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En reivindicación de Hugo Blanco

Noticia/18 Junio 2020

Compañeros todos!

Soy Carmen Blanco Valer, hija mayor de Hugo y hago uso de la lista de suscriptores de Lucha Indígena y los contacto por lo siguiente:

A raíz de que el medio alternativo peruano Wayka proyectase por las redes la semana pasada el documental «Hugo Blanco G, – Río Profundo»  https://www.hugoblancofilm.com/, han surgido virulentas reacciones por parte de grupos de ultraderecha contra mi padre y contra la cineasta Malena Martinez.

Tanto la fujimorista Marta Chavez como grupos de ex-militares, guardias civiles, etc han venido publicando comunicados en los cuales acusan a Hugo de graves delitos contra los Derechos Humanos y se indignan por el apoyo brindado por el Ministerio de Cultura a la proyección de la película.

Ante estas graves acusaciones un grupo de compañeros tomó la iniciativa de reivindicar a Hugo y sus luchas y redactaron un texto al cual les rogaría se adhieran  solidariamente. Una vez que logremos juntar una cantidad significativa de firmas este será publicado en Perú.

Atentamente:

Carmen Blanco Valer

carmincha.blancovaler@gmail.com

He aquí el texto y abajo en el enlace se pueden hacer las adhesiones.

En reivindicación de Hugo Blanco

A propósito de la exhibición del premiado documental “Hubo Blanco Río Profundo”, un grupo de ex militares coludidos con una serie de ex políticos de derecha, junto con periodistas de publicaciones virtuales con títulos como El Montonero, han difundido algunos pronunciamientos denominando al ex miembro de la Asamblea Constituyente de 1978, diputado y senador, elegido democráticamente por el pueblo soberano, Hugo Blanco Galdós, como terrorista y asesino.

Los abajo firmantes, ciudadanos/as de América Latina y más allá, repudiamos esas palabras que, a cincuenta años de los hechos que levantaron a los campesinos empobrecidos del Valle de La Convención, pretenden criminalizar y desprestigiar al político y activista por los derechos de la naturaleza. Hoy, a los 85 años, Hugo Blanco Galdós, es considerado uno de los más importantes líderes internacionalistas por las luchas de la reforma agraria, y contra el extractivismo que perfora las entrañas de nuestros territorios.

Hugo es un ejemplo por su incansable compromiso con la justicia y con los pueblos, sea en Pucallpa, Cajamarca, La Convención, en Chiapas o el Cauca. También porqué es uno de los pocos dirigentes de izquierda que hoy ha podido dar un giro significativo hacia otra lucha reivindicativa: por el medio ambiente. Blanco lo resume de manera implacable: “antes luchaba por el socialismo, hoy se trata de la lucha por la supervivencia de la especie”.

Esta vida dedicada a la lucha por la justicia, la democracia y la defensa de la Madre Tierra ha sido representada de forma magistral por Malena Martínez en «Hugo Blanco: Rio Profundo», lo cual ha provocado la reacción inacceptable de estos emblemáticos personajes de la derecha cavernaria, quienes consolidan en sus filas lo más duro del autoritarismo peruano, y que temen al ejemplo de este hijo de los cerros de Cusco, en donde aún hoy retumba el grito “tierra o muerte: venceremos”.

Para firmar:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScRC5hrZYPj6UeT5vlkXkQdOTMZXXK-3YAeK3iwXF4aLhpGVw/viewform

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Más de 10 mil niños asesinados o mutilados en conflictos, reporta ONU

Naciones Unidas/18 Junio 2020/prensa-latina.cu

Más de 10 mil niños fueron asesinados o mutilados durante el 2019 en países que padecen conflicto, y si bien la cifra representa una ligera baja, es un número demasiado alto, según reportes divulgados hoy aquí.

Así lo indicó la representante especial de Naciones Unidas para Niños y Conflictos Armados, Virginia Gamba, y detalló que en el 2018, se registraron 12 mil 14 víctimas menores de edad.

