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El odio al indio

 

El fascismo, el odio racial, no sólo es la expresión de una revolución fallida sino, paradójicamente también en sociedades postcoloniales, el éxito de una democratización material alcanzada.

Como una espesa niebla nocturna, el odio recorre vorazmente los barrios de las clases medias urbanas tradicionales de Bolivia. Sus ojos rebalsan de ira. No gritan, escupen; no reclaman, imponen. Sus cánticos no son de esperanza ni de hermandad, son de desprecio y discriminación contra los indios. Se montan en sus motos, se suben a sus camionetas, se agrupan en sus fraternidades carnavaleras y universidades privadas y salen a la caza de indios alzados que se atrevieron a quitarles el poder.

En el caso de Santa Cruz organizan hordas motorizadas 4×4 con garrote en mano a escarmentar a los indios, a quienes llaman “collas”, que viven en los barrios marginales y en los mercados. Cantan consignas de que “hay que matar collas”, y si en el camino se les cruza alguna mujer de pollera la golpean, amenazan y conminan a irse de su territorio. En Cochabamba organizan convoyes para imponer su supremacía racial en la zona sur, donde viven las clases menesterosas, y cargan -como si fuera un destacamento de caballería- sobre miles de mujeres campesinas indefensas que marchan pidiendo paz. Llevan en la mano bates de béisbol, cadenas, granadas de gas; algunos exhiben armas de fuego. La mujer es su víctima preferida; agarran a una alcaldesa de una población campesina, la humillan, la arrastran por la calle, le pegan, la orinan cuando cae al suelo, le cortan el cabello, la amenazan con lincharla, y cuando se dan cuenta de que son filmadas deciden echarle pintura roja simbolizando lo que harán con su sangre.

En La Paz sospechan de sus empleadas y no hablan cuando ellas traen la comida a la mesa. En el fondo les temen, pero también las desprecian. Más tarde salen a las calles a gritar, insultan a Evo y, con él, a todos estos indios que osaron construir democracia intercultural con igualdad. Cuando son muchos, arrastran la Wiphala, la bandera indígena, la escupen, la pisan la cortan, la queman. Es una rabia visceral que se descarga sobre este símbolo de los indios al que quisieran extinguir de la tierra junto con todos los que se reconocen en él.

El odio racial es el lenguaje político de esta clase media tradicional. De nada sirven sus títulos académicos, viajes y fe porque, al final, todo se diluye ante el abolengo. En el fondo, la estirpe imaginada es más fuerte y parece adherida al lenguaje espontáneo de la piel que odia, de los gestos viscerales y de su moral corrompida.

Todo explotó el domingo 20, cuando Evo Morales ganó las elecciones con más de 10 puntos de distancia sobre el segundo, pero ya no con la inmensa ventaja de antes ni el 51% de los votos. Fue la señal que estaban esperando las fuerzas regresivas agazapadas: desde el timorato candidato opositor liberal, las fuerzas políticas ultraconservadoras, la OEA y la inefable clase media tradicional. Evo había ganado nuevamente pero ya no tenía el 60% del electorado; estaba más débil y había que ir sobre él. El perdedor no reconoció su derrota. La OEA habló de “elecciones limpias” pero de una victoria menguada y pidió segunda vuelta, aconsejando ir en contra de la Constitución, que establece que si un candidato tiene más del 40% de los votos y más de 10% de votos sobre el segundo es el candidato electo. Y la clase media se lanzó a la cacería de los indios. En la noche del lunes 21 se quemaron 5 de los 9 órganos electorales, incluidas papeletas de sufragio. La ciudad de Santa Cruz decretó un paro cívico que articuló a los habitantes de las zonas centrales de la ciudad, ramificándose el paro a las zonas residenciales de La Paz y Cochabamba. Y entonces se desató el terror.

Bandas paramilitares comenzaron a asediar instituciones, quemar sedes sindicales, a incendiar los domicilios de candidatos y líderes políticos del partido de gobierno. Hasta el propio domicilio privado del presidente fue saqueado; en otros lugares las familias, incluidos hijos, fueron secuestrados y amenazados de ser flagelados y quemados si su padre ministro o dirigente sindical no renunciaba a su cargo. Se había desatado una dilatada noche de cuchillos largos, y el fascismo asomaba las orejas.

Cuando las fuerzas populares movilizadas para resistir este golpe civil comenzaron a retomar el control territorial de las ciudades con la presencia de obreros, trabajadores mineros, campesinos, indígenas y pobladores urbanos -y el balance de la correlación de fuerzas se estaba inclinando hacia el lado de las fuerzas populares- vino el motín policial.

Los policías habían mostrado durante semanas una gran indolencia e ineptitud para proteger a la gente humilde cuando era golpeada y perseguida por bandas fascistoides. Pero a partir del viernes, con el desconocimiento del mando civil, muchos de ellos mostraron una extraordinaria habilidad para agredir, detener, torturar y matar a manifestantes populares. Claro, antes había que contener a los hijos de la clase media y, supuestamente, no tenían capacidad; sin embargo ahora, que se trataba de reprimir a indios revoltosos, el despliegue, la prepotencia y la saña represiva fueron monumentales. Lo mismo sucedió con las Fuerzas Armadas. Durante toda nuestra gestión de gobierno nunca permitimos que salieran a reprimir las manifestaciones civiles, ni siquiera durante el primer golpe de Estado cívico del 2008. Y ahora, en plena convulsión y sin que nosotros les preguntáramos nada, plantearon que no tenían elementos antidisturbios, que apenas tenían 8 balas por integrante y que para que se hagan presentes en la calle de manera disuasiva se requería un decreto presidencial. No obstante, no dudaron en pedir/imponer al presidente Evo su renuncia rompiendo el orden constitucional. Hicieron lo posible para intentar secuestrarlo cuando se dirigía y estaba en el Chapare; y cuando se consumó el golpe salieron a las calles a disparar miles de balas, a militarizar las ciudades, asesinar a campesinos. Y todo ello sin ningún decreto presidencial. Para proteger al indio se requería decreto. Para reprimir y matar indios sólo bastaba obedecer lo que el odio racial y clasista ordenaba. Y en sólo 5 días ya hay más de 18 muertos, 120 heridos de bala. Por supuesto, todos ellos indígenas.

La pregunta que todos debemos responder es ¿cómo es que esta clase media tradicional pudo incubar tanto odio y resentimiento hacia el pueblo, llevándola a abrazar un fascismo racializado y centrado en el indio como enemigo?¿Cómo hizo para irradiar sus frustraciones de clase a la policía y a las FF. AA. y ser la base social de esta fascistización, de esta regresión estatal y degeneración moral?

