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La Escuela rota

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

“La escuela que, como espacio de educación que se pretende, debiera ser lugar privilegiado de conocimiento (de uno mismo, de la realidad y del lugar de uno mismo en ella), se resuelve a veces en todo lo contrario: en el lugar que le aleja a uno de sí mismo, de los demás y de las cosas de verdad.”

Jaume Trill

La escuela no es un lugar; y si así fuera, convendría discutir esa idea. La escuela es un conjunto de relaciones sociales que se dan a propósito de la educación. La escuela no está compuesta de edificios, salones, mesabancos o canchas. No, la escuela es mucho más que infraestructura física, es decir, más que muros, pisos, ventanas o puertas. La escuela, el colegio, o la misma universidad, como institución, es la unión de colegas que imparten un programa académico; aunque en el caso de la universidad (o instituciones de educación superior), en ella no sólo se ejerce la docencia, sino también se desarrollan investigaciones científicas, tecnológicas y humanísticas, y se realizan actividades de difusión y extensión de la cultura.

La escuela está hecha de comunidad. Lo que le da sentido es la gente que se vincula de una manera singular (docentes, estudiantes, directivos, personal de apoyo, familias), no solamente para desarrollar aprendizajes, sino también para co-educar a las y los ciudadanos o futuros ciudadanos. La escuela es un espacio público que se ha construido para que se cumpla un derecho humano fundamental: el Derecho a la Educación. Por eso, la idea de “Colegio” nos remite a la re-unión de colegas. Debido a esta noción genérica, existen Colegios de Arquitectos, Colegios de Ingenieros o Colegios de Economistas, entre otros. Entonces, cuando pensamos en la escuela, por ejemplo, en una Primaria o en una Secundaria, hay que conceptualizarla como reunión de colegas, es decir, como una comunidad activa y consciente integrada por uno o varios profesionales de la educación, que lleva a cabo o aplica un programa académico dirigido a estudiantes con ciertas características; con determinadas reglas y ambientes para aprender.

Es interesante analizar, junto con los argumentos anteriores, el carácter histórico y contradictorio que ha registrado la escuela como institución del Estado y de la sociedad civil. “La escuela no ha existido siempre, ni necesariamente tiene que perpetuarse indefinidamente. Lo que sí ha existido siempre –y, como elemento consustancial que es de toda sociedad, seguirá existiendo- es la función educativa” (1)

Para construir a “la escuela”, no en un sentido físico sino educativo, y específicamente pedagógico, se requiere que docentes, directivos escolares, personal de apoyo, asesores técnicos, técnicos docentes, entre otros, junto con integrantes de las familias (no solamente mamás y papás), dediquen su experiencia, conocimientos, saberes, habilidades, hábitos y costumbres, para que se pongan al servicio de las niñas, los niños, los jóvenes (y de los adultos, en su caso), porque son los beneficiarios de este derecho esencial, que se ejerce a través de una institución que cuenta con planes, programas o proyectos educativos. Y donde la figura de la maestra o del maestro resulta fundamental.

Hemos pensado equivocadamente que la escuela “es un lugar”, pero en ocasiones con esa noción “geometricista” que a veces se tiene de ella, dejamos de pensar en las personas. Cuando decimos “vamos a la escuela”, seguramente nos imaginamos a un edificio que tiene aulas, baños o sanitarios, oficinas, una cancha o patio cívico, etc. Pero la escuela no es exactamente un espacio físico (en un sentido conceptual), sino el escenario que representa cierto tipo de relaciones sociales; justo en ese escenario se legitima “lo educativo”. (Lo que Trilla denomina “la función educativa”)

A propósito de esta argumentación (para polemizar acerca de si “la escuela es o no un lugar”), recuerdo que en alguna ocasión Jaume Trilla escribió: “La escuela como lugar puede tratarse desde dos perspectivas distintas: la que se centra en el estudio del espacio interior de la institución, y la que pretende estudiar las relaciones entre ella y el espacio exterior (o medio, entorno, territorio …)” (2). Consideramos a la escuela como un lugar que representa, por ejemplo, a una empresa productiva o social, que recreamos a través de talleres de oficios; también en la escuela simulamos prácticas sociales, como es el caso de la investigación científica (me refiero específicamente a algunas ciencias naturales) de la vida real, y eso lo hacemos a través de un laboratorio; o con la escuela se representa una situación social como una asamblea de trabajadores, cuando las y los estudiantes se ponen de acuerdo para demandar una serie de derechos.

En ese contexto, los exponentes más destacados del llamado “Reproductivismo” educativo, como Louis Althusser en Francia (1960-1968), consideraban que la Escuela (junto con la Iglesia y el Ejército) era una institución del Estado, que jugaba un papel clave para favorecer los procesos de reproducción de la ideología de la clase socialmente dominante. Se decía en esos tiempos, por ejemplo, que la escuela como institución servía como “correa de transmisión” para entrenar o moldear la conciencia de niñas, niños y jóvenes (NNyJ) estudiantes como futuros obreros o empleados asalariados.

Pero la escuela, al no ser un lugar simplemente, sino una relación entre personas a propósito de la educación formal (o no formal, como en la educación de adultos), en realidad se constituye en una comunidad en la que los más jóvenes desarrollan hábitos, conocimientos y saberes con la conducción de adultos -lo cual es sólo una descripción o una definición funcional- (E. Durkheim); aunque, además, la escuela es también un espacio de resistencia, de contracultura de las ideologías socialmente dominantes, de crítica frontal a los órdenes establecidos y núcleo social generador de conciencias libertarias.

En las condiciones actuales, en un contexto de contingencia o emergencia sanitaria como la que se vive en México y el mundo hoy, la escuela está rota. ¿Qué significa eso? ¿Acaso la escuela se ha detenido o se ha disuelto? ¿A poco las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento no son suficientes para sustituirla o para dar continuidad a la enseñanza presencial? Son cuestiones que nos hemos planeado a lo largo de los dos últimos meses (desde el 17 de marzo), tiempo en que se ha impuesto el “receso escolar” más largo de nuestra historia educativa.

Es cierto que las niñas, los niños y los jóvenes estudiantes (NNyJE) en ningún momento han dejado de aprender, es decir, no se han mantenido inactivos en cuanto a conocimientos, habilidades o valores-actitudes se refiere, sin embargo, las relaciones sociales y de conocimiento que se despliegan en contextos escolares (en algún lugar, en algún espacio), se han roto. La socialización, por ejemplo, que juega un papel muy importante en las relaciones sociales escolares de la vida cotidiana, se encuentra interrumpida.

No hay duda que las y los estudiantes se comunican con sus pares, pero no es lo mismo que cuando se reúnen en un tiempo y en un espacio singular. De ahí la importancia de la escuela, no como lugar en sí, insisto, sino por todo lo que ésta representa. Cabe recordar que la “escolarización” es eso que sucede a las personas, socialmente, dentro de un contexto educativo y pedagógico delimitado. Por ello, decimos que la escuela cuenta con un cierto orden simbólico (horarios, hábitos, rutinas, procedimientos, tradiciones, lenguajes, códigos, narrativas, etc.), que otras instituciones del Estado y de la sociedad civil no tienen. La escuela opera en un contexto de saberes, reglas y lenguajes que otras instituciones sociales como la familia o el trabajo no consideran.

La escuela hoy está rota porque no todos los estudiantes se pueden comunicar con sus docentes, y éstos con sus pares. Aunque las autoridades educativas federales y estatales afirman que el programa “Aprende en casa” permite dar continuidad a los planes y programas de estudio, (oficialmente establecidos para llevarse a cabo en un determinado lugar y en determinadas condiciones), lo cierto es que la dinámica de las relaciones sociales escolares se encuentra fracturada.

Ciertamente, la figura del docente, es decir, de la profesora y del profesor, es definitiva en la constitución de la comunidad educativa. Durante una entrevista realizada en 2013, Ágnes Heller afirmó al respecto: “El profesor es, por definición, un intelectual, y su tarea es permitir que el alumno desarrolle sus capacidades y naturalezas. Tenemos bastantes problemas con las universidades modernas, en el mundo en general hay una burocracia creciente, donde las autoridades controlan a los docentes y los docentes a los alumnos. Por otro lado, la movilidad ascendente a través de la universidad se ha visto muy afectada en los últimos años, los hijos de los más humildes, los más pobres, casi no pueden acceder a pagar las cuotas. Sé que en Argentina la universidad es gratuita, pero en muchas partes del mundo no es así…” (3)

Así, el papel de las y los docentes en nuestra institución educativa predilecta, la llamada “escuela”, se encuentra en zona crítica, de ruptura. La reconstrucción de la vida escolar será difícil de lograr en estas circunstancias. En ese sentido, coincido con Trilla: “La escuela está para enseñar lo que no puede aprenderse directamente. Es por eso que una escuela que fuese un reflejo exacto y fidedigno de su entorno sería una escuela perfectamente prescindible. Por decirlo de otra manera, la escuela tiene el deber de ser, al menos, un poco mejor que sus alrededores.” (4)

Fuentes consultadas:

(1) Jaume Trilla. (2003) La educación fuera de la escuela. Ed. Ariel.

(2) Jaume Trilla (2004) Los alrededores de la escuela. Revista Española de Pedagogía. Año LXII, n.º 228, 305-324.

(3) Entrevista a Agnes Heller: https://www.pagina12.com.ar/71276-las-autoridades-controlan-a-los-docentes

(4) Jaume Trilla (misma obra)

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-escuela-rota/

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OVE Entrevista a Laura García Tuñón “Es necesaria la autonomía de las organizaciones sociales y sindicales respecto a los gobiernos”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para Otras Voces en educación

 

En los tiempos turbulentos de la Argentina post dictadura, la voz y praxis de Laura García Tuñón nos muestra un Sur insumiso y rebelde que se resiste a la hegemonía neoliberal. La conocimos entre tejidos de resistencias anticapitalistas y hoy continúa siendo una arquitecta de alternativas.

En México, el fallecido amigo Sergio Quiroz del Instituto McLaren nos decía que cuando se estableciera una coordinación continental de las resistencias educativas, Laura tendría que formar parte de ella. Le hemos seguido los pasos y los encuentros han reforzado la enorme valoración que de ella tenía Sergio.

En la actualidad forma parte del colectivo Grupo de Contacto internacional (GCI), un espacio horizontal de diálogo y encuentro entre educadores populares, pedagogos críticos y dirigentes gremiales del magisterio nuestro americano.

Laura García Tuñón, es trabajadora de la educación jubilada de escuelas primarias de la Ciudad de Bs As, Argentina. Fue diputada porteña (MC), parte de la comisión directiva del sindicato docente UTE- CTERA y de la Central de Trabajadores de la Argentina de la ciudad (CTA A) de la ciudad de Bs As. Militante por la educación popular y feminista. Forma parte del equipo de Coordinación del ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadorxs Populares), experiencia que desde hace más de 10 años construyo, colaboro y asesoro a distintos colectivos y movimientos que toman la educación en sus manos desde la educación popular. Su perspectiva nos pareció importante para los lectores y colaboradores del portal Otras Voces en educación, y a continuación le dejamos el diálogo que sostuvimos con ella

 

Laura, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste al sindicalismo magisterial y a las educaciones populares

Nací en la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, en una familia numerosa de clase media. Soy la 6º de 9 hermanos. Perdí a mi padre a los 13 años, lo que hizo que nos mudáramos de casa a la Ciudad de Bs As y que mi madre tuviera que salir a trabajar.

A los pocos años, se instauró la dictadura militar, que desapareció a amigos, que persiguió e implantó el terror y que despidió a mis hermanos y a mi madre de su trabajo por tener tío preso político.

La dictadura militar nos tocó bastante de cerca, cambiando nuestras vidas. Y fue justamente eso lo que hizo que me convirtiera en militante.  En el último año de la dictadura, con 23 años y con mis tres pequeños hijos nacidos, recién pude conseguir mi primer cargo como maestra de grado de una escuela primaria estatal, ya que estaba en una especie de lista negra o roja, que me impedía trabajar.

Me afilié al sindicato de maestros ese mismo día. Y también comencé a militar en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), siguiendo los pasos de mi tío, que ya vivía exiliado en España.

En 1983 llamaron a elecciones y viví toda la efervescencia de la apertura democrática. Iba a casi todos los actos de campaña, que se hacían en el obelisco, en el centro de Bs As y que está a dos cuadras de la escuela en donde trabajaba. Un poco para ver qué decían y repartir volantes del PRT y otro poco para sentirme cerca de nuestro pueblo movilizado.

Ya en democracia me metí de lleno a participar de la vida sindical, siendo delegada de mi escuela y luego representante del distrito escolar. Y en paralelo a reconstruir el PRT que había sido diezmado en la dictadura, recibir a los compañeros y compañeras que salían de las cárceles.

Participé activamente de la 1º Marcha de la Resistencia, organizada por las Madres de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos. Aún conservo un dibujo de la marcha de un alumnito de 1º grado que también había ido porque su papá estaba desaparecido, y lo dibujó en su cuaderno. Y a la vez me dedicaba a criar a mis hijas e hijo, con mucha ayuda de la abuela.

Fueron años de mucho agite y construcción, pero también de muchas defecciones de los gobernantes, que traicionaron la voluntad popular, perpetuando el sistema económico y el modelo productivo de los militares, el hambre y la desocupación.

En el sindicato, al participar en una agrupación de izquierda, me enfrenté a la conducción. Al ser joven, eso lo vivía con alegría y fortaleza.

Siempre fui delegada de mi escuela. El sindicato se amplió y unificó con otros sectores de trabajadores y trabajadoras de educación secundaria y superior, incorporando a los y las docentes de todos los niveles, que lo hizo crecer y abrirse a distintas experiencias.

Como mis estudios de maestra fueron durante la dictadura, tuve que buscar otras perspectivas educativas, formación y saberes en distintas experiencias. A leer y  entender a los distintos pedagogos de la educación popular como Freire y Fals Borda,   intenté llevarlas sus ideas a la escuela y a la vida sindical, que no estaba muy abierta a esas ideas, más preocupados por la lucha gremial y no pedagógica.

Siempre traté de elegir escuelas en donde pudiera trabajar con sectores vulnerables. Fui cambiando de escuelas, siendo suplente, hasta que logré ser maestra titular en una escuela de una de los barrios carenciados más grandes de la Ciudad.

Participé fuertemente de la Carpa Blanca de los maestros, que estuvo instalada en la Plaza frente al Congreso Nacional, 1003 días, desde el 2 de abril de 1997 hasta el 30 de diciembre de 1999.

La Carpa Blanca fue una herramienta de lucha sindical, ante la cantidad de paros provinciales que no alcanzaban a lograr el éxito. El sindicato Nacional CTERA, ideó la instalación de esa carpa en donde distintos grupos de maestros, maestras y profesores, dormían, vivían y ayunaban exigiendo presupuesto para la educación y la derogación de la Ley Federal de Educación que había destruido el sistema educativo nacional.

Los docentes venían de distintas provincias y ayunaban entre 15 y 25 días, sólo consumiendo líquidos como forma de protesta. La carpa se transformó en el correr de los días en un espacio de lucha para distintos sectores. Se hacían festivales inmensos con artistas reconocidos y partidos de fútbol.

Nos visitaban artistas internacionales que venían a apoyar nuestro reclamo. Llegaban denuncias por violencia institucional de todo el país. Pero lo más emotivo eran las visitas de los pibes y pibas de las escuelas y las clases públicas.

Toda esa lucha terminó con una Ley de Incentivo docente, en donde el gobierno nacional hasta el día de hoy paga una parte del salario, ya que, por las reformas educativas, cada provincia se hace cargo de la educación, presupuesto y salarios docentes. No conseguimos hasta 2006 que se derogara la ley de educación.

Yo participé activamente ayunando 3 veces y siendo parte de los equipos de colaboración de la Carpa. Y a la vez siendo delegada distrital, recorriendo las escuelas y armando asambleas quincenalmente.

A partir de esa militancia formé parte de la conducción del sindicato, haciéndome cargo de la Secretaría de Educación y Estadísticas. Y luego de la secretaría de formación de la Central de los Trabajadores de la Argentina de la Capital.

Es allí en donde me conecto mucho más con la Educación Popular, participando de los Forum Sociales Mundiales de Porto Alegre y a los Forum de Educación. Construyendo iniciativas de educación popular con los movimientos sociales y de formación de militantes, delegados y delegadas promovidas por la CTERA de ese entonces.

Me alejé de la conducción del sindicato docente por diferencia políticas, ya que no acordaba con la falta de autonomía frente al gobierno de Kirchner. Estoy convencida de la necesidad de autonomía que deben tener las organizaciones sociales y sindicales respecto a los gobiernos de turno, por más que sean del signo político de ellos. Y esa falta de autonomía, justamente fue uno de los problemas que vivieron y vive el sindicalismo en con los gobiernos progresistas.

Cuando se abren desde la CTA Bachilleratos Populares y jardines comunitarios populares, fui aportando con debates y asesoramientos a las organizaciones en pensar en una educación emancipatoria en manos de los movimientos sociales y los sindicatos.

En 2009, fui elegida diputada de la Ciudad de Bs As. Continuaba militando en la CTA y conformamos un partido político con las organizaciones sociales y sindicales como instrumento electoral. Como diputada intenté aportar en la legalidad de los Bachilleratos Populares en su reconocimiento, en el sostenimiento de los jardines  comunitarios y en la defensa de la educación pública y de los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Desde ese lugar institucional construimos muchas jornadas, seminarios y aportes a la experiencia de los movimientos que toman en sus manos la educación, a la par de seguir formándonos colectivamente en las concepciones de la educación popular.

Actualmente soy parte de la coordinación del ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadores Populares), que se conformó en 2015 con un conjunto de organizaciones sociales que toman en sus manos a la educación, educadores y educadoras populares, docentes de distintos niveles y docentes de Institutos de Formación Docente.

Aspirábamos a desatar los nudos y evidenciar las tensiones que existen entre los espacios formales de educación, que brinda el Estado, y los espacios de educación popular, autogestivos, que están en manos de los movimientos sociales como una apuesta no solo a la integración, sino a la transformación.

Lo pensamos como espacio de resistencia y de lucha frente a las reformas educativas, para generar el diálogo entre docentes y los educadores y educadoras populares y para contribuir en la construcción de una educación pública emancipadora desde la concepción de la educación popular y la pedagogía crítica. Propiciamos y alentamos actualmente además, a la Formación Docente en Clave de Educación Popular a través de cátedras abiertas, especializaciones y seminarios con educadores y educadoras populares internacionales y de Argentina.

Laura ¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Argentina?

El sistema educativo argentino se caracteriza por contener a casi el 96 % de la población en edad escolar, siendo obligatoria la educación en el nivel inicial, primario y secundario.

Es decir, desde los 4 años hasta los 17/18 años de edad. Pero el 45% de los y las estudiantes, no llega a terminar la escuela secundaria por diferentes causas. Por ello, una enorme población de jóvenes y adultos, vive sin finalizar sus estudios y con mayores dificultades para conseguir la inserción laboral.

Hoy nos encontramos con una infinidad de trabajadores y trabajadoras de la Educación que todos los días se esfuerzan y lo ponen todo para intentar cambiarles la vida a sus estudiantes. Como también tenemos docentes que sólo van a enseñar lo que el currículum impuesto les marca, como un mero trabajo de oficina.

A su vez, por fuera del sistema educativo formal, existen más de 100 Bachilleratos Populares autogestionados y experiencias de educación popular en barrios vulnerables de todo el país, a cargo de educadores y educadoras populares.

La crisis la podemos observar en que la mayoría de los docentes piensa que lo que enseñan no le interesa a nadie. Los estudiantes piensan que lo que aprenden no les sirve y los padres que sus hijos e hijas no aprenden nada.

La comunidad educativa argentina está enfrentando una serie de reformas que destruyen la concepción de la educación como práctica y derecho social y cultural, pero fundamentalmente como concepción política de transformación política y social.

