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Investigación revela bajo nivel educativo de los jóvenes de República Dominicana

Redacción: Listín Diario

Una investigación de Acción Empresarial por la Educación (Educa) revela cómo están los jóvenes entre 15 y 29 años en el ámbito de su formación docente y profesional.

El informe realizado desde el 2000 a 2016, señala que el nivel educativo de los jóvenes dominicanos es bajo a pesar del aumento de la cobertura en el nivel secundario, ya que en el año 2016, el 41.6 % de los jóvenes entre 19 y 24 años de edad no había completado la secundaria, y el 24 % que logró completar ese nivel no se matriculó en la universidad.

La investigación resalta que existen factores económicos y sociales que motivan el abandono de los estudios, afectando de manera distinta a hombres y mujeres.

En el caso de los hombres, un 39.8 %,  la principal razón por la que descontinúan los estudios es debido a la necesidad económica que los impulsa a ingresar al mercado de trabajo, aún con certificaciones precarias y de informalidad.

Mientras que en el caso de las mujeres, salieron de manera prematura del sistema educativo debido a que contrajeron unión conyugal, no siempre en el ámbito del matrimonio formal, o quedaron embarazadas.

Explican que a pesar del notable crecimiento que la economía ha experimentado desde el año 2000, la tasa de desempleo global permanece estancada entorno al 14 %, mientras que para el segmento joven esta cifra es casi el doble superando, en 2016, el 23 %.

“Adicionalmente, los jóvenes ocupados se encuentran laborando mayormente en empleos de baja calidad, debido a la alta incidencia de la informalidad en el mercado de trabajo y los bajos niveles salariales”, se explica en el estudio.

El grupo entre 15 y 18 años de edad es el más afectado por la informalidad. En 2016 un 73.5 %, estaba empleado y percibía ingresos inferiores a los RD$10,000 mensuales. La capacitación laboral y la educación superior son los factores que inciden en la probabilidad de los jóvenes de obtener un empleo formal.

Sin embargo, aquellos jóvenes que han logrado culminar estudios universitarios enfrentan dificultades para acceder oportunamente a empleos, debido a la brecha que existe entre las competencias adquiridas por los jóvenes, sus expectativas salariales, y los perfiles demandados por el sector productivo y la remuneración que ofrecen.

En efecto, en 2016 el 34.4 % de los jóvenes que sólo había completado el nivel secundario, y el 25.4 % de los que había completado el nivel universitario estaban desempleados, mientras que aquellos que no habían completado ningún nivel educativo presentaban  tasas de desempleo de 18.1 %.

El 67.3% de estos jóvenes son mujeres, cuyas responsabilidades en el hogar les impide integrarse a la fuerza de trabajo. En el caso de los hombres, la principal razón por la que no buscan trabajo es porque se encuentran desalentados.

“Esto se debe a que el bajo nivel de competencias que han adquirido limita su probabilidad de obtener un empleo, lo que aumenta el riesgo de que estos caigan en situaciones de vulnerabilidad, tales como, la participación en actividades ilícitas, el consumo de drogas, la violencia y en general anomia social” señala el informe.

En 2016, el 12.3 % de los jóvenes apenas había culminado el nivel primario y menos de un 4.3% había finalizado estudios en el nivel superior.

A pesar de que los jóvenes constituyen el mayor subgrupo poblacional de la fuerza de trabajo, 32 % de la población económicamente activa, la tasa de desempleo de este grupo etario duplica la de la población total y es la más alta de América Latina.

La combinación de estos dos fenómenos, deserción escolar y desempleo resulta en que el 20 % de la población entre 15 y 29 años de edad no estudia ni trabaja. Adicionalmente, los jóvenes están expuestos a situaciones de violencia y criminalidad.

En 2016 esta situación resultó en muerte por homicidio de 422 jóvenes, representando al 44.3 % del total de las muertes por esta causa.

Fuente: https://listindiario.com/la-republica/2019/03/21/558285/investigacion-revela-bajo-nivel-educativo-de-los-jovenes-de-rd

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La absurda razón por la que miles de niñas dejan la escuela en la India

Asia/India/28 Febrero 2019/Fuente: Semana

Poco se habla de las dificultades que viven cientos de mujeres en el mundo por la menstruación. En el país asiático millones de ellas ni siquiera pueden estudiar porque les llega el periodo. ¿Por qué es tan grave esta problemática?

En la edición 41 de los premios Oscar que se entregaron este domingo, el corto “Period. End the sentence.” ganó la estatuilla a mejor cortometraje documental. El filme relata la experiencia de diferentes mujeres indias que luchan contra el estigma de la menstruación.

“No puedo creer que un filme sobre el periodo gane un Oscar”, dijo Rayka Zehtabchi, directora del documental, cuando recibió el galardón.

Y es que este es un tema del que poco se habla en todo el mundo. Un director anónimo de la Academia incluso dijo al Hollywood Reporter, días antes de la ceremonia, que, “aunque el documental está bien hecho, no creo que los miembros voten por él, porque es un tema un poco asqueroso para los hombres”.

