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“La Filosofía podría ser el hilo conductor de la escuela”. Entrevista a Irene de Puig. Docente de Filosofía

Entrevista/27 Septiembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

La Filosofía puede ser una herramienta con la que acercarse a conceptos de todas las materias. Una forma de hacer, más allá del currículo se secundaria. Irene de Puig lo tiene claro y lleva años haciéndolo.

La vida de Irene de Puig cambió cuando conoció el trabajo de Matthew Lipman. Maestra de Filosofía, siempre en busca de materiales para “dar vida a la Filosofía”, se topó con este profesor de la Universidad de Columbia, que proponía una alternativa diferente: no enseñar la materia, sino practicarla con los chicos, que se pongan en la piel de los filósofos. Tanto le entusiasmó el método que se fue a EEUU, se formó y empezó a ponerlo en práctica junto a otros compañeros. De ahí surgió el IREF (Innovación de la Enseñanza en Filosofía), grupo del que forma parte y que se dedica a la promoción de la enseñanza de la Filosofía en primaria siguiendo los pasos de Lipman.

¿Cuál debe ser el papel de la Filosofía en la escuela?

La Filosofía podría ser, como sugiere Lipman, el aspecto más relevante de una escuela. Pero no solo por darle importancia en horas, sino para que sea el eje central del trabajo intelectual. No hay materia que se resista a la Filosofía. Cuando en lengua se habla del sujeto, ahí hay un tema. Cuando los naturalistas hablan de naturaleza o la naturaleza humana, ahí hay otro foco. Las aulas están llenas de expresiones de ética y estética: “Qué bonito, esto está mal”. La escuela está preñada de filosofía. No aprovecharse de esa inquietud que tienen los niños por saber, a veces más allá de lo académico, del libro de texto, es una lástima y un error. Esa es la idea de que la Filosofía podría ser el hilo conductor de la escuela. La filosofía entendida como reflexión compartida, como auto-reflexión. Porque el conocimiento no es de uno solo y para uno solo: compartimos, tenemos en común, colaboramos, aprendemos unos de otros. Esa idea socializadora del conocimiento favorecería esa capacidad de reflexión en las aulas que revertiría —nos movemos en esa hipótesis— en cada una de las asignaturas. En todos los currículums y materias se habla de una cantidad de conceptos abstractos que no sabes si los niños han captado o no. Nunca nos hemos parado a pensar qué significa una comparación, una definición, una expresión. ¿Hemos trabajado estos conceptos? En Química, ¿qué es un elemento? Siempre vamos por delante de la información, dando mucha información, sin a veces pararnos en la comprensión. Y al final mucha información puede ser un tapón que paraliza el conocimiento. La información debe ir de la mano de la comprensión. Si no, podríamos leernos un diccionario de arriba abajo sin entender nada. De aquí imagino que sale esta nueva moda pedagógica de las competencias, no solo saber sino saber hacer algo con esto que sabes. Creo que la Filosofía podría ser una vía unificadora del trabajo escolar.

Dice que la escuela va demasiado rápido. ¿Es porque tiene demasiados contenidos?

No creo que sea cuestión de rapidez o lentitud. Ha habido estos últimos tiempos la idea de la pedagogía lenta, de no correr tanto. El deseo de conocer no tiene límites de velocidad. Hay cosas que a los adolescentes les interesan con pasión y tienen una prisa tremenda por alcanzarlas. Y puede haber otros conceptos que a los adultos les importan más y a ellos les interesan menos y van más lentos. Debe ir de la mano de la capacidad de estimular, atraer ciertos conocimientos. Todos hemos tenido esta maestra que nos ha dado la posibilidad de ir más allá de lo académico. ¿Cuánta gente habrá terminado los estudios dedicándose a aquello que el profesor más interesante del instituto le ha propuesto? Hay mucho de técnico en la enseñanza, esos términos como velocidad, intensidad, etc. Pero a veces quedan fuera los aspectos más afectivos, más pasionales. Un equilibrio entre rapidez, si es que es importante, y pasión debería ir más de la mano.

¿Cree que la escuela ‘mata’ la curiosidad de los pequeños, como dice alguna gente?

Diría que algunas formas de enseñanza, más que escuelas, son el antídoto a la aventura, al descubrimiento, al deseo, etc. Esas serían nefastas. Cuando un maestro dice “no opines, estudia”, estamos ante un descarado intento institucional de abortar la creatividad. Pero también creo que hay muchas escuelas, muchas maneras de promover esa creatividad y que los niños sean abiertos. Esas aventuras intelectuales que cada niño con sus aficiones y motivaciones tiene. No sería tan dramático, pero la tendencia de escuelas y métodos debería ser cada vez más favorable a la satisfacción y desarrollo y crecimiento intelectual del alumno.

¿Qué hace el IREF?

Sobre todo promover ese modo de enseñanza, que no pretendemos que sea universal y se trabaje así en todas las escuelas. Pero sí empezar a dar los pasos para que en los momentos escolares (una hora semanal) los niños tengan oportunidad de sentarse a hablar de cuestiones que tengan que ver con la escuela o el mundo en el que viven. Eso lo hacemos a través de un currículum bastante establecido. Promocionamos una forma de trabajo en la que la Filosofía tenga un papel, si no esencial, al menos relevante. Formamos profesionales y tenemos una red, Filoescuelas, que son centros que han entendido ese planteamiento y trabajan en ese sentido. Alimentamos a esas escuelas con nuevos materiales, propuestas y profundización de esa metodología dialógica. Intentamos que la escuela sea un poco más coherente con las necesidades intelectuales de esos niños y niñas.

¿Cómo se concreta en clase en esta etapa tan temprana?

