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En Chile Financiamiento de la educación superior: se está razonando fuera del receptáculo

Chile / www.elmostrador.cl / 21 de Junio de 2017

Por cierto que el título de este artículo no es, para nada, académico.  Sin embargo, si usted lo está leyendo, significa que el título cumplió con el primer objetivo: atraer su atención.  La segunda razón para utilizar este título es que, aunque expresado de un modo poco elegante, da cuenta de una situación que, en mi opinión, está ocurriendo actualmente en el debate sobre el financiamiento fiscal de la educación superior, particularmente de la gratuidad.

En efecto, la discusión actual no se basa en un conjunto de principios previamente concordados ni en información objetiva y compartida a partir de los cuales sea posible analizar el tema.  Así, cada uno de los actores del sistema –rectores y organizaciones estudiantiles- el gobierno y los propios parlamentarios, analizan el proyecto de ley desde sus propios principios o intereses, ciertamente no explicitados, y, lo que es aún más grave, sin una metodología que permita tener presente todas las variables que inciden en la forma y monto de los recursos que destinará el Estado al financiamiento de la educación superior.  La existencia de estos principios –ojala incluidos en el articulado de la ley- permitiría limitar la discusión, evitando volver una y otra vez sobre argumentos que, en el fondo, significan un rechazo a los principios que fundan la política de financiamiento propuesta.

En mi opinión, el financiamiento del Estado para la educación superior debiese basarse en los siguientes principios:

1.- Todo joven que tenga la capacidad necesaria para cursar estudios superiores debe poder ingresar al sistema de educación superior –independiente de su nivel socioeconómico- de acuerdo a su propia vocación y preferencias, tener una probabilidad razonable de titularse y de, posteriormente, trabajar en su área de formación.

2.- El Estado sólo deberá financiar el costo real de la docencia que impartan las instituciones de educación superior y éstas no podrán cobrar aranceles superiores a dicho nivel de financiamiento.

3.- El Estado deberá restringir el financiamiento de las carreras ya saturadas en cuanto a la demanda de profesionales y técnicos y la posibilidad de los titulados de ejercer en el área de estudios en que se formaron.

4.- El Estado, y no las familias, es el responsable de financiar la investigación.

5.- El Estado sólo financiará investigación de calidad.

6.- El Estado sólo financiará la oferta académica que cumpla con estándares mínimos de calidad previamente definidos.

7.- El Estado será garante de la calidad y pertinencia de la formación entregada por las instituciones de educación superior y no autorizará el funcionamiento de las instituciones, programas o carreras que no cumplan ciertos estándares mínimos de calidad.

Además de no haber explicitado los principios en que se basará el financiamiento de la educación superior –incluida la gratuidad- el debate al que ha dado lugar el proyecto de ley enviado por el Gobierno, adolece de una grave deficiencia metodológica en cuanto no identifica las variables que inciden y condicionan dicho financiamiento.  En efecto, además de la disponibilidad de recursos fiscales, existen, a lo menos, cuatro factores o variables que afectan  el monto de los recurso necesarios para el financiamiento y, en particular, el nivel de gratuidad posible en la educación superior en Chile, a saber: acceso, aranceles, empleabilidad y calidad.

 En lo que sigue, analizaremos la incidencia que tiene cada una de estas cuatro variables en la matrícula del sistema y, por ende, en la demanda por financiamiento de la gratuidad.

 Acceso

En primer lugar, como es obvio, los mecanismos de acceso que se utilicen para ingresar a la educación superior condicionan el número de alumnos que se pueden matricular.  Así, se puede transitar desde un sistema en extremo selectivo con bajos niveles de matrícula hasta sistemas sin ninguna barrera de ingreso que no sea el haber aprobado la educación media.

Si se acepta la premisa que todos los jóvenes que tengan la capacidad para cursar estudios de educación superior debiesen poder acceder a ella, es necesario definir, con precisión, que se entiende por “capacidad para cursar estudios de educación superior”.

Un indicador que se utiliza habitualmente para estimar si las barreras de acceso son las necesarias y suficientes en un sistema de educación superior, es la tasa de titulación, es decir qué porcentaje de los alumnos que ingresan logran titularse.

La tasa de titulación (completion rate) promedio, 3 años después de la duración teórica del programa, de los alumnos de tiempo completo que ingresan al bachillerato (bachelor) o a un nivel equivalente en los países de OECD, es de un 69,2%, (Education at a Glance 2016: OECD Indicators)

En el mencionado informe no se entrega la tasa de titulación de Chile simplemente porque el Ministerio de Educación la desconoce.  Mediante cálculos personales -utilizando la información oficial del Servicio de Información de la Educación Superior dependiente del Ministerio de Educación- logré estimar la tasa de titulación promedio del sistema universitario en un 47,4%, aunque con variaciones importantes entre los diferentes subsistemas universitarios: Estatal 58,5%; Privado del CRUCH (G9) 50,5% y Privado 41,3%.

