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Entrevista a Álvaro Pardo: «A los científicos colombianos les toca venderse al mejor postor para investigar”

Entrevista/04 Julio 2019/Autora: Tatiana Rojas/Fuente: Semana Educación

SEMANA Educación habló con Álvaro Pardo, economista y estudioso sobre el conflicto que hay entre la academia y las empresas que contratan estudios con las universidades colombianas. ¿Qué tipo de conocimiento están produciendo?

El debate que abrió el informe de la Universidad Sergio Arboleda sobre el glifosato ha dejado reflexiones en el país que van mucho más allá de esa sustancia y de la frustrada lucha contra las drogas ilícitas. En el campo académico también se plantearon muchas preguntas sobre la responsabilidad de la academia al generar información que pasa por científica para favorecer empresas. Álvaro Pardo, economista, investigador, ex director técnico de minas del Ministerio de Minas y Energía, miembro de la Red Justicia Tributaria y coautor de la serie Minería en Colombia de la Contraloría General de la República, asegura que este fenómeno no es nuevo y se ve tanto en instituciones públicas como en privadas. SEMANA Educación habló con él al respecto.

SEMANA: En Colombia es común que las empresas contraten a docentes investigadores para producir información de algunos temas de su interés. ¿Cómo ha sido esa relación?

A.P: Las empresas buscan dentro de las universidades grupos de estudios o profesores que les avalen lo que ellos están haciendo, para luego decir que la universidad investigó el tema y concluyó que lo hacen, lo están haciendo bien. Es una cosa que rompe en primer lugar con lo que deben hacer las universidades, porque es una forma de pervertir la academia y de llevarla hacia otro lado, y eso está pasando en Colombia desde hace varios años.

SEMANA: ¿Conoce de casos en donde las universidades están favoreciendo a las empresas? 

A.P: Hoy, por ejemplo, la universidad que más se cuestiona es la Facultad de Minas de la Universidad Nacional sede Medellín, porque ya abiertamente reconocen que hacen trabajos para multinacionales mineras, como Anglod Ashanti. Por eso, las universidades viven muy agradecidas con ellos porque les llevan plata y por que están generando empleo al interior de las instituciones. Pero, ojo, no es toda la Universidad Nacional.

SEMANA: ¿Hay universidades o docentes que se hayan negado a trabajar con estas empresas?

A.P: Sí, hay instituciones que les han dicho de frente que no. Por ejemplo, la Universidad Industrial de Santander, allá una vez encontraron a unos profesores haciendo un contrato con una empresa minera en Santurbán y la universidad tomó acciones y no dejó que esos trabajos se hicieran. La empresa quería que los profesores demostraran que sí se podía hacer minería en páramos. También ocurrió en la Universidad del Tolima, algunos profesores tenían contratos con Anglod Ashanti pero, por presión de los estudiantes que salieron a protestar, la universidad canceló esos contratos.

 

SEMANA: ¿Esto está pasando porque el Estado les exige investigación, pero el presupuesto para ciencia siempre ha sido el más bajo en Latinoamérica?

A.P: Ese es el problema de fondo. En Colombia no hay plata para la investigación. Además, las universidades públicas viven desfinanciadas, entonces a algunas no les queda otra opción que ir a buscar recursos con las empresas. Pero, el gran problema es que la independencia académica choca con el interés de esas empresas, porque como todos sabemos el que paga manda.

SEMANA: Hay un video circulando en redes de algunos estudiantes de la Universidad Nacional exigiéndole a la rectora que cree una comisión de expertos independientes que estudie los efectos del fracking. ¿Sabe algo al respecto? 

A.P: El Consejo de Estado dijo que en Colombia no hay estudios para verificar si hacer fracking produce daños como lo han mencionado los grupos ambientalistas y otras organizaciones en el mundo en donde se ha prohibido el fracking. Hay estudios de las empresas, no estudios propios. Así, las cosas, el Consejo de Estado le pidió a la Universidad Nacional que hiciera un estudio independiente sobre el fracking y le dio cuatro meses para hacerlo. El problema es que ha pasado el tiempo y Dolly Montoya, rectora de esta institución no ha nombrado esa comisión. Ya hubo una carta de 30  profesores y otra de estudiantes exigiendo que proceda a nombrar esa comisión y que nombre a gente independiente, porque el gran temor es que dentro de la universidad hay personas interesadas en el tema extractivista que depronto no podían ser lo suficientemente independientes para proveer una recomendación.

SEMANA: ¿Usted cree que en el país no se produce suficiente información científica sobre temas que se discuten todo el tiempo en el Congreso como el glifosato, asbesto, entre otros?

