Por: ABC
Pilu Hernández Dopico, maestra y CEO de El Pupitre de Pilu, ofrece cuatro pautas.
Los colegios, este año, tienen el reto de plantar cara al coronavirus al mismo tiempo que intentan desarrollar su propia actividad académica. Así, los profesores y demás profesionales de los centros educativos no solo han de vigilar que los menores se laven las manos o no se quiten la mascarilla, sino que también han de velar por su bienestar psicológico. Según la maestra Pilu Hernández, CEO de El Pupitre de Pilu, los profesores han de convertir el aula en un lugar seguro donde los pequeños no sientan miedo.
«Partimos de que el mayor deseo de los niños y niñas tras estar confinados era volver a clase, y tras 6 meses lo han logrado. Para ellos, el cole no es solo un lugar educativo, donde aprenden nuevos conocimientos, sino que principalmente es un lugar de encuentro con sus iguales, un espacio de ocio donde se relacionan con sus amigos y amigas. Es en la escuela donde forjan sus primeras amistades», recuerda la experta.
Pero este curso es muy diferente y están viviendo nuevas situaciones que podría provocar inestabilidad en sus rutinas. Aunque a los docentes no se les forma en gestión de las emociones, estos -indica la experta- «pueden seguir unas pautas para enfrentar el miedo en las aulas ante situaciones difíciles».
Ciertamente, a los docentes no se les forma en gestión de las emociones, «pero podemos seguir unas pautas para enfrentar el miedo en las aulas ante situaciones difíciles de abordar». Por ello, El Pupitre de Pilu propone 4 pautas a seguir en las clases:
1. El sentimiento que tiene que primar en las aulas es la calma y la resiliencia. Tenemos que asumir que el virus ha venido para quedarse y debemos aprender a vivir con él.
2. No podemos olvidar que muchos de los pequeños también han perdido seres queridos en esta pandemia, y debemos darles herramientas para superarlo y enfrentar el miedo que produce esta pérdida.
3. Debemos trabajar la diferencia entre privacidad y aflicción, ya que habrá niñas y niños que les quiten su privacidad de ir al colegio, pero tenemos que explicarle que eso lo podrán recuperar. El verdadero conflicto llega cuando hay que trabajar la aflicción, ese sentimiento de pena, dolor y/o tristeza que los pequeños pueden llegar a tener en estos momentos.
4. Tenemos que ser realistas y honestos. Debemos preparar a los niños mentalmente en lo que están viviendo y lo que pueda venir, ya que no es verdad que todo va a salir bien, y no podemos afirmarlo. Existen familias que están sufriendo directamente esta pandemia, no sólo sanitariamente hablando, sino también están en ERTES o han sido despedidos de sus trabajos, por lo que a sus hijos no podemos decirles que todo va a ir bien. Debemos enseñarles a vivir con ello, darles estrategias para afrontar lo que están pasando. Claramente no es la misma situación la de un niño ha perdido a su padre, que la de otro que le hayan echado del trabajo, pero ambas situaciones deben afrontarse.
«Como conclusión -dice la experta-, debemos crear aulas donde el miedo no sea el protagonista, sino que los protagonistas sean los alumnos, y que la educación no se ponga en último lugar, ya que es un derecho fundamental de los más pequeños. Además, tenemos que recordar que el colegio es el lugar donde los niños se desarrollan más allá de las competencias educativas que puedan adquirir en él, es donde comienzan a forjar amistades y aprenden a relacionarse».
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-como-trabajar-miedos-ninos-ante-coronavirus-aulas-202010110100_noticia.html