En USA, en 1990, se dictó la denominada ley “right-to-know” que obliga a todas las instituciones de educación superior a informar la tasa de titulación de todos los programas y carreras que ofrecen.  Dada la importancia y relevancia de esta información, tanto para los alumnos y sus familias como para la acreditación, pienso que sería oportuno introducir en el actual proyecto de ley una legislación semejante.

Las tasa de titulación que hemos estimado, ponen de manifiesto que el sistema de acceso a la educación universitaria no está cumpliendo con su misión de predecir razonablemente la probabilidad de éxito de los alumnos que ingresan.  La situación de las universidades privadas, a este respecto, es crítica y tiene su origen en la inexistencia de barreras de ingreso en muchas de ellas.

El despilfarro de recursos tanto de las familias como del Estado que significa tan baja tasa de titulación es inaceptable.  Surge así, una primera manera de optimizar el uso de los recursos financieros: ajustar las exigencias de ingreso a la educación superior utilizando un sistema que sea un adecuado predictor de la probabilidad de titularse de los alumnos que ingresan.

Asumiendo que el método de selección que se adopte permita predecir adecuadamente la probabilidad de titulación de los alumnos que ingresen, el número de alumnos que se titulan cada año debiera permanecer igual al actual pese a una reducción de la matrícula de primer año. Un cálculo simple permite concluir que para tener una tasa de titulación igual al promedio de la OECD, es necesario reducir la matrícula de primer año en un 31,5% sin que ello signifique una reducción del número de titulados.

El tema de predecir la probabilidad de éxito de un alumno que ingresa a primer año ha sido bastamente estudiado en la literatura internacional, más no así en Chile.  Urge realizar dicho estudio antes de continuar con el método de “prueba y error” para establecer los requisitos de ingreso a la educación superior de modo de determinar, científicamente, cuáles son las variables que mejor predicen la probabilidad de titulación de los alumnos.  A modo de ejemplo, se debió haber estudiado la capacidad de predicción del ranking de notas efectuando una simulación y seguimiento previo a su aplicación, utilizando para ello cohortes de egresados de la educación media que ingresaron  a la educación superior hace 10 años o más, y que, por lo tanto, en la actualidad ya son o bien desertores o titulados.

Esperar que egresen varias generaciones de alumnos que ingresaron bajo el sistema de ranking de notas es completamente innecesario y, eventualmente, injusto respecto de quienes hubiesen podido ingresar con otro tipo de indicadores si descubre que el ranking no es un buen predictor de la tasa de titulación.  Lo mismo vale para las diferentes pruebas de la PSU y sus ponderaciones, para el NEM (notas de la educación media) y cualquier otro indicador que se utiliza actualmente o se pretenda utilizar en el futuro.

Los resultados de la actual prueba de selección, la PSU, muestran, sistemáticamente, que los alumnos de los colegios municipales tienen menores oportunidades de ingresar a la educación superior a causa de una deficiente preparación previa. Así, la propuesta de disminuir la matrícula de primer año aparece como una política regresiva en cuanto disminuiría las oportunidades de acceso a la educación superior de los alumnos con una formación previa insuficiente para llegar a titularse que son, en su mayoría, alumnos provenientes de los sectores más vulnerables.  No obstante, este aparente carácter regresivo se transforma en una política virtuosa si ella logra evitar que los estudiantes con menor capital académico sigan siendo engañados con la quimera de un título que nunca alcanzarán y, lo que es peor, quedando muchos de ellos con una deuda imposible de pagar. Las buenas intenciones de nivelar en la universidad las desventajas iniciales, no tienen, hasta este momento, resultados cuantitativamente significativos.

Una política más equitativa sería destinar parte importante de los recursos que el Estado ahorraría con la rebaja de la matrícula de primer año en la educación superior, a mejorar la enseñanza pública en los niveles prebásico, básico y medio.

Aranceles

El valor de los aranceles cobrados por las instituciones de educación superior (IES), es una variable sumamente relevante a la hora de estimar el monto de financiamiento que entrega el Estado para becas, gratuidad y créditos.  Pese a su importancia, poco o nada se ha dicho respecto del valor justo que debieran cobrar las IES el cual debiese ser, en mi opinión, igual al costo de entregar la docencia, incluidos los costos para inversión y desarrollo.

Chile tiene, a igualad de poder adquisitivo, los aranceles más caros de la OECD, hecho que, extrañamente, ha estado ausente del debate (Education at a Glance 2014: OECD Indicators)

Existen a lo menos 3 razones que explican esta, aparentemente incomprensible, situación.

