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Ethiopia: University Expanding Training Programmes

Ethiopía/Septiembre de 2016/Allafrica

Resumen: La universidad METU está trabajando estrechamente con la universidad Wollega de Jimma, Ethiopía, para fortalecer sus programas de postgrado. La Universidad METU anunció que iba a recibir estudiantes en cinco nuevos programas de grado y de posgrado este año académico.

The university is working closely with Wollega and Jimma universities to strengthen its postgraduate programmes

The Metu University announced that it would receive students in five new undergraduate and postgraduate programmes this academic year.

University Academic Affairs Vice-President Waqgari Megersa said that the newly programmes include three postgraduate programmes while the remaining in undergraduate programme.

According to him, Accounting and Finance, Business Administration and Public Health are the post graduate whereas as Agro-business, Value Chain Management and Eco-tourism fields are undergraduate programmes.

 The Vice-President Waqgari said the University is working closely with Wollega and Jimma universities to share experience and strengthen its postgraduate programmes.

He noted that the postgraduate programmes will be given in extension and distance education programmes while the undergraduate in regular programmes.

He added that the University has equipped through laboratory and e-library for the newly opened fields to enrol 120 and 140 students in under and postgraduate programmes respectively.

Currently, Metu University is training around 7,000 students in 36 undergraduate programmes, according to a report filed by ENA.

Fuente:  http://allafrica.com/stories/201609120809.html
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Desarrollo de capacidades en el futuro docente

Por: Arturo González Polo

Título original: Desarrollo de los rasgos del perfil de egreso del futuro docente y su concreción en el tratamiento de los contenidos del currículo

En este artículo se presenta un recuento sucinto del los resultados de una investigación realizada al interior de una Escuela Normal, enfocado al análisis de un caso sobre la transferencia de los contenidos del currículo vigente en la realidad concreta del aula y específicamente en el trabajo con las asignaturas, con los estudiantes y los maestros.

Se reconocen en los testimonios de los estudiantes y maestros sobre un caso de una Licenciatura en Educación Secundaria con Especialidad en Español, la experiencia y situación natural del aula, las circunstancias sobre la enseñanza de los contenidos disciplinares en función de un conjunto de factores implicados, en tanto producen efectos en el desarrollo de un conjunto de rasgos que configuran un perfil de egreso.

El problema de la inconsistencia entre el tratamiento de los contenidos como alternativa para el desarrollo de un perfil de egreso, tiene que ver con las propuestas de formación de docentes en el ámbito normalista desde su origen en el ideario de la Revolución Francesa 1789 y en nuestro país en el contexto de las aspiraciones educativas emanadas de la Revolución Mexicana. El ideario de tales movimientos con respecto al quehacer educativo, demanda del Estado por mandato constitucional la formulación de Planes y Programas de Estudio, convirtiendo a la profesión normalista en una profesión de Estado . De ahí la creciente expansión de Escuelas Normales que por tradición despliegan un marcado énfasis en las materias pedagógicas y, por tanto, privilegian el cómo enseñar, transformando la identidad profesional en la pericia para la práctica docente y en el conocimiento previo de contenidos, lo que la dota de una profesión de tipo técnico, fundada en la idea de que los maestros no son los sabios, sino los que saben cómo enseñar los contenidos establecidos en los programas oficiales.

La tradición el saber técnico es privativo de la profesión normalista que la distingue de otros profesionales de la educación, sobresale la exaltación del «cómo enseñar», frente y a veces contra quienes saben el «qué enseñar» propio de profesionales de la educación como sujetos de investigación. Este saber técnico arraigado durante mucho tiempo en la Escuelas Normales, es un referente de la cultura pedagógica que inmoviliza la actividad de los formadores de docentes sobre las prescripciones del currículo. Tarea que queda circunscrita al «método» como dispositivo para la concreción de la enseñanza de los contenidos.

Pero a pesar de mostrar un elevado dominio en el cómo enseñar, hoy día han sido muy cuestionados sus resultados educativos, constantemente en las publicaciones con respecto a los debates del sentido del normalismo, estas instituciones educativas permanecen en la mira dado el papel que tiene ante los nuevos desafíos y oportunidades educativas. Es muy común escuchar voces reiterativas que advierten que su actividad educativa ha dejado de responder a lo que su esencia dicta, que es la formación magisterial, al forzar su entrada a un proceso de entrenamiento para la competencia del mercado laboral, que privilegian su labor en memorizar contenidos para aprobar evaluaciones con fines de competitividad.

Consecuentemente uno de los principales problemas en la concreción de un perfil de egreso, tiene que ver con la concreción del currículo, porque puede haber cientos de reformas y si cada una de ellas es asumida en función de tradiciones, costumbres y rituales pedagógicos, de nada sirve un nuevo discurso escrito. En tal caso es conveniente puntualizar que aunque la actual reforma a la Educación Normal señala importantes acciones para la transformación académica de las Escuelas Normales y, el currículo esta caracterizado de un sentido formativo bajo la asunción de un modelo de desarrollo de competencias propias de la profesión docente y respaldado en el ejercicio de la reflexión como medio para la recuperación de la experiencia y construcción de saberes. En realidad pocos son los resultados que saltan a la vista en cuanto a la formación de docentes con los rasgos del perfil de egreso deseado.