En la actualidad, precisó, Afganistán es el país con más muertes de menores de edad.

Naciones Unidas también verificó 25 mil violaciones graves contra niños, es decir, unas 70 diarias, número similar al de 2018.

El informe anual sobre niños en conflictos armados también reveló un aumento de 400 por ciento en los obstáculos a la entrega de ayuda humanitaria, durante el 2019 se confirmaron cuatro mil 400 incidente de negación de la entrada de ayuda a las zonas de conflicto.

Además, hubo un alto nivel de impedimentos y violencia contra los trabajadores humanitarios, se saquearon sus provisiones, se les restringió el movimiento y se les impuso todo tipo de dificultades en su tarea de brindar asistencia básica a los niños, apuntó Gamba.

‘La infancia de estos niños y niñas ha sido reemplazada con dolor, brutalidad y miedo mientras el mundo lo atestigua. Las partes en conflicto no cumplen su obligación de proteger a los menores durante las hostilidades y les niegan la ayuda vital que necesitan desesperadamente’, afirmó.

Durante el 2019, la ONU verificó 735 denuncias de violencia sexual, pero Gamba resaltó que ese dato seguramente no refleja la realidad, ya que muchísimas violaciones no se reportan, sobre todo, por la impunidad de la que gozan los agresores, la falta de acceso a la justicia y a servicios para las víctimas, y el temor al estigma.

Más de siete mil niños fueron reclutados o utilizados para el combate y en la mayor parte de los casos, quienes los reclutaron fueron actores no estatales en la República Democrática del Congo y Somalia.

Según cifras de ONU, mil 683 niños fueron secuestrados recientemente, muchos de ellos para servir como soldados o esclavos sexuales: Somalia, la República Democrática del Congo y Nigeria registraron el mayor número de casos.

Para poner fin al ciclo de violencia contra los niños en los conflictos armados hacen falta programas amplios de reintegración que contemplen educación, apoyo psicosocial, servicios de salud y empleos, consideró Gamba.

La alta representante recalcó que es imperativo implementar ceses de hostilidades y acelerar los procesos de paz.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=374411&SEO=mas-de-10-mil-ninos-asesinados-o-mutilados-en-conflictos-reporta-onu
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“Grave, que hayan dejado de buscar a nuestros hijos”: familiares de desaparecidos frente a Palacio Nacional/México

América/México/17/06/2020/Autor y fuente: desinformemonos.org

Desde el 4 de junio decenas de familiares de desaparecidos y desaparecidas realizan un plantón frente a la sede del Poder Ejecutivo. Ahí han recibido las lluvias y granizadas, el frío de las noches y el sol inclemente de las tardes, pero están decididos a no moverse hasta ser recibidos por el presidente López Obrador, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas, al mismo tiempo.

 

Guadalupe Casarrubias Mancilla viene de Chilpancingo, Guerrero, a exigir frente al Palacio Nacional, en el zócalo capitalino, que las autoridades la ayuden a encontrar a su hijo desaparecido hace ocho años. “ He andado buscándolo, porque las autoridades no resuelven nada; al contrario, la desaparición y la delincuencia van en aumento día con día, y queremos respuesta y queremos solución”.

Al presidente Andrés Manuel López Obrador, dice, “lo invito a que venga a solucionar. Exijo que nos den apoyo, acompañamiento para seguir en las búsquedas. Yo doy mi vida, no voy a dejar de buscar a mi hijo hasta que yo muera. Ésa es mi petición”.

“¿Dónde están?”, escribieron con letras gigantes los familiares de desaparecidos frente a Palacio Nacional. “¿Dónde están?”, les preguntaron a los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Y hoy a Andrés Manuel López Obrador, quien a finales de marzo, lamentan las familias, saludó y habló con la mamá del narcotraficante Joaquín Guzmán, El Chapo, calificando su deferencia como un acto humanitario que, sin embargo, con las víctimas no ha tenido.

