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Colombia: Colegios y universidades seguirán con clases virtuales

América del sur/Colombia/21 Mayo 2020/semana.com

El presidente Duque anunció que estos establecimientos escolares seguirán en modo virtual y explicó hasta qué fecha permanecerán así.

Este martes, el presidente Iván Duque anunció que el aislamiento obligatorio por el coronavirus se mantendrá como está hasta el 31 de mayo.

El mandatario también hizo un importante anuncio con respecto a los colegios y universidades que han mantenido cerradas sus instalaciones desde que empezó la pandemia, obligando a los estudiantes a seguir su proceso de aprendizaje de manera virtual.

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Atención ⚠️ los estudiantes de preescolar, básica, media y educación superior continuarán en aislamiento preventivo para durante los meses de junio y julio. Así lo anunció el presidente @IvanDuque en el programa

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Con respecto a los centros educativos, el presidente dijo que seguirán cerrados durante los meses de junio y julio.

«Colegios y universidades, en lo que tiene que ver con prescolar, básica y media, seguiremos con estudio o trabajo en casa. En junio y julio nos mantenemos en casa; lo propoio pasará en las universidades», dijo Duque.

Sin embargo, el mandatario dio una buena noticia a los estudiantes universitarios al decir que los laboratorios tendrán «espacios de recuperación con los respectivos protocolos».

«A partir del mes de agosto vamos a recuperar presencialidad en un modelo de alternatividad», dijo el presidente.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo, dijo que se ha trabajado con las autoridades locales para ver cómo avanza la pandemia.

«En los colegios públicos estableceremos trabajo en casa y los ajustes que sean necesarios para que desde el mes de agosto tengamos el modelo de alternancia, que significa presencialidad y algunos días de trabajo en casa», dijo Angulo.

«Tenemos que tener en cuenta los grupos y horarios, el transporte, los horarios y la dinámica de cada municipio», agregó.

Con respecto a los colegios privados, dijo que los de calendario B están por terminar su año escolar y lo harán con trabajo en casa, y cuando inicien el nuevo año tendrán el modelo de alternancia.

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En el programa , la ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó a los colombianos las medidas que el sector educativo adoptará a partir del 31 de mayo, en el marco del aislamiento preventivo y la emergencia sanitaria por el Covid-19.

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En cuanto a los de calendario A, Angulo explicó que van a seguir el modelo de los colegios públicos, es decir de modo virtual de junio a julio, y abren en agosto paulatinamente.

En educación superior se van a activar los laboratorios, pero antes se definirá un comité para establecer los protocolos necesarios de acuerdo con cada entidad territorial.

El segundo semestre del año las universidades tendrán presencialidad asisitida por tecnología, dependiendo de la necesidad de uso de esta.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/colegios-y-universidades-seguiran-con-clases-virtuales/672582

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Carta a las maestras y maestros por la pandemia

Por: Juan Carlos Yáñez

El reto más trascendente no es concluir el ciclo escolar o agotar los programas de clases. Es más profundo: aprendamos de las circunstancias, trabajemos juntos, aprovechamos los recursos y valoremos el privilegio de la vida.

Cuando preparo las notas para esta colaboración leo que los rectores de las universidades públicas y privadas de México decidieron que el actual ciclo escolar no volverá a las aulas. Acordaron también que cada institución decidirá estrategias para la conclusión y evaluar a los estudiantes, atendiendo a las condiciones diversas en sus posibilidades de acceso a tecnologías y equipos; heterogéneas en un país enorme y asimétrico, con más de la mitad de la población en pobreza y miseria. Recientemente, el gobernador del Estado de Jalisco, uno de las más importantes por demografía, economía y política, decretó el fin del año escolar presencial.

Decirle adiós a las aulas es un acto responsable. Las escuelas son espacios donde explotan las ideas, la inspiración, donde se desarrollan los lenguajes, el pensamiento y la belleza, pero también son focos inigualables de infección en situaciones como las que ahora sufre el mundo.

