Centro América/Puerto Rico/16 Agosto 2018/Fuente: Prensa Latina
El comienzo del semestre en las escuelas públicas de Puerto Rico ha resultado caótico ante la falta de cientos de maestros y el deterioro de muchos de los planteles, denunciaron hoy varios gremios docentes.
El presidente de la Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (Unete), Emilio Nieves Torres, afirmó que la ministra de Educación, Julia Keleher, pasará a la historia por ‘la mayor desorganización administrativa en el inicio de clases’.
De acuerdo con el dirigente gremial, cientos de maestros, reubicados en las llamadas escuelas receptoras, después del cierre de 252 planteles, no tienen salón para recibir a sus estudiantes.
Los maestros de inglés, educación física, bellas artes y salud son los más afectados en escuelas elementales y secundarias del país, aseguró.
A su juicio, esto ha dejado evidenciado que el cierre masivo de escuelas fue deficiente, arbitrario, caprichoso y falto de planificación.
Nieves Torres manifestó que las decisiones erráticas de Keleher han provocado un retroceso de 20 a 30 años en el sistema público de educación.
‘En mayo de 2018 todos los maestros tenían un salón donde recibir a sus estudiantes, hoy, con el cierre de escuelas, cientos de maestros se han quedado sin salón de clases y en cada periodo de clases tienen que cargar libros y materiales de un salón a otro’, anotó el presidente de Unete, al pintar un escenario de caos.
Hay situaciones tan absurdas, dijo, que en una escuela hay nueve maestros de inglés y educación física sin salón de clases para recibir a sus estudiantes y en otra hay cinco maestros de educación especial en un solo salón, situación que se repite en distintos pueblos.
El dirigente sindical reveló que el Ministerio de Educación pretende ubicar 200 vagones en diversas escuelas, evidencia adicional de las decisiones erráticas de Keleher.
Mientras, la presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), Aida Díaz, describió como ‘un desbarajuste’ el inicio de este semestre escolar, debido a la política del gobierno de Ricardo Rosselló Nevares de cerrar unas 250 escuelas, lo que ha provocado hacinamiento en planteles y la exclusión de docentes.
La dirigente de la principal organización de docentes en el país afirmó que este es ‘el peor inicio de clases’ al sostener que todavía faltan 2 mil maestros sin nombrar, aunque Keleher asegura que sólo quedan mil sin plazas.
‘Este semestre no estaba listo para empezar y yo tengo que decir que yo no sé si esto fue orquestado para desacreditar la escuela pública, para entonces justificar las (llamadas escuelas) charter’, dijo Díaz.
La presidenta de los maestros asociado insistió en que ‘esto es desgarrador, un desbarajuste; por eso digo que da la impresión que se estuviera haciendo a propósito para desacreditar la escuela pública’.
La ministra Keleher reconoció que todavía hay cosas que hay que atender en todas las escuelas, pero que gracias a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias ‘por fin vamos a tener los fondos para atacar ese problema’.
La funcionaria admitió que se necesita un poco más de seis semanas para atender la cantidad de obras que hay que hacer en las escuelas.
En tanto, la Federación de Maestros de Puerto Rico ratificó su convocatoria a un paro este próximo miércoles, cuando sus afiliados se disponen a protestar frente a La Fortaleza, sede del ejecutivo en el Viejo San Juan.
América del Sur/Argentina/07.08.18/Fuente: www.primereando.com.ar.
De esa manera se refirió uno de los docentes de la Escuela N°49 de Moreno, para describir el nivel de abandono a la educación pública por parte del gobierno de la Provincia. También confirmó la denuncia sobre el retiro de documentos del colegio en el Consejo Escolar por parte de funcionarios
El maestro de la primaria que la semana pasada estalló por una pérdida de gas en la localidad de Moreno, Hernán Pustilnik, dialogó con el programa radial La Vuelta Completa, y allí afirmó: “No iniciamos las clases hasta que no revisen las escuelas y nos den la seguridad de que vamos a estar bien. Los docentes, los auxiliares y los chicos”.
El viernes pasado, se registró una explosión de la Escuela N 49 de Moreno, donde fallecieron vicedirectora de ese centro educativo, Sandra Calamano, y del auxiliar Rubén Rodríguez
Pustilnik indicó que, desde el día de la explosión, “por lo menos Vidal salió a hacer algo», aunque agregó: «Es una lástima que no lo haya hecho unos días antes”.
“Hasta que no sucedió una tragedia los funcionarios no tomaron nota. No entendíamos por qué demoraron tanto”, manifestó el maestro.
Por otra parte, confirmó la denuncia acerca de que “funcionarios se llevaron cajas y documentos del colegio, entraron al Consejo y se llevaron muchos papeles. Entonces los docentes definieron ir al Consejo e instalar la carpa hasta que la fiscalía decida allanar”.
“Están tratando de responsabilizar a Sandra y Rubén, nosotros no lo vamos a permitir de ninguna manera”, advirtió Pustilnik. Según comentó, “ayer el abogado del gasista salió a los medios de Moreno a decir que la escuela explotó por culpa de las víctimas que supuestamente manipularon mal el gas”.
Luego recordó que “la escuela presentó notas permanentemente, no solamente por el tema del gas sino por pozos desbordados de materia fecal. Ir a la escuela en Buenos Aires es una bomba de tiempo”.
“Hace un mes y pico los sindicatos hicieron un ‘carpetazo’ en la cual entregaron en mano la situación de todas las escuelas de Bs. As. Ahí estaba la carpeta de la escuela 49”, detalló.
“Somos docentes y auxiliares pero parecemos bomberos en las escuelas. Tenemos que aguantar que la gobernadora nos trate de vagos que no queremos trabajar”, reclamó Pustilnik. Por último, desafió a la mandataria provincial: “Invito a Vidal a que venga a la escuela a ver como trabajamos”.
Fuente de la noticia: https://www.primereando.com.ar/buenos-aires/-ir-a-la-escuela-en-la-provincia-de-buenos-aires-es-una-bomba-de-tiempo-_a5b69918f7e33450d89e08e75
Hay que ser francos con niños y niñas, tener en cuenta lo que dicen y nunca olvidar que el juego es lo primero. Esto es lo que ha aprendido Maria Antònia Canals (Barcelona, 1930) después de dedicarse a la educación infantil en matemáticas desde los años 50. Hoy, en la Universidad de Girona, esta maestra de maestros comparte los materiales que ha creado durante toda una vida.
