, por supuesto, es para el Icfes, pues eso es lo que evalúan, puntúan y además cobran al momento de presentarlo.

No puedo evitar nombrar a Howard Gardner, psicólogo que estableció la teoría de las ocho inteligencias, todas con características diferentes e imposibles de “calificar” o categorizar en una prueba o test. ¿Saben cuántas de esas inteligencias evalúa y mide el Icfes? ¡Ninguna! Porque el ser humano es tan complejo y diverso que sus habilidades cognitivas, sociales, afectivas, comunicativas y culturales no pueden medirse con exámenes estandarizados.

Sería bueno incorporar en los planes de aula el cómo hacer una hoja de vida, sacar el RUT, una finca raíz, el catastro, elegir una fruta madura, cocinar o hasta tejer, ¡y que las artes y las ciencias humanas tengan el mismo valor que las matemáticas y el lenguaje! Ahí sí podríamos hablar de calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y quizás así, ministra, podríamos ser los más educados de toda América Latina en el 2025.

Es por eso que en una sociedad tan cambiante y llena de incertidumbres se deben eliminar los currículos fijos, pues el sistema educativo ha sobrevalorado lo cognitivo. Esto precisamente me recuerda una tesis meritoria elaborada por Guido Nule en una universidad “top” del país, sobre ética y responsabilidad social. ¿Ven a qué me refiero? El impacto en la enseñanza debe ser social, cultural, afectivo, humano y ético, no sólo económico.

Por ello, se trata entonces de educar para la integralidad del ser humano, sobre todo en un país como Colombia, en donde violentar contra los derechos de las personas es ya lo habitual. Es decir, el objetivo es formar estudiantes capaces de convivir con el otro a pesar de las diferencias: que reconozcan y garanticen los derechos humanos, que respeten una fila, un semáforo, que protejan el medioambiente, que antepongan el diálogo a la violencia, que sepan regular las emociones, que toleren la frustración, que sientan empatía y solidaridad por el otro y que sepan solucionar los problemas de la cotidianidad desde la ética y la cultura ciudadana.

Y eso es algo que el Icfes, la OCDE o el Pisa jamás podrán evaluar, medir, ranquear y estandarizar, pues los estudiantes Colombianos son más que el resultado de esas pruebas.

Fuente artículo: http://www.elespectador.com/opinion/basta-ya-de-pensar-educacion-posturas-economicas

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¿Puede América Latina unir fuerzas para mejorar la educación pública?

Por: Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

América Latina ha estado experimentando un fenómeno único en los últimos años. Líderes empresariales y comunitarios han unido sus fuerzas en muchos países con un objetivo común: hacer del tema educativo una prioridad nacional y trabajar codo a codo con el sector público y privado para ofrecer ideas, conocimientos y recursos que mejoren la calidad de la educación.

La idea detrás de las organizaciones sociales que han surgido en muchos países latinoamericanos es que los ciudadanos también deben exigir y apoyar políticas educativas efectivas. Si bien la responsabilidad de brindar una buena educación a los niños recae principalmente en estados, escuelas y maestros, también los líderes de familias, comunidades y empresas deben comprometerse con ello.

En América Latina, la calidad de la educación aún está rezagada en comparación con países desarrollados y 23 millones de niños de 4 a 17 años ni siquiera asisten a la escuela. Considerando estas cifras, las organizaciones decidieron que el momento de actuar es ahora si quieren ver resultados en los próximos años. Y optaron por hacerlo de forma conjunta.

El 16 de septiembre, Brasilia, la capital de Brasil, atestiguó la creación de una red de organizaciones civiles y sociales que prometieron en su declaración constitutiva garantizar los derechos de los niños y jóvenes latinoamericanos, intercambiar conocimientos, aprender conjuntamente y unir sus voces en su lucha por una mejor educación.

Hay 13 organizaciones en esta red, cada una de un país diferente en la región: Argentina; Brasil; Chile; Colombia; Ecuador; El Salvador; Guatemala; Honduras; México; Panamá; Paraguay; Perú y República Dominicana. La red cuenta con el apoyo de la División de Educación y el Sector de Conocimiento y Aprendizaje del BID, que ha colaborado no solo en la creación de la red sino también en la estrategia de difusión de conocimiento entre sus miembros. Esta iniciativa también cuenta con la ayuda del movimiento brasileño “Todos por educación”, una exitosa iniciativa digna de ser contada.

Todo comenzó en 2007, cuando un grupo de líderes empresariales formó una alianza y estableció cinco objetivos que deben ser cumplidos para el año 2022. El primero de estos objetivos, por ejemplo, es asegurarse de que todos los niños brasileños entre 4-17 años no abandonen la escuela.