Ha sido el rechazo a la igualdad, es decir, el rechazo a los fundamentos mismos de una democracia sustancial.

Los últimos 14 años de gobierno de los movimientos sociales han tenido como principal característica el proceso de igualación social, la reducción abrupta de la extrema pobreza (de 38 al 15%), la ampliación de derechos para todos (acceso universal a la salud, a educación y a protección social), la indianización del Estado (más del 50% de los funcionarios de la administración pública tienen una identidad indígena, nueva narrativa nacional en torno al tronco indígena), la reducción de las desigualdades económicas (caída de 130 a 45 la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres); es decir, la sistemática democratización de la riqueza, del acceso a los bienes públicos, a las oportunidades y al poder estatal. La economía ha crecido de 9.000 millones de dólares a 42.000, ampliándose el mercado y el ahorro interno, lo que ha permitido a mucha gente tener su casa propia y mejorar su actividad laboral.

Pero esto dio lugar a que en una década el porcentaje de personas de la llamada “clase media”, medida en ingresos, haya pasado del 35% al 60%, la mayor parte proveniente de sectores populares, indígenas. Se trata de un proceso de democratización de los bienes sociales mediante la construcción de igualdad material pero que, inevitablemente, ha llevado a una rápida devaluación de los capitales económicos, educativos y políticos poseídos por las clases medias tradicionales. Si antes un apellido notable o el monopolio de los saberes legítimos o el conjunto de vínculos parentales propios de las clases medias tradicionales les permitía acceder a puestos en la administración pública, obtener créditos, licitaciones de obras o becas, hoy la cantidad de personas que pugnan por el mismo puesto u oportunidad no sólo se ha duplicado -reduciendo a la mitad las posibilidades de acceder a esos bienes- sino que, además, los “arribistas”, la nueva clase media de origen popular indígena, tiene un conjunto de nuevos capitales (idioma indígena, vínculos sindicales) de mayor valor y reconocimiento estatal para pugnar por los bienes públicos disponibles.

Se trata, por tanto, de un desplome de lo que era una característica de la sociedad colonial: la etnicidad como capital, es decir, del fundamento imaginado de la superioridad histórica de la clase media por sobre las clases subalternas porque aquí, en Bolivia, la clase social sólo es comprensible y se visibiliza bajo la forma de jerarquías raciales. El que los hijos de esta clase media hayan sido la fuerza de choque de la insurgencia reaccionaria es el grito violento de una nueva generación que ve cómo la herencia del apellido y la piel se desvanece ante la fuerza de la democratización de bienes. Así, aunque enarbolen banderas de la democracia entendida como voto, en realidad se han sublevado contra la democracia entendida como igualación y distribución de riquezas. Por eso el desborde de odio, el derroche de violencia; porque la supremacía racial es algo que no se racionaliza, se vive como impulso primario del cuerpo, como tatuaje de la historia colonial en la piel. De ahí que el fascismo no sólo sea la expresión de una revolución fallida sino, paradójicamente también en sociedades postcoloniales, el éxito de una democratización material alcanzada.

Por ello no sorprende que mientras los indios recogen los cuerpos de alrededor de una veintena de muertos asesinados a bala, sus victimarios materiales y morales narran que lo han hecho para salvaguardar la democracia. Pero en realidad saben que lo que han hecho es proteger el privilegio de casta y apellido.

El odio racial solo puede destruir; no es un horizonte, no es más que una primitiva venganza de una clase histórica y moralmente decadente que demuestra que, detrás de cada mediocre liberal, se agazapa un consumado golpista.

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262565

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La 4t, sin proyecto para la SEP

Por: Lev M Velásquez Barriga.

 

Los movimientos de transformación latinoamericanos que instituyeron gobiernos progresistas se hicieron acompañar a su vez de procesos educativos; ninguno logró desvincularse por completo de los preceptos hegemonizados mediante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura o más recientemente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pero sí le imprimieron un sello propio a la educación, recuperando de su historia la tradición liberadora, nacionalista e indígena en algunos casos.

De modo que el ideario pedagógico de José Martí, Simón Rodríguez o de las cosmovisiones de los pueblos originarios andinos se plasmó en las constituciones cubana, venezolana y boliviana, abriendo posibilidades a nuevos aprendizajes más cercanos a las necesidades populares y al fortalecimiento de las rutas para la democratización de cada país.

Sin embargo, la forma en cómo ha evolucionado hasta el momento el proceso fallido para la cancelación de la reforma neoliberal y la construcción de una nueva propuesta educativa, luego de 100 días de la llegada de este gobierno que se autoproclamó como la Cuarta Transformación de la vida nacional, como la síntesis de las luchas históricas del pueblo mexicano por su independencia, su autonomía y su emancipación social, podemos decir que no han aportado nada propio en la educación básica y ni siquiera transcendente en nuestro país que dé continuidad a ese ciclo de transformaciones profundas.

Lo que está sucediendo en la Cámara de Diputados es un síntoma de esta falta de proyecto propio y de compromiso histórico. El titular de la Secretaría de Educación, las y los legisladores de lo que fue la coalición Juntos Haremos Historia están pactando con la derecha parlamentaria una reforma educativa que sería aprobada sin mayores compli-caciones en el pleno legislativo; el planteamiento de decreto de la reforma castra su propia propuesta de Cuarta Transformación que se había convertido en el sello narrativo de la política del nuevo gobierno.

La iniciativa de origen del presidente López Obrador pretendió introducir al texto constitucional que el objetivo del derecho a la educación sería el bienestar social y no la calidad como versa la ley vigente; sin embargo, en el acuerdo PT-Morena con los partidos del Pacto por México se niega lo que hubiera sido su aportación a la educación nacional y afianza el concepto de educación de excelencia, parafraseando la noción de calidad que ya se encuentra en la Constitución actual y desechando la recomendación de varios académicos de las instituciones más importantes del país que hicieron público su rechazo a ese término en las sesiones del parlamento abierto.

Los congresistas de la Cuarta Transformación no sólo están traicionando su proyecto, sino que además están aceptando reproducir y mejorar los dispositivos de la educación neoliberal. No quiero desestimar la propuesta para desvincular la evaluación de la permanencia, lo cual me parece un importante avance, pero sí señalar que, distinto a la iniciativa del jefe del Ejecutivo federal, están acordando mantener en el artículo tercero el régimen de excepción laboral para los maestros, como no se había hecho con ninguna otra profesión en el país.