“He olvidado nombres de personas y lugares, como las montañas que escalaba de joven, pero me acuerdo de todo lo que hay dentro de esta habitación”, comenta la veterana maestra Maria Antònia Canals cuando nos recibe en su Gabinete de Materiales y de Investigación de la Matemática en la Escuela (GAMAR), situado en la biblioteca de la Universidad de Girona, donde es profesora emérita. Las muletas que usa y su salud delicada no pueden competir contra su carácter.
Las estanterías del pequeño despacho están repletas del material didáctico que ha desarrollado a lo largo de su vida: coloridos bloques de madera, regletas numéricas, botes con caramelos de mentira, un pequeño tendedero, tapones, bobinas de hilo, cintas de medir, piezas de cartulina… Sus métodos se derivan de los movimientos de renovación pedagógica del siglo XX y proponen una didáctica de las matemáticas basada en la manipulación y el juego, sin olvidar las particularidades de cada alumno.
El gabinete se creó en 2001 con la dotación del premio Jaume Vicens Vives a la docencia universitaria que la Generalitat de Cataluña otorgó a Canals. Es el entorno perfecto para repasar la vida de esta profesora emérita de la Universidad de Girona y conocer sus consejos para otros maestros.
Nació en Barcelona en noviembre de 1930. ¿Tiene recuerdos de la Guerra Civil?
Yo era una niña y al principio no entendía bien por qué la gente gritaba “¡bombas, bombas!” y se volvía loca. Íbamos a unos refugios que a mí me parecían fantásticos. Un día vi una casa convertida en escombros y mi madre me explicó que eso es lo que hacían las bombas. Así entendí lo malas que eran. Entonces no sentí miedo, pero sí después, durante el franquismo, sobre todo el día que policías armados con metralletas enormes nos rodearon en el palacio de deportes de Montjüic mientras cantábamos L’Estaca de Lluís Llach.
“El juego es la primera asignatura de los más pequeños”, dice Canals
¿Cuándo decide dedicarse a la enseñanza infantil?
A principios de los años 50 estudié Magisterio por libre en la Escuela Normal de Tarragona, y Ciencias Exactas en la Universidad de Barcelona. Lo suyo es que me hubiera puesto a dar clases a los de bachillerato, pero nunca me han interesado. Los pequeños, sin embargo, me parecen formidables y decidí trabajar con ellos. Para mí son los que piensan más y mejor. También influyó que mi abuela y mi tía eran maestras. Esa tía había ganado un concurso para formarse varios meses en Italia con Maria Montessori, la precursora del método educativo que lleva su nombre y que puso en marcha en un barrio desfavorecido de Roma. Tengo una foto sentada sobre su falda durante su estancia en Barcelona.
¿Puso en práctica este método cuando comenzó a trabajar?
Sí. Lo seguí en mi primer trabajo como maestra en la Escuela Thalita de Sarrià, donde estuve hasta 1962. Aquel año, ante la llegada de miles de migrantes a Barcelona, decidí que algo había que hacer con tantos niños sin escolarizar. En un humilde barracón del barrio de Verdum abrí la Escuela Ton i Guida. Empecé con 40 niños un poco gamberros pero poco a poco, yendo a su terreno, razonando con ellos y jugando, logramos que dejaran de escupir o gritar en clase. En esta escuela, que llegó a tener más de 400 alumnos, tuve una crisis con Montessori porque algunos de sus materiales numéricos no funcionaban, por ejemplo sumar con bolitas olvidando el valor del espacio que ocupan en un alambre, como me hicieron ver los propios niños.
¿Entonces ya no es partidaria de esta metodología?
El respeto profundo de Montessori por los niños nadie lo ha superado. Su esencia es el respeto por cada niño o niña, pero esto no es enseñar matemáticas exactamente. De hecho, ella estudio Medicina, no sabía muchas matemáticas. No estoy de acuerdo en algunos aspectos como el planteamiento de la numeración, por ejemplo. Además, después de su muerte, sus seguidores convirtieron el método pedagógico en una forma de ganar dinero. Sus escuelas son carísimas y elitistas.
“Los seguidores de Maria Montessori convirtieron su método pedagógico en una forma de ganar dinero, con escuelas carísimas y elitistas”
¿Cómo hay que trabajar entonces con los niños? ¿Cuál es su consejo para los maestros?
Lo primero, hay que ser francos con ellos, porque lo notan. Quizá este es mi último mensaje pedagógico: si nosotros no les decimos ninguna mentira, ellos responden, aunque lo hagan cada uno a su manera. También es muy importante saber escuchar y tener confianza en los alumnos, sin perder la autoridad. Ellos se dan cuenta de si el maestro les escucha o no, y creo que la mayoría de los profesores no lo hacen. Además hay que recordar que no es lo mismo enseñar que conseguir que se aprenda de verdad.
Y los materiales que ha creado ayudan en esa tarea…
La acción de los niños y niñas sobre estos materiales es la que genera conocimiento, junto al apoyo del educador y la respuesta verbal de los alumnos. Los cuadernos y dosieres donde se explica cómo crear y utilizar estos materiales –destinados al aprendizaje de las matemáticas en infantil, primaria e inicio de secundaria–, se pueden solicitar en catalán o castellano a través de l’Asociació de Mestres Rosa Sensant, en la que también participo desde los años 60.
Los materiales manipulables son de distinto tipo: unos son para generar nociones o conceptos (de números, operaciones, geometría…), otros potencian capacidades o competencias matemáticas (como la lógica) y un tercer grupo son juegos o actividades que sirven para consolidar lo aprendido. No hay que olvidar que el juego es la primera asignatura de los niños.
¿Cómo acogen este material los profesores?
La verdad es que estoy muy enfadada con los maestros. Compran los libros y no los leen. Los materiales requieren un esfuerzo por parte del maestro y si no los comprenden bien, tampoco los usan correctamente. Por ejemplo, los maestros suelen colocar números en carteles para adornar el aula, lo que es una estupidez. ¿No lo ven los niños ya en los libros, en la calle, en los autobuses…? Una cosa es la cantidad y otra el número escrito. Acabo de terminar un decálogo de errores que cometen los profesores de matemáticas en infantil y ese aparece el primero.
¿No ha pensado en adaptar todo este material a las nuevas tecnologías?
