Page 6 of 40
1 4 5 6 7 8 40

Libro (PDF): Horizontes convergentes I: aportes transdisciplinarios al estudio del ecosistema de la marginación cultural

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

El presente libro es fruto de las colaboraciones de una red amplia y diversa de actoras y actores sociales, de investigadoras e investigadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Georgia, Italia, Marruecos, Perú y los Países Bajos. Es la primera publicación colectiva del proyecto Converging Horizons: Production, Mediation, Reception and Efects of Cultural Representations of Marginality (PIA-ANID/ANILLOS SOC180045) y se divide en dos volúmenes, siendo éste el primero de ellos. El proyecto aborda los diferentes modos de exclusión y de marginalización que se ejercen, especialmente sobre los pueblos originarios, los colectivos de disidencia sexual, las comunidades migrantes y las personas privadas de libertad; ya sea -en general-, desde la sociedad y sus distintos regímenes políticos, como -en particular-, desde las políticas públicas, el modelo económico capitalista y los sistemas de salud y educación altamente privatizados. El libro -como el proyecto-, asume un compromiso no sólo con la presentación de los resultados derivados de diversos trabajos de aplicación de métodos y técnicas científicas, sino que, además, releva las voces de actoras y actores sociales y culturales. Así, el libro combina avances comparados de resultados empíricos y de reflexiones teórico-conceptuales en torno a los procesos de exclusión social y la producción de marginalidades. Es un trabajo caracterizado por su variedad disciplinaria, por el fuerte compromiso con las subjetividades y sus contextos, así como por la búsqueda de posibilidades de lograr horizontes de convergencia.

Autoras(es): Carlos del Valle. Konstantin Mierau. Sandra Riquelme. Beatriz Pérez. Gonzalo Albornoz. [Editoras y Editores]

Editorial/Edición: CLACSO. Converging Horizons.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-121-4

Idioma: Español

Descarga: Horizontes convergentes I: aportes transdisciplinarios al estudio del ecosistema de la marginación cultural

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2477&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1616

Comparte este contenido:

Marina Echebarría Sáenz : Shanghai y la crisis del sistema de externalización

El confinamiento de la macrourbe china paraliza su puerto, el mayor del mundo. Gigantes como Apple, Xiaomi y Tesla se han visto obligados a paros parciales

Todos los días nos acercamos a nuestros comercios y al consumir, sin darnos cuenta, consumamos auténticas proezas. Raramente pensamos en la tecnología y en la planificación que implica que nuestras estanterías estén llenas de uvas de Chile, carne irlandesa, trigo ruso, lino africano o teléfonos made in China. Raramente nos detenemos a pensar que nuestro móvil utiliza metales procedentes de Zaire, Ruanda, Bolivia, Rusia…, que todos estos componentes han sido enviados en trenes y barcos a China, donde han sido ensamblados en macrofactorías y posteriormente embarcados a su vez y distribuidos por todo el planeta. Hemos normalizado vivir en ciudades que importan más del 94% de sus insumos desde más de 100 kilómetros de distancia y en las que la más mínima falla, unas estanterías vacías durante unos pocos días, se convierte en una ofensa a nuestro modo de vida, un síntoma de desorden y caos social. Exigimos (coléricamente) el abastecimiento continuo.

Desde hace poco más de un cuarto de siglo nos sostiene una compleja cadena de extracción, producción, logística y distribución. Una cadena que en realidad es una red, en la que se extraen materias primas de países africanos o latinoamericanos, se transforman en productos en las fábricas del mundo (China, India, Bangladesh, Corea…) y se distribuyen mayormente en el occidente europeo y norteamericano. Todo este entramado se sostiene por una hiperproducción en lugares claves como China, por mano de obra barata en países como Bangladesh, Vietnam, China, y por un tráfico marítimo que incrementa sus volúmenes exponencialmente cada año. El “milagro” económico se basa en el aprovechamiento de los costes más baratos en cualquier espacio del mundo y en una circulación continua de los recursos. Es por eso que en Europa hemos asistido al cierre progresivo de nuestras fábricas y a su traslado a países más económicos para las grandes corporaciones: la externalización. Somos rentistas financieros, países de servicios o productores sobrecualificados, pero ya no somos la Europa industrial del siglo XX. Ya tuve ocasión de reflexionar con ustedes sobre la llamada crisis de suministros, en realidad, los síntomas de que toda esta red comienza a llegar a sus límites y no puede prometer un crecimiento perpetuo. Es en este contexto en el que asistimos a los cuellos de botella o al fallo de los eslabones débiles del sistema, como el provocado por el cierre de Shanghai.