Decirle adiós a las aulas es un gesto aplaudible cuando todavía siguen creciendo los infectados y las muertes se acumulan dramáticamente. Pero tenemos que seguir aprendiendo. Los maestros debemos procurar las estrategias, contenidos y actividades relevantes (subrayo, relevantes) para que los estudiantes consigan aprendizajes. Pero solos no pueden; el trabajo docente es siempre en equipo, hoy está más claro que nunca.

Los retos son colosales: México perdió décadas con experimentos fallidos en distintos gobiernos federales. La inversión millonaria tendría que haberse reflejado en mejores resultados. Si así hubiera sido, la pandemia nos habría tomado un poco menos desprovistos. Pero no hay tiempo para lamentos ni reproches, no ahora; solo nos queda intentar un esfuerzo inusitado para que los niños y jóvenes individualmente, y las instituciones y sistemas educativos aprendamos de la contingencia. La oportunidad de aprendizajes es extraordinaria.

Es posible educar en cuarentena, nos contaban en un seminario web hace algunas semanas dos expertos: Mariano Narodowski desde Argentina, y Mariano Fernández Enguita, desde España.

Un peligro que nos acecha es tratar de trasladar la rutina del aula a la casa. La casa no es el aula, y la experiencia del aprendizaje en casa no puede equipararse a la rutina de la escolarización. Educar en contingencia sanitaria es un desafío pedagógico inédito.

El primero de los retos que tenemos enfrente es el del acceso al mundo digital. El baile de cifras respecto al equipamiento tecnológico revela las disparidades entre niños, familias y escuelas. Si no todos tienen acceso a computadoras e internet, ¿cómo circularán las tareas, los contenidos, los programas de la casa de las maestras y maestros a la de los niños? Pero también entre los maestros hay desiguales accesos y usos.

Entonces se vuelven importantes dos tecnologías que en México se habían olvidado de la buena educación, en general; la radio y la televisión. Televisión y radio pueden jugar un papel crucial, que no sustituirá al mundo dominante de las otras tecnologías, pero podría ser un puente para que unos niños no se queden varados en la otra orilla.

El gran reto, para mí el más importante, es pedagógico. El proyecto educativo. La Secretaría de Educación Pública lanzó una estrategia nacional de educación a distancia sin probarse previamente, montada sobre dos gigantes del mundo tecnológico: Google y YouTube. ¡Quién diría que serían los vehículos sobre los que oficialmente se acercaría la instrucción a los niños mexicanos que tengan esa posibilidad!

Seguramente la experiencia tendrá buenos resultados en algunas escuelas; en otras, menos buenos, y en algunas, inevitablemente, malos o desastrosos. Dependerá de distintos factores. A la tecnología y al proyecto debemos sumar dos ingredientes: la actitud y preparación de los maestros, así como la voluntad y posibilidades en el hogar.

La pandemia es campo para aprendizajes de otra naturaleza, esos que llamaríamos “para la vida”, que es así como tendría que ser toda la educación. Porque la educación siempre tendría que prepararnos para la vida, porque las matemáticas, la historia, la literatura, la educación física o las ciencias tienen ese sentido final.

Cambio de tema para soñar un poco.

Quisiera pensar que cuando pase la cuarentena el campo pedagógico no quedará como las playas después del tsunami; o las casas, luego del terremoto.

Quiero imaginar que la pandemia desafió lo mejor de las maestras y maestros; que no lo vieron como más trabajo, sino como oportunidad para aprender enseñando, y mientras enseñaban, dándose cuenta de su ignorancia, trataron de remediarla.

Deseo que las maestras y maestros que habían perdido la ilusión que los llevó a una escuela por primera vez, la recuperen ante la necesidad de lograr que sus estudiantes, lejos, en otro lugar, sin muchos recursos, puedan aprender de forma significativa.

Me gustaría que los maestros en la secundaria o el bachillerato descubrieran que estudiar biología, química o ciencias puede despertar más interés ahora, para entender el funcionamiento del cuerpo humano, de las enfermedades, de las vacunas, del trabajo científico.

