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Democracia y Educación ¿es posible?

Por: Teresa Galicia

“Recordar que esta relación es bilateral,

 en una sociedad democrática la educación 

florece y la democracia se fortalece si hay 

una calidad de educación bien distribuida “

Sylvia Schmelkes

 

Este 21 de mayo, se realizó nuestro primer Webinar, dentro de las actividades que hemos programado junto con Genera Educación A.C, ya que la situación actual amerita analizar a profundidad que sucede con la relación Democracia y Educación en México y hasta qué punto puede lograrse.

Partimos de  tres propósitos para realizar este trabajo, como parte de   esta iniciativa ciudadana: a)Propiciar un ejercicio democrático en donde se reflexione y analice hasta qué punto la política actual ha logrado concretarse en las diversas realidades educativas del país, en un momento, en el que las trayectorias de vida de las personas, se han visto afectadas por  la  educación  a  la  que  tienen acceso, b) promover con actores educativos de diversos estados del país, una red de participación libre, consciente, crítica y participativa   para debatir la construcción de una posible agenda ciudadana  así como c)  Impulsar una agenda educativa transexenal, que permita proseguir con aquellas políticas y programas educativos que han dado buenos resultados a partir de una evaluación eficiente y contextual.

Las reflexiones y aportes fueron muchos, por lo ahora en este espacio les invito a acercarse de manera muy sintética a algunas de las opiniones vertidas, que, desde mi punto de vista, abonan de manera importante en este escenario complejo y polarizado en el que estamos viviendo:

“Mi experiencia profesional en política publica indica que es  muy importante hacer un diagnóstico y evaluación acerca de las problemáticas existentes para el diseño e implementación de  estrategias con mayores posibilidades de éxito” ( Reyes Tamez);   “La proyección a futuro de la Política Educativa , tendría que tener el planteamiento de aprendizajes relevantes para la vida de las personas, tarea que involucra a todos los ciudadanos, incluyendo las autoridades” ( Leonel Zúñiga);“ Es necesario  que existan instituciones políticas inclusivas, su pluralismo implica que el poder político este ampliamente repartido en la sociedad y que  los espacios públicos en los que se participa en sociedad se realicen  acciones transparente, libres y comprometidas con la justicia y el bien común” (Hernán Medrano);  “Problema grave, el de construir una agenda educativa transexenal, para poder avanzar, hay que situarnos en esta regresión de la que se ha hablado, volver a situar una agenda con la crisis educativa que tenemos ante la crisis de la pandemia, centrarnos en las cosas que valen la pena en nuestro sistema educativo (Flores Crespo);  “En México, sobre las dos partes de la relación  Democracia y Educación tenemos problemas, tenemos apenas una democracia incipiente que no permite que la educación crezca y la democracia no se puede fortalecer porque la inequidad educativa es nuestro principal problema” ( Sylvia Schmelkes ); “Pensar este reto, implica cuestionarnos sobre la viabilidad de conceptos educativos que responde a visiones hegemónicas, invisibilizando lo local y lo contextual, pensar necesariamente  que tipo de colectividades y culturas estamos construyendo y desde que miradas analíticas y críticas podemos generar propuestas  a partir de las realidades sociales históricas concretas ( Magaly  Hernández); “La ciudadanía se construye con la participación activa y no solo lo electoral, en la convivencia de las discrepancias, de las diferencias, de las ideas, que como dijeran los zapatistas, de “construir un mundo donde quepan muchos mundos”, hablar sobre formación ciudadana, educación y democracia no es cualquier cosa porque involucra a casi la mitad de la población, muchos informes nos mencionan que esta ciudadanía ha tenido muchísimos tropiezos y muchísimos retos que se deben de superar” ( Erick Juárez); “¿Cómo le hacemos para transitar del discurso demagógico de todos colores , desde el descolorido derecho a la educación hasta la idea meritocrática de la idea de excelencia educativa que tienen como fundamento el dominio señorial académico sobre los demás y no en una práctica pedagógica precedida por la horizontalidad y la fraternidad?. Ante este escenario vale la pena pensar en que políticas educativas y que estrategias podemos instrumentar para que efectivamente, la democracia pueda surgir en estos ámbitos tan desiguales, donde los caminos no pueden ser muchos, lamentablemente, ni en México ni en el mundo” (Miguel Ángel Rodríguez).

