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Perú despide a 630 profesores sentenciados por violación, drogas y terrorismo

América del sur/Perú/21 Junio 2018/Fuente: El espectador

«Estamos reforzando todas las normas de convivencia escolar para prevenir actos de acoso escolar entre estudiantes, pero también de violencia física y psicológica de adultos a menores», aseguró el ministro de educación del país vecino, Daniel Alfaro.

En los últimos diez días, el Ministerio de Educación de Perú ha despedido a 630 profesores y trabajadores administrativos de colegios públicos y privados por sentencias relacionados con delitos como violación sexual, narcotráfico y apología al terrorismo, aseguró el ministro Daniel Alfaro.

El alto funcionario explicó en declaraciones publicadas hoy por el diario Correo que el 75 % de los despidos corresponden a sentenciados por violación, cerca de un 25 % a narcotráfico y un pequeño grupo de 12 profesores por apología al terrorismo.

«Nos preocupa el alto porcentaje de violación sexual. Por eso estamos reforzando todas las normas de convivencia escolar para prevenir actos de acoso escolar entre estudiantes, pero también de violencia física y psicológica de adultos a menores», comentó.

El grueso de los despidos se concentra en la regiones de Lima, las norteñas Cajamarca y San Martín y la sureña Ayacucho, con más de 50 casos en cada una.

El ministerio del Perú ya tiene otras 40 resoluciones para despedir a más profesores en los próximos días, por lo que el ministro auguró que el número de despidos seguirá incrementándose.

«Es un trabajo importante y de compromiso del ministerio con las direcciones regionales de educación (DRE) y las unidades de gestión educativa local (UGEL). Los Gobiernos regionales han tomado la disposición en serio y han comenzado el proceso de limpieza con mucha agresividad», agregó.

El ministro prometió mejorar el cruce de bases de datos para que los despedidos no vuelvan a reincorporarse a la labor de docentes, en coordinación con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que maneja las nóminas de cobro de los profesores.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/peru-despide-630-profesores-sentenciados-por-violacion-drogas-y-terrorismo-articulo-795304

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Educación revisará reglamentos de escuelas y colegios de El Salvador

Centro América/El Salvador/31 Mayo 2018/Fuente: El salvador

El Ministerio de Educación lanzó ayer la Política Nacional de Convivencia Escolar que busca, entre otras cosas, que se fomente el respeto. La institución verá que los centros de enseñanza públicos y privados tengan sus manuales de convivencia actualizados.

El Ministerio de Educación (Mined) revisará los reglamentos y planes de convivencia de las escuelas públicas y los colegios del país, según anunció ayer el viceministro de Educación, Francisco Castaneda, en el marco del lanzamiento de la Política Nacional de Convivencia Escolar y Cultura de Paz.

La política, que está orientada a mejorar el clima bajo el cual se da el proceso de enseñanza aprendizaje y superar cualquier tipo de violencia, se concretó tras 20 meses de trabajo, que incluyó consultas a estudiantes, docentes, personal administrativo, padres de familia de 112 centros escolares, así como a especialistas de ONG’S, universidades, agencias de cooperación, empresas, iglesias, entre otros actores.

“La política va a regir todas las normativas internas que tienen tanto el sector público como el privado; y a partir de hoy vamos a iniciar un proceso de divulgación de la política y a exigir también a los institutos nacionales, a los complejos educativos y a los colegios privados que deben tener sus manuales de convivencia actualizados, modernizados, que estén bajo la sombrilla de esta política”, afirmó Castaneda.

De acuerdo con las palabras del viceministro, al poner en sintonía los reglamentos de los centros educativos con la política favorecerá que se establezca una relación de respeto en su interior, así como entre familia y escuela, entre la escuela y la comunidad.

El funcionario también aseguró que con esta política dan un paso importante para la construcción de la cultura de paz y para tener una escuela libre de violencia, y si bien reconoció que en algunas zonas del país se debe de trabajar mucho por el tema de la violencia, también subrayó que en este año no tienen registrado homicidio de estudiantes, ni maestros del sistema educativo público.

El Ministro de Educación, Carlos Canjura, afirmó que es una responsabilidad de todos contribuir a fomentar de forma sistemática la convivencia en la sociedad: “Nosotros tenemos la tarea y estamos trabajando desde la primera infancia con el tema de la asignatura de moral, urbanidad y cívica”, citó.

Norbert Eichler, primer secretario y cónsul de la Embajada de Alemania en El Salvador, destacó el papel que juegan las escuelas en proporcionar a los niños la educación formal, pero también en forjar cualidades y valores tales como la tolerancia, empatía y consideración por los demás.

Eichler, quien destacó el esfuerzo que se ha hecho en el diseño de la Política Nacional de Convivencia Escolar, detalló que el problema de la violencia afecta también las escuelas alemanas, en la mayoría de las cuales se han establecido programas de prevención, en los que todos los miembros de la comunidad educativa, y especialistas trabajan juntos.

Mélida Hernández de Barrera, directora de prevención y programas sociales del Mined, tras agradecer el apoyo de las distintas organizaciones, señaló que están realizando una guía para que cada escuela haga su plan de convivencia, de acuerdo a su contexto y a sus recursos.

Fuente: http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/485893/educacion-revisara-reglamentos-de-escuelas-y-colegios/

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Andrés González Bellido: “Todo el grupo debe saber que llamar ‘dumbo’ a un compañero hace daño”

Entrevista a Andrés González Bellido, psicopedagogo e ideólogo de la Tutoría Entre Iguales (TEI)

La intervención para prevenir el acoso escolar tiene que ser sistemática y sobre el conjunto del centro, afirma González Bellido, ideólogo e impulsor de la Tutoría entre Iguales. “Si consideras inaceptable la violencia de baja intensidad y la cambias, estás cambiando también la de alta intensidad”.

Por Víctor Saura 

“Yo siempre digo lo mismo: en Suiza no hay papeles en las calles no por el hecho de que haya muchas papeleras o muchos barrenderos, sino porque hay mucha gente que no los tira. Forma parte de su cultura. En el momento en que cambias la cultura en un aula, cuando un alumno le llama ‘vaca’ a otro, el resto del grupo no mira a la víctima, sino que mira al agresor y le pregunta ¿de qué vas? Y a este no le queda más remedio que cambiar de conducta”. Así de sencillo describe el programa TEI (tutoría entre iguales) su ideólogo e impulsor, Andrés González Bellido, catedrático de orientación educativa, durante muchos años psicopedagogo de instituto y hoy dedicado al 100% a extender un programa que este curso llega ya al millar de centros. Desde el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la UB, González Bellido coordina un grupo formado por unos sesenta psicólogos, maestros y orientadores repartidos por toda España.

¿La clave es cambiar la mirada del grupo?

Cuando la mirada va a la víctima se produce un doble proceso de estigmatización, el grupo le está diciendo a la víctima que efectivamente está gorda y tiene la culpa de estarlo. El objetivo del TEI es que el alumno automatice conductas positivas sin darse cuenta. Si siente que llamar a un alumno dumbo o cuatro ojos forma parte del paisaje educativo, reproducirá esta conducta. La idea es invertir este paisaje educativo.

¿Hay que intervenir al primer insulto?

Los insultos forman parte del paisaje social, y en la escuela muchas veces no se interviene porque la gente considera que son normales. Pero los insultos hacen daño, mucho daño, y si no pregúntale a un niño que está gordito si le gusta que le llamen elefante. Eso que los alumnos quizá ven como un juego tiene que dejar de serlo. En el momento en que aplicas el TEI el grupo no sólo sabe que hace daño, sino que sabe la cantidad de daño que hace. Por eso este paisaje social se tiene que cambiar desde la perspectiva del alumno, pero también la del profesorado. Si consideras inaceptable la violencia de baja intensidad y la cambias, estás cambiando también la de alta intensidad. Pero para eso hace falta una intervención que no sea flor de un día.

¿Qué quiere decir?

Que viene un agente de policía o cualquier experto, imparte una charla y ya está. Eso es limpiar conciencias y con todos mis respetos no sirve para nada. Muchas veces lo que provoca es un proceso de vacunación. La administración del centro considera que ya se ha hecho un proceso de sensibilización y se desentiende. Así no hay que hacerlo. La intervención tiene que ser sistemática e integral, y el objetivo no tiene que ser sobre una situación de violencia sino sobre un cambio de mirada del centro educativo como institución. El objetivo no es intervenir sobre las personas sino intervenir sobre la comunidad.

Suena lógico.

Dicho ahora suena muy bien, pero hace unos años… Yo dejé de explicar una de las bases fundamentales del TEI porque la gente me decía que se me iba la pinza. Ahora la empezamos a volver a explicar.

¿Y qué es?