A pesar de eso, es un tema muy relevante en muchas partes del mundo. En India cerca de 23 millones de niñas se retiran del colegio anualmente cuando empiezan la pubertad porque les llega el periodo. Eso es el 17% de toda la población escolar en bachillerato, que deja de estudiar por la única razón de ser mujer.

¿Cómo es que un proceso natural aparta de la escuela a una considerable parte de la población femenina? ¿Por qué hace sentido que la Academia le haya entregado la estatuilla a un cortometraje que habla y pretende generar conciencia sobre este asunto?

Un tema tabú
Todo se origina en un tema cultural. Según un estudio de Dasra, una ONG que opera en la región, un sorprendente 70% de las mujeres indias con hijas adolescentes considera que la menstruación es “sucia”. Por eso, pocas hablan con sus hijas sobre el periodo. En 2012, solo el 38% de las niñas adolescentes había tenido esta conversación con sus familias, incluso después de que les llegara.

Esa falta de entendimiento se traduce en pobres prácticas de higiene menstrual. En las regiones apartadas de India, las mujeres no suelen usar toallas higiénicas, bien sea porque les da pena comprarlas o porque son muy caras para la población más pobre. 70% de las familias dice no poder comprarlas por falta de presupuesto.

Por otro lado, muchas mujeres del campo tienen una noción cultural que riñe con las buenas prácticas de higiene menstrual. “Se resisten a usar una toalla higiénica porque es difícil deshacerse de ella. Temen que caigan en las manos equivocadas y alguien pueda usar magia negra contra ellas”, señala Rani Bang en su libro “Poniendo a las mujeres primero: mujeres y salud en las comunidades rurales”.

En algunos Estados, como Tamil Nadu, hasta un 79% de las mujeres desconocen cualquier práctica de higiene menstrual. La cifra también es grave en Uttar Pradesh (66%), Rajasthan (56%) y Bengala Occidental (51%), señala una encuesta de Unicef.

La costumbre en buena parte de las mujeres es usar productos caseros, como trapos o trozos de camisas, para manejar el periodo.

Eso puede llevar a problemas de salud, desde infecciones en el tracto urinario hasta cáncer . De hecho, en India se reportan cerca de 60.000 muertes por cáncer cervical al año -la tercera parte de todos los casos a nivel mundial-, y dos tercios de ellos se atribuyen a malas prácticas de higiene menstrual.

A eso se le suma una precaria infraestructura en las instituciones educativas, donde 40% de todas las escuelas oficiales carecen de una batería sanitaria y otro 40% tiene solo una unisex.

Como consecuencia, muchas jóvenes, prefieren cambiarse las toallas higiénicas (o las telas que improvisan) en su casa, aunque tengan que caminar varios kilómetros. No una, sino varias veces al día. O, sencillamente, abandonar la escuela.

Eso ha llevado a una fuerte disparidad de género. Según estadísticas de Global Vision International, entre 2006 y 2010 solo 26% de las niñas de India culminaron el ciclo de educación escolar, comparado con el 50% de los niños. En los últimos años, esa tendencia ha dado un giro drástico, y las proporciones de cobertura está casi a la par.

Pero el alto número de niñas desertoras sigue siendo una preocupación mayor para el gobierno indio. En especial, si se suma a otros factores que todavía contribuyen a la deserción y al bajo rendimiento escolar de las mujeres, como el matrimonio temprano (una práctica cada vez más en desuso, pero todavía vigente en algunas familias) y una cultura machista en general.

Un problema mundial
Ahora, esta  problemática no se restringe a India. En Nepal y Afganistán el problema es similar, y 30% de las estudiantes prefieren ausentarse de clases durante su periodo.

Así mismo, es muy diciente que un programa consistente en llevar baterías sanitarias a las escuelas rurales de Bangladés aumentó la participación un 11%

En África también existe este problema, especialmente por las dificultades económicas de acceso a métodos de higiene menstrual. En KeniaGhana y Uganda, cerca del 50% de las niñas no tienen acceso a toallas higiénicas.

Un estudio en Etiopía encontró que la mitad de las estudiantes perdían entre uno y cuatro días de escuela al mes por la menstruación. De hecho, un reporte de la Unesco sugiere que una de cada 10 jóvenes en África Subsahariana pierde clases cuando les llega el periodo.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/las-ninas-en-india-no-pueden-ir-al-colegio-por-la-menstruacion/602981

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México: El 77% de deserción escolar está en bachillerato

México / 10 de febrero de 2019 / Autor: Mariana Jaime / Fuente: Educación Futura

Del millón 100 alumnos que abandonaron la educación obligatoria en el ciclo escolar 2015-2016 en México, el 76.9% pertenecían al nivel Medio Superior, de acuerdo con el Informe 2018. La Educación obligatoria en México, elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Según el documento, dicho nivel educativo avanzó únicamente 2.3 puntos porcentuales en la eficiencia terminal, desde que se estableció su obligatoriedad en 2012, siendo la causa principal de la deserción los factores económicos, debido a que los estudiantes se ven en la necesidad de trabajar para contribuir a la economía familiar.