Desde el 4 de junio decenas de familiares de desaparecidos y desaparecidas realizan un plantón frente a la sede del Poder Ejecutivo. Ahí han recibido las lluvias y granizadas, el frío de las noches y el sol inclemente de las tardes, pero están decididos a no moverse hasta ser recibidos por el presidente López Obrador, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de derechos humanos, Alejandro Encinas, al mismo tiempo.

Vienen de algunos de estados con altos registros de violencia en el país, como Guanajuato, Veracruz, Morelos, Guerrero, Michoacán y Sonora, y exigen, además de atención y respeto, la destitución de la titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Mara Gómez Pérez, a quien acusan de revictimizarlos, de darles un trato indigno, y de profundizar el deterioro de esta instancia que es vital para ellos.

“No podemos dejar que el incumplimiento constante de Mara Gómez continúe interfiriendo con los procesos de búsqueda de personas desaparecidas y con la atención jurídica, médica y psicológica a las víctimas que establece la Ley General de Víctimas”, señalaron, al tiempo de exigir ser vistos y escuchados.

La táctica de dividirlos al ofrecerles apoyos individuales no les ha funcionado a las autoridades. El 8 de junio dieron a conocer una carta dirigida al presidente firmada por 700 personas y 61 colectivos.

Tranquilina Hernández Lagunas busca a su hija a Mireya Montiel Hernández, desaparecida el 13 de septiembre de 2014. Bajo la carpa en la que ha permaneceido los últimos 13 días, señala que el plantón se debe a que “han violado nuestros derechos humanos, por lo que estamos exigiendo que no haya más revictimización y que seamos escuchadas por nuestro gobierno”.

Por su parte, María Guadalupe Rodríguez Narciso, del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados de Guerrero, insiste en que esperan la respuesta del presidente de la República, quien el día de esta entrevista se encontraba de gira en Veracruz, lugar en el que no accedió a recibir a los familiares de desaparecidos por “cuidar la sana distancia”, declaró.

“Es muy grave que hayan dejado de buscar a nuestros hijos”, lamenta María Guadalupe, mientras su compañera señala que están dispuestas a dar la vida en la búsqueda de sus hijos: “No voy a dejar de buscar a mi hijo hasta que muera”, dice, mientras Elías Atencio, procedente de Colima y sin formar parte de ningún colectivo, se une al plantón porque, dice, nadie lo ha recibido y tiene cinco hijos desaparecidos.

Fuente e imagen:   https://desinformemonos.org/grave-que-hayan-dejado-de-buscar-a-nuestros-hijos-familiares-de-desaparecidos-frente-a-palacio-nacional/

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La demonio-cracia de Trump

Por: Hedelberto López Blanch

La demonio-cracia estadounidense se ha caracterizado desde siglos por una política nacional represiva hacia cualquier movimiento o individuo que vaya en contra de la supremacía blanca en el poder y en la que el racismo visceral forma parte intrínseca de su accionar.

Tras el asesinato el pasado 25 de mayo en Minesota del afroamericano George Floyd cuando en plena vía pública un agente policial le presionó el cuello con su rodilla durante ocho minutos pese a que el detenido clamaba que no podía respirar, las manifestaciones y protestas se extendieron como pólvora por todo el territorio norteamericano.

Más de 150 ciudades han reportado protestas, saqueos, enfrentamientos con la policía, quema de autos, actos violentos e incendios, mientras las autoridades han decretado toques de queda y el despliegue de la Guardia Nacional (fuerza militar de reserva que Estados Unidos utiliza para situaciones de emergencia).

De un extremo a otro, de Nueva York a Los Ángeles, de Miami a Seattle, las protestas han sido multitudinarias. Y es que son siglos de ignominia racista y de desprecio a los millones de desfavorecidos de ese sistema capitalista que ha erosionado la vida de muchas generaciones y hoy se levantan ante el desprecio de los poderosos.

