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Libro (PDF): La queja de la modernidad

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

 

Como alborotadora nata, Avital Ronell se sitúa ante un enunciado despreciado que, sin embargo, encabeza las listas de uso histórico del lenguaje: la queja. ¿Constituye este registro un error o un rasgo existencial de las condiciones de nuestro ser en comunidad? Desviándose hacia una zona minada del pensamiento, este ensayo filosófico se aferra a las expresiones derrotadas y deja que la queja, obstinada por naturaleza, haga girar su ronco motor. La biblioteca masa crítica pone a disposición de las y los lectores un conjunto de textos esenciales para interpretar las nervaduras del presente y desplegar las capacidades colectivas para transformarlo.

Autora: Avital Ronell.

Alejandra Castillo. [Presentación]

Editorial/Edición: CLACSO. TNI – Transnational Institute.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-722-896-0

Idioma: Español

Descarga: La queja de la modernidad

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2350&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1507

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Entrevista a Perla Suez, escritora y Premio Rómulo Gallego 2020 “Creo que la escritura no es ni puede ser un acto en solitario”

Por: Wilkins Román Samot/ Rebelión 

Perla Suez (Córdoba, Argentina, 1947-) acaba de ser distinguida con el Premio Rómulo Gallego 2020 por su novela El país del diablo (2015), obra por la cual, al publicarla, obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz. Perla estudió en la Universidad Nacional de Córdoba, su ciudad natal. Allí estudió desde Psicopedagogía y Cinematografía, recibiéndose de Profesora y Licenciada en Letras Modernas. Suez escribe y traduce; escribe desde ensayos, cuentos a novelas. Tiene a su haber, unos 39 textos publicados de literatura (infantil y para adultos), realizados entre el 1986 y el 2020. Ha sido premiada y distinguida por su trabajo creativo en unas 19 ocasiones, entre las que cabe destacar el Premio Internacional UNICEF-UNESCO 1986 al mejor trabajo de Investigación en América Latina. Perla me ha honrado con el honor de sus palabras como respuesta a mis preguntas, que son para ser compartidas con todos vosotros.

1.1 Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – En el 2015 publicó su novela El país del diablo, y al año siguiente se le reconoció en México por ésta con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz. Varios años después, en el 2020, en Venezuela se la reconoce por esta misma obra maestra vuestra con el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallego.¿De qué trató o tratas en El País del diablo? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

1.2 Perla Suez (PS, en adelante) – Estaba en Santiago de Chile mirando en la vidriera de una librería los títulos recién publicados cuando mis ojos se clavaron en uno que se llamaba Testimonio de un cacique mapuche, del lonco Pascual Coña. Estaba escrito en español y en mapuche. Me fascinó esa cultura. Volví a mi casa y empecé a leer un diccionario de esa lengua, también todos los libros de Mircea Eliade que pude y más textos sobre chamanismo araucano y sobre mitos de esa cultura.

Quise contar el viaje de cinco soldados que terminaron con una de las últimas tolderías en la Patagonia, aunque ésta no es una novela histórica. Simplemente lo histórico es un telón de fondo de la ficción.

Era importante para mí dejar cimentar todo lo que leí para que apareciera la imagen de una niña mestiza, mitad mapuche mitad blanca. La palabra Lum quiere decir en mapuche «encuentro entre dos lagunas», eso leí. El desafío estaba esperándome así que arremetí. Empecé a trabajar y me di cuenta de que tenía que darle protagonismo a esa niña, Lum.

2.1 WRS – ¿Qué relación tiene su trabajo creativo previo a El País del diablo y vuestro trabajo creativo-investigativo entonces y hoy? ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de argentina y latinoamericana y su memoria personal o no de lo latinoamericano dentro de la Argentina y el América Latina?

2.2 PS – Mis primeras novelas que forman la Trilogía de Entre Ríos trataban de mis antepasados de Europa; esta novela trata de los antepasados de mi país, Argentina.

Lo que yo puedo visualizar, porque una es ciega a su propia escritura, es que trabajar con una problemática como la que está planteada en El país del diablo ha sido un momento de inflexión en mi escritura, una búsqueda diferente de lo que ya había contado.

Después de la Trilogía de Entre Ríos cerré la historia de mis ancestros de origen europeo judío, aunque no pude separarme del todo porque el tema de los inmigrantes volvió a aparecer en Humo Rojo.

En Furia de invierno, mi última novela publicada, había una necesidad de entender cómo puede ser que en nuestra Latinoamérica y en el mundo entero haya seres que no son nadie, que son invisibles y que a nadie le importan.

