Page 8 of 33
1 6 7 8 9 10 33

Aula crítica: Revista del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica. Número Especial Octubre 2012 (PDF)

México / 5 de agosto de 2018 / Autor: Fundación McLaren / Fuente: Fundación McLaren

Link para la descarga:

http://fundacionmclaren.com/fundacionmclaren/wp-content/uploads/2016/09/REVISTA-AULA-CR%C3%8DTICA-OCT-2012.pdf

Fuente: 

http://fundacionmclaren.com/fundacionmclaren/uncategorized/aula-critica/

ove/mahv

Comparte este contenido:

Las 7 claves de la educación en Portugal

Portugal / 5 de agosto de 2018 / Autor: Aula Planeta / Fuente: Aula Planeta

Comparte este contenido:

La ruta de la desobediencia

Autor: Lev M. Velázquez Barriga

El go

obierno actual gastó cuatroveces más para evaluación que para formación de los docentes; la campaña mediática de desprestigio que presentó a las oposiciones magisteriales como un sector negativo a evaluarse y profesionalizarse fue más costosa que los programas de capacitación del magisterio. De inicio, los autores intelectuales de la reforma educativa vieron que la evaluación y la formación contenían los medios esenciales para que, además de crear una subjetividad docente que se apropiara del discurso y las prácticas pertinentes al proceso de acumulación de sus empresas, les abriera campos de oportunidad para detonar la economía cognitiva, siguiendo el ejemplo estadunidense donde se obtienen más ganancias por la industria de los exámenes estandarizados que por las entradas a las salas de cine.

El bajo presupuesto para la formación docente no ha limitado el desarrollo de un mercado prominente. La vieja carrera magisterial, siendo opcional, no garantizaba la interiorización universal de la pedagogía de la rentabilidad basada en competencias, la formación de maestros representó una carga logística y presupuestal para el Estado; en cambio, el nuevo servicio profesional docente es obligatorio, transfiere dinero público a los particulares para que se hagan cargo de una parte de la capacitación y de manera paralela dinamiza el mercado privado de la formación, impulsado por el temor a las consecuencias de la evaluación y por una nueva moda pedagógica que sustituye las competencias por los aprendizajes clave. Esta moda y las distintas etapas de la evaluación alimentan la producción industrial de libros, materiales didácticos, cursos, asesorías, conferencias y prediseños de clubes que harán de falsa autonomía curricular, de modo que al maestro no se le forme para que se apropie de su materia de trabajo y desborde sus capacidades creativas, sino que se le prepara para el consumo desmedido de mercancías cognitivas hechas externamente a sus vivencias cotidianas en el contexto escolar para asimilar el lenguaje de la segunda homogeneización cultural del capital (la primera fue la colonización europea).

Frente a estos procesos de mercantilización e industrialización de la evaluación y la formación, de interiorización docente de los valores educativos neoliberales, de capacitación para promover la estandarización o segunda homogeneización de la cultura capitalista, las disidencias magisteriales están respondiendo con trayectos formativos que avanzan en lógicas opuestas. Por estas semanas de receso escolar, desde hace 13 años se desarrolla la Guelaguetza Magisterial y Popular, organizada por la Sección 22 para desprivatizar, desmercantilizar y arrancar de las élites neocoloniales lo que en realidad es una manifestación solidaria de las clases subalternas y de las cosmovisiones de los pueblos comunales de Oaxaca; también se dan cita, en la Primera Comunidad Pedagógica Estatal, cientos de maestros disidentes de Chiapas para compartir sus experiencias alternativas emancipadoras y para consolidar un proyecto de educación propia.

En Morelia, la sección XVIII-CNTE realizó el décimo quinto Taller del Educador Popular, que en algunos años albergó hasta 6 mil participantes, quizás es el espacio regional de confluencia de los educadores populares más grande de América Latina. Mediante conferencias, mesas de trabajo y talleres específicos se analizan los contextos glocales de las reformas educativas; se aprenden las pedagogías críticas y del sur, entendido como locación geográfica para construir los saberes pluriversales de los pueblos oprimidos del mundo; se apropian de las herramientas para la implementación de una economía endógena, solidaria y de la sustentabilidad ambiental desde la escuela; se aprenden los conocimientos teóricos necesarios para la planeación escolar en la comunidad; se desarrollan habilidades para la educación lúdica, deportiva, artística y cultural, demeritada por la reforma tecnocrática.