Pero en vez de buscar la vía pacífica como sucede en cualquier democracia que se respete, el presidente Donald Trump arremetió verbalmente contra los manifestantes y gobernadores de los Estados, mientras el 31 de mayo corría al lado de sus guardaespaldas a guarecerse en el búnker subterráneo de la Casa Blanca porque las protestas llegaron a las afueras de esa instalación, según reportó The New York Times.

El diario informó que Trump habría permanecido menos de una hora en la instalación, diseñada para ser utilizada en caso de una amenaza física a los altos funcionarios ejecutivos.

«La mayoría de ustedes son débiles y los gobernadores deben dominar a los manifestantes violentos», fueron las primeras declaraciones del magnate, y los conminó a sacar a las calles a la Guardia Nacional.

Al siguiente día declaró públicamente: «Hay que arrestar a las personas, hay que rastrear a las personas, hay que ponerlos en la cárcel durante 10 años y nunca volverán a ver estas cosas. Lo estamos haciendo en Washington. Vamos a hacer algo que la gente no ha visto antes».

Seguidamente Trump volvió a la carga sobre los sucesos cercanos a la Casa Blanca y escribió en un twitter:

Fue «una gran multitud, profesionalmente organizada, pero nadie se acercó a atravesar la valla. Si lo hubieran hecho, habrían sido recibidos por los perros más feroces y las armas más amenazantes que he visto jamás. Ahí es cuando la gente podría haber sido herida de gravedad, por lo menos. Muchos agentes del servicio secreto solo aguardaban para pasar a la acción», su hosquedad y prepotencia lo incitaban.

Para tratar de controlar esa enorme ola de protesta antiracial, muy superior a la ocurrida en 1968 cuando fue asesinado el luchador por los derechos humanos Martin Luther King, Trump lanzó a los efectivos de la Guardia Nacional y solo en Washington fueron desplegados 1 600 efectivos.

Ante la represión que ha provocado varios muertos, numerosos heridos y cerca de 5 000 detenidos, nada más contundente para caracterizar la situación que las declaraciones de la vocera de la cancillería rusa, María Zajárova, que puntualizó; Estados Unidos ha perdido el derecho de «hacer comentarios a cualquiera sobre derechos humanos».

Desplegar a la Guardia Nacional, usar balas de goma, gases lacrimógenos y gas pimienta, son las soluciones y las tácticas que ofrece Trump a su población, las que pueden exacerbar aun más la tensa situación.

Las revueltas callejeras junto a su incapacidad para controlar la pandemia del coronavirus, que ha dejado ya más de 6 000 000 de contagiados y 110 000 fallecidos, están sumando obstáculos a la reelección de Trump, catalogado por muchos como uno de los mayores mentirosos que ha ocupado la Casa blanch.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/a291353.html

Imagen:  https://pixabay.com/

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Opinión: Las viudas de El Charco

Por:  Tlachinollan- Abel Barrera Hernández-

 

“Salgan perros, les vamos a dar su chilate con pan”, fue el grito de guerra del general Alfredo Oropeza Garnica para arremeter contra los indígenas Na’Savi, que descansaban en uno de los salones de clases de la escuela primera Caritino Maldonado. Rosearon de balas los salones para acabar antes del amanecer contra algunos miembros del Ejército Revolucionario del pueblo Insurgente (ERPI).  El saldo fue de 10 indígenas y un estudiante universitario asesinados, cuatro adultos y un niño fueron gravemente heridos, mientras 22 personas fueron detenidas arbitrariamente y torturadas, entre ellas cuatro niños y una estudiante universitaria.

Para doña Eustolia, esposa de José Rivera, uno de los caídos en esa madrugada “no había necesidad de matarlos. El gobierno los masacró cruelmente a sangre fría. Estas fechas me causan tristeza porque aquí quedó su alma. Aquí murió. Nos marcó la vida. El gobierno nos golpeó. No se puede reparar ni olvidar lo que pasó. Fue muy doloroso, son huellas que nos marcaron para siempre. El sufrimiento, la soledad y el hambre que pasamos con nuestros hijos, además de los rumores de que los militares nos iban a matar, ha sido la pesadilla que por 22 años nos ha impedido vivir tranquilas y conciliar el sueño”.

