Nuevos datos revelan el número de niños que están expuestos a un conflicto durante el periodo más importante para el desarrollo del cerebro
UNICEF/Nueva York/ Más de 86,7 millones de niños menores de siete años han pasado toda su vida en una zona asediada por un conflicto, un factor que representa un riesgo para el desarrollo de su cerebro, según ha afirmado hoy UNICEF.
Durante los siete primeros años de su vida, el cerebro del niño tiene la posibilidad de activar 1.000 células cerebrales por segundo. Cada una de estas células, llamadas neuronas, tiene la facultad de conectarse con otras 10.000 neuronas a una velocidad de miles de veces por segundo. Las conexiones del cerebro son elementos básicos para el futuro del niño, ya que definen cómo será su salud, su bienestar emocional y su capacidad de aprendizaje.
Los niños que viven en zonas de conflicto están a menudo expuestos a traumas extremos que les exponen al peligro de vivir en una situación de estrés tóxico, un estado que inhibe la conexión de las células del cerebro y que tiene importantes repercusiones que afectarán su desarrollo cognoscitivo, social y físico para el resto de su vida.
“Además de las amenazas físicas inmediatas a las que se tienen que enfrentar los niños durante estas crisis, corren igualmente el riesgo de sufrir secuelas emocionales enraizadas en lo más profundo de ellos mismos”, dijo la responsable de UNICEF para el desarrollo de la primera infancia, Pia Britto.
Las cifras de UNICEF indican que, en todo el mundo, 1 de cada 11 niños de 6 años o menos ha pasado en una situación de conflicto la época de su vida más importante para el desarrollo de su cerebro.
“Los conflictos privan a los niños de su seguridad, de su familia y de sus amigos, del juego y de la rutina. Y, sin embargo, todos ellos son los elementos de la infancia que ofrecen a los niños las mejores oportunidades posibles de desarrollarse completamente y de aprender de manera eficaz, lo que les permitirá participar en la economía y en la sociedad, y crear comunidades sólidas y seguras”, dijo Pia Britto.
“Esta es la razón por la cual debemos invertir aún más para proporcionar a los niños y a los cuidadores suministros y servicios indispensables, como materiales pedagógicos, apoyo psicosocial y espacios protegidos amigos de la infancia; todo ello puede contribuir a restablecer en pleno conflicto el sentimiento de ser un niño”.
Un niño nace con 223 millones de neuronas activas, pero para que el cerebro alcance su plena capacidad de funcionamiento en la edad adulta, con alrededor de 1.000 millones de neuronas capaces de conectarse entre ellas mismas, es muy importante el desarrollo en la primera infancia. Esto comprende la lactancia materna y la nutrición temprana, la estimulación precoz por parte de los cuidadores, la posibilidad de aprender a una edad temprana y la oportunidad de crecer y de jugar en un entorno seguro y sano.
Como parte de sus intervenciones en las situaciones de emergencia humanitaria y las crisis prolongadas, UNICEF trata de mantener a los niños en entornos amigos de la infancia ofreciéndoles kits de emergencia con materiales pedagógicos y recreativos. Solamente el año pasado, los kits de emergencia han ayudado a más de 800.000 niños que se encontraban en situaciones de emergencia.