Que es un buen momento para entender la geografía, la historia de China y universal, o las disparidades delirantes en el país más poderoso del mundo, cuyo centro financiero, Nueva York, se derrumba por un bicho invisible.

Es un buen momento, también, para estudiar con las palabras generadoras de Paulo Freire, a partir de las cuales se analice una realidad y se aprenda uniendo textos y contextos; palabras como virus, solidaridad, globalización, transmisión, tecnologías, salud, cambio climático, humanidad.

Es el momento más apremiante que nos tocó a las generaciones de hoy. Un momento que nos exhibe en nuestra vulnerabilidad y que hace tener más claro que nunca, que los pueblos de la tierra, por encima de banderas y fronteras, nos necesitamos para la sobrevivencia.

Que es el mejor momento para desarrollar las emociones y valores de la solidaridad, la generosidad, el cuidado del otro, la responsabilidad por lo colectivo, la alegría, la resiliencia, el amor.

El reto más trascendente no es concluir el ciclo escolar o agotar los programas de clases. Es más profundo: aprendamos de las circunstancias, trabajemos juntos, aprovechamos los recursos y valoremos el privilegio de la vida.

La cuarentena no debe ser pretexto para que profesores y directores llenen reportes y evidencias para informes institucionales inútiles. O para recargar de tareas y tareas y tareas a los estudiantes.

Hoy más que nunca resuenan potentes aquellas palabras del maestro Paulo Freire: la educación tienen que ser una aventura, un desafío, no una canción de cuna, ni la tortura que perjudicará a los que menos tienen y más necesitan.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/21/carta-a-las-maestras-y-maestros-por-la-pandemia/

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China intensifica esfuerzos para desarrollo equilibrado de educación obligatoria

Asia/China/21 Mayo 2020/spanish.xinhuanet

China ha intensificado los esfuerzos en la supervisión y el apoyo del sector educativo para garantizar el desarrollo equilibrado de la educación obligatoria en todo el país, informó hoy martes un funcionario del Ministerio de Educación en una conferencia de prensa.

Un total de siete regiones de nivel provincial y 69 áreas de nivel de distrito de China pasaron la evaluación nacional sobre el desarrollo equilibrado de la educación obligatoria en 2019, comunicó Tian Zuyin, director del departamento de inspección de educación del ministerio.

Tian agregó que hasta el momento 23 regiones de nivel provincial y más de 95 por ciento de las áreas de nivel de distrito de China han superado la mencionada evaluación.

El desarrollo equilibrado de la educación obligatoria se refiere en general a los esfuerzos para estrechar las brechas interregionales entre las zonas rurales y urbanas o entre escuelas en términos de las condiciones y calidad de la enseñanza.

Tian sostuvo que se han destinado 34.500 millones de yuanes (4.860 millones de dólares) a 69 distritos, con 307 escuelas recién construidas y más de 3.900 escuelas renovadas o ampliadas en los últimos años.

Además, las autoridades locales han establecido sistemas de asistencia financiera para estudiantes necesitados, para cubrir a aquellos proveniente de familias empobrecidas, a hijos de trabajadores migrantes, y a aquellos con discapacidades, con el objetivo de asegurar un acceso igualitario a la educación obligatoria, de acuerdo con Tian.

El Consejo de Estado emitió una guía sobre el desarrollo equilibrado de la educación obligatoria en 2012, en la que estableció las metas para el desarrollo al respecto.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-05/19/c_139070123.htm

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Escuela y coronavirus: luces y sombras

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

La pandemia causada por el coronavirus ha tomado por sorpresa al mundo y sus sistemas educativos. La emergencia sanitaria ha dejado al descubierto problemas sociales cuya presencia se ha hecho más notoria a raíz de la crisis. Han sido exhibidos problemas que, aunque ya estaban presentes, el coronavirus los ha hecho más visibles o, incluso, los ha intensificado. Repentinamente, los estratos de pobreza que se escondían debajo de la alfombra de los países prósperos quedaron al descubierto. En la vida escolar, la pandemia hizo que relucieran fortalezas y debilidades de las escuelas. En el caso de la mexicana, algunas sombras como las políticas tendientes a la exclusión, las prácticas pedagógicas o la excesiva carga burocrática en la administración educativa, mientras que destaca la fuerza del magisterio o la presencia del libro de texto gratuito.