“Mi esposo me decía que al gobierno no le gustaba que nos organizáramos. El gobierno quiere que nosotros nos quedemos con los brazos cruzados. Recién había pasado lo de Aguas Blancas, aquí puede pasar algo parecido, decía, si llegara a pasar es porque estamos exigiendo algo justo”.

Eustolia recuerda que “la organización era para impulsar la autonomía de las propias comunidades, que traerían los cambios sociales en beneficio de la gente más pobre. Por eso, se trabajó con los comisarios de cada comunidad. Fue como un sueño que se pensaba lograr muchas cosas. La organización era la magia para recuperar la fuerza de las comunidades, porque solos, cuando bajamos a Ayutla nadie nos ve ni nos atiende”.

Hoy se sabe que los militares dispararon 284 municiones y lanzaron dos granadas al interior de los salones donde pernoctaban los indígenas. Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos documentó que el ejército disparó 780 cartuchos.

En la madrugada del 7 de junio, Apolonio Giménez fue uno de los primeros que se animaron a salir con las manos en alto gritando que no le dispararán. Les respondieron que se tirara en la cancha. Así lo hizo. Empezó a avanzar como pudo, mientras otros compañeros al animarse a salir recibieron varios impactos de bala. Ya no pudieron avanzar. Ante la metralla que no cesaba, algunos intentaron correr, pero fueron alcanzados por las balas. José Rivera fue herido en la pierna, como pudo se arrastró hacia la cancha para ponerse a salvo. Las balas arremetían contra quienes se atrevían a salir. José ya no tuvo fuerza para arrastrarse con sus brazos, porque sus piernas quedaron inmovilizadas por las balas.  Al final, recibió el tiro de gracia, como pasó con varios compañeros que se encontraban en la cancha.

La esposa de José Apolonio, que dejó a 9 hijos, nos comenta que se había ido al arroyo a buscar acamayas. En el camino escuchó los ruidos de los helicópteros. No sabía lo que había pasado en la madrugada.  A su regreso se topo con uno de sus pequeños hijos que desesperadamente corría para darle la noticia, de que habían asesinado a su papá. “Yo no creía que mi esposo estuviera muerto. Hasta regañé a mi hijo, porque pensé que estaba inventando. Al llegar al pueblo, varios señores me dieron la noticia. Más bien me espantaron, porque me dijeron que escondiera mis papeles, la credencial de mi esposo, porque si no lo hacía iban a matar a todos. Les dije que prefería que nos mataran a todos si en verdad teníamos la culpa para merecer la muerte. No entendía el coraje que tenía el gobierno para que nos viniera a matar. Ya no pude comer, sentía desfallecer. Estaba muy desesperada y triste. No sabía como consolar a mis hijos, ni que hacer para que entregaran a mi esposo. Me quedé aturdida. En varias ocasiones se me revelaba, escuchaba sus pasos, el ruido de sus huaraches. Sentía que entraba a la casa, pero todo era imaginación. Porque él ya está muerto. Mi cabeza se hacía grande y mi cuerpo pequeño. Para mí era mejor morir y no saber nada, sobre todo porque tenía un mes de embarazo. Sólo mis hijos me dieron la fuerza para seguir. Mis dos hijos más grandes, que en ese tiempo eran niños, empezaron a ir de peones para conseguir maíz y jabón. Así la íbamos pasando porque tenía nueve hijos. Estuve a punto de regalar a un hijo, ya que mucha gente venía a pedírmelo porque veían que no iba a poder, pero mis hijos grandes lo evitaron. Uno de mis hijos se fue a Estados Unidos a trabajar de jornalero. Tenía 17 años. Lamentablemente falleció en marzo de 2009. Era el que más me apoyaba para que mis hijos más pequeños pudieran estudiar. Por él teníamos que comer. He sufrido mucho porque tuve que trabajar como peón para no morirnos de hambre. En medio de tanto sufrimiento, mi hija se logró. Ahora ya esta grande y está estudiando para médico.