Sobre el ente descentralizado para sustituir al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que aparece en el proyecto de decreto de la reforma educativa, no sólo es que cambie de nombre, además se refuerza y amplían sus funciones para adentrar y avalar a las instituciones privadas en el negocio de la certificación educativa; por un lado garantiza su independencia del gobierno sin que necesariamente se haga referencia a su total autonomía y por otro abre nuevos espacios en su estructura orgánica para la intromisión directa de los mercaderes de la educación.

Llama la atención que la derecha parlamentaria asegura su participación decisiva para negociar el nombramiento de los integrantes del nuevo instituto, que para ser elegidos tendrían que contar con el aval de dos terceras partes del Senado

Así anularían las potencialidades que tendrían los congresistas de la Cuarta Transformación contando con mayoría relativa.

En lo que respecta a las responsabilidades del Poder Ejecutivo federal y de la Secretaría de Educación, tampoco han realizado cambios sustanciales; las medidas anunciadas por Esteban Moctezuma Barragán en su mensaje a la última reunión mensual de los Consejos Técnicos Escolares resultaron tibias y conservadoras; ciertamente la reducción de la carga administrativa es una cuestión necesaria, no obstante impera ahí una lógica eficientista y no un cambio de rumbo de la educación. Lo mismo sucedió con los programas gubernamentales que acompañaron la reforma de Enrique Peña Nieto y que en la actualidad siguen avanzando ¿Dónde están los nuevos programas de educación básica para el bienestar que desplazarían a la educación de calidad?

Para concluir, reitero lo que dije en este mismo espacio de La Jornada hace dos meses, pero con mayor urgencia porque los tiempos para aprobar un nuevo artículo tercero están encima: sin la reanimación de las voces críticas y de las fuerzas democráticas opositoras a la reforma educativa neoliberal, el gobierno y los legisladores del Cuarta Transformación definirán el rumbo de la educación con la derecha parlamentaria y con la OCDE a espaldas de lo que se expresó en las urnas, en los foros de consulta y ahora en el parlamento abierto.

Fuente del artículo: https://www.jornada.com.mx/2019/03/17/opinion/007a1pol

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Ideas para la democratización del SNTE

*Rogelio Alonso

La democracia, como es bien sabido, no se limita únicamente al ámbito de elección de alguna autoridad o representante, sino que va más allá: debería permear en el funcionamiento de la estructura misma de una organización. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), sin duda, debe pulir muchos elementos tanto de sus procesos electorales, como de la dinámica misma de la organización. Para reflexionar sobre ello, en cuanto al primer aspecto, se retomará la forma en que se eligen a los Comités Ejecutivos Seccionales, mientras que en el segundo, el papel de los Representantes de Escuela y los Comités Ejecutivos Delegacionales.
En cuestión electoral, las prácticas del SNTE tienen que buscar la manera de perfeccionar dos aspectos: la forma en que se emiten los sufragios y el valor que tiene cada uno de ellos. Hay una situación que ilustra ampliamente el primer aspecto: los miembros de un Comité Ejecutivo Seccional saliente tienen derecho a participar y votar individualmente en el congreso en el que se elige a la nueva dirigencia sindical, por el contrario, el resto del magisterio tiene que depositar sus intenciones electorales en un intermediario: un comité delegacional. Así pues, los miembros de los Comités Ejecutivos Seccionales tienen el privilegio de sufragar directamente, mientras que el resto del magisterio tiene que hacerlo de manera indirecta a través de un intermediario.
El depósito de las intenciones de voto en un delegado puede traer además otro riesgo. En términos democráticos, existe un vicio al cual se le conoce como “tiranía de las mayorías”: cuando los intereses de las mayorías se imponen, anteponiendo precisamente el principio de las mayorías, pero además, someten y erradican a los de las minorías. Algo similar sucede cuando los trabajadores eligen delegados para que sean ellos quienes con su voto representen sus intenciones. Esto trae consigo un riesgo inminente para la democracia sindical: la intrascendencia de los intereses electorales diferentes a los del conjunto de delegados. Así pues, sólo por ejemplificar, puede que en una delegación de 500 trabajadores, 200 no simpaticen con las preferencias electorales de los delegados y, al votar éstos en función de lo que diga la mayoría de su delegación, los 200 trabajadores en cuestión (que fungen como minoría) serán ignorados electoralmente. De este modo, las prácticas electorales sindicales, en algunos de sus niveles, favorecen prácticas tiránicas de las mayorías.
Como se mencionó anteriormente, las prácticas electorales del SNTE también, en algunos niveles, representan un agravio a un principio democrático elemental: la igualdad en el valor de los sufragios. Así pues, por ejemplo, en las elecciones de los nuevos Comités Ejecutivos Seccionales, las intenciones electorales de un miembro del comité saliente tiene valor de un voto, mientras que la del resto del magisterio, se aglutinan en un voto depositado por el delegado o conjunto de delegados.   De este modo, surge un cuestionamiento evidente: ¿por qué la intención de un miembro del Comité vale un voto, mientras que la intención de decenas de maestros tiene el mismo valor al ser emitida por el voto de un delegado o un conjunto de delegados? De este modo, se puede decir que en algunas prácticas electorales sindicales (no en todas), el voto de algún integrante del Comité Seccional tiene un valor infinitamente superior al de un profesor de la base.
La situación anterior deriva además en una condición poco favorable para la vida democrática: dificultades para suscitar procesos de alternancia. Al tener un peso mayor el de los integrantes de los miembros de los Comités Ejecutivos Seccionales salientes, quienes tienen pase directo a los congresos extraordinarios para elección de autoridades sindicales y votan de manera individual y directa, es evidente que tienen mayor trascendencia en la decisión electoral que la organización tome. De esta manera, el interés de este grupo tendrá mayor peso en las urnas que el de los trabajadores de la base, lo que lógicamente podría traer consigo la continuidad excesiva en los puestos de gobierno sindical por personas afines a un mismo grupo. Los sanos procesos de alternancia de una institución democrática, sin duda se pudieran alcanzar, entre otros factores, mediante la práctica del voto individual y directo en la elección de las más altas jerarquías de gobierno sindical.
Uno de los pilares de la democracia es la participación activa de la mayor cantidad posible de los miembros de una organización, de modo que el diálogo, las decisiones y las acciones no siempre estén centralizadas en las altas jerarquías de gobierno sindical. En cuanto a esto, vale la pena que la dinámica organizacional del SNTE revitalice dos instancias básicas: los Representantes de Escuela y los Comités Ejecutivos Delegacionales. En cuanto a los primeros, actualmente algunos miembros del Comité Ejecutivo Seccional han usurpado algunas de las atribuciones que de acuerdo al Estatuto vigente de la organización tienen los representantes de centros escolares, tales como servir de enlace entre sus representados y los órganos de gobierno sindical. Aunado, a lo anterior, se han descuidado y, en algunos casos, prácticamente olvidado, algunas funciones trascendentales de los Representantes de Escuela, tales como la participación en reuniones bimestrales con sus homólogos de otros planteles y el Comité Ejecutivo Seccional, además de celebrar reuniones de trabajo con sus compañeros de plantel.
En relación a los Comités Ejecutivos Delegacionales, desafortunadamente su participación en el funcionamiento de la organización se ha ido limitando hasta, en algunos lamentables casos, servir únicamente para la organización de eventos sociales. En algunos casos, esta instancia sindical ha dejado de ejercer facultades importantes que le adjudican el Estatuto sindical, tales como la atención y trámite de asuntos y conflictos de trabajo, la gestión de plazas, prestaciones laborales y profesionales destinadas a los miembros de la Delegación, la creación de grupos de estudio, culturales o científicos, la demande de la eficiencia de los servicios médicos para los miembros de la agrupación, etc. Así pues, se observa que, contrario a los principios democráticos, las facultades importantes de algunas instancias de la organización sindical, tales como los Representantes de Escuela y los Comités Ejecutivos Delegacionales, han sido arrebatadas por miembros de la misma organización sindical. La vida democrática y la participación dentro de la dinámica organizacional del SNTE no debe iniciar desde las más altas jerarquías, sino a la inversa, debiendo replantearse de modo que las instancias de representación más cercanas a las bases tengan una trascendencia real en el funcionamiento de la organización.
En suma, considerando situaciones como las que en este escrito se han enunciado, es evidente que si se pretende hablar de un sindicato democrático, el SNTE debe subsanar algunas prácticas que impiden una democratización plena de la organización. Lo anterior sin duda pasaría no sólo por la modificación de los estatutos sindicales, sino, además, por la vigorización de los ya existentes. En materia electoral, deben buscarse los mecanismos para hacer que el voto individual y directo de cada miembro de la organización sea el vehículo para la elección de autoridades sindicales de alta jerarquía.  Si bien la figura de un delegado es –o debería ser– importante en diversas tareas sindicales, no debería ser el depositario de los votos de la base, pues éstos se simplifican en un solo sufragio perdiendo drásticamente su valor matemático y, además, corriendo el riesgo de contaminación de los intereses de las mayorías.  Al practicar el sufragio individual y directo, se estaría también eludiendo uno de los efectos negativos de la vida democrática: la tiranía de las mayorías, es decir, la relegación de quienes piensan diferente a los grupos mayoritarios.
En cuanto al funcionamiento de la organización sindical se deben fortalecer y hacer valer las facultades que tienen las diferentes instancias de representación, sobre todo aquellas más cercanas a las bases, tales como los Representantes de Escuela y los Comités Ejecutivos Delegacionales. De esta manera, al ampliar las posibilidades de acción para más actores, sin duda la vida democrática del sindicato se acrecentaría, evitando la centralización del diálogo y la toma de decisiones en los más altos puestos de gobierno y así generando un mayor interés de la base en el acontecer de la vida sindical.
*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 
Twitter: @proferoger85
REFERENCIAS
SNTE. Estatuto. México: Autor, 2013.
Fuente del Artículo:
http://www.educacionfutura.org/ideas-para-la-democratizacion-del-snte/
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En CLACSO vamos juntos a dar ejemplo democrático a las sociedades latinoamericanas y caribeñas

