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El confinamiento del COVID-19: prueba piloto del capitalismo en el advenimiento de la cuarta revolución industrial

Por: Luis Miguel Alvarado Dorry

La develación y advertencia

Hace aproximadamente cinco años que, Luis Bonilla-Molina y otrxs pedagogxs críticos, develaban y advertían un reordenamiento de las sociedades, una transformación de nuestra cotidianidad, es decir, de nuestra vida misma, en el plano económico, político, social, y tecnológico que repercutirían en todos los sistemas educativos en el mundo, donde denominaron a este como Apagón Pedagógico Global (APG) [1].

En una entrevista Alba Carosio [2], aseveraba que el APG tendría efectos desastrosos en la “producción de conocimientos en las ciencias sociales”, porque esta, es parte fundamental de las ciencias humanas. En este contexto, al ser eliminada, advertía que podría generar una deshumanización de la cotidianidad, espiritualidad, de la mente y del conocimiento.

En esta misma mencionaba que, la pedagogía, forma parte de estas ciencias, por lo tanto, en ella se producen conocimientos con base en el proceso dialectico de enseñanza-aprendizaje con el fin de “poder desarrollar a otros seres humanos a lo largo de la vida” y que, un apagón de estas magnitudes, provocaría un control total del conocimiento por parte del capitalismo cognitivo, es decir, los conocimientos “legítimos” solo serían los emanados de la élite de la sociedad del conocimiento.

En este sentido, en un confinamiento como lo que está ocurriendo en estos tiempos, por la contingencia sanitaria y, un reordenamiento del control en la producción del conocimiento, Alba aseveraba que “estaríamos perdiendo quizá, la más preciada de las capacidades humanas, es la capacidad de ir aprendiendo, de ir interactuando con su entorno, de ir interactuando con nosotros mismos”, asimismo añadía que “la disminución del trabajo pedagógico condena al oscurantismo intelectual de la sociedad, impidiendo el desarrollo de la inteligencia colectiva”, en esta perspectiva se disminuye, al mismo tiempo, los escenarios para la construcción en lo colectivo de otros mundos posibles, más justos, más humanos y humanizantes.

Por lo que respecta a Omar Hurtado [3], mencionaba que “el Apagón Pedagógico Global lo entendemos como la virtual eliminación de los soportes de la pedagogía transformadora”, añadía también “porque la educación encierra en sí misma el germen de la transformación y modificación fundamental de la sociedad para convertirla en una sociedad más justa y humana”, en este escenario y en estos tiempos de confinamiento, el oportunismo salvaje del capitalismo tiende a reconfigurarse y a reconfigurar a las sociedades para volverlas, aún, más deshumanizadas e injustas.

Hurtado observaba que esta eliminación se expresa en el “control” de la educación en manos de las corporaciones internacionales (FMI, BID Y BM), hipócritas fachadas del neoliberalismo como las denominé en mi anterior artículo, ver [4], en este mismo, menciono la estructuración e imposiciones que vienen en cascada hasta llegar a las políticas educativas de los países alineados y alienados a estas corporaciones. En este contexto, se amordaza todo acto de transformación, de rebeldía, de resistencia y de divergencia, tanto de estudiantes como de docentes.

A continuación, me centraré en la entrevista que le hicieron a Iliana Lo Priore [5], en la cual, remarcaba algunos componentes generadores del APG, entre ellos, se encuentra la fragmentación que presenta la educación inicial entre el cuidado-atención-educación como “temas aislados” o como temas en pugnas, asevera que “la inversión social de muchísimos países, en este momento, todavía siguen apuntalando una de ellas que es el cuidado”, sugiere una relación dialéctica de esta triada “para lo que nosotros aspiramos como metas establecidas en la agenda 2030 para nuestros niños y niñas”, en esta agenda se decretaron, desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) [6] como metas a alcanzar para ese año.

Otro componente que develaba y advertía Lo Priore es “el modelo de escuela en uniformidad”, es decir, homogenizar a los y las niñas desde temprana edad con estándares que deben cumplir según el perfil de egresos de los programas educativos, se incluyen también las sugerencias didácticas, planeaciones, evaluaciones, como si estos y estas no fueran diversxs. En este contexto, refería que esta homogenización “ciega todo indicador de creatividad y originalidad”, por lo tanto, sería un ataque certero y constante a la diversidad.

El tercer componente que advertía es la “exclusión de la educación en su etapa maternal como obligatoria” y la remiten únicamente como obligación familiar sin una guía o acompañamiento de un o una docente. En este contexto, los miembros de las familias se ven obligados a educar conforme ellas o ellos fueron educados, con el hito de la reproducción de las sociedades y perpetuación del sistema imperante.

El cuarto y último componente que Lo Priore advertía es “la descontextualización y falta de pertinencia cultural y social que tienen los recursos de aprendizajes”, añadía también que “hay elementos de mercantilización de la educación inicial donde se venden una cantidad de juguetes y de espacios de aprendizajes que se reproducen en los distintos países que tienen características distintas”. En este sentido, se observa en plataformas digitales, muy oportunas en esta época de confinamiento, programas para estimulación temprana, roles o actividades para los miembros de las familias encargadas de la educación de sus niños o niñas, del mismo modo, lugares en dónde comprar artículos educativos y un sinfín de objetos, juguetes, videos, canales televisivos, youtubers, etc. Que son consumidos a diario desde los hogares, pero ¿Qué pasa con aquellos niños y niñas en donde, las familias, no cuentan con los medios económicos o comunicacionales para la adquisición de estos recursos?, simplemente son excluidxs.

De lo anterior, podemos observar en los distintos centros públicos o privados que  atienden a niños y niñas en los primeros años de vida, lxs cuidan niñeras y niñeros que no cuentan con una formación profesional docente, unos y unas ni siquiera cuentan con una, sin denostar la ardua labor que realizan las y los niñeros, la finalidad del sistema capitalista es desprofesionalizar la labor docente y despedagogizar a la educación (dos componentes esenciales del Apagón Pedagógico Global que veremos más adelante), este objetivo va en aumento e invadiendo a los otros niveles educativos.

Del mismo modo, Luis Bonilla-Molina [7], ha develado y advertido los grandes efectos de cambios que se vienen gestando en lo económico, político y social que inciden en lo educativo en el advenimiento de la cuarta revolución industrial. En el componente económico aseveraba Bonilla-Molina que, existe una reconfiguración del consumo desde casa, es decir, por medio de dispositivos electrónicos con acceso a internet se compran infinidad de artículos que se publicitan en las diferentes páginas web y redes sociales, esto ha venido en aumento y, en el estado de confinamiento contemporáneo, al parecer, es un boom para los grandes consorcios transnacionales por la proliferación, incremento de usuarios, incrementos de compras y la generación de nuevos monopolios.

Plataformas digitales de compras oline que vienen compitiendo por la hegemonía en ventas y acumulación de grandes cantidades de capital digital, entre ellos, tenemos a Amazon, Alibaba, Ebay, Rakuten, Vente Privee, Zalando, entre otros y, en mi país, México, tenemos a Mercado Libre, Walmart México, Coppel, ELEKTRA, Liverpool, entre otros, ver [8]. En este sentido, Luis aseveraba que “implica la sustitución de vendedores y el desarrollo de nuevos mecanismos de robótica para que esto suceda”, asimismo para que la experiencia de compras sea de una forma más fácil y rápida. Las personas que no cuentan con un dispositivo tecnológico e internet, simplemente quedan excluidxs, ¿Qué pasaría con lxs excluidxs si los artículos de la canasta básica solo se pudieran comprar y conseguir en línea? La cantidad de personas con hambre aumentarían y buscarían la forma de sobrevivir o simplemente, morirían.

En el plano político también existe una transformación en la participación, el mismo investigador mencionaba que “la mayoría del ejercicio político se hace desde la comunidad de la casa desde un computador, haciendo participación política online”, en este contexto, podemos observar a candidatos, ex gobernantes, gobernantes actuales, etc., haciendo política desde las redes sociales, así también solo basta escribir en GOOGLE el partido del cual se quiere afiliar o conocer y con un solo clic aparece su página web, por ejemplo, ver [9], los espacios físicos vienen en obsolescencia por el manejo de la virtualidad.

En lo que se refiere a lo social, Bonilla-Molina denunciaba que “hay una relocalización en el mecanismo de socialización en la casa y en la virtualidad de las redes”, en solo cinco años de su develación y advertencia sobre la tendencia a estar recluidos en la casa, el coronavirus COVID-19, ha sido un acelerador para este confinamiento y para el incremento del uso de la virtualidad, ahora las clases son virtuales, las tareas son virtuales, las compras son virtuales, las charlas son virtuales, las clases de yoga son virtuales, los amores son virtuales, las caricias y besos son virtuales, hasta las relaciones sexuales son ya virtuales. En este contexto, ¿qué sucede con lxs que no tienen casa? Ya ni se diga de virtualidad, les piden que se queden en casa ¿Cuál casa?, si su casa son las calles y su cama una banqueta.

Del mismo modo, en las tecnologías, en las investigaciones que ha realizado Luis Bonilla-Molina, nos advertía que “la tecnología cada vez más tiende a sustituir a los estados nacionales, el estado, ha creado una especie de estado virtual que nos remite a ir a buscar la seguridad de la casa”, en este contexto, las autoridades gubernamentales de los tres niveles, en México, en este estado de confinamiento, toda información mediante discursos, textos, imágenes y demás, las han estado socializando a través de las redes sociales más populares como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, entre otras, por consiguiente se reconstruye el estado en la realidad virtual.

Los otros dos componentes que mencionó este investigador son: la despedagogización de la educación y la desprofesionalización docente; en la primera, hace referencia que en diferentes momentos de la segunda parte del siglo XX y, en lo que vamos del XXI, se viene tendiendo el terreno para la eliminación de la pedagogía fragmentándola en sus diferentes componentes, convirtiendo a estos en “modas” educativas, el investigador Luis Bonilla-Molina mencionaba las siguientes “la didáctica, métodos gerenciales y de planificación, evaluación, currículo, calidad educativa y los sistemas de evaluación”, en este sentido, se construye y programa las conceptualizaciones de los y las docentes sobre cada una de estas “modas” educativas, mientras que, se desconoce la semántica y semiótica de la pedagogía, este trabajo ha durado setenta años, hoy en día, la mayoría de los y las docentes desconocen su significado.

Mientras que en la segunda, mencionaba que “cada día se dice más que no es necesario ser maestro o ser profesor para dar clases y se comienzan a habilitar en los sistemas escolares a cualquier profesional para ejercer la docencia en el aula”, en este sentido vemos pues, a ingenieros, abogados, informáticos, administradores de empresas, matemáticos, entre otras, asimismo la proliferación de youtubers que han venido a educar a niños, niñas y jóvenes, sin ninguna formación en pedagogía y, recordemos que, la pedagogía, es parte de las ciencias sociales y esta, a su vez, forma parte de las ciencias humanas, por estas razones se advierte sobre la peligrosidad de la tendencia a deshumanizar a las sociedades.

En este confinamiento, los ambientes de aprendizajes virtuales vienen a sustituir al salón de clases, en este sentido denunciaba Bonilla-Molina sobre “la destrucción del concepto del aula y de la escuela”, las charlas de pasillos, las idas al baño, los roces, las lágrimas, las risas, los olores, la limpia del pizarrón, ocupar la silla sea que haya sido elegido por los y las estudiantes o no, los gritos de felicidad a la hora de recreo o de educación física, entre otras interrelaciones físicas que se daban hace aproximadamente catorce días en mi país, en otros, han sido hasta cuatro meses, son eliminados de golpe, creando nuevos imaginarios colectivos y paradigmas en y desde las virtualidades.

Pero si este confinamiento sigue perpetuándose ¿qué pasaría con las escuelas construidas y por construir? Para ello el investigador mencionaba sobre “destruir el compromiso de los estados en el financiamiento de infraestructura para la construcción de planteles”, es pues, más redituable construir ambientes de aprendizajes virtuales desde un dispositivo electrónico que construir una escuela, o bien, contratar un youtuber o un docente que atienda simultáneamente a cientos o hasta miles de estudiantes, que a cincuenta docentes que atiendan en las escuelas físicas.

Por otro lado, Vladimir Acosta [10], aseveró sobre la mercantilización de la educación pública, específicamente sobre la educación superior, esto devenido de la “famosa reunión de Bolonia” [11] al finalizar los años 90’, de la cual, se reformaron las políticas educativas a nivel mundial. En este contexto, acosta arremetió sobre las imposiciones neoliberales y su “idea fundamental de destruir por completo a la educación, el papel que cumplía las universidades, los métodos, los contenidos de esa educación”, la educación como un medio más para la obtención de ganancias y aculturación de las futuras generaciones con base en su objetivo primordial, el consumo.

Acosta mencionaba también sobre que, en Venezuela, “se suspendió por ejemplo la enseñanza de la historia, se la reemplazó por materias mucho más prácticas”. En este sentido, hemos venido diciendo acerca de los propósitos de deshumanización de las sociedades usando como medio a la educación, en esta, se impuso a mediados de los 90’ una jerarquización de las asignaturas conforme a su utilidad, eficacia y eficiencia, según los intereses y necesidades no de las sociedades, sino del capitalismo.

