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¿Hablamos de escuela o de educación?

Por: Juana M. Sancho

  • Está claro que la educación no se circunscribe únicamente al espacio escolar. Va mucho más allá, y abarca todo lo ancho y profundo de la vida de las personas. Parece un buen momento para plantearse la necesidad y la posibilidad de caminar hacia una sociedad educativa.

Comencé a pergeñar esta columna a finales del curso pasado. ¡No hace ni dos meses y parece que ha pasado una eternidad! (¡Qué diferencia entre el tiempo medido y el tiempo vivido!). No profundicé en la idea (a la que en realidad llevo muchos años dándole vueltas) porque como muchas personas me sentía tocada (y en cierta forma me sigo sintiendo a pesar del descanso estival) por el síndrome de la sobrecarga informativa. Me sentía infoxificada e infobesa. Y, al mismo tiempo, con la desoladora sensación de “no tener ni idea”. Desde mitad de marzo, no solo me inundan las noticias, sino que he sido invitada a participar en paneles, ponencias, entrevistas, monográficos sobre “Covid 19 y educación”, a revisar artículos, etc., etc., etc. Las noticias me llenaban de estupor, no por el panorama desolador que nos ofrecían (y ofrecen) los medios de comunicación, sino por el abordaje que estábamos dando al tema en el campo de la educación. La primera dimensión de mi asombro se vincula con la idea repetida de que “no estábamos preparados para la pandemia” a lo que me preguntaba ¿hemos estado preparados para algo alguna vez? Yo no tengo constancia.

Según la historia a la que he tenido acceso, cuando parecían soplar aires de guerra, en vez de prepararse para evitarla y encontrar formas de convivir, los hombres en el poder (en este caso no me siento inclusiva) aumentaban el armamento y enviaban a otros a luchar. A lo largo de mi vida he visto venir con mis ojos de persona curiosa varias crisis económicas, pero a nadie que se pusiese manos a la obra para prevenirlas y evitarlas. Diferentes organismos internacionales pagan a distintos profesionales para realizar informes que nos advierten del aumento del hambre en el mundo e, incluso, de cómo acabar con esta lacra, y esta particular pandemia sigue para más 900 millones, que, según Oxfam Intermón, tampoco tienen acceso a agua potable u otros servicios básicos como la salud y la educación. Eso a pesar de todo el desarrollo tecnológico, sobre todo digital, de los últimos años. Distintos especialistas vienen advirtiendo de que el destrozo sistemático de los ecosistemas está produciendo y producirá efectos imprevisibles, en general, poco favorables para la vida humana, pero seguimos ahí. Incluso para algunos especialistas es el responsable de la aparición de la Covid-19. El consumo y las ganancias, sobre todo para unos pocos, parecen lo único importante. Pero luego ¡no estamos preparados para lo imprevisto! Cuando lo único de lo que podemos tener certeza en este mundo es de la incertidumbre. Pero ¿quién nos puede ayudar a vivir sin angustia en la incertidumbre si no es la educación? Y aquí viene la reflexión de esta columna. La Educación no es la Escuela.

La segunda dimensión de mi asombro que me ha reavivado mí ya constante deseo de aprender, es la sensación de que todo el mundo sabe todo. Junto al discurso de “no estábamos preparados” está el de “la solución al problema”. Considerando la cantidad de “debes” que aparecen en la mayoría de los textos y discursos en torno a la Covid 19 y la educación, parece que casi todo el mundo tiene claro lo que “se debe” hacer. Y aquí me planteo, acompañada de otros muchos pensadores, la distancia entre lo que “se debe”, lo que “se puede” y lo “se sabe” hacer. Porque, como argumentaba Lawrence Stenhouse, “nadie puede poner en la práctica las ideas de otro”. Todos estos discursos han puesto el foco de la educación y el aprendizaje en la Escuela, olvidando, como argumenté en una columna anterior, que no solo aprendemos en la Escuela sino en todo momento a lo largo, lo ancho y lo profundo de la vida. Y aquí sigue la reflexión que aporta esta columna. La Educación no es la Escuela.

Resulta imposible reseñar o considerar la enorme cantidad de “soluciones” y propuestas a las que he tenido acceso (en diferentes lenguas) durante los últimos meses. En la mayoría, la tecnología digital (para la satisfacción de las multinacionales tecnológicas que están recopilando más datos que nunca) ocupa un papel relevante. Lo que conlleva la necesidad de profundizar en las consecuencias colaterales para nuestros cuerpos y cerebros (no se pueden separar). Ojalá estén sirviendo para retomar el trabajo que venían realizando los centros educativos, pero mi pregunta es (yo siempre suelo hacerme preguntas) ¿el mismo tipo de trabajo? ¿con los mismos pros y contras? Mientras me resuena la frase, atribuida a Albert Einstein y a Rita Mae Brown en Sudden Death, “locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”.

