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Consejos para no perder la voz dando clase con mascarilla

Por: Educación 3.0

La voz de numerosos docentes ya está empezando a sufrir los inconvenientes de dar clase con la mascarilla puesta durante tantas horas. Pero, ¿cómo pueden evitar forzar la voz ante los estudiantes? Andreu Sauca, logopeda, logofoniatra y presidente de la Sociedad Catalana de Logopedia, ofrece algunos consejos para evitar problemas en la voz, como potenciar la expresión facial o respirar de forma correcta.

Desde el comienzo de las clases, los docentes se han tenido que adaptar al uso obligatorio de las mascarillas dentro de los centros educativos. Pero, ¿tienen efectos negativos para la voz? “Aún no tenemos estudios suficientes ni con la profundidad adecuada como para confirmarlo o refutarlo. Como universitarios, docentes e investigadores tenemos una responsabilidad al respecto. El rigor científico se impondrá a la ‘opinología’ tan de moda hoy en día”, señala Andreu Sauca, logopeda, logofoniatra y presidente de la Sociedad Catalana de Logopedia, que nos ofrece una serie de consejos útiles y consideraciones a tener en cuenta para evitar que los docentes pierdan la voz en unas circunstancias tan excepcionales como las actuales.

Claves respecto al uso de la mascarilla mientras se imparte clase

  • Si no se habla, respira por la nariz. Cuando no se habla, se debe respirar por la nariz, no por la boca, y menos bajando y avanzando la mandíbula. Esto es importante tanto durante la clase como en los desplazamientos hacia el aula, y también entre clases.
  • Hidratarse y respetar el uso de una mascarilla. Mientras se habla se respira por la boca. Esto, como docentes nos puede causar dos problemas en la situación actual.

En primer lugar, hemos de ser conscientes de que hay que hidratarse durante las clases igual que lo hacemos, o deberíamos hacer, siempre. Pero, ¿cómo hacerlo con la mascarilla sin quitársela? Introduciremos el dedo índice por dentro de la mascarilla en la zona de la barbilla y la levantaremos para poder beber agua. De esta manera no la tocamos externamente ni es necesario retirarla.

En segundo lugar, el intercambio de aire por la respiración y el habla humidificará la mascarilla más de lo normal en un uso estándar, reduciendo progresivamente su efecto protector. Es muy posible que una mascarilla no nos sirva durante las 4 horas de su vida útil (como es el caso de las quirúrgicas) y la tendremos que cambiar con frecuencia. Es necesario respetar las horas de uso de una mascarilla y cambiarla cuando convenga. Si ya no está en condiciones, ya no protege.

uso mascarilla
  • La sensación de que se nos oye menos con la mascarilla es en principio eso, una sensación. En general, estamos acostumbrados a una voz proyectada, suficiente para que no nos afecte en caso de que fuese cierto que disminuye la percepción del sonido, y dominamos (o deberíamos dominar) lo suficiente la voz como para no alterar el tono. Incluso con dos mascarillas puestas a la vez (por ejemplo, la combinación KN95+quirúrgica) casi no se altera la audibilidad. Lo que es muy importante es vigilar para no aumentar la intensidad de la voz de forma innecesaria, dado que en este caso estaríamos aplicando un esfuerzo vocal que podría llegar a ser lesivo para nuestras cuerdas vocales (con o sin mascarilla).
  • Utilizar mascarillas homologadas. Ciertas mascarillas de tela, caseras o no, sujetan demasiado la nariz y la barbilla al mismo tiempo por su diseño. Estas pueden dificultar la articulación y por lo tanto la comprensión por parte del alumnado. Esto no pasa con las homologadas. Es esencial contar con mascarillas homologadas (quirúrgicas, FFP2/3, KN95), no las de tela caseras, ya que en estas la respirabilidad (además de la protección) puede estar comprometida. La mascarilla no es un medio de comunicación ni de expresión en el que llevar logos, mensajes… es un instrumento de protección de la salud. Muchos de los docentes que me comunican que la mascarilla les da problemas no llevan una mascarilla quirúrgica, sino de elaboración casera.
mascarillas consejos voz mascarilla

Si nos hacen repetir las cosas porque a la primera no nos han entendido, a la segunda vez nuestra tendencia inconsciente suele ser aumentar la intensidad (cuando probablemente la intensidad no era el problema). ¡Cuidado! No hemos de forzar la voz, esta es la máxima.

