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Los destinos de la educación superior

Por: Sebastián Vallejos

La política de educación superior de los últimos diez años no ha venido sin sus altibajos. Los niveles de inversión son evidentes. Es la primera vez que ha existido una política al respecto, criticable, mejorable, pero una política al fin. Tanto así que dentro del debate electoral, si a esto se le puede llamar debate, los destinos de la educación superior son temas que te pueden dar votos.

El modelo que se propuso desde PAIS no ha logrado salir del patrón neocolonial de la academia y la generación del conocimiento. Es un modelo que no cuestiona las bases de un campo guiado por corporaciones, enfocado en la generación de utilidades, a través de alineamiento ideológico a la matriz occidental, liberal y de mercado. Es algo que mejor se ve reflejado en Yachay. El sistema de entrega de becas ha tenido su propio problema de raíz: si bien se puede pretender la democratización del acceso a la educación superior, tanto de manera internacional y nacional, hay un prerrequisito determinado por las condiciones estructurales que no se han podido cambiar.

Es decir, para acceder a la educación superior, es necesario democratizar, primero, la manera en que se llega al momento de acceder a la educación superior, y quiénes llegan a ese momento. Un estudiante graduado de colegio privado, de calidad, y bilingüe, tiene una ventaja estructural sobre alguien que viene del sistema público, deficiente todavía en muchos aspectos.

A pesar de esto, la política de educación superior sí ha significado mayor acceso para quienes antes no lo tenían, pero se debería buscar ampliar esa base. Eso no significa que no se debió iniciar el proceso, pero es importante repensar la manera en que este proceso se ha dado. Se debe dar una mirada crítica a lo que se propuso, a los resultados y a lo que se busca llegar. Lo cual a veces parece, como en muchos otros campos, pedir mucho a una administración que no se ha mostrado abierta a ese tipo de críticas, menos a aquellas que vienen desde afuera.

Pero la mayor y más radical de las críticas parece venir desde Guillermo Lasso. Lasso ha propuesto, sin matices, cerrar la Senescyt. Su propuesta busca reducir el tamaño del Estado, darle ‘libertad’ a las universidades y, con el ahorro, ampliar el número de becas. Dejando de lado los dejos demagógicos, que esto es, al final del día, una campaña electoral, la desregulación del sistema universitario es, en parte, dotarlo de ‘libertad’, pero en el sentido comercial, agravando el problema de acceso y oferta, que fue una de las razones que llevó a la creación de tantas universidades mediocres, emitiendo títulos sin valor y estafando a aquellas personas que no pudieron participar en el sistema privado de élite.

También está lo de la oferta de becas. Una propuesta que no corrige el actual problema de acceso. Ampliar el sistema de becas debe ser un objetivo de Estado, y es uno loable. Pero ampliarlo sin repensar el modelo, sin cuestionarse los problemas sobre desigualdad al momento de acceder a estas becas, es perpetuar y empeorar un problema.

Si las becas y, en general la educación superior, siguen encontrando su nicho únicamente en una clase que ya podía acceder a la educación superior, y que ahora tiene una abanico más amplio de opciones, entonces la propuesta de Lasso no es una que está enfocándose en democratizar la oferta de becas, únicamente en ampliarla. Un problema epistemológico dentro de la visión del plan de Lasso, en general. Algo que Lenín Moreno debería criticar, especialmente porque esto significaría una necesaria autocrítica.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224490

 

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Educar es enseñar a pensar

Por: Vicente Berenguer

¿Qué significa educar? ¿Cuál es la función de los docentes dentro de la educación? Las respuestas a estas preguntas podrían en principio parecer obvias aunque si se reflexiona sobre cómo es el funcionamiento del actual sistema educativo la obviedad no es tanta.

Si atendemos a las bases de los modelos educativos de los distintos países, que salvo excepciones son prácticamente los mismos, vemos que estos están basados en unas series de premisas. Por ejemplo, advertimos que una de ellas es que la educación debe fundamentarse en la respuesta. Esto quiere decir que se transmiten una serie de conocimientos que el alumno debe incorporar. La persona, de este modo, irá adquiriendo una cultura y en definitiva unos contenidos que le serán supuestamente útiles a lo largo de la vida.