En la lengua Tu’un savi, otra de las viudas se animó a decir que gobierno solo sube al pueblo para matar a la gente. Así lo hizo con su esposo y sus demás compañeros. No solo nos quita la vida, sino que nos mete miedo, para que no hagamos nada para defender nuestros derechos. Tuve que dar varias vueltas para recuperar el cuerpo de mi esposo. Me decían que ya lo habían enterrado en la fosa común. Era para que yo ya no lo buscara y me quedara callada. Después de tres días me lo entregaron. Me traje su cuerpo y me quedé en mi pueblo para enterrarlo. He vivido con mucho miedo, porque el ejército siguió subiendo para detener a más gente. A varios compañeros, los han ido matando. Nadie sabe quien lo hace, pero así trabaja el gobierno, para que sigamos agachados sin decir nada.

Después de El Charco, nuestra vida está marcada por el dolor y el sufrimiento. Así como está la escuela rociada de balas, así siento que está mi cuerpo. Como si a mi me hubieran matado. En verdad así es, porque para el gobierno no existimos, no valemos nada. Las vidas de nuestros esposos tampoco valieron, porque las autoridades no investigaron a los militares. Más bien, los premiaron y les dieron mejores cargos. Así hace el gobierno, gasta el dinero en armas y en el entrenamiento a los militares, para que vengan a matarnos, cuando se dan cuenta que nos estamos organizando para salir de pobres.

Han pasado 22 años y estamos peor. Las autoridades se han puesto de acuerdo para castigarnos, para que nosotros mismos nos peleemos y seamos nuestros propios verdugos. Quisieran que El Charco no existiera para que nadie reclame justicia y para que no molestemos a los militares que asesinaron a nuestros esposos.

Trabajamos sin descanso, en muchas ocasiones con el estómago vacío. Con nuestras propias fuerzas hemos podido sacar adelante a nuestros hijos. Con muchos sacrificios logramos que estudiaran en Ayutla y en Chilpancingo. Me da mucha alegría, en medio de tanta pobreza, saber que mi hija está estudiando en la universidad, y que tiene el sueño de ser doctora. Nunca imaginé que, trabajando en el campo, cortando leña y sembrando maíz, iba a lograr que mis hijos crecieran y que pudieran estudiar. Eso es lo que me da fuerza, para seguir en esta lucha. Ahora entiendo porque mi esposo trataba de organizarse con la gente del pueblo, para que ya no hubiera tantas injusticias y tantos sufrimientos. Puedo decir, que está orgulloso de mi, porque no abandoné a mis hijos y porque nunca me olvidé por lo que el soñó.

A 22 años de la masacre de El Charco, el gobierno sigue desangrando nuestras vidas. Como mujeres indígenas, nunca hemos recibido la protección del Estado, ni nos han reconocido como víctimas de graves violaciones a los derechos humanos. Lo más cruel es que el gobierno sigue sin castigar a los militares que perpetraron esta masacre y se obstina en darle más facultades el ejército para que se encargue de la seguridad pública, sin que se les obligue a rendir cuentas por estas atrocidades.

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-las-viudas-de-el-charco/

Publicado originalmente en Desinformémonos

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Bolivia: Más de 2.9 millones de estudiantes están en vulnerabilidad educacional

América del Sur/ Bolivia/ 16.06.2020/ Fuente: redclade.org.

 

Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación difunde nota pública denunciando la falta de respuesta y la escasa pertinencia en el Ministerio de Educación del país para asegurar el derecho a la educación durante la pandemia COVID-19

“Considerando la emergencia sanitaria que atraviesa el país por el COVID-19, la CBDE observa con gran preocupación la vulneración del Derecho a la Educación de los más de 2.9 millones de estudiantes del sistema educativo nacional y la respuesta insuficiente y de escasa pertinencia del Ministerio de Educación para hacer frente a este problema”, afirmó la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE) en pronunciamiento.

