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Inteligencia artificial, ¿oportunidad o amenaza?

Por: Semana Educación

La inteligencia artificial ofrece una de las grandes promesas del futuro. Pero ¿cómo educar para estas nuevas realidades y para enfrentar sus retos? Max Tegmark, profesor del MIT y una de las mentes expertas en esta área, responde estos cuestionamientos.

Al hablar de inteligencia artificial y del impacto que las nuevas tecnologías tienen en la sociedad, hay muchas voces a favor y en contra a raíz del rumbo que ha tomado el desarrollo acelerado en estas áreas. Andrés Oppenheimer, en su libro Sálvese quien pueda, explica el futuro de los trabajos de hoy, y señala que el 47 por ciento de las profesiones actuales cambiará o dejará de existir.

Sin embargo, otras vertientes consideran que ese escenario de automatización en que las máquinas reemplazarán a los humanos es apocalíptico y que no necesariamente es negativo. Por el contrario, dependería del uso que le demos a estas nuevas tecnologías. Ese es el caso de Max Tegmark, cosmólogo sueco, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y cofundador del Instituto de Cuestiones Fundamentales.

Tegmark es experto en inteligencia artificial y referente mundial por sus perspectivas sobre el futuro de la humanidad de la mano de la tecnología, pero su visión difiere muchos de sus colegas.

Él parte de dos puntos críticos e invita a la comunidad científica y a la sociedad en general a ver los avances tecnológicos como una oportunidad para mejorar la calidad de vida, por ejemplo, utilizándola para eliminar experiencias negativas como la enfermedad y el crimen, y no pensar únicamente en los trabajos y las profesiones que pueden acabarse.

Además, Tegmark considera que es necesario analizar la dirección correcta que deben tomar quienes lideran las transformaciones asociadas a la inteligencia artificial. Sostiene que es fundamental conocer cómo maniobrar la situación para generar cambios positivos en la vida cotidiana, y no llegar a situaciones nefastas para la sociedad como el aumento exponencial de la pobreza generado por la desaparición de millones de puestos de trabajo.

Bajo este panorama, la educación toma un papel protagónico, pues para Tegmark, hay que comenzar a pensar cómo formar jóvenes para un mundo distinto, con necesidades distintas. Se cuestiona qué competencias se deben enseñar para una realidad marcada por tecnología avanzada que permite llevar a la humanidad donde nadie nunca había llegado ni imaginado.

En diálogo con Semana Educación (S. E.) durante el Wise Summit 2019 celebrado en Catar, Tegmark (M.T.) habló de las dos perspectivas que pueden llegar con el auge de la inteligencia artificial: si lo que nos espera es el desempleo masivo y un futuro donde la pauta la marquen las máquinas, o uno en que los humanos marcan límites claros a la tecnología en pro de la calidad de vida.

S. E.: Uno de los temores del desarrollo de la inteligencia artificial es la desaparición de algunas profesiones. ¿Qué tan cierto es?

M. T.: Es cierto que algunas profesiones desaparecerán por completo. Serán aquellas que son mecánicas, predecibles, repetitivas y que no requieren contacto humano. Sin embargo, los trabajos en que las máquinas continuarán siendo ineficientes serán aquellos donde siga habiendo circunstancias impredecibles. Donde se necesita interacción con seres humanos y creatividad. Asimismo, dentro de cada carrera habrá elementos que desaparecerán. Esto significa que sin importar el área de conocimiento, siempre deberán estar a la vanguardia de los cambios en inteligencia artificial, para ser los primeros en entender cómo estos pueden contribuir a las labores realizadas.

S. E.: Pareciera entonces que las carreras que van a sobrevivir son las creativas. ¿Qué hacer con un sistema educativo que no siempre promueve la creatividad?

M. T.: La gran pregunta es cómo podemos educar mejor, y es fascinante. Hay que ver dos relaciones distintas entre la inteligencia artificial y la educación. Primero, inteligencia artificial para la educación: cómo transformar la enseñanza que tenemos en algo mejor, que mejore la vida de todos. Segundo, cómo educar a las personas para florecer en un mundo donde la presencia de inteligencia artificial solo irá en aumento. Creo que la educación debe ser más individualizada y asequible a todas las personas. Pero también considero que debemos tener cuidado, y no tener a la tecnología como una nueva religión que puede reemplazarlo todo y hacerlo todo mejor.

S. E.: ¿Y esto cómo influirá en nuestra felicidad?

M. T.: Los trabajos no nos dan solo dinero; nos dan un propósito. Es más probable tener una sociedad feliz si dejamos que los humanos hagan muchas de las cosas que disfrutan, incluso si con la tecnología se pueden realizar de forma más económica. Pero debemos cambiar esta idea básica de que el objetivo último es maximizar las utilidades de alguna compañía. De manera que el propósito de esta sistematización sea que la gente sea feliz.

S. E.: En un periodo de cinco a diez años, ¿qué será diferente en nuestra vida gracias?a la inteligencia artificial?

M. T.: En ese lapso de tiempo seguro veremos vehículos autónomos que cambiarán la forma de movilizarnos. Pero paso menos tiempo imaginando el futuro y más pensando en cómo mejorar la situación actual. Si las cosas continúan de la misma manera, tendremos cada vez más inequidad de salarios, lo que significa que habrá más personas inconformes e inestabilidad. Debemos empezar a hablar seriamente de este problema, que se da en parte porque la tecnología está reemplazando cada vez más ciertos empleos, y el dinero va a las personas más ricas.

S. E.: Usted es muy insistente en que nos preguntemos más sobre qué queremos que pase con la inteligencia artificial que a dónde vamos. ¿Por qué?