La pandemia ha hecho resurgir con mayor fuerza una de las críticas más comunes de las políticas educativas: su tendencia hacia la exclusión y a promover las desigualdades. Muchas voces han expresado sobre la educación a distancia que es una medida que, lejos de tener resultados académicos convenientes, podría acentuar las distancias ya de por sí considerable entre los estudiantes. Mientras algunos alumnos pudieron acceder a entornos virtuales donde podían interactuar con sus profesores, plantearles dudas, recibir retroalimentación sobre las actividades o consultar en diversas fuentes de información en internet, otros se tuvieron que conformar con la televisión, a la que no podían preguntar nada y la que ofrecía incluso programas con errores pedagógicos importantes. Al igual que en la educación presencial, en la remota se hizo palpable la desafortunada naturaleza discriminatoria del sistema educativo.

Aunque no es para nada una verdad oculta, la pandemia ha puesto de manifiesto las condiciones indignas de muchos planteles educativos mexicanos. Resulta por demás lamentable que, de acuerdo con palabras del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, en casi una de cada tres escuelas los alumnos, por falta de agua potable, no puedan ejercer una medida higiénica tan básica como el lavado de manos. Si no se cuenta con agua potable, es evidente que mucho menos las escuelas cuentan con insumos suficientes para el cuidado de la salud, ni qué decir sobre personal especializado. La necesidad de mantener la distancia entre las personas para evitar el contagio del coronavirus ha puesto de manifiesto también las condiciones de hacinamiento de muchos grupos escolares: si bien el Secretario de Educación ha minimizado la situación señalando que el promedio de integrantes ronda los 20 alumnos, olvida que se trata precisamente de una media: habrá lugares donde existan muchos menos, pero también habrá donde haya muchos más. No es fortuito que casi uno de cada tres docentes de educación primaria opine que su salón de clases es pequeño para el número de estudiantes que alberga (INEE, 2016).

El cierre de planteles y el consecuente trabajo a distancia desde los hogares mexicanos ha desatado una oleada de opiniones en torno a las prácticas escolares, en particular, en una de las más tradicionales: las tareas domiciliarias. El primer motivo de crítica tiene que ver con la cantidad: se ha generalizado una opinión negativa en torno al exceso de tareas, que en ocasiones resultan abrumadoras para los estudiantes; aunque de acuerdo con la OCDE (2014), México apenas se sitúa por encima del promedio de la organización en cuanto a tiempo de los estudiantes destinado a hacer tareas, con 5.2 horas semanales, vale la pena voltear a ver a otros países con buenos resultados educativos, como Finlandia (2.8), Corea (2.9) o Suecia (3.6), cuyo empleo de los deberes escolares en casa es moderado. Durante la pandemia, ha dado la impresión que, en México, en muchos casos se trató, erróneamente, de transferir a las tareas domiciliarias todo lo que se pretende lograr en las aulas.

Otra crítica sobre este mismo asunto es que pareciera haber pasado inadvertido que en un país con tan profundas desigualdades socioeconómicas la experiencia de realizar tareas escolares es diametralmente opuesta entre quienes tienen acceso a medios materiales (bibliográficos y tecnológicos), así como un soporte cultural adecuado (escolaridad de los padres), que quienes apenas las realizan sin mayor apoyo que el lápiz y el papel sobre el que escriben. No se ha dimensionado el riesgo de estar reforzando, mediante esta arraigada práctica, las desigualdades entre quienes asisten a las escuelas. El programa “Aprende en Casa” está lejos de hacer valer su nombre, sobre todo en las comunidades más desfavorecidas del país.