Una pregunta o preguntas que me llevan a otra de más calado ¿hablamos de Escuela o de EDUCACIÓN? No me cabe duda, la historia nos proporciona evidencias, del papel fundamental que puede tener la Escuela en el proceso de formativo (también deformativo) de los individuos que tienen acceso a ella. Pero la Escuela, como han argumentado distintos autores (Foucault, Mecklenburger, etc.) no deja de ser un dispositivo, una tecnología artefactual, organizativa, simbólica e incluso biotecnológica, que podría adoptar formas muy diferentes, pero suele acabar “devorada” por su propia gramática (Tyack y Tobin). Una institución que parece fundamental y a la vez criticada por obsoleta, por estar desbordada en estos momentos por la avalancha de información y experiencias propiciadas por las tecnologías digitales, por incapaz de transformarse y aprender, por lo que para algunos autores (Senge) estaría al borde de la extinción. Aunque resulta difícil de momento encontrar un recambio. Porque organizar el sistema educativo de otro modo requiere un caudal de imaginación, una capacidad de cambio y unos recursos con los que ningún país parece contar.

Lo primero que dilucidar es la diferencia entre Escuela y Educación, entre el aprendizaje escolar y el aprendizaje (orientado o no) de la vida. La noción de aprendizaje escolar sigue demasiado anclada en la idea de “transmitir” unos contenidos, a menudo descontextualizados y ajenos a la vida social y cultural de los estudiantes, “medibles” a través de pruebas de papel y lápiz. De ahí que, en principio, parezca fácil (y para algunos “más efectiva”) la enseñanza a distancia mediada por los dispositivos digitales. Pero la Educación va mucho más allá del consumo de información, comienza mucho antes de que los individuos lleguen a la Escuela e implica mucho más que el “consumo de información”. Empieza en el momento de ser concebido (el estado anímico y físico de los progenitores ya marca la diferencia) y sigue sin solución de continuidad, como he señalado, a lo largo, lo ancho y lo profundo de la vida. Está configurada por todas las vivencias, experiencias, afectos, intercambios, posibilidades, carencias…, que jalonan nuestra vida, una parte de ellas relacionadas con la Escuela. Porque como argumenta Mlodinow (Subliminal. Cómo tu inconsciente gobierna tu comportamiento. Barcelona: Crítica. 2013), asimilamos un buen número de estímulos sin ser conscientes de ello, por eso la importancia del contexto.

De ahí que lo que me ha faltado en prácticamente todo lo que he sido capaz de leer y escuchar durante este tiempo especial, o lo que a mí me gustaría explorar y profundizar, es cómo abordar la Educación de los individuos de forma holística, es decir, con la participación de todos y cada uno de los agentes y organizaciones sociales. Como una gran red colaborativa orientada al desarrollo individual y social. La finalidad: propiciar una Sociedad Educativa, encaminada al bienestar común, en la que, desde luego, la Escuela tenga un papel. Pero una concepción de Escuela que no dé a entender que es “la única que educa”, porque nunca ha sido así.

Este año, por primera vez, para planificar el curso, se han reunido responsables del Ministerio de Sanidad y de Educación. Aunque la finalidad era claramente otra, a mí me ha llevado a pensar y proponer: ¿Por qué no promover comisiones formadas por representantes de todos y cada una de los ministerios, organismos internacionales y sociedad civil para discutir, imaginar y promover una Sociedad Educativa? ¿Una sociedad basada en el cuidado, la cultura, el afecto, el trabajo digno y la calidad de vida para todos?

Dicho así, en frío, se me dirá que es una locura. Sí, no se me escapa que es difícil. Sin embargo, leemos día tras día propuestas interestelares que “compramos” como futuro. Cuando nuestro único futuro es el presente, lo aprendí de un párvulo de cinco años: hoy ya es mañana. Y yo os/me pregunto ¿qué hoy y mañana queremos?

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/09/14/hablamos-de-escuela-o-de-educacion/

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Carlos Magro: “Esta crisis ha mostrado la fragilidad del sistema educativo”

Por: Educación 3.0

“Necesitamos más escuela que nunca”, afirma este experto que alerta sobre la necesidad de adquirir competencias y habilidades que nos ayuden a comprender mejor el mundo y actuar sobre él.

Especialista en estrategia y comunicación digitales, así como en la gestión de contenidos, redes y social media, trabaja como consultor independiente en proyectos de transformación digital y del sector educativo. De igual modo, imparte formación presencial y online sobre estos temas. En la actualidad, Carlos Magro es, además, presidente de la Asociación Educación Abierta, un espacio de relación y debate en torno a la transformación educativa como elemento para construir una sociedad más democrática, más solidaria y más justa. Periódicamente, Magro reflexiona sobre educación y sobre impacto digital en las organizaciones en su blog Co.labora.red.