Lo habrán oído, el Gobierno chino ha cerrado la mayor parte de Shanghai por la expansión de la covid en la macrourbe. Hablamos de más de 26 millones de personas confinadas en lo que es uno de los núcleos centrales de la producción y logística de la cadena de suministros mundial. El cierre, lógicamente, ha afectado al puerto de Shanghai-Yangshan, el mayor del mundo: más de 24 kilómetros de instalaciones y muelles que dan entrada y salida a más de 52 millones de contenedores TEU cada año. Shanghai procesaba en febrero el 20% del tráfico mundial de contenedores cada día.

El 19 de abril, cerca de 506 barcos portacontenedores gigantes, decenas de petroleros y un gran número de graneleros y barcos mineraleros esperaban su oportunidad de cargar o descargar en las aguas cercanas al puerto. Un mero síntoma de lo que estaba ocurriendo. Tras decretar el cierre parcial de la ciudad a finales de marzo y el cierre total el 15 de abril, los trabajadores de las principales macrofactorías y los trabajadores portuarios fueron confinados en sus centros de producción. Es decir, para varios millones de trabajadores la burbuja de confinamiento no es su hogar, sino su empresa, en la cual quedan anclados para que continúe la cadena de producción y exportación, muchas veces en condiciones de salubridad y vida cercanas a la esclavitud. Tesla corp. anunció que procedía a poner duchas y a garantizar tres comidas al día a sus trabajadores, lo que nos da un indicio de que no todas las factorías o instalaciones están cumpliendo con este “estándar” de humanidad. Aun así, el transporte terrestre no circula normalmente, por lo que las factorías de producción de gigantes como Apple, Xiaomi, Tesla y otros se han visto abocadas a paros parciales. Los barcos asumen incrementos de demoras de un 75%, días de retraso, lo que a su vez supone un aumento de los fletes, los seguros marítimos, los pagos por estadía en los muelles, las operaciones de estiba y el propio sostenimiento de las tripulaciones. Miles de contenedores refrigerados con productos perecederos o con químicos peligrosos se acumulan, constituyendo una amenaza creciente. Pese a todos los esfuerzos, el número de contenedores en espera es un 195% mayor que en el mes de febrero y la desviación a otros puertos no es solución, porque las fábricas están ahí, deseando verter en las bodegas sus excedentes. Ninguna flota de transporte terrestre puede compensar ese desplazamiento de volúmenes y ningún puerto cercano puede procesar la avalancha de demanda procedente de Shanghai.

Ninguna flota terrestre puede compensar ese desplazamiento de volúmenes y ningún puerto cercano puede procesar la demanda procedente de Shanghai

Algún día nos llegarán los relatos de qué ha supuesto para los trabajadores de Shanghai este confinamiento. Qué precio humano ha tenido que sigamos recibiendo nuestros teléfonos y televisores. Pero, de momento, en los núcleos financieros de Occidente se hacen cuentas sobre lo que nos va a costar el cierre de Shanghai. Las agencias internacionales más prestigiosas ya nos explican que sólo la gran ciudad china podría aportar de un 1 a un 2% de inflación anual a la economía global. Lo que es más difícil saber es si alguien está haciendo cuentas sobre si el sistema de externalización es sostenible. Sobre si es razonable continuar concentrando la producción lejos de su destino, alargando las líneas de transporte, incrementando el volumen de los puertos hasta el infinito y dependiendo de unas líneas de suministro que, al final, son frágiles y pueden verse afectadas por circunstancias imprevisibles: un barco atascado en el canal de Suez, una epidemia en una ciudad, una guerra o una catástrofe natural, quizás. Nuestro ingenio para resolver de manera eficiente el problema de poner una manzana en su supermercado quizás debería comenzar a considerar con más humildad nuestros límites y pensar que la naturaleza está ahí para recordárnoslos. Mientras tanto, asistimos al espectáculo de un atasco en el mar de China.

Marina Echebarría Sáenz es catedrática de Derecho Mercantil.

Fuente: https://rebelion.org/shanghai-y-la-crisis-del-sistema-de-externalizacion/

Comparte este contenido:

España: Se está discutiendo una (insuficiente) Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación

Grupo de reflexión de AMETIC

Se trata de un texto bienintencionado que corregirá algunos problemas, pero que no resolverá las deficiencias que arrastra España en esta materia

Desde mediados de febrero se está en el proceso de discusión de una nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación que regule esta actividad tan importante para el futuro de las naciones desarrolladas en este mundo tan globalizado. Y lo más grave es que en su texto no se encuentra como debiera el papel relevante que la empresa tiene para conseguir los objetivos que se deberían perseguir. Sin su inclusión será muy difícil alcanzar los niveles de riqueza de sus sociedades, el bajo nivel de desempleo y la calidad de los salarios de los ciudadanos que disfrutan los países donde así se hizo.

