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República Dominicana: Los 40 años del Jardín Botánico Nacional

Centroamérica/República Dominicana/05 de Agosto de 2016/Autora: Yaniris López/Fuente: Listin Diario

El próximo 15 de agosto se cumplen 40 años de la inauguración del Jardín Botánico Nacional (JBN). A lo largo de estas cuatro décadas, su maqueta de casi dos millones de metros cuadrados no solo ha aumentado en infraestructura y vegetación: las labores de investigación científica, educación ambiental y conservación de la flora nativa y endémica que allí se realizan le han merecido el reconocimiento internacional y la inclusión en la lista de los 10 mejores jardines botánicos del mundo, una selección hecha por el Real Jardín Botánico de Kew, institución británica encargada de crear el banco de semillas del milenio.

De los años que siguieron a 1976 quedan recuerdos de cuando los botes de recreación surcaban la Gran Cañada y los coches arrastrados por caballos recorrían con calma los senderos aún despoblados. Hoy no hay botes ni coches, pero sí mucho verde, senderos temáticos, proyectos ecológicos y culturales y una familia de 260 trabajadores que se encargan de que las miles de personas que lo visitan cada año vivan una experiencia lúdica maravillosa. Tan maravillosa como las postales fotográficas que se toman en todos los rincones del Jardín.

Compromiso y entrega
Detrás del verde y de las facilidades que brinda el JBN al público hay un grupo de botánicos, agrónomos, educadores, jardineros, personal administrativo y obreros repartidos en tres departamentos (Horticultura, Educación Ambiental y Botánica) enfocados en aumentar cada día la colección de plantas vivas y promover una conciencia ambiental responsable.

HORTICULTURA
Es el departamento que se encarga de que el jardín se vea bien. Esto incluye que las plantas estén sanas y que se siembre en los lugares correctos; de que todo esté en orden y limpio. Tomando en cuenta lo grande del lugar,  es una tarea bastante ardua, dice Pedro de Jesús García, encargado de Horticultura, en la que participan biólogos, agrónomos, obreros y jardineros entrenados.

Aquí se encargan también de las labores de fertilización, de los cerquillos y de la poda tanto de formación como de levantamiento, es decir, la poda que permite que, al extender la vista, el visitante obtenga una buena visión del espacio. El vivero, con una capacidad para producir un millón de plantas, es dependencia de este departamento.

“Tenemos un programa de capacitación para el personal tanto para los que hacen labores técnicas como para los obreros y jardineros”.

Claritza de los Santos, bióloga recién graduada, asistente en la sección de registro de plantas y de la colección de plantas vivas, resalta la labor fitosanitaria del departamento de Horticultura. “Tenemos un especialista, biólogo especializado en fitopatología, que se encarga de la cura de las plantas; como médico de las plantas, hace un levantamiento de las enfermedades que se presentan, identifica las plagas, el problema, y nos hace las recomendaciones de lugar. Este trabajo es imprescindible en un jardín botánico”. De los Santos trabaja las estadísticas de la fenología y floración de las plantas del parque: cómo les impacta el cambio climático y cuándo florecen.

BOTÁNICA
Es el área “científica del Jardín”, explica Yuley Encarnación, estudiante de Biología y asistente del Herbario.

“Aquí investigamos acerca de la flora y la vegetación de nuestra isla, porque no solamente nos limitamos a República Dominicana, sino que también hacemos investigaciones en Haití”.  Uno de los fuertes del departamento es la publicación científica a través de la revista Moscosoa, una de las más importantes publicaciones anuales donde se dan a conocer los resultados de los trabajos que hacen los botánicos a lo largo del año.

“Tenemos el Herbario Nacional, que es como un museo botánico, con más de 140,000 especímenes, sin contar muestras no trabajadas. Es el más grande, el más activo y actualizado del país”, indica.

Encarnación destaca que el departamento se mantiene realizando proyectos de investigación y buscando fondos en cooperación con otras instituciones nacionales e internacionales.  “Las ciencias, y más la Botánica, son colaborativas. Los científicos de fuera están muy interesados en investigar la flora del Caribe pero necesitan personas de aquí que les instruyan cómo van a hacerlo, necesitan de una interacción constante con el herbario”.

Uno de los proyectos futuros del herbario es digitalizar el material y ponerlo en línea, de manera que no sea necesario acudir al edificio para consultar sobre las especies.

“En el herbario trabajan y colaboran varios estudiantes de Biología y no solo los botánicos formados. Esta es la gran escuela de formación de todos los botánicos dominicanos; todos los botánicos que tenemos aquí han pasado, en algún momento, por el herbario”.

Además, señala Ricardo García, por tratarse del Herbario Nacional “cualquier investigador que venga a hacer trabajos botánicos aquí, de colección, debe dejar una muestra antes de sacarla. Es el protocolo”.  En el departamento laboran siete botánicos formados y dos agrónomos.

EDUCACIÓN AMBIENTAL
El trabajo de este departamento, que coordina Olga Lidia Rojas, es contribuir a la formación de una conciencia ambiental responsable. Más de 150,000 estudiantes de escuelas públicas y privadas visitan el jardín cada año (187,000 el año pasado entre estudiantes y maestros).