Pregunta: Algunas reflexiones previas sobre la anómala situación que hemos vivido durante estos meses…

Respuesta: Hemos vivido una situación de absoluta excepcionalidad en todos los aspectos cuyos efectos aún están por ver, pero una de las primeras constataciones que tuvimos es que la incertidumbre, el miedo y la esperanza no están igualmente distribuidos entre todos los grupos sociales. El confinamiento nos ha mostrado, en toda su magnitud, las múltiples desigualdades sociales, económicas, tecnológicas… que atraviesan y condicionan lo educativo.

Sin embargo, gran parte de los retos de la educación no son, precisamente, educativos. Necesitamos políticas que vayan más allá de lo escolar. Compensar las desigualdades comporta inversiones en los centros, impulsar cambios en la formación de los docentes y en el currículum; y también inversiones sociales. Algo posible si conseguimos mayor coordinación entre organizaciones y administraciones, con una mayor involucración del ámbito local. Debemos pensar en la escuela y sus recursos, pero también en la situación de los hogares, y de las inseguridades que rodean a estudiantes y familias.

P: ¿Qué hemos aprendido?

R: Debemos repensar, una vez más, el sentido de la escuela y su papel en nuestra sociedad. Volvernos a hacer la pregunta de para qué sirve. Hicieron falta solo unos pocos días para darnos cuenta de lo importante que es en nuestras vidas, para entender lo difícil que es escolarizar los hogares, y comprender lo importante que es ir al colegio.

Carlos Magro

P: ¿Qué aspectos son clave para cambiar en Educación?

R: La crisis sanitaria y el confinamiento nos pusieron frente al espejo de nuestra realidad, y el reflejo nos devolvió aspectos positivos, como la capacidad de reacción y el compromiso docente o la puesta en valor de aspectos de la escuela que pasábamos por alto, pero también nos mostró las costuras rotas y los enormes retos que tenemos por delante como sistema, como escuelas y como docentes.

Es necesario abordar cuestiones como las condiciones de vida de los estudiantes y cómo afectan al rendimiento, la organización escolar y de funcionamiento de los centros (horarios, ratios, distribución de materias…), el currículo y cómo llevarlo a la práctica (metodologías), un cambio en la cultura de la evaluación para que se convierta en la principal herramienta de aprendizaje; así como la relación entre la escuela y otros entornos de aprendizaje. La cuestión que tendremos que resolver en los próximos meses es cómo reconciliar lo que sabemos que tenemos que hacer, con lo que se puede hacer y con lo que queremos para el futuro.

P: ¿Sería conveniente dar ‘continuidad’ al programa ‘Escuela 2.0’?

R: El traslado urgente, total y sin planificación del sistema educativo formal a la enseñanza a distancia puso de manifiesto, por un lado, la persistencia de las brechas entre tecnología y educación, especialmente la de acceso (conectividad y dispositivos adecuados) y, por otro, la de uso de la tecnología, en este caso para el aprendizaje. Si las medidas que tomamos, como parece, están solo vinculadas con la conectividad y/o dispositivos estaremos cometiendo el mismo error que se viene cometiendo desde hace décadas. Eso es un problema, sin duda, pero no es el principal. En ausencia de una estrategia educativa sistémica, comprar equipos seguramente sea la solución más fácil, pero no soluciona nada.
Este es un pequeño extracto de la entrevista publicada en el Nº 39 de la revista EDUCACIÓN 3.0 impresa, correspondiente a septiembre-octubre 2020. Para poder leerlo completo es preciso suscribirse: podéis hacerlo desde nuestra tienda online. Aprovecha el 20% de descuento hasta el 22 de septiembre con el código ‘Vuelta al cole’.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/carlos-magro-crisis-sistema-educativo/

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Temporada de preguntas

Por: Manuel Gil Antón

Cuando la vida tuerce las veredas que creímos firmes. Cuando no queda más remedio que repetir con Monsiváis: “o yo no entiendo lo que está pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo”. Cuando lo que sucede no tiene manera de nombrarse y se marcan en el rostro las arrugas del pasmo. Cuando como a la paloma de Alberti se nos extravía el rumbo y por ir al norte vamos al sur. Cuando lo que pasa no cabe. Cuando las escuelas están cerradas y las ganas de aprender nos crecen. Cuando tocamos en clave de sol lo que va en calve de fa y se hace ruido y barullo. Cuando no tenemos ni idea, está seca la mirada y en el suelo la confianza en que algo será según nos dicen. Cuando se hace cotidiana la voz y el violín del grupo Kansas de tanto polvo en el viento. Cuando no hay pa’dónde hacerse. Cuando la Narvarte pierde un par de calles y Zempoala no tiene modo de estar donde solía. Cuando las estadísticas revientan, y el corazón del mundo anda a 143 pulsaciones por minuto. Cuando al amanecer no sabemos qué día es, y este enero pasado está tan lejos como agosto, y ayer tal vez sea un mañana repetido. Cuando creemos que la televisión “da cursos” y la tarea atarea y atolondra en busca de evidencias que muestren que todo sigue igual. Cuando acontezca que este día, a las 8 y media, todos quienes van en tercero aprenderán cómo se hace una suma de fracciones, y un señor en la pantalla nos indique que llegó la hora de activarnos y demos vuelta a la casa de cojito. Cuando la muerte es una presencia contundente pese a que nos ha rondado siempre. Cuando nos falte asidero, y no sepamos para cuándo va a regresar lo que ignoramos cómo es, ni en qué frasco lo venderán en las farmacias cuando vuelva, llegue o surja. Cuando andamos a media cara y somos ojos que buscan otros para saberse acompañados en las dudas. Cuando pasan estas cosas, colegas, lo que más importa, creo, es advertir que no son tiempos de respuestas sino temporada de preguntas.

