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La escuela al centro ¿la respuesta?

La educación es responsabilidad de todos. Humanizar los espacios y realizar la propia humanidad.

Por: Jose Guadalupe Sanchez Aviña.

En dos entregas anteriores inmediatas he comentado sobre lo ubicuo de la educación y de la responsabilidad de ser profesor en México; hoy quisiera dedicar estas líneas a lo que la escuela como centro educativo le corresponde y muy especialmente del derecho y obligación que Todos tenemos de procurar su correcto funcionamiento. ¡Sí!, tengamos o no hijos inscritos en ellos.

Como es sabido, la propuesta del nuevo modelo educativo, señala que: “Para materializar el nuevo planteamiento pedagógico, se parte de una nueva visión que pone la Escuela al centro del sistema educativo, como espacio en donde convergen todos los recursos y esfuerzos de los distintos actores.” (p. 16) y pone énfasis en su mayor autonomía. Esta es una opción dentro de las opciones mundiales que procuran la calidad en la educación; las otras son la comunidad una y el maestro la otra, además de una cuarta que presenta una propuesta integradora.

Dos tendencias ha seguido su aplicación: a) mayor responsabilidad de la escuela, adelgazamiento de unidades centrales o una privatización de los servicios educativos, y el sistema evalúa los resultados logrados de la escuela, existiendo el riesgo de utilizar los resultados de manera punitiva. b) descentralización con reorganización de los sistemas educativos, con base en arreglos administrativos y de apoyo técnico entre el centro y las escuelas, y la evaluación se hace por el sistema para tener elementos para definir a las escuelas que necesitan mayor acompañamiento. ¿Qué ruta se seguirá en nuestra experiencia? Ya lo estaremos viendo.

Sin duda es fundamental lo que se está comentando, sin embargo, quiero referirme a un aspecto más elemental que considero crucial en la mejora de la educación en nuestro País. ¿De quién es responsabilidad lo que sucede o deja de suceder en las escuelas? ¿De las autoridades gubernamentales? ¿De los padres de familia de los niños que acuden a esa escuela? ¿De los profesores de esa escuela? ¿De los estudiantes de esa escuela? ¿De estos cuatro actores de manera conjunta? Tal pareciera que lo más sensato es pensar que es la responsabilidad compartida entre estos cuatro actores lo que haría posible su correcto funcionamiento.

La acción coordinada entre los cuatro actores mencionados, representa un paso adelante para impulsar los buenos resultados educativos pretendidos desde las cúpulas administrativas del sistema educativo mexicano; si esto nos complace… pues ya se tiene definida la ruta a seguir. Sin embargo, si lo que se quiere es mejorar sustancialmente la educación en nuestro País, entonces es indispensable dar un golpe de timón y modificar la estructura de las decisiones en el sistema educativo nacional. Ni la participación de los padres de familia se cumple con realizar reparaciones en las escuelas o encargarse de cooperativas o gastos de festivales, ni mucho menos la responsabilidad de lo que sucede en nuestras escuelas es exclusiva de los padres que tienen hijos en ellas.

Una posibilidad de acción para la transformación del sistema educativo se encuentra en modificar de raíz la concepción que socialmente se tiene sobre la educación: debemos avanzar en entender que la educación es responsabilidad de cada ciudadano y que representa un valor que hace posible nuestro desarrollo como Seres Humanos en contextos concretos. Para el caso específico del que aquí se escribe, significaría aceptar que lo que sucede al interior de las escuelas nos compete a todos, tengamos a no hijos en ellas. Hablamos una vez más de un ciudadano empoderado que ejerce su cualidad de constructor de ese Estado del que forma parte.

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2017-02-24/la-escuela-al-centro-la-respuesta

Imagen:http://www.muralchiapas.com/images/Plan_escuela_al_centro_dar%C3%A1_respuesta_a_a%C3%B1ejas_demandas_Albores_Gleason.jpeg

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El enfoque escolarizado del análisis educativo.

Por: Miguel de Castilla Urbina.

Ni la educación es sinónimo de escuela, ni el sistema educativo es sinónimo de sistema escolar, ni los problemas de la educación son sinónimos de los problemas de las escuelas.

 Este deslinde es necesario realizarlo cuando de lo que se trata es de analizar la educación en un centro escolar, en un núcleo educativo,  en un municipio, un departamento o a nivel nacional, en tanto, por lo general, cuando se realizan estos ejercicios, se hacen ignorando el carácter y ubicación de la educación escolar en la vida social, dedicando su atención a variables y aspectos meramente escolares, desconectándolos parcial o absolutamente de la vida económica y social, especialmente del origen social  de los estudiantes y de la situación económica de las familias de donde provienen los mismos.  La conclusión de este tipo de análisis es obvia, la culpa de los desajustes de la educación anidan en la educación misma y es ahí donde hay que buscar las soluciones.