A.P: Con respecto a unos temas álgidos, por ejemplo el tema de la comida chatarra, el azúcar, fracking, el cigarrillo, siempre hay estudios que las mismas compañías interesadas logran filtrar en el debate y entonces nunca se puede llegar a una decisión soberana. Este país lleva más de 15 años en el tema del asbesto, hubo muchos debates en el Congreso, pero siempre las compañías interesadas lograban captar la discusión y mostraban estudios para demostrar que el Asbesto no mata. En Colombia desafortunadamente no hay recursos para que los científicos del país aporten información que le sirva al Estado y a la sociedad para poder tomar decisiones. Los científicos colombianos les toca venderse al mejor postor, entonces no se dan los debates como deben ser. Creo que el país sabe que llegó el momento en el que el Gobierno debe tomar decisiones basados en estudios propios y no en información que le entrega las mismas compañías interesadas

Imagen tomada de: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2019/6/28/621252_1.jpg

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/a-los-cientificos-colombianos-les-toca-venderse-al-mejor-postor-para-investigar/621251

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Innovar, banalizar

Por: Xavier Besalú

Identificar la innovación con el uso de móviles y tabletas resulta a día de hoy más bien triste. Si lo innovador no sirve para aprender más y mejor, maldita la gracia.

Hace unos días se presentó el estudio Ser estudiante universitario hoy. La Vanguardia tituló así: ‘Los universitarios quieren profesores más innovadores’. ¿La razón? Mientras que los jóvenes usarían las tabletas y los móviles para aprender, para comunicarse, para hacer trabajos… resultaría que la revolución digital no ha llegado a las aulas donde predominan las llamadas clases magistrales, los apuntes y el examen final. ¿Cuáles serían, por el contrario, las metodologías innovadoras? La gamificación, los cursos en línea (los famosos MOOC) o la clase invertida. Curiosamente, se diferencia entre metodologías innovadoras y metodologías activas (trabajos en grupo, actividades prácticas, evaluación continua, diálogo y debate en clase, aprendizaje basado en problemas…) que, se supone, no merecerían ser catalogadas de innovadoras. Hasta aquí la noticia…

En primer lugar, quiero dejar claro que la enseñanza y el aprendizaje en la universidad, desde mi punto de vista, deben plantearse sobre bases distintas a las de la educación básica. Por dos razones como mínimo: porque las etapas obligatorias afectan a toda la población de los 6 a los 16 años, independientemente de su voluntad y de sus aspiraciones; se trata de garantizar que todos tengan un bagaje de conocimientos y competencias que les habiliten para seguir aprendiendo, si lo desean, y para desenvolverse en la vida con autonomía y libertad. Y, por eso, nadie debería salir suspenso de ella; por eso, la no consecución del graduado en educación secundaria o el abandono escolar prematuro son una lacra social que erradicar.

La segunda razón: sabiendo como sabemos que los resultados escolares tienen mucho que ver con el capital económico, cultural, instructivo y social de los padres, la escuela y el instituto deben contar, en principio, con sus solas fuerzas para lograr aquellos aprendizajes considerados básicos e imprescindibles. Sería deseable que el tiempo educativo se extendiera más allá de los centros escolares pero, mientras eso no sea así para la mayoría del alumnado, no podemos trasladar al mundo extraescolar lo que corresponde en primera instancia a la escuela. Quiero decir con ello que el tiempo escolar debería ser un tiempo de aprendizaje intensivo, sedimentado y sólido; que no diera nada por supuesto, ni demandara deberes y trabajos complementarios; que compensara de verdad las lagunas y las ausencias de la población más vulnerable; que otorgara toda la importancia del mundo a la práctica y a la aplicación de los conocimientos, a su conexión con la realidad y con la actualidad, al uso competente de todas las tecnologías disponibles…

La universidad es otra cosa. Nadie tiene obligación de cursar un grado universitario y, si decide hacerlo, debería ser el resultado de una decisión explícita y razonada, en busca de una especialización en el mundo del saber y de una profesionalización en el mundo laboral. Desde luego todo el mundo tiene derecho a equivocarse o a comprobar si sus intuiciones y previsiones se corresponden con lo que ofrece la universidad, pero nunca fue tan fácil cambiar de carrera, si es el caso.

Por otra parte, los estudiantes universitarios son mayores de edad, relativamente independientes (aquí los dineros mandan) y, en general, sumamente competentes. Quiero decir con ello que, en la universidad, ellos deben tomar las riendas de su formación y de sus aprendizajes. Ciertamente, la universidad les impone algunas obligaciones no deseadas (en este caso, yo les diría con toda claridad que se limiten a aprobar lo que no les interesa, que lo asuman como un trámite que hay que salvar), pero sobre todo les ofrece oportunidades, ventanas abiertas, caminos hasta entonces desconocidos o no transitados, que ellos deben hacer suyos si les interesa, más allá de las calificaciones, de los exámenes y de las mismas clases.