Otras debilidades registradas en el informe son las carencias persistentes en primarias y preescolares indígenas y comunitarios, así como telesecundarias, secundarias comunitarias y telebachilleratos, que aún no disponen de aulas, biblioteca, salón de cómputo, canchas deportivas o áreas de juegos infantiles.

Incluso señala la carencia de sanitarios en 11% de los preescolares, 9% de las primarias, 6% de las secundarias y 3% de los planteles de Educación Media Superior, en el medio urbano, aunque el porcentaje es mayor en los planteles y escuelas del medio rural.

Sin embargo, el análisis reporta que en los últimos 15 años la educación en México ha logrado una disminución del analfabetismo, el incremento de la escolaridad promedio de la población a poco más de la secundaria y la expansión de todos los niveles educativos, salvo la primaria, que virtualmente ya logró la universalización.

Todos estos datos son parte del trabajo de investigación que realiza el INEE, al igual que la documentación de los indicadores del Sistema Educativo Nacional, que se difunden en el anuario Panorama Educativo de México.

En su publicación más reciente se da a conocer que en los últimos 15 años la matrícula de la educación obligatoria se incrementó de 26.8 millones de alumnos a cerca de 30.9 millones, que se traduce en un crecimiento anual promedio de 0.9% de los ciclos escolares 2001-2002 a 2016-2017.

El INEE tiene entre sus atribuciones fungir como autoridad en materia de evaluación educativa a nivel nacional; diseñar, implementar y mantener actualizado un sistema de indicadores educativos y de información de resultados de las evaluaciones; generar, recopilar, analizar y difundir información que sirva de base para la evaluación del Sistema Educativo Nacional y, con base en ella, emitir directrices que aporten a la mejora de la calidad educativa y su equidad; y diseñar e implementar evaluaciones que contribuyan a mejorar la calidad de los aprendizajes de los alumnos, con especial atención en grupos regionales, minorías culturales y lingüísticas y con algún tipo de discapacidad.

Es por ello que a través de la campaña En Educación, #AOscurasNo #AutonomíaSí enfatiza la necesidad de seguir contando con una instancia independiente del poder Ejecutivo, que genere información y ofrezca recomendaciones de política para mejorar el acceso y la permanencia de los estudiantes de las poblaciones más desprotegidas.

Fuente del Artículo:

El 77% de deserción escolar está en bachillerato

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 10 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

10 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 10 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Los 8 latinos finalistas al premio al Mejor Maestro del Mundo (y quién es el representante de Chile)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300608

 

01:00:00 – Colombia: 41° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa III)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300737

 

02:00:00 – España: Todo a punto para el arranque de la VI edición de Educacine, Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300612

 

03:00:00 – Maestros o cuando los libros van a la hoguera (Artículo de Yuri F. Tórrez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300618

 

04:00:00 – «La religión debe salir de las escuelas en los países árabes»: Hassan Aourid

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300615

 

05:00:00 – Libro: Cómo dar clase a los que no quieren (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300721

 

06:00:00 – Universidades de Irlanda: más estudiantes y menos financiación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300621

 

07:00:00 – Educación y cultura, la corrupción y la violencia (Artículo de Manuel Pérez Rocha)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300637

 

08:00:00 – Rosa Leal Puche: “Canadá invierte mucho en Educación y allí los jóvenes son bastante independientes”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300624

 

09:00:00 – Libro: Estrategias de enseñanza : otra mirada al quehacer en el aula / Rebeca Anijovich y Silvia Mora (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300709

 

10:00:00 – México: ¿Quién estuvo en contra de la educación laica? Así votaron el artículo 3 de la Constitución hace 102 años

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300627

 

11:00:00 – «Mexicanos Primero» o cuando el sector empresarial quiere sustituir a un sindicato (Artículo del Observatorio Latinoamericano de Políticas Educativas)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300749

 

12:00:00 – Quien hizo de Cuba un pueblo de educadores

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300631

 

13:00:00 – Libro: Desempoderamiento, Educación y Complejidad. Viviendo la construcción de procesos educativos centrífugos (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300724

 

14:00:00 – ONU: Sólo una tercera parte de los niños del mundo tiene protección social

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300634

 

15:00:00 – México: El 77% de deserción escolar está en bachillerato

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300718

 

16:00:00 – Conflictos en África dejan a 262 millones de niños sin educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300697

 

17:00:00 – 16 apps: las mejores herramientas para organizarse en clases

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300746

 

18:00:00 – Feminismo, homosexualidad y marxismo, lo que excluye Bolsonaro de la educación brasileña

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300700

 

19:00:00 – Cómo desarmar y armar una Reforma Educativa (Artículo de Miguel Ángel Pérez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300713

 

20:00:00 – Frei Betto aboga por una educación crítica

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300706

 

21:00:00 – Reseña de Libro: Prospectiva de la educación superior en el mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300752

 

22:00:00 – Concluye en Cuba XVI Congreso Internacional Pedagogía 2019

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300703

 

23:00:00 – Papel que toma la educación en la industria 4.0 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300741

 

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Migración condiciona altos índices de deserción escolar en Guatemala

Centro América/ Guatemala/ 04.02.2019/ Fuente: www.prensa-latina.cu.