“Muchos de los estudiantes que nos visitan vienen con una formación no muy adecuada sobre el medio ambiente. Nuestra función es sensibilizar a este grupo que no entiende que los recursos hay que cuidarlos, que tenemos que tener una relación armónica con el medio ambiente”, dice Rojas.  Para alcanzar este objetivo realizan charlas, talleres, maratones, huertos pedagógicos y campamentos dirigidos a maestros y estudiantes, así como instalaciones de pequeñas reservas ecológicas en los centros que lo soliciten.  Según Olga, el uso excesivo de los recursos naturales y su demanda ha hecho imprescindible la educación ambiental.

“Aprovechamos las situaciones de las malas prácticas ambientales para hacer talleres de sensibilización; para educar, concientizar, cambiar actitudes y valorar el medio ambiente”.  Por eso, sostiene, el JBN ofrece un paquete educativo que tiene como objetivo obligar a los estudiantes a que vayan al departamento de Educación, porque “voluntariamente no van”.

“Allí toman una charla, ven un vídeo, recorren el museo ecológico y pasean en tren. En la actualidad la percepción ha cambiado y ahora los estudiantes exigen que les den su charla e ir al museo. La demanda de recursos naturales está promoviendo la necesidad de educarnos y sensibilizarnos y a veces no damos abasto”, comenta.  Este departamento también se encarga de dar a conocer el trabajo que realizan los botánicos a través del programa “La flora de la isla Española y sus investigadores”.

TRES DIRECTORES
El Jardín Botánico solo ha tenido tres directores: el arquitecto Benjamín Paiewonsky y los biólogos botánicos Milcíades Mejía y Ricardo García. Con 33 años laborando en el parque García es, de hecho, el empleado más antiguo del Jardín. Iniciando el tercer semestre de la carrera de Biología en la UASD comenzó como técnico auxiliar de investigación en el departamento de Botánica, como parte de un programa de investigación implementado en toda la isla para la formación del Herbario Nacional.

 “Nos íbamos semanas  y semanas por  las montañas para colectar muestras científicas, que es lo que nos permite saber hoy qué hay en cada lugar y dónde vamos a buscar las semillas y las plantas”.

DE INTERÉS
• En el JBN crecen unas 800 especies de plantas registradas y cultivadas. Incluyendo el área virgen de la reserva y la maleza, la cifra podría alcanzar las 2,000 especies en todo el parque, dice su director, Ricardo García.  Se estima que alrededor del 70% de todas las especies corresponde a plantas endémicas y nativas. En el área del Arboretum hay unas 1,500 plantas entre nativas, endémicas e introducidas.

• Las visitas al Botánico se incrementaron en un 25% en 2015. Exactamente 307,000 personas visitaron las instalaciones, sin contar las entradas diarias del Club  de Caminadores, que ya alcanza los 7,700 miembros. El 5% de las visitas correspondió a turistas, informa Luis Carrasco, encargado de Planificación y Desarrollo.

Este último dato es una buena noticia, agrega Marggi Reynoso, encargada de Servicio al Público, “porque estamos trabajando con los operadores turísticos para que nos tomen en cuenta cuando traen grupos a la ciudad”.

• Las plantas manejadas del JBN tienen una especie de acta de nacimiento donde queda registrado de dónde llegan y cuándo y quién las siembra. “Estamos creando poco a poco una buena base de datos y una pequeña fototeca del árbol, porque llegan continuamente, y nuestro fuerte y mayor interés es aumentar la colección de plantas en peligro”, dice García.

• Las especies más comunes son palmas real, “una ventaja porque es la fuente de alimento de la mayoría de las aves que están aquí” (García);  samán,  cigua (sobre todo en la reserva), caracolí y almendra.

• En los últimos años han aumentado las siembras simbólicas en el parque, especialmente de personas que honran la muerte de algún familiar plantando un árbol y esparciendo en el lugar las cenizas. Personalidades locales y extranjeras han plantado árboles en el parque. “Estas actividades reflejan la conexión de las personas con la naturaleza y serán en un futuro no lejano una actividad frecuente en todas las áreas verdes dominicanas, y es algo que debemos promover no solo  por motivos tristes, sino alegres, de identificación con el verde”, indica García. • Inaugurado en 2014, el mariposario del Jardín recibió en 2015 unas 12,000 visitas.  •  El JBN cuenta con un centro de reproducción de abono orgánico.

• Muchos estudiantes de media cumplen aquí las 30 horas de labor social que les exige la ley 179-03. Realizan especialmente labores de siembra y de limpieza. El jardín recibe también estudiantes extranjeros interesados en la investigación de la flora local y del Caribe.

• Próximamente será inaugurado el banco de semillas del JBN, que albergará entre 3,500 y 4,000 especies de las 6,100 registradas en la isla. También abrirá el laboratorio de cultivo in vitro, “un punto clave del Jardín en el que actualmente se reproducen orquídeas endémicas y nativas”, explica la bióloga Claritza de los Santos.

Fuente: http://www.listindiario.com/la-vida/2016/08/04/429825/los-40-anos-del-jardin-botanico-nacional

Fuente de la imagen: http://www.jbn.gob.do/

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La batalla ecológica de los pueblos originarios

Por.  Carlos Ruperto Fermín

El modo de vida establecido por nuestros queridos hermanos indígenas se ha convertido en una historia llena de antagonismo. Sus corazones bañados en sabiduría celestial, no pueden evitar que los gobiernos y las transnacionales se adueñen de los ancestrales recursos naturales. Parece ser un pecado, venerar los milenarios territorios que evocan la fertilidad del planeta Tierra, dejando en un mar de tinieblas el hermoso legado de la cultura aborigen.