Luego, periodistas, artistas, académicos y otros líderes comunitarios fueron reclutados para apoyar los objetivos del programa en una masiva campaña pública que resaltó la importancia de preocuparse por la educación hoy, no mañana, aunque los resultados se vean a largo plazo.

Funcionó. Según una columna escrita por el periodista Andrés Oppenheimer en su libro “¡Basta de historias!”, una encuesta realizada en 2009 en Brasil reveló que ofrecer una buena educación se convirtió en la segunda prioridad más importante para la población, por detrás de los problemas de inseguridad.

Como tal, el gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva decidió adoptar los objetivos de “Todos por la educación” y dar a la organización el apoyo que necesita desde el sector público.

Hay más organizaciones –que ahora son parte de esta nueva red- que vienen trabajando sobre lo mismo en otros países. Por mencionar algunas: EducAr 2050 en Argentina ha estado trabajando desde 2002 para mejorar la calidad de la educación en el país; ExE Colombia también intenta hacer lo mismo con la ayuda de líderes empresariales, así como Mexicanos Primero México, fundada en 2005.

Ahora estos líderes cívicos y empresariales unieron sus caminos con la esperanza de que América Latina oiga su voz, en un llamado que sin duda resonará en todo el continente.

Fuente: http://www.iadb.org/es/temas/educacion/pueden-los-latinoamericanos-unirse-para-mejorar-la-educacion-publica,4176.html

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«Conocimiento y cambio»: La estratificación del trabajo bajo el Capitalismo Global.

Por: Marxismo Crítico. 23/11/2016

Zak Cope es el autor de Divided World, Divided Class: Global Political Economy and the Stratification of Labour Under Capitalism (Mundo dividido, clase dividida: Economía política global y estratificación del trabajo bajo el capitalismo), obra publicada el pasado Agosto por Kersplebedeb Presscomo parte de su reciente lanzamiento de las series Kalikot. El libro “traza la historia de la “aristocracia obrera” en el sistema capitalista mundial, desde sus raíces en el colonialismo hasta su nacimiento y finalmente maduración en una clase media de pleno derecho en la era del imperialismo. Argumenta que el chauvinismo nacional, racial y cultural en los países capitalistas centrales no es principalmente atribuible a la “falsa conciencia de la clase”, adoctrinamiento ideológico o la ignorancia tanto como la izquierda o el pensamiento liberal asume. Más bien, estas y otras formas relacionadas de fanatismo son expresiones concentradas de los principales estratos sociales del interés económico que comparten las naciones capitalistas principales en la explotación y la represión de las naciones dependientes.

Recientemente tuve la ocasión de entrevistar al Dr. Cope sobre el proyecto.

Nikolai Brown para Anti-Imperialism.com: Saludos y gracias por la entrevista.

Dr. Zak Cope: Es un placer. Gracias por vuestro interés.

NB: Lo primero que quisiera preguntarte es sobre el libro en sí. ¿Para quién lo escribes y por qué; y qué puede esperar encontrar leyendo el libro alguien que quizás solamente está descubriendo el tema?

Creo que las ideas que se discuten en el libro son accesibles y de gran interés para cualquiera que se interese por las relaciones internacionales, pobreza y desigualdad. Además de académicos y estudiantes que investigan en el campo de la economía política, estudios de desarrollo, y la historia de los movimientos obreros y socialistas, espero que el libro tenga cierto atractivo entre profesores, lectores, funcionarios públicos, trabajadores sociales, consejeros, políticos profesionales, anticapitalistas, antirracistas y activistas de liberación nacional, y cualquiera interesado en entender y cambiar el mundo extremadamente desigual e inhumano en el que vivimos. Sobre todo, espero que el libro tenga atractivo para la gente angloparlante in países en desarrollo y gente oprimida en los países desarrollados. Lo ideal es que el libro sea de interés, al menos, para las personas que trabajan en este último también.

Creo que la gente descubrirá tres cosas que no destacan frecuentemente en el libro. En primer lugar, que las depredaciones del colonialismo y esclavitud aportaron no sólo el impulso histórico para el crecimiento del capitalismo y el nacimiento de la clase obrera como tal, sino que también fue una fuente importante de alimento, oportunidades de empleo y terreno para la mano de obra metropolitana. En segundo lugar, el libro recalca un cambio histórico mediante el cual la mano de obra metropolitana depende en primer lugar de la mano de obra colonial para su existencia, después, más tarde, para su sustento cada vez mayor, y finalmente, ahora, de la mano de obra neo-colonial para todo su estilo de vida. En tercer lugar, el libro muestra que las tareas que enfrentan los trabajadores de los países desarrollados no son las mismas que enfrentan los trabajadores de países no desarrollados. Este hecho puede parecer obvio, pero el libro va más allá y muestra que hay una contradicción muy arraigada entre los objetivos e intereses de las respectivas fuerzas de trabajo, como se demuestra en los contratos laborales activos de los trabajadores metropolitanos en la política colonial y neo-colonial.