Por Luis Bonilla-Molina

El Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales tendrá en noviembre de 2018 la elección de su Secretario General. CLACSO es la más grande organización de las Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe y una referencia académica internacional, así que esta elección tendrá especial significación en una región y mundo en el cual la cultura democrática se ve asediada por propuestas y prácticas autoritarias de gobernabilidad. Mi llamado es a continuar siendo consecuentes con el pensamiento que desde las Ciencias Sociales regionales hemos construido, pedagogizando el ejercicio político en una institución que cuenta ya con cincuenta años de recorrido, aglutina a las más destacadas referencias éticas de las ideas y está presente en los más importantes centros de investigación y reflexión. Como todos y todas conocen, he colocado mi nombre como candidato a ocupar el cargo en elección, comprometiéndome a alimentar periódicamente con ideas y propuestas, el camino electoral de la organización que nos cobija.  En esta oportunidad sugiero lo siguiente:

  1. Tiempo de retomar el pensamiento republicano

En estos cincuenta años CLACSO forma parte de la historia de una América Latina y el Caribe que ha luchado por abrir cauces a la democracia, ante los poderosos del mundo que sólo ven en nuestra región un territorio y pueblo para neocolonizar. La brega no ha sido fácil, ha tenido retrocesos y avances, pero CLACSO siempre ha estado al lado de quienes exigimos, demandamos y construimos democracia. El argumento ha sido una y otra vez, nuestro derecho a contar con repúblicas independientes, en las cuales sus ciudadanos decidan el destino y no una élite gobernante. En ese camino hemos visto como la democracia intentó ser disfrazada de sucesiones o designaciones a dedo, en unos casos por parte de círculos económicos poderosos en otros por cogollos partidarios que pretendían decidir por el colectivo; en cada uno de estos casos desde CLACSO no sólo denunciamos sino forjamos ideas para alimentar las demandas de más democracia. En consonancia, debemos aprovechar este proceso electoral en CLACSO para renovar nuestros discursos y prácticas democráticas internas, no sólo para enseñar con el ejemplo sino también como una oportunidad para elaborar narrativas y facilitar la eclosión de paradigmas que sean útiles para las y los ciudadanos de nuestras sociedades quienes nos interrogan respecto a cómo será el ejercicio democrático en el siglo XXI.

  1. Un debate de ideas, no de firmas y del aparato burocrático

Para lograr este propósito tenemos una oportunidad irrepetible, nuestro propio proceso electoral. Cada uno de las y los investigadores, profesores y científicos sociales que integramos CLACSO participamos a diario en los debates políticos que se dan en nuestras sociedades, en los cuáles desde distintos ángulos y posiciones ideológicas, demandamos justicia social, democracia, equidad, defensa del débil jurídico y la derrota de cualquier forma de exclusión. Lo hacemos sin otro recurso que las ideas y de manera cotidiana vivimos el drama de ver cómo esas ideas muchas veces son ahogadas por los amos del poder, quienes directa o indirectamente, usando cualquier tipo de subterfugio, trabajan para silenciar el pensamiento crítico. Por ello, quienes reivindicamos una perspectiva cuestionadora del orden dominante basado en la fuerza del poder, tenemos que aprovechar cada espacio en el que participemos para construir mayores niveles de democracia, debate de ideas, caminos de consenso y diálogo que nos permitan crecer como institución a la par de prestar un aporte práctico y concreto al desarrollo democrático en la región.