M. T.: Normalmente, cuando especulamos sobre el futuro, siempre pensamos en cosas negativas. Y si pasas la vida haciendo una lista de todo lo que podría salir mal, no vivirás. Porque lo que esperamos que pase no es necesariamente lo que va a pasar. El futuro no está escrito y depende de nosotros escoger lo que va a ser. Debemos tener una visión atrevida y positiva sobre el futuro, que hoy no tenemos. Lo cierto es que existe un potencial enorme con inteligencia artificial para ampliar la inteligencia humana, y resolver problemas en los que estamos atrapados. Cuando nos dicen que el cáncer es incurable, es mentira. Es curable, solo que aún no somos lo suficientemente inteligentes para encontrar la manera. La inteligencia artificial puede resolver problemas a los que hoy no logramos responder. Cómo sacar a millones de personas de la pobreza extrema o cómo enfrentar el cambio climático. Las oportunidades son ilimitadas si logramos enfocarnos en una visión y trabajar hacia ella.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/inteligencia-artificial-oportunidad-o-amenaza/653360

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Producción Científica China Bajo La Lupa

Por: Sofía García-Bullé

En tiempos de alta tensión internacional, el conocimiento puede volverse un arma y los académicos fuentes de información confidencial codiciada.

Las universidades son espacios donde se genera y comparte conocimiento y donde se llevan a cabo grandes descubrimientos científicos y tecnológicos a través de la investigación científica. El propósito de la investigación científica es aportar conocimiento y recursos que contribuyan al  avance de la humanidad. En algunas ocasiones, el proceso de investigación implica la producción y manejo de información altamente sensible y confidencial, por lo que se exige a los científicos evitar verse influenciados o comprometidos por intereses políticos o económicos ya que un caso de deshonestidad académica en este tipo de situaciones puede provocar incidentes internacionales.

En artículos anteriores hemos hablado sobre cómo el panorama geopolítico puede afectar el trabajo y hasta la integridad física de académicos de diversas áreas del conocimiento. Estas situaciones suelen darse ante el temor constante de los regímenes políticos del uso indebido de la información que pueda comprometer la seguridad nacional de países enteros. A continuación presentamos tres casos en los que malas prácticas y el manejo inadecuado de información confidencial, se extendieron más allá del rubro académico para convertirse en un conflicto entre naciones.

Un conflicto sobre declaración de fondos

El pasado martes 11 de febrero, autoridades federales estadounidenses arrestaron a Charles Lieber, uno de los principales expertos en nanotecnología a nivel mundial. El científico mantenía su posición como presidente del departamento de Química en la Universidad de Harvard cuando aceptó un puesto de asesor en la Universidad de Wuhan, China. El objetivo era apoyarlos como experto en la fundación de un laboratorio y crear propuestas de investigación estratégicas y visionarias.

De acuerdo a los reportes del Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, el Dr. Lieber recibió 15 millones de dólares en fondos por parte de el Instituto de Salud y el Departamento de Defensa estadounidenses; a la vez  que sus empleadores en China, le pagaban 50,000 dólares mensuales para fondos para investigación, pagos que no habían sido reportados por el científico.

El conflicto se debe a que, en Estados Unidos, todo investigador debe revelar si recibe fondos de otros países. Tras encontrar este encubrimiento, el Departamento de Defensa cuestionó al Dr. Lieber al respecto, quien a su vez proporcionó información falsa. Actualmente Lieber se encuentra suspendido de su posición en Harvard y enfrenta cargos federales por mentir al Departamento de Defensa.

¿Un posible caso de espionaje exitoso?

Yanqing Ye trabajó como investigadora en el departamento de Física, Química y Bioingeniería Médica de la Universidad de Boston hasta abril del 2019, posteriormente la Dra. Ye regresó a China. Los problemas con su estancia surgieron recientemente cuando fiscales federales de los Estados Unidos denunciaron que en la aplicación para su visa, la científica ocultó su posición como teniente en el Ejército Popular de Liberación, el ejército nacional de la República Popular China. Sin embargo, el currículum que la investigadora presentó a la Universidad de Boston al aplicar,  incluía información sobre un grado académico obtenido en la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa, la institución de educación superior del Ejército Popular de Liberación.

Los fiscales además sostienen que durante su estancia de investigación en Estados Unidos, la Dra. Ye siguió recibiendo y llevando a cabo órdenes de sus superiores en la milicia china. El gobierno estadounidense levantó cargos contra la investigadora por fraude de visa, realizar declaraciones falsas y conspiración con un gobierno extranjero, pero no ha sido arrestada, dado que se encuentra en China.

Publish or perish”: un cáncer de la academia

Otro caso es el de Zaosong Zheng. El investigador afiliado a la Universidad de Harvard fue descubierto tratando de salir del país con 21 ampolletas robadas de un laboratorio del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston.

Las ampolletas contenían material de una importante investigación relacionada con el desarrollo del cáncer. Tras ser arrestado, el académico admitió haber intentado escapar con estas muestras para publicar la investigación bajo su nombre en China e impulsar su carrera científica. Zhen enfrenta cargos por contrabando y falso testimonio, y actualmente se encuentra bajo la custodia del gobierno estadounidense.

¿Qué pasa cuando solo es un error desafortunado?

Los arrestos y procesos mencionados anteriormente forman parte de un despliegue del gobierno estadounidense ante las sospechas y amenazas de espionaje y robo de información motivadas por las tensiones internacionales entre Estados Unidos y China. El gobierno estadounidense ha comentado repetidamente la necesidad de proteger agresivamente el conocimiento generado en el país que pudiera ser robado y utilizado por otras potencias mundiales. Casos como los anteriores podrían darle la razón, pero, ¿qué tan estrictos pueden ser en términos de colaboraciones internacionales académicas sin caer en un caso extremo de paranoia? y ¿Cómo afectaría esta práctica a la apertura científica y colaboración académica?

En agosto del año pasado, Feng Tao, quien trabajaba como químico en la Universidad de Kansas fue acusado de fraude por el supuesto fallo en comunicar una posición de tiempo completo en una universidad china, mientras recibía fondos federales estadounidenses. A diferencia del caso del Dr. Lieber, por ejemplo, el académico no proporcionó información falsa y aparentemente no mostró malicia ni dolo en la omisión de la información sobre su puesto en China.