Según la CBDE, la suspensión de actividades educativas en Bolivia a causa de la pandemia ha generado la interrupción de procesos de enseñanza y aprendizaje en el sistema educativo y, con esta, múltiples consecuencias que producen mayor desigualdad y vulneración del derecho a la educación. “La medida limita la alimentación escolar gratuita afectando la nutrición de los estudiantes, incrementa la brecha digital entre espacios urbanos y rurales y entre unidades educativas fiscales y privadas, desestructura organizaciones estudiantiles y de padres de familia y atenta contra el desarrollo humano de la población”, señala la Campaña en su comunicado.

Añade que la situación se agrava por la ausencia de un Plan de Emergencia para mitigar esos impactos y con el Decreto Supremo 4260 emitido por el gobierno el 6 de junio del 2020, que tiene por objeto normar la complementariedad de las modalidades de atención presencial, a distancia, virtual y semipresencial, en los subsistemas de educación regular, alternativa, especial y superior de Bolivia.

Según la Campaña Boliviana, el decreto no hace mención a aspectos específicos, como la priorización de contenidos curriculares, aspectos administrativos y de gestión, reprogramación del calendario escolar y tampoco presenta una voluntad clara de parte del Estado de realizar una inversión en favor del derecho a la educación en el contexto COVID-19 para todos y todas los niños, las niñas, adolescentes y jóvenes, “sobretodo para aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, pobreza o en lugares alejados de nuestro territorio”. La Campaña también dice que dicho decreto carece de consenso porque no fue elaborado con la participación de los sujetos de la comunidad educativa.

En el pronunciamiento, además se exhorta al Ministerio de Educación a tomar una serie de medidas de manera inmediata, entre ellas el desarrollo de un Plan de Emergencia Educativa ante el COVID-19 (durante y después de la cuarentena) “con lineamientos y reglamentación clara y detallada, con enfoque intercultural, intersectorial, que afirme el Derecho a la Protección Social para garantizar las condiciones necesarias del cumplimiento del Derecho a la Educación”.

Pronunciamiento completo: https://redclade.org/wp-content/uploads/Pronunciamiento-CBDE-9-de-junio-de-2020.pdf

Fuente de la noticia: https://redclade.org/wp-content/uploads/Pronunciamiento-CBDE-9-de-junio-de-2020.pdf

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¿Cómo deben ser la educación y el cuidado en la primera infancia post-COVID-19?

Por: Thais Lervolino. 

Especialistas y autoridades analizaron los impactos de la pandemia para las niñas y niños en la primera infancia, y defendieron que se garantice el derecho a la educación con políticas públicas desde una mirada pedagógica humanizada, que valore la participación y la cultura

“Si bien la enfermedad causada por el COVID-19 no afecta a los niños de la misma forma que está afectando las personas de otras edades, los efectos colaterales que está teniendo para la infancia son los más duros”, afirmó Luis Ernesto Pedernera, presidente del Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU (CDN), durante el diálogo virtual “La educación y el cuidado en la primera infancia en América Latina y el Caribe ante tiempos de pandemia”, realizado el 28 de mayo por la CLADE, en alianza con OMEP América Latina y EDUCO.

Subrayando los impactos de la pandemia en la salud mental y física de los niños y las niñas, Luis Pedernera defendió la construcción de una nueva realidad para la educación y el cuidado en la primera infancia. “No estoy de acuerdo con que tenemos que volver a una nueva normalidad. Hay que construir una nueva realidad. Este es el momento para construir una nueva realidad en términos de relaciones humanas y de relaciones pedagógicas”, dijo.

Para el presidente del CDN, en este contexto, las familias no pueden quedar libradas al azar. “Hemos visto que las familias están enfrentando la pandemia y deben recibir un acompañamiento psicosocial y pedagógico para que la pandemia no sea vivida en soledad por la familia”, afirmó.