Por tanto, aquí se comparte una aportación que revela las contradicciones encontradas en un escenario natural de confrontación entre el currículo pensado y el currículo vivido en la especificidad del tratamiento de los contenidos de las asignaturas y su grado de correspondencia en el desarrollo del perfil de egreso. Los testimonios confirman que a pesar de que el currículo pensado invita a trascender sobre un cúmulo de contenidos de carácter formativo, que puedan ser interpretados por el docente en el aula en correspondencia con los estudiantes, desde la apuesta de la reflexión sobre su utilidad y posibles aplicaciones en el marco de la asignatura impartida. La realidad confirma la poca incidencia de las mismas en la práctica docente, esto prueba que los elementos causantes de estos resultados, tiene que ver con la escasa concordancia entre lo prescrito en el currículo y el ejercicio cotidiano en el aula; las acciones educativas homogéneas y aplicables por igual al interior del salón de clases; la centralización del tratamiento de los contenidos en modelos restrictivos de enseñanza, que privilegian la fase interactiva de dar clase; y a un perfil profesional del formador de docentes que no corresponde a las implicaciones de la reforma.

Estas circunstancias y otros aspectos implicado en el desarrollo o no de los rasgos del perfil de egreso, están encubiertos en el tratamiento de los contenidos, como son los procesos de enseñanza y aprendizaje regulados por el modo en que los profesores elaboran y procesan la información, que luego aparece proyectado en situaciones de enseñanza e interpretación de situaciones educativas y la toma de decisiones.

Generalmente la exploración de todos estos sucesos está a cargo de quienes se interesan por su investigación, quienes luego se encargan de difundir sugerencia de acciones de cambio, que muy pocas veces encuentran el respaldo de los docentes involucrados. En este sentido, no se trata de excluir o suplantar contenidos al currículo, lo que se enfatiza aquí, es la necesidad de incorporar elementos que puedan contribuir, tanto en el conocimiento del cómo y el por qué de los sucesos del aula, a fin de sentar las bases sobre posibilidades innovadoras para la formación docente.

Las reflexiones en torno a los resultados de la investigación, recomiendan como área de oportunidad, un seguimiento permanente al desarrollo de los programas educativos, específicamente en la atención de la práctica y de lo que en ella ocurre, en la exploración de los procederes de los docentes en cuanto a su aplicación de sus saberes adquiridos y sus efectos en los estudiantes, los puntos de vista de estos sobre las acciones que se promueven en la situaciones de la clase y su participación en las mismas.

Evidencias recogidas durante el proceso de investigación, confirman la debilidad de parte de los formadores de docentes, de experimentar con otras opciones que tomen en cuenta el carácter formativo de un profesional de la educación, para ello, justamente guarda sentido el perfil profesional al que esta orientada la intervención docente, tal definición cobra especial importancia por cuanto actúa como punto de referencia y de guía de todo el resto del proceso. Los contenidos que se tratan, las prácticas que se incorporan al salón de clase y la secuencia que integra todo ello, está condicionada también por el tipo de profesional que anhela el currículo, que en el caso del currículo vigente, no está referido a contenidos en el sentido tradicional de conceptos o informaciones que se tienen que asimilar, sino de un conjunto de características comunes para el ejercicio de la profesión docente que desarrollan en el contexto y la prácticas concretas de enseñanza.

Pero las incursiones en la particularidad del tratamiento de los contenidos prescritos en los programas de las asignaturas en la formación de docentes, recogen resultados benéficos para proyectar opciones de cambio y mejora educativa, sobre todo en lo que respecta al trabajo con los futuros docentes. Esto, por cuanto el uso de estrategias que exigen que muchas de las actividades normalmente realizadas por el profesor son delegadas a los estudiantes: exposiciones de contenidos, demostración de técnicas y equipos; discusiones organizadas por grupos de alumnos, reportes verbales o escritos sobre lectura de contenidos, actuación que obviamente vuelve a centrar la tarea en la repetición y memorización de contenidos que no logran traducirse en tal proceso formativo que apuesta al desarrollo de competencias propias del profesional educativo.

En el proceso no se trata sólo de soltar a los estudiantes para que pasen mucho tiempo intentando desarrollar tareas correspondientes a la memorización y repetición de contenidos, de lo que se trata es que ese periodo de tiempo que pasan en clase se pueda aprovechar para experimentar en situaciones de realidad educativa concreta, la construcción del saber que se traduzca en conocimientos, del saber hacer en habilidades o destrezas y el ser en sentimientos y actitudes. No basta con que la formación normalista procure «saber sobre» o «saber cómo», el proceso formativo tiene que trascender a «saber operar prácticamente», ejercicio que implica la movilización de conocimientos, habilidades y actitudes exclusivos de la docencia.

El escenario que manifiesta entonces la discrepancia entre el currículo pensado y el curriculo vivido en la Escuela Normal, es producto de una tradición pedagógica circunscrita en la práctica docente, constituida por el empleo del recurso técnico como mediación del tratamiento de contenidos, que reblandece la actividad docente a una posición metodológica que a pesar de las innovaciones del currículo, privilegia la memorización de contenidos por vía de la lectura, la escritura y la exposición verbal, a efecto de enfrentar con éxito pruebas con carácter competitivo, que peligrosamente le va apartando de su esencia que es la formación profesional .

Entonces el análisis del tratamiento de los contenidos lleva sin lugar a dudas a probar su verdadera fortaleza en el desarrollo del perfil de egreso, o en su defecto a deducir de ello sobre qué competencias y habilidades profesionales deben asumir los nuevos docentes para responder de forma crítica a las exigencias curriculares y de los propios escolares, lo que quiere decir, que la consecusión del perfil de egreso no de pende de la prescripción de los contenidos curriculares, sino de todo aquello que involucra su tratamiento.

