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Acogerá Cuba Taller Internacional sobre Secundaria Básica

Centro América/Cúba/04 Junio 2017/Fuente: invasor/Autor:ACN

Con el lema Por una escuela inclusiva, Cuba acogerá del 19 al 23 de junio el I Taller Internacional de Secundaria Básica, dirigido a intercambiar experiencias y consolidar las buenas prácticas, en pos de elevar la calidad de la educación cubana.

Organizado por el ministerio de Educación, la cita reunirá en La Habana a investigadores, especialistas y docentes nacionales y foráneos, con la premisa de que es vital el respeto a la diversidad cultural para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En aras de la formación integral de las nuevas generaciones entre las temáticas del evento resaltan la educación equitativa e inclusiva para la consecución de la Agenda 2030, así como, también, la alianza escuela-familia-comunidad para la construcción de una cultura de paz.

Además, se debatirá sobre las tecnologías de la información y las comunicaciones en la educación secundaria básica, la preparación del claustro, los adolescentes y su salud, el conocimiento de estos sobre el desarrollo sostenible y la paridad de género en ese nivel de enseñanza.

De acuerdo con los organizadores, durante el Taller Internacional se realizarán simposios, foros, conferencias magistrales, paneles y visitas especializadas a centros educacionales e instituciones científicas habaneras.

Según medios locales, con vistas a esta cita internacional, pedagogos cubanos han expuesto sus ponencias en encuentros territoriales, en los que se seleccionaron los mejores trabajos.

Fuente de la noticia:http://www.invasor.cu/es/cuba/13691-acogera-cuba-taller-internacional-sobre-secundaria-basica-domingo

Fuente de la imagen:http://www.invasor.cu/images/Imagenes/Otras/Peña-Cultural-NDM-12.jpg

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Otras formas de pensar la escuela

Por: Juana M. Sancho

 Pensar en alternativas a los tiempos escolares, al dentro y y fuera de la escuela, a la propia concepción de lo que es la escuela es un desafío que hemos de enfrentar.

La escuela (desde la infantil a la universidad), como argumentó Foucault, en el tercer volumen de Dits et ecrits (París: Gallimard, 1994), se ha venido configurando como un potente dispositivo. Como una poderosa estructura “que componen los discursos, las instituciones, las habilitaciones arquitectónicas, las decisiones reglamentarias, las leyes, las medidas administrativas, los enunciados científicos, las proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas […] el dispositivo siempre está inscrito en un juego de poder, pero también ligado a un límite o a los límites del saber, que le dan nacimiento, pero, ante todo, lo condicionan” (p. 229).

Y los (nos) condicionan de tal manera, tal el poder del aprendizaje subliminal que nos inoculan las estructuras más profundas del currículo oculto (Michael Apple), que nos impide, incluso a los estudiosos de la educación, pensar en formas de organizar la educación formal que vayan más allá de un edificio con compartimentos estancos arquitectónicos, temporales y de conocimiento. De un docente frente a un grupo y de una evaluación, factual y declarativa, de papel y lápiz.

El dispositivo escolar se ha ‘naturalizado’ de tal manera que, hace algunos años, mi argumentación, basada en la idea de James A. Mecklenburger (1990), de que “la escuela es una ‘tecnología’ de la educación, del mismo modo que los coches son una ‘tecnología’ del transporte” (p. 106), causó un ‘pequeño escándalo’ en la academia. ¡Cómo iba a ser la escuela una tecnología! ¡Estos de tecnología lo convierten todo en tecnología! Entonces ¿qué es? ¿Algo ‘natural’ como los mares, las montañas, los ríos o los osos polares?

De ahí la importancia de proponer este debate. Porque la educación (formal e informal), toda forma de ‘hacer la educación’, toda propuesta y recurso educativo, no es un destino, sino un campo de batalla, un parlamento de las cosas en el que se deciden las alternativas a la civilización. Pero lo que propongo para el debate no se refiere a si incluir en los planes de estudio más ciencias y tecnologías duras o más humanidades y ciencias sociales. Si una enseñanza transdisciplinar o por asignaturas. Si más exámenes de fin de etapa, si repetir o no repetir, etc., etc. Lo que planteo es considerar cómo el giro digital y neoconservador está incidiendo en el propio sentido y papel de la escuela.

En la historia de la humanidad que conocemos, la escuela, como lugar de aprendizaje para toda la población, no cuenta con un largo recorrido. En España, la escolarización obligatoria ‘total’ no se consiguió hasta la década de 1970, aunque la idea de la escuela como “lugar privilegiado” de aprendizaje, está profundamente instalada. Pero, en el mundo actual ¿se puede seguir manteniendo esta idea? E incluso más, ¿están las estructuras escolares preparadas para dar respuesta a las necesidades educativas de la población?

