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España: Jóvenes adictos al móvil: agresividad y fracaso escolar

España /  febrero de 2018  / Autor: Carmen Morales Puiseguir / Fuente: El Mundo

Pedro -nombre simulado-, 19 años, abandonó la Universidad porque no encontraba hueco durante el día. Su tiempo lo engullía el teléfono móvil. Enganchado a la redes sociales, a las series, a los chats. Parte del día y gran parte de la noche, hasta las 4 o las 5 de la madrugada.

Su madre llegó a tirarle un vaso de agua a la cara en una ocasión, harta de verlo con el rostro pegado a la pantalla. Un incidente más en una convivencia familiar rota por los insultos, los portazos y las peleas causadas por el empleo descontrolado del móvil por parte de Pedro.

El Ministerio de Sanidad estima que un 18% de los jóvenes de entre 14 y 17 años usa de modo compulsivo el teléfono, aunque algunos expertos aún se resisten a catalogarlo de adicción y prefieren el término abuso. Pero la OMS ya considera el empleo desmedido de videojuegos una adicción. El pasado viernes, el Consejo de Ministros anunció que la nueva Estrategia Nacional de Adicciones incluye, por primera vez, las «adicciones sin sustancia», es decir, a las tecnologías, al juego y a los videojuegos. El plan se extenderá hasta 2024 y contará con más de mil millones de euros. Al lobo se le ve ya algo más que las orejas.

«Uno de los indicadores de la existencia de un problema es la pérdida de autocontrol», explica Joana María Solano, terapeuta del Programa Ciber de Proyecto Hombre. «Si el profesor repite a un alumno que deje el móvil y, al instante, el niño lo coge es una falta de autocontrol qué debe alertarnos», subraya. Si algunos de los padres intenta quitárselo de las manos y reacciona con agresividad, la señal también es evidente. Quizás ya no se trata de una pataleta adolescente.

En el caso de Pedro, relata su madre -que prefiere permanecer en el anonimato- a los 13 años empezó a reclamar un teléfono que casi todos sus compañeros poseían. Además, Pedro no lograba integrarse en el colegio y su carencia contribuía a la exclusión. La presión del entorno venció y lo obtuvo con 13 años. También descubrió las redes sociales.

«Entendí que había un problema cuando una amiga suya le dijo a su madre que mi hijo enviaba mensajes hasta las 5 de la madrugada», recuerda esta mujer. Los intentos de despegarle de la pantalla desembocaban siempre en gritos, insultos y desprecios a la familia.

La conducta agresiva se generaliza en este fenómeno. «El móvil sobreestimula el cerebro», remarca Solano, «que se acostumbra a estar siempre en activo.Y si esto no se corta a tiempo, llegará un punto en el que un menor no sabrá dormir sin mirarlo y sin los cascos puestos». Cuando se intenta retirar el terminal -que muchos creen un derecho inalienable-, el conflicto explota. Solano relata que otra paciente «mordió a su madre» cuando le quitó el aparato.

Actualmente, el Programa Ciber de Proyecto Hombre trata a 10 jóvenes por uso descontrolado del teléfono. «En un aula escolar, si preguntas, solo un 10% de los alumnos duerme con el móvil fuera de la habitación», explica Solano, «muchos descansan con el dispositivo debajo de la almohada, mientras se carga. Algunos de mis chicos en tratamiento te dirán que necesitan sentir el dispositivo pegado al cuerpo».

«Para los adolescentes, el teléfono es su mano izquierda», escribía en una redacción otra chica en tratamiento en Proyecto Hombre. Como una extremidad, un miembro más del cuerpo, que si les quitas, les hace sentir incompletos y desconectados.

Cansada de luchar contra Pedro, su madre decidió internarlo en un colegio en la península. Creía que alejarlo del entorno, sujetarlo a una disciplina de estudio le beneficiaría. «Lo fue porque conseguí que se sacará la Selectividad. Solo el 17% de estos chicos lo consigue», lamenta, «pero allí seguía consultando el móvil cuando cumplía con los horarios impuestos por el centro». Tras tres años allí, Pedro regresó a la isla, y continuó el abuso descontrolado. También se había acostumbrado a la libertad, algo que de vuelta a casa, recriminaría con añoranza en numerosas discusiones a sus padres.