El ajuste, el achique presupuestario y la destrucción de los estatutos del docente y los derechos laborales, son algunas de sus expresiones más urgentes e inmediatas.

Con estas reformas, están reactualizando uno de los aparatos ideológicos del Estado, la escuela. Hoy ya no se piensa a la escuela como único espacio de control social, ya que los avances del capitalismo a través de las innovaciones tecnológicas, colocan en juego a otros escenarios, como las redes sociales y las conexiones de comunicación.

Por eso se piensa a las escuelas como formadoras para ese escenario mundial y local, manejado por las tecnologías y un mundo en donde la concepción del trabajo se pone en cuestión.

Justificándose en los cambios del tiempo y modificando los sentidos tradicionales de la educación, adecuándola a los nuevos criterios productivistas de la globalización, construyendo una nueva idea de capital humano. Pero para ello, también necesitan un debilitamiento de las organizaciones sindicales.

Todo esto continúa con la desigualdad educativa y la profundización de la crisis educativa. Crisis porque no le da respuestas al mundo tecnocrático globalizado y mucho menos a nuestro pueblo.

Pero principalmente está en crisis porque propone un modelo educativo que profundiza un modelo de país para el capital concentrado, con mayor exclusión y desigualdad para nuestro pueblo. Porque no tiene en cuenta a los y las estudiantes ni a los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Esta crisis la puedo enumerar en estas situaciones:

  • Desigualdad: Ya no sólo es entre la educación estatal y la privada, sino entre las escuelas de educación estatal, por la segmentación de la población. Encontrando escuelas estatales en las ciudades o zonas céntricas, a las que acceden los estudiantes de clase media y escuelas de las periferias con la poblaciones vulnerables, en donde casi 1 hora de clases se destina a la asistencia alimentaria. Con sobrepoblación en las aulas y falta de condiciones materiales e inmateriales como libros y útiles, conexión a internet y computadoras.
  • Cambios en la escuela secundaria: vacíos de contenidos pedagógicos y de conocimientos, para responder a las directivas de los organismos internacionales, en donde lo que prevalece es la formación para la adaptación, la transmisión y la adecuación. La pregunta es adecuado y adaptado a qué concepción.
  • Formación docente desarticulada: cada provincia tiene sistemas distintos de formación docente. Algunas lo dictan en las Universidades. Otras provincias en Institutos Terciarios. Si bien hay un Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), el gobierno anterior, cerró institutos, lo desfinanció y le quitó responsabilidades. Intentó transferir todos los Institutos a las Universidades. A su vez no recupera ni reconoce los saberes sobre el enseñar y el aprender acumulados por las instituciones de formación y los sujetos que las habitan. Desconoce el valor que la Formación docente ha tenido históricamente en nuestro país como garante del derecho a la educación.
  • Sistema de Evaluación: en la Argentina desde su creación se aplican las pruebas PISA. Además de esas pruebas, se aplican pruebas estandarizadas nacionales a los y las estudiantes de primaria y secundaria. El gobierno neoliberal de Mauricio Macri instauró también pruebas estandarizadas de medición de los aprendizajes a los y las estudiantes de formación docente y a los docentes. En muchas escuelas del país fomentan que los maestros enseñen para “aprobar” las pruebas PISA y nacionales, pasando muchos meses del año en este objetivo.
  • Currículum: totalmente alejado de las necesidades e intereses de los y las estudiantes. Construido por técnicos en cada ministerio de educación provinciales con ninguna participación de los docentes.
  • Educación de los pueblos originarios: Si bien existe la educación bilingüe, sigue siendo la población más abandonada, en donde se continúa hoy negando su cultura, su lengua y costumbres.
  • Mercantilización de la educación: se utilizan una serie de plataformas educativas en distintas provincias y niveles. Se promocionan y dan puntaje para la carrera docente cursos de capacitación privados. Se promueve la meritocracia y la articulación educación/trabajo es sólo vista desde las empresas.
  • Condiciones laborales: existen estatutos laborales diferentes por provincia. En todo el país el salario docente es muy bajo. En algunas, apenas llega al salario a superar la línea de indigencia. En otras no cubre la canasta familiar. Esto hace que existan docente con sobrecarga de trabajo para llegar a tener un salario que le sirva para vivir. A su vez en varias provincias han cambiado la forma de designación de los y las docentes, lo que hace peligrar la libertad de cátedra por la injerencia del gobierno de cada provincia en las designaciones.
  • Representación sindical: La fragmentación es lo que rige en el sindicalismo docente. La CTERA es el sindicato más poderos y fuerte en la Argentina, teniendo un sindicato de base en cada una de las 24 provincias. Cuenta con alrededor de 500.000 afiliados de todo el país, teniendo representación en todas las ramas y sectores, sobre los 954.000 docentes que trabajan en el país. Pero existen además otros 4 sindicatos nacionales. Pero todos ellos cada día están más alejado de sus afiliados, no debatiendo ni formando en cuestiones pedagógicas ni discutiendo una educación emancipatoria. En algunos territorios, como la Ciudad de Buenos Aires, se armaron 17 sindicatos, que representan a los casi 100 mil trabajadores de la educación. A lo largo de los años y en las diferentes gestiones de gobierno, los sindicatos fueron fragmentándose y conformándose en nuevos sindicatos. La mayoría de estas conformaciones obedecieron a injerencias de los distintos gobiernos. Por supuesto, no hay mayor pluralidad y participación de las bases docentes ante ese número de sindicatos.
  • El constante menoscabo, desprecio y cuestionamiento a la tarea de enseñar. Los trabajadores y trabajadoras de la educación son impugnados por los gobernantes y por los medios de comunicación, responsabilizándolos de todos los males de la educación, siendo sospechados todo el tiempo de su mal desempeño

 

Laura, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Estoy convencida de que la formación docente en Argentina, a pesar de los esfuerzos de muchos de sus docentes, no logra resolver los desafíos de formación que requieren los y las trabajadores de la educación y tampoco los chicas y chicas que asisten a las escuelas de todos sus niveles.

Los Institutos de Formación Docente y Universidades, siguen siendo instituciones piramidales, jerárquicas, poco democráticas y excesivamente disciplinares.

Además de estar bastante alejadas de las escuelas en donde los estudiantes van a desempeñarse en el futuro. En su mayoría, tienen pocos trayectos de investigación educativa y casi nulo trabajo colectivo de los y las docentes que trabajan en ellas. Muchas veces por tener demasiadas horas de trabajo en diversas instituciones y con demasiados cursos y estudiantes a cargo.

Si a todo esto le sumamos, una imposibilidad de pensar en otra escuela, podemos ver la actual crisis educativa. Imposibilidad de pensar en una escuela emancipadora. De pensar en otra forma de aprender y enseñar diferente de la que ellos mismo aprendieron o vivieron.

En donde sufrieron la imposición de competencias a lo largo de su escolarización que destruyeron sus capacidades. Capacidades para ser investigadores, artistas, deportistas, artesanos, cocineros, pedagogos o creativos. De divertirse con el aprender.

Para reconfigurar la formación docente creo que tenemos que recuperar la pedagogía. Como siempre nos enseña el Maestro y educador popular argentino Nano Balbo, “si los docentes no somos capaces de retomar el debate pedagógico para que la educación sea nombrada con lenguaje pedagógico, estamos perdidos.

Es la pedagogía la que le da sentido e identidad a mi práctica. Si entrego el saber pedagógico, habré dejado de ser un trabajador para pasar a ser un empleado. Porque voy a perder el control sobre mi trabajo.  Entonces enseño lo que otros decidieron. Por ello intentan sustituirnos por facilitadores, acompañantes y no docentes, destruyendo nuestra autoridad como trabajadores y trabajadoras de la educación”.

Para ello como parte del colectivo del ENDYEP, creemos que es fundamental que la formación docente entre otras cosas asuma las concepciones de la educación popular y de la pedagogía crítica.

Por ello, en 2016 hicimos con más de 500 estudiantes, educadores y docentes, el 1º Encuentro Internacional entre Docentes y Educadorxs Populares en un Instituto de Formación Docente, en donde el eje fue: “La Formación Docente en clave de Educación Popular”.

El objetivo fue reflexionar sobre los desafíos de la Formación Docente en el marco de la Educación Popular, intercambiar prácticas educativas y sus contextos en torno a la Formación Docente, y propiciar espacios genuinos de construcción colectiva del conocimiento propia de la Educación Popular.

Allí partimos de pensar a la formación como un proceso continuo de transformación subjetiva, de desarrollo pedagógico, técnico, político, social y ético. Esto nos remitía a la construcción, al desarrollo, a la transformación, en oposición a la capacitación, instrumentación y asimilación, que nos lleva a la reproducción acrítica de formatos y prácticas.

La formación docente en clave de educación popular, requiere de un trabajo sobre uno mismo, de un trabajo de re-flexión. De volver sobre nuestras ideas, creencias, sentimientos y categorías desde las cuales interpretamos nuestras experiencias.

Resulta necesario enfatizar el carácter político y ético de la tarea de enseñar. Si los docentes en el aula somos autómatas, que repetimos libretos, difícilmente despertemos curiosidad. Necesitamos recuperar la alegría del trabajo, el compromiso con la tarea, la esperanza, el deseo de educar y la confianza en que esto es viable, que no hay destinos sociales prefijados. Nuestra tarea requiere pasión, requiere estar maravillados con el conocimiento y acompañar a otros a que se incorporen en él.

Pensar el aula no sólo como un lugar, no sólo como un espacio físico donde se transmite contenidos. Sino como escena, como espacio de interacciones, lugar de encuentros y desencuentros, lugar de emergencia del individuo y la sociedad, y a su vez, producto de ellos.

Espacio de poder, de producción, de comunicación y de conocimiento. Donde el contexto social, al igual que el contexto educativo no es algo definitivo, inmodificable, pre-existente, en el que la acción social y educativa se inserta, sino que es creado por la propia praxis a través de la concreción de patrones de conductas colectivas.

Pensarnos como formadores y no como capacitadores, y mucho menos como los “iluminadores”. Por eso es necesario concebir a la educación, y a la formación docente como parte del sistema educativo. Como un proceso social que permite a todos incorporarse a las tradiciones, historias y mundos culturales que favorezcan la construcción de los proyectos de vida individual y colectiva y no reducirla a una cuestión técnica de desenvolvimiento de competencias y habilidades.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio argentino? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

El calendario escolar en Argentina siempre es desde los primeros días de marzo hasta fines de noviembre o diciembre, según el nivel o provincia. Por lo cual la pandemia y el aislamiento nos tomaron al comienzo del año escolar, con apenas dos semanas de clases en inicial, primaria y secundaria.

No habían comenzado aún las clases en formación docente ni en la Universidad cuando el 13 de marzo se suspendieron las clases presenciales.

Los primeros días, hasta el día 20 de marzo, en donde se decreta nacionalmente el aislamiento social obligatorio, los y las docentes, tenían que asistir a las escuelas y armar materiales para entregar a los chicos. Como así también ayudar en el reparto de los alimentos que habitualmente se consumen en las escuelas.

A partir del 20, comenzaron las clases en las casas. Esto hizo que la inmensa mayoría de docentes comenzara a trabajar contra reloj en pensar cómo hacer sus clases virtuales. En conseguir los contactos de cada familia, y las formas de comunicarse con ellos.

Desde los ministerios provinciales, poca información les llegaba. Sólo que debían continuar con sus clases. Las autoridades no tuvieron en cuenta, por ejemplo, que muchísimas familias, aún en las grandes ciudades como Buenos Aires, sólo contaban con un teléfono celular y poca carga de internet para que hicieran las tareas todos sus niños y niñas.

Desconocían que la inmensa mayoría de los docentes no cuentan con formación en TICs y muchísimo menos en clases y plataformas virtuales. Y que inclusive, muchos docentes no cuentan con internet, salvo en sus teléfonos, al igual que las familias de sus alumnos. Y algunos con viejas computadoras.

A lo largo de estos 2 meses de clases desde las casas, lo trabajadores y trabajadoras de la educación, han visto recargadas sus tareas. Lo que prevalece es el malestar docente.

No sólo trabajan más horas y en horarios que no son los habituales, sino que a su vez deben encargarse de que sus propios hijos e hijas sigan con sus clases. Y si a esto le sumamos que a lo largo de estos días, las autoridades han cambiado varias veces las directivas sobre cómo dictar las clases, qué plataformas usar o por qué medios hacerles llegar las actividades a los y las alumnos, el cansancio y estrés que esto les ha ocasionado, es enorme.

Muchos han tenido que aprender rápidamente a utilizar algunas plataformas que jamás habían visto ni usado. Otros y otras comentan que para poder conectarse con tranquilidad y para tener conectividad, lo hacen a las dos o tres de la madrugada.

Se les exige, además de pensar cómo dar sus clases, contactarse con cada familia para ver cómo les llega a los chicos esa información. Si no responden, tienen que llamarlos y averiguar los motivos. Se les exige llevar un registro sistemático y una valoración del proceso pedagógico desarrollado en forma remota e informar a las familias y a las y los estudiantes sobre la misma. Hacer planillas administrativas.

Además de todas estas tareas, como acción de compromiso militante, algunas y algunos, van a la escuela cada quince días a entregarles las canastas alimentarias a las familias para paliar el hambre existente.

Por otro lado, en algunas provincias se les advierte que al regreso a las escuelas, se evaluará lo realizado en la cuarentena. Esto crea incertidumbres tanto en docentes como en las familias, ya que no se sabe qué evaluarán, cómo realizarán este seguimiento pedagógico sin haber garantizado los recursos mínimos. Cómo evaluarán sin tener en cuenta las condiciones en las que viven los sectores más vulnerables.

Claramente estas medidas educativas no garantizan el derecho a la educación de la mitad de la población escolar en la Argentina, que vive bajo la línea de pobreza.

La falta de insumos básicos como computadoras, conectividad, libros y en muchos caso útiles escolares que casi siempre son provistas por las escuelas. La falta de espacios para realizar las actividades escolares, ya que muchísimas familias conviven hacinadas sin acceso al agua y en pequeñas casas precarias.

La casi imposibilidad de acompañar y ayudar a los niños y niñas por parte las madres y padres, que apenas saben leer. Y la grave crisis económica, que ocasiona que la preocupación mayor de las familias es procurar un plato de comida, haciendo largas filas diarias en los comedores comunitarios, claramente nos muestra que el COVID no sólo perpetuará sino que profundizará la desigualdad y exclusión educativa.

Y por eso, tenemos que seguir exigiendo condiciones para todos y todas. Pero además tenemos que velar por la salud mental y afectiva de los estudiantes. Cuando esto termine, habrá que antes de volver a las matemáticas y las distintas materias, saber que los niños y niñas necesitarán correr, ensuciarse y reír. Reencontrarse con sus amigos, jugar, empujarse y pelear con ellos. Hablar, dibujar, llorar y gritar lo que tienen guardado en sus corazones. Necesitarán contar lo que sintieron y ser escuchados por otros que no son su familia con los que estuvieron mucho tiempo.

Tanto encierro, noticias de enfermedad y muerte no será gratis para ellos. Y si no somos capaces, en cada escuela de poder abrazarlos y entenderlos, dejarlos volver a ser niños libres, sueltos y autónomos y rescatar la pedagogía de la ternura, de la escucha y la paciencia, los condenaremos a tapar y esconder debajo de la alfombra lo que les pasó. Les enseñaremos que no hay que detenerse para sentir y pensar cómo seguir. Les enseñaremos que la enfermedad del aislamiento y la negación, llegó para quedarse.

A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

Cuando el mundo salga de esta crisis, estaremos frente a un cambio mundial cultural, económico y social. Y seguramente, va a cambiar la forma de trabajar, con más teletrabajo y con condiciones de mayor flexibilidad, que habrá que poner en discusión. Y la educación no estará ajena a estos cambios.

Pero esto no nació con el coronavirus. La crisis y fragilidad ya eran parte del capitalismo y el modelo neoliberal, y como siempre, la sufríamos y seguiremos sufriendo la clase trabajadora y el pueblo.

Ante esto, tenemos el desafío de construir otra escuela y otra educación para nuestro pueblo. No basta denunciar un modelo que es profundamente injusto. Tenemos que sumar a la protesta la propuesta. La denuncia tiene que ir acompañada de un anuncio.

A pesar de la crisis en la que vivimos, creo que se abren condiciones para pensar en otra educación. En otra forma de construir conocimientos y en otra manera de pensar una escuela que le sirva a nuestro pueblo y deje de dar respuesta al mundo globalizado. Que nos permita construir otro mundo.

Estamos en condiciones porque a pesar del malestar y agobio que produce este aislamiento y el trabajo desde nuestras casas, también nos ha hecho repensar en lo que hacemos a diario. Ha hecho que las familias vuelvan a valorar y comprender que no es fácil y sencillo el trabajo de los maestros, maestras y profesores.

Pero también, es momento de que las organizaciones sindicales hagan una seria autocrítica. Que puedan pensar que no sólo las reivindicaciones del magisterio son el salario y las condiciones laborales. Que puedan imaginar y construir otro modelo sindical pedagógico y una educación emancipatoria, también son parte de las acciones sindicales.

Que no sólo los males los trae el COVID o los gobiernos con sus políticas. Que tienen que ser parte de la construcción de herramientas horizontales y democráticas para pensar en otra escuela y en otra educación. Que tienen que abrazar a la docencia para hacerlas parte de una propuesta político-pedagógica alternativa.

Por ello, los educadores y educadoras y las organizaciones sindicales tenemos una gran oportunidad y un gran desafío. Podemos y somos capaces de producir un despertar distinto. Es momento de armar más redes virtuales, hasta que podamos hacerlas presenciales, de debate y reflexión. Desde abajo. Desde los colectivos de las escuelas y espacios educativos de cada rincón de nuestro país.

De construir de conjunto para abrazar nuevos conocimientos que nos permitan interpelarnos y pensar en el para qué educar, el cómo hacerlo, para quiénes, en dónde y en qué escuela queremos y necesitamos.

Que no intente maquillar una escuela que no nos sirve. Que genere el diálogo de saberes con aquellos a los que pretendemos educar. Que incluya las concepciones de vivir el mundo del movimiento feminista, de los movimientos ambientales y de los pueblos originarios.

Que rescate las experiencias históricas y actuales de la pedagogía crítica y de la educación popular latinoamericana y argentina para pensar en otra sociedad.

Es hora de devolvernos nuestra identidad como educadores y educadoras, capaces de construir una escuela que parta de los intereses de los sectores populares, de una sociedad distinta, con una concepción del mundo con y desde su mirada.

Una educación que se vincule con el planeta, los bienes comunes y la naturaleza con respeto, cuidado y complementariedad, sin depredarla.

Es hora de recuperar la pedagogía. Es hora de que pensemos en los desafíos del siglo XXI, no para estar a la moda sino para pensarlos desde otros paradigmas del conocimiento. Es hora de construir desde nuestras utopías.

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Entrevista a Ministra de Educación María Victoria Angulo: «Esta es una oportunidad de fortalecer e innovar el sistema educativo»

Entrevista/21 Mayo 2020/Autor y fuente: Semana educación

En diálogo con SEMANA, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó cómo se garantiza la educación de estudiantes que no tienen computador o internet, cuándo se retomarían las clases presenciales y las ayudas del Gobierno para las crisis de colegios y universidades.

La educación no ha sido ajena a la crisis generada por la pandemia, la cancelación de clases presenciales, con las dificultades que conlleva seguir con la educación en casa, ha generado un reto sin precedentes para padres de familia, docentes, estudiantes y todo el sistema educativo.

Desde el pasado 16 de marzo más de 10 millones de estudiantes no van a los colegios, las carreras presenciales de las universidades se deben hacer virtualmente y la incertidumbre entre padres, universidades, colegios y estudiantes es latente.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno por dar continuidad a la educación por medio de diversas plataformas, la preocupación persiste. En la educación superior prevén una disminución del 50 por ciento en las matrículas, el 80 por ciento de padres no pudieron pagar la pensión del colegio en abril y aún es incierto cuándo reabrirán las instituciones.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo (M.V.A.) habló de los temas de esta cartera con Semana. 