Conocer la tabla periódica de los elementos, el volcán más alto de Nicaragua o los ríos más importantes de China es algo muy recomendable y son materias que deben ser enseñadas por los sistemas educativos. El problema surge cuando el sistema basa por completo la educación de los ciudadanos en las respuestas y en la absoluta memorización de contenidos y no en la reflexión.

Tenemos una educación basada en la respuesta y no en la pregunta, y la respuesta es, como decimos, el principal pilar o premisa de nuestros modelos educativos. Se nos enseñan contenidos, los memorizamos para posteriormente olvidar muchos de ellos y sin embargo no se nos instruye desde la pregunta. Y es que la pregunta, al contrario de la respuesta, moviliza al pensamiento y lo expande, no lo constriñe, posibilitando así que el alumno reflexione y explore posibilidades. Con la respuesta todo viene dado, en cambio, mediante la pregunta, se activa nuestro pensar: no el pensar de los demás sino el mío propio.

Tenemos ya pistas de por qué la educación no se basa en el “arte” de la pregunta sino en las respuestas, pistas que nos conducen a la conclusión de que el sistema no busca ciudadanos reflexivos con pensamiento autónomo sino todo lo contrario: busca personas sin capacidad para la crítica ni el cuestionamiento. Porque pensar es también cuestionar: pensar es no aceptar intelectualmente cualquier idea por el hecho de formar parte de la tradición, la cultura, la política o la religión de una zona. Pensar es reflexionar sobre cualquier cuestión de forma autónoma, es poder realizar un análisis personal manteniendo la autonomía, y la autonomía y la libertad es algo que no gusta a los poderes fácticos, tanto es así que, como decimos, el que debería ser el pilar educativo -la pregunta- no lo es y en cambio aquello que son aspectos secundarios -como la memorización- pasan al primer plano.

No se nos enseña a hacer preguntas, no se nos instruye en el hacernos preguntas para nosotros mismos porque lo que se busca son justamente ciudadanos que no piensen, personas que no expandan sus mentes; justo al revés: se pretende construir seres simples mentalmente y sin capacidad de crítica. La misión de estos futuros adultos dentro de la sociedad no será pues el cuestionarse todo: el sistema económico, el tipo de organización social, la legislación, el reparto de la riqueza…no será esta nuestra función sino otra distinta, el aceptar todo aquello que se nos diga ya que los futuros adultos no podrán vislumbrar alternativas a lo fáctico debido a que no se les ha enseñado ya de jóvenes a preguntarse y a pensar sino a dejar de hacerlo. De esta forma el sistema logra “fabricar” una sociedad que no se cuestiona nada, consigue construir ciudadanos sumisos ya que desde pequeños se nos aparta del arte de la pregunta y por tanto del pensamiento.

Tenemos pues que desde el sistema no se busca fomentar el pensamiento sino lo contrario, que se deje de pensar; y partiendo de estas premisas, de las premisas de una educación no basada en el pensamiento sino en la mera memorización de contenidos el resultado no puede ser otro que unos ciudadanos sin capacidad de crítica y análisis, ciudadanos que no cuestionarán nada sino que sencillamente aceptarán lo que se les diga y también cualquier sistema social injusto.

Pero hemos convenido que educar -o mejor dicho la verdadera educación- no es simplemente el obligar a memorizar, es mucho más: es formar a individuos, en efecto, con capacidad crítica y reflexiva, personas que se hagan preguntas, que se cuestionen, ciudadanos creativos que puedan aportar soluciones y conclusiones propias…seres con autonomía que puedan realizar un examen de cualquier situación y también un autoexamen; en definitiva, seres capacitados y libres. Porque pensar, algo que cada vez es menos frecuente, nos hace libres: libres en cuanto a poder elaborar un pensamiento crítico y propio y libres en cuanto a poder desarrollar nuestras capacidades evitando convertirnos así en puros autómatas.

