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.La educación ambiental cambiará la matriz de toma de decisiones

El entorno natural ha sido crítico en la configuración de nuestra especie y en cómo hemos evolucionado durante milenios, sin embargo, en nuestra historia relativamente corta, hemos perdido de vista la importancia de la naturaleza. Con el planeta enfrentando las terribles consecuencias del cambio climático y un esfuerzo global en marcha para reducir las emisiones y crear un futuro sostenible para las nuevas generaciones, la pregunta debe hacerse: ¿Cómo incluimos el medio ambiente y el desarrollo sostenible en nuestro sistema educativo? La reforma educativa incluyendo a la educación ambiental en varios países está dando algunas ideas esclarecedoras.

Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) firmaron recientemente un acuerdo con la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) para cooperar en la integración de las energías renovables y el desarrollo sostenible en el sistema educativo de los EAU. En el Reino Unido, los distritos escolares han comenzado a implementar cursos que tienen como objetivo educar a los estudiantes sobre las causas, los riesgos y las soluciones del cambio climático. En India, las escuelas han incluido los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en su plan de estudios y han alentado a los alumnos a crear sus soluciones para cumplir los objetivos.

Educación ambiental

La creencia de que “la conservación comienza con la educación” se ha arraigado firmemente en muchos programas en todo el mundo que buscan mejorar la salud ambiental, así como la forma en que las personas interactúan con la naturaleza. Generalmente promovida por organizaciones no gubernamentales locales o empresas privadas, la educación ambiental ahora ha sido adoptada por las escuelas que reconocen que los estudiantes tienen mucho que ganar al comprender el desarrollo sostenible y sus tecnologías asociadas.

Además de proporcionar más información sobre las soluciones disponibles para mitigar el cambio climático, la educación ambiental devuelve el poder a las generaciones más jóvenes. Los programas en el Reino Unido y la India están allanando el camino para una generación de solucionadores de problemas. Con demostraciones globales de estudiantes y un nuevo impulso para impulsar la sostenibilidad en las actividades cotidianas, las generaciones más jóvenes se han vuelto más activas en la defensa del planeta.

Pero darles el conocimiento necesario para enfrentar los problemas que tienen por delante no es el único beneficio de llevar la sostenibilidad al aula, como lo demuestra el Dr. Thani bin Ahmed Al Zeyoudi, Ministro de Cambio Climático y Medio Ambiente de los EAU: “Incorporando energía renovable y El desarrollo sostenible en los planes de estudio educativos no solo nos permitirá aprovechar las mentes de los jóvenes y prepararlos para convertirse en administradores del medio ambiente, sino que también despertará su interés en seguir carreras en los ámbitos emergentes ”.

Un futuro sostenible

La educación siempre ha llevado a revoluciones en la ciencia, la tecnología y las artes, entonces, ¿por qué no el medio ambiente? Al proporcionar caminos para que los estudiantes aprendan sobre energía renovable, tecnología baja en carbono y vida sostenible, estamos permitiendo que las generaciones más jóvenes elijan cómo se desarrollan, como explica David Attenborough:

“Jóvenes: se preocupan. Saben que este es el mundo en el que van a crecer, en el que van a pasar el resto de sus vidas. Pero creo que es más idealista que eso. De hecho, creen que la humanidad, la especie humana, no tiene derecho a destruir y despojar a pesar de todo “.

A medida que las naciones en todo el mundo continúan abordando problemas relacionados con el cambio climático, muchos han identificado que la próxima generación de tomadores de decisiones deberá ser educada sobre los desafíos que les esperan. La educación ambiental se convertirá en la herramienta más grande y efectiva para combatir el daño ambiental y promover el desarrollo sostenible.

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/educacion-ambiental/educacion-ambiental/

 

 

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Seguimiento a la Agenda 2030: ¿Cómo está la educación en la primera infancia en Brasil, Chile, El Salvador y Guatemala?

América del Sur/ Brasil/ 27.08.2019/ Fuente: redclade.org.