Una clase tipo consiste en que una vez a la semana los niños de un grupo se reúnen y, a partir de un estímulo, normalmente una lectura, una obra de arte, una historia o un cuento, una música o algún elemento escorado hacia las artes, y proponemos hablar abiertamente de ello. Evidentemente son materiales que contienen agazapados ciertos conceptos o actitudes filosóficas. Se trata de convertir esa conversación, que surge espontáneamente porque se parte siempre de la pregunta “¿qué os ha parecido, por qué os parece interesante?”, en un diálogo filosófico.

Hay un momento en esa primera expresión en el que aparece alguno de esos conceptos filosóficos como el bien, el mal, la belleza, la justicia, etc. Ahí la mano del maestro empuja lo que podría ser una simple conversación en un diálogo filosófico. Empezamos, a partir de ciertos ejercicios que están en los manuales, a trabajar esos aspectos en contenido y forma más filosóficos de manera un poco socrática. El maestro no da la solución final, son los propios alumnos los que van desentrañando el sentido de estas situaciones que han experimentado. No hablamos de abstracciones, sino de situaciones que los niños pueden haber vivido. Aprenden unos de otros. Unos son más espontáneos, otros más reflexivos, pero hay una danza en la que los niños aprenden, pero no del profesor. Hay un trabajo muy profundo de habilidades necesarias para el pensamiento. Nunca —aunque esta palabra no la usamos—, intentamos que todas las opiniones o creencias que se exponen sean justificadas. La pregunta “¿por qué?” siempre está encima de la mesa. “¿Por qué dices eso?”, “¿Cómo podría ser de otra forma?”. Se espera que las respuestas vayan apareciendo y nunca son la misma. Se espera que aparezcan espontáneamente. A veces coinciden y se llega a un acuerdo epistemiológico al final de la clase, a veces son claramente divergentes y quedan para aclarar otro día, para buscar más información. Conceptos que no se cierran, que no se quedan congelados sino que son constantemente dinámicos. Es muy interesante cuando los niños han pasado por varios cursos, cómo en 5º o 6º de Primaria te hablan de conversaciones de cursos pasados y que a alguno les quedó la cuestión sin resolver del todo o le sigue inquietando. Eso es dar vida a ese deseo intelectual de conocimiento, que es a lo que intenta responder la Filosofía, para que cuando estos alumnos salgan de la escuela no sean solo gente instruida, sino capaz de pensar por sí misma, de compartir, dialogar, no estar de acuerdo, pero civilizadamente, razonar, tener criterio propio. La idea es que los niños sean poco a poco autónomos, más libres y responsables. Esta es la vía.

¿Qué beneficios les aporta a los alumnos?

Mientras están en la escuela aprenden cosas fundamentales como compartir ideas, que no es fácil. A ver que el mundo no es monolítico, cada uno tiene su visión en ética, estética, política, lo que sea. Pero aprenden rápido, si se habla de ello, que no todo el mundo es igual, hay diferencias. Que ser distinto es ser diferente y tener una idea propia no es exclusivo de uno. Ese compartir con la cabeza y no con los puños es fundamental. Aprenden a tener ideas propias, a que no todo el mundo tiene las mismas. Incluso el que no tiene una idea sobre si esta figura es bonita o no, cuando los demás exponen argumentos esa persona puede hacerse una idea propia. Aprenden también por las ganas de interactuar a usar esas habilidades que se dan en todas las materias pero ninguna trata específicamente: hablar, razonar, etc. Ellos saben cuándo establecer analogías de conceptos difíciles. A los niños les puedes preguntar qué es ser feliz, pero es complicado. En una escuela donde estuve, una maestra hacía un giro y decía, “ser feliz es estar como…” y los niños se lanzan cuando les das la posibilidad de concretar. Entender que el diálogo es una herramienta útil, instructiva y fundamental, en el aula y en la vida. Eso les marca una forma de ser.

¿A partir de qué edad se pueden empezar a trabajar conceptos?

Nunca es demasiado pronto. Hablamos de expresarse y cuanto antes mejor. Tenemos un programilla muy específico para dos-tres años en el que puedan empezar a expresarse con gestos, colores. Los cuatro-cinco años son fundamentales, es el momento en el que empiezan a verbalizar y, por tanto, conceptualizar. Es uno de los momentos más interesantes, están todavía en una fase egoísta y empiezan a aceptar que hay otras maneras, otros mundos además del suyo y lo ven de otra forma. Es un descubrimiento que podemos ayudar a sacar con facilidad, que entiendan que los otros no solo son enemigos, sino colaboradores y colegas importantes. El otro foco interesante es la adolescencia, cuando uno vuelve a tener sus batallas personales y con el mundo y la Filosofía ayuda a asentar, a pensar, sabemos que algunas formas son pura impotencia a la hora de expresarse. Si uno sabe expresarse es más fácil que recurra al verbo y no a la acción.

Habla de la adolescencia, pero en la secundaria no se trabaja la Filosofía como usted la propone.

Una cosa es la Filosofía prescriptiva, fundamentalmente en el Bachillerato, con su currículum y su oficialización. Pero hay muchos espacios antes en la ESO, hay momentos en el currículum que permiten trabajar en ese sentido. Y cuando no los ha habido si el profesor está suficientemente concienciado no hay problema en trabajar en formas varias. Luego en Bachillerato hay un problema relativo, que es la Selectividad. Para formar a una persona no hace falta que haga un examen, pero es cierto que no puedes hundir a un chico que necesita una nota. El problema estructural u oficial nunca ha frenado a los profesores conscientes de ese trabajo en Filosofía. Siempre ha habido un momento para poder trabajar esos aspectos. Puedes partir de ahí para explicar pecar, por poner un ejemplo fácil. Siempre hay alguna posibilidad si el profesorado tiene claro que debe atraer al alumno no desde fuera sino desde sus convicciones.

¿Está la escuela formando ciudadanos críticos?