Hay gente que me pregunta: ¿por qué tanta crueldad? ¿Qué está pasando todos los días en nuestra realidad? Ahí sentí que había un cambio en mi mirada, en mi modo de pensar, me atrevo a decir con humildad un crecimiento, algo que creció dentro de mí. Ya no tenía que contar más la historia de mis abuelos, ni la historia de mis ancestros. Ahora estaban mis ancestros de acá, los pueblos originarios de mi tierra, en este caso el pueblo mapuche; eran mis ancestros que luchaban por un lugar en nuestra tierra.

3.1 WRS –Si compara vuestro crecimiento y madurez como persona, escritora, docente, investigadora y traductora con su época actual de escritora en la Argentina, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?

3.2 PS – Tuve que hacer un trabajo de documentación importante que no está en la novela, pero que me conmovió. Era esencial para mí dejar cimentar todo lo que leí para que apareciera la imagen de una niña mestiza, mitad mapuche mitad blanca. El desafío estaba esperándome, así que arremetí. Fue muy fuerte para mí la documentación y el cine. Entre otros cito el cine de (Quentin) Tarantino y los hermanos Coen. Como también ha sido muy interesante para mi nutrirme de la literatura norteamericana de las mujeres del siglo XX como Eudora Welty, Carson McCullers y Flannery O’Connor. Ellas pertenecen a una corriente que nos iluminó con otra mirada mucho más sensible de la vida, de lo cotidiano, con sus contradicciones y ambivalencias.

4.1 WRS – Perla, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en la Argentina y América Latina? ¿Cómo ha integrado vuestro trabajo creativo e investigativo a su quehacer literario?

4.2 PS – En el hacer ha sido muy importante las lecturas que han hecho de mis libros Ricardo Piglia y Andrés Rivera, entre otros referentes indiscutibles de nuestra literatura.

Sin olvidarme de mi gran amiga la escritora Liliana Bodoc, que tenía un conocimiento muy profundo, mucho más que el que yo tengo, acerca de los pueblos de América. Hablábamos de esto y compartíamos muchos principios respecto de lo que significó el genocidio de los pueblos originarios, del respeto a sus culturas y valores. Creo que la escritura no es ni puede ser un acto en solitario.

Sigo compartiendo con escritores de América Latina y el Caribe. Como la excelente escritora y ensayista Mayra Santos Febres, a quién leí y conocí más de cerca en el Festival de la Palabra de Puerto Rico, entre otros escritores que pude conocer y apreciar su obra en el Festival Internacional de la Palabra de Puerto Rico.

5.1 WRS – Ha logrado mantener una línea de creación literaria enfocada en la ciencia ficción. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo dentro de la Argentina y fuera, y la de sus pares?

5.2 PS –Hay una política del mercado editorial mundial en la que se publica al autor en su país. Es decir, soy conocida en Argentina y mis libros se editan en Argentina, pero es muy difícil que trasciendan las fronteras. Gracias al Programa SUR de la Cancillería Argentina, mis libros han podido ser traducidos a otros países de Europa y de América del Norte.

Es decir, las editoriales publican un libro en Argentina, pero este difícilmente llega a Uruguay o Chile, mucho menos a Colombia o Puerto Rico. Eso es una política del mercado editorial que hace que nos limite el acercamiento a los lectores.

6.1 WRS – Sé que vos es de la Argentina. ¿Se considera una escritora argentina o no? O, más bien, una escritora, sea esta argentina o no. ¿Por qué?

6.2 PS – Obvio que me considero una escritora argentina, porque nací en este país y pertenezco a esta cultura. Y creo que la patria sigue siendo la ficción, el lenguaje, esa es la tierra desde la que puedo hablar. Tengo plantadas las raíces en el país donde nací. Es en este territorio desde donde puedo contar cosas.

7.1 WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo y su formación pedagógica?

7.2 PS –¿Qué tengo yo en común con el pueblo mapuche, si soy blanca, hija de un inmigrante de la Mitteleuropa de origen judío? Me di cuenta de que tenía en común el exilio, la persecución, el desierto; ahí estaba la cosa identitaria que busco. Leí un libro muy interesante del escriba de Julio A. Roca, Viaje al país de los araucanos, de Estanislao Zeballos. Y a partir de ahí empecé a buscar contradicciones en los personajes.

A su vez, como mujer, como escritora del interior, con todas las marginalidades que hemos padecido a lo largo del tiempo las mujeres escritoras, siento un poco la responsabilidad de asumir el lugar de Sara Gallardo, Silvina Ocampo y Libertad Demitrópulos, entre otras; imagínate la cantidad de escritoras que no vieron su obra publicada. Esa invisibilidad nos ha permitido, con nuestras luchas tan diferentes a la de los hombres, con una perspectiva y una mirada del mundo tan distinta, abrir caminos diferentes.