No podemos vivir ajenos a esa trágica realidad. Los latinoamericanos somos los hijos predilectos de la Pachamama. Nacimos del amor que florece en el campo, de la semilla que aviva la ilusión del fruto fresco, y de la brisa que asolea el claroscuro de la mañana. Pero, se nos hace difícil reconocernos como hombres y mujeres de estirpe criolla, mulata y mestiza. Cada década se magnifica la pérdida del sentido de pertenencia y se agudiza el grave proceso de transculturación. El respeto hacia las comunidades indígenas se deteriora por culpa de una inhumana Sociedad Moderna que rechaza la paz, la armonía y la tolerancia.

Nos preguntamos: ¿Por qué si los pueblos originarios defienden los ecosistemas y la biodiversidad universal, tienen que vivir presos del miedo ante la persistente amenaza de los megaproyectos neoliberales extractivos? Vemos que el fuego, el aire, el agua y la tierra, ya no representan los cuatro genuinos elementos de la Naturaleza, debido a que la horda genocida y etnocida del dios dinero, sólo piensa en lucrarse gracias a prácticas ilegales que deforestan, contaminan y polucionan el Medio Ambiente. Es una batalla muy injusta, que oprime la voluntad y el deseo de los pueblos originarios, en seguir disfrutando del milagro fortuito de la vida, sin caer en la legendaria tentación del sueño americanizado.

Domar la razón requiere de esfuerzo, y por eso los latinoamericanos no somos capaces de volvernos empáticos con los problemas ambientales que aquejan a las tribus indígenas. Encontramos la felicidad en un atractivo Iphone 6, en un famosísimo muro en Facebook, en un blooper subido a Youtube, en una impresionante Playstation 4 y en un poderoso Peugeot 208. Pero cuando el precio del materialismo se paga con el historial de valores aprendidos en la vida, nos quedamos endeudados, de brazos cruzados y con la cabeza gacha a punto de presionar el gatillo.

No es fácil recobrar la conciencia ecológica, y ser solidarios con el glorioso clamor de los incas, de los mayas y de los aztecas. Sabemos que los ciudadanos no aprovechan la apertura del conocimiento devenida con la tecnología del siglo XXI, para dedicarse a investigar con entusiasmo sobre nuestra rica identidad cultural, y así exigir respeto por la soberanía indígena y sus chamanes.

Vivimos esclavizados al pin del Blackberry, a los mensajitos por WhatsApp y a las conversaciones vía Skype. Por eso, cada día enfatizamos el sistemático aislamiento social, que se incrementa a causa del exagerado crecimiento urbanístico, el cual nos aleja más y más de las raíces autóctonas de los indígenas, destruyendo la posibilidad de convivir dentro de un modelo de sostenibilidad y sustentabilidad ambiental.

A nadie le importa que la industria de las telecomunicaciones asalte la laguna de Sinamaica, la comuna de San Pedro de Atacama o el departamento del Valle del Cauca, para colocar una gigantesca torre WiFi, una antena parabólica de TV y un transmisor de señal FM, en medio de las proverbiales zonas rurales que pertenecieron a los pueblos originarios. No obstante, todos los clientes foráneos gozarán con la alta conectividad inalámbrica, con los miles de canales satelitales y con los divertidos programas radiales, a expensas de menguar la calidad de vida de las familias campesinas e indígenas que allí habitan, por las constantes vibraciones electromagnéticas y las células cancerígenas que asfixian sus espacios naturales.

Probablemente sentimos muchísima rabia citadina, al ver que la esperanza de vida de los indígenas verdes y silvestres, es mayor que la percibida por los individuos fashion de las metrópolis. Aunque los pueblos originarios no son adictos a las pastillas de Bayer, Novartis y Pfizer, ellos emplean las plantas medicinales que nos regala la Naturaleza para curar las dolencias, sin tener que pagar grandes sumas de dinero en clínicas, operaciones, consultas y récipes médicos.

Se enferman menos y viven más. Una paradoja que invita a reflexionar sobre la neurosis desencadenada a nivel global, por un irracional estilo de vida que somatiza el embotellamiento vehicular, las discusiones de pareja, el bombardeo publicitario, la competitividad laboral, los berrinches de los niños y los inconvenientes personales.

Es común que nos quedemos ciegos, sordos y mudos, si se trata de vocalizar la herencia recibida por la lengua quechua, ya que tenemos un complejo de inferioridad producto del consumismo, de la televisión basura y de los antivalores adquiridos con el paso de los años. Surgen las interrogantes. ¿Será que somos cobardes, inmaduros o simplemente una manga de ignorantes? ¿Por qué rechazamos con tanta frialdad la sangre que corre por nuestras venas?

Pese a que los indígenas no usan zapatos Converse, perfumes de Armani y camisas de Tommy Hilfiger, se ven mucho más elegantes y originales con un precioso Huipil, Guayuco, Cushma o Quechquémel. Tampoco visten uniformes militares plagados de cascos, insignias y medallas a los costados, que aprueban las bombas, los tanques y las granadas de la guerra estadounidense. Y ni siquiera se inyectan botox, colágeno o ácido hialurónico para ocultar las arrugas y las manchas del rostro, pues los pueblos originarios ensalzan la presencia de los ancianos por la vasta experiencia alcanzada en sus trayectorias de vida, y no terminan envejeciendo en la soledad de los fríos centros geriátricos.

