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¡En defensa de la educación de calidad y los estudiantes de pedagogía!

Por: Catherine Rodríguez

En una reciente, el rector de la Universidad Pedagógica Nacional lamenta que, debido al artículo 222 de la Ley 1753 de 2015, los programas de licenciatura que no hayan tramitado y obtenido su acreditación de alta calidad antes del 9 de junio de 2017 pierdan el registro calificado y deban cerrar.

Por ello, desde el título de la columna, Adolfo León Atehortúa Cruz se declara “En Defensa de las licenciaturas” mencionando que dicho artículo deroga el carácter voluntario a la acreditación y la autonomía universitaria, exigiendo “…la previa implementación de nuevas y rigurosas características específicas de calidad impuestas para su funcionamiento.”

Así, el Rector se lamenta por lo que pueda suceder con programas de licenciatura que no cumplan estándares de calidad que, vale la pena aclarar, son estándares necesarios para que el país logre ofrecer a todos los estudiantes la educación que merecen.

Estoy en profundo desacuerdo con el objeto de preocupación del Rector. En lugar de defender programas de pedagogía que no aseguran la formación de los futuros maestros del país con la mejor calidad posible, yo defiendo a los futuros estudiantes de estos maestros en formación – es decir al futuro de la calidad de educación del país – y a los propios estudiantes de dichas facultades de pedagogía quienes están invirtiendo su tiempo y recursos en programas que no ofrecen lo que el país y ellos mismos merecen. Por lo tanto, mi titular es en cambio “¡En defensa de la educación de calidad y los estudiantes de pedagogía!”.

Para poner en contexto mi titular voy a mencionar algunos puntos que considero importantes en esta discusión.

  1. Está comprobado y ampliamente divulgado que el docente es el insumo escolar más importante de todos. Lograr una educación de la más alta calidad requiere de docentes que hayan sido formados con los mejores estándares, asegurando que dominan los conocimientos disciplinares (lo que deben enseñar) y pedagógicos (como pueden enseñarlo de la mejor manera) que tan importante labor requieren. Solo exigiendo estándares de calidad en las Facultades de Pedagogía del país aseguraremos que TODOS los futuros maestros que en ellas se formen reciban esas herramientas para su futuro laboral.
  2. La acreditación de calidad esta correlacionada con la calidad de la educación impartida en las facultades de pedagogía. Estudios como el de Tras la excelencia Docente financiado por la Fundación Compartir documentaron que la calidad de la formación de los futuros docentes en programas de pedagogía acreditados es mayor que la de aquellos que provienen de programas no acreditados. Los puntajes que obtienen los estudiantes de estos programas acreditados en las pruebas Saber Pro son mayores a los que obtienen aquellos de programas no acreditados. Aunque no se ha probado la relación causal de ello, si da indicios de las diferencias evidentes de ambos tipos de programas y dejan claro la necesidad de igualar por lo alto y no por lo bajo.
  3. En países con los mejores niveles de calidad del mundo existen tan solo unas cuantas facultades de pedagogía lo que asegura que estas tengan los mejores programas y el dinero suficiente para sostenerlos. Por el contrario, en Colombia, como lo cita el propio Rector en su columna de opinión, existen más de 500 programas y solo cerca del 17% de ellos tenían la acreditación vigente a 2016. Más preocupante aun, como lo detalla Sandra García , en muchos de ellos la calidad y los requisitos previos al artículo 222 eran tan bajos que se graduaban maestros sin haber pisado un salón de clase que les permitiera tener algún tipo de práctica antes de comenzar a ejercer y/o incluso recibían una formación completamente virtual.
  4. Vale la pena recordar, que el artículo 222 que busca asegurar una formación de las licenciaturas de la más alta calidad surgió de un proceso de trabajo en donde diversos actores claves, entre ellos seguramente miembros activos de programas de licenciatura del país, pudieron ser escuchados. Es decir, el artículo no es algo nuevo o que les agarró por sorpresa a las facultades.

De la misma manera en que exigimos estándares de calidad en la profesión de medicina – como por ejemplo el debate de los cirujanos plásticos y la homologación de sus estudios – debemos defender artículos como el 222 de la Ley 1753 en donde como país exijamos también mínimos en la formación de las personas responsables de formar y cuidar a lo más valioso que podemos tener: nuestros hijos.

Este artículo busca superar falencias en el sistema de formación inicial docente que vienen de mucho tiempo atrás, entre otros motivos por la necesidad de expansión de la oferta educativa para aumentar cobertura.

Por supuesto, el cierre de facultades va a ser difícil y se debe buscar que esto ocurra de la mejor manera posible. Sin embargo, defender a programas de pedagogía que no cumplen con criterios de calidad es, a mi parecer, defender lo indefendible.

Lo que hay que defender es que los jóvenes que optan por la carrera de educación tengan la oportunidad de prepararse única y exclusivamente en programas que aseguren la mejor calidad de su formación y que por tanto obtengan el rendimiento que merece el tiempo, el dinero y el esfuerzo que ellos dedican. Solo así, además, aseguraremos que nuestros niños y jóvenes reciban a su vez maestros con los mayores estándares de calidad y mejoremos a través de la educación sus vidas y el bienestar del país en general.

Aplaudo decisiones de política como la del artículo 222 que tienen como objetivo mejorar la educación que reciben los estudiantes de pedagogía y, a través de ellos, la de los estudiantes de básica y media del país en el futuro. No me cabe en la cabeza defender la continuidad de programas de mala calidad que no cumplen con lo que esta profesión merece.