El concepto de ejemplaridad social. Los procesos de aprendizaje, de emociones, de valores, de conductas no se aprenden desde una vertiente cognitiva y abstracta, se aprenden a partir de modelos, a partir de ejemplaridad social. Nosotros no podemos explicar la bondad, o la ayuda a los otros, si no la ves hacer a otro. ¿Qué debemos hacer, pues? Reconducir modelos; y lo que hace el TEI es modificar modelos. Cuando un alumno de primero de ESO tiene un modelo que es un alumno de tercero con conductas positivas, esto acaba generando conductas positivas, y si lo que acaba viendo son conductas negativas hará lo mismo. Porque aquello que hagamos, y más en el caso de quien acaba de llegar, es una reproducción de los modelos que son imperantes.

¿Por qué los tutores siempre tienen dos años de diferencia respecto a los tutorizados?

Hay que tener en cuenta que el 90% de violencia sistemática, que no tiene por qué ser física, puede ser verbal, se da entre alumnos que son del mismo curso. Nos dimos cuenta que para que se dé una situación de tutorización debe haber diferencias de edad, miramos todo lo que se había estudiado sobre esto a nivel internacional, y vimos que lo mejor era que hubiera dos años de diferencia, porque regulas a aquellos alumnos que han repetido, que todavía son más jóvenes que sus tutores, y también las diferencias de procesos evolutivos. Antes se continuaba con los de segundo y cuarto, y nos dimos cuenta de que no era necesario, que con un año es suficiente. El objetivo es crear un proceso de contextualización para que los alumnos se habitúen; el segundo año se mantienen entre el 70 y el 80% de las tutorías, pero sin el apoyo institucional del centro, a partir de la identidad que han creado entre tutor y tutorizado. Incluso sabemos de alumnos que han mantenido la relación en la universidad. ¡Esto es fantástico!

Un consejero particular.

Imagínate a un alumno de primero que llega a una institución educativa que no conoce de nada, a esta persona le proporcionas otra de referente que le dice que puedes contar conmigo para cualquier cosa que necesites. Se lo dice una persona que conoce la estructura, conoce la organización…

El primo de Zumosol.

Pero no es esta la idea. El objetivo es crear equipo. En el programa TEI cualquier uso de la violencia para solucionar un conflicto implica la suspensión del cargo de tutor. Nada justifica la violencia.

Yo entendía que el primo de Zumosol es protector, no violento.

Normalmente las modificaciones de conductas no se producen cuando hay hechos, sino cuando hay expectativas de hechos, cuando hay algo que puede suceder. Cuando ya ha pasado ya sabes el nivel de incidencia que tiene. Para los alumnos es más importante saber que tú estás ahí que el hecho de que lo estés.

Al principio creían que el TEI sería sobre todo útil para los tutorizados pero se dieron cuenta de que era a la inversa. Explíquemelo.

Sin duda. Los más favorecidos, con diferencia, son los tutores. Ya sé que las categorizaciones siempre son cuestionables, pero podríamos decir que hay tres niveles de alumnos: aquellos que tienen muchas competencias desde una perspectiva social-emocional, aquellos que tienen unas competencias medianas y aquellos que las tienen bajas. Pues los más favorecidos entre los tutores son estos últimos.

¿Y eso?

Es lógico. Lo que hace el TEI –y esto no lo hace ningún otro programa– es que no deja a nadie fuera. Con lo cual el estudiante que tiene muy pocas competencias también será tutor. Y tendrá la misma categoría que aquel que todo el mundo sabe que es el líder emocional de la clase. ¿Cuál es el autoconsciencia que tienen las personas con necesidades educativas específicas? No tengo competencia para hacer esto. Cuando tú le dices que puede hacerlo y que lo hará muy bien le estás dando un empujón. En primer lugar estás contando con él, que queda fuera en el 90% de las situaciones, y después le estás diciendo sin decírselo que está a la misma altura que el líder emocional del grupo. Simplemente el hecho de hacerle tutor, con un nombramiento institucional del centro, tiene un impacto inmenso, es una gran inyección de autoestima.

Pero son voluntarios. ¿Puede ser que de tan baja autoestima ni se presente?

El nivel más bajo que hemos tenido en un centro es del 96% de alumnos que quieren ser tutores. Si alguna vez hay un alumno que no quiere ser tutor se le tiene que respetar y no lo será. Cuando esto ocurre, en el 99% de los casos efectivamente son alumnos que estarían en el bloque de menores competencias, o sea que toman esta decisión no porque no quieran, sino porque consideran que no serán capaces de hacerlo. Su nivel de autoestima es tan bajo que no se ven capaces. A estos alumnos se les tiene que animar pero nunca obligar a hacerlo. Y se les tiene que animar porque sabemos que los grandes favorecidos con mucha diferencia de toda la estructura educativa son ellos.

Dice que es el único programa que no deja fuera a nadie. ¿A qué se refiere?

Por ejemplo, la mediación es una estrategia excelente, pero la forma como la hemos llevado a cabo en general ha sido un error. En un grupo de 100 alumnos, ¿cuántos son mediadores? Entre seis y ocho. ¿Y a quién se elige para ser mediador? ¿Cuántas veces este papel lo hace un alumno con necesidades educativas específicas? O sea que podemos caer en un proceso de doble estigmatización. Decimos que la mediación es muy buena, y los grandes beneficiados de la mediación nuevamente son los mediadores y no los mediados, sin duda alguna, por un proceso de crecimiento personal. Por lo tanto los grandes beneficiados son aquellos que menos lo necesitan. Afrontémoslo, la mayor parte del grupo, alrededor del 80%, se queda fuera de este proceso, ¡que es muy positivo! Y algunos alumnos directamente pueden sentir que les estás diciendo que no tienen competencias para poder hacerlo. Si los grandes beneficiados son los mediadores, ¿por qué no potenciamos a aquellas personas que más lo necesitan? Esta reflexión no veo que se haga nunca.

Pensaba que el TEI era para la secundaria y he constatado con sorpresa que también se hace en primaria e infantil.

Sí, a primaria llegó enseguida y en infantil ya llevamos dos años aplicando el programa, en estos momentos debe haber unos 30 centros aplicándolo en infantil.

¿Hay un refuerzo positivo para los niños de P-5 cuando tutorizan a otro de P-3?

La población diana como objeto de acoso escolar se da entre tercero y cuarto de primaria, y aproximadamente puede afectar a un 25-27% de los alumnos. Esto es lo que nos dicen las estadísticas del Observatorio de la Convivencia de Euskadi, que son las mejores que hay, posiblemente a nivel mundial. Esto es lo que justifica que en tercero sean tutorizados. En secundaria la situación de acoso está alrededor del 10-12%.

¿Me está diciendo que el 27% de los alumnos de primaria y el 12% de los de secundaria sufren acoso?

Sí, ¡y es una barbaridad! La gente no se da cuenta. Aunque afectara al 0,2% sería un problema, sería inaceptable, pero las cifras actuales son una barbaridad.

¿Está constatado que antes había más bullying y que el programa TEI ha hecho bajar este porcentaje?

La posibilidad de que se dé una situación de acoso escolar en un centro TEI es casi cero. ¿Por qué? Porque una de las características de la situación de acoso es que nadie se dé cuenta de que esto ocurre. Profesores y familias se dan cuenta en un porcentaje que estaría sobre el 10-15%, mientras que los alumnos se dan cuenta por encima del 90%, porque los acosadores necesitan público, y su público son sus compañeros. Por eso el TEI incide en los espectadores. Si el público en lugar de ver a un tío guay ve a una mala persona, ¿qué pasa? Pues que como no consigue el refuerzo cambia de conducta. Lo que estás haciendo es un proceso de sensibilización y concienciación del grupo para desactivar el prestigio social del alumno con conductas violentas.

El típico chulito de siempre al que le reías las gracias para que te considerara amigo…

Correcto. El TEI trabaja la deslegitimación de este perfil. Es tan básico como eso. Y lo que dice es que la persona que utiliza la violencia es por su incompetencia a la hora de resolver un conflicto de forma pacífica. A partir de que aplicas el TEI aquel alumno que le pega una colleja a otro o que le come medio bocata ya no puede decir que era una broma, que en realidad son amigos… No, esto hace daño y lo sabes, y cada vez que lo hagas lo harás con intención de hacer daño. Pero no es que lo sepas tú, es que lo sabe todo el grupo. Y cuando el grupo-clase lo sabe tú dejarás de hacerlo porque ves que no serás juzgado de forma benévola.

Vuelvo a preguntar. ¿Antes del TEI la cosa estaba peor?

Hay quién dice que ahora estamos peor que antes. En los últimos estudios que hay, por ejemplo en Euskadi, ha subido unos ocho puntos. Mi visión es que no hay más situación de acoso escolar ahora que hace unos años, sino que ahora queda reflejada estadísticamente, ahora se visibiliza debido al proceso de concienciación que ha tenido el acoso escolar. Hay un proceso de visibilización del problema por este proceso de sensibilización del profesorado, las familias y los alumnos. Por lo tanto, para nosotros aquello que se ve desde una vertiente totalmente negativa es en realidad el principio de una cosa que es tremendamente positiva, porque para intervenir en una situación de conflicto tenemos que conocer el conflicto. Si no lo conocemos o si lo escondemos no podemos intervenir.

