Page 4 of 8
1 2 3 4 5 6 8

Argentina: ¿De qué se trata la Educación Expandida?

Argentina / 22 de julio de 2018  / Autor: Redacción / Fuente: APTUS

En el 2012 empezó a acuñarse formalmente el término de Educación Expandida, aunque no se trataba tanto de una novedosa metodología pedagógica sino de la asunción de que algunos principios educativos como la educación formal y la informal, que a su vez aglutinan la autoridad docente y paternal, la transmisión oral o escrita de conocimientos y la que se transmite a través de las redes sociales, podían funcionar de forma complementaria, cuando no interdependiente.

Pese a la novedad del término y su relativa popularidad en algunos entornos pedagógicos, la Educación Expandida no ha hecho sino situar en pleno siglo XXI una polémica, la que enfrenta lo que se aprende en el aula con lo que también se aprende fuera de ella, que prácticamente nació con la propia escuela como institución, según consignó el blog Aula Planeta.

Pero este debate, cuya intensidad ha ido creciendo y decreciendo a lo largo de la historia de la escuela, ha cobrado una renovada fuerza de la mano de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y del acceso que estas permiten a masivas cantidades de información, dando a luz a teorías pedagógicas como el conectivismo, que aboga por un aprendizaje que, en la era digital, se produce cuando los individuos se conectan entre sí a través de las TIC, juegos virtuales y redes sociales.

Esta visión del aprendizaje contempla el proceso formativo como una red, no solo digital o tecnológica sino también humana, que se vale de nodos y conexiones para desarrollarse en cualquier lugar. Al diluirse las fronteras de la educación formal y la informal, se habla de una ubicuidad, pudiendo aprender en cualquier ámbito y momento.

La Educación Expandida implica un alumno que crea su propio itinerario de aprendizaje y que deberá tener unos mínimos conocimientos en alfabetización informacional, mediática y digital, pero además también supone un cambio en el rol habitual del maestro, que debe formarse en este nuevo proceso de alfabetización.

Fuente de la Noticia:

¿De qué se trata la Educación Expandida?

ove/mahv

Comparte este contenido:

En Perú: Gastón Garatea. “No podemos imponer sexualidad en los libros”

Autor: Expreso

Gastón Garatea, expresidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, señaló a EXPRESO que no se puede imponer una determinada tendencia sexual a través de textos escolares, porque se trata de material enseñanza pública que se elabora con fondos del Estado.

“No puedo entrar en el detalle de lo que se escribe en esos textos escolares. Entiendo que la ideología de género no existe y lo que realmente existe son los géneros. Se debe enseñar la verdadera educación sexual como la concebimos  desde la procreación hasta el nacimiento del ser. Descarto cualquier otra tendencia que se quiera imponer en los libros”, señaló.

Garatea remarcó que la enseñanza en los colegios debe ser humanista y no distorsionada, porque es la única manera de preservar los auténticos valores de la familia que son los que promueve la Iglesia. Aclaró, sin embargo, que en materia religiosa tampoco se puede imponer a nadie porque cada quien tiene derecho a ejercer la libertad de culto.

“La sexualidad es un tema que debe enseñarse sin sesgos ideológicos. El problema es que hay mucha gente que se aprovecha de la confusión para postular cualquier burrada. La sexualidad tiene que ser mostrada de manera pedagógica y humanista. No podemos mezclar las creencias de los liberales y de conservadores”, remarcó.

Fuente: https://www.expreso.com.pe/politica/gaston-garatea-no-podemos-imponer-sexualidad-en-los-libros/

Comparte este contenido:

Manual para evitar ‘tecnologías machistas’

Eapaña/07 de Abril de 2018/Por. Pablo Romero/Público

La tecnología es un mundo mayoritariamente masculino, algo que genera sesgos preocupantes en campos como la inteligencia artificial, el ‘machine learning’ o el ‘big data’. Para acabar con ello se necesitan, obviamente, mujeres.

Inteligencias artificiales machistas y racistas, productos que no tienen en cuentarealidades para cualquier mujer, denuncias contra la ‘testosterona digital‘. El mundo se mueve ya sobre una capa digital creada, sobre todo, por hombres. En el sector tecnológico faltan ellas -sólo una de cada cinco personas que trabajan en las TIC en Europa son féminas- y supone un problema que reconoce hasta el propio Gobierno. Para evitar el sesgo machista que padece la esfera digital, todo un reflejo de nuestra sociedad, sólo hay un camino: atraer a más mujeres.

Partamos de una premisa: la tecnología en sí no es machista. El problema es de dónde aprende la tecnología. “Estamos hablando todo el rato de inteligencia artificial, de ‘machine learning’, de ‘deep learning’, de ‘big data’ y todos estos términos de moda, y el problema es la mayor parte del funcionamiento de toda esta tecnología se extrae de grandes colecciones de datos que generamos los usuarios”, comenta Lorena Fernández, ingeniera informática y directora de Identidad Digital de la Universidad de Deusto, en una conversación telefónica con Público.