Hace meses, tanto él como su madre empezaron a acudir a terapia. Las peleas continuaban. Pedro había abandonado la facultad y se había convertido en un nini pegado siempre al teléfono. «No entiendo en qué hemos fallado. Le hemos dado buena educación, oportunidades, viajes», lamenta esta mujer, «o quizás ése fue el problema, tenerlo todo fácil y que no valore las cosas».

Solano insiste en la importancia de los límites. «Si se pacta una hora, es una hora de móvil. No más», subraya. También es muy importante el modelo que los padres constituyen para los niños. «Cae por su propio peso que si un padre está siempre pegado a la pantalla, queda desautorizado para pedirle a su niño lo contrario», lamenta, «los móviles son el regalo estrella de las comuniones.Los profesores de Instituto alucinan cuando ven a alumnos de 12 años con un teléfono de 1.000 euros».

La terapia también intentará que el niño establezca una serie de pautas para controlar su vida. También desempeñará, junto a la familia, un trabajo de autoconocimiento para determinar los motivos por los que el móvil sirve para tapar sus frustraciones. Mediante atención personalizada, «realizamos un profundo trabajo interior». Durante los encuentros, el objetivo es que tomen conciencia de sus debilidades, factores de riesgo y de control del tiempo, sobre todo, del ocio. La falta de medidas a este problema puede ser la antesala a otro tipo de adicciones que faciliten la evasión.

A diferencia de drogas como la cocaína, de cuya adicción el enfermo debe alejarse para rehabilitarse, ¿cómo se aparta a alguien de algo tan normalizado como el móvil? «Sí puede lograrse la rehabilitación y no, no se les aparta del móvil. Se les enseña a usarlo de manera responsable», aclara la terapeuta. No obstante, insiste en que la terapia «no es un proceso lineal, tiene altibajos».

Pedro empezó a trabajar hace unos meses, un éxito del tratamiento. Pero se acaba de comprar un móvil de más de 1.000 euros. Su madre admite que durante su época de nini enganchado al móvil, le echó de casa en varias ocasiones. «Me avergüenza admitirlo. No podía tener a alguien que no contribuía en nada y que sólo miraba una pantalla. Además, él cree que no tiene ningún problema. Toda esta situación me produce mucho dolor, a pesar de los avances de la terapia», admite.

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La formación obligatoria de los padres en el colegio

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Daniel Poyatos Soguero / Fuente: HuffPost

¿Debe ser obligatorio un curso de formación para ser padre o madre? Esta pregunta de índole hiperbólica, e incluso humorística, podríamos reformularla y ganar en realismo para referirnos a la educación que están recibiendo nuestros pequeños. ¿Debe ser obligatoria la formación de los padres dentro del colegio?

Sirva de posición preliminar la contraria a esa corriente que separa casa y escuela. No coincido con quien critica y discute las malas prácticas de las familias. Pienso que se deben a la inconsciente y deficiente formación de los padres para atajar los problemas derivados de la educación de sus hijos. Apoyo a los padres y entiendo las dificultades sociales, laborales, económicas y culturales que tienen que afrontar. Por ello, es necesario echar una mano. ¿Quién mejor que los profesores y educadores en general para prestarla?

El utópico cambio educativo

Frente a décadas de inmovilismo, las circunstancias actuales propician un cambio en la pedagogía dentro de las escuelas. La mutación educativa está en marcha. A ritmo lento, eso sí. Cada vez son más los maestros que innovan. Hito beneficiado por los avances tecnológicos, que permiten compartir y viralizar en un clic las buenas experiencias educativas.

Sin embargo, este cambio educativo es utópico. No se podrá alcanzar nunca sin las familias. Ellas son quienes pasan más tiempo juntas. Son el ejemplo a seguir para los niños. Los maestros podemos inspirar. Guiar. Transmitir. No hacer magia.

De nada sirve que motivemos a los alumnos a esforzarse si sus padres no se esfuerzan. Que insistamos en aprender cultura si sus padres la desprecian. Que intentemos que lean si sus padres no cogen un libro.

Generalmente, de nada sirve que enseñemos persistencia a los alumnos si sus padres no son persistentes. Que aprendamos a solucionar conflictos si sus padres lo arreglan a gritos o golpes. Que les motivemos a esforzarse si sus padres no se esfuerzan. Que insistamos en aprender cultura si sus padres la desprecian. Que intentemos que lean si sus padres no cogen un libro. Que alertemos de los riesgos digitales si sus padres usan el móvil para entretenerlos. Que trabajemos valores si sus padres los consideran un lujo innecesario. Que respetemos normas si en su casa no existen.

