Por: José Yorg
“No se trata sólo de vencer el hambre, ni siquiera de hacer retroceder la pobreza. El combate contra la miseria, urgente y necesario, es insuficiente. Se trata de construir un mundo donde todo hombre, sin excepción de raza, religión o nacionalidad, pueda vivir una vida plenamente humana (…), un mundo donde la libertad no sea una palabra vacía”. Pablo VI, Populorum progressio.
“La economía actual no es sólo un arte de establecer empresas rentables, sino una ciencia capaz de enseñar los métodos para promover una mejor distribución del bienestar colectivo”. Josué de Castro.
“Denuncié el hambre como un flagelo fabricado por hombres contra otros hombres”. Josué de Castro.
El XI Singescoop – Simposio Nacional de Gestión Cooperativa y el 4° Foro Cooperativo Singescoop tienen como tema “El papel del cooperativismo frente a la pobreza y la desigualdad social”, la educación cooperativa con miras a la construcción del conocimiento a través de la integración de estudiantes, investigadores, profesores y profesionales, promovida por el Curso de Gestión Cooperativa y por Cespol – Cooperativa-Escola dos Estudantes do Colégio Politécnico da UFSM del Brasil.
Hemos aceptado la invitación a participar del evento que se realizará de manera virtual y tiene como objetivo profundizar las discusiones académicas y profesionales en el mundo cooperativo, buscando integrar el universo académico con los cooperativistas.
Presentamos nuestro trabajo que se denomina “Restaurar el aspecto político del cooperativismo en la Gobernanza, Gestión y educación cooperativa”, naturalmente que por razones de protocolo académico no podemos publicar el contenido del Resumen ampliado, sin embargo, podemos referirnos a aspectos del mismo y reflexionar sobre la esencia del lema del encuentro: “El papel del cooperativismo frente a la pobreza y la desigualdad social” y su vinculación con nuestro trabajo, sin alterar su esencia.
Entendemos firmemente que pensar en el papel del cooperativismo frente a la pobreza y la desigualdad social implica una toma de decisión política y su correspondiente acción a favor de una lucha contra ese flagelo social y económico humano. Frente a la pobreza y la desigualdad el cooperativismo tiene mucho que decir.
Precisamente, el cooperativismo surge en el siglo XIX en la Inglaterra industrial como expresión de esperanza de un mejor mundo, fue un acto contestatario profundo, una reacción contra las consecuencias nefastas de aquel capitalismo industrial para la clase trabajadora, el campesinado y pequeños comerciantes.
Hoy, en pleno Siglo XXI, en la era del capitalismo financiero, de la ciencia y tecnología más avanzada, del conocimiento y de la comunicación, la pobreza, la desigualdad y el infortunio de millones de seres de carne y huesos se ha incrementado y la única respuesta de los decisores políticos es poner en marcha el reinicio o reseteo del capitalismo.
Pobreza significa poca alimentación, es decir, hambrunas sociales, prematuras enfermedades como raquitismo, baja o nula educación, vivienda precaria e insalubre, sin agua potable, etc., un destino marcado a la marginación humana, una injusticia social tremenda.
La Prof. Aimé Aminahuel, politóloga, en un artículo publicado en el medio comunicacional “El Diario”, con un intimidante título “La planificación de la desigualdad y la pobreza”,citando a la investigadora argentina Verónica Gago (2014): “…en América Latina, principalmente en Chile y en Argentina, las dictaduras militares de la década de los setenta fueron el medio para instaurar un nuevo modelo económico y social que luego se implementaría en el mundo en la década de los ochenta: el neoliberalismo. En sus textos, hacen referencia al “laboratorio latinoamericano”, con datos estadísticos contundentes que dan muestra de una planificación de la desigualdad y la pobreza, o, dicho de otro modo, una planificación del incremento de las riquezas de una minoría privilegiada de empresarios y bancos”
Nos alerta finalmente Aimé Aminahuel “…resulta necesario poner sobre la mesa el rol político del FMI en nuestra historia y el modelo económico y social que implementó la dictadura para gritar Nunca Más a la planificación de la desigualdad y la pobreza”.
Lo hemos dicho hasta el cansancio, el cooperativismo economicista, burocrático y dogmático, ya no representan aquellos valores y principios cooperativos que conmovieron al mundo en cuanto a construir la República cooperativa.
A nosotros, impulsores del cooperativismo del Siglo XXI, el principio de “neutralidad política” ya no es una opción valedera, por el contrario, para nosotros llegó el momento de generar un movimiento político cooperativo que construya poder y por tanto, desde este lugar tenemos muchas coincidencias con el Partido Cooperativo de Gran Bretaña.
El Partido Cooperativo y el Partido Laborista se enfrentarían a las crisis del país británico firmemente, en el interés colectivo con un Plan de Prosperidad Verde, un Fondo Nacional de Riqueza y eliminando las tasas comerciales y reemplazándolas por un sistema más justo.
“Nuestra visión-anotó la Diputada Reeves en un correo que nos envió- es una economía más fuerte, más verde y una sociedad más justa. Y sé que la mejor manera de lograrlo es trabajando juntos”. Respondimos que el cooperativismo nos une más allá de las fronteras ideológicas creadas para separarnos y debilitarnos, le invitamos a seguir unidos e ir de la crisis a la cooperación.
Insistimos, la pobreza es ante todo un problema político y frente a ese problema político al cooperativismo no le cabe más que responder políticamente, y para que esa respuesta política cooperativa tenga la contundencia que puede y debe dar es necesario construir el poder político cooperativo, de otro modo, caerá el movimiento en pura abstracciones y buenas intenciones, emocionantes discursos, pero será inútil en la práctica.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fotografía: Raul rodriguez
Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com