1.- Por una parte, las instituciones que realizan investigación cobran aranceles muy superiores a sus costos debido a que el Estado no les provee de los recursos necesarios para hacerlo. Si se acepta la premisa que no deben ser las familias las que financien la investigación sino el Estado, se hace necesario separar los costos de la docencia de los de la investigación, lo cual, según mi experiencia como Vicerrector de Economía y Administración de la Universidad de Chile, es técnicamente factible. Lamentablemente, esta imprescindible separación de costos no está presente en el proyecto de ley presentado por el gobierno.  Así la discusión respecto del financiamiento de la gratuidad se hace a ciegas resultando en un debate inconducente entre los rectores de la IES y el gobierno.

2.- En segundo lugar, las instituciones principalmente, si no exclusivamente, docentes han aumentado en forma exorbitante sus aranceles simplemente porque la demanda es completamente inelástica respecto del precio, es decir, porque las familias están dispuestas a gastar lo que no tienen o a endeudarse para que sus hijos accedan a la educación superior.

En este caso el sobreprecio de los aranceles se ha transformado, en muchos casos, en enormes patrimonios, generados en unos pocos años, pues los alumnos han debido financiar la inversión de aquellas instituciones que no contaron con un aporte de capital suficiente de sus socios fundadores que, por desgracia, son la mayoría.

3.- Otro destino, esta vez ilegal, han sido las transferencias de parte del patrimonio de algunas instituciones, teóricamente sin fines de lucro, a empresas relacionadas, es decir a empresas –usualmente inmobiliarias o de servicio- de propiedad de los mismos socios de la institución. Cabe señalar que este tipo de transacciones relacionadas adoptan la forma de gastos o costos que disminuyen las utilidades y en ningún caso, porque sería grotesco, la forma de reparto de utilidades.  Esperamos que la ley que finalmente resulte de la actual discusión parlamentaria, prohíba completamente todo tipo de transacciones relacionadas y que, para hacer efectiva esta prohibición, incorpore ejemplares penas de cárcel, además de las pecuniarias, para quienes incumplan la ley.

En resumen, se hace necesario exigir a las IES que informen, por separado, sus costos de docencia y de investigación y que, por otra parte, el Estado establezca los aranceles de cada carrera en función de los costos y, en ningún caso, en función de lo que las IES decidan cobrar.  En mi opinión, en muchas carreras los costos reales pueden llegar a ser menos de la mitad del valor de los aranceles realmente cobrados.

Desde un punto puramente económico, la necesidad de la intervención del Estado en la fijación del valor de los aranceles surge de la evidente incapacidad del “mercado” para fijarlos y del enorme abuso que la falta de regulación ha permitido.

Naturalmente, para que esta fijación del valor de los aranceles sea factible, se requiere que el Estado financie, completamente, la investigación de calidad, tema que abordamos en un artículo anterior.

Una estimación razonable del valor del costo real de impartir la docencia –excluido el costo de la investigación- debiera significar una rebaja, en promedio, no inferior, en mi opinión, al 30% de los aranceles cobrados actualmente, rebaja que tendría un importante impacto en la cantidad de recursos que se requieren para financiar los niveles de gratuidad actual y, por ende, abriría la posibilidad de avanzar en el financiamiento de mayores deciles que los que se están considerando o bien de liberar recursos para otras prioridades nacionales como, por ejemplo, la educación prebásica, básica y media.

Empleabilidad

Un tercer elemento que debe estar presente en el análisis del financiamiento fiscal de la educación superior son los niveles de empleabilidad de las carreras que se dictan.  En efecto, el Estado debería restringir el financiamiento de carreras que estén ya saturadas en cuanto a la oferta de profesiones y técnicos.

Según la Nueva Encuesta Nacional de Empleo del INE, el 39,3% de los desocupados en el trimestre febrero, marzo y abril del presente año,  son titulados de la educación superior, cifra que se descompone en un 13,8% correspondiente a educación técnico-profesional y un 25,5% al nivel universitario.  Por desgracia este informe no entrega las tasas de desocupación por tipo de carrera.

Tampoco lo hace el informe de empleabilidad de primer año que entrega el Ministerio de Educación a través del sitio http://www.mifuturo.cl el cual utiliza información obtenida del SII respecto de los titulados de las cohortes 2012, 2013 y 2014.  Sin embargo, este estudio no incluye a los cesantes ni  aquellos titulados con ingresos menores a un sueldo mínimo anual. En consecuencia, como este estudio utiliza un número de titulados menor al real, sobreestima la tasa de empleabilidad y, en consecuencia, subestima el porcentaje de cesantes por carrera.

Por otra parte, no existe ninguna información pública que permite estimar la tasa de titulados que efectivamente trabajan en lo que estudiaron, información que es urgente conocer para poder saber cuáles son las profesiones ya saturadas, es decir aquellas en que la oferta de profesionales y técnicos supera a la demanda.