“El problema es que estamos en una sociedad sesgada, todos y todas tenemos un montón de estereotipos en la cabeza, y la tecnología lo que hace es acrecentar esos sesgos ya que está procesando grandes cantidades de esa información que generamos”, añade Fernández.

Sin embargo, esta experta no cree que los algoritmos sean neutros, aunque  a menudo esa falta de neutralidad no es intencionada. Ella no cree que existan algoritmos intencionadamente machistas, sino que en muchas ocasiones no se ha tenido en cuenta ese posible sesgo en su elaboración, dado que el mundo tecnológico es, mayoritariamente, un mundo de hombres. “No sólo hay sesgos machistas, sino racistas, religiosos… la interseccionalidad, es decir, cómo te apartan en base a algunos conceptos como el género o la raza, en la tecnología es brutal”, afirma esta experta.

Más mujeres, por favor

Faltan mujeres en tecnología, y en general falta diversidad en los equipos humanos que trabajan en este sector. Para Fernández, la principal consecuencia de ello es que cuando surge un problema no se piensan en soluciones desde todas las perspectivas. “Por ejemplo, hace unos años hubo un proyecto europeo que consistía en un programa de reconocimiento de voz, pero la persona de la Comisión Europea que tenía que validarlo era una mujer y con su voz no funcionaba; había sido desarrollado por un equipo masculino que no había tenido en cuenta esa posibilidad, no se había probado”.

Los sesgos machistas en tecnología no son inmediatamente detectables

Además, los sesgos –machistas, racistas o de cualquier otro tipo- en tecnología son “sutiles”no son inmediatamente detectables. Es decir, la brecha salarial o los problemas para ascender socialmente son aspectos inmediatamente reconocibles (techos de cristal que, a menudo, se podrían llamar de cemento), pero el hecho de que un algoritmo tenga un sesgo machista no lo es tanto.

Por ejemplo, en un experimento de 2015 se mostró cómo un anuncio de un puesto de trabajo muy bien retribuido era mucho más visible para hombres que para mujeres en internet, algo que pone en cuestión la neutralidad de los anuncios segmentados en la red. Que la mayoría de las mujeres no pudieran ver ese anuncio por el simple hecho de ser mujeres ya estaba condicionando un posible ascenso social, un porvenir mejor.

¿Por qué hay tan pocas?

Hay una larga serie de factores por los que faltan mujeres profesionales en los campos científicos y tecnológicos. Por un lado, existe una enorme cantidad de estereotipos en el imaginario social. Existen algunos estudios significativos al respecto, como por ejemplo el programa “dibuja a una persona científica” de la Northwestern University (EEUU). En él se puede comprobar cómo durante las décadas de 1960 y 1970 el 99,4% de los niños dibujaron a un científico masculino;  esa proporción cayó a un promedio de 72% en los dibujos realizados entre 1985 y 2016.

El problema también tiene que ver con la educación formal e informal de las niñas. Por un lado, Fernández, -que es además mentora de InspiraSTEAM, un proyecto que busca el fomento de la vocación científico tecnológica entre las niñas- identifica un problema de confianza en ellas, en parte por “los mensajes que reciben de su entorno son del tipo ‘no seas mandona’ frente a las ‘dotes de liberazgo’ de un niño, o bien ‘qué guapa eres’ frente a ‘qué listo eres’, o ‘eres muy trabajadora’ frente a ‘eres brillante’”.

Imagen de Wiki Women Editors Project. | Chenspec (CC)

Imagen de Wiki Women Editors Project. | Chenspec (CC)

Por otro lado, existe un contexto social, como muestra un reciente estudio publicado en Science que analiza datos PISA y constata cómo en los países con mayor desigualdad social hay menos niñas que niños con alto nivel en matemáticas.

Además, las mujeres tienen que esquivar un importante factor familiar. “A veces es el entorno más cercano quien se preocupa por que quizá terminen en un campo hostil, por el mero hecho de ser la única en clase o en el puesto de trabajo”, comenta Fernández. Esta ingeniera informática confiesa que ella misma empezó trabajando, como administradora de sistemas, en una empresa en la que el armario de los servidores estaba en el baño masculino porque a nadie se le había ocurrido antes que esto fuera a ser un problema.

Una carrera de obstáculos

La lista de impedimentos que tienen que sortear las féminas para desarrollar su carrera científico tecnológica sigue y es casi interminable: desde los juguetes y su función como asignadores de roles –es interesante la labor de GoldieBlox, una compañía de juguetes y contenidos orientados a futuras ingenieras- hasta ya de adultas con asuntos como la conciliación laboral y familiar, los ya mencionados ‘techos de cristal’, los sesgos a la hora de reclutar candidatos o candidatas a un puesto laboral o de responsabilidad, o simplemente la falta de referentes para las niñas: “No puedes imaginar ser lo que no ves”, comenta Fernández.

Por esa razón, ella misma ha reunido un directorio de mujeres tecnólogas que han hecho historia, una interesante lista que sigue creciendo, y que sirve como referencia y como merecido homenaje.