 

Junto al trabajo infantil y los embarazos a temprana edad, la migración condiciona hoy elevados índices de deserción escolar en Guatemala, un tema recurrente para las autoridades de Educación.

Tradicionalmente, un considerable número de menores abandonan las aulas bajo la presión de ayudar a sus padres a ganar el sustento diario, pero en los últimos años, la salida del país hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida añade un nuevo factor a la compleja problemática, advierten expertos.

Un reportaje publicado hoy por el diario Prensa Libre alerta sobre el fenómeno que incidió particularmente el pasado año en el incremento de la deserción, a pesar de que el Ministerio de Educación implementó programas específicos para intentar detener la caída como Alimentación Escolar, entrega de útiles y valija didáctica.

De acuerdo con el medio, las cifras de abandono escolar se incrementaron en un 42 por ciento en comparación con el período anterior, al pasar de 152 mil 820 a 217 mil 739.

Aunque la cartera argumenta que estos datos son preliminares y podrían contener errores porque se implementó un sistema automático para inscribir a los niños, lo cierto es que muchos nunca llegaron a las aulas.

De comprobarse, advierte la investigación, significa que quedaron fuera del sistema educativo.

Las estadísticas aportadas reflejan que el nivel de primaria fue el más afectado, con un saldo de 70 mil 246 niños separados del salón de clases a 110 mil 595, pero la situación no cambió mucho en Preprimaria, donde 11 mil 799 escritorios quedaron vacíos durante el último año lectivo.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó en 2018 que cuatro mil 821 menores no acompañados retornaron a Guatemala luego de intentar viajar de manera ilegal hacia Estados Unidos.

En ese caso, los niños dejan la escuela para acompañar a sus padres y si no lo logran, generalmente ya no vuelven a la escuela, principalmente en el área rural, donde la pobreza ronda el 50 por ciento de la población.

Expertos puntualizan que siete de cada diez deportados el año pasado refirieron que migraron con la intención de buscar empleo, mientras que uno de cada diez lo hizo para reunirse con sus familiares.

Para la exministra de Educación María del Carmen Aceña, la situación económica y la falta de oportunidades llevará a que en el futuro más jóvenes dejen la escuela.

Y no solo influye la migración internacional, sino también la interna, pues en los hogares en que la economía depende de alguna actividad agrícola, los padres se llevan sus hijos a trabajar en el corte de café o la zafra, argumentó.

En el caso de las niñas, se quedan en casa realizando trabajos domésticos, cuidando a sus hermanos o a las personas de la tercera edad, una vieja problemática que se vuelve un círculo vicioso mientras no se apunte a las causas estructurale que la generan, puntualizaron expertos.

Fuente de la noticia: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=249275&SEO=migracion-condiciona-altos-indices-de-desercion-escolar-en-guatemala
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Eloísa Bordoli: “La escuela sola no puede”

 

Sobre los formatos curriculares homogéneos, la diversidad y la desigualdad, hablamos con la directora del Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

En los últimos años, desde la academia y algunas organizaciones sociales se ha empezado a reivindicar y estudiar la construcción de “lo común”. Eloísa Bordoli, maestra, licenciada en Ciencias de la Educación, doctora en Ciencias Sociales y actualmente directora del Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, se ha especializado en políticas curriculares, y en particular ha estudiado últimamente las tensiones entre “lo común y los particularismos”. Bordoli considera que la educación debe trascender las demandas del mercado y ser “una apuesta a la posibilidad de construir el futuro”, y plantea que los programas curriculares deben “reconocer la diversidad sin perder de vista que hay un horizonte común que debe garantizarse”. Además, afirma que le “rechina” que se diga que la escuela reproduce la desigualdad, porque esos discursos “sólo dicen parte de la cosa”.

En su trabajo de investigación plantea como hipótesis que los diseños curriculares y las “formas escolares” homogéneas (por formas escolares se entienden los tiempos escolares, los espacios, las formas de enseñanza –en particular la del maestro dando la clase a todo el grupo–) se asociaron a “la manera legítima de comprender la construcción de lo común”. Históricamente, este proceso se ubica en la segunda mitad del siglo XIX y retoma la idea de José Pedro Barrán acerca de cómo la civilización disciplina a la barbarie: “Hay textos de Varela, inspirados en algunos de Sarmiento, en el cual plantea al niño como un bárbaro etario y al gaucho como un bárbaro salvaje, y la escuela tenía, de alguna manera, la misión de inscribirlos”, dice Bordoli, instalando la idea de que la igualdad queda asociada a la homogeneidad. La idea también tiene sus raíces en la “utopía de Comenio”, uno de los pedagogos que instauró las bases de la didáctica, que afirmaba que se puede enseñar todo a todos. “Eso llevó a determinados diseños institucionales y dispositivos de enseñanza iguales para todos. Ahí se construye una equivalencia entre lo que puede ser la ampliación utópica de horizontes integradores para los sectores más desfavorecidos pero en un patrón homogéneo. Lo universal se configura en exactamente lo mismo para todos”, explica la investigadora.