Aún sin disponer de las cifras de saturación por carrera, se puede afirmar que al financiar becas, gratuidad y créditos, el Estado –y también las familias- está malgastando recursos.  Surge así la necesidad de establecer, en las carreras saturadas, un tope máximo de matrícula en primer año y, al mismo tiempo, una política de asignación óptima de dichos cupos entre las diferentes instituciones.

Desde el punto de vista de los recursos que el Estado destinará a financiamiento de la educación superior, es claro que esta necesaria regulación significará, también, una menor matrícula en primer año cuya cuantía no nos es posible estimar con la información disponible.

Calidad

Una cuarta, y quizás la más importante, variable que debería limitar la matrícula en primer año es el control de calidad de las instituciones de educación superior.

El proyecto enviado por el ejecutivo significa una importante mejora de la ley N° 20.129, promulgada el 23 de octubre de 2006, la cual estableció un “Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior”.  En efecto, las modificaciones propuestas corrigen dos importantes falencias de la ley vigente al establecer la obligatoriedad de la acreditación y el uso de estándares de calidad.

Al respecto es necesario tener presente que, a la fecha, sólo un 23,3% de las universidades, un 55,8% de los institutos profesionales y un 66,0% de los centro de formación técnica no se encuentran acreditados.  En cuanto a las carreras, a fines del 2016, sólo el 34,8% se encontraban acreditadas.

En estas circunstancias, una aplicación de estándares mínimos de calidad debería significar el cierre de varias carreras y, posiblemente, de instituciones de educación superior, lo que traería por consecuencia lógica una nueva disminución de la oferta de vacantes en primer año.

Conclusiones

La aplicación de los diferentes mecanismos que debieran implementarse para cumplir con los principios en los cuales debiera basarse el financiamiento fiscal de la educación superior, significarán una importante reducción de la matrícula de primer año y, por ende, una disminución de los recursos que el estado debe destinar a educación superior.

Establecer dichos mecanismos y lograr finalmente estimar las necesidades de financiamiento de la educación superior, debiese ser una condición necesaria para establecer cualquier política a este respecto.

Se podrá argüir que estas políticas atentan contra la autonomía de las instituciones. Sin embargo, no se debe confundir la autonomía académica con el libertinaje actualmente existente que permite que instituciones de dudosa calidad aumenten indiscriminadamente sus cupos y aranceles. Todas las instituciones de educación superior, sin excepción, sean estas estatales o privadas, deben estar sujetas a un conjunto de normas claras, aplicadas en forma objetiva y no discrecional, que aseguren la calidad, la posibilidad cierta de titulación de sus alumnos y un razonable nivel de empleabilidad futura. Lo que en definitiva está en juego es la fe pública, valor superior a la autonomía entendida como la libertad que los dueños de algunas instituciones reclaman para hacer lo que les venga en gana con sus “clientes”.

Fuente:http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/06/20/financiamiento-de-la-educacion-superior-se-esta-razonando-fuera-del-receptaculo/

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Crean en Colombia proyecto tecnológico para maestros.

Aulas Amigas es un proyecto que busca apoyar los procesos educativos de los docentes a través de herramientas prácticas e innovadoras.

Por: ElEspectador.com.

Un docente fue la inspiración para que Juan Manuel Lopera creara, hace más de siete años, Aulas Amigas, iniciativa que apoya a los maestros con dispositivos tecnológicos, incluso en la zonas a donde ni siquiera llega internet.

“El proyecto nace por esos docentes que no sólo se dedican a enseñar a leer y escribir, sino a inspirar la vida de los niños con las herramientas necesarias”, cuenta Óscar Lombana, integrante de Aulas Amigas. Sin embargo, en un punto descubrieron que, más allá de desarrollar tecnologías, tenían que darle cabida a la formación de los docentes, por eso conformaron un equipo que se encarga únicamente de este componente.

Indiferentemente del escenario, buscan que todos tengan acceso a la tecnología de más alta calidad y que ésta pueda llegar fácilmente a los lugares más apartados de Colombia. Muestra de ello es el lanzamiento que llevan a cabo en Virtual Educa 2017 de Tomi 7, un dispositivo que crearon con base en las necesidades de los maestros en la actualidad.

Tomi 7 es una computadora que permite desde preparar las clases, calificar exámenes y personalizar los planes de estudio y refuerzo de los estudiantes, hasta comunicarse con los padres de familia, hacer seguimiento de la participación en clase, enviar tareas y conformar grupos de estudio con docentes alrededor del mundo.

“Creamos la primera computadora diseñada especialmente para docentes. Suena un poco ambicioso, pero en el rastreo que hemos hecho, y me refiero al mundo, pocos se han dedicado a desarrollar un computador que sea su mano derecha”, dice Lombana, y agrega que “es completamente útil, principalmente en la ruralidad, porque le permite al profesor generar una red local para los niños y, sin que tengan cobertura de internet, darles acceso a esta”.

