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Vuelta a las aulas: principales problemas desde Infantil hasta la Universidad

Por: Ana Camarero

Desde pequeños caminamos por una vida escolar llena de cambios y las primeras veces a menudo cuestan. Así puedes ayudar a tus hijos.

Lejos quedan ya los días plácidos del verano en los que los más jóvenes de la casa disfrutaban de horarios dilatados, comidas desordenadas y rutinas alejadas de las que se establecen durante el curso escolar. Un periodo que en palabras de muchos padres… ¡por fin ha terminado! Lo que significa que un elevado número de niños y jóvenes se han incorporado ya a guarderías, colegios, institutos y universidades. Una nueva etapa que comienza y que, en muchas ocasiones, supone una verdadera preocupación para padres y madres, expectantes ante cómo se adaptarán a este nuevo ciclo. La vuelta a la vida de estudiante en Primaria y Secundaria supone volver a adaptarse a nuevos horarios, asumir de nuevo las tareas que asignan en clase, estudiar las asignaturas o adaptarse al ritmo de las aulas y también de los profesores. Cursar estudios superiores, significa además confirmar que la elección de la carrera o los estudios de Formación Profesional escogidos han sido los acertados.

Primaria y Secundaria

Los niños que cursan primaria, en general, suelen demostrar ilusión ante el reencuentro con sus compañeros de clase, quiénes serán sus nuevos profesores, etc. En el caso de escolares que inician estudios de secundaria, pueden darse casos en los que los padres observen que sus hijos demuestran cierta ansiedad y nerviosismo ante el inicio de un curso que se presenta más difícil que el anterior y en el que van a tener que esforzarse un poco más”. Martínez opina que, en general, los progenitores no deben preocuparse excesivamente, aunque sí apunta que “siempre hay que estar atentos a las circunstancias concretas de cada niño y cada curso escolar”.

Ana Lucas, psicóloga de la Unidad de Personalidad y Comportamiento (Orientación familiar y prevención) del Hospital Ruber Juan Bravo-Grupo Quirón Salud, apunta que durante los años de infancia y adolescencia “la visión que la familia tiene del colegio, del profesor y de los compañeros de clase influye en la vivencia que tiene el niño y en cómo se relaciona en ese entorno”. Asimismo, destaca que “la importancia que la familia otorgue a los estudios, a sacar buenas notas o a destacar, también influye en la presión que siente el niño o el adolescente por tener buenos resultados”. Pero, según Lucas, no todo es responsabilidad de la familia, “cada niño tiene unas aptitudes o cualidades propias que le ayudan a afrontar la vida en el colegio de una forma satisfactoria. Sí el niño tiene buenas aptitudes académicas y físicas, su paso por la escuela va a ser mucho más fácil que para otro niño al que le cuesta entender matemáticas o no es tan bueno en las clases de educación física”. Por otro lado, para lograr una buena adaptación durante los primeros días de clase, es importante el ambiente en el aula y la integración del niño dentro del grupo. En este punto, Lucas señala que “sí el niño tiene un grupo de amigos donde siente que forma parte, se siente reconocido y tiene buenas relaciones con los iguales, es la base para que el niño esté a gusto en el colegio y quiera ir”.

Para facilitar la adaptación de los hijos a su nueva etapa escolar, sobre todo en etapas de Educación Infantil y Primaria, Ana Lucas ofrece una serie de estrategias que les ayuden a que el proceso de adaptación sea lo más corta posible.

  1. Ajustar los horarios de sueño unos días antes de empezar las clases.
  2. Preparar el material escolar y hojear los libros con ellos, despertando la curiosidad de todo lo que van a aprender este curso.
  3. Hablar de volver a ver a todos esos amigos de la clase, incluso quedar con alguno de ellos.
  4. Hablar del profesor que van a tener este curso.
  5. En general, tratar todos aquellos temas que les acerquen a la vida escolar para favorecer el proceso de adaptación del niño al nuevo año escolar.

La vida universitaria

Una intranquilidad, la de los padres, que persiste e incluso se ve aumentada cuando los hijos se incorporan a la vida universitaria y deciden cursar estudios superiores. Según algunos expertos, el desasosiego que se genera en las familias es importante ante la idea de que haya acertado en la carrera elegida, que se adapte al ritmo de las clases, que no tenga problemas para relacionarse con sus nuevos compañeros de estudios, etc.

Marina Díaz Marsá, directora médica de Sommos Desarrollo Personal, advierte de la importancia que tiene la “información” a la hora de saber elegir la carrera que más se adapta al perfil de nuestro hijo. Díaz Marsá comenta que para guiar a los hijos, “es importante orientarles en la necesidad de concentración y comunicarles que no se desanimen desde los inicios. Normalmente, son muchos los que lo pasan mal buscando su orientación profesional; por eso, es mejor que se tomen más tiempo para aclararse que empezar porque sí cualquier carrera”.

Además, Díaz Marsá centra su atención, dentro del ámbito universitario, en las novatadas que se hacen a los recién incorporados para “acogerles” en el grupo. En su opinión, “es importante que los alumnos sepan que no tienen por qué dar por sentado que este tipo de actos son un trámite que hay que pasar. Es bueno que los nuevos estudiantes formen grupo con otros en su misma situación para gestionar mejor la presión”.” Los hijos deben contar a sus padres lo que está sucediendo aunque tengan miedo. Los padres deben avisar al Vicerrectorado de la Universidad y a los Defensores Universitarios cuando se produzca una situación de acoso y buscar apoyos”, afirma Díaz Marsá.

