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¿Por qué hay 264 millones de niños que no van al colegio?

Por: El país/Tiziana Trotta

Casi un tercio de los menores sin escolarizar viven en 35 países afectados por distintos tipos de crisis y apenas el 2% de la ayuda humanitaria se destina a educación

Siria ha pasado de rozar una tasa del 100% de escolarización antes del conflicto a contar con 2,8 millones de niños fuera de las aulas. En Yemen, ya son dos millones. Sudán del Sur tiene la tasa más alta de abandono escolar en educación primaria con un 72% de la infancia fuera del sistema escolar. Y lo mismo sucede en Chad, Nigeria, Afganistán y muchos otros países asolados por conflictos u otros tipos de emergencia. Los menores de 18 años de todo el mundo sin escolarizar son 264 millones, según datos de Unicef. De ellos, 75 millones viven en 35 países afectados por distintos tipos de crisis. Sin embargo, desde 2010, menos del 2% de los fondos humanitarios se ha destinado a la educación.

La edición de este año de la Semana de Acción Mundial por la Educación, que se celebra del 23 al 29 de abril en 120 países, reivindica la importancia de que los menores acudan a la escuela incluso en las crisis y pide un incremento del presupuesto de ayuda humanitaria destinado a este fin hasta el 4%.

Uno de cada cuatro niños que no van a la escuela vive en un país asolado por conflicto y las niñas sumidas en estos contextos se enfrentan a una probabilidad 2,5 mayor de quedarse fuera del colegio en comparación con los varones. “Hay que prestar mayor atención a la educación desde el primer momento en el que se produce una emergencia”, sostiene Blanca Carazo, responsable de Programas para Unicef. “Cuando un niño deja de asistir a la escuela, se pone a riesgos a corto plazo como ser víctima de trata, explotación laboral, matrimonios precoces, reclutamiento en los combates. A largo plazo, está perdiendo una oportunidad para el futuro”, añade.

Volver a las aulas, además, contribuye a crear una rutina que puede ayudar a superar los traumas, agrega Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política y Comunicación de Plan International. “El profesorado se convierte en un aliado clave para la protección ya que puede identificar casos más graves y derivarlos, al mismo tiempo que en las escuelas se atienden otras necesidades básicas como la alimentación, el higiene y el saneamiento”.

“Si la educación ya vive un momento difícil en general, cuando se produce un desastre natural, un conflicto como el de Siria o una crisis de tracto lento el riesgo es aún mayor para la infancia”, explica Alberto Casado, responsable de campañas de Ayuda en Acción. “Y si garantizar el derecho a la educación entre la población desplazada en asentamientos es complicado, hacerlo entre los que se encuentran en movimiento es prácticamente imposible”.

En 2016, los desplazamientos forzosos marcaron un nuevo récord con 65,6 millones de personas —la mitad de los cuales, menores— que abandonaron sus hogares, principalmente a causa de graves conflictos, pero también por otros motivos como el cambio climático, la situación económica de sus países de origen o por persecución política y religiosa.

Tan solo la mitad de la infancia refugiada o en situaciones de desplazamiento interno va a la escuela primaria y apenas un 25% de los menores asiste al primer ciclo de educación secundaria. Este porcentaje baja al 1% en el caso de los estudios universitarios, según datos de Unicef.

Alumnos de una escuela en Sudán del Sur.
Alumnos de una escuela en Sudán del Sur. PLAN INTERNATIONAL

El conflicto en Siria, que ha cumplido recientemente siete años y que en 2017 se cobró la vida de 910 niños y niñas, solo es la cara más visible de este problema. Un 43% de la llamada generación perdida no está escolarizada. Desde el principio de la guerra, más de 300 escuelas han sido blancos de ataques, mientras que se han perdido más de 180.000 docentes, que han muerto o han huido. Los que se han quedado, además de lidiar con la escasez de infraestructuras y la falta de seguridad, no siempre pueden prestar una enseñanza de calidad, al estar hacinados en clases abarrotadas con alumnos de distintas edades.

