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Francia cierra 70 escuelas en una semana por casos de coronavirus

Europa/Francia/21 Mayo 2020/lavanguardia.com

Los cierres, que suponen un porcentaje muy bajo de centros escolares, se han llevado a cabo siguiendo un “protocolo sanitario estricto”

Francia cerró 70 escuelas de primaria de las más de 40.000 reabiertas en la primera semana de desescalada por la detección de casos de coronavirus, indicó este lunes el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que insistió en que “es un porcentaje muy bajo”.

Los cierres se han decidido porque “hay un protocolo sanitario estricto” y esa posibilidad ya estaba contemplada, dijo a la prensa durante una visita a uno de los colegios de secundaria que vuelven a recibir alumnos desde este lunes en el departamento de Eure (norte).

En rojo

Un total de cuatro regiones entre las que está París, aún no han vuelto a las aulas

Solo en la ciudad de Sens, en el centro de Francia, se cerraron 25 escuelas porque hubo “un caso de Covid-19” en un adulto. El ministro dijo que a veces se les reprocha ser demasiado prudentes y en otras no serlo suficientemente: “Estamos muy atentos a que haya el menor riesgo posible”.

Este lunes volvieron a los colegios 185.000 estudiantes de dos niveles de secundaria en los departamentos que se encuentran en verde, es decir, en una situación epidémica menos comprometida.

Blanquer dijo esperar que las condiciones sanitarias permitirán “ir más lejos” y dar también clase antes del verano a estudiantes de esos mismos niveles en los departamentos en rojo, que cubren cuatro regiones del norte y del noreste, incluida la de París. Eso se determinará a finales de mes, en función de las condiciones sanitarias en ese momento. También entonces se tomará una decisión sobre el eventual retorno de los estudiantes de los liceos.

Los alumnos de secundaria deben llevar mascarilla en clase

Los alumnos de secundaria, a diferencia de los de primaria, tienen que llevar mascarilla en clase y solo se la pueden quitar para comer.

En primaria, únicamente un 30 % de los alumnos han vuelto a tener clases presenciales, mientras que el 70 % continúan siguiendo los cursos a distancia, como durante el periodo de confinamiento, que en Francia se está levantando progresivamente desde el 11 de mayo.

En el país se han superado los 28.100 muertos con la Covid-19 y continúa habiendo más de 19.300 personas hospitalizadas, de las cuales cerca de 2.100 están en las unidades de cuidados intensivos.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.lavanguardia.com/internacional/20200519/481279534519/francia-cierra-70-escuelas-coronavirus.html

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Educación en casa: ¿Y si no hay computador cómo hacemos?

Reseñas/Colombia/21 Mayo 2020/semana.com

Julieth Bustamante acompaña a su hija Nicole a sus clases por medio de un celular. Las tareas le llegan por Whatsapp, pero la clase de excel le toca hacerla con regla y colores en un cuaderno.

“Sé que hay gente sufriendo mucho por el coronavirus, pero al menos por esto ya no gasto seis horas al día en Transmilenio para ir y regresar del trabajo, antes prácticamente ni veía a mi hija, llegaba de trabajar y ya estaba dormida”, cuenta Julieth Bustamante, quien desde 2014 llegó a la capital para buscar mejores oportunidades, ya que en Cimitarra no era fácil encontrar un trabajo para una persona en condición de discapacidad, ya que cuando apenas tenía 7 años perdió una pierna, “en mi pueblo me ofrecían 300 mil al mes, así no vive una familia”.

Si bien Julieth ahora pasa más tiempo con su hija Nicole Andrea, estudiante de quinto en el colegio distrital Altamira, y la pude apoyar en algunas de las tareas que le envían a casa, el poder continuar tanto sus actividades laborales, como las escolares de su hija han acarreado gastos adicionales. Aunque en su hogar, donde también vive su hermano y su compañero sentimental, no tenían computador, en la Unidad, donde Julieth debe contestar las llamadas de víctimas y asesorarlos en algunos procesos, les dieron la posibilidad de llevar a casa el de la oficina. No obstante, para seguir con sus labores le exigieron contratar un servicio de internet, “son 100 mil adicionales y ahora no recibimos auxilio de transporte”. Aún cuando su hija ha podido sacarle provecho a este nuevo servicio para enviar algunas tareas por el celular de Julieth, este nuevo gasto, sumado a que su compañero y su hermano que trabajan en el sector de la construcción no reciben ingresos desde hace más de mes y medio, los tiene, al igual que a millones de familias en todo el país, en serios aprietos económicos, ya que solo de sus ingresos debe sostener las cuatro personas en su hogar.