“Aunque no tenga una ideología premeditada detrás, la tecnología tiene derivadas sociales y produce cambios; si la tecnología es construida desde perspectivas más diversas, creo que va a ser más rica”, apunta Fernández, y sostiene que “aunque no se trata sólo de una cuestión de género, es básico que no desperdiciemos la creatividad del 50% de la sociedad que se está quedando fuera del diseño y de cómo pensamos la tecnología”.

Un caso concreto: la ciberseguridad

¿Por qué no hay más mujeres trabajando en ciberseguridad, por ejemplo, cuando las féminas son las principales víctimas de fraudes y robos de identidad en la red? Esto se lo ha preguntado recientemente la socióloga e investigadora estadounidense Winifred Poster en un editorial en Nature.

Sólo el 11% de todas las personas dedicadas a la ciberseguridad son mujeres

En su texto, Poster pone de manifiesto el hecho de que en todo el mundo sólo el 11% de las personas dedicadas profesionalmente a la ciberseguridad son mujeres (PDF), y reivindica un mayor reconocimiento de la aportación histórica de las mujeres a la ciberseguridad, sin paternalismos y admitiendo que, en este campo, ellas suelen estar más preparadas que ellos en campos más diversos.

“Tenemos que pelar en todos los sectores para abordar estos problemas desde un mayor número de puntos de vista”, comenta Fernández, que añade: “La ciberseguridad, junto con la robótica y la inteligencia artificial, es una de esas ramas que van a ser claves a nivel mundial, se van a tener que realizar grandes inversiones en personas que desarrollen esa tecnología, y si de nuevo caemos en el error de hacer estos desarrollos desde una sola perspectiva habrá problemas que no se aborden”.

Fuente: http://www.publico.es/sociedad/cibersociedad-manual-evitar-tecnologias-machistas.html

Comparte este contenido:

Publicación de libro: ‘Capitalismo, SOCIOLOGÍA, ESCUELAS y PEDAGOGÍA: etnografías a las clases y culturas de clases sociales’

España / 1 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Comunista

El autor es el canario, Antonio Javier Gómez y Jiménez, titulado doctor en pedagogía y sociología.

Esta obra es la tesis doctoral que trata sociología del sistema educativo. Muestra sutil virus capitalista que está y se reproduce en instituciones escolares.

Lucha de clases sociales, desigualdad, género, relación conflictiva clase social explotadora, y subalterna; proletariado frente a clase capitalista dominante o/y dirigente, presente ello del acontecer en vida escolar (curriculum, contenidos académicos, enseñanza inconsciente, oculta; formación docente, evaluación, actividades extraescolares, fracaso escolar: falacias, enigmas y certezas de problemática social gestionada con malicia).

Socializar en derecho a educación formal ha sido estudio y propuesta de interesantes teorías (reproducción cultural, correspondencia,teoría de resistencia,y desde ámbito marxista,Gramsci,Bourdieu, Bersntein,Willis,Althusser).

La tesis-Excelent/CumLaude- las actualiza, expone resultados:investigación conjunta, holística,en acción. Durante tránsito laboral pedagògico (indiscreto) en 2 escuelas en ámbito colonial y capitalista,isla Tenerife. Desarrollando por novedad estudio de biografías y autobiografía, y etnografías.

Libro ya disponible en https://www.morebooks.de/?locale=es

Fuente de la Reseña:

Publicación de libro: ‘Capitalismo, SOCIOLOGÍA, ESCUELAS y PEDAGOGÍA: etnografías a las clases y culturas de clases sociales’

Comparte este contenido:

“Falta formación sobre feminismo” Entrevista a Ana Ojea Profesora de Secundaria y feminista

Europa/España/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Ana Ojea critica la situación del feminismo y la igualdad de género en los centros, como parte de una cadena «cortada por un montón de tramos», desde la Administración, la universidad o la inspección educativa.

Profesora de dibujo en el Instituto Politécnico de Vigo, Ana Ojea se declara feminista “desde los 18 años”. En el último año y medio intenta trasladar estas ideas a sus alumnos a través de la Comisión de Igualdad del centro, que coordina junto a su compañera Eva Piña. Ojea lamenta que la administración no tiene interés en el feminismo más allá de hacerlo constar en las leyes porque lo contrario parecería raro, pero no se implica en la formación real en Igualdad, “que está olvidada en los centros”. No lo hacen ni la administración ni, advierte, muchos compañeros de profesión, dejando la educación en igualdad al albur de la buena voluntad de algunos profesores. La Comisión de Igualdad de su centro está compuesta solo por mujeres.

¿A qué se debe esta ausencia de varones? ¿Fue una elección consciente y buscada?

Somos las únicas que de forma voluntaria hemos querido trabajar la desigualdad y la diversidad. Hemos invitado a todo el claustro, somos casi 150 profesores porque el centro es muy grande, pero nadie más se ha sumado. Un compañero solo, quiso sumarse a nivel burocrático, pero se jubila pronto. Las que hacemos cosas somos solo profesoras.

¿No manda esto una señal un poco regular?

Por supuesto que sí. No es solo regular, esto es un detalle dentro de lo demás. No tenemos demasiado apoyo en el claustro, pero estas cosas suelen ser así, estamos acostumbradas.