Analizar variables como la formación del magisterio, los planes y programas de estudio, la administración  financiera municipal de la educación, la evaluación de los aprendizajes, la infraestructura escolar, etc. Excluyendo del análisis la relación de cada uno de estos factores con la variable estudiante y su relación con el medio en que este  reproduce su existencia, es un enfoque parcial, insuficiente, escolarizado y sesgado de la educación escolar, el cual excluye a la variable más importante del proceso educativo, como es el estudiante  que es en quien se realiza la educación y su calidad.

No es que el currículo, el magisterio, la evaluación educativa y los edificios escolares no sean importantes, lo que pasa es que ninguno de esos elementos funcionan en el aire, todos tienen sentido según sean las personas que aprenden,  que no llegan al aula de clases como si fuesen una página en blanco, sino que llegan con una carga muy grande de experiencias y aprendizajes  producto de la acción educativa y de socialización  de su familia,  de sus pares etarios en su entorno social  y de los llamados medios de comunicación social que se imponen avasallantes sobre niños, niñas y jóvenes, que por su edad mental y cronológica no están en capacidad de criticar, oponerse y rechazar sus mensajes.

Hacen  falta  él y la estudiante en esos diagnósticos y esas propuestas, no como una entidad exógena separada y extraña, sino como parte fundamental del proceso educativo, sin la cual no existe el mismo, no existe la educación porque no habría nadie a quien educar.  El o la estudiante es el referente con el cual hay que contrastar, chocar o cruzar las variables meramente escolares a fin de medir y valorar sus atributos y cualidades y con base en esos resultados hacer las recomendaciones que corresponda. Es el caso del currículo, por ejemplo, una cosa es el currículo de los estudiantes de la zona rural y otro es el de los estudiantes de la zona urbana, o también el caso del magisterio, su formación y capacitación, una cosa son los docentes de la educación para la primera infancia y otra cosa son los profesores de la educación secundaria o universitaria, sus características son diferentes, en tanto, son diferentes las características de los estudiantes a quienes ofrecen sus servicios docentes.

Respecto a la importancia del estudio del factor  estudiante y su relación con las variables de la ingeniería escolar, es de importancia  hacer referencia a las diferencias respecto a la situación de clase de los niños y jóvenes que se educan,  en tanto no son iguales las posibilidades de un niño, niña o joven de las clases acomodas, comparadas con las posibilidades de otros y otras de las clases medias, y las posibilidades de otros y otras de los sectores empobrecidos.  Las posibilidades económicas de las familias de donde proceden unos y otras son diferentes. No son iguales, desiguales, y por lo tanto serán desiguales las oportunidades de aprender de los niños y niñas de una y otra clase o sector social.  Ignorar esto a la hora de realizar diagnósticos educativos es hacer metafísica y convertir la búsqueda de solución en parte del problema.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/409845-enfoque-escolarizado-analisis-educativo/

Imagen: http://endimages.s3.amazonaws.com/cache/d3/ee/d3ee559ec2e9d06d02ccf2b76ce715e7.jpg

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Libro: La extinción de la educación pública en Chile

La extinción de la educación pública en Chile

Jesús Redondo Rojo. [Autor]

Colección Red de Posgrados en Ciencias Sociales.
ISBN 978-987-722-068-1
CLACSO.
Buenos Aires.
Abril de 2015

Durante los últimos años la sociedad chilena ha cambiado, y entre otros desafíos se plantea la educación como el símbolo de los cambios hacia una nueva sociedad más allá del miedo que atenazaba la transición. Para el autor, la educación es el cambio social más sensible a la persistencia de la desigualdad, porque determina no solo el presente sino el futuro. Sus actores principales, las nuevas generaciones, no tienen miedo y no necesitan soportar un modelo sin promesas reales, es decir, sin capacidad de motivación ni legitimidad. En los textos que se encuentran en este libro, se presentan las opiniones, las reflexiones y las investigaciones realizadas por el autor entre los años 1997 y 2012, desde su actividad académica en el Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=949&campo=titulo&texto=educacion

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Objetivos globales (post-milenio) en educación. ¿Qué lejos estamos?

Por: Blanca Heredia

El mes pasado se publicó la edición 2016 del Panorama de la Educación: Indicadores de la OCDE. Esta publicación constituye la fuente más completa y actualizada de indicadores educativos comparables internacionalmente para los países de la OCDE y algunos países asociados.