  • Potenciar la expresión facial. La mascarilla oculta información no verbal. Cuando esta información no está presente en el acto de habla (un ejemplo sería cuando hablamos por teléfono), la tendencia es la de aumentar la intensidad de la voz. No es necesario gritar más, sino potenciar la expresión facial en la zona de ojos, cejas y manos.
mascarillas profesores
  • La importancia de la ventilación y los amplificadores de voz. Tan importante como las mascarillas es la ventilación del aula. Si es posible, tendremos que mantener una ventilación constante que permita renovar el aire del aula durante toda la clase. Esto hará que aumente el ruido ambiental que entra habitualmente por las ventanas, lo cual sí que puede afectar a la audibilidad. Para ello es esencial hacer uso de medios técnicos para amplificar nuestra voz por encima de esos niveles sonoros y evitar así forzarla.
  • Mantener a raya el ‘estrés docente’. Las alteraciones vocales de los docentes tienen, con frecuencia, origen en el estrés que padecen en su trabajo. Este estrés, en sus diferentes naturalezas, es multifactorial (físico, mental, emocional y vocal) y afecta a una técnica vocal que tiene como consecuencia una dinámica que puede conducir al docente hacia la disfonía funcional. Una cuestión que se convertirá en un nuevo factor de estrés agravando la disfonía hasta la aparición de la manifestación orgánica (como nódulos, edemas, laringitis…).
  • Hacer uso de un transmisor FM con estudiantes con problemas auditivos. Si tenemos en el aula alumnos con sordera profunda, hemos de tener en cuenta que las mascarillas con zona de plástico transparente para facilitar la lectura labial no tienen una buena respirabilidad para hacerlas servir, hablando con voz proyectada, durante las horas que duran las clases, Yy Y si llevan válvulas y filtros, además comprometen la seguridad. Lo mejor es que si estos estudiantes llevan audífonos compatibles, el docente puede utilizar un transmisor FM con independencia de si su mascarilla facilita o no la lectura labial

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/clase-con-mascarilla/

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Ser niño y estudiar en El Salvador: un camino de obstáculos

América Central/El Salvador/Fuente: www.elsalvador.com

Niños y niñas que aprenden en la educación pública del país intentan seguir su rumbo entre la pandemia, falta de recursos tecnológicos y altos números de deserción, en un panorama gris en el Día del Niño en El Salvador.

El Día del Niño es una fecha especial en los centros escolares del país, donde normalmente hay disfraces, payasos, fiesta y alegría entre la comunidad de maestros y estudiantes. Pero el impacto del COVID-19 a nivel global, y por supuesto en el país, tiene ahora a los alumnos en sus hogares, recibiendo clases en línea y, en muchas ocasiones, batallando por no abandonar los libros, agotados ante un paquete de problemas que ha venido a pintar de gris este día.

El primer reto es tecnológico. Paz Zetino, secretario general de Bases Magisteriales, explica que “el alumno que no tenía acceso a la red de internet, ni los instrumentos tecnológicos necesarios, se vio desesperado y abandonó con facilidad” la escuela.

Según datos del Ministerio de Educación, en 2019 comenzaron su año lectivo 1,289,021 alumnos, entre primaria y bachillerato. La cifra resume escuelas públicas e instituciones privadas. De ese número, solo 1,251,219 comenzaron sus estudios a inicios de 2020, o sea 37,808 menos.

Para Paz Zetino, el impacto que ha tenido el modelo de clases en línea provocará números mucho mayores de deserción escolar al cierre de 2020.

“Hay agotamiento en recursos, porque la pandemia se fue alargando. Hablamos de pago de internet, compra de equipo. Se volvió insostenible la situación financiera. Imagínese un hogar con tres hijos, y dependían de solo un aparato telefónico, ¿cómo estar enviando las tareas de todas las materias en un solo teléfono? Los teléfonos colapsaron. Y los padres de familia no tuvieron capacidad para reponer esos aparatos y seguir en el proceso. Lo que hicieron fue dejar de enviar tareas”, resume el representante de una de las principales agrupaciones de maestros del país.

Entre 9% a 13% es el índice de deserción en el país, añade Paz Zetino. Este año va a crecer. El doctor Óscar Picardo, académico e investigador de la Universidad Francisco Gavidia, añade que “todos los años tenemos deserción muy fuerte en tercer ciclo, estamos perdiendo 6 de cada 10 que terminan educación básica, a partir de 7° grado”.

Muchos de estos estudiantes no siguen su camino académico porque sus padres los ponen a trabajar.

“En este país, tenemos una gran cantidad de gente que se dedica a la actividad informal, a la venta ambulante. Ellos empiezan a involucrar a los niños y niñas desde temprana edad en esa actividad. El niño, cuando ve que eso le produce dinero y algún beneficio, se va acostumbrando a eso, y después no quiere salir de ahí. Es un círculo vicioso. Con esos niños nos cuesta muchísimo, porque prefieren andar vendiendo chiles y cebollas en un mercado”, argumenta Paz Zetino.

Picardo dice que este fenómeno “es multicausal. Hay problemas de violencia, mudanza, laborales, económicos… hay papás que cuando sus hijos entran a una edad después de preadolescencia, les dicen ‘llegó la hora de trabajar’, y ni modo”.

Identifica además que la educación en el país tiene un problema de fondo, y que al final impacta en la educación de los niños: cada cinco años, el nuevo Gobierno entrante hace un nuevo plan, no se aprovecha lo avanzado por el anterior y no hay un modelo educativo ni un currículum nacional elaborado a largo plazo. Así ha sido al menos desde la reforma educativa de 1995, comenta Picardo.

“Cecilia Gallardo comenzó con el modelo constructitiva, después Evelyn Jacir de Lovo puso Escuela 10, después Darlin Meza arrancó con el plan 20-21, luego el primer plan del Frente con Vamos a la Escuela; después El Salvador Educado, y ahora es el Plan Cuscatlán. Cada uno de esos planes ha ido cambiando el modelo. En el Gobierno del FMLN, se pensó el modelo de escuela inclusiva de tiempo pleno, y eso ya se olvidó, se dejó de lado”, lamenta Picardo.

