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.Hablemos de la violación

Las definiciones incorrectas y desfasadas de violación perpetúan la peligrosa práctica de culpar a la víctima en toda Europa.

Las cifras de una reciente encuesta realizada en la Unión Europea muestran que, a partir de los 15 años de edad, una de cada 20 mujeres de la UE ha sido violada. Eso representa alrededor de 9 millones de mujeres. Un estudio británico concluyó el año pasado que una de cada 10 mujeres dijo que había sido violada mientras estaba en la universidad.

Como estudiante universitaria, me he dado cuenta de que muchas personas jóvenes no tienen muy claro qué constituye una violación o una agresión sexual. Hay demasiadas “líneas borrosas” o “zonas grises” y, a diferencia de otros delitos como el robo, la agresión o el fraude, parece que muchas personas no tenemos claro qué constituye violación.

Pero a pesar de esta confusión, la propia definición de violación debería ser muy sencilla. A saber: se comete una violación cuando una persona penetra deliberadamente en la vagina, el ano o la boca de otra persona sin el consentimiento de ésta.

Es muy sencillo. Un acto sexual es ilegítimo cuando se realiza sin el consentimiento de la otra persona.

Aun así, a pesar de que parece clara la definición legal de violación contenida en las normas internacionales, aparentemente la sociedad no termina de reconocerla.

La investigación reveló también que más del 25 por ciento de la población de la UE cree que las relaciones sexuales sin consentimiento podrían estar justificadas en ciertas circunstancias, por ejemplo si la víctima está borracha o bajo los efectos de drogas, va voluntariamente a casa con alguien, lleva ropa sugerente, no dice claramente que no o no se resiste físicamente.

Estas inquietantes conclusiones quizá no son tan sorprendentes dado que solo nueve países del Espacio Económico Europeo (EEE) reconocen actualmente que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación. En otros países europeos, las leyes se centran, en cambio, en la resistencia y la violencia en lugar de en el consentimiento. Suponer que la víctima da su consentimiento porque no se resiste físicamente es sumamente problemático, pues especialistas en la materia reconocen que la “parálisis involuntaria” o “bloqueo” es una respuesta fisiológica y psicológica habitual a la agresión sexual.

Como estudiante universitaria, me he dado cuenta de que muchas personas jóvenes no tienen claro qué constituye una violación o una agresión sexual.

Las definiciones incorrectas y desfasadas de violación perpetúan en todo el continente la peligrosa práctica de culpar a la víctima. El temor de las mujeres a que no las crean se confirma una y otra vez, y vemos que, a menudo, la ley no sirve a los intereses de las valerosas sobrevivientes que buscan justicia.

Pero las definiciones no bastan. Aunque la ley en Gran Bretaña dice claramente que la relación sexual ha de ser consentida, esto no siempre se traslada a la vida cotidiana. La popularización de las actitudes brutalmente machistas en las universidades británicas, que promueven la hipermasculinidad y la glorificación de las conquistas sexuales, perpetúa la idea de que los estudiantes varones deben tener acceso al cuerpo de las mujeres para su propia gratificación.

Esto, junto con la mentalidad “los hombres son así”, convierte el sexo en algo para hombres: algo que los hombres hacen a las mujeres con independencia de la felicidad o bienestar sexual de estas. Hay que abordar esta cultura tóxica que fomenta que los hombres consideren a las mujeres objetos sexuales pasivos.

Mucha gente cree que la violación se produce sólo cuando una persona lucha y dice activamente que no. No es así; si no hay consentimiento, es violación, incluso si la víctima no dice nada y no se resiste.

También es esencial darse cuenta de que el consentimiento no consiste meramente en no decir no, sino en el poder de decir que sí. Además, es la capacidad de cambiar de opinión, pues el consentimiento es un proceso y no una declaración única. El consentimiento empodera y da a todas y cada una de las personas poder sobre su propio cuerpo; para participar en actos sexuales voluntariamente o para detenerse antes de empezar a sentirse incómodas. Todo acto sexual que vaya en contra de estos principios es ilegítimo y saber esto es importante.

Ahora que empieza un nuevo curso universitario y hombres y mujeres jóvenes llegan a las aulas y los campus de todo el continente, es vital que estos sean espacios seguros para aprender y amar.

Por esta razón es tan necesaria hoy la campaña ¡Hablemos del SÍ! de Amnistía Internacional, centrada en la importancia del consentimiento y en el hecho de que éste se da de forma activa y no se presupone de la pasividad de una persona.

En esta campaña reivindicamos nuestro derecho a hacer solamente lo que queremos hacer en el dormitorio y en cualquier otro lugar, con el conocimiento de que dar activamente nuestro consentimiento tiene mucho peso ante los ojos de la ley.

El consentimiento es algo muy poderoso, pero tenemos que saber cómo funciona y usarlo para sentirnos todas a salvo y felices.

Ahora que empieza un nuevo curso universitario y hombres y mujeres jóvenes llegan a las aulas y los campus de todo el continente, es vital que estos sean espacios seguros para aprender y amar.

No tengamos miedo de hablar sobre la violación y el significado del consentimiento.

Cara Balen es miembro estudiantil de Amnistía Internacional.

Este artículo se publicó originalmente en Euronews.

Fuente de la Información: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2019/09/lets-talk-about-rape/

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¿Son los hombres las principales víctimas de acoso sexual en Irak?