Dicho de otra forma, las clases deberían ser solo una parte del tiempo universitario. En realidad, la inenarrable y controvertida Bolonia así lo entendía e, incluso, pretendía medir y delimitar esos tiempos. Lo más importante para la formación del universitario debería ocurrir fuera de las aulas, en el estudio o la práctica personal o compartida. No me parece extraño, ni malo, que ese mismo estudio al que hacíamos referencia constate que las calificaciones de los estudiantes presenciales y no presenciales sean prácticamente equivalentes…

Vayamos por fin a las metodologías innovadoras. Identificar la innovación con el uso de móviles y tabletas resulta a día de hoy más bien triste. Si lo innovador no sirve para aprender más y mejor, maldita la gracia. O la clase invertida: sin atribuirle este ingenioso nombre, esa es una práctica más que conocida. La practican los que trabajan a partir de problemas (sea en medicina, sea en trabajo social); o a partir de artículos o libros que hay que leer para poder dialogar, debatir y aprender de ellos (sea en filosofía, sea en economía). La única pega es que tanto una fórmula como otra exigen un extenso e intenso trabajo previo, fuera de las aulas, a menudo individual y reposado, en el que las tecnologías digitales pueden ayudar pero no sustituir…

Terminaremos con la denostada clase magistral. Como decía un compañero: “Me daría con un canto en los dientes, si cada día tuviera, por lo menos, una sola clase auténticamente magistral”. La perversión de las palabras llama magistral a todo lo expositivo (aunque sea a través de diapositivas o de prezis), a todo lo rutinario…; en cambio, cuando se habla de master class, que quiere decir lo mismo, la cosa ya cambia. Pero más allá de las palabras, sí deberíamos interrogarnos sobre el valor añadido de las clases universitarias, que no pueden ser ya estrictamente transmisivas, cuando la información –aunque sea revuelta e informe– está disponible en cualquier tiempo y lugar.

Joan Carles Mèlich, un profesor universitario admirable y admirado, explica que una clase universitaria debería ser un acontecimiento único, una experiencia irrepetible solo al alcance de los que han asistido a ella. Como un concierto o una final del deporte que sea: también los conciertos pueden escucharse en casa, en la cama o en el coche, pero la gente sigue acudiendo a ellos en masa. ¡Algo deberán tener! En palabras suyas: «Asistir a una lección de verdad es asistir a la creación de una obra de arte. Aquella lección en concreto no se repetirá nunca más… Un profesor en la era de Internet no debe dar información, sino dar y transmitir una selección de información muy subjetiva; las clases deben llevar firma… Una clase, para que sea buena, debe estar muy bien preparada, pero debe dar la impresión de que no lo está; debe salir con naturalidad…».

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/06/27/innovar-banalizar/

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Estudiantes mexicanos crean plantilla para calzado antisecuestro

América del norte/México/27 Junio 2019/Fuente: News Cultura Colectiva

Con un rascar un sensor con los dedos del pie, una plantilla manda la ubicación en tiempo real de una presunta víctima de secuestro.

Alumnos del Tecnológico Nacional de México (TecNM) campus Gustavo A. Madero desarrollaron una plantilla para calzado que podría salvar a cualquier persona durante un secuestro.

La plantilla antisecuestro se activa con el roce de los dedos de los pies, y determinado movimiento en la plantilla envía un mensaje vía GSM que alerta sobre el plagio, y al mismo tiempo, manda a los familiares la ubicación en tiempo real de las víctimas.

De acuerdo con Excélsior, el proyecto de nombre “SafeFoot” es desarrollado por estudiantes de octavo semestre de Ingeniería en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, así como Ingeniería en Industrial del TecNM GAM I.

Según cifras de la organización Alto al Secuestro, de diciembre de 2018 al mes de mayo del presente año, se registraron 971 secuestros en el país. A nivel estatal, Veracruz ocupa el primer lugar con 258 plagios en el primer semestre del año, seguido del Estado de México con 172 y en tercer lugar se encuentra la Ciudad de México.

Al igual que estas estadísticas, los alumnos del TecNM coincidieron en clases que familiares y amigos han sido víctimas de secuestro, y por lo tanto, necesitaban crear un cambio ante ese flagelo.

Fue así que nació la plantilla SafeFoot, la cual cuenta con un sensor de fuerza en la parte delantera, donde van los dedos de los pies, en esa zona los estudiantes colocaron un botón que activa el sistema para alertar sobre el plagio.