NB: ¿Cuál fue tu motivación para escribir este libro? ¿Cómo te topas con este tema y qué te llevó a investigarlo?

Tuve tres motivaciones iniciales. La primera es averiguar es por qué los trabajadores en los países ricos parecen haber abandonado el socialismo. Como muestra brillantemente Donald Sasoons en su libro “Cien años de socialismo”, la clase obrera de los países imperialistas lleva un siglo luchando por regular y socializar el capitalismo, no por sustituirlo. Si es cierto que el capitalismo es inherentemente explotador y opresivo, ¿Porqué los trabajadores de los países ricos se han contentado con él?. Es más, ¿Cómo es que los trabajadores de los países desarrollados tienen bastante más que perder, como escribió Marx, que las cadenas?

Mi segunda motivación era confrontar a aquellas ideologías en la izquierda que buscan explicar este fenómeno (éstas son por lo general conservadurismo aburguesado de la clase obrera metropolitana). Así que, para gran parte de la izquierda, es su militancia, su productividad o una combinación de ambas lo que explica la relativa influencia del laborismo metropolitano. Paradójicamente, la izquierda occidental busca explicar el conservadurismo de la clase obrera de una forma distinta. Afirman que la razón del éxito de las políticas conservadoras y ultrareaccionarias del laborismo metropolitano tienen tanto éxito debido al lavado de cerebro ejercido por el aparato ideológico del Estado (intentando justificarlo en referencia a la inseguridad laboral, la precariedad y cosas por el estilo).

En resumen, para gran parte de la izquierda, su falsa conciencia de clase ha hecho que la clase obrera occidental prefiera la socialdemocracia, el corporativismo y el nacional chovinismo (predicando una alianza con la clase capitalista y sus representantes) al socialismo.

Finalmente, y más fundamental, el libro fue motivado por un deseo de recuperar la perspectiva internacionalista tan renegada por un marxismo lleno de pernicioso eurocentrismo. En este sentido, el libro fue motivado por una gran oposición al colonialismo y al imperialismo, que son los verdaderos causantes del aburguesamiento, del reformismo y racismo.

El libro es una continuación de mi anterior investigación a la que yo llamo la economía política de la intolerancia. Mi primer libro, Dimensiones de prejuicios (Peter Lang, 2008) mostró que las creencias dogmáticas irracionales son expresiones de prejuicios estructurados socialmente. Sostuve que creencias sobre la religión, el género, la raza y la cultura no son simples productos de la ignorancia individual o de la falta de educación, pero si el resultado ideológico de varios productos relacionados (patriarcado, supremacía blanca, capitalismo). El nuevo libro añade sustancia al antiguo análisis mostrando que la división entre países ricos y países pobres la trajo el colonialismo y el imperialismo, y el imperialismo en la actualidad es la mayor relación entre diversos productos que moldean el punto de vista de la población. Ideas sobre las masas a punto de dar un salto revolucionario que sólo son detenidas por un sindicato corrupto o un liderazgo político contaminado con propaganda capitalista están constantemente siendo usadas por la izquierda occidental.

A pesar de ello la clase obrera ignora tanto el factor político e histórico del conservadurismo laborista, así como los hechos (paralelos) económicos del aburguesamiento. En resumen, ignora la desigualdad histórica creada por el colonialismo y el imperialismo.

NB: ¿Cuán importante es para los movimientos radicales, emancipatorios o socialistas actuales entender el papel histórico y el rol de la aristocracia obrera? ¿Qué tipo de errores pueden verse como consecuencia de la incapacidad para comprender esta realidad social?.

Hay serios problemas asociados con la incapacidad de entender cómo afecta el imperialismo a la estructura global de clases.

Primero, los trabajadores del Tercer Mundo deben tener cuidado cuando las organizaciones líderes políticas e ideológicas del Primer Mundo declaran ayudarles. Los trabajadores y sus representantes de los países en desarrollo han de estudiar a fondo el carácter tan arraigado que la izquierda del Primer Mundo dejó en todas y cada una de sus manifestaciones, a fin de que puedan formular o diseñar independientemente sus propias estrategias.

En segundo lugar, las escasas reivindicaciones en los países imperialistas de los intereses de los propios trabajadores ha dado históricamente como resultado el tradeunionismo reformista (sindicalismo) y un mayor descenso al nacional-chovinismo. Hasta ahora mientras los trabajadores metropolitanos exigen mayores salarios, los monopolios del trabajo y el proteccionismo industrial se sostienen a expensas de los trabajadores y campesinos del Tercer Mundo y sólo sirven para formar una subsección de la fuerza de trabajo internacional dependiente del imperialismo.

Tercero, comprender como se forma la aristocracia obrera significa entender el imperialismo, y viceversa.