Será por tanto la responsabilidad y tarea del docente formar al alumno no en la memorización -que también será necesario pero nunca el fundamento- sino en la reflexión y en la creatividad, porque estas nos hacen libres. Deberá el maestro, sí, ser un amigo que colabore y busque la expansión de las mentes de sus alumnos y no su constreñimiento, ser un guía que fomente la creatividad y el cuestionamiento; en pocas palabras: alguien que enseñe a pensar y por tanto a ser libre.

Fuente: http://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2017/03/educar-en-ensenar-a-pensar/

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Construir vías es más importante que construir conocimiento

15 de marzo de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com

Por. Francisco Manrique

La Ciencia, la Tecnología y la Innovación – (CTeI) – son tres  palabras que están detrás de los grandes cambios que estamos experimentando en este siglo. Difícilmente se puede encontrar algo a nuestro alrededor que no nos recuerden su impacto en nuestras vidas. Y detrás de ellas, hay una inmensa apuesta por el uso del talento humano como el verdadero motor del desarrollo.

El comentario anterior se vuelve cada vez más relevante a la luz de los acontecimientos políticos y económicos de los últimos años.

El debate sobre la Globalización, ver La Globalización y La Globalización – II Parte, se explica por el impacto que han tenido las nuevas tecnologías, e innovadores modelos de negocio, en el desplazamiento o desaparición de miles de puestos de trabajo. Mucha gente se siente perdida en medio de tantos cambios que no comprenden, y esto está generando un verdadero tsunami político.

Pero hay otro tema: la caída de los precios del petróleo que ha tenido un impacto económico profundo. Entre otros factores, ha sido el efecto del desarrollo de nuevas tecnologías, que le han permitido a los Estados Unidos volver a ser autosuficiente en la producción de este producto.

También, las nuevas tecnologías están permitiendo pensar en fuentes alternas de energía, que van a tener un inmenso impacto en las industrias extractivas, como la del carbón y y el mismo petróleo. Su impacto afectará al sector automotriz, que ha dependido por tantos años de este producto.

Por una falta inaudita de previsión, en Colombia nos volvimos muy dependientes de estos productos. Para países como el nuestro, la tendencia de la caída del precio de dos de sus principales productos de exportación, ha sido muy grave. Durante los años de altos precios, no nos preparamos para tener empresas innovadoras que usaran el talento humano para generar productos y servicios de alto  valor agregado. Y cuando los precios cayeron, nos cogieron con los pantalones abajo.

Cuando el Presidente Santos fue elegido en el 2010, en su primer Plan de Desarrollo, propuso  cinco locomotoras para mover la economía colombiana hacia adelante. Por primera vez en la historia de nuestro país, apareció la Innovación como una de ellas. Y para apuntalar esta apuesta, se le hizo una reforma a la distribución de las regalías, que provenían principalmente de la explotación de recursos naturales como el petróleo y el carbón. Por muchos años, estos recursos  se habían  malversando escandalosamente.

En ese momento, parecería que los políticos colombianos, finalmente estaban entendiendo las tendencias mundiales. Al incorporar la Innovación, habían decidió comenzar a cerrar la inmensa brecha que Colombia tenía en materia de CTeI, en relación a otras economías del mundo. Finalmente, se estaba dando una señal correcta, cuando estábamos viviendo el mejor momento del ciclo de precios de los commodities a nivel internacional. Hasta ahí todo pintaba muy bien.

Pero como dice el dicho popular, el diablo estaba en los detalles, y el camino al infierno está sembrado de buenas intensiones. Con la teoría  de que la modificación de las regalías debería favorecer a todas las regiones, y que era necesario lograr su aprobación en el Congreso, se dispuso que el 10% de estos recursos destinados para CTeI, deberían ser decididos por los gobernadores. Y la proporción de su distribución, no se decidió en función de las capacidades regionales en estos temas, sino en otras consideraciones más políticas que técnicas.

Los riesgos de esta decisión se le advirtieron al Dr. Juan Carlos Echeverry, ministro de Hacienda de esa época. En una reunión que tuve en su oficina a finales del 2011, cuando se estaba tramitando la Ley de Regalías, le llevamos un análisis de los riesgos realizado por la Universidad del Rosario. Su respuesta fue desconcertante: “era la única para poder aprobar políticamente en el Congreso la iniciativa”, a pesar del peligro de perder nuevamente esos dineros.