Espero que esto lo tenga claro el Ministerio y no dé marcha atrás a leyes discutidas y aprobadas que buscan encaminar al país, a través de mecanismos certeros, en el arduo camino hacia el mejoramiento de la calidad educativa ofrecida.

Fuente: http://lasillavacia.com/blogs/blogoeconomia/en-defensa-de-la-educacion-de-calidad-y-los-estudiantes-de-pedagogia-63133

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Venezuela: Faces UC con miras a la internacionalización pese a crisis universitaria

Venezuela / www.el-carabobeno.com / 4 de Octubre de 2017

La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces) de la Universidad de Carabobo (UC) está en proceso de internacionalizarse, informó este lunes el vicerrector académico Ulises Rojas, quien además resaltó que las universidades autónomas y democráticas continúan haciendo su trabajo pese a las intensiones que tiene el Gobierno de intervenir la educación superior a través de la Constituyente Educativa.

Rojas detalló que el decano de Faces, doctor Benito Hamidian, manifestó el interés que tenía de internacionalizar la facultad ante el Gobierno de Ecuador y sus autoridades académicas, que a su vez se rigen por patrones internacionales. La solicitud fue respondida por el Vicerectorado Académico en menos de 48 horas, otorgando todos los recaudos requeridos, como el ranking nacional e internacional de la UC, para iniciar el proceso.

Ya todos los documentos necesarios para gestionar la internacionalización fueron enviados, aseveró. “La universidad autónoma de Venezuela se mantiene con un gran esfuerzo para que el país siga adelante y así, cuando haya un cambio político, sean estas instituciones las que salgan al auxilio del rescate nacional gracias al esfuerzo de los profesores y estudiantes”.

UNIVERSIDAD EN CIFRAS 

Desde 2013 la UC está inscrita en el QS World University Rankings, una ordenación anual de las universidades del mundo, dispuestas con un criterio de jerarquía. Actualmente, a nivel latinoamericano, está ubicada dentro del grupo de las primeras 150 casas de estudio de 600. En Venezuela ocupa el séptimo lugar, con una reputación académica de 48 %, explicó el vicerrector académico.

Su plataforma profesoral está integrada por dos mil 862 profesores distribuidos entre profesionales universitarios, en 98 %, y técnicos superiores universitarios. De ese total, 854 con doctorados, mil 464 con maestrías en diferentes áreas, 800 con especializaciones y 75 con PhD.

La UC cuenta, además, con un total de 109 programas de posgrados acreditados. “Eso se traduce en una mayor productividad científica y en la calidad del proceso educativo que se lleva a cabo en nuestra casa de estudio”, sostuvo.

CALIDAD VS. CANTIDAD 

Rojas criticó que al Ejecutivo no le importe la calidad sino la cantidad, para tratar de alcanzar un número de egresados que al final no cuenta con la debida preparación. “Entendemos el derecho que tienen todos de acceder a una educación universitaria, pero también nos preocupa la necesidad de que ese bachiller vaya mínimamente preparado para que pueda tener posibilidades reales de éxito“.

A su juicio, las insuficiencias a causa del incumplimiento por parte de las autoridades gubernamentales están presentes en todos los niveles: desde los servicios estudiantiles y la docencia, hasta la investigación. Los laboratorios de la mayoría de las facultades están desvalijados, y la universidad no tiene la posibilidad de reponer los materiales. Además hizo referencia sobre la obsolescencia de los equipos.

La gran cantidad de profesores que emigran debido a la mala remuneración de su trabajo es otro de los dramas a los que deben enfrentarse las universidades, y la UC no se escapa de esto. “No es posible que un profesional que haya pasado toda su vida estudiando se tenga que ir porque el sueldo no llegan ni a $ 100 mensuales“.

En cuanto a la situación socio-económica de los estudiantes, señaló que hoy es imposible que un bachiller se movilice desde otra ciudad o estado del país para estudiar a Carabobo, debido a los costos de las residencias, alimentos, libros, entre otras cosas que antes podía mantener una familia promedio de clase media baja.

PROFESORES LIBERADOS 

El vicerrector académico también se pronunció a favor de la reciente liberación de los profesores ucistas Julio García y Rosmary Di Pietro. “La protesta de nosotros los universitarios está en el marco de la democracia y contemplada dentro de nuestra Constitución de 1999. A ellos no les pudieron demostrar nada“.

A su parecer, las detenciones arbitrarias contra los docentes y estudiantes, por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, forman parte de una medida de presión directa para intentar callar a las universidades autónomas, ya que es en ellas donde reside la fuerza intelectual que se da cuenta de la magnitud del fracaso que ha tenido el Gobierno en los últimos 18 años.

La Universidad de Carabobo sigue de pie a pesar de todas las dificultades a las que ha tenido que hacer frente en pro de la defensa del conocimiento libre y plural. Su lema, “Luz de una tierra inmortal”, hoy está más vigente que nunca.

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/faces-uc-universidades/

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Los mandos medios.

Sistema educativo obediente al proyecto integral de reducir las horas de cátedra de ética por cómo hacer empresa.

Por: Émerson Castaño González.

Vive el país su peor momento por la destapada corrupción en los supra-poderes de la administración de justicia. Hay quienes han salido a examinar las causas del fenómeno que ha permeado todo el sistema. Como también muchos se evitan de pronunciar palabra al respecto porque es tan complejo el asunto, que no encuentran explicación alguna.