O de nada sirve que les enseñemos Matemáticas, Ciencias o Lengua si los niños no han sido estimulados previamente.

El ejemplo de la estimulación y sobreestimulación

Una metáfora. El niño es como una semilla. Si proveemos las condiciones necesarias, germinará. Crecerá. Florecerá. La estimulación cerebral en los primeros años de vida, y la consiguiente formación de circuitos neuronales, es la base para el desarrollo integral del ser humano. Es el agua, la luz y la tierra para la planta. Experiencias y juegos sensoriales, motores o didácticos son ejemplos de estimulación temprana.

Siempre en su justa medida. Sin caer en la sobreestimulación. Igual que no podemos regar en exceso una planta. Se dan casos de padres que sobreestimulan con desmesurada carga académica. Y repercuten de forma negativa en el desarrollo social y personal de sus hijos.

La exigua estimulación o la sobreestimulación representan errores clásicos. Son ejemplos de recomendaciones sencillas que podemos enseñar a los padres.

La formación para padres no es una novedad. Lo que sí sería original sería su asistencia y participación obligatorias

¿Cómo formarles?

La colaboración entre escuela y familias ha resultado, en la mayoría de casos, insatisfactoria e insuficiente.

Es por ello que la propuesta de realización de cursos o talleres para padres en el colegio no es descabellada. Una formación para padres. Donde enseñemos a enseñar. Educar para educar. Nutrir de recomendaciones, herramientas y técnicas básicas y específicas. Muchos las aprovecharán.

No es una novedad. Lo que sí sería original sería su asistencia y participación obligatorias. Siempre amparadas por las administraciones, que deberán atender y facilitar la conciliación familiar y laboral de padres y docentes.

Los profesores debemos pausar nuestra mirada crítica hacia los padres. Unir casa y escuela. Derribar paredes. Mostrar comprensión. Porque podrían haber sido víctimas de un tipo de sociedad que llevamos años construyendo.

Vaticino que sólo sería necesario llevarlo a cabo unas cuantas generaciones. Hasta que encontremos la senda para la buena educación. Que dejará de ser utópica.

Fuente del Artículo:

http://www.huffingtonpost.es/daniel-poyatos-soguero/la-formacion-obligatoria-de-los-padres-en-el-colegio_a_23345992/

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Pau Mari-Klose: La escuela no es un instrumento meritocrático ni de inclusión.

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: El Diario de la Educación / Fuente: EducaTribu

El diario de la educación publicó esta entrevista a Pau Mari-Klose el pasado día 18 de enero. Daniel Sánchez Caballero fue el encargado de realizarla. La traemos a nuestra web porque consideramos muy importante la reflexión sobre una de las funciones que consideramos esencial en el papel que la escuela debería cubrir y no cubre, o dista mucho de cubrir suficientemente.

Pau Mari-Klose es toda una autoridad cuando se habla de pobreza infantil. Es profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza. En los más de diez años que ha dedicado al tema, ha averiguado que la pobreza es mucho más que falta de dinero, que es una situación de la que es difícil salir y que, desde luego, la escuela no acaba de ayudar.

Para fijar el marco, ¿qué es ser pobre?

Son las familias con ingresos equivalentes inferiores al 60% de la mediana de ingresos. Eso se ajusta por la composición del hogar (número de miembros y edades). Esta es la definición convencional de pobreza, que da un número, que en España es el 28%. Hay otros indicadores que dan otros números. La pobreza refleja situaciones de privación material que van asociadas a otros déficit (educativos, de capital social, es decir, la capacidad de tener entornos sociales donde puedes encontrar recursos o información). Estas situaciones en algunos casos son transitorias, pero en muchas son bastante permanentes. Esto no quiere decir que no se pueda escapar de la pobreza, muchas familias pasan vaivenes en su vida, pero buena parte del tiempo se encuentran en situación de desventaja económica, estén por debajo del umbral de la pobreza o justo por encima.