En la parte del talón se encuentra una tarjeta GSM y el GPS, la cual envía la señal a familiares en tiempo real a través de un aplicación móvil. La plantilla se recarga mediante un batería con un dispositivo de entrada 3.0 micro USB, la cual es muy común en celulares.

Imagen tomada de: https://img.culturacolectiva.com/featured/2019/06/19/1560979708056/64654516_2130798680350738_6917884869976522752_n-high.jpg

Fuente: https://news.culturacolectiva.com/mexico/estudiantes-mexicanos-crean-plantilla-para-calzado-antisecuestro/

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En Ecuador, estudiantes se instruyen de manera práctica (50%) y teórica (50%)

América del sur/Ecuador/20 Junio 2019/Fuente: El universo 

Lenín Barreto, de 19 años, va los jueves, viernes y sábados al colegio, y los lunes, martes y miércoles a Siemens, empresa de fabricación industrial (un conglomerado de empresas alemanas), donde labora como parte de su formación en el Duale Schule, el primer colegio con formación dual del Ecuador.

Lenín ya se había graduado de bachiller en el colegio Bernardino Echeverría, pero decidió hacer un año más de bachillerato dual en el Duale Schule, un plan piloto que funciona bajo el membrete de Técnico Productivo (BTP).

“Cuando salimos del colegio siempre decimos que queremos estudiar y trabajar, pero en realidad no sabemos cómo va a ser, y esto nos abre la puerta a un mundo de posibilidades y nos ayuda a conocer el mundo laboral”, dice el joven, que por ahora se está formando en el área comercial de la empresa, pero deberá pasar por todas las áreas.

Lenín, que aún no está seguro de lo que quiere estudiar en la universidad, está convencido de que este bachillerato dual lo ayudará a decidirse y espera luego un contrato laboral en la empresa.

Estudian y trabajan

“La formación dual en el Ecuador ya lleva algunos años a nivel universitario y tecnológico, sin embargo, a nivel de colegio la inauguramos el año pasado, porque nos dimos cuenta de que los chicos que salían del Alemán Humboldt vespertino, que es un proyecto social de ayuda a chicos de escasos recursos, por el esquema de la Senescyt, tenían problemas para conseguir cupos en la universidad y para conseguir trabajo porque exigen experiencia, entonces decidimos dar un salto y creamos este nuevo bachillerato que el año pasado graduó a 15 chicos, de los cuales 13 estudian y trabajan actualmente”, dice Javier Ortiz, director del Duale Schule.

Con la colaboración de la Cámara de Industrias Alemana- Ecuatoriana, 16 empresas participan de este bachillerato dual. En la formación dual los chicos no reciben sueldo, ya que el trabajo que hacen es parte de su formación, pero las empresas, a cambio, subsidian parte de la educación de los jóvenes, con la oportunidad además de un contrato laboral ya graduados.

Ortiz indica que la malla curricular se la trabaja conjuntamente con las empresas, y que tomando el modelo alemán, en el que los jóvenes que cursan bachillerato técnico, desde los 15 años se forman también en las empresas, desde septiembre de este año los alumnos del Duale Schule de segundo de bachillerato empezarán la formación dual, la seguirán en tercero de bachillerato más un año más, para completar así los dos años y medio de formación dual que sigue el modelo alemán.

En cuanto a estudios de tercer nivel, según datos de la Senescyt, en el 2018, 10.859 estudiantes siguieron carreras en la modalidad de formación dual, cifra que representa un 25% más que en el 2017. Actualmente, 35 institutos técnicos y tecnológicos aplican la formación dual en su pénsum académico a través de 33 carreras. Además, están vigentes 408 convenios con instituciones y empresas públicas y privadas, para que los estudiantes pueden realizar su jornada académica en sus instalaciones.

De cada 100 estudiantes que se gradúan 95 terminan trabajando en la empresa formadora. Eso hace que justamente se resuelva uno de los grandes problemas que tiene el Ecuador, que es el desempleo juvenil”.
Andrés Robalino, presidente de Corporación Formados

También en cantón Daule

Uno de los institutos que tiene formación dual es el Técnico y Tecnológico Juan Bautista Aguirre de Daule, con 219 estudiantes a través de cuatro carreras: procesamiento de alimentos, seguridad y prevención de riesgos laborales, monitoreo ambiental y planificación del transporte terrestre. Los jóvenes practican en alrededor de 30 empresas.

El modelo se ha ido desarrollando en el país gracias al apoyo del proyecto Alianza para la Formación Profesional entre DIHK (Federación de Cámaras de Industrias y Comercio de Alemania) y Cámaras, Asociaciones e Instituciones de la Formación Profesional Dual en Ecuador.