¿Es un claustro joven, mayor, mediana edad?

Hay un poco de todo. Es un centro en el que tenemos ciclos formativos y Bachillerato y la mayoría de las profesoras somos de la ESO y Bachillerato. No sé si esto marca alguna diferencia, pero es así. Es el tercer centro en el que soy definitiva y esto es algo generalizado; es habitual. Mi hermana, en su centro, está trabajando esto casi en soledad. El hecho de que en nuestro centro seamos diez-doce es notorio.

¿Qué actividades realizáis en la Comisión de Igualdad y Diversidad?

Sobre todo nos centramos en las fechas. Es muy difícil trabajar esto de manera transversal durante el curso. Intentamos hacerlo durante el curso, pero es difícil porque los currículums son muy extensos. Focalizamos nuestra atención y hacemos actos públicos dirigidos a todo el centro en fechas específicas: 25 de noviembre y esta semana del 8 de marzo. Para la diversidad también el 17 de mayo.

Normalmente el 25-N hacemos una exposición fotográfica donde invitamos al alumnado que quiera participar con esa temática contra la violencia machista. Intentamos meter alguna charla o actuación que hable sobre el tema.

Ahora lo que estamos haciendo es utilizar un material que hicimos el año pasado, un vídeo en el que salían 30 alumnos y docentes que se definían como feministas y decían por qué. Este año Carme Adán hizo una unidad didáctica sobre ese vídeo y con el alumnado de 1º de la ESO de Valores Éticos están presentando el vídeo y la unidad didáctica a otros grupos. Creo que está siendo un éxito. También hemos hecho un photocall con “bocadillos” con frases extraídas del vídeo y cada uno elige la frase que quiere y sale en la fotografía con ese bocadillo.

Para terminar, el viernes, las dos últimas horas de clase vamos a organizar un par de actuaciones. La primera es una charla e intervención de Lupita Hard, que es una artista multidisciplinar de Vigo, feminista, que se ha hecho bastante famosa en la ciudad, sobre todo entre la gente joven. Aparte de hacer exposiciones es poeta y hace recitales. Su marca particular es que dibuja vulvas enormes, que no es tan nuevo per se, se hacía en los 70, pero sigue siendo bastante novedoso. Le han estropeado muchos murales. Va a venir a contarnos quiénes son sus referentes feministas, que también es importante, y hablará de su obra y sus grafitis y nos pintará uno en el centro.

A primera hora de la mañana vamos a tener un recital de artistas gallegas, el colectivo 85C. Intentan visibilizar y crear conciencia de la poca presencia de mujeres artistas que existe en todos los ámbitos. Van a venir dos bailarinas, dos poetas y una sin gei.

¿Y con respecto a la huelga?

Hemos pegado una serie de carteles de apoyo a la huelga que hicimos las profesoras, y las que hemos querido sumarnos a la huelga hemos hecho carteles individualizados y los hemos pegado en las aulas. La mayoría de las alumnas irán a la huelga. Las profesoras no lo hemos hablado demasiado, pero es una cosa personal y cada una hará lo que considere. Había muchas dudas entre hacer el paro de dos horas o el de 24h. Mi opinión personal es hacer la de 24 horas. Me da rabia que los sindicatos mayoritarios no hayan apoyado la huelga, afloja el tirón que se tiene desde otros movimientos, plataformas feministas y sindicatos, aunque sea minoritario.

¿Estas actividades hacen camino entre el alumnado? ¿Suponen un cambio?

Sí, sin duda. Podemos encontrar resistencia en un primer momento. A veces, por todos los prejuicios que hay, esa carga negativa existe y van interiorizándola desde muy pequeños, está ahí. Pero cuando lo ven, cuando se dan cuenta de que en el instituto se trata el tema de otro modo, termina llegando. Quienes reciben las charlas, van a las actividades, escuchan a una artista contar la situación real, les llega, estoy convencida. Sin duda funciona. Tengo alumnado que una vez sale del instituto a otros centros o la universidad, nos lo repiten año tras año, cómo cambia el ambiente del centro, etc. Cambiar conciencias personales es complicado. La diferencia de verdad se notaría si todo esto empezara en la escolarización.

Usted ha sido profesora durante 18 años. Siempre es complicado generalizar, pero, ¿ha notado alguna evolución entre el alumnado y cómo afronta estos temas durante este periodo?

Es cierto que es difícil generalizar. Lo que más me ha llamado la atención a lo largo de estos años es que aunque es cierto que hay chicas que están más informadas y con más conciencia de género de la que había hace 25 años, no siento que haya habido una evolución demasiado grande. Los estereotipos de género es lo que más me llama la atención. Creo que se están exagerando y polarizando. Los estereotipos de género están ampliándose, los juguetes sexistas, los colores con los que se viste a los niños, etc… Por un lado tenemos una apertura, pero por otro hay una especie de bloqueo y trinchera, mientras los géneros se estén atrincherando faltará mucho por conseguir. No han ayudado las redes sociales ni la dinámica actual de falta de diálogo, debate, de análisis de lo que sucede. Ya nadie habla, la gente discute o se insulta, pero es muy difícil debatir, llegar a consensos o acuerdos, hablar sin que haya una confrontación. La gente está muy alterada y muy atrincherada en su posición y eso dificulta los acuerdos.

