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Ignorancia o educación, ese es el dilema

Por: Olmedo Beluche | 07 jul 2016 

 

Pese a todos los problemas que sufre nuestro sistema educativo, los padres panameños hacen un esfuerzo diario para que sus hijos asistan a la escuela.

¿Por qué lo hacen? Porque saben que la educación hace la diferencia entre acceder a una mejor calidad de vida y forma ciudadanos cabales. Porque la educación es sinónimo de mayor información y orientación razonada para la vida. La educación no es conocimiento muerto. Y confiamos en que el sistema y los educadores, pese a todas las debilidades, pueden darles esos conocimientos a nuestros hijos que nosotros no les podemos suplir en casa.

Si eso es así, para que nuestros hijos aprendan a sumar y restar, a escribir, cívica, historia o biología, ¿por qué no habría de serlo para la educación sexual científica, acorde con la edad y maduración del niño o adolescente?

¿Por qué algunas personas se escandalizan y lanzan anatemas cuando se habla de establecer programas de educación sexual en las escuelas públicas? ¿Incluso inventan mentiras, hablan de guías educativas basadas en poses sexuales, que los maestros enseñarán técnicas e incentivarán a los alumnos a tener sexo, a ser homosexuales, que los libros de texto serán ejemplares de Playboy?

¡Cuánta locura! ¿A quién se le puede ocurrir que el Ministerio de Educación va a organizar orgías en las escuelas? Es como si alguien se opusiera a que se enseñe química porque los maestros van a fabricar bombas en las aulas. Tanta vehemencia revela que las personas que así actúan, algunas de ellas vinculadas a ciertas iglesias, pero que no expresan la posición oficial de ellas, sienten un gran tabú sobre el sexo. Les da miedo hablar de sexo, y es probable que sientan vergüenza de su propia sexualidad.

Si esas personas se escandalizan con la sola mención de la palabra, me pregunto: ¿Cómo piensan asumir solos la educación sexual dentro de su hogar? Creo que tengo la respuesta: toda su educación sexual se reducirá a decir: “Como salgas preñada, ya verás” o “como lo hagas vas a arder en el infierno».

La prueba de que es una falacia el argumento de que la educación sexual solo deben darla los padres está en que hasta hoy ha sido así, ya que el tema está ausente de la educación formal, y ha fracasado. Lo dicen las estadísticas: una encuesta de la Defensoría del Pueblo revela que el 31.7% de las chicas y el 40.7% de los chicos panameños tuvo su primera experiencia sexual antes de los 15 años.

En 2012 hubo 15 mil 206 nacimientos de madres menores de 20 años, 4% de ellas entre 11 y 14 años de edad. En 2013 asistieron a control prenatal 17 mil 843 menores. Entre enero y febrero de 2015, del total de embarazadas que asistió a control, unas 5 mil 542 mujeres, el 31%, eran menores de entre 10 y 19 años de edad.

Esos que se niegan a la educación sexual como parte de la escolaridad, y que erróneamente creen que ellos, como padres, son los únicos que educan a sus hijos en ese tema, no se dan cuenta de que quien en verdad está educando a sus hijos en sexualidad son los medios de comunicación, las telenovelas, el internet y, lo que es peor, los amigos del barrio.

Cada quien es libre de profesar la fe que quiera creer. Lo que no es admisible desde la modernidad es que pretenda imponer sus criterios al conjunto de la sociedad por la vía de las políticas estatales. El Estado tiene el deber de proporcionar educación integral a la niñez y juventud en todos los ámbitos básicos para la vida.

Ya es hora de que ese precepto se cumpla para la educación sexual, un aspecto esencial para el desarrollo de una sociedad sana, libre de prejuicios, de mitos y tabúes, que lo único que han fomentado son ciudadanos traumatizados, cargados de falsas culpas e inseguros.

Fuente del Artículo:

http://impresa.prensa.com/opinion/Ignorancia-educacion-dilema-Olmedo-Beluche_0_4523547649.html

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Libro: Cuestión de educación (sexual). Pujas y negociaciones político-religiosas en la Argentina democrática

Juan Cruz Esquivel. [Autor]

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Colección Becas de Investigación.
ISBN 978-987-1891-86-3
CLACSO.
Buenos Aires.
Noviembre de 2013

 

Tanto la educación como la moral familiar y sexual se erigen como dimensiones-clave para comprender la complejidad de las intermediaciones entre lo estatal, lo político y lo religioso. En el actual contexto democrático, la educación sexual, junto con la distribución gratuita de anticonceptivos y de la píldora del ‘día después’, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la fecundación asistida, la autodeterminación de la identidad sexual, la eutanasia y la despenalización del aborto, conforman uno de los ‘núcleos sensibles’ que cristalizan pujas y negociaciones entre el Estado y las instituciones religiosas -principalmente, la Iglesia católica- a la hora de definir los marcos regulatorios de las políticas públicas en esos tópicos.
Para descargar, haga click aquí:
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Fuente de la  Reseña:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=831&campo=titulo&texto=educaci%F3n
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Niños creciendo, identidad y autoestima. La curiosidad sexual Infantil

Por: Susana Stringaro Barabani

 

El trabajo asume un recorrido bibliográfico exhaustivo complementado con la indagación de teorías y experiencias surgidas del análisis de casos, observación de juegos y situaciones de la práctica educativa y clínica, con niños, padres y adultos que se encuentran en contacto con los niños en esta etapa desde su nacimiento hasta la escolaridad primaria.

Se intenta puntualizar que el ser humano es sexuado desde su primer momento de vida y que durante sus primeros años el niño y la niña configuran su personalidad y definen una actitud hacia la vida ante ellos mismos y la sociedad.

Actitud que estará denotada por la aceptación de sí mismo, o sea el autoconcepto que se figure. Esta percepción será dada por la aceptación que el adulto le brinde aun antes de nacer, permitiendo al niño definirse dentro de una identidad sexual y una sociedad, que lo acepta o lo rechaza, que instale lazos sociales a fin que su desarrollo evolutivo, psíquico y social le aseguren la confianza necesaria para dar comienzo a la exploración y la curiosidad sexual que permite el desarrollo de la identidad y la autonomía.