Por. BBC Mundo/Megha Mohan y Haider Ahmed

Una encuesta hecha para la BBC en varios países y territorios del mundo árabe arrojó un resultado inesperado. En Irak, más hombres que mujeres informaron haber sufrido acoso sexual verbal y alguna agresión sexual física. ¿Puede ser esto cierto?

Sami tiene 13 años

Sami estaba en el baño de su escuela cuando tres estudiantes mayores, de entre 15 y 17 años, lo acorralan contra una pared y comienzan a toquetearlo.

Al principio, Sami se paraliza, queda en shock. Pero reacciona.

«Empecé a gritar», dice.

La conmoción alertó a otros, que llamaron al director de la escuela.

La institución educativa decidió expulsar a los agresores pero nunca informa a los padres la razón o la naturaleza del ataque.

Inodoros en un baño viejo.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSami fue atacado sexualmente por primera vez a los 13 años en el baño de la escuela. (Imagen ilustrativa)

A Sami (que no es su nombre real) lo llamó el director a su oficina. Lo que sucedió allí, según lo sintió él, es un segundo ataque.

Le dijeron que la escuela trataría el hecho como un incidente sexual consensuado y que tenía suerte de no ser expulsado junto a sus atacantes. Sami tenía «otra oportunidad» para quedarse.

«Todos pensaron que actuaba en connivencia con ellos», dice.

Conmocionado y abrumado por el ataque, Sami decide no contárselo a su familia, guardándoselo a sí mismo y apenas comunicarse durante meses.

Esta fue la primera vez que Sami fue atacado sexualmente.

Sami tiene 15 años

Es 2007 y el padre de Sami había fallecido hacía poco más de un año. La pérdida de quien llevaba dinero a la casa es un gran golpe para toda la familia.

Al crecer en una ciudad típica en la provincia de Babilonia, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, Sami tuvo una infancia feliz.

Se despertaba a las 7 de la mañana, iba a la escuela y regresaba alrededor del mediodía. Por las tardes estudiaba y pasaba tiempo con su hermano o hermana. Y por las noches la familia visitaba a sus abuelos para cenar.

A veces ayudaba en la tienda de dulces donde su padre trabajaba para ganar donas como pago.

Vista de Babylon, Irak.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSami creció en la provincia iraquí de Babilonia.

Pero la muerte de su padre significó que Sami tenía que salir y trabajar. Consiguió un empleo en una tienda en el mercado local.

Fue entonces cuando volvió a pasar.

Sami se sintió incómodo con la cantidad de atención que recibía del dueño de la tienda.

Un día, cuando estaban solos, lo acorraló y trató de besarlo y acariciarlo.

Sami actuó impulsivamente y le partió un frasco de vidrio en la cabeza. Salió corriendo.

Él no sabe lo que el dueño de la tienda fue diciendo, pero le tomó un año conseguir otro trabajo.

Sami tiene 16 años

Su madre y sus hermanos están lejos y un primo mayor vino a de visita. Sentado junto a Sami, su primo saca su teléfono y comienza a mirar imágenes pornográficas frente a él. Entonces, de repente, lo agarra, lo golpea y abusa sexualmente de él.

El ataque es demasiado doloroso para que Sami hable. Si lo recuerda demasiado, tiene pesadillas.

Sami ya no podía quedarse en la casa de su infancia.

«Logré convencer a mi familia para que nos mudáramos de casa y de barrio.Cortamos lazos con nuestros parientes y amigos del vecindario», dice.

La familia se dirigió a Bagdad donde todos encontraron trabajo.

Sami (drawn by an illustrator)

BBC
Si denunciara que fui violado, es probable que la policía no me vea como una víctima, sino que incluso me mande a la cárcel»
Sami
Víctima de abuso sexual

Pero el trauma de los ataques siguió, lo que llevó a Sami a evitar las relaciones románticas.

Más tarde, a medida que creaba confianza con nuevos amigos en la ciudad, Sami toma la decisión de no seguir llevando la carga de su experiencia solo.

Empieza a contar a un pequeño grupo de amigos cercanos lo que le había pasado. Y la reacción fue inesperada. Sami se dio cuenta de que no estaba solo en esta experiencia.

Muchos de sus amigos también habían sufrido acoso o alguna agresión sexual.

Ilustración de hombres en un café de Bagdad.

Resultados sorprendentes

La encuesta para la BBC en diez países árabes, incluidos los territorios palestinos, encontró que en Túnez e Irak un mayor número de hombres que mujeres reportaron haber sufrido alguna agresión sexual, verbal o física.

En Túnez, el margen es pequeño, solo el 1%. Pero en Irak la diferencia es llamativa. El 39% de los hombres dijeron que habían experimentado acoso sexual verbal, en comparación con el 33% de las mujeres.

Y el 20% de los hombres iraquíes dijeron que habían experimentado violencia sexual física, en comparación con el 17% de las mujeres iraquíes.

Un mayor número de hombres iraquíes también informaron haber experimentado violencia doméstica.

Estos resultados sorprenden, teniendo en cuenta el grave estado de los derechos de las mujeres en el país: el artículo 41 del código penal iraquí incluso establece que no es ilegal que un hombre golpee a su esposa.

Subestimar el acoso

La doctora Kathrin Thomas, del Barómetro Árabe, la red de investigación que realizó la encuesta, advierte que las mujeres que sufren violencia sexual pueden preferir permanecer calladas.