Con mis materiales es mejor dejar el móvil o la tableta en la entrada del colegio. No están pensados para las nuevas tecnologías. El lenguaje matemático hay que enseñarlo y su aprendizaje depende de la edad, la personalidad y el contexto de cada alumno. Cada uno lo hace de una manera y debemos respetarlo. No es lo mismo el campo que la ciudad, por ejemplo. ¿Sabes la historia del problema de la cesta de huevos?
“Lo que interesa es que los niños piensen, no que yo quede bien como profesora, y fijarnos en sus inquietudes y particularidades”
La verdad es que no…
Un maestro le plantea a un alumno: Tenemos un cesto con 500 huevos y vendemos 170. ¿Cuántos quedan?. El niño responde que ninguno y le suspende, pero cuando se lo cuenta a su madre, esta le pregunta: “¿Y tú qué pensaste?”.
“Que nosotros vamos todos los días al mercado a vender huevos y sabemos que si pones 500 huevos en un cesto se rompen todos”, responde. En este caso la madre tiene confianza en lo que piensa su hijo. Lo que interesa es que los niños piensen, no que yo quede bien como profesora. Y fijarse en sus inquietudes, en sus particularidades… incluyendo si tienen algún tipo de dificultad.
¿También ha trabajado con alumnos con discapacidad?
Cuando trabajaba en la Escuela Toni i Guida tuve algunos, como la Mari, con síndrome de Down. Conseguimos que viniera al cole y fuera respetada por todos. También recuerdo el caso de José, que no hablaba nunca. Tenía autismo, que por aquel entonces yo ni sabía lo qué era. Pero un día prestó mucho interés durante un taller de marionetas a las que los alumnos tenían que poner voz. Cuando le tocó el turno a José habló por primera vez para decir su parte del diálogo. A raíz de aquello animamos a los padres para que le llevaran a un especialista. Fue emocionante cuando 50 años después, en el aniversario de la escuela, nos reencontramos y estuve charlando con José.
El tendedero para clasificar camisas (por color, tipo de manga, número de botones, etc) es uno de los materiales más populares de Maria Antònia Canals. / Pere Duran/SINC
Decálogo de errores al trabajar las matemáticas en infantil (3-6 años)
1. Mostrar los números escritos, grandes y muy visibles, de manera fija y persistente en el aula.
2. Reducir el contaje a solo un trabajo de memoria, con el único objetivo de recordar el nombre de unas grafías.
3. Identificar los bloques lógicos tipo Dienes con los nombres geométricos de sus formas.
4. Representar las primeras sumas con bolitas pequeñas (tipo collar) sin tener en cuenta el espacio que ocupa el alambre que las une en los extremos de cada cantidad.
5. Introducir el uso de las regletas lisas de colores para la comprensión de los números naturales antes de llegar al primer ciclo de primaria simplemente porque son muy bonitas.
6. Descuidar el trato en profundidad de las actividades básicas en matemáticas: noción de cantidad y cambios; movimientos en el espacio; líneas, superficies y cuerpos; y solución de situaciones reales, que son los verdaderos problemas.
7. Usar los materiales que resultan bonitos y caros sin ver los que de verdad tienen una relación más auténtica con la vida de la clase y los maestros consideran adecuados para cada niño, principalmente con los que tienen dificultades.
8. Olvidarnos de completar todas las actividades con la expresión verbal de los niños sobre lo que se ha hecho, lo que ha pasado, lo que hemos descubierto, etc.
9. Ser víctimas de un programa que nos habíamos trazado o nos habían impuesto.
10. No confrontar lo suficiente nuestro trabajo, éxitos y dificultades con nuestro equipo de compañeros y compañeras.
ACTIVISTAS SENEGALESES TRABAJAN PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA, CREAR OPORTUNIDADES DE FUTURO Y EVITAR LA MIGRACIÓN CLANDESTINA QUE VACÍA EL PAÍS DE JÓVENES ADULTOS
Faltan algunos minutos para las once de la mañana y en Mbour, a 87,5 kilómetros al sur de Dakar, el sol aprieta con fuerza y la humedad ahoga. Varias decenas de niños hacen cola en las instalaciones de la nueva cocina que la ONG Creando Futuros ha instalado en su pequeña escuela. El cocinero prepara thakry, una especie de cuscus con yogur con un delicioso sabor a plátano que se convertirá en la principal comida del día de la mayoría de los pequeños. Tras una pausa para comer, y refugiados en la sombra que arroja la cocina, los niños vuelven a corretear en el patio.
Es época de vacaciones escolares en Senegal. La temporada de lluvias, recién comenzada y que durará hasta septiembre, obliga a suspender las clases, ya que muchas escuelas ni siquiera tienen un tejado donde cobijar a sus alumnos. Pero la actividad no cesa en el centro de Creando Futuros. Acabado el curso, llega la hora de las colonias de verano, un premio que los niños de la localidad esperan con ansia. “Elegimos a los cinco niños de cada clase que mejores notas han tenido y también a alumnos de otras zonas de la ciudad con buenas notas”, explica Ibou Diouf, activista senegalés de Creando Futuros. En total unas 60 plazas que todos los pequeños quieren ocupar. Es lo que ha logrado Creando Futuros desde que comenzó con este proyecto escolar en 2007 y la tarea no es baladí en un país donde el analfabetismo alcanza hasta el 62% de la población. De hecho, convencer a los niños de las bondades del colegio ha sido casi más sencillo que persuadir a sus familias. “Al principio fue difícil, pero ahora todos los niños quieren venir aquí. Saben que sus hijos aprenden y les damos de comer alimentos con muchas proteínas, como huevos, yogures, cereales o frutas. Además, un pediatra nos visita dos veces al año y nos facilita todas las medicinas que necesitan”, cuenta Diouf, que remarca la importancia de que los más pequeños reciban la mejor educación posible. “Es fundamental, porque sin educación no hay nada. Yo he podido aprender español, inglés, francés… Son cosas que la gente puede aprender para mejorar el futuro del país”, dice convencido.
Pero no solo la educación motiva a los más pequeños y a sus familias. La oferta en torno al ocio es muy mejorable en el conjunto del país y más si cabe en Gandiol, una pequeña región pesquera a 150 kilómetros al norte de la capital. Allí el incansable activista Mamadou Dia ha creado la asociación Ha Ha Tay, que ha construido el centro cultural Aminata junto con los vecinos, que han participado tanto en la construcción como en la gestión del mismo. Además de aulas para los más pequeños, disponen de biblioteca y también de un espacio para la proyección de películas. Realizan conciertos y un sinfín de actividades con el objetivo de disuadir a los jóvenes de que emprendan un camino muy incierto hacia Europa.