La situación no mejora entre los niños que llegan a Europa, donde sus necesidades educativas básicas chocan con barreras legales. Por ejemplo, apenas 10 países miembros de la Unión Europea reconocen el derecho de los menores indocumentados a los estudios, mientras que cinco les excluyen de manera explícita. Una vez dentro del sistema escolar del lugar de acogida, obstáculos culturales o de idioma frenan su integración, al mismo tiempo que a menudo tienen que lidiar con xenofobia y estigmatización.

Pese a las dificultades, la educación se mantiene arriba entre las preocupacionesde las familias desplazadas, pero no siempre recibe la atención adecuada en el marco de la ayuda humanitaria y se destinan fondos escasos y de corta duración. De media, menos del 2,7% de los llamamientos humanitarios globales se destina a la educación.

“Tradicionalmente, la educación se encuentra en un limbo entre ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo y no se considera como algo que salva vidas. Esta visión es muy limitada y poco a poco se está superando, porque las crisis son cada vez más complejas”, asegura Valeria Méndez de Vigo, responsable de Estudios e Incidencia de Entreculturas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/04/23/planeta_futuro/1524501231_565813.html

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Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación

UNESCO/ 24 de abril de 2018/Fuente: https://es.unesco.org

El violento intento de asesinato perpetrado contra una adolescente pakistaní y activista pro educación de las niñas, Malala Yousafzai, inspiró la creación del Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación. El fondo, que forma parte de la Alianza Mundial para la educación de las niñas y mujeres «Una vida mejor, un futuro mejor», fue creado en 2012 con el objetivo de ampliar el acceso de las niñas a una educación de calidad sensible a las cuestiones relativas al género, así como de garantizar entornos de aprendizaje seguro, en particular en los países afectados por conflictos y desastres. La República Islámica de Pakistán aportó una contribución inicial de 10 millones de dólares estadounidenses y, a partir de 2014, el Grupo CJ se convirtió en uno de sus mayores contribuyentes del Fondo, al igual que otros coloboradores.

Objetivos del fondo

El Fondo brinda apoyo en la implementación de programas holísticos que tienen por objeto:

  • Ampliar el acceso a la educación para las niñas y mujeres, especialmente aquéllas a las que es más difícil llegar y que han sido afectadas por conflictos y desastres.
  • Mejorar la calidad y el papel de la educación, garantizando que el contenido, las prácticas de enseñanza, los procesos y entornos de aprendizaje sean sensibles al género
  • Reforzar la política y la capacidad para garantizar entornos de aprendizaje seguros

 

Ejemplos

  • Camboya

La UNESCO refuerza las capacidades de lectoescritura de 1,760 jóvenes trabajadoras del sector textil en 22 fábricas de ropa en Phnom Penh y Siem Reap con miras a mejorar su calidad de vida. Se han elaborado materiales didácticos para facilitar la implementación sostenible de programas de lectroescritura en algunas fábricas a lo largo de Camboya.

  • Egipto

La UNESCO refuerza las habilidades en lectoescritura de 600 mujeres y niñas, así como las competencias necesarias para la vida en cuestiones de salud, modos de subsistencia y participación ciudadana mediante 12 Centros de Aprendizaje Comunitarios (CLCs por sus siglas en inglés). Asimismo, puso en marcha y concluyó un programa de formación de formadores con 124 instructores y monitores de lectoescritura en seis provincias.

  • Mauritania

A la vez que la UNESCO amplía la educación y desarrolla las oportunidades y la adquisición de competencias de 300 niñas y mujeres por conducto de los CLC, promueve la reincersión en la enseñanza formal de educandos que han abandonado la escuela a fin de mejorar su poder adquisitivo y situación socioeconómica.

