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La disputa por la educación

México / 15 de abril de 2018 / Autor: María de la Luz Arriaga Lemus / Fuente: El Universal

Han terminado las “precampañas” hacia las elecciones del 1 de julio. En la coyuntura actual, de una profunda crisis económica, social y política donde la falta de credibilidad en las instituciones es una de sus características más relevantes, lo que se enfrenta es una disputa por el rumbo del país.

El gobierno de Enrique Peña Nieto, aceleró la instrumentación de tres reformas estructurales que le aseguraran a las élites del poder, el control social y político: laboral, energética y educativa; y dejó en ciernes una cuarta, la de seguridad social.

De estas reformas, la educativa es la que concitó una resistencia social, por la organización del magisterio en la CNTE, a la que se sumó el malestar de algunos sectores dentro del SNTE, pero además por atacar uno de los derechos sociales más arraigados y que ha sido la base de los principios constitucionales que han contribuido a la construcción de la identidad nacional, de valores de soberanía, y un proceso de movilidad social reconocido por todos. El conflicto alrededor de la reforma educativa fue el conflicto social del sexenio de EPN, pues durante cinco años, una y otra vez, en foros nacionales e internacionales ha tenido que justificar su instrumentación. El saldo es una reforma cuestionada que no logra imponerse de manera cabal, pero que dio pasos firmes hacia el control del magisterio a través de la intervención en su sindicato, la represión administrativa, y política, con encarcelamiento y persecución de los docentes y la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, acompañado de una campaña en los medios de comunicación para devaluar el liderazgo social de las maestras y los maestros. Todo para avanzar en la imposición de un modelo educativo instrumental al servicio del mercado, que deja de lado el carácter científico, transformador y humanista de la educación pública, cumpliendo así con las exigencias de sectores empresariales y directrices de organismos como la OCDE.

En educación media y superior también vivimos una reforma, silenciosa y segmentada: Restricciones presupuestales, procesos de privatización y mercantilización, precarización laboral, ataque a la organización académica, falta de democracia en instituciones, y un agudo problema de contención o retroceso de la matrícula en UNAM, IPN y UAM, mientras sólo se abren opciones públicas que funcionen como centros de adiestramiento laboral, de carácter tecnológico. Al mismo tiempo, el avance de las políticas de desregulación y de libre comercio, promovieron el crecimiento de la educación privada: hoy las instituciones particulares cubren casi 35% de la matrícula total nacional en el nivel superior.

Además, desde 1996 se mantiene el Examen Único de Ingreso al Bachillerato, pretendiendo hacer creer que los exámenes estandarizados seleccionan a los mejores, pero en realidad es un discurso para esconder el hecho trágico de que sólo 30% de los jóvenes en el rango de edad correspondiente a los estudios superiores están inscritos en el sistema educativo y que 7 millones no cuentan con opciones de estudio o empleo formal.

Hoy más que nunca, requerimos tomar en nuestras manos la definición de qué educación queremos y necesitamos para el país; el magisterio democrático, los investigadores, los sindicalistas, los estudiantes, los trabajadores de diversos sectores, hemos desarrollado distintos ejercicios de elaboración de alternativas, recuperemos todas y confluyamos en un Congreso Nacional Educativo; ejerzamos el derecho a decidir el futuro de la educación. Un Congreso que sea un ejercicio democrático con los sujetos sociales de la educación.

Fuente del Artículo:

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/maria-de-la-luz-arriaga-lemus/nacion/la-disputa-por-la-educacion

Fuente de la Imagen:

https://www.unicef.org/mexico/spanish/unicefenmexico_6894.htm

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La malísima educación y la promesa de que volverán

Por: Javier Marín Hernández

Un grupo de “ideólogos de la educación” de Tabasco que fungieron como secretarios de esa dependencia y que dirigieron otras instituciones educativas lo mismo en gobiernos del PRI que del PRD y hasta de MORENA trabajan denodadamente en un proyecto educativo para que en caso de que ganen los candidatos de determinado partido político retomen al sector y ahora sí con mejores proyectos “para transformar a Tabasco en materia educativa”.

Algunos docentes y en general trabajadores de la educación que han sido convocados a participar en esas reuniones para “construir” un proyecto real “que nazca desde el interior de esa corriente de pensamiento” (¿dónde hemos escuchado eso antes?) no creen mucho en el cambio profundo que actualmente se está planteando.

La transformación de la educación en la que pocos creen.