¿A qué cree que se debe esta polarización?

Estamos siendo una sociedad muy alterada en general. La crisis, la situación social de los grupos minoritarios, la discriminación, los medios de comunicación de masas, los gobiernos, etc. se fomenta la confrontación. Esa frase de “divide y vencerás” creo que está muy en boga y presente constantemente.

¿Saben los alumnos realmente qué es el feminismo o están un poco despistados?

Creo que falta mucha información desde la educación formal. Mientras desde la educación formal no exista una programación, un currículum sobre las vertientes feministas, las repercusiones que han tenido, qué se ha conseguido… Mientras no exista como material educativo formal y se dé en las aulas, será un conocimiento que quede perdido y sesgado por un montón de prejuicios que hay sobre ello. Ves chavales que sacan cosas aisladas, tienen ideas contradictorias. Esto sale de un tweet, lo otro de Youtube, aquello de Instagram. Son sus tres fuentes fundamentales y, ¿qué se puede encontrar ahí? Tienen un batiburrillo de ideas, mezclado con lo que oyen en la tele y la calle. Piensan que el feminismo es el machismo al revés y esas cosas surrealistas que escuchamos todos los días. Hay exceso de información errónea. Temas recientes como el feminazismo, el hembrismo. Esto es nuevo, antes no se oía, esta forma de atacar al feminismo con los insultos.

Las desigualdades de género se perciben, se huelen desde que se tiene conciencia. Los niños de tres años o menos perciben las diferencias. Todo eso está ahí y lo saben perfectamente. Pueden ignorar determinadas cuestiones, como qué es el sufragismo, pero todo lo demás, lo básico, lo saben.

¿Las escuelas necesitarían hacer un trabajo específico?

En Primaria la cosa está peor aún a nivel de la resistencia de los profesores y equipos directivos, que siempre tienen miedo a la respuesta de los padres y madres. En Primaria se pone la excusa de que no les va a gustar, cuando casi nunca dicen nada. Si es verdad que cuesta. En coeducación a nivel de igualdad más o menos lo mismo, todo depende de que haya maestros que quieran hablarlo en sus clases. Es una cuestión de voluntarismo. Puede haber estudiantes que en toda su vida académica no hayan visto estos temas si no les ha tocado un profesor que se haya preocupado por esto, no hay ningún control de la adminsitración para que esto sea así.

¿Y la Administración?

Todo esto es jerárquico. Desde la administración no se preocupan en absoluto porque se lleve a cabo de verdad lo que aparece en las leyes educativas. La autoridad no se preocupe de que se cumplan las leyes. No se controla. No conozco a ningún inspector educativo que vaya al centro pidiendo un plan de igualdad o que exija que exista. Mientras esto no pase, si la inspección no se preocupa en absoluto de que las cuestiones transversales se cumplan y quede todo al libre albedrío del profesorado y de quien quiera implicarse, habrá poco interés. Son temas que no interesan, quedan escritos en el papel porque vivimos en 2018 y estamos en Europa y necesitamos que en nuestras leyes esté reflejado, pero mientras no haya control no tendrá ningún sentido. Y luego depende de cada comunidad autónoma. Las hay desde muy avanzadas e implicadas como Canarias a las que están casi cero implicadas como Galicia u otras.

¿Los profesores tienen la formación necesaria para entrar en este tema, si es que quieren?

Si no se hace obligatoria la formación del profesorado, como otras cosas lo son, mientras las administraciones educativas no hagan planes de formación donde se incluyan ofertas variadas que traten temas transversales, sin ese compromiso, no funcionará, no se hará nada salvo pequeños destellos que pueda haber. Dudo que en los planes de formación haya materias, no ya de coeducación, sino de temas transversales como la atención a la diversidad (no solo sexual, funcional también), etc. Son temas que no se tratan, se supone que somos educadores, pero no tenemos la formación para educar sino para formar. Muchos profesores dicen que no tienen que educar, que eso en casa, que nosotros solo somos formadores y nos ocupamos de la parte formativa, pero no es cierto, según la ley somos educadores.

Muchas veces estos temas se infravaloran porque parece que son opiniones personales, no conocimientos o hechos que llevan décadas comprobándose. Los estudios de género llevan décadas haciéndose, el feminismo tiene una trayectoria larga; hasta donde yo sé, en la Universidad, solo hay másteres, no grados y prácticamente tampoco asignaturas. Mientras las universidades no incorporen todo este conocimiento a sus carreras (empezando por Magisterio, Ciencias de lla Educación, Pedagogía, etc.) el profesorado no lo va a tratar en sus aulas en el instituto o la escuela. Y si no entran en las oposiciones, tampoco, por supuesto. Es todo una cadena que está cortada por un montón de tramos. A veces alguno recoge un testigo porque cree que es importante, pero nada más.