España tiene un serio problema con estos asuntos. Lo manifiesta el propio anteproyecto de ley aprobado por el Gobierno –en estos días arrancando su debate parlamentario– cuando reconoce que, pese a ser la decimotercera potencia mundial en publicaciones científicas reconocidas y la decimosegunda economía mundial, ocupamos la posición 30 en el indicador de las Naciones Unidad del ranking de países innovadores. Sufrimos de una profunda paradoja, consecuencia de no saber usar el progreso contenido en nuestras investigaciones para llevarlo al mercado y, consecuentemente, a los ciudadanos.

Adicionalmente, y esto ha sido detectado por los expertos algo más recientemente, en España se ha cometido el error de identificar las fuentes de la innovación, básicamente en los entornos de la I+D, ignorando que muy buena parte de los cambios en los comportamientos de mercados y ciudadanos tienen su origen en otros centros o provienen de otros actores. Por lo tanto, la brecha que antes se identificó, de 20 posiciones entre ambas escalas, tiene alguna explicación que merecería ser corregida de inmediato. Volveremos luego sobre este asunto, pero hay otros rasgos que caracterizan, de forma más importante, la insatisfactoria posición española en estos asuntos.

Y nos referimos esencialmente a dos aspectos que tienen mucho impacto en la mejora de la posición de los países en los ámbitos de la Innovación y la I+D. El primero tiene que ver con la mala inserción de las políticas de incentivación de estas actividades en el entramado del organigrama de los gobiernos y las administraciones españolas. Situar en un ministerio la máxima responsabilidad de algo que, por principio, debería ser transversal sin establecer, en el alto rango que le corresponde, las imprescindibles tareas de coordinación entre los distintos agentes involucrados está en el origen de la falta de eficacia de las políticas vividas hasta el presente. Solo en el período más reciente de nuestra historia se vivió un crecimiento diferencial, justo en la etapa en el que se centralizó en el ámbito de la presidencia del Gobierno la dirección de todos los elementos con responsabilidades ministeriales. Ese espacio de gestión tan breve no consolidó los frutos esperados, pero sí dejó claro que esa decisión fue correcta y debería ser considerada de nuevo. Por ello, en una ley que pretenda corregir de forma severa el actual estado de las cosas no se pueden dejar de contemplar reformas profundas en el organigrama de la gestión de la I+D, ni renunciar al establecimiento de organismos de coordinación, al más alto nivel posible, que aseguren la cooperación de amplios ámbitos de la innovación. Existen propuestas para organizar un Consejo Nacional de Innovación, experiencia ya vivida por otros países con éxito en esta materia, que merecerían ser consideradas en una nueva regulación como la que nos ocupa.

Un segundo aspecto, si cabe tan crucial como el primero, tiene que ver con las fuentes de financiación de las actividades de Innovación e I+D. Saludando positivamente el compromiso político para alcanzar el 1,35% del PIB proveniente del sector público, la gran ausencia de las políticas fiscales que deben acompañar a actividades como estas, sometidas a niveles de alto riesgo e incertidumbre, es un muy mal síntoma respecto a haber entendido dónde radica parte de nuestro déficit inversor en I+D. En el más reciente estudio realizado por el grupo de expertos, a petición del Ministerio de Hacienda del Gobierno de España, se afirma de manera rotunda que en el esfuerzo innovador del sector empresarial nos encontramos en una posición rezagada en relación con el resto de las economías avanzadas y que el diseño actual de los beneficios fiscales a la I+D+I en España es ineficiente, explicando con detalle los fundamentos de ambas aseveraciones. Este juicio que viene detrás de los ya emitidos, en ese mismo sentido, por organismos como la OCDE, el FMI, y recientemente la propia Airef, debería de ser suficiente para que en una reforma que se precie de estos ámbitos se propusiesen cambios sustanciales. Pues nada, no se molesten en buscarlos, porque no los encontrarán; como si este no fuera, junto con el anteriormente enunciado, uno de los primeros fundamentos para un cambio transformador: organización y recursos para su ejecución.

Para volver a un asunto que se anunció anteriormente. Se precisa también definir políticas dedicadas a la incentivación de la innovación que tengan en cuenta esas otras fuentes de generación de prácticas que, en las últimas décadas, han presidido los cambios en importantes segmentos de la logística, las comunicaciones, etc. Si bien la ley no debiera ser el campo preciso para su desarrollo, reservado en términos más de reglamentos, sí que sería oportuno que se encontrasen en su articulado las indicaciones que permitan su posterior desarrollo normativo.