El trabajo a distancia ha dejado también en evidencia una falla en el enfoque de las funciones de las autoridades educativas. Según el boletín 124 de la Secretaría de Educación Pública sólo “el 52 por ciento [de docentes encuestados], aseguró haber recibido asesoría, apoyo o acompañamiento de las autoridades educativas para la implementación del programa Aprende en Casa”, situación que manifiesta que, entre las tareas de quienes dirigen las escuelas, las zonas escolares y las dependencias gubernamentales, los asuntos pedagógicos son eclipsados por otros de diversa naturaleza, sobre todo administrativa. No es desconocido de ninguna manera que en México “prevalece en el sistema educativo un modelo de administración excesivamente burocrático” (INEE, 2018, p. 30), lo que ha conllevado que las autoridades enfoquen su función privilegiando los trámites y el papeleo. No fue casual entonces que el trabajo a distancia fuera motivo para la elaboración de reportes, informes, encuestas, tablas, registros fotográficos y muchos otros tipos de documentos que lejos de contribuir al aprendizaje, distraen a las figuras educativas de su misión principal.

Si bien los maestros han sido los responsables de que la acción educativa continúe y siga llegando a los hogares, la pandemia también ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de actualización y capacitación. Esto va más allá de poder manejar un dispositivo electrónico, de dar una videoconferencia o de administrar evidencias de trabajo mediante una plataforma. La enseñanza remota ha puesto de manifiesto que, en algunos casos, hace falta comprender a cabalidad los programas de estudio para así orientar de mejor manera las actividades de aprendizaje. Hace falta, incluso, entender los fundamentos del aprendizaje para así no caer en la falsa ilusión de que los alumnos pueden ser simples depositarios de los conocimientos que el docente vierte. Falta también, aunque no es un asunto atribuible a los docentes, simplificar los programas de estudio: se requiere una organización mucho más sencilla, privilegiando los aprendizajes esenciales, evitando así darle la razón al famoso dicho “el que mucho abarca, poco aprieta”.

La pandemia también ha hecho brillar muchos aspectos de la vida escolar. El cierre de escuelas hizo que se revalorara una de las fortalezas de nuestro sistema educativo: el libro de texto gratuito. Seguramente, éste constituyó para muchas familias el único material bibliográfico para seguir con las prácticas educativas. En un sistema que tiende hacia la exclusión y la desigualdad, los libros de texto gratuito son un auténtico tesoro que se debe preservar como una base mínima para brindar oportunidades educativas dignas para todos los estudiantes. Aún con los errores del programa Aprende en Casa, ha sido un acierto tomar a este recurso bibliográfico como eje de las actividades de aprendizaje.

Finalmente, el cierre de escuelas ha hecho relucir quizá la mayor fortaleza de nuestro sistema educativo: los maestros mexicanos. Sin afán de santificar al magisterio o generalizar las virtudes, es necesario mencionar que han sido ellos quienes, aún con las fallas organizativas, pedagógicas, administrativas y hasta políticas,  han tomado el toro por los cuernos, al igual que en muchos momentos anteriores. No esperaron a que se presentara la estrategia oficial de enseñanza a distancia por parte del gobierno federal, pues ellos ya llevaban semanas trabajando con sus alumnos, anteponiendo la vocación y la voluntad ante posibles carencias técnicas. Abundan ejemplos de iniciativas brillantes particulares de muchos profesores que combinan el uso novedoso y eficiente de tecnología con el toque humano indispensable de esta profesión. A los maestros no les asustó trabajar bajo condiciones adversas (¿qué le puede espantar a profesores que se desempeñan en escuelas sin sanitarios?) o desconocidas. Como bien lo dijo el Secretario de Educación en una de las conferencias presidenciales, quedó de manifiesto que los maestros “son insustituibles”. Será momento de convertir en realidad la muy prometida revalorización del magisterio que, hasta el momento, tiene más presencia en los discursos que en las escuelas.