  • Las pautas que deben incorporar los estudiantes universitarios para adaptarse al nuevo curso y finalizarlo de la mejor forma, son en opinión de Díaz Marsá:
  • Las técnicas de motivación ayudan a familias y docentes a modificar conductas de poco rendimiento en los hijos e incrementar el interés de los estudiantes.
  • Fomentar su autonomía y autoestima.
  • El ambiente en el hogar también debe incitar al esfuerzo y valorar este por encima de los resultados.
  • Los padres deben ayudar a sus hijos a reconocer y superar la ansiedad y frustración, reconocer sus capacidades y adaptar las tareas a ellas.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/09/14/mamas_papas/1505373113_597956.html
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Mi niño no quiere comer: ¿Cuándo la “alimentación selectiva” se convierte en un trastorno?

Por: Jennifer Delgado Suárez

¡Mi niño no quiere comer! ¡No le gusta nada! ¡Rechaza casi toda la comida!
Estas son algunas de las quejas más comunes de los padres de los niños que no quieren comer, un problema que en el ámbito de la Psicología se conoce como “alimentación selectiva”. En esos casos, la hora de la comida puede convertirse en un auténtico calvario tanto para los niños como para sus padres.

Alimentación selectiva: Cuando preparar la comida para los niños se convierte en un problema

Se estima que aproximadamente el 50% de los niños presentan comportamientos muy selectivos a la hora de comer. Lo más usual es que los pequeños rechacen algunos alimentos, generalmente por su olor, textura o sabor.
El problema comienza cuando los niños no quieren comer prácticamente nada y se niegan a probar nuevos alimentos. De hecho, algunos siguen una dieta muy limitada y solo se alimentan de patatas fritas, pasta y queso. Les horroriza la idea de comer carne, verduras y frutas.
Obviamente, mediante este tipo de alimentación los pequeños no pueden obtener los nutrientes que necesitan para crecer, por lo que los padres deben complementar su alimentación con las vitaminas para niños. De hecho, el principal problema es que los alimentos rechazados son precisamente los más ricos en vitaminas, minerales y fibra como las frutas, legumbres y pescado.

El niño que no quiere comer se convierte en un joven muy exigente con la comida

Muchos padres se preguntan si en algún momento sus hijos lograrán comer con normalidad y si este comportamiento puede tener consecuencias más tarde en la vida. Un estudio realizado en la Universidad de Stanford analizó por primera vez el comportamiento de los niños que no quieren comer y les dio seguimiento hasta llegar a la juventud.
Estos psicólogos analizaron a 61 niños y descubrieron que el 60% de quienes llevaban una alimentación selectiva, seguían siendo melindrosos a la hora de comer incluso al cumplir los 23 años. Sin embargo, la buena noticia es que estos jóvenes no eran más propensos a padecer trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia. Tampoco mostraron signos de bajo peso u obesidad.
Estos investigadores también apreciaron que la tendencia de los niños a rechazar algunos alimentos va aumentando progresivamente, hasta llegar a un pico alrededor de los 6 años. Luego los niños comienzan a aceptar de mejor algunas comidas, alrededor de los 7 o 9 años. Sin embargo, muchos de esos niños melindrosos se convertirán en jóvenes muy exigentes a la hora de comer, por lo que es mejor ponerle coto cuanto antes.

Más allá del capricho: El trastorno de restricción de la ingesta alimentaria

Cuando un niño no quiere comer, solemos pensar que se debe a un capricho o a que se ha malcriado demasiado. Sin embargo, también existe el trastorno de restricción de la ingesta alimentaria, que va más allá del pequeño que se niega a comer el brócoli. Este problema se caracteriza por:
– Pérdida de interés por comer, que se manifiesta a través de una profunda apatía hacia la comida o la presencia de irritabilidad a la hora de comer.
– Rechazo intenso hacia algunos alimentos por sus propiedades, ya sea el color, olor, textura, temperatura o apariencia.
– Pérdida de peso significativa o problemas en el crecimiento.
– Deficiencias nutricionales causadas por una dieta desequilibrada e insuficiente.
– Miedo, asco o intolerancia a ciertos alimentos, aunque se trate de porciones muy pequeñas.
Este trastorno es más común en las personas altamente sensibles, aunque también se ha relacionado con las personas con tendencia a la ansiedad y a las obsesiones y compulsiones. De hecho, se ha apreciado que este trastorno es más común en los niños que crecen en hogares donde reina la ansiedad y el estrés.
En este sentido, un estudio llevado a cabo en el Duke Center for Eating Disorders reveló que de los niños que desarrollan una alimentación selectiva, aproximadamente el 3% padecen un trastorno de restricción de la ingesta alimentaria. Estos psicólogos analizaron a 3,433 pequeños y descubrieron que quienes padecían ese trastorno tenían una mayor vulnerabilidad a sufrir trastornos de ansiedad y depresión.