Al principio el programa TEI estaba abierto, pero restringieron el acceso. ¿Por?

Durante un tiempo enviábamos todos los materiales a cualquier persona que se interesara. Pero no se hacía formación. Se hacía una presentación y a partir de aquí parecía que lo veían claro y adelante. Esto duró unos cuatro años, y entonces nos dimos cuenta de que se estaban haciendo verdaderas barbaridades.

Por ejemplo…

Centros que ponían tutor sólo a aquellos alumnos que tenían problemas, con lo cual estaban generando una doble estigmatización, porque desde la óptica del alumno, si le pones a alguien que le ayude es porque no tiene competencias. Por eso cuando hablamos de la tutoría entre iguales hablamos mucho del concepto de equipo. Un equipo siempre es más fuerte que una persona. Y no hay estigmatización porque todos los alumnos tienen tutor. Hasta los alumnos de primero que no lo necesitarían lo tienen.

¿Alguna otra barbaridad?

Pues por ejemplo que los chicos fueran tutores de chicos y las chicas de chicas. Otros que hacían 1º y 4º en lugar de 1º y 3º. Otros que aplicaban literalmente el concepto de Zumosol. No se generaba ninguna implicación emocional sino que más o menos la idea era que si algún día tienes un problema con alguien me lo dices y le caliento. Se hicieron muchas.

¿Con qué periodicidad se encuentran los tutores y tutorizados?

Teóricamente tienen que hacerlo dos veces por semana. Depende un poco según el centro, pero en la estructura TEI, tutor y tutorizado acuerdan encontrarse en un lugar concreto en unos momentos concretos. Tú les das pautas pero ellos deciden dónde y cómo. Una de las cosas que no se tiene que hacer es regular. No son encuentros largos normalmente. “¿Cómo te ha ido el examen?” “Bastante bien” “Vale, me voy a jugar a fútbol”. Ya está bien. El objetivo es mantener el vínculo, para que el día que pase cualquier cosa no forme parte del 16% de las situaciones de acoso que no son conocidas por nadie. El primer parámetro del TEI es que salga fuera la parte del iceberg que está escondida, que no haya ninguna situación de acoso que no sea conocida.

¿El tutor es el primero a quien se tiene que alertar del acoso y por lo tanto poner en alerta al profesorado?

Es que no se llega a dar acoso. Se dan situaciones del estilo “aquellos no me dejan jugar a fútbol”, o “este me da una colleja cuando bajo”, o “me birla medio bocata”.

Principios de acoso, pues.

La conducta más fácil de modificar es aquella que está en sus inicios. Cuando está consolidada es muy difícil de cambiar. Pero volviendo a la pregunta ya no es sólo el tutor, su misma clase de tercero le dirá “oye, que a tu tutorizado ayer le dieron una colleja, o no le dejaron jugar a fútbol”. Este nivel de comunicación en red se produce.

¿Y qué pasa ante una situación así, cuando no dejan jugar a fútbol a alguien?

En el 90% de los casos el tutor irá a hablar con una persona de primero, y le preguntará por qué no deja jugar a Manuel a fútbol, y le dirán que porque está muy gordo y no corre, y él le dirá que tiene el mismo derecho que tú, con lo cual tiene que jugar a fútbol. Ponte en situación: es un alumno de tercero que tiene todo el conocimiento del centro, hablando con uno de primero. El nivel de incidencia que tiene un alumno de su edad es muchísimo más elevada que la que puedo tener yo como profesor. Lo que yo pueda decir es esperado. Ellos hablan con su lenguaje, y si al día siguiente vuelve a pasar se lo volverá a decir, y si no lo soluciona hablará con su compañero de tercero que es tutor de aquel niño que no deja jugar a fútbol a Manuel, con quien ha establecido ya unos vínculos emocionales. Pero esto no pasa prácticamente nunca, una cosa así se acostumbra a solucionar a la primera.

¿Qué formación reciben los tutores?

Reciben unas tres horas de formación. Pero no hacemos una formación específica y estructurada. No se le dice al alumno cómo tiene que actuar, sino que actúe como considere que tiene que hacer para solucionar el problema. Tienes dos condicionantes: tienes que actuar cada vez que sea necesario y no puedes utilizar la violencia en ningún momento.

O sea no puedes ni mirar hacia otro lado ni ir de justiciero.

Y lo que no podemos hacer es tipificar todas las conductas. Por lo tanto al alumno le estamos diciendo que se encuentra en una autopista de cinco carriles, toma el que consideres adecuado, pero no puedes salirte ni por la derecha ni por la izquierda, es decir ni por la indiferencia ni por la violencia. El único medio es el diálogo y si en algún momento tienes un problema ven a hablar con el coordinador del programa. En la mediación por ejemplo, se escucha a unos y a otros y se toma una decisión. Eso es cuando ya se ha producido un hecho. En el TEI se interviene cuando se dan los primeros síntomas. Pero hay que ser dinámico. Un alumno de necesidades educativas especiales tendrá una forma de actuar muy diferente a la del líder social, por lo tanto tenemos que respetar la forma que cada cual tiene de intervenir.

¿Qué incidencia tiene el TEI en las familias?

A las familias se los dice qué es el acoso, qué es el TEI y qué pueden hacer ellas para intervenir, teniendo en cuenta que su hijo o hija puede ser agresor o puede ser víctima. Se le explican los síntomas que presentan los dos, y el proceso de intervención. Hay varios niveles: el individual, sobre tu hijo o hija, el familiar, el educativo y el social. Y al final el jurídico. Lo que no se puede hacer son cosas que vemos que empiezan a hacer algunas familias, que es antes que nada ir a interponer una denuncia, cuando la solución en todos los casos de violencia sistemática se tiene que buscar dentro del centro educativo. De entrada no se tiene que ir ni hacia el agresor ni a la víctima, la intervención siempre es sobre todo el centro, y si en algún momento alguien se tiene que ir, que sea el agresor. En todo caso, a las familias se las anima a que ante la más mínima sospecha de que su hijo sea víctima o agresor lo hable con el tutor, y si no con el orientador, y si no con el director… pero que no empiece con la denuncia. Aunque gane el caso y obtenga una indemnización económica, el gran perjudicado seguirá siendo su hijo.

Para un padre con un hijo acosado la tentación de acudir al juzgado tiene que ser enorme.

El sufrimiento en las familias todavía es más fuerte que en los niños. Pero denunciar de primeras no es forma de resolver nada. Otra cosa es que no te hagan caso, pero lo primero es ir al centro y explicarte, porque puede ser que tú te hayas enterado de situaciones que el centro desconoce, y no porque sean unos malos profesionales, sino porque es así. Tenemos que trabajar conjuntamente.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/16/todo-el-grupo-debe-saber-que-llamar-dumbo-a-un-companero-hace-dano/

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Convivencia positiva o disciplina

Por: Pedro Uruñuela

¿Qué conductas ejemplifican y son muestra de la convivencia positiva? ¿qué competencias, habilidades y valores hacen posible la convivencia? ¿cómo potenciar y reforzar estas conductas? La respuesta a estas preguntas cambiará nuestro enfoque y nos centrará en lo que realmente nos importa.

“Si nos preocupa la convivencia escolar y queremos mejorarla, así como ayudar a que existan los menos problemas posibles, y que los que haya se solucionen de forma pacífica y no violenta, ¿por qué focalizamos nuestra atención sobre todo en las conductas que dificultan la convivencia y en cómo sancionarlas, y apenas nos fijamos en las conductas que la favorecen y en cómo fomentarlas?”. Esta era la pregunta que se hacía el profesor Sebastián Sánchez en el primer número de nuestra revista digital CONVIVES. A mi juicio, plantea un diagnóstico muy acertado de lo que está sucediendo en los centros educativos, señalando uno de sus principales problemas en relación con el trabajo de la convivencia.

La situación que se puede vivir en los centros preocupa al profesorado. El incremento de conductas disruptivas, las dificultades para dar clase, sobre todo en determinados cursos de primaria y secundaria, las faltas de respeto y los enfrentamientos con y entre el alumnado, son situaciones que dificultan la tarea docente, causando una gran insatisfacción profesional e incidiendo en los resultados académicos del alumnado. Son las denominadas “conductas violentas de baja intensidad”. Hay acuerdo en la necesidad de evitarlas y hacer que disminuyan lo más posible en su frecuencia.

Muchos profesores y profesoras, alarmados por la incidencia y consecuencias de estas conductas, exigen que se tomen medidas contra ellas, reforzando la autoridad del profesorado y estableciendo normas más duras con sanciones inmediatas y eficaces contra estos comportamientos. De esta forma, se exige y quiere poner en vigor un modelo de respuesta que podemos caracterizar como “modelo reactivo”, ya que ‘reacciona’ ante las conductas del alumnado y propone actuaciones sobre ellas una vez que han tenido lugar. Su objetivo principal es impedir las conductas negativas estableciendo un control del alumnado a través de normas estrictas y sanciones inmediatas para la corrección de los incumplimientos.