Si fuéramos un poquito más inteligentes, tal vez comprendiéramos que al rechazar el tambor de crioula, la trutruka o la flauta de caña que musicaliza una colorida danza precolombina, por el capricho de lucir un teléfono androide, una MacBook o una llave USB que boicotea una fiesta de cumpleaños, estamos negando la constelación generacional que todos llevamos por dentro, ya que luego de nacer, crecer y desarrollarnos en una región planetaria específica, adoptamos un rasgo bioquímico distintivo que no puede ser borrado de nuestro ADN, por el simple hecho de expatriarnos y vivir frente a la corrosiva Estatua de la Libertad.

No hay duda que el Imperialismo yanqui y sus tentáculos hispanoparlantes convirtieron el incansable espíritu de lucha de un valiente “indio”, en una palabra despectiva, ofensiva y denotativa de la errática idiosincrasia que ostenta el Nuevo Orden Mundial. Salimos de la casa llenos de envidia, resentimiento e hipocresía, mientras nos atosigamos en la calle con hamburguesas de McDonald ‘ s y gaseosas de Coca Cola, para después regresar al hogar y dormir un par de horas, en espera de repetir la misma deprimente rutina hasta el cansancio. Por el contrario, el mal llamado “indio” supera las adversidades del destino siendo fiel a su ideología pacifista, altruista e introspectiva, en la que se comparten las alegrías y se lloran las desgracias, nunca guardando rencores que envenenan los confines del Universo, y siempre resplandeciendo junto a la cálida luz del Sol.

Una enseñanza holística que pocos se atreven a meditar en silencio, ya que nuestro acelerado ritmo de vida no permite detenernos por un instante, y separar la verdad de las peligrosas mentiras que coexisten en el entorno. Quizás sentimos una gran envidia por el coraje de Kukulkán, que carcome el cuerpo y el alma de los lacayos más débiles. Lo afirmamos, pues existen muchísimos compatriotas latinoamericanos que suprimieron por completo las costumbres y las tradiciones de los pueblos originarios, eligiendo festejar el 4 de julio al ritmo de los brillantes fuegos artificiales.

Para ellos, los indígenas son parte de civilizaciones extintas yacidas en las aburridas páginas de los libros de antropología, que jamás se atrevieron a leer durante la formación académica obtenida. No olvidemos que la cultura indígena ha sido menospreciada y eliminada del pensum de estudio que cursan los jóvenes en América Latina, refiriéndonos a todos los centros educativos privados que prefieren enseñarle a los niños el pensamiento capitalista del Tío Sam, por encima del valor humanista que resalta las virtudes de la Madre Tierra.

Es escalofriante observar el grado de indiferencia que demuestra la colectividad, en quebranto del patrimonio cultural nativo. Muchas veces viajamos por estados, ciudades y municipios de nuestros países, cuyos nombres se relacionan directamente con ilustres caciques indígenas (Arecibo, Guairá, Maracaibo, Arichuna, Capiatá, Baruta, Tabasco, Arauco, Guaicaipuro, Caricuao, Tonaya, Manaure, Guamá, Chacao, Maturín, Abayubá, Yaracuy, Guayaquil). Ellos defendieron hasta la muerte la territorialidad de esos pueblos y evitaron en lo posible, que los colonizadores españoles y los invasores extranjeros saquearan el oro y la plata.

Pero, somos incapaces de estimar ese invaluable sacrificio de antaño y seguir honrando a quien honor merece. Es por tanta apatía del prójimo, que en pleno siglo XXI se continúa facilitando la entrada de empresas mineras, petroleras y gasíferas, que saben la ubicación exacta de esos anecdóticos territorios, para empezar sin titubeos con la intromisión, el despojo y la aniquilación de las comarcas indígenas.

Una sangrienta calamidad que las agencias de noticias oligarcas soslayan en los contenidos informativos que transmiten a diario, pero que nosotros explicaremos con objetividad basándonos en sucesos acaecidos recientemente, en aras de reivindicar los derechos y pedir justicia a favor de la resistencia indígena latinoamericana. Por ejemplo, las comunidades nativas de Pampa Hermosa, de Nueva Jerusalén y de Pichanaki, han tenido que ejercer acciones de protesta en Perú para aplacar el despotismo de la empresa argentina Pluspetrol, que con sus actividades exploratorias en busca de gas, con sus derrames de hidrocarburos y con sus tácticas dilatorias, está afligiendo el equilibrio ecológico de la Amazonía peruana.

Es tan espinoso el desastre ambiental que provoca la codicia de las transnacionales, que los indígenas ecuatorianos tuvieron que acudir a la Corte Penal Internacional, para denunciar el archiconocido ecocidio perpetrado por Chevron-Texaco, que sigue socavando los recursos naturales de las casi desaparecidas tribus originarias. Una situación similar se vive en Colombia, donde la guerrilla, el narcotráfico y las multinacionales, se encargan de destruir las tierras con la complicidad del gobierno neogranadino, que otorga las licencias sin pensar en la vida de los pueblos ancestrales, tal como lo hizo la Concesionaria Yuma para empezar a construir la Ruta del Sol sector III, la cual ya arremetió contra más de 50 espacios sagrados que adoraban los indígenas Kankuamos, Arhuacos, Wiwas y Koguis en la Sierra Nevada de Santa Marta.