Como puede observarse, la diversidad de experiencias y saberes se conjugaron para mostrar realidades muy complejas y actuales, en donde la relación Democracia y Educación que debería ser bilateral, no existe.

Estamos ahora en un periodo electoral polarizado, donde hay una total ausencia, empezando por los discursos, de la atención prioritaria a la educación, ya no digamos de sus plataformas electorales, que más bien tendrían que llamarse electoreras, sustentadas en la descalificación, en el morbo y en la ausencia de propuestas para el bien común, es inadmisible que se hable de democracia refiriéndose solamente al voto.

Pero algo tenemos que hacer, apostando por el encuentro con quienes como a nosotros, ante una democracia endeble, intentamos impulsar políticas de estado que provengan de las necesidades reales de nuestra sociedad, para que unidos, presionemos para que el gobierno defina y respete aquellas políticas que han mostrado ser sólidas y de impacto social  y para que se   construyan aquellas políticas educativas que tengan que ver   con la equidad en los ámbitos en los que la desigualdad está creciendo.

Fuente: Educación Futura

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El 15M en el laberinto español

Por:  Amador Fernández-Savater

No veo sentido a recordar el 15M si no es para tratar de prolongar su energía, su potencia de escándalo y desorden. ¿Dónde radica a día de hoy? En un punto de vista. El 15M es un corte histórico intempestivo que nos ofrece una perspectiva para pensar la política española. Una perspectiva, un espacio para ver y oír, que se abre con el siguiente grito: “lo llaman democracia y no lo es”. Esa afirmación nos hace en primer lugar una pregunta: si no es democracia, ¿entonces qué es? ¿Y de dónde viene?

La democracia española, configurada en el proceso de transición, es un tablero político cerrado: la capacidad de acción y decisión sobre lo común se restringe a los partidos, los límites de lo posible cristalizan privilegios blindados de oligarquías políticas y económicas, y por encima de todo pesa una amenaza: “es esto o el caos”. Democracia restringida, limitada y disuasiva: el 15M no se queda enroscado en la denuncia o la crítica, ni tampoco imita en espejo aquello que desafía, sino que abre espacios para experimentar otros modos de organización y otras relaciones humanas. Espacios donde vivir una democracia real ya.

Contra la política restringida a los partidos, el 15M propone la activación de la gente común y cualquiera, sin títulos para gobernar. Mientras que la polarización del tablero nos tienta a ver el mundo desde los términos predeterminados del bando de nuestra elección -PP o PSOE, izquierda o derecha, gobierno u oposición-, el 15M inventa un lugar donde sentir, pensar y actuar con autonomía. Un espacio que no vende promesas o soluciones, ni tampoco pide adhesiones, sino que invita a cualquiera a elaborar preguntas y acciones sobre la vida común.

Contra el acaparamiento de la vida pública por oligarquías políticas y económicas, el 15M cuestiona la falta de demos de la democracia restringida. La alienación política sacraliza lo que sólo son momentos y herramientas: Constitución, instituciones, leyes. Niega y reprime la potencia instituyente -nuevos problemas, nuevos usos, nuevas libertades- en nombre de lo instituido. Convierte al pueblo en espectadores y votantes. En la democracia real ya, practicada por el 15M en plazas y mareas, las normas que regulan la vida en común deben poder ser revisadas y modificadas siempre por lo común, por el demos.

Contra la amenaza permanente del caos, el 15M presenta el conflicto como motor democrático. Son los conflictos, cuando están animados por una perspectiva igualitaria (movimientos de trabajadores, mujeres, minorías), los que han traído siempre más justicia al mundo. Pero nuestra democracia los teme como al diablo y asimila cualquier tumulto a la catástrofe. La derecha agita el miedo (separatismo, comunismo bolivariano) y la izquierda el miedo al miedo (fascismo, extrema derecha). Pero ambas conciben la democracia como algo acabado y que sólo cabe preservar. El 15M plantea una democracia en movimiento y siempre por hacer, capaz de responder creadoramente a los conflictos sociales.

“Democracia o fascismo” es una falsa alternativa. El consenso democrático se define desde la transición como la superación del “estado de guerra” entre españoles, pero todo el rato nos amenaza con volver a él si desafiamos lo establecido. Vox no es “lo otro” de la cultura consensual española, sino la radicalización de la amenaza. Un franquismo de retaguardia siempre listo para asegurar los límites cuestionados. Del terror a la disuasión (y vuelta): el miedo sigue en el centro de la vida colectiva. Es el bucle del laberinto español.