Sí. Anhelamos respuestas: certidumbres, fechas, plazos, modos de resolver equis o zeta, fórmulas, milagreros iluminados o tronantes. Dígame cómo, dígame cuándo, dígame cuánto falta. Hable claro: requiero un qué, un por qué, un salvador o un culpable, algún discurso ahíto de esperanzas, previsiones y pronósticos. No le hace que no sirvan: dígalo como si fuese seguro.

No tengo coordenadas sin el horario que marca la chicharra de la escuela, sin el orden que en el salón resguarda el escritorio del docente. Ya no aguanto las manos sin rastros de gis o manchas de plumón. El candado que atora a la cadena de la puerta de la escuela se ha oxidado. Ya: urge una fecha y que sea exacta.

¿A qué? ¿Para qué? ¿Para que pase lo mismo de antes? En la temporada que se dilata ante nosotros hay que decidir: ¿compramos respuestas baratas para hacer de cuenta que hay claridad, o aceptamos el filo de la pregunta que nos reta con su incógnita? Es tiempo de parir preguntas fuertes en los grupos de maestras y maestros. Cuestiones compartidas, originales y creativas. ¿Cómo cambiamos las peroratas y dictados por procesos que produzcan ambientes de aprendizaje? Hoy y mañana. Tiempos de pensar juntos, ensayar, equivocarnos, atinar y aprender. No esperar la instrucción de arriba, que controla, sino generar las posibilidades desde abajo, a ras del aula ya no jaula. Como Machado decía, “también la verdad se inventa”. Inventar la realidad y el horizonte. Entonces las respuestas no serán triviales ni ajenas. Serán fértiles y, sobre todo, serán nuestras.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/temporada-de-preguntas/

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China reduce clases sobredimensionadas para mejorar educación

Asia/China/13-12-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

China prácticamente ha eliminado las clases que acomodan a más de 66 estudiantes en las escuelas primarias y secundarias de todo el país, con la proporción de esas clases «de tamaño exagerado» cayendo al 0,24 por ciento para el final de 2019, según el Ministerio de Educación.

Mientras tanto, la proporción de clases «grandes», aquellas con más de 56 estudiantes, se redujo al 3,98 por ciento para el mismo momento, es decir 10,1 puntos porcentuales menos que en 2015, de acuerdo con las estadísticas de la entidad.

Las clases sobredimensionadas han sido durante largo tiempo un asunto importante en el sistema de educación obligatoria de China, ya que los recursos educativos de calidad son insuficientes en algunas regiones.

China ha intensificado sus esfuerzos para mejorar las condiciones en las 309.000 escuelas que ofrecen educación obligatoria. La proporción de escuelas primarias, secundarias y preparatorias con acceso a Internet alcanzó el 98,43; el 99,07, y el 98,67 por ciento, respectivamente, al cierre del año pasado, según el ministerio.

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/2020-12/12/c_139583714.htm

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Documento: Mujeres y niñas representan el 71% de esclavos modernos en el mundo

Las mujeres y las niñas representan el 71% de todas las víctimas de la esclavitud moderna a nivel mundial, lo que equivale a cerca de 29 millones de personas, alertó este miércoles la organización Walk Free, de la Fundación Minderoo.

Según explicó la organización internacional independiente de derechos humanos, esta tendencia sobre que las mujeres sean víctimas de la esclavitud moderna “se vuelve aún más evidente cuando se examinan las diferentes formas en las que se manifiesta”.

Lo anterior, con base en que están sobrerrepresentadas en tres de los cuatro tipos de esclavitud moderna evaluados por las Estimaciones Globales de la Esclavitud Moderna.

Así las cosas, se evidenció que mujeres y niñas representan el 58% de todas las víctimas de trabajo forzoso, el 84% de todas las participantes de matrimonio forzado y “un alarmante 99% de todas las afectadas por explotación sexual forzada”.

“De hecho, las mujeres y las niñas corren un riesgo abrumador de explotación sexual independientemente de la forma de esclavitud moderna a la que estén sometidas”, advirtió el documento.