Para explorar la primera pregunta existe un importante volumen de investigación sobre los cambios fundamentales en las formas de aprender y de acceder a la información por parte niños, niñas y jóvenes propiciados por las tecnologías digitales. De su influencia en la generación y profundización de las desigualdades y en la creciente desafección hacia la escuela. De ahí la importancia de que la escuela reconozca y sitúe los saberes del alumnado, tanto para enriquecer sus propuestas como para detectar prácticas y actitudes externas que pueden dificultar el aprendizaje escolar. En la década de 1970, Basil Berstein argumentaba que la escuela no puede compensar por la sociedad, pero sí garantizar que parte del alumnado no tenga que dejar su identidad a la puerta del centro. En estos momentos, mi reflexión sería que la escuela no puede intervenir en la vida cotidiana del alumnado, pero sí intentar que no tenga que dejar una parte importante de sí mismo al entrar a las clases.

La segunda plantea un desafío aún mayor. Controversias como las suscitadas en Cantabria sobre el horario escolar, generan de nuevo nuestra dificultad para desafiar la metáfora organizativa básica de la escuela. ¿Por qué no flexibilizar los espacios y tiempos escolares? ¿Por qué seguir con la rígida separación entre el dentro y fuera de la escuela? ¿Por qué continuar aferrados a calendarios escolares inerciales? ¿Por qué no proponer otras figuras educativas? ¿Por qué no considerar la escuela como un entorno de aprendizaje vivo y educativamente rentable para toda la comunidad? Sí, ya sé que las normas, la legislación, las inercias…, que componen el ‘dispositivo” actual de la escuela, no lo permiten. Pero si no comenzamos a pensar alternativas profundas y disruptivas, jamás lo podremos cuestionar.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/01/otras-formas-de-pensar-la-escuela/

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La escuela debe ser un escenario vivo en la formación de una cultura global para la sostenibilidad

Por: Carmelo Marcén

Necesitamos que en todas las aulas se actúe, porque lo que en otro tiempo pudo ser una buena práctica, ahora es una necesidad.

Como todos los años cada 5 de junio toca celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Parece mentira, pero después de tanto tiempo, la relación entre medio ambiente y escuela es un vademécum de aciertos y carencias. Y eso que desde que la Logse se inventó lo de los Temas Transversales parecía que el asunto iba a transcurrir por otros derroteros. Los aciertos se notan en que en que casi una tercera parte de toda la información sobre cuestiones ambientales la reciben los chicos y chicas en la escuela (lo decía PISA in Focus 15, publicado en 2006). También en que los centros educativos desarrollan bastantes actividades -puntuales o más sistematizadas- sobre consumo, cuidado del medio natural, residuos, papel, energía o agua. Es más, la gestión ambiental escolar sobre estos tres últimos consumos -que produce enseguida réditos económicos- ha mejorado bastante. Tampoco hay que olvidar las redes ambientales activas; nos quedamos con iniciativas como EsenRed y sus conexiones territoriales.

Pero en este cometido pesan bastante las carencias. El mismo informe del PISA nombrado subraya que el futuro de la sostenibilidad del medio es imposible para el 80% de los preguntados. Un reciente ecobarómetro -financiado por Endesa y suponemos que por eso prioriza la cuestión energética- se fija en lo que opinan hoy los jóvenes de 18 a 35 años, aquellos que recibieron sin duda mensajes ambientalistas cuando estudiaban. La mitad de los encuestados considera que el tratamiento de estas temáticas fue insuficiente y hubieran querido saber más sobre afecciones graves al medio ambiente (energías renovables, estilo de vida, cambio climático, etc.) y soluciones. También que en sus clases sobre medio ambiente predominaba la enseñanza tradicional: eran poco o nada habituales los proyectos prácticos en grupo (45,7 %), los realizados entre varias clases (17 %) o el uso de Internet (33,1 0%). Además, muchos jóvenes opinaban que la formación del profesorado era muy mejorable. Apunten un par de razones para estos defectillos, aunque habrá otras muchas: el currículo explícito deja mucho que desear en cuestiones ambientales -orilla la visión crítica sobre nuestra actuación hacia la sostenibilidad y es profundamente descriptivo- y el currículo oculto de los libros de texto es marcadamente antiecológico.