Hace apenas cinco años llegó a la titularidad de la Secretaría de Educación un hombre al que ciertos sectores del magisterio tabasqueño –principalmente liderazgos y no los maestros- le reconocían muchos méritos y conocimiento del sector, sin embargo, dos años después pese a esa enorme expectativa que se presumió como sus principales fortalezas salió como llegó sin grandes logros que reconocerle y con el mismo retraso con el que recibió a esa compleja dependencia.

Y probablemente ese experimentado académico realmente sea un hombre ilustrado y con muchos conocimientos de las distintas teorías de la educación que históricamente evolucionaron al sector, pero hace falta práctica, trabajo en campo, en el aula y mucho más que eso para transformar la educación.

En la actualidad es ampliamente conocido el desastre en el que se encuentra inmerso el sector educativo, un caos total, pero falta poco para que concluya la aciaga gestión de quienes están al frente, no obstante, el reto para reorientarlo será mayúsculo.

El “nuevo plan” para reconstruir a la educación de Tabasco lo encabezan; Rodolfo Lara Lagunas, Erasmo Martínez y otros más.

El genial científico Albert Einstein dejó para la posteridad una frase que se acuña perfectamente a lo que sucede con la educación de Tabasco: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

CONTORNO

Huimanguillo: la disputa por el poder

En el municipio de Huimanguillo uno de los más importantes en extensión territorial y también en número de población se libra una disputa sin tregua por el control político de esa demarcación que tiene como principal símbolo: la presidencia municipal.

El Partido de la Revolución Democrática quien se alzó con el triunfo en 2015  de Sabino Herrera Dagdug –el segundo más votado- en todo el estado participará nuevamente bajo las siglas de ese partido en una nueva elección constitucional y que en caso de ganar representaría su reelección en el cargo, pero, no todo será miel sobre hojuelas.

La actual diputada María Estela de la Fuente Dagdug que renunció al PRI hace algunos años para poner todo a la causa del PRD se quedó en la orilla al no obtener la postulación a la candidatura de su partido hecho que provocó una ruptura que amenaza con romper el equilibrio que se había sostenido –con alfileres- en ese municipio.

Sabino quien –se la jugó hasta el final con Gerardo Gaudiano quien resultó el candidato a gobernador- tampoco la tuvo tan fácil para conseguir la candidatura por segunda ocasión debido a las resistencias de María Estela –que sí trae una intención importante- y del grupo que políticamente la arropó.

Sin embargo la pésima o deliberada operación política de “la chela” en una zona electoral durante la campaña extraordinaria de Gaudiano Rovirosa a la alcaldía de Centro en 2015 pudo haber sido un factor para que finalmente no fuera la candidata a Huimanguillo.

¿Y que pasó en esa elección extraordinaria? La diputada a quien se le asignó la responsabilidad de coordinar una zona electoral y el pago a la estructura al final la dejó abandonada y no liberó los recursos lo que generó un caos interno a pocas horas de la elección. En política nada se olvida.

javiermarinhdez@hotmail.com

Fuente del Artículo:

https://www.elheraldodetabasco.com.mx/columna/la-malisima-educacion-y-la-promesa-de-que-volveran

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“La cultura y educación nutre el lenguaje de la política con argumentos y formas de pensar”: dos docentes sobre el panorama colombiano

América del Sur / Colombia / 05.02.2018 / Por: Diego Valdivieso / Fuente: www.revistaarcadia.com.

Yolanda Reyes y Julián de Zubiría son dos voces críticas e importantes a la hora de hablar de la coyuntura nacional y la educación en Colombia. Cada uno lo hace desde su columna semanal, Reyes en El Tiempo y Zubiría en Semana Educación. Cada uno lidera una institución educativa de la capital que apuesta por una educación diferente.

Reyes es escritora y directora del jardín infantil y librería Espantapájaros, de Bogotá, que busca formar niños a partir de la lectura. Un mundo que se construye, desde la primera infancia, alrededor de los libros: “Nutrimos con lenguajes (artísticos, literarios) su psique, su vida emocional y cognitiva, para que se expresen de muchas formas, conversen, discutan y disfruten la lectura”, señala Reyes. Un modelo de educación que va dirigido a que los niños vean “el aprendizaje y las preguntas como las tareas más apasionantes de la vida, desde la infancia”.