También hay una constante negativa, según estudios impulsados por Picardo, que viene pasando desde 2008, pues de los 200 días de calendario escolar, solo 100 son días efectivos para estudio. En los demás “Hay mucho feriado, muchas actividades de fiestas cívicas, culturales, ensayos de bandas de paz, etc. En una escuela típica, el Día del Maestro se celebra cinco veces y se pierde mucho tiempo. Prácticamente el 50% de tiempo efectivo, lo cual es un correlato de la PAES”, argumenta el investigador educativo.

El año pasado, la nota global PAES fue de 5.52.

Y también están los retos en la zona rural, donde hay escuelas sin techo, con piso de tierra y lodo, baños sin condiciones dignas; apenas el 17% tienen internet -subraya Paz Zetino- y, según Picardo, el porcentaje es aún menor para los centros educativos que tienen bibliotecas o laboratorios.

Como resultado, “esas ausencias hacen que la educación sea muy teórica. Lo describo con una frase: Los estudiantes conocen, pero no comprenden ni aplican lo que saben”, comenta Picardo.

El panorama es gris. Pero hay esfuerzos que pintan de otro color este día, como el del profesor Carlos Perdomo Fuentes, quien ha hecho la diferencia en el Centro Escolar Caserío Las Brisas Mandinga, en El Presidio, Sonsonate.

Desde 2005, Perdomo inició una serie de gestiones, a nivel privado y gubernamental, que al final llevaron a que este centro educativo rural cuente con más de 30 computadoras, internet y aire acondicionado.

“La parte tecnológica en las escuelas rurales es uno de los principales desafíos, y todavía no tenemos la infraestructura adecuada. Con la pandemia todo ha sido más difícil. Pero a veces depende de la gestión de uno en la escuela, de los maestros y padres también”, comenta con optimismo Perdomo.

El profesor Perdomo no acepta que este 1 de octubre sea gris, y prefiere colorearlo de compromiso y esperanza.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/coronavirus-ninos-sin-acceso-a-educacion-durante-pandemia-por-falta-de-recursos/759278/2020/

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Estados Unidos aplicará pruebas COVID-19 en escuelas

América del norte/Estados Unidos/lanoticia.com

Las autoridades educativas de Estados Unidos lanzaron un ambicioso plan para aplicar pruebas de COVID-19 en las escuelas. Las detecciones aplica tanto para los estudiantes como a los docentes.

En el período inicial este plan contempla las escuelas de Nueva York y Los Ángeles, que reanudan las clases presenciales en los dos distritos escolares más grande del país.

La propuesta surgió como producto de una acuerdo con el sindicato de maestros para evitar una huelga. Las presiones se dieron en vista de que por lo menos 79 empleados del Departamento de Educación municipal han fallecido de coronavirus.

Así será el plan de pruebas COVID-19 en escuelas

La ciudad de Nueva York planteó someter a prueba a entre 10% y 20% del cuerpo estudiantil de todas las escuelas cada mes a partir de esta semana. Este jueves más de un millón de alumnos regresaron a las aulas por primera vez en seis meses en nivel secundaria. Mientras tanto, otros estudiantes volvieron a clases de primaria a principios de semana.

“Todas y cada una de las escuelas tendrá pruebas, y ello ocurrirá todos los meses. Será riguroso”, declaró el alcalde neoyorquino Bill de Blasio al anunciar el plan.,

Nueva York tendrá que aplicar entre 100,000 y 200,000 pruebas cada mes, cada una a un costo de entre 78 y 90 dólares, por lo que el plan supera por mucho a cualquier propuesta en otras localidades.

Entretanto, Los Ángeles lanzó un programa similar de 150 millones de dólares para aplicar pruebas a fin de determinar cuándo los alumnos pueden regresar físicamente a las aulas. Allí, las clases se reanudaron en agosto pero por vía remota, abarcando a unos 600,000 alumnos.

En Los Ángeles, todos los alumnos y docentes recibirán una prueba básica en las próximas semanas para asegurar una baja incidencia de COVID-19, y otra inmediatamente antes del regreso a los edificios, anunció el director Austin Beutner.

Una necesidad comunitaria

Estas medidas rutinarias son indispensables para áreas donde el virus ha resurgido.

Al comienzo de la pandemia el virus afectó principalmente a los ancianos, pero actualmente está contagiándose entre niños y adolescentes, Las clases y el regreso a otras actividades parecen ser las responsables. Los niños abarcan el 10% de todos los casos de coronavirus en Estados Unidos cuando eran apenas 2% en abril, según la Academia de Pediatría.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reportaron días atrás que los casos de coronavirus entre niños de edad escolar han aumentado desde inicios de septiembre, coincidiendo con el regreso a clases. La entidad enfatizó la importancia del distanciamiento social, la higiene personal y el uso de mascarillas, aunque no exige la aplicación de pruebas a los estudiantes y docentes.