Las cifras mencionadas muestran patrones de empleo y migración muy marcados por el género y “señalan la relevancia de patrones más amplios de abusos de derechos humanos que afectan de manera desproporcionada a mujeres y niñas”, de acuerdo con Walk Free.

Adicionalmente, el documento alerta que el riesgo de esclavitud moderna existe para mujeres y niñas sin importar el lugar del mundo donde vivan, pues “el género tiene un impacto significativo en la vulnerabilidad”.

Estimaciones mundiales de la esclavitud moderna dicen que el 73% de las víctimas en Asia y el Pacífico son mujeres y niñas; igual ocurre con el 71% en África; el 67% en Europa y Asia central, y el 63% en las Américas.

“Incluso en los Estados árabes, donde las estimaciones se ven obstaculizadas significativamente por la incapacidad de realizar un estudio adecuado de las formas de esclavitud moderna que afectan predominantemente a mujeres y niñas, casi el 40% de todas las personas que viven en la esclavitud moderna son mujeres”, explica.

 

Estos Estados tienen alrededor de 2,1 millones de trabajadores domésticos migrantes, un grupo altamente vulnerable a la esclavitud moderna, en tanto que la mayoría son mujeres que trabajan bajo el sistema restrictivo de kafala.

 

Y según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en 2018, las mujeres representaban el 53% de las víctimas de la trata en el Medio Oriente.

Esclavitud y derechos de mujeres en Colombia

El informe alertó que entre comunidades rurales e indígenas de Colombia, las niñas vulnerables son traficadas a las ciudades para el trabajo doméstico.

Esto lo hacen “engañando a las familias que viven en la pobreza con falsas promesas de ayudar a sus niñas a acceder a una mejor educación”.

Adicionalmente, Valerie Dourdin, directora de Emergencias de Save the Children Colombia, alerta: “En el país, una adolescente que queda embarazada tiene un 50% de posibilidades de no terminar nunca la escuela”.

Dijo además que este riesgo aumenta al 100% si tiene un segundo hijo antes de los 18 años.

“Sin educación y con perspectivas de empleo limitadas, a menudo lo único que se encuentra entre una madre joven y la pobreza es una pareja o matrimonio abusivo, o un trabajo precario”, agregó.

Fuente: https://www.dinero.com/internacional/articulo/esclavitud-moderna-mujeres-y-ninas-representan-son-las-mayores-victimas/308641

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Portugal recalca cuál fue el principio de su revolución educativa: preguntar a los profesores

Europa/Portugal/Diciembre 2020/https://www.lavozdegalicia.es/

Termina el cuarto encuentro del foro «Currículo a debate» sobre las experiencias de otros países

Terminaron los cuatro encuentros del foro El currículo, a debate, organizado por el Ministerio de Educación y FP como base para el trabajo del futuro instituto para el desarrollo curricular, que debe diseñar el currículo escolar español. Y esta última cita tenía como objeto mirar hacia fuera, ver qué se está haciendo en otros países, con Portugal como estrella invitada. Explicó lo que se hizo en el país vecino Eulália Ramos, subdirectora de Educación del Ministerio de Educación de Portugal, que tuvo una intervención clara y directa. Comentó que se alteraron el currículo, los espacios y la evaluación, y se hizo a partir de una encuesta a todo el profesorado que apuntó tres problemas del currículo: demasiado amplio, no deja tiempo para profundizar y consolidar el contenido y le falta actualización. A partir de ahí construyeron su nuevo sistema que no estuvo exento de problemas («la forma clásica da mucha seguridad a los profesores») con profesores que se quejan de que tienen mucho trabajo («es diferente», decía Ramos). Y hasta mitos: se genera más burocracia, se requieren clases más pequeñas y es más fácil, creencias extendidas en la opinión pública.

«Ahora, un alumno español olvida la historia de su país y no entiende la de ningún otro»

A esto se le dedicó tiempo al final porque es muy importante, y la propia Eulália Ramos reconoció que, por ejemplo en Historia, memorizar fechas, nombres de reyes y de lugares «es muy fácil de evaluar». Pero como explicó después Javier Valle, profesor de la UAM y director del grupo de investigación de Políticas Educativas Supranacionales, «ahora en España un alumno se olvida de la historia de su país y además no entiende la de ningún otro». Frente a esto, Maripé Menéndez, responsable del Bachillerato Internacional (BI) para Iberoamérica —un programa muy alabado y que se basa precisamente en competencias— reconoce que en su programa hay un punto que es trabajar sobre un conflicto bélico «y el alumno elige cuál».

La UE cifra en 12 años el tiempo para cambiar el currículo escolar

Andrés Contreras, responsable de los centros españoles en el exterior, reconoció que las reformas se están generalizando en todo el entorno y que la UE calcula que se necesitan 12 años para aplicarlas de forma efectiva.