De lo anterior, Acosta afirmó que “ese apagón que significa prácticamente reformular la educación en términos puramente mercantiles, que significa además escoger los temas, los contenidos, las áreas que tienen prioridad o que tienen importancia para ese modelo”, en este marco, el capitalismo impulsó desde sus discursos y usando todos sus medios posibles, una educación estandarizada e instrumental, esto le permitió crear nuevos imaginarios educativos en las sociedades. El modelo educativo que ayudó a instalar los nuevos perfiles fue el del STEM+R (Alianza para la Promoción de STEM, 2019), por sus siglas en inglés, que ponderan una educación basada en la ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y la lecturas que, por fuertes y constantes críticas de que este modelo era totalmente instrumental, se incluyó, a partir del 2009, a las artes, convirtiendo su siglas en STEAM+R; aunque este modelo haya incluido a las artes en representación de las ciencias humanas, no dista de ser instrumental y, por lo tanto, deshumanizante.

Pero ¿por qué es deshumanizante este modelo?, acosta nos remitió porque “excluye todo lo que tiene que ver con identidad, con formación de una cultura”, al excluir las materias de las ciencias humanas, solo se permite la instrumentalización de razón con el hito de formar personas que solo sepan leer manuales y seguir instrucciones, en este sentido, se omite la construcción del conocimiento, la inhibición del pensamiento crítico, creativo y divergente, es decir, el modelo educativo neoliberal del STEAM, impone las formas de pensar, de percibir, de crear, las reglas, las normas y los instructivos, con el fin de homogenizar a las subjetividades.

A lo anterior, Acosta arremetió que “La historia es un enemigo, la filosofía es un enemigo, la sociología es un enemigo, la antropología es un enemigo”, enemigo por que se enseña a pensar libremente, a observar y develar los fenómenos sociales de las realidades que ocurren en la cotidianidad, a leer entre líneas a la realidad impuesta desde el capitalismo, a ser creativos, a ser imaginativos, es decir, enseña y se aprende a ser humano. Del mismo modo, mencionó que, los jóvenes, se “animalizan” y se “embrutecen” con el uso de la tecnología, pues éstos, aprehenden acríticamente toda información bajada de internet.

Por otro lado, Rubén Reinoso [12] advertía sobre los retos que tiene la escuela en la era tecnológica, pues su vertiginosa transformación e innovación es sumamente peligrosa, peligrosa en el sentido de que, los y las docentes, estamos desfasados del proceso de transformación e innovaciones tecnológicas, mientras que lxs estudiantes la aprenden aceleradamente fuera de la escuela, es decir, mientras que lxs docentes seguimos enseñando las tablas de multiplicar, el capitalismo tecnológico ya cuenta con inteligencia artificial que va aprendiendo rápidamente de la especie humana. Esta aceleración de las tecnologías, Reinoso aseveraba sobre el término de “pos humanismo”, es decir, sobre los requerimientos de un nuevo perfil que deben de tener las personas a finales del siglo XXI.

En este marco, también advertía sobre “hay toda una línea de trabajo que plantea cómo se producen modificaciones en la cognición y en el cerebro debido a la tecnología que se utiliza para el desarrollo de la comunicación” añadiendo que esta comunicación “va desde el habla, después la escritura, después el telégrafo, el teléfono y ahora la televisión y las TIC”, entonces, la mayoría de lxs docentes seguimos desfasados y estancados en contenidos, modelos, métodos y prácticas que, distan de los intereses y necesidades de lxs estudiantes en la era digital.

Reinoso comentó que existen “cuatro problemas fundamentales” en los procesos educativos formales que se deben plantear, el primero se refiere a “la necesidad de que construyamos teorías que nos permitan explicar y dar cuenta de los fenómenos que se están dando hoy en día en el campo de la educación en general y en el campo de la pedagogía”, con respecto a esto, desde las pedagogías críticas y las educaciones populares, es necesario construir propuestas contra hegemónicas que contrarresten y liberen de la voracidad alienadora del capitalismo tecnológico, el cual, instrumentaliza a la razón de lxs estudiantes, emanadas desde las élites de la sociedad del conocimiento.

El segundo problema que develó el investigador es sobre “el desarrollo de la herencia cultural”, en este advierte que estamos viviendo “fenómenos típicos de un momento transicional”, es decir, nuestrxs abuelxs (de más de 70 años de edad) percibían, con solo observar el cielo, si el día sería lluvioso o si sería soleado; a la tierra, si habría buena cosecha o no, provenientes de un mundo de información analógica que les ha costado aprender y aprehender sobre las realidades digitales y virtuales, muchos no quisieron siquiera aprender, mientras que, los nacidos antes de los 90’ que oscilan entre los 35 a 55 años de edad, Marc Prensky en (Institución Educativa SEK, 2010), los ha denominado como “inmigrantes digitales”, es decir, las necesidades lxs llevaron a aprender estas realidades, estas y estos tienen un pie en el mundo analógico y un pie en el mundo digital-virtual, pueden entonces, percibir los días lluviosos o soleados, pero ya no nos esforzamos y sacamos el dispositivo para confirmar en una aplicación de los climas sobre esto. Los nacidos en los años 90’ a la actualidad, Prensky los ha denominado como “nativos digitales”, los cuales, tienen grandes habilidades en los lenguajes y realidades digitales y virtuales, desconociendo por completo el mundo analógico, por lo que se basan únicamente en informaciones digitales y virtuales.

Por lo anterior Reinoso afirmaba que “no estamos entendiendo a nuestros hijos, porque nuestros hijos manejan una tecnología que nosotros no manejamos”, en este contexto, a la transición a la que se refiere será instalada en nuestrxs nietxs, es decir, la cultura digital-virtual en la que nacieron, aprendieran y aprehendieran nuestrxs hijxs será transferida a sus hijxs, dando paso a una nueva cultura, la digital-virtual.

En estos tiempos de confinamiento sanitario obligatorio, los inmigrantes digitales nos hemos encontrado con fuertes incertidumbres en el momento que, nuestros gobiernos, nos obligan a llevar a cabo una educación a distancia, desde casa, en línea y/o virtual. En este sentido el coronavirus COVID-19 ha develado tanto la precariedad de infraestructura tecnológica de la que cuentan los sistemas educativos, docentes y estudiantes, como la precariedad de habilidades y conocimientos de las virtualidades que tenemos lxs docentes y, la mayoría, nos hemos dedicados a investigar en diferentes aplicaciones tecnológicas el funcionamiento de esta virtualidad, participando de manera pasiva o activa en las diferentes videoconferencias que ofrecen diversos medios e investigadores, aquellxs que no cuentan con internet y solo cuentan con al menos un dispositivo tecnológico, se reducen a mandar en los grupos de WhatsApp u otras redes sociales los trabajos o tareas con el fin de abarcar los contenidos de su programación, lxs que no cuentan con esto, quedan excluidxs.

El tercer problema que ha advertido Reinoso es sobre “la necesidad de reivindicar el acto pedagógico como un acto de encuentro cara a cara”, añade también “creo que es fundamental que nosotros desarrollemos tecnologías de diversas naturalezas y la utilicemos, pero el hecho de que la gente vaya a un acto de aprendizaje en compañía de los otros, es fundamental”, en relación a esto, los miedos que ha causado el coronavirus COVID-19 para confinarnos en casa, nos desterritorializa de ese encuentro, por lo tanto, la pedagogía y la educación tiene la tendencia de ser destruida, de ser apagada, mientras que el acto educativo se vuelve netamente bancaria, en el sentido que, lxs docentes, mandan los trabajos o tareas y lxs estudiantes las elaboran.

De lo anterior, para el capitalismo tecnológico salvaje, este confinamiento, le ha servido como medio para desterritorializar a las pedagogías y a las educaciones, con el fin de promover la virtualización de la educación y la ineptitud de lxs docentes, para luego dar paso a sus soluciones privatizadoras. Es por ello que, la escuela, es un espacio fundamental para el proceso dialéctico de enseñanza-aprendizaje con base en la dialogicidad y encuentro con lxs otrxs.

Asimismo, Reinoso se hizo una importante interrogante ¿pero eso significaría que no se utilizaran la tecnología? Y responde rotundamente “No, significa que la tecnología debe estar acompañada de la tecnología social, o sea, de la relación que tu tengas con los otros”, es decir, las tecnologías deben ser un complemento de las pedagogías, no confinar o subordinar las pedagogías a las tecnologías, porque estas, las pueden devorar, por lo tanto, destruirlas, objetivo primordial del capitalismo tecnológico salvaje.

El último problema que develó es sobre “la construcción de un docente de nuevo tipo que esté a la altura del desarrollo” con las siguientes características:

  1. “Capacidad diagnóstica,
  2. Capacidad humanista,
  3. Tenga profundo conocimiento de los fenómenos de su tiempo, a nivel global y local,
  4. Ser una persona que maneje herramientas de orden pedagógicas para contribuir a la modulación intelectual e independencia”

Este tipo de docentes, deben pues, estar en constante actualización inherentes a la construcción de ciudadanía, no para los intereses del capital, sino para la trasformación de las sociedades en unas más justas, humanas y humanizantes.

Por todo lo anterior, el confinamiento obligatorio de las sociedades por el coronavirus COVID-19, por lo tanto, de las pedagogías y de la educación, ha sido un catalizador por el cual, el capitalismo cognitivo y tecnológico, ha aprovechado para acelerar el Apagón Pedagógico Global que tanto habían advertido y develado los investigadores antes mencionados.

Ante esto, el magisterio en distintas partes del mundo y, en referencia a mi país, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha construido alternativas educativas, empero, en la perspectiva de lo local y, ha dejado a un lado o con avances muy lentos en lo referido a lo global y sus innovaciones tecnológicas. En este sentido, el coronavirus COVID-19 y su inherente reclusión domiciliaria, ha develado la precariedad, lentitud, exclusión y miedos que han tenido estas alternativas, en el abordaje e incorporación de las innovaciones tecnológicas, al mismo tiempo permite, como caldo de cultivo, la vertiginosa construcción de propuestas educativas contra hegemónicas con el hito de resistir y construir otros mundos posibles.

 

El coronavirus COVID-19, exclusivo e inclusivo

No entraré en el debate y/o especulaciones sobre si el coronavirus COVID-19 es o no un ataque biológico y/o una estrategia para apoderarse de los mercados, ya que existen fuertes debates al respecto, asimismo notas falsas que circulan por las redes sociales, con el paso del tiempo se develará, para ello la Organización Mundial de la Salud menciona sobre la posible fuente:

Hasta la fecha se desconoce la fuente del SARS-CoV-2, el coronavirus (CoV) que causa la COVID-19. Todos los datos disponibles sugieren que el SARS-CoV-2 tiene un origen animal y no es un virus creado en laboratorio. Lo más probable es que el virus tenga su reservorio natural en los murciélagos. El SARS-CoV-2 pertenece a un grupo de virus genéticamente afines en el que se encuentran también el SARS-CoV y otros CoV que han podido aislarse en poblaciones de murciélagos. El MERS-CoV también pertenece a este grupo, pero está menos relacionado con estos últimos[13]

Este apartado, lo importante es dar a conocer ¿qué es el coronavirus COVID-19?, ¿Dónde surgió?, ¿hacia dónde se expandió?, ¿a quiénes afecta? Y por último ¿qué ha originado?

Para ello, me apoyaré en las fuentes que otorga de manera digital la Organización Mundial de la Salud donde menciona que “La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019” mismo documento, el cual, se expandió por la movilidad de las personas hacia Tailandia, Corea del Sur, Japón, avanzó hacia Europa, Italia el más golpeado por esta enfermedad repunta con el mayor número de muertes.

Aparecieron los primeros casos en el continente Americano y África, los casos confirmados fuera del epicentro fueron incrementándose, para el 30 de enero la OMS siguiendo sus protocolos, declara como “emergencia de salud pública de importancia internacional” [14]. China como epicentro y con mayor número de contagios empezó a tomar acciones un tanto autoritarias hacia sus sociedades, obligándolos a confinarse de manera rotunda en sus casas con el fin de frenar la propagación, Estados Unidos empezó a repuntar con mayor cifra de infectados que hasta este 10 de abril presentó “467,000 infectados y 17,000 muertes” [15].

El coronavirus COVID-19, afecta a todxs, no respeta edad, clases social, raza o género, pero las estadísticas demuestran que es más letal para lxs de la tercera (de 65 a 75 años) y cuarta edad (más de 75 años) porque su sistema inmunológico es débil, porque tienen enfermedades crónicas y afectaciones a la salud previas al contagio por la COVID-19, las cifras nos muestran, hasta el 20 de marzo, que de “70 a 79 años: 8% de mortalidad; 80 años o más: 14.8% de mortalidad” [16], este escenario va disminuyendo conforme disminuye las edades y afectaciones previas de salud que presentan las personas.

 Bajo este marco, podemos observamos que, nuestrxs ancianxs, son más propensos a morir con esta enfermedad, bajo las miradas tristes y el dolor incesante de las familias por tal o tales pérdidas, sin embargo, puede parecer que el coronavirus COVID-19 se ha convertido en fuerte aliado desde la perspectiva del capitalismo rapaz, ya que tiende a desechar a las personas improductivas que solo generan gastos a las instituciones públicas y privadas, ancianxs que, trabajaron durante toda su vida siendo explotados con salarios miserables, la COVID-19 les viene a dar el tiro de gracia.