Por la cuarentena, cambió la cotidianidad de millones de familias, que ahora, como Julieth, deben cumplir un doble rol, el de trabajadores y de tutores, ya que en los colegios están enviando tareas a los estudiantes mediante diferentes vías. A las 7 a.m Julieth debe estar conectada en su trabajo, a esa misma hora, a su Whatsapp comienzan a llegar las tareas de las cuatro materias que Nicole tiene al día. Los profesores piden que antes de terminar el día envíen las fotografías de escritos o dibujos que se pidieron de las actividades, o videos de exposiciones, dramatizaciones y lúdicas explicando algunos temas, tareas en las que requiere apoyo y no siempre puede dárselo inmediatamente debido a su empleo.

Aunque Nicole y su familia ahora tienen internet y ella puede enviar muchas de las tareas desde el celular de su mamá, en otros hogares dar continuidad por esta vía es casi imposible, Por poner un ejemplo, al igual que Nicole, en quinto de primaria hay 665.409 estudiantes matriculados y solo el 37% tiene acceso a internet o un computador en su casa, según cifras del laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, que además precisa que hay decenas de municipios donde ningún estudiante reportó tener computador o internet. La Pedrera, Puerto Santander y Puerto Arica (Amazonas), Pisba y Busbanzá (Boyacá), Cacahual, La Guadalupe, Morichal y Puerto Colombia (Guainía), Contadero (Nariño), Yavaraté (Vaupés), Sácama (Casanare), Río Iró (Chocó), Miraflores (Guaviare) y Norosí (Bolívar), son solo unos de ellos.

Pese a que el hogar de Julieth ya hace parte de la estadística de quienes sí tienen internet, aún existen grandes brechas tecnológicas. Por ejemplo, en la clase de informática de Nicole están aprendiendo Excel, pero en su casa no cuentan con este programa, razón por la que debe aprender en una hoja de papel con regla y colores.

Con hoja, papel y colores, Nicole aprende Excel en el colegio, ya que el computador de la oficina de su mamá solo puede ser usado durante el horario laboral. Foto: Esteban Vega – Semana.

El profesor y director de curso de Nicole, Mauricio Fonseca, reconoce que muchos de sus estudiantes no tienen forma de hacer algunos trabajos que se piden por vías tecnológicas, pero no por eso el maestro debe tomar el camino fácil y dejarlos de lado. En el caso de los estudiantes cuyas familias no tienen un celular inteligente, les deja las guías y tareas en una tienda del barrio, donde los padres deben recogerlas y dejarlas resueltas por sus hijos al día siguiente.

Para aquellos estudiantes cuyas familias tienen celular pero no conectividad, el docente les hace pequeñas recargas para que puedan enviar los vídeos y fotografías, “en estos momentos la clave es la flexibilidad, aunque los escenarios han cambiado y la calidad se afectará, como docentes debemos hacer lo posible para que los estudiantes puedan seguir con algunas actividades. Cuando volvamos a clases si debemos reforzar todos los temas, los reforzaremos”, concluye el docente.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-en-casa-como-es-estudiar-en-casa-si-no-hay-computador-o-internet/669579

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México: IPN sancionará a docentes que no den clases virtuales durante pandemia

América del norte/México/21 Mayo 2020/lajornada.com.mx

En un oficio dirigido a su personal docente, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) anunció que todos aquellos profesores que no impartan clases virtuales a los grupos en esta etapa de emergencia sanitaria por el Covid-19, sufrirán descuentos en su salario y prestaciones, e incluso se impondrá “medidas disciplinarias”.