Una anécdota preocupante: un reciente trabajo de una profesora de Fuhem (Fundación Hogar del Empleado) asegura que se puede llegar a terminar la ESO sin conocer realmente lo que supone el cambio climático. ¡Con la que está cayendo!

Si las anteriores afirmaciones fuesen ciertas, cabría decir que la formación de la cultura ecológica global en la escuela no ha generalizado el formato adecuado ni tiene la progresión necesaria; o hace falta mucho más, pues toda buena intención es insuficiente si queremos aproximarnos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que buscan urgentemente un futuro diferente. Necesitamos que en todas las aulas se actúe. Porque, lo que en otro tiempo pudo ser una buena práctica ahora es una necesidad.

¡Hala, todos a celebrarlo!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/02/la-escuela-debe-ser-un-escenario-vivo-en-la-formacion-de-una-cultura-global-para-la-sostenibilidad/

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“Mi escuela es formidable porque no hay reuniones”: ¿Dónde quedan los procesos participativos?

Por: Jaume Martínez Bonafé

Si cuando voy a la reunión del Claustro ya sé que nada va a cambiar, porque todo discurre en el interior de un campo de juego marcado por adelantado, es muy difícil ilusionarse por lo que aún se desconoce.

En una conversación con maestras y maestros de enseñanza primaria alguien dijo: “!Mi escuela es formidable porque casi no se hacen reuniones!”. ¿Qué le ha pasado a la democracia, al sentido original de la participación, al deseo en la construcción de lo público, para que nos aburran las reuniones?

No seré tan cínico como para dejar solo en la boca de aquel colega lo que a mí mismo me ha sucedido al vivir con resignación y hastío muchas de las convocatorias a reunión de Consejo de Departamento. La cuestión, por tanto, más allá de las actitudes de cada cual, es si los procedimientos de los que nos dotamos en los procesos participativos responden realmente a la construcción de un proyecto público o simplemente sostienen lo que es puramente formal: una democracia de consumo, algo ya construido para que no sea necesario soñarlo de nuevo.

Me parece imposible pensar, enriquecer, mejorar la escuela pública, hacer más pública la escuela pública, si no nos dotamos de procesos de discusión y toma de decisiones en los que la pluralidad real de la vida social se sienta reconocida, y los significados diversos con los que dotamos de sentido a nuestras prácticas no puedan ser conocidos y contrastados.

Somos sujetos políticos, sujetos sujetados, pero sujetos, con capacidad para la construcción del proyecto público de educación. Cuando se reduce, se niega, o se pervierte el sentido original de nuestra participación, se nos traslada a la condición de objeto, se nos impide sabernos, sentirnos sujetos. Me parece que el 15 M fue una clara manifestación de la indignación por el proceso progresivo de reduccionismo de nuestra capacidad de ser sujeto, de nuestra capacidad de poder y querer protagonizar la política, todos los sentidos cotidianos de la política.

Ustedes me disculparán este rollo, pero no puedo entender la escuela, la escuela que es de todos y todas, y que está hecha por todas y todos, no puedo entender ese espacio público común, dialógico y plural, sin la voluntad de participación activa y consciente de todos y todas. Por eso no sería mala idea que a quienes el asunto nos preocupa echáramos un vistazo, bueno, un vistazo en profundidad, a los mecanismos y dispositivos que poco a poco pervierten y dificultan la política viva, la política de la participación real en la escuela.

Apunto algunas cuestiones, que podrán estar presentes en ese análisis. La primera, la institucionalización burocratizante de la práctica. Recuerdo aquella escuela que hacía asambleas con los chavales los viernes por la tarde, y decía que practicaba la pedagogía freinet, mientras la vaciaba de significado. La segunda, la tecnologización de la experiencia educativa: un día le pedí a un colega de la Facultad sus horas de la tarde para hacer una salida a la ciudad con mis alumnos, y me dijo que me las cedería encantado pero tenía mucha dificultad porque le rompía su programación que desde el inicio de curso cumplía a rajatabla. La tercera, la profesionalización del expertismo. Nunca olvidaré la transformación de aquel despacho en el que originalmente se reunía un equipo de maestras en formato de dirección colegiada de la escuela, y acabó en desierto solitario de un barbudo que aportó sus titulaciones y diplomas para optar a la nueva dirección de la escuela. Cada cual puede proseguir su particular listado. Yo apuntaré una última cuestión: el sentido de la política y la participación: la política como eje de las transformaciones sociales o la política como negación de esas transformaciones, quedando en un plano puramente instrumental y técnico. Si cuando voy a la reunión del Claustro ya se que nada va a cambiar, porque todo discurre en el interior de un campo de juego marcado de antemano, es muy difícil ilusionarse por lo que todavía se desconoce, por lo que todavía puede ser posible.