En paralelo, el gobierno paraguayo tuvo la osadía de respaldar la prospección geológica impulsada por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, que tiene como hipocentro el paisajístico Cerro León enclavado en el Parque Nacional Defensores del Chaco, donde habita el aguerrido pueblo Ayoreo que sufre por todos los abusos cometidos dentro de su majestuosa territorialidad. Mientras que la tribu Yaqui en suelo mexicano remó contra la corriente para frenar el proyecto del Acueducto Independencia, el cual ha trasvasado millones de metros cúbicos de agua desde la cuenca del río Yaqui a la del río Sonora, sin considerar el derecho fundamental de acceso a fuentes de agua limpia que tienen los habitantes indígenas, quienes podrían quedar sin una gota del mercantilizado vital líquido.

Recordemos que la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP20), desarrollada en Perú durante el mes de diciembre del 2014, fue un total fracaso para el porvenir de los pueblos autóctonos, ya que desde el rebuscado “pabellón indígena” utilizado como puente comunicacional para escuchar las voces de las tribus nativas, no se atendieron en absoluto los reclamos expresados por los grupos étnicos que asistieron al lugar. Vale aclarar que la descomunal quema de combustibles fósiles por parte de los consorcios internacionales, viene intoxicando el modus vivendi de las comunidades indígenas, pues se afecta la calidad del Medio Ambiente debido a las emisiones de gases de Efecto Invernadero.

De hecho, ninguna de las exigencias presentadas por los pueblos originarios fueron plasmadas en los célebres “diez campanazos” dados a conocer tras la mencionada conferencia, y que supuestamente demuestran el rotundo éxito conseguido en la financiada cita empresarial.

Además, los líderes indígenas están siendo asesinados en varias provincias de Latinoamérica, porque intentan salvaguardar los recursos naturales de sus territorios. En países como Venezuela, Perú, Brasil, Guatemala, Colombia, Nicaragua y México, se intensifican los secuestros, las agresiones físicas y los sicariatos de figuras indígenas, que no dan su brazo a torcer por el gran amor que sienten hacia la Pachamama. Tenemos el lamentable caso del pueblo Garifuna en Honduras, que visualiza como los sembradíos de droga, el contrabando, los agro-combustibles, el desalojo forzado de tierras, el turismo genocida, las mafias sindicales y el crimen organizado, han matado la sonrisa de la bella mujer afrodescendiente.

A su vez, en febrero del 2015 los indígenas Ngäbe en Panamá refutaron el proyecto Hidroeléctrico Barro Blanco, debido a que violaba los principios de la constitución panameña, que resguarda los territorios indígenas e impide que sean privatizados o enajenados. Cabe destacar que Panamá es el país centroamericano que ha perdido con mayor rapidez su identidad cultural, siendo el resultado de un atroz proceso de transculturación, que convierte la semilla del Sterculia Apetala en kilométricas infraestructuras comerciales, edificios y autopistas.

Por otro lado, una serie de estancieros en la Patagonia ocuparon tierras de los mapuches de forma ilegal, perjudicando a los indígenas de Comallo y Zapala que padecen la transgresión a la Ley Nacional 26.160, la cual se halla vigente en la geografía argentina y prohíbe desalojar a los pueblos originarios de sus tierras. De igual manera, el Consejo Autónomo Ayllus Sin Fronteras que labora en Chile, denunció la profanación del cementerio indígena prehispánico de Topáter durante el mes de enero del 2015, tras la irrupción de una motoniveladora a cargo de la empresa Aguas Antofagasta, que causó un profundo daño arqueológico en la hierática zona que data de hace 2.500 años AP.

Hasta la fecha, ningún ente gubernamental chileno ha condenado públicamente ese delito socio-ambiental, y no se enjuiciaron a los seres inescrupulosos que llevaron a cabo la degradación de la superficie, evadiendo el marco reglamentario de la Ley 17.288 que deja bajo tuición y protección del Estado a los cementerios aborígenes. ¿Por qué no se cumplen las leyes que defienden el legado de los pueblos originarios? ¿Qué pasaría si la motoniveladora en vez de romper el arte de los indígenas, hubiera tumbado una enorme torre WiFi que interconecta a millones de chilenos? Seguro que la nefasta noticia sería un “trending topic” en Twitter, y todos los cibernautas del resto del Mundo, se burlarían de la mala suerte que envuelve a los usuarios chilenos.

A lo largo del artículo vimos que los indígenas son engañados y traicionados por los corruptos gobiernos de turno, que le dan la espalda a sus propias raíces culturales. No son tomados en cuenta por los organismos ministeriales al aprobar o rechazar los megaproyectos extractivos, evitando realizar los estudios de impacto ambiental y las consultas públicas necesarias, para evaluar la opinión de los pobladores antes de iniciar los trabajos con maquinaria pesada. Son considerados una “minoría étnica” que entorpece los jugosos contratos que traen consigo las transnacionales, los inversionistas y su macabro escuadrón de ataque.

Queda claro que la cosmovisión tiene sus días contados en el planeta Tierra, por la agresiva globalización del orbe y la salvaje desidia ambiental, que deja ardiendo los ojos, las lágrimas y el llanto del indígena. Esta noche prendamos una vela aromática de optimismo, e iluminemos el futuro conservacionista de los victoriosos pueblos originarios.

Fuente original: http://ekologia.com.ve/

Imagen tomada de: http://hechoecologico.weebly.com/uploads/1/8/5/3/18533360/3510231.jpg?507

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Venezuela: Ministerio de Educación ofrece planes vacacionales de siembra y producción

Venezuela/04 agosto 2016/Fuente: Noticia al Día

El ministro de Educación, Rodulfo Pérez, admitió que el periodo escolar 2015-2015 fue muy complicado debido, a su juicio, a la caída de los precios del petróleo y a lo que el gobierno denomina guerra económica cuyas “empresas de distribución de alimentos que han desarrollado una agresión general contra el pueblo”.