Si hablamos de Escuelas del Opus, no lo sé. La concertada, tampoco. Y la pública… es difícil generalizar. Hay escuelas más atareadas en que los chicos vayan al comedor para tener al menos una comida al día y así es difícil. La percepción que tengo es que el interés existe, que hay una cierta intención, pero no hay facilidades para eso. No siempre se dan las condiciones, tampoco. Tampoco veo —y esto es muy personal— que la formación del profesorado actual sea una buena fuente. Me gustaría saber si las escuelas de profesores están promocionando alumnos críticos, que tengo mis dudas. Si estos alumnos no son críticos no veo la necesidad de transferir esta manera de ser a sus alumnos. Las personas que trabajan en nuestro proyecto, la inmensa mayoría, es gente de media edad, maestras que se han dado cuenta de situaciones y están buscando formas de cambio cuando ya llevan unos años en el aula y se han dado cuenta de ciertas carencias. Hay maestras jóvenes, pero creo que tienen demasiados problemas todavía y quizá una formación de base que no les permite ver todo ese universo, que con ir a clase y ser correcto es suficiente. Pero esto es una percepción muy personal, no quiero ofender a nadie. Pero me temo que de las cosas que se han dejado de lado está la formación del profesorado. La escuela es el futuro y la materia prima de un país.

¿Tienen los maestros formación para organizar estas sesiones en primaria?

Siempre hay alguien que tiene ideas propias y tiene más empuje, pero en general, para que no sea tan espontáneo en el sentido negativo, sugerimos que para trabajar en Filosofía para niños haya una formación, que a veces viene condicionada por el mismo espíritu del proyecto. Cuando das clases de filosofía a niños o jóvenes tienes que aprender a callar, cuando habitualmente el alumno es el que calla. En Filosofía para niños la primera condición es la escucha y la buena pregunta. No dar las cosas por cerradas. Una segunda lección es conocer los recursos de que disponemos. Hay un material que tiene un sentido, que se trabaja desde los 2 a los 16 años, hay un recurrido. Pretendemos que en vez de haber momentos puntuales de lucidez de una maestra, haya un rigor para que los niños vayan creciendo con esa forma de pensar y que se convierta en hábito, no en excepción. En ese sentido, la formación no solo inicial sino permanente garantiza esa posibilidad. Esas filoescuelas adheridas al grupo IREF tienen cada año unas cuantas horas de formación aunque lleven 10 o 15 años trabajando. Siempre hay algo que flaquea o hay que revisar.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/09/21/la-filosofia-podria-ser-el-hilo-conductor-de-la-escuela/
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España: Móviles en las aulas ¿sí o no?

Por: Saray Marqués 

España se plantea seguir los pasos de Francia y prohibir los móviles en los centros educativos. Analizamos, con la ayuda de diferentes expertos, la pertinencia y efectividad de que se materialice esta medida.

En Francia el 2018-2019 está siendo el curso de la desconexión. Una ley nacional impide desde junio que los menores de 16 años usen sus móviles en sus centros educativos. Ni en horario lectivo, ni en el recreo, ni en la pausa para comer. Y a la ministra Isabel Celaá la medida no le parece mal. En una entrevista con la agencia Efe, la titular de Educación y FP la veía como “una cuestión interesante y a estudiar, porque tenemos demasiados adolescentes muy adictos a la tecnología” y se planteaba “reflexionar si el tiempo escolar debe estar libre de esa adicción”. En esa misma entrevista reconocía la ministra, eso sí, la existencia de “opiniones fuertemente encontradas”, aunque insistía en su posición en este debate: “En algunos casos el móvil ayuda, pero si prohibirlo en los centros sirve para disminuir la adicción digital, merece la pena valorarlo”.

La OCDE, por su parte, está incluyendo en sus nuevos cuestionarios preguntas acerca de la regulación del uso de los móviles dentro de la escuela, pero todavía no cuenta con resultados. Sabe, eso sí, según los datos de PISA 2015, que en España hay un 22% de chicos y chicas de 15 años usuarios extremos de internet –que pasan más de seis horas al día conectados al salir de clase– y que, precisamente en ese sector el rendimiento en ciencias se reduce en 35 puntos. Aparte, se sienten menos satisfechos con su vida, menos contentos con su centro educativo, y suelen faltar más a clase (donde, por otra parte, un 22% reconoce no desconectar). Ya en 2013, el estudio de la Comisión Europea EU NET ADB alertaba de que en España un 21,3% de los adolescentes estaban en riesgo de sufrir adicción a internet. Y no hace falta que vengan de fuera a decírselo. Los propios jóvenes son conscientes de que abusan de las pantallas.

¿Justificaría esto la prohibición del móvil en la escuela a escala estatal? En realidad, pocos países acompañan a Francia en este frente, aunque los hay más estrictos, como Singapur, y los hay que están analizando la medida, como Rusia. Dentro de Alemania, Baviera también se ha decantado por la prohibición, pero lo más habitual es que, como en España, sea el reglamento de régimen interno de cada centro el que determine cómo se usan los smartphones en el entorno escolar. Cataluña, por su parte, ya ha avisado de que la prohibición no es el camino: “Somos contrarios a dar la espalda a los avances tecnológicos”, ha proclamado el conseller de Enseñanza Josep Bargalló.

Sí al veto

Pese a las reacciones inmediatas en contra –en un país en que el 25% de los niños y niñas de 10 años usa el teléfono móvil; un 45,2% con 11; un 75% con 12 y un 94% con 15, según el INE– también las hay, y muy efusivas, a favor. Es el caso de Marc Masip. Desde hace siete años coordina el programa Desconecta, que actualmente cuenta con un ambulatorio, un hospital de día y un colegio para secundaria y bachillerato en Cataluña. Un colegio, por otra parte, que incorpora una asignatura de competencias tecnológicas en que se trabaja cómo realizar búsquedas adecuadas y elaborar un trabajo sin copiar. Fuera de ella, el móvil está desterrado del aula. Y lo está, según Masip, que se declara “a favor del móvil y la tecnología, en contra de su mal uso y abuso, que pueden llevar a la adicción”, “porque no se necesita un teléfono en el aula para aprender, y este solo sirve para perder concentración y distraerse, así como entorpecer las relaciones interpersonales entre alumnos, su desarrollo como personas, en un entorno, el centro educativo, abonado para hacer amigos, aprender de las buenas y las malas experiencias, tener las primeras parejas…Está demostrado que los chicos no se relacionan tanto en los patios cuando hay teléfonos”.