En Gandiol el drama de la migración clandestina está muy presente. Los cayucos de los pescadores aguardan en la playa y evocan a los tiempos en los que los jóvenes se lanzaban al mar, deseosos de conocer una Europa que la mayor parte de las veces provoca una profunda decepción. Ahora, las rutas migratorias marítimas han disminuido de forma drástica. Los jóvenes optan por la vía terrestre, atravesando el desierto de Mauritania y llegando a la costa por Marruecos, Argelia o incluso Libia, donde quedan al merced de las mafias. Las familias ven cómo sus hijos huyen de un país en el que creen que no tienen futuro, muriendo muchos de ellos en el camino. Se trata de una tragedia que tanto Dia como las autoridades de Gandiol tratan de remediar, impulsando proyectos en los que los jóvenes tengan no solo cabida, sino capacidad de ejecución. “La migración es difícil de controlar, tanto por los políticos como por los padres, porque los jóvenes no avisan que se van, pero tenemos que sensibilizarlos para que sepan que el desarrollo de Gandiol debe llegar de su mano y no de las organizaciones de fuera”, sostiene Mbaye Thamadou, teniente de alcalde de Gandiol. Se trata de un discurso que también defiende Dia, que entiende que “los jóvenes están gastando sus energías y motivaciones en viajes hacia Europa y lo que tenemos que conseguir es que se queden aquí y trabajen aquí”.
“La migración es difícil de controlar porque los jóvenes no avisan de que se marchan”
El poder de cambiar las cosas
La importancia de una formación adecuada queda en evidencia cuando uno se reúne con las incansables mujeres de A.F.D.L., con Khadidiatou Sene a la cabeza. Si la revolución feminista ha provocado este año un antes y un después en gran parte de Occidente, este centenar de mujeres asociadas de Dakar no se queda atrás. Valientes, descaradas y sin ningún tipo de miedo, se han enfrentado a una sociedad machista que las esconde tras las tareas domésticas y se han abierto al mercado de la manufacturación tanto de alimentos como de joyas o útiles de aseo, entre otros, que luego venden en el mercado.
Sus inicios en 2009 no fueron sencillos, con una serie de maridos que no querían ni oír hablar de mujeres empoderadas y libres, capaces de hacerse cargo de su propia economía. Ahora, nueve años después, su fuerza es tal que han llevado a su presidenta, Khadidiatou Sene, a convertirse en concejala del Ayuntamiento de Dakar. Otras se han atrevido hasta a divorciarse. Y no piensan parar. Tienen la venta de sus productos en pleno funcionamiento y ahora pelean por conseguir una sede que les permita reunirse y exponer los problemas que sufren en el día a día. Además, desean iniciar un proyecto de formación en la gestión del reciclaje. “No queremos dinero de nadie, sino apoyo para poder trabajar por nosotras mismas y conseguir el dinero que necesitan nuestras familias”, sentencia Sene.
Hablar con ellas es reconocer la dignidad y el orgullo de primera mano, la certeza de que unidas, las mujeres pueden lograr todo lo que se propongan, en Europa o Senegal. “La única regla que tenemos es que para estar aquí tienes que ser mujer y mayor de edad. A partir de ahí trabajamos para ayudar a nuestras familias. Y necesitamos seguir formándonos y formar a nuestras jóvenes, porque de ellas depende el futuro”, señala.
“Las jóvenes tienen que saber que quedarse embarazadas supone un freno en sus estudios”
Pero las mujeres de la A.F.D.L. no son las únicas que demuestran voluntad para cambiar las cosas. En Pikine, uno de los suburbios más pobres de la ciudad de Dakar, Aida Diouf encabeza a un grupo de más de 200 Bajenu Gokh (madrinas de barrio) que velan por la salud de sus conciudadanas. Su labor es tal que están reconocidas por el propio Gobierno de Senegal.
La vida en este distrito de 370.000 personas (de las cuales 89.500 son mujeres en edad reproductiva), con una densidad de 23.855 habitantes por kilómetro cuadrado, es pura supervivencia. Especialmente entre las mujeres, que se ven sometidas a matrimonios forzados a edades muy tempranas (en torno a los 16 años) y embarazos precoces que les provoca importantes problemas de salud.
Para combatirlo, la ONG Médicos del Mundo ha puesto en marcha una red sanitaria que trata a las mujeres y lleva a cabo con ellas tareas de educación sexual y reproductiva. Sin embargo, disponer de estos recursos, aunque sean precarios, no siempre es sinónimo de una intervención de éxito, ya que la frecuentación de estos espacios sanitarios por parte de la población es todavía escasa. No hay más que pasearse por los pasillos del centro de salud. Las mujeres aguardan turno para ser atendidas por uno de los cinco especialistas o las 22 matronas que trabajan en él. Muchas arrastran consigo tres, cuatro y hasta cinco hijos, y agachan la cabeza para no cruzar su mirada con ningún visitante. Algunas son tan jóvenes que ni siquiera saben cómo dar de mamar a sus pequeños y la gran mayoría arrastran problemas de violencia machista o importantes enfermedades sexuales que no pueden contar a nadie.
Por ello la labor de las Bajenu Gokh como Aida Diouf es fundamental para la sensibilización. “Todas somos madres y nos ayudamos en la salud de los menores. Hay muchos problemas de salud -especialmente las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos precoces- que son tabú y hacemos un trabajo de sensibilización para favorecer la comunicación”, explica la activista.
Para ello, las Bajenu Gokh realizan visitas a domicilio y distintas actividades de sensibilización, como charlas o pequeñas teatralizaciones con las que sensibilizar a los jóvenes de los peligros del sexo en edad precoz. “Es un tema tabú, pero las jóvenes tienen que saber que quedarse embarazadas supone un freno en sus estudios, que si no están casadas pueden verse repudiadas por su familia, que sus propios colegas la van a estigmatizar. Ahora las jóvenes nos conocen y reclaman nuestros consejos y todas conocen el valor de la abstinencia y que es preferible que guarden su virginidad hasta el matrimonio”, apunta esta mujer llena de energía y vitalidad que ha criado a 13 hijos.
