EEUU/WASHINGTON /El Sentinel/ Carolina Salazar
Los hispanos en las escuelas públicas del país sobrepasan los 13 millones y representan cerca del 25 por ciento de la población estudiantil, pero apenas un 8 por ciento de los maestros son latinos.
«A pesar de los beneficios que ofrece la diversidad, la mano de obra educadora en escuelas primarias y secundarias sigue siendo mayoritariamente homogénea», se lee en el reporte The State of Racial Diversity in the Educator Work (El estado de la diversidad racial en el trabajo de los educadores), que fue publicado por el Departamento de Educación de Estados Unidos el pasado mes de julio.
En las Escuelas Públicas del Condado de Orange (OCPS, siglas en inglés) los estudiantes hispanos suman alrededor del 38 por ciento, mientras que los maestros latinos eran, hasta el pasado año escolar, solo 16 por ciento. El porcentaje para este año no fue dado a conocer debido a que el proceso de contratación de docentes continúa en estos momentos.
Más al sur, en el Distrito Escolar del Condado de Osceola (SDOC, siglas en inglés), los hispanos son más de la mitad del estudiantado, un 59 por ciento, mientras que los maestros que se identifican como hispanos representan el 21 por ciento.
Muy cerca del promedio nacional están las Escuelas Públicas de Seminole (SCPS, siglas en inglés), donde según datos de 2015-2016, los estudiantes hispanos eran alrededor del 24 por ciento, mientras que los maestros representaban un poco más del 8 por ciento del profesorado. SCPS tampoco ofreció un número total de maestros hispanos para este año argumentando que el proceso de contratación continuará durante las primeras semanas tras el regreso a clases.
Bill Sublette, quien está al frente de la Junta Escolar del Condado de Orange, dijo que realizan esfuerzos para aumentar la diversidad entre el profesorado y el personal administrativo y de apoyo en las escuelas, debido a que son un distrito escolar en el que la mayoría de los estudiantes proviene de grupos considerados como minorías.
«Hemos tenido éxito incrementado el número de maestros latinos en los últimos 10 años. Lo hemos hecho a través de estrategias como ir a universidades con una alta concentración de estudiantes latinos en carreras de educación, por ejemplo, la Universidad Internacional de Florida [FIU], en Miami, donde hay una gran asistencia de latinos bilingües», comentó Sublette tras una reciente conferencia de prensa en la víspera del regreso a clases en el condado de Orange.
Escuelas públicas
Vladimir Echavarría, de 10 años, comparte con su mentora de lectura Annabell Otero en noviembre de 2015 en la escuela primaria Central Avenue en Kissimmee. (Matt Murschel)
En esta jurisdicción 202,670 estudiantes volvieron a las aulas el pasado lunes, 5,000 más respecto al año escolar anterior.
Además del 38 por ciento de estudiantes hispanos que reporta OCPS, un 28 por ciento son blancos, 27 por ciento afroamericanos, 5 por ciento asiáticos y 2 por ciento se identifican como multirraciales.
Otros datos demográficos revelan que los estudiantes de OCPS vienen de 200 países y que en sus hogares se hablan, en conjunto, 167 idiomas y dialectos diferentes. Los cinco idiomas más hablados después del inglés son el español, creole haitiano, creole, vietnamita y portugués.
Sublette destacó que OCPS es uno de los distritos en el país con más estudiantes que están aprendiendo el idioma inglés. También dijo que ha resultado ser más exitosa la búsqueda y reclutamiento de maestros hispanos que dominan el español, comparado con maestros que puedan hablar creole. «Estamos trabajando muy duro en esto porque la población que habla creole es la segunda más grande en cuanto al idioma de estudiantes de minorías que hablan otras lenguas distintas al inglés», dijo.
El alto funcionario aseguró que la diversidad en el personal de sus escuelas ha ido incrementando año tras año. «Creo que siempre hay espacio para mejorar. Todos estamos en la posición de mejorar continuamente porque creemos importante que los estudiantes que vienen de minorías o de otros lugares tengan esos educadores con quienes puedan sentirse relacionados, ya sea en su idioma, cultura o ancestros», agregó.
Tammy Otterson, directora de recursos humanos en las escuelas públicas de Osceola, también dice que hay oportunidades de mejorar en cuanto a la diversidad del cuerpo docente en las escuelas de Osceola, que actualmente cuenta con un 21 por ciento de profesores hispanos. «Queremos que nuestros maestros sean un reflejo de nuestros estudiantes, y es algo que ha sido siempre muy importante para nosotros», agregó.
La funcionaria recordó que hasta el año escolar pasado este distrito escolar contó con una superintendente latina. Melba Luciano fue la primera hispana en ocupar esta posición en las escuelas públicas del condado de Osceola y se jubiló después de trabajar durante 30 años como asistente de maestro, maestra, directora y asistente de superintendente.