¿Cómo lograr que el niño coma? 5 cosas que los padres jamás deben hacer

La preocupación por la falta de apetito de los niños puede llevar a los padres a intentar que coman a toda costa, de manera que terminan dándoles solo los alimentos que les gustan y excluyen el resto. Sin duda, no es una buena idea porque así podemos sentar las bases para la neofobia, otro problema que consiste en la reticencia a probar alimentos nuevos.
Los psicólogos explican que si un niño se expone de manera repetida a un nuevo alimento que no le gusta, terminará aceptándolo al cabo de unos 10 o 15 intentos. Por tanto, lo ideal es ofrecerle el alimento dos o tres veces a la semana, de diferentes maneras, hasta que el pequeño termine probándolo.
Sin embargo, existen algunas estrategias poco recomendables y muy comunes en muchos hogares:
1. Distracción. Los padres intentan distraer al niño para que coma, recurriendo a la televisión o el móvil, agitando un sonajero o leyéndole un cuento. Incluso hay padres que corren detrás del niño por la casa para lograr que se coma una cucharada de comida.
2. Persuasión. Los padres intentan persuadir al niño para que coma determinados alimentos porque solo así se cumplirán alguno de sus deseos. Lo clásico es intentar persuadirle con que vendrán los Reyes Magos y le traerán regalos si come.
3. Chantaje. Es una estrategia horrible que le enseñará al niño a manipular a los demás. Estos padres le prometen que si come podrá hacer ciertas cosas, como acostarse más tarde, comprarle un juguete o comer más dulces.
4. Amenazas y fuerza. En este caso los padres amenazan al niño con frases como “si no comes vendrá el coco” o “si no comes no te querré”. En el peor de los casos se recurre a la fuerza física, lo cual puede terminar provocando el vómito.
5. Comidas a la carta. Algunos padres, con tal de que el niño coma, le permiten elegir entre un amplio menú, una idea que no es mala pero el problema es que el niño selectivo suele terminar eligiendo siempre los mismos alimentos.

La actitud de los padres es fundamental cuando el niño no quiere comer

Un simple «no quiero» o «no me gusta» del niño ante un plato de comida que no le agrada tiene que ser enfrentado con tranquilidad e inteligencia. Los padres no deben olvidar que los niños son imitadores natos, por lo que si ellos mismos son muy selectivos a la hora de comer, sus hijos también terminarán rechazando algunos alimentos.
Por otra parte, es importante recordar que muchas veces los niños intentan probar fuerza, por lo que es fundamental no prestarle demasiada atención a su negativa e insistir suavemente, pero sin obligarle ya que el momento de la comida siempre debe ser agradable y relajado.
Desde el inicio se debe incluir en la dieta de los pequeños todo tipo de alimentos, de manera que se acostumbren a las diferentes texturas y sabores de los alimentos. Si el pequeño se niega a probar un alimento varias veces, podemos buscar alimentos alternativos que le brinden los mismos nutrientes. Después de todo, debemos tener presente que a los niños, al igual que a nosotros, no tienen por qué gustarles toda la comida.
No obstante, si se sospecha que el niño no quiere comer porque padece un trastorno de restricción de la ingesta alimentaria, lo mejor es acudir a un psicólogo ya que será necesario buscar su causa y darle tratamiento.

Fuente: https://www.rinconpsicologia.com/2017/08/mi-nino-no-quiere-comer-alimentacion-selectiva.html

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Tejer redes vecinales y afectivas mientras se hacen los deberes

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

Viajamos a Mexicali, virtualmente, de la mano de Pepe Segalés, para conocer un proyecto que este sacerdotes catalán puso en marcha hace casi 20 años. Las escuelas de tareas.

Mexicali es una ciudad fronteriza en el término más literal de la palabra. Casas, calles y personas se apelotonan en la frontera que divide México de Estados Unidos, formando una desigual masa urbana, ancha y muy poblada en un lado, pequeña, muy pequeña, al otro. La desigualdad también se da, nos cuenta Segalés, en la forma en que ambas riberas se relacionan.

A las 3 de la mañana buena parte de Mexicali ya se ha levantado y se dirige a los pasos fronterizos para, a partir de las 5, ponerse a trabajar en los campos de frutales estadounidenses. Unas horas después harán lo propio otros miles que se dejan las horas en los McDonald’s o en las casas, limpiando. Y, finalmente, los “riquillos” como los llama Pepe, que envían a sus hijos a estudiar a Estados Unidos.

Vivir en la frontera no es fácil. A esto se le suma una buena cantidad de grupos (“sectas”, sice Segalés) evangélicos que, según el religioso, han dejado a las ciudades, a las comunidades, divididas, enfrentadas. A veces irreconciliables.

Después de tantos años. Pepe Segalés tiene un marcado acento mexicano, aunque el catalán también aparece de vez en cuando.

Escuela de tareas

Las escuelas de tareas nacen, como proyecto de voluntariado, de a pocos. El objetivo es que, tras las clases, niñas y niños puedan  ir a algún lugar para afianzar los conocimientos que en la escuela del gobierno no consiguen, o por falta de interés de los docentes, o por dificultades de aprendizaje, problemas familiares… los motivos son muchos.

“Al principio yo pensaba que lo importante era la hora que hacían fichas”, explica. “Cuando terminaban la tarea debían irse a sus casas, pero no lo hacían, se quedaban jugando a la pelota. ‘Eah, váyanse a sus casa muchachos’, les decía, pero no se iba nadie”.