Por ello, propongo qué desde febrero de 2018, el Comité Directivo de CLACSO organice foros y debates entre los pre candidatos a la Secretaría General, quienes ya nos asomamos y anunciamos nuestra disposición a colocar nuestros nombres para la elección de noviembre de 2018. No podemos caer en la tentación en replicar prácticas negativas que se dan en el mundo de lo político partidario en nuestras sociedades, al contrario, la elección en CLACSO no puede ser una guerra de spot publicitarios, recolección de firmas de apoyo sin un debate previo, ni la muestra de respaldo a una u otra candidatura por parte de un sector de la organización. Solo las ideas, el debate y la reflexión abierta y respetuosa puede garantizar que salgamos más fortalecidos de este proceso electoral.  Tenemos el derecho y el deber de contribuir a fortalecer nuestra institución en la actual coyuntura mundial y eso solo se puede lograr facilitando los mecanismos para que nos gobiernen las ideas, el pensamiento crítico.

  1. Comité Directivo garante de la democracia interna

En CLACSO siempre hemos sumado nuestra voz a la de quienes reclaman el uso abusivo del poder por parte de los que gobiernan nuestras sociedades. No ha sido fácil, porque quienes hacen uso de las extra limitaciones del poder no suelen dar la cara, se esconde en terceros y posiciones subalternas que favorecen al sostenimiento de sus intereses, pero siempre hemos contado con la inteligencia colectiva para identificarlos y denunciarlos. En ese camino hemos coincidido unos y mantenido diferencias otros, pero siempre hemos procurado garantizar que todas las voces se expresen en igualdad de condiciones. En este proceso electoral interno el Comité Directivo debe convertirse en el garante de igualdad de condiciones para todos y todas, independientemente de su posición sobre la sociedad o la vida interna de la institución. Debemos ser cuidadosos(as) que las figuras públicas de autoridad de la institución si aparecen al lado de una pre candidata o candidato, igualmente lo hagan al lado de los y las restantes, que el uso de los espacios y recursos institucionales se den en igualdad de condiciones en este proceso que ya se ha hecho abierto con precandidaturas declaradas. Compañeros del Comité Directivo de CLACSO ustedes siempre, sabiamente han conducido colectivamente a la institución con igualdad de derechos y oportunidades para todos y todas, garantizando equidad y justicia. Por ello renuevo mi confianza plena respecto a qué en esta oportunidad, ustedes se convertirán en los garantes de derechos iguales para hombres y mujeres libres e iguales.

  1. Padrón electoral disponible desde ya

En este sentido, es muy importante garantizar a la mayor brevedad posible el acceso al padrón electoral, distinguiendo el estatus legal de cada uno de los centros y sus representantes. En el Reglamento existe un periodo de presentación oficial de los habilitados para votar, pero estaríamos ampliando la visión expresada en el instrumento normativo interno, si desde febrero de este año, cada mes actualizamos este estatus, en la ruta al cronograma electoral ya publicado. Todo lo que sea ampliación democrática de la vida interna debe no solo ser permitido sino estimulado.

  1. Usar el desarrollo tecnológico de la tercera revolución industrial para radicalizar la democracia interna

Frente al crecimiento de CLACSO que nos ha llevado a ser varios centenares de instituciones trabajando de manera mancomunada, es urgente desarrollar una plataforma tecnológica que permita avanzar en una dinámica de gobierno consultivo, de participación permanente, de radicalización democrática de nuestra institución. Aprovechemos el proceso electoral para avanzar en la recolección y procesamiento de las expectativas, necesidades y opiniones de la red de centros miembros. Compañeros del Comité directivo ustedes tienen la palabra, podemos comenzar con un foro web abierto u otro sistema similar, que permita visibilizar por igual a todos, que amplíe las voces emergentes, que incluya perspectivas diversas, de género, raciales, territoriales.  Es hora de abrir los procesos de toma de decisiones, de transparentar la vida interna de CLACSO.

Finalmente reitero mi disposición a continuar como precandidato y en su momento candidato, a la secretaria general de CLACSO, trabajando para que esta elección sea expresión del vigor y actualidad de las ideas que siempre han distinguido a nuestra institución.

Es auténtico

Luis Bonilla-Molina

+584141417014

Luis Bonilla-Molina es Actualmente es el CEO del portal de los maestros y maestras http://www.otrasvoceseneducacion.org  Coordinador Internacional de la RED GLOBAL/GLOCAL POR LA CALIDAD EDUCATIVA. Director Nacional de Venezuela ante el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE-UNESCO). Miembro fundador e integrante de la Directiva de la Sociedad Iberoamericana de Educación Comparada (SIBEC). Investigador miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), como Presidente de Centro Miembro (CIM). Profesor universitario. Investigador perteneciente al Programa de Estimulo al Investigador y al Innovador (PEII). Investigador miembro de Latin American Studies Association (LASA). Es el primer venezolano en integrar el International Task Force on Teachers for Education for All de UNESCO. Presidente del Consejo del IESALC (UNESCO) 2015-2017, integrante del CA IESALC UNESCO. Así mismo, Director y Coordinador del Programa de entrevistas para redes sociales e investigadores sobre calidad de la educación y otros temas de ciencias sociales: La otra mirada. Es el Presidente fundador de la Sociedad Venezolana de Educación Comparada (SVEC), Organización miembro del World Council of Comparative Education Societies. Usuario y colaborador permanente de la lista internacional especializada EDU-COMP.  Coordinador General de la Maestría en educación Comparada del ALBA. Director – editor de la Revista COMUNA. Integrante del Autor de diecisiete publicaciones sobre educación y política; su más reciente trabajo publicado se titula: Calidad de la Educación: ideas para seguir transformando la educación.

Web personal: https://luisbonillamolina.wordpress.com

CEO (Director Ejecutivo)  de la Web de trabajo colectivo: http://otrasvoceseneducacion.org/

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Entrevista con César Cernuda: «La transformación digital democratizará la sociedad»

30 Julio 2017/Fuente: abc/Autor: YOLANDA GÓMEZ ROJO

César Cernuda, que presume de su origen asturiano pese a que buena parte de su vida profesional la ha desarrollado fuera de España e incluso fuera de Europa, es el español que más alto ha llegado en Microsoft. Desde hace un año es el presidente de la multinacional tecnológica para Iberoamérica y vicepresidente corporativo del grupo. Cernuda habla con pasión de las oportunidades que se abren con la cuarta revolución industrial aunque reconoce, eso sí, algunos de sus riesgos.