La fuerza del 15M -política de cualquiera, potencia instituyente, conflicto igualitario- se perdió en el pasaje posterior a la representación. Con la “traducción institucional” de 15M por parte de Podemos se vuelve al código de la política convencional: la jerarquía de los que saben, la producción de espectáculo y espectadores, el alejamiento de los territorios de la vida, la subordinación al tiempo mediático de la coyuntura, la retorización y verticalización de la política.

Un mal traductor es el que sólo escucha el signo (lo que se dice) y pierde de vista el ritmo (lo que se hace al decir). La traducción institucional retomó algunas de las demandas del 15M pero borró por completo su energía y vibración propias. El 15M se convirtió de ese modo en un objeto de referencia y ya no un modo de hacer y pensar. En un elemento retórico en la “producción de relato” en que consiste hoy la política a izquierda y derecha. ¿Será la salida de Pablo Iglesias una ocasión para repensar la acción política o simplemente para reajustar el relato?

El laberinto de la política española nos reclama alternativamente como “soldados” y como “víctimas”. Soldados: carne de cañón manipulable a voluntad en las disputas de poder entre partidos. Víctimas: masa temerosa que se resigna al estado de cosas o se moviliza desde el odio y el resentimiento. Ni soldados ni víctimas, sino personas capaces de sentir con su propio corazón y pensar con su propia cabeza sin delegar en ningún comité central (político o mediático), capaces de hacerse cargo en común de lo común y de una política afirmativa. Es la propuesta siempre actual del 15M: otro pueblo para otra democracia, no basada en el miedo de la gente ni en el miedo a la gente.

Fuente e imagen: lobosuelto.com

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De la muerte de la política a la política de la muerte

Por: Emir Sader
Los orígenes de la catástrofe humanitaria que vive Brasil se pueden rastrear en nuestra historia. Podríamos buscarlos en la marca más profunda de nuestro tipo de sociedad: las desigualdades sociales, de las que somos campeones en América Latina, a su vez el continente más desigual del mundo.

Podrían buscarse más recientemente, cuando el Partido de los Trabajadores (PT) emergió en la política brasileña y, más específicamente, cuando las candidaturas de Luiz Inácio Lula da Silva comenzaron a acechar a las élites brasileñas. O, cuando el PT realizó los mejores gobiernos de la historia de Brasil, atacando, por primera vez de manera frontal y prioritaria, las desigualdades sociales en nuestro país.

O, incluso más recientemente, en la reacción de la derecha al éxito de estos gobiernos. Sin poder condenar al PT y a sus gobiernos, aclamados por la mayoría de los brasileños por sucesivas victorias electorales, tendría que atacar furtivamente al PT, tratando de vincularlo a la corrupción y atacar la política, la misma que, a través de la democracia, había permitido que Brasil tuviera los mejores gobiernos de su historia.

Precisamente los vinculados a la peor política –medios de comunicación, grandes empresarios, partidos tradicionales, líderes autoritarios como Jair Bolsonaro, entre otros– se enfocaron en descalificar la política. Un tema que siempre atrae a los más despolitizados, entre ellos, a los jóvenes de clase media, recién llegados a la política, incluso al condenar el aumento de los boletos de autobús.

¿Qué manera más fácil que decir que todos los políticos y todos los partidos son iguales? Quienes protagonizaron esta pantomima fueron los mejores ejemplos de la peor política y los más corruptos. Baste decir que el paso de Bolsonaro de un político despreciable, a líder de esta ola, se hizo a través del mejor ejemplo del peor político y la familia más corrupta.

Esta supuesta sentencia de muerte de la política terminó, por este sinuoso mecanismo, desembocando en un gobierno que practica la política de muerte. La política no sólo no murió, también se desdobló en el peor tipo de política: la que niega la democracia, la que atenta contra los derechos de todos, la que predica la violencia como forma de enfrentar los conflictos, la que hace la apología de la dictadura militar y la tortura, que pide la desaparición de los enemigos.

Se instaló un gobierno que, de diferentes maneras, es un gobierno de política de muerte. Muerte por la absoluta despreocupación por proteger la vida de las personas frente a la pandemia, con su negatividad en relación con el propio virus. Que, por el contrario, se burla de las formas de aislamiento, el uso de máscaras, la restricción del movimiento de personas.