E incluso filósofos de la talla de David Hume optaron por hacerse los de la vista gorda frente al entramado de la naturaleza humana que solo se atrevió a preguntar “¿por qué desentrañar esos rincones de la naturaleza que propagan daños a su alrededor?” “¿Por qué desenterrar la pestilencia de la fosa en la que está enterrada?”.

No niego que el problema de corrupción implique un serio análisis moral y ético como la gran mayoría de los filósofos así lo consideran. Es necesario abordarlo por la complicidad del mismo sistema, es decir, desde las manzanas podridas que hacen carrera sin que nadie los detenga haciendo uso de su poder en detrimento de moral pública de justicia.

Recuerdo aquel fiscal que hacía uso de su investidura para abusar de su secretaria. Nadie dijo nada, todo quedó en silencio. Lo vieron más como accidente laboral. Quizás llegará en el futuro a ocupar la dirección de fiscalía por buen “comportamiento”.

Los mandos medios, sin ningún control, sin que nadie los vigile y sancione, son aquellos que determinan y cambian el rumbo de las cosas. Ellos se acoplan, obedecen a su superior, tapan lo que deben de tapar, luego serán recompensados. Cuando al superior le hallan culpabilidad, responsabilidad y, siempre ha sido la coima un modo de vida, es porque fue un mando medio.

Y seguirán insistiendo que el problema de corrupción es un problema de las universidades. Claro que sí, y de las mejores universidades, incubadora de corruptos. Sistema educativo obediente al proyecto integral de reducir las horas de cátedra de ética por cómo hacer empresa. Porque dicen que el país necesita es gente prepara para el mundo empresarial “no salga a buscar empleo sino que construya su propia empresa”. Y, como mando medio, cuéstele lo que le cueste, en poco tiempo, podrá ser ascendido a un cargo superior ¡Está triunfando mi hijo! dice la mamá.

Fuente: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-noticia_opinion-seccion-opinion-titulo-los_mandos_medios-op-16915

Imagen: http://madero.org/wp-content/uploads/2015/07/4.png

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Fernández Font: La educación en México ni es de calidad ni es para todos

América del Norte/México/25 Junio 2017/Fuente:intoleranciadiario /Autor: JORGE CASTILLO

Durante la Graduación 2017 Licenciaturas de la Universidad Iberoamericana (UIA) campus Puebla, el rector de la institución, Fernando Fernández Font, resaltó que en México el déficit educativo es grave. Así, durante su discurso ante la comunidad universitaria jesuita y luego de oficiar misa a los presentes, señaló que el derecho a la educación en el país no sucede.

Por lo tanto, el también sacerdote jesuita llamó a los egresados a no caer en la corrupción e impunidad una vez que empiecen a ejercer su profesión. Incluso, reconoció que no todos los exalumnos de la UIA han llevado los valores jesuitas a la práctica, sin embargo, señaló que la semilla se siembra en cada uno.

Fernández Font, también exhortó a los jóvenes a agradecer a todos los que colaboraron o propiciaron las condiciones para que terminaran sus estudios, resaltando que existen miles de personas que no han tenido las mismas oportunidades.

“Muchos, seguro ni siquiera se dieron cuenta de que se cruzaron en su camino y menos, valoraron. Desde sus padres y familia entera, hasta los jardineros. Hasta las personas de mantenimiento y seguridad”, señaló.

Pero, el rector de la Ibero Puebla, además destacó ante los nuevos profesionistas que, por el contrario, personas inteligentes y capaces, debido a los obstáculos de la vida, no tuvieron las oportunidades que otros han tenido posiblemente con menos talentos.

“Valores, recursos, son algunos de los factores que les han sido dado gratuitamente sin más méritos que haber nacido en un mundo privilegiado”, argumentó.

“¿Por qué ustedes si han logrado lo que hoy celebran y otros miles de jóvenes no? Desgraciadamente ni siquiera tienen la esperanza de que algún día lo podrán realizar”, señaló.

Asimismo, en su mensaje, Fernandez Font, acotó que en muchos países es posible estudiar de manera gratuita, lo que lamentó, no sucede en México.

“Ahí sí los derechos son realidades que los estados se encargan de que lleguen a toda la población, pero en México se habla del derecho a la educación de calidad para todos, pero al mismo tiempo,esto no sucede… Ni es para todos, ni es de calidad”, reflexionó.

“En el país tenemos un déficit educativo sumamente grave, la gran mayoría ha quedado al margen de la educación universitaria y obvio, esto sigue fracturando los ideales y aspiraciones de las grandes mayorías y los ideales de la educación jesuita que quiere ser de calidad y para todos”, sentenció.

El rector, así reconoció a los egresados de la institución que han aprovechado la oportunidad que han tenido, así como la respuesta que dieron en las aulas universitarias.

“Me pregunto si realmente quedó en su corazón lo que nosotros como jesuitas, más nos esforzamos en ofrecerles, que su vida tenga un verdadero sentido”, dijo.

“Nunca de olviden de los otros, especialmente de los que menos recursos tienen y quienes de una u otra forma han de orientar sus talentos cultivados (…) ser hombres y mujeres para con los demás… En la medida en que solo se miden a ustedes mismos sus gustos, sus necesidades, sus deseos y no miren a los que están a su alrededor y especialmente a los que más sufren, no podemos decir que la formación que les ofrecimos cayó en tierra buena”, sentenció.