8.1 WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo a su experiencia de vida como estudiante antes y después de su paso por la Universidad Nacional de Córdoba? ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora en la Argentina hoy?

8.2 PS – Soy defensora de la educación pública. Y la universidad Nacional de Córdoba donde estudié. Con su prestigio a nivel iberoamericano me ha dado las lecturas y la base creativa/crítica de la cual no dejo de agradecer.

9.1 WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo y a la temática ficcional del mismo? ¿Cómo ha variado?

9.2 PS – La literatura para niños con la cual me inicié, y la literatura para adultos con la cual continúo trabajando, circulan en mi cabeza y en mi cuerpo entero como un río. Porque la ficción es como un río y yo, siento que estoy parada como en un puente viéndolo correr, y a veces me detengo en una orilla y a veces en la otra.

Mi interés es trabajar una historia como hice con Memorias de Vladimir, cuando lo escribí, no pensaba si era para jóvenes o para adultos. Mi preocupación era entrar en los personajes, encontrarme con ellos, buscarlos. Que no sean ni malos ni buenos, que sean ambivalentes y contradictorios; que sean tanto para niños como para adultos.

Lo que me interesa es llegar al lector, y poder conmoverlo.

10.1 WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?

10.2 PS – -Hace más de un año que estoy escribiendo una posible novela. Un foto-libro y algunos relatos.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

*https://rebelion.org/creo-que-la-escritura-no-es-ni-puede-ser-un-acto-en-solitario/

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Pobreza, trabajo y escritura

Un muchacho de 14 años, Silvio Astier, se inicia en la literatura –al salir de la escuela- con los libros de bandoleros que le alquila un viejo zapatero andaluz.

La vida de Silvio, que transcurre en una zona empobrecida de Buenos Aires, se funde con los argumentos de sus primeras lecturas. Así, además de a los bandidos, el adolescente admira a personajes como Rocambole, aventurero alumbrado por el Vizconde de Ponson du Terrail en sus novelas del XIX; también tiene predilección por Baudelaire, Dostoievski y Baroja.

Aficionado a los inventos, logró fabricar un cañón. Y con otros dos camaradas, Enrique Irzubeta (“el falsificador”) y Lucio, organizan una sociedad de ladrones, el Club de los Caballeros de la Media Noche. Los tres rateros asaltaron la biblioteca de una escuela, de la que sustrajeron 27 tomos, pero un policía les sorprendió y la peripecia incluso salió en los periódicos.

Un contexto de penuria familiar y necesidad de dinero marcan la vida de Silvio Astier: los recursos sólo alcanzan para que estudie su hermana Lila. Estando en la edad de la lactancia, su madre –de magro cuerpo y miserables ropas- caminaba con la criatura en brazos y pedía limosna para mantenerlo (“de su boca hambrienta se quitaba el pan para mi boca”). El protagonista ha cumplido 15 años y, forzada porque el casero aumenta el alquiler, la familia muda de barrio, a un “siniestro caserón”.

Una tarde, mientras el joven se entrega a la lectura, su madre le espeta: “Tenés que trabajar, yo no te puedo mantener”; Silvio cuenta su reacción: “Rencor a sus palabras tercas, odio a la indiferencia del mundo, a la miseria acosadora de todos los días”. El primer trabajo es en la librería de don Gaetano, un viejo famélico que vive en un cuchitril, y que le ofrece un peso y medio, casa y comida por laborar sin horario.

Así comienza El juguete rabioso, primera novela del escritor argentino Roberto Arlt (1900-1942), publicada en abril por Ediciones Dyskolo. Este sello sin ánimo de lucro ha editado otras dos novelas del narrador, periodista y dramaturgo porteño: Los siete locos (1929) y Los lanzallamas (1931); otros títulos relevantes de Arlt son El amor brujo (1932), la colección de relatos El criador de gorilas (1941), piezas teatrales como La isla desierta (1937) y Saverio el cruel (1936) y los aguafuertes, una sección de artículos periodísticos que estrena en el periódico El Mundo en 1928.