Concluyendo: con muchas probabilidades se aprobará una ley bien intencionada que corregirá algunos problemas parciales presentes, como por ejemplo eliminar la nefasta precariedad del mundo investigador con una cuestionable salida preferente del empleo funcionarial, pero seguiremos pendientes de que alguien se atreva a poner las medidas correctoras que saquen a España de las inadecuadas posiciones en las que vivimos. Y mientras tanto, nuestros competidores no dejan de acelerar, posicionándose ante los retos del resto del siglo y abriendo nuestra brecha con ellos. Y luego nos lamentaremos.

Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/04/21/opinion/1650531748_002075.html

Comparte este contenido:

De huelgas y currículos. Cataluña

Ante todo, quiero expresar mi satisfacción por el éxito de las huelgas y manifestaciones en la enseñanza que se han llevado a cabo estos días. Creo que ya era hora de que salga a la luz el abandono de nuestros gobiernos en cuanto a la educación. Y, como decía uno de los eslóganes más gritados: “No son 5 días de vacaciones. Son 10 años de carencias”.

Da un poco de vergüenza que, después de 13 años de la aprobación de nuestra gran Ley de Educación (LEC) no nos hayamos ni aproximado al 6% del PIB de inversión en educación, tal y como mandaba dicha ley y sea el profesorado quién de nuevo tenga que salir a reivindicarlo. Por no hablar cómo, además, se ha aumentado año tras año el dinero dedicado a la educación privada concertada: por encima de 179 millones de euros en los tres últimos años. Y, además, el Departamento ha cerrado más de 5.200 plazas públicas en todo el territorio catalán, mientras que los conciertos se han mantenido intactos.

La falta de presupuestos implica que los recortes que se hicieron con la crisis del 2008 todavía no se han revertido y, por tanto, la demanda de menos alumnos por aula, menos horas lectivas para poder tener tiempo para reunirse y debatir, no se está tampoco resolviendo. Ni la estabilidad del personal interino y laboral, ni el aumento de las plazas públicas de FP, ni la retirada del decreto de plantillas que tan malestar está creando en los centros… Pero, además, nuestro hiperactivo consejero pretende (pretendía), sin consensuar con nadie, cambiar también el calendario escolar, el comienzo de curso, los horarios escolares, la obligación del C2 de catalán… ¿después alguien se extraña de que haya protestas y huelgas?

Y, por si fuera poco, el Departamento ha presentado un borrador de currículum que ha generado un gran rechazo entre el profesorado. Ahora parece que el Conseller está dispuesto a que los centros que deseen puedan aplazar la aplicación de estos currículos. Pero ésta no es la cuestión. El problema importante es que estos currículos son una imposición más y unos cambios que en absoluto favorecen el aumento de la calidad de nuestro sistema educativo y, sobre todo, hacen pensar que aumentarán las desigualdades ya muy grandes y empobrecerán el nivel cultural y de conocimientos del nuestro alumnado.

Y es que los nuevos currículos son una copia de las propuestas de la fallida Escola Nova21 (que, por cierto, nadie ha presentado una evaluación de sus resultados) y siguen una línea definida por patronales, bancos, grandes empresas y fundaciones privadas (vía OCDE). Propuestas que no son progresistas, sino que van en línea contraria a los intereses de la mayoría de la población. Son una renuncia a la democratización de los saberes, gracias a los cuales se puede estructurar el pensamiento y ampliar horizontes tanto individuales como colectivos. La apuesta por «la educación competencial y el aprendizaje por proyectos» es «un sistema que profundiza las desigualdades y abandona por completo su misión ilustrada de elevar el nivel cultural e intelectual de la población» (Carlos Fernandez Liria, 2017).

Resumiendo, las medidas planteadas por estos currículos, podemos apuntar algunos aspectos que, en mi opinión, van en la dirección completamente equivocada:

1.El desprecio del conocimiento que comporta el enfoque «competencial» y que hace tiempo venimos denunciando y que ahora queda bien explicitado. Textualmente se dice: «La meta no es la mera adquisición de contenidos, sino aprender a utilizarlos para solucionar necesidades encarnadas en la realidad». La pregunta es, si no se adquieren los contenidos, ¿cómo se pueden utilizar? Pero aún parece más grave lo que dice el sr. Ramón Grau (jefe del equipo que ha diseñado estos currículos): “Muchos contenidos están ahí porque serán útiles para continuar estudiando. A un sector del alumnado le funciona muy bien, porque sigue estudiando, pero a otro, no. ¿Para qué te ha servido prepararte para lo que vendrá después, si no hay después?”. O sea, ¿al alumnado que está destinado a no seguir estudiando, se le deben negar los conocimientos qde los que sí “tienen un contexto que les ayuda a salir adelante” podrán obtener?

Está claro que alejar a los alumnos del acceso al conocimiento implica tener ciudadanos sin capacidad crítica, lo que les convierte en ciudadanos dóciles y fáciles de manipular. Y los más perjudicados son precisamente los que más lo necesitan, los más desfavorecidos socialmente, porque se les tima los contenidos culturales a los que no tendrán acceso fuera de la escuela y que les permitirían comprender las causas, políticas y económicas, que los han llevado a su situación.