Por otro lado, en Estados Unidos el coronavirus COVID-19 se ensaña con infectar y matar más a latinos de pueblos originarios y, afrodescendientes se observa la cifra del “62% de muertos en la ciudad de Nueva York” [17], esto no significa que el coronavirus sea racista, sino que devela las fuertes desigualdades socioeconómicas que impera en ese país, pues, en las poblaciones con mayor presencia de inmigrantes y pobreza, la brecha del lenguaje ha sido crucial para esta cifra, asimismo y haciendo énfasis que, las personas, viven al día, es decir, salen de sus casas para trabajar y llevar comida a sus familiares, entrando en el dilema si “morir de hambre o de COVID-19” y, al parecer, han escogido la segunda.

En este contexto, el coronavirus COVID-19 es exclusivo para las personas que están socioeconómicamente bien acomodados (clase alta), pues, por sus viajes de placer, trabajo o diversión fueron éstas las que, en varios países, llevaron el virus, sin embargo, se vuelve inclusivo de lxs pobres, los más vulnerables, los que no cuentan con un trabajo y salario que les permita confinarse, los que arriesgan la propia vida y la de los suyos para evitar escuchar los rugidos de los estómagos de sus hijxs por hambre y lo que más han sido golpeados por esta calamidad; ojalá que aprendamos de este coronavirus, no de su destrucción, pero si de su inclusión, su igualdad y equidad.

El coronavirus ha develado también la fragilidad y debilidad de los sistemas de salud en distintas partes del mundo, causadas por el neoliberalismo y sus disfraces financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que pide como requisito, para otorgar sus créditos, recortes presupuestarios en el gasto público en confabulación con gobiernos corruptos, entre ellos, al sector salud y al educativo, la lectura tras las líneas de esos requisitos nos devela que, nos quieren ignorantes y enfermos, la primera para perpetuar y reproducir el sistema imperante, la segunda para consumir tratamientos médicos, de a poco o mucho, por los diversos padecimientos que se tiene por el desgaste de nuestros cuerpos originados por la enorme explotación en la que vivimos, asimismo para no tener fuerzas a manifestarnos, resistir y luchar para la transformación de las sociedades en una más justa, humana y humanizante.

Para este 10 de abril tenemos ya un recuento de 1.6 millones de infectados y más de 100,000 muertos en todo el mundo, esto ha provocado, en muchos países, la salida de las fuerzas del orden a las calles, desde policías municipales hasta el ejército, con el fin de mitigar el riesgo de contagios de la población, sin embargo, ha provocado también fuertes violaciones a los derechos humanos, en la India, ver [18], se observan a policías que golpean con palos a las personas que caminan por las calles; en España golpean a mujeres y a jóvenes, detenciones a todxs lxs que se encuentras en las calles, entre otros abusos. Según datos de la OIT, existen “casi 500 millones de personas afectadas por insuficiencia de empleos remunerados” [19] lo que no permite confinarse siquiera por un día y, lxs arroja a las calles para poder sobrevivir arriesgándose al contagio.

Por lo que respecta a México, los pueblos originarios a lo largo de la historia han sido excluidos por las sociedades y por el mismo gobierno, en esta emergencia sanitaria no dista mucho de estas realidades, los pueblos originarios ubicados a lo largo y ancho de mi país también son grupos vulnerables ante el embate del coronavirus COVID-19, en este sentido, una de las voceras de los pueblos originarios de la región selva del estado de Chiapas, ha salido a denunciar y develar la exclusión y desinterés por parte de las autoridades gubernamentales, afirma que “si nos pega el coronavirus moriremos en silencio” [20], en la misma añade “No ha dicho que hace o nos han dado protocolos a seguir”. En este contexto, el sector educativo tiene las mismas características excluyentes y discriminatorias para los que menos tienen, de esto hablaré en el siguiente apartado.

Por lo anterior, el coronavirus COVID-19 ha develado un cúmulo de exclusiones, violencias y desigualdades en todo el mundo originado por el neoliberalismo salvaje, y su privatizador objetivo de los sistemas públicos bajo la bandera del FMI.

 

Ensayo y error del capitalismo cognitivo y tecnológico

Con el paso del uso de la microelectrónica a la nanoelectrónica surgió la cuarta revolución industrial donde, además, las telecomunicaciones experimentan un desarrollo estrepitoso, dando como resultado la fabricación de aparatos diversos que cooptaron la atención de la sociedad mediante intensas campañas publicitarias que llegaron hasta los lugares más recónditos de la geografía y que han dado como resultado una sociedad digital-virtual cada vez más consumista.

El capitalismo ha empleado todos los recursos que ha tenido a su alcance para que a través de la publicidad desmedida impacte en las subjetividades de los seres humanos de todas las edades y estratos socioeconómicos. La economía, la política, la educación han sido objeto de reformas estructurales sucesivas, en virtud a la velocidad de los cambios experimentados por la ciencia y la tecnología que ha hecho necesario ajustarlas a las nuevas necesidades de la sociedad y sobre todo a los intereses del régimen capitalista que se ha tornado insatisfecho en su insaciable deseo de cautivar las subjetividades de las personas y hacerlxs sujetos consumidores, alienados y enajenados a tal grado de perder su identidad.

Este avance en la tecnología y en la industrialización ha provocado el abandono del campo, la destrucción progresiva de la naturaleza y una incontenible contaminación al medio ambiente a través del desmesurado incremento de desechos inorgánicos y la utilización cada vez mayor de sustancias químicas para la agricultura, acto que ha generado que el ser humano atente en contra de su propia vida.

Por otra parte, es importante destacar la rivalidad entre las naciones más poderosas, en las que  la superioridad se mide desde la capacidad bélica que posean, lo que significa en última instancia que, la  tecnología  de punta en comunicaciones, programación, robótica y el uso de inteligencia artificial, esté más enfocada a construir instrumentos para la guerra que para el bienestar de la humanidad (Noah, pág. 339).

Google, una de las compañías multinacionales más avanzada en inteligencia artificial, entre sus servicios ofrece búsqueda de información, lugares geográficos, videos, entre otros, de manera tal que cuando un usuario es recurrente en la búsqueda, el software tiene la capacidad  de identificar el perfil de éste (Noah, págs. 368-370); archiva toda la información del cibernauta, pues al ingresar al sistema para realizar una nueva búsqueda, infiere el interés más frecuente del usuario.

En efecto, en este confinamiento obligatorio en el que vivimos, Google empezó ya ha controlar la movilidad de los usuarios, dando en el discurso las “bondades” que tiene para el control de la propagación de la pandemia y, “[…] si los confinamientos por coronavirus se aplican” [21], en este sentido, la peligrosidad que se presenta es que comienzan como bondades, a mi perspectiva como un ensayo y error, con el fin de convertirse en necesidad y reconfigurar los imaginarios sociales donde permita que, este procedimiento de control, se normalice.

Pareciera ser que toda esta bondad no representase ningún peligro, sin embargo, le da la opción de poder violentar la privacidad de los usuarios, ingresar a toda la información relacionada con estos (cuentas bancarias, lugares visitados, acciones financieras o transacciones comerciales realizadas, ubicación geográfica, entre otras), adquiriendo un fuerte poder de control sobre las sociedades desde las aceptaciones de sus condiciones y términos de la política de la empresa.

El confinamiento del COVID-19, es un importante y oportuno momento para el capitalismo cognitivo y tecnológico salvaje en el sentido de “ensayo y error” para aplicar sus innovaciones tecnológicas en todos los sectores y reestructurar a las sociedades relocalizadas en casa, limpiando el terreno para el advenimiento de la cuarta revolución industrial y la automatización.

El cuarto cambio de época, las industrias 4.0 o la cuarta revolución industrial, en palabras del fundador del foro de Davos, Klaus Schwab (Schwab, 2016), en su libro “la cuarta revolución industrial” explica que:

“[…] se basa en la revolución digital. Se caracteriza por un internet más ubicuo y móvil, por sensores más pequeños y potentes que son cada vez más baratos, y por inteligencia artificial y el aprendizaje de la máquina” (pág. 13).

La automatización de los grandes sectores de producción, en primera instancia, se augura las bondades para que, en la colaboración con los seres humanos, las máquinas, haya una complementación entre ambos, sin embargo, dista mucho de esa complementariedad y pasa a sustituir, las máquinas automatizadas e inteligentes, a los seres humanos. En este marco, estos sensores al ser más “baratos, pequeños y potentes” no necesitan de un salario constante, ni prestaciones de ley, ni seguros de salud, ni formación de sindicatos que los respalden, por lo que, esta tendencia, se dirige a la destrucción total de la mano de obra humana.

El confinamiento del coronavirus COVID-19 es tomado como un espacio-tiempo de prueba y error para el advenimiento de la cuarta revolución industrial, a partir del miedo infundado por el contagio de la enfermedad al contacto con lxs otrxs, crean las necesidades, en primera instancia, de comprar insumos básicos desde casa, realizar pagos a tarjetas bancarias por transferencias electrónicas, realizar visitas virtuales a lugares turísticos, museos, entre otros; creación de supermercados automatizados y robotizados, escuelas virtuales en todos sus niveles, videollamadas a familiares que viven frente de nuestras casas, para luego “normalizar” estas actividades, destruyendo así las formas de relacionarse con lxs otros y de emplearse.

Por lo anterior, al no necesitar a lxs estibadorxs, organizadorxs, lxs de limpieza y cajerxs que trabajan en los supermercados; lxs cajerxs, supervisorxs y ejecutivxs que trabajan en las empresas bancarias; choferes de transportes y trabajadorxs de todo tipo en los sectores turísticos; docentes, académicxs, investigadorxs, entre otros, por lo tanto, serían despedidxs, creando con ello oleadas gigantescas de desempleos.

En este marco, se augura según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la desaparición de “195 millones de empleos en el segundo trimestre de 2020” (OIT, 2020, pág. 4), aunque pueden ser más, ya que existen 1250 empleados (OIT, 2020, pág. 5) que se les pueden reducir sus horas de trabajo o simplemente despedirlos.

Se observan cifras catastróficas en esta primera oleada masiva de desempleos que vienen a generar más pobreza y desigualdades, en la última semana de marzo y la primera de abril, solo en Europa, 11 millones de personas han perdido su empleo [22], en América Latina y El Caribe se han perdido 14 millones de empleos según datos de la OIT [23], En estados Unidos 17 millones empleos perdidos en las últimas tres semanas [24], en México se han perdido 346,878 empleos por la contingencia sanitaria [25].

Los sectores más golpeados según la OIT (OIT, 2020, págs. 4-5) son: actividades administrativas, comerciales y automotrices, actividades de alojamiento y de servicio de comida, entre otros; la enseñanza por su parte, tiene una afectación baja, ya que se estima en empleados temporales o interinos, todavía no se toca el bruto de los gremios magisteriales, sin embargo, creo que es debido a las resistencias y manifestaciones que se pudieran dar a nivel mundial, lo cual, en estos tiempos de contingencia sanitaria, sería un genocidio por parte de los gobiernos y de los capitalistas, o acaso ¿llevarán a cabo el chasquido de Thanos que devela Luis Bonilla en su artículo “Avengers, coronavirus y cambio climático” [26]?, esperemos que no.

Seguramente para ello, en el recuento de los daños sobre el proceso educativo una vez  que se haya levantado el confinamiento y regresado a clases, el capitalismo cognitivo y tecnológico usará su látigo denostador “El complejo Industrial Cultural” (Bonilla-Molina, 2018) para dar el último y letal golpe al magisterio mundial por la falta de habilidades, destrezas, conocimientos y/o “competencias” digitales-virtuales que presentan.

Es por ello, que mis augurios sobre los despidos masivos magisteriales, vendrán con las reformas pertinentes y legitimadas de los gobiernos corruptos y serviles a este sistema, en la segunda oleada masiva de desempleos una vez que el complejo industrial cultural haya hecho su labor de instalar, en los imaginarios colectivos, sobre la incapacidad en la digitalización y virtualización que presentan lxs docentes.

Una vez instalada las necesidades de educación en casa en este confinamiento, el uso de las tecnologías educativas o EdTech (nuevo lenguaje en los imaginarios), se han incrementado considerablemente ofreciendo de manera “gratuita” las digitalización y virtualización de la educación, con el fin de educar desde nuestros hogares. Comienza entonces la lucha por la hegemonía y mercantilización digital-virtual de la educación, una nueva forma de privatización sin que reaccionemos a la violación de uno de los principales derechos fundamentales, la educación pública.

La prueba piloto de ensayo y error del capitalismo cognitivo y tecnológico ha comenzado, desde antes y con considerable incremento a partir del confinamiento del coronavirus COVID-19, en China se disputan a la educación en línea entre las grandes compañías como China Telecom, China Mobile, Baidu, Huawei y Alibaba, este último presentó hasta el 11 de marzo un incremento de 120 millones de estudiantes (este número es solo la mitad de la población estudiantil de este país) como usuarios desde la aplicación DingTalk, según el diario digital xinhuanet [27].

Para esto, la UNESCO [28] hace un llamado a organizaciones internacionales, sociedades civiles y corporaciones privadas para unirse y “dar soluciones  a los aprendizajes a distancia y llegar a los niños y jóvenes que corren mayor riesgo” basados en el objetivo de “educación continua”, entre estas corporaciones transnacionales y dueñas de tecnologías de punta y acumulación de enorme capital cognitivo y tecnológico se encuentran a Microsoft, GSM, Weidong, Google, Facebook, Zoom, KPMG y Coursera; entre los organismos multilaterales y financieros mencionan a la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud, la Alianza Mundial para la Educación, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, el Banco Asiático de Desarrollo, entre otros, para la atención de más de 1,500 estudiantes se han visto afectados en este confinamiento.