Teorías y preguntas de los niños. Calidad de las respuestas.

Por la tarde, fui a su casa para visitarlo. Me recibió la maestra Clara y me advirtió que Damián estaba en penitencia, pero me dejó entrar un ratito. Yo sabía que lo encontraría en el sótano. Ese era su lugar preferido. «Ahí puedo ser yo mismo», me decía, «puedo jugar con todas mis fantasías». Bajé las escaleras despacio y lo vi, por primera vez, tal como él era en realidad. Había peinado con rizos su largo pelo. Había pintado sus labios …

Pañuelito Celeste (fragmento)
Leandro Fogliatti

El trabajo asume un recorrido bibliográfico exhaustivo complementado con la indagación de teorías y experiencias surgidas del análisis de casos, observación de juegos y situaciones reales de la práctica educativa y clínica, con niños, padres y adultos que se encuentran en contacto con los niños en esta etapa desde su nacimiento hasta la escolaridad primaria (nivel inicial y primeros grados), también el acercamiento a programas preventivos en salud infantil, tal es el caso de «Acción por los niños».

Se intenta puntualizar que el ser humano es sexuado desde su primer momento de vida y que durante sus primeros años el niño y la niña configuran su personalidad y definen una actitud hacia la vida, ante ellos mismos y la sociedad. Actitud que estará denotada por la aceptación de sí mismo, o sea la autoestima o autoconcepto que se figure. Esta percepción será dada por la aceptación que el adulto le brinde aún antes de nacer, permitiendo al niño definirse dentro de una identidad sexual y una sociedad, que lo acepta o lo rechaza, que instale lazos sociales a fin de que su desarrollo evolutivo, psíquico y social le aseguren la confianza necesaria para dar comienzo a la exploración y curiosidad sexual que permite el desarrollo de la identidad y de la autoestima.

Las primeras muestras de pudor que presentan los niños han sido consideradas como señales del inicio de su identificación como ser sexuado.

La energía sexual es energía vital que nos acompaña desde la concepción a la muerte.

Hay diferentes maneras de expresar y vivir la sexualidad. Cada grupo social y cultural construye imaginarios sociales sobre la sexualidad y la recrea particularmente, según su sentido, valor y rol que se le asigne en la existencia humana. Las diferencias estriban en los planteamientos, si se trata de un biólogo, una padre – madre de familia, un educador, un pediatra, un psicólogo, un sacerdote, etc.

No todos tenemos igual concepto de lo que es sexual y sexualidad; este es el producto de una construcción social y esta históricamente determinado.

De todas maneras, la sexualidad nos conforma, es importante y sustancial. Ser sexual es parte de la naturaleza humana y es la dimensión de nuestra personalidad. La sexualidad se expresa en transcurso existencial de manera diversa y diferente en cada uno de los sujetos humanos.

Tiene relación con la cultura, existen tantas «sexualidades» como grupos sociales hay. Es decir que la identidad sexual está moldeada grupal y sutilmente por el aprendizaje social en el cual intervienen dimensiones religiosas, políticas, económicas y culturales. Cada grupo se figura que las conductas que juzga como suyas, son las correctas y mira a las del otro como inapropiadas.

La Organización Mundial de la Salud, considera a la Salud Sexual como: La integración de aspectos somáticos, afectivos e intelectuales del ser sexuado, de tal modo que de ella derive el enriquecimiento y el desarrollo de la persona humana, la comunicación y el amor.

Todos somos sexuados, nacemos de una reproducción sexual, dotados biológicamente con un sexo cromosómico y genital.

Vivimos una diferenciación somatosexual que al encuentro de las pautas arbitrarias de un ambiente sociocultural (escuela, familia, medios, religión, etc.) contribuye a la conformación de una preferencia sexual.

Modelo que en nuestra cultura occidental es dicotómico y polarizado; hombres y mujeres desarrollamos roles sexuales asimétricos, desiguales, discriminativos, estereotipados y sexistas.

Por otra parte, la orientación en la elección planteada como normal es heterosexual, asociada a una homofobía discriminativa y generalizada.

En resumen, al nacer se asigna un sexo biológico, tal como femenino o masculino y criados acorde a las circunstancias familiares, sociales y ambientales. Se inicia el proceso de sexuación e identificación, componiendo una identidad sexual, sintiéndonos desde pequeños niño o niña – hombre o mujer. La genitalidad, forma parte de la sexualidad pero no la abarca, es el placer obtenido por la estimulación de los genitales.

Vamos expresando nuestra sexualidad a lo largo de la vida y de una manera distintiva en cada momento evolutivo y en relación a lo ya vivido.

El modo de acercamiento a la pareja y a los hijos, evidenciará aspectos de nuestra sexualidad que fueron determinados en la infancia.

Y es así que dada nuestra modalidad sexual exteriorizamos afecto, nos comunicamos, «reafirmamos nuestra identidad y nuestra autoestima, pero también podemos manifestar nuestras frustraciones, angustias, lucha conyugal, agresión, venganza, conveniencias económicas, etc. »

Saber de sexualidad es saber de si mismo, ella constituye el motor de las acciones, actitudes, sentimientos y vínculos con los otros.

Sentimientos como el pudor y la vergüenza están conectados íntimamente a la autoestima, y cuando se violan, estos sentimientos, se lastiman o esta. El acompañamiento respetuoso y cálido que los padres y docentes hagan del hacerse sexual, permitirá que puedan ver y sentir la sexualidad como una dimensión satisfactoria en la adultez.

En la EGB; se habla de autoestima como uno de los objetivos a favorecer en relación al aprendizaje, pero no se habla de que ella conforma el principal aspecto a integrar en el desarrollo de la identidad, identidad que se reafirmará en la confianza que adquiera en su segunda socialización, la escuela, confianza que no puede hallar si no encuentra respuestas a la canalización de su identidad sexual (como soy); al esclarecimiento de preguntas, al respeto de su pudor, a la inviolabilidad del buen trato que no se avergüence de ser como es, que defina el como soy y en la aceptación de los demás.