“La reconstrucción del tejido social, está en que nos duela lo que le duele a otro, en que nos dejemos afectar por el sufrimiento de quienes han sido víctimas, incluso de nuestras actitudes o privilegios”, sentenció.

“Por ningún motivo se dejen corromper, por más que el manjar que se les ofrezca sea muy apetitoso. Con tristeza tengo que reconocer que no todos los egresados de nuestras instituciones han sido dignos de reconocimiento”.

“Ser corrupto es muy fácil, dejarse llevar por las corrientes dominantes de nuestra historia, que solo buscan el bien individual, no implica demasiado esfuerzo… Pero ir contra la corriente, no caer en las seducciones del placer, del dinero, del prestigio, del poder, eso sí implica una actitud de hierro, una voluntad inquebrantable, un amor capaz de llegar a lo más hondo de los fracasos de nuestro mundo para ofrecer un alivio a todos los que lo necesitan”, sentenció finalmente.

Fuente de la noticia: http://intoleranciadiario.com/detalle_noticia/156889/educacion/la-educacion-en-mexico-ni-es-de-calidad-ni-es-para-todos-fernandez-font

Fuente de la imagen: http://intoleranciadiario.com//media/images/201706/la-educacion-en-mexico-ni-es-de-calidad-ni-es-para-todos-fernandez-font.jp

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Evaluación de la calidad en la educación universitaria

Keyla Isabel Cañizales (*)

En fin, lo que una y otra vez aparece como imagen dominante es la idea de la educación como producto, y de las escuelas como maquinarias institucionales de producción y competitividad.  Escudero (2000, p. 200)

De manera recurrente hemos leído o escuchado que Latinoamérica es la región más desigual y heterogénea del planeta, si a la anterior aseveración le agregamos como variable el tema de la Calidad Educativa, estamos frente a un escenario lleno de asimetrías. Se ha dicho mucho de calidad educativa, no obstante ante tanta variedad y diversidad de concepciones no existen un consenso sobre la noción del término, a lo cual Días Sobrinho señala que:

La solución mundialmente aceptada consiste en atribuir a entidades u organismos acreditados la prerrogativa de elaborar lineamientos generales, objetivos y propuestas operacionales sobre calidad. Esto facilita la comprensión y las prácticas de acreditación, pero también representa un desplazamiento parcial de la autonomía desde las universidades hacia los organismos de acreditación. (2007, pág. 282)

Las universidades, han estado sometidas a grandes procesos de transformaciones y reformas y a partir de los 80, la evaluación de la calidad de la educación universitaria se ha presentado como uno de los principales temas en la agenda de las reformas educativas a nivel mundial. (Villanueva, 2005). La evaluación de la calidad universitaria en América Latina, posee distintos grados de avance y diferentes objetivos, la región busca consolidar sus modelos frente a muchas dificultades de carácter técnico y político. Sin embargo se han generado e instrumentando iniciativas que realizan seguimiento a la denominada calidad educativa, estableciendo sistemas de indicadores o acreditaciones que se convierten en referentes para medir la “calidad” los sistemas educativos en los diferentes países.

Una mirada a los modelos de evaluación de la calidad

En Latinoamérica nos encontramos con varias propuestas de modelos o sistemas que tiene como propósito evaluar la calidad de las instituciones de educación universitaria. A continuación algunos de los más difundidos:

  • La Red Iberoamericana para el Aseguramiento de la Calidad en la Educación Superior (RIACES): Creada el 7 de mayo de 2003 en la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Argentina (CONEAU), luego de una reunión de representantes de agencias, unidades acreditadores, autoridades ministeriales de países iberoamericanos, así como representantes de organismos internacionales para la educación de la región. La aprobación de los Estatutos fue la culminación del proceso iniciado en 2002, cuando los países de América Latina, el Caribe y España intervinieron activamente para configurar un espacio de colaboración e intercambio con los siguientes objetivos: profundizar en el conocimiento mutuo de los sistemas universitarios; facilitar la identificación de las problemáticas comunes y singulares, relativas a los sistemas de evaluación y acreditación; incrementar las capacidades de evaluación y acreditación en la región, y promover proyectos de cooperación tendientes a agilizar las actividades de transferencia entre los países y, por último, facilitar el desarrollo articulado de los procesos de evaluación y acreditación en la región. (RIACES, 2016).

Esta red ha generado un modelo para la acreditación internacional de alta calidad académica, entendiendo por acreditación “el proceso para reconocer o certificar la calidad de una institución o de un programa educativo que se basa en una evaluación previa de los mismos. (RIACES, 2004, pág. 01), de igual manera es importante reflejar la concepción de calidad, la cual es entendida como:

Grado en el que un conjunto de rasgos diferenciadores inherentes a la educación superior cumplen con una necesidad o expectativa establecida. En una definición laxa se refiere al funcionamiento ejemplar de una institución de educación superior. Propiedad de una institución o programa que cumple los estándares previamente establecidos por una agencia u organismo de acreditación (Ob.cit, pág. 08)

Para RIACES la acreditación es una manera de propiciar el reconocimiento de programas e instituciones con el fin de favorecer la movilidad y el intercambio de estudiantes y profesores, generando con ello la cohesión regional a nivel de educación universitaria. (Ob.cit, 2004)