Su abogado, Peter R. Zeidenberg, declinó comentar sobre el caso específico del Dr. Tao, pero sugirió que los fiscales estadounidenses podrían estar persiguiendo desmedidamente a académicos chinos con lazos internacionales que solamente cometieron un error de comunicación y no necesariamente son espías. “Los profesores tienen periodos libres en verano, a veces toman trabajos en China durante ese tiempo, y no creen que sea necesario reportarlo”, comentó el abogado. Zeidenberg agregó que el estar desinformados sobre la obligación de reportar asignaciones en el extranjero puede costarle muy caro a profesores y académicos, a los que se les pueden imputar cargos por fraude con penas de hasta 20 años, más aún si se levantan cargos por contrabando, espionaje o conspiración.

Una política de cero tolerancia

A partir del 2018, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Session, inició una estrategia para enfrentar la posibilidad de espionaje internacional, especialmente de China. Hoy en día hay cientos de investigaciones abiertas involucrando el trabajo de académicos de procedencia china o de aquellos que tienen lazos con instituciones de este origen.

En muchos casos se investigan y persiguen conducta que ocurrieron hace muchos años, en los que los criterios de seguridad no eran los que se aplican hoy en día. Frank Wu, profesor de leyes y ex-presidente del Comité de los 100, una organización de chino-americanos prominentes, ha calificado estas nuevas estrategias como innecesariamente agresivas y potencialmente devastadoras para el desarrollo de la ciencia americana, debido a que el país asiático contribuye financieramente a la producción científica de Estados Unidos y, más aún, un enorme número de colaboradores académicos tiene conexiones con China.

El miedo al espionaje y al robo de conocimiento por parte de Estados Unidos, viene no solo de la noción de China como un enemigo potencial en la arena científica, sino en la idea de que solo en Estados Unidos se produce conocimiento tecnológico de punta, lo cual aumenta el peligro de que otras potencias mundiales intente apropiarse de este. Tomando en cuenta el panorama geopolítico actual, las medidas precautorias para proteger la información pueden ser útiles, pero es crucial que las autoridades y las instituciones de educación superior encuentren una forma de asegurar un buen uso de la información en las instancias de cooperación científica internacional sin dejar de habilitar las plataformas que hacen posible esta cooperación y generan el conocimiento científico en primer lugar.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ciencia-china-bajo-la-mira-estados-unidos

Imagen: Gerd Altmann en Pixabay

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Científicas africanas emergentes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas

África/13 Febrero 2020/elpais.com

La ingeniera ghanesa Larisa Akrofie lidera una iniciativa, Levers in Heels, que da visibilidad y apoyo a las africanas destacadas en los sectores más científicos, los llamados STEM

Larisa Akrofie comienza todas sus charlas recordando que fue una de las cuatro alumnas de una clase de cuarenta estudiantes de ingeniería en la Universidad de Ghana y mostrando orgullosamente los retratos de sus tres colegas y de ella misma. Así lo hizo también el pasado 21 de enero en unas jornadas sobre biomedicina organizadas por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en Casa África, donde desgranó su labor de los últimos siete años en el proyecto que constituye la pasión de su vida: Levers in Heels (Palancas en los Tacones), operativo desde 2013 y en plena y boyante expansión.

Esta iniciativa se encarna en una plataforma digital que destaca, a través de entrevistas y artículos, a las africanas emergentes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (áreas STEM). Akrofie, ingeniera biomédica y activista, enfatizó entonces (y como siempre) la importancia de favorecer la visibilidad de las mujeres en este sector, para así influir en las chicas jóvenes y animarlas a seguir carreras de este tipo presentándoles modelos, opciones de guía y acompañamiento y redes en las que apoyarse y compartir camino. Básicamente, Larisa Akrofie aspira a que las presentes y futuras promociones de licenciados en ciencias en su país (y el continente africano) se trufen de rostros de mujeres.

«Nuestra misión es dar voz a las africanas en las áreas STEM, examinar desde todos los ángulos las barreras a las que esas mujeres se enfrentan en sus respectivos países y amplificar sus logros para inspirar y empoderar a nuestra audiencia global, particularmente a la próxima generación de líderes africanas de las áreas STEM», razona Akrofie en cada nueva presentación en la que se embarca.

Su testimonio es simple y efectivo. Apunta hacia la pantalla en la que se despliega su powerpoint para mostrar a la audiencia una sucesión de retratos sonrientes de un puñado de científicas que forman parte de su plataforma, acompañados de una breve presentación, apenas una frase, que las describe: «Esther Ngumbi, una de las afamadas entomólogas de Kenia y New Voices Fellow», «Samira Ali, técnico piloto de un vehículo operado remotamente de Ghana, actualmente trabajando en la industria del petróleo y el gas», «Lucy Quist, la primera ghanesa en liderar como CEO una multinacional de las telecomunicaciones en Ghana (además de ingeniera eléctrica y electrónica)», «Nneile Nkholise, fundadora y directora del iMED Tech Group, una empresa sudafricana que usa tecnologías de fabricación aditiva para diseñar  prótesis de pechos y faciales destinadas a víctimas de cáncer y quemaduras»,… Y la lista sigue.

Entre los retratos de mujeres posando con elegancia en solitario, surgen los de la keniana Judith Owigar (cofundadora y directora de operaciones de Akirachix) estrechando la mano de Barack Obama y la nigeriana Adeola Olubamiji haciendo lo propio con la del rector de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, donde se ha convertido en la primera persona africana en lograr un doctorado en Ingeniería Biomédica. La doctora Zanetor Agyeman-Rawlings, también parlamentaria, aparece ocupada entre sus pacientes y la ingeniera eléctrica y electrónica Precious Kaijuka sonríe inclinada sobre un prototipo parte de su investigación para mejorar el sistema ferroviario.