SEMANA: ¿Qué pasará después del 31 de mayo?

M.V.A.: El Ministerio de Educación, en articulación con el Ministerio de Salud, está evaluando las condiciones y evolución de la pandemia de la covid-19 en el país y su comportamiento diferente entre los territorios. Por ahora el trabajo académico en casa está definido hasta el 31 de mayo y las orientaciones que se brinden para la continuidad del calendario académico estarán enfocadas a permitir los logros de aprendizaje previstos para el año escolar, pero también de una prestación del servicio con adecuadas condiciones de protección de la salud de la comunidad educativa que está integrada por estudiantes, maestros y familias. En otras palabras, como sector propendemos por la garantía del derecho a la educación bajo condiciones de mitigación y prevención de los efectos de salud pública que ha generado la covid-19 y por ello debemos actuar bajo las orientaciones que la emergencia sanitaria nos indique. En próximos días el presidente Iván Duque compartirá con los colombianos la estrategia que se ha venido trabajando de la mano del Ministerio de Salud y que recoge también las dinámicas regionales.

SEMANA: Al momento, ¿qué balance hace de la estrategia de educación en casa? ¿Se ha podido dar continuidad a la educación de más de 8 millones de niños de colegios públicos?

M.V.A.: El Gobierno ha estado actuando con oportunidad y responsabilidad para permitir que el sector educativo continúe garantizando el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Un desafío de gran magnitud que requiere del trabajo de todos. Desde la declaratoria de emergencia sanitaria, el Ministerio de Educación viene implementando un trabajo sinérgico con la comunidad educativa para proteger la salud de estudiantes, docentes y padres de familia y continuar con el servicio educativo en el marco de la flexibilización curricular.

Dentro de las medidas tomadas durante estas nueve semanas se pueden señalar la reorganización del calendario académico, el desarrollo de contenidos de apoyo al proceso de estudio en casa como el portal Aprender Digital: Contenidos para todos, la programación educativa de más de 12 horas dentro de la cual se destacan los programas Edu Acción 1, 2, 3 y Profe en tu casa, y la alianza Mi señal con canales locales y emisoras comunitarias, con una completa programación para apoyar el trabajo en casa de estudiantes y docentes, con especial énfasis en llegar a la ruralidad. Sumado a lo anterior, se han asignado 400.000 millones de pesos para la adquisición de guías, talleres, textos y, en general, material de apoyo pedagógico; también recursos al Programa de Alimentación Escolar para garantizar un complemento alimentario en el periodo de la educación en casa. En alianza con MinTIC se logró la entrega de 83.345 computadores que llegarán a 750 sedes educativas, ubicadas en 291 municipios, y medidas que permitan el acceso en teléfonos móviles a contenidos digitales sin consumo de planes de datos. Seguimos avanzando también para definir estrategias que apoyen la conectividad y el acceso a contenidos digitales en los hogares más vulnerables.

SEMANA: ¿Cómo se trabajó para capacitar a los docentes de las diferentes regiones de cara a esta coyuntura?

M.V.A.: Haciendo el balance en el ámbito de las Secretarías de Educación departamentales, distritales y municipales, se dio inicio a través de sus establecimientos educativos al trabajo académico en casa con los estudiantes, aplicando estrategias pedagógicas flexibles que prepararon los maestros durante las dos semanas de desarrollo institucional destinadas para ello. Este proceso de trabajo académico en casa se inició el 20 de abril y en algunos casos las Secretarías de Educación y sus establecimientos educativos definieron condiciones de gradualidad asociadas a tiempos de desplazamiento del material impreso de apoyo pedagógico, cuando las condiciones de ruralidad dispersas u otras lo hacían necesario. El Ministerio de Educación acompaña y orienta permanentemente a las Secretarías de Educación en la toma de decisiones para implementar estrategias dirigidas a garantizar atención educativa para la totalidad de los estudiantes matriculados. De acuerdo con la información recibida de las Secretarías de Educación de las entidades territoriales certificadas, para el periodo entre el 20 al 30 de abril los establecimientos educativos posibilitaron el trabajo académico en casa de los estudiantes mediante la combinación de las siguientes herramientas: el 55,8 por ciento con apoyo de material impreso (guías, talleres, textos), el 23,2 por ciento con apoyo de programas de radio y televisión y el 21,1 por ciento con apoyo de plataformas digitales.

SEMANA: ¿Qué ha pasado en los municipios donde la mayoría de estudiantes no tienen ni computador, ni conexión?

M.V.A.: El Ministerio de Educación, reconociendo las particularidades de los territorios, ha orientado a las Secretarías de Educación para que organicen con rectores, directores rurales y docentes el diseño e implementación de estrategias pedagógicas flexibles que respondan a la realidad del país, donde un número importante de escuelas y hogares están ubicados en zonas sin acceso a internet o sin acceso a computadores.

Durante dos semanas de desarrollo institucional, las Secretarías de Educación coordinaron con los establecimientos educativos la planeación de estrategias flexibles para que los niños sin acceso a estos medios tecnológicos o sin conectividad a internet pudieran adelantar su actividad pedagógica. Para este fin, se utilizan guías y talleres pedagógicos y se aprovechan los recursos del Canal Institucional y de la Radio Nacional de Colombia. Desde el 16 de marzo se dispuso de más de 80 recursos para toda la comunidad educativa; así mismo, se orientó el préstamo de textos de la biblioteca escolar y textos de lenguaje y matemáticas del Programa Todos a Aprender (PTA).

SEMANA: ¿En qué se ha avanzado para ayudar a esos hogares con computadores y conectividad?

M.V.A.: En alianza con MinTIC, se lanzaron el pasado 15 de abril tres estrategias que buscan apoyar a los hogares más vulnerables del país. La primera facilita el acceso de conectividad a docentes, padres de familia y estudiantes de zonas rurales y urbanas a través de navegación gratuita (sin consumir datos) en la versión móvil de la Plataforma Aprender Digital Colombia Aprende (https://movil.colombiaaprende.edu.co/). Este servicio se habilita para usuarios con telefonía móvil (voz y datos) en la modalidad de prepago y pospago de hasta $ 71.214 (dos UVT). La segunda estrategia es el programa Hogares Digitales para la Educación, con el cual se hace un llamado a los estudiantes que vivan en hogares de estratos 1 y 2 para que revisen quién presta el servicio en su municipio y llamen para adquirirlo. En la página web del Ministerio TIC (www.mintic.gov.co) se encuentra la lista de los operadores y los municipios que se verán beneficiados por esta iniciativa, la cual se extenderá hasta 2024.

La tercera iniciativa permitió que Computadores para Educar realizara la entrega de 83.345 computadores con contenidos educativos precargados y que, por tanto, están disponibles con o sin conectividad. Su distribución se inició la primera semana de mayo para docentes y estudiantes de los grados 10 y 11 de zonas rurales y urbanas. Con esta estrategia se benefician niños, niñas y adolescentes de 750 sedes educativas del país.

SEMANA: ¿Cómo se garantiza la permanencia de los estudiantes en el proceso educativo y que no aumente la deserción escolar?

M.V.A.: La permanencia escolar es uno de los mayores retos que asumimos como nación en el marco de la  emergencia sanitaria, económica y social a causa de la covid-19. La multicausalidad de este fenómeno exige una acción integral de toda la comunidad educativa para evitar el abandono escolar.  En este contexto, el Ministerio de Educación ha venido adecuando estrategias que inciden en la  permanencia y prevención de la deserción en los diferentes etapas de atención a la emergencia sanitaria, desde las disposiciones de jornada escolar, el trabajo pedagógico en casa y la planeación del retorno de los estudiantes a las aulas. Dentro de las estrategias para el sector oficial se cuenta con material de apoyo pedagógico para el proceso de aprendizaje en casa. También se realizó la adecuación del Programa de Alimentación Escolar para que entregue complementos alimentarios para consumo o preparación en sus hogares, medida concreta que se adoptó y se implementó desde el pasado 25 de marzo.

Para procurar la permanencia en el sector educativo no oficial (jardines y colegios privados), además del material de apoyo pedagógico y las estrategias de radio, televisión y digitales, se estableció una línea de crédito condonable con condiciones favorables dirigida a los padres de familia que lo requieran para el pago de las pensiones de sus hijos, además de una línea de crédito para establecimientos educativos que requieran recursos para cubrir gastos de su operación.

SEMANA: ¿Le preocupa el impacto en la calidad que pueda generar esta situación?

M.V.A.: Se está trabajando con el Icfes para llevar a cabo una estrategia que permita identificar los desarrollos logrados por los estudiantes en el periodo de la contingencia y de esta manera formular, de ser necesario, planes de nivelación que permitan trabajar de manera focalizada en los desarrollos que se requiere fortalecer, respetando los ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Esta estrategia contempla la posibilidad de identificar esas proridades y un acompañamiento institucional para la formulación de los planes de nivelación. Esta es una gran oportunidad de fortalecer e innovar en el sistema educativo. Así mismo, convoca a las familias a estar más cerca de los procesos de aprendizaje de sus hijos y nos llama a las autoridades del sector educativo a trabajar en equipo para gestionar el cambio, entender desde la creatividad y la innovación cómo promover aprendizajes y experiencias que en este nuevo contexto acompañen a niños, jóvenes y maestros en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en el manejo de las emociones.

SEMANA: El Gobierno anunció una serie de medidas para aliviar al sector de educación. ¿De qué se tratan? 

M.V.A.: Las medidas anunciadas están orientadas a brindar apoyos financieros a instituciones educativas privadas (jardines y colegios), padres de familia, estudiantes, Instituciones de Educación Superior públicas y privadas e Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano para mitigar la deserción y fomentar la permanencia en el sector educativo. Estas medidas son:

  • La expedición del Decreto 631 del 8 de mayo de 2020 que contempla los subsidios de nómina, dirigido a jardines, colegios e instituciones de educación superior. Mediante Decreto 662 del 14 de mayo se creó el Fondo Solidario para la Educación con recursos por más de 217.000 millones de pesos a través del cual se crea una línea de crédito condonable para padres de familia o acudientes destinada al pago de pensiones de jardines y colegios privados, se destinan recursos de apoyo a la financiación de un porcentaje del valor de la matrícula de los estudiantes prioritariamente de estratos 1 y 2 de las Instituciones de Educación públicas y se crea una línea de créditos condonables para la financiación de la matrícula o sostenimiento de los estudiantes con mayor condición de vulnerabilidad de las Instituciones de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano.
  • La ampliación del plan de alivios Icetex está concentrada en incrementar el número de estudiantes y contempla beneficios de disminución de intereses, período de gracia hasta diciembre de 2020, ampliación de plazos de amortización y nuevos créditos sin codeudor.
  • Se establecen líneas de crédito por $2,5 billones, compuestos por:
    • $1 billón para jardines y colegios privados que permitirán cubrir hasta el 90% de la nómina, con un respaldo de la Nación del 80%, un periodo de gracia de 6 meses y un plazo de pago entre 12 meses y 36 meses.
    • $1,5 billones para Instituciones de Educación Superior-IES se destinarán a cubrir hasta el 90% de la nómina, con garantía de la Nación del 80%, un periodo de gracia de pago de capital y un plazo establecido según ingresos de las instituciones.
    • $200.000 millones a través de Findeter con tasa de interés subsidiada por el Ministerio de Educación, con el fin de apoyar financieramente a las IES para que ejecuten esquemas de apoyo a los estudiantes de pregrado en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.

SEMANA: ¿Cómo pueden las universidades, colegios y jardines acceder a estas líneas de crédito y fondos solidarios?

M.V.A.: A partir de la otra semana comunicaremos al sector las condiciones de cada línea de crédito y demás requisitos para que padres de familia, estudiantes, jardines y colegios privados, Instituciones de Educación Superior públicas y privadas e Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano puedan disponer a la mayor brevedad de los recursos que el Gobierno ha dispuesto.

SEMANA: ¿Qué tantos estudiantes se han acogido a las medidas de amortización del Icetex y al momento cuántos han manifestado interés de renovar el crédito de cara al segundo semestre?

M.V.A.: Hasta el momento desde la expedición del Plan de Auxilios el Icetex ha recibido 61.403 solicitudes, de los cuales 60.087, que corresponden al 98 por ciento, han sido aprobadas y aplicadas:

Los 60.087 beneficiarios se distribuyen así según el auxilio otorgado:

  • 28.066 disfrutan del auxilio de período de gracia.
  • 22.707 disfrutan del auxilio de ampliación de los plazos de pago.
  • 9.314 se acogieron a la interrupción transitoria de la tasa de interés.

Adicionalmente con el fortalecimiento del plan de auxilios a través del Fondo Solidario para la Educación se espera otorgar a más de 150.000 jóvenes estos alivios financieros.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/medidas-para-la-educacion-durante-pandemia-por-coronavirus-ministra-responde/671645

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Invitación al seminario virtual: «Desafíos de la construcción gremial y sindical educativa en el siglo XXI»

Por: Otras Voces en Educación 

🔊 🔊 *Grupo de Contacto Internacional,* conformado por dirigentes gremiales del sector educación de América y Europa, pedagogos críticos y educadores populares, te invita a participar en el webinar este 22 de Mayo sobre 👇🏼:

“Desafíos de la construcción gremial y sindical educativa en el siglo XXI”

*En esta oportunidad nos acompañan como ponentes* :

🇵🇦• *Nelva Reyes* (Secretaria General de la Central de Trabajadores de la República de Panamá)

🇲🇽• *Lev Velásquez* (Centro de Investigaciones Sindicales de la CNTE, Michoacán, México)

🇦🇷• *Claudia Baigorria* (Secretaria General Adjunta de la CTA Autónoma y de CONADU-Histórica)

🇲🇽• *Gamaliel Guzmán* Cruz (Secretario General de la Sección XVIII de la CNTE).

🇨🇴• *Martha Alonso* (Fecode, Colombia)

*Moderador: Luis Bonilla-Molina* (Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes OIREPOD)

*Relator: Xavier Diez* (Cataluña)

*Apoyo técnico y el procesamiento de mensajes/preguntas: Luz Palomino*

*Horarios por país: ​​* ​
🇨🇦11:00 am​Vancouver, Canadá
🇺🇸​​​​​12:00 pm ​Los Ángeles / San Francisco
🇨🇷​​​02:00 pm​Costa Rica
🇨🇴03:00 pm​Colombia / 🇵🇦 🇵🇪🇪🇨🇲🇽Panamá / Perú / Ecuador/Ciudad de México
🇺🇸 🇻🇪🇵🇷🇨🇺🇨🇱🇧🇴 🇦🇷 🇧🇷🇪🇸04: 00 pm ​Nueva York / Venezuela /Puerto Rico/Cuba / Chile / Bolivia
05: 00 pm​Argentina / Sao Paulo /
10:00 pm​Cataluña

Pueden conectar con este seminario a través de:

https://us02web.zoom.us/j/81490301361

✓ Por el youtube del portal “Otras Voces en Educación”

https://www.youtube.com/user/DILANCI

🔵*Transmitiremos en vivo a su vez desde las páginas de facebook* de:

🇵🇷 *Federación de Maestros de Puerto Rico* en la siguiente dirección: https://www.facebook.com/federaciondemaestrosdepuertorico/

🇻🇪 *Otras Voces en Educación* https://www.facebook.com/ovemundo

🇧🇷 En *Brasil* por SINASEFE. https://www.facebook.com/sinasefe.nacional/videos/678928356204265/

🇪🇨 En *Ecuador* desde el Facebook de la Unión Nacional de Educadores (UNE) y el facebook del Movimiento por la Unidad Docente

🇵🇦 En *Panamá*
desde el *Facebook de ASOPROF* y
desde el facebook del *vicerrectorado de extensión de la Universidad de Panama* .

🇲🇽 En *México*
• El Facebook del *Centro Sindical de Investigación e Innovación de la Sección XVIII de la CNTE* https://www.facebook.com/1297396020291…/…/3202930319737642/…

•El Facebook del *Centro Internacional de Pensamiento Crítico* Eduardo del Río (Rius) https://www.facebook.com/Centro-de-Investigaci%C3%B3n-R%C3%8DUS-reflexionando-las-Ciencias-Sociales-431783787648718/?eid=ARCtUbzYaJwqW7GDSb92gY98FS3bYYtbNFf1lAhjN_gxPJhRxWaINwn1fBnnTZVm3sJt4JBwWh2uMEt5

•El CEDES22 de la Sección 22 de Oaxaca de la CNTE https://www.facebook.com/CEDES-22-308360079824902/

• A través del Facebook de La sección 9 de la CNTE
https://www.facebook.com/formacion9na/

🇨🇴 *Colombia*
A través del facebook de la *ADE Bogotá 😗 https://www.facebook.com/adebogota/

🇻🇪 En *Venezuela* a través del *Centro Internacional Miranda* (CIM): Https://www.facebook.com/centrointernacionalmiranda/

🇦🇷 En *Argentina*
• A través del *CEIPH* (Bachilleratos populares) en el siguiente enlace https://www.facebook.com/ceiphistorica/

🇨🇱 En *Chile* desde el Facebook del *Colegio de Profesores Regional Bio Bio* https://www.facebook.com/Colegio-de-Profesores-Regional-Bio-Bio-263574447544146/

Movimiento por la Unidad Docente (MUD) del Colegio de Profesores de Chile

•página web de la CTA-A

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OVE entrevista a Dennis Solís Cruz “Las universidades deben replantear la formación de docentes”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OVE

 

Por años la imagen que se intentó propagar en América Latina fue la de una Costa Rica que derrotaba las desigualdades. Poco a poco fuimos conociendo las resistencias de los estudiantes, campesinos, pobladores y docentes costarricenses al modelo neoliberal del cual nadie escapa. En ese marco conocimos a Dennis Solís Cruz, un maestro sencillo, amable y vertical en sus principios de defensa a la educación pública. Es el secretario general de la Asociación Sindical de Profesores de Secundaria de Costa Rica (APSE)

 

Dennis forma parte del Grupo de Contacto Internacional (GCI) una iniciativa plural y horizontal del magisterio y los educadores populares de la región, conformado en defensa de la escuela y los proyectos educativos emancipadores. La conversación que hoy sostuvimos con Dennis estamos seguros que será de utilidad para los colaboradores y lectores del portal Otras Voces en educación

 

Dennis, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste a sindicalismo

Mi nombre es Dennis Solís Cruz, nací en un pequeño pueblo rural llamado Piedades Sur de San Ramón, Costa Rica. Mi padre es agricultor y mi madre ama de casa. Cuando terminé la escuela primaria no iba a seguir estudiando, me dedicaría a la agricultura como mi padre, pero por insistencia de mi maestro de primaria, continúe estudiando en secundaria. Ingrese a la Universidad de Costa Rica, donde me gradué como profesor de Ingles: (Educación Pública).

Entre al sindicalismo ya que creo en el estado de derecho y las instituciones públicas que me brindaron la oportunidad de llegar a ser profesional, gozar de  salud pública de calidad hasta la fecha en mi país. Me tocó ver la destrucción del agro en mi país con la implementación de los Planes de Ajuste Estructural (PAEs) en los 90s y los tratados de libre comercio. La consolidación del modelo neoliberal y capitalismo salvaje que pretende acabar con lo que queda.

Ingrese a la APSE hace muchos años ( alrededor de 15 años), y desde ahí he participado en puestos de base, regionales y ahora de dirigencia Nacional. Además, he sido líder en defensa de la salud Pública  (CCSS), donde una vez fui arrestado en una manifestación y tuve que afrontar procesos judiciales por 5 años.

También he participado en luchas sociales y populares en mi país a nivel universitario, la lucha contra el TLC  con USA (CAFTA), contra el monopolio  RITEVE, miembro del Foro de Occidente y las Asambleas Patrióticas Populares, entre otros espacios.