Corporación Formados

Otra entidad que promueve la formación dual y que trabaja estrechamente con la Senescyt es la Corporación Formados, organización del sector privado que reúne a 11 gremios empresariales y del que participan actualmente 520 estudiantes y 115 empresas formadoras en 13 carreras. También participan 362 tutores en ocho carreras, ya que en la formación dual se capacitan tutores para que hagan el seguimiento a los estudiantes cuando están en la empresa.

Entre las carreras de Formados están: Electricidad Industrial, Mecánica Industrial, Fabricación de Calzado, Asesoría Financiera, Confección Textil, Tecnología en Desarrollo de Software, Tecnología en Plásticos, Procesamiento de Alimentos, Procesamiento Industrial de Madera, Tecnología en Producción Textil.

Cuando salimos del colegio siempre decimos que queremos estudiar y trabajar, pero en realidad no sabemos cómo va a ser, y esto nos abre la puerta a un mundo de posibilidades y nos ayuda a conocer el mundo laboral”.
Lenín Barreto, estudiante del Duale Schule

Andrés Robalino, presidente de la corporación, lamenta que sean pocas las carreras. “Lastimosamente de los 180 institutos a nivel nacional un porcentaje muy bajo ha tenido la posibilidad de poder desarrollarse, de tener profesores, de tener capacidad técnica, entonces muy pocas carreras se han podido desarrollar hasta el momento, por esa razón es que hemos podido trabajar también con las universidades”.

En Cuenca

Se refiere a tres universidades de Cuenca: la U. del Azuay, la U. de Cuenca y la Politécnica Salesiana.

Formados está presente en Guayaquil, Quito, Cuenca e Ibarra, siendo Cuenca la que más carreras duales concentra en todo el país, el 40%.

“Nosotros lo que tratamos es de usar el modelo alemán, pero en la realidad ecuatoriana; siempre con la certificación de Alemania de por medio”, dice Robalino, que añade que de cada 100 estudiantes que se gradúan 95 terminan trabajando en la empresa donde hicieron este proceso, “eso hace que justamente se resuelva uno de los grandes problemas que tiene el Ecuador, que es el desempleo juvenil”.

En ello coincide Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil, que impulsa en formación dual la carrera de Procesamiento de Alimentos que la oferta el Instituto Técnico Juan Bautista (Daule) con la participación de 8 empresas. “Conociendo las necesidades del sector industrial y en vista de que existe una baja oferta de personal calificado, la Cámara de Industrias de Guayaquil en alianza con la Universidad Politécnica Salesiana, sede Guayaquil, trabajarán para impulsar, desde octubre, las carreras en modalidad dual de electricidad y mecánica industrial”, anuncia Costa.

Apuntes

El Duale Schule, en Guayaquil, es el único colegio en el país que ofrece formación dual.

Según la Senescyt, en el 2018, 10.859 estudiantes siguieron carreras en la modalidad de formación dual. 35 institutos tecnológicos aplican esta formación a través de 33 carreras.

Cuenca es la ciudad que más carreras duales concentra a nivel nacional, el 40%.

Fuente: https://www.eluniverso.com/guayaquil/2019/06/18/nota/7382436/formacion-dual-aula-empresa

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Estudiantes ‘roban’ supermercados en Alemania para proteger el ambiente

Europa/Alemania/20 Junio 2019/Fuente: El comercio

Encapuchado y ‘armado’ con una lámpara frontal, Andrea, un estudiante de máster en Física,  se desliza de noche bajo el imponente enrejado que bloquea el acceso al patio trasero de un supermercado berlinés. En pocos pasos, llega a su objetivo: un contenedor de basura que desborda de productos alimenticios aún comestibles.

“Hay que darse prisa, respetar el lugar y sobre todo no ser atrapado por la policía, porque hacerse con productos no vendidos de un contenedor de restos es ilegal en Alemania”, susurra este joven de 22 años, que milita de esta manera contra el despilfarro de alimentos.

Andrea dice no carecer de nada pero que participa en estas operaciones nocturnas, a veces en grupo, y varias veces por semana, por “razones políticas».

“Combato al sistema basado en el hiperconsumo. Mi abuela me decía: ‘¡No tires la comida!’, pero la gente prefiere tirar cosas en lugar de dejarlas gratis” para quienes las necesitan, se lamenta.

Guarda su botín del día en una mochila: pasta, un cartón de leche de almendra (con embalaje deteriorado), ensaladas (teóricamente caducan el día siguiente) , chocolates de Pascua y aceite de oliva trufado.

Al día siguiente, lo compartirá con sus compañeros de piso y con un comedor solidario que reparte colaciones gratis.