«El acceso a la educación debe ser para todas y todos. En ese sentido, en primera infancia este acceso también implica la posibilidad de pensar a la familia como la protectora del derecho a la educación»

Al lado de Luis Pedernera, participaron en el encuentro: Alexandra Inmaculada Santelises Joaquín, directora de Educación Inicial del Ministerio de Educación de República Dominicana; Cristina Lustemberg, diputada de Uruguay; Constanza Alarcón, viceministra de Educación de Colombia; y Mercedes Mayol Lassalle, presidenta mundial de OMEP. Mikel Egibar, de EDUCO, se hizo cargo de la moderación.

Para Mercedes Mayol Lassalle, construir esa nueva realidad demanda desarrollar políticas públicas desde el enfoque de derechos, con una concepción integral e intersectorial de la educación y la infancia. “El acceso a la educación debe ser para todas y todos. En ese sentido, en primera infancia este acceso también implica la posibilidad de pensar a la familia como la protectora del derecho a la educación, no solamente pensando en los sistemas institucionalizados, sino que muchos niños y muchas niñas pequeños/as se quedan en sus hogares varios años antes de llegar a los formatos institucionales. Y es allí donde nosotros como sociedades y también la política pública deben encontrar el lugar para poder trabajar en una democratización y despatriarcalización de las familias”, afirmó.


Financiamiento y valoración de educadoras y educadores

Para el presidente del Comité de la ONU, los presupuestos en materia de inversión social deben ser ampliados. La presidenta mundial de OMEP también se manifestó de acuerdo con el aumento del presupuesto para la educación y el cuidado en la primera infancia.

“El financiamiento es absolutamente central, pero enfrentaremos un problema que ya está ocurriendo: hay un debate sobre de dónde se va a poner el dinero en el post-COVID y, de acuerdo con los otros escenarios, realmente el financiamiento va a ser escaso. De esa manera, se hace necesario haber una decisión política de blindar el aumento [de recursos]”, señaló.

Añadió que es esencial responder desde los gobiernos a la necesaria revalorización y al reconocimiento de la importancia de los educadores y las educadoras. “Esa es una tarea central en el desarrollo fundante que tiene la primera infancia en acompañar a estos educadores, en cuidar a los que cuidan”, explicó.


La educación que queremos

Los ejemplos de lo que ha pasado en Japón y China en el post-pandemia, donde las y los estudiantes regresaron a sus aulas en escuelas robotizadas, con distancias marcadas en el piso y de manera totalmente deshumanizada, no deben ser seguidos para el cumplimiento de una educación de calidad y desde una perspectiva de derechos, según Luis Pedernera.

“Hace poco, leí un artículo de una filósofa pedagoga y un pediatra español [Heike Freire y José María Paricio Talayero] y ellos llaman a crear una nueva escuela, pero no esa escuela robotizada, sino una escuela íntima, es decir, no masificada, en donde las relaciones y lo humano estén por sobre otras cuestiones, incluso lo académico; una escuela mutua que se abra a la participación de otras disciplinas, de voluntarios y también de la familia. Una escuela coherente yque vuelva a dialogar con la naturaleza”, afirmó el presidente del CDN.

«El desarrollo se extiende, se amplía y se enriquece gracias a la cultura, al juego, a las artes y a los sentidos que vamos construyendo en comunidad”

A su vez, Mercedes Mayol Lassalle llamó la atención para la calidad de la política pública y su relación con la participación democrática de la comunidad educativa en su construcción. Para ella, los programas deben acercarse tanto a las familias como a los niños y las niñas, y la calidad no puede tener solo un parámetro. “No es fijar, es construir sentido y esa construcción de sentido se hace junto con la comunidad, junto con las familias. Es algo móvil, se construye a través de la participación y la democracia, incluyendo por supuesto al juego, al lenguaje de las artes, a la cultura, porque el desarrollo no es natural, es cultural. El desarrollo se extiende, se amplía y se enriquece gracias a la cultura, al juego, a las artes y a los sentidos que vamos construyendo en comunidad”, explicó.

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/como-deben-ser-la-educacion-y-el-cuidado-en-la-primera-infancia-post-covid-19/

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