  • Mozambique

La UNESCO está enfrascada en empoderar y mejorar las capacidades de lectoescritura de los padres y tutores en aras de contribuir al aprendizaje de los niños y al desarrollo de sus habilidades. Más de 50 técnicos (las mujeres representan el 42 por ciento) han recibido una formación en materia de desarrollo de las capacidades de lectoescritura en el ámbito familiar y ha elegido a más de 580 beneficiarios (las mujeres representan 95 por ciento) y 18 maestros de lectoescritura. Trece cursos utilizan programas regulares de lectoescritura que favorizan a unos 475 estudiantes (las mujeres representan el 71 por ciento).

  • Nepal (Proyecto I)

La UNESCO garantiza el desarrollo de las capacidades de más de 160 directores de escuelas en materia de presupuesto, liderazgo y gestión escolar sensibles a las cuestiones de igualdad de género, y garantiza el empoderamiento de unas 100 niñas y mujeres a las que permite desarrollar habilidades para generar los ingresos adecuados en el plano local, y las pone en relación con los programas de búsqueda de empleo.

  • Nepal (Proyecto II)

La UNESCO mejora la calidad y garantiza la pertinencia en materia de educación de las niñas en los seis distritos más afectados por el terremoto de Nepal, mediante cursos de formación impartidos a 600 proveedores de servicios educativos, en el marco de la enseñanza compatible con las cuestiones de igualdad de género. De este modo, refuerza las capacidades de 100 escuelas y CLC en asesoramiento de las niñas, así como la formación de más de 1,000 mujeres y adolescentes con miras a que desarrollen aptitudes generadoras de ingresos.

  • Pakistán

Desde 2014, el Programa UNESCO para el derecho de las niñas a la educación apoya los esfuerzos de Pakistán para aumentar el acceso y mejorar la calidad de la educación primaria de 40,000 niñas en nueve regiones en el plano nacional y provincial, mediante el fortalecimiento de capacidades y por conducto de intervenciones específicas en el ámbito institucional y comunitario, y en particular en las comunidades marginadas. Se espera que 60,000 miembros de la comunidad se conviertan en defensores de la educación de las niñas. Además, 600 maestros recibirán capacitación en una enseñanza multigrado y en aprendizaje basado en la actividad, y 35 funcionarios locales de educación mejorarán su capacidad de liderazgo y de gestión educativa.

  • República Unida de Tanzania

La UNESCO amplía el número de contextos de aprendizaje seguro, promueve el empoderamiento de las niñas y trabaja para vencer la resistencia de las comunidades con respecto a la educación de las niñas. Más de 5,000 niñas han sido beneficiadas mediante la creación de 60 contextos seguros, y se consultó a más de 400 líderes comunitarios, religiosos y tradicionales en aras de definir las cuestiones fundamentales que repercuten en la educación de las niñas. Se reconocieron veinte líderes (entre los que figuran imames) como los paladines en problemáticas tales como el matrimonio infantil y el embarazo precoz. Asimismo, cuarenta directores, docentes y funcionarios educativos de distritos recibieron una formación pedagógica afín a las cuestiones de igualdad con miras a promover la inclusión de las niñas.

  • Viet Nam

La UNESCO incorpora las cuestiones de género en la planificación, gestión y provisión de servicios en el sector educativo y respalda, mediante intervenciones en los medios de comunicación, los cambios en las normas de género. El Ministerio de Educacion y Formación ha implementado un Plan de Acción para la igualdad de género en el sector educativo para el período 2016-2020. Cincuenta profesionales (8 hombres y 42 mujeres) pertenecientes a 18 agencias de medios de comunicación adquirieron nuevas competencias para mejorar los aspectos de comunicación relativos a las cuestiones de igualdad de género. Asimismo, 49 estudiantes de escuelas secundarias (29 niñas y 20 niños) aumentaron sus capacidad como jóvenes periodistas en la realización de reportajes sobre las problemáticas relativas al género. Los responsables de elaborar planes de estudio y manuales (34 hombres y 70 mujeres) reforzaron la capacidad de integrar las cuestiones de género en sus programas y libros de texto.