La síntesis histórica de 15 talleres del educador popular, de cuatro congresos pedagógicos, dos décadas intercambiando experiencias regionales y latinoamericanas, es el Programa Democrático de Educación y Cultura para el estado de Michoacán (PDECEM), un modelo que vincula el proyecto escolar-comunitario con la edificación del proyecto nacional para la soberanía popular y el buen vivir, donde los docentes han sistematizado libros de texto propios para todos los grados de educación básica y diseñado formas de evaluación alternativa.

El PDECEM pasa por 4 mil 500 escuelas de Michoacán. Para seguirlo impulsando, así como apropiarse de sus principios y metodología, los docentes en desobediencia no asistirán a la capacitación para el nuevo modelo educativo que la SEP convocó del 6 al 10 de agosto, en su lugar replicarán 22 talleres regionales del educador popular, tampoco irán a las reuniones oficiales de consejo técnico escolar de inicios de ciclo ni a las planificadas cada mes en el año lectivo; cada zona escolar dará vida a la célula orgánica del movimiento pedagógico mediante los colectivos de planeación alternativa.

Rutas similares de desacato al calendario de capacitaciones de la SEP, de autoconstrucción de subjetividades docentes decoloniales, críticas, autónomas y rebeldes, que se niegan a un tipo de formación para el consumo de mercancías cognitivas y para ser forjadores de sujetos útiles a las transformaciones del capitalismo, se constituyen en los diferentes contingentes de la CNTE y de múltiples colectivos magisteriales democráticos con el firme propósito de cancelar el nuevo modelo educativo por la vía de la implementación de propuestas creadas con la inteligencia colectiva e insumisa de los maestros.

Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/08/04/opinion/015a1pol

Comparte este contenido:

¿Son las evaluaciones docentes la solución?

Por Alejandro Castro

Aunque la reforma educativa de 2013 ya fue sentenciada a una derogación, Esteban Moctezuma, próximo secretario de Educación Pública, dejó muy en claro que la evaluación docente continuará en el siguiente sexenio, pero sin la intención punitiva que tiene. Evaluar a los docentes para mejorar la calidad de la educación no es nada nuevo, como tampoco lo es la ineficacia de este propósito, ya que, con maestros mejor preparados, la calidad educativa se desplomó.

La historia de las evaluaciones se remonta al 19 de mayo de 1992, cuando se publica en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, del cual nace Carrera Magisterial para impulsar el arraigo y motivación del maestro, así como estimular la calidad de la educación y establecer un medio claro de mejoramiento profesional, material y de la condición social del maestro. En efecto, tuvimos excelentes maestros, pero esa calidad no se reflejó en la mejora educativa.

Diez años después, de 2003 y hasta 2012, llegaron los Exámenes Nacionales para la Actualización de Maestros en Servicio (Enams), abiertos a cualquier docente que quisiera tener un diagnóstico de sus competencias profesionales y orientación sobre cómo mejorar; sin embargo, menos del 20 por ciento de ellos participó en estas evaluaciones. Ante la indiferencia por los Enams, éstos fueron sustituidos por la Evaluación Universal, misma que fue implementada únicamente en 2012 con la participación de solo la mitad de los maestros programados. Con tres evaluaciones operando simultáneamente, el fracaso fue más que notorio, ya que el principal mecanismo de evaluación docente se usaba para otorgar recompensas a los maestros en vez de también dirigirse a la mejora de la práctica docente y al aprendizaje de niños y jóvenes.

Veinte años se tardaron en darse cuenta del error, con la reforma educativa de 2013 se impuso castigo para el maestro por las graves fallas en la política educativa; desde 2015 se implementó por primera vez la Evaluación del Desempeño Docente, en la que han participado poco más de 400 mil maestros, y los resultados siguen igual ¡Pero cómo cambiar cuando seguimos enseñando los mismos contenidos y evaluando con exámenes estandarizados sin observación en el aula y la deficiente retroalimentación y orientación formativa para los docentes! A ver qué se les ocurre ahora.