En el Education at a Glance (EAG) 2016 se incluye, por primera vez y además de los datos sobre estructura, finanzas y resultados educativos, un análisis del grado de avance de los países de la OCDE para alcanzar el Objetivo 4, referido a Educación de calidad, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los ODS, también conocidos como “Objetivos Globales” fueron adoptados en septiembre de 2015 a partir de un proceso deliberativo muy amplio impulsado por las Naciones Unidas y constituyen la agenda global de desarrollo posterior a los Objetivos del Milenio. Los ODS comprenden objetivos en 17 temas con 169 metas específicas para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos.

El Objetivo 4 de los ODS: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” contempla las siguientes 10 metas, a ser alcanzadas en 2030:

1. Primaria y secundaria gratuita, equitativa y de calidad, que produzca resultados escolares pertinentes y eficaces para todos los niños y niñas.

2. Acceso a servicios en la primera infancia y a una enseñanza
preescolar de calidad para todos los niños y niñas

3. Asegurar acceso equitativo para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad

4. Aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos con las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento

5. Eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso en condiciones de igualdad de las personas vulnerables a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional

6. Garantizar que todos los jóvenes y una proporción sustancial de los adultos tengan competencias de lectura, escritura y aritmética

7. Garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible

8. Construir y adecuar instalaciones escolares que respondan a las necesidades de los niños y las personas discapacitadas, contemplen equidad de género, y ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos

9. Aumentar sustancialmente a nivel mundial las becas disponibles para los países en desarrollo, en particular los menos adelantados.

10. Aumentar sustancialmente la oferta de maestros calificados.

En relación a los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia educativa, el Objetivo 4 de los ODS presenta dos diferencias centrales.

Primero, las metas establecidas abarcan a todos los países y no sólo a los países en desarrollo. Segundo, a diferencia de los Objetivos del Milenio que estaban centrados exclusivamente en cobertura y acceso educativo, los nuevos ODS en educación, si bien incluyen temas de acceso, concentran la atención en la calidad educativa y en los aprendizajes efectivos de los alumnos.

El análisis acerca del progreso de los países de la OCDE para alcanzar el Objetivo 4 incluido en el EAG 2016 constituye el mayor avance hasta la fecha en la materia y forma parte de un esfuerzo más amplio en curso dentro de la organización para desarrollar el conjunto completo de indicadores requeridos para medir de forma consistente el grado de avance de distintos países en relación a las metas educativas de los ODS.

Los resultados del análisis referido distan mucho de ser positivos, incluso para países con altos niveles de desarrollo. Tenemos así, que de los 35 países de la OCDE para los cuales se dispone de datos, sólo 12 de ellos logran ubicarse en el nivel esperado en al menos 5 de las 10 metas educativas contenidas en el Objetivo 4: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Japón, Corea del Sur, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega y Suecia.

Sorprendentemente, países como Alemania y Suiza solamente consiguen niveles esperados en 4 de las 10 metas. Estados Unidos, por su parte, presenta niveles esperados en tan sólo 2 de las metas, cifra igual a la de Islandia, Israel, Italia, Portugal, Eslovaquia y Turquía.

México solamente obtiene nivel esperado en una de las diez metas –totalidad de los niños de 5 años matriculados en educación preescolar– cosa preocupante, sin duda, pero no muy sorprendente. En igual situación –nivel esperado en solamente una meta– se encuentran también, sin embargo, los siguientes países OCDE: Chile, Hungría y… Francia.

Mucho que hacer sí, pero, ahora, no sólo en acceso, sino también en calidad educativa y en todos los países, no sólo en los menos desarrollados.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/objetivos-globales-post-milenio-en-educacion-que-lejos-estamos.html

Foto de archivo

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Entrevista: Pablo Gentili “La OCDE imbeciliza el concepto de conocimiento»

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

Pablo Gentili (Buenos Aires, 1963) es una de las personas que más sabe de educación y desigualdades sociales de América Latina y, seguramente, de España. Es secretario genral de CLACSO. Recientemente ha hecho una visita a Madrid para participar en el XV Forum de la Federación de Enseñanza de CCOO. Aprovechamos para hablar con él sobre educación, PISA, pactos y la importancia de la escuela en nuestras sociedades.

Durante su intervención lanza una idea que tal vez hayamos dejado aparcada en los debates sobre profesión docente: los docentes que tienen más dificultades deben recibir más apoyo, frente a quienes defienden que quienes lo tienen mejor, sean ensalzados.

Se habla mucho de incentivar a los docentes que van bien. Tú hablas de apoyar a quienes no van tan bien. Esto no es muy habitual

Este es el sistema de evaluación que premia a los mejores, que supone que las personas funcionan mediante un estímulo de premio y castigo. Trata de imponer en la escuela un modelo empresarial en donde si tú reúnes ciertas características, ganas más. Características que no necesariamente están ligadas al conocimiento ni a la profesionalidad sino a justificaciones de discriminación social: si eres mujer ganas menos, si eres negro ganas menos, si eres inmigrante ganas menos… el mercado de trabajo no premia a los mejores por su inteligencia, los premia por otros atributos. Y ese modelo se intenta imponer en el sistema educativo.

