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Ir a la escuela, el deseo de miles de niños refugiados en Grecia

Según datos de Unicef, el 40% de los más de 50.000 refugiados atrapados el país heleno tras el cierre de las fronteras son menores

Republica.com/  | ATENAS 

Agolpados junto a la entrada del campo de refugiados de Eleonas, decenas de niños intentan subir al autobús que espera fuera y los lleva a diario hasta un centro en el que se imparten clases de inglés. Todos están sedientos de aprender, pero no todos pueden ir a clase, por falta de plazas. Aunque algunos saben que su nombre no está en la lista, hacen la cola igualmente. Cuando no les dejan subir al autobús gritan, lloran, se despiden de sus amigos con resignación. Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 40% de los más de 50.000 refugiados atrapados en Grecia tras el cierre de las fronteras son menores de edad.

La mayoría lleva varios meses sin ir a la escuela. Durante el viaje, al llegar a Grecia porque no tienen la opción y en su país porque la guerra destroza escuelas sin hacer distinción y, sobre todo, atemoriza a las familias, que en muchos casos prefieren que sus hijos se queden en casa por miedo a lo que pueda ocurrir durante el trayecto.

El ministerio de Educación griego ha creado dos comités de expertos para diseñar actividades educativas para el verano y un curso propiamente dicho a partir de septiembre.

En algunos centros de refugiados establecidos por el Gobierno ya se está llevando a cabo un programa piloto en el que dan clases de inglés a algunos niños residentes en estos centros.

A algunos, porque de momento no hay plazas para todos. Marya, procedente de Kabul, tiene tres hijos y de momento solo su hija mayor, Muzhda, puede coger el autobús que los lleva desde Eleonas hasta su clase de inglés cuatro tardes a la semana.

A partir de septiembre nuestro objetivo es poner en marcha proyectos de educación globales, cursos de integración al sistema educativo, no limitados al aprendizaje de idiomas. Para ello pretendemos involucrar también a Acnur y Unicef”, explica a Efe Yanis Pandís, secretario general del ministerio de Educación.

Gestión de menores refugiados

El ministro de Migración griego, Yanis Muzalas, envió a principios de esta semana una carta a Unicef pidiéndole que se implique en la gestión de los menores refugiados.

Uno de los grandes problemas para coordinar la educación de todos los menores que se encuentran en Grecia es que muchos no están en centros gubernamentales, sino en Idomeni, el campamento improvisado junto a la frontera grecomacedonia que desde hace meses es el principal punto de aglomeración de refugiados, que se niegan a abandonarlo con la esperanza de que las fronteras abran de nuevo.

Los servicios de este tipo en las zonas no oficiales quedan en manos de las organizaciones no gubernamentales y los voluntarios. En Idomeni hay ahora dos escuelas montadas por organizaciones no gubernamentales, que en tiendas de campaña intentan enseñar idiomas a los niños del campo.

Escuelas puestas en marcha por las ONG

La escuela montada por BorderFree Association lleva en funcionamiento tan solo una semana, pero ya dan siete horas de clases de inglés al día a 90 chicos y chicas de entre 3 y 19 años. Tienen planeado montar otra tienda para ampliar las clases. “Cuando hablamos con los padres de los niños nos cuentan que antes estaban siempre tristes y aburridos. Ir a la escuela es lo mejor que les podía pasar”, cuenta Nedal, el único refugiado por el momento que participa en la escuela como profesor.

La situación es aún más complicada para los menores que llegaron a Europa tras la puesta en marcha del acuerdo de migración entre la Unión Europea y Turquía el pasado 20 de marzo.

Encerrados en los que fueron centros de registro en las islas del Egeo, en unambiente de superpoblación, crispación y desinformación, no solo no tienen acceso a una educación, sino que están detenidos hasta que se gestionen sus peticiones de asilo, o sean devueltos a Turquía.

François Crepeau, relator especial de las Naciones Unidas sobre derechos de los migrantes, pidió esta semana al Gobierno griego que deje en libertad a los menores que se encuentran en estos centros. “Los niños no deberían ser detenidos, punto. El arresto debe ordenarse solo cuando una persona represente un riesgo, peligro o amenaza para la sociedad, y tiene que ser una amenaza basada en hechos, no en intuiciones”, dijo Crepeau.