No obstante, no se trata de la primera herramienta digital de Aulas Amigas. Antes de Tomi 7 habían ideado una pizarra y una mesa digital para el trabajo colaborativo, donde los alumnos pueden trabajar conjuntamente.

Aulas Amigas, que recibió un premio de MIT Technology Review el año pasado, tiene dos maneras de llegar a los docentes: la primera, a través del Gobierno, secretarías de Educación y otros entes que llegan a instituciones públicas; la segunda, directamente con los maestros, quienes pueden acceder a descuentos sobre el valor total de los productos y además pagarlos a cuotas sin cargo de intereses.

Finalmente, y sin desestimar la importancia de la tecnología en esta iniciativa, los integrantes de Aulas Amigas creen que “la educación se transforma a través de maestros inspiradores, y ahora que cuentan con nuevos recursos pueden dedicarse exclusivamente a la enseñanza de alta calidad de sus estudiantes”, como lo explica Óscar Lombana.

Fuente: http://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/crean-en-colombia-proyecto-tecnologico-para-maestros

Imagen: http://mba.americaeconomia.com/sites/mba.americaeconomia.com/files/styles/article_main_image/public/field/image/cellular-education-classroom-159844_1.jpeg?itok=wJJKf73g

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El misterio del doble uno

Por: Roberto Rodríguez

Aunque había antecedentes, la intención de colocar los procesos de evaluación al centro de la gestión de la educación superior en México cobró nuevas relevantes a partir del Programa para la Modernización Educativa (1989-1994). En el PME se incluyó, a propuesta de ANUIES, el lineamiento de impulsar la calidad de la educación superior mediante procesos de evaluación interna y externa de las instituciones. Esta idea se concretó inicialmente en la creación de la Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA, 1989).

La evaluación externa se plasmó en la creación, también a instancias de la ANUIES, de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES, 1991), que fueron instituidos por la Coordinación Nacional de Planeación de la Educación Superior (CONPES), órgano de enlace entre la representación de las universidades públicas y el gobierno federal. Según su definición inicial, los CIEES se encargarían de la realización de evaluaciones diagnósticas y de la acreditación de programas académicos, funciones de administración y gestión y funciones de difusión y extensión de la cultura, en las instituciones de educación superior que lo solicitaran.

Desde su creación, los “comités de pares”, son cuerpos colegiados integrados por académicos de diversas instituciones del país, que se encargan de evaluar programas, funciones, servicios y proyectos de instituciones que lo solicitan. En 1991 el titular de la SEP instaló los primeros cuatro comités disciplinarios, y en 1993-1994 la CONPES instaló los restantes Posteriormente se pusieron en operación otros dos comités, el de Administración y Gestión Institucional, y el de Difusión y Extensión de la Cultura, que realizan evaluación de funciones. Más recientemente se concedió a los CIEES la atribución de acreditar los programas de formación docente de la Normales.

En la práctica, el trabajo de los comités consiste en la revisión, evaluación, dictamen, emisión de recomendaciones, y seguimiento. Se compara el programa con el modelo educativo de la institución, y con el marco de referencia del comité evaluador, marco que contempla los indicadores y parámetros definidos por éste. El procedimiento incluye un estudio documental del programa, una visita de campo, y la formulación del informe. Los resultados son confidenciales y se entregan al rector de la institución, aunque la manifestación del resultado final es pública. La evaluación se concretaba, hasta fecha reciente, en una calificación general en tres niveles, expresivos del grado de consolidación del programa, así como recomendaciones para su mejora. El trabajo de validación de evidencias y de entrevistas con los actores relevantes de cada programa corre a cargo de especialistas contratados por los CIEES. Hasta la fecha los CIEES han evaluado más de siete mil programas, cuentan con una capacidad de evaluación que se aproxima a quinientos por año y persiste una demanda anual cercana a un millar de solicitudes. Las evaluaciones cuestan a las instituciones aproximadamente setenta mil pesos por programa y otros cuarenta mil si deciden contratar la capacitación para el autoestudio que ofrecen los CIEES.

Un punto de inflexión muy importante en la trayectoria del programa fue la determinación de las autoridades, al inicio de la gestión del presidente Fox Quezada, de hacer valer la calificación de “Nivel 1” lograda en la evaluación como evidencia de la buena calidad de un programa. Además, proveer estímulos para la preparación de las evaluaciones y formas de recompensa una vez alcanzado dicho nivel. Esta política explica, en buena medida, el éxito que ha tenido el sistema como fórmula de evaluación externa de los programas de en instituciones públicas, aunque tal aceptación no se ha reflejado en el sector privado.