En respuesta, profesores de esa casa de estudio, agrupados en diversas organizaciones, calificaron este anuncio como una “amenaza”, que se “contrapone con el decreto presidencial que manifiesta la no afectación del salario al servidor público”.

En una carta enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador, que será entregada este mismo día en Palacio Nacional, los profesores del IPN señalan que no es que el docente haya abandonado sus funciones, sino que el propio Instituto ha sido incapaz de generar los mecanismos para la educación a distancia al no proporcionar las herramientas necesarias para ello.

A este respecto, acusan la falta de capacitación necesaria a docentes y alumnos para el uso y acceso a las diferentes plataformas digitales que el Instituto ha habilitado para las clases no presenciales, además de la saturación que impide la entrada a los contenidos.

También cuestionan el pago que hace el Instituto para el uso de dichas plataformas y licencias, como si esa casa de estudios no tuviera los recursos humanos y la capacidad necesaria para generarlos. “El IPN durante el periodo neoliberal nunca desarrolló una tecnología pedagógica que pudiera resolver este problema, siempre se privilegiaron los negocios millonarios y corruptos que las compras de licencias dejaban a la administración en turno”, señala la misiva de los docentes.

El aviso de los posibles descuentos y “medidas disciplinarias” al personal docente que no imparta clases digitales está suscrito por el director de Asuntos Jurídicos del IPN, Mario Duana Espín, con fecha de 18 de mayo.

A su vez, la carta al primer mandatario está suscrita por las organizaciones “En defensa de la seguridad laboral de la base trabajadora del Instituto Politécnico Nacional”, “Frente Sindicalista Lázaro Cárdenas”, “Unidad Politécnica”, “Maestros por México”, “CNTE Politécnico”, y “Red Social Fuerza Politécnica”.

En esta misiva, se señala que gran parte de los maestros y alumnos no cuentan con una computadora ni los conocimientos para dar y recibir clases vía virtual, siendo falsas las afirmaciones de que los programas académicos tienen un avance del 70 por ciento en esta emergencia sanitaria. Estos datos manipulados por parte de la Dirección General no tienen sustento en la realidad.

Además, advierte que la actitud de castigo asumida por las autoridades del IPN se enmarca en la idea que el docente es quien tiene la responsabilidad del desastre educativo, dejado por el desmantelamiento de la educación superior pública del país.

“Por solo poner un ejemplo: el programa de dotación de una laptop para los docentes por parte de la administración y la representación sindical tiene más de 10 años que no se ha cumplido para todo el personal docente afiliado a la Sección 60 del SNTE IPN. Este inaceptable comunicado no toma en cuenta que existe una cantidad considerable de estudiantes que carece de computadora, acceso a internet, y sin los recursos económicos para poder acceder a clases virtuales”, se señala en la carta.

Además, asegura que esta “amenaza” de descontar salarios e imponer sanciones administrativas, “es un insulto para todas las maestras y maestros que día a día intentan, con sus propios medios y recursos, sacar adelante lo que la autoridad educativa no ha podido hacer”, no solo en esta etapa de emergencia sanitaria, sino también en la normalidad académica.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/05/20/ipn-sancionara-a-docentes-que-no-den-clases-virtuales-durante-pandemia-3165.html

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España: Propuesta de los pediatras para la reapertura gradual de los colegios

Europa/España/14 Mayo 2020/elpais.com

Para los expertos de la Asociación Española de Pediatría, la vuelta a las aulas debería ser paulatina, progresiva y basarse en los grupos de edad

Todos los centros educativos de España llevan cerrados desde la primera fase de la epidemia de la covid-19 como medida de contención de la transmisión de la enfermedad y debido a la gran densidad de escolares, unos siete millones en el país, que acuden en todas las fases de la educación reglada. A pesar de que el papel de los menores en la transmisión de la enfermedad no está claro, se quiso así evitar un posible aumento de contagios e infectados por coronavirus durante la presente crisis sanitaria. Estas fueron las razones fundamentales que alegaron desde el Gobierno para cerrar los centros. “Con los conocimientos adquiridos ha quedado que los niños no son una población particularmente vulnerable a los efectos de la infección por coronavirus. Se dan casos graves, pero son infrecuentes”, según explican los pediatras españoles.