La organización no gubernamental Remar, la única que permanece en los centros gubernamentales de las islas reconvertidos en centros de detención, ha organizado diversas áreas específicas para niños, “zonas seguras” donde pueden jugar tranquilos, pero no tienen los medios ni los permisos de las autoridades competentes para impartir clases.

Hay una generación de niños en Europa que hasta ahora solo ha conocido guerra, violencia y supervivencia. Una generación de niños que están creciendo en tiendas de campaña por toda Grecia, sin aprender a leer, a sumar, o a comunicarse en el idioma del país en el que van a vivir.

Fuente: http://www.republica.com/2016/05/22/ir-a-la-escuela-el-deseo-de-miles-de-ninos-refugiados-en-grecia/

Fecha de la publicación en OVE: 22 Mayo 2016

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Todos en la Escuela

Por: Lilia Julieta Guzmán Acevedo

El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) nos ha permitido tener conocimiento casi inmediato de lo que ocurre en diversas partes del mundo. Las sociedades –y por ende, los individuos que las conformamos- experimentamos cambios a una velocidad a la que no estábamos acostumbrados.

Frente a esta situación, las sociedades reconocen cada vez más la necesidad de educar para un mundo global, interconectado; educar para desarrollar en las niñas, niños y jóvenes de todo el mundo las competencias que les permitan participar en este escenario de interacción intensa.

En grave contraste a esta tendencia a la apertura y el intercambio propiciados por el desarrollo de las TIC, las políticas migratorias en muchas partes del mundo se han endurecido. Por ejemplo, en la última década, en EUA han aumentado significativamente las detenciones y deportaciones de inmigrantes, lo que ha resultado en la dolorosa separación de muchas familias transnacionales.

Las familas en las cuales las madres y los padres deportados tienen la oportunidad de reencontrarse en México, con sus hijas e hijos nacidos en EUA o que nacieron en México pero que migraron a una corta edad, se ven afectadas principalmente por cuestiones de integración legal y social en nuestro México, su país de origen.

Esas niñas, niños y jóvenes retornados tienen limitado o impedido su acceso a escuelas y servicios sociales, al no poder cumplir con requisitos que incluyen actas de nacimiento originales o certificaciones con apostillas. Una “apostilla” es una forma de autenticación que se aplica a documentos para que se usen en los países que participaron en la Convención de la Haya de 1961. El proceso para apostillar un documento es largo y costoso, por lo que a las madres y padres de familia se les dificulta realizarlo. Además de ello, la generación joven de retornados enfrentan dificultades para ser recibidos con el aprecio y atención que les corresponde, debido a las barreras del idioma (pues a veces no dominan el español, o no han escrito o leído con él en su trayectoria escolar), por falta de asistencia lingüística adicional, y por las diferencias sociales y culturales en el sistema educativo.

La ironía es que, pese a los reclamos que hacen nuestras autoridades de Relaciones Exteriores para que a los emigrados no se les niegue acceso a la escuela en EUA, nuestras autoridades de Educación son omisas o contrarias a favorecer el acceso a la escuela en su propio país de origen.

Una educación de calidad es equitativa e incluyente, o no es de calidad. Para que estas niñas, niños y jóvenes hagan efectivo su derecho debemos presionar a las autoridades, sobre todo a las de Educación Pública en la federación y en cada estado, para que se eliminen las políticas internas –a veces, mera inercia- que actualmente exigen actas de nacimiento originales apostilladas para inscribirse en los servicios de educación, y también para que desarrollen programas lingüísticos complementarios para las hijas e hijos de migrantes. Todos en la escuela: ninguno nos puede faltar.

Fuente: http://www.mexicanosprimero.org/index.php/educacion-en-mexico/nuestra-opinion/item/todos-en-la-escuela

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/static/uploads/photo/2015/09/27/03/40/japan-960260_960_720.jpg

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Todos somos Extranjeros

Post escrito a medias con Edita Olaizola al salir de una master class del profesor Itamar Rogovsky

Laura Rosillo

28/abril/2016

Ya no quedan maestros. Personajes que sobre una tarima te sacuden de tu modorra, ponen patas arriba tus certezas y dejan que entre aire nuevo y ventile todos los rincones de tu cerebro cargadito de mensajes televisivos. Maestros que, iluminados por la vehemencia de su discurso, olvidan el micrófono porque en realidad nos hablan al oído, tienen el poder de dirigirse individualmente a cada uno de nosotros.Es la segunda vez que escribo un post con Edita Olaizola. Somos buenas amigas y los pocos ratos que estamos juntas nos ofrecen múltiples alegrías.  Una de ellas, por ejemplo, es aprender de un gran maestro.  Escuchamos, anotamos, preguntamos, reflexionamos, comentamos… y así nos enriquecemos juntas y disfrutamos de la vida.