En poco tiempo decide que los primeros que lleguen se pondrán pasar el tiempo con juegos de mesa mientras esperan a sus compañeros. De esta forma no se penaliza llegar antes y se incita a los rezagados a venir pronto. Al terminar la jornada también harán juegos, pero ya no de mesa. De esta forma, dos o tres días en semana, niñas y niños acuden dos horas cada día a la escuela de tareas. La primera media hora se dedica al juego de mesa, una hora a hacer fichas y otra media al juego.

Algo tan sencillo acaba adquiriendo importancia. El juego como herramienta para la socialización de unos niños que se pasan gran cantidad del día solo, al salir de las clases de sus colegios. Sus madres y sus padres, por lo general, pasan la mayor parte del día trabajando, no tienen demasiado tiempo para sus hijos. “Yo al principio pensaba que eran las fichas, y ahora creo que no, que lo más importante es el juego, donde los niños cambian y donde se les abre la mente es jugando”, afirma Pepe.

Segalés entendió que este era uno de los puntos clave, la mejora de las relaciones entre unos y otros, ofrecer cariño a niñas y niños que no lo reciben habitualmente en sus casas, bien por las jornadas laborales, bien porque las familias son problemáticas. Y que en el colegio notan cómo se van quedando atrás y el sistema educativo (y unas maestras y maestros sobresaturados) no tiene ni tiempo ni energía de ayudar.

El cuerpo. El tacto, el contacto, las caricias o los abrazos. Otra de las claves que se han ido decantando en el proyecto. “lo más importante es el juego, pero no el juego de tirar un balón, sino los juegos en los que los críos se tienen que tocar: agarrar de la mano, pasar por debajo, tirarse encima del otro, que les vas quitando sillas y se tienen que encimar. Ahí están los cambios. Lo veo clarísimo”.

Voluntarismo, voluntariado

Las tareas, que intentan acomodarse a los conocimientos de niñas y niños, más que al curso académico en el que están matriculados, las realizan siempre junto a otra persona, un maestro o maestra. Esta figura la realizan personas voluntarias que, o bien son madres de alumnos o bien, después de los años, son chicas y chicos que ya fueron alumnos de la escuela de tareas.

Este es otro de los puntos importantes, lo que tiene de mezcla, de intergeneracional el proyecto. Niños que juegan con niñas, que estudian con otros algo más mayores que ellos, con una señora que podría ser su madre o un hombre que podría ser su abuelo. Un proyecto intergeneracional que depende del voluntarismo de estas personas que “hacen” de maestras.

Se les da cierta formación sobre cómo tratar con niñas y niños (paciencia, cariño, refuerzos positivos), así como han de comprometerse a estar tres meses, mínimo, en la escuela de tareas. Es una de las fórmulas para no perder docentes en cualquier momento.

Por encima de los docentes voluntarios, hay una mamá que los coordina, que hace que haya material para las diferentes actividades, que todo esté más o menos en su sitio. Estas coordinadoras son las únicas que cobran algo de dinero, unos 100 pesos al mes. Primero, porque tienen más responsabilidad y para darle una mayor continuidad al proyecto, que Segalés califica de “débil”, precisamente por la dependencia de las personas voluntarias. “Es tan débil el proyecto este… las que hacen de maestras: mamás que tienen mil preocupaciones, hay caos, desorden, es muy difícil mantener una organización que pida seguimiento”.

“Pero el caos funciona”, asegura a pesar de todo. Y lleva 17 años haciéndolo. Casi dos décadas en las que han recibido apoyos pedagógicos y económicos desde, fundamentalmente, Cataluña. Visitas de personas expertas que han ido, queriendo o sin querer, afinando algunas de las propuestas que se hacían en las escuelas de tareas, para dotar de un mayor peso pedagógico lo que por intuición se estaba haciendo.

Débil pero transformador

A parte de que niñas y niños puedan avanzar en lo académico (que lo hacen), o que me mejores su confianza y su autoestima y esto mejore sus relaciones en el colegio estatal, el verdadero beneficio, para Segalés, después de estos años, no es tanto este, como el que se consigue, primero, con las mamás y, después, con los adolescentes. El proyecto “es débil, sí -repite Segalés-, pero los cambios, tanto en niños, adolescentes como en las mamás son muy rápidos y evidentes.”

“Así como los niños aprenden, dice, las mamás de allá también aprenden. Mucho. Ellas te lo dicen. El tener paciencia con los niños ajenos, las mamás te lo dicen: ‘Ahora ya le tengo paciencia a mis hijos propios’. Es una constante. ‘Antes era un suplicio ayudar a mi hijo a hacer la tarea y ahora se me facilita mucho desde que soy maestra de la escuela de tareas y que he tenido otros niños’”.

A esto se suma lo que hacen los adolescentes. “Al principio como que pones el acento en los niños, son beneficiarios. Pero al rato te das cuenta de que no, de que realmente los beneficiarios son los adolescentes, los hermanos de 13, 14, 15 años que hacen como de maestros”. Y más en verano, cuenta. Estas semanas atrás, en Mexicali, explica, unos 1.000 niños y niñas, y unos 200 o 300 adolescentes se han dedicado a hacer, dice Segalés, “lo que en Cataluña se conoce como esplais, una especie de ludoteca”. Copiando una actividad que aprendieron en el Pirineo aragonés, estas actividades, antes sin hilo conductor y marcadas por los horarios, ahora se desarrollan todas bajo el paraguas de un cuento, una historia, una auténtica representación que crean y desarrollan los más mayores para que niñas y niños pasen los días de verano “para que sientan que están de vacaciones”.  “Se busca un centro de interés, que puede ser el Oeste, o la Luna… y durante tres semanas desarrollan un cuento; lo desarrollan los adolescentes. Son muchachos de 13, 15, 17 años que se divierten y arrastran a los niños. Y es muy hermoso”.