Habla Masip cómo los chicos que se matriculan en su colegio mejoran en un 10% su rendimiento académico –con grupos reducidos y una mayor personalización de la enseñanza– y menciona cómo distintos institutos en Baleares ya están imitando a Francia: “Cala la idea de que aprender a estar en clase y a estudiar sin teléfono móvil es necesario”. “Y que no teman los padres que sus hijos no vayan a saber usar el móvil. Es un falso temor, porque móvil y adolescente están hechos para entenderse. Es un amor a primera vista”, añade.

Si este temor es falso, para él, también lo es el mito de la persona multitarea: “No están preparados los adolescentes y no estamos preparados los adultos: nos distraemos, somos menos efectivos. Y un profesor con 30 alumnos no es capaz de controlar lo que estos están haciendo con sus dispositivos”.

Le preguntamos a Masip si esta desconexión en horario escolar no puede ser incluso contraproducente: “Nosotros trabajamos para cambiar hábitos. Este tiempo amplio de no consumo puede hacernos pensar que el adolescente cogerá el móvil aún con más ganas… pero durante casi todo el día no habrá habido feedback, así que tendrán menos cosas que ver cuando lleguen a casa”, explica Masip, que reconoce que el aumento de la demanda del programa, que involucra de un modo a otro a 300 familias, ha sido espectacular desde se creó. No le sorprende. Según sus propias investigaciones, un 63% de los adolescentes en nuestro país afirman que no podrían vivir sin su móvil, y la mitad confiesa manipularlo más de 275 veces al día, esto es, cada cinco minutos. “Hace siete años constaté que había una necesidad social. Entonces nos tildaban de locos, pero el tiempo nos ha dado la razón”, concluye Masip, partidario de una norma estatal para fomentar el buen uso del móvil: “¿Verdad que estamos hartos de la eterna discusión en casa “Quiero un móvil, todos mis amigos lo tienen”? Pues si hubiera una ley estatal que no permitiera que ningún menor de 16 años tuviera móvil se acabaría con esto. Hay normas que facilitan la convivencia y mejoran la vida”.

No a la prohibición

Al contrario de Masip, Charo Sádaba, profesora de la Universidad de Navarra, se manifiesta “en el no a la prohibición del móvil en el centro educativo”. “Yo entiendo que se pueda usar dentro de un orden, sin que sea disruptivo en la dinámica del aula, y creo también que hay clases en las que el móvil no pinta nada, pero prohibiéndolo se pierde una oportunidad y se lanza el mensaje de que está proscrito, negándole cualquier posibilidad de educación que, en realidad, con una adecuada formación del profesorado, sí tiene”, analiza.

Otro problema, para Sádaba, es cómo se materializa la prohibición -¿examinando las mochilas a la entrada?- y a qué se expone quien la incumple: “Creo que se corre el riesgo de equiparar el ir con móvil a clase con otros comportamientos no equiparables y, peor, de hacerlo más deseable aún a los ojos de los adolescentes, al transmitirles que a los adultos no les gusta”.

Sádaba entiende cómo los móviles, la gestión de la tecnología que los alumnos portan en sus mochilas, complica muchas veces la existencia de los centros, pero prohibir le parece la “solución fácil”. “Cuanto más cerca esté la situación educativa de la realidad, mejor. Prohibiendo los móviles no estaremos atendiendo la competencia digital desde las aulas, cuando se ha demostrado que es posible”, zanja. Una desatención que llegaría precisamente cuando la Comisión Europea acaba de revisar su Marco de Referencia de Competencias Clave entre otras razones porque “una sociedad cada vez más móvil y digital reclama nuevos modos de aprender”.

César Poyatos es profesor en un centro concertado de Madrid. Coincide en que prohibir es “perder una oportunidad para educar en el buen uso de estos dispositivos”. “Nosotros nos adaptaríamos a la normativa vigente, pero, como en muchos centros no muy dotados tecnológicamente, el modelo que hemos seguido hasta ahora es el BYOD”, explica. El bring your own device (trae tu propio dispositivo) cuenta con numerosos adeptos. Entre ellos, el Instituto Nacional de Nuevas Tecnologías Educativas (INTEF), que ha editado una guía para aplicarlo en las aulas. “Nosotros hemos venido usando los móviles con fines didácticos y educativos, con la supervisión y dinamización del docente, mostrando a los alumnos que sirven para algo más que para hacerse selfies, entrar en redes sociales o jugar al Fortnite. Trabajando con ellos en clase hemos aprendido a categorizar la información, producir contenidos multimedia o hemos podido explicar mejor la lección de física”, explica Poyatos, que subraya la contradicción que supondría prohibirlo desde un ministerio que, a través de INTEF, sigue ofreciendo cursos tutorizados de Mobile learning.

De todas formas, Poyatos pide no reducir el debate al blanco o negro: “Hay un espectro de grises”. Con él, “Ni en el sí ni el en no”, está Carlos González, profesor de geografía e historia en secundaria en un instituto de Palencia: “Yo llevo tres años usando los móviles en el aula y creo que aportan. En mi centro actual la normativa dicta que en principio no se traen, salvo que algún profesor los requiera para alguna actividad concreta. Hay un peligro, que hagan una foto o graben en el centro y lo empleen para hacer bullying, pero la solución no debería ser la prohibición total. Es demasiado tajante, y me parece la solución fácil”.