Al respecto las circunstancias del entorno del salón de clase en la formación de docentes, reconoce la indiferencia manifiesta sobre la relación entre la teoría y la práctica, que cuando se adjudica la segunda en detrimento de la primera, la reflexión crítica se ve empobrecida. Esto significa que un profesional que nunca trasciende los límites del «hacer», acaba por perderse en una rutina que se agota a sí misma. Por tanto, el contenido de este artículo ofrece una oportunidad de reflexión sobre la práctica educativa de formación de docentes desarrollada al interior de las Escuelas Normales y punto de partida clave para emprender acciones de transformación y mejora de la calidad en su servicio.

Bibliografía

  • Arnaut, Alberto (1998). Historia de una profesión. Los maestros de educación primaria en México, 1887-1994. México: SEP/Centro de Investigación y Docencia Económicas (Biblioteca del Normalista).
  • Ferry. Guilles (1990). El trayecto de la formación: los enseñantes entre la teoría y la práctica. Paidós. México.
  • Imbernón, Francisco (2007). La formación y el desarrollo profesional del profesorado: hacia una nueva cultura profesional. Edit. GRAO. Barcelona, España.
  • Pérez Gómez. Ángel I. (2004). La cultura escolar en la sociedad en la sociedad neoliberal. Edit. Morata. Madrid, España.
  • Zabala Vidiella, Antoni (2000). La práctica educativa. Cómo enseñar. Barcelona: Grao.

Para citar este artículo:

Arturo González Polo, (2012). Desarrollo de capacidades en el futuro docente. Recuperado de Revista Vinculando: http://vinculando.org/educacion/desarrollo-de-capacidades-en-el-futuro-docente.html

Imágen: http://farm9.staticflickr.com/8590/16709353455_3b068c57fb_m.jpg

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«Los profesores deben convertirse en entrenadores del aprendizaje» Entrevista con Mónica R. Martínez, asesora de Educación de la Casa Blanca y experta en «deeper learning»

España/04 Julio 2016/Autor: Alejandro Carra/Fuente: ABC 

En las escuelas del siglo XXI, no se puede seguir enseñando como en el siglo XX. Ese es el punto de partida del «deeper learning», un movimiento nacido en el seno de la Fundacion Hewlett que trata de llamar la atención sobre la imperiosa necesidad de darle la vuelta a las clases si no queremos desconectar la escuela de la realidad del mundo en el que se desenvuelven nuestros jóvenes. Mónica R. Martínez, asesora de Educación de la Casa Blanca, ha pasado recientemente por Madrid para impartir unas conferencias en la Fundación Créate sobre esta novedosa metodología.

¿Qué es el «deeper learning»?

Una forma de enseñanza que busca dotar a los alumnos con el conjunto de habilidades que necesitan para tener éxito en el mundo actual.

¿Y cuáles son esas habilidades mágicas?

Son seis. Las dos primeras, de carácter cognitivo, son la adquisición práctica de los conceptos básicos del contenido académico y el desarrollo de un pensamiento crítico que les permita analizar, sintetizar y relacionar esos conceptos. Luego están las habilidades interpersonales, que son la capacidad de realizar un trabajo colaborativo y de comunicar con eficacia. Y por último, las intrapersonales, que son el aprendizaje reflexivo -aprender cómo aprender- y el desarrollo de una mentalidad académica que les haga comprender la importancia del conocimiento para afrontar cualquier tipo de reto futuro.

¿Eso no se aprende en la mayoría de las aulas?

La educación tradicional está basada y centrada en la figura del profesor como autoridad y como fuente de conocimiento. En memorizar los contenidos que el docente transmite. Nosotros ponemos el acento en que el alumno entienda los hechos claves, su impacto en otras áreas y en su propia vida. En las implicaciones que hay entre las diferentes disciplinas. Tratamos de integrar el conocimiento.

¿Pero tan malo es memorizar?

Para eso está Google

¿Y si no estoy conectado?

¿Dónde no estás conectado hoy en día? (sonríe) En serio, hay que memorizar solo lo básico. No puedo esperar conocer cada pedazo de la Historia, pero sí enseñarles a los alumnos a buscar información solvente de fuentes creíbles; a analizarla críticamente, a utilizarla correctamente. Hoy en día hay demasiados datos y nuestros jóvenes están permanentemente conectados, por eso hay que enseñarles habilidades para que exploren. ¿Queremos formar buenos estudiantes o buenos seguidores del profesor?

¿Suena muy bien. Pero eso saben hacerlo todos los docentes?

No, los tenemos que formar. Hay que convertirlos en facilitadores, en entrenadores del aprendizaje, en creadores de redes de conocimiento. Hay que enseñarles a conectar de otra manera con los alumnos, a trabajar con otros profesores las relaciones que tienen las diferentes asignaturas, a apoyarse en otros expertos para que, por ejemplo, los niños vean para qué sirven las Matemáticas y la Física. Para que sepan qué hace un ingeniero. Deben convertirse en coordinadores y líderes de equipos. No es fácil.

Realmente… no parece fácil de aplicar en un aula

La principal causa del abandono escolar temprano es el aburrimiento. La siguiente es no seguir el ritmo académico del curso, y eso sucede porque se aburren, pierden la información básica, se desmotivan y abandonan. El profesor debe conseguir que el alumno confíe en él no como autoridad sino porque este reconoce que le está ayudando a aprender. Entonces se consigue una atmósfera de auténtico respeto, los alumnos se enganchan a las clases y se convierten en estudiantes activos, en los que cualquier profesor desea.

¿Cómo introducimos en nuestras clases el «deeper learning»?