  

¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Costa Rica?

En muchos casos se implementan esquemas educativos de otras realidades. Personas que toman decisiones relacionadas a la educación, priorizan en intereses económicos y políticos, dirigidos a responder a las agendas que exigen los organismos internacionales.

Los cambios de gobierno cada 4 años generan cambios en las políticas educativas, lo cual no brinda el espacio y tiempo necesario para la apropiada capacitación de docentes.

 

Dennis, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Debe existir una actualización constante en cuanto a formación de docentes de manera que se responda a los retos que plantea nuestra sociedad. Definitivamente las universidades deben replantear la formación de docentes, ya que se está dejando de lado en muchos casos la formación integral, de un ser crítico y consciente de su mundo.

Encontramos docentes que no muestran un interés por lo colectivo, premia el individualismo y la satisfacción de necesidades inmediatas particulares. Por supuesto, que esta situación se va a reproducir en el sistema educativo del país, donde se ha mercantilizado la educación, se busca la formación de mano de obra barata, no critica ni pensante que sea presa fácil para las transnacionales. Es primordial romper con este esquema.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio costarricense? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

En Costa Rica se ha enfrentado la expansión de la epidemia implementado un tipo de educación a distancia para lo cual no estábamos preparados. Han existido dudas, incertidumbre y dificultades por parte de docentes, estudiantes y padres de familia con respecto a este tema.

El tema del acceso, a  medios tecnológicos ( internet, computadora) definitivamente ha afectado el derecho a la educación. Existen zonas rurales o sectores de mucha pobreza donde ha habido mucha limitación en cuanto al alcance de las herramientas y plataformas implementadas.

 

A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

 

  • Desde la APSE hemos exigido al gobierno de Costa Rica, la participación del magisterio en la toma de decisiones con respecto a las medidas a implementar tanto en el manejo de la crisis como a la hora del retorno a la presencialidad. No ha habido apertura real por parte de las autoridades educativas al respecto.
  • Desde la APSE , hemos exigido cobertura gratuita y total de internet a los estudiantes, para no afectar su derecho a la educación
  • Hemos exigido, la cobertura en alimentación de comedores escolares a la totalidad de la población estudiantil, ya que muchos de sus encargados han perdido trabajos o han visto recortada su jornada laboral.

 

 

Muchas gracias al portal Otras Voces por esta oportunidad

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Educación, escolaridad y revoluciones industriales

Por: Luis Bonilla-Molina

  1. NUESTRA PERSPECTIVA PARA ENTENDER LO QUE OCURRE

Hay una abundante bibliografía que procura explicar las causas y sentido de eso que se ha denominado como “crisis educativa”. He insistido que la definición de “crisis” es una construcción que ha usado el neoliberalismo para justificar la vorágine de reformas y contrarreformas educativas que se han impuesto desde la década de los ochenta con el fin de destruir la escuela pública. Además, la noción de crisis de lo educativo intenta desviar la atención a lo escolar y educativo como si ello fuera una isla en sí misma, desconectada de las dinámicas sociales, económicas, políticas, culturales y tecnológicas. En otros casos lo educativo/escolar y las “crisis educativas” se presentan como temas nacionales, desconectados del sistema mundo capitalista y sus dinámicas.

Cuando se supera el temor a ser acusado de economicistas, muchos analistas le entran a lo económico, pero muchas veces se atascan en la dimensión meta ideológica del capital y no se adentran en las relaciones específicas del modo de producción con lo educativo. Ello adquiere dimensiones preocupantes cuando evidenciamos la desconexión existente en muchos análisis educativos, respecto a la relación de lo “pedagógico” con la aceleración de la innovación, su impacto en el modo de producción y acumulación, respecto a las dinámicas de enseñanza-aprendizaje.

Por ello, la perspectiva que asumo en mis trabajos valora de manera especial el impacto de la aceleración de la innovación científica-tecnológica en el modo de producción y acumulación capitalista, así como en las demandas que ello genera sobre lo educativo.  Por supuesto que esta no es una perspectiva neutra, tiene la objetividad de la lucha de clases y las resistencias anticapitalistas.

En consecuencia, consideramos de especial significación recuperar la tradición de estudios sobre la relación de la escuela con la fábrica, pero entendiendo que la propia fábrica está cambiando, está mutando. Las fábricas 4.0 comportan una redefinición de parámetros y exigencias sobre la escuela que no pueden ser comprendidos desde la lógica de la máquina educativa newtoniana. Por ello, considero que muchos de los análisis de lo educativo /escolar que descuidan esta realidad, corren el riesgo de hacer teoría mirando al retrovisor.

Desde la izquierda y las pedagogías críticas siempre tuvimos claridad sobre el carácter reproductor del sistema, asignado por el capitalismo a la escuela. Unos la vieron simplemente como un aparato ideológico del Estado, otros la entendimos como ello, pero también como un lugar de disputa, de resistencias, porque estaba constituida por seres humanos, en su inmensa mayoría explotados.

Defendimos a la escuela en su dimensión democratizadora del conocimiento que había sido apropiado durante siglos por los instalados en el poder. Defendimos la escuela porque abría la posibilidad que millones de trabajadores y sus familias comprendieran de manera científica al mundo, derrotando el oscurantismo de los dogmas religiosos. Defendimos la escuela porque era un espacio de encuentro, para la construcción de tejido social, para la formulación compartida de resistencias anticapitalistas.

Estábamos conscientes, en mayor o menor medida, que la escuela para el capitalismo no solo intentaba reproducir el performance de la fábrica con la carga de explotación, fragmentación y apropiación de la plusvalía, en ese caso ideológica, sino que también era otra máquina de control social. A esa máquina newtoniana educativa decidimos intentar aflojarle las tuercas, los tornillos, desarmarla andando, construyendo saber pedagógico emancipador, prácticas educativas liberadoras. Unas veces avanzamos, otras nos atascamos y en algunos casos incluso ajustamos la máquina de dominación con palabras radicales que se convertían en significantes vacíos, narrativas funcionales a la propia dominación.

Defendimos la escuela pública por sus posibilidades para construir educación popular, crítica, científica y alternativa. Hicimos de la disputa escolar una posibilidad para pensar otra escuela, en otro tipo de sociedad, que para nosotros es la socialista democrática. No fue nuestra intención defender a la máquina educativa newtoniana, lo que ocurre es que entramos en caos cuando esa máquina se convirtió en obsoleta para el capitalismo y comenzó a transformarse en una nueva máquina. Con el emerger de la tercera revolución industrial la escuela capitalista comenzó a mutar y la incomprensión estructural del cambio en curso, generó en algunos casos un pensamiento conservador de la izquierda pedagógica, que nos llevó a abrazarnos al viejo modelo como si fuera un salvavidas ante nuestra incapacidad de pensar lo alternativo en lo nuevo.

Y estábamos en desconcierto paradigmático funcional cuando se nos comenzó a anunciar y mostrar la nueva máquina educativa propio del capitalismo de la cuarta revolución industrial. Intentemos en consecuencia analizar la escuela y los sistemas escolares en relación con las revoluciones industriales y la aceleración de la innovación.

  1. PRIMERAS REVOLUCIONES INDUSTRIALES Y EDUCACIÓN

El capitalismo fabril significó un reordenamiento extraordinario de la economía, la cultura, las sociedades y en el plano educativo. En la larga transición del feudalismo al capitalismo la escuela adquirió un nuevo rostro, una nueva conceptualización. La ilustración y el desarrollo científico de los siglos XVIII y XIX permitieron el emerger de la primera y segunda revolución industrial, con impacto directo en la conformación e impulso del capitalismo industrial. El aprendizaje basado en la memoria ya no resultaba suficiente, se requería memoria + comprensión de su génesis y líneas de expansión, para seguir ampliando y especializando el conocimiento que requería en ese momento el capital y que demandaba la aceleración de la innovación tecnológica.

El capitalismo fabril estructuró los saberes conforme a su utilidad para mejorar, optimizar y potenciar, las máquinas sobre las cuales se estructuraba la producción y la sociedad. El capitalismo fortaleció la división del conocimiento en campos (Ciencias naturales, ciencias sociales, ciencias humanísticas, ciencias duras, filosofía) y estos a su vez en disciplinas. Los principios que orientaron esta estructuración fueron los prolegómenos de lo que hoy conocemos como la eficiencia y la eficacia del conocimiento. El capitalismo estructuró el mundo y sus instituciones a la imagen y semejanza de las maquinas que surgieron en la primera y segunda revolución industrial.

La lógica de la máquina newtoniana impregnó a la implementación de las pedagogías y la escuela, liceo y universidad. Mientras la enseñanza se fundamentó en la pedagogía vista como componentes ensamblables (didáctica, currículo, evaluación, planeación, gestión), el aprendizaje fue valorado como productos que se replicaban y evaluaban conforme a la lógica de producción de las mercancías generadas en las fábricas-escuelas. Los sistemas escolares se estructuraron a partir de las premisas de Comenio (maternal=preescolar, común=primaria, gimnasio=bachillerato y academia=universidad) y como segmentos de producción separados, pero ensamblables, estructurados según su complejidad (edad, desarrollo físico). La premisa de Comenio que señalaba que la educabilidad estaba en la naturaleza de los seres humanos se convirtió en el correaje de la lógica capitalista sobre la escuela.

La perspectiva de Comenio se fue enriqueciendo por otras propuestas, las cuales he trabajado en otros momentos. El conocimiento requería entonces memoriainformación, comprensión y manejo contextual de procesos mecánicos, abriendo la posibilidad para la experimentación y los desarrollos conceptuales que eran valorados bajo el prisma de la utilidad para el sistema, es decir para algunas de las maquinas del capitalismo económico, político, social, cultural y tecnológico.

La idea que para mejorar cada todo (máquina) había que perfeccionar las partes (ensamblables) y evolucionar al detalle los mecanismos (sistemas), facilitó la construcción de una epistemología disciplinar de la educación, de los procesos de enseñanza-aprendizaje, de los sistemas escolares.

Las dinámicas de las escuelas se estructuraron conforme a la mirada de la organización escolar de Comenio y la lógica disciplinar reforzó la idea de los nodos como materias. Las materias se dividían en objetivos secuenciales, a la usanza de una cadena de producción y, las evaluaciones cumplían la función de control en la producción de conocimientos (mercancías). La correlación de objetivos surgió como la expresión de especialización con complementariedad con otros conocimientos.

La formación docente se especializó al interior de los componentes de las pedagogías, surgiendo especialistas en cada una de las partes, a tal punto que al final apenas si conocían el todo; la idea era que, a los directores, supervisores y autoridades educativas en general, les correspondería coordinar el ensamblaje de los procesos.

Surgieron los especialistas en currículo, evaluación, planeación, didácticas, innovaciones, gestión del aula, gestión de plantel. El todo se fragmentó en las partes y la pedagogía dejó de comprenderse en su relación con el todo social. Pero esto era lo que necesitaba el capitalismo de la primera y segunda revolución industrial. En los preludios de la tercera revolución industrial, la especialización en pedagogía derivaría en autonomía de las partes de la máquina pedagógica (curriculum versus didácticas, evaluación versus gestión, etc.), sin que llegaran a ser nuevas máquinas, sino prototipos que competían entre sí.

  1. TERCERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, ESCOLARIDAD Y EDUCACIONES

Las máquinas de la tercera revolución industrial (1961-2021/2025), no eran ya de ensamblaje y fricción, de movimiento, aceleración y resistencia, sino que funcionaban con circuitos e interconectividad, con impulsos y pulsos binarios. Las máquinas de este periodo se construían fusionando principios que antes habían sido estancos separados por las disciplinas. Los tornillos, poleas, engranajes eran cada vez menos, los rasgos de las máquinas del capitalismo de la tercera revolución industrial. Las máquinas sociales, culturales, económicas, políticas y tecnológicas que habían sido construidas bajo la lógica de la primera y segunda revolución industrial comenzaron a ver saltar por los aires sus tuercas (narrativas, imaginarios), ruedas (prácticas, protocolos) y ligamentos (instituciones).

La epistemología del capitalismo de la primera y segunda revolución industrial entró en una fase de mutación en la tercera revolución industrial, sin embargo, una parte importante de las resistencias anticapitalistas no pudieron ver esta “evolution” del capital y continuaron haciendo política para enfrentar a la vieja máquina; algo similar ocurrió con la izquierda pedagógica y un segmento significativo de las pedagogías críticas.

La tercera revolución industrial con el emerger de la lógica computacional construyó la sensación de caos en la enseñanza, el aprendizaje y el conocimiento. Para seguir avanzando en el desarrollo de las nuevas máquinas y del capitalismo en su conjunto, los estancos disciplinares resultaban obsoletos para el propio capital. Ya la máquina educativa newtoniana resultaba insuficiente para lo nuevo, orientado por los principios de la lógica binaria y la física cuántica.

Jóvenes, niños y niñas percibían mejor esa relación asincrónica, entre una máquina escolar newtoniana que se estaba desbaratando y nuevos funcionamientos de la máquina educativa capitalista de la tercera revolución industrial que comenzaba a mostrarse. Los adultos, los y las profes, educados en los centros de formación docente para enseñar y ver el aprendizaje conforme a la vieja máquina educativa, en muchos casos solo alcanzábamos a ver la posición de los más chicos como déficit de atención, problemas de sociabilidad y otras seudo denominaciones, cuando en realidad lo que estaba ocurriendo era que ellos estaban captando mucho mejor nuevos ritmos y características de la máquina educativa social, política, económica, cultural y tecnológica del capitalismo del siglo XXI; a estos chicos  les parecía (y parece), que cuando iban a la escuela estaban entrando a un museo.

La responsabilidad no era de los y las maestras(os), sino del centro capitalista que no terminaba de entender cómo podía formalizar, poner en marcha y controlar a las nuevas máquinas sociales que estaban surgiendo. Por ello, el periodo de los sesenta y parte de los setenta del siglo XX fue de inestabilidad, que se resuelve con apelaciones al autoritarismo o al dejar hacer. En educación esta inestabilidad se encubrió con la falsa etiqueta de “crisis educativa”.

Lo que si teníamos claros desde las pedagogías críticas era que había que transformar la escuela (aunque no terminábamos de saber cómo) para defender el derecho a la educación de todos y todas, especialmente de los más pobres y excluidos que estaban marginados del acceso a lo nuevo, a los “juguetes” y “artefactos” del mundo tecnológico de la tercera revolución industrial. La escuela, la escuela pública, era y es, donde se puede generar el encuentro humano más allá de la fragmentación y dominación de la sociedad de clases, para analizar, comprender, valorar y decidir sobre esa nueva vorágine tecnológica que no terminaba de llegar a casa, pero que está determinando al ser social.

Pero voluntad requiere de conocimiento científico y a decir verdad faltaron espacios y flexibilidad conceptual, paradigmática, para entender la complejidad de lo nuevo. Pero la incomprensión por parte de las resistencias anticapitalistas al respecto, no detenía la lucha de clases, ni dejaba de hacer sentir las nuevas formas de opresión.

Los campos experimentales de conocimientos vinculados al capitalismo de las décadas del setenta, ochenta y noventa del siglo XX, comenzaron a conformar equipos multidisciplinarios que abrieron paso al paradigma transdisciplinario. El problema fue que las máquinas-escuelasmáquinas-liceosmáquinas-universidades, nunca supieron por dónde comenzar a desandar el cambio. No entendían cuáles piezas había que cambiar, que elementos había que fusionar, que tenía que desaparecer y que había que crear, porque la auto imagen institucional sostenida por décadas era la de una máquina educativa newtoniana. Esto fue lo que se encubrió con la etiqueta de “crisis educativa”

Una morisqueta de este “debate-acción” hizo que, desde las disciplinas y las materias, se apelara al cliché de lo transdisciplinario, sin terminar de construir una máquina escolar transdisciplinaria. Pero la parálisis, el inmovilismo, no es el rasgo de la dominación, ni de la lucha de clases.

Fuimos tan “ingenuos” en la izquierda pedagógica que pretendimos apropiarnos de la transdisciplinariedad como propia, decir que ser transdisciplinario era una forma de resistir a la visión disciplinar del capitalismo, cuando en realidad nos estábamos refiriendo al capitalismo de la primera y segunda revolución industrial. No terminamos de entender que la transdisciplinariedad era ahora la mirada del capitalismo de la tercera revolución industrial, la perspectiva, la ontología de las nuevas máquinas. Entonces, ya no estábamos resistiendo con la simple apelación a la transdisciplinariedad porque el capitalismo había asimilado esta premisa para mejorar su funcionamiento estructural.

Las reformas educativas solo podían intentar limar superficialmente o pulir partes de la vieja máquina educativa newtoniana, pero eso sí, servían para destruir el concepto público de la educación, para “poner en evidencia” a los docentes y destruir la profesión docente, para abrir paso a la desinversión en materia educativa. Por ello, las reformas se convertían en lo táctico en contrarreformas que paleaban y hacían control de daños, mientras lo sustantivo de la transformación radical de los procesos de enseñanza-aprendizaje se colocaba en la externalidad de los sistemas escolares.

Desde la lógica del capital dos elementos fueron moldeando la ruta para construir hegemonía respecto a las supuestas dimensiones de la “crisis de los sistemas educativos”, la profesión docente y la escuela. Se procuraba instalar la idea en la ciudadanía que “algo andaba mal en lo educativo”, para crear las condiciones de posibilidad de diseño de otra escuela capitalista, abriéndole paso a los conceptos necesario para comprender y poner en funcionamiento a la nueva máquina educativa del capitalismo cognitivo de la tercera revolución industrial.

El primero, la construcción de cultura evaluativa y, el segundo, debates e iniciativas desde la externalidad escolar, desde los bordes institucionales para poner en evidencia el impacto del mundo digital en los procesos de enseñanza-aprendizaje y la precaria capacidad de la escuela pública, los centros de formación docente y los y las maestras(os) para adaptarse a los nuevo. Veamos cada uno de ellos.

Cultura Evaluativa

En 1973 el denominado “Informe Faure[1]” de la UNESCO señala que

“la revolución industrial, a medida que alcanza un número mayor de países, exige una expansión de la educación y lleva consigo la aparición del concepto de instrucción universal y obligatoria, históricamente unido al de sufragio universal” (p.58). Precisa este informe, que la educación “en términos presupuestarios ocupa el segundo de los gastos públicos mundiales, inmediatamente después de los gastos militares (p.60), a lo cual agregan, que a pesar de esto “la sociedad rechaza los productos de la educación…[ya que] mientras hasta el presente las sociedades en lenta evolución (excepto cortas fases de mutación) absorbían fácilmente y de buena gana los productos de la educación, o por lo menos se acomodaban a ellos, en la actualidad no ocurre otro tanto” (p.62).

Esta perspectiva del informe Faure induce a pensar la necesidad de comprobar la eficiencia de los costos educativos respecto a sus resultados, elemento que constituiría más adelante el lugar de enunciación de la cultura evaluativa. Señala el mencionado Informe, que se evidencian dos elementos causales del hecho que “la sociedad rechaza los productos de la educación”. Estos elementos, continúa el Informe Faure, muestran que la educación, en la tercera revolución industrial, no cumplía con dos aspectos que habían sido referentes básicos de su accionar a través del tiempo: a) la educación precede y, b) la educación prevé (pp.61-62).

De hecho, la educación había precedido el “desarrollo económico”[2] de las sociedades a partir de la revolución industrial (preciso de la primera y segunda revolución industrial), pero esta dinámica comienza a romperse con el desarrollo de la tercera revolución industrial, algo que el propio informe Faure no logra visualizar en toda su complejidad.

Por otra parte, señala dicho informe que “por primera vez en la historia la educación se emplea conscientemente en preparar a los hombres para tipos de sociedades que todavía no existen” (p.62), lo cual constituye una campanada de alerta respecto al desfase que se comienza a evidenciar entre el ayer y el hoy, entre el despegue de la tercera revolución industrial y lo que se enseña en escuelas, liceos y universidades propio de la primera y segunda revolución industrial-.