En este modelo es muy importante que esté establecido un buen reglamento que concrete las normas que deben seguir todos los alumnos y alumnas, así como las sanciones que se deben aplicar en caso de incumplimiento. Es el planteamiento previsto en el artículo 124 de la LOMCE que, tras sólo enumerar y pasar rápidamente sobre la necesidad de un plan de convivencia, se centra y desarrolla ampliamente las características de las normas, los tipos de conducta contrarias a la convivencia, las sanciones que se deben imponer y el refuerzo del poder del profesorado para ello, disfrazado de refuerzo de la autoridad.

Desde este planteamiento de trabajo se busca, sobre todo, identificar y detectar a los alumnos y alumnas “conflictivos”, que no se adaptan a las normas establecidas, y poner en práctica esas medidas sancionadoras y ejemplarizantes, convencidos de que, de esa forma, cambiarán su forma de comportarse. Desde este modelo suele responsabilizarse a los padres y madres de las conductas de sus hijos en el centro, ya que es en casa donde debían haber aprendido la forma adecuada de comportarse. El centro lo que debe hacer es centrarse en los temas académicos que son de su competencia, olvidando la responsabilidad y oportunidad de entender la escuela en doble dimensión, como centro de aprendizaje y de convivencia.

También, en este planteamiento se suele olvidar al resto del alumnado “no conflictivo”, dando por hecho que, al comportarse como buenos alumnos y alumnas desde el punto de vista académico no tienen necesidad de trabajar la educación emocional y moral ni de adquirir las competencias necesarias para la convivencia, dando por hecho que son aspectos ya adquiridos y desarrollados. No es difícil que, ante situaciones diferentes de la vida, estos alumnos y alumnas muestren claramente sus carencias, al no saber hacer frente a dichas situaciones de una manera adecuada. Y es que no sólo los chicos y chicas disruptivos, todo el alumnado necesita trabajar también su competencia emocional, social y ética.

Con todo, el principal problema que plantea este modelo reactivo radica en su ineficacia para dar respuesta a las conductas disruptivas y otros comportamientos de indisciplina, ya que olvida y deja de lado factores importantes en la aparición de estas conductas. He comparado en numerosas ocasiones este tipo de conductas con la imagen de un iceberg: la parte más pequeña es la parte visible que flota por encima del agua; la parte más importante, la que mantiene y apoya a la visible, es la más voluminosa, la que está hundida y no se ve, pero que es la que realmente mantiene la punta visible del iceberg. Así, las conductas disruptivas son esa punta visible, pero hay que profundizar en la parte oculta, donde se encuentran los factores causantes y sustentadores de dichas conductas.

No se puede olvidar que la violencia surge de las contradicciones existentes en el sistema y que sólo puede hablarse de convivencia pacífica cuando se ha conseguido erradicar y poner fin a esas situaciones basadas en la injusticia. En los centros se manifiesta una contradicción fundamental, el desajuste que existe entre una educación básica y obligatoria para todos el alumnado y los resultados que se obtienen, ya que uno de cada cuatro no consigue adquirir los conocimientos y competencias necesarias para vivir en el siglo XXI y no logran el título correspondiente.

Para dar una respuesta adecuada a estas conductas es preciso analizar y atender todos los factores personales, escolares, familiares y del entorno que están presentes en el aula y en el centro, como son los contenidos de la enseñanza, las metodologías empleadas, la organización de los grupos y del centro o las formas de evaluar al alumnado y los procesos educativos, así como los elementos externos, propios de la familia y el entorno socioeconómico. Sólo desde una perspectiva ecológico-sistémica, que valore y tenga en cuenta todos los factores, puede darse una respuesta adecuada. No sólo es responsabilidad del alumno/a y es éste quien debe cambiar. Son muchos los factores que debemos atender y modificar para conseguir la disminución de las conductas de indisciplina.

Existe una alternativa a este modelo reactivo, el modelo proactivo. Éste busca adelantarse a los problemas trabajando básicamente la prevención y desarrollando en todo el alumnado las competencias, habilidades y valores necesarios para una convivencia positiva. Parte de la necesidad de trabajar por la eliminación de las conductas disruptivas, pero lo hace desde planteamientos muy diferentes.

Desde este modelo proactivo, más allá de enfoques puramente disciplinarios, surgen nuevas preguntas y nuevos enfoques para la convivencia: ¿qué conductas ejemplifican y son muestra de la convivencia positiva? ¿qué competencias, habilidades y valores hacen posible la convivencia? ¿cómo potenciar y reforzar estas conductas? ¿cómo trabajar las competencias, habilidades y valores necesarios para esta convivencia positiva?

La respuesta a estas preguntas cambiará nuestro enfoque y nos centrará en lo que realmente nos importa. Algo que iremos concretando en sucesivos trabajos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/05/16/convivencia-positiva-o-disciplina/

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México: Aguascalientes ejemplo nacional en educación

México/20 de marzo de 2018/Fuente: https://www.elsoldelcentro.com.mx

Inaugura MOS la 5ª Reunión Nacional de Convivencia Escolar, cuyos trabajos se desarrollan en esta ciudad capital

La administración estatal se distinguirá por ser un activo promotor de espacios de sana interacción entre la comunidad educativa, así como de programas para erradicar el acoso escolar.

Esto lo dejó de manifiesto el gobernador Martín Orozco Sandoval, al inaugurar la 5ª reunión Nacional de Convivencia Escolar, acto en el que el secretario Técnico del Consejo Directivo Nacional La Escuela al Centro, Pedro Velasco Sodi, presentó el programa nacional que permitirá alcanzar el sano desarrollo de los estudiantes.

En su mensaje, el Mandatario destacó que de acuerdo a un estudio de la OCDE del 2015, “el 25% de alumnos de educación básica en México se sentía marginado y un 21% se sentía solo, mientras que la ONG internacional Bullying Sin Fronteras, indica que siete de cada 10 niños sufren de algún tipo de acoso; nuestra tarea es sumar esfuerzos, y junto con los padres de familia para generar espacios libres de cualquier tipo de violencia”, indicó Orozco Sandoval.

Reconoció el esfuerzo que se realiza en las 32 entidades de nuestro país con el “Programa Nacional de Convivencia Escolar”, que atiende a más de 20 mil escuelas públicas, una población superior de cuatro millones de estudiantes de educación básica, y que ha incluido a 23 mil docentes, nueve mil directivos y a más de 18 mil padres de familia, a quienes, dijo, se les debe involucrar de manera más activa.

En tanto, al presentar el “Programa Nacional de Convivencia Escolar, Velasco Sodi reconoció a Aguascalientes como uno de los estados que son ejemplo a nivel nacional de innovación y compromiso con el sector educativo.

Explicó que entre los objetivos de la Reforma Educativa, está el de garantizar una educación de calidad con equidad para todas las niñas niños y jóvenes de México, y para ello se necesitó una transición hacia el nuevo modelo educativo que plantea entre sus objetivos, contar con mejores contenidos, profesores preparados, y mejores planteles, pero también, prioriza la equidad e inclusión, independientemente de su contexto social, contexto geográfico.

“El Programa Nacional de Convivencia Escolar es una acción a nivel nacional, a nivel de cada una de las entidades federativas, y debe de seguir siendo uno de los más importantes aliados de este nuevo modelo educativo”, señaló Velasco Sodi.

Al evento también asistieron Raúl Silva Perezchica, director general del Instituto de Educación de Aguascalientes, quien dio la bienvenida; María Bartolucci Blanco, directora general de la Coordinación Intersecretarial de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana; Esther Oldak Finkler, directora del Programa Nacional de Convivencia Escolar; Octavio Arellano Reyna, delegado federal de la SEP en el estado; entre otras autoridades.

Las Cifras

25%

De los alumnos de educación básica se siente marginado

21%

Se siente solo

70%

De los niños sufren algún tipo de acoso

Fuente de la Noticia:

https://www.elsoldelcentro.com.mx/local/aguascalientes-ejemplo-nacional-en-educacion-1264297.html

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Chile: Con experiencias lúdicas buscan mejorar la convivencia escolar

América del Sur/Chile/excelenciaeducativa.cl

La nueva Ley de Inclusión que trae consigo la no selección, va a significar que las instituciones educativas concentren su foco en el ámbito de la convivencia escolar, lo cual ha sido catalogado como una dimensión en deuda que involucra a todos los actores de la sociedad.

En la búsqueda de mejoras a este escenario es que la Corporación Excelencia Educativa para Chile implanta una nueva experiencia dentro del programa Cuerpo y Alma, que cuenta con un sello lúdico y atractivo para los estudiantes, quienes durante el año escolar vivirán diferentes experiencias cuyo fin es la sana convivencia en el espacio de aprendizaje y su propio entorno, mediante encuentros armoniosos que promueven valores positivos como la amistad y cooperación en los miembros de la comunidad.