Zanetor Agyeman-Rawlings.
Zanetor Agyeman-Rawlings. ZANETOR AGYEMAN-RAWLINGS

Akrofie no tiene tiempo de mostrarlas a todas. Levers in Heels continúa expandiendo su base de datos y extendiendo tentáculos de solidaridad por todo el continente africano. Recibió el premio al mejor nuevo blog en el Blogcamp de Ghana en 2014 y ya atesora entrevistas a más de un centenar de mujeres y cuenta con unas 5.000 abonadas, muchas de ellas jóvenes. Entre los perfiles que exhibe con orgullo hay biólogas, programadoras, matemáticas, físicas, farmacéuticas, nutricionistas, epidemiólogas, neurocirujanas, genetistas. Profesionales que luchan contra la malaria, descubren los secretos de las plantas medicinales, la emprendeduría social, el urbanismo o la energía nuclear.

A Larisa Akrofie no se le borra la sonrisa cuando menciona los desafíos y problemas. No le gusta cargar las tintas en la parte más sombría de la investigación hecha por las mujeres, pero es necesario admitir que, aunque brillante, la representación femenina en el mundo del STEM es minoritaria. En África y aquí. También es necesario señalar que la familia y las tareas del hogar ejercen de carga extra en las espaldas y las mentes de esas mujeres, lastrando en ocasiones su progreso. Finalmente, hay que apuntar que luchan por hacerse ver en un entorno mayoritariamente masculino, competitivo, donde la cultura de los cuidados y la conciliación familiar parecen conceptos alienígenas. Todas estas cuestiones ya surgieron en eventos anteriores con mujeres canarias del sector STEM o alrededor del tema de las mujeres y la ciencia, tendiendo puentes de entendimiento y solidaridad entre científicas de diferentes ámbitos y países, pero que chocan con los mismos techos y muros.

La presentación de Akrofie concluye siempre afirmando que «las mujeres africanas han avanzado mucho en los campos de STEM, pero sus logros no se tienen en cuenta». «Estas mujeres son necesarias, hoy más que nunca, para compartir sus historias, contribuciones y luchas, para inspirar a las niñas a convertirse en la próxima generación de líderes STEM», declara, convencida. Ella misma es toda una inspiración hoy, parte del listado de los 50 jóvenes ghaneses más influyentes con otros cuatro compañeros en el sector de la ciencia y la tecnología. Evidentemente, esos cuatro compañeros son todos hombres.

Fuente e imagen tomadas de:https://elpais.com/elpais/2020/02/11/africa_no_es_un_pais/1581380951_099536.html

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Entrevista a Ana Franchi: “Las mujeres seguimos siendo minoría en los puestos de gestión de la ciencia”

Entrevista/Autora: Valeria Román/Fuente: elpais.com

La activista por los derechos de las mujeres en la ciencia promueve la igualdad de oportunidades laborales

América Latina y el Caribe conforman la segunda zona del mundo con más mujeres científicas, después de Asia Central. Ellas descubren desde metales tóxicos en maíces en México hasta desarrollan kits para la detección rápida del dengue en Argentina. Se dedican a estudiar el impacto de la crisis climática o desarrollan nuevos programas de alfabetización casi desde el nacimiento en sectores medios y vulnerables y en comunidades de pueblos originarios, entre otras contribuciones. Pero la creciente cantidad de mujeres en las ciencias no significa que se haya saldado la brecha de género.

Aún está pendiente la igualdad en el acceso y la permanencia en puestos relevantes y en la remuneración económica, la posibilidad de compatibilizar plenamente la vida con hijos con la carrera profesional, y una mejor protección contra diferentes formas de discriminación, maltrato, acoso o abusos. Así lo cuenta Ana Franchi (Buenos Aires, 1956), investigadora en química biológica, activista por los derechos de las mujeres en las ciencias, y presidenta del Conicet, el mayor organismo público dedicado a la investigación científica y tecnológica de la Argentina, a partir del inicio de la Presidencia de Alberto Fernández.

Han pasado más de dos décadas de reclamos en las veredas de las instituciones científicas por una mejor participación de las mujeres, dice Franchi, pero ahora es el momento de impulsar e implementar medidas concretas con perspectiva de género. En Iberoamérica, Venezuela es el país con mayor porcentaje de mujeres (61%) sobre el total de personas que investigan, seguido por la Argentina y Guatemala (con el 53% para ambos países). España se encuentra en el lugar número 12, con el 40% de mujeres que investigan, según la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Interamericana e Iberoamericana (RICYT). En Chile, México y Perú, el porcentaje de mujeres todavía no supera el 33%. Hoy, 11 de febrero, con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa, la ONU celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Pregunta. ¿Considera que aún se desalienta a las mujeres a seguir las carreras de ciencias?

Respuesta. Los estereotipos subsisten todavía. Se piensa que las mujeres son prolijas, ordenadas y estudiosas, pero no son brillantes. A través de una investigación que la Cátedra Regional Unesco dedicada a Mujeres, Ciencia y Tecnología realizó en las ciudades de Buenos Aires, San Pablo y México, se pudo indagar en por qué las mujeres no acceden a ciertas disciplinas. Se hizo una encuesta a 600 docentes hombres y mujeres. Se encontró que hay docentes que aseguran que niñas y niños tienen cualidades diferentes para desempeñarse en ciencias, matemática, tecnología e ingenierías. Siguen aludiendo a una diferencia por “naturaleza” que no es posible modificar. También la investigación encontró que muchos padres y madres aún piensan que la informática es para ser desempeñada por varones. Aún a las niñas se las ubica con menores posibilidades para las ciencias como la matemática. Es preocupante la situación. Por eso, sería importante que haya más programas en la educación primaria para que las niñas no sean desalentadas por docentes ni sus familias hacia las carreras científicas.