El cierre de los centros escolares ha conllevado un cambio de paradigma educativo que ha llevado a la educación a distancia, a lo digital, a la primera línea. Pero no ha sido igual de accesible para todos, denotando el vacío y la desigualdad que existe en este tipo de enseñanza y que muchos han catalogado como de “emergencia”, pero que reconocen que será insostenible cuando muchos padres vuelvan a sus puestos de trabajos presenciales. En la Fase 2 de la desescalada estipulada por las autoridades sanitarias, algunos centros ya podrán abrir sus puertas, ¿pero en qué condiciones? ¿Cómo se debería hacer?

En un documento elaborado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), organización formada por unos 14.000 expertos, se incide en que “la vuelta al cole se debe hacer con las medidas adecuadas desde una perspectiva de la salud pública y protegiendo siempre la seguridad de los escolares y el mínimo riesgo de transmisión”. También añaden que la reincorporación presencial a los colegios “se hace en cumplimiento del derecho que tienen todos los menores al aprendizaje y a la socialización, ambas necesidades básicas para su desarrollo. Todo ello contemplado en la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU)”.

Para los pediatras, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita, “la reapertura de los centros educativos deberá ser paulatina, progresiva y basarse en los grupos de edad, y siempre, inciden, minimizando el riesgo de nuevas infecciones”.

Reapertura por edades y fases educativas

Guarderías / escuelas infantiles (de cero a tres años): para los pediatras es el área de mayor riesgo por la enorme dificultad de cumplir las medidas de aislamiento. Recomiendan que estos centros no se abran hasta que haya un control total de la epidemia. Entre las soluciones que mencionan para afrontar el gran desbarajuste que puede provocar esta decisión en las familias, citan como opciones de conciliación: el alargamiento del permiso de paternidad o maternidad hasta los 12 meses, poder tener acceso a cuidadores en el hogar que, incluso, permitiera el cuidado de hasta cinco niños en una misma casa, entre otras.

Educación Infantil, de tres a cinco años: En este grupo de edad, el riesgo sigue siendo elevado. No se recomienda el uso prolongado de mascarillas, pero se debe extremar el distanciamiento social máximo posible. Se deberían evitar las extraescolares, en las que es más difícil mantener el distanciamiento, y promover el entrenamiento en medidas de protección frente a la infección por coronavirus como el lavado de manos constante, entre otras.

Mayores de cinco años hasta los 11 años (Educación Primaria): la reapertura debe ser gradual y con grupos con un número reducido de niños, “de no más de 15 menores; organizarse en turnos de clase de mañana o tarde o por días alternos», entre otras medidas. Los profesores y trabajadores de los centros deben promover también en este grupo de edad el entrenamiento en medidas de protección frente a la infección por coronavirus.

Educación Secundaria (12 a 18 años): Se estima que el riesgo de contagio debería ser más bajo porque el alumnado ya conocería las medidas de prevención e higiene contra la covid-19. La distribución de alumnos, horarios partidos y clases presenciales, debería ser similar a la Educación Primaria, pero priorizando como presenciales las materias más esenciales y considerando en este periodo muy importante incluir la jornada educativa alternativa en domicilio, de mañana o tarde para trabajo online. Es necesario considerar que los menores de 14 años no pueden permanecer solos en el domicilio y habrá que prever un acompañamiento de padres/adultos adecuando también su jornada laboral o, incluso, con profesores desplazados a domicilios, entre otras medidas.

La AEP recomienda a los centros educativos seguir las recomendaciones sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se pueden consultar aquí.

PRIORIZAR LA AYUDA A LOS ALUMNOS MÁS VULNERABLES

Se recomienda priorizar el refuerzo pedagógico y la atención integral a las necesidades de niños, niñas o adolescentes en cualquiera de las situaciones de riesgo:

  • Familias monoparentales sin red de apoyo social o con incompatibilidad de horarios con el trabajo.
  • Situación de precariedad económica familiar, pobreza tecnológica o de cualquier otro tipo.
  • Sospecha de maltrato o violencia en el entorno familiar.
  • Acoso escolar en cualquiera de sus formas.
  • Trastornos del aprendizaje.
  • Necesidades especiales por padecer trastorno madurativo, enfermedades crónicas o psicológicas.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/13/mamas_papas/1589356680_135131.html

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China: con brazaletes electrónicos controlan temperatura de estudiantes

Asia/China/14 Mayo 2020/semana.com

Este dispositivo es el último ejemplo del uso en China de nuevas tecnologías para intentar controlar el virus, que oficialmente ha causando cerca de 5.000 muertes.