Ahora, ¿qué pasa en la actualidad, cuando emerge un conjunto de reivindicaciones que surgen desde la diversidad y los particularismos? Es entonces cuando surgen las tensiones. Sobre estas tensiones, la confusión entre diversidad y desigualdad, los planes socioeducativos focalizados y las perspectivas que han adoptado las reformas educativas en los últimos años conversamos con Bordoli.

¿Qué pasó con esa idea de homogeneidad asociada a la igualdad cuando irrumpió un conjunto de reivindicaciones a partir de la diversidad?

Eso homogéneo se ha fragmentado y ha fracasado como proyecto, además de no habilitar la posibilidad de desarrollo de las diversidades de los sujetos o de los grupos poblacionales. Entonces, se están buscando caminos de inscribir en un marco de justicia, lo que algunos autores llaman justicia curricular o justicia educativa, que habilite por un lado la distribución de los bienes culturales –que es lo que hace a la especificidad de lo educativo–, conjuntamente con el reconocimiento de las diferencias de los sujetos y de los grupos de pertenencia en los cuales cada uno de ellos se inscribe, con procesos de participación de esos sujetos en las formas de tramitación y de construcción de un lazo de filiación con la cultura. Ese es el desafío en abstracto. En concreto, uno puede pensar que en los años 90, con las reformas educativas que se fueron desarrollando en el conjunto del continente, en nuestro país esto tuvo un sesgo amortiguado o heterodoxo; lo que se buscó fue la modalidad de compensación o de focalización de determinadas políticas para aquellos que no tenían cabida en el sistema o tenían aprendizajes de baja intensidad.

¿En qué sentido fue una reforma amortiguada?

Uno de los problemas que tenemos en educación tiene que ver con determinadas modas o formas de imposición de discursos regionales e internacionales, que buscan resignificar el campo de la propuesta educativa. Como señalan algunos colegas, en nuestro país tenemos una forma amortiguada de tramitar los procesos de transformación, que hizo que las reformas de los 90 no fuesen tan neoliberales como fueron en Chile, Argentina u otros países, sino que hubo un refuerzo presupuestal del Estado, una implementación de políticas particulares para aquellos sectores en desigualdad. No obstante, algunas de estas premisas permearon; por ejemplo, que el otro es el diferente y el culpable de su situación; él o su familia, por ubicarse en un contexto socioeconómico desfavorable o porque la madre tenga un bajo capital cultural, son las variables explicativas para el fracaso escolar del niño. En el esquema de los 90, ante eso hay que aplicar políticas focalizadas para compensar esas situaciones, porque era mejor que el chico estuviera en la escuela.Es lo de la frase famosa, cuando [el ex presidente del Consejo Directivo Central, Germán] Rama defiende el mensaje presupuestal de la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública] en el Parlamento: “Va a salir más barato hacer escuelas de tiempo completo ahora que cárceles mañana”. A partir de la asunción de los gobiernos progresistas, en nuestro país en particular, pero también en la región, uno de los aspectos que aparece es que se empieza a problematizar y a visualizar esta dificultad: que es necesario mantener un horizonte universal y atender, además, las desigualdades. Allí, según las investigaciones que hemos hecho, uno podría decir que se configura un discurso híbrido que busca un Estado que se haga cargo de la responsabilidades y ofrezca garantías al derecho de la educación y que, en ese sentido, apunte a la construcción de lo común, conjugándolo con los particularismos. Hay una tensión en esa articulación discursiva. Hay una apuesta a que lo común es posible, porque la educación es un derecho que garantiza distribuciones de los bienes culturales que han sido legitimados por una comunidad particular, y las nuevas generaciones son merecedoras de apropiarse de esos bienes culturales, pero a la vez con una atención o una escucha a las necesidades más de orden particular, buscando no discriminar al otro por su condición diferente. Allí hay una tensión. Las políticas de inclusión educativa o socioeducativas impulsadas en los gobiernos progresistas no han podido resolver plenamente esto, sino que hay una sensibilidad, que es una sensibilidad histórica de inscripción de los sujetos en algo que es común, que tiene que ver con la cultura, con esos patrones de filiación del sujeto, con los otros, a la vez de atender el conjunto de diferencias que se están dando.

¿Cuál es la diferencia entre esas dos etapas?