A veces, con un poco de suerte, escuchamos a un brillante gurú, que nos emociona superficialmente y del que no recordamos nada al día siguiente.

Los maestros son otra cosa, ya nunca volveremos a pensar igual, incorporan a nuestra propia visión y experiencia nuevos escenarios y nuevos ángulos de percepción.

Nos estamos refiriendo a  Itamar Rogovsky, un maestro de los que casi no quedan, que desde la sencillez, la proximidad y la argumentación retórica más clásica, vino a demostrar que todos somos extranjeros… y esto en esta ciudad, la nuestra, que se cree capital de un quimérico estado, y que, efectivamente, nos hace sentirnos extranjeras en nuestra propia casa.

Rogovsky

Y nosotras, con los oídos bien abiertos y tomando notas sin parar teníamos la certeza de que su relectura hoy iba a ampliar nuestro pequeño mundo y fuimos adentrándonos en la descripción que del momento presente iba perfilando el profesor Rogovsky.

Nos advirtió que ni citas, ni autores, pero detrás de cada frase se escondía un libro recién leído o recién recordado, un autor de cabecera, una cita anotada en una servilleta de un bar o en una libreta guardada en un bolsillo…

La afirmación de arranque asentía que “todos somos extranjeros” para llegar al colofón de que como trabajadores somos extraños, extranjeros, estamosfuera de lugaren nuestra empresa.

Las referencias al enfrentamiento judío/palestino, musulmán/cristiano, latino/yankee, blanco/negro, nos sirven para generalizar el problema de que para cada individuo, el “otro” es un extranjero y nosotros mismos lo somos desde que nacemos y somos expulsados del “paraíso”, del útero de nuestra madre.

Y así encerrados en nuestra propia cultura, en nuestra zona confortable, el “otro” es vivido siempre como un “invasor” si quiere mantener sus valores y principios, como un “extranjero” si pretende integrarse y adoptar los nuestros.

Y lo mismo sucede en las organizaciones en las que cualquiera que no se disuelva en la mediocridad de lo establecido, lo usual, lo prescrito por la cultura de la empresa, es considerado un extranjero y, en consecuencia, un enemigo que debe ser expulsado de la comunidad compacta y hermética que configuran tantas organizaciones hoy.

Itamar extranjeríaDe hecho, aseguró que «el sentimiento de extranjería es el paradigma de la situación organizacional actual«.

Y los “Jinetes del Apocalipsis” contra los que debe luchar ahora la dirección de la empresa o en su ayuda Recursos Humanos para renovar, reinventar, reiniciar… las relaciones empresa/trabajador, nos decía el profesor Rogovsky, son la cooptación, el ghetto, el gatopardismo, el mobbing y la tanatopolítica… plagas todas ellas relacionadas con la exclusión del “otro”, con el sentimiento de extranjería que insuflan muchas organizaciones para situarse sus directivos en un plano superior, excluyente, elitista, autoritario… que responde más a estructuras y relaciones eficientes en el siglo XX pero que son claramente obsoletas en el siglo XXI.

Gracias, maestro.

Fuente: http://lrosilloc.blogspot.com/

Fuente de la imagen de cabecera: Imagen: www.diarioinformacion.com

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España: «Los niños migrantes no vienen de la Luna», un libro que enseña a acoger.

Lectura y zentangle para aprender quiénes son los migrantes y refugiados.

Montserrat Alonso Álvarez (maajung@hotmail.com; @MigrantesDe)

«En mi vida, he sido emigrante e hija de emigrantes. Nací en el país donde la nieve de los Alpes se funde al aroma de los quesos calientes de la montaña y al calor del Sol… donde la leche es dulce, fresca y abundante… donde el chocolate adquiere mil y una formas y variedades…».