Zubiría, una figura ahora recurrente en diferentes programas de televisión, en los que se le ve debatiendo sobre la actualidad del país, es rector del Instituto Alberto Merani de Bogotá. Es un colegio que se enfoca no tanto en el aprendizaje, sino en la formación del estudiante con un currículo que está enfocado en el desarrollo del pensamiento, la lectura crítica y la formación ciudadana, lo que lo diferencia de otras instituciones educativas, según Zubiría. Él explica que “siguen bajo el paradigma de la transmisión de información fragmentada e impertinente, que poco o nada impactan las estructuras profundas para sentir y pensar en los niños y jóvenes”.

Hablamos con ellos sobre los tiempos que corren.

¿Qué se puede hacer para que la gente no vote engañada en las próximas elecciones? Y, en este sentido, ¿qué papel cumplen los medios? La Silla Vacía, por ejemplo, tiene un “detector de WhatsApp”: la gente les envía cadenas de WhatsApp que están circulando sobre la actualidad política y ellos investigan para ver si es cierto lo que se dice y luego comunican el resultado en sus redes.

Julián de Zubiría: Educar a la población para fortalecer un voto más reflexivo y consciente. Este papel lo pueden cumplir los medios, las familias, las escuelas, las universidades y las iglesias. Desafortunadamente casi ninguno de estos lo cumple y cuando lo hacen –como en el caso de varias iglesias cristianas– es para beneficio de la propia comunidad, mezclando peligrosa y equivocadamente la fe y las elecciones. Necesitamos fortalecer la educación política en las instituciones educativas con ejercicios de elección de representantes y con simulación de las campañas políticas en Colombia. Los medios tienen una enorme responsabilidad en diferenciar las propuestas, en validar las promesas y en investigar antecedentes y acciones de los candidatos. Como casi nada de lo anterior se hace y como el nivel educativo es tan bajo, sigue predominando la manipulación emocional de los colombianos.

La gente vota desinformada por presidente y más aún por senadores y representantes. Es común oír a alguien decir: necesito que me recomienden por quién votar en Senado y Cámara. ¿Qué responsabilidad tienen los medios? ¿Realmente se preocupan por informar a la gente?

Yolanda Reyes (respondiendo a esta y a la anterior pregunta)Hablar de «los medios» en general puede llevar, si se me permite la redundancia, a generalizar, pues hay evidentes diferencias en la manera como se plantea esa preocupación por informar. Quizás no todos los medios de comunicación tengan como prioridad «informar» de la manera más objetiva posible (entendiendo, por supuesto, que la objetividad en materia electoral es relativa). Y digo esto porque hay ejemplos evidentes de otras prioridades electorales en los medios. Algunos les apuestan ostensiblemente a un candidato o a una tendencia política, pero el problema es que, a diferencia de lo que ocurría cuando había medios identificados con partidos políticos, y el lector lo sabía claramente y podía, incluso, entender los sesgos, en la actualidad esa identificación ideológica y partidista no es tan tajante. En muchas ocasiones, desde la manera de titular o desde el espacio concedido a uno u otro candidato, hay una postura mediática que, más allá de informar, editorializa y toma partido, pero que se presenta con una aparente neutralidad. Y entonces, es el elector  quien tiene que leer entre líneas toda esa información que no se ha hecho explícita. Es un problema de lectura y por eso no es ninguna casualidad que los vocablos ‘lector’ y ‘elector’ comparten casi todas las letras.

J.Z.: Los medios tienen una enorme responsabilidad que no cumplen. Podrían educar políticamente si asumieran el rol formativo e investigativo que les corresponde. Deben investigar a los candidatos para rastrear anomalías, propuestas y acciones en las que han participado los candidatos. Deben sintetizar y diferenciar las propuestas. Deben comparar sus propuestas anteriores con sus realizaciones. Deben promover un voto reflexivo, independiente y crítico.

En medio de campañas políticas y del posconflicto, ¿qué puede aportar el sector cultural, de instituciones gubernamentales o privadas, desde su campo? ¿Los escritores y artistas tienen alguna responsabilidad?

 

 Y.R.: Un escritor o un artista son tan ciudadanos, y por consiguiente tan responsables, como un médico o un profesor o cualquier elector, sin importar su oficio. Con ello quiero decir que tiene toda la responsabilidad de hacer una elección que no solo lo afecta a él sino a la colectividad de la que hace parte. Ahora bien, alguien que escribe y orienta a la opinión, o una persona o institución que trabaje específicamente en el sector cultural, tiene la responsabilidad de contribuir al debate con argumentos. El trabajo cultural  consiste, en esencia, en construir alternativas simbólicas y sistemas de lenguaje y de expresión para entendernos con los demás. Y en ese sentido, la cultura nutre el lenguaje de la política con argumentos y formas de pensar, de entender y de expresar.