En el marco de la revisión de la Agenda de Desarrollo 2030 en la ONU, foros que defienden el derecho a la educación alertaron sobre la falta de acceso y calidad en la educación de niñas y niños pequeñas/os en sus países

Informes elaborados por foros nacionales miembros de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en Brasil, Chile, El Salvador y Guatemala, muestran riesgos para la llamada educación en la primera infancia, la cual se refiere al derecho a la educación de niños y niñas de 0 a 8 años, según define el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (ONU).

Los documentos fueron presentados ante el último Foro Político de Alto Nivel de la ONU, donde se revisó el estado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

De los foros miembros de la CLADE en dichos quatro países, apenas la Red Salvadoreña por el Derecho a la Educación (RESALDE) ha indicado avances para la garantía de la educación y el cuidado en la primera infancia a nivel nacional. Los demás foros alertan para la falta de financiamiento, atención, formación docente e infraestructura en esta etapa educativa.

A continuación, lee más informaciones sobre cada uno de los países.

Brasil: políticas para niños y niñas retroceden, y se trasladan del campo educativo a la asistencia

Según el informe realizado por la Campaña Nacional por el Derecho a la Educación (CNDE), aunque la sociedad civil del país haya luchado y alcanzado avances en las políticas y acciones para la garantía de una educación de calidad en la primera infancia, todavía restan grandes desafíos para la realización de este derecho para todas las niñas y niños.

“La meta 1 del Plan Nacional de Educación (2014-2024), que busca la universalización del acceso a la escuela para niños y niñas de 4 y 5 años de edad hasta el 2016, no fue cumplida. Desde el 2014, primer año de vigencia del Plan, la tasa de escolarización en esta etapa creció apenas 4 de los 11% necesarios para alcanzar la meta”, señala la Campaña en su informe.

En el documento, también se afirma que “para que la mitad de las niñas y niños de Brasil con hasta 3 años estén en la escuela en el 2024, según establece el Plan, sería necesario invertir lo suficiente para garantizar 20% más cupos en guarderías para la población de esta edad. En el 2017, el aumento en esta tasa había sido de apenas 4%”.

Además de la falta de cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Educación, las políticas más recientes para la primera infancia en Brasil retrocedieron y se trasladaron de la perspectiva del derecho humano a la educación para el campo de la asistencia social. “Las políticas relacionadas a la primera infancia apoyan la adopción de propuestas de atención en espacios inadecuados para atender las especificidades de la educación de niñas y niños, por profesionales sin la formación específica para esta atención”, alerta el informe.

Chile: la mitad de niños y niñas con 4 y 5 años de edad no accede a la escuela

En Chile, la educación para la primera infancia, llamada de parvularia, es el nivel que más presenta deficiencias en el sistema educativo nacional. Esta etapa contempla estudiantes de 0 a 6 años de edad, iniciando en la sala cuna y terminando en el segundo nivel de transición, antes del ingreso a la educación básica.

Según informe elaborado por el Foro por el Derecho a la Educación Pública de Chile, en el 2018, la matrícula total en la educación parvularia ascendía a 800.083 niños y niñas, correspondiendo a una cobertura del 54,8%, fuertemente concentrada entre los 4 y 5 años de edad, y alcanzando a sólo el 20,1% de las niñas y niños con entre 0 y 2 años de vida.

La provisión de la educación para la primera infancia en el país contempla la participación de entidades públicas y privadas, con fuerte presencia de estas últimas, que representan casi el 60% del total de matrículas. “Es necesario comprender la importancia de frenar en esta etapa escolar la enorme segregación existente, a la vez que se construye una educación pertinente a las necesidades de niños y niñas, considerándolos así en su momento actual y no desde una óptica adultocéntrica, mucho menos propiciando un estrechamiento curricular por medio del énfasis en contenidos (lenguaje y matemáticas) que serán de utilidad para su posterior evaluación dentro de un sistema que tiende a la estandarización y homogeneización”, afirma el documento.