No es casualidad que las organizaciones que no entienden el aburguesamiento de los obreros rebajen por completo la importancia del imperialismo. Incluso las organizaciones socialistas nominalmente enfrentadas al imperialismo fracasan en sus objetivos con frecuencia. Así pues, un grupo de organizaciones socialistas dan prioridad al pacifismo y a la oposición al militarismo, equiparando el imperialismo con el ejercicio de la fuerza bruta contra una o más naciones soberanas. Su papel puede ser una administración en particular o una política exterior. Incluso puede ser el complejo militar-industrial. O bien, el imperialismo podría oponerse a la supuesta ganancia de beneficios de un puñado de banqueros ultramillonarios e inversores extranjeros (incluso, a la máxima, un puñado de bien pagados burócratas sindicalistas y profesionales muy cualificados). En este caso, sólo un 1-5% de los más ricos de la sociedad son vistos como los defensores del capital monopolista.

En cambio, el enfoque multi-facético expuesto en mi libro es tratar el imperialismo envolviendo la transferencia de plusvalor de un país a otro y de un país imperialista como un importador neto de la plusvalía. Sólo este enfoque nos permite medir realmente el tamaño y los límites de la aristocracia obrera y , por tanto, las posibilidades concretas de la creciente oposición efectiva al capitalismo y a sus pilares militares legales, financieros y políticos.

NB: ¿Qué implicaciones y consecuencias tiene el entendimiento de la división del trabajo bajo el capitalismo en las economías centrales, semicentrales y periféricas para la praxis radical y revolucionaria?

En los países desarrollados, una comprensión exacta de la división del trabajo bajo el capitalismo debe tener un impacto en los objetivos, estrategias y tácticas de los movimientos comprometidos con un progreso social real, tanto globalmente como a nivel nacional.

Afortunadamente, el análisis del libro habla por sí solo sobre las conclusiones políticas, especialmente sobre las posibilidades de organizar la oposición al capitalismo en las naciones centrales.

No deseo sonar desanimado con respecto a los que los trabajadores en los países imperialistas han de hacer o buscan hacer, pero lo que debe evitarse es el pronóstico de auto-derrota y mandatos moralistas sin tener en cuenta las condiciones sociales. En los llamados países “en vías de desarrollo”, el principal foco de lo que llamamos “praxis radical y revolucionaria” ha sido evidente durante bastante tiempo. Lo que no ha estado ( o ha sido tan evidente) claro, yo creo, es la extensión en la cual los rivales del imperialismo han confrontado al Primer Mundo como un todo, y no sólo sus miembros más ricos y poderosos.

NB: En los últimos años, parece haber habido un resurgimiento en el discurso sobre la estratificación de la mano de obra. Dentro de este contexto, ¿Qué esperas conseguir con este libro?

Creo que tienes razón en que estos debates cobran relevancia de nuevo, gracias al esfuerzo de grupos como el tuyo.

Espero que el libro pueda ser útil para proporcionar una serie de argumentos a las personas interesadas en desafiar el primermundismo predominante en la izquierda y, por ende, una mejor praxis por su parte. Espero, también, que el libro estimule la necesaria investigación sobre la transferencia del valor en el imperialismo. Hay varias áreas importantes de investigación en el libro sobre cómo debe abordarse un análisis completo de cómo funciona el imperialismo. Por ejemplo, ¿ Cómo la transferencia del valor global descrita en el libro se relaciona con la infravaloración de las divisas del Tercer Mundo en términos de adquisición paritaria?, ¿Cómo se relaciona esto a “la guerra del petrodolar” (ya sea la denominación de la venta del petróleo en dólares de Estados Unidos obligando a los países a tener reservas de dólares, por lo tanto, creando una demanda consistente de dólares y aumentando la presión al valor del dólar, sin importar las condiciones económicas en Estados Unidos)?, ¿Cuáles han sido las consecuencias de la recesión actual en relación con el imperialismo y qué papel ha jugado el imperialismo en la precipitación de la recesión?, ¿Qué métodos y medios alternativos hay para calcular la transferencia de valor desde los países del Sur Global hasta los países imperialistas? Mi libro ha de considerarse un trabajo en progreso, en todos los aspectos.