La pobreza no solo es problemática porque afecte a bienestar o rendimiento educativo de un niño o genere un problema sanitario, sino porque cuando ese niño sea adulto arrastrará problemas originados por la pobreza que vivió en la infancia. La probabilidad de que ese niño tenga problemas laborales o sanitarios es mayor. Un ejemplo muy ilustrativo es la obesidad infantil. Parece mentira, pero ahora los pobres son gordos en la infancia. La obesidad infantil puede ser un problema infantil —te llaman “gordo”, no puedes jugar al fútbol—, pero es fundamentalmente un problema porque es el principal indicador de la obesidad en la vida adulta. Y en la vida adulta es la causa de todo tipo de problemas sanitarios e influye mucho en la esperanza de vida. Aunque después de ser niño gordo en la infancia te vaya bien en la vida adulta, muchos no habrán dejado de ser adultos obesos que arrastran problemas ocasionados por la pobreza infantil. Podríamos pensar en otros ejemplos. A nivel educativo es muy descarado el tema: el fracaso educativo te condiciona la vida en los puestos de trabajo a los que vas a optar, los ingresos que vas a tener, etc.

Buena parte de sus estudios son sobre los procesos que llevan a situaciones de desventaja educativa, muchas veces relacionada con la pobreza. ¿Cuáles son estos procesos?

Un primer factor fundamental es la pobreza de las familias, que tiene efectos desde distintas perspectivas. Vivir situaciones de pobreza está asociado a privación económica que a su vez tiene efectos sobre otras dimensiones del bienestar infantil. Pobreza significa, por ejemplo, viviendas inadecuadas, que muchas veces están relacionados con problemas sanitarios (humedades, malos aislamientos y riesgos sanitarios en forma de infecciones, hacinamientos, incremento de los días que pueden estar hospitalizados), que pueden estar en el origen de problemas educativos.

Los efectos de la pobreza también se producen en deterioros de los climas familiares. La pobreza se asocia al deterioro de las capacidades parentales, y eso puede tener efectos educativos, de retrasos cognitivos porque la implicación parental no es la más adecuada. En el tema de la pobreza los efectos son acumulativos. En un hogar con déficit de capital económico muchas veces habrá también déficit de capital educativo o cultural. Son hogares con padres con menos recursos educativos, menos capaces de estimular las capacidades de los niños en edades tempranas, de reconocer los talentos de los niños y cultivarlos. Hay menores expectativas sobre la trayectoria educativa de sus menores, del valor que la educación tiene para ellos, de menor capacidad de negociación con las escuelas (esto es un elemento detectado, las familias con menor nivel de capital cultural son menos capaces de negociar con un tutor por ejemplo que su hijo no repita un curso). Cuando los niños desfavorecidos llegan a la etapa de educación obligatoria, lo hacen con desventajas que les impiden progresar en la misma medida que sus compañeros. Si se añade los efectos de concentración espacial (los niños pobres viven rodeados de otros pobres y van a escuelas pobres), el efecto es acumulativo. Hay mucha evidencia que señala que en estos contextos donde se concentran niños que arrastran problemas sociales que traen al aula, el progreso educativo es mucho más difícil, la educabilidad se pone en juego. Los docentes no solo gestionan retos educativos, sino sociales. Mi aproximación a todas estas cuestiones es longitudinal. Las experiencias en las primeras etapas son fundamentales para entender qué pasa después. El fracaso escolar o abandono prematuro es imposible entenderlo sin experiencias acumulativas que se generan en la más tierna infancia.

¿La escuela está cumpliendo su papel de eliminar estas diferencias de origen y compensar las desventajas?

El sistema educativo en abstracto no lo está consiguiendo. Toda la evidencia señala que las brechas sociales al final del proceso educativo obligatorio son muy similares a las que se observan al principio. Los países que pueden seguir a los niños durante todo su recorrido educativo lo observan muy claramente. Aquí, con menos información, también lo vemos. La escuela ni es el instrumento meritocrático especialmente eficaz que se presupone (la idea de que en el sistema educativo avanzan los mejores) ni es un instrumento de inclusión eficaz. Más bien, reproduce las diferencias de origen. Eso no quiere decir que no haya escuelas o docentes que puedan tener ese efecto corrector. Pero hay estudios anglosajones que dicen que incluso las diferencias se amplían a lo largo del periodo escolar, de modo que los niños de origen desfavorecido que lo hacían bien en las primeras etapas, tras el ciclo educativo lo hacían peor, mientras los niños acomodados que lo hacen mal al principio a los diez años se han recuperado bastante. Es decir, la escuela rescata a los niños acomodados y perjudica a los que provienen de entornos desfavorecidos.