Según el Foro, las nuevas propuestas para la educación en la primera infancia en el país tienden a precarizar y privatizar aún más esta etapa educativa, a través del establecimiento de un sistema de subvenciones por parte del Estado, que beneficia proveedores privados sin garantizar un financiamiento basal al sistema público, y aumentando el desapego familiar por las largas horas en que los niños y niñas permanecerán en los jardines infantiles.

“Es necesario establecer un financiamiento por asistencia a las instituciones que imparten la educación parvularia, teniendo como evidencia que existe una diferencia concreta en la tasa de

asistencia entre el primer y el quinto quintil, un 45,3% y un 57,8% respectivamente, es decir, niños y niñas de una mejor situación económica tienen una mayor asistencia. Significa estar entregando más recursos para la educación de un sector determinado y privilegiado de la población, lo que provoca un aumento de la segregación y exclusión en los niveles pre-escolares del sistema educativo”, alerta el documento.

El Salvador: matrícula triplica en tres años

Según el informe presentado por la Red Salvadoreña por el Derecho a la Educación, la educación en la primera infancia ha conquistado avances en el país. Hubo un incremento de la cobertura y atención sobre todo en la educación inicial, que atiende a niñas y niños de 0 a 4 años. “El incremento se debe a la apertura y relevancia que le ha dado el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, triplicando la matrícula de educación inicial del 2.1% en el 2015, a 6.4% en el 2018”, destaca el informe.

RESALDE explica que este avance resulta de la Estrategia Nacional para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia, lanzada en el 2018 como un instrumento para la implementación de las líneas de acción de la Política de Protección Integral de Niñez y Adolescencia, la cual a su vez se generó como respuesta a los compromisos establecidos en el Plan “El Salvador Educado”.

“La estrategia aspira a garantizar las oportunidades para el desarrollo integral de niñas y niños desde su gestación hasta cumplir 9 años, a través de la potencialización de los factores vinculados a la familia y a la comunidad que favorecen el desarrollo integral; del aumento de acceso y cobertura de servicios y atenciones integrales y de calidad; de la generación de ambientes saludables y entornos protectores y de la protección y restitución de los derechos de las niñas y niños en su primera infancia”, expresa el informe.

Guatemala: financiamiento para la educación en la primera infancia disminuye

Según el informe elaborado por el Colectivo de Educación para Todas y Todos, la educación en la primera infancia no logra atender a todos los niños y niñas del país y es más deficitaria en departamentos que tienen poblaciones mayoritarias indígenas como Izabal, Sololá, Totonicapán, Chimaltenango, San Marcos, Quetzaltenango Huehuetenango, Alta Verapaz y el Quiché.

El Colectivo explica que, al inicio del actual gobierno, entraron en revisión los programas sociales de ayuda monetaria condicionada para educación y salud, y se ha observado una reducción en la cobertura de la escuela primaria a un 84%.

En relación a la formación docente para esta etapa educativa, el informe indica que, según estimativas del Ministerio de Educación, la ampliación de cobertura en el nivel pre-primario requiere la formación de aproximadamente 40,000 docentes. “Una porción de ellos tendrá que especializarse en educación bilingüe intercultural para atender con pertinencia lingüística y cultural a la población infantil de los pueblos originarios”, afirma el documento.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/seguimiento-a-la-agenda-2030-como-esta-la-educacion-en-la-primera-infancia-en-brasil-chile-el-salvador-y-guatemala/

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Unesco: La imaginación y el dinamismo ayudan a las escuelas lituanas a concretizar en acciones el concepto de la sostenibilidad

22 de Agosto 2019/UNESCO

Una experiencia simple pero convincente sobre la biodegradabilidad y llevada a cabo en las escuelas preescolares es uno de los medios innovadores que permiten que las escuelas lituanas trabajen en favor de la sostenibilidad.

El Programa de escuelas sostenibles del Centro lituano para la infancia y la juventud(link is external) se inauguró en 2013 con el objetivo de promover el desarrollo sostenible y de sensibilizar al público mediante la creación de comunidades escolares que estén en mejores condiciones para gestionar y desarrollar sus propios recursos. El programa figuró entre los candidatos al Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible(EDS), en su edición de 2018, que forma parte de un ámbito de acción más amplio de la UNESCO en materia de EDS.