Los “tres fenómenos nuevos” enunciados en el Informe Faure (precede, prevé y la sociedad rechaza los productos de la educación) colocan en evidencia la inconsistencia de la relación entre aceleración de la innovación científico-tecnológica y educación en el marco del capitalismo de la tercera revolución industrial.

El desembarco de la globalización económica y la nueva mundialización cultural de la tercera revolución industrial incorporan con fuerza al léxico educativo la noción de exclusión como complemento a la idea de cobertura escolar. La idea de exclusión jugaría un rol central en las justificaciones para la instauración de la cultura evaluativa, en el marco de la reestructuración capitalista, uno de cuyos elementos dinamizadores era (y es) la aceleración de la innovación.

La reestructuración capitalista derivada del impacto de la tercera revolución industrial, la internacionalización del capital, es decir de la globalización, impulsan la crítica a los Estados Nacionales, su tamaño y el precario cumplimiento de las metas que se plantea el capital para las economías y sociedades nacionales. Este cuestionamiento culmina en los ochenta del siglo XX en propuestas de Reforma de los Estados Nacionales que se justifican por las llamadas crisis de eficacia y legitimidad de la acción pública (CEPAL, ILPES, BID, Banco Mundial, entre otros).

Argumentan las llamadas bancas de desarrollo y los organismos multilaterales del sistema de Naciones Unidas que la crisis es de eficacia porque las instituciones públicas no sirven para lo que están diseñadas y puestas en marcha y, de legitimidad, porque no expresan los intereses de los ciudadanos. En este último caso, la preocupación no es por la gente, sino porque las instituciones no sirven para crear el nuevo paradigma de disminución del gasto público y que cada quien “comience a gestionar” su vida; la legitimidad burguesa se vincula a la intención que los ciudadanos asuman una parte importante de los costos de la agenda social.

Estos señalamientos tienen un correlato en lo educativo, al señalar que la crisis de eficacia del Estado se expresa en crisis de calidad educativa (eficacia=calidad) y, la crisis de legitimidad en precaria pertinencia de la acción escolar (legitimidad=pertinencia educativa). La “crisis educativa” adquiere categorías fuerza que orientan el discurso neoliberal.

La calidad educativa pasa a ser un comodín que sirve para justificar cualquier crítica a la educación, mientras que la pertinencia profundiza el consenso social respecto a lo señalado por Faure (1973) que “la sociedad rechaza los productos de la educación”.

Para resolver los problemas de calidad y pertinencia educativa, el Banco Mundial, la OCDE, el BID, la CAF y la propia UNESCO comienzan a señalar con fuerza, en los ochenta, que es necesario evaluar los sistemas educativos y los aprendizajes. Mientras tanto, los centros capitalistas siguen sin definir claramente como quieren que funcionen y trabajen escuelas, liceos y universidades, eso sí propagan la idea que la educación gestionada por privados en mejor que la pública.

La globalización y la mundialización cultural demandaban la homogenización de la sociedad mundial y la estandarización de las políticas públicas. La cultura evaluativa se convierte en una herramienta fundamental para esos fines. En ese contexto UNESCO decide convocar a la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos: Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje[3], la cual se realizó en Jomtien, Tailandia 5 al 9 de marzo de 1990.

La Declaración Mundial sobre Educación Para Todos, que emana de esta conferencia, aprobada por 155 países, concluye que “el mudo está en vísperas de un nuevo siglo, cargado de promesas y de posibilidades. Hoy somos testigos de un auténtico progreso hacia la distensión pacífica y de una mayor cooperación entre las naciones. El volumen mismo de información existente en el mundo, mucho de ello útil para la supervivencia del hombre y para su bienestar elemental, es inmensamente mayor que el disponibles hace solo pocos años y su ritmo de crecimiento continúa acelerándose” (Jomtein, 1990).

La declaración de Jomtein coloca su preocupación sobre el impacto en lo educativo de la innovación y la aceleración de los descubrimientos. Educación para Todos (EPT) se plantea trabajar a nivel gubernamental y con la sociedad civil para evitar que se amplié el rezago de millones de niños, niñas y adolescentes y para mejorar los indicadores de cobertura de la educación básica a nivel planetario.

El paradigma de EPT es que si quedan niños, niñas y adolescentes fuera de la escuela no podrán comprender lo nuevo que está surgiendo, ni insertarse en el mundo, ampliando con ello la brecha de exclusión; la educación sigue jugando de esta perspectiva un papel igualador.  Sin embargo, también EPT surge como el enunciado que reúne el esfuerzo de estandarización y homogenización de las políticas educativas de la educación básica para procurar romper las desigualdades y exclusiones.

A mediados de la década de los noventa la UNESCO conforma una Comisión para elaborar el Informe Internacional sobre Educación para el Siglo XXI[4], constituida por Jacques Delors (presidente), Al Mufti Isao Amagi Roberto Carneiro Fay Chung Bronislaw Geremek William Gorham Aleksandra Kornhauser Michael Manley Marisela Padrón Quero Marie-Angélique Savané Karan Singh Rodolfo Stavenhagen Myong Won Suhr Zhou Nanzhao. Esta comisión presenta el texto denominado “La educación encierra un Tesoro”. El documento plantea un conjunto de temáticas[i], pero en este momento me centraré en destacar que el llamado Informe Delors ratifica que “las opciones educativas son opciones de sociedad. Como tales, exigen en todos los países un amplio debate público, basado en la exacta evaluación de los sistemas educativos” (p.38).

Delors y su equipo avanzan en definir lo que consideran son los pilares fundamentales de la educación para y del siglo XXI: Aprender a conocer (lo nuevo), Aprender a Hacer (lo que ahora se necesita), Aprender a vivir juntos (en un nuevo modelo societal) y Aprender a vivir con los demás (los diversos, los rezagados), es decir en la pertinencia con equidad. Para Delors ellos solo es posible alcanzarlo con cultura evaluativa en los sistemas escolares.

Discurso e institucionalización de la cultura evaluativa marchan juntas y comienzan a constituirse en el centro de debates globales. Los elementos que acompañan esta operación política de reingeniería planetaria de los sistemas educativos, son el discurso sobre la incapacidad de las escuelas, liceos y universidades para entender el impacto de la innovación, el cambio cultural de los más chicos y jóvenes, la onda transformadora del mundo digital en las aulas y las potencialidades de la educación virtual.

Una década después de Jomtein, en Dakar, abril de 2000, los países miembros se reúnen para monitorear EPT y trazar una estrategia de acompañamiento a los dos ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) asociados a educación que construía Naciones Unidas. En Dakar se aprueba el llamado “Marco de Acción de Dakar: Educación para Todos: cumplir nuestros compromisos comunes (con los seis marcos de acción regionales)[5]”. Este Marco de acción menciona que “muchos países siguen teniendo dificultades para definir el sentido, la finalidad y el contenido de la educación básica en un mundo que cambia rápidamente, así como para evaluar los resultados y logros de la educación” (p.13).  En Dakar se reitera la mirada de EPT de incluir en las aulas, igualar en la comprensión de lo nuevo y evaluar lo que se hace en educación.

Mientras la ONU impulsa los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM,2000-2015) como esfuerzo planetario de homologación de prácticas y decisiones gubernamentales, EPT se constituye en el espacio que desarrolla las premisas de los Informes de Faure y Delors (que veremos más adelante) en materia educativa. Ambas iniciativas, ODM y EPT son esfuerzos estandarizadores de políticas públicas.

En la “Reunión de 2011 del Grupo de Alto Nivel sobre la EPT” la Directora General de la UNESCO Dra. Irina Bokova pidió actuar con más apremio para lograr los objetivos de la Educación para Todos, afirmando que “la educación necesita, por último, enfoques innovadores para responder a las exigencias complejas de la mundialización y aprovechar plenamente las posibilidades ofrecidas por las tecnologías de la comunicación y la información” (2011). UNESCO sigue construyendo discurso para abrir paso a la cultura digital en el aula.

Durante el Periodo de impulso de la EPT (1990-2015) mejoran sensiblemente los indicadores de cobertura y se consolida el paradigma de las competencias educativas, que no es otra cosa que tratar de adecuarse a lo que Faure consideraba como los fenómenos nuevos de la educación, la capacidad de preceder (al desarrollo económico y tecnológico) y de proveer (los profesionales requeridos).

Esta línea continuaría hasta el balance de cierre de EPT en Corea del Sur (2015). El documento de EPT (2015) precisa a que se refiere cuando se habla de competencias, ya que “en muchos idiomas existen términos diferentes para referirse a ello, pero allí precisan que las capacidades son innatas y las competencias se adquieren mediante la experiencia en contextos tanto escolares como no escolares.[6]” (p.129).

El recorrido previo a Incheon el discurso de las competencias se asocia a la rendición de cuentas, fortaleciendo la cultura evaluativa estandarizada, como lo expresa el texto de la Declaración de Lima[ii] (2014) en su numeral diecinueve al afirmar que “estamos determinados a establecer marcos de política que promuevan la rendición de   cuentas y la transparencia, y fortalezcan la participación de todos/as las y los actores involucrados (como las organizaciones de la sociedad civil, comunidades, familias, docentes / como, estudiantes y otros asociados  local) en todos los niveles del sistema   educativo”.

En Incheon Corea, durante el mes de mayo de 2015 se realiza el balance mundial final de Educación para Todos (EPT), con el propósito de revisar los logros desde Jomtein (1990), Dakar (2000), Jomtein (2011) hasta esa fecha y establecer metas futuras. La reunión de Incheon acuerda incorporar un objetivo educativo a los futuros objetivos de desarrollo de Naciones Unidas y su balance prospectivo se refleja en el documento titulado “Declaración de Incheon. Educación 2030: hacia una educación inclusiva y equitativa de calidad y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos[7]”.

El numeral 9 de la Declaración de Incheon plantea “nos comprometemos con una educación de calidad y con la mejora de los resultados de aprendizaje, para lo cual es necesario fortalecer los insumos, los procesos y la evaluación de los resultados y los mecanismos para medir los progresos” (2015). Es decir, el encuentro de EPT con los ODS se da en continuidad con la línea de trabajo emprendida en los setenta y ochenta del siglo XX, de evaluación justificada en la calidad, a lo que se complementan las nociones de inclusión y equidad.

Ese mismo año, en Nueva York, en septiembre de 2015, con la aprobación de 193 países surgen los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el periodo 2015-2030. Los ODS son el consenso mundial para la orientación estratégica de las políticas públicas de los Estados nacionales, cuyo cumplimiento tiene impacto en los mecanismos de financiación internacional.  Los ODS y en especial el ODS4 parecieran estar en la línea de transferencia de la soberanía de lo nacional a lo supranacional, propia de las exigencias del modelo económico, político, social, cultural y tecnológico de la cuarta revolución industrial en proceso de desembarco.  Apropiación de la soberanía nacional algo que ya había postulado el primer Director General de la UNESCO, el señor Julian Huxley como tarea del organismo multilateral.

Dentro de los ODS se contempla el número cuatro, denominado calidad educativa, que establece las metas e indicadores consensuados, en la nueva fase de estandarización mundial de políticas educativas, vinculada a la evaluación de la calidad. De hecho, dentro de la instrumentación del ODS4 se contempla que durante el periodo de vigencia (2015-2030), todos los países deberán constituir organismos locales e independientes de evaluación de la calidad educativa.

Tres décadas atrás, en el marco de la toma de control de los capitales nacionales sobre las economías y burguesías locales de América Latina y el Caribe (ALC), la Socialdemocracia impulsa en la década de los ochenta del siglo XX dos candidaturas abiertamente neoliberales: Salinas de Gortari en México y Carlos Andrés Pérez (CAP) en Venezuela. A CAP la meta le sería esquiva, mientras que Gortari lograba allanar el camino. Salinas de Gortari construye las condiciones de posibilidad para que la UNESCO, en 1994 bajo el mandato de su sucesor Ernesto Zedillo, en la ciudad de Monterrey, México, constituyera el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE).

El LLECE surge en 1994 con el auspicio y la bendición del neoliberalismo educativo. El LLECE-UNESCO escala la cultura evaluativa a otro nivel, dándole rango institucional, algo que desde los setenta se le venía planteando a los sistemas escolares en el mundo sin lograr mayores frutos.

El LLECE plantea como ruta para evaluar los sistemas educativos, la valoración de los aprendizajes; así surgen las pruebas PERCE[8] (1997), SERCE[9] (2004/2008), TERCE[10] (2015) y actualmente el ERCE[11] en dieciocho países de ALC. El LLECE le reporta a la dirección de estadísticas de la UNESCO, uno de los despachos en los cuales gravitaría como funcionario de este órgano multilateral el señor Andreas Schleicher.

En 1995, Schleicher quien para ese entonces formaba parte del equipo de Educación de la UNESCO, le plantea en una reunión en París a los representantes 28 países pertenecientes a la OCDE, la posibilidad de realizar “un examen global que permita comparar a nivel internacional el rendimiento de cada sistema educativo y establecer herramientas para su mejora” 2018 (El Confidencial[12]), sustentado en el hecho que la conformación del LLECE no había generado resistencias en gremios, sindicatos, intelectualidad ni en los gobiernos; es decir la hegemonía estaba madura para comenzar a dar frutos prácticos a escala planetaria.

Schleicher no logró conseguir apoyos inmediatos, pero tejió un vínculo nunca explicado entre la UNESCO y la OCDE, para el montaje de las pruebas PISA. En 2001 se conocería los resultados iniciales de la primera generación de pruebas PISA[13] (2001-2007) y posteriormente, el otrora funcionario de UNESCO, Andreas Schleicher comenzaría a dirigir personalmente (ya no a control remoto desde UNESCO), la segunda generación de las pruebas PISA (2008-2020).

La cultura evaluativa contaba ahora con instituciones, una regional el LLECE y otra mundial la OCDE-PISA, quienes bajo el pretexto de monitorear los aprendizajes y la calidad educativa refuerzan lo que Faure definía como “la sociedad rechaza los productos de la educación”. Estas instituciones tratan de construir la nueva máquina educativa de la tercera revolución industrial, a partir del desmontaje de la anterior, con las herramientas que provee la evaluación estandarizada.

En 2014 la UNESCO convoca a una Comisión Internacional que actualice los Informes Faure (1973) y Delors (1996), planteando los desafíos actuales de la Educación. Esta Comisión presentaría el documento “Replantear la Educación: ¿Hacia un bien común mundial?[iii]” Este informe implica un salto en la conceptualización de la estandarización de políticas educativas, la cultura evaluativa y gobernanza educativa supranacional y, que colocaría en relieve el “desfase cada vez mayor entre educación y empleo”, el papel de los “educadores en la sociedad del conocimiento” y “replantearía la educación para la ciudadanía en un mundo diverso e interconectado”. Este documento, estaría mucho más orientado al segundo de los elementos, el de la educación virtual como nuevo paradigma, por ello lo desarrollaremos más delante.

Los resultados de las pruebas del LLECE y PISA van desplazando el foco de la evaluación de los aprendizajes al de la evaluación de los docentes. Se va construyendo un imaginario que la educación tiene serios problemas de calidad y que los educadores tienen un gran peso en esta negativa realidad. Se comienza a plantear la necesidad ahora de evaluar a los docentes, algo que ya se venía haciendo en Chile y que extiende por todo el continente (México, Colombia, entre otros).

Resulta especialmente aleccionador el caso de México, en el cual la reforma del ex presidente Peña Nieto, intento desarrollar evaluaciones punitivas a los docentes a través del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE). Algo que le resultó imposible de alcanzar por la resistencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de ese país.

Y en esa carrera llegamos a la crisis educativa, de perspectiva educativa, asociada a la pandemia del Coronavirus. La forma como se ha generado la suspensión de actividades presenciales en muchos países y la desorientación que ello ha causado no solo en el gremio educativo, sino en la población en general, ha contribuido a fortalecer la cultura evaluativa, en este caso sobre la capacidad de los docentes de prever y proveer (Faure, 1973).

La nueva máquina educativa de la tercera revolución industrial se abre paso con el paradigma de la educación virtual. La nueva máquina no es la educación virtual, sino que esta sirve para terminar de desajustar e iniciar la desinstalación de la máquina educativa newtoniana.

Educación virtual como el nuevo paradigma

Entre 1961 cuando se conoce Unimate y en el cual aparece la tercera generación de computadoras con la IBM 360, hasta la presentación en 1977 de la computadora personal Apple II, el epicentro de la innovación y el conocimiento se trasladan aceleradamente de eje.

La instalación de “Unimate”, el primer robot industrial colocado en General Motors de Ewing, permitiría vincular los campos de la informática y la robótica en los medios de producción. La computación de tercera generación y la robótica industrial posibilitaron el desarrollo de la tercera revolución industrial, al escalar la automatización y la incorporación de “mano de obra” no humana a los ciclos productivos.

En ese contexto es en el cual se generan el Informe Faure y los intentos por reducir la responsabilidad de los Estados nacionales, tema del cual ya hablamos en el anterior punto. Cuando Faure señala que “la sociedad rechaza los productos de la educación” está planteándose la inquietud sobre las pocas respuestas que las escuelas, liceos y universidades están dando respecto a lo nuevo, lo cual preocupa al capital. Los ministerios de educación responden con lentitud a las exigencias del mercado, pero no por ello dejan de desinvertir en la educación pública afectando con ello a los más pobres.

Pareciera que para los sistemas escolares el desembarco de la tercera revolución industrial fue un tema de artefactos y equipos, de innovaciones externas a su quehacer, no percibiendo el impacto de lo nuevo en las demandas que comenzaban a girar en torno a las instituciones educativas y, sobre todo como la escuela-máquina newtoniana perdía sentido ante la nueva realidad.

Al venir la escuela de una velocidad moderada en la percepción cotidiana de la aceleración de la innovación científico tecnológica, se pensaba que todas estas “novedades” impactarían a lo educativo décadas después, cuando los gobiernos tuvieran dinero para comprar los equipos con los cuales enseñar en las escuelas.

Las escuelas acostumbradas a “preceder” no entendieron que ahora estaban haciendo arqueología conceptual y paradigmática, y que este rol estaba siendo disputado por la creciente influencia de la mass media y por la construcción de una cultura del consumo de nuevas tecnologías.

El papel del complejo industrial cultural adquirió una relevancia de primer orden en la construcción de imaginarios, narrativas y perspectivas, de apropiación de lo emergente, tareas antes asignadas a las escuelas. A pesar de ello, contadas universidades de formación docente (inicial y continua) y centros de formación de formadores, incorporaron en su pensum el estudio de las mercancías del cine, la televisión, la música, el comic, la prensa en la construcción de conocimiento.

Los contados estudios sobre las mercancías del complejo industrial cultural eran análisis críticos de su rol, pero no terminaban de entender la disputa cognitiva, la tensión que esto generaban respecto a las instituciones educativas. La televisión a color, el emerger de la industria del video clip en los ochenta reafirmaron esta tendencia.

La aparición de las computadoras portátiles Epson HX-20 (1981), Osborne 1 (1981) y Microtor I (1985) dejaron claro que la informática y la computación iba a estar pronto al alcance de todos. Las críticas se multiplicaban sobre la incapacidad de las escuelas para desarrollar lo nuevo, mientras los centros de formación docente lo veían como una externalidad que no llegaría a las escuelas antes de jubilarse los actores de ese momento. Los gremios docentes comenzaron a desarrollar un discurso anti tecnología justificado en la imposibilidad de acceso a ella por las desigualdades sociales existentes, algo que, si bien era cierto, impedía pensar la dimensión pedagógica de lo que se venía.

La consola Nintendo 64 puso en contacto a millones de niños y jóvenes con el mundo digital, con la informática vinculada a la cotidianidad. Aunque no fue la primera consola de video juegos, al menos la más popular en América Latina y la que se popularizo en el lenguaje y ocasionalmente uso de los sectores populares.