Con pequeños cambios. Por ejemplo, chequeando continuamente si los alumnos han asimilado los conocimientos impartidos. Haciendo que escriban lo que han aprendido para ayudar a otros compañeros. Dándoles oportunidades para demostrar en público el conocimiento adquirido durante el curso. Hay que trabajar mucho las presentaciones, los trabajos en equipo, el aprendizaje con proyectos y retos. Se trata de ir inculcándoles que ellos son los principales responsables de su formación y que el profesor es su guía.

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-educacion-profesores-deben-convertirse-entrenadores-aprendizaje-201607032054_noticia.html

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China: Presidente chino describe a profesor de silvicultura como modelo para miembros de PCCh

China – Beijing/14 junio 2016/Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/

El presidente de China, Xi Jinping, elogió las acciones de un profesor de silvicultura, quien luchó por la reducción de la pobreza a través de la reforestación, y dijo que podría ser un modelo para los miembros del Partido Comunista de China (PCCh).

Xi hizo las declaraciones en una carta de instrucción de elogio a Li Baoguo, quien impartía cátedra en la Universidad de Agricultura de Hebei. Xi lo calificó de intelectual excelente y lo comparó con el «anciano tonto de las montañas Taihang», el personaje principal de una fábula china que se esforzó incansablemente para retirar las montañas que estaban frente a su casa.

El presidente instó a los miembros del Partido, a los cuadros, educadores y científicos a aprender de Li, cuyo trabajo y espíritu incansables y desinteresados estuvieron dedicados a las masas.

Li será recordado como un hombre a quien no le preocupaba ensuciarse las manos, quien dedicaba más de medio año a participar directamente en proyectos de reforestación y quien trabajó de cerca con los aldeanos para ayudarlos a salir de la pobreza.

El hombre hizo realidad la reforestación de más de 93.000 hectáreas de montañas áridas y ayudó a 100.000 campesinos a salir de la pobreza.

El profesor murió de un ataque cardiaco el 10 de abril a los 58 años de edad.

A Li se le confirió de manera póstuma el título de «Miembro Excelente del PCCh», el máximo reconocimiento que puede recibir un individuo por acciones en beneficio de la gente o del Estado.

Esta tarde se realizó un seminario sobre la obra de Li en Beijing.

Liu Yunshan, miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh, se reunió con los miembros de un grupo que dio a conocer las obras de Li.

Liu dijo en la reunión que las acciones de Li mostraron el propósito del PCCh de servir a las personas y pidió a todos los miembros del partido implementar la instrucción de Xi y aprender de Li Baoguo.

Liu exhortó a los miembros del partido a aportar a la causa del partido del pueblo, a construir una imagen benigna de la honestidad, la honradez y la dedicación y pidió a las organizaciones del partido en todos los niveles a hacer de Li un modelo a seguir.

El seminario fue patrocinado de forma conjunta por los departamentos de Organización y Publicidad del Comité Central del PCCh, el Ministerio de Educación y el Comité Provincial de Hebei del PCCh.

Fuente de la Noticia:

http://spanish.xinhuanet.com/2016-06/13/c_135431046.htm

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El profesor Universitario y su rol como Docente –Investigador: mitos y realidades

 Conferencia dictada en el Pre-Congreso de Investigación Universidad Nacional Experimental del Táchira 25 de Mayo de 2016

Fidias G. Arias

 INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, son tres las funciones de la Universidad: docencia, investigación y extensión. En consecuencia, se aspira que todo profesor universitario, durante su permanencia en la Institución, cumpla en alguna medida, con las mencionadas actividades. No obstante, el perfil del docente, y específicamente, el rol del profesor universitario ha sido objeto de diversos debates.

Autores como Hattie y Marsh (1996), Casas y Stojanovic (1998) y Carvajal (2012), manifiestan su desacuerdo respecto a la dualidad de funciones. Éstos consideran que docencia e investigación son actividades independientes. Mientras que Van Dalen y Meyer (1981), Stenhouse (1984), Villarroel (1990) y Ramírez (1995), entre otros, coinciden en la necesidad de un educador que combine las labores de enseñanza e investigación. Para Van Dalen y Meyer (1981) “El maestro no podrá desempeñar de manera satisfactoria sus servicios a menos que se familiarice con la investigación” (p.24).

Específicamente en el contexto venezolano, la legislación vigente en materia de educación universitaria hace énfasis en que “la enseñanza y la investigación, así como a orientación moral y cívica que la Universidad debe impartir a sus estudiantes, están encomendadas a los miembros del personal docente y de investigación” (Ley de Universidades, 1970, Art. 83).

Con base en lo anterior, el autor considera que el profesor universitario no debe limitarse a ser un simple transmisor de conocimientos, sino que también debería generarlos y verificarlos mediante la investigación científica. Sin embargo, han surgido una serie de mitos en torno al profesor universitario y su rol como docente-investigador por lo que la presente conferencia tiene por objetivo contrastar los mitos detectados con la realidad que presenta actualmente el sector universitario en Venezuela, en cuanto a investigación se refiere.

CRITERIOS PARA SER CONSIDERADO COMO INVESTIGADOR

A nivel internacional y nacional existen criterios coincidentes para calificar a un aspirante como investigador. Algunos de estos requisitos son: – Poseer artículos de investigación publicados en Revistas Científicas Arbitradas e Indexadas. – Coordinar o participar en proyectos de investigación institucionales. – Poseer patentes registradas (en el caso de desarrollos tecnológicos). En Venezuela, el Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (ONCTI) (2015), establece en el Reglamento del Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación (PEII), los requisitos para aspirar a las categorías de investigador e innovador.

MITOS Y REALIDADES EN TORNO AL ROL DEL DOCENTE-INVESTIGADOR EN VENEZUELA

MITO 1: Poseer título de postgrado: maestría o doctorado, califica automáticamente al profesor universitario como investigador.