Primero, «las personas tienden a subestimar el acoso, ya que puede ser vergonzoso y desagradable para ellas hablar del tema» y segundo «denunciar el acoso puede tener consecuencias negativas para ellas».

«Las mujeres pueden ser más propensas al acoso (…) en comparación con los hombres», solo que no está documentado, advierte.

Panorámica de Bagdad.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSami sintió que en Bagdad podía tener una nueva vida.

Belkis Wille, investigadora en Iraq para Human Rights Watch, está de acuerdo.

«Las mujeres a menudo son reacias a admitir y clasificar sus experiencias como violencia doméstica o sexual. Incluso la terminología puede ser desconocida», dice.

Esta tendencia se ha notado en los hospitales iraquíes, señala. Por ley, los hospitales tienen policías presentes en todo momento y los médicos están obligados a informarles si una mujer dice que es víctima de abuso.

«Es muy frecuente que las mujeres mientan y protejan a los perpetradores,especialmente si es una persona conocida, ya que tienen miedo de desencadenar una investigación criminal que podría ponerlas en riesgo», dice.

Human Rights Watch también tiene conocimiento de casos de violencia sexual perpetrada contra hombres homosexuales y mujeres trans en Irak, aunque parece que estos casos tampoco son denunciados a la policía.

«Los hombres gay y transexuales siguen sufriendo acoso sexual en Irak. Los que lucen y suenan más ‘femeninos’ (basados en estereotipos locales) a menudo son objeto de violencia sexual», dice Amir Ashour, fundador de IraQueer, una ONG con sede en Suecia que se centra en las experiencias de las personas LGBT en Irak.

«Estos crímenes continúan siendo menos denunciados porque las normas sociales no permiten que los hombres hablen sobre estas cosas y el hecho presentar esas denuncias también podría revelar que las víctimas son homosexuales, lo que podría conducir a más violencia y discriminación».

Sami coincide con esto y agrega que a pesar de que la violación masculina es ilegal, la policía y la sociedad en general tienen poca simpatía por las víctimas.

«Si alguien presenta una denuncia ante la policía por la violación de un hombre, es probable que el policía se ría de ti», dice.

La encuesta de la BBC

  • Más de 25.000 personas participaron de la encuesta en 10 países de Medio Oriente y África del Norte: Argelia, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Marruecos, Sudán, Túnez y Yemen, y los territorios palestinos.
  • Esta es la encuesta más grande que se hizo de la región por número de personas entrevistadas, por número de países cubiertos y en cuanto al alcance de las preguntas.
  • Fue realizada por Arab Barometer, una red de investigación con sede en la Universidad de Princeton.

Sami (drawn by an illustrator)

BBC
La ley está de mi lado, pero quienes deben hacer cumplir la ley no lo están».
Sami
Víctima de abuso sexual

Sami recuerda la experiencia que tuvo en la escuela a los 13 años, cuando fue culpado por ser víctima de un ataque, y dice que podría volver a suceder en la actualidad.

«Si denunciara que fui violado, es probable que la policía no me vea como una víctima sino que incluso me mande a la cárcel porque me verían como parte de eso, que se consideraría un acto homosexual, que es ilegal», dice.

«La ley está de mi lado, pero quienes deben hacer cumplir la ley no lo están».

La policía iraquí emitió una declaración al respecto en un comunicado: «Nuestra puerta está abierta a todos los ciudadanos. Los acosadores sexuales fueron arrestados después de que las víctimas reportaron incidentes».

La declaración agrega que se adoptó una nueva estrategia en 2003, en línea con la nueva política del país sobre derechos humanos, y que se había contratado a oficiales especializados para tratar esos casos.

Sami tiene ahora 21 años

La vida es mejor ahora. A Sami le gusta vivir en Bagdad.

Tiene una carrera en una gran empresa internacional y un grupo de amigos que lo conocen y a los que no les oculta lo que le ha pasado.

Calle de Bagdad, Irak.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionA Sami le gusta vivir en Bagdad donde pudo hablar de su abuso.

Espera que al contar su historia a la BBC, anime a otros hombres a hablar sobre sus experiencias.

Pero todavía no ha podido superar del todo el pasado. Todavía no siente que esté preparado para una relación.

Tal vez algún día encuentre una pareja, dice, cuando él y la sociedad iraquí hayan cambiado.

Dice que lo pensará de nuevo cuando tenga 35 años.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48971533

 

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Estados Unidos: Adolescentes transgénero en escuelas con restricciones en los baños tienen mayor riesgo de sufrir una agresión sexual

Estados Unidos / 12 de mayo de 2019 / Autor: Edith Bracho-Sanchez / Fuente: CNN en Español

Los adolescentes transgénero y de género no binario en EE.UU., aquellos cuya identidad sexual está fuera de lo masculino y femenino tradicionales, corren mayor riesgo de sufrir agresiones sexuales en las escuelas que les niegan el acceso a baños o vestuarios que coincidan con su identidad sexual, según un nuevo estudio.

Los investigadores analizaron datos de 3.673 adolescentes en el LGBTQ Teen Study, una encuesta web anónima de niños de 13 a 17 años en EE.UU. Estudiantes que informaron que los maestros o el personal les dijeron que no podían usar los baños o los vestidores en la escuela de acuerdo con su identidad sexual se clasificaron como teniendo “acceso restrictivo”.