Junto con otros docentes de otros centros, González ha encabezado proyectos que, por ejemplo, convirtieron el hashtag #EpocadeRevoluciones en trending topic cuando sus alumnos estudiaban la revolución francesa y la americana. “Yo sé que a veces, usando el móvil en el aula, me la juegan, pero asumo que lo que lo que gano es más que lo que pierdo”, reconoce. Por otra parte, no obvia el problema de la adicción al móvil: “Un porcentaje bastante alto de mis alumnos reconoce dormir con el móvil en la cama, y creo que es interesante abordar este fenómeno trabajando con las familias, desde el Ministerio, desde las consejerías de Educación… pero empezar por el uso indebido del móvil en el aula… Me parece una gota de agua en el mar”.

Frente a la prohibición estatal, aboga González por revisar la normativa de uso del móvil en los centros. En cuanto a sus prácticas de aula concretas, asegura que, de desterrarse este, no serían imposibles, pero sí se le complicaría un poco la vida: “Cuando empleamos Kahoot!, de preguntas y respuestas, tendríamos que ir al aula de informática, que quizá no esté lista, o esté ocupada, o no cuente con ordenadores para todos… Igual que para realizar rastreos de un tema concreto a través de internet, o para actividades como #EpocadeRevoluciones: Los alumnos redactarían los tweets en un cuaderno y los lanzaríamos desde el aula de informática o bien como tarea para casa”, ejemplifica.

Manuel Jesús Fernández Naranjo es profesos de ciencias sociales en un instituto de Sevilla, instituto en que los móviles están prohibidos, “salvo si se presenta un proyecto que justifique su uso educativo bajo el paraguas del BYOD”. “El problema no es la tecnología y los dispositivos para su uso”, plantea, “sino entender qué posibilidades me ofrecen para que el alumno aprenda”. En las clases de Fernández Naranjo los alumnos emplean el móvil para grabar audios, hacer vídeos, participar en debates, realizar auto y coevaluación, buscar información, elaborar infografías, presentaciones o documentos, calcular, viajar por el mundo o jugar para aprender… “sintiendo que la escuela acepta sus lenguajes y, por tanto, a ellos mismos, convirtiéndose en alumnos cada vez más autónomos, responsables y participativos”. ¿Se podría hacer esto de otra manera? “Seguramente, no”, responde Fernández Naranjo, que acusa a los partidarios de la prohibición de “falta de reflejos” y se muestra muy pesimista si esta finalmente se materializa: “El problema más importante de la escuela es que está muy alejada de la realidad que le rodea. Prohibir los móviles sólo haría que esta brecha fuera mayor y que la escuela como institución perdiera la poca influencia que le queda”.

¿Adicción?

Xavier Carbonell es psicólogo y catedrático de la facultad de Blanquerna. También está en el no a la prohibición: “El móvil es un instrumento muy potente como para no usarlo en educación. Esta debería incluir vivir en un mundo digital del que el móvil forma parte. Que la escuela pierda la oportunidad de enseñar a los estudiantes cómo usarlo me parece un posicionamiento arcaico”.

Experto en adicciones, explica que no existe en realidad una adicción al móvil per se. Sería a las apuestas a través del móvil, por ejemplo: “El móvil hace más accesibles, por proximidad y privacidad, conductas que, de no ser privadas, sería más difícil llevar a cabo, pero eso no es adicción al móvil, sino que es a través de él, de ciertas webs o apps, como se materializan”, zanja Carbonell. Para él, no se trata de prohibir sino de enseñar a usar el móvil como instrumento, respetando a los demás: “Son casi medidas higiénicas, de educación, para hacer un uso consciente de este aparato. Ya los hay que ofrecen sistemas de control, para que sepas en qué lo estás usando, si te estás pasando cuatro horas al día en redes sociales, por ejemplo”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/09/24/moviles-en-las-aulas-si-o-no/

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Camerún: Mendicidad prohibida por culpa de Boko Haram

Redacción: El País/27-09-2018

En Maroua, en el extremo norte de Camerún, se confina a los menores desplazados en escuelas coránicas

Es viernes, los altavoces llaman a la oración del mediodía en las mezquitas. Grupos de hombres, jóvenes y niños se dirigen hacia ellas. En las proximidades algunos hacen las abluciones, mientras que otros ya han iniciado las plegarias y se inclinan y alzan sobre las alfombras. Es una escena que se repite en cientos de ciudades de todo el mundo cada semana. Sin embargo, en Maroua, la capital de la región del extremo norte de Camerún, falta un elemento clave de esta estampa: los mendigos que normalmente se aglutinan en las cercanías de los lugares de oración a la espera de que les caigan algunas monedas que les alegren el día al tiempo que ayudan a los fieles musulmanes a cumplir con uno de los pilares de su religión.

Igualmente, los niños tabilés, que hasta no hace mucho tiempo recorrían las calles de esa ciudad con sus latas o botes de tomate o de leche en polvo atadas con una cuerda que cruzan sobre su pecho, en busca de algo de comer o de la tasa que les impone el maestro coránico antes de volver a casa, se han esfumado. También se echan en falta los menores que antaño recorrían las calles vendiendo todo tipo de productos al caminante; desde galletas a destornilladores, pasando por ambientadores para el coche o escobillas para el wáter. Imágenes fijas de muchas ciudades africanas que en Maroua desaparecieron hace algunos años.

Las amplias avenidas y bulevares sombreados por acacias y salpicados de socavones de la cuadrícula que se extiende entre los cauces (arenales que solo se llenan de agua en el culmen de la estación de lluvias) de los ríos Ferngo y Kalio, a los pies de los montes Mandara, están limpios de estos personajes tan omnipresentes en muchas de las grandes urbes africanas. No se debe a una huelga de mendigos (como aquella sobre la que tan irónicamente imaginó Aminata Sow Fall). No, nada que ver con eso. En este caso es una de las consecuencias directas del peligro que representa la expansión de Boko Harampor el extremo norte de Camerún. El grupo yihadista que tiene sus orígenes en la ciudad nigeriana de Madiuri, a 200 kilómetros al noroeste de Maroua.