Destacó que, pese a las dificultades, este año se firmó la contratación colectiva única del magisterio “que benefició a más de 729 mil trabajadores no solo del magisterio, sino también obreros y administrativos de MinEducación”.

Resaltó que además se pudo mantener el Programa de Alimentación Escolar pese a la escasez de alimentos. “Tuvimos dificultades, pero pudimos desarrollar el programa y nunca se paralizó”.

Para concluir, Pérez explicó que durante el periodo vacacional el ministerio trabaja en los circuitos educativos para impulsar las actividades de siembra y producción. “Más de 2 mil 600 instituciones tienen actividad agrícola y de producción durante las vacaciones que estarán abiertas desde agosto hasta septiembre”.

Fuente: http://noticiaaldia.com/2016/08/ministerio-de-educacion-ofrece-planes-vacacionales-de-siembra-y-produccion/

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Pachamama: La importancia de volver a la tierra

Por Ecportal

Para acercarnos a la Diosa de la Tierra, la gran dadora de abundancia y fertilidad, debemos empezar por cuidar nuestro lugar y buscar la forma que mejor se adapte a nosotros para rendirle ofrendas.

Cuán lejos estamos en las urbes posmodernas de sentir el valor que tiene la Madre Tierra en nuestras vidas? Somos hijos de la Pachamama o Madre Tierra y debemos adorarla como se merece. Sin embargo, como seres pensantes nos hemos alejado bastante de ella. Por un lado dejamos que las ansias de poder nos envuelvan en un avance humano en el que el valor reside en la intangibilidad de lo financiero, el consumo del materialismo adormecedor, el llenar nuestras vidas con sucesos efímeros que nada dejan y nada aportan a nuestro ser.

Una de las tantas tareas en esta vida es ver quiénes somos, descubrir cuáles son nuestras raíces, y a quién debemos rendirle honores y ofrendas. Sin embargo, para ello, tampoco debemos olvidar que somos seres portadores de divinidad y somos los intermediarios entre el cielo y la tierra y que nuestra humanidad reside, en parte, en reconocernos de esa manera. Obrar consecuentemente es entonces la forma de ser verdaderos hijos de la Pachamama, porque a través de nuestros actos divinos con el entorno lograremos la armonía en nuestras acciones humanas.

Adorar a la Pachamama

El término Pachamamase encuentra formado por los vocablos “Pacha”, que en quechua significa universo, mundo, tiempo, lugar, y “Mama”, traducido como madre, tierra, la fertilidad, lo femenino.

La Pachamama es por ello nuestra vida y si le damos la espalda, como está sucediendo en la actualidad con el ritmo de consumo y, por ende, alta producción contaminante, nos estamos dañando a nosotros mismos.

No es tarea fácil rendirle honores a la Pachamama, porque es un camino que tiene muchas bifurcaciones, diríamos casi como personas hay en este mundo, y éste puede ir desde ser un fanático activista ecológico, ser un gran defensor de costumbres indígenas, o simplemente tener nuestra propia huerta orgánica en casa.

Cómo acercarnos a la Tierra

Con el ritmo acelerado de la vida moderna, que incluyen las tareas cotidianas, las largas horas de trabajo, la nueva era informática, etc. a veces preferimos hacer oídos sordos y ocupar nuestro tiempo en cosas o cuestiones superfluas, egoístas, ociosas, materialistas, antes que invertirlo en crear un espacio propio que nos conecte a la Tierra, a nuestros orígenes, a la vida.

Por ello, a continuación proponemos algunas actividades que nos pueden ayudar a volver a la tierra:

Crear huertas orgánicas: además de comer de forma más saludable, los cultivos en casa es una forma de tocar la tierra, sentir el valor de sus nutrientes, acompañar el proceso de crecimiento de las plantas, respetar y conocer los ciclos naturales y el ritmo de las estaciones del año.

Salidas al aire libre: viajar y/o aprovechar las salidas en momentos de ocio para contemplar la naturaleza, los paisajes, sentir el calor del sol, mirar el cielo, etc.

Armar nuestro propio jardín: buscar un espacio en nuestro hogar en el que tengamos plantas, flores, arbustos.

Tener mascotas: los animales domésticos, además de ser excelentes compañías, nos ponen en contacto con la naturaleza.

Colaborar con asociaciones de ayuda a comunidades aborígenes y/o en fundaciones ecologistas: puede ser a través de actividades directas o apadrinándolas con donaciones u otros aportes.

Estudiar los orígenes o antepasados de nuestro lugar de nacimiento: esta es una forma de volver a las raíces.

Respetar nuestro entorno a nivel ecológico: producir menos basura, cuidar el agua, evitar la compra de cosas innecesarias, no producir chatarra electrónica, etc.

Celebraciones regionales

Los pueblos originarios cuentan con una infinidad de fiestas durante todo el año relacionadas al ciclo agrícola de las estaciones. Es el cultivo de la tierra lo que establece los ritmos indígenas, pues ahí se germina la vida, la naturaleza, el alimento y, a través de todo esto, se alcanza la abundancia.