Más de 1 de cada 4 estudiantes en el estudio, o el 25,9%, informó haber sido víctima de agresión sexual en los últimos 12 meses. Los adolescentes transgénero y de género no binario que estaban sujetos a restricciones de baño o vestidor tuvieron una prevalencia aún mayor de agresión sexual, con un 36%, según los hallazgos, publicados el lunes en la revista Pediatrics.

Las tasas de agresión sexual en adolescentes no transgénero en EE. UU., aquellos cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer, son del 15% para las niñas y del 4% para los niños, según la Encuesta de Vigilancia de Conducta de Riesgo Juveniladministrada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.(CDC, según sus siglas en inglés).

“Desafortunadamente, el acceso de los niños a los baños y vestidores se ha politizado mucho en algunas comunidades”, dijo Gabriel Murchison, doctorando en la Escuela de T.H. Chan de Salud Pública de Harvard y autor principal del estudio.

Las investigaciones han demostrado que las políticas restrictivas atraen atención negativa no deseada a los adolescentes trans y de género no binario, pero hasta este estudio no estaba claro si había una conexión con la violencia sexual, dijo Murchison.

Explicó que el estudio solo puede establecer una asociación, no si las propias restricciones causaron el asalto sexual. “Pero ciertamente son un fuerte indicador de entornos donde los niños están en riesgo”, agregó.

El debate sobre el baño llegó a la conciencia nacional con algunos casos recientes.

Los casos de alto perfil provocan el debate

En 2018, un tribunal federal falló en contra de un distrito escolar de Virginia que prohibía a Gavin Grimm, un estudiante transgénero, usar el baño de los niños en la escuela. El fallo se produjo cuatro años después de la queja inicial de Grimm.

Más tarde ese año, los tribunales federales dictaminaron a favor de un estudiante trans en la Florida y otro en Pensilvania a quienes el personal de la escuela les prohibió usar baños consistentes con sus identidades sexuales.

En 2016, los legisladores de Carolina del Norte aprobaron el HB2, que prohibió a las personas usar baños públicos que no correspondían a su sexo biológico, como se indica en sus certificados de nacimiento. Se convirtió en el primer estado en aprobar lo que se conoció como el “proyecto de ley del baño”. La reacción violenta causó enormes pérdidas económicas para el estado: unas empresas cancelaron sus planes de expansión y la NBA trasladó su juego estelar de Charlotte. La ley fue derogada en 2017.

También ese año, otros 19 estados consideraron la legislación del “proyecto de ley del baño”, destinado a restringir el acceso a los baños multiusuario, vestidores y otras instalaciones segregadas por sexo según la definición de género como sexo asignado al nacer, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales. En más de la mitad de los estados, la legislación estaba dirigida específicamente a las instalaciones en las escuelas.

Dakota del Sur aprobó una legislación en 2016 que luego fue vetada por el gobernador.

California, por otro lado, promulgó el proyecto de ley 1266 de la Asamblea en 2013, convirtiéndose en el primer y único estado en el momento en otorgar a los estudiantes de las escuelas públicas de jardín de infantes a 12º grado el derecho a usar los baños y los vestuarios de manera consistente con su identidad de género afirmada. Según un editorialpublicado junto con el nuevo estudio.

Las políticas restrictivas a menudo se basan en el miedo

Las políticas que restringen el acceso al baño y los vestidores suelen estar basadas en el miedo, explicó Diane Ehrensaft, psicóloga clínica y cofundadora del Centro de Género para Niños y Adolescentes de la UCSF, y el Dr. Stephen Rosenthal, director médico de la clínica, en el editorial.

Se cree erróneamente que los estudiantes no transgénero son los que corren el riesgo de sufrir una agresión sexual por parte de los “intrusos transgénero” o por los depredadores que se hacen pasar por estudiantes transgénero, escribieron. “A veces, es el personal de la escuela quien mantiene esta actitud. A veces, los padres ansiosos y enojados no quieren que sus hijos estén expuestos o ‘dañados por’ los jóvenes de minorías de género en su escuela”.

El nuevo estudio, explican Ehrensaft y Rosenthal, demuestra que el daño sexual se hace a, y no por, los estudiantes trans y de género no binario.

Limitar el acceso al baño perjudica a los estudiantes de varias maneras

Hay varias razones por las cuales no se permite que los estudiantes usen baños consistentes con su identidad de género y que pueden ponerlos en mayor riesgo de sufrir una agresión sexual. Las restricciones del baño pueden hacer que los compañeros sepan el estado de los adolescentes como una minoría de género, explican los autores, lo que a su vez puede hacer que sean más propensos a ser víctimas de abuso.

Las políticas también pueden ser indicadores de un ambiente escolar hostil.

“No es sorprendente que algunos eviten el uso de baños”, explicaron Ehrensaft y Rosenthal en el editorial. Esto significa que los adolescentes pueden no tomar suficientes líquidos y pueden ignorar la necesidad de usar el baño, lo que resulta en infecciones del tracto urinario, intestinos impactados y evitar la escuela por completo, agregaron.

Para las escuelas que buscan mejorar la seguridad, Murchison señala a los estudiantes como la mejor fuente de orientación.

“En algunas escuelas, los baños y los vestidores pueden ser el mayor problema, pero en otras escuelas puede ser algo diferente”, dijo. “Los estudiantes también pueden identificar ‘zonas peligrosas’ para el acoso y la violencia dentro del edificio escolar que necesitan ser supervisados más de cerca”.