REALIDAD: Según el Artículo 15 de la Normativa General de los Estudios de Postgrado para las Universidades e Instituciones debidamente autorizadas por el Consejo Nacional de Universidades, los estudios de maestría forman metodológicamente al participante para la realización de investigaciones, no obstante, ser investigador es una condición permanente y no coyuntural. Es decir, investigar no se debe hacer únicamente para la elaboración del Trabajo de Grado. Por el contrario, la labor investigativa debe ser continua y rutinaria. En cuanto a los estudios doctorales, suponen un aporte significativo y relevante mediante la Tesis Doctoral (Artículo 28 de la normativa antes mencionada). Sin embargo, la calidad de los estudios de postgrado en Venezuela es muy heterogénea, así como la calidad de las Tesis y de los Trabajos de Grado, que en muchos casos no pueden catalogarse como verdaderos trabajos de investigación. Por otra parte, la carrera de investigador no concluye con la Tesis. Se aspira que la misma o alguna parte de ésta, sea publicada al igual que otros productos de investigación generados durante el curso de doctorado.

MITO 2: El profesor universitario cumple a cabalidad con su función como investigador.

REALIDAD: Estudios realizados demuestran que la afirmación anterior poco se cumple. Aun cuando en Venezuela no existen cifras globales acerca de la producción investigativa de los profesores universitarios, si se han realizado trabajos en contextos particulares. Uno de estos estudios es el presentado por Bonalde (2013), el cual refleja que la producción científica venezolana ha descendido de manera significativa, aproximadamente en un 38%. De 1600 artículos de investigación publicados en 2008, la cifra se redujo a 1000 en 2009, cantidad similar a la de 1997.

MITO 3: El profesor universitario no puede investigar porque no recibe los recursos para dicha actividad.

REALIDAD: Excepto aquellos trabajos de campo o de laboratorio de gran alcance, que requieren traslados, costosos equipos, reactivos y permanencia en sitios lejanos al lugar de residencia, el docente universitario puede realizar investigaciones en su entorno a un costo mínimo. Hoy día la comunidad universitaria cuenta con una serie de recursos tecnológicos que facilitan la obtención de datos e información. Prueba de ello son las numerosas publicaciones científicas arbitradas de acceso abierto que están disponibles en internet. También se pueden realizar encuestas mediante el uso del correo electrónico y otras redes sociales. Pero el principal contexto de alcance inmediato para que el docente universitario realice investigaciones, es la misma universidad y el aula de clases.

MITO 4: La participación del profesor universitario en organización de eventos científicos es una actividad de investigación.

REALIDAD: Organizar un evento científico: Congreso, Simposio, o Jornadas, no es investigar. Una cosa es presentar una ponencia producto de una investigación y otra es ocuparse de la logística de un evento. Lamentablemente, en Venezuela existen programas de postgrado e incluso, post-doctorados, que acreditan o aprueban unidades de crédito con la simple organización de un encuentro de profesores universitarios. Esta concesión poco estimula la investigación y en la mayoría de los casos, sólo sirve para la reproducción del conocimiento y no para la divulgación de nuevos saberes.

MITO 5: La publicación de ensayos y artículos de revisión bibliográfica convierten al profesor universitario en investigador.

REALIDAD: Aun cuando los sistemas para calificar a un aspirante como investigador, no distinguen los tipos de publicaciones, es necesario precisar que no todos los artículos publicados en revistas arbitradas son investigaciones en sentido estricto, es decir, trabajos de indagación originales que implican descubrimientos y aportan nuevos conocimientos (sean investigaciones de campo, documentales o experimentales). En este sentido, habría que clasificar las publicaciones de los aspirantes para verificar si realmente son productos de investigación. Insistimos en que aquellos escritos que expresan sólo reflexiones del autor, así como las revisiones de la literatura o del estado del arte en una disciplina, en sentido estricto no son investigaciones, aunque sean publicaciones que contribuyan a la divulgación de conocimientos y al debate de ideas.

REFERENCIAS

Bonalde, I. (2013). Producción científica en Venezuela. Disponible en: https://nucleocdcht.files.wordpress.com/2013/10/produccic3b3ncientc3adf ica en- venezuela -ismardo-bonalde.pdf

Casas, M. y L. Stojanovic (1998). ¿Investigador y/o Docente? Informe de Investigaciones Educativas. 12, 1-2, 47-82.

Carvajal, L. (2012). Hacia una Universidad sin mitos. Disponible en: http://www.cerpe.org.ve/tl_files/Cerpe/contenido/documentos/Actualidad %20Educativa/12%20-%20Universidad%20sin%20mitos%20- %20Carvajal.pdf

Hattie, J. & Marsh, H. (1996). The relationship between research and teaching: a metaanalysis. Review of Educational Research, 66, 507-542.

Ley de Universidades (1970). Gaceta Oficial No. 1429, Extraordinario, del 8 de septiembre de 1970. Normativa General de los Estudios de Postgrado para las Universidades e Instituciones debidamente autorizadas por el Consejo Nacional de Universidades. Gaceta Oficial n° 37.328 del 20 de noviembre de 2001.

ONCTI (2015). Reglamento del Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación (PEII).

Ramírez, T. (1995). El rol del docente-investigador en Venezuela ¿Mito o realidad? Caracas: Instituto Pedagógico de Caracas.

Stenhouse,L. (1996). La investigación como base de la enseñanza. Madrid: Morata. Van Dalen, D. y Meyer, W. (1981). Manual de técnica de la investigación educacional. Barcelona: Paidós.