El viernes pasado, 15 de abril, salía a la luz mi segundo libro: «Los niños migrantes no vienen de la Luna», de la Editorial Hontanar (Ponferrada). El primero («El Sueño de Malala». Ed. TintaMala, 2015) ya había sido creado para el trabajo en valores.
Sensibilizar a niños y jóvenes sobre la acogida a migrantes y refugiados: un objetivo ambicioso, que estoy segura podremos conseguir… Por medio de pequeños textos acompañados de ilustraciones enzentangle («zen», como filosofía oriental + «tangle», que significa enredar, liar, hacer una maraña), cuidadosamente creados por mi compañera Estefanía Alba, se intenta envolver al lector en el conocimiento de esas personas que llegan de otros lugares y que a veces, nos pueden parecer extrañas: su comportamiento, su lengua, su religión, sus costumbres… Quizás vengan de la Luna…
Estefanía Alba (ilustradora) y Montse Alonso (autora)
La observación de los niños migrantes en los recreos y aulas durante años de docencia, me alertó alertó en cuanto a la existencia de grandes prejuicios en muchas familias, que se van transmitiendo a los hijos subliminalmente, casi imperceptiblemente, pero que entorpecen la acogida de los extranjeros. Lo ideal sería poder desmontar estos prejuicios en la población adulta… pero ésto, es prácticamente imposible, ya que han crsitalizado.
Es por ello que ha nacido este pequeño GRAN libro: para abordar directamente el tema con la infancia, y lograr dar unas sencillas pautas sobre qué hacer y cómo comportarse a la llegada de migrantes. Veamos a continuación algunas de sus imagenes:
Y como creemos en la posibilidad de conseguir un planeta más respetuoso, tolerante y hospitalario, donamos 0,50 euros por ejemplar a la ONG Proactiva Open Arms, los socorristas catalanes que se han volcado en el salvamento de vidas en las playas de las islas griegas.
Invitamos a todos los lectores a conocer la obra y seguirnos en FACEBOOK, contactarnos para posibles sugerencias/pedidos en migrantesdelaluna@gmail.com, y visitarnos durante la semana del 18 al 24 en la Feria del Libro de Ponferrada (caseta Ediciones Hontanar).
 
 
Entre todos, es posible un mundo mejor… Creemos en la raza humana…
 
Montserrat Alonso Álvarez (maajung@hotmail.com; @MigrantesDe)
Tomado de: http://maestrosconlosninosdesiria.blogspot.com/2016/04/los-ninos-migrantes-no-vienen-de-la.html
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¡Me gustaría cuidar al triste Said! Historia de un compromiso con sentido

Grecia- Suiza/12 abril 2016/ Autora: Gaby Ochsenbein/ Fuente: http://www.swissinfo.ch/

Los refugiados menores no acompañados son miles en Grecia y necesitan una ayuda especial. Lisa Hamuzopulos, una suiza que vive desde hace muchos años en Atenas, trabaja de manera voluntaria en un alojamiento para ese grupo particularmente vulnerable. Es una gota en el océano, pero una gota significativa.

De 13 años, Said viene de Homs, Siria. Desde hace tres meses vive en ‘Mellon’, que significa ‘futuro’ en francés. Este establecimiento, situado entre Atenas y El Pireo, tiene espacio para 60 niños y adolescentes que viajaron sin sus padres.

Hoy, Said regresa de la escuela. No se encuentra bien; tiene un esguince y está a punto de llorar. Lisa Hamuzopulos lo atiende rápidamente. Le habla, le levanta el ánimo. Lo escucha. En una hoja de papel, el chico anota las palabras que le gustaría aprender en griego. Con esmero, los dos buscan en un diccionario árabe-griego.

Un compromiso con sentido

Esta ciudadana griega y suiza de 63 años es originaria de Toggenburg, en el cantón de San Gall, y se casó con un abogado griego. Desde diciembre de 2015, acude al menos una vez por semana al ‘Mellon’ a jugar a las cartas con los jóvenes refugiados, enseñarles griego e inglés o simplemente para escucharlos.

Lisa Hamuzopulos dirigió durante 16 años el café del Instituto Goethe de Atenas. Dejó ese trabajo cuando se le hizo demasiado pesado y ahora encuentra en la ayuda voluntaria a los refugiados una actividad con mucho sentido. En el futuro le gustaría ayudar también a un grupo de la Iglesia Evangélica en lengua alemana que cocina todos los jueves para los refugiados. “También puedo cocinar y organizar, eso me gusta”, comenta.