Más adelante, el tema se complicó mucho más, por los mecanismos que se diseñaron para su implementación. De hecho, solo hasta el 2013, con muchas dificultades se comenzaron a aprobar los primeros proyectos de regalías bajo el nuevo modelo para CTeI.

Los temores se han venido materializando en el tiempo. Ya han pasado cinco años desde que entró en vigencia la nueva Ley de Regalías aplicada a CTeI, y los escándalos no se hicieron esperar. En los Departamentos menos preparados, y que han recibido los mayores recursos, los gobernadores los han utilizado para pagar favores políticos y otros menesteres distintos.

Como lo muestra al artículo de Semana y Semana II sobre el tema, durante cuatro años se han utilizado 2.3 billones de pesos en 277 proyectos  de diferente tipo pero con impacto bajo. El problema es que hay 1.5 billones sin utilizar y vienen en camino por otros 1.1 billones para este año.

Cuando la situación fiscal es apremiante, estos recursos son un bocado de cardenal, para un gobierno que perdió su entusiasmo inicial sobre la Innovación si es que alguna vez lo tuvo. De hecho, esta desapareció en su segundo Plan de Desarrollo, porque nunca se entendió que CTeI debería haber sido una apuesta transversal, y de largo plazo, para el desarrollo del país. Se requería un cuidado especial y hacerle ajustes, para mantenerla vigente en el tiempo

La baja ejecución en los proyectos de CTeI , es el resultado del diseño de un sistema que nació desde un principio con el pecado original. Los casos de corrupción mas conocidos se evidenciaron en el departamento de Córdoba, la tierra de los “ñoños”, que representan lo peor de los políticos corruptos de nuestro país. Se tomó la decisión de darles el control político de los valiosos recursos de las regalías a estos personajes, con la teoría de “la mermelada” acuñada por el ex ministro de Hacienda de la época, para justificar la dispersión de las regalías por toda la geografía nacional.

Las experiencias de Chile, donde se malversaron dineros de las regalías del cobre, no se capitalizaron en Colombia. Tampoco se reconocieron los peligros de beneficiar a todos los regiones con este tipo de recursos, sin contar con las capacidades y el talento humano necesarios. Nunca se pensó en generar un proceso escalonado para subsanar estas brechas, y se dejaron las puertas abiertas, para que el monstruo de la corrupción afectara esta iniciativa.

Como Santos nunca tuvo su corazón en la política de CTeI, esta de hecho sigue en el aire. Y los retrasos en la ejecución de los proyectos en este campo,  le han servido de pretexto para proponer que, 1.3 billones, de estos fondos de regalías, se utilicen para la construcción de carreteras terciarias. La razón que dan: el país no puede mantener ociosos unos recursos que se necesitan para la infraestructura física, que  responde a los compromisos con las FARC, de mejorar la conexión de las regiones más olvidadas.

Pero al no reconocer el gobierno su responsabilidad en el tema de la baja ejecución de los proyectos de CTeI, ha decidido tomar el camino fácil y olvidarse de la infraestructura mental del país, que es donde se debería estar haciendo la verdadera apuesta para su desarrollo en el largo plazo. Es más rentable políticamente construir vías que construir conocimiento, como lo menciona el artículo de la revista Semana.

El camino escogido por Santos, es más fácil que el de aprender de los errores cometidos para corregirlos, y así sentar las verdaderas bases para una apuesta de CTeI, mucho más sostenible en el tiempo,  y alineada con las mega tendencias internacionales.

Definitivamente nuestros dirigentes políticos no han entendido para donde va el mundo. La caída de los precios del petróleo, que se inició a finales del 2014, no les enseño ninguna lección sobre la fragilidad de una economía que no produce bienes y servicios con alto valor agregado. Y resulta que esto solo sucede, si el país le apuesta a formar el talento humano necesario para jugar en la Economía del Conocimiento, que gira alrededor de las tres más grandes fuerzas de cambio en el siglo XXI: CTeI.