Esto genera desigualdad y una profunda injusticia y una dinámica de trabajo profundamente individualista en los centros.

¿Cómo?

Si de lo que se trata es de ser premiado por mi capacidad de destacar y diferenciarme, necesito ganarte a ti y que tú no te destaques. Estimulo un trabajo muy poco solidario, individualista. Y el desinterés por la socialización y la posibilidad de compartir las buenas experiencias.

Cuando se discuten los incentivos o de cómo mejorar el profesorado, de lo que se trata es de generar estrategias que potencien lo que tiene de bueno como colectivo, no solo los atributos individuales… Lo que ocurre en las instituciones educativas es producto de un trabajo colectivo. Hay una serie de virtudes y cualidades que es necesario estimular y que no tienen que ver solo con la nota de PISA.

¿Qué características colectivas son esas?

En América Latina se ha producido una expansión muy grande de la escolaridad. Tenemos escuelas en las que los chicos no tienen un buen rendimiento como en los mejores centros. Pero tienen por primera vez acceso los alumnos y todas las familias. La escuela es un factor de promoción de acceso a la cultura muy importante. La posibilidad de que una familia que nunca tuvo un libro en la casa, tenga uno, es un actor positivo.

Si yo solo evalúo al niño y a ese docente según PISA, me da una visión muy distorsionada. Si lo comparo con un chico de un barrio de clase media de Buenos Aires, puedo llegar a la conclusión de que esa escuela es pésima, y estoy desconsiderando el enorme valor que tiene en esa comunidad.

Si solo premio al que se saca la nota más alta en matemáticas, genero un modelo de productividad que desestimula a los propios docentes porque quienes trabajan en las áreas más pobres son sistemáticamente humillados, descalificados, criminalizados y ofendidos por, supuestamente, su pésimo desempeño pedagógico. Hace que ellos, o sus directores o los propios padres les empiecen a exigir que trabajen en lo que se supone que es un buen padrón de desempeño: sacarse una buena nota.

Pablo Gentili durante su intervención en la FREM-CCOO

Pablo Gentili durante su intervención en la FREM-CCOO

Decías en tu intervención que esta homogeneización que es PISA supone la pérdida en Brasil de materias como Sociología. Aquí, el exministro Wert hablaba de asignaturas que distraen.

Es una visión reduccionista de la educación impuesta por la capacidad de orientación de la política de la OCDE. ¿Qué hacen PISA y la OCDE? Determinan, con un criterio arbitrario y que no se pone nunca en discusión, qué necesita aprender un joven para tener éxito. Esto debería ser motivo de un gran debate público: qué es necesario saber.

No se puede tomar como dato el mercado, porque supone cristalizar un modelo de desarrollo social profundamente injusto que vemos que genera miseria, exclusión. Cómo hacer un manual de sobrevivencia en la selva.

La primera pregunta es ¿queremos vivir en la selva? Si respondiéramos que queremos, en ese caso, discutamos qué conocimientos o competencias son necesarias.

Haciendo esto y asumiéndolo como lo hacía el ministro Wert, que tenía una visión bastante particular de la educación y del desarrollo, te sobran un montón de disciplinas. Si para triunfar en la vida hay que hacer lo que dice la OCDE, ¿para qué necesitas la música? ¿Para qué sirve el arte, la sociología, la filosofía? ¿Para qué sirve pensar, inclusive, en la matemática como una herramienta de transformación? La matemática que se aprende, es una matemática para los negocios, para la empresa, para la gestión, para el management. No es una matemática humana. Es una visión totalmente limitada, primitiva de la educación.

La OCDE no es que sea tan mala, pero imbeciliza el concepto de conocimiento en una sociedad, que, a su vez, imbeciliza lo que dice la OCDE. Cuando Wert entiende lo que dice la OCDE, lo trivializa mucho más, lo estupidiza mucho más.

Y esto va bajando hasta la directora de escuela. Es una escalera descendente de degradación del concepto de conocimiento que nos lleva no solo a la dramática evidencia de que el ministro quiere suprimir la sociología, si no de que los propios alumnos no saben para qué sirve la sociología y les molesta la sociología, les molesta la filosofía.

¿Por qué aceptamos tan fácilmente que el diagnóstico lo haga la OCDE?

En el caso de la izquierda, el pragmatismo político. En América Latina tenemos muchos gobiernos progresistas, no es solo un problema del socialismo aquí. La necesidad de responder a los medios, a los grupo de poder, te lleva a una cierta real politik a partir de la cual aceptás la regla del juego creyendo que la vas a poder dominar, y ella te termina dominando a ti.