La supresión de horas de casi todas las materias y el desprecio de las clases magistrales, de la utilización de la memoria, de los libros de texto (convertidos en digitales) y de todo lo que se hacía, son también elementos que dificultan la transmisión del conocimiento. La memoria es absolutamente necesaria para retener los conocimientos y sin conocimientos no existe cultura, no hay comprensión de la realidad, no hay posibilidad de tener espíritu crítico, ni hay tampoco posibilidad de ampliar el propio conocimiento.

2.En la misma línea va La introducción de los ámbitos educativos en secundaria, que implican también un desprecio al conocimiento y al profesorado que es especialista en su materia. Una experiencia que se está llevando a cabo en Valencia y que está demostrando que no ayuda en nada a mejorar el aprendizaje.

3.La introducción del mundo emocional como objetivo evaluable, en unos términos que superan lo que yo creo que debe hacer, y que puede hacer, un profesor o profesora en un aula, y que, además, abre la puerta a prácticas derivadas de diversas teorías, algunas de orígenes dudosos y que pueden acabar haciendo más daño que bien a nuestro alumnado. En este sentido, Grau nos viene a decir que la educación debe prepararse “para la frustración en una situación de desamor. Para la soledad. Para el momento en el que fracasa un proyecto y nos encontramos sin trabajo”.

Si bien la llamada «educación emocional» ha calado bastante en una parte del profesorado y de la sociedad, es una cuestión muy controvertida que introduce en la educación técnicas que provienen del mundo empresarial y que pueden acabar en un adiestramiento con el objetivo de desplazar las problemáticas sociales al ámbito de las emociones. En definitiva, lo que importa no es cambiar el contexto (político, económico, laboral), sino variar la reacción emocional para adaptarse a éste.

Por otra parte, parece muy complicado poder realizar una evaluación objetiva de cuestiones como si el alumnado ha logrado “…la experiencia personal de satisfacción con uno mismo para poder hacer frente a las dificultades y superarlas en positivo”. Esto no quita que, como hace la mayoría de profesorado, se cuide del alumnado y se esté atento a sus problemas.

4.La obligatoriedad de realizar un “servicio comunitario”. No está claro que el voluntariado deba ser obligatorio ni que sea la escuela la que tenga que obligar a la participación del alumnado en este tipo de servicios. Una cosa es estimular el espíritu crítico y los valores de solidaridad, y proporcionar herramientas para entender y enfrentar las desigualdades sociales y económicas, las segregaciones por diferentes razones, etc. Y otra es obligar a prestar un «servicio», que muchas veces está más ligado a la caridad que a la solidaridad.

5.Un aumento de la “autonomía de centro” que, mientras no se derogue el Decreto de Plantillas, cada vez más acaba siendo una imposición de la dirección. Si consideramos que la educación es una tarea colectiva, no es una buena cosa que las decisiones vengan impuestas y que el profesorado las asuma acríticamente por miedo a perder la plaza.

Por otra parte, dejar el 20% del currículo a decisión del centro puede acabar con un aumento de la competitividad y de las desigualdades, dependiendo del tipo de alumnado o de las decisiones de la dirección. Por no decir que esto rompe con la idea de red de educación pública, que tiene la obligación de ofrecer una educación de igual calidad a todo el alumnado, sea cual sea su status o viva en el barrio que viva. Pretender que cada centro dedique estas horas a las “necesidades propias del centro” es dar por supuestos que los centros concentran un tipo homogéneo de alumnado que tiene necesidades distintas a las del centro de al lado.

Adaptar los currículos y las actividades al alumnado, es algo que siempre hemos hecho el profesorado, pero poner ya materias diferentes es ir un paso más en dirección a la segregación.

6.Toda la complicación que supone la propia estructura del currículo y que, en ningún caso, parece que esto vaya a mejorar los aprendizajes del alumnado, pero sí obliga (al menos teóricamente) a que el profesorado comience de nuevo a re-programar todo lo que hacía en el aula.

Parece que cada cambio de gobierno debe dejar su impronta, y en educación pasa por cambiar cuestiones burocráticas que no hacen más que aumentar las horas de trabajo del profesorado en detrimento de la preparación de las clases. Recuerdo que hasta ahora nos regíamos por la LOGSE, que ya obligaba a programar por conceptos, procedimientos, actitudes y valores. Ahora se cambian todos los nombres, todos los objetivos, introduciendo perfiles competenciales de salida, competencias clave, indicadores operativos, competencias específicas, criterios de evaluación, saberes básicos; y contextos de aprendizaje. En definitiva, parece hecho más para agobiar al profesorado que para facilitarle su labor.