Mucho por hacer
“La educación de los niños es fundamental para poder mejorar el futuro de nuestro país”
Pero además de las mujeres, Senegal tiene un gran problema de discriminación hacia los colectivos más vulnerables del país: las personas LGTBI, las prostitutas y los portadores de VIH y drogodependientes.
Para ellos, reunirse supone una actividad de riesgo que les puede llevar a la cárcel. Acceden al local donde se reúnen en Dakar por separado, y en grandes intervalos de tiempo entre uno y otro para que nadie sospeche de ellos.
“No queremos dinero de nadie, sino apoyo para poder trabajar por nosotras mismas para nuestra familia”
Sufren la discriminación y el estigma y son repudiados por sus propias familias. Bijoux no se atreve a que la fotografíen y utiliza un seudónimo para hablar con la prensa extranjera, a la que cuenta que una compañera de colegio la delató como lesbiana en 2011, lo que le sirvió para ser expulsada del colegio y de varios trabajos durante siete largos años.
A Michelle no le importa posar para la cámara, aunque su historia es drama y supervivencia a partes iguales. Fue descubierto intercambiándose mensajes de móvil con otro hombre cuando era diácono y tuvo que huir, peregrinando por Chad, Costa de Marfil e incluso Camerún, hasta que decidió volver a Senegal. Poco tardó su familia en enterarse. “Me mandaron un mensaje: Sabemos dónde vives y te vamos a matar”, relata.
“Huí a Costa de Marfil, Chad y Camerún y cuando volví mi familia amenazó con matarme por ser gay”
Pese a todas las dificultades que sufren día a día, han conseguido sobreponerse y reclaman formación para poder encontrar trabajo, formación también de los sanitarios para que puedan ser atendidos en centros de salud, así como más diálogo con los poderes políticos y religiosos para avanzar en la consecución de sus derechos civiles.
Ellos son un ejemplo de que Senegal tiene todavía mucho trabajo para desarrollar en el ámbito social, pero cuenta con un activismo que tiene claro que los avances deben llegar involucrando a la sociedad y no solo por el apoyo de Occidente.
Lleva más de cuatro décadas dando lecciones, tanto en el ámbito universitario como el del instituto. Una experiencia que ha servido de espoleta para sus investigaciones sobre el arte de enseñar. Esta catedrática emérita de español en Suecia aborrece la llamada “nueva pedagogía”, que otorga más iniciativa a los alumnos en el aula, y defiende una enseñanza más tradicional. La tarea principal de la escuela debe ser, según ella, dar una base intelectual a los ciudadanos.
L SILENCIO REINA en la calle adoquinada en la que reside Inger Enkvist en Lund, una de las ciudades más antiguas de Suecia, con una de las universidades más importantes del país nórdico. Nadie diría que a pocos minutos andando está el centro urbano. Esa calma llega hasta el interior de su apartamento, un entresuelo con grandes ventanales y un jardín trasero comunitario. Su despacho, luminoso y lleno de libros, es un reflejo de su idea de cómo hay que entregarse a cualquier tarea intelectual: con orden, concentración, siguiendo unas normas…, leyendo.
Mientras la mayoría de los expertos educativos cuestionan la utilidad que tiene memorizar datos en la era de Google y abogan por terminar con las hileras de pupitres, las asignaturas y dar más libertad a los alumnos, Enkvist (Värmland, Suecia, 1947) defiende la necesidad de volver a una escuela más tradicional, donde primen la disciplina, el esfuerzo y la autoridad del maestro. Su punto de vista cuestiona los postulados de esa nueva pedagogía, pero también se distancia de aquellos que creen que la escuela es una fábrica de alumnos en serie y que debe centrar sus esfuerzos en competir con otros centros para ascender en las clasificaciones mundiales.
Comenzó su carrera educativa como profesora de secundaria y ahora es catedrática emérita de español en la Universidad de Lund. Ha centrado su investigación en la obra de Mario Vargas Llosa y Juan Goytisolo, y ha escrito ensayos sobre José Ortega y Gasset, Unamuno y María Zambrano. Ha publicado varios libros sobre pedagogía —como La buena y la mala educación (Encuentro, 2011)— y cientos de artículos, además de haber asesorado sobre la materia al Gobierno sueco. Sentada en el salón de su casa, Enkvist conversa en español sobre cómo cree que deberían ser las escuelas, mientras bebe un zumo de bayas servido con una jarrita de barro recuerdo de Segovia. Hablando con ella no cuesta nada imaginársela en su colegio, de niña, sacando muy buenas notas.
¿Cómo recuerda su escuela? Era pública y tradicional. No tengo malos recuerdos. Quizás había algunas clases aburridas, pero así es a veces la vida. Los alumnos llegaban a su hora y no había conflictos con los profesores. Suecia me dio una educación gratuita y de calidad.
“El nuevo desafío es controlar el acceso al móvil. Los colegios hacen bien en prohibirlo y los padres deben vigilar su uso en casa. Deben saber decir que no”
Los tiempos han cambiado. ¿Sigue valiendo la disciplina de entonces? La relación entre padres e hijos se basa más que nunca en las emociones. Tenemos una vida más fácil y queremos que nuestros hijos también la tengan. Pero la escuela tiene que ser consciente de que su tarea principal sigue siendo formar intelectualmente a los jóvenes. La escuela no puede ser una guardería, ni el profesor un psicólogo o un trabajador social.
¿Cuál debe ser la finalidad de la enseñanza infantil? Debe ser muchas cosas, pero su tarea principal es dar una base intelectual. Dar conocimientos a los jóvenes, prepararlos para el mercado laboral, trasmitirles una cultura y proporcionarles una idea del orden social, porque la escuela es la primera institución con la que se encuentran los niños y es importante que vean que hay unas reglas, que el maestro es la autoridad y que hay que respetarlo tanto a él como a los compañeros.
Pero la tecnología hace más difícil controlar a unos niños hiperestimulados. Siempre ha habido dificultades en el aprendizaje. Hace 50 años era que había que andar una hora para llegar al colegio o proporcionar comidas nutritivas. Hoy se trata de la enorme cantidad de estímulos. El nuevo desafío es controlar el acceso al móvil y al ordenador para que se concentren. Las escuelas que prohíben el móvil hacen bien. En casa, los padres deben vigilar el tiempo de uso de la tecnología. Prohibir es muy difícil porque se crean conflictos, pero un padre moderno debe saber decir que no. Debe resistir.