En el caso del Partido Popular o las derechas en América, es por convicción. Creen que la educación es así. Tienen una visión segmentada, clasista de la sociedad. Es una concepción del mundo, de la sociedad, de educación. Y creo que la OCDE les muestra un camino.

Las ventajas de estos modelos perdagógicos empresariales es que simplifican mucho. Transmiten un mensaje muy claro que, por un lado, desresponsabiliza al estado y, por otro, atribuye a las familias o a las escuelas los problemas de la educación.

Si cada uno elige el centro que quiere, el resultado del centro también es parte de tu responsabilidad, porque tú lo elegiste. Como si alguien eligiera realmente. Las investigaciones en política educativa son claras, han demostrado que son mucho más los centros que eligen a los padres que los padres que eligen centros.

La OCED simplifica y explica el por qué algunos triufan y algunos fracasan. Se trata de que las escuelas se adapten. Y como decía, la mejor forma que creen que hay es que los docentes sientan el estímulo para mejorar ganando beneficios económicos. Si muestro que los que funcionan bien ganan más, los docentes se esforzarán.

Todo esto me da una narrativa. PISA es una narrativa de cómo funciona la escuela, no es solo una prueba. Me dice lo que está bien y mal. Plantea una meta, una salvación: el camino para llegar a Corea, es claro: hacer lo que hizo Corea. Lo cual es una simplificación total.

Igual que la religión me ofrece personas virtuosas, la OCDE me ofrece países virtuosos, una mística.

Pero las lecturas de PISA son muy particulares.

PISA simplifica pero después está la simplificación de la simplificación. Tú puedes usarlo para mostrar algunas cosas. Por ejemplo, Uruguay es un país con bajo resultado en PISA, pero en donde la diferencia entre los más altos puntajes y los más bajos es equilibrado. No tenés una curva enorme como en Chile.

Tenés unos puntajes altísimos en las élites chilenas que se educan en escuelas de super elite, privadas, y después el resto, que se sacan notas malísimas. El promedio te da más alto que Uruguay. Ahora ¿qué sistema educativo preferís?

Si yo aplicara el concepto PISA en Uruguay, haría más desigual el sistema educativo. Los que mejorarían no serían todos sino unos pocos, que subirían la nota final pero harían del sistema educativo mucho más desigual.

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Pablo Gentili durante su intervención en el Forum de la FREM-CCOO

Hace unos días Save the Children publicó un estudio en el que decía que los más pobres fracasan y abandonan más.

Esa es una cosa que habría que estimular en las esccuelas, la retención. Si vos estimulas la competitividad, para la escuela puede ser un buen negocio la deserción. Porque se libera de los peores alumnos.

La deserción tiene que ver muchas veces con mecanismos asociados a la desigualdad, a la pobreza y con mecanismos que la institución genera para expulsar a los peores, para sacárselos de encima. Nos hemos acostumbrado a que en el sistema educativo, los que tienen problemas entorpecen, molestan.

La mejor escuela es en la que se forman los mejores alumnos. Pero me tienes que decir cuál fue la tasa de retención y a cuántos alumnos se expulsó. Porque no es un campeonato de fútbol, es el ejercicio de un derecho humano lo que está en juego.

¿Tiene que ver con recursos económicos?

Tiene que ver con que los recursos económicos no funcionen como un mecanismo de chantaje, pero también con una cultura, una visión de la escuela. Es una cuestión simbólica también.

Está en juego el prestigio, el reconocimiento. Como PISA se trata de un ranking, de un campeonato de fútbol, estar en las primeras posiciones te da prestigio. Te da reconocimiento y eso, creo, desintegra también comunidad educativa. Porque impone un ethos, un modelo ético que es profundamente desintegrador.

Volviendo a la retención, ¿se consigue con más dinero, con más docentes por aula?

Si uno hace diagnóstico y ve que hay unos problemas que son políticos y otros económicos, de recursos, y otros que son culturales, tiene que operar en los tres frentes.

En las cuestiones políticas creo que hay que definir cuáles son las prioridades de una nación en lo escolar. Para qué quiere España un sistema educativo. Para qué le sirve. Hay una clara diferenciación entre el modelo que quiere Podemos o el PSOE o IU… hablando de la construcción de la ciudadanía, de derechos, igualdad, compensación… Por otro lado, en las otras visiones, hay un papel menos enfático en el reconocimiento de la diversidad, y más en la dimensión competitiva, de resultados, de programas especiales, de acciones, más despolitizado.

La primera cuestión es esa, la política. Y esto tiene que ver con los docentes. Qué tienen que ser, que saber, para qué sirve su trabajo. Si queremos que sean meros transmisores de competencias que capacitan a nuestros chicos para unas pruebas que los habiliten como supuestos seres humanos inteligentes, o si queremos que sean productores de sentidos culturales, transmisores y constructores de conocimiento, promoteores de la justicia social. Significa asignarle al docente un papel político fundamental.

