Page 327 of 477
1 325 326 327 328 329 477

¿Estás seguro de que lo que enseñas es lo que tus alumnos necesitan aprender?

Por: Andrea Giraldez 

¿Recuerdas todo lo que te enseñaron en la escuela o en la universidad? ¿Qué porcentaje de aquello podrías decir que has aplicado a lo largo de tu vida académica, profesional o personal? ¿Estás seguro de que lo que enseñas es lo que tus alumnos necesitan aprender?

¿Más contenidos es igual a más aprendizaje?

Estas son algunas de las preguntas que todos los docentes nos deberíamos hacer. No desvelo nada nuevo si digo que la inmensa mayoría de los programas de enseñanza están sobrecargados. En el caso de las escuelas, podríamos ‘responsabilizar’ a los encargados de diseñar las políticas educativas. Ya sabemos que el papel lo soporta todo, y la cantidad de contenidos del currículo sobrepasa con mucho lo que podría enseñarse en los años de escolaridad.

Definir qué es lo básico que el alumnado debe aprender no es tarea fácil, pero es mucho más razonable que intentar enseñarlo todo por las dudas

A esta sobrecarga contribuyen también los libros de texto, que interpretan las propuestas curriculares con criterios bastante arbitrarios. Lo malo de esto es que una vez que los libros están en el aula, los alumnos se verán obligados a “consumirlos”. Sabrás que no falto a la verdad si digo que muchas veces he escuchado aquello de “tengo que terminar el libro porque si no los padres se molestan” o “tengo que terminarlo porque de otro modo los alumnos no sabrán lo que necesitan para pasar al curso siguiente”.

¿Estás seguro de que lo que enseñas es lo que tus alumnos necesitan aprender?

Si ampliamos la mirada a cualquier nivel educativo, desde Infantil a la universidad, los responsables no son ya los políticos o las editoriales, sino los propios profesores que, en definitiva, son quienes diseñan las programaciones. Es frecuente oír a muchos docentes decir “que tienen que terminar el temario”, un temario que ellos mismos han creado. Y en medio de esa imposición están los alumnos y las alumnas, que deben consumir a toda prisa los contenidos, sin importar realmente cuánto aprendan y, sobre todo, si lo que aprenden tiene utilidad y sentido.

Mientras escribo esto imagino las caras críticas de algunos colegas pensando en que lo que intento defender es una educación “light”. Nada más lejos de la realidad. Más bien, mi intención es la de sugerir que hagamos todo lo posible para tener una educación racional, que tenga un impacto positivo en el crecimiento cultural del alumnado.

¿Qué deberían saber?

Esta es, seguramente, una pregunta difícil de responder, pero ante la duda prefiero recordar aquella idea expuesta por Coll (2006) cuando hablaba de “lo básico de la educación básica” refiriéndose a aquellos contenidos imprescindibles para asegurar que al finalizar la escolaridad obligatoria todos podrían desenvolverse de manera adecuada y contarían, además, con una base sólida para seguir aprendiendo.

Seguramente definir qué es lo básico no es tarea fácil, pero es mucho más razonable que intentar enseñarlo todo por las dudas.

Rogers (1996) también se refería a lo que los estudiantes debían (o no) aprender y decía que tenía un concepto negativo de la enseñanza porque se basa en preguntas equivocadas. “Cuando pensamos en enseñar, surge la pregunta de qué enseñaremos. ¿Qué necesita saber una persona desde nuestro superior punto de vista? Me pregunto si en este mundo moderno tenemos el derecho a dar por sentado que somos sabios sobre el futuro. ¿Estamos realmente seguros acerca de lo que deberían saber? Luego está la pregunta ridícula sobre la extensión del programa. El concepto de extensión está basado en el supuesto de que todo lo que se enseña se aprende y todo lo que se presenta se asimila. No conozco ningún otro supuesto tan falso. No necesitamos hacer una investigación para comprobar su falsedad. Sólo nos bastaría hablar con unos pocos estudiantes”. Asimismo, afirmaba que la enseñanza y la transmisión de contenidos solo tienen sentido en un mundo estático, pero ha perdido su razón de ser en un mundo marcado por el cambio continuo y la incertidumbre.