El inmenso riesgo de esta estupidez, es que nos deje el tren de la Historia, como nos lo advirtieron en la Universidad de Harvard en abril del 2010, cuando nació la idea de fundar CONNECT Bogotá Región. Esta institución hoy agrupa a 27 universidades, 37 empresas y otras organizaciones, que buscamos promover una cultura que valore el desarrollo sostenible de nuestra región y del país basado en CTeI.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/francisco-manrique-construir-vias-es-mas-importante-que-construir-conocimiento/

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Portugal: «Passo novo na afirmação da relevância e criação de valor económico»

Portugal / 01 de marzo de 2017 / Fuente: http://www.portugal.gov.pt/

O Ministro da Ciência, Tecnologia e Ensino Superior, Manuel Heitor, afirmou que os Laboratórios Colaborativos são um «passo novo na afirmação da relevância e criação de valor económico», durante a apresentação do Programa Interface, em Lisboa, que também teve uma intervenção do Primeiro-Ministro António Costa.

O objetivo destes laboratórios será «criar emprego qualificado e emprego científico em estreita colaboração entre as instituições universitárias, académicas e científicas e os empregadores».

Manuel Heitor referiu a necessidade de criar mais redes em colaboração entre as instituições científicas e empresas, para além de desenvolver e reforçar os centros tecnológicos. Para isso, serão criados «arranjos colaborativos que complementem o papel das unidades de investigação para densificar o território em termos de atividades baseadas no conhecimento».

«A valorização social e económica do conhecimento tem como último objetivo a criação de emprego», disse, acrescentando que nesse sentido o País tem de ter mecanismos próprios de difusão de conhecimento.

O Ministro afirmou a confiança nos cientistas e empresas de Portugal «para criar emprego e garantir a modernização face ao contexto europeu», enumerando os benefícios que poderão ser conseguidos na valorização de produtos naturais, na área biomédicas, na computação científica avançada e computação quântica, bem como no desenvolvimento de ações para as novas indústrias do espaço e indústrias de satélite.

«A ideia de sermos ambiciosos é o que desejamos. Desenvolver laboratórios colaborativos com instituições de interface que colaborem mais com a ciência, cientistas e trabalhadores, e que possamos dar às futuras gerações mais e melhor emprego em Portugal», concluiu.

Fuente noticia: http://www.portugal.gov.pt/pt/ministerios/mctes/noticias/20170223-mctes-interface.aspx

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Colombia: Con presupuesto de ciencia y tecnología no se resuelve problema de vías terciarias

Colombia/27 de Febrero de 2017/Contagioradio

La comunidad académica y el Consejo Académico de la Universidad Nacional de Colombia, rechazaron el anuncio del presidente Juan Manuel Santos, quien durante la Cumbre de Gobernadores en Calí, propuso descongelar recursos de las regalías de ciencia y tecnología, por cerca de billón y medio de pesos para destinarlas a la construcción de vías terciarias.

Amparados en los artículos 360 y 361 de la Constitución Política, manifestaron que el 10% del Sistema Nacional de Regalías ha sido otorgado para incrementar la capacidad científica, tecnológica y de innovación en las regiones, por lo cual no debería disponerse para otros fines, que podrían ser financiados desde otras carteras, para no afectar los “proyectos para producción, uso, integración y apropiación del conocimiento” para distintos ámbitos de las comunidades, en lo económico, educativo, político, social y cultural.

Catalina Ramírez, secretaria del Consejo Académico, señaló que no es apropiado ni deseable tratar de solucionar los problemas de infraestructura vial del país “con los recursos destinados a resolver necesidades apremiantes en el contexto de paz, equidad y educación”.

¿REALMENTE SE RESOLVERÍA EL PROBLEMA?

Algunos expertos como Moisés Wasserman, quien fue rector de la Universidad Nacional, reveló que el presupuesto “equivaldría al triple del presupuesto actual de Colciencias” y ello sería invertido en 2.500 km de vías tercias, es decir, unos 50 km por municipio priorizado. También resaltan que el Gobierno Nacional a la hora de implementar los acuerdos de La Habana, se ha mostrado negligente, y nuevamente en su obligación de diseñar y ejecutar un Plan Nacional de Vías Terciarias, que no debería obstaculizar ni estar en contravía del Plan Nacional de Educación Rural, promueve propuestas que “tanto en su fondo como en su forma, son una vergüenza para el Gobierno”, puntualizó Wasserman.