A quien no le importa ni tiene ningún tipo de solidaridad con las víctimas de la violencia policial, a la que alienta, descalificando a las víctimas ensalzando la heroicidad de los verdugos. Predicar el uso de la policía y, si pudiera, de las propias fuerzas armadas, de todos los órganos que basan su acción en la violencia y la falta de respeto a los derechos de las personas.

Un gobierno que personifica la muerte, la lucha contra la vida, fue el resultado de la lucha contra la política, por la muerte de la política. De tal manera que la lucha por la vida es la lucha contra el gobierno de Bolsonaro. Y la lucha contra el gobierno de Bolsonaro es la lucha por la vida.

La democracia requiere el rescate de la política, como actividad de defensa de los intereses públicos, desde la convivencia de diferentes posiciones y puntos de vista. El final de la política es la dictadura, es la victoria del pensamiento único, es la ausencia total de la diversidad, del debate, de la convivencia de todos. La lucha contra la política resultó en la catástrofe que vivimos hoy en Brasil.

https://www.jornada.com.mx/2021/05/26/opinion/020a2pol

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Chile: Magisterio llama a votar por las candidatas y candidatos del profesorado a la convención constitucional

América del Sur/Chile/14-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

El Colegio de Profesoras y Profesores de Chile llama a toda la ciudadanía a participar de las elecciones de este sábado y domingo y, en particular, llama a votar por las candidatas y candidatos de la organización docente en todo el país, como una forma de apoyar las demandas de los movimientos sociales y conseguir una Nueva Constitución que permita un país más democrático, justo y con derechos sociales.

Más información en https://www.colegiodeprofesores.cl/constituyentesdelmagisterio/

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2021/05/12/magisterio-llama-a-votar-por-las-candidatas-y-candidatos-del-profesorado-a-la-convencion-constitucional/
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¿Enseñar Filosofía? Un debate obligado en las IES y universidades

Por: Héctor Rodríguez Cruz

No sólo es útil, sino que es vital y necesaria, si entendemos que la vida en común tiene como condición poder ser transformada colectivamente.

A tono con los acelerados cambios del mundo globalizado de hoy, las universidades e instituciones de educación superior deberán realizar una profunda reflexión que las oriente hacia  una  obligada readecuación de su relación con el mundo que le rodea, tarea que representa también una obligada sinergia entre Universidad, IES y Filosofía.

En República Dominicana, del medio centenar de universidades e instituciones de educación superior sólo unas 5 ofrecen la carrera de Filosofía. Sin embargo, no es prudente conformarse con esta reducida oferta. La verdadera calidad académica requiere a las universidades e IES del país ponerse a la altura de otros países mediante una nueva ejecución curricular que contemple estudios de grado, maestría y doctorado en Filosofía.

No está demás, el reafirmar que en esta labor de ejecución curricular deben incluirse los fundamentos filosóficos, éticos, bioéticos, epistemológicos, sociológicos, pedagógicos y psicológicos para procesar acertadamente la enseñanza y el aprendizaje, en un contexto de reflexión, análisis, crítica, innovación académica e investigación.

El panorama en otros países es mucho más promisorio. En México más de 50 universidades ofrecen  grado, maestría y doctorado en Filosofía. En Colombia ofrecen la carrera unas 26 universidades. Sólo en Bogotá se ofrece en 16 de ellas. En Argentina unas 37. En España 27, en Chile 14 y en  Estados Unidos 529. En Perú y en Guatemala varias universidades enseñan Filosofía en todas las carreras técnicas y profesionales.

La renombrada firma británica QS World University Rankings ha publicado una lista oficial de las 70 mejores universidades del mundo para estudiar Filosofía.  La de Nueva York (NYU) encabeza la lista y el MIT en el puesto 20,  Entre las universidades de habla hispana destacan la Universidad Nacional Autónoma de México en el puesto 26, la Pontificia Universidad Católica de Chile en el puesto 44, la Universidad Complutense de Madrid en el puesto 46 y la Universidad de Barcelona en el puesto 48.

La filósofa española Marina Garcés, directora del Máster de Filosofía para los Retos Contemporáneos de la Universitat Oberta Catalunya, UOC, y coordinadora del nuevo grupo de investigación MUSSOL, con más 50 grupos de investigación vinculados a la UOC, considera  que  “aunque la filosofía está cada vez más arrinconada en los planes de estudio y es concebida por muchos como algo inútil, como un puro ejercicio mental sin capacidad de tener efectos en la realidad o en la propia existencia, sin embargo, la filosofía no sólo es útil, sino que es vital y necesaria, si entendemos que la vida en común tiene como condición poder ser transformada colectivamente”.