En el mismo artículo, esta coalición, hace cuatro propuestas con respecto a “la educación continua” en este confinamiento, la primera referida a “ayudar a los países a movilizar recursos y aplicar soluciones innovadoras y adaptadas al contexto para impartir educación a distancia, aprovechando los enfoques de alta tecnología, baja tecnología y no tecnológicos”, en esta perspectiva, creo que, esas “ayudas” a las que se refieren es que, cada país, construya la infraestructura necesaria con sus propios recursos, en el advenimiento del control total del sistema educativo, en primera instancia, ofrecerán de manera “gratuita” programando, en los imaginarios sociales, bajo los discursos de las “bondades” que esta trae, sin embargo sabemos que detrás de esas “bondades” viene una voracidad de dominio, exclusión, control y explotación de lxs seres humanos.

La segunda propuesta que mencionan es en el sentido de “hallar soluciones equitativas y lograr el acceso universal”, a esto mencionamos con anterioridad sobre las “bondades” para detectar si el confinamiento se está llevando a cabo con respecto a la información de ubicación de las personas a las que tiene acceso Google, en un acceso universal, que debe ser un derecho público, sin embargo, detrás del discurso existen perspectivas de dominación y control de las sociedades, sus movilidades y violación a su privacidad.

En la tercera propuesta mencionan sobre “aportar respuestas coordinadas y evitar la superposición de esfuerzos”, en este sentido, el neoliberalismo hace construir infraestructura para posteriormente adjudicársela en colusión con los gobiernos corruptos y, los que terminamos de pagar todo eso, somos los ciudadanos.

En la cuarta propuesta escriben acerca de “facilitar el regreso de los estudiantes a las aulas, cuando las escuelas abran de nuevo, evitando así un aumento de las tasas de deserción escolar”, instalado ya, en los imaginarios colectivos, sobre la incapacidad de lxs docentes ante las innovaciones tecnológicas, las bondades y facilidades de la educación en línea y el miedo que se ha generando en el encuentro con lxs otrxs, las familias que tienen las posibilidades de educación online, puedo aseverar que, ya no mandarán a sus hijos a las escuelas, lo que permite una destrucción total de la educación pública de contacto físico.

La OIT por su parte, ver [29], menciona en una de sus discusiones sobre la acelerada necesidad  de las innovaciones tecnológicas “en el aprendizaje en línea y la facilitación de EFTP y de formación para la adquisición de competencias”, asimismo añade sobre el análisis de la concepción de “aprendizaje y formación en cualquier lugar, en cualquier momento”, en este marco, no se necesitarán a lxs docentes, sino a motivadores y entrenadores técnicos que adiestren instrumentalmente a lxs futuras generaciones, por lo tanto, las escuelas, lxs docentes, las aulas y todo el sistema educativo se reducirá a una pantalla y un ordenador con acceso a internet.

Ante estas imposiciones a manera de “propuestas” y discusiones devendrán reformas estructurales en los países de todo el mundo para legitimar estas acciones, al construir la infraestructura con los recursos públicos, al tener acceso a las identidades y subjetividades y, por lo tanto, generar un control total, al apoderarse de las infraestructuras construidas, al virtualizar totalmente la educación, desprestigiar, despolitizar y despedagogizar la labor docente, estas propuestas traen consigo uno de los objetivos principales del capitalismo cognitivo y tecnológico, el peligroso Apagón Pedagógico Global que tanto advertía Luis Bonilla-Molina.

En este contexto, el horizonte geopolítico, social, económico, cultural y tecnológico, producido por el confinamiento sanitario que conlleva el coronavirus COVID-19, afecta la vida cotidiana de millones de estudiantes y docentes a nivel mundial, desterritorializándolxs de la escuela en su realidad física y lxs relocaliza en sus hogares, es decir, hace una nueva territorialización de la educación en las realidades digitales y virtuales.

Esta desterritorialización de la educación confinándola a la casa, ha causado enormes brechas entre los que tienen al menos un dispositivo y conexión a internet o redes sociales y los que no, los que saben usarlo y los que no. Bajo este marco, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) menciona que el acceso a internet en el nivel de primaria solo el 56% de lxs estudiantes cuentan con este servicio dejando fuera a 44% de estudiantes, mientras que el 81% en secundaria cuenta con este acceso y solo el 19% no.

De lo anterior, aquellxs que cuentan con acceso y al menos un dispositivo, tienen 2 a 3 hijxs, esto dificulta el proceso, el confinamiento de México desde el 23 de marzo, las autoridades mencionaron  a lxs que tuvieran estos privilegios, optaran por usarlos para que no se retrasaran, aunque en muchos hogares y familias, estudiantes y docentes el proceso de enseñanza-aprendizaje se redujo a mandar tareas o trabajos desde las aplicaciones como el WhatsApp y Facebook, lxs que no cuentan con estos servicios privilegiados hoy en día, simplemente fueron excluidos y fueron reducidos a realizar las actividades de sus libros de textos, sin embargo, existen familias en donde no saben leer y escribir ¿quién o quiénes acompañarán a lxs estudiantes en la realización de estas? ¿Los hermanos más grandes? ¿Y a ellos quién?, observamos entonces las grandes desigualdades que se tiene en el país, en América Latina, en el mundo en sí.

Por todo lo anterior, se observa entonces, como el capitalismo cognitivo y tecnológico va limpiando el terreo en el advenimiento de la cuarta revolución industrial, la automatización de los procesos y el internet de las cosas, con el hito de reducir sus gastos y ensanchar sus ganancias, creando monopolios cognitivos y tecnológicos en aras de dominar, controlar, instrumentalizar y reconfigurar a las subjetividades con los objetivos de deshumanizar y de consumir.

 

Las resistencias, las alternativas, la incertidumbre

 A nivel internacional lxs investigadorxs Luis Bonilla-Molina, Iliana Lo Priore, Oscar Jara, Boaventura de Sousa Santos, entre otrxs y, los mexicanos Lev Moujahid Velázquez Barriga y Miguel Erasmo Saldivar Carrillo han venido criticando las actividades del neoliberalismo bajo las sombras del coronavirus COVID-19, los cuales defienden, desde las pedagogías críticas, las izquierdas pedagógicas, desde las educaciones populares, a  la educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad, a las escuelas físicas como espacios de encuentro, a lxs docentes y estudiantes, afirmando que somos seres tecnológicos, pero que esta no debe superponerse sobre las pedagogías, sino que es un complemento de ellas.

Algunxs de estos invetigadorxs empiezan a corroborar sus pronósticos que, desde hace años, advertían lo que el capitalismo cognitivo y tecnológico salvaje haría en su proceso de reestructuración y en el advenimiento de la cuarta revolución industrial y construyen hitos para resistir en esta prueba piloto de ensayo y error.

En México se han construido proyectos educativos alternativos y populares contra hegemónicos con el fin de construir otros mundos posibles, justos, humanos y humanizantes, como lo son el Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura del Programa de Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PNAEC-PDECEM), de Michoacán, el Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE), del mismo lugar, el Plan Alternativo de Transformación de la Educación de Oaxaca (PETO), el Proyecto de Educación Crítica de Baja California, El Proyecto de Educación Alternativo (PEA) en Chiapas, todos estos, surgidos desde las resistencias e izquierdas magisteriales de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Me dediqué a indagar sobre ¿qué están haciendo las alternativas educativas en este confinamiento? Encontré lo siguiente:

  1. En el Proyecto de Educación Crítica de Baja California no encontré mayor información, solo que están donando artículos médicos y de protección ante el coronavirus COVID-19 al sector salud de su región, no encontré ningún sitio digital en el que se trabaje;
  1. En el Plan Alternativo de Transformación de la Educación de Oaxaca (PETO) solo encontré información de la presentación de su proyecto al ejecutivo federal en agosto del 2019;
  1. El Proyecto de Educación Alternativo (PEA) en Chiapas, fueron claros al momento de que el gobierno federal indicó el cierre de escuelas y confinarse, éstos optaron por seguir las instrucciones del gobierno y sus protocolos, reanudarán sus actividades una vez que termine la contingencia sanitaria, el PEA cuenta con una página web pero no hay actividad desde el año 2015, ver [30];
  1. El Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE) de Michoacán, solo cuenta con un usuario en Facebook, han elaborado cuadernillos digitales de diversos tipos como el de “economía solidaria”, “coronavirus y el desarrollo integral de la salud”, “cartilla de salud integral para preescolares”, “cartilla de salud integral para primaria”, “cartilla de salud integral para lactantes”, “cartilla de salud integral para maternales”, entre otros, estos son distribuidos por medio de las redes sociales como WhatsApp y Facebook, han elaborado videos de la manera de cómo usar la aplicación de Skype como medio para trabajar desde casa, ver [31];
  1. El Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura del Programa de Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PNAEC-PDECEM), este cuenta con una página web bien estructurada y con contenidos actualizados, desde el pasado 23 de marzo al 10 de abril han montado una serie de actividades y videos diarios con el fin de apoyar a lxs estudiantes, ver [32].

Podemos observar que solo dos de las alternativas educativas en México están actualizándose constantemente y compartiendo por medio de las redes sociales y por las páginas que cuentan, con el fin de apoyar a lxs estudiantes y sus familias, sin embargo, al preguntar sobre ¿Qué pasa con lxs niñxs que no tienen ni siquiera señal de telefonía y mucho menos de internet?  Las respuestas fueron un tanto desoladoras, “donde no hay internet o no tienen dispositivos, no hubo opción”, es decir, muchxs niñxs fueron excluidos, convirtiéndose en la incertidumbre de las alternativas.

Si bien es cierto que, las luchas populares en México y América Latina, habían incrementado e intensificado en los últimos meses, cabe señalar lo acontecido en Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, México, etc. pienso que éstas fueron las detonantes para poner en juego, en estos tiempos de reclusión domiciliaria, sus medios tecnológicos y su peligrosidad para poder mitigar las resistencias a inmediato y mediato plazo. Esta perspectiva de automatizar y virtualizar todo, atenta a la socialización cara a cara, a reunirse para luchar, para resistir y protestar, refundando los imaginarios de las sociedades con el hito de construir hegemonía, alienación, dominación y control desde las virtualidades.

En mi país, en América Latina y en el mundo, optamos por manifestarnos y protestar en colectivo con lxs otrxs, cerramos carreteras, edificios públicos y privados, gasolineras, supermercados de líneas transnacionales, en sí paramos el municipio, estado, país y continente, sin embargo ¿de qué manera vamos a manifestarnos y protestar en este estado de confinamiento? Puedo augurar que, en el momento de retornar a la «normalidad» de nuestra vida cotidiana de hace unos meses, podremos reanudar estás prácticas de antaño, pero ¿si el confinamiento se sigue prorrogando? ¿y si la próxima etapa de confinamiento tarda más de lo que está tardando el actual? O, peor aún ¿y si el confinamiento es permanente? En este contexto tenebroso y desolador ¿protestaríamos y nos manifestaríamos virtualmente, llenando las redes sociales con pancartas digitales-virtuales como lo hicieron los seguidores de Assnage? ¿tendría algún impacto en las sociedades y en las políticas gubernamentales? Preguntas que, desde las resistencias gremiales, debemos de reflexionar, debatir y construir propuestas contra hegemónicas.

A modo de cierre

  • Las develaciones y advertencias fueron desde hace más de cinco años y, tanto las izquierdas pedagógicas, las pedagogías críticas, las educaciones populares y las alternativas educativas, su avance ha sido lento en comparación de la velocidad enorme del capitalismo cognitivo y tecnológico, es por ello que debemos refundar la formación docente, tanto inicial como la continua, construirnos desde las digitalizaciones y virtualidades con el hito de construir contra hegemonía estando profesionalmente actualizados;
  • Para detener el APG, es necesario ser investigadores con el fin de construir teorías desde lo local fusionado con lo global (glocal) sin perder rumbo, esto nos permitirá presuponer a las pedagogías sobre las tecnologías, no olvidando las investigaciones constantes al ritmo de la velocidad en la que va el capitalismo cognitivo y tecnológico, ya que muchas veces quedamos en los debates y no las convertimos en propuestas;
  • Las alternativas educativas contra hegemónicas no deben temer a la inclusión de las tecnologías como complemento de las pedagogías, esto permite estar actualizados, mantenernos en constante construcción e innovaciones pedagógicas y tecnológicas;
  • Debemos exigir-nos y defender-nos en nuestras próximas oleadas de manifestaciones y protestas las precariedades y pauperización de los sectores educativos y de salud, puesto que, el coronavirus COVID-19, ha develado su fragilidad;
  • Debemos exigir-nos y defender-nos, salud y educación como derechos inalienables para todxs sin exclusión, en estos tiempos sabemos que son los dos sectores más importantes que existen, por lo tanto, debe ser pública y popular;
  • Debemos exigir-nos una conexión a internet universal, pública y popular, sin restricciones y sin perspectivas dominantes y de control, debemos exigir-nos respeto a nuestra privacidad digital;
  • Debemos estar atentos y en alerta para evitar campañas de denostaciones por parte del capitalismo a través de su verdugo “al complejo industrial cultural” hacia lxs docentes antes y después del término del confinamiento por la falta de habilidades en las innovaciones tecnológicas;
  • Debemos construir propuestas educativas con el fin de comunicar que, la escuela física, es un lugar de encuentro donde la socialización, las charlas cara a cara, los roces, los aromas, entre otros, son de gran importancia para el desarrollo integral de las capacidades humanas y, que las innovaciones tecnológicas, son un complemento de ese encuentro;
  • El proceso educativo no se puede automatizar, es necesario la parte humana con base en el encuentro con lxs otrxs;
  • Las alternativas educativas, pedagogías críticas e izquierdas pedagógicas deben avanzar a la par con las innovaciones tecnológicas y subordinarlas a las pedagogías alternativas, para evitar las exclusiones desde las mismas;
  • Lxs docentes debemos construir teorías y contenidos en los diversos espacios (físicos, digitales y virtuales) no para sustituir las aulas, sino para apoyar a las familias y evitar que algunx quede excluido.