Las primeras muestras de pudor que presenta el niño se consideran como inicio de su identificación como ser sexuado.

El acompañamiento afectivo y respetuoso que se haga del desarrollo sexual del niño; permitirá que pueda sentir y vivir la sexualidad como una dimensión satisfactoria.

Es necesario el conocimiento y entendimiento de la sexualidad infantil para brindar respuestas a las inquietudes de los niños y de quienes están responsabilizados en la supervisión de la función parental.

Heis.R.D; en el libro Educadores para edad escolar (Editorial Diana México 1998) expresa:

«El saberse niño/a y sentirse contento con ello implica la formación de la conciencia sexual, es decir aceptarse sexualmente; para ello se ha logrado una triple conquista en el niño, la del autoconcepto, su identidad y su autoestima»

En el autoconcepto logra percibir sus características, diferencias y similitudes; en la identidad sexual sentirse como persona de un determinado sexo, y en la autoestima expresa el nivel de estimación que posee hacia aquello que él es y hace.

De esta manera aclaramos las definiciones de Identidad e Identidad Sexual.

La primera es la estructuración psicosocial que permite a las personas reconocerse como sí misma. Es la capacidad de decir Yo Soy – Se construye a lo largo de la vida, de acuerdo con la integración de las características de la personalidad, experiencias vitales, relaciones vinculares y pautas culturales»

La identidad sexual forma parte de la identidad de una persona

Freud, fue el principal estudioso de la sexualidad infantil, revolucionario en su época promulgó que los niños son sexuales y que la expresan de diversas maneras en el devenir de la infancia. Habla de zonas erógenas, (boca, ano y genitales) que son estimulados por la energía sexual (libido) que evoluciona hacia la integración de una identidad sexual.

En «Obras completas» Freud, da respuestas a la sexualidad en la infancia. Considera que la sexualidad infantil a diferencia de la adulta se caracteriza por asumir las siguientes dimensiones:

  • No está centrada en el ejercicio coital
  • Es autoerótica: comprende la exploración y observación de su propio cuerpo.
  • Está motivada especialmente por la curiosidad: a través del juego con otros niños y de la observación de conductas sexuales en animales.
  • Es natural

Básicamente se trata del deseo de exploración y conocimiento de su cuerpo, sus sensaciones corporales, al igual que tratan de internalizar el mundo en general y esto se realiza a través del juego y la exploración.

La curiosidad, expresión de desarrollo, crecimiento y realización del niño, adquiere distintas manifestaciones: la exploración motriz y manipulativa y sobre todo las preguntas, curiosidad que los induce a observar, analizar, mirar, tocar e indagar ¿Por qué? ¿Cómo? ¿De dónde?

Descubre no solo las diferencias anatómicas sino los distintos roles sexuales. Necesita saber el porqué de todo. Casi a los dos años los pequeños se transforman en exploradores e investigadores del mundo.

Al iniciar el jardín de Infantes, estas manifestaciones estarán a pleno: Exploración y curiosidad sexual, serán nodales para el crecimiento intelectual.

Los adultos también han contribuido a la creación de mitos donde: repollos, cigüeñas y viajes de Paris conforman la argamasa de las respuestas. Ante preguntas que generaron incomodidad surgieron improvisaciones en relación a la diferencia sexual, al comienzo no es percibida; es natural para el niño suponer que todas las personas poseen un genital como el suyo.

Freud en Las teorías sexuales infantiles enuncia:

que «Son reflejos de la propia constitución sexual del niño y, pese a sus grotescos errores, dan prueba de una gran comprensión sobre los procesos sexuales, mayor de la que se sospecharía en sus creadores. Los niños perciben también las alteraciones que el embarazo provoca en la madre y saben interpretarlas correctamente; a menudo escuchan con una desconfianza profunda, aunque casi siempre silenciosa, cuando le es contada la fábula de la cigüeña. Pero, como la investigación sexual infantil ignora que los esfuerzos del pequeño investigador resultan por lo general infructuosos, terminan en una renuncia. La investigación sexual de la primera infancia es siempre solitaria, implica un primer paso hacia la orientación autónoma en el mundo y establece un fuerte extrañamiento del niño respecto de las personas de su entorno, que antes habían gozado de su plena confianza»

Se trata entonces de orientar a estos noveles investigadores en su filosofar infantil, respondiendo a las preguntas claramente y con la atención que se merecen, con la verdad y el respeto por su inquietud.

Es fundamental, no coartar esta pulsión de saber. No existe una edad específica para hablarles de sexo y las preguntas que nos formulen irán determinados el momento y el modo de las repuestas.

Es importante conocer y entender la sexualidad del niño, para ofrecer respuestas a las inquietudes de estos y orientar a sus padres sobre la temática.

«¿De dónde vienen los niños?» La pregunta genera incomodidad. Los padres tratan de encontrar una respuesta y, entre cigüeñas, repollos y semillas siempre subyacen las dudas: «¿habré contestado bien?» «¿debería hacerme el distraído?» «¿sí todavía no preguntó conviene que le cuente?» Como verdaderos filósofos, los chicos teorizan sobre el origen de la vida y el sexo. A partir de los dos años de vida, los por qué se van incrementando. Según los especialistas, los padres y docentes deberían acompañar ese proceso. Pero ¿de qué manera?

Pequeños detectives y exploradores

Al tiempo que los pequeños desarrollan su vida sexual, se inician en una actividad que «se adscribe a la pulsión de saber o de investigar». Lo que lleva a un niño hacia la investigación «no son intereses teóricos, sino prácticos»- dice Freud en sus Tres ensayos de teoría sexual- «como lo son la llegada de un hermanito o el contacto con niños del sexo opuesto en el jardín de infantes».

