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España: La concertada se revuelve contra la ‘ley Celaá’ y prepara movilizaciones

Europa/España/01-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.laverdad.es

Patronales, padres y sindicatos se unen para frenar la reforma con recogidas de firmas, concentraciones y una marea de lazos naranja.

La Lomloe, la nueva ley de educación con la que la ministra Isabel Celaá quiere derogar la Lomce del PP, se tramita con rapidez en el Congreso, hasta el punto de que el Gobierno aspira a que la Cámara baja apruebe antes de final de año el texto que debería luego ser ratificado por el Senado. Es el momento decisivo, cuando la Comisión de Educación debate las enmiendas de los partidos y cuando el Ejecutivo debe ver si tiene o no los votos suficientes para sacar adelante una norma que contará con la casi segura oposición de PP, Ciudadanos y Vox.

Es la hora de la verdad y la educación concertada, que considera que la reforma los quiere convertir en centros subsidiarios, terminar con la capacidad de elección de los padres, y cerrar de forma paulatina muchas de sus aulas y colegios, ha decidido dar la batalla en la calle y en las redes para tratar de parar la ley.

El toque a rebato se producirá hoy, cuando una plataforma liderada por las patronales de la enseñanza concertada -con Escuelas Católicas a la cabeza-, las principales asociaciones de padres de los centros y los sindicatos mayoritarios en este ámbito inicien una campaña de movilizaciones y denuncia pública contra la ‘ley Celaá’, para poner en pie de guerra a un sector que supone el 26% del sistema no universitario español, con más de 5.200 centros y 2,1 millones de alumnos.

La campaña, denominada ‘Más plurales, más libres, más iguales’, comenzó a calentar motores el lunes, con la publicación masiva de vídeos y eslóganes contra la Lomloe en las redes sociales y páginas web de todas las organizaciones adheridas. La agitación de la protesta en el mundo digital va acompañada de etiquetas como #StopLeyCelaa.

Hoy miércoles se iniciará en la web masplurales.es una recogida de firmas contra la Lomloe que pretende reunir centenares de miles de apoyos para presionar a políticos y partidos y empezarán a activarse las protestas en la calle, que comenzarán con concentraciones en los centros, los miércoles, al final de la jornada escolar. Toda la campaña de denuncia contra la Lomce tendrá como referente simbólico y visual un lazo naranja.

Puntilla a la elección del centro

El sector rechaza de manera frontal la Lomloe porque suprime la «demanda social» como condicionante de la programación de puestos escolares -lo que permitía mantener y ampliar las plazas de la concertada a solicitud de los padres-; porque, con el objetivo de evitar casos de segregación escolar, da mayores competencias a las administraciones a la hora de distribuir a los alumnos por centros públicos o privados con independencia de la preferencia; y porque apuesta por la ampliación preferente de plazas públicas, sobre todo en la etapa de 0-3 años. Creen que detrás de los cambios está la intención de terminar con la libertad de elección de centro de los padres y de convertir la concertada en un mero complemento de la pública, para ir retirándoles grupos y conciertos paulatinamente.

Además, rechazan que la reforma legal «postergue» la clase de Religión a una asignatura sin materia alternativa y sin efectos académicos, que imponga en Primaria y ESO una asignatura obligatoria de Valores Cívicos y Éticos que creen «un instrumento de adoctrinamiento», que «se limite la autonomía de los centros» por el retorno al consejo escolar de un representante municipal a quien consideran «un comisario político» y por el mayor peso de padres y alumnos en la elección del director, o que pretenda terminar con los conciertos de los centros privados que practican la educación diferenciada (separación por sexo).

Fuente e Imagen: https://www.laverdad.es/sociedad/educacion/concertada-revuelve-ley-celaa-20201028201511-ntrc.html

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Fernando Trujillo: “La educación presencial es insustituible”

Por: Laura Román

Cuatro son los planos que Fernando Trujillo, docente en la Universidad de Granada y socio fundador de ‘Conecta 13’, considera importantes para expandir la educación presencial a través de la tecnología en plena crisis sanitaria: el comunicativo, el curricular, el evaluador y el facilitador. Y para que funcionen, Trujillo lo tiene claro: hay que replantearse el verdadero uso de la tecnología en la educación.

La crisis sanitaria pilló a la educación del revés sin el soporte que le daba la presencialidad en las aulas. El curso ha comenzado de nuevo y los centros, docentes y equipos directivos necesitan pautas y propuestas para estructurar lo que será la educación de ahora en adelante.Y de eso trata el último manual de Fernando Trujillo (docente en la Universidad de Granada y socio fundador de ‘Conecta 13’) ‘Aprender y enseñar en tiempos de confinamiento’, en el que se recogen distintas propuestas para la educación del siglo XXI.

Trujillo señala que un cambio en la educación no es sinónimo de ‘digitalizar las escuelas’ sino de preguntarse cuál es el verdadero uso que se quiere hacer de la tecnología; que hay que reforzar la educación presencial pero sin olvidar (y mejorando) todos los mecanismos que se llevaron a cabo en pleno confinamiento y que la educación es una tarea permanente a lo largo de la vida y también colectiva (en la que las familias son aliadas necesarias).

Y ahí está la clave de la educación del futuro: “La educación dejará de ser una tarea exclusiva de la escuela, aunque ésta siga siendo la institución fundamental y privilegiada de aprendizaje en sociedad”.

Pregunta: El objetivo de este libro es hacer propuestas útiles para la educación del siglo XXI tras la crisis sanitaria. ¿Cuál es el papel que deben asumir docentes y estudiantes en esta ‘nueva educación’?