Los nativos latinoamericanos nunca olvidan agradecerle sus frutos a la Pachamama, y se dedican a rendirle honores durante el mes de agosto. Así, el calendario agrícola marca la pauta de la vida de los pueblos originarios. Después de la cosecha, la tierra descansa y despierta en agosto con “hambre”. La creencia es que para que no se coma las semillas de la siembra, que empieza el 21 de agosto, hay que alimentarla simbólicamente. Durante todo el mes, los pueblos andinos le hacen ofrendas, que significa devolver de forma ritual lo que la tierra ha dado durante todo el año, es decir, se le dan alimentos, agua, coca, chicha, vino, etc. A su vez, es una oportunidad para pedir por prosperidad y por salud para el resto del año.

Celebrar a la Pachamama es esencial en la concepción ancestral de los pueblos indígenas. Esta costumbre se asienta en que ellos asumen que son parte de un ser mayor, la Tierra, y esta celebración es un modo de asumirlo.

El ritual del 1° de agosto

El ritual a la Pachamama es, probablemente, la más popular de las creencias mitológicas del ámbito incaico que aun sobreviven con fuerza en algunas regiones del Noroeste Argentino (NOA) y muy especialmente en Jujuy. La difusión del mito usa como vehículo las lenguas quichua y aimara.

Cuando llegaron los españoles, la Pachamama ya era una leyenda en el folklore incaico, lo cual indica que su origen hay que buscarlo en las comunidades agrícolas del occidente sudamericano.

El primero de agosto es el día de la Pachamama. Ese día se entierra en un lugar cerca de la casa una olla de barro con comida cocida. También se pone coca, yicta, alcohol, vino, cigarros y chicha para “alimentar” a la Pachamama. Cada vez que se va a sembrar, cosechar, marcar la hacienda o correr el ganado, se hace un hoyo en la tierra y se depositan allí las variadas ofrendas, esto es lo que se llama corpachar o dar de comer a la tierra.

Ese mismo día hay que ponerse unos cordones de hilo blanco y negro, confeccionados con lana de llama hilando hacia la izquierda. Estos cordones se atan en los tobillos, las muñecas y el cuello, para evitar el castigo de la Pachamama.

Hoy se da este nombre a la tierra en un concepto deificado. Es la Madre Tierra, como la representación del Dios del bien, ella que nos demuestra generosidad en todo sentido, haciendo mudar los frutos u ofreciéndonos los minerales y riquezas guardadas en su seno.

A esta deidad periódicamente se le rinde pleitesía mediante el acto ritual denominado Challa, en afán de reparar con este rito la acción humana de hollar en su seno, al mismo tiempo se agradece los bienes que nos ofrece para nuestro sustento o las riquezas que guardaba en su seno, pidiendo que no deje de favorecernos.

La Pachamama es por lo tanto la diosa femenina de la tierra y la fertilidad; una divinidad agrícola benigna concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. La Pachamama vendría a ser la diosa de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y el Estado Andino.

¿Qué son las apachetas?

En las sendas de los cerros se encuentran cada tanto amontonamientos de piedras llamados apachetas. Poseen un doble significado; por un lado, actuar de guía y señalización para los viajeros, y por otro, ser un altar en el cual se dejan ofrendas de diversas características para la Madre Tierra: hojas de coca, vino, chicha, comida, cigarrillos, yerba, etc. La fe depositada en estas apachetas a través de las ofrendas reside en que es la Pachamama quien ayudará a los peregrinos a llegar a destino sin inconvenientes.

¿Qué se le ofrece a la Madre Tierra?

Cigarrillo: Se fuma durante la quema para ahuyentar las malas vibras.

Lana: Según los colores atrae la buena suerte.

Vino: Se brinda para calmar la sed de la Madre Tierra.

Hoja de Coca: Esta hierba es elegida porque calma el cansancio de los hombres en sus trabajos más duros. Además, calma el hambre y quita la sed.

Maíz: Se busca para tener mayor seguridad.

Miel: Este ingrediente permite endulzar los pedidos.

Plata y oro: Para que la canasta familiar se mantenga llena.

Tierra de hormiga: Para que no falte el trabajo.

Mirra: Se utiliza para alejar la envidia de las personas cercanas.

Pétalos de rosa: Para que florezca la abundancia y el dinero.

Cerveza y vino: Son considerados el elemento de la salud. También son consideradas las bebidas de la alegría y de la diversión.

Chicha: Es otro manjar para la tierra. Se elabora con muchos días de anticipación, ya que necesita un tiempo de estacionamiento, para estar a punto en el color, el gusto y el aroma.

Fuente:

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Bután, Cero fertilizantes. Será el primer país del mundo en permitir sólo la agricultura ecológica

www.ecoportal.net/03-08-2016/

Bután, un país con unos 750.000 habitantes, se convertirá antes del 2020 en el primero del mundo en el que todos sus alimentos se cultivarán con prácticas de agricultura ecológica.

esa fecha estará prohibida la venta de pesticidas y herbicidas químicos.

Los agricultores butaneses utilizarán para sus cultivos únicamente abonos orgánicos naturales, obtenidos de su ganadería, y ningún producto químico artificial.

Actualmente gran parte de su agricultura es orgánica, al no utilizar apenas pesticidas y herbicidas artificiales por su alto precio.

Bután tiene la intención de exportar sus alimentos naturales a los grandes mercados chino e indio, sus vecinos geográficos.

El ministro de agricultura Pema Gyamtsho, que es también un agricultor como otros ministros en este país, ha anunciado este plan en la Cumbre de Desarrollo Sostenible, celebrada en Nueva Delhi (India) a principios de este mes.

El ministro recalcó los efectos nocivos del uso de fertilizantes químicos en la calidad de frutas y verduras por su menor valor nutricional y la contaminación de las aguas subterráneas.