 

Referencias

Alianza para la Promoción de STEM. (2019). Visión STEM para México. México: Alianza para la Promoción de STEM.

Bonilla-Molina, L. (2018). Mafaldas o Zombis. El complejo industrial cultural en el siglo XXI. Caracas: Ediciones OVE.

Institución Educativa SEK. (2010). Nativos e Inmigrantes Digitales. Barcelona: Distribuidora SEK, S.A.

Noah, Y. (2018). Homo deus. Breve historia del mañana. México: DEBATE.

OIT. (2020). Observatorio de la OIT – segunda edición: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones actualizadas y análisis. Ginebra: OIT.

Schwab, K. (2016). La cuarta revolución industrial. Barcelona: DEBATE.

 

[1] http://otrasvoceseneducacion.org/miradas-sobre-el-apagon-pedagogico-global

[2] https://www.youtube.com/watch?v=IjXdG4a4I78&t=182s

[3] https://www.youtube.com/watch?v=4B8DN6yywjw

[4] http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/339604

[5] https://www.youtube.com/watch?v=RYgzzqI-lvU

[6] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-desarrollo-sostenible/

[7] https://www.youtube.com/watch?v=zZ79h4Zu4SE

[8] https://blog.credifiel.com.mx/las-10-mejores-tiendas-en-linea-en-mexico

[9] https://morena.si/

[10] https://www.youtube.com/watch?v=S6RwhbDKzd8&feature=youtu.be

[11] http://www.eees.es/es/eees-desarrollo-cronologico

[12] https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=-HHITyfdscM

[13] https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses

[14] https://www.who.int/es/news-room/detail/30-01-2020-statement-on-the-second-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-outbreak-of-novel-coronavirus-(2019-ncov)

[15] https://www.rtve.es/noticias/20200410/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml

[16] https://www.elplural.com/sociedad/tasa-mortalidad-coronavirus-edad_233928102

[17] https://www.clarin.com/internacional/estados-unidos/coronavirus-unidos-62-muertos-nueva-york-latinos-negros_0_Su6QK85oq.html

[18] https://www.20minutos.es/videos/internacional/4205527-la-policia-india-golpea-con-varas-de-madera-a-los-que-se-saltan-el-confinamiento-por-el-coronavirus/

[19] https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_734456/lang–es/index.htm

[20] https://www.sinembargo.mx/09-04-2020/3764640

[21] https://www.dw.com/es/google-publica-datos-de-ubicaci%C3%B3n-para-mostrar-si-los-confinamientos-por-coronavirus-se-aplican/a-53004885

[22] https://www.wsws.org/es/articles/2020/04/06/euro-a06.html

[23] https://www.ilo.org/americas/sala-de-prensa/WCMS_741222/lang–es/index.htm

[24] https://www.infobae.com/america/eeuu/2020/04/09/crisis-del-coronavirus-17-millones-de-estadounidenses-solicitaron-un-subsidio-de-desempleo-en-las-ultimas-tres-semanas/

[25] https://www.infobae.com/america/mexico/2020/04/08/mapa-del-desempleo-en-mexico-los-seis-estados-mas-sacudidos-por-el-golpe-economico-del-coronavirus/

[26] http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/340966

[27] http://spanish.xinhuanet.com/2020-03/11/c_138867375.htm

[28] https://es.unesco.org/news/unesco-agrupa-organizaciones-internacionales-sociedad-civil-y-sector-privado-amplia-coalicion

[29] https://www.skillsforemployment.org/KSP/es/Discussions/EDMSP1_256639

[30] http://cnteeducacionalternativa.blogspot.com/

[31] https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=927033204382456&id=100012273554310

[32] https://educador-popular5.webnode.mx/

El autor escribe para OVE

Imagen: Gabriel Miguel Bero en Pixabay

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El hombre confinado

Por: Paola Ruiz-Huerta

Tal vez el hombre confinado pueda llegar a descubrir, en estos días, que salirse de la lógica productiva, patriarcal y machista genera cambios importantes y positivos en su vida y en la de quienes le rodean.

¿Qué les estará pasando a los hombres durante este periodo de encierro y confinamiento? ¿Cómo vivirán las 24 horas al día en el espacio doméstico, ese espacio privado, femenino, tan denostado por el patriarcado y que tanto amenaza su masculinidad? ¿Cómo llevarán el saberse menos productivos? ¿Cómo se sentirán los que hayan perdido el atributo identitario que es su trabajo? ¿Cómo estarán gestionando sus emociones: el miedo, la incertidumbre, la frustración, la rabia…?

¿Cómo afectarán a su identidad estos días de confinamiento en los que resulta tan complicado ser activo, racional y autónomo, los mandatos principales que determinan la masculinidad, según el sociólogo Antonio García? ¿Es posible que esta situación favorezca que algunos adopten posiciones más dominantes y aumenten su agresividad y violencia para sentirse así más masculinos y recuperar lo que Dona Haraway denomina la plusvalía de género?

Ayer, en Castellón, un hombre asesinó a una mujer. El 30º hombre que asesina a una mujer en lo que llevamos de año, según la última actualización de la plataforma Feminicidio.net. Otro, en Sevilla, intentó ayer cortarle el cuello a su pareja cuando le dijo que iba a dejarle.

La construcción de la subjetividad masculina está basada en la dominación, la crueldad y la falta de empatía. La subordinación, la complacencia y el agrado son atributos determinantes de «lo femenino». Y es sobre este orden mental de ambos géneros sobre el que tenemos que reflexionar, para deconstruirlo.

Por eso, quiero pensar también en cómo la incomodidad que para el género masculino produce este confinamiento puede ser una oportunidad para que los hombres reflexionen, se impliquen con el feminismo y hagan un proceso de transformación de sus vidas y de las relaciones de género, que tenga el consecuente impacto social.

El feminismo es imprescindible y positivo para todas las personas: para los hombres también. Les libera de esa fragilidad rígida y la carga que supone tener que liderar, competir y dominar todo el tiempo. Aunque sin perder de vista que los hombres en el Patriarcado tienen la posición privilegiada y dominante. El patriarcado oprime a los hombres, pero asfixia y mata a las mujeres.

Partiendo de la idea de Elisabeth Badinter de que la masculinidad se construye en oposición a tres grupos (mujeres, niños y homosexuales), ahora es el momento para cambiar el paradigma masculino y funcionar de otro modo. Para desarrollar, en la intimidad de la casa, habilidades que les permitan ser el hombre que querrían ser, si estuvieran dispuestos a perder privilegios. O a ser, quizás, «menos hombre».

Estas son algunas propuestas que me parecen imprescindibles para un cambio radical en las relaciones de género y el sistema patriarcal. Y que en este periodo de obligado encierro los hombres pueden ejercitar:

–Hacerse cargo de los cuidados. Es el momento para ver la cantidad de cosas que hay que hacer en un hogar y entender que los cuidados son responsabilidad de todos y todas. Los domésticos y los emocionales. Otorgarles el valor que merecen y la necesidad de ponerlos en el centro de la vida. Prestar atención a las personas con las que se convive. Ocuparse también de los padres, hermanos, amigos. Decir que les echas de menos. Que los quieres.

–Desarrollar la escucha. La empatía. Ponerse en el lugar de la otra persona tratando de entender, de verdad, lo que quiere decir. Escuchar en silencio, procurando no dar consejos ni «resolver vidas». Escuchar, además, sin ningún interés por medio, sexual o de cualquier otra índole, y sin cerrar a priori la posibilidad de aprender de la otra persona.

–Responsabilizarse de las emociones y necesidades. Estos días van a surgir muchas emociones y hay que aceptar cualquier sentimiento sin luchar contra él. Conectar con la propia vulnerabilidad, reconocer el sufrimiento y hacerse cargo de él. Puede ser un buen momento para llamar a algún amigo y compartir la ansiedad y la fragilidad.

–Descubrir la ternura: otra sexualidad es posible. Deconstruir la sexualidad patriarcal, la erotización de la dominación y la violencia y erotizar la empatía, los cuidados y el buen trato. Quizás sea momento para experimentar otras formas de placer, de explorar, sin prisas, nuevas maneras de relacionarse con el propio cuerpo y el de la compañera o compañero. Romper con la jerarquía de los placeres que nos enseña que hay unos superiores, como la cópula y el orgasmo, y otros inferiores. Dedicar más tiempo a las caricias, a la ternura y atreverse a experimentar nuevas sensaciones. A ver qué sucede.

Tal vez el hombre confinado pueda llegar a descubrir, en estos días, que salirse de la lógica productiva, patriarcal y machista genera cambios importantes y positivos en su vida y en la de quienes le rodean. Cambiar el pequeño mundo de cada uno es la única manera de cambiar el mundo. Y será sólo a través de la toma de conciencia, el propio cuestionamiento, la responsabilidad y la renuncia de los privilegios que este sistema otorga a los hombres, por el hecho de nacer varones, como podremos acabar con este virus que es el patriarcado.

Fuente e Imagen: https://www.eldiario.es/tribunaabierta/hombre-confinado_6_1008659143.html

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Libro: Existir en la No-Existencia. Sujetos femeninos en los intersticios sociales

Reseña: Para él, ella era una mercancía fragmentada cuyos sentimientos y elecciones rara vez eran consideradas: su cabeza y su corazón estaban separadas de su espalda y sus manos, y divididas de su matriz y vagina. Su espalda y sus músculos estaban insertos en el campo de trabajo […] a sus manos se les exigía cuidar y nutrir al hombre blanco […] [S]u vagina, usada para el placer sexual de él, era la puerta de acceso a la matriz, lugar donde él hacía inversiones de capital —el acto sexual era la inversión de capital y el hijo que resultaba de ella la plusvalía acumulada.
Barbara Omolade (1983),
Heart of Darkness

 

En Cuba, la escritura concentra su interés en la identidad nacional. Sin embargo, esta obra remite a otras identidades omitidas por el discurso político y que tuvieron y tienen una gran importancia para pensar el proceso democrático cubano. La presencia de los intereses imperiales en el Caribe incidió en el fortalecimiento de la identidad nacional cubana. Las prolongadas guerras por la liberación contra España desarrollaron la idea de la nación independiente, mientras, el Caribe pasó a ser controlado por diferentes potencias imperialistas. Autora  del libro: Olga Cabrera

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Investigación Educativa y “Neutralidad Ideológica”

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Me parece que ese es un asunto de congruencia ética que habrá de resolver la “Aristocracia Académica” mexicana. La pelota está en su cancha.

Hace unas semanas el Dr. Felipe Tirado escribió lo siguiente al abordar el tema de la evaluación educativa, en un texto publicado en el sitio Educación Futura: “La evaluación en México se ha polarizado, se ha politizado, ha dado lugar a posiciones ideologizadas que frecuentemente no permiten la deliberación argumentada, y se llega a las descalificaciones ramplonas. El mal manejo político de la evaluación terminó en el desmantelamiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, con costos altísimos para el país.” (1) Precisamente y en relación con los señalamientos de Tirado, académico de la FES Iztacala UNAM, en esta ocasión comparto algunas ideas y reflexiones sobre las relaciones contradictorias entre ideología e investigación educativa.

Aun cuando estas relaciones son añejas y complejas, por no decir polémicas e interminables, (como los son también entre estos conceptos y procesos generados en torno al currículo escolar y la evaluación, entre otros aspectos), es imposible dejar de lado el debate que éstas suscitan. En primer lugar, lo que hay que señalar es que al pronunciarse de esa manera (“La evaluación educativa no debe apoyarse en prejuicios o posiciones ideológicas…”, que fue una política adoptada oficialmente por el INEE entre 2013 y 2018), quien pretende no “contagiarse” de las “ideologías” (como es el caso de lo aseverado por Tirado), o pretende mantenerse al margen de ellas, en realidad asume, implícitamente, una posición ideológica.

Simples peticiones

Sería interesante que, para evitar “descalificaciones ramplonas”, el mismo Felipe Tirado registrara en su texto a qué y a quiénes (como autores) se refiere (¿Quiénes han politizado y polarizado estos procesos y conceptos?). Además, convendría que aclarara, con toda precisión ¿por qué hace uso del calificativo “frecuentemente”, específicamente cuando se refiere a las “posiciones ideologizadas”? Por último, considero que le haría un gran favor a la salud de este debate, si Tirado Segura nos explicara, de manera detallada y argumentada, porqué según él “…El mal manejo político de la evaluación terminó en el desmantelamiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), con costos altísimos para el país”. No basta sólo con señalar o ironizar, sino que es necesario interpretar y explicar ese fenómeno del cambio institucional dentro del contexto político e ideológico actual en México.

¿“Desideologizar” desde las ideologías?