Y de aquí, a la utopía. Porque el proyecto aspira a no ser solo una escuela de tareas después de las clases. Aspira a generar movimiento en las colonias donde se asientan para que se creen centros comunitarios en los que las madres y padres puedan desarrollar actividades de ocio y de capacitación en diferentes áreas. Y de ahí dar el salto a asociaciones de vecinos.

“A veces nos hemos acercado pero… yo al menos no lo he conseguido”. Aún así, explica Segalés, que la presencia de las escuelas de tareas ha supuesto cambios importantes en algunas de las colonias, divididas por diferencias religiosas (evangelistas y católicos). En la colonia La Ladrillera, la existencia de la escuela de tareas supuso que hubiera unidad a pesar de que se dividía entre tres confesiones diferentes. “La escuela de tareas unión a los tres grupos -cuenta Pepe Segalés-. Y cuando la dueña de los terrenos dijo: ‘Bueno, se tendrán que ir porque voy a construir un fraccionamiento’, si no hubiera sido porque estaban unidos, hubieran perdido la batalla. La ganaron. La señora tuvo que ceder y aceptó que en lugar de pagar una renta, le irían pagando los terrenos y con el tiempo se los pudieran quedar”.

Este es, tal vez, el reto más importante, la creación de redes de vecinos en comunidades tan complejas. “Cuán importante es crear redes. Esta es la riqueza de aquí (Cataluña) se me cae la baba cuando vengo. Que voy a un pueblito de 200 familias y hay 15 asociaciones.
Yo pienso que la solución de un país estaría en crear estas pequeñas redes”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/11/tejer-redes-vecinales-y-afectivas-mientras-se-hacen-los-deberes/

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Fin de las vacaciones: vuelven, empiezan, siguen, crecen

Por: Antoni Tort

Seguramente no podemos conocer con profundidad y amplitud los cambios profundos acaecidos en dos meses de verano en cada una de las personas jóvenes que convive con nosotros cinco y seis horas en un aula. Pero no está de más repensar que los aprendizajes no siempre son visibles.

Las vacaciones escolares están terminando si no han terminado ya. Para muchas familias, el inicio de curso no deja de ser un alivio ante los dos meses largos de un tiempo estival que no siempre es fácil de conllevar y de conjugar con las vacaciones más breves de los adultos. Los tiempos y los espacios educativos en el ámbito de lo que llamamos educación no formal, en el ocio y el tiempo libre, requieren de una estructuración y amplitud que nuestro raquítico, sí, raquítico, estado del bienestar no está en condiciones de asegurar para una gran mayoría de la población infantil. Y en un largo verano ello puede convertir el tiempo del ocio en un rompecabezas costoso desde muchos puntos de vista. Además, como sabemos, la cuestión de la conciliación de los calendarios, de los tiempos y los espacios en la vida de grandes y pequeños sigue siendo un melón que pocos quieren abrir por la complejidad que supone abordar de una vez por todas, horarios laborales, del comercio, de los hábitos sociales, de los espectáculos y los deportes.

Pese a todo ello, las vacaciones de verano pueden ser, para muchos niños y para muchas niñas, un mundo de experiencias de un gran calado personal. Un tiempo y unos espacios que suponen relaciones sociales singulares y diferentes. Uno ve por la calle, en cualquier noche de fiesta veraniega, agrupaciones de personas que no ves durante el curso. Más relaciones intergeneracionales, grupos infantiles moviéndose con desenvoltura en entornos nuevos. Geografías nuevas por explorar. Sensaciones físicas, deseos y emociones que se insinúan y se abren…

No sé si les vacaciones escolares de hoy son algo parecido a una especie de arcadia feliz que está más en la mente de los adultos cuando reelaboramos y reinventamos nuestra niñez o si, es un período que consiste simplemente en que no es escolar. No sé si los bosques, la calle, el primer trabajo, la bicicleta, el río y el chapuzón son los mismos de hace un tiempo. A lo mejor no hay un gran corte respecto del resto del curso: Mucho móvil y los mismos colegas. Quizás sí hay novedades: viajes, reagrupación y reencuentro temporal de la familia extensa, primeros amores, primeros dolores. Puede que sea un período igual de estresante que la otra parte del año, aunque las modalidades y los motivos cambien. Los malestares y la dureza de la vida, las crisis, las estrecheces económicas, el aislamiento y los temores no son, desgraciadamente estacionales.

Y luego, los niños y las niñas vuelven o empiezan, siguen. Un nuevo curso, quizás una nueva etapa: quizás un nuevo centro; y la institución escolar está ahí. Con sus maestros y sus maestras. Ellos también, con sus veranos, con sus pequeños momentos felices, con sus crisis, con sus geografías, con sus viajes, con sus rostros algo diferentes.