P. En su caso, ¿cómo se despertó su vocación por las ciencias?

R. Cuando cursaba la escuela primaria a los 10 años, vinieron alumnas del colegio secundario a mostrarnos un experimento con un aro metálico que aumentaba su temperatura, y me dí cuenta que ese tipo de experiencias me fascinaban. Pensé en seguir una escuela secundaria técnica, pero por cuestiones laborales de mi padre nos tuvimos que mudar a otro país y seguí un bachillerato común. Cuando volví a la Argentina, estudié química en la universidad. Con las clases del científico Eduardo Charreau me empezó a gustar la química biológica. Más adelante, cuando estaba terminando el doctorado, cursé sociología en la Universidad de Buenos Aires. Aprendí mucho sobre sociología de la salud y las cuestiones de género, y todo ese aprendizaje me permitió tener una mirada más social sobre las ciencias y la salud pública.

P. ¿Cómo ha cambiado la situación de las mujeres que han elegido trabajar en las diferentes ciencias?

R. Se ha modificado significativamente durante los últimos 25 años. Cuando fundamos con la filósofa Diana Maffia y la médica neuróloga Silvia Kochen la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología, nos solían decir que no era el momento para hablar del problema de género en las ciencias. Que había cuestiones como los salarios bajos que eran más urgentes. Sin embargo, entre el ruido del lavarropas y nuestros hijos que caminaban alrededor, creamos en 1994 el espacio para expresar que había discriminación hacia las mujeres que querían dedicarse y crecer en la carrera como científica. Como a las científicas y a los científicos se los convence con números, hicimos un relevamiento y detectamos que las mujeres eran mayoría en la categoría asistente del Conicet. Luego, se producía una tijera y sólo había 8 mujeres en la categoría superior. El primer informe que hicimos sobre la situación fue presentado en la Conferencia Mundial de mujeres en Pekín, China. Luego, entrevistamos a científicas con muchos años de trayectoria. Al principio, negaban que hayan sufrido algún tipo de discriminación. Cuando se desmenuzaban sus historias, podíamos ver situaciones de desigualdad. Habían sacrificado su vida personal por todo el esfuerzo que tuvieron que hacer para avanzar en sus carreras científicas. Muchas no habían tenido hijos o se habían casado con un colega. Tuvieron que enfrentar la imposibilidad de compatibilizar la vida científica con la vida familiar.

P. ¿Cuál es la situación hoy?

R. El movimiento de mujeres produjo cambios. Ahora las jóvenes demandan más por sus derechos. Las universidades y los institutos científicos piden charlas y talleres sobre las mujeres en la ciencia. Las científicas más grandes se animan a contar diferentes situaciones de discriminación y resaltan que tuvieron compañeras que no pudieron seguir en la carrera científica por falta de oportunidades. También denuncian las estrategias que tuvieron que desarrollar para superar la discriminación. A pesar de esos cambios, sin embargo, hoy las mujeres seguimos siendo minoría en los puestos de gestión. El directorio del Conicet está formado por ocho personas, y hoy sólo tiene una mujer. Ahora, me designaron como presidenta del directorio y somos dos. Además, sólo el 25% de los institutos del Conicet están liderados por mujeres. Sólo el 11% de las universidades públicas de Argentina están lideradas por mujeres.

P. ¿Se esperan cambios para el futuro?

R. Se esperan los resultados de medidas recientes. En algunas universidades públicas, como la de Buenos Aires, se decidió la paridad de género en la conformación de las listas de candidatas y candidatos a representantes por los claustros de profesores, graduados y estudiantes para los próximos años. También hay una media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación de una nueva ley para que haya paridad de género en todos los organismos públicos dedicados a la ciencia, tecnología e innovación. Aún falta la sanción del Senado. En el principal organismo público dedicado a la investigación en tecnología agropecuaria, el INTA, fue designada por primera vez una mujer: es la ingeniera agrónoma y doctora en ciencias sociales Susana Mirassou.

P. ¿Qué cambia cuando una mujer lidera una institución científica?

R. Impulsamos que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los varones en las carreras como científicas. Aún no tenemos garantizados los jardines maternales para los hijos de las jóvenes científicas. Las becas para estadías en el exterior generalmente obligan a que los científicos se vayan por tres meses. Pero las mujeres con hijos pequeños tienen dificultad para ausentarse por tanto tiempo. Por lo cual, estamos evaluando propuestas para que las estadías sean más cortas para mujeres. Las mujeres no sólo se ocupan de los hijos. También se ocupan del cuidado de los padres. Con la mayor longevidad de la población y la falta de respuesta estatal, el cuidado de los adultos mayores muchas veces recae en las mujeres.

P. ¿Qué otras acciones se necesitan para considerar mejor a las mujeres?

R. Vamos a fortalecer la Comisión de Igualdad de Oportunidades y Tratos del Conicet que puede recibir denuncias por acoso y abusos, y a vamos a considerar la situación de las personas trans. No se les ha dado facilidad para que entren a investigar. Es un tema a tener en cuenta. En los jurados que seleccionen a líderes de institutos científicos, también debe haber equidad de género. Hay microdesigualdades, como los horarios de las reuniones o la exigencia de horarios laborales sin sentido, que pueden hacer que la vida personal y la vida profesional sean incompatibles para las científicas. En los momentos de otorgar subsidios, se incluye un criterio de “pertenencia”, que obliga a considerar qué hizo el ó la postulante en investigación durante los últimos cinco años. Aquí no se tiene en cuenta que si las postulantes tuvieron un hijo, adoptaron un hijo o sufrieron alguna enfermedad que puede haber desacelerado su carrera. ¿Por qué no podemos hacer que esas situaciones se informen y se piensen para tener en cuenta la igualdad? Es un punto importante porque sin financiamiento, las carreras científicas se frenan o se atrasan.

P. ¿Considera que científicas y científicos deben seguir una carrera por “publicar o perecer” [un aforismo que describe la presión de los científicos por publicar los resultados de sus investigaciones]?