Esta semana millones de alumnos en China regresaron a las escuelas dotados con un brazalete electrónico que da la alerta en caso de fiebre, en momentos en que China teme una nueva oleada de contagios de covid-19.

Este dispositivo es el más reciente ejemplo del uso masivo en China de nuevas tecnologías para intentar controlar un virus que oficialmente ha contaminado en el país a 83.000 personas, causando más de 4.630 muertes.

China, primera nación afectada por el nuevo coronavirus, cerró todos sus colegios en enero. Los cursos se efectuaban desde entonces en línea.

Estos brazaletes inteligentes proporcionan en tiempo real la temperatura de los alumnos. Sus padres y los centros educativos pueden luego vigilar su situación a través de una aplicación en teléfono móvil, según el Diario de Pekín.

En caso de temperatura anormal -superior a 37,2 grados- el brazalete envía una señal a los profesores que son instados a alertar a la policía, precisa el diario. El dispositivo está en fase de prueba en cinco distritos de la capital china.

Los controles de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de distanciamiento físico se han convertido en la norma en los establecimientos escolares del país, donde las autoridades temen un rebrote de contagios.

Aunque China ha controlado la epidemia en su territorio, el país registró el lunes 17 nuevos casos, diez de origen local, especialmente en Wuhan (centro), metrópolis colocada durante dos meses en cuarentena y donde el virus fue descubierto a fines del año pasado.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/alumnos-chinos-controlados-con-brazaletes-electronicos-para-detectar-coronavirus/671007

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Cómo organizar la vuelta al cole en los países con menos medios

Por: Lola Hierro

Sierra Leona lidera una reunión de alto nivel entre ministros de educación africanos para exponer ideas que ayuden a que ningún niño pierda sus estudios por culpa del nuevo coronavirus

El director de orquesta es un sierraleonés de 31 años, con trenzas que le caen por la espalda y graduado en Harvard. Es David Moinina Sengeh, ministro de Educación Secundaria y Superior de su país, y con el apoyo de la Alianza Mundial por la Educación ha organizado una reunión virtual —no queda otra en tiempos de coronavirus— con una docena de colegas del ramo de otros países africanos y alguno asiático. Reivindica que hay que pasar a la acción sin perder tiempo, ahora que la covid-19 ha afectado directamente a la educación de millones de niños y niñas.

La idea de este encuentro es analizar las consecuencias y la respuesta que se ha dado desde cada país al cierre de las escuelas y exponer sugerencias sobre cómo mitigar el agravamiento de la crisis mundial del aprendizaje. La reunión comienza con dificultades técnicas impropias en un grupo de ministros de educación y de tecnología que quieren apostar por la educación digital para sus jóvenes. Un micrófono que no funciona, una cámara que no se enciende, alguien que no aparece en las pantallas… Gajes del oficio. Poco a poco, la docena de asistentes pueden tomar su turno de palabra y explicar sus estrategias, con Sengeh iniciando la charla.

«El coronavirus debe ser una oportunidad para reimaginar la educación incidiendo en el papel que desempeñan, no solo los profesores, sino también los padres y las comunidades en el aprendizaje de nuestros niños», anima Sengeh. Su país se ha curtido en los últimos años en la gestión de emergencias, la última, el mazazo del ébola en África occidental, que entre 2014 y 2015 dejó casi 12.000 muertos solo en este país y causó estragos en todos los ámbitos, también en la educación. Hubo que inventar maneras de llevar las aulas a los hogares. «Los colegios cerraron en 2015 y no hubo exámenes ni nada. Lo que hicimos fue crear grupos de trabajo con distintas funciones y responsabilidades y desarrollar el aprendizaje por radio por todo el país», explica el ministro. «Era el medio que llegaba mejor a las zonas remotas, hicimos un estudio rápido para ver cómo se podía implementar, revisamos qué materiales hacían falta en los colegios… Y ahora, cuando llegó el corona, ya estaban empleando los recursos que desplegamos la vez anterior», resume.