Para Andrea Fernández Cerda, Coordinadora de Educación en Excelencia Educativa para Chile, “la convivencia escolar involucra necesariamente a toda la comunidad educativa, empezando por la familia, siguiendo por los docentes, los directivos de los colegios y la comunidad estudiantil”. Explica que dentro de este marco “hay un protagonismo de todos los roles de la sociedad para que la convivencia no sea solo un concepto, sino que sea una vivencia real y que se pueda instaurar culturalmente sobre valores positivos”.

“De esta manera se rompe el hielo para que ellos puedan generar instancias de convivencia, esto siempre sobre la base del juego cooperativo y actividades que ayuden a provocar la reflexión y el aprendizaje sobre cómo una persona debe conducirse en la convivencia diaria, con su entorno y consigo mismo. Nosotros como adultos debemos entregar las herramientas para que los niños y adolescentes sean personas íntegras y con valores potentes en su fase de desarrollo hacia la vida adulta”, fundamentó la coordinadora Fernández.

Una deuda que saldar

Diversos estudios han concluido que la violencia, del tipo que sea, vulnera la calidad de la educación, debido a discriminaciones estereotipadas por situación socio-económica, migraciones, trabajo infantil, etnia y lugar de residencia (urbana o rural), entre otros.

Es decir, un problema que involucra el desarrollo de una sociedad. “Hay una deuda que saldar, ya que lo que se vive dentro en una escuela, siempre es el reflejo de cómo nos conducimos en sociedad y de los moldes que hemos tenido de crianza, por lo cual hay que reconocer que el concepto de violencia en sus distintas formas e intensidades, se manifiesta fuertemente en la última década dentro de los establecimientos educativos. Sin embargo, también se manifiesta afuera y eso es cada día mayor”, profundizó Andrea Fernández.

En éste desafío Excelencia Educativa para Chile, ayudará a generar ambientes pacíficos en la comunidad escolar, llevando juegos grupales entretenidos en cada una de las etapas, tales como; los colores de la amistad, compartiendo con alegría, conectando emociones y conviviendo y cantando.

Fuente: http://www.excelenciaeducativa.cl/index.php/2018/02/15/experiencias-ludicas-buscan-mejorar-la-convivencia-escolar-con-el-objetivo-de-mejorar-el-aprendizaje/

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Pedagogía y convivencia escolar para la paz

Resumen

Las instituciones educativas deben ser concebidas como un sistema social, generadoras de cambios en los cuales se realizan procesos de socialización y de formación pedagógica propiciadores de la construcción social, ante lo cual se ha de canalizar la consecución de una escuela participativa e interactiva, comprometida con el mejoramiento del sistema de relaciones de los implicados en el ejercicio constante de ser, hacer, pensar, conocer y convivir en la sociedad. Por consiguiente, la educación tiene una connotación sustancial en el modelo de valores éticos, morales y emocionales. Este artículo derivado de una investigación fenomenológica apoyada en la hermenéutica, cuya intencionalidad fue construir una aproximación teórica acerca del pensamiento y la acción mediadora del docente de Educación Primaria centrada en la cultura de convivencia escolar. Reconoce los fines y propósitos de la educación, conforme a los principios y valores de la Constitución de la República Bolivariana transferidas a los escenarios contextuales del subsistema de educación básica nivel educación primaria, en ese despliegue de elementos significantes, que permiten reflexionar entre todos, acerca de la pedagogía centrada en la cultura de convivencia escolar para la paz ciudadana. La información se buscó en el escenario empírico de cuatro escuelas primarias, ubicadas en la Parroquia Sucre del municipio Libertador, Distrito Capital, de la República Bolivariana de Venezuela, a través de la entrevista a profundidad, considerada en cinco actores sociales hasta alcanzar el proceso de la saturación. Este material transcrito, fue sometido a los procesos de categorización, codificación y triangulación. Para efectos de este artículo, sólo se ajustaron a los hallazgos de este último, en torno a las categorías abiertas: convivencia escolar, mediación docente, pensamiento y acción docente.

Palabras clave: Pedagogía, convivencia escolar, paz ciudadana, mediación docente.

Summary

Educational institutions must be conceived as a social system, generating changes in which socialization processes and pedagogical training are carried out, conducive to social construction, to which the achievement of a participatory and interactive school committed to The improvement of the system of relations of those involved in the constant exercise of being, doing, thinking, knowing and living in society. Consequently, education has a substantial connotation in the model of ethical and moral values. This article derived from a phenomenological research supported by hermeneutics, whose intentionality was to construct a theoretical approximation about the thought and mediating action of the Primary Education teacher centered on the culture of school coexistence. It recognizes the aims and purposes of education, in accordance with the principles and values ​​of the Constitution of the Bolivarian Republic transferred to the contexts of the subsystem of basic education at primary level, in that display of significant elements that allow reflection among all, about Of pedagogy centered on the culture of school coexistence for citizen peace. The information was sought in the empirical scenario of four primary schools, located in the Sucre Parish of Libertador municipality, Capital District, of the Bolivarian Republic of Venezuela, through the in-depth interview, considered in five social actors until reaching the process of The saturation. This transcribed material was subjected to the processes of categorization, coding and triangulation. For the purposes of this article, they only fit the findings of the latter, around the open categories: school coexistence, teacher mediation, thought and teaching action.

Keywords: Pedagogy, school coexistence, citizen peace, teacher mediation.

Introducción

La cultura de la paz y la convivencia constituye un elemento dinamizador de la realidad interactiva que se apoya en la escuela el cual constituye el espacio geográfico y social de formación de ciudadanía y de participación comunitaria donde se asume la actividad educativa.

En síntesis, este lugar tiene innumerables y complejas interacciones. Ella debería contribuir con la socialización, adaptación de las personas a la paz y la convivencia escolar pacífica, y al proceso de reflexión y acción. Pero, en muchos casos se desarrollan situaciones que generan intimidación, malos tratos, intimidación, abusos y agresiones psicológicas (Pérez, E., 2004)

Bajo este contexto, el escenario educativo debe promover un sistema de interacciones sinérgicas que posibilite la promoción de valores de tolerancia, justicia, solidaridad, respeto a los derechos humanos y la no discriminación cónsonos al desarrollo de una pedagogía que se despliegue en el ámbito de las relaciones humanas construidas sobre la plataforma de la cooperación y participación en función de aprehender la pluralidad de pensamientos de los otros en un mundo de símbolos y significantes comunicativos para alcanzar la cultura en paz y la convivencia ciudadana.

Por consiguiente, la educación, tiene una connotación sustancial conforme a los principios de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el deber de todos, en tanto se contribuya la pedagogía centrada en la paz y la convivencia desde la perspectiva de los valores éticos, morales y emocionales; con profunda conciencia de identidad local, regional, con una visión indígena, afrodescendiente, latinoamericana, caribeña y universal.

El proceso educativo, en una sociedad democrática, norma el comportamiento y la formación de ciudadanía, basada en la honestidad, el respeto, responsabilidad, solidaridad, amor y tolerancia. Asimismo, la educación regula y promociona el respeto a los derechos humanos en un ámbito ideal para asumir destrezas y herramientas intelectivas en la resolución de los conflictos emergentes a través de caminos de mediación que envuelven al ser humano en sus necesidades de comunicación con los demás, en la dinámica del sistema de relaciones psicosociales.

Esta posibilidad es propicia para enriquecer el conocimiento fundamentado en la participación protagónica y fortalecimiento del Poder Popular en las circunstancias derivadas de la conexión con la escuela como espacio de formación de ciudadanía y de participación comunitaria con los hechos sociales que le circundan al ejercer carácter intersubjetivo focalizan una nueva cultura de convivencia en su influencia transformativa desde adentro, para la reconstrucción de paz y ciudadanía en la convivencia escolar al enfocar las dimensionalidades de formación del ser humano en el sentido integral, e incluso, para ir incorporando a la familia en una extensión multisémica de sus significados de cercanía con los otros.

Dado estas consideraciones, este artículo derivado de una investigación de tipo fenomenológica apoyada en la hermenéutica, cuyo propósito orientador fue construir una aproximación teórica acerca del pensamiento y la acción mediadora del docente de Educación Primaria centrada en la cultura de convivencia escolar, ajustada a los términos mencionados por los actores sociales que aportaron la información al significar los hechos inherentes a la temática sobre la posibilidad de fortalecer el marco distintivo de la cultura de convivencia escolar.

Sustrato teórico

La convivencia en la prevención de la violencia escolar

Los procesos de transformaciones políticas, culturales, económicas y educativas, que se plantean en el ámbito local, regional, nacional, indígena, afrodescendiente, latinoamericana, caribeña y universal de interactuación social, hacia la búsqueda iluminativa constante de vivencias que cobran fuerza en el sendero de la pedagogía centrada en la paz y convivencia ciudadana, sostienen el trasfondo entendido de una educación posible, que eleve el sentido de la formación en valores, al resaltar actitudes y conductas de ciudadanía, para reconocernos como personas que requieren interactuar en la dinámica de relaciones efectivas y afectivas con los demás, lo cual se considera un núcleo fundamental que activa la convivencia escolar como valor íntegro y concomitante de la sociedad.