J.Z.: La responsabilidad de un intelectual es la de promover la reflexión y la lectura crítica de las propuestas. Debe ayudar a encontrar inconsistencias e incoherencias en los planteamientos de los políticos. Debe analizar la viabilidad de las propuestas y debe fortalecer el debate argumentado y respetuoso de las propuestas.

En medio de campañas políticas y del posconflicto, ¿qué responsabilidad tienen los padres de familia, los colegios y las universidades?

Y.R: Enseñar a hablar, a pensar, a discutir y a leer entre líneas, y ojalá, a escribir, pues escribir confiere una distancia necesaria para pensar y para organizar el pensamiento. Nutrir el lenguaje, que es una herramienta indispensable para enriquecer con versatilidad y con matices la discusión política. Y también dar ejemplo. No sé si una sobremesa familiar vociferante que descalifique o insulte a uno de sus comensales por sus ideas políticas sea un buen ejemplo para el ejercicio democrático, y me temo que el hogar puede ser el primer lugar en el que se puede confundir el disenso con el insulto. Este trabajo de proveer un lenguaje como herramienta argumentativa y crítica tiene diversos grados de profundidad, pero es común a la enseñanza en cualquier grado: desde la educación inicial hasta la universitaria.

J.Z: La paz se construye desde la educación, por ello, tenemos padres y educadores que hacen un gran esfuerzo para fortalecer la tolerancia, el debate argumentado y el respeto a la diferencia de opiniones, credos e ideologías.

Sin excepción, en todos los colegios y universidades debería promoverse un voto reflexivo, independiente y argumentado. Eso se logra invitando a diversos candidatos, discutiendo reflexivamente sus propuestas y ayudando a que los jóvenes conozcan y reflexionen sobre ellas. Un proyecto muy bello del gobierno alemán se está implementando para construir una app que le permita a los jóvenes conocer virtualmente su nivel de empatía con las propuestas de todos los candidatos. Dicho dispositivo virtual fue adecuado a Colombia por la plataforma VICE y diversas instituciones, como la MOE o el Instituto Alberto Merani, que estamos participando en calidad de garantes. Cosas así fortalecerán y ampliarán la democracia en el país. Por ello, todos los medios, deben impulsarla.

¿Qué le gustaría que hiciera el próximo presidente en materia de educación?

Y.R.: Que nombre a un ministro o ministra de educación que haya dedicado su vida personal y profesional a pensar en educación, a formarse en educación y a educar. Que respalde, no solo de forma declamativa, sino presupuestal y política, la educación pública: la escuela, la universidad y la institucionalidad de lo público. Que le apueste a los docentes y a las escuelas de formación docente. Que no permita que instituciones como Colciencias se politicen. Que articule los esfuerzos educativos que se hacen en este país, tanto en lo privado como en lo público, pero sin perder de vista la importancia de pensar la educación desde políticas centradas en lo público.

J.Z.: Un gran acuerdo nacional por la educación que garantizara recursos para ciencia y educación; que asegurara educación inicial para todos los niños menores de 6 años y educación superior a los jóvenes, y que llevara a cabo una profunda y estructural reforma a la formación de docentes, al currículo. ¡Le llegó el momento a la educación en Colombia!

¿Usted cree que los presidentes se preocupan por incentivar la formación y difusión de cultura en el país? Es decir, más allá de la existencia de un Ministerio de Cultura.

Y.R.: No me parece. Todo lo contrario. Pese a la importancia que podría tener en este momento del país, la cultura no ha entrado en el discurso de los presidentes. Y me atrevería a decir que tampoco en el de los candidatos presidenciales.

J.Z.: A ninguno de los últimos cuatro presidentes le ha preocupado ni la educación, ni la ciencia, ni la cultura. Esperemos que no sigamos por el mismo camino, porque ningún país ha salido adelante sin invertir en ciencia y en educación. La consigna que he lanzado es muy pertinente al respecto: “Si tu candidato no sabe cómo cambiar la educación, cambia de candidato”.

 

Fuente: https://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/yolanda-reyes-y-julian-de-zubiria-cultura-educacion-en-colombia/68418

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Con educación todo se puede

Por Angel Pérez Martínez.