Así las cosas, en diciembre de 2015, en el marco de la IV Sesión Ordinaria de la Asamblea General de Asociados de los CIEES, se tomó el siguiente acuerdo que modifica la escala de evaluación vigente hasta entonces. El resolutivo dice esto: “Los integrantes de la Asamblea aprueban por unanimidad de votos la propuesta de reconsideración de la vigencia de los reconocimientos que otorgan los CIEES en las siguientes modalidades: Nivel 1, con vigencia de cinco años; Nivel 1, con vigencia de dos años y, Nivel 2.” La nota informativa del caso indica que “estas modalidades de nivel y vigencia podrán ser otorgadas, por los Comités Interinstitucionales respectivos, a todos los programas que sean dictaminados a partir de abril de 2016. Es importante mencionar que el Nivel 1 de dos años no podrá ser refrendado al término de su vigencia. Los programas que se encuentren en esa condición podrán optar por solicitar una nueva evaluación, antes de concluir esta vigencia, y estar en posibilidades de acceder al Nivel 1 con vigencia de cinco años o pasar al Nivel 2.” Por último, se reitera que “tanto el Nivel 1 de cinco años como el Nivel 1 de dos años, contarán para las estadísticas de matrícula inscrita en programas de buena calidad de la SEP.”

O sea que ahora hay dos niveles uno (el de cinco años y el de dos años). ¿Para qué se hizo este cambio? Según la versión de CIEES, venía ocurriendo que la una proporción importante de los programas se ubicaba en el nivel dos, ya que con solo algunas observaciones sobre “áreas de oportunidad”, no podían alcanzar el nivel uno en la primera revisión. Que, en consecuencia, algunos programas de buena calidad resultaban temporalmente marginados del reconocimiento de sus avances y méritos. Y que el cambio promovía una evaluación más justa y equilibrada que, además, con el límite temporal de dos años estimulaba la inmediata corrección o mejora de los aspectos observados.

Creo que el argumento es válido seguramente se procedió en esa lógica. Pero no hay que quitar de la mira que el “doble uno” hará que la meta programática de la SEP (proporción de matrícula en programas de buena calidad) se alcance con mayor prontitud. ¿O no?

Fuente del Artículo:

El misterio del doble uno

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EEUU: El gran debate continúa: En caso de dólares para la educación de la Florida siga estudiantes o el sistema?

EEUU/20 de Junio de 2017/Autor: Jeffrey S. Solochek, Times Staff Writer/Fuente: http://www.tampabay.com

Como el gobernador Rick Scott tomó el podio jueves para anunciar su apoyo a la ley de educación grande de la Legislatura, usó palabras que se han vuelto cada vez más familiar para los residentes de la Florida, que hablan de la necesidad de «ayudar a todos los estudiantes.»

El presidente del Senado Joe Negron rápidamente siguieron el ejemplo, la adición de la última frase que los dólares de los estados deben «seguir el estudiante» – sin importar si los padres eligen «una escuela pública tradicional, una carta pública, una escuela independiente o educación en casa.

La idea, la construcción en Florida durante años, se vincula a impulso de la administración Trump para ampliar enormemente las opciones de la familia. Y a los partidarios de elección de escuelas más ardientes, que es una manera de romper lo que algunos ven como un sistema de educación pública que se ha vuelto rancio y anticuado.

Sin embargo, el empuje para tener más dinero «seguir el estudiante» está levantando ampollas entre los residentes de la Florida que sugieren el concepto viola la Constitución del estado y un precedente judicial de 2006 que prohibió un plan para dar a los padres vales estatales que podrían utilizar para la matrícula de escuelas privadas.

Ambos hablan directamente de un «uniforme, eficiente, seguro y de alta calidad del sistema de escuelas públicas gratuitas que permita estudiante obtener una educación de alta calidad.»

El estado tiene la obligación legal «para financiar un sistema, no a los niños», dijo el abogado de Tallahassee Ron Meyer, que representó a las familias que luchaban sistema de bonos del estado. «No sé cómo la Constitución y la Corte podría ser más claro.»

Meyer visto el empuje para tener fondos para la educación siguen los niños individuales como maduros para un desafío.

Así, también, hace la Cámara de Representantes Richard Corcoran – pero desde una perspectiva diferente. Quiere evitar que un desafío.

Corcoran reconoció el objetivo a largo plazo es «capacitar a todos los padres que tienen el poder adquisitivo para decidir» cómo y dónde obtener sus hijos una «educación de clase mundial.»

Incluso sugirió que el mandato de la ley de educación requiere que las escuelas públicas para compartir mantenimiento y construcción dinero con las cartas es un mejor enfoque para proporcionar el sistema requerido de escuelas públicas gratuitas, y tal vez más de acuerdo con la Constitución. Su razonamiento: Charter son escuelas públicas, también, a pesar de que operan bajo diferentes normas y requisitos.