Fuente: https://www.lanoticia.com/estados-unidos-aplicara-pruebas-covid-19-en-escuelas/

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Un decálogo para mejorar la enseñanza en línea

Por: Nacho Meneses

Doce profesores especializados en la educación digital publican un libro que repasa estrategias, herramientas y otras claves para conseguir que el aprendizaje a distancia sea un éxito

El incierto retorno a clase en medio de la pandemia revela que, aun manteniéndose en unos niveles relativamente bajos, la crisis sanitaria afecta cada vez a un mayor número de aulas en España. Esta semana había 2.852 grupos escolares en cuarentena, de un total de 386.214, o lo que es lo mismo, un 0,73 % del total. Pero con más de 10.000 nuevos positivos diarios de coronavirus en todo el país, parece seguro asumir que, en este nuevo curso, la presencialidad no será siempre posible, lo que obliga a los equipos docentes a estar permanentemente preparados ante una posible cuarentena que mande a sus alumnos a casa. Para ayudar en esta empresa, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha editado el Decálogo para la mejora de la docencia online. Propuestas para educar en contextos presenciales discontinuos, un libro gratuito que ha puesto a disposición de la comunidad educativa.

¿Estamos ahora mejor preparados para la enseñanza online de lo que estábamos hace unos meses? En marzo pasado, los docentes tuvieron que migrar a un entorno virtual de un día para otro sin que, en muchos casos, dispusieran de la formación o los recursos necesarios. Una muestra de ello es que más de 9.000 profesores de 47 países siguieron, durante los meses de abril, mayo y junio una propuesta formativa de emergencia del profesorado de la UOC para acompañar a los educadores en su transición forzada a la enseñanza no presencial.

La adaptación, por tanto, fue muy dispar. Aquellos más preparados sufrieron menos, pero también hubo centros donde la situación se afrontó encadenando una videoconferencia tras otra, y replicando en línea las mismas prácticas que venían aplicando en la enseñanza presencial; una práctica que, según los expertos en educación digital, dista mucho de ser idónea, por un sencillo motivo: un contexto tan diferente exige también nuevas formas de dar clase, nuevas estrategias, otras herramientas y nuevas formas de dinamizar, implicar y motivar a los estudiantes, todos ellos aspectos tratados en el libro publicado recientemente por la UOC.

Lo primero, diseñar bien el curso

Para superar ese distanciamiento social, “lo primero que hay que hacer es diseñar bien el curso, elaborar actividades en las que los estudiantes puedan participar y generar interacciones entre ellos”, explica Albert Sangrà, catedrático de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación en la UOC y coordinador de esta iniciativa editorial. Si las clases virtuales no proveen a los alumnos de oportunidades para trabajar en equipo, afirma, no es porque el contexto online tenga esas limitaciones, sino porque el curso está mal diseñado. Y a la hora de diseñar una programación, anima a los docentes a hacerlo con los objetivos que tiene el curso en mente: una vez que sabemos los conocimientos y competencias que queremos que los alumnos desarrollen, será posible identificar las acciones, actividades y herramientas que nos ayudarán en ese proceso.

Otro aspecto que destaca es el social: las relaciones han de ser fluidas entre los propios estudiantes y entre ellos y el docente, que a su vez ha de proporcionar un feedback constante que ayude a los alumnos a entender cómo es su progreso y el motivo de sus equivocaciones. “De esta manera, consigo que el alumno asuma por qué lo ha hecho mal, y que entienda más y mejor aquello que, en un principio, no había captado adecuadamente. En la formación en línea, a veces te encuentras con pruebas de tipo quiz que te marcan las respuestas que has dado mal, pero no te explican el porqué”, añade Sangrà. “Ahora bien, es recomendable hacerlo segmentando a los alumnos en grupos más pequeños, para no perder la capacidad de interactuar. En lugar de hacer sesiones maratonianas con toda la clase, tomo a cuatro o cinco, y hablo con ellos, y luego a otros cuatro o cinco más. Y entre tanto, tienen actividades para desarrollar”.

Se trata, en definitiva, de superar el distanciamiento social gracias a una serie de herramientas digitales que permiten a alumnos y profesores seguir trabajando conjuntamente. “Recomendamos, por ejemplo, que una videoconferencia no tenga nunca una duración superior a los 30 minutos. Y que sirva para aclarar dudas y conceptos; para iniciar temas y que los alumnos se puedan animar a participar”. Una metodología que se adapta muy bien a las llamadas aulas invertidas, como las que ya practican los docentes edutubers, y que facilita una mayor flexibilidad en el desarrollo de las clases. No es necesario ajustarse a un horario estricto, “sino que puede flexibilizarse en cierta manera cuándo trabajamos, cuándo leemos o estudiamos… de forma que hagamos crecer la capacidad de autonomía de los alumnos, menos desarrollada con respecto a lo que podría estar”, esgrime el experto.