El programa lituano, basado en Vilnius, tiene como objetivo formar en los centros docentes a equipos “verdes” de diez personas en los que puedan incorporarse docentes, alumnos, padres y miembros del personal administrativo. Hasta el momento, 139 centros, desde escuelas maternales hasta establecimientos de cuadros docentes no formales, se han sumado al programa para aprender a mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras.

Lina Blazeviciute, responsable del proyecto, afirmó:  “El programa comenzó hace cinco años de la manera más simple: una página web en la que las escuelas podían inscribirse para evaluar su impacto ecológico”.

“Las primeras escuelas comenzaron a aplicar ideas relacionadas con el desarrollo sostenible, como pegatinas para recordar a todos la necesidad de apagar las luces y de cerrar las canillas. Estas mismas escuelas han pasado hoy en día a otros proyectos más complejos como la creación de huertos escolares y la movilidad sostenible. El año pasado, por ejemplo, una escuela quiso incitar a los niños para que se sirvieran de sus bicicletas para asistir a la escuela. En vez de organizar un evento puntual, el personal organiza una salida a los barrios alrededor de la escuela, algo que ha servido a un estudio minucioso que identifica los peligros de la circulación y los lugares en donde es necesario crear carriles para bicicletas. Los resultados fueron presentados a la Municipalidad que llevó a cabo las mejoras necesarias para que aumente el uso de la bicicleta.”

Cada escuela comienza su programa con una conferencia temática a la que se invita a expertos en materia de desarrollo sostenible, junto a dos o tres sesiones cada año dirigidas a los docentes y vinculadas con las universidades, para ponerse al día en lo relativo al estado de las investigaciones. A comienzos del año, las escuelas que participan en el proyecto elaboran un plan que proponen al programa, y que brinda consejos sobre su contenido y estructura.

Al final del año, se redacta un informa indicando los logros y la cantidad de personas que participan. Las escuelas obtienen puntos y se organiza una ceremonia para entregar las medallas verdes, de plata y oro, que recompensan los diferentes logros.

La innovación con miras a colmar el déficit de financiación

“Muchas ideas son realmente innovadoras”, declaró Lina. En el ámbito de una experiencia llevada a cabo con tres niños en una escuela preescolar, se enterró el corazón de una manzana y un papel de caramelo. Varias semanas más tarde, los niños pudieron constatar que el corazón de la manzana había desaparecido completamente, mientras que el envoltorio del caramelo permanecía intacto: una lección simple, pero útil, que ilustra lo que significa la biodegradabilidad.

Otras escuelas crearon sus propios huertos y jardines de hierbas aromáticas después de haber participado en talleres sobre la construcción de invernaderos, el cultivo de vegetales y la elaboración de sus propios zumos y desayunos sanos.

“Estamos siempre buscando la manera de interesar a los niños y de hacer que estos temas se vuelvan lúdicos e interesantes, y es ahí cuando necesitamos realmente a los docentes para poder llevar a cabo un trabajo excelente”, declaró Lina. “Por eso, nos interesamos mucho en las nuevas tecnologías para hablar de sostenibilidad a los niños.”

Hacer de la sostenibilidad una norma

Introducir a los niños en el ámbito de la biodiversidad existente fuera de sus aulas o casas también forma parte del programa.

“Exhortamos a los docentes, incluso en las escuelas urbanas, a llevar a cabo salidas con los niños y a hacerles descubrir la riqueza de su propio entorno, la cantidad de árboles, insectos o animales diferentes”, añade Lina. El programa organiza también en las zonas naturales caminatas estructuradas a partir del tema de la biodiversidad que pueden atraer a miles de participantes.

La finalidad del programa es simple

“Para nosotros, la próxima etapa consistirá en lograr que las escuelas apliquen los conceptos de sostenibilidad que se benefician de una atención política adecuada. Nos gustaría que la sostenibilidad se convierta más en una norma que en una excepción. Nuestro gobierno aplica ya el concepto de “escuela idónea”. Ahora queremos que uno de los criterios para convertirse en este tipo de escuela sea la sostenibilidad. También queremos reforzar nuestras alianzas internacionales para poder compartir nuestras experiencias”, declaró Lina.