Hay pedagogos que afirman que la escuela tradicional es aburrida y educa a niños sumisos, y que hay que aprender a aprender. La escuela es un sitio para aprender a pensar sobre la base de los datos. Lo de insistir en aprender a aprender sin hablar antes de aprendizaje es una falsedad, porque no podemos pensar sin pensar en algo. Sin datos, no hay con qué empezar a pensar.
¿La escuela no debería ser un lugar donde pasarlo bien? La satisfacción de la escuela debe estar vinculada al contenido: entrar en una clase y que te cuenten algo que no sabías. Pero hay que saber que para entender algo nuevo hay que hacer un esfuerzo. Además, es fundamental que el maestro nos enseñe a leer y también cómo comportarnos. Es imposible aprender bien sin que haya orden en el aula. Esa es la base principal: comportamiento, lectura y aprecio por el conocimiento.
¿Qué opina de la tendencia de poner cojines en el aula para que se tumben los alumnos? Eso es engañar a los jóvenes. Para aprender a escribir, un niño tiene que sentarse bien, mirar hacia delante, tener hoja y papel, concentrarse… Aprender puede ser un placer, pero, insisto, requiere un esfuerzo y un trabajo. Hay que decírselo a los niños. Si no, les estamos engañando. Tocar el violín, por ejemplo, no es fácil. Requiere mucha práctica. Los estudios del psicólogo sueco Anders Ericsson mostraron que se necesita un esfuerzo prolongado para mejorar en cualquier cosa. Para ser bueno en algo tienes que dedicarle 10.000 horas. Y hay que hacerlo de forma consciente y trabajar con un maestro. Su investigación avala la idea tradicional de una escuela basada en el esfuerzo del alumno bajo la dirección de un profesor.
Algunos dicen que no hace falta memorizar porque todo está en Google. Esa es otra falsedad. Google es un instrumento genial. Es de gran ayuda a los adultos, porque sabemos lo que buscamos. Pero para quien no sabe nada, Google no sirve de nada. Hay intelectuales que andan por ahí diciendo que estudiar geografía no les fue útil. Creo que se han olvidado de cómo y cuánto aprendieron en la escuela. Afirmar tales cosas es una falta de honradez con los jóvenes. Y minusvalorar la importancia en sí de la vida intelectual del alumno.
¿En qué consiste la nueva pedagogía que critica usted? La nueva pedagogía es un pensamiento que se ve por todas partes en Occidente. Suecia lo puso en marcha en los sesenta. C0nsiste, por ejemplo, en la poca gradación de las notas, por lo que muchos piensan que para qué estudiar mucho si no se va a reflejar en el expediente. Se da mucha importancia a la iniciativa del alumno, se trabaja en equipo y, mientras desaparecen los exámenes, aparecen los proyectos y el uso de las nuevas tecnologías. En general, parece que se va a la escuela a hacer actividades, no a trabajar y estudiar. Se da más énfasis a lo social que a lo intelectual. En España esa tendencia empezó a llegar más tarde, con la LOGSE en 1990. Creo que es un error. Por una parte, los alumnos con más capacidades no desarrollan todo su potencial y, por otra parte, los que tienen una menor curiosidad natural por aprender no avanzan. Además, muchos gustos son adquiridos, como la historia, la lectura o la música clásica. Al principio pueden resultar aburridos, pero, si alguien insiste para que tengamos una primera toma de contacto, es posible que acaben gustándonos. Ahora muchos jóvenes eligen sin haber conocido y, claro, eligen lo fácil.
España es uno de los países de la OCDE que más horas dedican a los deberes. ¿Sirven de algo?Cuando la jornada es muy larga, como en España, no tienen sentido. Si un estudiante está cansado, poner deberes no mejora su rendimiento. Hay que buscar un número óptimo de clases por la mañana, cuando está más despierto, darle un tiempo de descanso y, por la tarde, quizás una tarea de repaso de lo que ha hecho durante ese día. Un buen ejemplo es Finlandia, donde los alumnos entran a las ocho de la mañana y salen a las dos de la tarde, incluido el almuerzo; salvo los jueves, que salen a las cuatro de la tarde.
De niña era usted una gran lectora. ¿Cómo despertar ese placer si un niño no está interesado? Era una lectora compulsiva. Nadie tuvo que insistir para que cogiera un libro. Pero hay niños que lo necesitan. Quizás al principio hay que forzarles un poco, animarles para que se conviertan en lectores de ocio. ¿Cómo se hace eso desde la escuela? Comprar buenos libros para la biblioteca y recomendar uno cada viernes. Un alumno puede contar lo que ha leído esa semana. Hacer pequeñas competiciones para ver quién ha leído más. Medir cómo aumenta su vocabulario. Y explicar que la lectura les permitirá, cuando sean adultos, desenvolverse mejor. Si los alumnos empiezan a leer, casi todos van a descubrir que es un placer. Pero necesitan horas. Se calcula que en la mayoría de los países se dedican 400 horas en primaria al aprendizaje de la lectura. Para ser un buen lector hacen falta 4.000 horas. Es imposible encontrar tanto tiempo en clase. Tienen que hacerlo en casa. Lo que pueden y deben hacer los padres es leer con sus hijos: apoyar la lectura y servir ellos mismos de modelo.
“Lo que las pruebas PISA no revelan
es si hay un buen ambiente en el aula, se inculcan buenos principios de trabajo o se enseñan bien las humanidades”
Pero las humanidades están perdiendo peso. Se dice que el mañana estará dominado por la tecnología y las ciencias naturales, y que lo histórico no es importante. Además, las pruebas PISA [exámenes organizados por la OCDE que evalúan las competencias de alumnos de 15 años en ciencia, matemáticas y lectura] no tienen en cuenta las disciplinas humanísticas porque es difícil comparar esos conocimientos entre países, así que la voluntad de competición les lleva a poner más énfasis en las materias que entran en PISA y descuidan las demás. Tanto en la escuela como en la familia se debe dar más énfasis a las humanidades.
¿La visión de PISA es la de una escuela que debería funcionar como una empresa? La OCDE es una organización económica y analiza la educación desde esa perspectiva. Lo que PISA no revela es si hay buen ambiente en el aula, si se inculcan buenos principios de trabajo, si se enseñan bien las humanidades, las ciencias sociales, las materias estéticas como el arte y la música, que son esenciales. PISA es una prueba muy específica que analiza algunas cosas. Las escuelas y los países deberían defender que ellos ofrecen mucho más que eso.