  • El Modelo Experimental de Acreditación de Carreras del MERCOSUR (MEXA): Este modelo fue establecido en el memorándum de entendimiento de los países signatarios del MERCOSUR, en junio de 1998. El MEXA tiene como principio respetar las legislaciones de cada país, la autonomía de las instituciones universitarias, los parámetros de calidad comunes para cada carrera y el requerimiento de un informe institucional y evaluativo. La adhesión al MEXA es voluntaria y se aplica a las carreras de Medicina, Ingeniería y Agronomía. El proceso para la acreditación considera la presentación de un informe institucional y de autoevaluación, la selección, entrenamiento y desempeño de los comités de pares, el análisis de los dictámenes elaborados por los pares y la información sobre dictámenes y resoluciones referidas a las carreras acreditadas.(Nicoletti, 2008)

Dicho modelo ve la acreditación como el “proceso mediante el cual se otorga validez pública, en tanto calidad académica y de acuerdo con las leyes nacionales, a los títulos universitarios. La acreditación es periódica, de acuerdo con parámetros de calidad previamente definidos para el MERCOSUR” (Villanueva, 2004, pág., 106). Los criterios de calidad, a los que hacen referencia se encuentran debidamente detallados en el documento “Dimensiones, Componentes, Criterios e Indicadores”.

El MEXA establece que “el juicio sobre la calidad de una carrera para la acreditación MERCOSUR como un proceso fundamentalmente cualitativo, que se basa en un análisis integral de las dimensiones y sus componentes por medio de los criterios de calidad” (MERCOSUR, 2002, pág. 61).  En consecuencia se basa en los criterios establecidos para otorgar la acreditación correspondiente.

  • El Sistema ARCU SUR: El Sistema de Acreditación Regional de Carreras Universitarias para el MERCOSUR, ARCU-SUR se orienta a la mejora permanente de la formación de las personas, con patrones de calidad requeridos para la promoción del desarrollo económico, social, político y cultural de nuestros pueblos. ARCU-SUR es la continuación del proceso denominado Mecanismo Experimental de Acreditación (MEXA), de la evaluación de la experiencia del MEXA, se planteó que era importante la conformación de un “sistema de acreditación permanente de la calidad de la formación de nivel universitario en la región” (MERCOSUR, 2015, pág. 05) Y en ese sentido establece que la acreditación es “el resultado del proceso de evaluación, mediante el cual se certifica la calidad académica de las carreras de grado, estableciendo que satisfacen el perfil del egresado y los criterios de calidad previamente aprobados a nivel regional para cada titulación” (Ob.cit, pág.08).

Los criterios regionales de calidad serán elaborados por Comisiones Consultivas y la acreditación tendrá vigencia por un plazo de seis años y será reconocida por los Estados Miembros del MERCOSUR y los Asociados, que adhieran al acuerdo. Este sistema reconoce las titulaciones, pero no otorga el derecho al ejercicio de la profesión, es usado más como un criterio para articular acuerdos bilaterales de movilidad y cooperación en pro de los sistemas educativos involucrados. (Ob.cit, 2015).

  • El Modelo CINDA: Está concebido sobre la base de un esquema de organización compleja y heterogénea que dispone una institución, y descansa sobre las premisas de que “calidad” no es un concepto absoluto sino relativo y el referente lo establece la propia institución cuando define su misión, objetivos, metas y estrategias, aun cuando pueda haber aspectos en los que sea necesario atenerse a exigencias establecidas por agentes externos. Por lo tanto, la autoevaluación institucional basada en el modelo requiere que la institución: a) formule su proyecto institucional, dejando claramente establecida su misión y sus valores, la población que atenderá, las políticas de docencia, investigación, extensión y administración; b) establezca sus planes a corto, mediano y largo plazo, estipulando metas y estrategias para cada una de las funciones que ha estimado importante realizar; y c) cuente con un servicio de información para la gestión completo, confiable y continuamente actualizado, que apoye la planificación, elaboración de políticas y los procesos de toma de decisión institucional. (Espinoza y otros, 1994). El modelo CINDA, establece como acreditación al:

Proceso voluntario de riguroso análisis, conducido por agencias externas a la institución de educación superior, con miras a cautelar la fe pública, respecto de: 1. claridad en la definición de misión y objetivos; 2. voluntad y solvencia para hacer lo que se promete; 3. coherencia entre procesos, misión y logros; 4. establecimiento de estándares de calidad consistentes con la política de acreditación, 5. mejoramiento continuo mediante mecanismos adecuados. (CINDA, 1994,, pág. 43)

Al referirse al término de calidad es conceptualizado como un:

Conjunto de cualidades de una institución u organización estimadas en un tiempo y situación dados. Es un modo de ser de la institución que reúne las características de integridad (incluye todos los factores necesarios para el desarrollo del hombre), coherencia (congruencia entre fines, objetivos, estrategias, actividades, medios y evaluación) y eficacia (logro de fines mediante la adecuada función de todos los elementos comprometidos). (Ob.cit.1994, pág. 43)

Este modelo se apalanca en la autoevaluación, como mecanismo de mejoramiento continuo para la institución que lo realice, en consecuencia el resultado es aplicable solamente a la institución estudiada y aceptará comparaciones en la medida que el referente sea otra institución con características similares.