Las escuelas vieron a los video juegos como distracción respecto al tiempo de aprendizaje en casa y, la formación docente no enseñó la lógica funcional de estas dinámicas, ni exploró la posibilidad de su uso con fines educativos. Fueron contados los estudios en este sentido, pero con un impacto limitado en la formación docente y la práctica cotidiana de los educadores.

La llegada del internet en la década de los noventa, el paso del sistema operativo MS-DOS (1985) a Windows 95, la popularización de las páginas web, implicaron un quiebre de diálogo generacional entre los llamados “nativos digitales” y sus predecesores “los inmigrantes digitales”, mucho más con los “analfabetos tecnológicos”.

Muy pocos ministerios de educación y gremios docentes trabajaron el impacto de los tecnológico en lo educativo más allá de la dotación como problema, parecieran que la ola de choque nunca iba a llegar o estaban a la espera de un modelo para copiar.

Precisamente las ONGs internacionales y las corporaciones informáticas como google o Microsoft vieron este hueco en el tablero y concentraron una parte importante de sus presupuestos al desarrollo de una nube educativa y miles de contenidos digitales asociados, así como programas de alfabetización digital; la neo privatización educativa estaba en marcha, ahora soportada por la disputa del espacio y contenidos digitales. Del otro lado, desde las resistencias anticapitalistas los esfuerzos por presentar alternativas para otro uso del mundo digital en el aula, en armonía con propuestas emancipadoras, eran prácticamente inexistente.

Las redes sociales, y su uso masivo, ya no solo por los jóvenes sino directamente por un 20% e indirectamente por un 80% de la población mundial, mostraba que la hegemonía de la era digital era ya un hecho concreto. A pesar de las posibilidades de uso de algunas de ellas para la construcción de resistencias sociales como lo han demostrado los neo zapatistas, el movimiento somos 132, la juventud de Chile, el movimiento 15M, las feministas y más recientemente los chalecos amarillos, la izquierda pedagógica guardo distancia respecto al “virus” de la educación digital en el aula.

Cuando voy a dar una conferencia en cualquier país o auditorio donde están los docentes hago una rápida encuesta visual y encuentro que por lo menos el 90% de ellos cuentan con un celular habilitado para el trabajo con redes sociales, videos, interactividad etc.  Pero, el problema es que no solo un importante grupo de ellos no saben explotar sus potencialidades, sino que muchos ni siquiera tienen la disposición a aprender, como si esto no les fuera a afectar.

A ello contribuye el trabajo gremial centrado en los económico, la estabilidad y carrera docente con un desdén por lo pedagógico alternativo. Ello se evidencia en las pocas publicaciones pedagógicas del movimiento magisterial anticapitalista o su bajo volumen de impresión, así como en las contadas páginas web gremiales dedicadas al debate pedagógico.

No existe cultura de la lectura digital de documentos y libros, pero tampoco se imprimen; el pragmatismo de las llamadas “capsulas de mensajes alternativos”, pretendiendo emular la lógica de los más jóvenes, esconde que se ha descuidado en la formación crítica de las nuevas generaciones de dirigentes gremiales y sindicales. Por supuesto ello tiene excepciones con esfuerzos como los que realiza CTERA en Argentina o FECODE en Colombia y ahora ASOPROF, sin embargo, en los últimos tiempos, con limitada cobertura.

Pero hubo algunas reacciones. En el año 1996, un conjunto de Rectores de universidades de América Latina y el Caribe, reunidos en la Habana, Cuba, generaron una declaración y convocatoria a una Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES). La Declaración de la Habana expresó la preocupación de las autoridades universitarias sobre el impacto de lo tecnológico en el derecho a la educación. La virtualización surgía como una preocupación.

La convocatoria a la CMES plantea una ambiciosa agenda que contiene los siguientes puntos: 1 – Las exigencias del mundo del trabajo. 2 – La educación superior y el desarrollo sostenible. 3 – La contribución al desarrollo nacional y regional. 4 – La formación del personal de la educación superior: una misión permanente. 5 – La educación superior para una nueva sociedad: la visión estudiantil. 6 – De lo tradicional a lo virtual: las nuevas tecnologías de la información. 7 – La educación superior y la investigación: desafíos y oportunidades. 8 – La contribución de la educación superior al sistema educativo en su conjunto. 9 – Mujeres y educación superior: cuestiones y perspectivas. 10 – Promover una cultura de paz. ll – Movilizar el poder de la cultura. 12 – Autonomía, responsabilidades sociales y libertad académica.

El debate sobre virtualidad, mundo digital y aceleración de la innovación no fueron concluyentes y se mantuvieron en las Conferencias de Cartagena (2008) y Córdoba (2018). Lo que quedaba claro, era la distancia entre lo que discutíamos los universitarios y la demanda del entorno de la tercera revolución industrial y el curso hacia una cuarta revolución industrial.

La academia continuó siendo el refugio más importante para defender los grandes valores de la humanidad, la defensa de los derechos sociales entre ellos la educación y para la democratización del saber, pero ciertamente expresa hoy un déficit de actualización paradigmática.

En esa ruta UNESCO publicó dos textos que expresaban la presión del mercado y el modo de producción capitalista por el uso de la tecnología de punta en la educación. El primero de ellos, denominado “Directrices para las políticas de aprendizaje móvil[14]”(2013) y, el segundo, “El futuro del aprendizaje móvil: implicaciones para la planificación y formulación de políticas[15]”. Ambos documentos los analizaremos más en detalle más adelante, pero en este momento nos interesa destacarlos como antecedentes de la elaboración del “UNESCO Science report: Towards 2030[16]” donde se hace un inventario detallado de las capacidades institucionales existentes en el mundo en materia de investigación, arquitectura tecnológica e innovación.

Ese mismo año, se realiza en China una reunión para trabajar la convergencia del desarrollo científico, tecnológico y digital con el ODS4 recién aprobado por la ONU. De esa reunión emana la llamada “Declaración de Qingdao: Dieciséis oportunidades digitales, transformación de la educación[17]”(2015). Los asistentes elaboran una declaración, en cuyo numeral 3 de su preámbulo plantean que “inspirados en una visión humanista de la educación, fundamentada en derechos humanos y sociales de la justicia, y dado los notables avances en las TIC y la rápida expansión de Internet/conectividad, que tienen hoy de hecho al mundo cada vez más conectado, demandando conocimiento y la familiaridad sobre las TIC por parte de tienen niñas y niños, mujeres y hombres”, continúan con el numeral 4 señalando que “para lograr los objetivos de inclusión y equidad de la calidad de educación y de los aprendizajes para toda la vida como como meta 2030, las TIC – Incluyendo el aprendizaje móvil – deben ser aprovechadas para reforzar la educación”. Luego en su numeral siete introducen el concepto de “Recursos Educativos Abiertos (REA)” y soluciones abiertas, colocando la actualización en la externalidad de las escuelas, desestimando la capacidad endógena de desarrollo de habilidades docentes y de capacidades institucionales para enfrentar los desafíos de la aceleración de la innovación en la educación.  Este texto, constituye un marco conceptual para la privatización de la educación vinculada al desarrollo de las tecnologías de la comunicación.

En mayo de 2019, la Unesco convocó en Beijing, China, a la Conferencia internacional sobre la Inteligencia Artificial en la Educación, bajo el lema “Planificar la educación en la era de la IA: un paso más hacia adelante”, la cual tuvo como propósitos: a) debatir sobre las posibilidades de anticipar las competencias necesarias para vivir en la era de la Inteligencia Artificial (IA) y compartir las experiencias sobre el desarrollo de estas competencias, algo que debe permitir que las personas se adapten a una sociedad en la que la IA tenga su lugar; b) intercambiar sobre las tendencias más recientes de la IA y la manera en que ayudan a diseñar la educación y el aprendizaje; c) evaluar las lecciones sacadas a partir de las nuevas políticas y estrategias nacionales que permiten la utilización de la IA como instrumento para alcanzar el ODS 4; y d) reforzar la cooperación y las alianzas internacionales con el objetivo de promover una utilización equitativa, inclusiva y transparente de la IA en la educación.

De este evento emanó el llamado “Primer consenso sobre la inteligencia artificial y la educación” (2019). A diferencia de otros instrumentos emanados de conferencias mundiales, esta declaración es contundente y precisa al señalar la inminencia e impostergabilidad del cambio de 360º en espiral ascendente y concéntrica, que los reunidos “revisamos las tendencias recientes en la evolución de la IA y su profundo impacto en las sociedades humanas, las economías y el mercado laboral, así como en la educación y los sistemas de aprendizaje permanente. Examinamos las implicaciones de la IA para el futuro del trabajo y el desarrollo de habilidades y consideramos su potencial para remodelar las bases fundamentales de la educación, la enseñanza y el aprendizaje”, concluyendo que se debe tener “en cuenta la naturaleza multidisciplinaria de la IA y su impacto en los aprendizajes”. Es decir, mientras los sistemas educativos en el mundo están en caos por el uso de la virtualidad, el sistema en su conjunto requiere del uso educativo de la inteligencia artificial para seguir avanzando.

  1. LA TRANSICIÓN DE LO EDUCATIVO ENTRE LA TERCERA Y CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 

La nueva máquina educativa capitalista de lógica difusa y convergencia caótica

Como lo hemos señalado anteriormente, el capitalismo estructuro a la sociedad y sus sistemas (incluido el educativo) mediante la lógica disciplinar y en analogía al funcionamiento de la maquina newtoniana (partes ensamblables, correajes, punto inicial, movimientos, resistencias, soluciones lineales y matriciales).

La pedagogía y la actividad del aula seguían esta lógica secuencial. Los saltos y lo no previsto, eran vistos como errores, no como muestras de crecimiento exponencial, de la nueva forma de construir y divulgar conocimiento. Cuando en el aula se producían brincos que rompían la secuencialidad (espacio) y temporalidad (tiempo) de las partes que ensamblaban el todo, el sistema intervenía con sus regímenes de vigilancia (administración curricular, cumpli-miento de objetivos, entre otros), castigo (calificaciones, cuadros de honor, bonificaciones, etc.) y separación (aprobados, en aprendizaje, reprobados, expulsados). La fábrica escolar era una réplica adornada de la máquina newtoniana capitalista.  Para cada una de las etapas de la vieja y nuevas máquinas educativas capitalistas correspondía un paradigma. Veamos un breve cuadro que nos muestra la síntesis paradigmática de lo que señalo:

           Cuadro 1. Paradigmas educativos por revoluciones industriales

Revolución Industrial Paradigma
Primera y Segunda Disciplinar
Tercera Atasco de la rigidez disciplinar y lo Transdisciplinario como apertura a los nuevos requerimientos
Transición entre tercera y cuarta revolución industrial La educación no sirve para lo que se necesita. Crisis educativa como síntesis de la transición
Cuarta Convergencia y fusión disciplinar en nuevos campos integrados del conocimiento. Ni lo disciplinar ni lo transdisciplinario interpretan la nueva estructura del conocimiento y los procesos de enseñanza-aprendizaje. La lógica difusa y el caos convergente y móvil, singular para cada espacio y tiempo, parecieran ser el corpus ontológico de lo nuevo que se comienza a mostrar

Los paradigmas nos llevan y se expresan en conceptos. Para el capitalismo industrial la escuela se asocia a la instrumentalización de la escolaridad y una parte importante de la educación. La escolaridad es la operacionalidad institucional del paradigma educativo del capitalismo, dirigida por ministerios de educación. Si revisamos la mayoría de leyes de educación nacionales y de marcos constitucionales encontramos que los elementos fuerza  a partir de los cuales se elabora el concepto de escuela en cada lugar es el resultante de la convergencia de tres grandes tareas que le son asignadas a la educación (escolar) y el plantel: la primera, construir ciudadanía para el modelo de gobernanza política imperante; segundo, el llamado desarrollo integral de la personalidad que no es otra cosa que habilitar al individuo para el modelo de consumo; y, tercero, para construir un piso mínimo de base que posibilite la expansión de la mentalidad mercantil del conocimiento, la ciencia y la tecnología, con la intención que el saber que se elabore sea pertinente y de calidad para el modo de producción capitalista de cada momento histórico.

Por ello, en la década de los setenta y ochenta se comenzó a decir que la crisis de la escuela era de calidad (eficacia) y pertinencia (legitimidad), como una forma de expresar que el modelo de ciudadanía, consumo y construcción del conocimiento estaba cambiando y los sistemas escolares no daban respuesta educativa a ello. Este déficit instaló la necesidad, el requerimiento de la cultura evaluativa que terminaba dando argumentos para impulsar cambios gatopardianos y, una carrera indetenible por reformas que no terminaban de explicitar que era lo que estructuralmente se debería modificar.

Esta dinámica instaló en el siglo XXI la noción de crisis educativa como seudo concepto que posibilitara el emerger de una nueva maquinaria educativa. Por supuesto, un seudo concepto como éste, suele ser difícil de traducir para un magisterio poco formado para vincular el pensamiento abstracto con la realidad concreta del aula. La crisis educativa como pseudo concepto expresaba el paradigma transicional entre tercera y cuarta revolución industrial.

El paradigma capitalista que comunica y construye hegemonía respecto a que “la educación no sirve para lo que se necesita”, fundamenta la elaboración de un pseudo concepto de “crisis educativa” que se expresa en distintas formas de déficits de calidad y pertinencia. Esta especie de trabalenguas construye “consenso social” respecto a que hay que cambiar radicalmente lo educativo, que hay que desmontar la máquina educativa newtoniana y poner en funcionamiento una nueva máquina escolar.

El concepto, o mejor dicho este pseudo concepto conduce a una lógica operacional. Esta acción táctica se expresa en dos niveles: desmontar lo viejo y armar lo nuevo. Pero como no se cuenta con un concepto, sino con un pseudo concepto resulta difícil elaborar y comunicar un manual de instrucciones. El desmontaje queda a medias y la posibilidad de armar se confunde con maquillaje de lo viejo. La idea de crisis educativa permanente conduce a pensar que hay que desmontar lo que tenemos y montar algo nuevo que no se tiene claro de que es lo que se trata.

Queda en evidencia el hilo conductor entre lo planteado por los Informe Faure (1973), Delors (1996) y la “Educación como bien público” (2015), respecto a la percepción social que la educación cada vez prevé menos (calidad) y tiene menor capacidad de proveer (pertinencia). Pero el pseudo concepto de “crisis educativa” expresa una decisión del capitalismo sistémico de buscar un nuevo modelo educativo y de escuela que le sea útil para el performance del modo de producción capitalista en transición entre la tercera y cuarta revolución industrial.

Preocupa que la carencia de un debate de este tipo puede encontrarnos sin herramientas teóricas y prácticas para evitar ser arrastrados al molino de una nueva lógica de funcionamiento escolar, sin posibilidades de emprender reales resistencias. En otro caso, la crítica a la vieja máquina educativa newtoniana sin precisión del horizonte de transformación del capitalismo, como lo he dicho antes, nos puede llevar a defender formas de opresión escolar del pasado ante la incomprensión de las nuevas opresiones y menos aún la ruta para construir alternativas.

Entonces intentemos pensar la estructura funcional que tendría la nueva máquina educativa capitalista, para tratar de anticipar sus expresiones en lo educativo y sus demandas para los procesos de enseñanza-aprendizaje, es decir para la docencia, la formación de formadores y las ciencias pedagógicas.

No le queremos hacer la tarea al capitalismo, sino comprender que procura hacer, para poder iluminar las resistencias anticapitalistas y fortalecer la construcción de una escuela pública, un proyecto de educación liberadora y un accionar de las pedagogías críticas en un contexto mundial de crecientes desigualdades y opresiones, en el marco de la aceleración de la innovación científico-tecnológica.

Ya hemos explicado la lógica de estructuras ensamblables y fijas de los sistemas escolares, como dinámicas que emulan la máquina educativa newtoniana obsoleta para la propia lógica reproductiva del capital en el siglo XXI. El problema reside en conocer la estructura de la mutación y estar dispuestos a recorrer el camino que nos muestra cómo eso se instrumenta en la maquinaria social, de los saberes y conocimientos, rompiendo con la forma de actuar que se instalaron con la primera y segunda revolución industrial.

Repasemos, en la primera y segunda revolución industrial, el desarrollo disciplinar fue útil para ir al detalle del conocimiento, desarrollar las ciencias y contribuir cada uno de estos campos a la aceleración del conocimiento. Todo el desarrollo disciplinar respecto a la aceleración de la innovación fue concebido como partes de un todo. Cada quien mejoraba lo mejor posible el diseño y funcionamiento de la pieza que le correspondía, para que la maquina en su conjunto mejorara su velocidad, producción y eficacia. Era la lógica disciplinar de los procesos de enseñanza-aprendizaje, enseñar por materias, por  estancos, era lo ideal, incluso para promover “vocaciones”.

En la tercera revolución industrial la informática no podía desarrollarse sola, sin la electrónica, la filosofía, el estudio de los componentes químicos y las cualidades físicas de los materiales, la comprensión de la cognición humana y su vínculo con la lógica binaria, sin las matemáticas y el cálculo cuántico. Luego los softwares demandarían manejo de todos los conocimientos. Pero allí, en un primer momento, aún prevalecían los equipos especializados por disciplinas, hasta que en un segundo momento los equipos de trabajo se hicieron transdisciplinarios para contribuir de manera más eficiente en cada segmento de los procesos de aceleración de la innovación.

Sin embargo, como lo hemos dicho, las universidades y la educación pensaron qué, para entender la realidad, ello ahora demandaba la mirada de distintas disciplinas, pero cada “una en su lado”. La idea de rompecabezas, de piezas de legos orientó esta mirada, que es solo un reacomodo de la lógica de la máquina newtoniana. Desde esa mirada, la realidad resultaba ser un producto conformado por la sumatoria de distintas piezas para componer el cuadro final.

Esto se expresó en la educación básica en las llamadas áreas de aprendizaje como “intento” fallido de superar las visiones disciplinares, las cuales, en términos prácticos, resultaban más en desarrollos para los chicos, que en enfoques de trabajo de los docentes. En las universidades lo transdisciplinario se vio expresado en las tesis de grado en “los marcos” (histórico, social, cultural, tecnológico, etc.), pero cada quien seguía siendo el gurú de una disciplina.

En la fase final de la tercera revolución industrial y la eclosión de la cuarta revolución industrial el funcionamiento y los procesos de su construcción cambiaron en el campo de la producción y construcción de conocimiento capitalista de vanguardia, si no veamos los manuales de funcionamiento gerencial de google, por ejemplo.

Los equipos de investigación y conducción de la innovación capitalista se conformaron con dinámicas transdisciplinarias, con manejo básico de distintos campos, quienes apelaban a pequeños grupos especializados para resolver problemas puntuales de la lógica convergente. Lo disciplinar se convirtió en auxiliar, en un tema subalterno a la conducción convergente del conocimiento. Pero la escuela, el liceo, la universidad, los ministerios de educación no se daban por enterados o el inmovilismo por temor a equivocarse los paralizaba. Eso confirmaba el pseudo concepto de “crisis educativa” como artífice de los intentos fallidos por cambiar.

El problema es que en la mayoría de los casos se pretendía hacer un cambio desde las propias estructuras que estaban obsoletas. Los sistemas educativos se resistían (en) a abrirle paso a esta nueva lógica porque ello implicará colocar la mesa en la cual estudiábamos y trabajábamos “patas arriba”.

Contados estudios abordaron la comprensión del problema a partir de los ciclos de las revoluciones industriales, su impacto en el modo de producción capitalista y la movilidad de demandas que ello generaba en los sistemas educativos. Por ello, nos parece útil la metáfora de máquina educativa newtoniana para comprender el atasco escolar y valorar el emerger de la nueva máquina en construcción.  Cada revolución industrial requería un nuevo tipo de máquina, pero la máquina educativa newtoniana se negó a transformarse.