R. Queremos también que científicas y científicos formen parte de un Conicet más moderno y bajado al territorio. En general, las investigadoras y los investigadores son evaluados por sus publicaciones. Pero la evaluación se hace difícil cuando hacen algo no tradicional. Con el nuevo Presidente Alberto Fernández, hubo investigadores del Conicet que pasaron a liderar áreas de gobierno en educación, trabajo y seguridad a nivel nacional. Se busca gobernar con base en evidencia científica. Otros investigadores también están trabajando en empresas públicas. ¿Cómo evaluamos a esos investigadores que ahora están en el Gobierno o en empresas y que son tan necesarios para el país? Además, los diferentes ministerios están pidiendo la participación de investigadores para la toma de decisiones para resolver problemas. Vienen municipios y organizaciones sociales y nos piden colaboración. Por todo, considero que hay que desarrollar una nueva métrica para poder encontrar una forma de evaluar también a los investigadores y a los becarios que van al territorio y ayudan a resolver problemas locales y regionales de América Latina. Nos interesa la cooperación Sur-Sur en temáticas que nos atraviesan, como la pobreza, las enfermedades regionales, y el impacto regional de la crisis climática. A veces se copian temas de países desarrollados, pero que no tienen nada que ver con nuestras necesidades.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/02/04/ciencia/1580812218_139836.html

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¿Cómo aprovechar la tecnología para el regreso a clases?

Por: Semana Educación

SEMANA EDUCACIÓN le presenta diversas plataformas y aplicaciones que ofrecen contenidos didácticos e interactivos para facilitar el regreso a clases y fortalecer la calidad educativa de estudiantes, docentes y padres de familia.

Hoy en día los más jóvenes se caracterizan por pertenecer a la generación de los nativos digitales, esa parte de la población que nació después de la invención del internet. Es por eso que incorporar la tecnología a la educación aporta una serie de beneficios que ayudan a mejorar la eficiencia y la productividad en el estudio, así como a aumentar el interés de los niños y adolescentes en las actividades académicas.

Con internet y la tecnología móvil en auge se incorporan aún más elementos tecnológicos al entorno educativo. Pizarras interactivas, aulas virtuales, aplicaciones y plataformas electrónicos para llevar a cabo investigaciones o realizar trabajos escolares son algunas de las formas en las que la tecnología digital se ha integrado con las escuelas y universidades.

Por eso, para el inicio de la temporada escolar, SEMANA EDUCACIÓN le presenta diversas plataformas y aplicaciones que ofrecen contenidos didácticos e interactivos para facilitar el regreso a clases y fortalecer la calidad educativa de estudiantes, docentes y padres de familia. Estas son algunas de las que se destacan:

Khan Academy

Es un salón de clases virtual impulsado por el reconocido profesor Salman Khan. Esta iniciativa, disponible en más de 36 idiomas, busca ayudar a los alumnos a comprender asignaturas de alta complejidad como matemáticas, ciencia y programación; al tiempo que brinda a los maestros, las herramientas necesarias para identificar las fortalezas y necesidades de cada integrante de su curso. Este portal cuenta con videos educativos, ejercicios de práctica, y un panel de aprendizaje personalizado. Además, los padres de familia pueden tener un usuario y contribuir al desarrollo de su hijo (https://es.khanacademy.org/).

Mindomo

Es una aplicación para jóvenes, su función principal es la de crear esquemas y mapas mentales. Una útil herramienta para repasar conceptos, elaborar esquemas y reforzar los conocimientos. (https://www.mindomo.com/es/pricing.htm)

PruébaT

Esta plataforma virtual y gratuita, desarrollada por la Fundación Carlos Slim tiene como objetivo brindar experiencias educativas a estudiantes, profesores, padres de familia y directores educativos, a través de lecciones, clases, juegos y tareas que se miden por logros y metas alcanzadas en diversas áreas como: ciencias, matemáticas y lenguaje, competencias evaluadas en las pruebas Pisa.

Además los docentes pueden crear grupos de trabajo y hacer seguimiento al aprendizaje de sus alumnos, fortaleciendo sus conocimientos con cursos de innovación educativa. Los padres de familia pueden acceder a consejos y contenidos sobre nuevas tendencias en educación. A través de la app Mi Claro, los usuarios Android, pueden descargar este desarrollo (https://pruebat.org/).

Learn Match

Este desarrollo convierte el aprendizaje de idiomas en toda una experiencia de diversión mediante juegos e interacción social. De este modo, busca ofrecer dinámicas educativas a cualquier persona interesada en aprender desde cero o mejorar sus habilidades en inglés, español, alemán, francés, italiano o portugués. Todos los usuarios cuentan con un perfil de jugador, con el que pueden acceder a entrenamientos de aprendizaje, y jugar partidos con sus amigos en tiempo real. Incluso en esta App es posible ganar incentivos y premios (https://learnmatch.net/).

Alarmy

Sin duda, uno de los aspectos más duros de volver a clase para los estudiantes es volver a madrugar y retomar la rutina escolar. Con esta aplicación, que se puede descargar en cualquier teléfono inteligente, se acabaron esos cinco minutitos más, pues esta alarma obliga a despertarse dado que, una vez que se activa la alarma, se necesita resolver un puzzle, tomar una foto o hacer alguna tarea específica, para que deje de sonar.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-aprovechar-la-tecnologia-para-el-regreso-a-clases/649730

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España lidera el mayor proyecto europeo de la historia contra la tuberculosis

Por: Patricia Peiró

30 organizaciones se unen en un consorcio científico internacional con la coordinación de la universidad Carlos III de Madrid. El proyecto tiene un presupuesto de 200 millones de euros

La tuberculosis es un asesino silencioso que viaja por el aire y que cada año penetra en más de 10 millones de personas. De ellas 1,5 millones mueren. Es la enfermedad infecciosa que más vidas se cobra. La bacteria que la provoca ha aprendido a burlar a los fármacos y ha desarrollado en muchas ocasiones variables superresistentes a ellos. Europa ha decidido dejar de ignorar esta realidad y hoy lanza el proyecto ERA4TB (European Regimen Accelerator for Tuberculosis). 200 millones de euros, 30 socios y 13 países con el objetivo de «transformar radicalmente la forma en la que se desarrolla el tratamiento para la tuberculosis». Las tres patas de esta iniciativa son la Universidad Carlos III de Madrid, la farmacéutica GlaxoSmithKline y el Instituto Pasteur.