Con educación todo se puede surge de Mockus, hoy candidato al Senado por el Partido Verde, un colombiano insigne, comprometido y conocedor como pocos del sistema educativo. Desde su juventud, a principios de los años 80 del siglo pasado, Mockus participó con el grupo de profesor Carlo Federici y con el profesor Abel Rodríguez Céspedes, quien era presidente de Fecode, en el desarrollo del Movimiento Pedagógico. En los años 80 los principales intelectuales y académicos se interesaron por el desarrollo de la educación nacional. Mockus contribuyó desde entonces a la discusión sobre cómo mejorar la calidad de la educación, el rol del maestro para avanzar en los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como en  la necesidad de que los docentes promuevan reformas pedagógicas y curriculares para trabajar con los estudiantes de la educación oficial.

 Mockus también fue rector de la Universidad Nacional y alcalde de Bogotá, donde planteó y promovió el desarrollo de la Cultura ciudadana, como un espacio donde educación, ciudadanía, convivencia y respeto por la ley van de la mano.

Mockus sostiene que con educación todo se puede, reconociendo a la vez que es necesario fortalecer la educación básica y superior: “soy consciente de las necesidades y la pertinencia de la universidad pública en Colombia. Existen un rol social que la universidad pública cumple que no puede reducirse a las “lógicas del mercado”. Es urgente fortalecer la universidad pública con recursos directos”. Además, “Hay mucho por avanzar en educación y en la pertinencia del sistema formal educativo. No solo fortalecimiento de la educación de calidad en el sistema formal, en sus diferentes niveles, sino también, educación en las calles. Todos aprendiendo de todos. Promoveré las reformas legislativas y el debate necesario para poner la educación en el centro del desarrollo de Colombia”.

Con seguridad, Mockus, antes de invitar a votar por él, preferiría que los colombianos votaran para elegir a los congresistas de manera razonada y critica, con información suficiente sobre los partidos, sus candidatos y sus propuestas legislativas para promover acciones de gobierno o para cambiar la ley. Si lo anterior ocurriera, sin duda alguna encontrarán en las regiones y a nivel nacional candidatos comprometidos con los niños, los adolescentes y los jóvenes y de manera especial con la necesidad de mejorar la educación. Con seguridad en una revisión cuidadosa aparecerán otros candidatos comprometidos con la educación, en cada una de las diferentes listas de quienes aspiran al congreso. Por ejemplo, en la lista del partido verde aparecen propuestas también para apoyar el desarrollo del sistema educativo de los candidatos Antonio Sanguino, Yesid Castañeda, Angélica Lozano y Jorge Guevara. En Nariño el ex maestro Raúl Delgado, aspirante a la Cámara por ese departamento, ha dedicado al sector educativo toda su vida.

Necesitamos un Congreso Nacional donde se comprenda que el objetivo de lograr consolidar el desarrollo del sector educativo de Colombia demanda retos de tal magnitud que se requiere un gran acuerdo nacional para promover acciones de mediano plazo (por lo menos 20 años) que permitan al país garantizar recursos adicionales, por cerca de 2 puntos del PIB, y el logro de políticas pública y de gestión de los gobiernos nacional y territorial en educación para los cuales hoy existe consenso casi universal.

Ese nuevo Congreso también debería reconocer que la educación debería concitar uno de los mayores intereses de la política en Colombia, dado el impacto que esta tiene en la calidad de vida de la población, en el desarrollo de la sociedad y en su aporte a la solución de los problemas estructurales antes anotado. En principio, según DANE, 16,2 millones de personas están en edad escolar, entre 4 y 22 años, de los cuales asisten 12,5 millones al sistema educativo, desde prescolar hasta la educación superior.

 El Congreso y el próximo gobierno reciben un sector educativo donde los académicos, expertos y organizaciones que lo componen reconocen y coinciden en gran medida en cuál es el camino a seguir; el problema de fondo es la falta de compromiso político. Por ello no puedo estar más de acuerdo con el pedagogo y educador Julián de Zubiría, quien retomando una experiencia de Ecuador en las elecciones del 2002, propuso en una columna publicada en la revista Semana y en un trino: “A tener presente en las próximas elecciones: Si tu candidato no sabe cómo cambiar la educación, cambia de candidato. No hay que olvidar que un pueblo poco educado y culto, es fácil de manipular.

Fuente de artículo: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/con-educacion-todo-se-puede-por-angel-perez/256049

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MIR educativo: seis años para ser profesor

España / 25 de febrero de 2018 / Autor: Olga R. Sanmartin / Fuente: El Mundo

Buena parte de la comunidad educativa admite que la formación inicial de los maestros es mejorable, que los másteres que habilitan para dar clase en Secundaria dejan mucho que desear y que el modelo actual no es válido para seleccionar adecuadamente a los mejores profesores. Pero nadie va a regalarle así como así a Íñigo Méndez de Vigo ese plácet que le haría pasar a la Historia como el ministro que elevó el nivel de exigencia a los docentes en una de las más profundas reformas de la escuela española.