Tal como lo escribí hace dos años (2), me parece que en los círculos académicos de las Ciencias Sociales (no en todos, por cierto), y en particular en las Ciencias de la Educación (en este grupo, obvio, incluyo a los círculos de la Pedagogía), se conserva, en ciertos grupos de académicos, la pretensión de mantener viva la flama de la “neutralidad ideológica”. Ante ello me pregunto: ¿Por qué los funcionarios, académicos y profesionales de la investigación educativa hacen nuevamente este tipo de declaraciones? ¿Cuál es la motivación que los lleva o los mueve a esa falsa conclusión de negar a la política y a las ideologías en el seno de las prácticas científicas o técnicas? ¿Hacia quiénes, como académicos, o hacia qué institución o instituciones va dirigido su mensaje? ¿El ejercicio de la política y los posicionamientos ideológicos sólo son patrimonio de ciertos circuitos académicos o de especialistas?

Una visión diferente

Jürgen Habermas, por ejemplo, en su clásico ensayo sobre “Ciencia y Tecnología como Ideología”, señala que “lo mismo antes que ahora, son los intereses sociales los que determinan la dirección, las funciones y la velocidad del progreso técnico. Pero estos intereses definen al sistema social tanto como un todo, que vienen a coincidir con el interés por el mantenimiento del sistema…”. Sobre este debate en torno al papel ideológico de la ciencia y la técnica, Habermas retoma, al inicio de su ensayo, a Herbert Marcuse a través de la siguiente idea, en la crítica que éste hiciera a los planteamientos de Max Weber: “El concepto de razón técnica es quizá él mismo ideología… No sólo su aplicación sino que ya la técnica misma, es dominio sobre la naturaleza y sobre los seres humanos… La técnica es en cada caso un proyecto histórico-social; en él se proyecta lo que una sociedad y los intereses dominantes en ella, tienen el propósito de hacer con los seres humanos y con las cosas”. (3)

En un tema paralelo, al referirse a la noción de competencias en educación, Philippe Perrenoud, señala lo siguiente: “El análisis de competencias remite constantemente a una teoría del pensamiento y de la acción situados (Gervais, 1998); pero también del trabajo, la práctica como profesión y condición (Descolonges, 1997; Perrenoud, 1996c). Es decir, que nos hallamos en terreno pantanoso, a la vez que en el plano de conceptos e ideologías…” (4).

Son cuarto para las doce. Se acerca el inicio, en unos días, del XV Congreso Nacional de Investigación Educativa, organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE). Pienso que conviene retomar esta interesante discusión y recuperar los argumentos que llevan o han llevado a fijar posiciones al respecto, sin exclusiones o pretextos ideológicos, a efecto de completar el debate o enriquecerlo.

Cierto, son complejas estas relaciones y profundo es el debate acerca de los intentos de “asepsia ideológica” que de pronto recorren los pasillos de la tecnocracia; por ello justamente y por la salud del diálogo y el respeto a la divergencia, habrá que dar continuidad a esa discusión (“ideológica”), pues no quisiera pensar que el congreso en cuestión, a la postre, sea un espacio hegemónico de quienes pretenden aplicar la fallida “vacunación ideológica”. En su lugar, y por el contrario, en esta comunidad académica, me consta, deben prevalecer la sensatez y la cordura. Pero sobre todo, una de las características de esa comunidad de investigación son la pluralidad de ideas y la libertad de expresiones tanto en los planos académicos como personales.

Sin embargo, este debate me recuerda cuando, a inicios de la década de los años 80, el mismo Felipe Tirado nos señalaba (cuando ocupaba el cargo de coordinador de carrera), a un grupo de estudiantes de Psicología de la ENEP (hoy FES) Iztacala de la UNAM, “que no nos dedicáramos a la política (lo decía en sentido peyorativo), y que por el contrario nos ocupáramos del trabajo académico…”. La historia es lamentable porque, como contraejemplo, él sí “hizo política” y se colocó primero como coordinador de la carrera de Psicología; posteriormente fue director de la Escuela o Facultad (durante dos períodos); y finalmente llegó a ocupar un escaño como miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM. Entonces: ¿Ellos sí pueden “hacer política”, y nosotros no?… en fin, allá ellos y ellas (lo digo por él y por todos aquellos y aquellas que se han ubicado en posiciones políticas, en diferentes instituciones académicas o de gobierno, con el discurso de la “desideologización” de la ciencia).

Me parece que ese es un asunto de congruencia ética que habrá de resolver la “Aristocracia Académica” mexicana. La pelota está en su cancha.

Definitivamente y para terminar esta breve opinión, suscribo la posición adoptada por el desaparecido Juan Carlos Tedesco quien, en un prólogo que escribió para encabezar un reporte sobre formación en gestión y políticas educativas en América Latina, y en un contexto más cercano a lo pedagógico, reconoció la necesidad de no llevar las posiciones ideológicas a los extremos, sin negar el papel implícito que juegan, en particular, las ideologías políticas en el ámbito de la investigación educativa: “La competencia técnica sin compromiso político deriva fácilmente en actitudes y enfoques de carácter tecnocrático. Pero, a la inversa, también sabemos que el compromiso político sin competencia técnica provoca clientelismo, demagogia o una militancia ineficiente”. (5)

Fuentes consultadas:

(1) Felipe Tirado Segura. “Nuevas vertientes en la evaluación”. Educación Futura, 30 de octubre, 2019.

(2) Ver mi texto “Ideología, Currículum y Evaluación Educativa”, SDP Noticias, 10 de noviembre, 2017.

(3) J. Habermas. (1993) Ciencia y técnica como “Ideología”. Red Editorial Iberoamericana.

(4) P. Perranoud. (2004) Diez nuevas competencias para enseñar. Biblioteca para la Actualización del Maestro. México, SEP, p. 11.

(5) Juan C. Tedesco. (2001) En: Braslavsky, Cecilia y Felicitas Acosta (orgs.). El estado de la Enseñanza de la Formación en Gestión y Política Educativa en América Latina. (Prólogo). UNESCO: IIPE – Buenos Aires.

Fuente e Imagen: https://www.sdpnoticias.com/columnas/juan-carlos-miranda-arroyo-investigacion-educativa.html

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Why intelligence tests do not tell us anything about the real human potential

América del Norte/México/22.09.2019/observatorio.tec.mx

By: Sofía García-Bullé

We live in a culture that sees intelligence as part of a person’s value. Smart people get into the best schools, obtain the best jobs, receive the highest salaries, are the leaders, the examples everyone else should follow. If you are the smartest person of a designated group, it is normal that people follow you and that a lot of doors open for you, figuratively. Being smart is a crucial component of success, but… do we measure it correctly?

IQ tests are a fundamental tool to measure student intellectual capacity. We consider them mathematically and scientifically precise, but are they really that? Or are we purposely blinding ourselves to the cultural contexts that power the biases behind the very concept of the intelligence quotient and the tests we use to measure it?

A historical overview of IQ tests

Ideally, to generate a resource that helps us understand cognitive capacity and the potential for success is so necessary that we cannot even imagine an educational system without this. Nonetheless, IQ tests are barely a century old, and their origins are not as noble as we might believe. The purpose of these tests was not to enrich the educational offerings but to filter them.

In the early 1900s, psychologists, academicians, and politicians were looking for criteria to rank access to education. From the general population, those who were on the higher strata would get the best education. Those who faired lower would have their educational opportunities diminished in comparison. The Lewis Terman intelligence test gave them just what they needed to build this filtering system.

In 1916, Terman published a revised version of the Binet-Simon scale, created by the French psychologists Alfred Binet and Theodore Simone. The test classified children’s performances according to their intellectual aptitudes and their skills to solve exercises that required abilities in math, logic, reading, reasoning, and adaptation.

The test was so successful that it is still being used today in both children and adults to measure cognitive capacity and the potential for success. But like every other scientific breakthrough, this one was linked to the perceptions and cultural dimensions of the academicians who created and applied its set of criteria.

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Cultural bias and the use of IQ tests as a political weapon

To understand the weak point of intelligence tests, we need to take into consideration the time in which they were created. At the beginning of the 20th century, an evolutionist philosophy dominated science and humanities. This way of thinking influenced even the way people constructed and shared knowledge.

When the first tests came out, the idea was not to use the test results for educational innovation to create new teaching strategies that could work to improve different ways of learning. The objective was to secure the survival of the fittest; the fittest were the smarter ones; the smarter ones got higher scores. But were the people who fared better the most intelligent, or were the high-scorers people with an advantage because the tests were culturally designed for them?

Back then, cognitive science supported the evolutionary theories that paved the way for eugenics. If Binet, Simon, and Terman took into consideration only the psychological profiles, mindsets, and circumstances of people of their same race, class and even gender to map how intellectual capacity works, can we say that their test is impartial and accurate?

Is it ok for us to ignore the historical proof that these tests justified racial discrimination and educational gentrification? The notion of people of diverse races having different levels of mental capacity was prevalent at the time, even among the scientific community. This misguided belief impacted the way these tests were created and applied.

Terman himself thought that racial minorities like Native Americans, African Americans, and Latin Americans had less capacity to understand abstract ideas than white people. He also believed that they made up for it in resilience, which from his point of view, made them hard workers and good at following orders.

These arguments are proven false and are indefensible nowadays. But back then they dictated who would receive the best education and who would be better trained to pass the IQ tests. This self-fulfilling prophecy was never about education; it was about maintaining the social order. And that purpose succeeded; people saw IQ test results as an indisputable scientific truth, not a consequence of cultural and social inequity.

What do intelligence tests measure anyway?

Intelligence is defined as the capacity to understand concepts or ideas and to solve problems. Under this definition, the Stanford-Binet scale meets its objective. It assesses people’s skills to understand questions and to resolve the situations included on the test. The mechanism of the exam is not under discussion, but after 100 years, the way we devise its content should be analyzed and updated.

To Antonio Andrés Pueyo, Lecturer in the Psychology Department at the University of Barcelona, intelligence is a very complex concept, especially in a time in which we make machines with artificial intelligence. According to him, there are aspects of intelligence that do not fit the mechanical vision from which the first IQ tests were created.

«There are tests that evaluate different types of intelligence that combine with IQ. This is what happens with the Weschler scale. Tests can also be built to assess a single skill, like the Raven test,» explains Pueyo.

All of these tests have their strengths and shortcomings. In the case of the Bidet- Stanford Test, it still has the right components to measure how apt is a student to navigate standardized learning but not how to apply that knowledge creatively or to think outside the box.

Those who got the highest scores when the test was first created were followed by Terman throughout their careers. Those students went on to get into the best universities and, subsequently, the highest paying jobs, but very few of them went beyond their expected social roles. They did not reinvent the wheel; instead, they mastered spinning along with it.

The test was not perfect. It detected talents like those of Ancel Keys, Norris Bradbury, and Shelley Smith. But it also failed to discover the potential of Luis Álvarez, a student who was rejected by Terman for followup because he fell short of the IQ score cutoff; yet Álvarez went on to win the Nobel Prize for Physics in 1968.

The need to rethink what we know about intelligence and the skills that matter

The challenges that people faced at the beginning of the twentieth century are not the same that we deal with today. They did not have to worry about digital literacy, and similarly, we do not need to know all of our close friends’ phone numbers by memory as they did.

If the problems we solve now are different, the skills and intellectual aptitudes required to resolve them should differ too. We live in an era of automation; machines are being improved with artificial intelligence to do jobs previously performed by humans.

This automation is not limited only to mechanical jobs but also more tasks that require analysis are being automated; for example, the profiling of information of people online to use the data to direct ads to them that align with and impact their consumer habits.

In 2018, an AI system analyzed the most awarded commercials in the last 15 years and used the information to write the script for a Lexus ad. The results were impressive for a machine, and it leads us to question what jobs humans can do that machines cannot in a not-so-distant future.

Some intellectual activities can be mechanical and therefore performed by a machine, such as the compilation, data analysis, and pattern identifications that the AI system utilized to write the script for the Lexus ad. However, the creative thinking and artistic sensibility to direct the ad could only be executed by a human, in this case, the director Kevin Macdonald.

The demands of the modern labor market require that intelligence tests must register and measure more than just mechanical and intellectual skills. They also need to consider everything related to soft skills, now rebranded as “power skills.” We must learn how to measure and nurture creative thinking, social intelligence, emotional intelligence, and other qualities beyond the existing educational standards.

We must abandon the idea of measuring a person’s worth by just one IQ, or seven types of intelligence measurements, or even fifteen or thirty. What we need in these tests is that they assess the diverse ways in which people approach knowledge and problem-solving and how these can be taught. Otherwise, intelligence tests will continue to be a tool for proponents of social dominance instead of the educational resource that would improve the acquisition of knowledge for a better world.

Information Reference: https://observatory.tec.mx/edu-news/iq-tests

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La colonialidad del creer

Por: Oswaldo Espinoza

Las estructuras del poder colonial sustentadas en la cosmovisión judeo-cristiana.

La Colonialidad como la cara más perversa de la modernidad ha sido ampliamente definida, descrita y analizada por los autores de la inflexión decolonial en el grupo de la modernidad/colonialidad, desde los primeros trabajos del precursor Aníbal Quijano hasta la consolidación de un movimiento latinoamericano que cuenta con una basta producción intelectual. El devenir del análisis crítico de esta categoría ha permitido hasta ahora identificar tres formas o manifestaciones de la Colonialidad, a saber, la Colonialidad del poder, del ser y del saber, todas ampliamente trabajadas y generalmente aceptadas por toda la comunidad de autores y seguidores de la opción decolonial.