Fuente: https://es.unesco.org/news/imaginacion-y-dinamismo-ayudan-escuelas-lituanas-concretizar-acciones-concepto-sostenibilidad

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Panamá, entre las tasas de matrícula más bajas

Centro América/ 20.08.2019/ Fuente: laestrella.com.pa.

 

Cuba y Costa Rica tienen 100% de cobertura primaria, mientras que la isla la mantiene en un 90% para la secundaria

Panamá tiene una tasa de matrícula general en el nivel primario de alrededor de 90%, mientras la media regional es de 96%. Pero esa tasa se reduce drásticamente en el nivel secundario a menos de 75%, según el estudio regional ‘Políticas exitosas de desarrollo profesional en América Latina y el Caribe’, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (CAF).

Junto con Panamá, entre las tasas de matrícula más bajas de la región en educación secundaria están Guatemala y Honduras.

Otro contraste que destaca el informe es la desproporción de género en la matrícula, que en Panamá sobrepasa el 10% entre uno y otro.

Cuba y Costa Rica tienen 100% de cobertura primaria, mientras que la isla la mantiene en un 90% para la secundaria.

En cuanto a la inversión pública en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), el informe de CAF da cuenta de que Cuba es el país que más invirtió en educación, destinando entre el 9% al 14% del PIB entre el año 2006 y 2010.

El resto de países de la región le siguen muy por debajo. El país que más se le acerca es Costa Rica, con una inversión en educación de alrededor del 7% del PIB para el año 2015. Panamá invierte alrededor del 3% del PIB en educación, que aunque en valor —por el dólar norteamericano— puede ser mucho más que lo destinado en los demás países centroamericanos, no cumple aún con los objetivos de Desarrollo Sostenible, que recomiendan una inversión mínima de 6% del PIB en educación.

Fuente de la noticia: http://laestrella.com.pa/panama/nacional/panama-entre-tasas-matricula-bajas/24135171

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La educación en valores

Por: Eduardo Daniel Ramírez Silva. 

La necesidad de una educación en valores es evidente. Vivimos una crisis social, en la que problemáticas como la violencia, la inseguridad, la desigualdad socioeconómica, la corrupción y la discriminación se han apoderado de nuestra cotidianidad. Se manifiestan en diferentes contextos sociales, en las calles, dentro de los mismos hogares e incluso en las instituciones educativas. Pese a ello, desde diversas orientaciones se percibe la convicción de implementar acciones concretas en torno a estas problemáticas.

Bonifacio Barba señala que desde “un sentido formativo de la escuela y de su eficacia, tanto social como pedagógica, la educación es por naturaleza, una cuestión de valores, un proceso de formación moral” (Barba: 2005; p. 9). Los esfuerzos que en México se han realizado para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación desde su políticas públicas no es suficiente. El porcentaje de personas entre 25 y 34 años de edad sin educación secundaria, cayó un 13 % entre 2007 y 2017, para convertirse en un 52 % de nuestros jóvenes adultos, lo que sitúa a México como el país con mayor proporción de esta población sin estudios, según datos de la OCDE. Esto propicia una mayor inmovilidad social.

“Los esfuerzos que en México se han realizado para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación desde su políticas públicas no es suficiente”

Requerimos pensar la educación de una forma diferente. Para ello, se torna necesario establecer una definición de valores que permita llevar a cabo el proceso de formación moral que señala Barba. La axiología, desde la escuela objetivista, sostiene que los valores existen objetivamente; que son entidades externas e inmateriales, independientemente de si el hombre los percibe o no (Rodríguez, Frade y Albelo: 1995; p.22). Esto quiere decir que los valores se conocen por intuición o, mejor dicho, por la capacidad cognoscitiva que se afina en los contextos familiares y escolares. Estos valores se relacionan con los derechos naturales del ser humano que en teoría son inquebrantables, inalienables y universales. Hablamos de la dignidad, la libertad, la equidad, el respeto y el amor que nos son innatos, por lo que una educación en valores debe estar dirigida siempre en pro del bien común basada en la inteligencia, en la consciencia y en la voluntad.