Hijo de inmigrantes precarios –madre triestina y padre prusiano-, Roberto Arlt cursó hasta el tercer grado de primaria, fue autodidacta y –entre los 15 y 20 años- practicó diferentes oficios (dependientes de librería y mecánico entre otros); como consecuencia del maltrato paterno, abandonó el hogar familiar a los 16 años. El muchacho se acercaba a las librerías del barrio bonaerense de Flores –donde residía con su familia- y las tertulias literarias: hizo compatibles las vocaciones de escritor e inventor. “Tuve siempre que trabajar y en consecuencia soy un improvisado o advenedizo de la literatura”, reconocía en 1926 en el periódico Crítica.

Con una fuerte componente autobiográfica y escrito en primera persona, El juguete rabioso vio la luz en 1926, publicado por la editorial Latina; la intención de Arlt era titularlo La vida puerca, pero su amigo y novelista Ricardo Güiraldes le aconsejó que cambiara el propósito inicial. Un año antes publicó dos avances en la revista Proa. El volumen está dividido en cuatro capítulos: “Los ladrones”, “Los trabajos y los días”, “El juguete rabioso” y “Judas Iscariote”. Según el autor, “durante cuatro años El juguete rabioso fue rechazado por todas las editoriales”.

En el preámbulo a la edición de Espasa Calpe (1993), el novelista y ensayista Ricardo Piglia resalta la importancia de la lectura para Silvio Astier, siguiendo la pauta de Madame Bovary (confusión de vida y literatura); así, el texto de Arlt “narra el modo en que el héroe es devorado por el folletín; este muchacho de dieciséis años, que quiere ser ladrón, es un gran lector y el bovarismo es el secreto de su identidad. No le gusta la realidad y aspira a otro destino. Usa los libros como plan de acción y lee para aprender a vivir”. En El juguete rabioso son usuales las palabras en lunfardo (“pasen ché, les presento mi bulín”). Sobre el lenguaje y estilo del autor, en ocasiones “sobreactuado”, afirma Piglia: “Cuando Arlt confiesa que escribe mal, lo que hace es decir que escribe desde donde leyó, o mejor, desde donde pudo leer”.

El dinero reviste importancia en El juguete rabioso; Silvio Astier, Enrique y Lucio se deleitaban con “el dinero de los latrocinios, aquel dinero que tenía para nosotros un valor especial y hasta parecía hablarnos con expresivo lenguaje”; representa, de este modo, la antítesis del dinero abyecto que procede del trabajo penoso. Ricardo Piglia subraya esta idea en la obra de Arlt: “El dinero está puesto como causa y como efecto de la ficción (…); hacer dinero es salvarse”. También señala el valor de la pobreza: “Está en el origen de todo”.

La profesora de Literatura y autora del ensayo Roberto Arlt. Innovación y compromiso, Rita Gnutzmann, destaca el consenso en incluir la obra arltiana como parte del catálogo de autores referenciales en Argentina; A menudo, añade, se ha establecido la comparación con Borges: “El escritor marginal, anarco-revolucionario, semi-analfabeto e informal frente al burgués, integrado, estilista y de refinada cultura” (Roberto Arlt: un escritor actual, en Centro Virtual Cervantes).

En el artículo El juguete rabioso: del aprendizaje a la escritura (Revista de Literaturas Modernas, 2002), Gnutzmann subraya el estilo elaborado, el tono lírico de muchos fragmentos y el uso de metáforas (“me ceñía la frente un cilicio de nieve”); la especialista también observa en la novela el proceso de maduración de Silvio Astier; en el primer capítulo, “ataca el derecho a la propiedad y debe rendirse ante la fuerza coactiva de la policía. En el segundo debe aceptar la idea del trabajo, pero se rebela ante las humillaciones. En el tercero, lleno de ilusión por el nuevo trabajo y su capacidad de inventor, es expulsado e intenta suicidarse. En el cuarto, decide no ser juguete pasivo y toma las riendas mediante las traiciones y apuesta por el voluntario aislamiento de la sociedad”.

“Múltiples temas y episodios de sus cuentos y novelas vuelven explicable y casi fatal esta vocación paralela de inventor”, sostiene Julio Cortázar en el prefacio a las Obras completas de Roberto Arlt (Lohlé, 1981). Arlt fue alumno de la escuela mecánica de la armada. El personaje Silvio Astier ingresó, a los 16 años, como aprendiz en la Escuela Militar de Aviación; sin embargo, causó baja a los pocos días por orden del capitán Márquez, por la siguiente razón: “Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo”. Además, Cortázar defiende que la obra de Arlt tiene muy poco de “intelectual”; de hecho, “la escritura tiene en él una función de cauterio, de ácido revelador, de linterna mágica proyectando una tras otra las placas de la ciudad maldita y sus hombres y mujeres condenados a vivirla en un permanente merodeo de perros rechazados por porteras y propietarios”, asevera el autor de Rayuela.

