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Hacia una nueva narrativa de la reforma educativa

Por: Miguel Ángel Pérez

Uno de las grandes elementos que demostró el pasado Congreso Nacional de Investigación Educativa (SLP, 2017), es que el discurso de la reforma educativa y su pieza central el modelo educativo, son discursos gastados, sin congruencia ni pertinencia para la realidad del país, que no tiene nada de estructural y que no cumple con los fines que anunciaba desde su origen (mejorar la calidad educativa) y cuyos ejes de desarrollo están centrados en la evaluación (como obsesión), en la reconfiguración del tratamiento de los docentes al ser profesionales de la educación y convertirlos ahora en empleados o trabajadores de segunda sin derecho a la voz y restringidos de sus derechos laborales y al alineamiento de las políticas educativas con las sugerencias e imposiciones emanadas de los llamados organismos internacionales con la OCDE a la cabeza.

De esta manera la reforma educativa mexicana (2013-2017) no sólo es fácilmente predecible en su fracaso, sino también ausente de creatividad e innovación para llevar a nuestro país a un mejor estadio educativo.

Es por ello que requerimos de una nueva narrativa pedagógica que nos lleve a mirar la puesta en marcha de una reforma educativa (en construcción), llena de frescura y de ideas surgidas desde abajo o desde el corazón mismo de la experiencia de los y las educadores y que recupere lo valioso del pasado de la educación en nuestro país.

Se criticaba en San Luis Potosí que los artífices (los brillantes autores del modelo educativo), habían recurrido mayoritariamente a autores y referencias extranjeras y en otros idiomas con la supuesta intención de prestigiar el modelo, los autores mexicanos aun los especialistas y los que realmente saben del campo quedaron fuera de las referencias, de esta manera no sólo se ningunea la intelectualidad nacional, (pobre o rica pero producto de nuestras prácticas y tradiciones académicas locales) y se cree (erróneamente) que el prestigio y la solidez tienen que venir forzosamente desde afuera.

La nueva narrativa que de origen y curso de trabajo al diseño de un nueva reforma educativa, inicia con darle la voz a todos los actores que hasta ahora han sido silenciados, (docentes, intelectuales, investigadores, políticos, amas de casa, profesionistas de otros campos), el asunto de la educación pública en México es asunto del público en general, es decir la sociedad en su conjunto tiene algo que decir al respecto, ahí se teje el presente y el futuro de la educación de nuestros niños, niñas y jóvenes.

La nueva narrativa deberá pensarse a partir de reglas inéditas que hasta hoy no hayan sido prácticas en nuestro entorno, por ejemplo, permitiendo que las escuelas experimenten el tipo de modelo que quisieran practicar, respetando la autoridad profesional y académica de los y las docentes, teniendo a la evaluación como un componente periférico y no (como sucede ahora) que viene siendo la columna vertebral de la reforma. El punto central de la nuera narrativa de la reforma educativa por diseñarse pasa por responder a la siguiente pregunta: ¿cuál es el perfil, la identidad, los rasgos sociales bajo los cuales deseamos formar a los niños, niñas y jóvenes que actualmente asisten a las escuelas públicas y privadas de nuestro país, con la intención de formarlos como ciudadanos y ciudadanas que respondan positivamente a partir del fomento del pensamiento crítico a los retos de un sociedad en movimiento y que sean capaces de vivir armónicamente en la sociedad del siglo XXI?

Me parece que las respuestas a dicha pregunta servirán para darle cuerpo a un modelo educativo que hoy en día no tenemos pero que demanda la sociedad y el sistema educativo nacional.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/hacia-una-nueva-narrativa-de-la-reforma-educativa/

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Informe de la Ocde: Nivel socioeconómico explica el 17% del desempeño de los estudiantes chilenos

Chile/04 de Diciembre de 2017/Pluviometro

Apoyar más a los estudiantes, mejorar el acceso a Educación de calidad y disminuir la brecha entre los resultados de los estudiantes que vienen de diferentes contextos socioeconómicos son algunos de los desafíos que Chile debería adoptar en materia educativa.

El Ministerio de Educación encargó a la Ocde en 2014 la realización del estudio “Revisión de políticas nacionales de educación” (Review of National Policies for Education), cuyo propósito es ofrecer recomendaciones en el marco de las reformas educativas que actualmente se están desarrollando en el país, identificando los cambios clave en el sistema educativo chileno principalmente entre 2004 y 2016.

Respecto a los cambios, el director de la Ocde, Andreas Schleicher, manifestó su apoyo a la Reforma Educacional que impulsa el gobierno de la Presidenta Bachelet y precisó que es necesaria para avanzar en calidad y en mayor equidad social. Mientras que en educación escolar destacó la puesta en marcha de la Ley de Inclusión Escolar y la reforma del proyecto de desmunicipalización. 