—Los dos ciberataques globales que hemos sufrido en los últimos meses nos han hecho tomar conciencia de lo vulnerables que somos. ¿Se puede hacer algo para protegernos de estos ataques?

—Siempre ha habido buenos y malos. Vivimos en un mundo conectado, donde todos queremos acceder a la información desde cualquier dispositivo, desde cualquier lugar, en un mundo de una movilidad total y en este entorno surge la discusión sobre la ciberseguridad. Es un tema muy serio en el que no solo los fabricantes de tecnología tienen responsabilidades. Todos tenemos responsabilidades y obligaciones: los fabricantes, la administración, los medios de comunicación: ayundando e informando a la gente de cómo estar más protegidos y los propios usuarios siendo capaces de seguir los procesos de actualización. Hoy no podemos estar utilizando tecnologías de hace 10 o 15 años.

—¿Actualizando los equipos estamos seguros?

—La seguridad total no existe. Nadie nos la puede garantizar. El reto está en ser capaces de estar lo más protegidos posibles, anticiparnos a ellos y reaccionar con rapidez en el momento en el que se producen. Desde ese punto de vista, en Microsoft invertimos 1.000 millones de dólares al año en I+D en temas de seguridad. Y esa seguridad la incluimos en nuestras nuevas tecnologías.

—¿Hemos aprendido alguna lección de estos ciberataques?

—Desgraciadamente creo que solo hemos visto la punta del iceberg. Hemos sufrido dos ciberataques globales, pero veremos más; algunos organizados y otros no tanto, en los que van a intentar entrar en los sistemas para robar información, datos, etc. Hay quien dice que el nuevo sistema monetario es el mundo del dato. Y creo que los ciberataques que hemos sufrido han servido para concienciar más a las personas y a las empresas de la importancia de tener entornos seguros de trabajo y la importancia de la tecnología para dar esa seguridad.

—¿Y cómo compaginamos los derechos fundamentales de las personas, sobre todo el derecho a la intimidad, la privacidad, con unas tecnologías que lo saben absolutamente todo de nosotros? ¿Dónde está el límite?

—Privacidad y seguridad van relacionados. En Microsoft invertimos mucho en educación. Vamos a los colegios a dar cursos de formación para que los chavales aprendan a utilizar las redes sociales y a mejorar su seguridad. Pero también hablamos de la privacidad. Cuando usamos los servicios on line tenemos que ser conscientes de qué es lo que estamos autorizando a usar a los proveedores. E incluso tenemos que ser conscientes de lo que queremos o no compartir. El tema de la seguridad y privacidad de los datos es algo muy importante donde cada vez va a ver más concienciación, y en Microsoft estamos muy comprometidos con ello.

—¿Es también cuestión de legislación?

—No solo es cuestión de legislación, que esperamos que todo el mundo la cumpla, sino de modelos de negocio. Hay compañías que tienen como modelo de negocio comercializar los datos que obtienen de sus clientes para venderlos, y otras compañías, como la nuestra, que lo que hacen es ofrecer plataformas a nuestros clientes para que ellos puedan tener esos datos y con ello hacer una mejor gestión de sus modelos económicos.

—Todo el mundo habla de la cuarta revolución industrial que es, sin duda, la revolución digital. ¿Es esta revolución una amenaza o una oportunidad?

—Sin lugar a dudas es una oportunidad. La transformación digital va a democratizar la sociedad, porque va a aumentar las oportunidades para las personas y para las pequeñas empresas. Durante muchos años yo he trabajado fuera de España y siempre me he preguntado la diferencia entre los países desarrollados y los emergentes. Hace años fue director de pymes en España y también me preguntaba qué diferencia hay entre las pymes y las grandes compañías. Y siempre he dicho que los objetivos de unos y otros siempre son los mismos: ser capaces de facturar más, gastar menos, ganar más dinero y dar mejor servicio a sus clientes. ¿Y cómo lo conseguimos o lo logramos? La diferencia entre la inversión en I+D de una gran empresa de los países desarrollados o de los emergentes no es mucha. La brecha digital está en las pequeñas y medianas empresas. Históricamente una pequeña empresa para acceder a la tecnología que tenía un gran banco tenía que hacer inversiones millonarias: no tenía ese dinero. Hoy, con el mundo de la nube, la tecnología es la misma para el gran banco que para la pequeña empresa. Se paga por suscripción. Una pequeña empresa en Perú o Guatemala accede a la misma tecnología que un banco en Inglaterra. Por tanto, esa transformación digital está permitiendo que cualquier pequeña empresa, cualquier start up pueda expandirse por el mundo. Y esta democratización está generando muchos empleos y nuevos empleos, con muchísimas posibilidades. Hoy hay mucha demanda de analistas de datos, de técnicos de bases de datos, de especialistas en estructuras tecnológicas. Por tanto estoy convencido de que los robots provocarán una transformación del empleo, no una destrucción. Habrá muchas más posibilidades porque todo el mundo tendrá acceso a las nuevas tecnologías.

—Ahora ya la mayoría de las empresas trabajan en la nube. ¿Por qué? ¿Cuáles son sus ventajas?

—Existe la nube pública, la privada y la híbrida. La más ventajosa es la nube pública, la que más se utiliza, porque genera economías de escala, al poder compartir los costes de la tecnología. Además, permite acceder a información, datos y tecnología que antes estaba restringida a unos pocos y ofrece mucha más seguridad, porque todos los parches de seguridad y las nuevas tecnologías que van saliendo se actualizan de forma diaria. Por eso la mayoría de las empresas la usan, pero también las personas.

—¿La inteligencia artificial es la última apuesta de Microsoft?

– Tenemos tres grandes apuestas como compañía. Creemos que el futuro pasa por una informática mucho más personal, apostamos por reinventar el mundo de la productividad y los procesos, y por la nube inteligente y segura. Así, por ejemplo, a través de Skype y usando la inteligencia artificial, yo puedo estar hablando español aquí con un compañero en Estados Unidos y esa persona escucharme en inglés, mientras en China hay otro que está viendo la transcripción en chino. Estamos invirtiendo mucho en realidad virtual o mixta, que puede aumentar la productividad de las empresas y el trabajo en equipo. Estamos reinventando la forma de trabajar. Y en la nube, Microsoft es líder. Azure es una plataforma segura en la que tenemos desde inteligencia artificial, a análisis de datos, modelos predictivos, … que pueden ayudar a las empresas a tomar decisiones.