  • Nigeria

La UNESCO trabaja con miras a crear contextos de aprendizaje seguro y de paz en las regiones afectadas por conflictos violentos y secuestros en las escuelas. Más de 100 escuelas de primaria, secundaria básica y secundaria superior resultaron favorecidas por los talleres impartidos en materia de medidas de seguridad, y recibieron, además, materiales educativos, y en particular, 2,000 carpetas de seguridad escolares.

  • Guatemala

La UNESCO está ampliando la educación de más de 500 niñas, adolescentes y mujeres indígenas en el altiplano occidental de Guatemala. El proyecto también tendrá beneficios más amplios a largo plazo, llegando a 40,000 escuelas, más de 1 millón de estudiantes guatemaltecas y 650,000 adolescentes y mujeres jóvenes indígenas en todo Guatemala.

 

Contacto

Para obtener información adicional o contribuir al Fondo Malala de la UNESCO para el derecho a la educación de las niñas, puede escribir a: gender.ed@unesco.org

Fuente del Proyecto:

https://es.unesco.org/themes/educacion-igualdad-genero/fondo-malala

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Documento: Derecho a la educación de jóvenes y adultos

Se impulsan la difusión y el debate de los Acuerdos de la CONFINTEA VI realizada en SUWON. Se adjunta un documento para ser utilizado en procesos de formación que promuevan el derecho a la educación de jóvenes y adultos.

DESCARGAR EL DOCUMENTO EN EL SIGUIENTE LINK:

DERECHO A LA EDUCACION Jóvenes y Adultos CONFINTEA

Esta publicación busca impulsar avances en materia de Políticas, Gobernanza, Financiación, Participación inclusión y equidad, y; Calidad para lo cual presenta algunas de las propuestas que se vieron en la reunión de balance a Medio Término de la Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA) y que pueden ayudar a planificar los próximos 4 años que faltan para el balance final de la CONFINTEA VI. La reunión de balance se realizó del 27 al 29 de octubre, en la ciudad de Suwon, República de Corea.

FUENTE: https://tarea.org.pe/digitalizaciones

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Semana de Acción Mundial por la Educación 2018: ¡Mantengan sus promesas por la educación!

América Latina/ 23.04.2018/ Fuente: CLADE

La Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME), iniciativa de movilización internacional coordinada por la Campaña Mundial por la Educación (CME), este año se celebra del 22 al 28 de abril con la consigna «¡Mantengan sus promesas por la educación!«. Su objetivo principal es exigir a los gobiernos que rindan cuentas sobre la implementación de la Agenda de Educación 2030 en sus países, teniendo como premisa la participación activa de la ciudadanía en el seguimiento e implementación de estos compromisos. En la Semana, se realizarán actividades de incidencia política y movilización social en más de 100 países de todo el mundo, las cuales seguirán durante todo el año.

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Con un énfasis particular en recordar a los Estados y a la ciudadanía de todo el mundo que la gestión democrática es la piedra angular de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y dando seguimiento a las movilizaciones del año pasado, la SAME 2018 se propone señalar la necesidad de que los gobiernos establezcan planes y hojas de ruta realistas, creíbles y transparentes para garantizar una educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva para todas las personas, hasta el 2030. Queremos que los gobiernos y la comunidad internacional reafirmen y asuman su responsabilidad con la realización de la Agenda de Educación 2030, garantizando mecanismos claros, inclusivos y transparentes de rendición de cuentas y tomando en consideración la participación activa de la sociedad civil, especialmente de los sujetos de las comunidades educativas.