El grupo yihadista que tiene sus orígenes en la ciudad nigeriana de Madiuri, a 200 kilómetros al noroeste de Maroua

Las cicatrices que varios atentados dejaron en le bar Le Boucan y en el Mercado Central de la ciudad en 2015 ya no están visibles, aunque son muchos los ciudadanos que recuerdan aquellos días con todo lujo de detalles. En ambos casos, se utilizaron niñas que con cinturones de explosivos fueron enviadas en medio a la multitud antes de hacerlas explotar a distancia. Algunas de las medidas adoptadas por las autoridades para evitar la repetición de hechos similares fueron el toque de queda, impedir la circulación de motos por la ciudad (medio que los terroristas suelen utilizar en sus desplazamientos) y la prohibición de la mendicidad y la venta ambulante.

Tres años después de aquellos sucesos, Maroua vuelve a respirar y se siente más segura gracias, sobre todo, a la fuerte militarización de la zona y a las últimas derrotas sufridas por Boko Haram a manos de los ejércitos nigeriano y camerunés. Ahora, el toque de queda ha desaparecido, Le Boucan y otros muchos bares han retomado su actividad y las motos invaden cualquier espacio libre de la ciudad. Sin embargo, sigue prohibida la mendicidad y la venta ambulante.

La ONG no tiene ningún programa previsto para la escolarización de estos niños y niñas, solo su confinamiento

Los más jóvenes, especialmente los menos privilegiados, entre los que destacan los cientos de desplazados que han llegado a la ciudad huyendo de los ataques de fracciones de los yihadistas en busca de comida contra las aldeas fronterizas con Nigeria, se han convertido en sospechosos y son vigilados de cerca. «Hay peligro de radicalización. Por eso se les hace un seguimiento especial para evitar que se conviertan en kamikazes”, explica Ahmadou Moudadjamou, secretario general de la ONG Colectivo de Organizaciones de la Sociedad Civil Contra la Radicalización y el Terrorismo (COSC-CRT).

Su organización apoya a las escuelas coránicas a las que acuden estos niños. Es más, a través de los jefes tradicionales de los barrios de Maroua, identifican a los niños desplazados y los obligan a asistir a estos centros para controlarlos mejor.

El maestro de una escuela Coránica de Maroua posa en su clase.
El maestro de una escuela Coránica de Maroua posa en su clase. CHEMA CABALLERO

“Aunque seguimos tanto a los niños como a las niñas, tenemos especial interés en estas porque ellas son las más utilizadas como bombas”, afirma Moudadjamou. Su organización también hace un seguimiento muy estricto de las madres, “porque no se sabe qué discurso tienen con sus hijas. Hay que prestar atención a este aspecto”. COSC-CRT ha iniciado una primera fase de sensibilización de estas mujeres, algo que se ve como complementario al trabajo con las niñas “porque podemos conseguir que estas no se radicalicen, pero las madres pueden continuar con sus discursos”.

Esta perspectiva ignora que, en la mayoría de los casos, las niñas que son utilizadas para cometer atentados no participan de forma voluntaria en ellos. No están radicalizadas y se ofrecen como mártires. Normalmente, son obligadas por los terroristas a mezclarse entre la multitud, desconocedoras (o atemorizadas) de que portan un cinturón de explosivos y de cuál va a ser su fin.

Estos programas son responsables del gran número de niñas que acuden cada día a las escuelas coránicas de Maroua. El barrio de Fassao-Doulare acoge una de estas escuelas creada para acoger a menores desplazados. El jefe del barrio se siente orgulloso de obligar a estos niños a acudir todos los días a las clases en tres sesiones: de 6.00 a 8.30, de 14.00 a 17.00 y de 20.00 a 21.00. «Una forma de tenerlos ocupados y controlados», explica.

Bajo un sombrajo fabricado con esteras de rafia y sacos de plástico que antes contuvieron fertilizante (construido por la ONG), varias docenas de niñas y niños se sientan en el suelo. Los niños están a la derecha y las niñas a la izquierda. Cada uno sujeta en la mano una tablilla de madera y recita los versículos del Corán allí escritos y que tiene que memorizar antes de que el maestro le escriba unos nuevos. Una algarabía estridente, a la que las gallinas que picotean alrededor de la clase parecen ajenas, inunda el ambiente. Chicos mayores, con látigos hechos de goma o palos, circulan entre los alumnos y golpean a aquellos que se distraen. Los niños que no tienen familia duermen ahí, sobre esas mismas esterillas de plástico en las que ahora se sientan. Antes pasarían gran parte del día mendigando por las calles con sus latas atravesadas sobre el pecho. Ahora, lo tienen prohibido, por lo que dependen de lo que sus familias puedan aportar para su alimentación, que es más bien poco, al estar desplazadas.

Son niñas y niños que solo aprenden el Corán. Que dedican años a esta tarea. Que no acuden a las escuelas públicas. Que al igual que sus maestros ignorarán el francés o las matemáticas. Que cuando lleguen a la adolescencia se darán cuenta de que se han quedado atrás en una sociedad cada día más global, que no tienen las herramientas y recursos para acceder a trabajos bien pagados. “Eso puede generales rabia y frustración, lo cual sí puede ser un elemento para su radicalización”, opina uno de los expertos del Centro de Estudios e Investigación en Paz y Seguridad de la Universidad de Maroua, que pide mantener el anonimato. La ONG no tiene ningún programa previsto para la escolarización de estos niños y niñas, solo su confinamiento y seguimiento en escuelas coránicas.

Los perjuicios y una errónea identificación de la situación pueden crear en un futuro no muy lejano un problema mayor del que se pretende evitar en la actualidad.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/09/10/africa_no_es_un_pais/1536591064_368670.html

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El Tribunal Supremo de Brasil considera ilegal la opción de educar en casa

América del sur/Brasil/26 Septiembre 2018/Fuente: El espectador

El Supremo analizó el recurso presentado por los padres de una niña que en la época tenía 11 años, después de que la secretaría de Educación del municipio de Canela, en Río Grande do Sul (Brasil), negara un pedido para que la menor estudiara en casa.