En sus libros señala a Finlandia como uno de los grandes modelos. La educación de Finlandia ha sido tradicional, aunque hace dos años el Gobierno puso en marcha un programa más parecido al de Suecia, porque mi país tiene un rendimiento escolar inferior, pero disfruta de un comportamiento económico superior y ha creado empresas tecnológicas como Spotify y Skype. El Gobierno finlandés parece pensar que con un poco de desorden sus colegios serán más creativos. No lo creo.
¿Finlandia era tradicional? No hay exámenes en la educación obligatoria ni los había antes de esa reforma que menciona. Hay que repensar la fobia a los exámenes. El examen ayuda a centrarse en un objetivo. Que tal día tienes que saber estos conocimientos. Un buen profesor enseña cosas a los alumnos, repasa con ellos y les pone algunas pruebas. Y construyen otras enseñanzas sobre lo ya aprendido, así que esos conocimientos vuelven a salir más adelante. No pone un examen sobre algo sin importancia. Con las reválidas pasa lo mismo. Son una meta clara. Ayudan a tener una visión global.
En Finlandia no se compara tanto a los colegios, algo habitual en España. ¿Es así? En Finlandia siguen con la tradición de confiar en sus profesores. Cuando hay un control estatal del rendimiento y se hacen comparaciones entre las escuelas, el ambiente se enrarece. Para los profesores, genera estrés y rencor hacia quien te controla.
¿Cómo debe ser un buen profesor? Responsable y bien formado. Debe creer en el poder del conocimiento. Uno no es buen profesor solo por lo que sabe de la materia, ni solo porque sabe ganarse a los alumnos. Hay que combinar ambos elementos: atraer a los alumnos a la materia para enseñarla adecuadamente. Hay que reclutar a profesores excelentes en los que puedan confiar alumnos, padres y autoridades. Y a no ser que haya una situación grave, debemos dejarles trabajar.
¿Cómo ha sido su experiencia en clase? El alumno tiene que respetar las indicaciones del profesor, hacer las tareas y, por ejemplo, no mentir. Antes, mentir era muy grave. Ahora parece que no pasa nada. He visto a jóvenes que se inventan motivos para justificar por qué no han hecho un trabajo, que escriben de forma poco legible para generar dudas o discuten todo el rato con los profesores. Sé lo desagradable que resulta que un alumno intente mentirte. Lo he visto, en el instituto y en la universidad. Cuando un profesor siente que no se le respeta, que intentan engañarle, se rompe toda relación de enseñanza.
¿Qué hacer con los niños que molestan y no dejan trabajar a los demás? Eso es un tabú. Se considera poco democrático. Se dice que hay que dar una oportunidad a todos. Pero ¿qué pasa cuando un niño conflictivo no deja trabajar a los demás, cuando se ha hablado con él y con los padres pero no rectifica? Hay que ponerlo en un grupo aparte a ver si así se da cuenta y cambia.
¿Y los niños que se esfuerzan, pero no llegan al nivel? Se les puede dar clases de apoyo. Y ofrecer itinerarios diferentes, como ocurre en el caso de Singapur.
¿Y repetir curso? Hacer repetir a un niño a veces sirve y a veces no, porque cada uno es diferente. A mí me gusta el sistema de Singapur, donde el lema es que cada niño pueda llegar a su nivel óptimo. Para ello hay diferentes formas de conseguirlo: una vía digamos normal y otra vía exprés. La segunda incluye más contenidos en menos tiempo. Algunos dicen que es menos democrático, pero yo creo, al revés, que es más democrático porque conviene al niño, a la familia y al Estado. Y hay menos abandono escolar, un problema mucho más grave.
¿No se aprende también por imitación? Es decir, ¿los adelantados pueden tirar de los que se quedan atrás? Funciona cuando el grupo tiene de media un buen nivel y un buen profesor. Y si los que se tienen que integrar son pocos y quieren hacerlo. Si no, lo que suele pasar es que los que no quieren trabajar arrastran a los demás.
El bilingüismo que combina el inglés y el español prolifera en los colegios españoles. ¿Habría llevado a sus hijos a una de estas escuelas?Primero, analizaría otras opciones. Aprender inglés está bien, pero hay que preguntarse qué dejamos de aprender de otras materias. Tengo dudas. Creo que se puede aprender bien inglés con algunas horas de clase sin sacrificar otros conocimientos, como por ejemplo las ciencias. En Suecia no se empieza con el inglés hasta los 9 o 10 años.
Las diferencias de opinión no deben ser obstáculo para unirnos en apoyo al nuevo proyecto educativo nacional. Lo importante es que los nuevos esfuerzos en esta materia se nutran de la experiencia anterior, que no se repitan los errores del pasado y, que se apunte hacia metas de desarrollo más ambiciosas. En las líneas que siguen destaco algunos temas críticos de la educación mexicana actual.
1.Financiamiento. El gasto público en educación debe aumentar si se quiere hacer frente a los desafíos presentes. En la actualidad es de 5.3 % del PIB. Se gasta más por alumno en educación superior que en cualquier otro nivel. Se necesita que haya mayor eficiencia y transparencia en el uso de los recursos, así como claridad en la distribución del gasto corriente. Se necesita asimismo reforzar financieramente a las escuelas más desfavorecidas. Más del 90 % del gasto se consume en la nómina y queda poco dinero para inversión y operación en las escuelas. Las consecuencias negativas de este estado de cosas son múltiples, pero la más obvia es que las escuelas pobres, con carencias financieras crónicas, se ven obligadas a buscar recursos por su cuenta, a veces, pidiendo cuotas voluntarias a los padres de familia.
2.Gobierno del sistema. El gobierno educativo es un gran problema por el tamaño y la complejidad del sistema, es tan grande (25 millones de alumnos) y múltiple (32 entidades) que la comunicación interna representa un problema de grandes dimensiones. Por otro lado, en cada entidad federativa las escuelas son tuteladas por una estructura burocrática que ejerce su autoridad verticalmente. El centro del poder educativo no está en la escuela sino en esas estructuras burocráticas. Las escuelas carecen de poder sustantivo, de ahí la pertinencia de desarrollar nuevos esfuerzos para que la escuela tenga mayores facultades de forma que el sistema se desburocratice paulatinamente. Por otro lado, aunque se han transferido mayores facultades y recursos a los estados, en ellos se advierte una falta de equilibrio y contrapesos: no hay quien evalúe y dé seguimiento a lo que hace el poder en materia de educación y, como consecuencia, hay una notoria falta de control en la acción educativa de los estados.