Ante esta condición, contrastan considerables dificultades que se manifiestan al momento de establecer un eje de trabajo, una dirección universalmente legítima. Hay quienes mantienen que ello se debe a lo peculiar del terreno educativo, en el que por supuesto convergen diferentes visiones del mundo, múltiples ideologías políticas, creencias religiosas, estilos de vida y en general culturas. Por ello, conviene determinar si es posible construir desde lo común y unificar las diferencias considerando marcos referenciales para el colectivo que construye comunidad.

En ese sentido, fijamos dos postulados que nos pueden orientar a ese punto: el primero de ellos es lo que señala Serafín Antúnez: “La educación en valores se justifica por la necesidad que tenemos los individuos de comprometernos con determinados principios éticos que nos sirvan para evaluar nuestras propias acciones y las de los demás” (Antúnez: 2009; p. 15); por otro lado, Gerardo Barbera nos dice: “La educación en valores supone acciones ontológicas y axiológicas trascendentes que la fundamenten como propuesta ética y política, y así se hacen vida en una comunidad existencial concreta e histórica” (Barbera: 2008; p. 111). Ambas posturas nos indican que las necesidades humanas generan derechos para satisfacerlas, por lo que emergen deberes naturales para atender estas necesidades por medio de los valores que se traducen en derechos naturales.

De esta manera, nos aproximamos a lo que probablemente sea ese eje de trabajo que son los valores traducidos en derechos naturales que fortalecen la vida social en comunidad.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible de 2015 planteó 17 Objetivos de desarrollo sostenible, que conllevan un espíritu de colaboración para elegir las mejores acciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras. Proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países en conformidad con sus propias prioridades y los desafíos sociales y ambientales del mundo en general. Por lo que los gobiernos deben diseñar sus políticas públicas basadas en estos 17 objetivos, y los pueblos deben respetar y realizar estos lineamientos siempre y cuando, dentro de estas agendas se apele fuertemente a la educación en valores ya descrita, con la que nos quite la venda de los ojos para dejar de concebir una vida desde el individualismo y protejamos el bienestar de todos.

La educación en valores es trascendental para que nuestra libertad no sea contemplativa únicamente, sino que actúe en nosotros mismos para alcanzar un estado justo y equitativo.

Invito a todos los profesores a compartir su opinión así como sus experiencias pedagógicas a través del Observatorio de Innovación Educativa.

Referencias 

Antúnez, S. (2009). Cómo educar en valores. Madrid: Nárcea.

Barba, B. (2005). Educación y valores. Una búsqueda para reconstruir la convivencia. En Revista Mexicana de Investigación Educativa (pp. 9-14). Ciudad de México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A.C.

Barbera, G. (2008). Educación en valores. En Revista La Educación en Valores (pp. 110-118). Universidad de Carabobo. Venezuela.

Rodríguez Lozano V., Frade Perdomo P. y Albelo Martín L. (1995). Conceptos fundamentales de la moralidad. En Ética (pp. 19-31). Ciudad de México: Alhambra Mexicana.

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El “contrato social de la globalización”: ¿otra promesa sin mañana?

Por: Eduardo Camín

Tras un proceso de tres años de negociaciones intensivas y de diálogo, que congregó no sólo a gobiernos y a la sociedad civil sino también a millones de personas comunes de todo el mundo, los estados miembros de las Naciones Unidas acordaron por unanimidad (casi cuatro años atrás) lo que el Secretario General de la ONU describió como “la agenda de desarrollo más inclusiva que el mundo jamás haya visto”.

La Agenda 2030 adoptada en setiembre del 2015 por los líderes del mundo reunidos en una cumbre especial de las Naciones Unidas, abarca las tres dimensiones de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental. Está constituida por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se basarán en los progresos alcanzados a través de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODS). En un reciente informe presentado en Nueva York ante el Foro político de alto nivel de las Naciones Unidas (entre el 8 y el 19 de julio ), la OIT señaló que la mayoría de los países todavía tienen un largo camino que recorrer para lograr un trabajo decente e inclusivo para todos. En efecto, la OIT analizo el trabajo decente, como el elemento crucial para el desarrollo sostenible.