Ahora bien existe cierta inquietud en la comunidad del grupo de la modernidad/Colonialidad sobre otra forma de Colonialidad que está vinculada más a la esfera de la fé, de las religiones o creencias que históricamente han sido fundamentales para sustentar las estructuras de poder del proceso colonial; ya desde los propios orígenes de esta corriente del pensamiento con Aníbal Quijano se puede constatar está inquietud que en 1992 el autor tradujo como Colonialidad cultural, la cual define como «una colonización del imaginario de los dominados. Es decir, actúa en la interioridad de ese imaginario. En una medida, es parte de él” (1992: 438). Las formas y los efectos de este proceso de colonización de otras culturas, de constitución de la interioridad misma del imaginario del colonizado, de su subjetividad misma. (Quijano, 1992: 439, 450). Si bien luego Quijano definiría y establecería la Colonialidad del poder, constituyéndose está en uno de sus aportes principales, la Colonialidad cultural como mecanismo de control del imaginario del ser colonizado no seguiría siendo desarrollado a profundidad por el autor recientemente fallecido.

Más recientemente otra de las exponentes del grupo de la modernidad/colonialidad la ecuatoriana Catherine Walsh retomaría la inquietud sobre esta forma de dominio más ligada a lo subjetivo y trascendental llamándola Colonialidad Cosmologica, una forma de Colonialidad que «pretende socavar las cosmovisiones, filosofías, religiosidades, principios y sistemas de vida, es decir, la continuidad civilizatoria que no se sustenta simplemente en lo occidental  (Walsh, 2009: 14); si bien la autora ecuatoriana se dedicaría a hacer valiosos aportes sobre el tema de interculturalidad y las pedagogías decoloniales, su aproximación al tema da pie para el planteamiento principal del presente documento.

La cosmovisión judeo-cristiana, y moderna-colonial.

La cosmovisión que sustenta la continuidad civilizatoria occidental se basa en primera instancia en el mito de la creación del libro del Génesis en la biblia judía y cristiana, donde encontramos al hombre como la máxima obra de la creación, hecho a imagen y semejanza de Dios, el creador coloca la resto de la creación al servicio del hombre, por lo que aquí podemos encontrar la primera de una serie de certezas excluyentes y concéntricas sobre las que se edificará la civilización occidental: el antropocentrismo, es decir que el hombre es el centro de todo lo creado y por lo tanto superior al resto de la creación que se encuentra fuera de ese centro, en esta primera exclusión quedan los demás seres vivos, el agua, el suelo, los recursos naturales y el planeta mismo. Como resultado de esta primera exclusión que naturaliza las diferencias como condición de inferioridad que justifica ser excluidos, se establece una primera certeza: el hombre es superior al resto de las formas de vida y por lo tanto tiene el derecho divino de usar y consumir los recursos del planeta hasta agotarlos y destruir su única nave espacial, como diría el apreciado periodista venezolano Walter Martínez.

Establecida la primera certeza civilizatoria sobre la superioridad indiscutible del ser humano, es necesario volver a recurrir al jardín del Edén para encontrar la segunda: el androcentrismo, porque Dios hizo su máxima obra a su imagen y semejanza y esa obra cumbre fue Adán, un hombre, varón, macho, masculino; en realidad fue luego de ver la soledad de Adán que Dios creó a la mujer como un derivado de la costilla dé Adán para ser precisos. Entonces en el centro está el varón y Eva aún siendo humana sufre la primera exclusión de la especie por su condición diferente: ser hembra; producto de esta primera exclusión humana la mujer viviría la mayor parte de la historia relegada a la sombra del hombre llegando en algunas sociedades al punto de ser considerada como propiedad del varón.

Con el advenimiento de la modernidad surgen nuevas certezas esta vez de carácter racial y geográfico; de esta forma a partir de la aberración seudocientifica del darwinismo social se establece una jerarquía en la que supuestamente la evolución natural habría hecho superior al hombre blanco, es decir que la tercera certeza es el albocentrismo; en consecuencia el resto de la humanidad no blanca queda automáticamente excluida e inferiorizada, debiendo luchar por ser reconocido en primer lugar como miembro de la especie y no solo como gentes que son apenas un poco más que animales sin alma (los indígenas) o simple propiedad privada (los negros), ello sin contar el resto del maravilloso abanico genético humano también excluido por ser diferentes.

El renacimiento también establece que la herencia cultural grecorromana de europa, asumida por la modernidad temprana como la cuna de la civilización, el conocimiento y la ciencia, aún cuando las civilizaciones orientales constituían el centro de gravedad político, cultural y económico del mundo hasta el ascenso de europa con la conquista y colonización de América; de esta forma se asume una cuarta certeza: el eurocentrismo, que luego se extendería solo a la región del Atlántico norte con la llegada y establecimiento de los anglosajones al norte de América; producto de esta certeza el resto del mundo no europeo queda relegado a una condición de inferioridad derivada de sus diferencias; en este sentido la única relación posible con estos otros es la de dominación absoluta o su aniquilación.

Finalmente hay una última certeza vinculada con la verdad auto asumida de que los hombres, blancos europeos además profesan la auténtica y única fé,  en otras palabras es cristianocentrica y en nombre de esta fé se libraran guerras y genocidios para imponer el cristianismo y eliminar todos los otros cultos y creencias falsas y perversas desde el punto de vista de los cristianos europeos. Así la conquista se hizo con la espada y la cruz y las creencias de los salvajes de África y América fueron combatidas y erradicadas y la auténtica fé impuesta a sangre y fuego, pero por qué era necesario eliminar el sistema de creencias de los pueblos originarios?.

La cosmovisión indígena.

La cosmovisión de los pueblos originarios de América difiere diametralmente de la judeo-cristiana que sirve de base a la llamada civilización occidental y por lo tanto representaba y representa una amenaza inusual y extraordinaria para el colonialismo en todas sus dimensiones.

En primer lugar en toda la mitología creacionista aborigen los hombres somos creados como hijos de la madre tierra, por ejemplo los primeros Quechuas surguieron de la tierra misma a través de una grieta y además estaban encabezados por un padre y una madre humanas que salieron juntos uno al lado del otro y no la mujer después del hombre ni detrás de este; esta concepción del hombre como hijo de la tierra y por lo tanto hermano del resto de la creación, derriba las certezas del antropocentrismo y el androcentrismo; la relación que surge con la naturaleza es diferente porque a una madre no se la explota hasta enfermarla y llevarla hasta la muerte, a la Pachamama se le quiere y respeta, sus recursos son considerados dones que se reciben con agradecimiento y se aprovechan sin agotarlos, de ahí la siembra en andenes (la terrazas que dieron nombre a los andes), y el sistema de rotación de conucos de las tribus amazónicas; de igual forma toda la historia obliterada de nuestros indígenas está llena de guerreras, princesas y princesas guerreras.

Sobre la relación con los otros seres humanos, algunos podrán argumentar que en nuestra América precolombina, también había guerras, y que las civilizaciones más avanzadas conquistaban y sometían a otros pueblos, pero aún así no lo hacían por razones raciales o con el propósito genocida del exterminio del otro; en mesoamérica muchas confrontaciones eran para capturar y sacrificar a gobernantes y guerreros en las llamadas guerras floridas, aunque pueda parecer irónico desde el punto de vista de occidente, este era un acto de respeto a los dioses pero también de reconocimiento del valor del otro, y en cualquier caso una acción menos perversa que exterminar a una nación entera por sus recursos. Incluso con la llegada de los conquistadores los primeros contactos fueron respetuosos de parte de nuestros indígenas, por un lado por la asociación de los españoles con sus dioses maestros que hace muchos años habían partido hacia el mar, y por otro por la sencilla razón de que los pueblos originarios de América no discriminaban a los otros ni por su origen ni por sus creencias; justo por esta razón los aborígenes Trujillanos de Venezuela recibieron a los conquistadores con un saludo muy particular: kuicas, es decir, somos amigos, somos hermanos.

Colonialidad del creer, que es, por qué y para que.

No es la intención del autor de estas líneas imponer una nueva categoría de la Colonialidad a las tres ampliamente aceptadas, más si constituye una aproximación que pretende abrir un debate sobre una forma de Colonialidad que ataca la cosmovisión originaria de los pueblos para sustituir su sistema de creencias y sus formas de relacionarse con la dimensión trascendental, el planeta, la naturaleza y los otros seres humanos, por una cosmovisión judeo-cristiana que sirva de fundamento para las estructuras de poder sobre las que se sustenta el colonialismo; una forma de Colonialidad que se apodera del imaginario individual y colectivo del colonizado convirtiéndolo en instrumento devoto de su propia opresión.

Por qué es necesario abrir un debate sobre la Colonialidad del créer?, En primer lugar porque los sistemas de creencias y las religiones constituyen un mecanismo de control social, cultural y espiritual ampliamente utilizado por los imperios a lo largo de la historia y en el caso de nuestra América implicó además la práctica aniquilación de la cosmovisión de los pueblos originarios, una suerte de cosmologicidio, que junto con el genocidio perpetrado nos han privado de una visión diferente del hombre y su relación con el medio y los otros seres humanos.

Para que sería útil aventurarse en una nueva construcción epistemica como está?. El autor considera que profundizar en este análisis nos permitirá conocer mejor el alcance de la Colonialidad del creer en nuestra sociedad, sus efectos y fundamentos, de forma tal qué sea posible deconstruir su discurso desde los espacios educativos, de organización popular y participación política; después de todo si la apreciación de este autor es acertada, la Colonialidad del creer, favorece, facilita y crea las condiciones para el establecimiento de las otras formas de Colonialidad, baste con recordar que la autoridad de los reyes concedida por Dios mismo era el único argumento necesario para que el pueblo creyente terminará sometiéndose.

Referencias:

 

Quijano, Aníbal. (1992). “Colonialidad y modernidad-racionalidad”. En: Heraclio  Bonilla (ed.), Los conquistados. 1492 y la población indígena de las Américas. pp. 437-447. Bogotá: Tercer Mundo Editores. [Originalmente publicado en 1991 en Perú Indígena, 13 (29)].

Walsh, Catherine. (2008). Interculturalidad, plurinacionalidad y decolonialidad: las insurgencias político-epistémicas de refundar el Estado, Tabula Rasa (Bogotá), 9, julio-diciembre 2008.

Walsh, Catherine.(2009).  IInterculturalidad crítica y educación intercultural. Disponible en: www.uchile.cl.

Walsh, Catherine.(2010).  Interculturalidad Crítica y Pedagogía de-colonial: apuestas (des)de  el in-surgir, re-existir y re-vivir. Quito: uasb/abya yala.

 

 

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La importancia de defender la hegemonía de los pueblos

Autora: Concepción Cruz Rojo

Entre las inestimables contribuciones de Lenin a la revolución de los pueblos del mundo, hemos recordado su concepto de hegemonía. Solo una clase puede hacerse hegemónica sobre sus aliados si supera el estrecho interés economicista, corporativo, y se plantea tareas para el conjunto a través de alianzas con otros sectores. La hegemonía supone poder y fuerza social para luchar contra el enemigo; lleva implícito las luchas contra la explotación y las necesidades económicas, pero también el consenso y unión de los distintos sectores de la población. Alianzas que constituyen hilos simbólicos y culturales que los aúnan, como si de conexiones capilares se tratara. Una cultura que las comunidades van construyendo como fuerza propia, material e ideológica.

Y el caso de Nicaragua “viene al pelo”: ¿como es posible que un “régimen represor” como el que dicen de Daniel Ortega congregue a tanta gente celebrando la revolución sandinista? ¿Qué es eso que está metido en el cerebro de un pueblo que les hace ver cual es su enemigo principal? ¿Habrá sido la sanguinaria dictadura de Somoza aupada por el gobierno estadounidense y el terror de la contra? Las luchas populares son bienvenidas para una dura crítica constructiva, pero la violencia gratuita y terrorista -fascista- que quema a la gente y destruye escuelas, esas nunca deberían ser permitidas y tampoco debería haber duda de su origen. Hay que recordar que el gobierno de Nicaragua sigue siendo de los pocos en la región que apoya al gobierno de Venezuela, y que, por tanto, se enfrenta al imperio en un contexto político internacional con una Venezuela en el punto de mira del imperialismo de Estados Unidos. Un imperialismo gravemente herido, no solo por su profunda crisis económica y política, sino también por sus derrotas militares en el ámbito mundial (caso de Siria o Ucrania) y por su desprestigio moral tras las invasiones a Irak y Libia. Agresiones que siempre han recibido la ayuda de la Unión Europea. Analicemos brevemente las injerencias y ataques que el imperio y la extrema derecha venezolana están realizando sobre el pueblo soberano de Venezuela para volver con Nicaragua.

En Venezuela han intentado diversas estrategias de guerra, conocidas ahora como guerra híbrida. Todas ellas relacionadas con el fin de intentar destruir una nación; y según el momento y las condiciones se utilizan en mayor o menor proporción, una de ellas, o todas a la vez. Pensamos que el aspecto subjetivo para crear rechazo y animadversión de la gente, al menos de los países del ámbito occidental, sobre el gobierno de Venezuela es el motor que siempre está funcionando, la llamada guerra psicológica. Para ello ponen a funcionar a sus grandes medios de comunicación, atacando y desprestigiando a una nación soberana. Con ese panorama de fondo, aparecieron los grupos violentos, las llamadas “guarimbas” que quemaron vivos a gente de ideología chavista y otros ataques y atropellos de gran violencia. Esta agresión es presentada en esos medios de comunicación al servicio de la reacción mundial, como la represión del gobierno. Machaconamente en vez del presidente Nicolás Maduro, hablan de régimen o de dictador, para que de repetir las palabras la gente lo vaya procesando inconscientemente.