Garcés sostiene también que “la universidad debe aspirar a elaborar, pero también a compartir las formas de conocimiento y de reflexión más atrevidas y hacerlo en colaboración y en diálogo con otras voces y entornos de experiencia”. («Filosofar siempre ha sido un acto subversivo». BBC News Mundo, 23 enero, 2018).

Entre otros figuran también el XVII Congreso Internacional de Filosofía Latinoamericana: “Marx en América Latina: “Educación, Política y Cristianismo”, celebrado en Colombia en 2018, organizado por la Universidad Externado de Bogotá. El XX Congreso Internacional de Filosofía “Humanismo Incluyente, Filosofía y Bien Común” organizado por la Universidad Autónoma  de San Luis Potosí, México, y la Asociación Mexicana de Filosofía en el 2020.

En este último se desarrollaron unos 32 simposios con las siguientes temáticas: Filosofía y pueblos originarios, Bioética, Filosofía de la paz, Filosofía de las Religiones. Didáctica de la Filosofía, Filosofía de la mente y ciencias cognitivas, Filosofía de las Ciencias, Filosofía Iberoamericana. Filosofía Mexicana, Metafísica, Filosofía y Género. Violencia, Identidad y Territorio. Filosofía de la Educación, Filosofía de la Liberación, Teoría Crítica desde las Américas, Filosofía y vida cotidiana, Hermenéutica Analógica, y Salud y Comunidad: Reflexiones filosóficas en tiempos del Coronavirus y otros.

Otro reclamo a favor lo hace La Declaración de París en favor de la Filosofía (1995), que considera el estudiar filosofía: como un derecho de la persona: “Todo individuo debe tener derecho a dedicarse al libre estudio de la filosofía bajo cualquier forma y en cualquier lugar del mundo. La enseñanza de la filosofía debe mantenerse o ampliarse donde ya existe, implantarse donde aún no existe”.

También la UNESCO, en la obra “La Filosofia, una escuela de la libertad” (2011),  reconoce que la Filosofía debe tener un espacio importante en la educación, ya que fomenta el razonar e interpretar el mundo. “La educación filosófica favorece la apertura de espíritu, la responsabilidad cívica, la comprensión y la tolerancia entre los individuos y los grupos y que contribuye de manera importante a la formación de ciudadanos al ejercitar su capacidad de juicio, elemento fundamental de toda democracia”.

Hoy en día la carrera y los cursos de filosofía se consideran un “valor añadido” para las universidades e instituciones de educación superior. En este sentido, la filósofa Marina Garcés enfatiza que: “La Filosofía, como un saber crítico, reflexivo y sistematizado, contribuye a la comprensión racional del ser humano, de la sociedad y el mundo, en un contexto global, a fin de valorar la vida, la libertad, el medio ambiente y buscar la justicia y la humanización solidaria de los seres humanos”.

¡Las universidades e IES del país no pueden quedar exentas de este obligado debate!

Fuente: https://acento.com.do/opinion/ensenar-filosofia-un-debate-obligado-en-las-ies-y-universidades-8937825.html

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Boaventura de Sousa Santos. «O vírus é caótico mas não é democrático»

O mais influente sociólogo português no mundo acabou de publicar um novo livro, «O Futuro Começa Agora, da Pandemia à Utopia». Nesta obra defende que o vírus traz uma mensagem. E que é preciso aprender com as mortes que provoca, para que elas não se repitam.

Diz que foi o livro mais rápido que escreveu.

Foi o livro mais rápido que escrevi, porque foi escrito durante a pandemia para tentar responder às perplexidades que o vírus está a causar em mim e a muita gente. Pela surpresa como a pandemia surgiu e se difundiu. E surpresa também por todo o desconhecimento que havia, nomeadamente dos países mais desenvolvidos que, supostamente, têm mais capacidade científica. Verificou-se que eram os que estavam menos preparados para responder à pandemia. Ficamos na posição dos indígenas do século XVI das Américas.