Por otra parte Juan Carlos Onetti considera que Roberto Arlt escribió con genio y rabia sobre su infortunio; En el prólogo a la edición de Bruguera Alfaguara (1979), el escritor uruguayo cuenta la reacción que se produjo en Buenos Aires a la edición de El juguete rabioso: “Los intelectuales interrumpieron los dry martinis para encoger los hombros y rezongar piadosamente que Arlt no sabía escribir. No sabía, es cierto, y desdeñaba el idioma de los mandarines: pero sí dominaba la lengua y los problemas de millones de argentinos, incapaces de comentarlo en artículos literarios, capaces de comprenderlo y sentirlo como amigo que acude –hosco, silencioso o cínico- en la hora de la angustia”. Roberto Arlt, añade Onetti, no escribió tangos inmortales, pero seguro que leyó Humillados y ofendidos, la trágica novela social de Dostoievski.

Fuente: https://rebelion.org/pobreza-trabajo-y-escritura/

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Por qué escuchar audiolibros ayuda a tu hijo a desarrollar su lenguaje y ampliar vocabulario

Por: Carlota Fominaya

Se calcula que el tiempo que estuvieron los niños frente a una pantalla durante el confinamiento ha aumentado un 50% en comparación con la situación antes del aislamiento. Estos nuevos hábitos adquiridos como consecuencia de la pandemia tienen efectos nocivos en el desarrollo neurocognitivo de los menores, que afectan a su aprendizaje, a su vista, oído, al sueño e, incluso, a sus funciones metabólicas y cardiovasculares.

En este contexto, «pensamos que es más necesario que nunca considerar la adopción de soluciones que los mantengan ocupados con un componente interactivo saludable que no dificulte su desarrollo», apunta Mäelle Chassard, la fundadora de Mi Fábrica de Historias de Sikii. Este este pequeño dispositivo, similar a una radio, sin ondas ni pantallas, «es capaz de crear verdaderos cuentos de hadas a través de teclas multifunción que les permite participar en el desarrollo de la historia. El niño puede, de hecho, seleccionar el héroe que prefiere, el compañero y el lugar y el objeto, lo que sin duda estimula su imaginación, creatividad y lenguaje sin pantallas».

Para Mäelle Chassard, el hecho de permitir a los niños escuchar y crear sus propias historias convierte a «Mi fábrica de Historias» en una «alternativa estupenda a las pantallas y dispositivos móviles». «Es muy importante que los juguetes, además de ser una forma de entretenimiento para los niños, favorezcan también su desarrollo y aprendizaje… de una manera divertida».

Y sin duda, «es una forma muy entretenida de estimular el lenguaje de los niños. Una de las cosas que he aprendido a lo largo de los años, desde que nació Sikii, es que los recursos de audio son una excelente herramienta para apoyar y ampliar el aprendizaje de los niños. Son idóneas para fomentar la capacidad de imaginación y apoyar la exploración de los niños del mundo que les rodea porque tienen que evocar lo que oyen».

Mediante los audiolibros, explica, «el niño tiene la oportunidad de escuchar nuevas palabras, aprenderlas y ser capaz de comunicarlas y repetirlas correctamente. Si los niños escuchan las historias pueden aprender un modelo para para crear, estructurar y contar sus propias historias oralmente. De esta manera están sentando unas bases para la lectura y la escritura». Tanto es así que, asegura, «algunos colegios de Francia están utilizando “Mi Fábrica de Historias” para observar el efecto real que tiene en los niños, aunque aún no tenemos datos».

Es una forma, continúa Chassard, «de practicar jugando la capacidad de escucha, una herramienta muy importante y crucial para el desarrollo del lenguaje y la comunicación del niño, así como para la lectura y la interacción social. Las actividades auditivas ofrecen oportunidades para que los niños practiquen y consoliden estas habilidades y, además, añaden un elemento multisensorial a una actividad».

Su propia editorial, Les Éditions Lunii, ofrece un rico catálogo de historias para ayudar a desarrollar la memoria auditiva así como el vocabulario. Creemos que los niños se desarrollan a través del aprendizaje, la curiosidad y el acceso a contenidos diversos para desarrollar su propio pensamiento crítico.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-como-escuchar-audiolibros-ayuda-hijo-desarrollar-lenguaje-y-ampliar-vocabulario-202012040210_noticia.html

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El valor de la palabra que circula. Las narrativas en educación: Solo escribir, pero no escribir solo

Por: Miguel Ángel Pérez

Fui invitado hace unos días por el maestro Juan Hurtado Chagolla de la Red de Maestros que reflexionan y escriben acerca de su práctica en el estado de Michoacán y a nivel nacional, la RETE y que desde el año 2005 han asumido una posición tesonera y entusiasta de facilitar estos procesos con los docentes y a invitación de la Red del Libro en Colaboración de colegas del EDOMEX, quienes tuvieron esta brillante idea de convocar a Redes y colectivos de docentes de varios estados del país.