Los butaneses tradicionalmente practican labores agrícolas, que sin el uso de productos artificiales, mantienen producciones de alimentos suficientemente altas y mantienen la calidad agrícola de los suelos.

La intención del gobierno para mantener la producción de alimentos sin químicos es aumentar las tierras de regadío y usar variedades locales que son resistentes a las plagas.

Los agricultores de Bután se enfrentan en los últimos años a serios problemas como la sequía o la escasez de mano de obra que emigra a las ciudades.

¿Crees que algo así sería posible en algún otro país del mundo?. Ecoportal.net

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Australia: Students dig deep for Schools Tree Day


STUDENTS at Aranda Primary helped celebrate the 21st year of Planet Ark’s Schools Tree Day by planting an edible garden at the school on Friday.

The not-for-profit environmental foundation, Planet Ark, again partnered with Toyota for what has become Australia’s largest community tree-planting and nature care event.

Through Schools Tree Day and National Tree Day on Sunday, Planet Ark seeks to educate the nation on the value and importance in preserving the environment.

Canberra Toyota has been involved with local primary schools over the last six years and this year, under the leadership of dealer principal Mirko Milic, also supported Merici College and Teddybears Childcare Centres at Curtin and Macarthur.

Since 1996, National Tree Day and Schools Tree Day have been responsible for planting more than 23 million trees, plants and edibles with 3.8 million Australians donating their time throughout the years.

In 2015, more than 300,000 Australians pitched in across some 3600 sites with more than 1.2 million plants added to local communities.

Planet Ark’s Debbie Agnew says: “To see National Tree Day reach its 21st year is very exciting. For more than two decades, Australians have stood behind the initiative and made a real contribution to the health of their local communities and the environment. With the support of Toyota and its dealer network, National Tree Day is sure to go from strength to strength and continue to provide a needed boost of nature for many Australians.”

Fuente: http://citynews.com.au/2016/students-dig-deep-schools-tree-day/

Fuente: http://citynews.com.au/wp-content/uploads/2016/08/MG_1331-e1470018065717.png

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Bretaña elimina seis mil millones de bolsas de plástico de la circulación

Europa/ Reino Unido/Agosto del 2016/Noticias/www.kenyastar.com

Adquisición de bolsas de plástico por los minoristas se reduce de siete mil millones a la mitad de mil millones

• Gales del pionero de la victoria, noticias demuestra ser un gran impulso para el medio ambiente

• El apoyo a la prohibición de plásticos desechables como las superficies, los grupos de presión para recaudar impuestos de plástico

LONDRES, Reino Unido – El uso de plásticos se ha reducido en 6 mil millones con la introducción de un impuesto al plástico 5p por Gran Bretaña.

Destacando el éxito, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales dijo que la reducción fue equivalente al peso de 300 ballenas, tortugas 3.000 asientos o 3 millones de pelícanos.

Teresa Coffey, el ministro de Medio Ambiente afirmó en un comunicado, «Toma de seis mil millones de bolsas de plástico fuera de circulación es una noticia fantástica para todos nosotros – que significa nuestra vida marina preciosa es más seguro, nuestras comunidades son más limpios y no serán ensillados las generaciones futuras con las montañas de plástico «.

El fiscal establecido el 5 de octubre el año 2015 registró una caída drástica en el uso de bolsas de plástico dentro de los seis meses de su introducción; de 7 mil millones a menos de la mitad de mil millones. El impuesto sobre el uso único bolsas de plástico requiere minoristas con 250 empleados en sus rollos de imponer la carga de sus clientes.

El uso reducido de bolsas de plástico también ha permitido a los minoristas para regalar a los 29 millones de libras guardadas a organizaciones benéficas.

Gales fue el primero en aplicar un impuesto de este tipo en 2011 y fue seguido por Irlanda del Norte en 2013 y Escocia en 2014.

Plaid Cymru Sombra Secretario del Gabinete de Energía, Cambio Climático y Medio Rural Simon Thomas AM ha dicho en un informe, «Es alentador ver a una política pionera en Gales asegurar el éxito del mismo modo obligada por la frontera.

Gales había visto una reducción del uso de plástico en un 76 por ciento tras la imposición de impuestos.

Los datos han impulsado los esfuerzos de los grupos ambientales que creo que va a tener efectos importantes sobre el ecosistema.

El Dr. Sue Kinsey, de la Sociedad de Conservación Marina del Reino Unido ha dicho: «Estamos esperando con los cargos en su lugar ahora en todas las partes del Reino Unido, vamos a ver una disminución en el número de bolsas se lavan para arriba en nuestras costas».

Según revista Science, ocho millones de toneladas de plástico entra en el océano cada año.

El éxito del impuesto también ha reforzado las demandas para llevar pequeños propietarios de tiendas bajo el ámbito del impuesto. sin embargo, el gobierno ha dicho que esto no sería factible, ya que daría lugar a una gran carga administrativa de las pequeñas empresas.

Los datos también ha animado a los activistas que piden la distancia haciendo de vasos desechables, envases de comida rápida de poliestireno, de un solo uso de envoltura que tienen un efecto adverso sobre el medio ambiente.

Propuestas para introducir el impuesto en 2015 se encontraron con una fuerte resistencia de los minoristas como Tesco.

Fuente: http://www.kenyastar.com

Fuente imagen: http://cdn.bignewsnetwork.com/thumb_small/uni1469871899.jpg

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