Otterson aseguró que este año sumaron a su grupo de docentes 400 personas — de las cuales 34 por ciento son de minorías — para un total de 3,706 maestros. «Hay definitivamente un espacio para mejorar, pero estamos moviéndonos hacia adelante en la dirección correcta», dijo.
Como parte de la estrategia para reclutar personal de minorías, Otterson explicó que cada año participan en la feria de empleos Florida Classic Career Expo & Diversity, una de las ferias regionales más grandes, que se realiza en noviembre. También dijo que están buscando trabajar más de cerca con universidades con alta concentración de profesionales latinos, como el Sistema Universitario Ana G. Méndez, así como motivar la carrera educativa entre sus propios estudiantes de secundaria.
Pero reclutar maestros, independientemente de su procedencia, no es una tarea fácil, tal como lo explica Greg White, quien es especialista en reclutamiento y retención para el departamento de recursos humanos de las escuelas de Osceola. «Estamos en un punto en el campo de la educación y no solo en esta región, en el que encontrar maestros entrenados y con gran calidad no es fácil en general. Y, definitivamente, en cuanto a maestros de poblaciones minoritarias es un reto mayor», explicó.
«Que luchen por ellos»
Edgar Ríos, reclutador para The Noble Network of Charter Schools, de las escuelas secundarias chárter en Chicago, comentó que para aumentar la diversidad entre los empleados de sus escuelas se han asociado con universidades y otras organizaciones con altos números de minorías, y han creado programas para atraer a estudiantes universitarios pertenecientes a minorías para que realicen prácticas en sus escuelas.
«Necesitamos maestros que se puedan comunicar mejor con nuestros estudiantes y sus padres. Que se puedan relacionar con esos estudiantes y luchen por ellos», expresó Ríos, quien dice que desde su propia experiencia la maestra que más recuerda de sus años de escuela era la que podía hablar en español con sus padres. «Con otros maestros yo tenía que ser el traductor, pero con esa maestra que hablaba con mis papás en su idioma yo me sentía muy bien».
Ríos participó recientemente en una conferencia de la Asociación de Escritores de Educación en la capital estadounidense.
Pero una de las barreras que ha identificado para contratar específicamente maestros hispanos es que pocos están interesados en esta profesión. «No hay muchos latinos yendo a la escuela para ser maestros», dijo.
Y esto que Ríos ve en su trabajo en Chicago coincide con lo que reflejan los números a nivel nacional del reporte del Departamento de Educación de EEUU, que indican que «al igual que en otros campos de estudio, las tasas de culminación de licenciaturas en educación son menores en estudiantes afroamericanos e hispanos que en los blancos».
Estadísticas muestran que el 73 por ciento de los estudiantes blancos que inician formación en educación completan su licenciatura, mientras que el porcentaje en los afroamericanos es del 42 por ciento y en los hispanos del 49 por ciento.
Andrés Castro Samayoa, director asistente de evaluación del Centro para Instituciones que atienden a Minorías de la Universidad de Pensilvania, dice que diversificar el cuerpo docente en escuelas y universidades responde a una necesidad de mayor justicia social. «Las cifras nos dan la pauta de la necesidad, pero la razón mayor son los asuntos de justicia social».
Agregó que si bien la certificación para ser maestros varía de estado a estado, su sugerencia para las personas interesadas en convertirse en maestros de grados escolares, desde kínder hasta duodécimo, es buscar información de este proceso en el estado donde viven o en el que planean mudarse. «Siento que existen muy buenas sendas educativas para navegar ese proceso de certificación».
Con respecto al poco interés en el campo de la educación entre los hispanos que se gradúan de secundaria, Castro Samayoa dice que «puede que muchos no deseen ser maestros porque sus familias no los motivan para esta profesión».
En el año escolar 2015-2016, el salario promedio de los 179,012 maestros de escuelas públicas de Florida fue de $48,179, según muestra un documento del Departamento de Educación de Florida. Las personas interesadas en obtener más información acerca de la certificación para ser maestro en este estado pueden consultar la página de Internet www.fldoe.org/teaching/certification o llamar al 800-445-6739.
También el Distrito Escolar del Condado de Osceola ofrece el taller informativo «How to Become a Teacher» para interesados acerca del proceso para convertirse en maestros en Florida, tanto para quienes hayan sido maestros en su lugar de origen como para profesionales en otras áreas. Para más información sobre próximas sesiones llame al 407-870-4800.
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Fuente: http://www.orlandosentinel.com/elsentinel/os-es-educacion-latinos-escuelas-publicas-eeuu-20160819-69-story.html
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