Sin duda, algunas alfabetizaciones seguirán siendo fundamentales, como es el caso de la lectoescritura. Pero hablamos de alfabetizaciones, no del sintagma nominal al margen de cualquier cosa que dé sentido a la lectura o la escritura. Y también lo seguirán siendo las ciencias, las artes o las humanidades, pero no como saberes que hay que acumular al precio que sea, sino como contenidos que forman parte de procesos que posibilitan el desarrollo de competencias que sí sabemos que son y seguirán siendo fundamentales, como es el caso del pensamiento crítico y la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación o la colaboración, así como de cualidades del carácter que ayudarán a los estudiantes a enfrentarse a un mundo cambiante e incierto. Por éstas me refiero a la curiosidad, la iniciativa, la adaptabilidad, la persistencia o el liderazgo.

La escuela de las asignaturas compartimentadas y de los temarios infinitos ya ha demostrado con creces su inutilidad. Está en nosotros cambiarla a partir de una reflexión profunda, tanto individual como colectiva, acerca de qué es lo que los alumnos necesitan aprender. Cada vez confío menos en que ese cambio venga de la mano de las políticas educativas, así que prefiero pensar en que la suma de muchos profesores será la que permita romper la baraja y generalizar un camino y una manera de hacer que algunos centros y algunos docentes ya han iniciado. Puede que el siguiente seas tú. ¿Te animas?

Referencias:

Coll, C. (2006). Lo básico en la educación básica. Reflexiones en torno a la revisión y actualización del currículo de la educación básica.

Rogers, C. R., & Freiberg, H. J. (1996). Libertad y creatividad en la educación. Barcelona: Paidós.

*Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/alumnos-necesitan-aprender/80806.html

Comparte este contenido:

Marcha docente en Panamá ASOPROF

El miércoles 1 de agosto, como parte de un esfuerzo de ASOPROF, unos 25 centros educativos del Este de Panamá Centro y de Panamá Este, paralizarán labores y marcharán reiterando los incumplimientos del MEDUCA con las demandas de esos centros. Solicitamos la presencia solidaria tanto de representantes y directivas de capítulos de colegios de Panamá Centro, Norte y San Miguelito, así como de docentes que puedan invitar.

Diógenes Sánchez
Secretario General

Comparte este contenido:

Ecuador garantiza la educación no discriminatoria, asegura subsecretaria

América del sur/Ecuador/26 Julio 2018/Fuente: Andes

María Fernanda Porras indicó que se revisarán las mallas curriculares y los textos escolares con las casas editoras para que no se evidencie ningún tipo discriminación o violencia en la educación

La subsecretaria de Innovación Educativa del Ministerio de Educación de Ecuador, María Fernanda Porras, ratificó este martes que el Gobierno busca herramientas y alternativas para garantizar la no discriminación en el sistema educativo.

En una entrevista con Telediario, del canal público Ecuador TV, Porras indicó que se revisarán las mallas curriculares y los textos escolares con las casas editoras para que no se evidencie ningún tipo discriminación o violencia en la educación y ratificó que la Ley Orgánica de Educación Intercultural y la Constitución garantizan la educación inclusiva y no discriminatoria.

Esto a propósito del Decreto Ejecutivo 460, firmado por el presidente Lenín Moreno el jueves pasado y que constituye una reforma al Decreto 397 (del pasado 15 de mayo) que contenía el Reglamento General de la Ley Orgánica Integral para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.

La modificación se realizó en el literal a) que disponía la elaboración o actualización de las mallas curriculares y de textos escolares que incluyan la transversalización del enfoque de género, nuevas masculinidades, prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, cambio de roles y eliminación de estereotipos de género.