En este sentido, desde la antigua Grecia la construcción de la felicidad se consideraba inherente al ser, como un individuo de paz y afectividad, por ello; estos valores son derechos humanos básicos, los cuales deben estar orientados hacia una política educativa integradora que responda a la proximidad de un clima de convivencia, como aspecto fundamental de la condición humana basada en la búsqueda de relaciones sensibles con predominancia de la tolerancia, respeto, compañerismo, honestidad, solidaridad, diálogo y justicia.

De hecho, el horizonte que apunta hacia la brújula orientadora de las interpretaciones mencionadas, dominan la condición de un individuo formado como un ser de convivencia, tal como indica Yegres Mago (2004), en cuanto a que la “naturaleza humana es el convivir con la coexistencia en tanto podemos entrar en diálogo y colaboración con los demás” (p. 24).

Formar parte de una sociedad implica no sólo el reconocimiento y respeto a las normas sobre las cuales se sustenta el orden social, sino la plena disposición a la convivencia que comprende el cumplimiento de deberes y el ejercicio de los derechos humanos así como el arraigo de principios éticos y morales, que determinan la formación de un ciudadano solidario, que responde a un clima de convivencia pacífica basado en las relaciones de paz.

Es de hacer notar, que la educación ha de fomentar los valores de convivencia y la cultura de paz al atender la prioridad del desarrollo integral del hombre y dar cabida a un sentimiento de bienestar y calidad de vida de todos los miembros de la comunidad educativa.

Bajo esta concepción, la representatividad de las actividades educativas deben estar sustentadas en el alcance de esta interrelación que se focaliza desde adentro, en torno a la realidad que comparten los docentes, estudiantes, personal directivo, trabajadores administrativos y administrativas, padres, madres, representantes, responsables, obreros y obreras de las instituciones y centros educativos, que adicionan todos estos elementos axiológicos en la prosperidad de interrelaciones efectivas como parte de la construcción colectiva de la convivencia.

Esas implicaciones dan a entender que se ha de asumir de manera cotidiana, las condiciones educativas inherentes a la sociabilidad, en tanto se admita el hecho de pensar distinto, tener creencias e intereses multifocales, lo cual es algo común entre personas que conviven.

Tal como destaca Vinyamata Camp (2012), la principal característica de la condición humana es la pluralidad, en tanto sea un hecho que se le otorgue importancia al significado de ser iguales y diferencias.

«Si no fuéramos iguales no podríamos entendernos. Si no fuéramos diferentes no habría nada que comunicar, no serían posibles el discurso ni la acción» (p. 23).

En palabras del autor, la acción consiste en tomar la iniciativa, comenzar, conducir, gobernar, poner algo en movimiento, a fin que cada ser humano como agente de cambio revele lo que hace y en lo que dice cuando las personas se mantengan en interrelación. Si este puente de contigüidad se rompe, aparece la violencia como ruptura de un buen sistema de interactuaciones, puesto que no somos conscientes de la fragilidad de las acciones y una vez iniciadas, no se reconoce al otro en su pluralidad.

Sin embargo, ante cualquier eventualidad desconfigurada de este sentir y hacer de la sana convivencia humana, es necesario poner atención a la forma cómo se ha de asumir la mediación frente a situaciones de conflictos en la comunidad educativa, ya que cuando no son abordados a tiempo, o son resueltos por la vía del poder, se impone un desequilibrio en las fuerzas que llega a producir agresiones y abusos causantes de malestar entre las personas, que afectan el clima de convivencia y crean un ambiente negativo para el aprendizaje.

Encuentros sensibles hacia la paz ciudadana

Al entender la importancia de los encuentros sensibles hacia la paz ciudadana y la afluencia de expresiones que acompañan al docente hacia una mirada mediadora de trascendencia social, se destacan los aportes de García Correa (2008), en el reconocimiento de aquellas actitudes y comportamientos perturbadoras del clima de convivencia escolar y el proceso de aprendizaje, los cuales se deben repensar a fin de contribuir con una pedagogía centrada en la paz social que reivindique en el individuo su condición humana.

Esta situación se plantea en términos de conseguir los encuentros sensibles que contribuyan a la formación de individuos cada vez más solidarios, tolerantes, respetuosos, comunicativos, honestos, justos, que sea capaces de convivir sanamente con los otros, que además ayude al estudiante para que logre controlar sus propias conductas, se auto dirija y seleccione las mejores oportunidades hacia la paz ciudadana, como producto derivados de sus comportamientos.

Es así como se entiende que, los esfuerzos desplegados por conseguir la paz y la sana convivencia, se han visto amenazados y trasgredidos por situaciones de responsabilidad no cumplida, lo cual va generando conflictos que perciben todos los actores sociales, en términos de confrontación del ser humano con sus semejantes, en todos los ámbitos de su dinámica.

Este escenario pudiera contraponer el sentido y direccionalidad que se debe sentir, en los encuentros sensibles hacia la paz ciudadana, al educar para promover el clima de convivencia como centro neurálgico del cual se dictan elementos significativos en el sistema educativo venezolano, circunscrito hacia la interrelación que se ha de manifestar en el ámbito escolar, familiar y social, como espacios comprometidos en esta responsabilidad.

Para ello, el docente adquiere significación en su aspecto sensible, formativo y competencias que aluden a la capacidad de percepción y visión integral sobre el sentido y significado del respeto al otro. En la convivencia ciudadana que deberá contemplar el desarrollo del sujeto como ente social, cognitivo, espiritual y su coherencia en todos estos ámbitos, se mantienen explícitos en los distintos elementos que conforman el currículo (contenidos, criterios de evaluación, actividades), con la finalidades educativas fundamentales.

Tal como se describe en el currículo del nivel de educación primaria, según el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007), en los siguientes términos:

“el currículo del Sistema Educativo Bolivariano (SEB) fue diseñado para dar respuesta a la formación de un nuevo ciudadano y una nueva ciudadana afín con el modelo de sociedad propuesto…” (p. 8).

En fin, el currículo de la Educación Básica, ha de buscar la preparación en todos los ámbitos de vida social de convivencia de los miembros de la comunidad educativa, de forma equilibrada en el sistema de relaciones interpersonales al significar el recorrido de los estudiantes en el contexto sociocultural, además de reconocer su identidad y desarrollo personal en la vida cotidiana, relación personal, familiar y participación social.

La condición reflexiva que transmite el docente a los grupos de acción en el hecho pedagógico social ajustados a la dinámica cultural para buscar el entendimiento con los otros, a través del diálogo, deja ver las necesidades y preocupaciones del centro escolar, cuando explota algún conflicto como producto de las conductas disruptivas, desfasadas de los comportamientos ideales que fomentan un clima de convivencia y paz escolar para todos.

Por lo tanto, esta misma reflexión activa la intervención del docente, como promotor de la convivencia escolar, a través de estrategias sensibles y actitudes expuesta en la manifestación de una acción mediadora que comienza con la formación en valores, no solamente desde el punto de vista de los contenidos curriculares, sino además en las actividades tendentes a mejorar el conjunto de interrelaciones, tanto en la condición familiar como en el desenvolvimiento escolar de los niños y las niñas.

Frente a esta situación, la pregunta sobre la naturaleza de la realidad, caracteriza el dominio de la interrelación permanente en la zona de influencia social, cultural y educativa, para concretar una mesa técnica de trabajo permanente que no descuide la formación para la vida, la conectividad con el ser humano sensible de transformación y el modelo social que se proyecta basado en el reconocimiento del otro, sus necesidades y la prioridad del apoyo afectivo, que se identifica en el amor.

Bajo estas circunstancias quedan expuestos los diversos elementos relacionados con la conducta humana, la sensibilidad por el otro y el reconocimiento de los derechos humanos, que no es suficiente abordarlos en un manual de convivencia para activar el orden y la disciplina, puesto que el comportamiento ético y el apego a los lineamientos ministeriales, son el basamento de la formación que está identificada en la preeminencia de los valores.

Ahora bien, el sólo hecho de ser docente, la sensibilidad magisterial para tratar a los demás seres humanos, la educabilidad persistente en el hecho pedagógico social y el mantenimiento de interrelaciones en los vínculos sensibles de actuaciones en la praxis cotidiana, es un aval representativo de la reflexión sobre el hacer de sí mismo, desde el pensamiento y la acción docente respecto a las actitudes que se han de tomar, para aportar toda esta potencialidad del hecho de estar ahí, en el escenario propicio de mancomunidades identificadas para el hacer conjunto en la revisión de los cambios.