La institución escolar abre sus puertas y reinicia las múltiples funciones que una sociedad plural y compleja le ha encomendado. Es su cometido, está en su derecho y es su obligación (aunque las familias homeschoolers no lo vean así). Los niños y las niñas lo saben; son capaces y muchos ya son expertos en transitar de un ámbito a otro, de un contexto a otro, de un código a otro. La escuela pone en marcha sus dispositivos institucionales y se arbitran procesos de acomodación, de ajuste entre identidades y entornos: la familia siempre, o casi siempre, la escuela y el instituto, las clases de inglés, el fútbol, el conservatorio, las pantallas.

Seguramente no podemos conocer con profundidad y amplitud los cambios profundos acaecidos en dos meses de verano en cada una de las personas jóvenes que convive con nosotros cinco y seis horas en un aula. Pero no está de más repensar que los aprendizajes no siempre son visibles, que muchas experiencias vitales de gran profundidad no necesariamente pasan por el profesorado, que la vida sigue dentro y fuera de la institución. Ésta pone en marcha sus mecanismos y tiene sus lógicas propias. Pero al mismo tiempo debe buscar la forma de contar con una piel porosa, sensible a las experiencias de su alumnado; debe mantener la capacidad de conectar con su entorno. Solo así podrá ser una institución creíble y convivial para los niños y niñas que en setiembre vuelven, empiezan, siguen. Para unos niños y unas niñas que crecen también en la escuela y más allá de la escuela.

Fuente noticias: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/08/fin-de-las-vacaciones-vuelven-empiezan-siguen-crecen/

Fuente imagen: https://sandrasalvati.files.wordpress.com/2015/02/fin-de-vacaciones.jpg

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Siria: Save the Children alerta de que los niños de Raqa necesitan urgente ayuda psicológica

Siria/28 agosto 2017/Fuente: Swissinfo

Durante noches enteras Rashida, de 13 años, no lograba conciliar el sueño por el trauma infligido por los horrores que presenció en Raqa, bastión del grupo EI en Siria. Como ella, otros menores viven «atormentados» y necesitan con urgencia apoyo psicológico, denunció este lunes la ONG Save the Children.

La organización advirtió de que podrían ser necesarias décadas para que estos menores puedan superar las heridas psicológicas derivadas de haber vivido en Raqa, una localidad que se convirtió en el bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

La ONG entrevistó a menores que junto a sus familias lograron huir de la ciudad ante la ofensiva de las milicias kurdo-árabes, apoyadas por Estados Unidos.

«Los niños de Raqa pueden parecer normales pero por dentro muchos están atormentados por todo lo que han visto», dijo la directora de la ONG para Siria, Sonia Khush.

Rashida huyó con su familia hace tres meses hacia un campamento de desplazados en el norte de Raqa.

«El EI decapitó a gente y dejó sus cadáveres en el suelo. Yo vi esto y no pude soportarlo», contó. «Quería dormir pero no puedo cuando recuerdo esas cosas que vi. Y no duermo y me quedó despierta por el miedo que siento», agregó.

Desde que el grupo EI se hizo con la ciudad al principio de 2014, la localidad se convirtió en el símbolo de los crímenes del grupo: decapitaciones públicas, dilapidaciones y propaganda yihadista en las escuelas.

«Ya no se puede hablar de infancia», dijo el padre de Rashida, que intentó que sus hijos no presenciaran esos horrores, pero poco a poco se fueron acostumbrando a esos macabros incidentes.

Cerca de 25.000 personas, de los cuales la mitad son niños, permanecen atrapados en Raqa, según la ONU.

Yaacoub, sus nueve hermanos y sus padres tuvieron que escapar de la mira de un francotirador para salir de Raqa hace tres meses.

El niño de 12 años y su familia vieron todos los castigos que el grupo EI ejerció contra la población civil: dilapidaciones, amputaciones de los dedos a los fumadores y personas a las cuales se les cosió la boca.

«Ellos llenaron la glorieta con las cabezas que habían cortado. Los vimos haciéndolo y cortándoles las manos», contó Yaacoub.

«Es crucial que los niños que han sobrevivido reciban apoyo psicológico para ayudarlos a superar el trauma», dijo Khush, que advirtió que de lo contrario se podría «condenar a una generación de niños a una vida entera de sufrimiento».

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/afp/save-the-children-alerta-de-que-los-ni%C3%B1os-de-raqa-necesitan-urgente-ayuda-psicol%C3%B3gica/43474204

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Educar también en emociones en la escuela

Por: Susana Velasco

En breve se acaba el curso. Uno más… Y es inevitable pensar aquello de ¡qué rápido pasa el tiempo! y maravillarse de cómo los alumnos van subiendo ‘peldaños’ académicos y vitales a toda velocidad, adquiriendo conocimientos y competencias para ‘volar’ en el futuro.

Pero, ¿son estos los únicos objetivos fundamentales que debe cumplir la escuela? ¿No debería también ocuparse de contribuir al crecimiento personal, bienestar y felicidad de cada una de los niños y niñas que pasen por sus aulas?

Para lograr este propósito, la respuesta está, sin duda, en la educación emocional. Porque aprender a identificar, aceptar y regular las emociones es clave para el bienestar emocional de cada uno de nosotros. Y si desde las primeras edades les ayudamos a conocerse a sí mismos, a quererse y respetarse, a desarrollar la empatía y la compasión, sin duda se verán capacitados y empoderados para extraer y desarrollar lo más valioso de sí mismos. Así, con este andamiaje, la escuela, con la imprescindible colaboración de la familia, puede contribuir a prepararles para una vida satisfactoria, plena, con conciencia y bienestar. Por no hablar de la positiva influencia que tiene la autorregulación emocional en la prevención de conflictos dentro y fuera del centro escolar.