Ante el enigma, surgen las teorías sobre el nacimiento: «los hijos se conciben por haber comido algo determinado, se los da a luz por el intestino (como la materia fecal)», o «vienen del pecho, son extraídos del vientre o el ombligo se abre para dejarlos pasar»…

En cuanto a la diferencia de los sexos, al comienzo no se percibe: es natural para el niño suponer que todas las personas poseen un genital como el suyo. Pero la anatomía no determina totalmente la sexualidad ni existe en el ser humano el instinto animal que no deja espacio a los interrogantes, Así, lo sexual aparece como una de las situaciones traumáticas que el chico intenta elaborar, buscando explicaciones a lo que le produce desconcierto.

Las obras de diferentes autores como Françoise Doltó en «Tiene derecho el niño a saberlo todo», «El caso Antonio, un niño desmemoriado» de Silvia Bleichmar y escenas vividas en la práctica clínica y educativa con niños y niñas, nos dan la pauta que hay que ser cautelosos y precisos.

En este caso, el análisis que Bleichmar hace de Antonio, nos confirma que la información desmedida, los acontecimientos sórdidos como la pérdida de un embarazo, aborto, etc. observados por un niño pequeño, resultan traumáticos ocasionando problemas significativos en el aprendizaje y en su constitución subjetiva. Lo que nos da la pauta y el análisis de diferentes situaciones, afirmando desde mi lugar, que el niño tiene derecho a saber la verdad pero no desde un lugar real y sórdido, sí acorde a la edad que posea y a la información que pueda y desee procesar.

EL encuadre que se considera al emitir las respuestas debe constituirse desde el punto de vista ético y científico. Respetar su pudor e inocencia posibilitando el conocimiento y la autonomía del niño, sin vulnerar y comprometer el proceso de subjetivación infantil, y el recorrido la pulsión epistemofílica, conforme al deseo de saber que desde su niñez habrá de perdurar toda su vida.

Los famosos casos de Freud: «Análisis de una fobia de un niño de cinco años» (el caso Juanito), «Recuerdo Infantil de Leonardo Da Vinci» y otros, nos muestran que los avatares del saber tienen imbricaciones considerables con la sexualidad y la curiosidad infantil, que los conducen a verdaderos enigmas, que hacen que construyan hipótesis dando satisfacciones a sus inquietudes.

Conocer cómo nacen los niños, de dónde vienen, el por qué los nenes tienen una cosita para hacer pipí, cómo me hiciste a mí, por qué se muere, etc. constituyen interrogantes que necesita resolver.

Pero también el saber desde lo real y sórdido puede acarrear trastornos significativos, tal como «El caso Antonio» que Bleichmar nos relata.

Es por eso que las respuestas deben brindarse con calidad, que es necesaria puntualizar y necesita de ámbitos y políticas destinadas a la educación sexual y a la retransmisión de conocimientos.

Los adultos requieren en el marco escolar el conocimiento necesario para entender no sólo lo que preguntan sino desde dónde, es decir el sentido, significado y alcance de las mismas.

La curiosidad puede venir provocada desde diversos niveles. Toda pregunta infantil está formulada desde niveles intelectuales, emocionales y/o explorativos de las relaciones interpersonales: El niño intenta así manejar o explorar las personas que lo rodean, principalmente de diferentes modos:

  • Sometiendo a prueba la confianza que merecen los adultos.
  • Preguntando con una intención encubierta de ponerlos en dilemas.

En cuanto a dónde y desde cuándo preguntan:

Podría decirse desde los dos o tres años en la mayoría de niños y niñas preguntan sobre su cuerpo, sus órganos genitales, su origen o gestación. Les interesa todo lo relativo al ser sexuado y al comienzo de su propia vida ¿Cómo soy?, ¿por qué soy así?, ¿de dónde vienen los niños?, ¿cómo nacen?, etc.

Para el niño son de máxima importancia que le respondan las personas que considera «significativas», especialmente sus padres, familiares y educadores. Es necesaria la respuesta al niño en cuanto a ética y responsabilidad, la supervisión parental por nuestra parte es insoslayable, en cuanto a la calidad.

Dentro del marco psicoanalítico podrían enunciarse que éstas requieren las siguientes aptitudes:

  • Claras: que puedan ser entendidas por el niño.
  • Éticas: que expresen una vivencia de respeto a todo lo propio de la persona y de los demás.
  • Verídicas: que lo expresado corresponda a la realidad.
  • Directas y francas: centrándose en lo que pregunta el niño.
  • Dadas en un clima de amor sencillo y natural.
  • Con el uso de un vocabulario adecuado, denominando los órganos sexuales de manera científica: vulva, ovario, testículos, etc.
  • Superadoras de prejuicios y roles sexistas.
  • Siempre que sea posible se le mostrarán imágenes sencillas y claras sobre lo que pregunte.

En algunas circunstancias el niño las repite varias veces. No es que necesite más contenido, necesita escuchar lo mismo para tranquilizarse. El educador responderá cuando esté en condiciones de hacerlo, si no lo hiciese en el momento que se formula la pregunta, es importante que pueda responder lo más pronto sin evadirse, puede utilizarse algún libro o láminas idóneas como ayuda pero nunca éstos suplirán a los padres o al educador en la calidad de la palabra hablada que resuene en la escucha de los niños como experiencia tranquilizadora y de crecimiento para el mismo.

La escuela tiene que ser un ámbito con implicancias considerables, ya que la educación atraviesa al niño, e inicia en ella su proceso de socialización secundaria, pero no se le da lugar en las currículos actuales de la Provincia de Santa Fe ni en sus políticas educativas hasta el momento.

Muchas iniciativas se han desarrollado en distintos lugares del mundo para llevar a la práctica los derechos de los niños, niñas y adolescentes desde la convención sobre los Derechos del Niño, pero sin embargo hay tareas fundamentales que merecen la implicancia educativa y corresponde afrontar en nuestro medio.