Villarroel, C. (1990). La universidad y su productividad académica. Caracas: Dolvia.

Artículo enviado por su autor a la redación de OVE

Fuente de la imagen: http://4.bp.blogspot.com/_VTg1cmccpv8/S3JA2xeon_I/AAAAAAAAADc/aiTxuDtsVbA/s1600/protocoloinvestigacion011.jpg

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profe, estudiantes, ABACOenRed, Herman Van de Velde, docencia

Docencia hoy… ¿lo estamos haciendo bien?

Docencia hoy… ¿lo estamos haciendo bien?

Herman Van de Velde (herman@abacoenred.com)

Docente UNAN-Managua / FAREM-Estelí

Coordinador ABACOenRed (www.abacoenred.com)

Vivimos en una época de creciente acceso a todo tipo de datos. Sí, digo ‘datos’, y no ‘información, ni de conocimientos. Me explico…

‘Datos’ es lo que encontramos en cualquier lado, desde cualquier fuente. Estos datos pueden ser de carácter cuantitativo o cualitativo, igual mixto. Pueden ser verdaderos o engañosos. Pueden ser sencillos o complejos. No tienen valor alguno, sin un contexto particular en el cual se ubican.

Es indispensable una actitud crítico-investigativa frente a todo dato que encontramos como parte de un proceso de ‘impresión’ de significados en función de la tarea que estoy asumiendo. Al interpretar el dato, que implica asignarle un significado desde mi propio contexto, lo estoy convirtiendo en información. Por consiguiente, mientras que los datos ‘se dan’, la información ‘se construye’ al procesar críticamente los datos. ¿Observamos la diferencia esencial entre ‘datos’ e ‘información’? Un ejemplo: Todo libro está llena de datos, toda entrevista nos ofrece muchos datos, internet está saturada de datos… si analizamos e interpretamos críticamente el contenido del libro, las respuestas a las preguntas de la entrevista, lo encontrado en internet, entonces estaremos procesando esos datos para ir convirtiéndolos en información, es decir: visualizando y fundamentando su significado en nuestro propio contexto, partiendo de una interpretación crítica también del contexto en el cual fueron creados esos mismos datos.

Al preparar y desarrollar nuestros encuentros con estudiantes, ¿realmente estamos trabajando con información o solamente con datos encontrados desde alguna fuente? Aquí se trata de un enfoque docente… pero hay más: porque lo que para mí, como docente, en el mejor de los casos, ya es información, si me limito a transmitirlo a mis estudiantes, entonces para ellas/os solo son DATOS. Sí, me comprendiste bien: lo que para mí ya es información, para otras personas posiblemente solo son datos. El o la autor/a de un libro, al redactarlo lo llenó de información y cuando yo lo leo me encuentro con datos que debo interpretar para ir construyendo la información que necesito. Para que también para nuestras/os estudiantes, los datos se conviertan en información, debemos procesarlos juntas/os (independientemente de que para mí, como docente, ya es información), con un significado esencial desde el contexto singular de cada una/o de las/os estudiantes. ¿Me explico? Como docente, tengo que ubicarme en el lugar de cada estudiante (empatía) y para eso es también indispensable ejercer el arte de escuchar (apertura). ¿De verdad escuchamos a nuestras/os estudiantes? ¿Cuáles son los indicadores visibles del hecho que las/os escucho? ¿Ellas/os se sienten escuchadas/os?

Sigo preguntando: ¿realmente estamos construyendo juntas/os estos procesos de interpretación crítica de datos, para convertirlos en información, primero desde un enfoque docente y posteriormente también desde un enfoque estudiantil?

Lograr lo anterior implica también asumir radicalmente un enfoque estudiantil en el proceso de intercambio en cada encuentro. Implica ‘dejar de querer enseñar’, dejar de ‘dar clases’,… y convertir nuestras ‘clases’ más bien en encuentros de diálogo, encuentros de construcción conjunta de procesos de interpretación crítica de datos, convirtiéndolos en información.

¿Y es suficiente lograr que estudiantes y docentes convirtamos datos en información? No lo es, porque debemos hacernos también otra pregunta: ¿qué hacemos con esta información ya impresa con significados particulares desde, en y hacia nuestro propio contexto? Para que esta información se convierta en conocimiento, para que sea un insumo de un aprendizaje significativo, entonces la tenemos que integrar en nuestro ‘SER’, tal que fomentemos, provoquemos y garanticemos un cambio de actitud, que es la expresión esencial de todo proceso de aprendizaje.

Interesante, ¿no? Sigamos analizando esta relación: dato – información – conocimiento – aprendizaje – cambio de actitud. Sigamos interpretando la interrelación entre estos fenómenos, desde nuestras prácticas educativas y compartamos al respecto en nuestros encuentros entre docentes. ¿Aceptas el reto?

Para ir cerrando, una última pregunta (para este escrito, porque mis dudas persisten en muchos más aspectos docentes – compartiré más adelante más): en tus encuentros de aprendizaje (‘clases’), ¿cómo se expresa este cambio de actitud, tanto en estudiantes, como en vos misma/o (docente)?

El aprendizaje definitivamente es un proceso que construimos en conjunto, es de carácter ‘EcoPerSocial’, en el cual estamos, debemos estar integradas/os, tanto docentes como estudiantes, a la par, en una relación horizontal.

¿Lo estamos logrando? ¿Cómo lo haces para lograrlo? COMPARTAMOS AL RESPECTO….

Mis demás dudas relacionadas con la pregunta: ¿lo estoy haciendo bien?, también tienen que ver con – entre otros tópicos:

. ¿Qué hago para estimular una actitud crítica, creativo-investigativa, tanto en mi persona como en mis estudiantes?