“Este decreto ha permitido aclarar algunos términos que se prestaban para algunas malas interpretaciones (…) Ha puesto de manera más eficiente los términos sobre cómo abordar los términos de igualdad de derechos entre hombres y mujeres”, dijo Porras.

Sobre aquellos rumores que circulan en redes sociales, en referencia a textos educativos y contenidos en la malla curricular que supuestamente discriminan a las personas, la funcionaria llamó a la ciudadanía a informarse en las fuentes oficiales y criticó la desinformación generada.

“Estos mensajes vienen de algunos grupos conservadores que tienen como estrategias desinformar y plantear escenarios que no son posibles”, señaló la autoridad.

Además, destacó las campañas llevadas adelante por el ministerio de Educación para promover un ambiente de paz, entre ellas la campaña “Más Conciencia, Menos Violencia”, que crea grupos de prevención antibulliyng, que denuncian e incluyen a padres de familia y docentes.

El objetivo es acompañar el proceso de disminución de la violencia en los espacios educativos. Sin embargo, recordó que los mayores índices de abusos y violencia se encuentran en el ámbito intrafamiliar.

“La comunidad, la familia y la escuela deben estar alineadas en este proceso para promover otras formas de relacionarse, formas no machistas, no sexistas, no violentas para romper la cultura del silencio”, puntualizó.

Fuente: https://www.andes.info.ec/es/noticias/sociedad/17/educacion-no-discriminatoria

Comparte este contenido:

Compromiso y capacidad, sentido de una nueva Ley Docente

Por: Mexicanos Primero

Casi desde su aprobación en 2013, la Ley General de Servicio Profesional Docente (LGSPD) ha ganado atención por sus posibles consecuencias laborales relacionadas con la evaluación de desempeño. Cinco años después se habla de derogar esta ley y reemplazarla por algo mejor, de nuevo, principalmente por vincular la evaluación con la permanencia en el trabajo.

Sin embargo, poca atención se ha prestado al sentido detrás de la LGSPD. ¿Qué se debe lograr con una ley de esta naturaleza?

Una ley docente orientada a la garantía del derecho a aprender debe servir para asegurar: 1) que las personas que entran y transitan por el servicio docente tengan las capacidades y el compromiso para impulsar el aprendizaje de otros; y 2) que estas personas cuenten con los apoyos y oportunidades necesarios para seguir fortaleciendo estas capacidades y compromiso.

¿Cómo buscaba hacer esto la LGSPD? Primero, mandató la construcción de perfiles docentes, directivos y para asesores técnico pedagógicos, un planteamiento de las características, cualidades y aptitudes que la sociedad espera que tengan sus maestros. Se han publicado cada año desde 2014, y en su elaboración participan autoridades estatales y federales.

Si bien se podrían fortalecer con base, por ejemplo, en una participación social más amplia que incorpore la voz de las niñas, niños y jóvenes, sus maestros y sus familias, no debemos negar la importancia de contar con dichos perfiles. Deben formar la guía que orienta todos los procesos vinculados con la trayectoria profesional de cada maestro. ¿Qué tipo de maestro queremos formar en la educación normal?, ¿cuáles deben ser los criterios para que un docente se ingrese al sistema educativo o se promueva?, ¿qué actitudes, conocimientos y habilidades debemos desarrollar y fortalecer en la formación continua?

En segundo lugar, la LGSPD establece que debe existir un proceso riguroso, transparente y equitativo –basado en estos perfiles– para la selección y la promoción docente.

Y un tercer elemento central de la LGSPD fue establecer los derechos de todos los maestros en cuanto a la formación docente –entre ellos, recibir un diagnóstico que identifica sus necesidades de formación y tener acceso y ser incorporados a oportunidades de aprendizaje profesional. La ley reconoce que la formación continua se promueve no sólo por medio de cursos y posgrados, sino también en la escuela desde el Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela. Adicionalmente, la LGSPD establece el derecho de los docentes de nuevo ingreso a contar con un tutor durante sus primeros dos años.