Es necesario promover y desarrollar los Derechos del Niño desde los mismos niños, niñas y adolescentes contribuyendo a su incorporación como actores fundamentales en la promoción y aplicación de sus derechos, opiniones, participación y organizaciones de niños, niñas y adolescentes, ya que tienen un valor pedagógico trascendental y formativo. Un niño, un docente y la comunidad toda que participe y se organice, contribuirá a que desde pequeño exprese sus sentimientos e ideas, valore la opinión de los demás, respete y conviva democráticamente con sus semejantes en la diversidad y en la pluralidad de opiniones, adquiriendo valores solidarios y sentido de pertenencia colectiva, que permita la abolición de estereotipos discriminativos y aporte a la construcción de una sexualidad plena, saludable, responsable sin inseguridades, egoísmos e insensibilidad para relacionarse con los demás.

Bibliografía

  • Ariel, Alejandro(1997): Prevención y psicoanálisis. Supervisión de la función parental. D. Psicología de la Secr. De Salud Pública y Promin. Rosario. Argentina.
  • Dio Bleichmar, Emilce (1997).La sexualidad femenina, de la niña a la mujer. Editorial Paidós. Barcelona. Buenos Aires. México. Impreso en España. Primera Edición.
  • Bleichmar, Silvia(1997). En los orígenes del sujeto psíquico. (Caso Antonio). Amorrortu Ediciones.
  • Doltó, Françoise(1990). La causa de los niños. Editorial Paidós. Barcelona. Buenos Aires. México.
  • Doltó, Françoise(1986). Tiene el niño derecho a saberlo todo. Tomo I y II. Editorial Paidós. Capital Federal. Argentina.
  • Freud, SigmundObras Completas. Amorrortu Editores. Argentina 1974.
  • Freud, Sigmund(1908).Teorías Sexuales Infantiles. Amorrortu Editores. Argentina. 1974.
  • Freud, Sigmund(1905). Tres Ensayos para una teoría sexual.Amorrortu Editores. 1974.
  • Freud, Sigmund(1909) Análisis de la fobia de un niño de cinco años. (El pequeño Hans). Tomo X. Amorrortu Editores. Argentina 1974.
  • Freud, Sigmund(1910). Recuerdo Infantil de Leonardo Da Vinci. Tomo II. Amorrortu Editores. Argentina 1974.
  • Freud, Sigmund(1984). El malestar en la Cultura. Amorrortu Editores. Buenos Aires. Argentina
  • Freud, Sigmund(1908). El Creador literario y el fantaseo. Tomo IX. Amorrortu Editores Buenos Aires. Argentina
  • Freud, Sigmund(1892). Sobre la psicología del colegial. Edición Biblioteca Nueva. Buenos Aires. Argentina.
  • Lacán, Jacques(1991). Intervención y textos II – «Dos notas sobre niños». Editorial Manantial. Bs. As. Argentina.
  • Stringaro, Susana(2005). Los juegos y los miedos. Ensayo. Rosario. Argentina. Pagina Web UNR Primer Congreso Internacional de Psicología.
  • Stringaro, Susana; Menin; Caballero y otros(2004). El Juego de los Niños y los Adolescentes. Valor preventivo en situaciones de violencia. Mimeo UNR. (Sólo nos resta jugar, una contrapartida a la violencia)
  • Stringaro, SusanaExperiencias reales de la vida escolar, institucional y práctica clínica.
  • Observaciones verídicas en situ. Rosario. Argentina.
  • Vegh, Isidoro(1989). La clínica freudiana. Las preguntas de Juanito. pág. 22 a 33 Lugar Editorial Buenos Aires.
  • Verdier Martina, Virginia(2001). El proceso de hacernos sexuales. Editorial Estelar S.A.
  • Varios: Fernández; Vallejos; Fogliatti, etc. (2005). Cuentos Infantiles como herramientas para el abordaje de la diversidad. Concurso organizado por Sentido G y Amnistía Internacional, etc. Noviembre 2005. Buenos Aires. Argentina.

Artículos:

  • Giberti, Eva. Cuando los más chicos preguntan sobre travestís. De Mujeres Hoy. www. Mujeres hoy.com. Fuente Diario Clarín 2005.
  • Acción por los Niños. Programa Nacional de Municipios Escolares Perú en integración con la Red E. Bradem de Suecia. Lima (Perú Agosto 2004).

 

Tomado de: http://vinculando.org/psicologia_psicoterapia/ninos_creciendo_practica_educativa_identidad_autoestima.html

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Violencias contras las mujeres en África

Africa/23 junio 2016/ Fuente: Por Fin en África

No podemos hablar de igualdad dentro de la familia cuando las leyes de violencia contra las mujeres no protegen la integridad de la mujer sino la de la familia; es decir, cuando el objetivo final es reconducir la situación, volver las cosas a su estado original.

Y menos aún podemos hablar de igualdad ni de derechos en las sociedades que se enfrentan a situaciones de conflicto o post conflicto. En este contexto, son habituales la violación como arma de guerra, la trata de mujeres con fines de explotación sexual, el reclutamiento de niños y niñas soldados… Pero además, es entonces cuando las violencias que se dan en el hogar quedan más invisibilizadas si cabe: los abusos sexuales en la familia, el matrimonio infantil, la violencia en el hogar…

Todo ello unido a los estigmas que provoca ser una víctima. Es cruel, es inhumano, pero sucede. La reintegración de una mujer violada, abandonada por su marido por no poder tener hijos o utilizada como niña esclava es extremadamente difícil. La tradición, los bulos, las supersticiones o las creencias caen sobre ellas como una losa y su situación se hace casi imposible de superar incluso cuando las leyes están de su parte, cosa que, por otra parte, sucede en pocas ocasiones.

Según datos de 2013, África era la zona del mundo con mayor porcentaje de maltrato a las mujeres (45,6%), pero además tenemos la ablación, la violación como arma de guerra, la discriminación a la hora de ocuparse de las tareas del hogar y de los hijos, las dificultades de acceso a la educación, la falta de oportunidades… y tantas otras cosas que hacen necesario que se siga trabajando, mucho, para avanzar en igualdad.