En el tic tac de la cuenta atrás electoral, el llamado MIR educativo tiene un precio muy alto. Este nuevo sistema de acceso, que también ha propuesto Ciudadanos, supone aumentar la duración de la formación de los aspirantes a maestros de los cuatro años actuales a seis años. En el caso de los profesores de Secundaria, serían siete años, porque se añadirían dos más al grado y al máster. El Gobierno va a necesitar «bastante dinero» para ponerlo en práctica, según todas las fuentes consultadas, pero, sobre todo, mucha mano izquierda para que profesores, rectores, padres, alumnos, consejeros autonómicos y oposición política den el visto bueno. Porque ahora todo el mundo pone peros a un asunto en el que existía cierto consenso.

El Consejo Escolar del Estado, en el que está representada toda la comunidad educativa, aprobó a finales de 2017 un informe en el que planteaba estudiar la posibilidad de un MIR educativo, «considerando que el profesorado es un factor clave en la calidad de los sistemas educativos y que debe ser una profesión fortalecida». También se pronunció en esta línea la mayoría de los 83 expertos que el año pasado hablaron ante los diputados que negocian el pacto de Estado por la educación.

La UE ha recomendado asimismo «una formación inicial eficaz de los docentes», «una selección adecuada» y «apoyo al inicio de la vida profesional». Las conclusiones del Consejo de la UE del 20 de mayo de 2014 instaban a los Estados miembros a «garantizar que los programas de formación inicial establezcan oportunidades para que los futuros docentes adquieran todas las competencias pertinentes necesarias para iniciar con éxito sus vidas profesionales». «Facilitar una formación inicial de gran calidad, un apoyo al principio de la carrera profesional (iniciación) y un desarrollo profesional permanente son factores significativos para garantizar que se atraiga a los candidatos adecuados», insiste.

Y lo mismo advierte la OCDE: «El éxito de los sistemas educativos de calidad combina el aprendizaje de los profesores en las universidades con las prácticas y la experiencia real en las escuelas».

¿Cómo lo hacen en Europa? En la mayor parte de los länder de Alemania, todos los graduados tienen que realizar el vorbereitungsdienst, un servicio preparatorio remunerado en un centro escolar de entre uno y dos años. Además, tienen dos exámenes estatales, antes y después de estas prácticas, y el segundo es requisito imprescindible para lograr un empleo fijo como docente, aunque no lo garantiza.

En Finlandia, donde los profesores tienen un gran reconocimiento social, los requisitos de entrada son superiores a los de los médicos. Hay pruebas de acceso a la formación universitaria que supera sólo uno de cada 10 candidatos y, después de graduarse, deben hacer un máster de forma obligatoria. Está también la opción francesa, con unos institutos superiores de formación del profesorado que se han ganado a pulso su prestigio.

«En casi dos tercios de los países de la UE, los docentes recién titulados tienen acceso a fases de iniciación estructuradas», señala el informe La profesión docente en Europa realizado por la red Eurydice de la Comisión Europea. Este trabajo, que utiliza datos del informe TALIS 2013, advierte de que España registra el porcentaje más bajo de todos los países -el 61% frente a un 89% de media- en cuanto a profesorado que tiene acceso a programas para docentes nuevos en centros escolares que incluyan actividades de mentoría.

También considera «preocupante» que sólo el 63% de los docentes españoles en el primer ciclo de Secundaria haya finalizado un programa de formación inicial del profesorado que combine conocimientos académicos, pedagogía y práctica. La mayoría de los países está en torno al 90% y sólo Italia -con un 53%- registra una cifra más baja.

Tanto en el grado para ser maestro como en el máster de Secundaria hay créditos para el practicum en colegios o institutos, pero fuentes educativas reconocen que «no son suficientes» y que «el sistema no está bien organizado». En muchas autonomías ni siquiera se paga a los mentores. Y aunque después de aprobar la oposición el docente hace un año de prácticas, «nunca han despedido a nadie por no hacerlo bien».