Cada ley, como cada política educativa, es perfectible, pero en el afán por corregir, no debemos tirar las frutas buenas con las podridas.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/compromiso-y-capacidad-sentido-de-una-nueva-ley-docente/

Comparte este contenido:

Colombia: Los puntos del acuerdo con los maestros que quedarán pendientes para el nuevo gobierno

América del sur/Colombia/26 Julio 2018/Fuente: Semana

Este miércoles se llevó a cabo el tercer paro de maestros de Fecode en lo que va del año. El magisterio exige garantías de seguridad para los docentes y el cumplimiento de los acuerdos firmados. El Ministerio afirma que ha cumplido 12 de los 24 puntos pactados y 6 están próximos a cumplirse.

Este miércoles, los maestros vinculados a Fecode hicieron un nuevo paro de 24 horas. Las manifestaciones iniciaron alrededor de las 9 de la mañana con cinco grandes concentraciones en Bogotá, Cali, Cartagena, Bucaramanga, y Medellín, además de otros municipios de todo el país.

Este es el tercer paro que se realiza en el año. El primero fue el 21 de febrero, también de 24 horas y le siguió uno de 48 horas el 9 y 10 de mayo. En años anteriores, según el archivo del sindicato, se realizaron alrededor de uno o dos paros nacionales anuales.

El cese de actividades de los maestros que afectó a cerca de 8 millones de estudiantes, se llevó a cabo, según el sindicato, por la seguridad de los docentes que se ha visto amenazada tras la ola de asesinatos de líderes sociales. También alegan que este tema es uno de los puntos del acuerdo firmado con el gobierno tras el paro de 37 días en junio de 2017 y que permanece incumplido.

Frente a esto, Yaneth Giha, ministra de educación, aseguró que «no hay razones justificadas para convocar a este paro de 24 horas, el tercero del año. Como bien sabe Fecode, existe una Comisión de Seguimiento que funciona desde que se firmaron esos acuerdos y es en esa instancia donde se deben discutir las diferencias o preocupaciones, no alterando las clases de los niños y jóvenes de Colombia”, enfatizó.

De acuerdo con el Ministerio de Educación (MEN), de los 24 compromisos firmados, 12 ya están cumplidos y cerrados,  seis están próximos a cumplirse y los seis restantes están en proceso. Sin embargo, el país tendrá un nuevo gobierno en menos de tres semanas y según Carlos Rivas, presidente de Fecode, “el actual gobierno no fue capaz, en más de un año, de cumplir los compromisos con los maestros, mucho menos lo va a hacer a 16 días que le quedan”.

Este es el panorama que el gobierno Santos deja hasta hoy:

Lo que se cumplió

Jornada Única: Garantías de infraestructura, alimentación y recurso humano docente necesarias para la ampliación. Revisar  la definición de la Jornada Única con el fin de ajustar la distribución del número de horas dedicadas a actividades académicas, descanso, alimentación escolar y otras actividades, y se precisará que la implementación se debe realizar según el plan de estudios adoptado por el Consejo Directivo.

Reforma del Decreto 490 de 2016: Esta reforma estipula, entre otras cosas, suprimir la figura de docente líder de apoyo. Se estableció que aquellos docentes que hayan sido nombrados en este cargo fueran reubicados como docentes del aula.

Reforma del Decreto 915 de 2016: Incluir el conocimiento disciplinar como parte de la prueba de aptitudes y competencias.

Docentes orientadores: El MEN se comprometió en el término de 2 meses a expedir una directiva que aclare y precise las funciones de los docentes orientadores con el objetivo de evitar que tengan funciones administrativas.

Juntas de Educación: Debían lograr la reactivación de  Junta Nacional de Educación (JUNE), Juntas Departamentales y Distritales de Educación (JUDE) y Juntas Municipales de Educación (JUME).