En los Acuerdos de La Habana, el punto 1 sobre la Reforma Rural Integral, incluye el numeral 1.3.2.2, el cual habla del Plan Especial de Educación Rural, el cual el Gobierno Nacional se comprometió a desarrollar, otorgando entre tanto, 1.6 billones de pesos durante cinco meses, así lo anunció el Viceministro de Educación Víctor Saavedra, en octubre del año pasado.

Po otra parte, de acuerdo con el CONPES 3857 de 2016, existen en el país 142.284 kilómetros de redes viales terciarias en áreas rurales, en contraste, el “ajuste que propone el gobierno” y que quitaría un monto importante al presupuesto para la investigación en Colombia, sólo subsanaría el 1,75% del total de km que se requieren para la red vial terciaria, porcentaje que algunos advierten “en nada resuelve la precaria situación de este tipo de infraestructura, fundamental para el desarrollo de la Reforma Rural Integral”, para comunicar áreas rurales productoras de alimentos, materias primas, manufacturas y que ayudaría a la implementación de los planes de sustitución de cultivos y fomentaría las economías campesinas.

En esa misma línea, Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, aseguró que se trata de una “medida improvisada del Gobierno” que afectará gravemente el desarrollo investigativo del país, resaltó además que “antes de llevar a cabo esta reasignación de presupuestos”, el Gobierno debe realizar un inventario de vías terciarias y del estado de las mismas, puesto que hasta el momento lo dispuesto en la ley 1228 de 2008, sobre la materia, no es una realidad.

Por último, académicos y analistas, instaron al presidente Juan Manuel Santos, a reconsiderar su anunció y a que contemple la importancia del fortalecimiento y promoción de la investigación para el sector agropecuario además de la ampliación de la oferta en educación superior en modalidades técnicas, tecnológicas y universitarias, para habitantes de las zonas rurales del país, y de cumplimiento y efectividad a lo que se pactó en La Habana.

Fuente: http://www.contagioradio.com/con-presupuesto-de-ciencia-y-tecnologia-no-se-resuelve-problema-de-vias-terciarias-articulo-36815/

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Pacto Universitario por la Paz y llamado a su recuperación intelectual

Por: Manuel Humberto Restrepo Domínguez

El 10 de septiembre de 2016, representantes de 18 universidades publicas con presencia en las regiones de Colombia y 4 institutos universitarios se reunieron a pensar y formular una ruta de trabajo común hacia la implementación de los acuerdos y consolidación de una paz estable y duradera. El Centro de Pensamiento para la Paz y el Ministerio de Educación Nacional, abrieron el espacio que culminó con una agenda regional. El primer acuerdo fue un documento llamado Manifiesto Publico Universitario de Girardot sobre Regiones y Paz, mediante el cual la Educación Superior Publica es ratificada como parte vital y necesaria para promover la humanización que exige la paz en sus localidades y regiones. Las universidades comprometieron sus esfuerzos para trabajar con el mas hondo sentido ético, político, científico y cultural, en aras de impedir que uno solo de recursos genere mas victimas o sea arrebatado por agentes de poder para sus fines particulares.

El 9 de febrero de 2017, siguiendo el trazado del Manifiesto de Girardot, los Rectores de esas mismas universidades y 5 mas, asumieron el compromiso público de apoyar Institucionalmente las tareas de construcción de paz, mediante la firma del Pacto Publico por una Educación Superior Para la Paz, que avance como una Red de Educación Superior por la Paz, en la implementación de los acuerdos de paz firmados con las FARC y en curso con el ELN. Con este pacto quedan vinculados el Ministerio de Educación Nacional y las Universidades Nacional (Bogotá, Arauca), Choco, Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), Cauca, Nariño, Amazonia (Leticia), Popular del Cesar, Cauca, Cundinamarca, Guajira, La Paz (Barranca), De Pamplona, Francisco de Paula Santander, Sur-Colombiana, Magdalena, De los Llanos, e Instituciones como Educación Rural (Pamplona), Tecnológica del Putumayo, Instituto del Deporte entre otros.