Para Sangrà, se trata de un elemento fundamental, porque, “en el fondo, lo que hay detrás de esto es la competencia de aprender a aprender. Si lo vas trabajando desde pequeño, estás capacitando a los alumnos a desarrollarse de mejor manera incluso ante situaciones como la que estamos viviendo en estos momentos”. Una labor que, de la mano de los docentes, se complementa con el desarrollo de una actitud crítica con respecto a la tecnología, para que sepan cuándo es bueno utilizarla y cuándo no, y que aprendan a ser mejores personas desde un punto de vista ético: no solamente por el uso de la misma, en lo relacionado con la privacidad de terceras personas, por ejemplo, sino también por su interpretación. “Aquí entraría todo lo relacionado con las fake news, de manera que comprendan que el simple hecho de que una información esté en Internet no garantiza en modo alguno su veracidad; y que es imprescindible poder distinguir si las fuentes son o no son creíbles”.

Nuevas actividades y herramientas

Un aspecto es innegable: ya sea completamente online, semipresencial o con una presencialidad bañada por un alto grado de incertidumbre, estamos en un contexto distinto al habitual, y todo funciona, se ve y se percibe de manera diferente. Ello lleva necesariamente a que, para mantener implicado al alumno, sea imprescindible echar mano de actividades que sean motivadoras y atractivas, y que los alumnos comprendan por qué hacen eso y qué conseguirán con ello. Estas son algunas de las actividades sugeridas por el grupo de expertos de la UOC:

  • Actividades de análisis y síntesis, normalmente individuales (mapas conceptuales, esquemas, infografías…).
  • Actividades de investigación o resolución de problemas, ya sea de forma individual o en grupos pequeños, como estudios de caso, proyectos o trabajos de campo.
  • Actividades de interacción y comunicación, en las que el docente debe estar atento para animar al estudiante a expresarse, debatir y discutir ideas preconcebidas (debates virtuales, encuestas de grupo seguidas de una discusión, etcétera). Unas tareas que, además, pueden desarrollarse de forma síncrona o asíncrona.
  • Actividades de construcción colaborativa de conocimiento, resolviendo situaciones del mundo real que involucren una negociación y la elaboración colaborativa de soluciones.
  • Actividades de reflexión.

Además del tipo de actividades, el decálogo de la UOC se hace eco de numerosas herramientas del entorno virtual que están a disposición de docentes y estudiantes, desde buscadores específicos como Google Académico, Pixabay (para imágenes) o CC Search (para contenido bajo licencias Creative Commons), a herramientas de comunicación social, ya sea a través de servicios de mensajería instantánea (como WhatsApp, Hangouts o Discord), videoconferencia (Zoom, Jitsi Meet, Skype, Open Meetings), redes sociales o blogs, pasando por herramientas para la creación de contenido, como editores de imagen o vídeo, capturadores de pantalla, creación de comics, podcasts o páginas web, presentaciones multimedia o infografías. Todo un inmenso abanico de posibilidades.

Nuevas formas de evaluar y nuevas estrategias

Uno de los elementos clave en este tipo de contexto es la forma de evaluación. Como explican los autores de Decálogo para la mejora de la docencia online, lo ideal en un entorno de estas características es diversificarla al máximo: que, en lugar de un solo examen final, la evaluación sea continua; que sirva para que el propio estudiante identifique sus puntos débiles y pueda mejorarlos; y que haya múltiples canales de evaluación (pruebas objetivas sencillas, trabajos, actividades en grupo…). “Hay alumnos a los que el sistema de quizzes no les va bien, porque les exige sobre todo memorización, para poder responder correctamente, y no evalúa, por ejemplo, todo el proceso para resolver un problema”, reflexiona Sangrà. “Esa diversidad ayuda a aplicar una evaluación más justa y más equitativa, porque tenemos menos riesgo de equivocarnos”.

Para el grupo de expertos de la UOC, un contexto de enseñanza virtual, semipresencial o presencial discontinuo, como el que tendremos este curso, obliga a tener muy en cuenta algunas estrategias. En primer lugar, facilitarles la organización: que tengan claro cuándo empieza una materia o una actividad; qué es lo que tienen que hacer y de qué forma van a ser evaluados: “Una información que tenemos que ir gestionando de tal manera que les llegue adecuadamente, en tiempo y forma; que ellos puedan sentirse tranquilos sobre si están haciendo lo que deben hacer, y como se espera que lo hagan. Que sientan que están participando en unos objetivos comunes e importantes para ellos, y que siempre hay, al otro lado, una persona que está preocupándose por ellos”, explica Sangrà. “Es un aspecto muy importante relacionado con el estrés emocional, y que ha sido motivo recurrente de conversación durante los meses de confinamiento”.

En segundo lugar, añade el catedrático, es necesario darles pautas y orientaciones, pero siempre dejando margen a la flexibilidad; y, finalmente, destaca la presencia del docente, incluso ante su ausencia. “Muchos docentes hemos creído, durante este periodo, que la única forma de estar presentes es que vean nuestra imagen a través de la pantalla. Pero en los entornos virtuales, nosotros podemos estar conectados aunque no estemos físicamente interactuando en un determinado momento: estamos presentes si, cuando alguien manda un mensaje, respondemos; estamos presentes si, cuando nos preguntan directamente, damos una respuesta en un periodo corto de tiempo; estamos presentes cuando, en un debate en un foro, participamos para reorientar la conversación y el estudiante se da cuenta de que estamos ahí”. Los entornos virtuales permiten crear comunidades de aprendizaje virtuales en las que los profesores son una presencia más, eso sí, muy importante, porque para ellos sigue siendo el referente.