Como explicó Cristina Galache, representante educativa de España ante la UE, el perfil del alumno debe potenciar su conocimientos y habilidades STEM, con énfasis en la educación multilingüe, intercultural y de ciudadanía, así como ciertas habilidades en programación y ciberseguridad.

 «No es una reforma que se pueda hacer solamente a golpe de BOE»

Juan Manuel Moreno Olmedilla, especialista en educación en el Banco Mundial y moderador del foro, resumió al final algunas ideas el debate: los españoles tenemos que aprender mucho de lo que están haciendo otros países (no solo en cómo plantean su currículo sino sobre el proceso para movilizar a los protagonistas); hay una dimensión internacional clara y visible en las políticas curriculares, que hasta ahora se centraban en «lo nacional, de construcción de identidades nacionales, que sigue siéndolo, pero tienen cada vez más una visión internacional»; y un currículo competencial «no implica solamente un cambio administrativo, es un cambio cultural, de código, de ancho de vía, de sistema operativo» porque «no es una reforma que se pueda hacer solamente a golpe de BOE». La buena noticia -concluyó Moreno- es que en España hay miles de profesores, centenares de centros, que ya lo están haciendo desde hace mucho tiempo por lo que el objetivo es que «el BOE refleje lo que está pasando, le dé carta legal y lo escale».

«No podemos estar cinco años pensándolo»

Terminó Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, el foro anunciando nuevos encuentros —sobre qué perfil de graduado en ESO debe diseñar España y también para compartir experiencias de educación competencial que hay en el país— y apuntando que este curso es muy interesante para dedicarlo al debate. Porque Tiana recogió el guante de lo dicho en la charla de que hace falta tiempo y dinero para implementar un cambio curricular pero añadió: «No podemos estar cinco años pensándolo». Recordó que como le explicaron esta semana colegas de Croacia y México «la pandemia ha venido a poner de manifiesto la urgencia de este cambio» que ya acometieron muchos centros «y mal hacemos —reflexionó— si no aprendemos de eso». Para Tiana el desafío «es iniciar un camino basado en las lecciones que extraemos de lo que se está haciendo y facilitar la innovación e incentivar la transformación». Claro que frente a lo que ocurre en Portugal o Francia, España no es un país centralizado: «Yo [en referencia al ministerio] no lo puedo decidir todo, sí impulsarlo y animarlo», por lo que el ejemplo de otros países tiene que ser tomado con la cautela necesaria y mirar más a Alemania, con un sistema político similar al nuestro.

Más confianza en escuelas y profesores

Sí tiene claras algunas cosas: «Los países más avanzados son los que tienen un mayor grado de confianza en las escuelas, y vuelta» mientras que en España se padece «una hiperregulación curricular» impensable en otros campos: «Es como si en el BOE apareciese qué tiene que hacer un médico ante un posible caso de apendicitis», pues lo mismo ocurre con la educación. El ejemplo de Historia fue muy útil otra vez: «Le decimos al profesor ‘usted tiene que enseñar esto, y esto y esto… porque si no se lo digo yo a saber qué enseña». Otro aspecto básico es la «formación inicial y permanente que recibe nuestro profesorado, y cómo crear grupos de apoyo y seguimiento a las iniciativas de innovación, mentorías, de los que van avanzando». Hay que recordar que la Lomloe incluye un mandato para que en el plazo de un año se presente una reforma de la profesión docente (formación, inicio del acceso al trabajo y carrera profesional).

Finalmente, Alejandro Tiana hizo mención al seguimiento del foro en (4.000 personas el primer día, 1.500 el segundo y 2.000 el tercero), a las 34.000 visitas a la web y las 1.970 aportaciones al cuestionario propuesto. «Aquí han salido una serie de principios no solo relativos al qué sino al cómo. Claridad y comunicación han sido dos términos que han salido reiteradamente, tenemos cuidar mucho el proceso porque el objetivo último es que haya una «apropiación» de esto por parte del profesorado y los centros, si lo hace suyo serán capaces de desarrollarlo, sabiendo que no es el BOE el que introduce los cambios en la escuela».

Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2020/12/03/portugal-recalca-principio-revolucion-educativa-preguntar-profesores/00031607023320043498103.htm

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Filipinas: Clases ‘online’ donde no llega Internet

Asia/Filipinas/Diciembre 2020/eldiariodelaeducacion.com

La pandemia ha hecho visible más que nunca la desigualdad en algunos países. En Filipinas, la mala conectividad y la falta de dispositivos son una seria traba para el aprendizaje a distancia, con más del 16% de las familias viviendo en pobreza extrema