Además, el director de la organización afirmó que «que las reformas aprobadas son pasos importantes para mejorar la calidad y equidad del sistema educativo y que, como extranjero, cuesta comprender por qué en Chile ha habido resistencia a la eliminación del copago en la educación». 

Educación de mejor calidad y accesible

Sin embargo, no todo es color de rosas. Tal como señala el informe, entre los países Ocde, Chile fue el tercer país con desempeño más bajo en ciencias. Además, una mayor proporción de estudiantes del país, en comparación con el promedio, no alcanzó el nivel mínimo de competencia requerido en ciencias según las medidas de la prueba Pisa.

Por otro lado, Chile fue también uno de los países participantes en PISA 2015 donde el contexto socioeconómico de los estudiantes tuvo más influencia en su desempeño. El nivel socioeconómico explicó el 17% del desempeño de los estudiantes chilenos en PISA 2015, lo que fue superior al promedio de la OCDE de 13%. Tendencia que habría marcado todo el período de análisis del estudio.

Respecto a estos puntos, la organización propone que el país debe entregar oportunidades para que los chilenos de todos los orígenes socioeconómicos. La directora de política educativa de Educación 2020, Nicole Cisternas, afirma que estos planteamientos se vienen proponiendo desde hace tiempo por diversas organizaciones en el interior del país.

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Mientras que para el sistema escolar, la Ocde recomienda unificar y fortalecer el sistema de educación pública y promover el rol del profesor y de la profesión docente, otorgando oportunidades para el desarrollo profesional de alta calidad.

Finalmente para la Educación Superior, se recomienda fortalecer la equidad en el acceso a la educación superior de mejor calidad y aumentar la calidad en la formación técnico profesional.

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Rectoría del Estado en Educación

México / 2 de diciembre de 2017 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

En estos tiempos en que se definen las candidaturas a la presidencia de la República y junto con ello se afinan las propuestas de programas de gobierno, en el contexto electoral nacional del 2018, conviene retomar algunas reflexiones críticas en torno a las complejas relaciones entre la política y la educación.

¿Qué significa “recuperar la rectoría del Estado” en materia de Educación? ¿Cuáles son los argumentos que ofrecen las autoridades educativas, algunos miembros de la comunidad académica y los tomadores de decisión que han promovido tan sui generis“reivindicación”?

Desde que se diseñó la estructura jurídica y una vez aprobadas las modificaciones constitucionales, de la actual “Reforma Educativa” (2012-2013), al iniciar el presente sexenio se dijo que: “La reforma educativa permitió al Estado mexicano recuperar su rectoría en la materia, indispensable para dirigir y lograr los cambios necesarios a favor de la niñez y la juventud, pese a que existen intereses de todo género e inercias de todo origen, sostuvo el titular de la SEP, Emilio Chuayffet.” (Excélsior, 29 enero, 2014, con base en información de Notimex)  Ese mismo discurso oficial se ha mantenido hasta la fecha y ha sido reiteradamente esgrimido por el secretario de Educación Pública en funciones, Aurelio Nuño, durante sus comparecencias y entrevistas ante los medios entre 2015 y 2017. ¿Por qué?

Como se puede notar, desde el principio y en su momento tanto Emilio Chuayffet como Enrique Peña Nieto, y ahora Aurelio Nuño, han incluido en el núcleo de sus discursos la necesidad política de “recuperar” la rectoría del Estado en materia educativa. Pero ¿acaso la Constitución Política y la Ley General de Educación no establecían u otorgaban al Estado, antes de 2013, las facultades jurídicas para ejercer dicha rectoría? ¿Qué había de recuperarse, aparte, si las facultades del Estado en la conducción y dirección de la educación nacional ya estaban conferidas?

Al respecto, la Maestra Lucrecia Santibáñez ofrece un interesante análisis: “Se habla mucho en los medios de que esta iniciativa de reforma es una estocada al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como si esto fuera su principal objetivo. Aquí habría que recordar, que muchos países con buen desempeño educativo (Canadá, Singapur e incluso Finlandia), tienen sindicatos docentes fuertes. Sin argumentar ningún tipo de causalidad, tener un sindicato fuerte, por sí mismo, no excluye el tener buenos resultados. Hay de sindicatos a sindicatos, por supuesto. En el caso de México el SNTE tiene injerencia en todos los principales programas educativos y goza de poder monopólico sobre las relaciones laborales entre autoridad y maestros. Si le añadimos que juega directamente en la cancha gremial y en la cancha electoral la cosa se complica. Por lo tanto, si cambiar las formas significa ampliar el rango de acción de la autoridad educativa y su posibilidad de mejorar la educación en México, el enfoque estaría justificado.” (Nexos, blog de la redacción, 13 dic., 2012)