Tomado de:  https://sipse.com/milenio/columna-gis-pizarra-alejandro-castro-escalante-ls-evaluaciones-docentes-solucion-305585.html
Comparte este contenido:

Evaluar el aprendizaje no es evaluar la enseñanza

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

En días pasados, quien se perfila para asumir el mando de la Secretaría de Educación Pública cuando inicie el nuevo gobierno de la República, Esteban Moctezuma Barragán, ha señalado que se planean cambios importantes en la evaluación docente, desvinculándola de la permanencia en el servicio y eliminando prácticas como el polémico examen de conocimientos. Entre las modificaciones que considera, destaca una que sin duda pudiera ser arriesgada: basar la evaluación docente en los resultados de aprendizaje de los alumnos. Lo anterior pudiera parecer adecuado para la mayoría, pues la idea de que “un buen maestro es aquel que hace aprender a sus alumnos” goza de aceptación entre la población, de modo que si los estudiantes no aprenden, se puede deducir, de primera intención y sin mayores pesquisas de por medio, que el trabajo del maestro sería deficiente. Nada más alejado de la realidad e injusto para el profesor.

Evaluar al docente en función de los resultados de aprendizaje de sus alumnos evidencia un desconocimiento de un principio básico: la enseñanza y el aprendizaje son dos fenómenos que no se encuentran vinculados necesariamente por una relación de causa-efecto (Gvirtz y Palamidessi, 2006, p. 135). Si bien el propósito de enseñar consiste en facilitar las condiciones para que se efectúen las tareas de aprendizaje, los resultados de éstas últimas no pueden considerarse como un sinónimo de la calidad de las acciones de quien instruye. Pudiera decirse entonces que una enseñanza óptima a lo más que puede aspirar es a incrementar las probabilidades de que los pupilos aprendan, mas nunca a garantizar esto. Desde luego, lo anterior no implica una desvalorización de una buena enseñanza ni mucho menos se intentan aminorar los efectos nocivos de malas prácticas pedagógicas, pero es conveniente establecer el límite hasta el cual puede llegar la tarea de enseñar. Es un error decir que una buena enseñanza deba garantizar el aprendizaje.

La idea del próximo secretario de educación para evaluar a los docentes corresponde a los modelos de valor agregado (Martínez Rizo, 2016, p. 32), es decir, aquellos que determinan la calidad de la enseñanza infiriéndola a partir de resultados de aprendizaje, comparando éstos al inicio y al final de un curso y asumiendo que su diferencia es atribuible al desempeño del profesor. A pesar de que la idea que sustenta este modelo pueda aparentar  ser justa para el maestro, esconde un defecto importante: el modelo hace énfasis en el “resultado” de la enseñanza, mas no en el proceso mismo.  ¿Cómo considerar las altas y bajas de alumnos en el grupo que atiende el maestro? ¿Por qué, por ejemplo, en sexto grado de primaria se le tendrían que atribuir los resultados de un grupo a un solo maestro cuando el desempeño de los alumnos es el reflejo de, por lo menos, cinco docentes más?

Optar por un sistema de evaluación docente basado en los alcances de aprendizaje de los estudiantes puede tener algunos problemas. De acuerdo con Martínez (2016, p. 65), una primera complicación es llevar a la práctica mediciones del aprendizaje que no sólo contemplen aspectos que se presten a ser valorados con exámenes estandarizados. Lo anterior, implicaría que todo aquellos resultados del aprendizaje que no pueda ser plasmados en un examen escrito, serán desechados para la valoración del profesor.  El segundo problema, más importante aún, es “la dificultad de atribuir a la enseñanza de un maestro en particular los resultados del aprendizaje de ciertos alumnos, controlando bien los demás factores que inciden en esos resultados” (Martínez Rizo, 2016, p. 65). De este modo, sobre todo en evaluaciones a gran escala, sería sumamente complicado (si no es que imposible) separar los límites de influencia de los numerosos factores que determinan el logro de aprendizajes en los alumnos, para aislar únicamente lo referente a la acción del profesor.

Desde luego, aunque se ha dicho que la enseñanza y el aprendizaje no necesariamente tienen una relación de causa-efecto, el rendimiento de los alumnos pudiera tomarse “como criterio para validar otros instrumentos basados en observaciones de la práctica docente, en encuestas entre alumnos o maestros, o en la revisión de materiales con evidencias de la práctica en el aula” (Martínez Rizo, 2016, p. 66).Es decir, los rendimientos en evaluaciones de aprendizaje no pueden ser tomados como pruebas contundentes para determinar la calidad de un docente, sino como uno de tantos elementos que pudieran permitir una discusión sobre el asunto.