Si esto es así, tengo que ver dónde gasto los recursos. Por ejemplo, es un despropósito que si estoy en una crisis le regale 29 millones de euros a los más ricos para que vistan a sus chicos para ir a la escuela (como sucede en Madrid). Es absurdo.

Como lo es que tengamos la estructura tributaria tan regresiva en todos los países en donde los ricos no pagan impuestos o donde tienen paraísos fiscales. Tengo que ajustar mucho más el sistema fiscal, porque nos están robando la plata.

Y tengo que cambiar la cultura también. Crear un nuevo ethos de la educación que no la limite al mercado de trabajo. Que valorice lo que nos da. ¿Qué es lo que nos da? La educación me enseña e indignarme frente a la injusticia. En ella voy a aprender que es inaceptable que vivamos en una sociedad donde haya gente que se muera de hambre, donde haya gente que no tenga sus derechos más fundamentales, donde las mujeres ganen un 30% menos que los hombres, donde miles de personas mueran en el Mediterráneo. La discriminación racial, la violencia de género. Todo eso lo aprenden en la escuela.

Tenemos que hacer que la sociedad, colectivamente, reconozca esto. Es importante que la sociedad entienda que sus hijos están en la escuela no solo para aprender a manejar una computadora y así ser millonario. Está en la escuela para volverse una buena persona, un buen ciudadano, para involucrarse en los asuntos públicos.

¿Qué podemos aprender aquí de América Latina?

Cada país vive su experiencia política y construye su trayectoria. Pensar en una lógica de lecciones es complicado. Más que lo que se puede aprender, es lo que se puede reflexionar.

América aprendió mucho de la pedagogía crítica de España en los 80 y 90. Hay que politizar el debate educativo. La dificultad de un pacto es que lo que está por detrás es un modelo de sociedad. Hay ese mito de que la educación ha de ser una política de estado, pero si no estamos de acuerdo con el modelo de sociedad es difícil una política de estado.

Yo creo que una cosa que España tuvo y que veo que ahora está relativamente debilitado es este debate más político. No es un problema de métodos, es un problema político.

Ahora el PP gana todas las elecciones, pero en algún momento puede cambiar. Y cuando cambie, ¿qué va a pasar? Que si la izquierda no se une y comienza a construir una perspectiva de la política educativa más consensuada, ahí sí, si no se hace un pacto, si no se piensa en estos sectores que defienden los mismos intetreses aunque con caminos diferentes, quizá cuando la izquierda llegue al poder lo hará muy fragmentada. Esta es otra enseñanza que nos deja America Latina.

España y América son un territorio que deber ser internacionalizado más allá del comercio, por las movilizaciones, por las utopías que son comunes.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/2016/10/03/pablo-gentili-la-ocde-imbeciliza-concepto-conocimiento/

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Canadá: École privée ou publique, laquelle est plus populaire? La réponse en cartes

América del Norte/Canadá/Octubre de 2016/Autora: Ximena Sampson/Fuente: Radio Canada

RESUMEN: En primaria, las tasas de asistencia de las  instituciones privadas en el mundo aumentó de 8,5% en 1980 al 13% en 2013, poco más de uno de cada ocho niños. En la escuela secundaria, por contra,  uno de cada cuatro niños no se encuentra en el sector público. La proporción aumentó del 19% en 1998 al 23% en 2013. Estos promedios globales, sin embargo, ocultan grandes disparidades. Mientras que en algunos países menos del 1% de los estudiantes asiste a escuelas privadas, en otros es la mayoría de los niños en edad escolar que no está en la red pública. Pero todavía es necesario saber a qué nos referimos cuando hablamos de la educación privada. «¿Es que es totalmente gasto o son instituciones del Estado financiados por donantes como las instituciones religiosas o grupos de la comunidad? «, Se pregunta Abdoulaye Anne, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Laval.

Au niveau primaire, le taux de fréquentation du privé dans le monde est passé de 8,5 % en 1980 à 13 % en 2013, soit un peu plus d’un enfant sur huit. Au secondaire, par contre, c’est près d’un enfant sur quatre qui n’est pas dans le secteur public. La proportion est passée de 19 % en 1998 à 23 % en 2013.

Ces moyennes mondiales cachent cependant de fortes disparités. Alors que dans certains pays moins de 1 % des élèves fréquentent des écoles privées, dans d’autres c’est la majorité des écoliers qui n’est pas dans le réseau public.