Voy a hacer un pequeño matiz. No necesariamente el efecto es de la escuela. También hay evidencia que muestra que más horas en la escuela ayuda a los niños desfavorecidos. O que estar fuera del periodo escolar los perjudica (los veranos, por ejemplo). El problema no es estrictamente la escuela sino que la escuela no opera sola. Determinadas influencias del entorno empujan a la escuela a ser productiva para los niños acomodados, pero cercena la posibilidad de que niños de entornos desfavorecidos salgan adelante.

Menciona aspectos que pueden corregir estas deficiencias. No vamos a hacer un plan director aquí, pero, ¿puede esbozar alguno?

Un niño en situación de pobreza vive en desventaja. En ese sentido, un elemento clave de inicio es corregir las situaciones de pobreza en la infancia, o atenuarlas al menos. Cuando tienes un país con un 28% de niños en situaciones de pobreza no puedes pretender los mismos resultados educativos que otro como Finlandia, que tiene menos del 10%. Un primer elemento entonces es atender estas situaciones con políticas de lucha contra la pobreza infantil o incluso ayudas directas. Un segundo elemento son escuelas infantiles de calidad y políticas que posibiliten el acceso a estas escuelas de colectivos desfavorecidos. España ha sufrido una gran explosión de la escuela infantil, el 0-3, pero no ha llegado a las familias que más se podrían beneficiar de ellas, las más desfavorecidas. Y más si son escuelas de calidad que producen lo que estos niños no tienen en casa, que es la estimulación cognitiva. Un tercer elemento es contener la segregación escolar. Hay efectos concentración de la pobreza que se producen en el barrio. También en la escuela, sobre todo si los centros no cuentan con suficientes recursos para hacer frente a estos retos. Una política en esa dirección también sería ayudar más generosamente a las escuelas que afrontan situaciones socioeconómicas más dificultosas: asegurar que el personal docente sea experimentado, que se pueda centrar en la atención específica a las situaciones sociales problemáticas que pueda encontrarse, que conozca dinámicas pedagógicas que ayuden a estos estudiantes (competencias no cognitivos: cómo inculcarles motivación, perseverancia, paciencia). Otro elemento obligatorio que mencionar porque las brechas son enormes a nivel socioeconómico es la repetición. Somos un país que hace repetir mucho, esto es conocido, pero no repite todo el mundo, repiten los estudiantes desfavorecidos. A los 15 años ha repetido un 53% de los estudiantes del cuartil más desfavorecido mientras solo lo ha hecho un 8% de los acomodados. Acercar estas cifras es imperativo, somos una anomalía total. Hay todo tipo de intervenciones, a nivel pedagógico también.

¿Nos estamos preocupando poco como sociedad del fenómeno de la pobreza infantil?

El gran salto es entre la preocupación y poner los medios. La preocupación que aparece en los medios de comunicación acaba incluso expresándose en los programas políticos o hasta en los pactos que firman los partidos. En las últimas dos negociaciones entre PSOE-Cs y entre PP-Cs para presentar una alternativa de Gobierno, en los dos casos se reconoció el grave problema de pobreza infantil y se comprometió una gran cantidad de recursos para hacerle frente. El problema es que cuando llega el momento de negociar los Presupuestos Generales del Estado esto no acaba de concretarse. Los 2.000 millones de euros que comprometieron el PP y Ciudadanos al final se quedaron en ciento y pico, que desglosados ni siquiera van a la infancia y acaban en los refugiados, por ejemplo. En el último momento los actores que tienen que negociar los presupuestos se olvidan de la importancia del problema y atienden otras consideraciones, quizá a quién pueden contentar y a quién descontentar y con esto de los niños quizá te puedas permitir el lujo de no ponerlo en primera línea porque en el fondo no vas a descontentar a mucha gente.

Sorprende esta afirmación, porque uno diría que un 28% de las familias con hijos sí es mucha gente.

Suena a mucha gente, pero esa gente no se identifica como familias con niños pobres. Se identificarán como catalanes, trabajadores, como consumidores o como familias con un dependiente en casa, pero no con familias con niños que necesitan una determinada atención hacia los niños. Son grupos que no tienen a nadie que les defienda como colectivo. Los trabajadores tienen a los sindicatos, los independentistas a los partidos políticos nacionalistas… El tema de los niños queda más relegado porque no tienen esas asociaciones bandera que puedan defenderlos. Esta situación está mejorando bastante porque hoy en día sí hay un Save the Children o Unicef que pueden jugar ese papel, pero aún quedan relegados en el último momento, en el proceso de negociación. Todos los partidos se apuntan al “hay que ocuparse de los niños” a nivel programático, pero no parecen traducirlo después.