“Por otro lado, tenemos que ayudar a las madres y a los padres a que entiendan que el que en un momento no se vea al profesor en una pantalla no significa que no esté haciendo su trabajo, sino que lo hace con mayor flexibilidad, tanto para él como para los alumnos”, argumenta Sangrà. Es decir, que puede estar ocupándose en esos momentos de unos estudiantes que tienen una mayor dificultad, por ejemplo, mientras que otros están avanzando porque ya han entendido muy bien lo que tienen que hacer. En definitiva –resume–, se trata de diseñar programaciones que contemplen la formación en los dos entornos, el presencial y el virtual, y de establecer los vínculos que permitan enlazar las actividades realizadas en ambos para que presencialidad y virtualidad se liguen de una forma fluida. “Si los estudiantes no pueden asistir a los centros educativos, convendrá que los centros vayan a ellos”.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/09/30/actualidad/1601468461_459471.html

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España: Los directores madrileños exigen a Educación recursos humanos y materiales para hacer frente a las bajas de profesorado

Europa/España/eldiariolaeducacion.com

  • La asociación Adimad, que engloba a los directores de secundaria de centros públicos, reclama a la Consejería de Educación una mayor inversión en equipamientos, contratación de personal docente y no docente así como la cobertura de las bajas que se están produciendo diariamente. «Estamos solos», asegura Esteban Álvarez, su presidente.

a situación de los institutos públicos madrileños está cerca del colapso. Han comenzado el curso con las mismas fechas previstas al final del pasado, con cambios de criterio a dos semanas de comenzar y sin los instrumentos prometidos por la Administración educativa.

En su momento, Educación aseguró que enviaría 70.000 ordenadores y 6.000 cámaras a los centros para poder llevar a cabo la enseñanza semipresencial que está en marcha desde 3º de ESO hasta el bachillerato. También, que se mejoraría la conectividad para poder dar un buen servicio. No se ha hecho nada al respecto, que sepan en Adimad. Así de tajante se ha expresado Esteban Álvarez en la rueda de prensa que acaban de dar para hablar de las propuestas que ponen sobre la mesa.

Después de repasar qué ha ocurrido en los últimos meses, así como de denunciar que no se ha convocado a ninguna reunión a las y los directores para que pudieran plantear sus necesidades, Álvarez ha detallado cuáles son las peticiones, casi exigencias, que plantean desde la asociación.

Recursos

Madrid, como otras comunidades autónomas, vive una compleja situación por falta de personal en las listas de interinos. Este es el motivo para la aprobación del Real Decreto-ley que permitirá la contratación de «docentes» sin titulación acreditativa. En cualquier caso, es una de las reivindicaciones de Adimad. La contratación de más personal para poder realizar con garantías la labor educativa en los centros.

A esta contratación, que supondría la posibilidad de bajar las ratios de alumnos por aula, se suma que hoy, por el vaciado de esas listas, no se están cubriendo con rapidez las bajas que se producen. Álvarez ha asegurado que, según sus datos (la Comunidad, ya sea vía Educación o Sanidad, no los facilita) de media, en cada instituto hay entre tres y cuatro docentes de baja o confinados por causa de la COVID. Cifras a las que hay que sumar el profesorado que está de baja por otras razones. Para apoyar el argumento, Ángeles González, también directora en Madrid, aseguraba que en su instituto hay diez docentes de baja actualmente.

Pero no solo se trata de personal docente, también es necesario un refuerzo del de administración y servicios, grupo en el cual también se están produciendo bajas que no se cubren. A esto, se suma el personal de limpieza, contratado por terceras empresas y que tampoco se cubre con la celeridad necesaria para mantener los centros educativos cercanos a un funcionamiento normal.

Más allá de la falta de recursos humanos está la falta de equipamiento tecnológico comprometido por la Consejería. 70.000 ordenadores y 6.000 cámaras para intentar asegurar que la semipresencialidad del alumnado más mayor de secundaria y bachillerato fuera efectiva. A día de hoy, no han llegado esos equipos a los centros educativos. Sobrevuela a esto la pregunta de en qué se está invirtiendo el dinero enviado por el Gobierno central de los fondos Covid (cerca de 300 millones para Madrid). Tampoco la mejora de la conectividad en los centros. Asegura Álvarez que están prestando todo el material que pueden, pero no pueden prestar todo el que tienen porque, al mismo tiempo, hay que utilizarlo en el instituto para mantener la semipresencialidad.

Adimad denuncia que se han visto obligados a «competir» unos centros con otros en los últimos meses. Primero, por la compra de material higiénico-sanitario como geles hidroalcohólicos, mascarillas y demás. Ahora, por conseguir al mejor precio posible, equipamiento informático. Un equipamiento, asegura Esteban Álvarez, que no tiene casi stock en Europa y que ha visto sus precios aumentado por la presión de la demanda. Una demanda que ahora está intentando realizar las compras directamente en países como China.