Quando chegaram os portugueses e os espanhóis eram portadores do vírus da varíola, para qual os indígenas não eram imunes. A nossa diferença é que temos capacidade para tomar outras medidas, não houve essa «guerra biológica», e agora vamos ter vacinas. Mas a verdade é que o país mais desenvolvido do mundo, os Estados Unidos da América, habituado a invadir países, quando foi invadido pelo vírus não produzia as coisas mais elementares que eram máscaras, luvas e outras, como ventiladores.

Escreve a certa altura no livro, que concorda com o historiador Hobsbawm, no sentido que os séculos não começam historicamente no seu primeiro ano e acabam no centésimo, mas começam num acontecimento que abre uma era, e terminam num que a muda. No seu entender, o século XXI não começou com a crise financeira, mas com o aparecimento do coronavírus?

 

A covid-19 muda completamente as nossas formas de relacionamento e de relações sociais, muito mais do que podemos imaginar agora. Por enquanto, estamos na fase aguda da pandemia, numa altura em que só se pensa em resolver a emergência sanitária e conseguir as vacinas. Mas sabemos que o modelo de desenvolvimento que temos atualmente, que é extremamente agressivo para a natureza, destabiliza os habitats dos animais selvagens com a desflorestação da Amazónia, a contaminação dos rios, a ampliação da fronteira agrícola. Ao destabilizar esses habitats, muitos dos vírus que circulam entre os animais selvagens, sem problema nenhum, passam para os humanos que não estão imunes. O que significa que vamos entrar numa época de pandemia intermitente.

Não negligencio a importância que teve a crise financeira, há outros que mencionam, também, o derrube das Torres Gémeas, em 2001, como o princípio do século. Foram momentos importantes, mas não tiveram este impacto, dado que a pandemia atingiu rapidamente todo o mundo, colocando a humanidade no mesmo barco no que diz respeito à infeção. Embora neste navio, aqueles que vão nas cabines superiores, da classe média alta para cima, estão em melhores condições de sobreviver. O vírus é caótico, mas não é democrático. Basta ver as taxas de letalidade, nos EUA e no Brasil, em que negros e pobres são a grande percentagem das vítimas mortais da covid-19. No livro, eu comparo dois bairros da região de São Paulo, o Morumbi, de classe média alta, e o Campo Limpo, uma favela em que vive o Guilherme Bolos. Nesse dois locais a taxa de mortalidade varia entre 2% na localidade mais rica e 60% na mais pobre. Não há comparação possível.

No livro usa a metáfora de que o vírus tem uma inteligência e uma mensagem, que não só nós precisamos de traduzir, mas que até expressa uma pedagogia que temos de perceber.

Acho que ele nos está a ensinar qualquer coisa. É uma pedagogia cruel, como escrevo, ensina, matando. Mas está a dar uma lição que é uma mensagem da natureza, a dizer que se continuarmos com este modelo de desenvolvimento temos de nos preparar para mais pandemias. A vida humana do planeta é 0,01% da vida total da Terra. No entanto, desde, pelo menos, o século XIX, as alterações climáticas e outras mais graves são causadas pela ação humana. Não é a mesma coisa do que os meteoritos que destruíram os dinossauros. Se continuamos com este padrão de consumo, a vida humana está cada vez mais precária e difícil. Como digo na segunda parte do livro, o meu computador poderia durar dez anos, o meu telemóvel podia aguentar o mesmo tempo, o meu relógio poderia durar toda a vida, como duravam antes, mas nós estamos na época da obsolescência programada para maximizar o consumo e garantir os lucros dos super-ricos.

 

O vírus está-nos a ensinar que este modelo é extraordinariamente desequilibrado e põe em causa a nossa sobrevivência. No planeta, vivemos numa faixa relativamente pequena, na qual é possível vida humana. Não estou a falar dos esquimós do Polo Norte, mas das populações que estão em zonas que oscilam entre os 20 negativos, com condições, e os 40 a 45 graus positivos. O que está a acontecer é que esta franja está a diminuir em termos de habitabilidade. Há cada vez mais zonas muito frias e zonas muito mais quentes. O aquecimento global é desigual e cria desequilíbrios. A covid-19 emite um sinal de que não só vamos viver com pandemias intermitentes, como também que teremos, se continuarmos neste caminho, vagas crescentes de refugiados ambientais. É por isso que acho que é errada a metáfora inicial de que estamos numa guerra e que o vírus é o inimigo. Precisamos de vírus e bactérias para viver. O nosso inimigo é as condições em que vivemos que fazem com que estes fenómenos se tornem cada vez mais graves.