La experiencia sierraleonesa ahora se puede utilizar en aquellos países que han cerrado sus colegios desde finales de marzo. Que son casi todos: a 10 de abril de 2020, un total de 1.570 millones o el 90% de los estudiantes matriculados desde la educación preescolar hasta la terciaria dejaron de ir a clase, según la Unesco. De ellos, 763 millones son niñas. Y a esta cifra hay que sumar otros 258 millones de niños, adolescentes y jóvenes que no estaban escolarizados antes de la pandemia.

Son, además, países que no siempre tiene los medios económicos y tecnológicos propios del mundo desarrollado, y que sí poseen problemas extra como guerras, sistemas sanitarios frágiles, calidad de la enseñanza cuestionable, desastres provocados por el cambio climático… Todos ellos tienen alguna receta que contar y la mayoría son similares en líneas generales: ante el cierre de colegios, la educación se ha canalizado por radio, como contaba Sengeh, pero también por televisión y por Internet. Muchas veces, con carencias graves, tal y como recuerdan algunos datos ofrecidos por la Unesco: en África subsahariana, el 89 % de hogares carece de ordenador y un 82% no tiene acceso a Internet. Además, 28 millones de estudiantes viven en lugares sin cobertura telefónica.

Todos los ministros que intervienen en la reunión abordan la instalación de lavamanos en  los colegios, cosa que no hace falta en Sierra Leona, pero tampoco en Liberia ni Guinea Conakry o República Democrática del Congo porque los cuatro ya tienen la experiencia previa del ébola e hicieron los deberes en su día. Igualmente, varios mencionan la importancia del apoyo psicosocial para profesores y alumnos más afectados por esta crisis. «Es importante decir que en su día hubo muchos huérfanos por culpa del ébola y tuvimos que desarrollar programas de atención para ellos, y también de alimentación escolar. Y hacer un seguimiento de todo», ejemplifica Mory Sangaré, ministro de Educación de Guinea Conakry, otro país donde ya son perros viejos en gestionar crisis sanitarias. «La covid-19 puede ser una oportunidad para reorganizar nuestras capacidades para responder a emergencias y construir un sistema educativo más resiliente», aconseja.

Cartel informativo del proyecto de educación a distancia del Ministerio de Educación de Liberia.
Cartel informativo del proyecto de educación a distancia del Ministerio de Educación de Liberia. MOE

Uno de los ejemplos concretos es el de Liberia, país que también pasó por el mal trago del ébola. En su caso, el medio elegido para que las lecciones llegaran entonces y ahora a los alumnos liberianos ha sido la radio. El Ministerio de Educación cerró los colegios el 16 de marzo y días después puso en marcha un programa de educación a distancia a través de emisoras nacionales y comunitarias. El proyecto brinda formación continua de asignaturas de primera y secundaria de lunes a viernes en diferentes horarios. Cada asignatura se escucha a través de una emisora y se puede consultar qué clase le toca al alumno y a qué hora en un PDF que el Ministerio ha puesto en circulación. Esta y otras informaciones se difunden en las redes sociales gubernamentales.

El plan del Ministerio de Educación tiene una duración inicial de seis semanas, pero con posibilidad de extenderse. También contempla la instalación de sensores térmicos y materiales higiénicos básicos en las escuelas cuando estas reabran y la oferta de apoyo psicosocial para los estudiantes y maestros que lo necesiten.

Un país que no ha lidiado con ninguna crisis sanitaria reciente es Costa de Marfil. Ahora, ante el confinamiento, han desarrollado un método educativo por televisión. Mi colegio en casa es el nombre de la plataforma en Internet desplegada por el Gobierno costa marfileño para sus alumnos de preescolar, primaria, secundaria y acceso a la universidad. A través de la web se puede navegar para buscar el curso y la asignatura del estudiante para descargar en PDF el temario completo de los libros escolares. Además, cuenta con un canal de Youtube donde se publican lecciones en diversos ámbitos, aunque este solo tiene, por ahora, algo más de 3.000 suscriptores.