  • El Sistema de Calidad con base en la Norma ISO 9000: La ISO, es una organización no gubernamental fundada en 1947 con sede en Ginebra, que federa mundialmente de forma voluntaria y fuera de tratados, a las organizaciones nacionales de normalización de 148 países. Las Normas ISO Serie 9000 y conexas, plantean un enfoque normativo de la calidad. Por lo general se usan para el área de educación opera las normas generales: ISO 9000:2000; ISO 9001:2000; y la norma ISO 9004:2000. (Martínez, 2001).

Sin embargo, la Organización Internacional de Normalización (ISO) se encuentra desarrollando un proyecto de norma internacional en el seno del Comité de Proyecto ISO/PC 288 Sistemas de gestión para las organizaciones educativas. Se trata de la Norma ISO 21001, que describirá un sistema de gestión para este tipo de organizaciones y se prevé que estará disponible en el 2017. Dicha norma, describirá un sistema de gestión específico para organizaciones educativas que quieran demostrar su capacidad para proporcionar, compartir y transferir conocimiento a los estudiantes. (Ordozgoiti, 2015).

  • El Sistema Centroamericano de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SICEVAES): El SICEVAES fue creado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) en 1998, es el resultado de un proceso que permite la homologación de diplomas y títulos profesionales en Centroamérica, con el propósito de facilitar y promover la movilidad de los graduados universitarios de la región, estableciendo de esa manera un sistema de evaluación y acreditación (Tünnermann, 2008).

El SICEVAES evalúa programas de Educación Superior de nivel de pregrado, grado y postgrado, así como el desempeño global de Instituciones de Educación Superior. El sistema promueve la cultura de calidad, la evaluación y el rendimiento de cuentas a la sociedad en las universidades miembros, usando la evaluación y acreditación como estrategia de gestión del cambio, modernización y mejoramiento de las universidades. (SICEVAES, 2016)

A modo de reflexión

Considerando los modelos de evaluación de la calidad referidos, es palpable evidenciar que la calidad se ha constituido en una especie de pivote para ordenar los sistemas y prácticas de los sujetos dentro de las organizaciones contemporáneas y por extensión, al interior de las instituciones de educación superior (Correa y Bernache, 2006)

El enfoque que generalmente se la ha atribuido a la calidad educativa, está basado en los elementos de planificación, eficiencia y eficacia, conceptos provenientes de las teorías organizacionales. Esto podemos considerarlo como una visión reduccionista y limitada sobre el ámbito educativo, lleno de matices y contrastes. Con esa forma de mirar tan sesgada, se dificulta que la educación cumpla con los grandes compromisos que se le han atribuido para solventar los problemas mundiales de desigualdad, inequidad y transformación social

En consecuencia para que tomen las decisiones adecuadas, es imperante que las reflexiones que se realicen sobre el tema consideren la complejidad y profundidad necesaria que permita traspasar el velo técnico y alegórico homogeneizante y se dé un salto hacia la grandeza y riqueza del encontrarse con otra forma de avizorar la calidad educativa.

Tal como señala Días Sobrinho

Mucho más que mecanismos de inspección y fiscalización, la evaluación y la acreditación deben ser procesos de comunicación y de construcción de relaciones que faciliten el logro de la calidad y el consecuente reconocimiento público. La calidad es una construcción social y, como tal, requiere mucha reflexión, diálogo y esfuerzos colectivos. (2007, pág. 293)

 

Referencias:

CINDA 1994. Autoevaluacion para Instituciones de Educacion Superior. Colección Gestión Universitaria.ISBN 95ó-710ó-19-3.Inscripción Nº90.701. Disponible en: https://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwiuv5f0tLvRAhXDMyYKHepQCvcQFggaMAA&url=http%3A%2F%2Fwww.cinda.cl%2Fdownload%2Flibros%2F1-Manual%2520Autoevaluaci%25C3%25B3n%2520para%2520Instituciones%2520de%2520Educaci%25C3%25B3n%2520Superior.pdf&usg=AFQjCNEGsh6gYHHXfvdUtbVnJNMDpLLBDg Consultado el 10 Diciembre 2016

Correa. y Bernache, G. (2006). La necesidad de un análisis social de la calidad educativa en las instituciones de educación superior. Revista Educación Global. Pág. 159-175. ANUIES. Ciudad de México. Vol. 10.  Disponible en: http://148.202.18.157/sitios/catedrasnacionales/material/2010b/correa/s81cbernache.pdf. Consulta, 22 de febrero 2016.

Escudero, J. (2002) La reforma de la reforma. ¿Qué calidad, para quiénes?. Barcelona: Ariel

Espinoza, O.; González, L. E.; Poblete A., et al. (1994) Manual de autoevaluación para instituciones de educación superior. Pautas y procedimientos. Santiago de Chile: CINDA.

Martínez, C. (2001). La Evaluación para la mejora de la calidad de los centros educativos. Documento. Décima Conferencia Mundial Trianual. Sociedad Española de Pedagogía. Madrid.

MERCOSUR. (2002). Manual de procedimientos para pares evaluadores comité coordinador regional (CCR)-. Comisión regional coordinadora de área educación superior. Mercosur educativo

Nicoletti, J. (2008). Adecuación y aplicación de las normas de calidad iso 9000:2000 en el campo educativo. Horizontes Educacionales. Vol. 13, núm. 2. Universidad del Bío Bío. Chillán, Chile. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=97912401005. Consultado febrero 2016.

Ordozgoiti, E (2015) Un mismo lenguaje en educación. AENOR. España. Disponible en: http://www.aenor.es/revista/pdf/abr15/30abr15.pdf, consultado el 10 de enero 2017

RIACES (2016). Red Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior. Disponible en: http://riaces.org/index.php/ct-menu-item-3/ct-menu-item-11/ct-menu-item-17. Consultado febrero 2016.