Desarrollar la autoestima, la empatía y la compasión les ayudará a extraer y desarrollar lo más valioso de sí mismos

¿Y cómo podemos educar en emociones en el ámbito académico de una forma eficaz y significativa? “Otorgando a la Educación Emocional un espacio propio dentro del horario escolar”, como afirma Antonio Sánchez Román,maestro pionero en la introducción de la Educación Emocional como asignatura curricular obligatoria, en la entrevista que publicamos en este número. Sánchez Román cree profundamente en la necesidad de un cambio de paradigma educativo en el que tengan cabida las emociones en todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Y es que “nuestro estado emocional influye directamente en el aprendizaje y la convivencia”.

La Educación Emocional precisa de un espacio propio dentro del horario escolar (Antonio Sánchez Román)

Ahora que acaba el curso y es hora de hacer balance, os invitamos a cerrar la puerta del centro para disfrutar de unas merecidas vacaciones, y volver en septiembre abriendo una ventana a las emociones.

ste artículo de opinión pertenece al número 27 de la revista Educación 3.0 impresa (verano 2017). Si quieres recibirla en tu centro o domicilio, puedes suscribirte por teléfono: 91 547 00 95 o a través de la página web. ¡Gracias!

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/educar-tambien-emociones-la-escuela-susana-velasco/49127.html

 

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180 sesiones para trabajar las emociones y los valores de 1º a 6º

Por: Nati Bergadá Bofill

El artículo de hoy me hace mucha ilusión porque te quiero dar a conocer el Bosque de Lem, un proyecto en el que he estado trabajando durante el último año. Espero que resulte muy útil para los maestros y que haga disfrutar mucho los niños.

Pero antes de contarte lo que he estado preparando, déjame que te sitúe y te explique cómo ha ido todo.

¿Cuál es el punto de partida?

Como ya sabes, hace tiempo que soy una firme defensora del trabajo de las emociones y los valores con los niños.

En los últimos años he constatado que hay una necesidad creciente de trabajar la vertiente emocional, afectiva y social con los niños. En mi día a día en la escuela, veo como los alumnos:

  • Se frustran muy fácilmente ante los obstáculos.
  • Responden con agresividad.
  • Demuestran tener poca autoconfianza.
  • Presentan dificultades a la hora de tener en cuenta los otros.
  • No saben trabajar en equipo.
  • Muestran dificultades para llegar a acuerdos.
  • No saben esperar.
  • Demuestran tener poca empatía.

Como trabajamos en las escuelas la vertiente emocional, social y afectiva?

En las escuelas aprovechamos las situaciones y conflictos que se generan el día a día en el aula, en el patio, los pasillos … para trabajar la vertiente emocional, social y afectiva. Son situaciones propicias para que los niños:

  • Aprendan a reconocer las propias emociones y las de los demás.
  • Aprendan a gestionar y expresar correctamente sus emociones.

Pero aparte de estos momentos, hay otro momento de la semana que debemos aprovechar, la hora de educación en valores estipulada por el Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña desde el año 2014.

Qué realidad me he encontrado en las escuelas?

En los últimos años he constatado que pocas escuelas tienen una línea establecida de cómo hay que trabajar esta vertiente emocional, social y afectiva con los niños.

Esta realidad provoca que programamos las sesiones de educación en valores de forma aislada, sin tener en cuenta que se trabaja en el resto de cursos. Buscamos recursos por internet, buscamos vídeos en YouTube, leemos libros de referencia …

Este cúmulo de circunstancias me hizo dar cuenta que había una necesidad que había que cubrir para favorecer un buen trabajo de las emociones y valores en las escuelas. Había que encontrar una manera de aprovechar mucho más las horas semanales de educación en valores. De ahí surgió El Bosque de Lem.

¿Qué es El Bosque de Lem?

El Bosque de Lem es una plataforma en línea que contiene 180 sesiones, 30 actividades por curso, para trabajar las emociones y los valores de 1º a 6º.

Para qué sirve el Bosque de Lem?

El Bosque de Lem sirve para complementar el trabajo de las emociones y los valores que hacemos diariamente en el aula.

Uno de los puntos fuertes del proyecto es que ofrece una progresión de aprendizaje que permite trabajar la competencia emocional en toda la etapa de primaria y crear una línea de escuela.

En esta cuadrícula podrás consultar la progresión de aprendizaje que trabaja el Bosque de Lem.

Como es el universo del Bosque de Lem?

Los protagonistas del Bosque de Lem son seis personajes muy especiales que crecen con los niños. Esto hace que tengan un aspecto diferente a ciclo inicial, medio y superior.

Se caracterizan por tener atributos y personalidades muy diferentes, con el fin de parecerse a la diversidad de niños que hay en las aulas.

Los protagonistas viven situaciones y aventuras que son el punto de partida para trabajar las emociones, los valores y los sentimientos en el aula.

Personajes del Bosque de Lem

Para desarrollar el universo y los personajes del Bosque de Lem hemos contado con la ayuda de Arkham studio , que se ha encargado también de la producción de los contenidos.