Pero Bush vs Holmes , el caso de 2006 que impidió que vales, podría crear una arruga en futuros intentos de ampliar la filosofía de «seguir al estudiante», dijo Corcoran.

El estado Tribunal Supremo dictaminó en ese caso contra el desvío de fondos públicos en «sistemas privados separada paralelo y en competencia con las escuelas públicas gratuitas», que el Tribunal señaló enfáticamente son «los únicos medios establecidos en la Constitución para el Estado para proporcionar la educación de los niños de la Florida «.

Corcoran dijo que la Comisión de Revisión de la Constitución, a la que ha nombrado a nueve miembros, «definitivamente estar buscando una manera de hacerlo más claro lo que puede y no se puede hacer por la educación pública.»

La comisión, que se reúne cada 20 años, está pasando un año dar con posibles enmiendas constitucionales que los votantes considerar en 2018. Ya se ha llevado a cabo varias audiencias públicas.

miembro de la Junta Escolar del Condado de Collier Erika Donalds, el único representante del distrito escolar local en la comisión, señaló su voluntad de llevar la antorcha de Corcoran.

El fundador de una escuela autónoma, Donalds dijo que vio el valor en un mercado competitivo de la escuela, donde los padres son libres de aplicar su parte de los fondos del estado donde esperan obtener la mejor educación para sus hijos.

Ha tenido un efecto ya, sugirió.

El movimiento de escuelas chárter ha llevado a las familias fuera de sus escuelas públicas tradicionales, y los distritos que están cambiando para competir, observó. La misma dinámica se está consolidando en el programa de Pre-Kindergarten Voluntario del estado, y con las becas McKay y Gardiner para los estudiantes con necesidades especiales y discapacidades.

«La única manera de seguir que es permitir que el dinero para seguir los estudiantes», dijo Donalds.

El senador estatal David Simmons, presidente del Comité de Asignaciones del Senado Pre-K-12, sugiere que muchos de los cambios en la ley de educación (HB 7069) no financian directamente a los estudiantes, a pesar de la retórica.

Observó que una propuesta para cambiar la forma en que los fondos federales de Título I se distribuyen, por ejemplo, se basa en el tipo de escuela en lugar de adjunto a estudiantes individuales. Lo mismo es válido para el mantenimiento y la construcción, dijo Simmons, a pesar de que el dinero se asigna en función de cada estudiante.

Eso está bien, sostuvo, porque la ley de financiación de la educación estado mucho tiempo se ha basado en los costos por estudiante. El estado de modo de crear la equidad entre los distritos ricos y pobres, que de otro modo podrían ver grandes discrepancias en su capacidad para obtener ingresos.

Pero ese sistema para la distribución de dinero de la educación se basa en un conjunto mucho más amplio de cálculos que sólo una por alumno, cantidad, señaló el profesor de la Universidad de la ley de Florida Jon Mills, que ha luchado demandas de financiación de la escuela y también presidió un pasado Comisión de Revisión de la Constitución.

salarios de los maestros, programas académicos y otros factores dentro de una escuela también afectan a la cantidad de dinero realmente se gasta por alumno, explicó.

«¿Qué cantidad, en realidad, está usted va a tener seguir el niño?» Kathleen preguntó Oropeza, un padre Condado de Orange, que demandó al estado por encima de su fórmula de financiación, con Mills como uno de los abogados.

En cualquier caso, Mills sugirió, la pregunta clave no es la cantidad sino el propósito.

«Si usted acaba de decir: ‘Que el dinero siga los estudiantes’, y que permita a los estudiantes ir a una escuela privada, que es lo que Bush vs Holmes dijo que no podía hacer,» dijo. «Porque eso significa que estamos financiando escuelas privadas.»

Si eso es así, dijo Meyer, el próximo número se convierte en quién, si alguien, podría quejarse. Una acción legislativa se mantiene hasta que un tribunal constitucional dice que no es, dijo, y los tribunales últimamente han cerrado los grupos que han desafiado los programas como las becas de créditos fiscales, diciendo que no tienen derecho a demandar.

Oropeza preocupado de que muchos floridanos ni siquiera han notado el cambio en la financiación de la educación, ya que se ha producido gradualmente durante dos décadas.

«Se pasa por debajo del radar con la mayoría de la gente», dijo. Sin embargo, «hemos llegado a un lugar donde no se puede negar lo que está sucediendo.»

A un lado, se trata de un desmantelamiento de la educación pública vergonzosa. A la otra, es la mejora de la suerte en la vida de los niños, independientemente de donde vivan.

Escolarización debe «dar a estos niños una visión de lo que la vida podría estar a punto», dijo el presidente del Comité de Educación de la Cámara Rep. Michael Bileca. «Es este proyecto de ley que tiene la voluntad de hacerlo.»