Tampoco ayudan los currículos. Yo tengo una materia de 2º de Bachillerato y tengo que dar el 100% para llegar a Selectividad. Uno de los temas es los compositores de bandas sonoras de películas. No hay una sola mujer. Así que me tengo que preocupar yo de buscarlas para darlas, pero la ley no me obliga a ello. ¿Quién decide los contenidos que se dan en las materias? Ya no en la mía, ¿dónde están las escritoras? Esto es una cuestión que viene desde arriba y que tú lo puedes intentar arreglar poco a poco a partir de tu esfuerzo personal y gratuito.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/03/07/falta-formacion-sobre-feminismo/

Comparte este contenido:

El reto de la lectura en tiempos digitales

 Autor: Carina Farreras

Los especialistas piden mejorar la enseñanza en las etapas iniciales y reforzar el gusto literario durante toda la formación

Uno de cada cinco niños españoles no comprende lo que lee a la edad de nueve años. Puede leer de corrido pero no recuerda lo que ha verbalizado o, simplemente, no lo entiende. La falta de comprensión lectora condicionará el resto de su aprendizaje y, por tanto, su éxito educativo futuro.

Además, si no se corrige a tiempo, antes de que termine la primaria, sus posibilidades de disfrutar con los libros quedarán seriamente mermadas. “El placer de leer lleva a desear aprender toda la vida, por eso es tan importante en la formación de la persona y debería centrar el objetivo de toda la educación”, afirma Rafael Bisquerra, catedrático de la facultat de Educación de la UB.

Así lo entiende también la Federación del Gremio de Editores que en su último Informe 2017 pide explícitamente al Gobierno que la educación pivote en torno a la lectura, evitando regular su enseñanza, como ordena la actual ley de educación, la Lomce, de forma “vaga y confusa”.

Los datos de comprensión lectora según el último informe Pirls han mejorado en nuestros país 15 puntos pero aún quedan por debajo de otros lugares donde la lectura es una de las tareas prioritaria en los primeros años de la educación formal. “Los niveles de lectura de un país están en consonancia con la importancia social que se le da a esta actividad”, considera Enric Prats, profesor de Pedagogía de la UB. “Y la española está claramente por debajo de la media de la OCDE”, sostiene. Catalunya es aún inferior a la media nacional.

En España, sin leer, también se vive. Según los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológica (CIS) sólo la mitad de la población lee en algún formato de papel (libro, cómics, revista, periódicos) una vez al mes y un 35% no lo hace casi nunca, ni siquiera por exigencia del trabajo. A esta fotografía se añade que cuatro de cada diez personas no abren un libro en todo un año.

Estas perspectivas podrían cambiar en el futuro. Según el informe de la Federación del Gremio de Editores, se está ensanchando la base social porque en las últimas décadas se ha escalado en la formación de la población en general, y hay más universitarios que nunca.

Otro factor positivo es el aumento de la franja de grandes lectores, que ha pasado de dos a tres personas de cada diez. Este crecimiento de lectores tendrá un efecto en la educación. Unos padres que disfrutan de la lectura y tienen libros en el hogar predispone a niños lectores, según las investigaciones.

“El chaval debe descubrir que se lo pasa bien leyendo, que le reporta satisfacción, porque si leer le produce estrés, cuando es pequeño, o aburrimiento, cuando es mayor, sólo estamos creando las condiciones para que evite esa experiencia”, afirma Bisquerra, experto en educación emocional y eficiencia lectora. Por tanto, la introducción a la lectura, ese periodo en el que aprende a dar significado a los caracteres, parece clave. “No se trata sólo de dominar una técnica sino de que el niño encuentre recompensas a ese esfuerzo”, indica el profesor.

Para Mireia Manresa, profesora de Didáctica de la Lengua y Literatura en la UAB, se debería dejar de entender que la lectura es un aprendizaje técnico. En su opinión, habría que dejar de situar la enseñanza de la lectura y la comprensión de los textos de manera exclusiva en los primeros años de primaria y extender las ayudas a la comprensión de manera progresiva y constante en todas las etapas. “Parece que, como ya saben decodificar, ya saben leer, y eso no es cierto”, considera.

Sumergirse en un libro exige haber adquirido ciertas competencias como “saber escuchar, con atención, y en silencio”, indica Bisquerra. “Leer tiene mucho que ver con escuchar, es estar atento a una historia ajena, que conecta con emociones propias”, explica. El maestro tiene que trabajar la atención y el silencio con sus pequeños alumnos “mucho más que en el pasado porque los estímulos que recibe el niño son mayores y no se ha entrenado en la espera”, concluye el catedrático.

“En las escuelas de primaria se trabaja bien el aprendizaje de la lectoescritura”, explica Álex Cosials, especialista en la promoción de la lectura y las bibliotecas escolares desde la Fundación Jaume Bofill, “pero faltan horas de práctica”. Desde su punto de vista, las familias pueden contribuir a mejorar las habilidades de sus hijos. “A veces, bastaría que la nota que recibe la familia en la evaluación del alumno, ese ‘debería leer más’, estuviera acompañada de una explicación a las familias sobre cómo ayudar al chaval a leer”, aconseja Cosials, que recuerda que el rendimiento lector también está asociado a condicionantes como los entornos sociales, económicos y culturales.