Por lo visto, la crisis sanitaria y las consecuentes modificaciones a la dinámica educativa han sacado a relucir (y en algunos casos intensificar) los aspectos positivos y negativos de la vida escolar. Es indudable que el cierre de escuelas es un momento propicio para replantearse la práctica educativa: desde las esferas políticas hasta el día a día en las aulas. La pandemia vino a recordarnos, como si en algún momento fuera posible olvidar, la importancia de contar con escuelas dignas en toda la extensión de las palabras: abarcando tanto los aspectos materiales como los procesos que en ella se efectúan y las personas que en ella conviven cotidianamente. Así pues, después de este periodo de educación a distancia, no sólo deberá ser prioridad evaluar, diagnosticar y/o ajustar sobre los aprendizajes de los alumnos, sino, más importante aún, evaluar qué es lo que aprendió la misma escuela sobre esta experiencia extraordinaria: ¿pasará la prueba?

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

Facebook: El Profe Rogelio

Fuente e Imagen: http://proferogelio.blogspot.com/2020/05/escuela-y-coronavirus-luces-y-sombras.html

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Francia: Pediatras franceses, ‘urge controlar el miedo’

Europa/Francia/17-05-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción PARÍS
EFE

“Los niños deben volver al cole, y hacerlo cuanto antes”, fue el consenso de los pediatras franceses ante miles de padres que no se animan a mandar a sus hijos a las escuelas primarias que, en toda Francia, se abrieron esta semana.

La vuelta al cole en Francia tras el confinamiento ha comenzado para los más pequeños, que encontraron sus clases medio vacías no sólo por las medidas de distancia social, sino por la decisión de muchos padres de dejar a sus hijos en casa.

El consejo científico que asesora en la desescalada prefería un retorno en septiembre, pero tanto el gobierno del presidente, Emmanuel Macron, fueron tajantes: hay que impedir que haya niños que se descuelguen de la escuela desde las edades más tempranas.

Por esa razón, alumnos de infantil y primaria regresaron este lunes a los colegios en provincias y hoy lo hicieron los de París y periferia, comenzando por los cursos considerados prioritarios y por los hijos de trabajadores indispensables contra la pandemia y alumnos vulnerables.

92% de las escuelas parisinas reabren sus puertas.Los pediatras van incluso más allá al reclamar más pragmatismo y abandonar las medidas sanitarias draconianas en las escuelas que «se alimentan de temores no basados en los hechos y generan ansiedad».

La decisión gubernamental de reabrir los colegios se sustenta en varias patas. Una es evitar que haya alumnos que se queden rezagados, pero también influyen razones económicas, como permitir que los padres retomen el trabajo, y sociales, como asegurar a muchos niños desfavorecidos la comida sana de la cantina.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102318401/pediatras-franceses-urge-controlar-el-miedo

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La película francesa que ilustra la imposibilidad de educarse bien sin ir al cole

Redacción: La Vanguardia

Mehdi Idir y Grand Corps Malade estrenan en Sala Virtual de Cine y otras plataformas el filme que debía entrar hoy en las carteleras españolas.

Sin aulas no hay enseñanza que valga. Así nos lo recuerda y demuestra la película Los profesores de Saint-Denis , disponible desde hoy en la Sala Virtual de Cine y otras plataformas como Movistar+, Vodafone o Rakuten en alterna al estreno de la cinta en salas, inicialmente previsto para este mismo viernes. El filme, protagonizado por Zita Hanrot , lleva la firma del tándem que por segunda vez –después de Patients (2016)– forman los guionistas y directores Mehdi Idir y Grand Corps Malade .

https://youtu.be/odx-lCWNjb4

La historia, centrada en los problemas de una nueva jefa de estudios en un colegio público de los suburbios de París, no es aquí lo original. Películas sobre escuelas conflictivas no faltan en Francia ni en el mundo. Pero, con una realización impecable e interpretaciones de premio, tanto el tono como la forma de narrar hicieron que este filme triunfara en Francia tanto en la taquilla como ante una prensa porco amiga de relatos manidos.