Por su parte, Gilberto Guevara Niebla, consejero de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), ha expuesto sus ideas y argumentos sobre este tema: “El objetivo de la reforma educativa es devolver el valor a la enseñanza. Lo que ocurrió con la educación en los últimos 70 años fue que se generó una relación perversa entre el Estado y el SNTE, de  tal manera que el primero hizo concesiones desmesuradas en dinero, plazas, direcciones de escuelas… Entonces, señala, el sindicato comenzó a colonizar, como dice Carlos Ornelas, la esfera directiva del Sistema Educativo Nacional hasta llegar  al punto extremo del 2008, cuando se firma la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), y el sindicato participa directamente en la dirección nacional. “El 50% de la comisión mixta nacional estaba formada por miembros del sindicato”.

“Por esto, con la reforma se busca desterrar, como lo dijeron el gobierno y las tres fuerzas políticas de México, el PAN, PRD y PRI, los antiguos poderes que se generaron en el país durante esas siete décadas, además de que el Estado recupere la rectoría de la educación…”, (Guevara Niebla, en entrevista con Adrián Figueroa, Crónica, 5 ago., 2016).

¿Qué es lo lleva a los políticos y funcionarios del sector educativo a hablar de la supuesta “recuperación” de la rectoría del Estado en materia de Educación en México? Para algunos observadores independientes, como es mi caso, queda claro que el discurso oficial sobre la “recuperación” de la rectoría del Estado en la Educación, ha sido “sobre dimensionado” o de plano “exagerado”, puesto que dichas facultades ya se encontraban establecidas en la Constitución y en las leyes secundarias en la materia: Tres elementos, por mencionar sólo algunos, dan cuenta del aseguramiento de la llamada rectoría del Estado en este ámbito: 1) El control de la nómina y de las plazas de trabajo federales del Sistema Educativo Nacional (que desde 2015 se volvió a centralizar en la CDMX por parte de la SEP); 2) La decisión y facultades absolutas sobre los cambios a los Planes y los Programas de la Educación Básica (que impacta e involucra a la mayoría de los mexicanos) y, desde 2013, de la Educación Media Superior; y 3)  La conducción (con financiamiento incluido) de la formación inicial y continua de las maestras y los maestros del país.

Pienso que la supuesta “pérdida” de rectoría del Estado en materia Educativa, tiene otro sentido más específico: Se refiere, más bien, al conjunto de prácticas corporativas y clientelares que impusieron los gobiernos federales, encabezados por priístas y panistas durante los últimos 40 años, con el beneplácito de las cúpulas sindicales dominantes o hegemónicas, de origen priísta, sobre todo desde el periodo 1989-1992, tiempo en el cual Carlos Salinas pactó esa relación con la maestra Elba Esther Gordillo, mediante el llamado “Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica” (firmado por cierto por Ernesto Zedillo, como titular de la SEP y por todos los gobernadores de la entidades federativas).

Entonces no fue “pérdida” de rectoría, sino más bien “cooptación”, “negociación”, “alianza” o “pacto” político que convenía a ambas partes, sobre todo con fines de control y manejo corporativo de los miles de miembros del SNTE. Así era (¿o es?) la ecuación para ejercer el poder político sobre el magisterio.

Justo sobre este controversial núcleo discursivo (“la necesidad política de recuperar la rectoría del Estado en Educación”), la Mtra. Tatiana Coll, de la Universidad Pedagógica Nacional, se refiere a este asunto como: “El fetiche de la rectoría del Estado y la calidad educativa”.

“Los argumentos más visibilizados que sustentan esta reforma son: la recuperación de la rectoría del Estado en materia educativa y la tan llevada y traída calidad de la educación. La llamada “rectoría del Estado” parece haberse convertido en los nuevos tiempos priístas en la palabra clave que permite explicar, justificar, alabar y llevar a cabo un conjunto de políticas reformadoras. Se “recupera la rectoría del Estado” en educación al encarcelar a la señora Gordillo a pesar de que los charros sigan controlando el sindicato; sin embargo, “no se pierde la rectoría del Estado” al abrir el petróleo a la inversión privada nacional y extranjera cuando sólo se podrán cobrar menguados impuestos; y se “consolida la rectoría del Estado” en telecomunicaciones al aceptar el ingreso del monopolio Slim en televisión y, viceversa, del monopolio Azcárraga en telefonía. Una rectoría del Estado cuyos principios se acomodan fácilmente a los intereses dominantes.”