En todo caso, sugiere a los padres que hagan lecturas compartidas con sus hijos y también visitas a bibliotecas y librerías. Conversaciones sobre las emociones que provoca el texto o los nuevos descubrimientos que aportan. Acompañar. No abandonar al crío solo con el libro de la noche en cuanto ya sabe pronunciar las primeras palabras de un cuento.

Fuente del Artículo:

http://www.lavanguardia.com/vida/20171225/433873013038/reto-lectura-tiempos-digitales-informes-espana.html?facet=amp

Comparte este contenido:

Jóvenes salvadoreños siguen desertando de la educación formal

El Salvador / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Susana Joma / Fuente: Elsalvador.com

El estudio ¿Y si no termino la escuela ?, elaborado por la investigadora Carolina Rovira, de la Fundación para la Educación Superior, plantea la urgencia de enfilar baterías para llevar a cero la deserción escolar.

A pesar de que en las últimas décadas se han lanzado varios planes y programas educativos, con el discurso de incrementar la cobertura escolar y retener a los alumnos en las aulas, la realidad de la deserción escolar sigue como piedra de tropiezo para el sistema de enseñanza y por consiguiente para el desarrollo del país.

Eso es lo que pone de nuevo en evidencia el documento “¿Y si no termino la Escuela? La deserción escolar de la juventud salvadoreña entre 15 y 19 años”, el segundo cuadernillo sobre la situación educativa que produce la Fundación para la Educación Superior (FES), de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), y que se da a conocer hoy.

La investigación, elaborada por la doctora Carolina Rovira, señala que la deserción en ese sector de la población ronda el 37.9 %. Esto implica que cuatro de cada 10 jóvenes que están en ese rango de edad han desertado de la escuela.

“Según los cálculos realizados para esta publicación, al 2016, más de 250,000 jóvenes entre 15 y 19 años, de un total de 682,932, son desertores, no terminarán el bachillerato y sumarán a la mano de obra cuya inserción laboral es precaria”, advierte la investigadora. Tal como muestra, el problema es marcado en el caso de las mujeres con una tasa de deserción que asciende al 39.4 %, comparada con la tasa de los hombres del mismo rango de edad que es de 36.5 %.

Una mirada profunda

Rovira, quien es economista y especialista en educación, explicó que para desarrollar esta investigación utilizó las estadísticas de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples que la Digestyc hizo en 2016 y publicó en 2017, y le aplicó una metodología que propuso la Cepal, la cual permite ver qué es lo que está pasando en términos de educación en un grupo de edad, durante el año.

Esa metodología de estudio, que ha sido avalada por la Unesco, es diferente a la que mide la deserción de forma intra – anual, es decir en términos de la cifra de alumnos que ingresó al sistema educativo al inicio del año y la cifra de los que terminaron al final del año. Esta última forma de medición es la que más enfoca el Ministerio de Educación Mined (Mined) y las cifras que arroja están por debajo de las que se evidencian en el análisis por sector.

En enero de este año el viceministro de Educación, Francisco Castaneda, reportó que en 2016 la deserción rondó entre el 2.1% y 2.2 % con lo que se habrían desertado unos 35 mil estudiantes. Mientras, en octubre pasado estimó que 2017 cerraría con un 2 % y reportaba que a esa fecha ya se habían retirado 17 mil alumnos.

“Ha sido (un año) muy satisfactorio porque se está cerrando con la tasa de deserción más baja en la historia del país”, aseguró Castaneda.

Sin embargo, el estudio que Rovira elaboró, con apoyo del equipo técnico del FES, llaman a la reflexión de que la situación al enfocarla desde un segmento clave de la población no es tan favorecedora, y que como sociedad se debe dirigir acciones para superar este problema.

Las cifras del estudio de Rovira sí coinciden con lo que dicen otras estadísticas, en relación a que de cada 10 niños que entran a primaria sólo tres llegan y terminan el bachillerato.

Además, el abandono de la escuela por parte de quienes tienen entre 15 y 19 años también destaca más en la zona rural: esta tasa alcanza el 52.4 %, versus el 27.8 % en lo urbano.

¿Porqué dejan la escuela?

De los catorce departamentos los que están a la cabeza en la deserción para este rango de edad es La Unión con 52.6 %, seguido de Chalatenango con 51.2 %y Cabañas con 50.8 %.

Es así como en el estudio ¿Y si no termino la Escuela? plantea que hay variables socio demográficas que determinan mayor probabilidad de que un joven abandone el sistema educativo antes de culminar el bachillerato, entre ellas: vivir en la zona rural; que el hogar no reciba remesas; que en casa no haya presencia de adultos escolarizados, lo cual genera poca valoración de la educación; la violencia y el embarazo adolescente.

La radiografía que Rovira hizo sobre la deserción en este sector no se limitó al estudio de las cifras, sino también fue más allá con entrevistas a profundidad con escolares desertores, un ejercicio que le permitió dar una visión más integral de la problemática.