. ¿Cómo lo hago para fomentar mi propia curiosidad y la de mis estudiantes? ¿Cómo reacciono cuando me hacen una pregunta y no sé la respuesta?

. ¿Me encantan las preguntas de mis estudiantes o más bien me dan como ‘miedito’ y me molestan, al menos en ocasiones?

. Mis evaluaciones, ¿permiten una expresión creativa de lo aprendido o más bien exigen repetir lo que les compartí?

. ¿Logramos, entre docente y estudiantes, construir un escenario educativo, basado en actitudes cooperativas o más bien siempre rige el competir, donde unas/os ganan y la mayoría pierde? ¿Todas/os cooperamos para que todas/os aprendamos?

. ¿Qué uso le damos al ‘poder’? ¿Predomina un ‘poder sobre’ o más bien logramos ejercitar un ‘poder entre’, un poder compartido?

. ¿Mis estudiantes me consideran como alguien que les acompaña oportunamente en la construcción de sus aprendizajes o más bien me tienen miedo, principalmente en momentos de evaluación?

. ¿Cuáles son los valores ‘EcoPerSociales’ que vamos trabajando en cada uno de los encuentros con estudiantes? . ¿Fomentamos la diversidad, la expresión creativa, y la disfrutamos o más bien promovemos la respuesta y expresión única como verdadera?

. ¿Qué hago para mejorar permanentemente mis habilidades de comunicación con estudiantes, con mis colegas y autoridades?

. Nuestro quehacer docente, ¿es coherente con el ‘modelo educativo’ que ha adoptado nuestra institución educativa? ¿Conozco A FONDO este modelo educativo? ¿Qué he hecho para conocerlo y aplicarlo coherentemente?

. …

Solamente construyendo juntas/os escenarios educativos diferentes, también lograremos formar profesionales diferentes, profesionales capaces de afrontar, cooperando genuinamente, los retos de la época que vivimos.

¿Aceptas el desafío?

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Publicación original: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/18_docencia_hoy.pdf

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Cuarenta consejos a los maestros y profesores que quieran potenciar la creatividad

Dra. C. P. Adania Guanche Martínez. La Habana, Cuba.
IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
Red Iberoamericana de comunicación y divulgación científica OEI

Estimado maestro:

Para todos los docentes que estén, como tú, convencidos de la importancia que tiene potenciar las capacidades creativas de tus estudiantes, me permito aconsejar algunas acciones, actividades, o como prefieras denominarlas, que te transformarán, poco a poco, en un verdadero creador de personalidades con elevados niveles de creatividad: esos serán tus alumnos, pero estos se irán alcanzando en la medida en que transcurra el curso escolar. Trata de seguir mis consejos, no creas que son muchos, son un poco más de 40, algunos de los cuales te parecerán repetidos, pero analízalos para que veas que se refieren a diferentes aspectos. De mis recomendaciones, estas que siempre hago a todos los docentes que vienen a solicitarlas, he seleccionado y comentado, para ti, las siguientes:

  1. Integra en el contenido científico que desarrollas en tus asignaturas, todas las aristas posibles de la formación de valores en tus alumnos.
  2. Propicia el protagonismo de tus alumnos como agentes de su propio aprendizaje, mediante su estimulación constante.
  3. Atiende adecuadamente y valora las necesidades de tus alumnos, dadas por sus diferencias individuales.
  4. Realiza diagnósticos frecuentes de tu grupo, atendiendo a los problemas psicológicos y pedagógicos que cada alumno pueda presentar y a sus potencialidades para superarlos.
  5. Atiende el desarrollo de las potencialidades de cada uno de tus alumnos, al impartir tus clases. Haz que responda cada uno, al menos una pregunta diaria.
  6. Sé capaz de pronosticar el desarrollo de cada uno de tus alumnos, a partir de las actividades que planificas para ellos, y de lo que fueron capaces de lograr cada día.
  7. Promueve la independencia cognoscitiva en tus alumnos por medio de actividades de investigación que ellos puedan desarrollar. Comienza siempre por estimularlos para que investiguen lo que ellos quieran y prepárate, que ya vendrán las preguntas.
  8. Trabaja a favor de que tus alumnos desarrollen motivos e intereses estables para el aprendizaje. Que no se aprendan las cosas para ahora mismo, de memoria, que así no es el conocimiento duradero ni estable.
  9. Brinda una base orientadora para la acción comprensible para todos tus alumnos durante las clases, con preferencia, al inicio de estas. Repíteles las orientaciones si lo necesitan. No te pongas bravo(a) por ello.
  10. Asegúrate de que todos tus alumnos asimilen los fundamentos científicos del contenido de enseñanza, en cada una de las clases que desarrollas. La cientificidad es importante, es un principio didáctico.
  11. Asegúrate de constituir un ejemplo y un modelo positivo a imitar por tus alumnos, atendiendo a los rasgos de su personalidad, que tú sabes que es diferente en cada uno de ellos.
  12. Posee autoridad ante tus alumnos y sus padres, por tu experiencia, ejemplo y calidad de la docencia que impartes.
  13. Sé persistente en tus propósitos de enseñar a todos tus alumnos y lograr el desarrollo de todas sus potencialidades. Me refiero a que no te des por vencido con alguno o con alguna de tus chicos.
  14. Exprésate con sencillez, sin sacrificar la cientificidad, pero no digas disparates, si no estás seguro de algo, estúdiatelo bien, antes de llevarlo al aula.
  15. Sé disciplinado ante tus dirigentes, al tiempo que ético y respetuoso. Así darás a todos un ejemplo de lo que es un maestro en toda la extensión de la palabra.
  16. Manifiéstate con honestidad ante alguna pregunta inesperada de tus alumnos, cuya respuesta desconozcas; diles que te propones investigar la respuesta junto a ellos o ellas.
  17. Acepta analizar los criterios de tus colegas, aunque al inicio no los compartas totalmente. Siempre alguien tiene razón en algo de lo que plantea.
  18. Actúa con justicia ante los conflictos de tus alumnos entre sí, o con sus padres. Reclama siempre lo justo y lo correcto cuando se trate de corregir la conducta de un educando.
  19. Domina profundamente el contenido científico de las materias que desarrollas. Solo así podrán encontrar las contradicciones del contenido y revelarlas a tus estudiantes, lo cual es muy importante, porque promueve motivaciones, al crear situaciones problémicas.
  20. Aplica métodos novedosos, aunque tengas poca experiencia en su correcto desarrollo. Si no comienzas, no podrás seguir, y mucho menos, asimilarlos como estilo de trabajo.
  21. Establece una adecuada comunicación con tus alumnos, sus padres y con los compañeros docentes. Ya esto está dicho anteriormente, pero de otra manera: ahora hago referencia a decirlo todo con sencillez y al mismo tiempo, autoridad.
  22. Mantén una auto-superación permanente en las cuestiones pedagógicas, pero no te dejes deslumbrar por los súper-métodos que no sabes si podrán ajustarse a las características de tus educandos, los cuales tú has de conocer bien.
  23. Estimula en tus alumnos la defensa de puntos de vista personales, pero que cambien sus criterios al darse cuenta de su error anterior. Solo así serán aceptados por todos sus coetáneos y admirados por los adultos.
  24. Destaca, como cuestión positiva, la originalidad de los criterios de tus alumnos, sin crear en ellos esa autosuficiencia pedante que muchos poseen.
  25. Promueve en tus alumnos la contraposición de opiniones y criterios ejercidos mediante el debate. Enséñalos a discutir en las propias clases, sin faltarse al respeto como buenos camaradas.
  26. Promueve en tus alumnos la posibilidad de que contrasten los avances obtenidos. Haz que se comparen con ellos mismos en un momento dado del curso escolar.
  27. Demuestra originalidad e imaginación en el cumplimiento de los programas de tus asignaturas. Todo nueva técnica que inventes, propónsela a tus colegas, para contrastar opiniones.
  28. Muestra libertad de acción y flexibilidad en el desarrollo de tus actividades docentes y no repitas la misma clase que diste el curso pasado a otro grupo diferente.
  29. Estimula el surgimiento de ideas originales en tus alumnos.
  30. Indica actividades científico-investigativas para tus alumnos, en aras de mejorar el proceso de su aprendizaje desarrollador.
  31. Establece adecuadas valoraciones y autovaloraciones de la actividad pedagógica desarrollada en la escuela.
  32. Organiza adecuadamente la actividad educativa, a partir de las tareas docentes, extra docentes y extraescolares.
  33. Enséñales las palabras “mágicas”, (con permiso; disculpe; gracias; ¿me permite?); que no crean merecerlo todo.
  34. Selecciona o crea actividades que promuevan el desarrollo del pensamiento creador en tus alumnos.
  35. Manifiéstate con dinamismo en tu actividad pedagógica profesional. Que tus alumnos noten tu energía y que no te vean cansado o aburrido. Tampoco manifiestes ante ellos nada que pueda denotar falta de principios por tu parte.
  36. Mantén un ambiente de alegría y optimismo en tus clases. El maestro ejerce la docencia con arte, técnica y amor.
  37. Actúa con modestia ante tus compañeros noveles, al tiempo que te mantengas en disposición de enseñar a los demás docentes que tienen menos experiencia.
  38. Sé honesto, desde el punto de vista científico, al tratar de algún aspecto pedagógico ante el colectivo de tu escuela. No creas que te las sabes todas.
  39. Analiza cada clase que impartas para cerciorarte de que pudiste haberla desarrollado mejor.
    Sostén puntos de vista objetivos y realistas al valorar casos de alumnos tuyos, en cuestiones cotidianas que se presenten.
  40. Apóyate en la enseñanza problémica o en otras estrategias que contribuyan a estimular la participación de tus alumnos en el proceso de su aprendizaje.

Aunque muchas de las recomendaciones que te hago, pienses que no tienen que ver con la concepción que tú tienes de CREATIVIDAD, te aseguro que de la forma en que te aconsejo, lo que hago es seguir la máxima martiana: “…Y se hizo maestro, que es hacerse creador”, con lo que el Apóstol de la independencia de Cuba quiso expresar todas las cualidades positivas de la personalidad del educador-creador.

Te auguro, desde ahora, el éxito que te mereces, pues solamente con la voluntad que manifestaste al leer y asimilar estas recomendaciones sé que llegarás a donde te has propuesto.

No dudes en escribirme para manifestarme lo que has avanzado en tu voluntad firme de hacerte un maestro-creador de personalidades felices, porque “SER BUENO ES EL ÚNICO MODO DE SER DICHOSO; SER CULTO ES EL ÚNICO MODO DE SER LIBRE”. José Martí Pérez (La Habana,1853- Dos Ríos,1895).

Fuente: http://oei.es/divulgacioncientifica/?Cuarenta-consejos-a-los-maestros-y-profesores-que-quieran-potenciar-la

Fuente de la Imagen:

http://docenciaydidactica.ecobachillerato.com/2014/04/la-creatividad-en-el-aula-recursos.html

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