La importancia del trabajo decente para realizar el desarrollo sostenible está puesta de manifiesto en el Objetivo 8 cuya finalidad es “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.

Según el informe «(Hora de actuar para conseguir el ODS 8: articular el trabajo decente, el crecimiento sostenido y la integridad medioambiental», en muchos lugares del mundo, el avance hacia la consecución del Objetivos del Desarrollo Sostenible 8 (ODS 8) está ralentizándose. Se estima que más de 600 millones de nuevos empleos deberán ser creados de aquí a 2030, sólo para seguir el ritmo de crecimiento de la población mundial en edad de trabajar. Esto representa alrededor de 40 millones de empleos al año. Sin olvidar la necesidad de mejorar las condiciones de los 780 millones de hombres y mujeres que trabajan, pero no ganan lo suficiente para superar ellos y sus familias el umbral de la pobreza de 2 dólares al día.

“Esto significa que no avanzar hacia la consecución del ODS 8 estaría impidiendo el avance hacia la consecución de otros Objetivos, como los de erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, promover la paz y lograr la igualdad de género”, dijo Damian Grimshaw, Director del Departamento de Investigaciones de la OIT.

Por su parte Guy Ryder Director de la OIT añadió: ¿en qué medida fomentamos ese modelo de desarrollo inclusivo, sostenido y sostenible? ¿Poseemos la determinación necesaria? En nuestro informe sobre los avances relativos al ODS 8 se pone claramente de manifiesto que no estamos adoptando el enfoque más adecuado para cumplir dicho objetivo, ni otros ODS. A menos que redoblemos esfuerzos, no lo lograremos”.

La crisis de los proyectos; la caprichosa realidad del capitalismo

Entre muchas cosas que son respetables, la más respetable es la realidad. Nada se paga tan caro como la sustitución de la realidad, por lo que nos parece o nos conviene.

Este nuevo “contrato social” globalizador ya no posee los destellos de la ilustración. Pero nadie, en su sano juicio podría oponerse a dar efectividad a los derechos humanos relacionados con el acceso al agua, al saneamiento, y al trabajo decente, nadie negaría la necesidad de las políticas educativas atentas a la realidad del mercado laboral y el papel del fomento de la capacidad, la educación y el desarrollo de las competencias para la inclusión digital.

La sociedad es un sistema complejo de relaciones sociales. Lo principal en su funcionamiento y desarrollo es la actividad de los hombres. Sin embargo, esto no significa que ella sea una suma mecánica de individuos, sino un organismo social complejo.

Tal vez, ser conocedor del género humano es una de las expresiones más indefinidas con la que vinculamos determinadas capacidades para orientarse entre la gente; ya que la unión de los mejores talentos, dotes y capacidades puede desvalorizarse con el «minúsculo» agregado del sistema económico en el cual se desarrolla la caprichosa realidad.

Pero, en el marco del capitalismo la justicia social se precipita al vacío. Por eso, conocer la esencia del mismo, preserva de las desilusiones y los pasos en falso, de los “funcionarios de la humanidad”.

Esto no quiere decir esto que la realidad no deba ser modificada o transformada: de por sí ella cambia y se transforma y esta variación debe ser orientada, dirigida, a veces acelerada, otras frenada, pero siempre teniendo en cuenta lo que las cosas efectivamente son. Los organismos internacionales han sido los oráculos de la lucha contra la pobreza, miles de proyectos han sido redactados, discutidos en fórums, conferencias, debates, la preocupación por acabar con la pobreza, fue transformada en una mantica constante entre diferentes economistas y particularmente entre los teóricos del desarrollo, quienes adquirieron tal perspectiva debido a los acelerados niveles de crecimiento de la industria y a la aparente posibilidad de que con el capitalismo la humanidad avanzaría hacia el reino de la abundancia de satisfacciones materiales.