Esta acción de “rebuscar” en contenedores  es penada con una multa que puede ser de cientos de dólares, y está prohibida al ser considerada como un robo: cualquier objeto depositado en un basurero situado fuera de los espacios públicos sigue siendo propiedad privada hasta que sea recolectado.

Sin embargo, en toda Alemania, centenares de activistas agrupados en comités locales optan por la ilegalidad.

A fines de enero, dos estudiantes fueron condenadas cerca de Múnich por el delito de robo agravado ocho horas de trabajo social y USD 255 de multa por haberse apropiado de alimentos en los basureros de un supermercado.

Las dos jóvenes, en una petición que superó las 140 000 firmas, exhortaron al gobierno alemán a legislar, imitando el modelo francés o belga, para obligar a los grandes supermercados a entregar los productos no vendidos a obras de caridad. Una similar iniciativa europea recogió 1,5 millones de firmas.

En Francia, una ley de 2016 contra el despilfarro alimenticio prohíbe a los grandes supermercados de más de 400m2 tirar comida o convertir en impropio para el consumo los excedentes no vendidos. Desde su entrada en vigor, 10 millones de comidas fueron distribuidas, y las donaciones a las asociaciones sociales aumentan a un 22%, se congratula Arash Derambarsh, uno de los activistas por esta la ley.

Pero en Alemania prima la voluntad de los comerciantes. El ministerio de Agricultura está contra el “ containern ” y considera que los supermercados colaboran “ muy bien ” con los bancos de alimentos de forma voluntaria, lo que ayuda a 1,5 millones de personas necesitadas.

11 millones de toneladas de alimentos son desechadas cada año en Alemania. Una cifra que, según el WWF, llega a los 18 millones si se incluyen los productos que por diversas razones (frutas y verduras demasiado maduras, que no corresponden a las normas, etc.) no están en los circuitos de venta.

Estas pérdidas alimentarias son evaluadas en 88 millones de toneladas por año en los 28 países de la Unión Europea (UE).

Desde 2012, el gobierno de Angela Merkel se impuso el objetivo de dividir por dos el despilfarro alimenticio antes de 2030 en el territorio alemán, en línea con las recomendaciones de la ONU. Pero los efectos han sido escasos.

A fines de febrero, la ministra de Agricultura y Alimentación, Julia Klöckner, presentó un “plan nacional” con los mismos objetivos, centrado en la educación de los ciudadanos y sus comportamientos alimenticios.

Los militantes ecologistas se han congratulado por la iniciativa pero lamentan que el plan ministerial se centre en la responsabilidad del consumidor.

“Aquí, como en el asunto de los desechos plásticos, no consideramos normal que sólo sea responsabilizado el consumidor, cuando los profesionales» son responsables del “ 60% del despilfarro alimenticio global”, asegura Tanja Dräger de Teran.

Imagen: https://www.elcomercio.com/files/article_main/uploads/2019/06/18/5d09157d38a8a.jpeg

Fuente:https://www.elcomercio.com/tendencias/estudiantes-robo-supermercado-proteccion-ambiente.html. 

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¿Qué se debe hacer con los estudiantes que odian las matemáticas?

América del norte/Estados Unidos/20 Junio 2019/Fuente: Semana

Varios países europeos como Reino Unido, Alemania y Francia, permiten a los estudiantes abandonar las matemáticas a alrededor de los 16 años. ¿Es una buena medida?

Los jóvenes en Estados Unidos tienen que estudiar matemáticas hasta que dejan la escuela. Pero ahora, estudiantes de arte de Nueva York se están rebelando contra esto.

Para muchas personas, las matemáticas no son una asignatura fácil. ¿Cuándo es el momento adecuado para dejar de estudiarlas?

¿Tendría que haber estudiado geometría la actriz Jennifer Aniston? ¿Y la próxima Nickj Minai debe estudiar cálculo?

Algunos de los estudiantes de LaGuardia, la secundaria que inspiró la película Fama y donde fueron alumnos Aniston y Minaj, dicen que no.

«En la escuela de Fama no deberías tener que sacrificar tu arte para tomar otra clase de matemáticas», dice Macy McGrail, estudiante de teatro en la secundaria Fiorello H LaGuardia High School of Music & Art and Performing Arts.

«Quiero dedicarme a mi arte».

Los estudiantes de LaGuardia dicen que respetan la «misión doble» de su escuela de preparar a los estudiantes tanto en el arte como en el aspecto académico.

Pero las preocupaciones de los alumnos apuntan a una conversación más amplia sobre el valor de las matemáticas para los estudiantes que no van a perseguir un camino académico.

El álgebra es la rama de las matemáticas en la que los símbolos, en lugar de los números, se utilizan en operaciones.