El Tribunal Supremo de Brasil (STF) negó hoy un recurso que solicitaba el derecho de que los padres puedan retirar a sus hijos de la escuela para educarlos en casa debido a la ausencia de una ley que regule esa modalidad.

La mayoría de los magistrados de la corte consideró que la educación en casa exige la aprobación de una ley que garantice una evaluación de aprendizaje en el hogar, según informó el STF en un comunicado.

El Supremo analizó el recurso presentado por los padres de una niña que en la época tenía 11 años, después de que la secretaría de Educación del municipio de Canela, en Río Grande do Sul, negara un pedido para que la menor estudiara en casa.

Los progenitores de la niña habían apelado en instancias inferiores y, tras las negativas, recurrieron al Tribunal Supremo. El único magistrado que se mostró a favor de la enseñanza en el hogar fue el juez Luis Roberto Barroso, instructor del caso, que consideró que la medida es constitucional debido a su compatibilidad de con las finalidades y los valores de la educación infantil y juvenil recogidas en la Constitución.

«Los niños que son educados en casa, de acuerdo con investigaciones relevantes, no solo tienen mejor desempeño académico, como también presentan un nivel de socialización mayor, encima de la media (…)», afirmó Barroso, quien votó en una sesión iniciada la semana pasada.

Siete jueces consideraron que la educación en casa tan solo podrá ser permitida una vez que sea aprobada una ley que la regule, mientras que otros dos magistrados consideraron que la Constitución no admite dicha modalidad de enseñanza.

De acuerdo con la página de Asociación Nacional de Educación Domiciliar de Brasil, actualmente hay 5.000 familias, con cerca de 10.000 estudiantes, que enseñan a sus hijos en el hogar.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/el-tribunal-supremo-de-brasil-considera-ilegal-la-opcion-de-educar-en-casa-articulo-811907

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Argentina: secuestran y torturan a docente de Moreno

América del sur/Argentina/13 Septiembre 2018/Fuente: La izquierda diario

Se trata de Corina De Bonis, maestra del CEC 801. La levantaron en un auto, la golpearon y le escribieron un mensaje amenazante con punzón en el abdomen.

En horas de la tarde un auto secuestró de la calle a Corina De Bonis, docente del Centro de Educación Complementaria N° 801 de la localidad de Moreno, en el oeste del Gran Buenos Aires.

La levantaron en un auto, le pusieron una bolsa en la cabeza, la golpearon y le escribieron un mensaje amenazante con punzón en el abdomen: «Ollas no», en referencia a la labor solidaria que la maestra realizaba para alimentar a los chicos del barrio.

La semana pasada ya había recibido amenazas similares: «basta de hacer política», «No a las ollas populares».

Desde el Suteba Moreno repudiaron la agresión sufrida por De Bonis. «Estas acciones cobardes, típicas de grupos de tareas de las etapas más oscuras de la historia de nuestro país no lograrán frenar el legítimo reclamo de dignidad para nuestro pueblo», indicaron.

Además, dieron a conocer que otra maestra, Luján Abad Chas, también recibió una amenaza impresa en el portón de su casa.

Así amenazaban a Corina De Bonis y sus compañeras del CEC 801 de Moreno

Roberto Baradel, Secretario General del SUTEBA provincial indicó que como gremio están realizando la denuncia pertinente ante la fiscalía y que él se comunicó personalmente con Cristian Ritondo para informar a las autoridades. «Vamos a darle la máxima difusión para que esto no quede impune y para proteger a los compañeros», señaló.

Por su parte, los diputados del PTS-Frente de Izquierda, Nicolás Del Caño y Nathalia González Seligra repudiaron el hecho y se solidarizaron con las docentes perseguidas.

Nicolas del Caño@NicolasdelCano

No quieren que las docentes se unan a la comunidad de Moreno. No quieren que organicen ollas populares para que los pibes tengan un plato de comida!! por eso la secuestraron!! son una basura. Toda nuestra solidaridad con la docencia!!

Nicolas del Caño@NicolasdelCano

Secuestraron, golpearon y amenazaron a una docente en Moreno x organizarse y reclamar ante la grave situación de las escuelas. Dijeron basta después de las muertes de Sandra y Rubén y ahora atacan a la docencia con métodos de la dictadura. Todo nuestro repudio!

El populoso municipio de Moreno está gobernado por el Frente para la Victoria través del intendente Walter Festa. Precisamente el área educativa viene siendo un terreno de disputa entre el kirchnerismo y Cambiemos. De hecho cuando Sandra y Rubén fallecieron por un escape de gas en la escuela donde trabajaban el Consejo Escolar municipal estaba intervenido por el Ministerio de Educación del gobierno de María Eugenia Vidal.

La Agrupación Marrón de Suteba repudió «el secuestro, las amenazas y agresiones que sufrió Corina De Bonis. Estos métodos intimidatorios similares a los que utilizaba la triple A merecen el repudio de todos los organismos de Derechos Humanos, sindicatos y agrupaciones. Desde la agrupación Marrón decimos: nunca más a estos ataques contra los que luchan. Vidal y Macri son responsables».

La misma agrupación agregó que «este brutal atentado se da en el día que se declaró la emergencia educativa en Moreno, en medio de amenazas a docentes con escritos y ataques a sus vehículos contra las ollas que vienen organizando. Esto tiene un origen el ataque de Macri y Vidal contra los docentes. La respuesta de los docentes y de toda la comunidad educativa tiene que ser contundente mañana: miles de guardapolvos blancos en las calles tenemos que decir: nunca más estos ataques contra los docentes que luchan y sostienen la educación pública. Vidal y Macri son responsables».