La iniciativa del Manifiesto quedó disuelta en el Pacto y se espera del Gobierno la ratificación efectiva de compromisos y búsqueda de conversión de los acuerdos a políticas publicas, que ofrezcan un comportamiento Institucional articulado y atiendan aspectos urgentes como la financiación de las universidades publicas, respeto por la autonomía, garantías laborales al profesorado y trabajadores, y sobre todo, el cese de hostilidades ejercidas a través de la política educativa actual que asfixia con presiones de ampliación de cobertura y formalidades de acreditación y otras gestiones inconexas que bloquean las ideas y responsabilidades sociales de las universidades en cada región.

Las Universidades a la vez aceptan el llamado a asumir responsablemente su participación en la construcción de paz con justicia social y reconocimiento de derechos. Estos compromisos crean un marco de condiciones para que las universidades demuestren ser los referentes éticos reales a las que las victimas puedan acoger sin recelo y las nuevas formaciones políticas sin desconfianza. Hacia adentro tienen el encargo de revisar sus concepciones de poder, eliminar prejuicios, estigmas y maneras autoritarias de comportamiento excluyentes. Es un buen momento para que sus órganos de gobierno promuevan la recuperación de la función intelectual de la universidad y del pensar y actuar en colectivo e impulsen la función del conocimiento como herramienta de transformación de las relaciones de desigualdad y discriminación que padecen las amplias mayorías de población.

Es momento también para que el intelectual universitario, el sujeto académico, se haga oír, suscite debate y controversia, se exponga en el debate publico con sus escritos, con su verbo, con sus logros científicos y culturales, recupere la dialéctica y el argumento y abandone el aislamiento provocado por la muerte que rastrillaba al país eliminado oposiciones. Los intelectuales constituyen la base que da solidez a las universidades, que entiendan que su grandeza no esta en sus métodos de medición, ni sus capacidades técnicas, ni sus edificios inteligentes y menos en los maquillados informes de pacificación y buen vivir fabricado por expertos. La grandeza esta en su capacidad para decir y hacer en la ciencia, la cultura, el humanismo y la técnica con la verdad y con convicción ética.

Los lugares de la función intelectual están atrapados por las estrictas técnicas de aula empeñadas en sacar adelante el saber por fragmentos y resultados llamados hoy productos académicos, que aunque no impacten la realidad, ni refuten o complementen teorías endurecen mitos mercantiles como la indexación, citación, acreditación y certificación, que por su reputación intimidan e invalidan la potencia de las universidades de menores recursos y capacidades, que son en esencia las que pueden prestar su mejor concurso en la construcción de paz real. Estas formas que impregnaron la cultura universitaria anteponen a la sustancia de las cosas y las acciones la formalidad útil al interés particular de autopromoción académica y no del cambio social, que alienta el intelectual cuyo rasgo principal es poder ejercer su libertad de escribir, hablar, actuar, ser soberano para intervenir en el debate publico sin condicionamientos, ni ataduras dogmaticas y cumplir una función social orientada a transformar la realidad representando a otros que no son necesariamente su comunidad política ni académica.

 La universidad y con ella sus intelectuales están sometidos a las exigencias de la sociedad, no las del gobierno, ni las de grupos de poder económico o político y para ser un actor principal de paz tiene el compromiso de mantener autoridad ética y resistir los embates del poder estatal o paraestatal, sin sucumbir a las trampas de premios, apoyo a proyectos, recursos adicionales o compensaciones por su tarea vital. La razón de ser intelectual colectiva de la universidad es contribuir con las herramientas adecuadas a mirar la realidad tal como es y describirla, evidenciarla y poner toda su potencia al servicio de la sociedad para transformarla, además de aprender a ponerse de pie cuando intuya o perciba un solo ataque o agresión contra la dignidad humana. La paz exige palabras, voces múltiples, explicaciones a lo que la gente lucha, hace y dice y el intelectual es ante todo un traductor no un guía, ni un consejero. La universidad y sus intelectuales tienen en sus manos este momento histórico de fin del conflicto armado, para recuperar su misión, mirar con detenimiento las partes de la realidad fragmentada y contribuir a armar el rompecabezas de la memoria colectiva y del proyecto de nación a construir, y aprender y enseñar a imaginar, soñar, construir otros mundos negados y a vivir sin autoritarismos, astucias, ni temor, y si con tranquilidad, fraternidad, con dignidad.