HB 7069 entra en vigor 1 de julio.

Póngase en contacto con Jeffrey S. Solochek en jsolochek@tampabay.com. Siga @jeffsolochek.

Fuente de la Noticia:

http://www.tampabay.com/news/education/k12/the-big-debate-continues-should-florida-education-dollars-follow-students/2327758

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Método de evaluación ha frenado calidad educativa en Honduras

Honduras/ 20 de junio de 2017/Por Kriss Araujo/Fuente: http://tiempo.hn

Los métodos de evaluación impuestos por autoridades de educación tiene en la cuerda floja la calidad educativa en el país.

“El primer semestres de este año el sistema educativo refleja un claro retroceso esto debido que no implementan nuevos métodos de evaluación” expresó Jaime Rodríguez del (COPEMH).

El método de evaluación con el que se trabaja ocasiona que miles de estudiantes entren con poco conocimiento a las universidades o no logren ingresar.

“Los jóvenes no pueden ingresar a las universidades del país, ya que no cuentan con las competencias o herramientas  necesarias para ser parte de estas instituciones” aclaró Rodríguez.

Asimismo, docentes exigen una participación de ellos y de los padres de familia en los lineamientos educativos.

Método de evaluación

Este tema ha generado una gran problemática ya que el sistema de evaluación no cambia, se continúan aprobando  las asignaturas con 70 puntos de acumulativo.

Es por ello que se pide una reforma a este tipo de métodos y revisar los niveles de rendimiento.

Es por ello que este proceso será revisado por la actual Ministra de Educación, Rutilia Calderón, la cual decidirá si este es cambiado o no.

Según expertos este método, se debe calificar de la siguiente manera; 40 puntos en proyectos, 30 de tareas y 30 puntos en pruebas y exámenes.

Fuente de la Noticia:

http://tiempo.hn/metodo-evaluacion-ha-frenado-calidez-educativa/

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Ministro de Educación Ecuador: Existen nuevos desafíos relacionados con aspectos de calidad educativa

Comentó que se necesita un conjunto de estrategias para promover la lectura

América del Sur/Ecuador/EcuadorInmediato

El Ministro de Educación, Fander Falconí, se refirió a los primeros días de gestión en esta cartera de Estado. «Hay enormes logros, estos están aparejados con un aumento de las coberturas educativas, pero también existes nuevos desafíos relacionados con los aspectos de calidad educativa».

Acotó que en los diez años de gobierno, “ha habido una transformación evidente en el sistema educativo y un reconocimiento social. He estado en varias provincias y la primera impresión que uno tiene al hablar con la comunidad es el reconocimiento realizado en estos años”.

Acerca de mantener el Bachillerato Unificado o regresar a la especialización, comentó que “no quiero modificar los aspectos de curriculum sin previamente hacer una evaluación de su desempeño y dejar que funcione. Tenemos una malla curricular flexible y por lo tanto hay que dejar que funcione”.

Aseguró que van a potenciar las capacidades junto con los profesores. “Quiero retomar las palabras del Presidente Lenín Moreno quien habló de diálogo con los actores, de hacer políticas con los actores e indudablemente los aspectos de capacitación van a ser reforzados y retroalimentados con la comunidad educativa”.

Sobre la reapertura de escuelas unidocentes en los sectores rurales, señaló que el Presidente Moreno le encargó que se evalúen todos los aspectos sobre infraestructura. “Vamos a tener un diagnóstico en firme y acciones, si es el caso, correctivas, antes de iniciar el ciclo de la Sierra”.

Agregó que el transporte no es un problema generalizado. “Hay que recordar que el país avanzó mucho en lo que se llama una micro planificación en el sector de la salud y el educativo. La lógica era bajar al territorio con servicios educativos de calidad. Tenemos distribución zonal, una organización a través de distritos”.

En cuanto a la campaña de lectura, llamada “YO LEO”, el Ministro Falconí mencionó que “en el Ecuador leemos muy poco. El promedio, de acuerdo a los datos de la UNESCO, leemos medio libro por año por persona. En Colombia se leen 19 libros por año, por persona; y en los países ricos, entre 40 y 45 libros”.

Señaló que se necesita un conjunto de estrategias para promover la lectura. “El lanzamiento de la campaña “YO LEO” tuvo un enorme éxito en el país. Tuvo la presentación en la provincia de Santa Elena y luego en todos los establecimientos educativos”.

Finalmente, manifestó que el Plan Nacional de Lectura implica “formar lectores, capacitar a los maestros en temas de lectura, reorganizar o crear centros de lecturas a nivel nacional, formar club de lectura, desarrollar líneas de texto, promover actividades alrededor de la lectura”.

Fuente: http://ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=2818821407&umt=ministro_educacion_existen_nuevos_desafios_relacionados_con_aspectos_calidad_educativa

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