Fuente de la Entrevista:

http://www.educatribu.net/index.php/noticias/unaNoticia/153

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Hay Festival 18. La Nueva Educación. César Bona en conversación con Claudia Restrepo

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Museo Arte Moderno Medellín / Fuente: Youtube

Transmitido en vivo el 25 ene. 2018

César Bona es uno de los cincuenta mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el llamado Premio Nobel de los profesores y autor de La nueva educación. Conversará sobre las preguntas que se ha planteado en su recorrido como reformador de la educación: ¿Por qué ya no son tan importantes los libros de texto? ¿Por qué hay que relativizar la importancia de los deberes? ¿Por qué se debe educar en empatía? ¿Por qué la educación debe estar por encima de todos los gobiernos? Con apoyo de Acción Cultural Española. Foco cultura España-Colombia.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=EbRB3Acqrvc

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España: Madrid, a la cabeza de Europa en segregación escolar

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Laura Gutiérrez / Fuente: Cadena Ser

Es la segunda región europea con la tasa más alta de segregación, solo superada por Hungría según un estudio pionero de varios investigadores que han tomado como base el último informe PISA

Los niños ricos, con los ricos. Los niños pobres, con los pobres. Madrid es la comunidad que más segrega en los centros educativos en España y está a la cabeza también en Europa, se sitúa por delante de Rumanía, Eslovaquia o República Checa en un ranking que lidera Hungría y en el que a la cola se sitúa Finlandia, como el país donde hay menor segregación.

Según el estudio que han elaborado varios profesores de la Universidad Autónoma, expertos en educación, y que ha tomado como base los datos extraídos del último informe que elabora PISA, en Madrid hay un 42% de alumnos con un nivel socio-económico y cultural alto, de familias acomodadas, que comparten clase con estudiantes de su mismo grupo, con el mismo estatus económico y social. Los ricos, con los ricos. Se tiende, asegura este estudio, hacia la «elitización en los colegios madrileños» aunque también hay una segregación por abajo. Los alumnos de familias más pobres, con un nivel socio-económico y cultural bajo, acuden a clase con estudiantes del mismo grupo. En este caso el porcentaje es del 45%.

El propio estudio apunta las causas que podrían explicar esta situación. Por un lado, la Comunidad de Madrid es la región de España que más ha impulsado la creación de un sistema de libre elección de centros educativos, «fomentando la competencia entre centros». Por otro, la política de centros bilingües, que según señala el estudio, «está generando que chavales con más recursos asistan a este tipo de centros». Y, por último, la apuesta decidida por fomentar la educación privada sería otra de las causas que llevan a esta alta tasa de segregación escolar, ya que Madrid es la comunidad con más estudiantes matriculados en centros de titularidad privada.

Fuente de la Noticia:

http://cadenaser.com/emisora/2018/02/08/radio_madrid/1518075339_956217.html

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España: La exposición ‘Escuelas de otros mundos’ de Kim Manresa llega a Sant Just Desvern

España / 11 de febrero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: La Vanguardia

  • El fotoperiodista de ‘La Vanguardia’ muestra con 50 instantáneas cómo es la educación en el otro extremo del planeta

A lo largo de su dilatada y laureada carrera ha expuesto en más de mil salas de países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, Japón, Colombia o Senegal, entre muchos otros. El objetivo del fotoperiodista de La Vanguardia Kim Manresa ha recorrido medio planeta buscando historias que relatar a través de imágenes.

Una muestra de su trabajo centrada en la educación llega ahora a Sant Just Desvern con la exposición ‘Escuelas de otros mundos’, que en colaboración de la Diputació de Barcelona ya se ha podido disfrutar en diferentes ciudades del área metropolitana. Se puede visitar hasta el próximo 25 de febrero en la sala El Celler de Can Ginestar de esta ciudad del Baix Llobregat.

La exposición consta de 50 fotografías de Manresa que retratan escuelas, profesores y alumnos de más de 30 países, desde El Nepal hasta Burkina Faso pasando por Filipinas. Forma parte de un proyecto educativo de la Diputació que “tiene como objetivo la sensibilización sobre el derecho a la educación y las desigualdades sociales”, según explica esta administración.

Fuente de la Noticia:

 

http://www.lavanguardia.com/local/baix-llobregat/20180208/44628383122/exposicion-escuelas-de-otros-mundos-kim-manresa-sant-just-desvern.html

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