Además del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), referido a la educación, y el Marco de Acción para la Educación 2030, que fueron adoptados en el 2015 y conforman la Agenda de Educación 2030, se realizó los días 1° y 2 de febrero de este año la Conferencia sobre el Financiamiento Educativo de la Alianza Mundial por la Educación (AME) en Dakar, Senegal. En esta ocasión, varios gobiernos y la comunidad internacional realizaron promesas respecto al financiamiento del derecho humano a la educación. Estos compromisos representarán un aumento de US$30.000 millones en inversiones en educación por los países en desarrollo, así como US$2.300 millones adicionales de países donantes. Ahora es papel fundamental de la sociedad civil darle seguimiento a estos compromisos y presionar para que se cumplan. Vale recordar, asimismo, que en la Agenda de Educación 2030 y en la Carta de Lima, adoptada por los Ministerios de Educación de América Latina y el Caribe en el 2014, se prevé el compromiso de los Estados de la región en invertir como mínimo el 6% de su PIB y el 20% de su presupuesto público total en educación.

En este contexto, la CLADE apoya y le da seguimiento a la participación de los foros nacionales que son sus miembros, en los espacios de acompañamiento a la implementación de los ODS que se hayan creado en cada país. Anima también su participación en el proceso de elaboración de los informes voluntarios nacionales que algunos Estados de la región presentarán, en julio de 2018, al Foro Político de Alto Nivel de la ONU (High Level Political Forum), principal arquitectura de seguimiento a la Agenda de Desarrollo 2030 a nivel internacional. Este año presentarán sus revisiones nacionales voluntarias los siguientes países de la región: Bahamas, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Jamaica, México, Paraguay y Uruguay.

Un avance promisor para el seguimiento y la realización de la Agenda 2030 en la región ha sido la constitución de estructuras y espacios institucionalizados de monitoreo e implementación de los ODS en 19 países de la región, según se puede observar en esta sistematización realizada por la Oficina Regional de UNESCO para América Latina y el Caribe (UNESCO OREALC). A nivel regional, la CLADE integra, desde enero de 2017, el Comité Directivo de la Educación 2030 para América Latina y el Caribe, y acompaña los trabajos del Foro de la Sociedad Civil en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), siendo estas instancias las responsables por darle seguimiento a la realización de la Agenda 2030 en la región. Sin embargo, datos del informe Global Education Monitoring Report (GEM) 2017/18 revelan que un tercio de los Estados de América Latina y el Caribe no rinde cuentas a sus respectivas ciudadanías de manera permanente.

Ante este escenario, demandamos que los gobiernos:

– garanticen y fortalezcan espacios estructurados, seguros e institucionalizados para una participación activa y efectiva de la sociedad civil en el seguimiento e implementación de la Agenda de Educación 2030, en referencia a la legislación, planificación, presupuesto y monitoreo;

– prioricen y aseguren en dichos espacios la participación de sindicatos de trabajadoras/es de la educación y organizaciones estudiantiles, así como de mujeres, personas con discapacidad, indígenas y afro descendientes, entre otras poblaciones históricamente marginadas;

– eliminen y rechacen las políticas y legislaciones que tengan como objeto reprimir y criminalizar la protesta social y la labor de defensoras/es de los derechos humanos e integrantes de la comunidad educativa;

– garanticen los presupuestos y medios de implementación necesarios para el cumplimiento de la Agenda de Educación 2030 en los países, en base al compromiso con el fortalecimiento de los sistemas educativos públicos, como una responsabilidad de los Estados;

– desarrollen planes creíbles y transparentes para la implementación de la Agenda de Educación 2030 y establezcan mecanismos claros, accesibles e inclusivos de rendición de cuentas e información a la sociedad civil sobre el estado de cumplimiento de estos planes, de manera transparente y responsable, posibilitando así la participación amplia de la sociedad civil en su seguimiento y realización.

Con miras a lograr respuestas de las autoridades para estas exigencias, sugerimos e impulsamos una serie de actividades. ¡Conózcalas aquí!