Un privé à plusieurs vitesses

Mais encore faut-il savoir à quoi on fait référence quand on parle d’enseignement privé. « Est-ce qu’il s’agit d’établissements entièrement à la charge de l’État ou financés par des donateurs tels que des institutions religieuses ou des groupes communautaires? », s’interroge Abdoulaye Anne, professeur à la Faculté des sciences de l’éducation de l’Université Laval.

Dans les pays en développement, ces établissements diffèrent par leur forme de financement, mais aussi par leur mode de fonctionnement. « Il y a un secteur privé structuré, qui livre la marchandise et arrive à faire graduer les élèves », soutient M. Anne. « Mais parallèlement à cela, il y a un privé avec des « édupreneurs », des entrepreneurs en éducation qui essaient de faire de l’argent, et qui n’a ni des enseignants bien formés ni des structures adéquates. »

À la différence de ce qui arrive dans les pays développés, les États ne contrôlent pas toujours ce qui se fait dans ces écoles, donc les résultats ne sont pas toujours à la hauteur des attentes.

« C’est un des enjeux du développement de l’éducation dans le Sud », affirme le chercheur. « On s’attend à ce que le privé et les organisations de la société civile relaient l’État dans ses fonctions régaliennes traditionnelles et qu’ils accompagnent l’émergence [des écoles privées]. Mais, dans les faits, on est loin d’avoir un privé organisé et on n’a pas le contrôle et les évaluations qui devraient venir avec ça. »

L’influence des OMD

La forte présence du privé dans les pays en développement a été encouragée par l’ONU dans le cadre des Objectifs du millénaire pour le développement (OMD), dont une des priorités est justement d’assurer une éducation primaire pour tous, rappelle Christian Maroy, titulaire de la Chaire de recherche du Canada en politiques éducatives de l’Université de Montréal.

« Pour des États qui n’en avaient pas forcément les moyens, la solution du privé a été considérée comme un substitut, dans un contexte idéologique plus global, qui était de valoriser l’offre d’enseignement privé, certains défendant l’idée que c’était aussi bien que le public. Il y a donc un contexte idéologique qui a joué et aussi un contexte financier. »

Dans les pays africains, la création d’écoles primaires, auparavant inexistantes, est donc passée par des partenariats privé-public.

Une longue histoire

Dans les pays du Nord, la situation est tout autre. C’est l’enseignement privé, offert par des congrégations religieuses, qui est arrivé avant l’enseignement public. « L’enseignement privé est relié à des compromis passés entre l’Église et l’État dans les années 60 », précise Christian Maroy. « Il y a eu un pacte scolaire et l’enseignement privé a été reconnu et financé par les pouvoirs publics, ce qui fait que l’accessibilité est beaucoup plus facile. »

C’est pour cela que dans certains pays, dont la France et surtout la Belgique, le taux de fréquentation des écoles privées, majoritairement catholiques, est assez élevé. Ces écoles sont très régulées et doivent respecter les exigences du ministère de l’Éducation.

Aux Pays-Bas, si le taux de fréquentation du privé est si bas, c’est parce que les écoles religieuses ont été intégrées au réseau public, explique M. Maroy. « En Belgique, la même tendance est en cours, alors, peut-être que dans 10 ans, les écoles privées seront considérées comme des écoles publiques », ajoute-t-il.

Des parents de plus en plus exigeants

Un autre élément qui explique ce récent essor du privé est la demande des parents, selon Christian Maroy. « Les parents de classe moyenne et favorisée tendent à être inquiets par rapport à l’avenir professionnel et social de leurs enfants, à leur bien-être en général et se penchent de plus en plus sur la qualité de leur scolarisation. »

De plus, ils souhaitent pouvoir choisir ce qui leur convient le mieux. Pour l’un, ce sera une concentration en sports, pour l’autre, en arts dramatiques ou en musique.

Enfin, certains gouvernements ont choisi d’encourager le développement de l’enseignement privé en pensant que la concurrence entraînerait une amélioration du public, parfois perçu, à tort ou à raison, comme moins efficace. Pourtant, soutient Christian Maroy, les différentes études qui ont été faites sur la question sont très controversées et aucune n’a réussi à démontrer clairement les bienfaits de cette concurrence pour le public. Au contraire, cela provoque plutôt des effets négatifs.

