América del norte/Estados Unidos/16 Mayo 2019/Fuente: Univision
En su más reciente reporte la Fundación KIPP pide al Congreso que se enfoque en cinco reformas a la Ley de Educación Superior que ayudarán a crear un camino más fácil para que millones de estudiantes puedan entrar en la universidad y continuar sus carreras.
El Sueño Americano está basado en la idea fundamental de que el lugar donde nace uno no tendría que determinar dónde acaba en la vida. Y conseguir un diploma de la universidad es uno de los mejores caminos para llegar a ese sueño. Mi madre, de origen panameño, no solo me inculcó eso cuando era niño, sino que dedicó toda su vida como profesora a ayudar a miles de estudiantes más. Yo pude asistir a Universidad de Harvard y estudiar leyes en la Universidad de Yale, pero no todos los estudiantes que ingresan a la universidad completan sus estudios. A nivel nacional, solo uno de cada 10 estudiantes de bajos ingresos obtiene un diploma universitario. Para estudiantes latinx, ese número es 21%, por debajo del 37% que es el promedio para todos los estudiantes entre 25 y 29 años de edad.
En KIPP, la red nacional de escuelas chárter más grande del país, donde el 95% de los estudiantes son afroamericanos o latinx y el 89% son de bajos recursos, conocemos muy bien estos obstáculos. Es por eso que hace una década desarrollamos un sistema para ayudar a nuestros estudiantes a graduarse de la universidad. Empezamos por introducir la idea de atender a la universidad desde el jardín de infancia; les ofrecemos un currículo comprensivo y riguroso; les proveemos consejos a nuestros estudiantes sobre cómo escoger la universidad adecuada con costos asequibles y apoyos emocionales y sociales.
Gracias a estas iniciativas hemos progresado. El porcentaje de estudiantes que se gradúa de las escuelas secundarias de KIPP y completan la universidad es de 45%, cuatro veces más alto que el promedio de los estudiantes en Estados Unidos con antecedentes socioeconómicos similares. Pero estos números no son suficiente, témenos que hacer más. Este año tenemos la oportunidad de hacerlo.
A través de la reautorización de la Ley de Educación Superior (HEA), Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer cambios significativos, ya que esta ley federal gobierna los programas de educación superior.
En nuestro más reciente reporte pedimos al Congreso que se enfoque en cinco reformas dentro del HEA que ayudarán a crear un camino más fácil para que millones de estudiantes puedan entrar en la universidad y continuar sus carreras.
Con la reautorización de la HEA, tenemos que crear un programa federal de subvenciones que reduzca significativamente la proporción de estudiantes por consejero, incentive la adopción de prácticas de asesoramiento basadas en evidencias y responsabilice a los beneficiarios de los resultados. A nivel nacional, la relación de consejero universitarios a estudiantes es de casi 1 a 500, lo cual significa que los estudiantes se reúnen con su consejero no más de una o dos veces antes de elegir su universidad, una de las decisiones más importantes de la vida. Eso no es suficiente para nadie; en nuestras escuelas el porcentaje de consejeros a estudiantes es de 1 a 100.