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/urgente-secuestran-y-torturan-a-docente-de-moreno?utm_content=buffera4a67&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer

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Presidente de Paraguay se reúne con expertos en educación

América del sur/Paraguay/13 Septiembre 2018/Fuente: Prensa Latina

El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, se reunió con expertos en Educación y Tecnología, dos de las ramas más importantes con las que su Gobierno intentará fortalecer su sistema educativo, informaron hoy fuentes autorizadas.
Ese plan contará con el respaldo y colaboración de la organización Paraguay Educa y la Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación (ISTE), con lo que la nación guaraní tratará de darle un vuelco total a su sistema educativo considerado obsoleto, según las fuentes.

Los ministros de Educación y Cultura, Eduardo Petta; de la Secretaría de Información y Comunicación, Alejandro Peralta; el primer ejecutivo (CEO) de ISTE, Richard Culatta, entre otros invitados e instituciones, estuvieron en la visita al jefe de Estado.

El estadounidense Culatta, experto en educación y tecnología, señaló a la prensa que la recomendación que hicieron al Gobierno fue crear un plan nacional para el uso de la tecnología.

Expresó que la reunión fue propicia porque se habló de las oportunidades que existen en Paraguay en el uso de los avances científicos como una manera de mejorar las posibilidades estudiantiles en el sistema educativo.

Conocedores opinan que la mala educación es un serio problema de la realidad paraguaya porque presenta falencias que deben ser solucionadas en la mayor brevedad posible.

Los resultados de las últimas pruebas del Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (Snepe), señalan que persisten temas centrales que requieren el desarrollo de acciones concretas en diferentes niveles institucionales, locales, departamentales y nacionales.

Para la especialista y docente de Investigación para el Desarrollo, Gabriela Walder, la situación actual de la enseñanza es responsabilidad de varios sectores, no solo del Ministerio de Educación y Ciencias.

La investigadora remarcó que es importante acotar que los padres, maestros y el ministerio tienen su cuota de responsabilidad en el mal rendimiento de los alumnos.

Walder mencionó que los principales asuntos son la permanencia en las escuelas y la calidad de la educación, problemáticas que requieren una intervención inmediata.

Los investigadores plantearon posibles soluciones como el fortalecimiento de políticas de ingreso oportuno, el desarrollo de estrategias didácticas que contemplen la diversidad y contar con escuelas que privilegien el encuentro y la creación, no solo lo cognitivo.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=209825&SEO=presidente-de-paraguay-se-reune-con-expertos-en-educacion
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Ir y venir de las reformas

Por: Carlos Ornelas

De acuerdo con porciones de la literatura internacional sobre reformas educativas, todos los intentos de cambio expresan propósitos preclaros —elevar la calidad de la educación es el dominante en estos años— aunque a veces sus acciones se encaminan a lo contrario. Hay reformas “placebo”, como las califican Mark Ginsburg y Susan Cooper: ofrecen remedios a males detectados, pero son inocuos. Otras son “idílicas” porque hacen propuestas inalcanzables que, sin embargo, generan expectativas en amplios grupos que, al ver frustrados sus anhelos, caen en la desesperanza o en la protesta política. Éstas, según Hans Weiler, provocan legitimidad “compensatoria”, pero de corta duración.

No obstante, en los intentos serios de reforma, los propósitos de cambio se alinean a la identificación clara de fallas, rutinas o prácticas que los reformadores consideran perniciosas para el aprendizaje de los alumnos y diseñan instrumentos —políticos y legales— para afrontar las deficiencias.

Casi siempre, estos tres tipos de reforma siguen un derrotero descendente: de la cúspide del poder político o económico hacia las estructuras del sistema. En aquellas en que los reformadores se aplican tratan de que sus apuestas lleguen a la base del sistema —el salón de clases— y de convencer a los maestros de que modifiquen —al menos en parte— ciertas prácticas.

Ninguna reforma educativa, por muy elevados que sean sus fines y que haya detallado las deficiencias que quiere subsanar, tiene un éxito absoluto —ni aún en plazo largo—, pero tampoco fracasa por completo, siempre deja un sedimento que otros reformistas tomarán en el futuro.

La mayor parte de las reformas educativas que han emprendido los gobiernos de México han sido de superficie. Explico, no llegan a la base del sistema, no alcanzan profundidad. Desde mi perspectiva, sólo tres tocaron a escuelas y maestros y dejaron solera que aún gobierna parte del sistema educativo mexicano. La que lideró José Vasconcelos, el joven, la de los años de la educación socialista, de plazo breve, y la de la unidad nacional cuyo ideólogo e impulsor fue Jaime Torres Bodet.

Dado el diseño y las consecuencias, no implica una reflexión sesuda postular que la Alianza por la calidad de la educación, que firmó el gobierno de Felipe Calderón con Elba Esther Gordillo, fue una reforma placebo. La única derivación fue el crecimiento del poder de ella, su grupo y los líderes de todas las facciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, pero con efectos graves en la institución de la Secretaría de Educación Pública y sin resultados positivos ni en la organización escolar, ni en la preparación de los docentes ni en el aprendizaje de los alumnos.

Desde su campaña y ahora con la consulta, el futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador, y el próximo secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, han generado expectativas inmensas: no habrá rechazados en la educación superior, becas para todo mundo, 100 nuevas universidades y crecimiento exponencial de la matrícula. Pero hay dudas de que puedan cumplirse; no es asunto de voluntad política, sino de recursos, diseño y seguimiento correctos. Seis años es un plazo breve.

Lo que sí podrá cumplir, dada la legitimidad del voto y la mayoría de Morena en las cámaras, es repeler ciertas tramas de la reforma del gobierno de Peña Nieto. Sin embargo, corre el riesgo de quedar prisionero de los viejos intereses corporativos y en lugar de una nueva transformación educativa tengamos un retorno al pasado.

EMB anunció la semana pasada en Durango que regresarán a las aulas “los maestros que fueron dados de baja por no asistir a las evaluaciones magisteriales”. Parece que hay voluntad de cumplirle a la CNTE, pero —tal vez— a costa de perjudicar a la niñez.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/ir-y-venir-de-las-reformas/

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