3.Calidad con equidad. La búsqueda de la calidad es el principal norte de cualquier política educativa, pero la calidad, en tanto meta nacional, jamás se habrá de lograr si no se ataca, simultáneamente, la desigualdad. Si el esfuerzo político se concentra en mejorar las escuelas que tienen buen desempeño y con ello se desatiende a las que tienen mal desempeño, lo que habrá de lograrse es una mayor y más grave inequidad. Por lo mismo, la política educativa debe dirigirse a crear un piso común de calidad para todas las escuelas. No se trata de abandonar a las que mejor trabajan sino de apoyar a las menos eficaces, subirlas para que tengan un mejor desempeño. La lucha contra la desigualdad debe ser el centro de la política educativa en un país en donde el rasgo más característico de su sistema educativo es, precisamente, la desigualdad.
4.Mejorar la base del sistema educativo. Una manera de enfrentar eficazmente la meta de calidad con equidad es lanzar acciones vigorosas para reforzar la educación en la primera infancia (0-3 años) y la educación preescolar (3-6 años). El gran obstáculo para la calidad y la equidad son las deficiencias que presentan muchos niños cuando inician la escuela, deficiencias que son físicas, intelectuales, o emocionales y que generalmente se asocian al contexto social-familiar de donde proceden. Una efectiva educación inicial (crianza de los niños) y un buen preescolar pueden contribuir a cambiar radicalmente este estado de cosas y propulsar hacia arriba al sistema entero.
Definir la cultura es algo muy difícil. No pretendo pontificar en dos párrafos sobre lo que ha ocupado a las mentes más lúcidas de todas las civilizaciones durante milenios. Afirmemos solamente que ante todo somos cultura. Es decir que aprendemos (o apropiamos) la cultura todo el tiempo, de modo cotidiano, a veces intencional y generalmente no inintencionado. La lengua; la corporeidad; las costumbres; las creencias; los patrones de consumo, progreso y equidad y hasta las ideas de lo bello y lo bueno suelen formarse a través de relaciones familiares y comunitarias, de experiencias de amor y poder y de mensajes recibidos a través de los medios de comunicación. Se aprenden sin mayor esfuerzo y con pocas elecciones.
Lo que nos permite hacer una distinción: la educación, aunque parte de la cultura, es un esfuerzo deliberado orientado a fortalecerla o transformarla. Lucha con o junto a la cultura con objetivos, contenidos, métodos y jerarquías firmemente definidos. Fíjense que a la hora de aprender, la una es veloz y natural, y la otra, lenta y exigente. Por eso, si queremos que la educación tenga el poder de actuar sobre la cultura, hay que tomarse muy en serio su tarea. Lo que no pueden ser las escuelas es ni ajenas a la cultura ni pretendidamente libres de creencias o valores. En cambio, aunque sea más difícil y escaso, pueden convertirse en un ámbito que abre puertas a las personas, asumiendo un desafío ético liberador y un rol, sobre todo, facilitador.
Digo lo anterior porque las escuelas pueden ayudar a que las comunidades transmitan a sus niños su tradición y los formen para adaptar el conocimiento universal a sus necesidades locales. Pueden mezclar elementos vernáculos y cosmopolitas. O pueden sostener unida a la nación y próspera a la economía como pieza de un engranaje institucional al servicio de las creencias de élites religiosas, políticas o empresariales. Y esas élites pueden ser de muchos signos ideológicos, pero en Colombia son dominantemente conservadoras.
Las escuelas pueden ayudar a que las comunidades transmitan a sus niños su tradición y los formen para adaptar el conocimiento universal a sus necesidades locales.
La violencia y la injusticia social están naturalizadas en nuestro machismo, clasismo, frivolidad y urbanocentrismo. Y los medios de comunicación y demás formas de reproducción de las creencias a lo sumo son hipócritas, cuando no cínicas frente a esos desafíos culturales. Pero los proyectos escolares para integrar en la educación a las personas diversas en circunstancias igualitarias y para reflexionar sobre el poder y la inequidad en la sociedad suelen ser vistos con recelo, cuando no descalificados de modo agresivo. Y doy cuatro ejemplos:
1. Los programas especiales para ofrecer educación de excelencia y apropiada a su contexto para poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes no se logran concretar; todos decimos que sí, que muy importante, pero nuestra manera de ver el mundo no reconoce el valor del ámbito rural.
2. Frente a la discriminación homofóbica en los colegios se imponen fundamentalismos religiosos que justifican la violencia.
3. El sistema cada vez está más dividido por capacidad de pago y origen social, y hoy hay unos diez tipos de educación segregada desde los muy ricos, pasando por los ricos, las clases medias altas, las clases medias populares, hasta varios tipos de divisiones entre colegios para personas pobres; pero cuando se expresa la necesidad de romper ese tipo de barreras juntando a los chicos en condición de pares para tener una verdadera sociedad de ciudadanos, los padres de familia y asociaciones de colegios se oponen con todas sus fuerzas.
4. Se habla de educación para la ciudadanía, pero los ejercicios genuinamente democráticos en las escuelas, que cuestionan el poder dentro de esas instituciones, son casos muy excepcionales.
Cuando han existido políticas educativas en Colombia que han querido aprender de escuelas alternativas, democráticas, incluyentes o que han apostado por la equidad para generalizar sus experiencias, esos esfuerzos han sido rápidamente neutralizados. Las ideologías moralmente retardatarias se han impuesto, y en el mejor de los casos se entiende que el papel de la educación pública llega hasta el mejoramiento de condiciones físicas o el fortalecimiento de las competencias laborales de los estudiantes pobres, dejando que las clases medias accedan a un mercado educativo a la medida de los padres consumidores. ¿Quién se atreve a proponer escuelas realmente nuevas para una educación que transforme los rasgos trágicos de nuestra cultura?
Fuente del artículo: https://www.google.com/amp/www.eltiempo.com/amp/opinion/columnistas/oscar-sanchez/escuela-educacion-y-cultura-en-colombia-239322
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