NB: Pienso que no ves un gran potencial revolucionario o progresivo en las luchas de las masas en los países imperialistas. De todas maneras, realmente me pregunto qué tipo de efectos podría tener en los movimientos más amplios contra el imperialismo una discusión más extensa, sistemática y hermética sobre la economía política global dentro o en los márgenes de las economías imperialistas. ¿Qué importancia ves en las amplias discusiones que exponen estas cuestiones aunque por el momento éstas estén ocurriendo principalmente entre las personas angloparlantes en los países en vías de desarrollo y masas oprimidas en los países desarrollados?. En otras palabras, crees que si los debates acerca de cómo están construidas las clases ganasen más popularidad, incluso entre la gente que se encuentra alienada de las luchas cotidianas de la mayoría explotada, podría lograrse un entendimiento más correcto por ósmosis?. Si suficientes personas empiezan a poner encima de la mesa estos temas de manera crítica, incluso en los idiomas imperialistas (inglés, francés, español), ¿En algún momento podrán formarse grupos nominalmente revolucionarios o marxistas en el Tercer Mundo, algunos de los cuales emprendan luchas armadas contra los Estados neocoloniales?. O bien, dado el compromiso más amplio en estos temas de un sector de la izquierda inglesa ¿Alentar o impulsar a los grupos de la periferia a que tomen o adopten una posición más clara?

De lo contrario, ¿Qué piensas de la posible importancia que pueda tener la discusión de estos temas en vuestro más amplio público? Por último, ¿Cómo encaja el marxismo en vuestro análisis?, y ¿Qué opinas de su significado más amplio con respecto a las tendencias ideológicas como el anarquismo o el islam radical?

En primer lugar, vale la pena mencionar que no son estas ideas sobre la estructura global de clase, como algunos podrían suponer, tan ajenas a los revolucionarios del Tercer Mundo. Kwane Nkrumah, M.N.Roy, Sultan Galyev, Julius Nyere y el Che Guevara son solo algunos de los revolucionarios de las naciones periféricas quienes en su momento u otro han abrazado la idea de que los trabajadores de las naciones centrales estaban recibiendo una parte de la plusvalía arrancada de sus países. (Esto no significa un reconocimiento de cualquiera de las líneas políticas de estos hombres, por cierto). Hoy hay indicios de señales positivas en que los movimientos del Sur Global son cada vez más conscientes del papel que juegan los Partidos y corporaciones conservadoras en los países dominados por el Norte.

En este sentido, estoy de acuerdo en que los sólidos estudios de clases realizados en los países desarrollados pueden servir para fortalecer y espolear a los trabajadores y activistas de la periferia decididos a romper con el imperialismo, incluyendo a sus abanderados de izquierda.

De manera más general, creo que es de vital importancia el que estos temas sean discutidos con el objetivo de aclarar el potencial intrínseco a las diversas luchas sociales, donde quiera que puedan estar sucediendo. Por ejemplo, qué debemos concluir sobre la lucha por la redistribución de la riqueza en el 1% de la población estadounidense, cuando uno de cada diez del restante 99% son millonarios y el resto están en el 10-15% mundial salarial?, ¿Qué debemos decir sobre esos grupos en la izquierda que buscan organizar desde la raíz la oposición al neoliberalismo, aunque alguno de los más famosos partidos anti-neoliberales son fascistas?. Por supuesto, lo mismo vale para el movimiento antiglobalización.

La pregunta para las personas preocupadas con la desigualdad global, incluyendo la desigualdad dentro de la clase obrera es ¿Qué cantidad de la riqueza procedente del imperialismo debemos redistribuir, políticamente hablando?, ¿Qué tiene de positivo la socialización del imperialismo?. Si podemos mostrar como gran parte de la riqueza de los países del Primer Mundo depende de la sobreexplotación, conseguimos ampliar el horizonte social, político y económico de la realidad actual.

El marxismo enseña que la conciencia no determina el ser social (la vida) sino, más bien, el ser social determina la conciencia. Esto significa simplemente que las ideas acerca de lo inhumano de grandes grupos de personas, o nuestro trato con total o absoluto desprecio no caen básicamente del cielo. Son el producto de ciertas condiciones de vida, principalmente, predominan las ideas en la forma que tienen las sociedades de organizar su producción. A lo largo de cientos de años, la producción en las principales naciones se ha organizado sobre bases capitalistas, a las que el marxismo ha proporcionado la más profunda crítica científica. Hoy en día, el capitalismo se ha convertido en algo global, pero el marxismo ha fallado en estar a la altura. Desde mi punto de vista, esto se debe al fenómeno expuesto en el libro, a saber el aburguesamiento ocasionado por un imperialismo específicamente capitalista. Sin embargo, utilizando los conceptos (teoría del valor) y métodos (materialismo dialéctico) desarrollados por el marxismo podemos llegar a ver las raíces materiales, sin duda, mucho más de lo que fueron capaces las doctrinas religiosas y cuasi-religiosas como el Islam o el anarquismo.

NB: Dado lo controvertido que son estos puntos de vista, ¿Cómo han sido acogidos en la Academia y en la izquierda más amplia?