7. Y finalmente, cuando se llega a los contenidos, que ahora se llaman “saberes”, nos encontramos con un caos de conceptos desordenados y mezclados, que no facilitan en absoluto una planificación racional de los conocimientos ni de las actividades a realizar en el aula.

Que debían modificarse los currículos, seguramente todas estamos de acuerdo. Se podía haber estudiado bien la cantidad de conocimientos que había en el anterior currículo, sacar lo que estaba de más, señalar lo fundamental, y añadir lo que no estaba. Se podían haber dado recomendaciones para realizar la enseñanza más activa o más participativa, incluso más competencial, sin que ello implicase menospreciar y devaluar los conocimientos y sin imponer metodologías únicas que, además, se han demostrado ya negativas para la mayoría del alumnado. La experiencia nos demuestra que cada maestro, profesor o profesora sabe encontrar la metodología que mejor le va y que tiene mejores resultados.

Más allá de la pérdida de tiempo y energía que implica para el profesorado programar su tarea diaria en el aula, no parece que unos conocimientos tan poco estructurados puedan ayudar al alumnado a asumirlos.

En definitiva, cambiarlo todo para no mejorar nada.

Creo que es necesario abrir un debate sobre qué queremos de la educación y exigir políticas encaminadas a una educación pública, bien dotada y cohesionada, que dé respuesta a las necesidades reales de nuestro alumnado y no a las necesidades del mundo empresarial.

Fuente: https://vientosur.info/de-huelgas-y-curriculos/#

Comparte este contenido:

Que algo cambie para que todo siga igual en la economía

Por: Roberto Patiño

Para muchos venezolanos el año 2022 ha sido un conteo regresivo hasta el anuncio del nuevo salario mínimo, una noticia esperada con verdadera urgencia para buena parte de las familias en el país.

Aunque el monto anunciado por el régimen implicó un incremento del 1.705% con relación al salario anterior, confrontado con el tipo de cambio (el más poderoso indicador de la economía en la actualidad) el sueldo mínimo se ubicó en unos 28 dólares mensuales, muy por debajo de los 354 en los que se cotiza la canasta alimentaria de una familia, según el Observatorio Venezolano de Finanzas. Por todo ello, el 16 de marzo, en la Gaceta Oficial se hizo la publicación formalmente de que la mayoría de los ciudadanos seguirán hundidos en la pobreza.

Además, se trata de un aumento engañoso, porque incluye diferentes bonos que el gobierno venía otorgando, de manera que el incremento real de ingresos es prácticamente nulo.

Venezuela sigue siendo un país donde el grueso de la población está abocada a la supervivencia o se ven en la necesidad de migrar, tal y como queda demostrado con los 6.000.000 de compatriotas que han cruzado la frontera; una cifra divulgada por la ACNUR que no agrada el régimen, que se apuró de calificar de “estúpidos” a quienes la repiten, amargando las imposturas propagandísticas con la que nos pretende hacer creer que el país está encaminado por la senda de la prosperidad económica.

La libre circulación de divisas, el fin del desabastecimiento, la dolarización de los precios, la eclosión de bodegones y locales nocturnos no son señales de una mejoría del país, son apenas la consecuencia de unas mínimas medidas económicas que el régimen se vio forzado a aceptar frente a una realidad, el mercado, que no puede ser regido por los planificadores del poder.

El régimen ha actuado por inercia y ha abandonado su responsabilidad en la gestión y recuperación de las fallas estructurales de una economía lastrada por el quiebre revolucionario de la industria petrolera, mucho antes de que las sanciones estadounidenses entraran en vigor. Este abandono es evidente con la ausencia o baja calidad de los servicios públicos más elementales que, en casos como la educación y los servicios, reproducen los ciclos de desigualdad y pobreza para las grandes mayorías.

El Estado en manos de la revolución se ha desentendido de sus obligaciones, ha insultado la inteligencia de los ciudadanos al decir que la economía marcha bien, ha denostado a los millones de migrantes y apenas ha atendido a un pequeño sector de la población, con políticas sociales anémicas, mal coordinadas, con vocación proselitista y cruzadas de prácticas corruptas. En este contexto, el anuncio del incremento salarial es otro renglón en la lista de inacciones económicas que pretende hacernos creer que algo ha cambiado en el país, para que todo siga exactamente igual.

Es por eso que hoy más que nunca, nosotros seguimos trabajando en las comunidades, apoyando el tejido social que permita atender a las principales víctimas de una crisis originada desde el poder, fortaleciendo el emprendimiento y la solidaridad como motores de la vida social, luchando por el regreso de la democracia en nuestro país, único y verdadero motor de cambio que puede garantizar la verdadera recuperación económica en Venezuela.