Los profesores de Saint-Denis no es una comedia francesa al uso. Tiene toques de humor pero más bien es un drama social en toda ley, con las dosis necesarias de realismo y una sensibilidad humanista. Es un equilibrio buscado.

En Francia no es usual hacer comedia dramática sino decantarse por uno de los dos géneros. Nosotros sí quisimos combinarlos, como ocurre en la vida”

“En mi país, lo usual es decantarse o bien por el drama,bien por la comedia. Es rato que una película combine lo uno y o otro. Pero la vida se compone de ambas cosas y a nosotros nos interesaba combinarlas”, indica Mehdi Idir en entrevista por videoconferencia.

El trabajo de la joven educadora del filme, por cuya interpretación Zita Hanrot recibió el César a la mejor actriz revelación, es el que mejor ilustra la importancia del contacto vivo y directo entre enseñantes y alumnos para una progresión adecuada de éstos.

El cierre de las aulas “puede causar retrocesos

Después de realizar el filme, lo que incluyó un concienzudo trabajo de preparación con los estudiantes convertidos en actores, Idir lo tiene claro. Y sobre la suspensión de ese tú a tú entre profesores y discípulos por el cierre de las aulas a causa del coronavirus, afirma: “Eso tiene que ser durar poco. Aun así, puede causar retrocesos. Algunos chicos con los que hablo están angustiados. Es un agujero en su educación y su vida, un paréntesis en la convivencia con los compañeros y los maestros que puede pasar factura”, reflexiona el realizador.

Zita Hanrot recibió el César a la mejor actriz revelación por su interpretación de la educadora Samia en 'Los profesores de Saint-Denis'
Zita Hanrot recibió el César a la mejor actriz revelación por su interpretación de la educadora Samia en ‘Los profesores de Saint-Denis’ (IMAGE.NET)

Mehdi Idir, nacido y crecido en la comuna de Saint-Denis, no se plantea hacer una película en torno a la pandemia y sus efectos: “Al menos no por ahora”. Porque todavía estamos “demasiado metidos, somos demasiado actores de ello como para dar con una idea al respecto que valga lapena”, aduce. Tiempo habrá de tomar distancia, siempre que sobrevivamos al virus.

Es pronto para plantearse hacer una película sobre lapandemia. Estamos muy metidos y somos demasiado actores de ello para dar con una idea al respecto que valga la pena”

Fuente: https://www.lavanguardia.com/cine/20200417/48565935682/los-profesores-de-saint-denis-comedia-educacion-coronavirus.html

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España: Propuesta de los pediatras para la reapertura gradual de los colegios

Europa/España/14 Mayo 2020/elpais.com

Para los expertos de la Asociación Española de Pediatría, la vuelta a las aulas debería ser paulatina, progresiva y basarse en los grupos de edad

Todos los centros educativos de España llevan cerrados desde la primera fase de la epidemia de la covid-19 como medida de contención de la transmisión de la enfermedad y debido a la gran densidad de escolares, unos siete millones en el país, que acuden en todas las fases de la educación reglada. A pesar de que el papel de los menores en la transmisión de la enfermedad no está claro, se quiso así evitar un posible aumento de contagios e infectados por coronavirus durante la presente crisis sanitaria. Estas fueron las razones fundamentales que alegaron desde el Gobierno para cerrar los centros. “Con los conocimientos adquiridos ha quedado que los niños no son una población particularmente vulnerable a los efectos de la infección por coronavirus. Se dan casos graves, pero son infrecuentes”, según explican los pediatras españoles.

El cierre de los centros escolares ha conllevado un cambio de paradigma educativo que ha llevado a la educación a distancia, a lo digital, a la primera línea. Pero no ha sido igual de accesible para todos, denotando el vacío y la desigualdad que existe en este tipo de enseñanza y que muchos han catalogado como de “emergencia”, pero que reconocen que será insostenible cuando muchos padres vuelvan a sus puestos de trabajos presenciales. En la Fase 2 de la desescalada estipulada por las autoridades sanitarias, algunos centros ya podrán abrir sus puertas, ¿pero en qué condiciones? ¿Cómo se debería hacer?