Lección en vídeo publicada en Youtube del 1 de mayo de 2020 para estudiantes costmarfileños.

La región de Somaliland tampoco ha pasado por una epidemia reciente, pero carga con otros problemas: conflictos armados, sequías e inundaciones recurrentes, una gravísima plaga de langostas en los últimos meses… El Gobierno puso en marcha el año pasado un programa de acceso a la educación con el apoyo de Unicef y la organización altruista Education Cannot Wait (la educación no puede esperar). Ahora, los esfuerzos radican en llevarla a las zonas rurales y remotas, donde el acceso a Internet no siempre es bueno, y lo están haciendo igual que en otros países: con ayuda de la televisión y la radio. Las lecciones se transmiten en las emisoras nacionales de radio y canales de televisión cuatro horas al día de sábado a jueves. En este caso, el ministro Ahmed Mohamed Dirie añade una idea: los paneles solares y las tabletas electrónicas para las zonas remotas. «Vemos esta pandemia como una oportunidad para alcanzar zonas remotas; estamos distribuyendo entre los niños tabletas que funcionan por energía solar para que puedan funcionar» explica.

PREOCUPACIÓN POR LAS NIÑAS

Se sabe por experiencias anteriores, como la crisis de ébola, que tienen impactos adversos en el aprendizaje de los niños, la finalización de la escuela, así como en su salud y bienestar. El impacto en las niñas, en particular las adolescentes de los hogares más pobres y rurales, es desproporcionadamente más grave. Durante el cierre de las escuelas, las niñas confinadas en sus viviendas pueden estar más expuestas a la violencia doméstica, el acoso sexual y verse privadas de servicios básicos de salud, sociales y escolares. Los embarazos y matrimonios precoces pueden aumentar.

Igualmente, la aplicación de programas de protección especialmente diseñados para ellas pueden mitigar estos impactos. Por ejemplo, un programa centrado en el género en Sierra Leona durante la crisis del ébola se adaptó rápidamente para convertirse en una clase diaria de una hora en habilidades para la vida, salud sexual y reproductiva y aprendizaje vocacional. Las clases se llevaron a cabo en espacios seguros en las aldeas y atendieron a 4.700 niñas adolescentes. Tras la crisis, las tasas de matrícula escolar disminuyeron solo un 8% en las aldeas que habían recibido las clases, en comparación con el 16% en aquellas que no.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/07/planeta_futuro/1588844575_060709.html

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¿Qué puede venir después del coronavirus?

Por: Leonardo Boff

Muchos lo han visto claramente: después del coronavirus, ya no va a ser posible continuar el proyecto del capitalismo como modo de producción, ni del neoliberalismo como su expresión política. El capitalismo sólo es bueno para los ricos; para el resto es un purgatorio o un infierno, y para la naturaleza, una guerra sin tregua.

Lo que nos está salvando no es la competencia –su principal motor–, sino la cooperación; ni el individualismo –su expresión cultural–, sino la interdependencia de todos con todos.

Pero vayamos al punto central: hemos descubierto que el valor supremo es la vida, no la acumulación de bienes materiales. El aparato bélico montado, capaz de destruir varias veces la vida en la Tierra, ha demostrado ser ridículo, frente a un enemigo microscópico invisible que amenaza a toda la humanidad. ¿Podría ser el Next Big One (NBO), el que los biólogos temen que va a llegar, “el gordo˝, “el próximo gran virus” que pueda destruir el futuro de la vida? No lo creemos. Esperamos que la Tierra siga teniendo compasión de nosotros y nos esté dando sólo una especie de ultimátum.

Dado que el virus amenazador proviene de la naturaleza, el aislamiento social nos ofrece la oportunidad de preguntarnos: ¿cuál fue y cómo debe ser nuestra relación con la naturaleza y, más en general, con la Tierra como Casa Común? La medicina y la técnica, aunque muy necesarias, no son suficientes. Su función es atacar al virus hasta exterminarlo. Pero si continuamos atacando a la Tierra viva, “nuestro hogar con una comunidad de vida única”, como dice la Carta de la Tierra (Preámbulo), ella contraatacará de nuevo con más pandemias letales, hasta una que nos exterminará.