De acuerdo los razonamientos de Egan (1991), la naturaleza de la realidad educativa suele aceptarse como un niño para ajustar las experiencias y contemplar la articulación de concepciones asociadas a la cultura, la utilidad social y el desafío de interconectar las realidades humanas equilibradas para que actúen armoniosamente.

En estas consideraciones, pienso como investigadora que se ha de tener presente que la educación debe asumir los conflictos emergentes e iniciar las operaciones que procedan en una perspectiva holística de tratamiento, revisiones recursivas, aportes de ideas y escenarios posibles para el cambio, además del término de atender a los niños, también se implica asumir un nuevo currículum más humano en el amplio proceso formativo.

Aspectos de mediación docente en la convivencia escolar

En el horizonte ideal de la convivencia escolar, se activan diversidad de signos, circunstancias y estrategias innovadoras, creadas en un clima social positivo de coordenadas orientadoras del docente para la negociación y el consenso, con la posibilidad de dar cabida a la promoción de la participación, al transmitir información y aprendizaje sobre la base de un modelo de vida juntos, que detecta a los otros compañeros, en un sistema de relaciones complejas psicosociales y de preeminencia en los derechos humanos.

Todas estas expresiones manifestadas en el proceso formativo de la escuela primeraza, deben constituir una práctica de contribución a la convivencia escolar, frente a lo cual se pone en juego el deber ser de las habilidades de negociación y consenso del docente, para percibir sus actuaciones efectivas en el trabajo de equipo que fomenta la cultura de paz.

En este sentido, las indicaciones para el fortalecimiento de la convivencia y la paz, favorecen esta caracterización como fin último del fenómeno indagado, ya que hace referencia al subsistema de educación básica a nivel primaria, en la permanencia del hecho pedagógico social de la convivencia escolar implícita en los aprendizajes sobre la resolución de los conflictos en el aula, y cuanto haga falta, la intervención de un tercero especialista que permita dirimir las discrepancias en el asunto tratado.

La convivencia escolar atañe a todos los actores sociales del hecho educativo, por lo tanto, cada uno se ha de incluir como parte de la construcción social en la escuela que se consolida en la horizontalidad de la dirección institucional con las comunidades educativas, como un aval de orientación permanente en la resolución y negociación de los elementos inherentes a fomentar un clima de convivencia y paz escolar que no puede ser postergado.

Finalmente, todas estas categorías inductivas emergentes se identifican en su ámbito de comprensión subyacente a los ejes: ontológico, epistemológico y teleológico, en el carácter edificante de la aproximación teórica acerca del pensamiento y acción mediadora del docente de educación primaria en la convivencia escolar. Para los efectos se describen los mencionados ejes.

Las consideraciones de mediación docente en la convivencia escolar, se ajustan a la idea de un proceso educativo voluntario, confidencial, sensitivo, participativo y colaborativo, a fin de poder tomar decisiones congruentes ante ciertas habilidades, actitudes y reconocimiento interdisciplinario sobre la base de socialización, comunicación, empatía, ejercicio ciudadano y expresión de actividades para imaginar la fortaleza de un cumplimiento de acuerdo entre las partes.

Las experiencias en la mediación de los conflictos vinculados a los regímenes de convivencia, apuntan según Martínez Zampa (2008), a significar el rol de los profesores y la preocupación para que los centros educativos constituyan una fuerza implicadora de formación, como un modelo social de relaciones personales que transfiera responsabilidades compartidas.

En consecuencia, la implementación de un programa de mediación escolar, es mucho más que enseñar una técnica, es una nueva forma de ver el conflicto creando espacios de revalorización de la palabra y el protagonismo. Implica reconocer al otro y el lugar que se ocupa, frente a la capacidad de autogestionar circunstancias emergentes que pudieran surgir en contra de la paz escolar, lo cual da a entender además, la idea de revisar desde el derecho de todos los actores institucionales para actuar en un sistema que impacta el clima institucional.

Un aspecto significativo que resalta Boqué Torremorel (2005), sobre la mediación escolar, tienen que ver con el hecho de aprender a gestionar los conflictos de manera constructiva y no violenta, a los fines de alcanzar que el centro educativo y la comunidad en general, puedan disfrutar de un clima de trabajo saludable en el sistema de relaciones interpersonales para la convivencia pacífica ante la presencia de una red de mediadores del centro, los cuales han de organizar y planificar los espacios de escucha activa, diálogo y voluntad, ante las inquietudes e intereses de mejoras de los acuerdos entre los participantes del hecho formativo.

Por tanto, el sentido colaborativo de los docentes, es un requisito esencial que implica mediar con paciencia. El poder decisorio recae finalmente en las partes para la construcción de acuerdos.

Una de las responsabilidades del mediador es devolver el compromiso del acuerdo a las partes, ya que existe una tendencia natural a querer desvincularse de los convenios.

En definitiva, la actitud del mediador es aprender con humildad, imparcialidad, independencia ante el conflicto y paciencia cuyas bases están en la información previa, la presentación inicial del caso y su reconocimiento que se precisa en la capacidad de comunicación, transparencia y empatía.

Orientacion metodológica

Esta investigación de corte cualitativo destacó algunos eventos, situaciones y posturas de cinco docentes de educación básica, en razón de significar sus interpretaciones y derivaciones en el ámbito de la convivencia escolar. En tal sentido, las implicaciones a destacar se asumieron desde estos enfoques propios del comportamiento humano.

Bajo este contexto, el aspecto ontológico se comprende en esa naturaleza dialógica de una realidad que se procuró como vínculo interpretativo, para captar significados y sentidos, de modo intersubjetivo en la relación sujeto-sujeto, representado en la conexión humana, en plena confianza, no sólo para hacer derivar sus pensamientos en la interacción con la investigadora y desde su propia práctica, sino hacia la búsqueda de la reflexión percibida sobre la temática.

Al tomar provecho de la fenomenología apoyada en la hermenéutica, esta condición se ajusta a los escenarios de conexión con los estados de conciencia, por aquello que se despliega en toda constitución de unidad depurada que se descompone en categorías abiertas y categorías axiales, identificadas en los requerimientos de Husserl (1997), como actos de depuración, sin solución de continuidad, de secciones en los cuales se constituyen “las secciones de vivencias de la duración, y que por ende las nóesis no se limitan a combinarse, sino que constituyen una nóesis con un nóema” (p. 284).

En la interpretación de esta cita, se destaca la prospectiva de asumir cada una de las esencias manifestadas en las conciencias, sobre aquellos eventos y situaciones que se develan en las voces de los actores sociales, no para yuxtaponerlas, sino para aprehender los extractos significativos de cada una de ellas en la sesión totalizante de sus partes combinadas en una unidad de vivencias.

En cuanto a la hermenéutica, se tomó a Gadamer citado en Navia y Rodríguez (2008), al indicar que es la teoría propia de comprender las ciencias humanas, no tiene métodos particulares, sino que puede y debe concretarse con describir fenomenológicamente la manera en que se produce esa comprensión.

Dada esta argumentación, se puede expresar que la idea de una hermenéutica filosófica conduce a una reflexión permanente sobre la acción humana susceptible de reivindicar a través de un giro hermenéutico en su conjunto.

Para recabar la información implementé un escenario de confianza y acercamiento con los actores sociales a través de la entrevista a profundidad, la cual según Fernández Nogales (2004), hace referencia a una interacción dinámica de comunicaciones entre dos personas: el entrevistador y el entrevistado bajo el control del primero.

El material informativo así obtenido alcanzó los procesos de categorización, codificación y triangulación. Así, si la categoría abierta que emergió fue familia, entonces asumí como las iniciales de este nombre: FAMI. Asimismo, sí lo dijo el actor social X, entonces la designación que se añade a lo anterior fue ASX y además se distinguen las líneas del material textual donde esta categoría abierta aparece.

Hallazgos

Una de las etapas para la presentación e interpretación de los hallazgos, se asumió en cuanto a las categorías abiertas, construidas por la investigadora: Pensamiento y Acción Docente, Convivencia Escolar y Mediación del Docente.

El sentir y hacer del docente en los escenarios de la mediación para la convivencia escolar, cobra fuerza en la formación en valores para el acercamiento humano, en el carácter de la intersubjetividad con el otro, la no discriminación, el redistribuir de conexiones sensibles por la dignidad de las personas, en la legitimidad y presencia de la filosofía humanista, para el desarrollo de acciones de convivencia afectiva que permitan una acción educativa exitosa.

Desde este punto de vista, se da a conocer a continuación en el gráfico 1, las categorías axiales emergentes a partir de la categoría abierta: Pensamiento y Acción Docente.

Figura 1: Categorías axiales emergentes a partir de la categoría abierta: pensamiento y acción docente.

Gráfico: Categorías axiales emergentes a partir de la categoría abierta: pensamiento y acción docente

Fuente: Lamas (2015)

Síntesis descriptiva sobre la categoría abierta: Pensamiento y acción docente

La categoría abierta: pensamiento y acción docente, se devela en las voces mencionadas sobre este aspecto, que en este caso dominó a través de los sentidos y significados concedidos por los actores sociales 3, 4 y 5, respectivamente, en las categorías axiales representativas del escenario del estudio relacionado con el pensamiento y la acción mediadora del docente de educación primaria en la convivencia escolar.