 

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La investigación educativa en México con sesgo cognitivo…

Por: José de Jesús Reveles

A título personal la investigación educativa nos permite no solo generar un camino con el cual podamos analizar las necesidades que como docentes se tiene, tanto en el quehacer dentro del lugar de trabajo como en el progreso profesional, con el fin de mejorar la calidad educativa; si no también es una herramienta para buscar y evaluar las nuevas pedagogías, metodologías y didácticas que se forman a través de la interacción de todos los sujetos (internos y externos) que participan en el proceso de enseñanza y de aprendizaje.

Desafortunadamente entre la comunidad docente en México no ha existido una verdadera cultura de investigación. Dos de las razones fundamentales han sido la falta de recursos tecnológicos y el desconocimiento en cuanto a metodologías de investigación que sean pertinentes dentro del campo de la educación.

La investigación en el campo de la educación, y especialmente en un país tan rico en diversidad como el nuestro, no puede quedarse nada más en un cientificismo teórico que satisfaga las necesidades intelectuales de investigadores individuales o de instituciones específicas.

Es por lógica que la investigación educativa en México tiene un compromiso social. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de que investigadores educativos y sus proyectos respondan no nada más a necesidades en el nivel local y en el de la comunidad hacia donde van a tener un impacto los resultados de dichas investigaciones.

El diseño de la investigación educativa en México como línea de acción tiene que tomar en cuenta criterios en cuanto a pertinencia, integridad, flexibilidad y pluralidad.

Es así que a juicio personal, hoy en día los programas educativos y sus contenidos necesitan adaptarse a la realidad del maestro, del alumno y de las condiciones regionales y locales de los centros educativos. Deben incluir el saber científico general y también popular, relacionándolos con el fin de ayudar al estudiante a interpretar su entorno desde lo local, a lo nacional, hasta una concepción de su lugar como individuo en el mundo.

Hoy en día la investigación educativa se encuentra principalmente fundamentada en la necesidad de plantear, crear y desarrollar proyectos referentes a la investigación, con el fin de analizar y evaluar la calidad de la educación que se desarrolla dentro de las instituciones formativas en el proceso de aprendizaje.

Es decir se concibe a la docencia y a la investigación como prácticas del conocimiento humano, cuyos términos se refuerzan mutuamente. La vinculación docencia-investigación adopta diversos y variados grados en cada una de las dependencias académicas.

Así una parte indispensable de la labor de docencia que se desarrolla en las facultades y escuelas normales, requiere de la realización de investigación y se considera que ello constituye una faceta de su propio trabajo.

Sin embargo, la investigación desarrollada en estas instituciones no debe significar únicamente un atractivo para el logro de personal académico altamente calificado, sino además, debe concebirse como un estímulo a la capacidad creativa de los profesores y como un medio para introducir a los alumnos en el conocimiento y manejo de la metodología científica, la cual atribuye de manera importante al enriquecimiento de su formación y al desarrollo de habilidades como son la capacidad de análisis, síntesis, deducción, inducción, evaluación, etcétera.

Esto permite conceptualizar a la investigación en términos generales a partir de dos variables: como un medio para adquirir conocimientos y como una forma de construir conocimientos; o sea, las aportaciones que dan lugar al desarrollo o evolución de un área o disciplina. Nos debe quedar claro que el establecer juicios de valor inexactos sobre la investigación, lo único que provoca es un sesgo cognitivo y con ello, un engaño racional y poco funcional para el crecimiento de la investigación en México.

Estimado lector, agradezco de antemano la atención prestada al presente. Nos leemos la próxima y espero que haya sido de su agrado. ¡Viva la Vida!

Fuente: https://www.elsoldezacatecas.com.mx/columna/la-investigacion-educativa-en-mexico-con-sesgo-cognitivo

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