Así continúa su análisis la Mtra. Coll: “La pregunta evidente sería: ¿qué entienden por Estado y por rectoría del Estado cuando se utilizan para caracterizar procesos tan aparentemente disimiles? Seguramente el meollo radica en que “la injerencia dañina” del SNTE vulnera al Estado, mientras que la “benéfica injerencia” del capital privado lo fortalece. En realidad me parece que es exactamente al revés: en el caso de la educación nunca se perdió la famosa rectoría, es un pretexto para controlar a los maestros, mientras que con relación al petróleo y su apertura al capital privado el Estado está muy dispuesto a cederla; así,  aunque se trasnacionalice, como los bancos, “seguirá siendo de la nación”, maniobras verbales en las que se especializa el priísmo.” (Coll Lebedeff, Tatiana. La reforma educativa, el poder del Estado y la evaluaciónEl Cotidiano, núm. 179, 2013, pp. 43-54. UAM, Unidad Azcapotzalco. México)

La guerra sobre la idea de “colonización” en el vínculo política-educación

El debate sobre la llamada “Colonización” derivada de la difícil relación entre el SNTE y el Estado mexicano, a la que se ha referido Carlos Ornelas, de la Universidad Autónoma Metropolitana, ha generado un explosivo debate, específicamente con Manuel Gil Antón, del Colegio de México, quien ha señalado, palabras más palabras menos, que “no se puede colonizar a alguien con quien se ha sido cómplice o sujeto de una invitación.” Aquí algunos fragmentos del debate conceptual:

“De vez en cuando, Manuel Gil Antón me critica por cosas que él dice que digo, no por lo que escribo… Hoy repite la dosis, reitera lo que ha argumentado en ponencias y otros artículos. En su pieza del 4 de noviembre, en El Universal, Manuel apunta: “Javier Tello, al coordinar una sesión del seminario que organizó el INEE en torno a la reforma educativa, escuchó a Ornelas y al subsecretario (Otto) Granados hablar de la colonización y, con inteligencia, preguntó: ‘¿No habrá sido una colonización por invitación?’. Ornelas respondió que sí, que la colonización ha sido a petición de parte, o bien por contrato o convenio”.

“Una parte de esa cita es correcta, pero corta. En mi respuesta a la pregunta de Javier expresé de manera sintética lo que he expuesto con fundamento en bibliografía y documentado con investigación empírica en varios textos. Recurro a la taxonomía que estructuró Martin Carnoy (“La educación como imperialismo cultural”. México, Siglo XXI, 1977). Los casos típicos de colonización son: 1) por invitación (que fue como comenzó la cosa entre la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación desde 1946), 2) por convenio (que es como ha sido la mayor parte de los arreglos entre la SEP y el SNTE) y, 3) por conquista, que fue lo que hicieron Carlos Jonguitud Barrios —contra Fernando Solana y Jesús Reyes Heroles— y Elba Esther Gordillo, cuando algún secretario —o secretaria— de Educación Pública no quería ceder.”

“Además, señalo que la colonización que ejerce el SNTE sobre el gobierno de la educación básica siempre estuvo sujeta a los intereses institucionales del Estado. Cuando Jesús Robles Martínez, Carlos Jonguitud Barrios o Elba Esther Gordillo rebasaron los límites, el jefe del Estado en turno los defenestró.” (Carlos Ornelas Navarro, Educación Futura, 8 nov., 2017. Ornelas Navarro es autor del libro: “Educación colonización y rebeldía: la herencia del pacto Calderón-Gordillo. Siglo XXI Editores, 2012).

La respuesta de Manuel Gil Antón:

“En mi texto, critico un concepto que ha empleado con frecuencia (para caracterizar la relación entre la SEP y el SNTE) pues me parece equívoco. No hago, como creo que debe ser, ningún juicio a su persona. Más allá de los desacuerdos, vale la pena, siempre, debatir. Le agradezco la lectura de mi artículo y, con base en las dos contribuciones, los lectores podrán reflexionar sobre el tema.  Lo saluda con aprecio, Manuel Gil Antón.”

Como podemos observar, el debate sobre la necesidad política, estratégica y operativa de “recuperar la rectoría del Estado sobre la Educación, así como sobre la llamada “colonización”, está y estará vivo durante las campañas políticas que se avecinan. Por ello, considero conveniente identificar los hilos finos del tejido que forman parte de esta tela, de la cual por cierto hay mucho qué tejer y destejer desde diversos puntos de vista. ¿Por dónde le quisieran entrar: por lo ideológico, lo político o lo conceptual?

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/11/30/rectoria-del-estado-en-educacion

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República Dominicana: Minerd integrará a los cabildos en la mejora de la calidad educativa

Centro América/02 Diciembre 2017/Fuente: El caribe

El ministro de Educación, Andrés Navarro, y el presidente de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu) firmaron ayer un convenio para impulsar la mejora de la calidad educativa conjuntamente con las alcaldías a nivel nacional. Al participar como orador invitado en la Asamblea General de Municipios, Doctor Rubén Lulo Gitte, Navarro dijo que compartir con el sector es una magnífica oportunidad para aportar desde el Minerd por el desarrollo municipal, “pues como todos ustedes saben, soy un permanente militante por el desarrollo local, dado que fue en la gestión municipal donde aprendí en teoría y práctica, los principios básicos del adecuado manejo de la cosa pública”.