Sucede que la mayor parte de la humanidad y de los jefes de estado no son conscientes de que estamos dentro de la sexta extinción masiva. Hasta ahora no nos sentíamos parte de la naturaleza ni tampoco como su parte consciente. Nuestra relación no es la relación que se tiene con un ser vivo, Gaia, que tiene valor en sí mismo y debe ser respetado, sino de mero uso según nuestra comodidad y enriquecimiento. Estamos explotando la Tierra violentamente, hasta el punto de que el 60% de los suelos han sido erosionados, en la misma proporción los bosques húmedos, y causamos una asombrosa devastación de especies, entre 70-100 mil al año. Esta es la realidad vigente del antropoceno y del necroceno. De seguir esta ruta vamos al encuentro de nuestra propia desaparición.

No tenemos otra alternativa que hacer, en palabras de la encíclica papal “sobre el cuidado de la Casa Común”, una conversión ecológica radical. En este sentido, el coronavirus no es una crisis como otras, sino la exigencia perentoria de una relación amistosa y cuidadosa con la naturaleza. ¿Cómo implementarla en un mundo que se dedica a la explotación de todos los ecosistemas? No hay respuestas listas. Todo el mundo está a la búsqueda. Lo peor que nos podría pasar sería, después de la pandemia, volver a lo de antes: las fábricas produciendo a todo vapor, aunque con cierto cuidado ecológico. Sabemos que las grandes corporaciones se están articulando para recuperar el tiempo perdido y las ganancias.

Pero hay que reconocer que esta conversión no puede ser repentina, sino gradual. Cuando el presidente francés Macron dijo que “la lección de la pandemia era que hay bienes y servicios que deben ser sacados del mercado”, provocó la carrera de decenas de grandes organizaciones ecologistas, como Oxfam, Attac y otras, pidiendo que los 750.000 millones de euros del Banco Central Europeo destinados a remediar las pérdidas de las empresas se destinaran a la reconversión social y ecológica del aparato productivo, en aras de un mayor cuidado de la naturaleza, así como de más justicia e igualdad sociales. Lógicamente, esto sólo se hará ampliando el debate, involucrando a todo tipo de grupos, desde la participación popular hasta el conocimiento científico, hasta que surjan una convicción y una responsabilidad colectivas.

Debemos ser plenamente conscientes de una cosa: al aumentar el calentamiento global y aumentar la población mundial devastando los hábitats naturales, acercando así los seres humanos a los animales, éstos transmitirán más virus a los que no seremos inmunes, que encontrarán en nosotros nuevos huéspedes. De ahí surgirán las pandemias devastadoras.

El punto esencial e irrenunciable es una nueva concepción de la Tierra, ya no como un mercado de negocios que nos coloca como sus señores (dominus), fuera y por encima de ella, sino como una superentidad viviente, un sistema autorregulado y autocreador, del que somos precisamente su parte consciente y responsable, junto con los demás seres como hermanos (fratres). El paso de dominus (dueño) a frater (hermano) requerirá una nueva mente y un nuevo corazón, es decir: ver a la Tierra de manera diferente, y sentir con el corazón nuestra pertenencia a ella y al Gran Todo. Unido a ello, el sentido de inter-retro-relación de todos con todos y una responsabilidad colectiva frente al futuro común. Sólo así llegaremos, como pronostica la Carta de la Tierra, a “un modo de vida sostenible”, y a una garantía para el futuro de la Vida y de la Madre Tierra.

La fase actual de recogimiento social, puede significar una especie de retiro reflexivo y humanista, para pensar en tales cosas y nuestra responsabilidad ante ellas. Es urgente, y el tiempo es corto, no podemos llegar demasiado tarde.    

Publicado originalmente en: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=981

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/pandemia-y-aprendizajes/8813037-que-puede-venir-despues-del-coronavirus/

Imagen: Marion en Pixabay

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