Este es nuestro compromiso.

www.rpatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/que-algo-cambie-para-que-todo-siga-igual-en-la-economia/

Comparte este contenido:

México: Un programa de formación para pequeños empresarios ayuda a prosperar a muchas mujeres

Maria del Carmen Escobar es psicóloga y especialista en Prevención de Violencia Familiar y fundadora de Conciencia Áurea, en dónde brinda servicios de consultoría personalizada en línea para personas que quieren realizarse. A través de su guía, acompañamiento y orientación psicoemocional, María del Carmen contribuye al empoderamiento de las mujeres mexicanas e incluso a la de las de América Latina.

La historia de Carmen empezó desde que era adolescente cuándo le llegó su menstruación y le surgieron miles de dudas sobre su cuerpo y su proceso de ser mujer, llenándose de inseguridades que estuvieron presentes varios años de su vida.

“El origen de mi idea de empresa surge de un vacío que quedó desatendido a nivel de mi propia historia personal y familiar. Cuando yo tenía 13 años, recibí por primera vez mi sangre menstrual. A mí, mi mamá ya me había explicado que eso le sucede a todas las mujeres. Aun así, el día que ocurrió mi primera menstruación sentí un vacío inexplicable, por lo que al pasar de los años yo me hacía preguntas al respecto, pues no podía dejar de sentir que estaba viviendo un proceso natural de forma contranatural”, dijo.

No fue hasta el 2015 que Carmen encontró las primeras respuestas a través de la Primera Cumbre Latinoamericana por una Cultura Menstrual, sobre el ciclo femenino que, a su parecer, abarca cuestiones culturales, psicoemocionales, energéticas, espirituales y físicas, “es decir, una comprensión holística sobre el ciclo femenino. Así que me convertí en investigadora de dicho tema en el Organismo de Investigación y Aplicación de Cosmosociología y como resultado creé mi Sagrado Sincronario Menstrual”, que después evolucionó dando paso a asesorías y estudios que la ayudaron a crear Conciencia Áurea.

Allí, ayudan a las personas a concienciarse de su realidad.

“Este es un tema que está muy descuidado en el desarrollo de las personas y que como consecuencia tienen muchos problemas en la salud emocional y en las relaciones sociales”.

De acuerdo con María del Carmen, hoy en día las personas están experimentando grandes niveles de estrés y sintomatologías como enfermedades físicas y emocionales; por ello, junto con Pablo Lema, Carmen imparte asesorías y guías a través de diversos ciclos.

Después de años de estudio y de mucho trabajo, María del Carmen escuchó en su comunidad la llegada de Balloon Latam, una empresa social que podía ayudarle a aterrizar su idea de emprendimiento. Sin dudarlo, inició con el programa de capacitación, y después de casi tres años continuó tomando varios talleres y capacitaciones, en dónde, además de aterrizar su negocio, se empoderó lo suficiente para reconocer que su trabajo valía y que de esa manera podía ayudar a otras mujeres.

Esa misma empresa le hizo una invitación a participar en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con sede en México, en la segunda emisión del proyecto llamado “Empodérate”. Gracias a la fuerza de su emprendimiento y al cumplimiento de todos los requerimientos, María del Carmen es un caso de éxito. Aprendió a consolidar su negocio a través del apoyo económico y académico que recibió por parte de los mentores del programa.

Participantes del programa de "Empodérate" del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

PNUD México
Participantes del programa de «Empodérate» del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Empodérate

El PNUD tiene como prioridad contribuir a que las personas de comunidades en situación de vulnerabilidad cuenten con capacidades para acceder a más y mejores oportunidades para participar en actividades económicas que incrementen sus ingresos de manera sostenible, y así contribuir a la Agenda 2030.

Mariana Villasuso, coordinadora de Proyecto, Unidad de Desarrollo Social y Económico del Programa, habló con Noticias ONU sobre cómo este programa logra atacar cinco Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: el número 8 que busca lograr trabajo decente y un crecimiento económico; el 10, que trata temas de reducción de desigualdades; el 11 que busca crear ciudades y comunidades sostenibles; y el 5 que aborda la cuestión de la igualdad de género.

“Hacemos desarrollo económico incluyente, que es trabajar con el sector privado en todos sus sentidos, para que en su enfoque tengan esa transvaloración de desarrollo sostenible y el enfoque de la Agenda 2030. También hacemos evaluaciones, implementación para que la política social llegue a dónde tenga que llegar. También trabajamos con poblaciones que han sido tradicionalmente excluidas para hacerlas crecer, y por último hacemos desarrollo económico incluyente”, explicó.

Este proyecto, que se desarrolló durante la pandemia para hacer frente a las repercusiones que está dejando, busca contribuir a que muchas personas en México tengan mejores oportunidades e ingresos a través de sus empresas o negocios.