Algunas escuelas han designado baños para todos los géneros que pueden ser utilizados por cualquier estudiante. Aunque esto puede ser útil, Murchison advierte que no debe ser la única opción disponible para estudiantes trans y de género no binario.

Ralph Ellis, Holly Yan y Nick Valencia de CNN contribuyeron a este informe.

Fuente de la Noticia:

https://cnnespanol.cnn.com/2019/05/06/adolescentes-transgenero-en-escuelas-con-restricciones-en-los-banos-tienen-mayor-riesgo-de-sufrir-una-agresion-sexual/

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 12 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

12 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 12 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – España: La mitad de los catedráticos y el 15 por ciento de los profesores universitarios se jubilarán en los próximos siete años

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308621

01:00:00 – Argentina: El ajuste de Macri a la educación en 4 datos (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308631

02:00:00 – Brasil: Jair Bolsonaro promueve que los alumnos filmen a los docentes que expresen ideas de izquierda. Delatando al maestro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308628

03:00:00 – Observatorio Pedagógico Latinoamericano Radio. Primer Programa. México (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308720

04:00:00 – 3 millones de mayores de 60 años en EE.UU. todavía están pagando sus préstamos estudiantiles

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308775

05:00:00 – Por qué sí y ahora con los maestros de la CNTE. Reforma educativa y laboral (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309135

06:00:00 – Lineamientos curriculares para la aplicación del eje transversal educación y perspectiva de género en séptimo, octavo y noveno grado de educación básica general (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309141

07:00:00 – YouTube y las Universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308724

08:00:00 – Libro: ¿Hasta dónde saben los docentes? (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309144

09:00:00 – Matemática literaria: qué pasa cuando se juntan dos materias que parecen opuestas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309129

10:00:00 – Libro: Actores, identidades y políticas educativas. Una revisión desde la Alianza por la Calidad de la Educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309147

11:00:00 – Innovar en Pedagogía 2019

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308727

12:00:00 – Brasil: Contra los recortes de Bolsonaro en Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308778

13:00:00 – El Rap de la Educación 2.0

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309138

14:00:00 – China reclutará maestros jubilados para escuelas rurales

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309123

15:00:00 – Las 10 palabras que tienen que cambiar la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308625

16:00:00 – Cuba: Seminario de Internacionalización de la Educación Superior en la Universidad de Oriente

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309120

17:00:00 – Robert Swartz: «Las piedras angulares de las nuevas aulas del siglo XXI son pensamiento, comunicación y colaboración»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309126

18:00:00 – Perú: Ministra de Educación defiende ante el Congreso el enfoque de géneros en la escuela

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19:00:00 – ¿Otra vez otro Modelo Educativo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308879

20:00:00 – Argentina: Cambio de régimen para docentes que investigan

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21:00:00 – Enseña Chile presentó en Concepción su documental sobre estado de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309132

22:00:00 – Estados Unidos: Adolescentes transgénero en escuelas con restricciones en los baños tienen mayor riesgo de sufrir una agresión sexual

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23:00:00 – Colombia: “Quien ingrese a la universidad debe terminar”: ministra habla del reto en la educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308731

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Estados Unidos: La paradoja de #MeToo. El movimiento que hace caer solo a los más poderosos

Redacción: New York Time

El movimiento #MeToo ha traído un reconocimiento a algunos de los hombres más poderosos de la tierra, desde políticos y magnates de películas en los Estados Unidos hasta titanes de negocios y leyendas de Bollywood en la India. El último ejemplo fue el ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias Sánchez, un premio Nobel que fue acusado la semana pasada de conducta sexual indebida por parte de múltiples mujeres.

Sin embargo, el movimiento ha tenido poco efecto en el problema más amplio del abuso sexual, el acoso y la violencia por parte de hombres que no son ni famosos ni particularmente poderosos.

Según Sarah Khan, científica política de la Universidad de Yale, en un concepto, los científicos sociales lo denominan “conocimiento común”: la idea de que el cambio sistémico está formado tanto o más por las percepciones de las personas de las creencias y valores de los demás como lo hace. Es por su propia cuenta.

Eso significa que reducir la conducta sexual inapropiada presenta un tipo de problema de coordinación. No solo debe cambiar el punto de vista de las personas sobre el problema, también debe mostrarles que los puntos de vista de otras personas han cambiado de la misma manera.

Pero mientras #MeToo ha tenido éxito en crear conocimiento común sobre la conducta indebida de hombres poderosos como Harvey Weinstein, ha fracasado, de manera crucial, en cambiar el consenso en formas más importantes.

# La capacidad de MeToo para crear conocimiento común más allá de los Harvey Weinsteins del mundo se ha visto limitada, en parte, por los desequilibrios de poder que dejan a las mujeres vulnerables al abuso sexual en primer lugar.

Michael Chwe, un científico político de la Universidad de California en Los Ángeles, argumenta que la creación de conocimiento común generalmente requiere “rituales públicos”: reuniones, eventos en los medios de comunicación y otras experiencias compartidas que no solo pueden persuadir a las personas sino mostrarles lo que otros creen.