Bienestar: Continuar realizando los Juegos Deportivos del Magisterio y el Encuentro Nacional Cultural y Folclórico. Para tal efecto, para cada uno de los años 2017 y 2018 el Gobierno debió destinar para los primeros, 750 millones de pesos y para el segundo 1.500 millones.

Primas extralegales: Respecto a este punto, quedó constancia de que no hubo acuerdo de las dos partes pues el magisterio alegó que se debían seguir pagando las primas extralegales mientras que el gobierno reiteró su posición de acoger el concepto del Consejo de Estado que aseguró que las primas reconocidas por algunas entidades territoriales después de 1968 son inconstitucionales.

Nivelación salarial: En 2017 se cumplió con la expedición del Decreto 983 por el cual se estableció la bonificación para los docentes y directivos docentes, haciéndose efectivos los dos (2) puntos porcentuales de nivelación salarial acordados para esta vigencia.

Decreto 196 de 1995: Creación de una comisión para verificar el estado de afiliación de los maestros que no estuviesen afiliados al Fomag (Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio). Frente a esto se encontró un total de 166 docentes no afiliados a FOMAG pero que sí se encuentran afiliados al sistema de seguridad social con otras entidades. “La conclusión es que estos docentes ya no pueden ser afiliados a FOMAG y, por ende, deben seguir afiliados como lo han estado durante su vida laboral”, afirmó el MEN.

Vivienda: Creación de una comisión que realizará un estudio de las distintas alternativas de apoyo a la financiación de planes de vivienda de los docentes. Se definió un plan de trabajo con el Fondo Nacional del Ahorro, con la participación de Fecode, para valorar alternativas del traslado de las cesantías de los educadores al FNA. Así mismo, se identificaron educadores que son potenciales beneficiarios del plan de vivienda que se defina.

Garantías sindicales, laborales y de participación: Se creó una comisión tripartita, entre el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Educación y Fecode. Fecode entregó una propuesta de circular que fue revisada por los Ministerios de Trabajo y de Educación y el Departamento Administrativo de la Función Pública.

Seguimiento al cumplimiento de los acuerdos: Se acordó crear una comisión de seguimiento a los acuerdos pactados que se reunirá cada dos (2) meses. Se han realizado seis (6) reuniones de seguimiento con la presencia de la Ministra y de todo el Comité Ejecutivo de FECODE.

Seis compromisos próximos a cumplirse

Bonificación pedagógica: Los maestros del país empezarán a recibir, en diciembre de este año, una bonificación anual equivalente al 6% de su asignación básica.

Formación docente: La cofinanciación de cursos de formación al 12% de los docentes que no aprobaron la Evaluación de Carácter Diagnóstico Formativa en la cohorte 2016-2017.

Reglamentación de Escuelas Normales Superiores: Se construyó un proyecto de decreto entre el Ministerio de Educación, FECODE y la Asociación Nacional de Escuelas Normales – ASONEN. El Ministerio de Educación Nacional ya inició el trámite de firmas para su expedición.

Escuela, Territorio de Paz: Tanto el Ministerio de Educación Nacional como FECODE están gestionando recursos de cooperación internacional para el proyecto de investigación sobre la proyección de la escuela como territorio de paz. Además se están ajustando los términos del proyecto.

Prestaciones sociales: Se debe expedir de la norma que modifique el Decreto 2831 de 2005. Se elaboró el proyecto de modificación del Decreto 2831 de 2005 y actualmente, se encuentra en etapa de revisión por parte de la Presidencia de la República para su expedición.

Relaciones técnicas: Se deben realizar estudios sobre las relaciones técnicas docente-alumno y docente-grupo, que servirán como insumo para la comisión de reforma al SGP.

Sin cumplir

Financiación de la educación: Un punto que pretende realizar una reforma estructural del Sistema General de Participación (SGP)

Cobertura de preescolar: Se planteó ampliar la cobertura del grado de transición de manera progresiva de forma que se logre el 80%.