  • El curso escolar en Filipinas ha comenzado con cuatro meses de retraso, después de que el presidente Duterte anunciara que no habría clases presenciales hasta que existiera una vacuna contra la covid-19. En el modelo de enseñanza ‘online’ que se ha impuesto en el país se han matriculado 24,6 millones de estudiantes, pero ha dejado al margen a tres millones. En la imagen, un grupo de niños posa en Tondo, el distrito más pobre de Filipinas. Para ellos será muy difícil el aprendizaje a distancia.
    1El curso escolar en Filipinas ha comenzado con cuatro meses de retraso, después de que el presidente Duterte anunciara que no habría clases presenciales hasta que existiera una vacuna contra la covid-19. En el modelo de enseñanza ‘online’ que se ha impuesto en el país se han matriculado 24,6 millones de estudiantes, pero ha dejado al margen a tres millones. En la imagen, un grupo de niños posa en Tondo, el distrito más pobre de Filipinas. Para ellos será muy difícil el aprendizaje a distancia.
  • Los menores en Filipinas están en riesgo de permanente abandono escolar, un problema especialmente grave en el país asiático, donde 3,8 millones de niños no cursan enseñanza alguna y solo el 30 % de las personas en los barrios más pobres tienen estudios secundarios, según un informe del Banco Mundial. En la foto, una niña limpia parabrisas de autos en una céntrica avenida de Manila.
    2Los menores en Filipinas están en riesgo de permanente abandono escolar, un problema especialmente grave en el país asiático, donde 3,8 millones de niños no cursan enseñanza alguna y solo el 30 % de las personas en los barrios más pobres tienen estudios secundarios, según un informe del Banco Mundial. En la foto, una niña limpia parabrisas de autos en una céntrica avenida de Manila.
  • La mala conectividad y la falta de dispositivos son una seria traba para el aprendizaje a distancia, que va a ahondar la brecha digital en Filipinas. En un país donde más del 16% de las familias viven en condiciones de pobreza extrema. En la imagen, una maestra entrega material escolar a la madre de un alumno en la escuela elemental Gregorio del Pilar, en el distrito de Tondo.
    3La mala conectividad y la falta de dispositivos son una seria traba para el aprendizaje a distancia, que va a ahondar la brecha digital en Filipinas. En un país donde más del 16% de las familias viven en condiciones de pobreza extrema. En la imagen, una maestra entrega material escolar a la madre de un alumno en la escuela elemental Gregorio del Pilar, en el distrito de Tondo.