La novedad de esta iniciativa consiste precisamente en acortar los tiempos necesarios actualmente para diseñar nuevos tratamientos. Para ello, los diferentes grupos de trabajo testarán simultáneamente una docena de moléculas potencialmente efectivas contra la tuberculosis. La meta es conseguir llevar a ensayos clínicos al menos seis nuevos antibióticos y dos combinaciones de estos que sean tratamientos seguros y eficaces contra cualquier forma de esta enfermedad.

«Si este proyecto sale bien, en cuatro años vamos a tener resultados. Hasta ahora seguimos utilizando fármacos que tienen entre 40 y 70 años de antigüedad», explica Juan José Vaquero, coordinador del proyecto y miembro del departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Carlos III. El tratamiento estándar de la tuberculosis consiste en la administración combinada de tres o cuatro antibióticos, todos ellos desarrollados hace más de 60 años. La duración mínima es de seis meses, aunque si la infección es del tipo resistente, puede alargarse hasta los dos años. «Es algo único que España vaya a liderar algo así en este campo, nunca se había visto», asegura. El dinero sale del Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea y de la industria farmacéutica.

Vaquero apunta que el nacimiento de este consorcio científico lleva años gestándose y responde a la necesidad de que Europa tenga un papel relevante y aúne esfuerzos en la búsqueda de soluciones con Estados Unidos, hasta ahora el gran inversor. «En España hay una serie de grupos de investigación prestigiosos. Aquí en Madrid, se encuentran el Servicio de Salud Madrileño, que tiene una gran experiencia en experimentos en fase 1; una multinacional como Glaxo cuya sede de estudio de esta enfermedad está aquí y por último la Carlos III que tiene un camino recorrido en ingenieria bioquímica», detalla.

Los tentáculos de este macroproyecto no se quedan en la capital. La Universidad de Zaragoza acogerá una instalación nunca antes vista en una institución pública en la Unión Europea. Se trata de un entorno de seguridad biológica de nivel 3, diseñado específicamente para estudiar enfermedades graves para el ser humano. Es un laboratorio que reúne unas condiciones especiales: deben estar separados del resto, requiere que los científicos lleven prendas protectoras especiales, tiene unas condiciones de presión características, cuentan con doble puerta y una sala intermedia. Solo existe un tipo de instalaciones con un nivel mayor de protección que la que acogerá Zaragoza. Un grupo de trabajo de esta universidad ya presentó este verano los alentadores resultados de una posible vacuna contra esta dolencia, la primera en cien años.

¿Por qué ahora? «Siempre se ha considerado que es una enfermedad de países en desarrollo, pero ya todos somos conscientes de que si aparece resistencia antibacteriana pasa a ser un problema global. Tradicionalmente ha sido la gran olvidada porque la inversión en su investigación no tiene retorno. En la mayoría de las ocasiones, quien necesita los medicamentos no tiene dinero para pagarlos. Si no es por el esfuerzo de gobiernos, instituciones y algunas empresas no se podrían desarrollar nuevos fármacos», apunta Vaquero. El consorcio todavía no ha dado detalles de cómo se comercializarán los fármacos resultantes de esta iniciativa.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/01/28/planeta_futuro/1580247231_991237.html

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Estados Unidos: Construyen los primeros robots vivientes

América del Norte/Estados Unidos/26-01-2020/Autor(a) y Fuente: www.agenciasinc.es

Por: SINC 

Un equipo de jóvenes investigadores estadounidenses ha reutilizado células vivas a partir de embriones de rana para darles una nueva forma de vida gracias a un superordenador. Estos biobots de un milímetro son capaces de moverse hacia un objetivo marcado, levantar carga útil o autocurarse tras un corte.

No son ni robots ordinarios ni una especie real de animales. Un grupo de científicos ha creado organismos simples de un milímetro con funciones personalizadas creados a partir de bloques de construcción biológicos específicos basados en un algoritmo evolutivo.

Estas son las primeras máquinas completamente biológicas diseñadas desde cero

“Son máquinas vivas novedosas”, explica Joshua Bongard, experto en informática y robótica de la Universidad de Vermont (EE UU) y coautor de la nueva investigación que se publica en la revista PNAS junto al estudiante Sam Kriegman, primer autor. Los llamados ‘xenobots’, denominados así por la reutilización de células vivas obtenidas de embriones de rana de uñas africanas (Xenopus laevis), representan una nueva clase de artefacto.

Las nuevas máquinas vivas fueron diseñadas en una supercomputadora de la Universidad de Vermont y luego ensambladas y probadas por biólogos en la Universidad de Tufts (también en EE UU). Aunque la comunidad científica ya había intentado unir organismos artificiales a partir de formas animales, estas son las primeras máquinas completamente biológicas diseñadas desde cero.

“Podemos imaginar muchas aplicaciones útiles de estos robots vivos que otras máquinas no pueden hacer”, dice Michael Levin, director del Centro de Biología Regenerativa y del Desarrollo en Tufts y coautor del estudio. Estos biobots podrían buscar compuestos desagradables o contaminación radiactiva, recolectar microplásticos en los océanos o viajar en arterias para la administrar fármacos, entre otros.

Organismos vivos a medida

Procesados durante meses en el clúster de la supercomputadora Deep Green en el Vermont Advanced Computing Core de la universidad, los científicos utilizaron un algoritmo evolutivo para crear miles de diseños candidatos para las nuevas formas de vida. El ordenador ensambló una y otra vez cientos de células simuladas probando innumerables formas para intentar que estas máquinas cumplieran la tarea asignada por los investigadores: moverse en una dirección concreta.