Fuente: http://porfinenafrica.com/2016/06/violencias-contras-las-mujeres-en-africa/

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Protegidos contra el dolor: abordar el abuso sexual infantil por Internet en Filipinas

Filipinas

Como declara la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, no existe ninguna circunstancia por la cual se considere aceptable utilizar niños para representaciones y materiales pornográficos. “El nombre ‘pornografía infantil’ es poco apropiado, ya que implica que la explotación sexual infantil es un subgrupo de una industria (mayoritariamente) legal”, sostiene Sarah Norton-Staal, jefa de Protección Infantil para UNICEF Filipinas. “Cualquier niño menor de 18 años al que se utilice para realizar representaciones o crear materiales pornográficos se puede considerar una víctima. Toda imagen o vídeo que contenga abuso infantil constituye una prueba documentada de un delito en proceso. La producción y la distribución de esos materiales de explotación y abuso infantil, ya estén en papel, en Internet o se emitan en directo, representan una violación de unos derechos humanos fundamentales, y es necesario proteger a los niños contra eso”.

Filipinas se ha convertido en el epicentro mundial del mercado del abuso sexual en directo, y muchas de las víctimas son niños. En los suburbios de Manila, la redada policial de una operación contra la explotación sexual infantil reveló las dificultades a las que se enfrenta el país para proteger a los niños vulnerables y llevar a los tribunales a quienes abusan de ellos.

Una noche de 2014, la policía filipina hizo una redada en una casa de apariencia normal situada en los suburbios de Manila. Justo antes de la media noche, cuando la oscuridad había inundado los callejones estrechos de alrededor, los oficiales entraron con una orden de registro. Dentro de la casa, que era pequeña y tenía una sola habitación, encontraron una cantidad inusual de equipos informáticos: portátiles, webcams y un router de Wi-Fi.

Además, hallaron a un grupo de cuatro niñas y niños de edades comprendidas entre los siete y los 10 años preparándose para una “representación”. Los niños estaban a punto de desnudarse y representar actos sexuales unos con otros, siguiendo las instrucciones de un pedófilo conectado desde el otro lado del océano mediante una webcam.

El abuso sexual de niños en directo, también conocido como turismo sexual por webcam, lo había organizado una “cabecilla” que vivía en la casa y que, además, era la madre de uno de los niños. Se trataba de un negocio ilegal en curso. Los perpetradores extranjeros mandaban su dinero mediante giros internacionales, y ella le pagaba a los niños 150 pesos (el equivalente tres dólares estadounidenses).

Los otros tres niños también estaban viviendo con la cabecilla mientras su madre trabajaba fuera de Manila. La llamaban “tita”, aunque no les unía ningún vínculo de consanguinidad. Uno de esos niños, Danilo*, de siete años, le había contado a su padre los abusos, y fue este quien llamó a la policía.

Durante la redada, la policía se incautó de los ordenadores portátiles como prueba y arrestó a la cabecilla. Un trabajador social rescató a los niños y los llevó a la Unidad de Protección Infantil del Hospital General de Filipinas, en Manila. Allí, un pediatra, el Dr. Merle Tan, los examinó. El centro acababa de ser renovado y ofrecía a los niños un entorno luminoso y alegre, con una sala de juegos bien equipada y varias salas de terapia.

Otro de los niños era Jennifer*, de nueve años, la hija de la cabecilla. Al principio negaba los hechos para proteger a su madre, que le había advertido de lo que tenía que decir si venía la policía. Sin embargo, a lo largo de las sesiones terapéuticas que recibió, poco a poco comenzó a desahogarse con el Dr. Tan y con otros trabajadores del centro.

Imagen del UNICEF

Se aprovechan de la pobreza

La pobreza es un factor determinante que se esconde tras el mercado internacional del abuso sexual de niños en directo. Al menos una de cada tres personas de Manila vive en suburbios con casas hechas improvisadamente con madera, placas de metal y carbón y tres o cuatro plantas, situadas junto a ríos y vertederos de basura. Muchos padres que viven aquí son desempleados o tienen trabajos inestables como la mano de obra eventual. Los niños juegan en las calles, donde es frecuente el consumo de alcohol y drogas. Estas zonas son los objetivos principales de la actividad delictiva.

En el suburbio de Manila en el que vivían Jennifer y Danilo, la existencia de abusos sexuales emitidos en directo era un secreto en voz alta. “La cabecilla dirigía una casa donde muchas noches había “representaciones” abiertas al público”, explica el Dr. Tan. “Si los niños de la barriada tenían hambre, sabían que podían ir allí a por comida y cobijo, y que si participaban en la “representación” ganarían 150 pesos.

Lo más chocante es que algunos padres llevaban a sus propios hijos a la casa. “Como el perpetrador no está tocando a los niños directamente, la gente se convence de que no es un abuso”, sostiene el Dr. Tan. “Pero sí se trata de un abuso que perjudica su desarrollo mental y físico. Conforme van creciendo, pueden tener problemas a la hora de entablar relaciones, y pueden llegar a verse arrastrados a trabajos sexuales o incluso convertirse en abusadores”.

Filipinas se ha convertido en el epicentro mundial del mercado de abusos sexuales emitidos en directo. En algunas partes del país, como en la Isla de Mactán, en Cebú, hay “núcleos” donde tanto la pornografía por webcam en la que participan adultos y el abuso sexual infantil en directo son prácticas extendidas en los pueblos o las comunidades locales. En esas zonas se ha concentrado un gran número de arrestos e intervenciones.

Imagen del UNICEF

UNICEF Filipinas está llevando a cabo una investigación sobre este asunto destinando fondos para preparar a policías y ONG, ayudar a establecer una línea de ayuda nacional e incrementar el poder de los policías nacionales.