En este sentido, la categoría axial: planificación de escenario de participación, mencionada por el actor social 3, deja ver que el modo de hacer de la praxis docente ante los esquemas contraproducentes de la convivencia escolar, deben asomar actividades alertas ante las situaciones de peligro que reviste de una mayor precaución, a través de planificación que involucre a la confluencia de todos y todas, de manera integrada. Igualmente, el actor social 3, resaltó la intervención de los grupos familiares organizados de la comunidad.

La complementariedad de esta situación, fue vista por el actor social 4, en la sinergia de actuaciones entre los docentes y los padres, madres y representantes, coordinados por los niveles educativos, en la direccionalidad de actuar conjuntamente en la zona de influencia colectiva de formación para la vida.

También se hizo énfasis en las normas de convivencia, con la participación que se ha de asumir desde las organizaciones del poder popular «consejos estudiantiles, comunidad educativa, consejos comunales, voceros y voceras de las diversas organizaciones comunitarias vinculadas al centro educativo» (PATESP, AS4, L: 78-95).

Asimismo, el actor social 5, destacó la influencia de la pedagogía social como la línea a desarrollar de manera conjunta en términos de convivencia afectiva, solidaria y motivadora, en tanto

«la participación planificada, en busca de la maximización del entorno escolar donde interactúan los actores de la comunidad educativa, tales como comportamiento, actitudes y relaciones y que permiten una acción educativa exitosa» (PATESP, AS5, L: 268-276).

En relación a la categoría axial: proyectos educativos, mencionada por el actor social 3, destaca el proyecto pedagógico integral comunitario (PPIC), como ámbito de trascendencia social que activa y vincula las necesidades de convivencia escolar, como «una alternativa que permite generar una interrelación positiva y constructiva entre los participantes» (PROYEDU, AS3, L: 203-207).

Por su parte, el actor social 4, afianza la idea de convicción acerca de la sinergia del proceso educativo, en razón de las vivencias, la comunicación de participación social. Se trata de motivar «a los docentes para desarrollar los proyectos educativos en función de los valores e integrar a las comunidades la ejecución de los mismos» (PROYEDU, AS4, L: 448-456).

Asimismo la expresión del actor social 5, complementó lo antes dicho, bajo la implementación directiva y mancomunada en el marco de buscar eventos que ayuden a construir la convivencia escolar en paz. En este sentido, señaló que

«debemos implementar en el aula proyectos educativos que incentiven la convivencia escolar en paz y la puesta en práctica de los valores humanos todos en el nivel de educación primaria» (PROYEDU, AS5, L: 190-194).

Todo ello se interpreta, en la categoría axial relacionada con el ejercicio de ciudadanía, descrita por el actor social 5, a fin de «contribuir con la formación de los nuevos ciudadanos y ciudadanas y fortalecimiento de sus valores éticos» (EJERCIU, AS5, L: 138-147).

Dentro de estas implicaciones, destaca el actor social 3, el pensamiento pedagógico social, que incluye la incorporación de todos los poderes como agentes de socialización, que se «pongan de acuerdo y planifiquen propuestas, que provoquen un cambio radical en el modelo social, que es una sociedad educadora para las futuras generaciones» (PENPEDS, AS3, L: 200-204).

Dentro de tales términos advierte el actor social 4 que «el problema de socialización en las aulas, patio y el entorno, se ha mostrado de forma negativa y cada día se prolongan las situaciones vistas en esta realidad» (PENPEDS, AS4, L: 20-25). En palabras del actor social 5, ello guarda relación con la orientación hacia la convivencia en la socialización del ámbito educativo extendido hacia las familias y las organizaciones del entorno.

Visto de esta manera por el actor social 4, significó la categoría axial: lineamientos ministeriales, que consagra la caracterización de la convivencia escolar bajo un modelo holístico, integral y humanista, que se debe activar con mayor fuerza ante

«las situaciones básicas para prevenir la violencia, las malas relaciones interpersonales de todos los actores del proceso pedagógico en la plantel» (LINMIN, AS4, L: 273-284).

El sembradío de esta ideología, atrae la manifestación de la corresponsabilidad práctica, ante lo cual se interpreta la categoría axial develada en la voz del actor social 3, quien destacó la prioridad para que se «apoyen todas las iniciativas desarrolladas en pro de la cultura de paz de la y el estudiante y de la y el educador» (CORRPRA, AS3, L: 148-154).

Respecto a la categoría axial: estrategias, el actor social 3, hace referencia a la participación, diálogo, mediación, negociación y compromiso como ámbito de organización y cambio. Esto concuerda con la categoría axial: diagnóstico, que igualmente indicó para identificar la aplicación de estas estrategias, de acuerdo a los conocimientos, valores, actitudes y relaciones socio-efectivas.

Ahora bien, el pensamiento y la acción del docente, cursa sobre la base de la categoría axial: sustrato legal de actuaciones, descrita por el actor social 3 «a la luz de los aspectos de participación que se sustentan en nuestra Constitución, Ley Orgánica de Educación y el Currículo del Sistema Educativo Bolivariano de Educación Básica» (SUSLA, AS3, L: 63-65).

Finalmente, la categoría axial: reflexión, cobra fuerza en la voz del actor social 3, para dejar ver su preocupación por los acontecimientos de falta de convivencia que circundan la realidad escolar, para lo cual el docente debe estar preparado y alerta ante cualquier situación irregular.

Reflexiones

La percepción inteligible que cristaliza en el reconocimiento del fenómeno y su caracterización intuitiva de voluntades, intelectos y espiritualidad, cobra fuerza en la condición de reflexiones para hacer una similitud sobre los eventos conseguidos que se perfilan en la realidad de la educación primaria, respecto a la cultura de convivencia escolar para la paz ciudadana, a partir de los hechos contextuales que se han de asumir desde la disposición coherente, en torno a lo establecido en el sistema educativo bolivariano.

Cumplir con estos argumentos, me impone el afianzamiento sobre el recorrido interpretativo, de existencia recursiva en las voces de los actores sociales, que persistentemente, hablaron sobre la realidad misma en el horizonte de reconocerse implícitos, tanto en el problema como en la solución, en el escenario de una nueva postura del hacer frente a la convivencia escolar.

Por lo tanto, es requisito indispensable abordar la cultura de la convivencia, no solamente como expresión teórica del discurso, sino además desde el intelecto de las funciones propias de la mediación del docente, tanto en el aula como fuera de ella, con el acercamiento humano, con la atención integral de los niños y las niñas, como también, en los requerimientos de participación y confluencia de las comunidades organizadas para integrar la escuela y la comunidad.

Todos estos hechos necesitan de reflexión constante sobre los acontecimientos que perturban la paz de los estudiantes, en el marco de enfrentar directamente la situación a través del pensamiento y la acción del docente fortalecidos en el diálogo, escenario que refuerza los acuerdos satisfactorios en la mediación para encontrar el consentimiento mutuo que refuerza las competencias y habilidades en el hacer educativo.

El diálogo concreta los esfuerzos de la institución para solucionar las disputas que puedan emerger en la realidad de los acontecimientos relacionados con la convivencia escolar, y posibilitan el hecho de pensar en el otro al activar las mejores apropiaciones en los cambios de conductas, incluso con la actuación de especialistas si es necesario.

En definitiva, el diálogo concreta el acercamiento humano, otorga confianza y valora las necesidades del otro para establecer relaciones fluidas de comunicación eficaz en los centros educativos y en las familias, por lo tanto, es un aval de concreción estratégica para la cultura de convivencia en paz, articulado al sistema de relaciones más horizontales y menos impositivas sobre los niños y las niñas.

Referencias

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  • Egan, K. (1991). La comprensión de la realidad en la educación infantil y primaria. España, Madrid: Morata.
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Notas:

La autora es licenciada en Educación Inicial, Universidad Simón Rodríguez. Caracas, Venezuela; Profesora de Educación Integral, Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Caracas, Venezuela; Especialista en Planificación y Evaluación. Universidad Santa María. Caracas, Venezuela; Magíster en Educación Especial Integral. Universidad Latinoamericana y del Caribe. Caracas, Venezuela y Doctora en Ciencias de la Educación en la Universidad Latinoamericana y del Caribe. Actualmente docente de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador UPEL de la República Bolivariana de Venezuela. email: nurislamas@hotmail.com y nurislamas13@gmail.com

Para citar este artículo:

Nurisnarda Lamas, (2017). Pedagogía y convivencia escolar para la paz. Recuperado de Revista Vinculando: http://vinculando.org/sociedadcivil/pedagogia-convivencia-escolar-para-la-paz.html

Fuente: http://vinculando.org/sociedadcivil/pedagogia-convivencia-escolar-para-la-paz.html

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