Un estudio en México encontró que cuando las personas escuchaban en privado una radio y televisión con un mensaje contra la violencia doméstica en sus hogares, sus creencias cambiaban poco. Pero cuando el programa se jugó en lugares públicos, para que los aldeanos supieran que sus vecinos también habían recibido el mensaje, la tolerancia al abuso de las mujeres se redujo significativamente.

La historia de Weinstein fue interrumpida por dos mujeres que trabajan para The New York Times, Jodi Kantor y Megan Twohey. Ashley Judd, la actriz, estaba dispuesta a dejar constancia de sus experiencias.

Óscar Arias Sánchez, el premio Nobel y ex presidente de Costa Rica, se encuentra entre los numerosos hombres de alto estatus acusados ​​de conducta sexual inapropiada bajo #MeToo.
CréditoVictor Ruiz Garcia / Reuters

Óscar Arias Sánchez, el premio Nobel y ex presidente de Costa Rica, se encuentra entre los numerosos hombres de alto estatus acusados ​​de conducta sexual inapropiada bajo #MeToo. CréditoVictor Ruiz Garcia / Reuters

Eso, a su vez, estimuló un cálculo de cuentas similar para otros hombres de alto perfil, generando una mayor cobertura de los medios.

Pero el movimiento #MeToo no ha demostrado el consenso de que los abusadores en todos los ámbitos de la vida deben ser responsables de la mala conducta. En cambio, parece haber generado un conocimiento común solo de que los perpetradores deben mantenerse fuera de los roles de estatus extremadamente alto, como el jefe del estudio de cine o el senador de los Estados Unidos .

La mayoría de las mujeres no tienen la riqueza o el poder de las actrices exitosas de Hollywood (cuyo poder, por supuesto, no se acerca al de los hombres de la industria) que pueden forzar este tipo de nuevo consenso sobre el bien y el mal. Entonces, aunque #MeToo se extendió por todo el mundo y llegó, por ejemplo, a las actrices de la industria cinematográfica de Bollywood en la India, no ha ayudado a muchas mujeres comunes y corrientes.

Si un trabajador de una fábrica estadounidense o una víctima mexicana de agresión sexual intenta llamar a un perpetrador individual, y quizás incluso a una cultura más amplia de abuso, no puede contar con mujeres y aliados poderosos para que la ayuden. A menudo, el abuso queda impune y la cultura más amplia de hostigamiento no se modifica.

«Puedo ver a personas mirando un caso de alto perfil y diciendo: ‘Nunca obtendría este tipo de apoyo solo por hablar en contra de la persona X, que está en mi red social pero no tiene una posición social alta'» La Sra. Khan dijo.

#MeToo ha tenido otros momentos en el centro de atención en América Latina, incluidas las acusaciones de una destacada actriz argentina de que un compañero del reparto la había agredido, y de decenas de mujeres en Brasil que dicen que un sanador de la fe conocido como Juan de Dios abusó de ellas.

Sin embargo, incluso en Costa Rica, donde al menos nueve mujeres han acusado al Sr. Arias de mala conducta, desde tocar con las piernas hasta forzar una penetración forzada con sus dedos, las mujeres enfrentan una batalla cuesta arriba para ser escuchadas.

Yazmín Morales, una ex Miss Costa Rica que ha dicho que Arias la buscó a tientas y la besó a la fuerza, ha luchado por encontrar un abogado que la represente en sus reclamos. Tres abogados penales diferentes se negaron a tomar su caso; ella cree que no están dispuestos a enfrentarse al poderoso ex presidente.

En otras partes de la región, las mujeres son menos capaces de contar con el apoyo y la influencia de otras mujeres poderosas.

Y en países con una historia de dictaduras de derecha que utilizan la violencia sexual como un medio de control social y represión, como Guatemala y Argentina, existe un legado de trauma y abuso que hace que el tema sea aún más complejo de abordar.

Incluso los grandes movimientos de protesta, como la promoción en los últimos años por parte de grupos de derechos de las mujeres como Ni Una Menos («Not One Less») en América Latina, pueden tener consecuencias no deseadas.

Mujeres marchando en San José, Costa Rica, la semana pasada en apoyo de los acusadores del Sr. Arias.CréditoJeffrey Arguedas / EPA, a través de Shutterstock

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Mujeres marchando en San José, Costa Rica, la semana pasada en apoyo de los acusadores del Sr. Arias. CréditoJeffrey Arguedas / EPA, a través de Shutterstock

Si no logran crear un ajuste de cuentas para los perpetradores, pueden enviar un mensaje un tanto desalentador: que hay poco interés por el cambio sistémico entre los que están en el poder, y pocas consecuencias cuando no lo hacen.

«Las restricciones a la movilidad de las mujeres a menudo se enmarcan en términos de seguridad», dijo Khan. En lugar de tratar de reducir el acoso y la violencia, dijo, los tomadores de decisiones masculinos que escuchan sobre tales problemas a menudo toman la actitud de que los lugares de trabajo no son seguros, «así que mantengamos a las mujeres alejadas de ellas».

Ella cree que en la India, donde está realizando un estudio de larga duración sobre el efecto del conocimiento común sobre la violencia contra las mujeres, una mayor conciencia de los riesgos que enfrentan las mujeres en público es una de las razones por las que su participación en la fuerza laboral  ha disminuido en los últimos años, incluso aunque el país ha experimentado un rápido crecimiento económico.

Luego está el problema de que los hombres perciban #MeToo como potencialmente peligrosos para ellos mismos, y se retiren de la tutoría o colaboren con colegas femeninas. Eso dificulta aún más la capacidad de las mujeres para ascender en las filas.