Claro que el asunto problemático de la democracia real y la participación activa no está solo dentro de la escuela. También habrá que leerlo en otros planos o espacios institucionales. Si las leyes educativas se hacen al margen de la opinión, la experiencia, y el saber de los maestros y las maestras, de los padres y las madres, de los niños y las niñas, no me digan luego que esperan de estos sectores de la sociedad civil una ilusionada participación en la implementación y desarrollo de esas leyes. Algo de esto creo que se está recordando en la llamada Subcomisión para el Pacto Educativo. A ver si se hace posible.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/25/mi-escuela-es-formidable-porque-no-hay-reuniones-donde-quedan-los-procesos-participativos/

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Entrevista: Elisabeth Nyamayaro: “La igualdad de género es clave para el progreso social”

Así era…

Elisabeth Nyamayaro

Activista, asesora en desigualdad de género y miembro de la ONU Mujeres

De pequeña le fascinaba el inglés y siempre le ha apasionado correr y jugar a hockey. Considera el deporte una buena manera de promover la igualdad de género y le habría gustado que en su etapa de escolarización le hubieran hablado más abiertamente sobre la desigualdad entre hombres y mujeres. Actualmente es asesora senior en la ONU Mujeres.

Desde la ONU Mujeres trabajamos para eliminar la discriminación de las mujeres y las niñas, en favor del empoderamiento de la mujer y para lograr la igualdad entre géneros en beneficio del desarrollo.

¿Cuáles son las cifras sobre desigualdad de género que más preocupan?
Los datos más preocupantes son los referentes a la violencia de género ya que, por ejemplo, hay estudios que revelan que el 70% de mujeres sufren violencia física y/o sexual a lo largo de sus vidas a manos de su pareja. Aun así, no debemos olvidar otros problemas de la mujer como el menor acceso a la educación, su participación desigual en el mercado laboral o las diferencias salariales.

¿Cuál es el perfil de mujer que más sufre esta problemática?
No hay un perfil específico, la desigualdad de género afecta a todo tipo de mujeres independientemente de su edad, país de nacimiento, nivel educativo, profesión… Aunque no tendemos a pensar en ellas cómo víctimas de esta problemática, las mujeres de países ricos, con un alto nivel de formación y con un trabajo cualitativo, también la sufren.

¿Qué importancia tienen los aspectos culturales en la existencia de esta desigualdad?
Son elementos muy importantes. A pesar de que cómo decíamos se trata de un problema global, presente en todos los países, podemos hablar de labores específicas a desempeñar, por ejemplo en países africanos, dónde todavía a día de hoy persisten aspectos culturales que promueven el patriarcado.

¿Cómo puede la educación ayudar a revertir esta situación?
La educación es un elemento clave, no sólo la escolar sino también la de los hogares. Si nos centramos en el mayor problema que es el de la violencia hacia las mujeres y las niñas, los hombres son, como muestran los datos, los que mayoritariamente la ejercen. Y estos hombres han sido criados por otras personas, por lo que es clave educarles desde el hogar en contra de la violencia de género.

¿Y en la escuela?
El papel instrumental que juegan los profesores es muy importante ya que los niños pasan gran parte de su tiempo en las escuelas con sus maestros. Por lo que los docentes se convierten en su modelo a seguir e influencian de forma directa en el modo de pensar y de comportarse de los alumnos.

¿Qué consejos darías a los profesores para que puedan contribuir a mitigar esta desigualdad desde dentro de las aulas?
Utilizaré una experiencia que me contó una profesora sobre una actividad que desarrolló en clase para concienciar a sus alumnos sobre las dinámicas entre ambos géneros. Preguntó a las niñas qué les gustaría que los niños hicieran para erradicar la desigualdad entre ellos. Y a diferencia de lo que esperaba, las niñas contestaron que no querían que hicieran nada en concreto, simplemente querían jugar juntos.

Básico pero fundamental…
Tendemos a separar los juguetes entre los que son de niños y de niñas e incluso las tareas según las habilidades que se requieren. Por lo que el reto consiste en encontrar una forma de no crear una división dentro de las clases,  ya que la mejor manera de educar a los niños y niñas en la igualdad de género es tratándoles como iguales.

¿Qué se puede hacer desde los gobiernos para mejorar esta situación?
Hay muchas acciones que se pueden impulsar desde los gobiernos y desde las instituciones educativas. Con la campaña HeForShe estamos buscando el compromiso de los hombres, ya que para revertir esta situación los necesitamos a ellos, especialmente si  tenemos en cuenta que los poderes que pueden ayudar a solventarlos están dominados principalmente por hombres.