Seguiremos compartiendo más informaciones sobre los mensajes clave, los objetivos y la agenda de la SAME 2018, destacando especialmente las actividades que se desarrollen por iniciativa de la comunidad educativa y la sociedad civil organizada en distintos países de América Latina y el Caribe, a través de esta página web: www.same2018.org

Acceda también a la página de la SAME 2018 a nivel internacional: http://actionweek.campaignforeducation.org/es/

La Semana de Acción Mundial por la Educación y la Agenda de Educación 2030

Desde el 2000, la CME coordina la realización de la Semana de Acción Mundial por la Educación, una gran movilización internacional que se impulsa en la última semana de abril de cada año, con la finalidad de impulsar actividades y debates relacionados al cumplimiento de las metas internacionales para la educación en más de un centenar de países. La Semana se refiere a abril del 2000, cuando 164 gobiernos reunidos en el Foro Mundial sobre la Educación en Dakar firmaron compromisos con la garantía del derecho humano a la educación de todas las personas, que deberían cumplirse hasta el 2015 y que se conocieron como Educación para Todos (EPT).

Ante la proximidad del fin del plazo para el cumplimiento de la EPT y de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en septiembre de 2015, los Estados miembros reunidos en la Asamblea General de la ONU adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hasta el 2030, cuyo Objetivo número 4 prevé la obligación de los Estados de «garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos y todas». Poco tiempo después, el 4 de noviembre de 2015, se adoptó en la 38ª Conferencia General de la UNESCO, el Marco de Acción para la Educación 2030, documento que desarrolla los principios y establece estrategias para la implementación del objetivo de educación de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible. Así, al lado de la Declaración de Incheon, el Marco de Acción hace parte de la Agenda de Educación 2030 y se constituye en el documento estratégico que orientaría la acción de los Estados en los próximos años

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Sentidos de la educación en una cárcel de mujeres: entre el tratamiento penitenciario, los modelos punitivos y de garantización de derechos

Por María Eugenia Bové Gimenez

RESUMEN

El texto que sigue reflexiona en torno a las condiciones en que se desarrolla la educación dentro de las cárceles, a partir del trabajo empírico realizado en una cárcel de mujeres de Uruguay en el año 2014. La reflexión se centra en la tensión ya discutida en la bibliografía entre la educación como un derecho y la educación como una herramienta para el tratamiento penitenciario, discutiendo elementos obtenidos del trabajo empírico realizado. Reflexiono sobre esta tensión en el contexto específico de endurecimiento punitivo en curso en Uruguay, dando cuenta de las consecuencias que esta tensión conlleva para el desarrollo de actividades educativas y atendiendo a las formas en que estas se incluyen en sistemas de premio-castigo propios del sistema carcelario, así como a las formas en que se circunscriben los sentidos de la educación.

Palabras clave: derechos humanos – educación en cárceles – tratamiento penitenciario.

Abstract:

This paper reflect on the conditions in which prision education happens, from the results of a study developed in a women prison in Uruguay in 2014. The argumentation starts with the theoretical discussion about the tensions between two forms of the prision education: as a right or as a part of the prison treatment. I put this discussion in the specific context of punitive reinforcement in Uruguay, attending to how these tensions impact in the educational activities, how the activities are involved in reward-punishment systems, and how they conditioned the posible senses of education.

Key words: human rights – prison education – prison treatment.

Texto completo: ARTÍCULO COMPLETO (PDF)

Fuente: http://www.fermentario.fhuce.edu.uy/index.php/fermentario/article/view/226
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UNESCO: Preparar el camino de la educación de las mujeres en las comunidades indígenas de Guatemala

UNESCO/19 Abril 2018

Magdalena Cox Xum es un ejemplo y una heroína de los tiempos modernos. Es la primera coordinadora educativa del Centro UNESCO-Malala de San Andrés Xecul, Totonicapán, en Guatemala, creado en el marco del nuevo proyecto respaldado por el Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación. Comenzó a trabajar en el Centro en marzo de 2018, pero su contribución a la educación de las mujeres empezó hace mucho tiempo en Nimasac, la aldea de donde es originaria.