Comisión tripartita: Con el fin de consensuar un proyecto de ley sobre el Estatuto de la Profesión Docente.

Salud: Concluir el actual proceso de contratación del servicio de salud para el magisterio

Fortalecimiento del FOMAG: El Gobierno se comprometió con el fortalecimiento del FOMAG a fin de subsanar el pasivo prestacional que tiene tanto la Nación como las Entidades Territoriales Certificadas con los docentes

Pago de deudas: Este punto no quedó incluido en el acuerdo colectivo, sin embargo se tendrá en cuenta según lo hablado en la mesa de negociación.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/nuevo-paro-de-profesores-por-24-horas/576511

Comparte este contenido:

Evaluar el aprendizaje no es evaluar la enseñanza

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

En días pasados, quien se perfila para asumir el mando de la Secretaría de Educación Pública cuando inicie el nuevo gobierno de la República, Esteban Moctezuma Barragán, ha señalado que se planean cambios importantes en la evaluación docente, desvinculándola de la permanencia en el servicio y eliminando prácticas como el polémico examen de conocimientos. Entre las modificaciones que considera, destaca una que sin duda pudiera ser arriesgada: basar la evaluación docente en los resultados de aprendizaje de los alumnos. Lo anterior pudiera parecer adecuado para la mayoría, pues la idea de que “un buen maestro es aquel que hace aprender a sus alumnos” goza de aceptación entre la población, de modo que si los estudiantes no aprenden, se puede deducir, de primera intención y sin mayores pesquisas de por medio, que el trabajo del maestro sería deficiente. Nada más alejado de la realidad e injusto para el profesor.

Evaluar al docente en función de los resultados de aprendizaje de sus alumnos evidencia un desconocimiento de un principio básico: la enseñanza y el aprendizaje son dos fenómenos que no se encuentran vinculados necesariamente por una relación de causa-efecto (Gvirtz y Palamidessi, 2006, p. 135). Si bien el propósito de enseñar consiste en facilitar las condiciones para que se efectúen las tareas de aprendizaje, los resultados de éstas últimas no pueden considerarse como un sinónimo de la calidad de las acciones de quien instruye. Pudiera decirse entonces que una enseñanza óptima a lo más que puede aspirar es a incrementar las probabilidades de que los pupilos aprendan, mas nunca a garantizar esto. Desde luego, lo anterior no implica una desvalorización de una buena enseñanza ni mucho menos se intentan aminorar los efectos nocivos de malas prácticas pedagógicas, pero es conveniente establecer el límite hasta el cual puede llegar la tarea de enseñar. Es un error decir que una buena enseñanza deba garantizar el aprendizaje.

La idea del próximo secretario de educación para evaluar a los docentes corresponde a los modelos de valor agregado (Martínez Rizo, 2016, p. 32), es decir, aquellos que determinan la calidad de la enseñanza infiriéndola a partir de resultados de aprendizaje, comparando éstos al inicio y al final de un curso y asumiendo que su diferencia es atribuible al desempeño del profesor. A pesar de que la idea que sustenta este modelo pueda aparentar  ser justa para el maestro, esconde un defecto importante: el modelo hace énfasis en el “resultado” de la enseñanza, mas no en el proceso mismo.  ¿Cómo considerar las altas y bajas de alumnos en el grupo que atiende el maestro? ¿Por qué, por ejemplo, en sexto grado de primaria se le tendrían que atribuir los resultados de un grupo a un solo maestro cuando el desempeño de los alumnos es el reflejo de, por lo menos, cinco docentes más?