Vale la pena revisar la experiencia de países iberoamericanos en cuanto a evaluación docente. Según lo expuesto por Felipe Martínez (2016), no se observa, a excepción de Cuba, que se tome en cuenta la valoración de los resultados del aprendizaje de los alumnos para determinar la calidad de la función del docente. Así, por ejemplo, en Uruguay se evalúa la aptitud del docente “con base en los informes de las visitas anuales de inspección al aula, en el juicio del director de la escuela, el cumplimiento de registro y documentación, los cursos de capacitación […] y en observaciones de orden disciplinario” (p. 77). En Estados Unidos, la institución encargada de valorar la calidad de los docentes, la National Comprehensive Center for Teacher Quality, establece, entre diversos rasgos, que un buen profesor es aquel que “ayuda [a sus alumnos] a alcanzar altos niveles de aprendizaje, según medidas de valor agregado” y “contribuye a alcanzar resultados positivos académicos” (Potemski, 2011, p. 3); como se observa, la función del docente no pasa de ayudar o contribuir al logro de los resultados, mas no a concretarlos.

La práctica de una evaluación docente basada en el resultado de los aprendizajes de los alumnos pudiera significar además una medida que tienda a incrementar la de por sí alarmante inequidad de nuestro sistema educativo: se pudiera promover entre los docentes un desprecio por aquellas instituciones escolares en contextos adversos, pues los efectos de los factores desfavorables que se reflejan en el rendimiento académico de los alumnos, pudieran ir en detrimento de la valoración que se haga sobre la calidad de la función del docente. Aun cuando se pudiera argumentar la importancia de la vocación del profesor, sería lógico que éste buscara escuelas que le permitieran obtener buenos resultados en aras de lograr una buena valoración que redunde no sólo en la conservación de su trabajo, sino en la obtención de incentivos laborales o económicos. En la extinta Carrera Magisterial, el sistema de evaluación consideraba entre sus factores el resultado del grupo atendido por el profesor en un examen estandarizado, lo que provocaba que los maestros de escuelas en contextos desfavorecidos se encontraran en desventaja con respecto al resto de los docentes.

Así pues, parece que no es una buena idea evaluar a los docentes con base en los resultados de los alumnos, máxime en un sistema educativo como el mexicano, caracterizado por brindar oportunidades de aprendizaje radicalmente diferenciadas entre los alumnos a los que atiende. Desde luego que los docentes deben procurar buenos resultados de aprendizaje en sus alumnos, pero éstos no deben asumirse como un indicador fiel de la calidad de las acciones que está realizando. Una buena evaluación docente debe pasar por la observación directa, la evaluación entre pares, las entrevistas con diversos actores de la comunidad escolar, el análisis de productos, etc. Evaluar al docente en función de los resultados de sus alumnos sin duda perpetuará la idea errónea de que el principal responsable de la misión educativa es el profesor, aminorando la influencia que para este fin tienen la familia, el gobierno y el entorno cultural y social que rodea al alumno. Siguiendo la lógica del enfoque en los resultados: ¿sería justo juzgar a un médico como incompetente si uno de sus pacientes muere? Seguramente, la respuesta no cabe en un escueto “sí” o “no”, pues habría que estudiar la situación considerando varias aristas: desde el historial personal del paciente, pasando por las condiciones sociales, culturales y económicas del entorno, hasta la calidad de instrumentos e instalaciones con las que el doctor dispone. Así de difícil también sería intentar evaluar a un maestro tomando como referencia el resultado de aprendizaje de un alumno.

Si bien es importante destacar aspectos positivos de la propuesta de evaluación docente del próximo gobierno federal, tales como regionalizarla, desvincularla de la permanencia en el servicio o privilegiar la actualización y capacitación antes que la evaluación, también se deben advertir peligros tales como asociarla a los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Lo anterior, como ya se dijo, es riesgoso en el sentido de que la evaluación pudiera no reflejar fielmente el desempeño del maestro. Asimismo, pudiera ser una medida inequitativa en relación a la diversidad de contextos en las que los profesores y los alumnos se desenvuelven.  Las próximas autoridades deberán hacer un esfuerzo por reformular la evaluación docente de modo que el trabajo de los profesores sea valorado de una manera pertinente, justa, transparente y consensuada, lo que redundaría sin duda en la mejora profesional del magisterio.