Y muchos episodios de #MeToo han contribuido a una forma negativa de conocimiento común que existe desde hace mucho tiempo: que las mujeres que dan un paso adelante con acusaciones de mala conducta deben anticipar ser acosadas, menospreciadas y vergonzosas.

Culpar a las víctimas, campañas de desprestigio y amenazas directas son una forma de preservar el status quo del dominio masculino.

Christine Blasey Ford, la profesora que testificó en la audiencia de confirmación ante el Tribunal Supremo del entonces juez Brett M. Kavanaugh que la había agredido sexualmente en la escuela secundaria, recibió amenazas tan serias que la obligaron a abandonar su hogar.

Siguiendo sus pasos apenas parece atractivo para nadie. Pero para las mujeres con pocos recursos, que no pueden salir de sus hogares o tomar otras medidas costosas para mantenerse seguras, puede parecer absolutamente imposible.

Una madre soltera que trabaje en un trabajo de fábrica, considerando si hablar contra el acoso por parte de un supervisor, podría ver pocas posibilidades de sobrevivir a ese tipo de reacción.

Las mujeres desfavorecidas en muchos países en desarrollo pueden ser aún más vulnerables a los costos de una reputación dañada.

En India o Pakistán, por ejemplo, una mujer que es pobre y sin educación, y que carece de la movilidad o las conexiones que le permitirían abandonar su comunidad, puede temer que revelar que ha sido violada o agredida podría perjudicar sus perspectivas de matrimonio.

«Esos costos no son solo costos materiales», dijo Khan. «Son estos tipos de costos de estado los que son más difíciles de cuantificar».

Fuente: https://www.nytimes.com/2019/02/11/world/americas/metoo-ocar-arias.html?ref=nyt-es&mcid=nyt-es&subid=article

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Piden declarar a Puerto Rico en estado de emergencia por la violencia machista

Centro América/ Puerto Rico/ 03.12.2018/ Fuente: www.eldiario.es.

Grupos y organizaciones a favor de los derechos de la mujer en Puerto Rico han exigido declarar a la isla en un «estado de emergencia» ante las 23 mujeres que han fallecido a consecuencia de la violencia machista en lo que va de año, una cifra llamativa cuando se compara con las 11 que fallecieron en todo 2017.

En 2011 fallecieron 25.

Un agravamiento de la situación que el propio gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, reconoció ayer.

La muerte de una sola mujer ya es «una emergencia (…) definir cómo se resuelve esa emergencia no es de un solo grupo, es de la sociedad», dijo.

«Estamos en un estado de emergencia. Llevamos meses diciéndolo, y de que estamos ante una crisis nacional. Hay que atender este problema y tomar las acciones que se requieren y fortalecer los programas», afirmó a Efe la directora ejecutiva de la Coordinadora Paz para la Mujer, Vilma González.

El incidente más reciente ocurrió este miércoles, cuando Ana María Morris, de 60 años, fue asesinada por su exesposo, quien, posteriormente, se suicidó.

«Ciertamente son muertes que se pueden prevenir. Una mujer no debe morir si hubiese un sistema que la apoyara. No podemos seguir esperando a que sigan matando más mujeres para responder a las víctimas», enfatizó hoy a Efe.

La también coordinadora de la Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica y Agresión Sexual explicó que la característica que más sobresale de la violencia machista proviene «del propio machismo y patriarcado que es bastante opresivo con las mujeres».

«Eso se transforma y se traduce a muchas manifestaciones que son bien variadas, como el de tener mayor poder y mayor control en todos los ámbitos», agregó.

Ante toda la problemática, la Colectiva Feminista en Construcción organizó el pasado fin de semana una manifestación frente a La Fortaleza -sede del Ejecutivo puertorriqueño-, donde intentaron entregarle al gobernador Rosselló una petición para que declarara un estado de emergencia en la isla y estableciera un plan de acción junto a la procuradora de la mujer.

Según dijo hoy a Efe la portavoz del colectivo, Shariana Ferrer, algunas de las medidas que se deben utilizar para erradicar la violencia machista son la educación y reconocer el problema en general, del cual dijo que parte tiene que ver con el estado económico y social que se vive en la isla.

Igualmente, mencionó a la desigualdad económica entre hombres y mujeres como otro problema relacionado y el que solo sean las mujeres las que socialmente tienen la responsabilidad de niños, ancianos y el trabajo doméstico.

«Hay que educar en familia, pero en ocasiones tampoco las personas tienen las herramientas», agregó Ferrer.

Ferrer opinó igual que González que una de las raíces del problema es que Puerto Rico vive «bajo un sistema patriarcal que lleva siglos operando» y de esa manera «se genera en la desigualdad que se establece, que los hombres son mejores que las mujeres o que la mujer es inferior».

«El trabajo de educación, prevención y concienciar es relevante», así como el apoyo de organizaciones sin fines de lucro que ayudan a las víctimas, agregó Ferrer.

Por esa misma línea, Ferrer dijo que una gran mayoría de las casas de protección en Puerto Rico, y mayormente en esta época navideña, están llenas y los recursos económicos no son suficientes.

Por otra parte, recomendó crear un comité entre agencias del Gobierno para que cada una de ellas trabaje con la problemática.