Critica o filósofo italiano Agamben pela utilização da ideia da generalização do Estado de exceção, e o filósofo esloveno Žižek pela ideia que o vírus “força” a uma passagem para formas de sociedade mais comunistas. Mas, ao mesmo tempo que critica, vai dizendo que a pandemia facilita uma pulsão autoritária e que para resolvermos esta situação temos de conseguir ter outro paradigma civilizacional.

O meu debate com Agamben tem um aspecto que não se fala muito. Se ler Pasolini, como eu li, nele já existe grande parte daquilo que diz Agamben. Ele aliás foi até actor de Pasolini, na sua juventude. A sua ideia de Estado de excepção não está desligada do facto de quando Pasolini morre ter 33 processos contra ele. A Itália daquele momento tinha, de facto, um comportamento de um Estado de exceção permanente. Mas eu, nesta pandemia, quis distinguir o comportamento do Estado português, por exemplo, e dos estados húngaro, do Azerbeijão e da Índia. Aí os governantes usaram a pandemia para aumentar, sem limites, os seus poderes. Houve estados, como o caso do Brasil, que promoveram um genocídio por ausência de políticas sanitárias.

No caso de Zizek, a minha divergência está em que eu acho que precisamos de um novo paradigma, mas não creio que seja o comunista. Sou um homem das epistemologias do sul, regiões em que a palavra comunismo não significa nada, ou pode confundir-se com o comunalismo de Narendra Modi, que ainda é pior, ou a vida comunal dos povos indígenas. Comunismo foi a solução encontrada na Europa, que temos que analisar, e que não a podemos colocar ao nível do nazismo, como faz a extrema-direita, mas que teve os seus problemas e que necessita de ser reinventado. Eu continuo a ser um socialista, mas um socialista intercultural, que tem de saber lidar com pessoas que não se declaram socialistas, mas que têm os mesmos objectivos do que eu.

Faz algum sentido falar que há um Norte ou um Sul global, quando hoje parece que o capitalismo está em todo o lado? Antigamente líamos o Corto Maltese e havia sempre uma ilha escondida em que tudo podia ser diferente, onde se podia reinventar o mundo longe do resto. Hoje isso é possível?

 

Nos meus últimos trabalhos eu distingo três formas de emergência e de soluções alternativas num tempo de transição: uma são as zonas libertadas; outra são as apropriações contra-hegemónicas, isto é começar a lutar pelos direitos humanos a sério, mas não da forma oficial que é uma espécie de política de hegemonia dominante; e a outra ir buscar às raízes, ruínas e sementes, que é o caso de algumas ideias indígenas que não estão nas Constituições da Bolívia e do Equador. São algumas formas de pensar o futuro. Há um Norte, aquele que comanda a globalização, e as três dominações que eu distingo: o capitalismo, o colonialismo e o patriarcado. As últimas duas, embora com relativa autonomia, estão ao serviço da primeira – o capitalismo. Vê-se que na área da tecnologia dominam cinco empresas que estão nos EUA. No sector financeiro, há 25 empresas que dominam, sobretudo norte-americanas, com algumas europeias. Este Norte e Sul não é definido apenas geograficamente, mas nas relações de poder no sistema mundial.

O Norte e o Sul não está em todo o lado? Quando estamos nas cidades dos EUA invadidas por sem-abrigos, não estamos numa espécie de Sul que está no Norte? E quando estamos no Dubai, no meio dessa espécie de Disneylandia do consumo, não estamos num Norte que está no Sul?

Concordo inteiramente consigo. Digo aliás que há um Sul dentro do Norte e um Norte dentro do Sul. Em determinadas zonas de São Paulo quando se está num restaurante de luxo, estamos no Norte, mas andamos meia dúzia de passos e, de facto, estamos no Sul. Mas isso não se esgota aqui, a relação entre um Norte global e um Sul global mostra a existência de centros de poder e de relações de poder. Basta ver o que se está a passar com a chantagem que está a ser feita com as vacinas. Temos uma política de vacinas que é totalmente imperialista, o que levou António Guterres a dizer que as vacinas deviam ser um bem público mundial. Há países que estão a guardar vacinas, o que é totalmente irracional.