Optar por un sistema de evaluación docente basado en los alcances de aprendizaje de los estudiantes puede tener algunos problemas. De acuerdo con Martínez (2016, p. 65), una primera complicación es llevar a la práctica mediciones del aprendizaje que no sólo contemplen aspectos que se presten a ser valorados con exámenes estandarizados. Lo anterior, implicaría que todo aquellos resultados del aprendizaje que no pueda ser plasmados en un examen escrito, serán desechados para la valoración del profesor.  El segundo problema, más importante aún, es “la dificultad de atribuir a la enseñanza de un maestro en particular los resultados del aprendizaje de ciertos alumnos, controlando bien los demás factores que inciden en esos resultados” (Martínez Rizo, 2016, p. 65). De este modo, sobre todo en evaluaciones a gran escala, sería sumamente complicado (si no es que imposible) separar los límites de influencia de los numerosos factores que determinan el logro de aprendizajes en los alumnos, para aislar únicamente lo referente a la acción del profesor.

Desde luego, aunque se ha dicho que la enseñanza y el aprendizaje no necesariamente tienen una relación de causa-efecto, el rendimiento de los alumnos pudiera tomarse “como criterio para validar otros instrumentos basados en observaciones de la práctica docente, en encuestas entre alumnos o maestros, o en la revisión de materiales con evidencias de la práctica en el aula” (Martínez Rizo, 2016, p. 66).Es decir, los rendimientos en evaluaciones de aprendizaje no pueden ser tomados como pruebas contundentes para determinar la calidad de un docente, sino como uno de tantos elementos que pudieran permitir una discusión sobre el asunto.

Vale la pena revisar la experiencia de países iberoamericanos en cuanto a evaluación docente. Según lo expuesto por Felipe Martínez (2016), no se observa, a excepción de Cuba, que se tome en cuenta la valoración de los resultados del aprendizaje de los alumnos para determinar la calidad de la función del docente. Así, por ejemplo, en Uruguay se evalúa la aptitud del docente “con base en los informes de las visitas anuales de inspección al aula, en el juicio del director de la escuela, el cumplimiento de registro y documentación, los cursos de capacitación […] y en observaciones de orden disciplinario” (p. 77). En Estados Unidos, la institución encargada de valorar la calidad de los docentes, la National Comprehensive Center for Teacher Quality, establece, entre diversos rasgos, que un buen profesor es aquel que “ayuda [a sus alumnos] a alcanzar altos niveles de aprendizaje, según medidas de valor agregado” y “contribuye a alcanzar resultados positivos académicos” (Potemski, 2011, p. 3); como se observa, la función del docente no pasa de ayudar o contribuir al logro de los resultados, mas no a concretarlos.

La práctica de una evaluación docente basada en el resultado de los aprendizajes de los alumnos pudiera significar además una medida que tienda a incrementar la de por sí alarmante inequidad de nuestro sistema educativo: se pudiera promover entre los docentes un desprecio por aquellas instituciones escolares en contextos adversos, pues los efectos de los factores desfavorables que se reflejan en el rendimiento académico de los alumnos, pudieran ir en detrimento de la valoración que se haga sobre la calidad de la función del docente. Aun cuando se pudiera argumentar la importancia de la vocación del profesor, sería lógico que éste buscara escuelas que le permitieran obtener buenos resultados en aras de lograr una buena valoración que redunde no sólo en la conservación de su trabajo, sino en la obtención de incentivos laborales o económicos. En la extinta Carrera Magisterial, el sistema de evaluación consideraba entre sus factores el resultado del grupo atendido por el profesor en un examen estandarizado, lo que provocaba que los maestros de escuelas en contextos desfavorecidos se encontraran en desventaja con respecto al resto de los docentes.