Por su parte, Mildred Oyola, directora del Centro de Respuesta Integrada de Apoyo y Servicios para la Mujer de la Procuraduría Auxiliar de Educación y Servicios de Apoyo de la Oficina de la Procuradora de la Mujer, explicó que la raíz del problema proviene «de una combinación de aspectos culturales y educativos, de cómo estamos manejando la educación entre dos géneros».

Añadió que a través de la educación se puede instruir sobre «cómo emocionalmente se manejan las situaciones de las parejas, pues no hay una relación de comunicación, sino de poder entre una y otra, y por ende ocurren estas situaciones de violencia y hostilidad».

«Tenemos que educar para poder prevenir y poder hacer una diferencia entre estos chicos o jóvenes entre lo que es una relación abusiva y la que no. Cuando hay unas situaciones de violencia cuando las parejas se unen, pues trabajar con esa prevención e intervención para que no lleguen a estos sucesos», afirmó.

Fuente de la noticia: https://www.eldiario.es/politica/Piden-Puerto-Rico-emergencia-violencia_0_840967083.html

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Primero de educación sexual

Por Ángela Fernández

La sociedad debe exigir, por el bien de todos, una educación sexual unitaria que fomente un modelo basado en la salud, el placer y la responsabilidad

falta de que madure la propuesta y de que puedan conocerse los detalles, el planteamiento de Carmen Calvo sobre la reforma del Código Penal en relación al delito de agresión sexual ya ha despertado la polémica. El motivo es que la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad ha anunciado su intención de que se recoja que «si una mujer no dice sí expresamente, todo lo demás es no».

Carmen Calvo ha comunicado el interés de que España se mire en espejos como Suecia -que acaba de modificar la ley al respecto-, Alemania, Bélgica o Reino Unido. En total, sólo once de los treinta y tres países de la Unión Europea atienden al consentimiento como eje central de la normativa, y no así a la violencia o a la intimidación. De cualquier forma, ni las leyes ni los síes ni los noes categóricos van a impedir la interpretación subjetiva por parte de los miembros del proceso legal ni las valoraciones o intenciones individuales de los participantes de un acto sexual. Porque el propio lenguaje específico no siempre significa lo que es, sino que además atiende a diferentes lecturas, salvo en casos tremendamente claros.

Por lo tanto, ni las leyes ni los síes ni los noes son suficientes sin que trabajemos la base de todo este asunto: una educación sexual integral y obligatoria en colegios, institutos y universidades que verse sobre los aspectos cognitivos, psicológicos, físicos y sociales de la sexualidad. Pero ¿sólo a alumnos en centros educativos? Desde luego que no. La educación sexual debería ser extensiva a padres y madres que, en definitiva, son el ejemplo directo de los niños y adolescentes, y que no siempre están libres de tabúes ni de prejuicios.

Tras los últimos informes emitidos, España suspende en educación sexual. En la 28ª sesión organizada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, celebrada el 29 de marzo de este año, nuestro país no sale bien parado. El texto hace referencia a la falta de programas escolares específicos sobre sexo. Asimismo, la Unesco, en los datos sacados a la luz en enero del año presente, ha calificado de urgente una educación sexual de calidad que informe y oriente «respecto a la transición de la infancia a la edad adulta y los cambios físicos, sociales y emocionales que esta conlleva». Actualmente, en España, la formación en educación sexual depende de cada comunidad autónoma y, aunque existe una estrategia nacional sobre salud sexual y reproductiva, los centros que la cumplen (o no la cumplen, como muchos de los colegios concertados y religiosos) se limitan, en cantidad de ocasiones, a tocar temas como la prevención de enfermedades, el embarazo y el nacimiento, importantes asuntos, pero insuficientes.

En España se registran cuatro denuncias por violaciones y diez por abuso sexual a menores por día. La sociedad debe exigir, por el bien de todos, una educación sexual unitaria que fomente un modelo basado en la salud, el placer y la responsabilidad. Apremia establecer unas bases de enseñanza sexual, porque los roles en el sexo cambian y porque debe dejarse de lado la herencia cultural que impide establecer el valor de la libertad y el disfrute pleno del sexo. Llegados a este punto, el sexo no debería ser tratado sólo como un acto íntimo y de desarrollo personal, sino además como una acción que contiene unas responsabilidades y consecuencias sociales. Temas como la prevención y la identificación de violencia y abuso sexual, el acoso sexual y la intimidación, la tolerancia ante las diferentes orientaciones sexuales e identidad de género, el consentimiento, la igualdad y un largo etcétera, son sustanciales. Pero no sólo es importante la temática, sino que la materia en educación sexual hay que transmitirla de forma efectiva y adecuada a la edad y a ambos sexos. Si bien la educación sexual no va a prevenir a corto plazo las agresiones sexuales, sí es seguro que favorecerá una mayor concienciación y denuncia.

Con ironía se habla ya de si hombres y mujeres deberán firmar un contrato para mantener relaciones sexuales o de si podría inventarse una aplicación para saber si el consentimiento es explícito, pero el asunto es mucho más serio de lo que acontece, y mucho más sencillo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia sexual como «todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados». Sería importante atender al deseo y, algo vital, a la empatía sexual, claves para asegurarnos unas relaciones aceptadas, voluntarias, conscientes y positivas.

Fuente del artículo: https://www.diariodejerez.es/opinion/tribuna/Primero-educacion-sexual_0_1277272601.html

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