—Bruselas tiene a las grandes tecnológicas en su punto de mira, unas veces por problemas de competencia y otras por problemas fiscales. ¿Qué tal sus relaciones con la CE?

—Llevamos 40 años en Europa. Somos una compañía global con presencia local. Independientemente de cómo cambia el mundo de la tecnología estamos comprometidos con la sociedad allí donde nos implantamos. En Brasil, por ejemplo, hemos puesto en marcha una tecnología que permite poner en contacto a huérfanos con familias que quieren adoptar, y hemos aplicado modelos predictivos en hospitales que han permitido reducir la mortalidad y el tiempo de hospitalización. Por supuesto, somos una compañía con ánimo de lucro, cotizamos en Bolsa, y tenemos una responsabilidad con nuestros accionistas, pero estamos muy comprometidos a nivel local.

—Se cumple ahora justo un año de la asunción de nuevas y grandes responsabilidades en Microsoft ¿Cómo ha vivido este periodo?

—Desde el punto de vista personal, los últimos doce meses han sido muy interesantes. Yo ya había trabajado en Latinoamérica y es interesante la transformación sufrida en estos últimos seis siete años. Brasil, por ejemplo, cuando yo estaba aquí crecía a más de dos dígitos y ahora acaba de salir de una recesión. Pero es impresionante ver el calado de la transformación digital en estos años. Han sido doce meses de mucho aprendizaje y de mucha diversión, aunque yo ya llevo 20 años en Microsoft, que es una compañía líder, de vanguardia, que exige muchas ganas de aprender y de lucha por seguir avanzando cada día.

—¿Estamos formando a los jóvenes para los empleos digitales que conllevan las nuevas tecnologías?

—Creo que la educación está cambiando de forma drástica

—¿También en España? Hay muchos estudios que dicen que pese al elevado paro hay puestos que no se cubren porque no hay personas con formación para ello.

—No soy experto en la educación en España, pero creo que está cambiando a nivel mundial y también aquí. Yo estudié aprendiéndome la lección. Tenía la enciclopedia en casa y una vez al año te venía un tomo con actualizaciones. Hoy eso no tiene ningún sentido. El acceso a la información para la juventud es en tiempo real. Nuestros jóvenes hoy estudian y aprenden en equipo, lo han aprendido interactuando en las redes sociales. Creo que se está produciendo una transformación de la educación. En Microsoft tenemos una división dedicada a la educación, y trabajamos en colegios, institutos, universidades, para introducir a los niños y a los jóvenes en el mundo de la conmutación y la nube y que aprendan a programar. Tenemos programas repartidos por todo el mundo y convenios con muchos países.

—¿Microsoft no tiene problemas, entonces, para encontrar personas con perfiles tecnológicos y formación adecuada?

–Nos gustaría que hubiera muchísimas más personas con perfiles tecnológicos. De hecho, no cubrimos la demanda de especialistas que necesitamos. Estamos intentando reclutar todo el talento posible porque existe una enorme demanda de técnicos especializados por parte de las compañías.

Fuente de la entrevista: http://www.abc.es/economia/abci-transformacion-digital-democratizara-sociedad-201707300145_noticia.html

Fuente de la imagen: http://www.abc.es/media/economia/2017/07/30/cernuda-kfvE–620×349@abc.jpg

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Educación de futuro desde lo socio-político

10 de mayo de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Germán Pilonieta

Desde esta perspectiva, la democratización de la oportunidad, que es la categoría más significativa hoy, sí que ha resultado ser un completo fiasco.

Volviendo a la democratización de la oportunidad

Las cosas han venido  resultado como se esperaba, altos niveles de violencia, economía desastrosa, descomposición a todo nivel, corrupción a granel, asesinatos con sello Bacrim todos los días, fuerzas bien polarizadas que no ceden, gobiernos débiles y dudosos, en fin, todo lo que sabemos y sufrimos. Las consecuencias, también son conocidas.

En medio de todo esto, las víctimas más inocentes y realmente destruidas son los niños, los jóvenes y las mujeres de los estratos sociales marginados. No es sino asomarse al panorama de los desplazamientos originados por  la violencia o por las catástrofes naturales, o simplemente mirar los cinturones de miseria en todas partes. La democratización de oportunidad, frente a esta realidad resulta ser un mal chiste, o a lo sumo, un chiste cruel.

Si lo que se esperaría en este nivel son altos grados de participación, organización y productividad, nada de esto se ha logrado con el modelo de desarrollo implementado, ni con los enfoques de protección y de  educación que también se han puesto en marcha, incluyendo el de la doble jornada, de lo cual se esperaban cambios pero nada, todo siguió igual y sus efectos se evidencian ahora en las pruebas internacionales y nacionales y en las estadísticas de criminalidad adolescente.

La democratización de la oportunidad en lo socio-político tiene como base real los dos niveles fundamentales: los hábitos de crianza y la calidad de los maestros formadores y nada puede esperarse, como nada se ha obtenido, si las personas no han logrado vivir, desarrollarse y formarse, en espacios dinámicos de calidad formativa.

“Si no tenemos un modelo político como contexto, la pedagogía como mediadora del proceso hacia la libertad no será posible”. El marco en que  nos movemos no es el adecuado para el logro de los niveles de compromiso político de los ciudadanos, ni de los docentes y por tal motivo la libertad solo es una palabra escrita en alguna parte.

Democratizar la oportunidad para la organización significa haber podido liderar el propio  y personal proceso de desarrollo y formación. Adquirir la habilidad para  interactuar de manera inteligente  y crear nuevos ámbitos de realidad.

Democratizar la oportunidad para la productividad no es sino la suma de todo lo anterior, convertido en una fuente de potencialidad, creatividad y  construcción. Significa poner en marcha la autonomía y el compromiso en nuevas y renovadas formas de producir en todo sentido, no solo bienes y servicios, sino también conocimiento, belleza, arte y bienestar.

Democratizar la oportunidad en este nivel no es un acto masivo de populismo rayado de demagogia, es un acto de generosidad inteligente, en el que se crean las condiciones para que las comunidades, una a una, puedan acceder real y no aparentemente a sus propios procesos de formación y crecimiento de manera independiente. La descentralización es un buen mecanismo, pero la debilidad en la formación de las personas ha hecho que este invento, se frustre en la mayoría de los casos.