La especialista, quien fue entrevistada en vísperas de la presentación del estudio, sostiene que a pesar de las diferencias y particularidades de las historias que escucharon, concluyeron que hay dos grandes elementos escondidos detrás de esas decisiones.

El primero de esos elementos que mueve a los escolares a dejar su formación académica de lado, sobre todo a los del área rural, es que no le encuentran sentido al hecho de educarse. En parte eso se debe a que en su entorno empobrecido no se valore la educación, porque consideran que la gente igual ha salido adelante; y por otra parte, aunque tenga apoyo para educarse la oferta que tienen disponible no está acorde a sus necesidades personales, no es práctica, no responde a su realidad y entonces se decepciona.

Un segundo elemento es que en el entorno los patrones culturales pesan mucho, sobre todo para las niñas que en ciertas regiones del país tienen “una presión invisible” para que tengan familia de forma precoz, e incluso sufren de acoso por parte de hombres mucho mayores, tras lo cual también vienen los embaraces precoces, la obligación de empezar a trabajar y como consecuencia se alejan del camino educativo.

La sombra de la violencia

Rovira afirma que la violencia también ejerce una presión fuerte entre los jóvenes, desde el tercer ciclo hasta bachillerato, para interrumpir su educación. Un factor que los directores de los complejos educativos e institutos nacionales también han señalado en los últimos años.

“Los jóvenes están desertando cada vez más en secundaria y aquí el tema de la violencia y el embarazo adolescente son los temas que prevalecen como razones”, detalló la especialista.

En secundaria la deserción de los hombres es de 26.5 % y de las mujeres de un 30.9 %, indicó.

La investigadora de la FES detalló que, además, analizaron las razones que los jóvenes han expuesto en las encuestas de hogares y propósitos múltiples para abandonar los salones de clase, antes de concluir una formación que les asegure un cambio de vida. Al respecto, señala que una de las principales razones para los hombres es lo económico, y eso los lleva a dedicarse a trabajar, pero en el caso de las mujeres la razón más importante está vinculada con asumir las tareas del hogar y el cuido de hermanos.

Sin embargo, la doctora Rovira sostiene que se debe poner atención al argumento de que se van de la escuela con la justificación de que no les interesa, porque bajo ese motivo se pueden estar escondiendo problemas de aprendizaje y el temor a la violencia.

A la luz de las estadísticas y las historias sobre la deserción, Rovira subrayó que este es un indicador al que el país debería de ponerle más atención, porque el que un joven salga del sistema sin tener las competencias necesarias para aprender solo trae grandes costos en términos económicos y sociales.

Llama a tomar acción

“Nosotros queremos que el salvadoreño funcione para su vida diaria, funcione para tomar buenas decisiones, funcione como ciudadano, funcione como ser productivo, y eso requiere mucho más”, aseguró.

Rovira considera necesario generar una política social y una política económica en función de revertir ese indicador, porque según sus palabras eso nos obligaría a afinar el lápiz y apuntar en lugares en donde realmente le está apretando el zapato a la sociedad salvadoreña. Eso según indica no solo es responsabilidad del Ministerio si no de todos los sectores.

“Tiene que ser una política nacional la búsqueda de la cero deserción, porque tenemos que lograr garantizar que nuestra gente termine el bachillerato. Una persona para asegurarse no ser pobre, según las estadísticas, necesita al menos 10 años de estudio, y el país tiene 7.4 años de estudio promedio, y un 40 % de jóvenes que están dejando la escuela antes de estar en bachillerato, con lo cual muchos se están condenando a la pobreza”, dijo.

En la actualidad, según anotó en su trabajo, ninguno de los ocho ejes estratégicos del Plan Nacional de Educación, emitido por el gobierno, se postula de manera explícita la garantía de la permanencia escolar como meta. Hasta el momento sólo el Plan El Salvador Educado, emanado del Consejo Nacional de Educación (Coned), postula el desafío de garantizar los 12 años de escolaridad, así como también la Lepina.

De allí que esta economista y especialista en educación considere que, más allá de los esfuerzos de alfabetización para enseñar a leer y escribir a los adultos rezagados, y más allá de dotar de paquetes escolares a los niños, es necesario lograr que la escuela cuente con profesores que tengan buenas metodología de enseñanza (que trasciendan del dictado y el copiado al análisis), que las escuelas tengan los recursos que generen un ambiente atractivo para estar en ellas y aprender, pero que también, de forma más integral, se piense en resolver problemas de hacinamiento, de salubridad, de acceso a servicios básicos que afectan a las familias y a los escolares.

“En un país donde el acceso al agua es del 75 % hay muchos niños sin acceso al agua. Estos niños, en especial las niñas, van a pasar cinco a seis horas al día acarreando agua y lo hacen en casa y en la escuela. Este tiempo que pierden en estas tareas, por no tener acceso a servicios básicos, los van sacando despacito del trayecto educativo”, puntualizó.

Fuente de la Noticia:

http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/428543/jovenes-salvadorenos-siguen-desertando-de-la-educacion-formal/

Comparte este contenido:
Page 4 of 8
1 2 3 4 5 6 8