La geometría examina la forma de objetos individuales, las relaciones espaciales entre varios objetos y las propiedades del espacio circundante.

El cálculo es el estudio del cambio y el movimiento continuos.

En un artículo de opinión en el New York Times, el profesor de ciencia política Andrew Hacker, que lleva más de 45 años en el Queens College -parte de la City University de Nueva York-, escribió que en un día típico en Estados Unidos hay «seis millones de estudiantes de secundaria y dos millones de recién ingresados en la universidad peleando con el álgebra».

Y esta lucha forzada con las matemáticas, dice el profesor Hacker, «no solo es estúpida: es cruel».

Hacker se describe a sí mismo como una «persona de números». Pero la mayoría de la gente, afirma, no lo es.

«Hay alrededor de un 7% de seres humanos que tienen una aptitud natural para las matemáticas», apunta. «Para el resto es una pura tortura, sin ningún objetivo».

Y el miedo y la aversión que inspira el álgebra puede tener consecuencias.

En Estados Unidos, uno de cada cinco estudiantes de secundaria abandona sus estudios antes de graduarse, y suspender matemáticas es la principal razón académica que dan para explicarlo.

«Lo mismo sucede con la universidad», dice Hacker, quien añade que hay miles de estadounidenses que no aprobaron la secundaria o la universidad simplemente porque les obligaron a estudiar ecuaciones de segundo grado.

Las directrices piden que todos los estudiantes de Estados Unidos tomen geometría y trigonometría, además de dos años de álgebra.

Pero esta no es la norma universal. Según Hacker, varios países europeos, como Reino Unido, Alemania y Francia, permiten a los estudiantes abandonar las matemáticas a alrededor de los 16 años.

Y en Estados Unidos, las matemáticas obligatorias no están necesariamente dando frutos.

Internacionalmente, los estudiantes estadounidenses ocupan la mitad del ránking en cuanto a notas de matemáticas, lo mismo que con la lectura y la ciencia.

No todo el mundo está de acuerdo en que haya que tener un cerebro matemático para ver el valor que tienen las matemáticas.

Dimitri Shlyakhtenko, director de matemáticas puras y aplicadas en la universidad UCLA de California, obtuvo su doctorado de la Universidad de California Berkeley a los 22 años.

Él argumenta que el problema no son las matemáticas, sino cómo se enseñan.

«El cálculo solo por sí mismo es una cosa muy estúpida», dice Shlyakhtenko.

Pero si ves las matemáticas como un estilo de pensamiento, en lugar de la memorización de tablas de multiplicar, añade, se convierte en una «habilidad para la vida que permite todo».

«Las matemáticas han pasado de ser una especie de cosa oscura a algo que está siempre presente».

Un impactante número de malas decisiones de consumo, argumenta, son consecuencia de habilidades matemáticas infradesarrolladas.

A medida que las sociedades se vuelven más «artesanas», dice Shlyakhtenko, con más gente -especialmente artistas- trabajando para ellos mismos, más «se necesita entender tu propio presupuesto, tu propio flujo de caja».

Qué dicen las clasificaciones

Las últimas clasificaciones del Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, o Informe PISA -una de las comparaciones globales más amplias de habilidad académica- posicionó a Estados Unidos en el puesto 38 de 71 países en matemáticas.

Esto es por debajo de la media de la OCDE y por detrás de países como Singapur, Estonia, Vietnam y Reino Unido.

Pero las clasificaciones no proporcionan una respuesta clara sobre cuál es la mejor edad para dejar el álgebra.

Los estudiantes en Singapur, que lidera los ránkings de PISA en matemáticas, pueden elegir centrarse en humanidades para sus exámenes de final de secundaria, pero tienen que estudiar matemáticas o al menos una asignatura de ciencias hasta que dejan la escuela.

Pero Alemania, Francia y Reino Unido -que superan a Estados Unidos por al menos 11 puestos- favorecen modelos más voluntarios.

Los estudiantes pueden dejar las matemáticas alrededor de los 16 años y optar por asignaturas de humanidades.

Así que ¿cuál es la respuesta para estudiantes como los de LaGuardia que no soportan las matemáticas?

Sandra Nagy, directora de la Escuela de Diseño Futuro, una empresa con base en Toronto, Canadá, que trabaja con escuelas y profesores en Estados Unidos y Canadá para desarrollar currículos que promuevan el desarrollo de habilidades y el aprendizaje experimental, está de acuerdo con el profesor Shlyakhtenko en que la mayor parte de los problemas con las matemáticas se derivan de cómo se enseñan: como un concepto abstracto e inaplicable.