En un documento elaborado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), organización formada por unos 14.000 expertos, se incide en que “la vuelta al cole se debe hacer con las medidas adecuadas desde una perspectiva de la salud pública y protegiendo siempre la seguridad de los escolares y el mínimo riesgo de transmisión”. También añaden que la reincorporación presencial a los colegios “se hace en cumplimiento del derecho que tienen todos los menores al aprendizaje y a la socialización, ambas necesidades básicas para su desarrollo. Todo ello contemplado en la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU)”.

Para los pediatras, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita, “la reapertura de los centros educativos deberá ser paulatina, progresiva y basarse en los grupos de edad, y siempre, inciden, minimizando el riesgo de nuevas infecciones”.

Reapertura por edades y fases educativas

Guarderías / escuelas infantiles (de cero a tres años): para los pediatras es el área de mayor riesgo por la enorme dificultad de cumplir las medidas de aislamiento. Recomiendan que estos centros no se abran hasta que haya un control total de la epidemia. Entre las soluciones que mencionan para afrontar el gran desbarajuste que puede provocar esta decisión en las familias, citan como opciones de conciliación: el alargamiento del permiso de paternidad o maternidad hasta los 12 meses, poder tener acceso a cuidadores en el hogar que, incluso, permitiera el cuidado de hasta cinco niños en una misma casa, entre otras.

Educación Infantil, de tres a cinco años: En este grupo de edad, el riesgo sigue siendo elevado. No se recomienda el uso prolongado de mascarillas, pero se debe extremar el distanciamiento social máximo posible. Se deberían evitar las extraescolares, en las que es más difícil mantener el distanciamiento, y promover el entrenamiento en medidas de protección frente a la infección por coronavirus como el lavado de manos constante, entre otras.

Mayores de cinco años hasta los 11 años (Educación Primaria): la reapertura debe ser gradual y con grupos con un número reducido de niños, “de no más de 15 menores; organizarse en turnos de clase de mañana o tarde o por días alternos», entre otras medidas. Los profesores y trabajadores de los centros deben promover también en este grupo de edad el entrenamiento en medidas de protección frente a la infección por coronavirus.

Educación Secundaria (12 a 18 años): Se estima que el riesgo de contagio debería ser más bajo porque el alumnado ya conocería las medidas de prevención e higiene contra la covid-19. La distribución de alumnos, horarios partidos y clases presenciales, debería ser similar a la Educación Primaria, pero priorizando como presenciales las materias más esenciales y considerando en este periodo muy importante incluir la jornada educativa alternativa en domicilio, de mañana o tarde para trabajo online. Es necesario considerar que los menores de 14 años no pueden permanecer solos en el domicilio y habrá que prever un acompañamiento de padres/adultos adecuando también su jornada laboral o, incluso, con profesores desplazados a domicilios, entre otras medidas.

La AEP recomienda a los centros educativos seguir las recomendaciones sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se pueden consultar aquí.

PRIORIZAR LA AYUDA A LOS ALUMNOS MÁS VULNERABLES

Se recomienda priorizar el refuerzo pedagógico y la atención integral a las necesidades de niños, niñas o adolescentes en cualquiera de las situaciones de riesgo:

  • Familias monoparentales sin red de apoyo social o con incompatibilidad de horarios con el trabajo.
  • Situación de precariedad económica familiar, pobreza tecnológica o de cualquier otro tipo.
  • Sospecha de maltrato o violencia en el entorno familiar.
  • Acoso escolar en cualquiera de sus formas.
  • Trastornos del aprendizaje.
  • Necesidades especiales por padecer trastorno madurativo, enfermedades crónicas o psicológicas.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/13/mamas_papas/1589356680_135131.html

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