Declaró que el Minerd y Fedomu han aprovechado esta valiosa oportunidad para firmar una alianza estratégica que desde ya se está impulsando desde la municipalidad, “porque nos permitirá perfilar el rol que muy bien podrán jugar los ayuntamientos en la Revolución Educativa que impulsa el presidente Danilo Medina, con una decidida voluntad política por la mejora de la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje”.

Las principales líneas de acción del convenio son la gestión ambiental y saneamiento; gestión de riesgos y seguridad, animación cultural, fomento deportivo y democracia y gestión local.

Dijo que el convenio entre el Minerd y Fedomu abrirá grandes oportunidades para una significativa participación de los gobiernos locales en la mejora de la calidad de la educación en cada uno de los 158 municipios del país.

El funcionario consideró que la nueva realidad dominicana deja claro que es imposible lograr desarrollo local sostenible sin una notable mejora de la educación de los niños y los jóvenes, “porque no es casual que en la agenda de desarrollo sostenible 20-30 se formuló un objetivo focalizado a la educación para todos y durante toda la vida”.

Fuente: http://elcaribe.com.do/2017/11/30/minerd-integrara-los-cabildos-en-la-mejora-de-la-calidad-educativa/

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Educar para el emprendimiento no es una opción sino una necesidad

 Por: Marcel Doubront

Vivimos tiempos que, si bien unos pueden llamarlos sociedad de la información, otros sociedad del conocimiento, para este servidor el presente momento histórico debería tener por seudónimo sociedad de la contradicción, consecuencia de lo que llaman algunos “mundo globalizado y cambiante”    donde por un lado se critica a la vieja pero vigente cultura rentista pero por el otro se fomenta el asistencialismo, problema que no queda con una caja de CLAP, con el Bono de la Patria o con alguna otra subvención demagoga, sino en lo que  preocupantemente se está convirtiendo en el  principal  enemigo de la juventud Venezolana y de manera sostenible en el resto de la sociedad.

Quienes trabajamos en el subsistema universitario nos sentimos asombrados cuando el gobierno divulga cifras relacionadas a la calidad educativa, sin embargo, en contraste con esos indicadores gubernamentales se evidencian menos unidades de transporte, una infraestructura en peores condiciones, desinversión en materia cultural, deportiva, científica, niveles históricos de corrupción  y una matrícula que día a día viene decreciendo   producto de que el actual modelo educativo no da respuesta a las expectativas del estudiante, algo que concuerda con una frase que se le atañe a Freire “Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no se han hecho.”

En ese sentido el estado promueve un discurso contra la cultura rentista así como intenta implementar planes  apodándolos como proyectos socio productivos, pero contradictoriamente sigue  graduando para el mercado laboral  con menos empresas  producto del clima de incertidumbre que vive el país y con más profesionales producto de la masificación en matricula, de igual forma si bien  nuestra carta magna en los artículos 102, 103, 104  habla de la educación como derecho humano, la gratuidad de ella, el conjunto de oportunidades a los diversos actores de la sociedad, así como de calidad, terminan siendo premisas insuficientes ante el momento histórico, ya que si bien es pertinente para el desarrollo de los pueblos concebir a la educación como  “un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria” también es cierto que esta debe formar para la producción y no para el consumo en concordancia plantea Gutiérrez (1974) “Es ingenuo y hasta de mala fe, dice R. Hutchins, esperar que un sistema educativo desarrolle seres inteligentes, si todas las fuerzas de la cultura están dirigidas a desarrollar productores y consumidores.”

De igual manera, si bien en la ley de universidades en su Artículo 2. Plantea:  “Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales” cabria la pregunta ¿Cuál contribución en el esclarecimiento de los problemas nacionales? tenemos una gran crisis de ciudadanía llenos de desvalores, de  malas costumbres y como aporte del alma mater esta adherirse a la polarización, unos alentando a los jóvenes en los enfrentamientos de guerra urbana el cual dejaron un saldo de mas de 130 muertos y otros en una función más acomodaticia con el gobierno inhibiéndose de hacer una critica ante la poca efectividad del sistema educativo universitario por miedo a perder el cargo. En ese sentido Monge (2013) refiere

se requieren acciones concretas por parte de las instituciones de educación superior, que permitan un replanteamiento de su ser y hacer frente a las demandas y necesidades sociales, donde estos nuevos escenarios requieren la participación de una universidad proactiva, formadora de mentes críticas e innovadoras y capases de visualizar y participar en la construcción del desarrollo con un amplio sentido de solidaridad y equidad.