RIACES (2004). Glosario internacional riaces de evaluación de la calidad y acreditación. Documento Madrid 2004, RIACES (Red Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior), editado por Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, Orense, Madrid. Disponible en: http://www.saidem.org.ar/docs/Glosario/RIACES.%20T%E9rminos%20para%20la%20Evaluaci%F3n%20de%20la%20calidad%20y%20acreditaci%F3n.pdf. Consultado el  13 diciembre 2016

SICEVAES (2016). Sistema Centroamericano de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior. Disponible en:  http://sicevaes.csuca.org/index.php/presentacion/quienes-somos, consulta el 27 de febrero 2016.

Días Sobrinho, J. (2007). Acreditación de la educación Superior en América Latina y el Caribe. La educación Superior en el mundo. Disponible en: https://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099/7538/18_282-95.pdf;jsessionid=FE024CE13B27675CD88BFEE366D28F1B?sequence=1. Consultado el 10 diciembre 2016

Tünnermann, C . (2008).La calidad de la educación superior y su acreditación: la experiencia centroamericana. Revista Digital Scielo. On-line versión ISSN 1982-5765.  Disponible en: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1414-40772008000200005 Consultado el 10 de enero 2017

Villanueva, E. (2004).  La acreditación en América Latina: El caso de Argentina en la Riaces y en el Mercosur. Revista iberoamericana de educación. Nº 35. pp. 99-112

(*) Keyla Isabel Cañizales

contacto: keylacanizales@gmail.com

La autora forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

Fuente de la imagen: http://www.entrelibros.co/blog/wp-content/uploads/2016/08/EducacionSuperior.png

 

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Colombia necesita nuevas universidades públicas de calidad

Colombia/Abril de 2017/Fuente: El Espectador

El programa ser pilo paga surgió en 2014 con el fin de beneficiar a los jóvenes de estratos 1 y 2 del Sisben. Anualmente han sido favorecidos alrededor de 40.0000 estudiantes que han ingresado universidades públicas y privadas con la garantía de que el gobierno cubrirá la totalidad de la matrícula. Desde el primer año de la implementación del programa Ser Pilo Paga, varias han sido las críticas que estudiantes y expertos han hecho a la iniciativa.

Por cada estudiante que entra al programa, el gobierno colombiano realiza una inversión anual de $ 3 billones de pesos (Lea: ¿Vale la pena el esfuerzo del Estado para financiar Ser Pilo Paga?). Es por este motivo que varios críticos han expresado que el programa Ser Pilo Paga no garantiza el derecho a la educación superior ya que no todos los jóvenes logran ingresar a la universidad. Lo anterior debido a que el 98% del dinero destinado al programa ser pilo paga está destinado a universidades privadas.

El presidente Juan Manuel Santos presentó un proyecto de ley para que el programa ser pilo paga se convierta en una política de estado. Carlos Caicedo, magister en Dirección Universitaria de la Universidad de los Andes expresó que “Ese modelo de financiación profundiza la desigualdad en el país, pues con los mismos recursos que se paga el estudio a 40.000 beneficiarios de Ser Pilo Paga se hubiera podido pagar la educación de 200.000 estudiantes en universidades públicas de calidad”.

Varios expertos han sugerido que, para aumentar la cobertura en el sistema educativo, se debe fortalecer la educación pública en el país. Precisamente, Caicedo expresó que “Ser Pilo paga es un lucrativo negocio que legitima la exclusión universitaria de los más pobres del país. Si las universidades privadas tienen algún sentido de responsabilidad social deben ser ellas las que financien el programa Ser Pilo Paga y dejar quitarles ese dinero a las universidades públicas”.

De acuerdo con el Ministerio de educación, Ser pilo paga ha beneficiado a 30.500 jóvenes de escasos recursos que provienen de 984 municipios. El 82% de los pilos están estudiando en universidades privadas y el 18% restante en públicas.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/nacional/colombia-necesita-nuevas-universidades-publicas-de-calidad-carlos-caicedo-articulo-689915

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Historias de la Historia de la Universidad Nacional: la Escuela de Ciencias Naturales

Por: Ignacio Mantilla

En la celebración del sesquicentenario de la Universidad Nacional quiero compartir hoy con los lectores la historia de los inicios de una de las seis escuelas que integraron la Institución desde su nacimiento.

Hay personajes, detalles y anécdotas que constituyen las huellas que nos ayudan a identificar y comprender ciertas costumbres, hábitos y prácticas que han sido heredadas o transmitidas de generación en generación y que hoy, en algunos casos, son símbolos o forman parte de nuestros valores institucionales. Tal es el caso del uso de los colores para identificar las facultades. En efecto, simultáneamente con la fundación misma de la Universidad, las escuelas se distinguían por un color específico en el que se enmarcaba el escudo. Así, a la Escuela de Jurisprudencia la identificaba el color rojo, a la de Medicina, el amarillo, a la de Ingeniería le correspondía el color blanco, a la Escuela de Literatura y Filosofía, el color azul celeste, Artes y Oficios, violeta y a la Escuela de Ciencias Naturales, el verde. A esta última me voy a referir en esta ocasión.