Democratizar la oportunidad es, en síntesis, volver la mirada y la acción formativa inteligente y alternativa a las condiciones básicas del desarrollo y a las raíces mismas de las desventajas de las personas para superarlas. Es diseñar y poner en marcha los procesos de formación que generan grandes y verdaderas posibilidades en los niños, en los jóvenes y en los adultos.

Democratizar la oportunidad es convertirme en un excelente maestro formador mediador, generador de experiencias sinérgicas y positivas de desarrollo y aprendizaje en todos los espacios en donde me encuentre y en especial en el marco de los procesos auténticamente formativos en niños, jóvenes y adultos.

Democratizar la oportunidad significa en última instancia haber descubierto mi proyecto de vida y llevarlo a cabo sin dilaciones de  ninguna clase, en función de los demás, de los que he priorizado como personas con las que puedo comprometerme.

Democratizar la oportunidad es también equiparme con lo mejor, para responder con eficacia a las necesidades estructurales y también a las coyunturales  de las personas.

La democratización de la oportunidad no es un concepto simple, es de magnitud categorial y como tal debe ser repensado, no para satisfacerme en actitud contemplativa o académica, sino para efectivizarlo y el camino real y estructural, es la construcción de procesos formativos  alternativas y además disruptivos, que generen condiciones destinadas a la eliminación de los factores  generadoras de la depravación cultural y al desarrollo posterior de las condiciones, también estructurales, de la interlocución con el desarrollo que vienen desde el futuro.

Sin esta perspectiva o perspectivas similares, es imposible alcanzar los necesarios niveles de progreso humano en nuestra sociedad. No será posible quebrantar el injusto estado de desequilibrio existente. Y lo peor de todo, no podremos encontrar el camino auténtico de una vida plena y productiva.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/educacion-de-futuro-desde-lo-socio-politico

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La democratización de la oportunidad como un hecho necesario

03 de mayo de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Germán Pilonieta

El fenómeno de la criminalidad adolescente es ya una terrible realidad. 

En el fondo, casi todas las personas no creemos que las cosas deban ser así como son, por el contrario, parece que nos sentimos un poco más cómodos y con regocijo reconocemos que es posible que otras sean las circunstancias y que otras sean las condiciones en que debamos vivir.

Parece que aquel viejo anhelo de la paz, que por lo demás nunca llega, es como lo que nos motiva para seguir viviendo. Pero… siempre nos quedamos esperando que llegue la paz. Que llegue la alegría al corazón. Que lleguen mejores tiempos y mejores oportunidades. Siempre esperamos ese que.

La democratización de la oportunidad

Nuestra condición de seres ”esperantes” nos hace ser bien particulares y asombrosamente pasivos y nada comprometidos, pues mientras esperamos, poco hacemos para que las cosas sean diferentes. Eso como que les corresponde a otros. Esa es, en esencia, el substrato de nuestra democracia y de todas las democracias, dadas las maneras y enfoques con que fuimos educados en el milenio pasado y bueno, en este también.

El hecho real es que con democracia o con psuedodemocracias, el estado en que muchas personas, demasiadas tal vez, se encuentran,  es lamentable. Los fenómenos de violencia se agudizan, la muerte temprana hace rotar su guadaña en todos los rincones del mundo y los hombres, recién niños, aparecen como los autores de las más terribles matanzas. El fenómeno de la criminalidad adolescente es ya una terrible realidad.

La justicia, ubicada al final de la cloaca social, no hace más que innumerables malabarismos jurídicos para clasificar a quienes allí van apareciendo, fruto de las desventajas sociales, para ponerlos o confinarlos en los sitios, cada vez más abundantes y saturados de inhumanidad, para… aún no se sabe para qué, pero lo que después sale de allí, es absolutamente asombroso y aterrador.

Esta situación se extiende también a los más jóvenes y lo peor es que esto ya se le salió de las manos, hace mucho  tiempo, a los gobiernos, cuando de manera apresurada y olímpica, institucionalizaron el problema de los niños y los jóvenes y los convirtieron en una categoría social, la de los  menores, sean estos infractores y contraventores, es decir, casi criminales.

La prevalencia ahora está enclavada y enterrada en las famosas instituciones. La incompetencia hace que se diga que lo que se necesita son más centros para encerrar a más jóvenes, más cupos, más camas, más cárceles; parece que esa es la tendencia. La cobertura allí si se está dando con plena evidencia.

Si mal no recuerdo, hace más de treinta años el problema en América Latina ha sido el mismo, solo que ahora ha aumentado y con él, los funcionarios de las instituciones. “La miseria y la condición de los niños en desventaja y abandono, ha dado de comer y mucho más, a un sinnúmero de profesionales y funcionarios que poco o nada han hecho para resolver el problema”, el hecho es que este aún persiste con visos de crecimiento permanente.

Los círculos viciosos que se han generado a lo largo de los tiempos, hacen que definitivamente sea cuestionado, no solo el enfoque con que estos problemas han sido abordados, sino la misma estructura institucional que es responsable de solucionarlos. Mientras esto no ocurra, mientras los enfoques y las instituciones no sean replanteados y transformados radicalmente, las consecuencias seguirán siendo factor determinante de desventaja, miseria y muerte.

Este cuadro, digno de Dante o del mejor director de películas de terror, adornado con algunos hechos recientes de la vida nacional colombiana e internacional y enmarcado con los restos de millones de niños sacrificados por el orden y el modelo de desarrollo con sus políticas sociales y económicas alienantes, es como el material, o mejor, el entorno que debemos tomar para tratar de hablar sobre la utopía de la democratización de la oportunidad a través de la educación, en términos de procesos de formación para el milenio.

El permanente optimismo oficial de las cifras, los informes y las promesas de las administraciones, así hayan sido las más duraderas pero inocuas, ha sido como la nube que está por encima de las duras realidades de miles y miles de niños y jóvenes que no tuvieron la oportunidad de formarse y si solo fueron objeto de promociones dudosas, su camino se corta, pues el otro escalón es muy costoso, allí se vende educación cara y no es para ellos. Las soluciones remediales tampoco han sido las mejores y así, año tras año, se han venido perdiendo muchas generaciones.

De nuevo, la categoría de la oportunidad, como secuencia real de posibilidades formativas, es el reto de las generaciones presentes y venideras y no será en el marco de los enfoques y prácticas educativas del pasado y del presente que puedan ser resueltas. Son otras, las divergentes y disruptivas, las que podrán dar el salto necesario hacia la democratización de la oportunidad y por ende la salvación de muchos y el logro de los valores tan anhelados por todos.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-democratizacion-de-la-oportunidad-como-un-hecho-necesario

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