Es allí donde el “Educar para el emprendimiento” surge como una necesidad ante los tiempos que vive el país, primeramente en los extractos sociales más bajos como en tiempos de la IV republica se evidencia un alto nivel de deserción escolar tanto en la educación media y universitaria, como de igual manera preocupantes indicadores como el de embarazo no planificado en adolescentes y delincuencia juvenil, todo esto no solo por los niveles socio económicos ya conocidos, sino porque la educación no genera ninguna atracción para la juventud ya que no da respuesta a sus expectativas, en ese orden de ideas Pinto y Sanabria (2010) plantean

es necesario que la educación se centre en el desarrollo integral del individuo, ofreciendo un mensaje espiritual de calidad y abierto a una sociedad pluralista, donde se formen seres sociales abiertos a la comunicación, al diálogo, es decir, ciudadanos capaces de asumir responsabilidades en su contexto y a la vez aprendan a mirar la realidad y se apropien de la misma, con el compromiso de contribuir con los otros a mejorarla cada vez más.

Ese espacio es a través del aprender haciendo para poder despertar el interés educativo e investigativo del educando en sinergia con lo que plantea Delors en lo «Los cuatro pilares de la educación» aprendiendo a conocer, hacer, convivir y ser, en aras de que el educando entienda que es un sujeto de cambio y no determinado a lo que la actual coyuntura económica y social le impone por medio de la desesperanza

En este contexto Freire (1969) deduce “Sólo en la medida en que descubran que alojan al opresor podrán contribuir a la construcción de su pedagogía liberadora. Mientras vivan la dualidad en la cual ser es parecer y parecer es parecerse con el opresor, es imposible hacerlo.” Es por ello que como plantea Tedesco (2003) “la educación ya no podrá estar dirigida a la transmisión de conocimientos y de informaciones sino a desarrollar la capacidad de producirlos y de utilizarlos.”

Por otro lado se presenta el caso de los centenares de miles de jóvenes profesionales que cruzaron las fronteras de nuestro país al ver sus sueños frustrados muchos al no poder ejercer la  carrera que se le fue conferida a través de sus estudios,  otros aunque si pudieron ejercerla no se les puede calificar como afortunados ya que también abandonaron sus familias, amigos, hogar por un nuevo destino, entiendo que el gobierno entre sus limitaciones políticas, económicas, estructurales intente hacer esfuerzos con programas sociales, no se trata de una misión Chamba como se puede combatir el viejo modelo que no termina de morir, en tal sentido Sanoja (2008) deduce

La manera de permitir que la gente salga de la pobreza no es simplemente regalándole dinero; la mejor manera es crear una mejor cultura laboral, enseñarle a trabajar como parte de un colectivo social, estimulando el desarrollo de una cultura laboral proactiva, darle al mismo tiempo las herramientas económicas para que dichos colectivos puedan crear su propio medio de sustento.

Ahora bien esto se aborda de manera planificada y no improvisada y mucho menos fragmentada, el plan no puede ir por un extremo y la educación por otro, Ander Egg  (1979) refiere “el problema de la educación no puede ser considerado aisladamente del contexto político, social, económico y cultural en que se da”  lo que demuestra es que como plantea el autor la educación no debe estar descontextualizada de la realidad social y viceversa por lo que el plan de una educación emprendedora o productiva debe ser multidisciplinaria para poder transcender en las soluciones que amerita la sociedad en ese contexto Martínez (2011)

la característica esencial del mundo que nos ha tocado vivir: el cambio acelerado y constante. Dicho cambio no se reduce al ámbito informativo, sino que toca prácticamente todos los órdenes: económico, político, religioso, social y cultural. De esta manera, la educación en general y los distintos niveles en particular, también se han visto en la necesidad de repensar su misión y visión, al replantear los objetivos que se han fijado para ajustarse a los nuevos reclamos que emergen de sociedades cada vez más complejas.

En conclusión, la educación se puede concebir como un proceso de concienciación y su incidencia en la sociedad, sin embargo también esta tiene que ser vista como un semiento de libertad, no basta con aprender a leer y escribir, mucho menos conocer y analizar un objeto de estudio cuando la necesidad histórica exige que este debe ser transformado para el bien común, en ese orden de ideas Morín (1999) refiere

a ese problema universal está enfrentada la educación del futro porque hay una inadecuación cada vez más amplia, profunda y grave por un lado entre nuestros saberes desunidos, divididos, compartimentados y por otro lado, realidades o problemas cada vez más poli disciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales y planetarios.

Lo que sin duda convoca a la educación a deslastrarse de su papel de observador de la realidad y tome un rol protagónico en los cambios que esta grita, Zemelman (2006) dice que “no hay un espacio privilegiado para construir la historia, la historia se construye desde cualquier espacio todos los días, y si no, la construyen otros” la educación para el emprendimiento es uno de ellos.