Su papel es clave…
Es importante conseguir su compromiso como catalizadores y agentes de cambio, ya que en muchos países el problema no radica en la falta de legalización para proteger a la mujer sino que la problemática deriva de la falta de implementación de las leyes ya existentes.

Brevemente, ¿en qué consiste la campaña HeForShe?
Se trata de una campaña para conseguir el compromiso de los hombres ya que son parte de la solución y socios clave para solventar una problemática social, que no sólo afecta a las mujeres.  Es la constatación de que la igualdad de género sólo se puede conseguir si hombres y mujeres trabajan en una misma dirección.

¿Qué importancia tiene contar con una actriz mediática como Emma Watson como embajadora de la ONU Mujer?
La idea era contar con una persona joven, con pasión, inteligente y comprometida que diera voz a la campaña y que ayudara a hacer llegar el mensaje a la sociedad. Ella está muy implicada y creemos que encarna los valores de la ONU Mujer. Su participación activa influenciará en la manera de sentir y pensar de los jóvenes a nivel mundial, hecho muy importante, ya que esta generación es fundamental para el progreso.

En este sentido, ¿cómo valoras el trabajo de la activista Malala Yousafzai en términos de concienciación?
Su trabajo es muy importante. Si antes decíamos que necesitamos el compromiso de más hombres para acabar con la desigualdad de género, también podemos afirmar que necesitamos más Malalas para ayudar a concienciar y educar a la sociedad en términos de igualdad de género.

Finalmente, más allá de los beneficios obvios para las mujeres para acabar con la desigualdad de género, ¿cuáles son las principales ventajas de esta igualdad para la sociedad?
Primeramente se trata de un derecho humano básico,  pero su logro también tiene impacto en  el ámbito socioeconómico. Si le otorgamos mayor poder a la mujer y potenciamos sus fortalezas damos impulso a las economías, especialmente a las subdesarrolladas, mejoramos la productividad y contribuimos al crecimiento. La igualdad de género es un elemento clave para el progreso de las sociedades.

Fuente de la Entrevista:

Elisabeth Nyamayaro: “La igualdad de género es clave para el progreso social”

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Colombia: Medellín se superó en calidad educativa

Colombia/23 de mayo de 2017/Fuente: http://www.eltiempo.com

La ciudad mejoró 13 por ciento en secundaria, 11 por ciento en media y 5 por ciento en primaria.

Con un puntaje de 5,45 en básica primaria, 5,60 en básica secundaria y 6,20 en media, Medellín superó las metas del Ministerio de Educación en el Índice Sintético de la Calidad Educativa (ISCE), que estaban en 5,32, 5,03 y 5,86, respectivamente.

Esto quiere decir que el puntaje de Medellín mejoró 13 por ciento en secundaria, 11 por ciento en media y 5 por ciento en primaria. Aun así, ningún colegio público ni privado estuvo entre los 10 mejores de Colombia en dicho índice.

“Tenemos todavía muchos retos, pero lo importante es ir poniéndonos metas altas”, indicó Luis Guillermo Patiño, secretario de Educación.

El funcionario también explicó que en el ISCE, Medellín es la segunda grande ciudad con mayor nivel de mejoramiento en media, después de Bogotá, y la tercera en primaria y secundaria, después de Bogotá y Barranquilla.

Esto se debe, aseguró Patiño, a la estrategia SaberEs, la cual tuvo una inversión de 5.835 millones de pesos, en 2016, que se aumentará a 7.870 millones de pesos este año.

El programa llegó a 157 instituciones el año pasado, es decir, a 33.325 estudiantes de octavo a once y a 698 docentes que fortalecieron sus competencias académicas, presentaron simulacros de pruebas y recibieron formación en formulación de preguntas y evaluación tipo Icfes en distintas áreas.

Tenemos todavía muchos retos, pero lo importante es ir poniéndonos metas altas

En 2017 se espera llegar a un mínimo de 44.000 estudiantes. Asimismo, las metas de calidad educativa que se puso Medellín para el 2019 están en 5,90 para primaria, 6,0 para secundaria y 6,40 para media.

Además, con el programa Escuela Entorno Protector, que tiene presencia con psicólogos en las 228 instituciones educativas, también se contribuye a mejorar la calidad.

Fuente de la Noticia:

http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/la-ciudad-se-supero-en-su-calidad-educativa-90306

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