« Ça va augmenter une forme de ségrégation entre établissements », explique-t-il, « c’est-à-dire une concentration d’élèves favorisés socialement ou d’élèves forts sur le plan scolaire […] cet effet de ségrégation entre établissements a conduit à des tas de problèmes en termes d’inégalités d’apprentissage et de cohésion sociale. »

Fuente: http://ici.radio-canada.ca/nouvelles/International/2016/10/07/006-ecoles-publiques-privees-monde-education.shtml

Imagen: http://www.liveandlearn.mx/bondades+de+estudiar+prepa+en+Canada

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Estados Unidos: Locking out professors is an affront to education

América del Norte/Estados Unidos/09 de Septiembre de 2016/Autor: Steven W. Thrasher/Fuente: The Guardian

RESUMEN:  Volver a la escuela en Estados Unidos esta semana, por lo general significa una cosa en los campus universitarios: es hora de que las administraciones universitarias atornillen a sus profesores y a sus estudiantes de todo el dinero posible. En el campus de Brooklyn de la Universidad de Long Island, la universidad negoció con sus profesores un nuevo contrato, la administración ha bloqueado a sus 400 profesores sindicalizados que les impide acceder a sus cuentas de correo electrónico, e inmediatamente cortando los beneficios de la salud de los trabajadores, sus socios – e incluso a sus hijos. Un bloqueo preventivo es un movimiento extremo en cualquier conflicto laboral. Los profesores creen que es la primera vez en la historia de la educación superior estadounidense que se ha producido un bloqueo.

It’s back to school across the United States this week, and that usually means one thing on college campuses: it’s time for university administrations to screw their faculty and their students out of much money as possible.

At Long Island University’s Brooklyn campus, as the university negotiated with its faculty over a new contract, the administration locked its 400 unionized professors out – barring them from campus, blocking them from accessing their email accounts, and immediately cutting off healthcare for the workers, their partners – and even their children.

A pre-emptive lockout is an extreme move in any labor dispute, one typically associated with robber barons keeping coalminers out of shafts while bringing in scab labor. Faculty members believe it the first time in the history of US higher education that a lockout has occurred.

LIU did not respond to multiple requests for comment from me, but university counsel told the New York Times that the university had locked out their faculty because “the last five out of six contracts, the faculty has gone on strike, and they have created chaos and virtually shut down the institution at the start of classes”. In a statement, LIU wrote that its “Brooklyn faculty and adjuncts are well compensated when compared to peers at other institutions within the tri-state area and nationally,” with benefits which “exceed industry standards”.

But if LIU wanted to trim costs, it might start with the salary of its president, Kimberly Cline, who was paid $476,232 in 2013, the most recent year for which public records are available. And the timing of a lockout is strange, considering it happened on 1 September – and the union wasn’t scheduled to vote on the proposed contract until 6 September.

As Stuart Fishelson, professor of media arts, points out, “We didn’t vote to strike – it was a strike authorization! We were prepared to work while we continued negotiating in good faith.”

Meanwhile, as the Nation also reported, Fishelson says that LIU had been planning to have administrators and freelancers teach classes that they might not have any qualifications to teach. “They hired faculty from monster.com, and none of the temporary faculty have been reviewed by the proper process – which means the university could lose its accreditation if there is an audit,” he claims.
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Syed Ali, a professor of sociology at LIU (and an academic colleague of mine), told me he knew something was up in July when someone updated his Blackboard teaching software account. He forwarded an email he’d sent to administration which read: “Why are there syllabi in my courses in Blackboard and who put them there? They are four years old and not applicable anymore. And why does someone else have access to my account?” (He had forwarded that email to his external account at the time, and since he can’t get into his LIU email, he doesn’t remember the response.)

For LIU to hire scab instructors is pretty galling, especially considering its tuition is more than $34K. But while LIU’s actions may seem extreme, they are quite in line with the trend for American universities to charge a fortune in tuition – increasing faster than inflation – while also trying as hard as possible not to pay much of that to the instructors who provide the actual education. As a doctoral student myself, I often get emails soliciting instructors in the New York area, no cheap region to live. Recently, I saw a call seeking a PhD with two additional years of teaching experience to teach an introductory American Studies course to 25 students … for the grand sum of $2,775. This is all they are paying, when tuition is 41K and total direct costs to students are about 61K a year.

Where does all of this money go, if not to professors?

“For more than two decades, higher education has seen a clear pattern of income transfer to the top,” my colleague Andrew Ross, a professor of social and cultural analysis at New York University and the president of the New York chapter of the American Association of University Professors, explained to me. “As the salaries of full-time faculty stagnate or are converted into near-poverty wages for adjuncts, pay for administrators has skyrocketed.”

Fishelson, the LIU professor, says the lockout is also “part of a plan to corporatize the university”, tying into the aim of “have business people coming in to teach the classes”, akin to “what’s going on with charter schools across the country. It’s very dangerous.”

And while LIU is a private university, tuition is rising even faster at public universities. Regardless of how LIU resolves its labor standoff, some major aspects of American higher education – decreasing government support, the student loan industrial complex, real estate speculation, and administrative bloat – will remain.

And each September, when we send in a generation of smart youngsters to perpetuate these problems by indebting themselves before they’ve even joined the workforce, we are making the problem worse.

Fuente: https://www.theguardian.com/commentisfree/2016/sep/08/long-island-university-lockout-faculty-education

 

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