Si ideas como las del libro tienen vigencia en alguna parte, diría que es dentro de la Academia y, en algunos sectores de la izquierda. Sin embargo, en general, la Academia y la izquierda son totalmente hostiles a las ideas que se sostienen en el libro. Para un gran número de socialistas la clase obrera se ha convertido en una vaca sagrada. Y ninguna de todas las manifestaciones chovinistas de los trabajadores metropolitanos debe explicarse, inmediatamente, como culpa suya. Se admite al menos tácitamente que los trabajadores de los países desarrollados son incapaces de actuar de manera racional en sus intereses. A toda costa, nunca debe admitirse por parte de la izquierda que las luchas económicas de la clase obrera occidental en los países desarrollados sólo puedan, en última instancia, tener éxito a expensas de las naciones explotadas. Las personas y los grupos con perspectivas como las mías son criticadas por romper la conexión orgánica entre las luchas del Tercer Mundo y las de los países imperialistas. Esto es así cuando es imposible ver cualquier vínculo entre, por ejemplo, la lucha palestina por su condición de Estado y la lucha de los trabajadores del Reino Unido por salarios más altos o el monopolio de puesto de trabajo vis a vis de mano de obra extranjera.

Se muestra incluso cuando los propios trabajadores no tienen aparente simpatía e incluso indiferencia hacia las luchas de liberación nacional y extranjeras. Lamentablemente, hasta ahora no ha habido realmente un análisis suficientemente sólido y riguroso de la estratificación laboral en la economía mundial capitalista. Este hecho ha facilitado la marginación académica de análisis como el mío, pero esto no lo explica por completo.

El hecho es que, tal y como digo en mi libro, tanto si es por razones de autopreservación institucional, falso cosmopolitanismo bien intencionado o declarada predisposición conservadora, mediante la presentación de la bifurcación de la fuerza de trabajo mundial entre ricos y pobres como resultado de la natural e inevitable de las diferencias nacionales en eficiencia económica, logros educativos y normas culturales, la izquierda occidental, incluyendo a la académica, promulga efectivamente (con eficiencia) una mitigante -pero que sirve a su propio interés- ideología que oculta la estructura imperialista subyacente en la economía política internacional. Esto ha de ser confrontado.

Con todo lo dicho, estoy encantada de que el libro haya sido recogido por la prensa de Kersplebedeb Press como parte de su serie de libros Kalikot. Kersplebedeb publica y distribuye una amplia gama de trabajos de gran utilidad.

NB: ¿Hay otros proyectos o libros que estés trabajando y a los que debamos estar atentos? ¿Cuál es el siguiente?

En estos instantes, estoy preparando un par de ensayos para su publicación. Con suerte, al menos uno verá la luz este año. De lo contrario, tengo material sobre la historia del movimiento obrero alemán sobre el que puedo escribir un libro. También estoy pensando en hacer un estudio más a fondo sobre las condiciones políticas y económicas actuales en Irlanda. Me gustaría animar a todos ustedes, lectores, para mantener su estudio y añadir más sustancia al análisis desarrollado en el libro.

Fuente: https://marxismocritico.com/2016/10/31/conocimiento-y-cambio/

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Crítica desde los contornos de lo instituido

Por: Oswualdo Antonio González.

Como parte del Comité de Defensa Popular de Zaragoza (CDP-Z) participamos en el Éxodo por la Democracia, caminata encabezada por Andrés Manuel López Obrador, era el inicio de la década de los noventa. Nunca hubo duda como organización, respecto del Partido con el que había que establecer alianzas electorales. El PRD representaba la posibilidad de construir una gran coalición de organizaciones sociales, partidos de izquierda, académicos e iglesia “progresista”, con la suficiente fuerza como para expulsar al PRI del poder público e instaurar un nuevo sistema, donde las decisiones respondieran a los intereses de los de abajo.

Grandes episodios se vivieron en esa coyuntura, basta con recordar la declinación de Heberto Castillo candidato a la Presidencia de la República por el PMS a favor de Cuauhtémoc Cárdenas del naciente PRD.

Pero silenciosamente, una cúpula de arribistas, de “profesionales de la política” se fue apropiando de los espacios de toma de decisión, de los “puestos”, de las “candidaturas”, se fueron formado grupos, que más tarde fueron tribus que se vendían al mejor postor, cuyo valor radicaba en el número de grupos que supuestamente representaban. Así, la esperanza de un nuevo sistema construido con los más necesitados, se fue transformando en abultadas carteras de los nuevos rostros opositores de la izquierda funcional.

¿Qué hicimos mal?

Personalmente, ante la coyuntura de participar en una Organización social o en un Partido político, siempre he optado por la primera, basta con mencionar dos razones: la primera es que el fin no es lograr “puestos públicos”, sino defender un derecho o impulsar una agenda pública y segundo, las acciones se construyen siempre con los “otros” en una relación de aprendizaje colectivo. Puntualizando, se pueden establecer alianzas con Partidos, a nivel de estrategia, pero no en la lógica de subordinación, silencio o complicidad.