“Esto lleva ocurriendo ya varios años, pero cada vez hay más casos”, asegura Sarah Norton-Staal, jefa de Protección Infantil para UNICEF Filipinas. “El mayor acceso a Internet y el abaratamiento de los dispositivos han permitido a las comunidades conectarse. El nivel de inglés alto y los infractores llevan viniendo desde los años setenta. Hay una gran diáspora filipina que envía dinero a casa desde el extranjero. Y también existe una cultura de silencio y deferencia hacia los mayores, que ocultan los abusos. Todo esto contribuye a crear un entorno fácil para los delincuentes”.

 

En 2009, siguiendo las labores de defensa emprendidas por UNICEF y otros, los materiales de abuso sexual infantil se ilegalizaron por primera vez en Filipinas. Pero aún queda trabajo por hacer. “La edad legal de consentimiento sexual en Filipinas sigue estando en 12 años”, informa Norton-Staal. “Eso dificulta la condena de personas por abuso sexual a niños. Queremos elevar la edad a, al menos, 16 años, además de crear mejores recursos para descubrir y condenar a los infractores”.

Una respuesta holística

La Subsecretaria del Departamento de Justicia de Filipinas, Mónica Pagunsan, asegura que el gobierno está empleando un enfoque más amplio para abordar el asunto. “Se considera que Filipinas es la mayor fuente de pornografía infantil de todo el mundo”, sostiene. “La adopción de una ley contraria a la pornografía infantil y la creación de la oficina contra los delitos cibernéticos dio impulso a la campaña contra el abuso sexual infantil en Internet. Además, contamos con tratados de extradición con unos 13 países y estamos trabajando estrechamente con la Interpol”.

Imagen del UNICEF

Sin embargo, a pesar de esos esfuerzos, el nivel de condenas sigue siendo bajo. Pagunsan subraya la necesidad de mejorar la cooperación con el sector privado. “El gobierno no puede hacer esto solo”, asegura. “Necesitamos ayuda del sector privado, en particular de las empresas de telecomunicaciones y los proveedores de servicios de Internet. Nos preocupa lo mucho que se tarda en eliminar contenido, identificar a las víctimas y los perpetradores y preservar las pruebas”.

“En la actualidad debemos obtener una orden judicial antes de que las compañías puedan cooperar con la investigación”, prosigue. “Para entonces, el abusador suele haber desaparecido”.

En la comisaría de la Policía Nacional filipina, el coronel Ivy Castillo está al frente de la nueva unidad de delitos cibernéticos, que incluye el abuso sexual de niños emitido en directo. Se trata de una unidad pequeña que trabaja en una cabina diminuta en el extenso campus. Ivy nos explica que el número de casos está aumentando: de 57 que había en 2013, a 89 en 2014 y 167 en 2015. Sin embargo, hasta ahora solo ha habido siete condenas, todas ellas de conformidad con la legislación sobre contrabando infantil.

“La mayoría de las pistas nos las envían nuestros homólogos de la policía de otros países”, dice el Coronel Castillo. “Ellos encuentran imágenes de Filipinas en los ordenadores de los sospechosos y nos piden que los localicemos. A veces también saquean la cuenta de Facebook de un perpetrador y la utilizan para contactar con los cabecillas”. Aun así, la unidad encuentra muy pocas pistas. “Los filipinos se resisten a denunciar el abuso o a archivar quejas”, prosigue. “Algunas personas no saben que lo que hacen está mal, no son conscientes de las sanciones”.

Para abordar este asunto, la unidad lleva a cabo actividades de concienciación en escuelas y comunidades, especialmente en las zonas donde se concentran más casos de abusos. UNICEF está financiando formación para oficiales de policía con el fin de enseñarles a identificar y tratar un caso de delito cibernético. Sin embargo, hasta el momento los delincuentes aún les llevan la delantera.

Para las personas que trabajan en primera línea para combatir el abuso sexual infantil en directo, como el Dr. Tan y la Unidad de Protección Infantil, este desafío a veces se hace cuesta arriba. “Puede llegar a ser muy desolador, pero debo ser fuerte”, dice el Dr. Tan. “Intento sacarme de la mente todos los pensamientos tristes. No quiero que estas historias me afecten. Si quiero ayudar a nuestros niños, debo seguir siendo fuerte y positivo”.

*Los nombres se han cambiado para proteger la identidad de las víctimas.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/philippines_91214.html

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México: Las prostitutas del Porfiriato

México/ 23 junio 2016/Autor: Denisse Pérez Antonio/Fuente: Mi Oaxaca

 

Consideradas el estrato más bajo durante este periodo, las sexoservidoras tenían que pagar impuestos y llevar un registro de salud

 En medio de una época conservadora a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, el papel de la mujer se desempeñaba únicamente a las labores propias de la familia y el hogar, por lo que otra actividad como la prostitución era vista con asombro, desprecio y discriminación.

 El oficio más viejo del mundo encontró una forma de crecer y con el tiempo de establecerse como una actividad rentable en la ciudad de Oaxaca.

 Las mujeres del Porfiriato se enfrentaban a diversos cambios, primero el rápido cambio del campo a la ciudad, los procesos industriales introducidos con el ferrocarril y la moral.

 Las sexoservidoras de finales del siglo XIX se adaptaron a las circunstancias y supieron rentabilizar sus encantos, situación que les otorgó cierta independencia y poder ante el manejo de su cuerpo, pero las ubicaba en el estatus de personas indeseables y relegadas de la sociedad.

 Datos de la historiadora Fabiola Bailón Vásquez, muestran la realidad de la mujer en su estudio “Trabajadoras domésticas y sexuales en la Ciudad de Oaxaca, durante el Porfiriato: sobrevivencia, control y vida cotidiana”.

 Registro fotográfico como medio de control

Oaxaca es uno de los pocos estados que contaba con un registro fotográfico sobre la prostitución, los cuales abarcan de 1890 a 1969 con imágenes de mujeres que se dedicaban al comercio sexual regulado.

 El Porfiriato, en términos históricos tiene una gran relevancia, debido a que se comenzó a generar uno de los archivos visuales más voluminosos de México.