No siempre es fácil motivar a los niños, los cuales suelen quedarse simplemente en su habitación. Por ello, a veces, viene para nada, lo cual es frustrante. Ahora ya no acude a ‘Mellon’ antes del mediodía, sino los jueves por la tarde porque espera encontrar entonces a los niños y adolescentes -incluidas siete niñas- durante su descanso.

Solos por los caminos

Said, sin embargo, muestra sed de aprendizaje, lo que alegra mucho a Lisa Hamuzopulos, aun cuando los tristes ojos del pequeño se pierden en la distancia cuando tal vez piensa en su madre y en sus hermanas que se quedaron en Siria.

También se encuentran solos Youssef, de 15 años, de Egipto, y Arman, 12, Chiraz, Irán. Este último está aquí desde hace dos semanas y todavía no va a la escuela. Tiene cuatro hermanos; su padre ya no vive. También Ali, de Kabul, capital afgana, quien llegó hace un mes y que prefiere jugar al fútbol a ir a la escuela. El niño más pequeño que vive en ‘Mellon’ sin sus padres tiene cuatro años, está con dos hermanos mayores. Es imposible saber dónde están los padres y si todavía viven.

Hay niños que dejaron solos su país y que realizaron un viaje largo y con frecuencia difícil con compañeros de infortunio. Otros perdieron a familiares durante el trayecto. El Centro Nacional de Solidaridad Social (EKKA) coloca a esos jóvenes solicitantes de asilo en una de las cuatro instituciones que se ocupan de los menores refugiados en los suburbios de Atenas.

“Somos un equipo”

Los niños y los adolescentes que están aquí desde hace algún tiempo acuden en autobús a una escuela intercultural. A los menores de 15 años no se les permite salir solos. Los mayores de 15 deben volver al ‘Mellon’ a las 21:00 horas. “En general, funciona”, indica la directora del proyecto, Tomasina Tsaliki.

En el refugio, como designan el alojamiento, los jóvenes reciben apoyo educativo, médico y psicológico. “Trabajamos intencionadamente en grupos donde se mezclan varias nacionalidades, con el fin de desarrollar la comprensión y el respeto mutuos. Somos un equipo”, declara con orgullo la joven trabajadora social. Naturalmente, a veces hay conflictos y fricciones, pero hasta ahora no ha habido problemas mayores.

Como si comprendiera de lo que hablamos, Youssef, el joven egipcio, se planta demostrativamente ante una bandera afgana y una bandera siria colgadas de la pared y dice: “No good” (no es bueno). Lisa Hamuzopulos lo reprende.

¿Qué será de ellos?

En el ‘Mellon’, con sus 20 colaboradores permanentes y sus 40 plazas adicionales para madres con niños pequeños, aprecian la labor de voluntarios como Lisa Hamuzopulos. “Nos apoyan en el curso de idioma, en la recepción, la limpieza y en muchas otras cosas”, indica la directora.

Los jóvenes permanecen entre uno y seis meses en el refugio, rara vez un año completo, antes de que se defina su estatuto.

No puede saberse cuánto tiempo permanecerán aquí Said, Youssef, Arman y Alí, ni qué les depara el destino.

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Los refugiados en Grecia

En febrero de 2016, 2 645 menores no acompañados solicitaron asilo en Grecia (2,4% del total). Entre ellos, 36% eran de Afganistán, 11% de Siria y 8% de Irak.

Desde principios de 2015, más de un millón de personas han entrado a Grecia, la mayor parte son refugiados de Siria, Irak o Afganistán.

Del 1º de enero al 23 de marzo de 2016, más de 160 000 pasaron de Turquía a Grecia, de los cuales un 35% eran niños.

Este año, 448 personas han desaparecido en el mar; 3 771 el año pasado.

(Fuente: ACNUR)

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Los menores no acompañados en Suiza

En Suiza, en 2016, hay 2 776 menores solicitantes de asilo no acompañados. Tres veces más que hace un año y ocho veces más que en 2013.

En 2015 representaron el 6,92% de todas las solicitudes de asilo. El 17,9% eran niñas.

(Fuente: Secretaría de Estado de Migración).

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Traducido del francés por Marcela Águila Rubín

Fuente de la Noticia:

http://www.swissinfo.ch/spa/crisis-migratoria-en-grecia_-me-gustar%C3%ADa-cuidar-al-triste-said-/42080950

Información de la Foto:

Said y Lisa Hamuzopulos durante su curso de griego.

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