Se o mundo não for todo o vacinado, não interessa nada que o Norte esteja completamente vacinado, porque os executivos do Norte vão a Maputo, ou outro lugar qualquer do Sul, e podem apanhar uma nova variante do vírus para o qual não há ainda vacina. Há Norte e Sul, como há esquerda e direita. Mas temos que os redefinir, tanto epistemicamente como do ponto de vista sociológico. Não é de maneira nenhuma um determinismo geográfico, senão não entendíamos a Rússia, a China e a Coreia do Sul, nem a miséria que existe nos EUA.

Depois da pandemia pode haver uma mudança positiva de sociedade, ou é possível um cenário em que as sociedades tornam-se mais autoritárias e piores?

Sou um sociólogo crítico e luto por uma sociedade melhor. Sou objetivo mas não neutro. No meu livro coloco três cenários. O negacionismo, o não se fazer nada. Se isso acontecer vai chegar-se a esta situação que coloca de os estados tornarem-se mais repressivos, e as democracias podem não subsistir. Esta é a possibilidade que é mais provável neste momento. Depois há aquela solução a que eu chamo o gato pardo, alguma coisa muda para que tudo fique na mesma. É o que vemos com Biden e a UE, que dizem que vão fortalecer os sistemas de saúde, vão voltar ao acordo ambiental de Paris, querem fazer a transição energética e digital. Pretendem fazer alguma coisa, mas muito timidamente. A Europa nem sequer conseguiu negociar as vacinas com as multinacionais farmacêuticas. Este é o paradigma do capitalismo mais inteligente.

Se ler os editoriais do Financial Times desde abril do ano passado, lê que é preciso haver um novo «contrato social» entre outras coisas, mas é evidente que não lhes passa pela cabeça alterar o capitalismo financeiro, nem sequer perdoar as dívidas contraídas pelos países mais pobres durante a pandemia. No meu entender, essa via não vai resolver o essencial. O terceiro cenário é a minha utopia, é o que penso que devíamos fazer. No último capítulo falo de como se pode fazer a transição. Se vamos viver numa pandemia intermitente, temos de mudar muita coisa em termos do paradigma social em que vivemos.

Fuente: https://www.wort.lu/pt/sociedade/boaventura-de-sousa-santos-o-v-rus-e-ca-tico-mas-n-o-e-democr-tico-606ea4e6de135b9236bb5c0b

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Libro PDF: Derecho a la educación y escolarización en América Latina

Felicitas Acosta. [Compiladora]

Mariela Alejandra Acevedo. Felicitas Acosta. Myriam Feldfeber. Pablo Imen. María Mercedes Palumbo. Fernanda Saforcada. Soledad Vercellino. [Autores de Capítulo]
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ISBN 978-987-722-854-0
Ediciones UNGS. CLACSO.
Buenos Aires. Los Polvorines.
Marzo de 2021

*Disponible sólo en versión digital

 

Insignias notorias de la gran tradición de los pensamientos de la emancipación, los conceptos de revolución y de democracia pudieron pensarse en América Latina, durante los tres primeros lustros de este siglo, en sus diversas y auspiciosas combinaciones. En ese clima de ideas, tan distinto del actual, se puso en marcha años atrás el Programa Regional Democracias en Revolución & Revoluciones en Democracia, cuyos grandes motivos no hay ninguna razón para abandonar y cuyo capítulo argentino se complace en presentar sus resultados por medio de esta serie de libros colectivos.

La extensión del derecho a la educación en América Latina forma parte del debate contemporáneo acerca de la escolarización. Las reformas educativas de la última parte del siglo XX y comienzos del siglo XXI en la región acompañaron dicho debate: sanción de nuevas leyes, cambios en la estructura de los sistemas educativos, reformas curriculares, revisión de la enseñanza en el aula, modificación de la formación docente son algunas de las maneras que adoptan estas reformas. Las modificaciones en los sistemas educativos también se encuentran atravesadas por la emergencia de nuevos actores, temas y formas de intervención: desde las pruebas internacionales estandarizadas, la participación de la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, hasta la introducción de contenidos vinculados con cuestiones de género y sexualidad. Este libro reúne trabajos que intentan dar cuenta del conjunto de cambios mencionados desde diferentes perspectivas: histórica, política, filosófica y pedagógica. Reúne también los artículos premiados del concurso de ensayos CLACSO-UNGS sobre el derecho a la educación en el marco del Eje Educación del programa Democracias en revolución/Revoluciones en democracia.

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