La construcción de sentido. Las políticas tienen dos componentes: uno es de intervención frente al diagnóstico de un problema, pero el otro tiene que ver con la construcción de sentido de esa política. ¿El sentido es el reconocimiento de la diversidad del otro o la culpabilización de la situación del otro? Ahí hay una diferencia radical entre las políticas de los 90 y las que se han implementado en estos períodos. La otra diferencia sustantiva tiene que ver con los horizontes de inscripción, en clave de buscar las articulaciones que hacen a lo común pero atendiendo la pluralidad de gramáticas o la pluralidad de necesidades de los sujetos. ¿Cómo se resuelve eso en los programas educativos concretos? Es un punto que se pone en tensión, como todas las cosas del orden de lo educativo y de lo humano, no es blanco o negro. Creo que una de las claves, que también es un rasgo diferencial de estas ultimas políticas educativas que se han ido aplicando, tiene que ver con la posición o el lugar que se les otorga a los docentes. Uno podría decir, esquemáticamente, que en el modelo de los 90 el docente era alguien a quien había que capacitar, había que brindarle herramientas, porque no tenía las capacidades suficientes para enfrentarse a las nuevas realidades o no estaba actualizado desde el punto de vista didáctico o disciplinar. En estos períodos una línea estratégica que se ha seguido tiene que ver con el lugar de participación y de construcción colectiva que se le otorga al docente, que se puede analizar por dos vías de entrada. Por un lado, la UNESCO en el año 2000 se dio cuenta –y tiene que ver con lo que decía de las modas educativas– de que para reformar la educación las reformas curriculares (que fueron un patrón común en los 90) no eran suficientes. Vos podés cambiar el diseño curricular, pero después el que trabaja es el docente. Esto no quiere decir que los cambios curriculares no afecten, porque los currículums operan como norma, pero la prescripción tiene un margen, que es la mediación del docente. La UNESCO analizó esto y dijo: “El centro es la cuestión docente, entonces lo que hay que hacer es apuntar a los procesos de capacitación docente”. Ahí hubo un giro. Esa es una de las vertientes del discurso educativo en el cual se revaloriza al docente, que entró a nuestro país. Otra vía de análisis tiene que ver con la propia construcción del cuerpo docente, en su historia pedagógica y sindical, de las reivindicaciones de su figura para transformar lo educativo. Hubo muchísima experimentación pedagógica en la cual los docentes eran protagonistas, y eso es un legado hacia el que los gobiernos progresistas de nuestro país son muy sensibles, porque la mayoría de quienes están o estuvieron en la dirección vienen de allí. Entonces, se pudo implementar el Congreso de la Educación y también los consejos han sacado resoluciones en las que habilitan y estimulan la experimentación pedagógica. Hay muchísimas escuelas, también experiencias a nivel de UTU y secundaria, en las que se están alterando las formas de trabajo, ya sea de todo el dispositivo escolar, ya sea de trabajo con la comunidad, ya sea de la enseñanza en el aula. En esos tres niveles hay cambios que vienen construidos por los docentes. Esta es otra vertiente explicativa de la importancia del rol y de la participación docente en la construcción de las propias propuestas pedagógicas.

Volviendo a la idea del currículum como lo homogéneo, en tu trabajo planteás que en parte estos formatos escolares rígidos explican la dificultad para introducir innovaciones. ¿Por qué es tan difícil implementar cambios en educación?

Hay muchísimos estudios en Estados Unidos, Europa, América, acá, que muestran esto. Hay una pregunta que retoma Graciela Frigerio que es de dos historiadores de la educación norteamericanos: ¿quién reforma las reformas? Los docentes hibridizan las nuevas orientaciones, no sólo porque hay una mediación de un sujeto intérprete, que imprime según su saber profesional específico, su experiencia y su historia profesional, sino también porque la institución escolar muchas veces tiende a mimetizar el cambio, a mediar sobre el cambio. Por ejemplo, el Programa Maestros Comunitarios (PMC), que surge por una ONG, después vive por dos años un proceso de institucionalización. De ese proceso hay dos cosas que son relevantes: una, que los docentes empiezan a visualizar la importancia de ese programa y a transformarse ellos mismos en su práctica. Pero por otro lado, ¿cuál era el riesgo central? La excesiva institucionalización del programa, que se pegara tanto a la institución escolar y a sus formas, que perdiera su rasgo diferencial. El riesgo es que estos programas, que de alguna manera interpelan la gramática dura de lo escolar, no terminen siendo un programa más para aquellos chicos que presentan baja intensidad en los aprendizajes y transformándose, por esa vía, en un programa focalizado para algunos sujetos, en lugar de un programa con una capacidad de interpelar al maestro en su posición de enseñante y a la institución en su conjunto.

El PMC puede ser un ejemplo de cómo la innovación cuesta, porque si bien hay evaluaciones que indican que mejoran los aprendizajes, sigue siendo un programa focalizado que no cambia totalmente la escuela.

La razón explicativa de las autoridades es que es focalizado porque no está la plata suficiente. Pero tiene una vocación universal: el foco del problema no es el niño o su familia, el foco es la escuela y cómo la escuela puede transformarse y hacerse más hospitalaria, renovarse en función de la diversidad a la que se enfrenta. Una de las cosas que me interesa subrayar es que uno puede identificar una diversidad cultural, hay diferencias en las variaciones lingüísticas de los sujetos, y desde el punto de vista de un proyecto político cultural, que de alguna manera es lo que la escuela promueve, se puede reconocer esa diversidad y articular sin perder de vista que hay un nosotros, un horizonte común que debe garantizarse. Pero otra cosa es la desigualdad. En el mundo neoliberal, con esas frases de “hacé la tuya” y “viva la diferencia”, en realidad lo que se está ocultando es la fragmentación y la desigualdad de un neoliberalismo salvaje. Creo en apostar a que la escuela tiene la especificidad de la redistribución de los bienes culturales a todos y también es uno de los vehículos centrales para la inscripción de un nosotros plural, con diversidad, por eso digo que eso es una cuestión en tensión; es bien distinto a que cada un haga la suya, lo que refuerza la fragmentación y la desigualdad. Más allá de que uno pueda interpelar las formas muy homogéneas de lo escolar y la necesidad de que puedan modularse de modo diferente las propuestas educativas y los diseños curriculares, la escuela cumple allí un papel sustantivo, que es la construcción colectiva. Ahí no sólo se pone en juego la distribución de un conjunto de saberes específicos y desarrollo de habilidades de los sujetos, sino también la inscripción de ciertos valores éticos y políticos que hacen a lo común, que es sustantiva, y también es una misión de la escuela, en marcos de convivencia y tolerancia, atender la diversidad, pero eso la escuela lo tiene que seguir afirmando y reafirmando.