 “Hablar de democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar del humanismo y negar a los hombres es una mentira.” Freire (1969)

Referencias

Ander Egg (1979) Hacia una pedagogía autogestionaria, el Cid Editor Buenos Aires Argentina.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) N.° 5.908 Extraordinario del 19-02-2009.

Freire Paolo (1969) Pedagogía del Oprimido http://www.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2013/05/FreirePedagogiadelOprimido.pdf

Gutiérrez Francisco (1974) Pedagogía de la Comunicación Editorial Costa Rica, San José de Costa Rica

Ley de Universidades (1970) Gaceta Oficial N° 1.429 Extraordinario de fecha 8 de septiembre de 1970 Caracas Venezuela

Martínez Germán Iván (2011) Educar en la Era Planetaria Revista Al Pie de la Letra.  Revista de la Escuela Normal de Tenancingo  Año 5 Núm. 8 Mexico.

Monge Ana (2003) Liderazgo educativo y retos de la educación superior en el siglo XXI: Hacia la Visión y a Acción.  Revista Educare N° IV  www.revistas.una.ac.cr/index.php/EDUCARE/article/download/1019/943

Morin Edgar (1999) 7 saberes necesarios para la educación del futuro  Publicado en octubre de 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – 7 place de Fontenoy – 75352 París 07 SP – Francia

 Pinto M. Nilsa E.; Sanabria S. Marisol; (2010)  La Investigación Educativa en la Formación Integral del Futuro Educador. Revista Ciencia de la Educación Segunda Etapa Vol. 20 / Nº 36 / Valencia, Julio – Diciembre http://servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/n36/art10.pdf

Sanoja Mario (2007) El humanismo socialista Venezolano del siglo XXI, Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A. Caracas Venezuela

TEDESCO, Juan Carlos (2003). «Los pilares de la educación del futuro». En: Debates de educación (2003: Barcelona) [ponencia en línea]. Fundación Jaume Bofill; UOC. [Fecha de consulta: dd/mm/aa]. http://www.uoc.edu/dt/20367/index.html

Zemelman Hugo (2006) El conocimiento como desafío posible Instituto Politécnico Nacional México DF.

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Superar la pedagogía de la pobreza

ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN

El gran desafío de la educación venezolana es aumentar la calidad, de modo que proporcionemos a todos los alumnos las competencias esenciales, productivas y ciudadanas, para que se incorporen activamente en la sociedad y puedan exigir y ejercer sus derechos esenciales. El derecho a la educación va más allá del acceso, ya que exige que ésta sea de calidad y logre que todas las personas desarrollen al máximo sus talentos y capacidades, y adquieran el hambre de aprender. Lamentablemente, los supuestos avances en la cobertura y la dotación de libros y canaimas no han sido acompañados de un mejoramiento de la calidad de la educación, especialmente la que se ofrece a los estudiantes más vulnerables, por lo que su admisión a la educación no ha supuesto necesariamente acceso a un conocimiento que les permita participar en igualdad de condiciones en la actual sociedad del conocimiento, acceder al mundo laboral y ser ciudadanos de pleno derecho. En consecuencia, el principal desafío en Venezuela es avanzar hacia una mayor igualdad en la calidad, que garantice a todos los aprendizajes esenciales.

Calidad para todos exige superar la “pedagogía de la pobreza”, es decir, pensar que para los pobres basta con un currículo poco exigente, y egresar alumnos  sin las competencias necesarias para seguir aprendiendo o ejercer una profesión adecuadamente. Se trata de nivelar hacia arriba, y no solo de retener en el sistema educativo y egresar a los estudiantes a costa de una menor calidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Esto significa, entre otras cosas, velar porque los procesos de promoción no se transformen en un desincentivo para el desempeño docente. Hay que revisar muy profundamente las actuales políticas de evaluación y prosecución,  pues se trata de que los alumnos aprendan lo que tienen que aprender y no meramente que vayan pasando de un grado a otro. Si los alumnos saben que, hagan lo que hagan, van en definitiva a pasar, ¿para qué esforzarse en estudiar? Pareciera que estamos olvidando que estudiar y aprender suponen esfuerzo, dedicación, responsabilidad.
Un ambiente agradable 
Para mejorar la calidad hay que trabajar para que los alumnos se sientan a gusto y bien atendidos en su escuela, de modo que aprendan de manera óptima lo que necesitarán para su vida. Necesitan, pues, una escuela en la que se viva en un ambiente agradable pero exigente, en el que los docentes y directivos garanticen un bienestar colectivo, en un clima de respeto mutuo, de gran tolerancia ante lo diverso y de cero tolerancia ante la agresividad y la violencia. La calidad va a exigir, sobre todo, trabajar para lograr maestros y profesores con vocación de servicio, orgullosos de su profesión, con expectativaspositivas de sí mismos y de cadauno de sus alumnos, motivados y que disfrutan enseñando, en formación permanente, ya no para engordar currículos, sino para desempeñar mejor su labor y servir con mayor eficacia a los alumnos, sobre todo a los más carentes y necesitados. Todas las investigaciones coinciden en que la variable más importante para una educación de calidad es contar con directivos y docentes de calidad.