Incomunicación con Salud Pública

A los problemas de infraestructuras materiales y humanas, viene a sumarse la incertidumbre en la que se están moviendo los centros. Están obligados a estar en contacto con la Dirección General de Salud Pública para informar de los casos que se estén produciendo y esperar a las instrucciones que les den, principalmente, sobre el cierre de aulas y el confinamiento de alumnado y profesorado. Desde hace días, no pueden contactar vía telefónica con dicha Dirección General. Cuando lo hacen por correo electrónico, no se garantiza que haya respuesta, y de haberla, tarde cinco o seis días, ha explicado el presidente de Adimad. Todo esto contando que la figura del coordinador COVID, una persona del equipo directivo, ha pasado a ser literalmente, un restreador de casos y contactos directos y estrechos.

Tampoco saben qué hacer cuando un docente, por ejemplo, tiene casos positivos cercanos pero de fuera del ambiente laboral. ¿Ha de guardar cuarentena? ¿Ha de comunicarlo a alguien? Según las informaciones publicadas en los últimos días, la Comunidad de Madrid ha decidido no hacer pruebas PCR a los contactos estrechos de un positivo a no ser que sea, principalmente, una persona conviviente. Alumnado y profesorado no lo son.

Son 2.000 los centros públicos que deberían estar en comunicación con Salud Pública. Según las estimaciones de la asociación de directores, además de los cuatro o cinco docentes que en cada centro se están dando de baja por motivos relacionados con la COVID, hay que sumar los casos entre el alumnado. En las primeras semanas, aseguran desde Adimad, había uno o dos diarios. Ya están entre tres y cuatro, teniendo en cuenta que la incidencia del virus es desigual dependiendo de dónde esté el centro educativo.

Álvarez, además, ha explicado la dificultad de hacer este seguimiento en los institutos, en donde no existen los grupos estables de convivencia y hay materias en las que se juntan alumnos de diferentes clases. La optatividad de los cursos más altos incide negativamente en la posibilidad de controlar los contactos interpersonales. Aún así, asegura que los centros están cumpliendo con todas las normas higiénico-sanitarias que se les han dado. Aunque hay momentos, como los recreos, en los que se hace realmente complicado.

Discrimación

Otro de los problemas que denuncian desde Adimad es el hecho de que después de que la Comunidad de Madrid haya prohibido a los centros educativos públicos realizar obras de acondicionamiento que permitiesen, en la medida de lo posible, albergar a todo el alumnado en las aulas, hace unos días recibieron una comunicación en la que la Administración daba permiso a los centros de secundaria para que pasaran a una presencialidad total en todos los cursos.

Desde Adimad entienden que este cambio de criterios, de la semipresencialidad a la posibilidad de presencialidad total, deja a la pública en desventaja frente a la concertada, que ha podido realizar ese acondicionamiento de los centros educativos así como la contratación de personal docente para el desdoble de grupos y la bajada de ratios.

Los públicos, ahora, no pueden acometer obras, aunque sí, aseguran, han acondicionado todos los espacios posibles para dar cabida a los desdobles. Tampoco pueden contratar personal ya es que es responsabilidad de la Consejería y, por último, no ha sido posible la idea de contar con espacios municipales a los que trasladar al alumnado desde los centros como también se planteó en algún momento.

Una situación que, además, se extiende a la prohibición expresa de que las y los docentes madrileños utilicen otra plataforma que no sea Educamadrid. «Ha mejorado, es verdad», aseguraba Álvarez a los medios. Pero no es suficiente. «Necesitamos convenios con las plataformas educativas para usarlas si son adecuadas», insistía. El presidente de Adimad recordaba cómo en otras comunidades autónomas se ha hecho precisamente esto. «No entendemos por qué aquí no».

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/09/30/los-directores-madrilenos-exigen-responsabilidades-al-gobierno-regional-y-que-tome-medidas-urgentes/

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República Dominicana: MINERD abre plataforma para registro de docentes en capacitación tecnológica de educación a distancia

América Central/República Dominicana/27-09-2020/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

Para acceder a esta capacitación los docentes deben estar registrados en el Sistema de Información para la Gestión Escolar de la República Dominicana (SIGERD).

El ministerio de Educación informó que puso a disposición de los docentes de centros educativos privados el enlace http://forms.minerd.gob.do/RegistroCapacitaciones para registrarse en el programa de capacitación tecnológica y metodología de educación a distancia, en el marco del plan “Educación para Todos, Preservando la Salud”.

En un comunicado de la entidad, el ministro de Educación Roberto Fulcar insistió en que “el sistema educativo dominicano es uno solo, por lo tanto, debemos tomar las medidas, facilitar las acciones para que ningún niño, niña,  ni adolescente de nuestro país se quede fuera”.

El documento detalla que para acceder a esta capacitación los docentes deben estar registrados en el Sistema de Información para la Gestión Escolar de la República Dominicana (SIGERD).

Para los Directores de Instituciones Educativas Privadas (IEP) que aún no han registrado sus docentes en el SIGERD, está disponible una guía para facilitar su registro.

Los docentes de Instituciones Educativas Privadas que también perciban ingresos por salario del ministerio de Educación, deberán ingresar en la plataforma, además de su cédula, los últimos cuatro dígitos de su cuenta de nómina del Ministerio de Educación.