¿Cuáles serían los riesgos de los programas focalizados? Uno de los que se mencionan, por ejemplo respecto de Propuesta 2016 en secundaria, es el de la estigmatización de los colectivos a los que están dirigidos.

Esa es una de las críticas centrales sobre el riesgo de construir planes curriculares a medida. ¿La educación tiene que ser funcional a las demandas del mercado, a las demandas de la sociedad, o la educación debe trascender y habilitar las posibilidades de tránsito en lo que el chico quiera? La educación no puede ser medida en un horizonte pequeñito e inmediato, sino que tiene que ser una apuesta a la posibilidad de construir el futuro. Si vos diseñás un currículum a medida, la medida se va a reproducir; vos tenés que apostar a más. Hay algo del saber que es inconmensurable; uno debe apostar a que eso se desarrolle y potencie en el futuro, si no se cae en un funcionalismo y en reproducir los esquemas que ya están establecidos. Cuando uno lo piensa en el diseño concreto de programas, ahí se genera también una tensión. Es bueno pensar cuestiones que sean articulables. Por ejemplo, módulos que apunten al desarrollo cultural amplio del sujeto, ciudadano y político, de convivencia con lo diverso y con los otros, y módulos más particulares, en función de los distintos medios o situaciones en las cuales los sujetos se encuentran. Allí hay una cuestión que tiene una resolución del orden técnico, en la articulación de un diseño curricular particular, pero que trasciende lo técnico, porque implica una toma de decisión política y pedagógica sobre qué es a lo que el sujeto tiene derecho, qué es lo que el Estado debe garantizar como posibilidad de desarrollo y de crecimiento de los otros, y de movilidad. Hay una primera definición que es pedagógica y que es política, en el sentido de qué sociedad nos imaginamos, pero también después va a tener operativamente cuestiones más técnicas de cómo eso se puede articular, qué tiempos, qué espacios comunes puede haber, cuáles diferenciales; eso tiene una traducción después en lo que se llama la nomenclatura y la gramática de lo curricular.

Los porcentajes de deserción en educación media superior interpelan también lo curricular, en el sentido de por qué es que abandonan. Una sensibilidad contra la desigualdad puede también motivar la modificación de esos estándares.

Evidentemente, eso es una alerta. Más que amarilla, es una luz roja sobre lo que nos está pasando. Eso interpela al formato que la propia institución secundaria ofrece y también a los propios docentes en sus formas de enseñar. Uno podría decir: “La responsabilidad es de los ni-ni, que no quieren trabajar ni estudiar”. No, la responsabilidad es de todos nosotros, del Estado, de los docentes, las autoridades, los profesionales que trabajamos en estos temas, de toda la ciudadanía, es un problema de todos. Indudablemente, allí hay un cuello de botella que es bien importante para nuestra educación y en el cual hay que poner especial atención a las formas de los dispositivos institucionales, curriculares y también a la forma de enseñar. Lo que no quiere decir que porque están en determinado lugar yo les tengo que dar otra cosa: ‘Porque son de contexto vulnerable tienen que tener un programa de menor calidad, o menos tiempo, o más lúdico…’. No necesariamente es así. ¿Por qué no buscar los cambios institucionales que habiliten el tránsito de los sujetos por las distintas manifestaciones de la cultura?

El tema es cómo.

Claro. El cómo me parece que pasa, por un lado, en tener claro que son sujetos de derecho y que son sujetos iguales. Hay un filósofo francés, Jacques Rancière, que plantea como premisa que las inteligencias son iguales. Obviamente, esta es una formulación hipotética, que implica cómo me ubico yo ante el otro. Yo, docente, frente a la alteridad del otro; yo, institución educativa, frente a la diversidad de las alteridades de las comunidades en las cuales me inscribo para trabajar. Partiendo de esa premisa, el segundo paso es cómo podemos transformarnos, los dispositivos institucionales, los dispositivos curriculares, para poder albergar y hacer hospitalario el tránsito por las diferentes manifestaciones culturales que la educación tiene la obligación de redistribuir a todos por igual.

¿La escuela acrecienta la desigualdad?