Movimiento

A medida que se ejecutaban los programas, los organismos simulados más exitosos se mantuvieron y refinaron, mientras que los diseños fallidos se descartaron. Después de cien ejecuciones independientes del algoritmo, se seleccionaron los diseños más prometedores para la prueba.

Los investigadores demostraron así que estos organismos reconfigurables pueden moverse de manera coherente

El equipo de la Universidad de Tufts, dirigido por Levin y con el trabajo clave del microcirujano Douglas Blackiston, transfirió los diseños in silico a la vida. Primero recolectaron células madre de los embriones de las ranas (células de la piel y otras cardíacas) que luego se separaron en células individuales y se dejaron incubar. Después, usando unas pinzas diminutas y un electrodo aún más pequeño, las células se cortaron y unieron bajo un microscopio en una aproximación cercana de los diseños especificados por la computadora.

Ensambladas en formas corporales nunca vistas en la naturaleza, las células comenzaron a trabajar juntas. Las de la piel formaron una arquitectura más pasiva, mientras que las contracciones aleatorias de las células del músculo cardíaco creaban un movimiento ordenado hacia adelante, según el diseño de la computadora, y ayudado por patrones espontáneos de autoorganización. Esto permitió a los robots moverse por sí mismos.

Los investigadores demostraron así que estos organismos reconfigurables pueden moverse de manera coherente y explorar su entorno acuoso durante días o semanas, impulsados ​​por depósitos de energía embrionaria. Sin embargo, si se volcaban estos fallaban.

Las pruebas posteriores mostraron que un grupo de xenobots podrían moverse en círculos hacia una posición central de forma espontánea y colectiva. Otros fueron construidos con un agujero en el centro para reducir la resistencia. En las versiones simuladas, este agujero se reutilizó como una bolsa para transportar con éxito un objeto.

“Es un paso hacia el uso de organismos diseñados por computadora para la entrega inteligente de medicamentos”, apunta Bongard, profesor en el departamento de Ciencias de la Computación y Centro de Sistemas Complejos de la Universidad de Vermont.

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Un organismo 3D diseñado por un algoritmo evolutivo y construido a partir de células vivas. / Douglas Blackiston

Ventajas de la tecnología viva

La mayoría de las máquinas actuales están fabricadas a partir de materiales como el acero, el hormigón o el plástico, con cierta resistencia y flexibilidad. Sin embargo, estas tecnologías son susceptibles de crear problemas ecológicos y de salud, como la contaminación plástica en los océanos o la toxicidad de muchos materiales sintéticos y electrónicos. ¿Qué ocurría con un material biológico?

“Estos ‘xenobots’ son completamente biodegradables. Cuando terminan su trabajo son solo células muertas de la piel”, recalca Bongard.

“La desventaja del tejido vivo es que es débil y se degrada, por eso usamos acero. Pero los organismos tienen 4.500 millones de años de práctica para regenerarse y continuar durante décadas”, indica el investigador. Además, una vez que dejan de trabajar, es decir que mueren, generalmente se desintegran sin causar daño.

“Estos ‘xenobots’ son completamente biodegradables. Cuando terminan su trabajo después de siete días, son solo células muertas de la piel”, recalca Bongard.

Por otra parte, contrariamente a ciertos materiales que no pueden cortarse por la mitad, estas máquinas orgánicas son capaces de regenerarse si sufren un corte. En los experimentos, los científicos cortaron los ‘xenobots’ casi por la mitad y estos se recomponían y continuaban. “Esto es algo que no puedes hacer con las máquinas ordinarias”, señalan.

Hacia la configuración de nuevas formas de vida

Comprender cómo las células se comunican y se conectan para crear formas y funciones de vida diferentes permitirá aplicaciones que transformarán el futuro de la biología y la informática. Los científicos ven este estudio como “un canal expansible para diseñar organismos reconfigurables”, de hecho, es el título de su trabajo, es decir, como un paso en la aplicación de ideas de un código bioeléctrico.

“Miras a las células con las que hemos estado construyendo nuestros ‘xenobots’ y, genómicamente, son ranas. Es 100 % ADN de rana, pero no son rana”

“¿Qué determina realmente la anatomía hacia la cual cooperan las células?”, se pregunta Levin. “Miras a las células con las que hemos estado construyendo nuestros ‘xenobots’ y, genómicamente, son ranas. Es 100 % ADN de rana, pero no son ranas. Luego preguntas, ¿qué más son capaces de construir estas células?”, continúa Levin.

Como ha demostrado la investigación, estas células de rana pueden inducir a generar formas de vida interesantes que son completamente diferentes de lo que sería su anatomía predeterminada. El equipo de investigadores cree que construir los ‘xenobots’ es un pequeño paso para descifrar lo que Levin llama el “código morfogenético”, proporcionando una visión más profunda de la forma general en que se organizan los organismos, y cómo calculan y almacenan la información en función de sus historias y entorno.

Ante esto surge una preocupación respecto a las implicaciones del cambio tecnológico y sobre todo las manipulaciones biológicas que se puedan producir en el futuro. Aunque “ese miedo no es irrazonable”, dice Levi, es necesario comprender mejor cómo las propiedades complejas de alguna manera emergen de reglas simples.

“Este estudio permitirá controlar lo que la gente teme, es decir las consecuencias no deseadas”, dice Levin, ya sea en la rápida llegada de automóviles autónomos, el cambio de unidades genéticas para eliminar linajes enteros.  de virus, o los muchos otros sistemas complejos y autónomos que moldearán cada vez más la experiencia humana.

Referencia bibliográfica:

Sam Kriegman, Douglas Blackiston, Michael Levin y Josh Bongard. “A scalable pipeline for designing reconfigurable organisms” PNAS 13 de enero de 2020

Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Construyen-los-primeros-robots-vivientes

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