“Muchísimos jóvenes se quedaron sin trabajo, entonces creemos que el emprendimiento es un motor de inclusión financiera y un motor para ellos y ellas”, indicó Mariana.

Empodérate” tiene como público objetivo empresarios que cuenten con capacidades para lanzar y hacer crecer sus proyectos productivos y que tengan a la vez un impacto socio ambiental, a través de una capacitación integral para el desarrollo de Planes de Negocio alineados a la Agenda 2030.

En su segunda edición, el programa tuvo que ser de manera virtual, lo que les trajo un crecimiento en el número de participantes, pudiendo llegar a más lugares, como Puebla, el Estado de México, Hidalgo, Guerrero, Morelos, Tlaxcala y Veracruz, y logrando empoderar a más de 100 personas a lo largo de dos años.

El programa “Empodérate” está dividido en cuatro componentes: capacitación, mentoría personalizada, otorgación de capital semilla y vinculación comercial. El gran componente de esta segunda edición fue la alfabetización digital que permite mejorar la resiliencia de los emprendimientos en esta era postcovid.

En total participaron 70 negocios, de estos el 80% fueron liderados por mujeres que rebasan los 70 años de edad, por lo que el componente digital fue de suma importancia para ellas.

“Normalmente las mujeres han sido tradicionalmente excluidas de liderar pequeñas y medianas empresas. La buena noticia es que en este caso ocho de cada diez empresas estuvieron lideradas por mujeres, lo que hizo que se incrementaran sus metas y claro, que mejorara su situación económica”, agrega Mariana.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo no sólo imparte la formación, sino que también da un seguimiento puntual al negocio o emprendimiento para revisar el uso que se está haciendo.

María del Carmen pudo aprovechar tanto la capacitación, como el capital semilla, con el que pudo comprar un equipo más profesional para impartir las clases en línea. De igual forma, María del Carmen, tiene una mentora que sigue cada uno de sus pasos para poder darle la certeza de que su emprendimiento obtenga un buen resultado.

El caso de María del Carmen es uno de muchos que han logrado empoderarse con este tipo de programas que les ofrece las herramientas necesarias para iniciar o crecer una idea de emprendimiento, que además de aportarles a su economía, también contribuyen al crecimiento económico de su comunidad.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2022/03/1504612

Comparte este contenido:

Ecuador sube la proyección de su crecimiento económico para este año a 2,8% desde 2,5%

Según el banco emisor ecuatoriano la mejora en la meta de su crecimiento se debe a un mayor consumo interno y mayores expectativas económicas para el sector privado, además de un aumento en la inversión pública en educación, salud y vialidad.

El Banco Central del Ecuador (BCE) elevó este jueves su proyección de crecimiento económico para este año a 2,8%, desde una estimación anterior de 2,5%, pero dijo que la tasa podría ser aún mayor si el país aumenta la inversión.

La mejora en la meta de crecimiento se debe a un mayor consumo interno y mayores expectativas económicas para el sector privado, además de un aumento en la inversión pública en educación, salud y vialidad, dijo el gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, a periodistas.

También tuvo en cuenta el aumento de los precios del petróleo por la invasión de Rusia a Ucrania y el efecto de una reforma tributaria aprobada a fines de 2021, añadió.

El presidente Guillermo Lasso, un exbanquero conservador, dijo este martes que usará decretos, referendos y otras herramientas para cumplir su promesa electoral de reactivar la economía en apuros del país, sin pasar por la Asamblea Nacional.

Los legisladores rechazaron la semana pasada un proyecto de ley de inversión que los opositores de Lasso denunciaron como una privatización de activos públicos pero que, según dijo, ayudaría a atraer miles de millones de dólares en inversiones en telecomunicaciones, energía, minería y petróleo.

«Consideramos que hay un incremento (de la inversión) y eso va a impulsar el crecimiento a nivel nacional», dijo Avellán. «Pero evidentemente hay una tarea todavía ahí pendiente y por eso la importancia de poder impulsar reformas que contribuyan a la atracción de inversión local y extranjera».

La nueva estimación está en línea con las predicciones del gobierno en su presupuesto para 2022, que sitúan la expansión económica en 2,85%. El banco central actualizará nuevamente las proyecciones en septiembre.

En el 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 4,2%, impulsado por un aumento del consumo de los hogares, según las cifras del BCE.

Las actividades con mayor dinamismo el año pasado fueron la refinación de petróleo, alojamiento y servicios de comida, acuicultura y pesca de camarón, transporte y comercio, concluyó Avellán.

Fuente: https://www.americaeconomia.com/ecuador-crisis-economica-crecimiento-economico

Comparte este contenido:
Page 6 of 40
1 4 5 6 7 8 40