Twitter: @proferoger85

 REFERENCIAS

GVIRTZ, Silvina y Mariano PALAMIDESSI. El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza. Buenos Aires: Aique, 2006.

MARTÍNEZ RIZO, Felipe. La evaluación de docentes de educación básica. Una revisión de la experiencia internacional.México: INEE, 2016.

POTEMSKI, A. et al. Alternative Measures of Teacher Performance. Washington: National Comprehensive Center for Teacher Quiality, 2011.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/evaluar-el-aprendizaje-no-es-evaluar-la-ensenanza/

Comparte este contenido:

Esteban Moctezuma: la evaluación docente está mal diseñada y mal hecha (Video)

México / 22 de julio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Nacion 321

Esteban Moctezuma, futuro secretario de Educación Pública (SEP) en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, dijo que la evaluación docente «está mal diseñada y mal hecha» por lo cual debe modificarse.

«El tema no es la Reforma Educativa, es la nueva educación y vamos a tener que quitar todo lo que tengamos que quitar… Ningún maestro, o casi ningún maestro está en contra de una evaluación, está en contra de esa evaluación (…) mal hecha, mal diseñada, está incompleta»«Esteban Moctezuma»

En entrevista con Adela Micha en el Financiero | Bloomberg, Esteban Moctezuma dijo que no se escuchó a los docentes para realizar la reforma, además de que la evaluación se utilizó de manera punitiva, por lo cual «el maestro se preocupa más por su evaluación que por el aprendizaje de los niños».

De esa manera entonces la evaluación debe ser «un aliciente para ser mejor y no un castigo», porque la que pasó fue muy parecido al refrán de «la letra con sangre entra», dijo Moctezuma.

Aclaró que la prioridad es centrarse en la educación de las niñas y de los niños y en los lugares donde la necesidad es mayor, además, aseguró que se buscará revalorar la imagen del magisterio, pues existió una campaña de desprestigio que hizo que en tres años 150 mil maestros se jubilaran o prejubilaran, y que en promedio bajara el 23% de la matrícula nacional de las escuelas normales.

“Se va a crear un nuevo plan educativo que incluya la comunión de la sociedad mexicana, empezando por maestros y maestras”, además de los sindicatos y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pues “se puede negociar con todo mundo”, agregó.

Al respecto, explicó que para su arribo a la SEP buscará crear un consejo permanente, en el que se sienten representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la CNTE, la autoridad educativa, empresarios, integrantes de la sociedad civil y los padres de familia para analizar las continuas mejoras que se necesitarían en el sistema educativo.

“Y cuando me vaya, el consejo se queda, entonces llegará el nuevo secretario de educación con brillantes ideas y habrá una estabilidad que le explicará las decisiones se tomaron por esto, esto y esto, yo creo que esto debe cambiar y esto no”, detalló.

Propuso que los integrantes de dicho consejo deben permanecer por 10, 15 o 20 años para mantener una memoria histórica de las decisiones de política pública educativa, porque en los últimos diez años han habido 12 secretarios de Educación Pública, “los cambian más que a los entrenadores del tricolor”.

Esteban Moctezuma también dijo que en la administración de AMLO será viable que todas las escuelas tengan internet, invirtiendo en la cobertura de las escuelas.

LOS DREAMERS PODRÍAN CONVERTIRSE EN MAESTROS DE INGLÉS

Los dreamers podrían convertirse en maestros de inglés en el país luego de recibir la capacitación adecuada, afirmó esteban Moctezuma.

«Tienen un problema serio de integración, precisamente porque su idioma es el inglés. ¿Por qué no tomamos a ese grupo (los dreamers), les damos preparación en pedagogía y que ellos sean los maestros de inglés?», detalló Moctezuma en entrevista con Adela Micha.

A su vez, dijo que existen diversos programas en internet, con los que una persona que no sabe el idioma, puede acompañar a un grupo a aprender inglés con estas herramientas.

Por lo que señaló que «una de las obsesiones que deberíamos tener el próximo sexenio es que todas las escuelas tengan conectividad, empezando por las más pobres».

¿QUIÉN ES ESTEBAN MOCTEZUMA?

Es un economista egresado de la UNAM que en 1973 comenzó a ser miembro activo del PRI. Ese mismo año, ingresó como analista a la extinta Secretaría de la Presidencia, durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez y, en el sexenio de José López Portillo, se desempeñó como investigador en asesoría económica.