Uno de los problemas de fondo en el PRD, fue que las diferencias al interior del partido se procesaron cediendo espacios de poder y aplastando aquellos polos que no se “disciplinaron” a esta forma de hacer política.

El debate público fue sustituido por los “acuerdos en privado” y la crítica solo era aceptada cuando tenía como objetivo a los enemigos externos o internos.

Este camino y sus resultados ya los conocemos, cambian los nombres, las estridencias, pero en el fondo es lo mismo.

Corresponsabilidad por autocensura e invisibilidad.

Tuve la fortuna de nacer en un contexto de lucha social, donde el actuar público y privado se sintetizaba en la siguiente guía: ver, pensar y actuar. Desafortunadamente el relajamiento de la disciplina al interior del CDP-Z y la falta de carácter para navegar en el poder público sin perder “el piso”, provocó la mutación de lo organizacional-social, hacia lo partidista-puestos públicos. Así, dos condiciones se conjugaron para acabar con la posibilidad de tejer un nuevo sistema: en lo macro las “tribus” en el PRD y en lo micro con la reducción de la “organización” a lo electoral. Este es el riesgo en el que nos encontramos en este momento histórico. MORENA representa lo que en su momento representó el PRD y algunas señales ya conocidas se empiezan a presentar.

A diferencia de lo que ocurrió con muchas de nuestras actuaciones, así como la de organizaciones completas ante las señales que emanaban de la práctica institucional del PRD y que pueden sintetizarse en autocensura e invisibilidad, en esta ocasión, hemos decidido a pesar de los costos, asumir una postura de crítica pública, de visibilidad de un polo de análisis histórico, comparativo y prospectivo que al igual que lo hacemos con las actuaciones del PRI o el PAN evidencie las incongruencias y los intereses privados que se impulsan desde el interior de MORENA.

Así pues para los que nos han preguntado de manera directa si hay un cambio en nuestra postura personal y de grupo hacia MORENA y lo que representa, la respuesta es NO. Mantenemos nuestra convicción y llamado a movilizarnos junto con MORENA como una vía para lograr un cambio desde lo instituido, pero puntualizando, como lo hicimos en el contexto electoral, que esto no implica subordinación y autosilenciamiento. Lamentamos que algunos “amigos” se incomoden con esta postura, pero es una decisión ética y corresponsable.

Finalmente, con varios colegas estamos tejiendo diversas acciones que parten del supuesto que una ciudadanía informada, formada, participativa y crítica es necesaria si aspiramos a un país donde la corrupción, la injusticia y el influyentismo no tengan lugar. El Portal Insurgencia Magisterial está abierto para difundir cualquier posicionamiento; la Escuela de Cuadros que se desarrolla de manera presencial cada semana puede compartirse con cualquier interesado; la formación periodística básica está a disposición de todos; los espacios académicos locales, nacionales e internacionales están abiertos; las alianzas construidas con diversas organizaciones e instituciones aceptan nuevos tejidos y sobre todo, las puertas están abiertas para todos los que tengan algo que compartir.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/critica-desde-los-contornos-de-lo-instituido/

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Colombia: Estudiantes universitarios: “Trabajo social es y será siempre ciencias sociales”

Cúcuta / 23 de noviembre de 2016 / Por: Editor Santander / Fuente: http://www.colombiainforma.info/

Este viernes diecisiete de noviembre, estudiantes de Trabajo Social de las universidades Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander -UFPS- se movilizaron por las calles de Cúcuta para mostrar su rechazo a las modificaciones hechas por el ministerio de Educación Nacional a la ubicación de esta carrera.

“El propósito de la marcha fue informar, como estudiantes y profesionales, el rechazo con el traslado de la carrera, esto en el marco de todas las movilizaciones que se dieron en todo el país con el mismo propósito y esperando que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística no adopte la medida para que no sea movida”, manifiestó Oriana Abril Bastos, estudiante de primer semestre de Trabajo Social de la Universidad Simón Bolívar y asistente a la marcha.

Se trata de la resolución 16460 expedida el dos de octubre de 2015 por el ministerio de Educación Nacional -MEN-, con circular 090, que consiste en el traslado de Trabajo Social de la sala Ciencias Sociales a la de Salud y Bienestar, ubicando la carrera específicamente en Bienestar, dándole un enfoque más asistencialista y sin tener en cuenta el contexto investigativo del que ha hecho parte esa profesión en Colombia.

“El problema es que nos están moviendo la carrera de sala y con eso tendrían que cambiar muchas cosas del pénsum, porque en la UFPS estamos enfocados más a la investigación y al área de humanidades y ahora nos quieren volver más asistencialistas, eso engloba una problemática desde la acreditación hasta egresados y estudiantes en formación” plantea Laura Camacho Plata, estudiante de quinto semestre de la UFPS.