Cuadro 2. Lógica de las máquinas educativas capitalistas

Revolución Industrial Tipo de maquinas
Primera y segunda Especializadas para cumplir de la mejor manera tareas precisas.
Tercera Máquinas que pueden servir para distintos campos de trabajo y sociedad. Demandan conocimientos de disciplinas en enfoques multidisciplinarios y transdisciplinarios, antes considerados erráticos
Transición entre la tercera y cuarta revolución industrial Integración de análisis de metadatos, inteligencia artificial y comportamiento social
Cuarta Maquinas que se adaptarán a todos los territorios y contextos guiadas por inteligencia artificial, análisis de meta datos, nanotecnología y que aprenden. Serán capaces de reconstruir sus partes y desarrollar nuevas. Su relación con el conocimiento humano será la innovación convergente y la anticipación de problemas multidisciplinarios algo que tiene los límites de la lógica binaria, de estructuras jerárquicas y comparada

La escuela/universidad como nueva máquina educativa capitalista

Si ni lo disciplinar ni lo transdisciplinario son el signo de la nueva máquina educativa capitalista, ¿cuál sería su formato? Me acerco al tema explorando escenarios y probabilidades, cuya concreción en la realidad dependerá del curso de las dinámicas económicas, sociales, políticas, culturales y tecnológicas. Tal vez el contorno de esta nueva máquina adquiera otras aristas o mi anticipación se quede corta en algunos aspectos, pero lo que si es cierto es que la crisis del Coronavirus puso en evidencia que el capitalismo ha decretado el ocaso de la vieja máquina educativa newtoniana.

La máquina educativa newtoniana construyó hegemonía sobre ciudadanía para el régimen de gobernabilidad imperante a nivel mundial y posibilitó la expansión global del consumo como práctica que constituye a la cotidianidad de la inmensa mayoría de la población. Esta misma máquina funcionó como un dispositivo ideológico y cultural de control, castigo, premio y de edificación del llamado horizonte de éxito personal. Pero también la máquina educativa newtoniana formó el personal y las mentalidades para sostener y ampliar el modo de producción capitalista.

Este modo de producción tiene como uno de sus soportes fundamentales la tecnología y el impulso de la aceleración de la innovación. En consecuencia, los aprendizajes de base, la formación de estructuras mentales para la aproximarse al saber científico, comunitario y ancestral, así como las rutinas y características de la construcción del conocimiento, tuvieron en el preescolar, escuela, liceo y universidad un nicho importante de reproducción y de ampliación cultural dominante.

La ciencia y la máquina educativa newtoniana del capitalismo de la primera y segunda revolución industrial fue disciplinar, mientras que el de la tercera fue transdisciplinar. La tercera revolución industrial puso en crisis a la vieja máquina educativa y comenzó a desmontarla, pero la brevedad de su ciclo antes del emerger de la cuarta revolución industrial no permitió darle forma estable y permanente a esa otra máquina.

Entre 1960 y 2020 la máquina educativa newtoniana del capitalismo de la tercera revolución industrial parecía un vehículo destartalado que requería rápido diagnóstico de un mecánico; el problema fue que los mecánicos sabían reparar lo viejo y las nuevas tareas asignadas al automóvil eran la causa del desbarajuste, entonces, cada vez más el carromato mostraba que ya había cumplido con su tarea. Era enigmático el diseño del nuevo coche, pues no se conocía ni se ofertaba en lugar alguno. El que no apareciera lo nuevo no significaba que lo viejo le servía a la lógica del capital.

Ya Adorno, Horkheimer y la “Escuela de Frankfurt habían advertido sobre el papel cada vez más relevante de la industria cultural en la construcción de hegemonía capitalista y la reproducción de sus modelos de enseñanza-aprendizaje. Con la tercera revolución industrial el complejo industrial cultural asumió un papel protagónico y de primer orden en la construcción de mentalidades a escala global.

La nueva ética, los comportamientos morales, las mutaciones del concepto “necesario” de ciudadanía, la ampliación del campo de consumo, fueron construyendo otra forma de educar a través de las mercancías de la industria cultural. La internet, redes sociales, la interactividad en línea, la big data y la inteligencia artificial fueron construyendo los rasgos de la nueva máquina educativa capitalista.  Era como en la metáfora de Cortázar, un modelo para armar, o mejor dicho que se estaba comenzando a constituir.

A pesar de esta nueva dinámica ¿Por qué en este largo periodo no se termina de desmontar la escuela, liceo, universidad de la primera y segunda revolución industrial? Porque a pesar de la obsolescencia de su rol para fortalecer la hegemonía capitalista en sus nuevas formas, las instituciones educativas seguían teniendo un papel muy importante en la contención de los y las niñas y los jóvenes.

Es decir, en la medida que el modelo de trabajo no terminaba de cambiar, la escuela era la institución más útil para la contención. Por ello, las reformas y contrarreformas resultaban ser solo parches, ideas a medio camino, que lo único que perseguían era construir la idea de “crisis educativa” que posibilitara lograr en algún momento el consenso social sobre el desmantelamiento del viejo aparato escolar. Este papel de contención social es lo que hasta ahora ha permitido la permanencia de la vieja máquina educativa newtoniana.

La vieja máquina educativa newtoniana es como un zombi que marcha según un patrón que no es necesariamente útil para los fines económicos, pero que tiene un rol en la contención social. Pero el cambio en el mundo del trabajo que acarreará la cuarta revolución industrial, plantea el desafío impostergable de constituir nuevas formas de contención.

En otros escritos he planteado que ese nuevo espacio de contención pareciera prefigurarse en “casa”, en un nuevo modelo de hogar, y en un cambio radical del performance conocido para la casa. La destrucción del mundo privado de la casa, la invasión de lo público, sirvieron de preparación para la relocalización del mundo del trabajo, sociabilidad, consumo, educación en casa. La crisis del Coronavirus ha servido de pretexto para realizar el primer ensayo global al respecto. Aunque en semanas o meses se vuelva a la “normalidad” de la escuela/universidad, ésta ya no volverá a ser lo misma.

En el periodo de transición entre la tercera y cuarta revolución industrial (2009-2025) el capitalismo ha comenzado a plantearse propuestas de modelos para sustituir la vieja máquina educativa newtoniana. Algunos de ellos son: a) educación como bien común (UNESCO, 2015) que intenta sostener el papel de contención de las instituciones educativas, trabajando las visiones de pertinencia y calidad que hemos analizado en otros textos; b) lógica mercantil de los sistemas de educación pública que abra la posibilidad de modelos de neo-privatización educativa; c) enseñanza en casa, ya que –señalan- no se justifica una inversión tan grande del presupuesto público en el sostenimiento de escuelas que no producen el conocimiento adecuado ni los valores de la élite gobernante (Betsy DeVos y la Administración Trump); d) el modelo de escuela a medio tiempo finlandesa; e) educación basada en el territorio resemantizando la noción de pertinencia. Desde este enfoque lo local se opone a lo global como resistencia a la invasión de lo tecnológico, una especie de pulsión de fuga ante la invasión en lo cotidiano de lo tecnológico y la aceleración de la innovación que genera incertidumbre ante lo nuevo que no se conoce.

Cada uno de estos arquetipos cuenta con defensores y detractores, pero ninguno ha construido hegemonía propia, sino que ha abonado a la noción de “crisis de la escuela/universidad” que alimenta el periodo de desmontaje de la vieja máquina educativa newtoniana.

Considero que la crisis educativa del Coronavirus ha desnudado las terribles y dramáticas inequidades, desigualdades del sistema capitalista, pero también ha puesto en evidencia que las instituciones educativas tienen una limitada o nula capacidad de prever y proveer (Faure, 1973) para situaciones contingentes como estas.

La contingencia será el signo de los nuevos tiempos, tanto por la aceleración de la innovación como por la puesta en marcha de un nuevo orden mundial que hará de las pandemias y crisis biológicas un tema cotidiano. La idea mundial que ha instalado la pandemia es que las escuelas, universidades, centros de formación de formadores y ministerios de educación pública no están preparados para situaciones como estas. Y ahí surgen las corporaciones mundiales de la informática, la conectividad, del complejo industrial cultural del siglo XXI a mostrar como el sector privado y no el público tiene respuestas.

Más del 90 por ciento de los contenidos educativos digitalizados están en manos del sector privado y han entrado de manera abrupta y rápida a resolver buena parte de la brecha de conocimiento e infraestructura de lo educativo público.  Con ello han acelerado el debate sobre la nueva máquina educativa capitalista.

Para que termine de perfilarse lo nuevo en materia de institucionalidad educativa, se debe producir el giro en espiral concéntrica ascendente, de ciento ochenta grados, en el mundo del trabajo y la producción.  Con el desembarco de la cuarta revolución industrial millones de seres humanos van a ampliar significativamente las ya dramáticas cifras del empleo informal y van a ser lanzados al trabajo en casa, en una nueva era de maquila de mercancías digitales en casa. Esto unido al modelo de apartheid social planetario apoyado en la tecnología que se comienza a ensayar con la crisis del Coronavirus van a obligar a pensar la educación desde la nueva lógica del capital.

La nueva máquina educativa capitalista de la transición a la cuarta revolución industrial tendrá un enorme componente digital, de eso que hoy se llama educación virtual pero que lo será realmente. Tendrá una perspectiva de profesionalidad inacabada alimentada por el paradigma de la educación durante toda la vida. La presencialidad tendrá una utilidad práctico-formativa, más que conceptual, mucho más de capacidad para trabajar con equipos y, de cumplimientos de tareas individuales de alta precisión.

Las disciplinas y la transdisciplinariedad cederán espacio al caos convergente de conocimientos, donde se hibriden conceptualmente y en la práctica actividades que hasta ahora pertenecen a campos separados de las ciencias. Lo nuevo dará cabida y estará abierto a otros campos, como un espacio interactivo y nunca cerrado.

La utilidad táctica, coyuntural de lo que se conoce y sabe hacer, será el motor de la formación inacabada y permanente de la nueva élite profesional. Un nuevo proletariado, no como trabajador en el sentido marxista, sino como excluido en la vieja noción de plebe, será el signo de las mayorías. La idea de éxito por el esfuerzo será la moral capitalista que alimente lo educativo, no la democratización ni la eliminación de las inequidades.

Pero esta idea estará tensionada y disputada por cada uno de los modelos que hoy se plantean como alternativos para salir de la “crisis educativa”. Lo que planteo es que, si bien el capitalismo está empujando hacia una esquina, el juego no está decidido y dependerá mucho de la correlación de fuerzas de la lucha de clases en los actuales momentos. También de la voluntad con conocimiento que desarrollen los pueblos acerca del futuro que nos espera si nos mantenemos pasivos.  Las cartas comienzan a estar echadas, cada clase social debe saber cómo jugarlas.

Notas finales

En ese contexto surge la emergencia mundial de la pandemia del Coronavirus. Los sistemas escolares nacionales se ven obligados a evaluar en horas, las posibilidades de desarrollar una propuesta de educación virtual, ante el cierre de las clases presenciales como parte del cerco epidemiológico. El balance es terrible, la mayoría de sistemas educativos no cuentan con la infraestructura parada abordar esta dinámica, las autoridades educativas no tienen experiencias al respecto y los docentes no han sido formados para ello. Las universidades y centros de formación docente han venido formando los últimos años mirando al retrovisor.

La educación virtual es vista como televisión educativa y los contenidos digitales como grabaciones en “video Tape”. Se mira a lo nuevo con lentes del pasado y esto tiene un impacto negativo en la posibilidad de desarrollar aprendizajes que empalmen con el capital cultural tecnológico de los más jóvenes y chicos.

El 19 de marzo la UNESCO expresa su preocupación por esta realidad y el hecho que como resultado de la pandemia del Coronavirus “más de 850 millones de niños y jóvenes -aproximadamente la mitad de la población estudiantil mundial- permanecen alejados de las escuelas y universidades, con cierres nacionales efectivos en 102 países y cierres locales en otros 11 (cifra actualizada el martes 17 a última hora). Esto representa más del doble en cuatro días del número de estudiantes a los que se les prohibió acudir a las instituciones educativas, y se espera que aumente aún más[18]”. Posteriormente, a finales de abril 2020 la UNESCO señalaría que 1730 millones de estudiantes están fuera de las escuelas, de los cuales 800 no tienen acceso a una computadora, es decir están fuera de realizar de manera efectiva el modelo de educación virtual en casa.

Estos 800 millones se suman a los 258 millones de niñas, niños y jóvenes que antes de la pandemia estaban fuera de las aulas. Por ello, el pretendido éxito del abordaje educativo en la pandemia lo que muestra es una insensibilidad grotesca con la abrupta suspensión escolar de millones de estudiantes. Port otra parte, aquellos que tienen oportunidad de contar con una computadora y conexión a internet se encuentran con el hecho que los ministerios de educación no cuentan con plataformas propias robustas que sustenten el modelo, mucho menos de contenido en la lógica real de educación virtual: imagen, sonido, brevedad de los mensajes con ideas fuerzas para enseñar a aprender a aprender, interactividad, posibilidades de editar los contenidos en tiempo real.

Esto lo provecha UNESCO la oportunidad para ofrecer alternativas de educación virtual, la mayoría proveniente del sector privado y de las grandes corporaciones del capital trasnacional. Algunas de las plataformas sugeridas por UNESCO son:  a) Sistemas de gestión de aprendizaje digital: Blackboard, CenturyTech, ClassDojo, Edmodo, Edraak, EkStep, Google Classroom,  Moodle, Nafham,  Schoology,  Seesaw,  Skooler,  Study Sapuri; b) Sistemas especialmente diseñados para teléfonos móviles:  Cell-Ed,  Eneza Education , Funzi,  KaiOS,  Ubongo,  Ustad Mobile; c) sistemas que proporcionan las llamadas funciones sólidas fuera de línea:  Can’t wait to Learn, Kolibri, Rumie, Ustad Mobile; d) plataformas de cursos abiertos para todos (MOOC):  Alison,  Coursera,  EdX, University of the People, Icourses, Future Learn, Canvas; e) contenidos de aprendizaje auto dirigido: Byju’s, Discovery Education, Geekie, Khan Academy,  KitKit School, LabXchange, Mindspark, Mosoteach, OneCourse,  Quizlet, Siyavula, YouTube; f) aplicaciones de lecturas móviles: African Storybook, Global Digital Library, Lezioni sul sofà, StoryWeaver, Worldreader; g) plataformas de colaboración con función comunicativa mediante videos en directo: Dingtalk, Lark, Hangouts Meet, Teams, Skype, Zoom; h) herramientas de elaboración de contenidos de aprendizaje digital:  Thinglink, Buncee, EdPuzzle, Kaltura, Nearpod, Pear Deck, Squigl. La UNESCO pone en evidencia la ignorancia supina de las autoridades educativas y los centros de formación docente en la materia; claro está estos últimos terminan culpando a los y las docentes de la desactualización que es su responsabilidad.

A nuestro juicio esto muestra el inicio de un proceso de neo privatización educativa que tendrá como epicentro el presupuesto destinado a la nómina docente. En un periodo de recesión económica mundial, las fuentes presupuestarias y financieras serán escasas y la idea de crisis educativa y la tensión entre educación presencial en la escuela versus educación virtual en casa serán usados para avanzar sobre lo “obsoleto” para el capital: los trabajadores de la educación

Por ello hemos venido diciendo que una turbulencia recorre los sistemas educativos del mundo, los gremios y sindicatos docentes y al magisterio. De la noche a la mañana se cambia el formato de los procesos de enseñanza-aprendizaje. La crisis del Coronavirus puso en evidencia la brecha paradigmática, de habilidades, infraestructura y financiamiento para desarrollar el mundo digital en el aula. Imaginen ustedes lo que implica esta nueva directriz en materia de inteligencia artificial.

No hay que ser muy “ilustrado” en el tema para darse cuenta que está en marcha una fragmentación educativa, es decir, una educación pre tecnológica, una educación que comienza a transitar el uso de la virtualidad y una educación de punta que se soporta en la inteligencia artificial.

Para quienes hablen que esto ocurrirá en un futuro lejano, déjeme decirles que la conferencia mundial realizada en Beijing mostró como la inteligencia artificial es parte de la cotidianidad en algunas universidades chinas.

Ello plantea nuevos desafíos teóricos para la izquierda pedagógica y para las pedagogías críticas. La máquina educativa newtoniana está saltando por los aires y quienes pensamos las alternativas tenemos que discutir y analizar este estallido

[1] https://fr.unesco.org/

[2] En este trabajo no voy a entrar al debate sobre el desarrollo, sus enfoque, modelos y paradigmas

[3] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000127583_spa

[4] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000109590_spa

[5] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000121147_spa

[6] http://www.educandoenigualdad.com/wp-content/uploads/2015/05/EPT2015.compressed.pdf

[7] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000233137_spa

[8] Primer Estudio Regional Comparativo sobre Calidad Educativa

[9] Segundo Estudio Regional Comparativo sobre Calidad Educativa

[10] Tercer Estudio Regional Comparativo sobre Calidad Educativa

[11] Estudio Regional Comparativo sobre Calidad Educativa

[12] https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-06-14/andreas-schleicher-pisa-exito-educativo-espana_1578377/

[13] Programme for International Student Assessment

[14] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000219662

[15] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000219637_spa

[16] https://en.unesco.org/unescosciencereport

[17] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000233352

[18] https://radiojgm.uchile.cl/unesco-aconseja-herramientas-digitales-para-clases-a-distancia/

[i] El marco prospectivo / Las tensiones que han de superarse / Pensar y editar nuestro futuro común / Implantar la educación durante toda la vida en el seno de la sociedad / Reconsiderar y unir las distintas etapas de la educación / Aplicar con éxito las estrategias de las reformas educativas / Extender la Cooperación Internacional en la aldea planetaria /

Un planeta Cada vez Más poblado/ Hacia Una mundialización de los Campos de Actividad Humana / La Comunicación universal / Las múltiplos caras de la interdependencia planetaria / Un Mundo Sujeto tiene muchos riesgos /Lo mundial y lo local / Comprender el mundo, Comprender al Otro / Pistas y Recomendaciones / El educación frente tiene la crisis de Vínculos sociales / La Educación y la Lucha contra las Exclusiones /  Educación y dinámica social: algunos principios de Acción / La Participación Democrática / Educación Cívica y Prácticas Ciudadanas / Sociedades de Ia Información y Sociedades Educativas:  Pistas y Recomendaciones / Un Crecimiento Económico mundial muy desigual / Demanda de una educación con fines económicos / Distribución desigual de los Recursos cognoscitivos / La Participación de la Mujer en la Educación, palanca esencial del desarrollo / Un cuestionamiento necesario: los daños causados por el progreso / Crecimiento económico y desarrollo humano / La educación para el desarrollo humano / Pistas y recomendaciones

Aprender a conocer / Aprender a Hacer / De la Noción de calificación a la de Competencia / La “desmaterialización” del Trabajo y las actividades de Servicios en el sector asalariado / El Trabajo en la Economía no estructurada/ Aprender a vivir juntos / Aprender a vivir con los demás / El Descubrimiento del Otro / Tender Hacia Objetivos comunes / Aprender a Ser / Pistas y Recomendaciones /

Un Imperativo Democrático / Una Educación pluridimensional / Tiempos Nuevos, ámbitos nuevos / La Educación en el centro mismo de la sociedad / Hacia sinergias Educativas / Pistas y recomendaciones

Un pasaporte para toda la vida: la educación básica / La educación de la primera infancia / Los niños con necesidades específicas / La educación básica y la alfabetización de adultos / Participación y responsabilidad de la colectividad / La Enseñanza secundaria, eje de Toda Una Vida / La Diversidad en la enseñanza secundaria / La Orientación profesional / Las Misiones Tradicionales y Nuevas de la enseñanza superior / Un Lugar en el que se aprende y Una fuente de saber /  La enseñanza superior y la Evolución del Mercado Laboral / La Universidad, espacio de cultura y de estudio abierto a todos / La enseñanza superior y la Cooperación Internacional / Un imperativo: Combatir el fracaso escolar / Reconocer las competencias adquiridas gracias a Nuevos modos de titulación Pistas hay Recomendaciones.