Ya en el gobierno de Miguel de la Madrid, Moctezuma fue secretario particular de Francisco Labastida, titular entonces de Energía, Minas e Industria Paraestatal.

En 1995, Esteban Moctezuma dio un paso mayor al convertirse en secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo. Sin embargo, solo estuvo en el cargo siete meses ya que fue relevado por Emilio Chuayffet.

Fuente de la Entrevista:

http://www.nacion321.com/elecciones/esteban-moctezuma-la-evaluacion-docente-esta-mal-disenada-y-mal-hecha1

ove/mahv

Comparte este contenido:

Ecuador: El desmontaje del sistema educativo

Ecuador / 22 de julio de 2018 / Autor: Rhonny Rodríguez / Fuente: Expreso

Las autoridades trabajan desde varios ámbitos por darle a la educación un giro a lo que estuvo establecido durante los diez años del correísmo.

El cambio del modelo educativo que rigió al país durante la última década va cambiando de a poco. La decisión la han llevado adelante desde varios flancos las autoridades de Gobierno, esto es, desde la educación general básica hasta la superior. Como resultado de ello se evidencia un desmontaje del modelo correísta.

Varios son los ejemplos. El Ministerio de Educación lleva adelante las evaluaciones a docentes y estudiantes con visiones diferentes a las que estuvieron establecidas. Ahora los docentes deben ser evaluados hasta psicológicamente para ser contratados, esto debido, a los más de 700 casos de abuso sexual en el sistema educativo que han sido denunciados en la Fiscalía.

Además, ha llevado adelante un trabajo con los Departamento de Consejería Estudiantil (DECE), que es la instancia responsable de la atención integral de los estudiantes. Su propósito es brindar apoyo y acompañamiento psicológico, psicoeducativo, emocional y social, en concordancia con el marco legal vigente.

Sin embargo, uno de los temas en el que más se ha trabajado es en encontrar un mejor sistema de ingreso a las universidades públicas. Las nuevas autoridades del sector plantearon varios cambios a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), que entrará en vigencia en los próximos días una vez que la Asamblea tramitó el veto parcial del Ejecutivo. La normativa fue enviada al Registro Oficial para su publicación.

Los cambios inician por la Prueba Ser Bachiller, que cumplen los estudiantes del tercer año de bachillerato para el ingreso a la educación superior. Con las reformas se tomarán en cuenta otros criterios para acceder a la universidad. Se sumará el récord académico del bachiller y su situación social, económica y de territorio. Aspectos que se considerarán en en el examen a cumplirse en el régimen Costa al término del actual año lectivo.

Así también se ha dado impulso a la educación intercultural bilingüe. Para el representante del Contrato Social para la EducaciónMilton Luna, este tema es uno de los aspectos que marca la diferencia con el anterior modelo, porque es el reconocimiento de la diversidad, que antes fue inobservado.

Los cambios no quedan ahí. Estos también pasan por la infraestructura educativa. Ya no será un modelo único de estructuras físicas para las unidades educativas. En esto se trabaja desde el Ministerio de Educación que espera tener listo para agosto.

La viceministra de Gestión Educativa, Mónica Reinoso, dijo a EXPRESO, que ahora se trabaja en el tema de “La Nueva Escuela”, propuesta que pasa por eliminar el modelo único de infraestructura que estableció el Gobierno anterior.

“Nosotros como Ministerio estamos trabajando en un nuevo prototipo de escuela. Este nuevo prototipo lo que marca es: primero que se va a trabajar con materiales propios de la zona, en la costa seria con bambú, caña guadua, madera, es decir, materiales que son mucho más amigables con el medio ambiente; segundo que van a ser estructuras que no van a romper con el entorno inmediato, es decir, serán unidades educativas que estén acordes a la zona donde se construye; en tercer lugar está el de las buenas prácticas ambientales; y, lo más importante serán los procesos de participación, que es lo que está marcando lo que lo hemos denominado “La Nueva Escuela”, dijo.

Este trabajo lo cumplen también quienes son parte del Contrato Social para la Educación, quienes están poniendo sus propuestas sobre lo que debe ser la nueva educación en el país, contó Miltón Luna.

Fuente de la Noticia:

http://www.expreso.ec/actualidad/eduacion-sistema-gobiernoecuador-evaluaciones-YL2278607

ove/mahv

Comparte este contenido:
Page 8 of 33
1 6 7 8 9 10 33