A los directores de IEP que presenten alguna dificultad para registrar sus docentes, el personal técnico del SIGERD de cada Distrito Educativo le brindará el soporte acostumbrado a través del correo electrónico: colegiosprivados@minerd.gob.do.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/actualidad/minerd-abre-plataforma-para-registro-de-docentes-en-capacitacion-tecnologica-de-educacion-a-distancia-8864804.html

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La escuela no es una puesta en escena

 Abelardo Carro Nava

Desde el mes de agosto de este año y aún, antes de ello, la Secretaría de Educación Pública (SEP), ha venido construyendo la idea de que la escuela es una puesta en escena, y esto no es cierto. Ningún maestro llega con un guion preparado para dar clases y, mucho menos, para abordar un contenido de español, matemáticas o de exploración y conocimiento del medio. Si es cierto, toma como referente los resultados que obtuvo del diagnóstico que elaboró y aplicó al inicio del ciclo escolar para estructurar su planeación. Con base en esto, considera las estrategias didácticas que puede emplear a lo largo del bimestre o trimestre para propiciar la generación de conocimiento en sus estudiantes; sin embargo, éstas cambian. Sí, siempre están en constante movimiento.

Y es cierto, la planificación no es rígida, es flexible; se modifica de acuerdo a las condiciones del contexto, de la escuela, del aula, o de las emocionales que, en un momento determinado, el profesor percibe en sus alumnos. No es, ni por un instante, un instrumento que no sufra cambios cuando comienza una sesión relacionada con las letras, los números o los efectos de la naturaleza y del cambio climático.

Luego de esto, el arte de comunicar entra en juego. Sí, ese cúmulo de habilidades docentes que el profesor pone en marcha para lograr que sus estudiantes comprendan el mensaje, reflexionen sobre tal o cual hecho y, con base en ello, tomen las decisiones más pertinentes. Todo se traduce en una adecuación de actividades de acuerdo a las circunstancias; en una conducción del proceso de enseñanza y de aprendizaje de acuerdo al grado y nivel cognitivo de los chicos; en un auxilio constante para lograr que ese proceso siga el curso esperado; en una utilización de estrategias didácticas que, de acuerdo a los canales de aprendizaje de los educandos, el maestro emplea sin mayor problema; en un constante manejo de técnicas para que los niños, sean sus propios agentes formativos. Y en el centro de esto, más habilidades docentes: cognitivas/cognoscitivas, discursivas, metodológicas; en fin, esas habilidades que permiten el desarrollo de la acción formadora. Nada es unidireccional, todo se corresponde; la interacción así lo favorece.

Por su parte el alumno inquiere, observa y vuelve a inquirir; se sienta, traza algunas líneas, habla consigo mismo, vuelve a trazar más líneas y las acompaña con un dibujo, y luego viene la irrefutable pregunta que encierra una gran sabiduría: ¿así voy bien maestra? Desde luego, la profesora con ese cúmulo de conocimientos sobre sus hombros da una respuesta. La acción formadora sigue; no se detiene ni por un instante.

¿Y el libro de texto? Es un complemento. No es centro del aprendizaje. Su función se halla entre el conocimiento y la capacidad de los infantes para responder sus actividades. ¿No acaso el maestro emplea éste y otros recursos para generar un aprendizaje?, ¿no acaso el contexto o las situaciones vividas son parte de ese andamiaje? Desde luego. Unas piedritas, unos palitos, las nubes, la lluvia, el sol, la noche, las estrellas, en fin, todo lo que conocemos y que gira a nuestro rededor genera un aprendizaje; de ahí la importancia mediadora de maestro. Él, con su gran capacidad derivada de su formación pedagógica, logra poner en centro aquella cuestión que, por principio de cuentas, propicia la reflexión. ¿Por qué llueve?, ¿han visto cómo viajan las nubes en el cielo?, ¿qué es lo que pasa cuando soplan vientos del norte? Son algunos cuestionamientos que inician la búsqueda del conocimiento.

No, nada es unidireccional y la SEP debería saberlo.

Debería saber que el proceso de enseñanza y aprendizaje va más allá de lo que puede proyectarse a través de un televisor.

Cierto, habrá quien me diga que en nuestro país no existía otra opción más que la que el gobierno federal, y la propia SEP, diseñaron para que cuatro televisoras trasmitieran los programas de Aprende en Casa II, y hay cierta razón en ello. Sin embargo, desde que inicio la contingencia sanitaria hasta estos días, he venido insistiendo y sosteniendo, que hay cientos de propuestas que pudieron haberse implementado si, un poco de humildad, hubiese reinado en el edificio ubicado en República de Argentina de la Ciudad de México. Sí, esas propuestas, tienen su base en las diversas estrategias que han echado andar los maestros y maestras de los distintos niveles del Sistema Educativo Nacional; no obstante, y a pesar de que conocemos esas propuestas, la SEP decidió montar un teatro, una puesta en escena, como las que las grandes televisoras están acostumbradas a montar, sin mayor respeto a la inteligencia humana y sin mayor respeto por lo que ocurre en cada una de las aulas.

En suma, la incapacidad de reaccionar de la SEP es inmensa porque, parafraseando a Gil Antón, al autobús solo le pusieron televisión.

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