La calidad exige también  que la necesaria dotación esté al servicio de la pedagogía, pues la experiencia demuestra que no es suficiente la dotación de recursos (incluyendo los textos y las computadoras) o proporcionar alimentación a los alumnos sin una transformación de la pedagogía y una reorientación de las actividades y tiempos escolares.

pesclarin@gmail.com

@pesclarin

www.antonioperezesclarin

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/superar-pedagogia-pobreza_678791

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Maestros mejor preparados

Salvador Paiz

Me gusta mucho ver películas, sobre todo aquellas con las que nos podemos relacionar, que nos muestran los dilemas complejos de la vida y que, de una u otra forma, nos dejan alguna enseñanza. Una de ellas es el Profesor Holland, una película de 1995, con Richard Dreyfus

Este filme cuenta la historia del Glenn Holland, un músico profesional con un título de enseñanza media que, tras haber pasado unos años en el medio artístico, decide dedicarse a ser profesor de música en una escuela pública. En el camino el señor Holland se enfrenta a un sinfín de dificultades, desde cómo lograr que sus alumnos se interesen por la música, hasta cómo darse a respetar como profesor de este arte entre sus colegas. Es una historia lindísima y muy inspiradora que, sobretodo, nos muestra que ser maestro no es tarea fácil.

En todo nuestro país hay más de 250 mil maestros que enseñan en más de 48 mil establecimientos educativos (oficiales y privados). Estoy seguro que, la mayoría, con la misma entrega, dedicación y retos del maestro Holland. Muchos de ellos, en especial los del sector público, encaran desafíos inimaginables en su día a día, tales como falta de infraestructura, recursos y demás. A pesar de tales dificultades, le hacen frente a la responsabilidad de formar y educar a sus alumnos, y no se trata únicamente de dar una “sencilla” lección de aritmética o de ortografía, se trata también de dotar a sus estudiantes con las habilidades blandas que necesitarán para enfrentar el mundo y de ayudarlos a que se descubran a sí mismos. Llevar a cabo esa labor no es fácil pero, ¿quién dota a los maestros de los conocimientos necesarios para lograr esto? ¿quién los ayuda a empoderarse de su profesión? Una parte importante de la respuesta a estas incógnitas está en la formación docente.

Por eso me parece sumamente positivo que el Mineduc haya dado un paso hacia la dirección correcta. Hace unos días esta entidad publicó el Acuerdo Gubernativo 247-2017, el cual le da sustento jurídico a la formación inicial docente a nivel superior. Tras su publicación se hace obligatorio que los aspirantes a docentes de primaria cursen la carrera a nivel universitario. De esta manera tanto la carrera de magisterio como la de bachillerato con orientación en educación permanecerán vigentes. Se legitima el diversificado especializado en pedagogía (el cual ha sido controversial) y se eleva la carrera de magisterio a nivel universitario.

Este es un primer paso hacia la reforma educativa que tanto necesitamos, pero no es el único. Es indiscutible que las competencias del maestro son altamente incidentes en el nivel de aprendizaje de los alumnos. Pero estas competencias dependen de una serie de factores, tales como poder atraer y retener a los mejores talentos como docentes, que dichos talentos reciban una formación inicial del mejor nivel posible, que se implementen esquemas de formación continua y de retroalimentación de prácticas en el aula. Por ello es indispensable revisar el pensum de formación docente, fortalecerlo, actualizarlo y vincular la parte de teórica con la parte prácticas, para que aquellos que quieran convertirse en maestros ejecuten las estrategias de enseñanza aprendidas y las fortalezcan según sus propias habilidades. Recordemos que Guatemala está muy lejos de tener las mejores políticas de formación docente en el mundo. En el 2016 solo el 36 por ciento de los docentes optantes a plaza aprobaron el examen de matemáticas, 49 por ciento en lectura y 52 por ciento en estrategias de enseñanza. Ello deja muy claro que su formación es deficiente.

Si queremos terminar de una vez por todas con el ciclo de pobreza que tanto daño le hace a nuestro país, es imprescindible que elevemos la calidad educativa, por ende, que fortalezcamos las capacidades docentes. Ello pasa por abrir un diálogo técnico hacia la dignificación de esta importante profesión. Recordemos que de ellos depende la formación de todos nuestros niños y jóvenes y, con ello, el futuro del país entero.

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Fuente: https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/11/30/maestros-mejor-preparados/

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