Así pues, parece que no es una buena idea evaluar a los docentes con base en los resultados de los alumnos, máxime en un sistema educativo como el mexicano, caracterizado por brindar oportunidades de aprendizaje radicalmente diferenciadas entre los alumnos a los que atiende. Desde luego que los docentes deben procurar buenos resultados de aprendizaje en sus alumnos, pero éstos no deben asumirse como un indicador fiel de la calidad de las acciones que está realizando. Una buena evaluación docente debe pasar por la observación directa, la evaluación entre pares, las entrevistas con diversos actores de la comunidad escolar, el análisis de productos, etc. Evaluar al docente en función de los resultados de sus alumnos sin duda perpetuará la idea errónea de que el principal responsable de la misión educativa es el profesor, aminorando la influencia que para este fin tienen la familia, el gobierno y el entorno cultural y social que rodea al alumno. Siguiendo la lógica del enfoque en los resultados: ¿sería justo juzgar a un médico como incompetente si uno de sus pacientes muere? Seguramente, la respuesta no cabe en un escueto “sí” o “no”, pues habría que estudiar la situación considerando varias aristas: desde el historial personal del paciente, pasando por las condiciones sociales, culturales y económicas del entorno, hasta la calidad de instrumentos e instalaciones con las que el doctor dispone. Así de difícil también sería intentar evaluar a un maestro tomando como referencia el resultado de aprendizaje de un alumno.

Si bien es importante destacar aspectos positivos de la propuesta de evaluación docente del próximo gobierno federal, tales como regionalizarla, desvincularla de la permanencia en el servicio o privilegiar la actualización y capacitación antes que la evaluación, también se deben advertir peligros tales como asociarla a los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Lo anterior, como ya se dijo, es riesgoso en el sentido de que la evaluación pudiera no reflejar fielmente el desempeño del maestro. Asimismo, pudiera ser una medida inequitativa en relación a la diversidad de contextos en las que los profesores y los alumnos se desenvuelven.  Las próximas autoridades deberán hacer un esfuerzo por reformular la evaluación docente de modo que el trabajo de los profesores sea valorado de una manera pertinente, justa, transparente y consensuada, lo que redundaría sin duda en la mejora profesional del magisterio.

Twitter: @proferoger85

 REFERENCIAS

GVIRTZ, Silvina y Mariano PALAMIDESSI. El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza. Buenos Aires: Aique, 2006.

MARTÍNEZ RIZO, Felipe. La evaluación de docentes de educación básica. Una revisión de la experiencia internacional.México: INEE, 2016.

POTEMSKI, A. et al. Alternative Measures of Teacher Performance. Washington: National Comprehensive Center for Teacher Quiality, 2011.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/evaluar-el-aprendizaje-no-es-evaluar-la-ensenanza/

Comparte este contenido:

Primer ministro etíope insta a construir sistema educativo eficaz

África/Etiopía/26 Julio 2018/Fuente: Prensa Latina

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, pidió hoy la ejecución de estrategias concertadas para construir un sistema educativo eficaz a fin de crear un mejor futuro socioeconómico y político.
Ahmed, quien se reunió con más de tres mil profesores universitarios, hizo hincapié en que el sector debería desempeñar un rol protagónico en el aprovechamiento de la floreciente población juvenil del país.

Casi el 70 por ciento de los 100 millones de habitantes de la nación califican por debajo de los 30 años, de acuerdo con estadísticas divulgadas por las autoridades.

El gobernante, mientras discutía con representantes de más de 50 instituciones públicas de educación superior en esta capital, hizo hincapié en que la mala gobernanza y los conflictos son manifestaciones de un plan de aprendizaje ineficiente.

Todo ello influye en el incremento de la corrupción y de la mala gestión de los recursos, apuntó.

Al señalar la libertad académica como el pilar fundador para inculcar una cultura del conocimiento y una sociedad democrática, el primer ministro también reveló la disposición de su administración para volver a emplear a centenares de docentes despedidos debido a sus fuertes críticas contra el Gobierno a lo largo de los años.

El Ministerio etíope de Educación reveló a principios de este mes que más de 170 mil graduados se unirán a la fuerza de trabajo después de obtener sus títulos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=197445&SEO=primer-ministro-etiope-insta-a-construir-sistema-educativo-eficaz
Comparte este contenido:
Page 327 of 477
1 325 326 327 328 329 477