Modelos a seguir

Magdalena es la más joven de un grupo de cuatro hermanas y cinco hermanos. Es también la única que, junto con su hermano menor, terminó la escuela y escogió convertirse en docente. No obstante, por ser mujer, Magdalena temía que su sueño de convertirse en docente no se realizara. Pensaba que no llegaría a terminar el 6° grado, como le había sucedido a sus ocho hermanos y hermanas, y también a muchas otras jóvenes de su municipio.

En San Andrés Xecul, Totonicapán, el Anuario de Estadísticas del Ministerio de Educación indicaba que en 2016 la tasa de escolarización de las niñas en edad escolar en la enseñanza primaria fue del 35%, y sólo el 10% de las alumnas entre 12 y 21 años de edad se habían inscrito en la enseñanza media para niños de 10 a 13 años, y sólo el 1% en el instituto de enseñanza secundaria. A pesar de la renuencia inicial de su padre, la madre de Magdalena comprendió su voluntad de estudiar y la apoyó hasta que obtuvo su título de docente intercultural bilingüe de enseñanza primaria. Su madre se convirtió en el primer ejemplo de aquello que ella deseaba ser para su comunidad, una mujer capaz de reconocer el potencial y el afán de superación de otras mujeres y que podía ayudarlas a alcanzarlos.

La educación es una prioridad

Desde que se convirtió en docente, Magdalena se ha comprometido en ayudar a las mujeres de su comunidad, incluso cuando en ésta la educación no se considera una prioridad. ¿Por qué deberían dejar que estudiaran? Es una de las preguntas que con más frecuencia le hacen. Magdalena contó su propia historia para que sirviera de ejemplo a los padres y miembros de la comunidad en cuanto a la importancia de la educación y los beneficios que se obtienen de los programas de educación no formal.

Su acción ha rebasado el papel que normalmente desempeña una docente. Ha tocado a muchas puertas y se ha encontrado con mujeres que desean realizar estudios, pero que no tienen la posibilidad de hacerlo por falta de flexibilidad en los programas de educación formal o debido al contexto cultural o económico en el que viven. Ha abierto las puertas de su propia casa para impartir clases a sus alumnas, invirtiendo sus propios recursos para comprar una pizarra blanca y bancos. Magdalena le dijo a una mujer “[por la] mañana podrás cuidar de tus animales y por la tarde vendrás [a estudiar] conmigo”. Esta mujer llegó hasta el final del 6° grado.

Los Centros UNESCO-Malala, apoyados por el Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación, permiten que la educación ocupe el lugar que le corresponde en las comunidades. Gracias a la ayuda de coordinadores comprometidos como Magdalena, las niñas y las mujeres escogerán un programa de educación no formal adaptado, dispondrán de los materiales necesarios y buscarán la instalación y el programa para los grupos de estudio. Los coordinadores del centro que son originarios de la región, y que comunican mediante la lengua indígena pertinente y comprenden el contexto cultural, ayudarán también a que las comunidades hagan suyo el proyecto, algo que constituye uno de los factores fundamentales para su continuidad.

Gracias al Centro y a su labor como coordinadora educativa de un Centro UNESCO-Malala, Magdalena tendrá las oportunidades y el espacio necesarios para ampliar sus denodados esfuerzos y para dar una educación a las niñas y mujeres jóvenes indígenas de San Andrés Xecul, Totonicapán y, esperamos que así sea, de forma más general, de toda Guatemala.

Fuente: https://es.unesco.org/news/preparar-camino-educacion-mujeres-comunidades-indigenas-guatemala

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La participación familiar en el centro, ¿indicador de calidad educativa?