Sin embargo, la problemática se mantiene, no solo se mantiene con el advenimiento y desarrollo del capitalismo, sino que permuta las causas que la generaron en el pasado, preserva algunas y crea nuevas maneras de vivir y sufrir la pobreza. Esta contradicción sigue intacta: hay quienes creen que los males del capitalismo pueden superarse mediante la promoción de la libre competencia, la apertura de sus mercados y la colección de tratados comerciales.

Desafortunadamente para sus sueños de gloria ocurre que el capitalismo tiende a la concentración y centralización del capital. Vivimos una transición delicada e incierta del capitalismo globalizador, en crisis aguda, a una forma social aún más bestial, feroz, cruel y despiadada del mismo sistema mundial capitalista, en la cual se han fracturado las barreras sociales que encarrilaban e institucionalizaban los poderes destructores del capital.

Esta es la realidad, en plena contradicción con las loables necesidades de cumplir los objetivos, de los ODS. Inmersos en un capitalismo que genera caos y desintegra las sociedades para reordenarlas bajo su mando despótico; destruye y construye al mismo tiempo. Separa vínculos para volver a reunir, bajo su dominación y control. Por lo tanto, el capitalismo no es sólo caos y desorden. También es orden, un orden cada día más opresivo y depredador.

El contrato social de la globalización se hunde en las turbias aguas del desencanto, de las promesas sin mañana, porque afuera llueve con furia y todo lo inunda.

Eduardo Camin. Analista uruguayo, acreditado ante la ONU-Ginebra, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, 

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259033

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Alianza del Pacífico: mejoras educativas sostenidas

Redacción: Portafolio

Colombia, México y Perú, tienen en general, los mismos niveles educacionales de Chile hace 20 años.

La incorporación de los componentes de salud y educación supuso una superación en la medición del desarrollo humano en los países, más allá de la estrecha concepción económica que había prevalecido hasta finales de los años ochenta. A partir de ello se tiene una visión más integradora de las condiciones que prevalecen en las sociedades en función de la apertura de oportunidades y de la ampliación de las capacidades para la sociedad.

El componente de la educación del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas –IDH- se asocia al índice educativo, el cual involucra tanto la cobertura como la calidad de este importante componente social.

Existen por supuesto otros indicadores que pueden complementar la caracterización de las condiciones educativas –tal el caso de las pruebas PISA (Program for International Student Assessment)- pero para efectos de esta nota nos limitaremos al índice educativo que maneja Naciones Unidas (ONU).

Con base en el último reporte sobre educación de la ONU, en relación con un comparativo entre los países de la Alianza del Pacífico (AP) entre los años 1990 a 2018, es posible advertir que desde un inicio de esta serie de tiempo, Chile tenía el mejor indicador, con un 0.62. Perú era el segundo lugar para 1990 con 0.55, mientras que Colombia reportaba un 0.43, y México un 0.48.

Ya con base en los datos para 2018, es posible advertir las mejoras en el índice educativo de estos países. De esa cuenta se tiene que para este último año, Chile se hace con un valor de 0.81; Perú con 0.69; México con 0.68; y completa el cuadro Colombia con 0.67.

Es evidente cómo Chile no sólo conservó su primera posición del grupo, sino que sostenidamente la ha mejorado en los pasados 30 años, en particular en el ámbito primario y segundario. Los otros tres países mantienen posiciones que son matemáticamente diferentes entre sí, pero que no manifiestan diferencias estadísticamente significativas.

Es de resaltar que con base en el último reporte de índice educativo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) los países de la Alianza del Pacífico: Colombia, México y Perú, tienen en general, los mismos niveles educacionales de Chile hace 20 años. He aquí un reto vital, que se debe enfrentar. Se trata de que la educación amplíe las capacidades de los sectores especialmente más vulnerables de los países. El rezago educativo, lo que sí hace, es garantizar la ausencia de un desarrollo sostenible y sustentable.

Fuente: https://www.portafolio.co/economia/alianza-del-pacifico-mejoras-educativas-sostenidas-532105

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