El evento tuvo una distinción especial a partir de la participación de Gabriel Roizmán, colega argentino que también desde hace algunos años trabaja, anima, forma, facilita y acompaña a docentes que generan narrativas vinculadas a su proceso de trabajo, al lado de otros que también lo hacen. El subtítulo de este artículo es una frase muy dicha y reiterada por Gabriel, “Solo rescribir, pero no escribir solo. A las narrativas las definiciones como metodología de investigación – acción, como estilo de trabajo pedagógico, como estrategia para pensar mejor la practica en colectivo después de escribir y que pase: del texto en soledad, al texto al lado de los demás.

Quiero decir de este evento, aparte de lo ya dicho dos cosas que me parecieron especialmente relevantes (y este escrito tiene la función o la tarea de servir como agradecimiento a la invitación).

PRIMERO. Este evento es especialmente relevante en el actual contexto de pandemia, su valor simbólico reside en juntar, en aglutinar en hacer coincidir a maestras y maestros y bajo un proyecto común. De pensar la practica escribiendo, de escribir la práctica pensando. Gabriel Roizmán, ya es una autoridad en este campo, es canchero como decimos acá, ha caminado mucho el rumbo de animar a los docentes a generar narrativas. Pero esa no es una plática común en nuestros entornos cercamos en docentes. Aquí se hacen muchas cosas de las cuales se escribe poco. Los docentes que escriben, muchas veces lo hacen motivados, porque forma parte de una obligación institucional al pertenecer a algún programa de posgrado o al inscribirse a un curso determinado. Y son muy pocas las veces que viene siendo una actividad que nace y se fomenta desde el corazón, desde el interés o desde el compromiso de algunos docentes.

SEGUNDO. Lo segundo complementa a lo primero, es hablar de las narrativas como una opción y una alternativa para expresar, para decir, para sacar, pero también para proponer y comprometerse. Gabriel lo decía, lo primero es comenzar y hacer fluir a que surjan los sueños educativos y vuelen en palabras. A mí en lo particular me parece especialmente relevante esta teoría – metodología – pedagogía, de las narrativas. Al estar en la reunión escuchaba a los colegas de los diversos rincones del país y leía en el chat del evento lo que muchos escribimos. Me hice muchas preguntas, ¿Quién escribe realmente de las personas que estamos en educación? ¿Por qué y para qué escribir desde la vida de ser docente? ¿Por qué no escribir solo o en contraparte por qué debe ser el escribir al lado de los otros? Pienso que las narrativas es un recurso que va más allá de las pedagogías y metodologías convencionales, se trata de tejer un texto colectivo que se vaya gestando entre muchas voces, entre muchas palabras y que al final se haga una con un sentido potente.

Agradezco a los colegas del estado de México de la Red “Libro en Colaboración” por este atinado evento y a Juan Chagolla de Michoacán, por su consecuente labor de picar piedra, de avanzar y retroceder de invitar, convocar, animar y de fomentar un clima de vida profesional en donde la generación de narrativas es una tarea que se piense y se disfrute desde la escuela.

Termino diciendo que hay que seguir con este proyecto, se requiere organizar un taller de palabras danzantes porque pocos hablan de generar una didáctica para producir narrativas docentes. Muchos hablan de cómo hay que hacerlo, pero son pocos los que lo hacen.

 Bueno, esperemos la siguiente convocatoria, por lo pronto a seguir escribiendo sin estas solos o solas.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-valor-de-la-palabra-que-circula-las-narrativas-en-educacion-solo-escribir-pero-no-escribir-solo/

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Uruguay: ANEP implementará desde febrero tutorías para fortalecer aprendizajes de estudiantes desvinculados o con vulnerabilidad

América del Sur/Uruguay/04-102020/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy

Silva explicó que se desarrollan estrategias para todos los niveles educativos y que en primaria se priorizará lectura, escritura y matemática.

El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, informó que desde febrero de 2021 se aplicará un mecanismo de tutorías para atender las necesidades de estudiantes con cierta vulnerabilidad, que la pandemia agudizó y llegaron incluso a desvincularse, publicó el portal de Presidencia.