Lo que hace la escuela pública es marcar un horizonte de inscripción de los sujetos, y por lo tanto fomenta e incrementa los procesos igualitarios. Uno puede discutir cómo mejorar o cómo promover mayores horizontes de integración o de igualdad a través de la escuela, pero la institución escolar, en esa utopía decimonónica de “los que han pasado juntos por los bancos de la escuela, no importando raza, sexo, diferenciación de clases sociales”, sigue estando presente en nuestra escuela pública. Quizás aquello de Florencio Sánchez, de “m’hijo el dotor”, la escuela como el vehículo de movilidad social, hoy no se puede visualizar tan claramente como hace unas décadas. Sin duda que hay, sobre todo a nivel de educación media y de enseñanza secundaria, cosas para modificar de forma de lograr que el total de los chiquilines terminen la educación. Lo que sucede es que todo pasa por la escuela. La culpa en este nivel siempre la tienen la madre y la escuela. Me parece que hay circuitos más complejos. Los dispositivos de enseñanza pueden y deben modificarse para que los chiquilines puedan transitar en instituciones más hospitalarias, en las cuales circulen el saber y las formas de convivencia. Es necesario que haya procesos de modificación y de actualización para que se garanticen las formas de distribución de la cultura; eso sí, siempre con participación de los actores y viendo que la escuela sola no puede. La escuela es un componente sustantivo en un entramado social mucho más complejo, que tiene que ver con otras inscripciones del mundo laboral, de los jóvenes en otros ámbitos, en otros circuitos culturales, en otras formas de participación. Me parece que se ha avanzado mucho, pero igualmente queda mucho para seguir haciendo allí. Lo que me rechina es eso de que la escuela reproduce las desigualdades. Es una afirmación muy fuerte. Quizás aquella escuela que se pensaba que era el motor del progreso y que iba a habilitar la movilidad social hoy no se visualiza con tanta fuerza, pero no sólo por la escuela: hay otras cuestiones del tejido social y del tejido cultural que no coadyuvan. Hay que preguntarse más integralmente qué lugar ocupa la escuela, qué posibilidades tiene y qué restricciones. Estos discursos, que se naturalizan, ¿qué habilitan? Habilitan propuestas educativas que son subvencionadas por el Estado, que indirectamente, por exoneraciones, por ley de mecenazgo, invierte en ellas, pero aparecen como de gestión privada. Entonces, crece ese sentido común de que lo privado es mejor que lo público. Sobre eso hay dos cosas que me parecen sustantivas. Una es que el Estado, de alguna manera, somos todos, y todos podemos participar en torno a eso. Y, por otro lado, la forma más transparente de elección de los docentes y los dispositivos las brinda el Estado: es el único que tiene concursos. Donde hay concursos para el ascenso es en el Estado, donde hay carrera docente es en las instituciones público-estatales, donde hay discusiones abiertas en las que pueden participar todos en torno a las formas curriculares es el Estado. Me asusta la instalación de esos discursos que, en definitiva, están ocultando o dicen sólo una parte de la cosa. Cuando uno dice una parte no es la verdad, sino que es una falsedad.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2019/1/con-la-investigadora-eloisa-bordoli-la-escuela-sola-no-puede/

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Más de 10 mil 200 alumnos abandonaron estudios en Costa Rica

Centro América/Costa Rica/31 Enero 2019/Fuente: Prensa Latina

El 2,8 por ciento de los estudiantes de secundaria, es decir, 10 mil 211 alumnos abandonaron las aulas en 2018, según datos del departamento de Análisis Estadístico del Ministerio de Educación Pública (MEP), divulgados hoy aquí.
De acuerdo con esas cifras, tres mil 845 estudiantes de décimo año dejaron la escuela durante las vacaciones de medio período (julio) del curso lectivo 2018, seguido de los de séptimo año (dos mil 803), los de octavo (mil 150) y noveno (871).

Lo anterior demuestra que la exclusión escolar continúa siendo uno de los principales desafíos para el sistema educativo de Costa Rica. Ante esa situación, para evitar un posible aumento del problemas en el curso lectivo 2019, el MEP extendió hasta marzo el período de matrícula.

El informe anual del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Costa Rica refleja que los adolescentes excluidos tienen menores posibilidades de mejorar su calidad de vida, mayor dificultad para incorporarse al mercado laboral, acceden tempranamente a empleos de baja calidad y corren el riesgo de vincularse con grupos delictivos.

‘En muchos casos, detrás del bajo rendimiento académico existe una aguda problemática personal, familiar y social. Los datos muestran que existe una mayor proporción de exclusión escolar entre las poblaciones más vulnerables por su situación social y ubicación geográfica’, indica la Unicef.

El organismo internacional afirma que la exclusión escolar expone a estas poblaciones a reproducir el círculo intergeneracional de pobreza, el cual desemboca en mayores condiciones de vulnerabilidad social.

Entre los factores que favorecen el abandono escolar, la Unicef menciona Sobreedad; Bajo nivel educativo de los padres; Bajo rendimiento; Violencia; Ausentismo; Aspectos motivacionales; Falta de apoyo académico; Adicciones y delincuencia; Factores socio-económicos; Orientación sexual e identidad de género; Factores emocionales y mentales; y Acoso escolar.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=248709&SEO=mas-de-10-mil-200-alumnos-abandonaron-estudios-en-costa-rica
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