Fue hasta 1875 que en Oaxaca se propuso la creación de un mecanismo de control sanitario en burdeles y en 1881 se realizó un reglamento, pero se puso en marcha hasta 1890, lo que requirió de un registro fotográfico para su manejo.

 La importancia de realizar un registro fotográfico se debió a una necesidad de regular una actividad “tabú” por su forma de crecimiento acelerada.

 La prostitución se convirtió en una empresa rentable por medio de los burdeles. En 1895, se estableció el primer reglamento donde las dueñas pagaban impuestos ante la Tesorería Municipal, se les indicaba la cantidad por apertura y registro de “mesalinas” a su cargo. Fue entonces, cuando se convirtió en un negocio legal, clasificado en tres categorías, lo mismo que las prostitutas, ya que, de acuerdo al rango era la cantidad a pagar.

 La prostitución fue considerada un problema social y religioso desde el Virreinato y en el Porfiriato se consolidó en una reglamentación. Esta actividad estaba calificada por debajo de los criminales, enfermos mentales y vagabundos.

A diferencia de otros oficios realizados por las mujeres en esa época, las sexoservidoras tenían ingresos, pero al estar reguladas debían de pagar impuestos, con horarios y lugares establecidos; esto en el caso de las reglamentadas, ya que la actividad se movía en la clandestinidad.

Las autoridades a finales del siglo XIX buscaban brindar servicio médico y control de la moral a las también llamadas “mujeres públicas”. Este tipo de medida estaba inspirado en el modelo francés de sexoservicio de 1865.

En el registro fotográfico y sanitario resaltan los siguientes datos: el nombre, las dueñas de los burdeles, sus categorías, sus agremiadas, el tipo de control sanitario al que eran sometidas, fecha de alta y de baja en la actividad, salidas de la ciudad de Oaxaca, nacionalidad, edad y filiación completa.

Aunque en los registros no destacan los orígenes étnicos, las autoridades tenían la clasificación de “claras”, “oscuras”, “trigueñas”, “morenas”, “blancas”, “oscuras”, “rosadas” o “amarillas”.

Las fotografías eran tomadas en su mayoría de pie, destacan la ropa de la época y aspecto según la categoría de prostituta, lo que determinaba su joyería, peinado, vestido, etc., dicho registro se entregaba en forma de tarjetón.

El reglamento de ese tiempo tenía una serie de normas que establecían algunas restricciones cómo, evitar escándalos fuera y dentro de la casa, malas apariencias y faltas a la moral pública, vestir con decoro y salir acompañada de un hombre; asimismo, se les pedía tener una afiliación religiosa y contar con un hospital especializado en ETS.

 Las edades abarcaban desde los 14 hasta los 41 años. La productividad de una mujer se establecía en su juventud, ya que las ETS eran la principal causa de muerte.

 Este acervo fotográfico forma parte de una importante colección visual del Archivo Histórico Municipal de Oaxaca, el cual recopila fotografías de sexoservidoras de diversas edades, estratos sociales y datos médicos, también cuenta con informes policiacos, partes médicos, infracciones, multas, quejas, licencias, denuncias, formatos de descontento y resistencia, además de redes de apoyo y solidaridad por el oficio.

 Los registros dejan nulos datos sobre la identidad de los clientes, aunque a grandes rasgos se sabe que asistían a las casas de citas los artesanos, agricultores, trabajadores de gobierno, vendedores, cargadores, aguadores, policías e intelectuales de la época.

 Obligaciones de las sexoservidoras

 Los deberes y obligaciones de las “mujeres públicas” eran: inscribirse al registro en la jefatura de policía, estar pendientes de su registro médico los martes y jueves, llevar su tarjetón de identificación, no vivir en vecindades, no agruparse en lugares públicos, vestir de forma decente y no hablar groserías, no hablarle a hombres con niños y mujeres ni hacer tratos ilícitos con adolescentes, avisar del cambio de domicilio y avisar en caso de dejar el oficio, pagar la cuota de uno a dos pesos según la categoría a la que pertenecieran.

Cabe destacar, que este registro no fue un salvamento para el comercio sexual, ya que los datos históricos muestran que la venta de mujeres, la influencia de los proxenetas y los burdeles fiscalizaban dicha labor.

La prostitución durante la Oaxaca Porfirista fue un trabajo con muchos matices, por una parte daba a la mujer cierta independencia económica, pero la confinaba a la desaprobación social, eran fichadas como “malas mujeres” y pertenecían al estatus social más bajo.

Fuente:

http://denissekarinaperez.wix.com/mioaxaca#!Las-prostitutas-del-Porfiriato/cjds/3

 

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Estados Unidos, Orlando: Solo la educación nos librará de la intolerancia

Estados Unidos/16 junio 2016/ Autor: Josep Vilà/Fuente: El Periódico

Hace unos días estuve viendo ‘La chica danesa’, esa, a mi entender, espléndida y bellísima película donde se nos cuenta la historia verídica del primer transexual al que se le practicó la operación de cambio de sexo en la Dinamarca de los años veinte del siglo pasado. Inmediatamente después, pensé que sería una buena película para poder ver y comentar el curso que viene con los alumnos de segundo ciclo de ESO de mi colegio, debido a sus inmensos valores.

Al cabo de unas horas, me enteré de la horrible matanza perpetrada en Orlando, Estados Unidos, por parte de un presunto fanático y criminal yihadista, que, según parece, tenía fobia a los homosexuales. No puedo por menos que dejar de pensar en que el visionado en el colegio de películas como aquella resulta absolutamente imprescindible para poder fomentar entre los jóvenes valores como la empatía hacia los diferentes, la tolerancia, la libertad y el respeto a la identidad sexual de todas las personas.

¡Perdónenme por mi pedantería -soy maestro, claro-, pero creo que solo la educación, en el sentido más amplio de la palabra, puede salvarnos de esta locura de mundo en el que vivimos, librándonos del azote de plagas como el terrorismo, la pobreza, el racismo o la homofobia!.

Fuente:

http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/orlando-solo-educacion-nos-librara-intolerancia-73187

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