«Estamos formando a demasiados maestros. No podemos tener un sistema que saca a la calle a tantos docentes», admiten fuentes universitarias, que se muestran partidarias de poner un examen selectivo a los aspirantes antes de comenzar el grado. «La formación tiene que cambiar, el acceso debe ser más riguroso», coinciden en los campus. Pero, a la hora de la verdad, los rectores no quieren una prueba común en toda España -de la misma forma que rechazan una Selectividad nacional-, porque eso alteraría su statu quo.

Mientras, los sindicatos de profesores se niegan a respaldar el MIR porque temen que los interinos sean desplazados por esta nueva generación de profesores más preparados, que cobrarían la mitad que ellos durante los dos primeros años. Por eso los partidos de izquierda rechazan ahora el MIR. Por eso y porque, en un contexto de negociación sobre la concertada, la Religión y, ahora también, el modelo lingüístico, cada respaldo al partido del Gobierno exigirá una contraprestación. Con un encuentro con los decanos de Educación, el Ministerio comenzó el jueves una ronda de contactos con universidades, partidos y autonomías para convencerles de que digan sí al MIR.

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Pactar la educación en España

Europa/España / 12.02.2018 / Fuente: periodistas-es.com.

Llevamos disfrutando los españoles poco más de 40 años continuados de democracia, un hito histórico español de dimensiones prodigiosas. Y algo de lo que más se echa en falta es la creación de un sistema educativo auténtico, un sistema educativo consensuado que no dependa del albur de los antojos de la confección de las mayorías parlamentarias resultantes de las elecciones generales. Un sistema educativo de verdad, como la Constitución, resultado como ella del pacto, que sea un ejemplo paradigmático de la política propia de una sociedad civil que se precie.

No sé si hasta ahora había sido imposible llegar a semejante pacto. Lo que sí parece indudable es que la ocasión la pintan calva. No sólo los indicadores educativos anuncian la necesidad inmediata de renovar el espíritu educativo y su realidad palpable, es que la existencia de un Gobierno minoritario juega a favor. Hay que aprovechar que además los partidos implicados en la gobernabilidad parlamentaria (ojo, no la ejecutiva, no sé si me explico) parecen decididos a intentarlo. El pacto, digo.

Nueve millones y medio de estudiantes españoles cursan su formación educativa en España, desde la Educación Infantil a la Superior. El alto grado de fracaso escolar (uno de cada cinco alumnos de 18 a 24 años abandonó en el último período analizado las aulas sólo con un título de Educación Secundaria Obligatoria, siendo así que España dobla la media europea), la aparente mala posición en esos controvertidos listados del hit parade educacional del mundo y, sobre todo, el futuro que lleva gritándonos a todos, pero especialmente a los educadores, desde hace décadas y cada vez con más fuerza, haciendo atronar la palabra INNOVACIÓN, hacen perentoria la necesidad de ese acuerdo sobre el sistema educativo que se tramita desde hace meses en el Congreso de los Diputados. Una búsqueda de acuerdo que se tramita en el sentido emocional, no en el sentido de obligación desatendida.

¿Para qué se prepara a los alumnos? ¿Para qué sirve la enseñanza, hoy? En el fondo, todo se reduce a eso. Pero sobre lo que se va a negociar es sobre lo más elemental del problema. Y lo más elemental ya es en sí pura incertidumbre. Se han dado los parlamentarios españoles hasta mayo y han resuelto reunirse tres veces a la semana para debatir, esperemos que consensuar, sobre quince puntos quince de un guion en el que han desmenuzado el abismo que no debería de ser nunca un sistema educativo. En ese elenco hay asuntos que llevan todalavida sobre la mesa, es un decir, o sí, porque los intentos para pactar la educación no han empezado el año pasado. Y hay asuntos que han llegado recientemente para complicar aún más y convertir estas reuniones en un másdifíciltodavía circense.

Quince puntos quince

Los quince puntos sobre los que los parlamentarios españoles de la subcomisión creada al efecto en el interior de la Comisión de Educación y Deporte (Subcomisión del Congreso de los Diputados para el Pacto Social y Político por la Educación) van a tener que trabajar, según ellos mismos han acordado, son los siguientes.

El punto uno es genérico, tanto que incluso se llama nada más y nada menos que “El sistema educativo español”, pero se especifica a sí mismo cuando anuncia que se trata de su “diagnóstico, principios, fines y desafíos”.

El punto 2 va más al grano: “Financiación del sistema educativo”. La pasta. El meollo que desnuda las buenas intenciones. Ese segundo punto se dedica a eso, al uso del dinero (nuestro gasto educativo es el 4% del PIB, como en tantas cosas por debajo de la media de la OCDE), a la consecución del mismo y a la aportación del propio Estado (central), de las comunidades autónomas (responsables hoy del 80% del gasto) y de los entes locales. Con especial atención al llamado “suelo de financiación” y a las becas, donde se destina el 60% del presupuesto del conjunto estatal dedicado a la educación.