Entre las dependencias que la Ley 22 de 1867 entregó a la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia se encontraban el Museo Nacional, que por varias décadas funcionó en la Universidad, y el Observatorio Astronómico Nacional, hoy vecino de la Casa de Nariño, pero que aún hoy forma parte de la Universidad. Estas dos dependencias, más el Gabinete de Mineralogía formaron la Escuela de Ciencias Naturales que inició clases en las primeras semanas de 1868 bajo la dirección de su primer «Rector de Escuela» (hoy lo conoceríamos como decano), el médico y botánico Francisco Bayón Fernández. Con cuatro profesores y 35 estudiantes inició labores la Escuela. El impulso que le quisieron dar el rector general Ancízar y el rector de la Escuela Bayón estuvo encaminado a formar profesionales que apoyaran las labores de la agricultura y la minería en el país, que en palabras de Ancízar, en su primer informe al poder público el 1 de febrero de 1869, eran “industrias fundamentales en nuestro país, y hasta hoy ejercidas con pocos o ningunos conocimientos científicos, que las mantiene en los antiguos e imperfectos procedimientos de producción, que además de ser costosos las reducen a proporciones mezquinas”.

Además de ejercer el cargo de rector de la Escuela de Ciencias Naturales, Bayón se desempeñó como catedrático de Botánica, Jilolojía y Farmacognocia. Tal vez fue Bayón uno de los primeros investigadores colombianos en el sentido moderno de la palabra. Por solicitud del rector general de la Universidad, Manuel Ancízar, Bayón desarrolló por varios años un tratado sobre Jilolojía que perfeccionó en sus clases y del cual presentó avances en los anales de la Universidad. El resultado de sus investigaciones, que contaron con el auspicio de la Universidad, fue el libro Ensayo de Jilolojía Colombiana (contiene la clasificación y descripción de las maderas colombianas). Cabe destacar que, según lo cuenta el profesor Santiago Díaz Piedrahíta, «el curso de Jilolojía era componente importante de los programas de la Escuela de Ciencias Naturales. En el mismo se trataban en su orden, luego de definir la Jilolojía, cuarenta y siete grupos naturales, describiendo los géneros y especies más representativas de cada uno, analizando las características de sus maderas, sus coloridos, pesos específicos, usos o aplicaciones, y la altitud de los lugares donde crecían».

El programa que se desarrollaba en la Escuela abarcaba cuatro años con cursos que iban desde clases elementales de botánica, matemáticas, zoología y química, hasta química agrícola, agricultura, pasando por cristalografía y mineralogía, geología y paleontología, y metalurgia y explotación de minas. La Escuela otorgaba el título de Profesor en Ciencias Naturales y, en ocasiones especiales, el de Farmaceuta.

Además de Francisco Bayón, quien devengaba un salario anual de 600 pesos por su responsabilidad como rector de la Escuela, los otros tres profesores eran Fidel Pombo, encargado de las cátedras de Zoología y Mineralogía; Liborio Zerda, titular de las cátedras de Física Matemática y Médica, y Química General; y Ezequiel Uricoechea de Química Analítica. El presupuesto total de la Escuela en su primer año fue de $11.990, invertidos en los sueldos del rector, el secretario, los catedráticos y los útiles de enseñanza.

A partir de 1878, cuando los conservadores y liberales moderados asumieron el poder, la Universidad experimentó un cambio en su organización interna y en los métodos de enseñanza y contenidos de sus programas, definidos en su creación. Por esta razón, aunque en la letra ya aparecía una Facultad de Ciencias Naturales, en realidad esta era más bien una unidad administrada por la poderosa Facultad de Medicina. Fue en esta época de cambios que Liborio Zerda, reputado médico y excelente maestro, fue nombrado rector de la Facultad de Ciencias Naturales y también de la Facultad de Medicina, para adelantar la política de la regeneración en las antiguas Escuelas.

Mucho después, bien entrado el siglo XX, los trabajos del botánico Enrique Pérez Arbeláez le dan un impulso muy importante al desarrollo de las ciencias naturales en nuestro país. Gracias a él, en 1936 se funda el hasta hoy conocido como Instituto de Ciencias Naturales y en 1955 el Jardín Botánico de Bogotá. Los estudios desarrollados en ellos han sido fundamentales para llegar al conocimiento que hoy se tiene no solo de nuestros recursos botánicos, sino también de nuestra flora y fauna.

En la actualidad aquella Escuela de Ciencias Naturales de 1867 se constituye en el más importante centro de investigación y formación en ciencias del país, con tres facultades, Bogotá, Medellín y Manizales. Además, hoy la Universidad Nacional de Colombia, patrimonio de todos los colombianos, cuenta con el moderno, activo y dinámico Instituto de Ciencias Naturales, heredero de los principales frutos de la Expedición Botánica que dirigió Mutis y encargado del Herbario Nacional Colombiano que cuenta con cerca de 588 000 ejemplares de plantas. Además alberga ocho importantes colecciones zoológicas con 900 590 ejemplares. Se suman a estos tesoros científicos las series de láminas y trabajos impresos, representados en libros y revistas clasificadas, cuyos autores han constituido un sobresaliente equipo de profesores que forman a sus estudiantes como los nuevos investigadores y científicos naturalistas que requiere el país, infundiendo en ellos el profesionalismo de las disciplinas y la responsabilidad por la preservación de este invaluable patrimonio de la nación colombiana.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/historias-de-la-historia-de-la-universidad-nacional-la-escuela-de-ciencias-naturales-columna-688491

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