Por: María Antonia Casanova

En un principio, ante la pregunta planteada en el título, creo que la mayoría de los lectores, como yo misma, contestaríamos afirmativamente. Con seguridad, las escuelas que cuenten con la participación de madres y padres conseguirán unos mejores resultados escolares.

Bien, pues parece que esto no solo no es así, sino que funciona en sentido inverso al deseado o pensado inicialmente.

En las conclusiones obtenidas por PISA en 2015, se plantearon diferentes cuestiones relacionadas con la implicación de las familias en el centro por diferentes motivos (comunicación, voluntariado, actividades extraescolares, ambiente, resultados de los hijos, etc.) y las actuaciones de la Dirección para comprometerlas e involucrarlas en su funcionamiento a distintos niveles.

Pareciera, como digo, que lo más lógico sería que cuando el padre o la madre asiste al centro para interesarse por el proceso educativo de sus hijos, fuera por interés (evidente) en el mismo y que, por lo tanto, redundara en su mejora. En consecuencia, la correlación que debiera aparecer es que cuanta mayor participación de la familia en ese centro, mejores resultados globales debería obtener este.

Pero, paradójicamente, los datos que nos ofrece PISA es que los centros más visitados por los padres en relación con los aprendizajes de sus hijos son los de peores resultados en rendimiento. Conclusión: la mayor asistencia al centro es indicador de mala calidad educativa. Resulta muy clara la explicación: la familia aparece por la escuela cuando el hijo no supera lo esperado, cuando suspende. Con lo cual, esa participación que todos deseamos para lograr un buen funcionamiento escolar se queda reducida al interés exclusivo por la calificación de los hijos, no sé ni siquiera si por su aprendizaje real.

Expuesto así, estadísticamente, resulta contradictorio que la mayor participación se manifieste en peores resultados. Es evidente. Pero es un hecho. Por lo tanto, en el momento de evaluar hay que replantear el modo de comprobar el tipo de colaboración entre familia y centro educativo, en términos más cualitativos, de manera que, aunque se sigan constatando informaciones como esta, también se pueda deducir si con una incorporación activa de las familias al quehacer escolar (en actividades extraescolares, mediación con otras familias, programas culturales, promoción del proyecto educativo propio…) efectivamente se mejoran los resultados esperados y requeridos.

Es muy importante mantener la coherencia del discurso educativo entre familias, centro y aula. Me atrevería a asegurar que supone un factor fundamental para conseguir una formación apropiada para el alumnado: que coincidan las ideas básicas en valores, modelo de sociedad, exigencias de esfuerzo, estudio, comportamiento… de ambas instancias. Sería perfecto que el contexto social general también coincidiera en este discurso, ya que lo exige permanentemente, aunque no colabore en nada para ello (más bien, lo contradice con demasiada frecuencia). Pero, al menos, centrándonos en nuestro comentario, me parece fundamental que escuela y familia sean coherentes en los planteamientos esenciales de la educación. Incluso llegando a un conocimiento suficiente, por parte de las familias, del modelo curricular que se lleva a cabo en las aulas en cuanto a la aceptación de la inclusión educativa, la atención a la diversidad, la aplicación de metodologías variadas, los procedimientos internos de evaluación, etc.

De esta forma, cualquier estudio que se hiciera ofrecería resultados diferentes a los expuestos con anterioridad. Cuando docentes y familia, junto con equipos directivos, caminan en una misma dirección, se alcanzan objetivos óptimos, inimaginables de otro modo. Ese es el camino para superar situaciones como la relatada. No solo hay que ir al centro para reclamar calificaciones. Hay que colaborar para contribuir a mejorar las actuaciones habituales que deriven en personas formadas integralmente y, además, con los mejores resultados posibles.

Fuente: http://revistainnovamos.com/2017/11/21/la-participacion-familiar-en-el-centro-indicador-de-calidad-educativa/

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