La resolución del MEN

La política del MEN consiste en la modificación de salas de evaluación de educación superior, las cuales son las herramientas para que la Comisión Internacional de Aseguramiento de la calidad de Educación Superior -Conaces- haga el respectivo estudio de las diferentes carreras en las instituciones colombianas y así, determinar su desempeño, desarrollo y progreso.

La Conaces, está integrada por el Ministerio de Educación Nacional y el Departamento Administrativo de Ciencias, Tecnología e innovación -Colciencias-, estas dos instituciones reorganizaron su labor evaluativa con el fin de establecer estrategias que le permitan facilitar la oportuna y eficaz atención para el fortalecimiento del sistema de aseguramiento de la calidad de la educación superior. (Hoja No 2 resolución 16460), Consecuente a dicha reorganización, las salas valorativas también sufrieron modificaciones, y derivado de esto las carreras fueron redistribuidas en las mismas.

Las alteraciones hechas en las estructuras de evaluación de las diferentes carreras, se hicieron, como es evidente sin tener en cuenta el contexto histórico de las profesiones, ni su pénsum académico y menos su labor en el desarrollo social colombiano, desde las salas a las que pertenecían.

Aparentemente y como se manifiesta en la resolución la intención de dichos cambios se limita al mejoramiento de la calidad educativa, el problema radica en el inconformismo de los estudiantes y administrativos de la carrera como consecuencia a la toma de decisiones sin su participación y a la falta de indagación a los efectos posibles con las reformas efectuadas.

Dicho desacuerdo no sólo fue manifestado el pasado 18 de noviembre, sino en reuniones con participación de universidades a nivel nacional.

Rechazo estudiantil

El VI Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios, llevado a cabo el treinta de octubre de este año en la ciudad de Cartagena, emitió un comunicado público en donde se encuentra la contestación a la resolución de manera detallada y firman diferentes universidades del país: Universidad Francisco de Paula Santander y Universidad Simón Bolívar, Cúcuta; Universidad Libre de Pereira, Universidad de Cartagena y la Corporación universitaria Rafael Núñez.

Estudiantes de la UFPS también emitieron un comunicado el ocho de noviembre como resultado de la Asamblea Informativa desarrollada el 1ro de dicho mes, en donde expresan el inconformismo producido por la falta de participación tanto del cuerpo docente como del estudiantado de Trabajo Social en la toma de decisiones que modificaron el sistema y la ubicación de sala de evaluación a su carrera.

“Creemos que ni el MEN, el DANE ni ninguna entidad del estado debe desconocer los avances que ha tenido el Trabajo Social en Colombia para Latinoamérica apoyado en las Ciencias Sociales y sus teorías en la construcción de epistemología, metodologías y fortalecimiento en intervención; lo que lo diferencia del modelo de Trabajo Social en Europa y Norte América (que es en última instancia a donde se nos quiere llevar). A nuestros compañeros del área de salud, les comunicamos que no existe de parte de Trabajo Social ningún tipo de discriminación o desmerito a su labor, sino que vemos con preocupación que en Colombia existan diez áreas aprobadas para Trabajo Social (dentro de las que se encuentra el área de salud) y que ahora nos quieran trasladar a una sala desde donde se nos podría minimizar intervención en las otras nueve. Lo que reclamamos es que se nos garantice el ejercicio profesional en las diez áreas, manteniéndonos en la sala de Ciencias Sociales”, señala el texto.

“Como colectivo, nos pensamos la intervención social desde las herramientas que nos da el arte y no sería lo mismo intervenir sólo desde el área de la salud, nos veríamos limitados a la asistencialidad, por eso decimos que esta medida afecta el posible desarrollo de proyectos de raizarte (colectivo de Trabajo Social de la UFPS). Es por eso que el colectivo también rechaza esta medida que como dijo el CONETS (Consejoso Nacional de Estudiantes de Trabajo Social) no está adaptada a las realidades sociales de Colombia y Latinoamérica” manifiestó Miguel Andrés Pinto, representante de Raizarte y estudiante de Trabajo Social de la UFPS de noveno semestre.

Después de la movilización estudiantil se envió un oficio al DANE de Bogotá, por medio de su sede en Cúcuta. Se espera que haya lugar a una conciliación y que exista la posibilidad de reconsiderar la ejecución de los cambios que el MEN pretende efectuar con la resolución 16460, que, como debió ser desde el principio, no se tomen medidas sin contar con la participación de la comunidad estudiantil y administrativa a la que dichas medidas afecten.

Mientras tanto los estudiantes de Trabajo Social en Colombia se unen bajo la consiga “Trabajo Social resiste” y unen sus voces en tono de lucha contradiciendo la estandarización de la educación por parte del gobierno colombiano.

Fuente noticia: http://www.colombiainforma.info/estudiantes-del-pais-trabajo-social-es-y-sera-siempre-ciencias-sociales/

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