Cuando ese ataque violento de la derecha venezolana ayudada por el gobierno de Donald Trump no resultó, se potenció la intervención política. Pero las diferentes elecciones celebradas en Venezuela, las más limpias y transparentes, elogiadas por el nada sospechoso ex-presidente Jimmy Carter, como fue la Asamblea Nacional Constituyente o las elecciones municipales y nacionales, fue toda una demostración de apoyo de todo un pueblo a la revolución bolivariana. Sin embargo, fueron presentadas al mundo como sospechosas de fraude, abstencionistas y un largo etc. Pero tampoco resultó, Nicolás Maduro sale fortalecido de todas esas elecciones. En medio de tanta injerencia sobre Venezuela, la guerra económica que no ha cesado, lo cual ha hecho aumentar la creatividad con diferentes iniciativas: La emisión de la criptomoneda, el petro; la lucha contra el fraude y la corrupción mediante un mayor control sobre todos los elementos de las grandes empresas estatalizadas; las alianzas con países no injerencistas como China y Rusia; además de preservar la frontera con Colombia para evitar la fuga de capital financiero de forma tramposa.

El hecho claro es que, pese a todas estas dificultades, la fuerza hegemónica del pueblo venezolano ha resistido, y resiste, a estos embites, por lo que al imperio solo les queda la fuerza bruta, la violencia pura y dura. El gobierno de Donald Trump y sus aliados de la extrema derecha venezolana nunca han descartado la violencia militar para someter al pueblo venezolano, someterlo y apropiarse de sus enormes recursos (petróleo, oro, minerales raros o agua), es por ello que el territorio de Colombia se convierte en un enorme soporte de bases militares (nueve!) en la frontera con Venezuela, y ¡una base de la OTAN! Por lo que suponemos que la Unión Europea también quiere parte de ese “pastel”. Colombia, la mayor productora de cocaína del mundo, cede su territorio por tierra, mar y aire, a Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del mundo, también cede la soberanía del cuerpo militar estadounidense, asiento de bases, maniobras y potenciales ataques militares. ¿Alguien duda para qué? ¿Alguien piensa que Estados Unidos se defiende así de no se sabe bien qué posibles enemigos?

Y en esta tremenda situación que vive Venezuela, su resistencia, valentía y organización popular, ¡su gran poder hegemónico! hacen muy díficil que sea presa fácil. Y, ¿qué países han apoyado al socialismo del siglo XXI?, la Argentina de Cristina Kirchner, que ya no está (tuvo un cáncer, ¿inducido?), el Brasil de Lula, que ya no está (tuvo un juicio ¿inducido?), el Ecuador del ex-presidente Correa (ahora procesado por la fiscalía ¿inducido?). Y, entre otros más, la Nicaragua de Daniel Ortega, la única nación de Centroamérica que no se ha plegado a los designios del imperio, ni a su narcotráfico, ni a su orgullo hegemónico. Nicaragua no es Venezuela, y señalando que tiene dos bases militares estadounidenses en su territorio, por lo que puede ser un eslabón necesario para acorralar aún más a Venezuela.

Pero, ¿qué ha pasado en Nicaragua en estos últimos meses? La chispa prendió tras el anuncio del presidente Daniel Ortega de reformar el sistema de seguridad social. Las propuestas del FMI y la dirigencia empresarial era elevar la edad de jubilación, duplicar el número de años cotizados, reducir los costos y la privatización del sistema. La propuesta del gobierno era reducir las jubilaciones en un 5%, aumentar levemente la cuota de las/los trabajadores y subir en mucha mayor proporción la cuota de las empresas; en vez de de subir la edad de jubilación o aumentar los años trabajados. Esto provocó la reacción de un sector de la población reforzada por la oposición, y suponemos del FMI. Sin embargo, las caras más visibles del movimiento anti Ortega no han sido los jubilados afectados por las reformas de la seguridad social, sino el estudiantado urbano, no afiliados políticamente pero que exigían el derrocamiento del presidente aliados con la derecha. Aparecen los grupos armados, hombres enmascarados con morteros y armas de fuego que provocan las barricadas, los asesinatos y los incendios; mercenarios que protagonizaron las “guarimbas” en Venezuela, son trasladados a Nicaragua aplicando las mismas recetas de violencia y muerte que se enseñan en los manuales de la CIA (1).

Así que un gobierno elegido democráticamente no precisamente amigo del gobierno de Donald Trump, se ve envuelto en una espiral violenta que “no se sabe de donde viene”, aunque las multinacionales de la comunicación repiten que es la represión del gobierno de Ortega. Por si acaso también hablan de “paramilitares” del gobierno, ¿no se habrán confundido con Colombia? Mientras los asesinatos a estudiantes, mujeres y dirigentes sociales es el pan nuestro de cada día en Colombia o México, los medios no plantean el derrocamiento de sus gobiernos y los adelantos de las elecciones. En una televisión alternativa del Estado español, hubo un coloquio de expertos en Nicaragua donde se dijeron cuestiones interesantes de este país, pero flotaba en el ambiente la ausencia del meollo de la cuestión. Quien es el enemigo fundamental de Nicaragua, y de todos los países de la región, el rico patio trasero del imperio estadounidense. ¿Por qué ese miedo a decir la verdad del núcleo esencial del problema?

Hace muchos años que en Nicaragua operan grupos financiados por organizaciones estadounidenses encargadas de la desestabilización de países no amigos, como la NED (National Endowment for Democracy) y la USAID (la Agencia Internacional para el Desarrollo), ésta última tiene una finalidad más integral de ayuda al “desarrollo” dirigido a cualquier lugar del planeta. Además de estas dos organizaciones, en Nicaragua operan otros grupos que están siendo bien pagados (hablamos de millones de dolares) por el imperio con fines de desestabilización, y que se especializan en diversas áreas: políticas, periodísticas o de inteligencia (2). Algunos dirigentes de estos grupos pagados por Estados Unidos, se han encontrado en Washington, en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), denunciando al gobierno de Daniel Ortega. Uno de estos dirigentes ha sido acusado por la policía nicaragüense de supervisar una red criminal organizada que ha asesinado a varias personas en los violentos disturbios producidos en el país. El Departamento de Estado de EE.UU. le respaldó con una declaración de apoyo vehemente. Manifestantes de las protestas contra Daniel Ortega estaban en Washigton para presionar al gobierno de Trump en busca de ayuda para derrocar al presidente de su país (3).

El hecho es que, como nos dice Atilio Borón, la derecha imperial con sus amigos de Ámerica Latina y el Caribe han creado un clima de opinión que permita derrocar un gobierno elegido hace menos de dos años con el 72% de los sufragios. Pero lo que hay que llamar más la atención es con el entusiasmo que políticos e intelectuales de izquierda se han sumado a las críticas. Que Daniel Ortega haya cometido gravísimos errores, como pactar con enemigos históricos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (liberales ex presidentes del período 1990-2006 y con la propia iglesia católica); realizar reformas sin consultar a las bases, ni a las mujeres, o sus actuaciones ante la crisis ecológica en la Reserva Biológica Indio-Maíz, no es óbice para que estos intelectuales, entre los que se encuentran Boaventura de Sousa Santos, el poeta Ernesto Cardenal o Carlos Mejía Godoy, exigan abierta o solapadamente la destitución del presidente nicaragüense sin reflexionar acerca de lo que vendría después (4).

Sin embargo, también encontramos análisis más históricos y dialécticos que no se dejan engañar por la propaganda mediática, ni por la simplicidad de las explicaciones y causas que están ocurriendo en Nicaragua. Y es que los acontecimientos históricos en la región son básicos para entender quienes son los enemigos de los pueblos de Latinoamérica. Los golpes de estado y desestabilizaciones en República Dominicana o Guatemala [o Granada] en la segunda mitad del siglo XX, en el marco del intervencionismo militar de la Doctrina Monroe. Esto es, la política imperialista de Estados Unidos para el control de los recursos y materias primas de Ámerica Latina. No era solo una dominación por la fuerza y por el cambio de régimen a través del envío de tropas, sino también una dominación cultural bajo la llamada “ayuda al desarrollo” (4). Los sangrientos golpes militares de Chile, Uruguay y Argentina en los años 70 del siglo XX. Y más recientemente los baños de sangre que soportó Honduras tras la destitución de Zelaya; los que sufrió Paraguay tras el derrocamiento “expres” de Fernando Lugo en 2012. Los centenares de mil es de asesinatos que hizo la derecha durante sus dos gobiernos alternantes en México, o los nuevos golpes judiciales de Brasil, por nombrar solo los casos más conocidos.

En Nicaragua, la guerra de guerrillas de Sandino resistió heroicamente la intervención estadounidense de 1927 a 1933. Posteriormente, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) derroca, tras una larga y dolorosa lucha, a la dictadura somocista, el 19 de Julio de 1979. Tras esta gran victoria, el FSLN comienza una nueva etapa de avances sociales en el país, pero el entonces presidente Ronald Reagan organiza una operación mafiosa de tráfico ilegal de drogas y armas para financiar, saltándose las autorizaciones del Congreso de Estados Unidos, a la “contra” nicaraguënse (4). Una nueva etapa de lucha frente a la “contra” y una nueva lección de resistencia y dignidad del pueblo nicaragüense durante la década de los 80. Con este panorama histórico el texto de Atilio Borón se pregunta: ¿Alguien en su sano juicio puede suponer que la destitución del gobierno de Daniel Ortega instauraría en Nicaragua una democracia escandinava? (4). A lo que nosotras añadimos, ¿realmente se puede obviar la historia de resistencia de todo un pueblo, su potencial hegemónico frente a su enemigo principal?

Hay que resaltar que México y Centroamérica, no solo son el patio trasero del imperio, por el cual adquieren recursos naturales y mano de obra muy barata para sus empresas trasnacionales, es una zona de suma importancia estratégica, es su frontera sur natural, lo cual hace que sean continuos los ataques a esta región para que sean apéndices de sus intereses imperiales. Nicaragua, además, ha planeado construir un canal interoceánico con financiación china que competiría con el de Panamá, controlado de hecho por Estados Unidos. También ha establecido acuerdos con Rusia en materia de seguridad. Además de estas circunstancias geopolíticas, hay que resaltar como comentábamos antes que la caída del sandinismo facilitaría un entorno geopolítico para una agresión de mayores consecuencias para Venezuela.

Por eso lo que está ocurriendo en Nicaragua debe ser analizado en su globalidad histórica, y hay que decirlo claro y fuerte, el ataque violento y criminal viene de la derecha y otras fuerzas externas del vecino del Norte. En momentos de crisis, como la situación actual de Nicaragua, las gentes más humildes del pueblo abren los ojos y su memoria colectiva intuye lo que se puede avecinar. Pero el aprendizaje debería ser, sobre todo, del gobierno de Daniel Ortega, de autocrítica y reflexión de las contradicciones internas ya mencionadas. Con todo el respeto de quienes están en el problema, de la sabiduría que implica ajustar los tiempos y ritmos de las acciones que se deben realizar, pero sabiendo que el futuro es seguir avanzando en la revolución, siempre con el pueblo, escuchando sus necesidades.

Solo podemos desearle lo mejor al pueblo nicaragüense y a su gobierno. Tienen de ejemplo y apoyo a sus naciones amigas, especialmente Cuba y Venezuela, que muestran la importancia de agudizar la vista y el oído frente a los grupos o movimientos que atenten contra sus intereses internos y profundizando en la soberanía e independencia frente a la injerencia imperialista. Lo bueno de las crisis es que nos hacen ver los problemas con más claridad, son los momentos más difíciles los que nos muestran quienes son nuestros verdaderos amigos y enemigos, que ganamos o perdemos según que cosas hacemos. Se puede aprovechar esos periodos de crisis como un toque de atención para seguir mejorando en una sociedad más democrática, más antipatriarcal, más socialista; y por lo mismo, más preparada y enfrentada a sus potenciales enemigos.

Notas

1) Trucchi, G. Nicaragua: Cuando las mentiras ganan y se convierten en realidad “aceptada”. Crónica de una masacre on-line. 31-05-2018. En:https://www.alainet.org/es/articulo/193219

2) Reportero Max Blummenthal destapa el financiamiento del NED-USAID para ejecutar el golpe en Nicaragua. 28-06-2018. En:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243429

3) Emanuelsson, D. Nicaragua: Las y los trabajadores se organizan y expulsan a los golpistas de sus fábricas. 10-06-2018 En: https://diario-octubre.com/2018/06/10/nicaragua-los-trabajadores-se-organizan-y-expulsan-los-golpistas-de-sus-fabricas-ante-el-terror-fascista/

4) Borón, A. Nicaragua, la revolución y la niña en el bote. 17-07-2018. En: https://www.telesurtv.net/bloggers/Nicaragua-la-revolucion-y-la-nina-en-el-bote-20180717-0002.html

5) Anfruns, A. Nicaragua: ¿La operación “Contra bis” está fracasando? 16-=7-2018. En: https://www.alainet.org/es/articulo/194144

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=245130

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