Al tercer punto se le ha llamado “Equidad e inclusión educativa”, y va de “apoyos, ratios, educación especial, convivencia escolar”.

El 4 se titula “La profesión docente”, y está dedicado a la “formación inicial, acceso, carrera (y a la) formación continua” de los educadores. Yo creo que ahí está el mayor intríngulis de este berenjenal compuesto de incertidumbre y futuro inmediato, creo que si sólo se pudiera tratar un asunto (menos mal que no, que nada es tan reductible), el asunto del profesorado es el eje sustancial, es la clave de bóveda del edificio y quizás incluso hasta, paradójicamente, su suelo.

El 5, “Estructura del sistema educativo”, se centra en los diversos niveles educativos, los escalones: las educaciones “Infantil, Primaria, ESO (se incluye la “titulación de ESO” como epígrafe de estudio para la Subcomisión), Bachillerato, acceso a la Universidad”.

El sexto punto se llama “Las redes de centros educativos” y está dedicado a “la enseñanza pública como pilar fundamental y el derecho a la Educación”, también a las enseñanzas concertada y privada, a la “financiación de las redes” y a la “supervisión y regulación” de las mismas.

“Ordenación académica. Currículo escolar y metodologías” es el título del punto número 7, aquel centrado en los “valores cívicos y constitucionales en el currículo”, en la “educación en igualdad” y en los “programas plurilingües”.

Al 8 se le llamó “Sistema educativo y modelo territorial”. Yo, como editor de libros de texto sólo puedo decir que el maremágnum curricular y de implantaciones territoriales es la gran amenaza permanente para la supervivencia de nuestro todavía tan necesario sector.

“Evaluación y calidad del sistema educativo” es el nombre del punto noveno.

El punto 10, “El centro educativo”, gira en torno a la “autonomía, gobernanza, transparencia y rendición de cuentas” del núcleo donde tienen lugar todas las experiencias de enseñanza-aprendizaje.

El 11, el 12 y el 13 llevan, respectivamente, como título, “Participación institucional y social de la comunidad educativa”“Enseñanzas Artísticas Superiores” e “Investigación, desarrollo e innovación”.

Llegamos a uno de los que serán sin duda un escollo de dimensiones bíblicas. Hecho el chiste (malo), te puedo decir que es el dedicado a la “Enseñanza de las religiones”, esto es, a “la enseñanza de la religión en el sistema educativo”, a su “carácter y ubicación” y a la “atención a las diversas religiones, etapas y cursos, contenidos y profesorado”.

Y, por último, el punto número 15, la eterna cenicienta del sistema educativo español, aquella que en realidad debería de ser medular para poder acabar de una vez por todas con esta categorización de lo español como un país de universitarios por doquier y profesionales sin formación: el punto con el que se supone que se cierra el dificilísimo trabajo de la Subcomisión del Congreso de los Diputados para el Pacto Social y Político por la Educación es el titulado “La Formación Profesional”. Mucha atención, a juzgar por las gran cantidad de epígrafes que le dedica este punto, se presta a esta etapa que es considerada una de las grandes fracasadas del sistema educativo, aunque quien así lo piense probablemente no sabe que el problema cierto es que no logre atraer el número de estudiantes para formarse profesionalmente que una sociedad civil necesita.

Fuente de la noticia: https://periodistas-es.com/pactar-la-educacion-la-politica-servir-algo-98750

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Marcela Villatoro: El Salvador urge de una mejora al sistema educativo

El Salvador / 11 de febrero de 2018  / Autor: Redacción / Fuente: Última Hora

La aspirante a diputada por el departamento de San Salvador, Marcela Villatoro, continúa recalcando que su eje central de la plataforma de propuestas que ella presenta es la mejora al sistema educativo del país; que a criterio de Villatoro es una de las áreas que han descuidado los gobiernos del FMLN y que ha frenado el desarrollo.

Dentro su discurso señaló que el país está en un momento que no puede tener gastos innecesarios. Destacando que como partido están impulsando que haya inversión y que el presupuesto de educación crezca y así poder tener maestros más capacitados.

Marcela Villatoro corre por el departamento de San Salvador, y aspira un escaño dentro del pleno legislativo para contribuir y gestionar políticas en beneficio de la población.

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