«No estamos haciendo que sea relevante [para los estudiantes] así que se descartan como buenos o malos para las matemáticas», dice. «Es la falta de confianza lo que lleva a los chicos a pensar de esa manera».

Cuando los estudiantes preguntan a los profesores por qué les están enseñando algo, «la respuesta no debería ser ‘porque tienes que saberlo», añade. Los esfuerzos se centran en que las escuelas les den una respuesta.

Nagy cita la alfabetización financiera básica como un ejemplo primordial del valor de las matemáticas. Pero también destacó la importancia duradera de perseverar con los temas difíciles.

Hay un valor, dice, en pedir a un chelista con un don innato que estudie algo que no se le da tan bien de forma natural.

Así que incluso para un futuro ganador de un Óscar, todavía pueden tener cabida las matemáticas.

«No tengo claro que todos los chicos tengan que aprender cálculo avanzado o álgebra lineal», dice Nagy.

Pero «si van a convertirse en el próximo actor o cantante más famoso, van a necesitar saber cómo contar su dinero».

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/que-se-debe-hacer-con-los-estudiantes-que-odian-las-matematicas/619988

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Panamá: Educación inclusiva presenta barreras para su desarrollo

Redacción; La Prensa/Panorama

El Centro de Investigación Educativa evidenció las deficiencias en la educación inclusiva, ya que no se cuenta con el personal necesario y los alumnos permanecen en aulas regulares.

 

Las deficiencias de la educación inclusiva en los centros escolares de las 16 regiones educativas del país quedaron evidenciadas en un estudio del Centro de Investigación Educativa, del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología.

La investigación, desarrollada por un equipo de investigadoras durante año y medio, demuestra que en Panamá se carece de docentes para impartir educación especial, por lo que los alumnos con necesidades educativas especiales (con dificultades de aprendizaje o discapacidades) permanecen tiempo completo sin este personal, además de que en el país hay un alto porcentaje de alumnos con discapacidad intelectual (limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual).

El estudio, que se efectuó en 226 centros escolares del país, seleccionados aleatoriamente, arrojó que el 72% de las escuelas no tiene docentes especiales, el 48.3% de los estudiantes con necesidades especiales se mantiene en aulas regulares a tiempo completo, sin personal adicional.

Un aspecto inquietante que reveló el documento es que el 16.8% de las escuelas tiene más de 8% de alumnos con discapacidad intelectual ( ver infografía).

Así lo explicó la investigadora Nadia De León, quien detalló que ese porcentaje preocupa, porque el promedio esperado siempre es del 3%.

Detalló que la muestra fue de 53 mil 285 estudiantes, de los cuales, 15% (aproximadamente 8 mil) tiene alguna necesidad especial.

Otro aspecto que la investigadora considera que se le debe prestar atención es que los docentes y directores plantean no recibir capacitación de cómo manejar a los alumnos con necesidades educativas especiales.

En ese sentido, el 35.6% de los educadores señaló en el estudio que no han recibido ningún apoyo o capacitación sobre el tema; mientras que el 32.6% indica que solamente ha recibido capacitación teórica.

Adiestramiento

Ante este escenario, la directora nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación (Meduca),  Graciela Delgado, indicó que son conscientes de que los cambios en la sociedad requieren que el personal reciba capacitaciones continuas.

Añadió que las jornadas se desarrollan durante los veranos, recesos académicos y en los centros educativos a solicitud de los directores o por la necesidad de cubrir un tema en específico.

De hecho, informes del Meduca indican que en los últimos años han aumentado considerablemente las capacitaciones, pues en 2015 la cifra ascendía a 776 jornadas, mientras que para este año es de 2 mil 297.

Sostuvo Delgado que con las capacitaciones buscan seguir las recomendaciones dictadas en 2017 por un comité de expertos de la Organización de las Naciones Unidas, que consistían en trabajar en un plan definitivo hacia la inclusión.

Además, reconoció que el trabajo es complejo para lograr que los estudiantes con necesidades educativas especiales se incorporen al sistema, porque existen barreras actitudinales, arquitectónicas, de comunicación y en las tecnologías.

Actualmente, el Meduca cuenta con mil docentes de educación especial para una población aproximada de 20 mil estudiantes.

Inclusión escolar

La educación inclusiva fue incorporada en el gobierno de Martín Torrijos con el Resuelto No. 924 del 24 de junio de 2006 del Meduca, en el que se indica que se debe establecer en todas las escuelas del país un programa educativo individual como herramienta para las adecuaciones curriculares, así como un monitoreo y evaluación de los logros de los alumnos con necesidades educativas especiales.

Infografía

Fuente: https://impresa.prensa.com/panorama/Educacion-inclusiva-presenta-barreras-desarrollo_0_5322967700.html

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