El personal docente en busca de Nuevas perspectivas / Una escuela abierta al mundo / Expectativas y responsabilidades / Enseñar: un arte y Una ciencia / La Calidad del personal docente / Aprender lo que habrá que Enseñar y cómo enseñarlo / El personal docente en Acción / La escuela y la colectividad / La Administración escolar / Hacer Participar los docentes en las Decisiones relativas a la Educación / Condiciones propicias para Una Enseñanza Eficaz / Pistas y Recomendaciones

El papel del Político: Tomar Decisiones en educación / Decisiones Educativas, Decisiones de sociedad / La demanda de educación / Evaluación y debate público / Posibilidades que ofrecen la innovación y la Descentralización / Asociar a los Diferentes agentes al Proyecto Educativo / Favorecer una Verdadera autonomía de los Establecimientos / Necesidad de Una Regulación general del Sistema /  Decisiones Económicas no financieras / El peso de las Limitaciones financieras / Orientaciones para el futuro adecuado / Utilizar los Medios que ofrece la sociedad de la Información / Repercusión de las Nuevas Tecnologías en la sociedad y la Educación / Un debate que concierne en gran Medida al futuro / Pistas y Recomendaciones

La Cooperación Internacional: educar en la aldea planetaria / Las mujeres y las muchachas: Una educación para la Igualdad / La Educación y el Desarrollo Social / Fomentar la conversión de Deudas en beneficio de la Educación / A favor de un observatorio de la UNESCO de las nuevas tecnologías de la información / De la asistencia a la colaboración en procura de la igualdad / Los científicos, la investigación y los intercambios internacionales / Una misión renovada para la UNESCO / Pistas y Recomendaciones

[ii] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000230628

[iii] 1) Desafíos y tensiones del desarrollo sostenible: una preocupación esencial / nuevos horizontes de conocimiento / estudiar alternativas 2) una visión humanista de la educación / lograr una educación más inclusiva / la transformación del panorama educativo / el papel de los educadores en la sociedad del conocimiento. 3) la formulación de políticas de la educación en un mundo complejo / el desfase cada vez mayor entre la educación y el empleo / reconocimiento y validación del aprendizaje en un mundo móvil / replantear la educación para la ciudadanía en un mundo diverso e interconectado / la gobernanza mundial de la educación y la formulación de políticas nacionales 4) ¿la educación un bien común? / el principio de la educación como un bien público bajo presión / la educación y el conocimiento como bienes comunes mundiales / consideraciones sobre el rumbo futuro

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OVE entrevista a Rose Mary Hernández: «Lucho por que se reconozca la importancia de nuestra  profesión y la necesidad de revalorarla»

Entrevista realizada por Luz palomino/Luis Bonilla-Molina para Otras Voces en Educación 

Entrevistamos a nuestra amiga y compañera Rose Mary Hernández, con la cual tenemos toda una trayectoria de amistad y de lucha, Rose la conocimos en unos de sus andares por la defensa de educación pública, es una maestra destacada con una gran responsabilidad y sensibilidad social, convencida que el cambio educativo se logra es luchando, exigiendo, escuchando y proponiendo. Es toda una referencia en el magisterio venezolano.

Desde el 2016 ha estado con nosotres construyendo este camino por visibilizar las voces de las y los docentes de todos los rincones del mundo que luchan por la educación pública como derecho humano fundamental. Rose es sensible a las injusticias sociales, lucha y defiende a los más necesitados. Conversar con ella es emoción, es aprendizajes y sobre todo es sentir la rebeldía a flor de piel. Siempre ha estado vinculada a los espacios que trabajan por el derecho a la educación pública desde una perspectiva democrática y plural.

Rose Mary Hernandez es Licenciada en Educación (UNERG- año 1999), Especialista en docencia universitaria del ISDE – Instituto Superior Directivos de Empresas. QMs – Quality Management School (Barcelona – España-2006), Magister en investigación educativa (UNERG- año 2006), Dra. Ciencias de la Educación (UNERG-2012) y Post-doctora en Filosofía y Complejidad Educativa (UNERG- año 2013). Docente de planta fija en la categoría de Asociada de la Universidad “Rómulo Gallegos”, Venezuela, facilitadora de diferentes cátedras en los programas de formación de pre y postgrado del Área Ciencias de la Educación (UNERG desde el año 2009 a la actualidad) y como docente invitada en universidades nacionales.

 

Rose, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste a la docencia, a la docencia universitaria y al sindicalismo magisterial.

Decía mi abuelita Marcela que, el camino de mi vida estaba marcado por la rebeldía.

Eran las 11:20 de una noche oscura de verano del día martes 08 de febrero de 1972, en la ciudad de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, en medio de la soledad de un cuarto de una sencilla casa, se recogieron los dolores de un parto inesperado que me traería a esta experiencia de vida. Relatan que no di tiempo de nada, un profundo malestar despertó a mi mamá y al percatarse de lo que pasaba y por lo avanzada de la noche, pidió a mi papá que acompañara a mi abuela a casa de alguna partera que pudiese ayudar, nada se había planificado, ni siquiera que yo naciera así, había una fecha diferente para ser asistidas en el hospital o la clínica de la ciudad en aquel tiempo.

Es que mi apuro por saber del mundo se agigantó muy fuerte, estaba decidida a nacer, por lo que no nos quedó otra cosa que hacernos cómplices de ese momento,   acomodarnos para que finalmente tomara posición  e iniciamos  un trabajo de parto muy ligero,  que me daría la entrada definitiva a la vida.

Crecí jugando entre ocho hermanes, soy la quinta de todes. Juntes compartimos  un padre de carácter muy fuerte y una madre que, además de disciplinada, ha sido muy amorosa. Desde pequeña fui muy diferente al resto en casa.  Me acompaña un espíritu independiente, arriesgado, preocupado, que busca siempre que las cosas encajen mejor en el contexto cultural e histórico que me ha tocado vivir.

En mi infancia asistí a una escuela pública cerca de casa, ahí amé a mis maestras. Si,  digo: ¡mis maestras, mías!, porque así lo viví y sigo viviendo cada día. En especial recuerdo mucho a mi maestra de 1er grado, la Sra. María de Norata. Era una mujer bastante mayor y me gustaba que me sentara a su lado, en un pupitre muy pequeño, eso porque yo era la más pequeña del grupo, así yo le ayudaba a buscar los cuadernos de les niñes para revisar las tareas, borraba la pizarra o al menos eso intentaba, creo que nunca lo logré o pasé más arriba de la mitad de aquel viejo pizarrón de cemento.

Con ella tengo una historia hermosa. A diario, en el recreo compartíamos el café con leche de mi desayuno. Era tanto el apego, el afecto nacido, que prefería no ir a clases si no llevaba nuestra acostumbrada taza café. Constantemente fui promovida a los siguientes grados, años tras años. Ella no tardó mucho en ser jubilada y en mudarse a una ciudad cercana, se notaba que había avanzado en edad. No volví a verla, ni a tener información alguna de su salud, en algún momento creí que habría muerto.

Pasado el tiempo, al nacer mi hija mayor, recuerdo  haber despertado en medio de la incomodidad y emoción, Al buscar con la mirada la cuna donde estaba la niña, inmediatamente rompí en llanto, tanto como en aquellos días atrás. Era y sigue siendo indescriptible lo que sentí al ver en la habitación a mi maestra María, anciana, y entre sus manos una taza de café con leche, solo para nosotras dos, tomada por un brazo, mi mamá le ayudaba, caminaba despacio, tanto que imaginé que caería, pero logró  acercarse y abrazarme, con ellas sus palabras de  cuánto me amaba. En su honor  mi hija  lleva como segundo nombre María.

Hablamos un poco, y como siempre los consejos no se hicieron esperar, en eso me decía que estudiara para maestra, aturdida asistía con la cabeza, pero realmente no lo decidí de esa manera, tuve otros deseos como cualquier joven de 19 años, de hecho logré estar en la Universidad “Francisco de Miranda” en la ciudad de Coro, y regresé nuevamente a casa por la maternidad y la situación económica. Inmediatamente incursioné en el IUTLL, y estando a la mitad de la carrera, un grupo de voluntaries calaboceñes agruparon esfuerzos por expandir a otros contextos a la Universidad “Rómulo Gallegos”,  brindando  así  posibilidades de estudios fuera de la ciudad de San Juan de los Morros.

De inmediato me uní en la idea que lideraba la Sra. Giogina Simoni, y con un buen trabajo se hizo posible el sueño del núcleo Área Ciencias de la Educación para Calabozo. Así que ahí ingresé, entre un total de 100 estudiantes, distribuidos en cuatro salones. Iniciamos en 1993 y en el 1999 fue nuestra promoción.

El recorrido laboral se dio un poco atropellado (1999). La vieja praxis del amiguismo de quienes estaban como autoridad educativa en el estado se apropió y nos excluyó como comunidad organizada de un proyecto  educativo, donde habíamos logrado la recuperación de una instalación abandonadas al sur de la ciudad y  convirtiéndola  en una Escuela Técnica Industrial que lleva el  epónimo de: “Dr. Humberto Fernández Morán” y que en sus inicio favoreció a un aproximado de 90 jóvenes que se formaron en Tecnología de Alimentos, Electrónica y Construcción Civil, pero el ingreso como profesionales se había planteado desde la exclusión.

Sin embargo, entre reclamos, exigencias por lo justo y, con el respaldo del presidente Hugo Chávez, se hizo valer el derecho de todes para ser considerades como parte del personal fundador de esa Escuela. En ese mismo tiempo de trabajo, nunca me desligué de mi universidad, en ella continué con estudios posteriores de postgrados en medio de la oportunidad de la docencia.

Realmente, no soy sindicalista, nunca lo he sido, aunque muches así lo creen.  Mi cercanía a estas organizaciones se debe a que soy una docente que pertenece a un gremio y a una asociación de profesores universitarios, que escribo y trabajo a favor de la  defensa de la escuela pública y la exigencia de que el Estado cumpla con sus obligaciones en materia educativa. Lucho contra cualquier medida en que se perciba un sentido privatizador. Denuncio  constantemente sobre el carácter excluyente de las políticas neoliberales. Pido por la inclusión de los temas de la globalización y del papel de los organismos internacionales, así como la exigencia de una mayor participación de les maestres y profesores en el debate y en la formulación de las políticas educativas. Lucho por que se reconozca la importancia de nuestra  profesión  y la necesidad de revalorarla.

 

Cómo ha sido tu experiencia en el portal Otras Voces en educación, cuéntanos un poco al respecto.

 En el Portal Otras Voces en Educación, llegué desde sus inicios, en el año 2016 a través de una invitación que me hizo el profesor Luis Bonilla-Molina junto a  profesores, maestros e investigadores en educación quienes habían decidido lanzar un portal mundial para las comunidades educativas.

Al principio se trató de una idea un poco sin concretar y que nos reunió en el empeño por algo diferente, por un espacio de difusión abrazado a  sueños de equidad en un entorno de la enseñanza y aprendizaje, luchas magisteriales, promoción científica y tecnológica, de opinión crítica y novedades educativas. Un formato digital permanentemente que estuviese disponible en la web  permitiendo su uso dinámico y asegurando su llegada a un público amplio y disperso en cientos de comunidades no solo educativas.

Con el tiempo y de los aportes recibidos, esa idea ha mejorado, transformado y  definido. Siempre estamos incursionando en nuevos desafíos Hemos abierto comunidades de lectores que superan las 27.819.312 visitas al día de hoy. La compañía diaria de los lectores ha hecho valer a OVE en las redes sociales como un espacio  que promueve la  cultura colaborativa y la justicia, que funcionan  como una comunidad de intercambio tanto entre los responsables del equipo de conducción, de editores, investigadores.

OVE para mí ha sido un proyecto ilusionante, una escuela, representa años de aprendizaje colectivo donde estamos implicados muchas personas. Es hermoso, gratificante leer: “La autoría de esta noticia, documento o artículo de opinión es exclusividad para el portal OVE”. Eso nos pasa porque no solo ayudamos a difundir desde otros medios de información con los cuales tenemos alianzas internacionales. También tenemos amigues,  docentes e investigadores que apoyan desde otros países, eso es fascinante. Poder brindar noticias frescas, en tiempo real, con sus soportes, nos hace sentir que el mundo necesita de este tipo de entrega y que debemos seguir brindando esta posibilidad de defender a la educación pública y enfrentan al neoliberalismo educativo.

Espero que esta aula abierta siga aportando, siga brindando nuevas perspectivas en apoyo a la educación desde una dimensión científica y humanista.

 

¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Venezuela?

En nuestro país, al igual que en todos los países, existen instituciones ministeriales que son los órganos encargados de las políticas educativas nacionales.  Los objetivos de estas instituciones son generar oportunidades y resultados educativos de igual calidad para todes; garantizar que estudiantes logren sus aprendizajes pertinentes y de calidad; lograr una educación de calidad como factor favorable para el desarrollo nacional, así como promover una sociedad que educa a sus ciudadanos y los compromete con su comunidad. Y en el ámbito del docente: fortalecer capacidades para que los maestros ejerzan profesionalmente la docencia.

En este momento la realidad educativa nos posiciona en lo anteriormente expresado, así como en el artículo 102 y 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde a pesar de ser este un derecho fundamentalmente gratuito y obligatorio, ha quedado demostrado por la pandemia  del COVID-19 que, no tenemos una educación integral con igualdad de oportunidades para nuestres niñes y jóvenes y ya eso se debe mirarse como un punto de crisis.

Nosotros tenemos una situación externa de alto impacto, como es el tema de las sanciones financieras que ha empeorado nuestra economía. También, un conjunto de decisiones internas que a la vista de les maestros y profesores han sido mal tomadas puesto que, incide de igual manera, si,  incide negativamente en el asunto salarial.

Y, lo salarial y económico es fundamental en la educación. Se insiste, yo insisto, en la necesidad de valorar el trabajo y revertir  el bajo salario que recibimos les trabajadores de la educación, quienes somos los mismos padres y madres de familias que a diario debemos enviar a les hijes a clases en medio de las dificultades económica que atravesamos. Urge como un derecho de les trabajadores que el ingreso mensual que reciben de su jornadas de trabajo sea igual al de la canasta básica alimentaria y así asegurar que una familia pueda sufragar gastos. Se debe sincerar el debate sobre el anuncio del nuevo salario mínimo en Venezuela según la valoración del mercado.

En las universidades hay pocos estudiantes y pocos docentes, al menos en las carreras y programas que no ofrecen un desempeño profesional independiente. Las matrículas considerables están en medicina, derecho, ingeniería, en carreras de libre ejercicio. Pero muy escasa en educación, historia o cualquier otra ciencia social.

La realidad es que pocos quieren formarse como educadores y eso debe ser preocupante porque nosotros necesitamos de educadores para formar generaciones,  se necesita avanzar a la par del reconocimiento de la  importancia del conocimiento para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Se necesita un mejor estímulo para el contexto educativo, para sus trabajadores y estudiantes. Para ello, debe haber una voluntad desde el Estado en adoptar correctivos y empezar a revertir la situación y en esa voluntad debe incluirse lo que significa la inversión económica al sector.

 

Rose, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Nuestra formación docente desde épocas pasadas ha estado pensada con miradas colonizadoras. No ha sido fácil romper con un proceso de formación que reproduce viejas formas de la enseñanza y de aprendizaje, propio de la cultura de dominio cognitivo que ha prevalecido en el país desde hace muchos años y que debemos transformar.

Hoy estamos ante una sociedad líquida y de la llegada de la cuarta revolución industrial, que invita con ansias a adentrarnos a  las novedades  y a las nuevas formas de entender al mundo. Por tanto, la formación docente debe ser repensada desde estos retos.  La rapidez con que ocurren los cambios sociales, económicos, tecnológicos y pedagógicos requieren de una formación permanente del Docente y una construcción descentralizada del currículo para que, en función de los continuos procesos de cambio, este pueda reconstruirse sin burocracia, sino partiendo de las necesidades reales que imponen el progreso, las regiones y por ende las políticas de modernización del Estado, como es el caso venezolano. Por tanto, la calidad de la educación debe está ligada íntimamente con la calidad de la pedagogía y por ende a las dinámicas sociales.

Una propuesta de formación de Docente implica orientar el currículo hacia un tipo de formación que transforme la forma de pensar, de ser y de actuar pedagógico, pues se enseña en función de lo que se es, y toda verdadera formación debe conducir a la transformación de la persona y del hacer educativo, para alcanzar el desarrollo de las potencialidades de la persona. Pero,  eso a su vez pasa también por una inversión económica desde  Estado en pro de una educación de calidad que ofrezca  la esperanza de mejorar las condiciones de vida de las personas y no es posible alcanzar una educación de calidad sin formación.

Otro aspecto a considerar en la formación continua de les docentes, es llevar la gratuidad educativa hasta el nivel de postgrado en todas las universidades públicas nacionales. De esta forma se estaría valorando aún más la gratuidad educativa como un derecho fundamental y humano que está establecido en la CRBV hasta pregrado. Se estaría brindando y respaldando  la posibilidad de seguir perfeccionando el conocimiento e intelecto de les maestres y profesores ante una situación económica hiperinflacionaria que compromete al salario e imposibilita pagar los costos que representan, entre otras cosas, las matrículas de estudios de cuarto y quinto nivel.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio venezolano? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

 El COVID-19 ha sido una situación de retos para el magisterio. Las medidas tomadas de virtualizar la educación en todo el sistema educativo venezolano ha sido un esfuerzo por garantizar la continuidad del derecho a la educación. Sin embargo, no estábamos preparados para enfrentar esta situación. Ningún país lo ha estado.

Este llamado de mantener activa la academia  no ha sido fácil.  Se introdujo un cambio pedagógico anunciado ante la llegada de la cuarta revolución industrial al  cual no estamos instruides como tal y, que por supuesto tendrá impactos atendiendo a razones económicas, instrumentales,  cognitivas, emocionales, sociales.

Estamos ante un escenario lleno de incertidumbres. Las carencias de equipos tecnológicos (computadoras, celulares) en docentes y estudiantes, la inestabilidad del servicio eléctrico o de la red a la Internet, las ocupaciones personales y laborares reprogramadas, la forma de  conseguir el sustento de cada quien, ha sido motivo de preocupación y/o limitación para incorporarse a la continuidad  académica.

Pero al fin toda experiencia deja un aprendizaje y esta  no será la excepción. Por tanto, de una vez deberían evaluarse algunas políticas educativas nuestras que ameritan prolongación porque son necesarias en procesos de formación, y hacerlo desde una distribución justa, equitativa, incluyente,  refiriendo por ejemplo al proyecto Canaima que se descontinúo y que en las universidades solo se les entregó a les estudiantes más no a docentes, y esto fue sin un verdadero sentido pedagógico.

 A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

Querido Luis y Luz, nos ha reunido una agradable conversa que me llevó a relatar desde mi llegada al mundo a mostrar cómo se ha tejido en mis días la docencia y con ella la inquietud que siento por Derecho a la Educación.

Este es un derecho universal, incluyente, progresivo, de respeto al logro de una vida plena, en el que los pueblos deben abocarse por garantizar. Es necesario construir alianzas que permitan la pluralidad de miradas, de opiniones que en su esencia busquen un punto común, busquen mejorar los sistemas educativos.

Los gobiernos diseñan las políticas educativas en todos los sentidos y desde sus perspectivas, los magisterios deben ser una conglomeración de fuerzas para exigir que se cumplan los derechos que se establecen en cada plan o proyecto específico que emanan los Estado, y que se cumplan de la mejor manera. Debemos estar siempre sanamente insatisfechos porque es la única forma de pedir constantemente las revisiones necesarias y  cambios efectivos en la Educación.

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