“Es un año distinto, en el que se tendrán que extremar estrategias para seguir incluyendo a todos, especialmente a quienes tienen situaciones de vulnerabilidad, que se agudizó y repercutió en la desvinculación”, dijo el titular de la ANEP, quien explicó que se prevé que el 2021 sea una continuación del 2020 para recuperar aprendizajes. Indicó que se desarrollan estrategias, tanto en el nivel inicial como en primaria, secundaria y UTU, que incluyen ir a buscar a los alumnos si es necesario.

En este sentido, confirmó que en primaria se priorizará aprendizajes fundamentales, como lectura, escritura y matemática, por su impacto en el razonamiento. Informó que se trabaja en estrategias focalizadas en aquellos niños que tengan mayores dificultades detectadas por los equipos, lo que implica apostar a tutorías en el mes de febrero próximo, así como comenzar las clases con dispositivos diferentes.

Extensión del horario, apertura de comedores y evaluación

Consultado acerca de la posibilidad de ampliar la carga horaria en las escuelas públicas, Silva argumentó que el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) abarca 2.085 escuelas. A 1.040, que son rurales, los alumnos concurren todos los días en el horario completo; a unas 300, de tiempo completo y extendido, asisten todos los días unas tres horas y media diarias y en escuelas de más de un turno (comunes) “se preserva lo sanitario”, indicó.

“No debemos perder de vista que somos el único país de América que recobró la presencialidad tras haberla suspendido. Tenemos que ser cuidadosos, estamos en contacto directo y permanente con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas”, enfatizó.

El jerarca remarcó que el distanciamiento y la higiene son fundamentales. “Si nos apuramos y volvemos a la presencialidad total, sin distanciamiento permanente de 1,5 metros, se corren algunos riesgos que pueden tirar atrás todo lo logrado”, afirmó. Silva entiende que es necesario seguir dividiendo los grupos, distribuirlos por semana y mantener la distancia en entradas, salidas y recreos. “La autoridad sanitaria es la que establece cómo avanzamos”, insistió.

Sobre la apertura de los comedores en los centros educativos, explicó que primero se abrieron los tercerizados, que preparan los alimentos que consumen los niños en el centro o fuera de él. Luego, de forma paulatina, comenzarán a funcionar los tradicionales, que elaboran la comida en la cocina de cada local.

Por otra parte, el presidente de la ANEP ratificó que en el sistema educativo habrá evaluación. Confirmó que se está determinando cómo se llevara adelante, porque es necesario reconocer el trabajo de todos los niños y sus familias, “que se esforzaron mucho”. En este sentido, informó que trabajan en clave ANEP, es decir, en una acción articulada y coordinada. Estima que la próxima semana habrá un documento disponible.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/anep-implementara-desde-febrero-tutorias-para-fortalecer-aprendizajes-de-estudiantes-desvinculados-o-con-vulnerabilidad-id791123/

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El reto del analfabetismo: Del «cuántos leen» al «cómo leen»

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) define como analfabeta a aquella persona de 15 años o más que no sabe leer y escribir un recado. Según la Encuesta Intercensal 2015, el 5.5% de la población mexicana se pudiera considera como analfabeta (INEGI, 2015, p. 32), porcentaje muy inferior al de 1970, cuando 25.8% de la población no sabía leer y escribir. El analfabetismo es una de las expresiones más graves del retraso educativo, pues implica la carencia de habilidades necesarias para ejercer derechos e integrarse al mercado laboral, perpetuando así la ignorancia, la pobreza y la desigualdad social.

La distribución del analfabetismo en nuestro país es desbalanceada. En cuestión de sexo, 6 de cada 10 analfabetas son mujeres. En términos geográficos, en Guerrero, Oaxaca y Chiapas hay una proporción siete veces mayor de analfabetismo que en Ciudad de México; asimismo, la frecuencia de esta condición es cinco veces mayor en localidades rurales (12.9%) que urbanas (2.5%). En relación a los grupos de población, los más afectados son los indígenas (17.8%), las personas con alguna discapacidad (23.8%) o con alta marginación (19.4%) (INEE, 2017b, p.142). Así pues, hablando en términos generales, el rostro del analfabetismo en México podría ser representado por el de una mujer indígena, con algún tipo de discapacidad, originaria de una población rural de alta marginación.

La notable reducción del analfabetismo sin duda está vinculada a la mejora en la escolarización, sobre todo en el nivel primario: de acuerdo al Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, México (2020) México alcanzó desde 2001 la universalización de la matriculación en la enseñanza primaria (6 a 11 años de edad). De este modo, son casi dos décadas en las que todos los mexicanos acceden al nivel educativo en el que se da, en la mayoría de los casos, el aprendizaje formal de la lectura y la escritura.

De acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015 (INEGI, 2015, pp. 32-34), el analfabetismo actualmente es casi inexistente entre la población joven de 15 a 29 años (1.2%), mientras que es mayor su proporción en la población de 60 a 74 años (15.7%) o de 75 años y más (28.5%). Lo anterior hace pensar que, por el simple paso del tiempo, será cada vez más raro encontrar personas que no sepan leer y escribir. De seguir con las tendencias actuales, en una o dos décadas el porcentaje de población alfabetizada podría ser casi o igual al 100%, no obstante que a partir del 96% la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) considera ya a los países como plenamente alfabetizados. Lo anterior no elimina la responsabilidad del Estado para eliminar los altos índices de analfabetismo en la población de edad más avanzada.

Considerando el avance importante de la alfabetización en México, resulta alarmante la situación de las personas con discapacidad. Si bien en nuestro país el analfabetismo se refugia principalmente en la población de edad más avanzada, esta condición no se cumple con el subgrupo de población mencionado: el analfabetismo es menor entre las personas de 55 a 64 años (15.5%) que los de 15 a 24 años (24.8%) (INEE, 2017b, p. 142). ¿A qué se debe lo anterior: cayó la escolarización de este grupo o simplemente, en los últimos años, se ha hecho más visible su presencia? Sea cual sea la respuesta, el alto índice de analfabetismo es un reflejo de la lamentable tendencia de la escuela mexicana hacia la inequidad y la exclusión de los más desfavorecidos.

Con la inminente erradicación del analfabetismo absoluto, es decir, la simple incapacidad para leer y escribir un recado, se viene un nuevo desafío: tratar de abatir al analfabetismo funcional, o sea, la imposibilidad de utilizar adecuadamente las habilidades de lectura y escritura en situaciones específicas de la vida. Al respecto, la UNESCO ha indicado que “aún en países con tasas de analfabetismo significativamente menores al 10%, existe un elevado porcentaje de personas con muchas limitaciones para manejar los niveles más básicos de interpretación de textos informativos” (2015, p. 4). De este modo, el reto para México es mayúsculo: de acuerdo a la prueba PISA 2015, 39.8% de estudiantes mexicanos se ubicaron en el nivel más bajo, de seis posibles, en cuanto a desempeño en lectura manifestando habilidades elementales que les permiten apenas localizar información explícita en un texto corto o reconocer la idea principal en escritos con contenidos conocidos (INEE, 2015, p. 74).

En la alfabetización son evidentes dos desafíos para el Sistema Educativo Mexicano. Primeramente, integrar a los grupos más marginados para poder darles habilidades tan básicas como la lectura y la escritura; el logro de esto pudiera representar una base mínima para pensar en la escuela como un espacio que promueva la justicia social y que sea palanca del progreso especialmente de los más desfavorecidos. En segundo lugar, se deberá transitar a enfocar los esfuerzos hacia aspectos cualitativos de la alfabetización: logrado el abatimiento del analfabetismo absoluto, se deberá concentrar en el funcional; ya no bastará entonces la mera ampliación de la cobertura educativa, sino que se deberán atender asuntos de corte pedagógico y de las condiciones en las que los alumnos efectúan el aprendizaje. Dicho de otra forma y aludiendo a la definición del INEGI, la meta ya no será únicamente formar alumnos que sean capaces de leer y escribir un recado, sino de emplear estas habilidades de manera exitosa para promover su bienestar. Ya no sólo importará cuántas personas leen, sino cómo leen.

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía.

Twitter: @proferoger85

Facebook: El Profe Rogelio

REFERENCIAS

INEE (2017a). México en PISA 2015. México: autor.

INEE (2017b). Panorama Educativo de México 2016. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. Educación Básica y Media Superior. México: autor.

INEGI (2015). Principales resultados de la Encuesta Intercensal 2015: Estados Unidos Mexicanos. México: autor.

UNESCO (2015). Alfabetización y Sociedades Sostenibles: convertir la visión de la alfabetización para 2030 en acción en América Latina y el Caribe. Disponible en: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Nota-conceptual-alfabetizacion.pdf (Consultado el 16 de julio de 2020).

SNIEG. Tasa neta de matriculación en la enseñanza primaria (6 a 11 años). Disponible en: https://www.snieg.mx/cni/escenario.aspx?idOrden=1.1&ind=1&gen=264&d=n (Consultado el 16 de julio de 2020).

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-reto-del-analfabetismo-del-cuantos-leen-al-como-leen/

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