Aquí puedes ver algunas imágenes del proceso de creación de los personajes y del equipo de Arkham:

El Bosque de Lem es una plataforma on line fácil, lúdica e intuitiva que contiene elementos de Ludificación y una estética de videojuego. Funciona a las pizarras digitales desde el navegador, sin necesidad de instalar ningún programa.

Para acceder a las sesiones, hay que ir al mapa de mundo. Este es el mapa de mundo de 6º.

Una vez superada la sesión, los niños se coevaluar y obtienen una puntuación que les permite ir siguiendo la progresión del grupo clase.

Cómo son las sesiones del Bosque de Lem?

Las sesiones de los Bosque de Lem siguen siempre la misma estructura:

  1. Observamos un contenido: Un contenido multimedia muestra la emoción, valor o sentimiento que queremos trabajar en la sesión.
  2. Dialogamos y reflexionemos: A partir del contenido, dialogamos, empatizamos con los protagonistas y reflexionamos sobre las propias vivencias.
  3. Ponemos nombre a la emoción o valor: Respondemos conjuntamente a una encuesta donde identificamos la emoción, el valor o el sentimiento mostrado al contenido.
  4. Hacemos la actividad de aula: Hacemos una actividad vivencial y participativa para profundizar en aquella emoción, sentimiento o valor que trabajamos en la sesión.
  5. Nos coevaluar: Para cerrar la sesión hacemos una valoración conjunta del trabajo realizado que permite seguir la evolución del grupo-clase y motivar a los niños.

El material está listo para ser utilizado y contiene una guía didáctica en la que se orienta al maestro / ay se explica paso a paso la sesión.

En estos enlaces podrás consultar las guías didácticas de algunas actividades que he preparado:

  • Propuestas de actividades para ciclo inicial:

Sesión para trabajar la Resolución de conflictos . juego cooperativo

Sesión para trabajar la autorregulación . relajación

Sesión para trabajar la miedo . Dibujo cooperativo. Hacemos de reporteros

Sesión para trabajar la envidia . Pequeña tetatralització.

  • Propuestas de actividades para ciclo medio:

Sesión para trabajar el autoconocimiento . Actividad con música. Instrucciones para construir un pequeño librito

Sesión para trabajar la confianza . juego cooperativo

Sesión para trabajar el rechazo . Juego de rol

Sesión para trabajar saber esperar. Dramatización. Pauta para hacer dramatización

  • Propuestas de actividades para ciclo superior:

Sesión para trabajar la honradez . Dibujo cooperativo. Creamos nuestras secuencias

Sesión para trabajar el esfuerzo . Dinámica de grupo. Frases recortables.

Sesión para trabajar la empatía . Juego de rol

Sesión para trabajar el autocontrol . Dramatización. Pauta para hacer dramatización

¿Qué contenidos incluye?

El Bosque de Lem incluye contenidos multimedia en formatos diversos (animación, cómic, secuencia, escena e ilustración) que son el punto de partida de la sesión y sirven para mostrar la emoción, el valor o el sentimiento que se quiere trabajar.

A continuación puedes ver algunos ejemplos de contenidos dirigidos los diferentes ciclos.

  • Cómics

Un cómic para trabajar el valor de compartir ciclo inicial:

Un cómic para trabajar la solidaridad en ciclo medio:

Un cómic para trabajar el autocontrol a ciclo superior.

  • escenas:

Una escena para trabajar el respeto al entorno ciclo inicial.

Una escena para trabajar el valor de saber dialogar ciclo medio.

Una escena para trabajar la inseguridad en ciclo superior.

  • secuencias

Una secuencia para trabajar el valor de compartir ciclo inicial.

Una secuencia para trabajar el valor de saber esperar a ciclo medio.

Una secuencia para trabajar la honradez a ciclo superior.

¿Qué metodologías se utilizan?

Las metodologías utilizadas en El Bosque de Lem para trabajar la competencia emocional son metodologías activas, vivenciales y participativas como: los juegos de rol, las dramatizaciones, los juegos cooperativos, las dinámicas de grupo, los debates de aula, la relajación, etc.

Las metodologías utilizadas en el Bosque de Lem:

  • Dan mucha importancia al diálogo y la comunicación entre los niños.
  • Favorecen procesos de reflexión sobre las propias emociones y las emociones de los demás.
  • Potencian mucho la cohesión de grupo.
  • Favorecen el trabajo en equipo y el aprendizaje cooperativo.
  • Dan mucho protagonismo a los niños.

conclusión

El Bosque de Lem es un recurso pedagógico que espero que te sea muy útil para trabajar las emociones, los valores y los sentimientos con los niños.

El trabajo de las emociones, los sentimientos y los valores es una parte fundamental de la educación de nuestros niños. Espero que este material les ayude a crecer como personas ya ser competentes emocionalmente.

Accede a la web del Bosque de Lem y descúbrelo. Espero que te guste!

Crees que el Bosque de Lem puede ser un recurso útil para las escuelas?

Piensas que debemos dar más importancia al trabajo de la vertiente emocional, social y afectiva con los niños?

Te animo a escribir un comentario ya decir tu. Si quieres ayudar a difundir el proyecto, comparte el artículo a tus contactos y en las redes sociales.

Muchas gracias! 😉

Fuente: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es&sl=ca&u=http://natibergada.cat/&prev=search

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