    El reparto de tablets entre alumnos y ordenadores para los profesores ha sido una de las medidas más aplaudidas en el arranque del curso escolar, aunque solo ha llegado a algunos distritos de la capital, como Tondo, donde se ha prohibido hasta el uso del karaoke en horario diurno para facilitar la concentración. En la imagen, una maestra enseña a una madre el uso de este dispositivo en la escuela elemental Gregorio del Pilar, en el distrito de Tondo.
    4El reparto de tablets entre alumnos y ordenadores para los profesores ha sido una de las medidas más aplaudidas en el arranque del curso escolar, aunque solo ha llegado a algunos distritos de la capital, como Tondo, donde se ha prohibido hasta el uso del karaoke en horario diurno para facilitar la concentración. En la imagen, una maestra enseña a una madre el uso de este dispositivo en la escuela elemental Gregorio del Pilar, en el distrito de Tondo.
    “Para nosotros este curso es un gran reto. Ojalá podamos volver pronto a las clases presenciales. Estamos rezando para que las cosas mejoren”, cuenta Guida Morris, directora de la escuela elemental Gregorio del Pilar, en Tondo, quien posa con algunos de los materiales que se distribuyen a los alumnos para las clases 'online'.
    5“Para nosotros este curso es un gran reto. Ojalá podamos volver pronto a las clases presenciales. Estamos rezando para que las cosas mejoren”, cuenta Guida Morris, directora de la escuela elemental Gregorio del Pilar, en Tondo, quien posa con algunos de los materiales que se distribuyen a los alumnos para las clases ‘online’.
    Al no poder depender únicamente de Internet, en Filipinas se ha optado por un sistema mixto, que combina la distribución de material impreso, con clases 'online' dos veces por semana como mínimo y lecciones impartidas en la televisión pública. Varios profesores distribuyen materiales en la escuela elemental Gregorio del Pilar, en Tondo.
    6Al no poder depender únicamente de Internet, en Filipinas se ha optado por un sistema mixto, que combina la distribución de material impreso, con clases ‘online’ dos veces por semana como mínimo y lecciones impartidas en la televisión pública. Varios profesores distribuyen materiales en la escuela elemental Gregorio del Pilar, en Tondo.
    “Las nuevas modalidades no pueden reemplazar completamente el aprendizaje cara a cara, especialmente dado el atraso tecnológico del país y la pobreza generalizada”, lamentó la Alianza de Maestros, el mayor sindicato de enseñanza del país. La profesora Naomi Santos posa en el aula de ciencias de la escuela Gregorio del Pilar, en Tondo.
    7“Las nuevas modalidades no pueden reemplazar completamente el aprendizaje cara a cara, especialmente dado el atraso tecnológico del país y la pobreza generalizada”, lamentó la Alianza de Maestros, el mayor sindicato de enseñanza del país. La profesora Naomi Santos posa en el aula de ciencias de la escuela Gregorio del Pilar, en Tondo.
    Ynna Andrhea Roflo, alumna de 10 años con predilección por las matemáticas, usó por primera vez una tablet el primer día del curso, dispositivo que le asignó gratuitamente su escuela en el distrito de Tondo, el más pobre y densamente poblado del país.
    8Ynna Andrhea Roflo, alumna de 10 años con predilección por las matemáticas, usó por primera vez una tablet el primer día del curso, dispositivo que le asignó gratuitamente su escuela en el distrito de Tondo, el más pobre y densamente poblado del país.
    La profesora de inglés y literatura, Elizabeth Abaya, se dispone a comenzar desde su hogar las clases 'online' con sus alumnos. En su humilde casa de Tondo, afronta con ilusión el nuevo curso, que ve como “una oportunidad para todos de actualizarnos en nuevas maneras de enseñar más acordes al siglo XXI”.
    9La profesora de inglés y literatura, Elizabeth Abaya, se dispone a comenzar desde su hogar las clases ‘online’ con sus alumnos. En su humilde casa de Tondo, afronta con ilusión el nuevo curso, que ve como “una oportunidad para todos de actualizarnos en nuevas maneras de enseñar más acordes al siglo XXI”.
    Dana Abaya, de nueve años, informa a su maestra que ya está lista para comenzar las clases por Internet. “Me gusta estudiar desde casa. Es una forma nueva de aprender, aunque prefiero las clases cara a cara para estar con mis amigas”, cuenta esta niña, mientras termina en su ordenador un ejercicio de literatura de la clase que imparte su madre y maestra en el escritorio de al lado.
    10Dana Abaya, de nueve años, informa a su maestra que ya está lista para comenzar las clases por Internet. “Me gusta estudiar desde casa. Es una forma nueva de aprender, aunque prefiero las clases cara a cara para estar con mis amigas”, cuenta esta niña, mientras termina en su ordenador un ejercicio de literatura de la clase que imparte su madre y maestra en el escritorio de al lado.
    Christine Mae Escobido (derecha), de 11 años, y su madre Warlyn Langit estudian Geografía con la ayuda de un móvil en el barrio de Santa Ana, en Manila.
    11Christine Mae Escobido (derecha), de 11 años, y su madre Warlyn Langit estudian Geografía con la ayuda de un móvil en el barrio de Santa Ana, en Manila.
    En el barrio de Soldiers Hill pocos pueden permitirse comprar un teléfono para que sus hijos estudien, así que varias familias decidieron compartir el móvil con los vecinos para las clases 'online' y el resultado es esta pequeña e improvisada escuela con muchos niños y sin maestros que ahora funciona en su hogar.
    12En el barrio de Soldiers Hill pocos pueden permitirse comprar un teléfono para que sus hijos estudien, así que varias familias decidieron compartir el móvil con los vecinos para las clases ‘online’ y el resultado es esta pequeña e improvisada escuela con muchos niños y sin maestros que ahora funciona en su hogar.
    Un grupo de escolares se reúnen en casa de Nidia Iliena, en el barrio de Soldiers Hill, para estudiar con la ayuda de un teléfono celular que esta compró para sus hijos.
    13Un grupo de escolares se reúnen en casa de Nidia Iliena, en el barrio de Soldiers Hill, para estudiar con la ayuda de un teléfono celular que esta compró para sus hijos.
    Se reúnen en las distintas estancias de la casa y los hay de todas las edades: En esta habitación en casa de Nidia Iliena, en el barrio de Soldiers Hill, están los alumnos que estudian educación secundaria.
    14Se reúnen en las distintas estancias de la casa y los hay de todas las edades: En esta habitación en casa de Nidia Iliena, en el barrio de Soldiers Hill, están los alumnos que estudian educación secundaria.
    Manila es conocida como la capital mundial de los call centers y la mayoría de los jóvenes maestros contratados para Tele-Aral, trabajaron antes en ellos por lo que tienen experiencia en atención al cliente por teléfono o Internet, una iniciativa que busca mitigar la brecha digital en la educación de la nueva normalidad.
    15Manila es conocida como la capital mundial de los call centers y la mayoría de los jóvenes maestros contratados para Tele-Aral, trabajaron antes en ellos por lo que tienen experiencia en atención al cliente por teléfono o Internet, una iniciativa que busca mitigar la brecha digital en la educación de la nueva normalidad.
    Una maestra miembro del programa Tele-Aral explica en una pizarra una lección a sus alumnos que se encuentran conectados a Internet.
    16Una maestra miembro del programa Tele-Aral explica en una pizarra una lección a sus alumnos que se encuentran conectados a Internet.

    Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/11/27/album/1606478630_892795.html#foto_gal_16

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