Respuesta: La pandemia de COVID-19 ha generado en la educación una serie de grietas que nos permiten ver las debilidades del sistema, aquellos aspectos que deben ser reforzados para la construcción de un sistema educativo ajustado no solo a la realidad actual, que es ciertamente excepcional, sino también a los retos que plantea el siglo XXI.

En este sentido, tanto los docentes como los estudiantes comparten un reto: aprender para desarrollar su vida ciudadana y en sociedad, además de sus competencias personales o profesionales. Es decir, el aprendizaje en el siglo XXI es la puerta de una vida plena en lo personal y en lo social y sin unos aprendizajes mínimos parece difícil alcanzar un desarrollo pleno y feliz del individuo en sociedad.

Futuro educación

Para ello, además, tanto docentes como estudiantes viven en conexión. Ser nodos de distintas redes y comunidades nos permite no sólo aprender más y mejor sino también poder contribuir a la mejora de la sociedad y de nuestro entorno, contribuyendo a tareas tan importantes como la promoción de la salud propia y de quienes nos rodean, el cuidado del medioambiente, la defensa de los derechos humanos o la aspiración compartida que representan hoy los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Con este telón de fondo se desarrolla la actividad de construcción del conocimiento y la docencia. Ambas implican hoy nuevos roles como la resiliencia, la búsqueda y gestión de información, la lectura y el pensamiento crítico o el desarrollo de las alfabetizaciones múltiples. Este conjunto de roles representan cómo será el aprendiz y los educadores del siglo XXI, especialmente a partir de esta experiencia de pandemia que, de algún modo, ha alterado la ‘normalidad’ secular de la institución escolar.

P: Comenta que el periodo de confinamiento ha convertido las aulas en un espacio vacío e inerte, desprovisto de su sentido primordial. ¿Qué ocurrirá con la educación presencial a partir de ahora?

R: La educación presencial es un dispositivo de aprendizaje de gran relevancia en nuestra cultura, no sólo por la adquisición de conocimientos sino por representar una experiencia de socialización de gran calidad entre distintas generaciones y perfiles sociales y familiares diferentes. En este momento representa una institución insustituible en nuestra sociedad.

Sin embargo, la irrupción del coronavirus y la puesta en funcionamiento de la educación a distancia durante el confinamiento y de educación semipresencial durante el presente curso tendrá un impacto en la educación presencial. Sería temerario olvidar la experiencia vivida y desmontar muchos de los mecanismos y las prácticas que se han organizado para mantener la educación en funcionamiento más allá de la presencialidad.

«El aprendizaje en el siglo XXI es la puerta de una vida plena en lo personal y en lo social y sin unos aprendizajes mínimos es difícil alcanzar un desarrollo pleno y feliz del individuo en sociedad»

En este sentido, podríamos hablar de una presencialidad enriquecida por la tecnología, que ya estaba presente en muchos centros educativos y que ahora tenderá a generalizarse ya sea por decisión propia de los docentes y los centros o por estímulos ofrecidos desde la Administración educativa u otras instituciones.

P: ¿Cuál es el plan que deberían seguir los docentes para enseñar más allá de la presencialidad? ¿Qué pasos adelante se pueden dar para mejorar nuestra educación presencial tradicional?

R: Hay cuatro planos de expansión de la presencialidad promovidos por la tecnología, algunos de los cuales ya se han experimentado durante el confinamiento: el plano comunicativo, que usa la tecnología para establecer vínculos y garantizar la interacción entre el alumnado, el profesorado y las familias; el curricular, que incluiría tanto la presentación de contenidos como las actividades de aprendizaje a realizar (para las cuales se utilizaría la tecnología especialmente en la promoción de enfoques activos de enseñanza y aprendizaje); el evaluador, que utiliza recursos tecnológicos para promover una evaluación alternativa al examen escrito, más en consonancia con el tipo de actividades que se plantean en el plano anterior y, por último, un plano de la facilitación, que pone la tecnología al servicio del aprendizaje de todo el alumnado para garantizar que todos aprenden con propuestas, como el diseño universal de aprendizaje o la instrucción diferenciada.

Como se puede ver, en todos ellos la tecnología juega un papel importante pero lo central es preguntarnos para qué queremos usar la tecnología. En este sentido, el objetivo no es ‘digitalizar la escuela’ sino aprovechar el potencial de la tecnología para promover una mejora sustancial de la educación, pensando más en cuestiones como la cultura de la institución y las prácticas que tienen lugar en la misma.

P: La organización para este nuevo curso ha traído de cabeza a todos los centros educativos. ¿Cómo debe actuar un equipo directivo para adaptarse a la nueva situación y también para lo que viene?

R: En realidad, si algo ha traído de cabeza a los centros educativos, son dos cuestiones: la falta de instrucciones claras por parte de la Administración (las decisiones sustanciales para el curso 2020-2021 se tomaron a finales de agosto y principios de septiembre, por mucho que nos quieran hacer creer que estaban tomadas con anterioridad) y la falta de recursos en los centros.

Es decir, la cuestión no es cómo deben adaptarse los equipos directivos, que sin lugar a dudas lo están haciendo, sino por qué, a pesar de las peticiones claras y concretas de los centros, no se han dispuesto ni los recursos ni las medidas necesarias con la antelación suficiente. En mi opinión, la responsabilidad recae en el ámbito de actuación de la Administración, que ha actuado tarde y en muchas regiones con dudas y limitaciones.

En el ámbito concreto de los centros, si bien en un primer momento ha sido necesario que los equipos directivos desarrollaran un enorme liderazgo de gestión, especialmente durante el diseño de los planes de contingencia y su puesta en funcionamiento inicial a principios del curso 2020-2021, una vez que ya está iniciado es necesario que este liderazgo de gestión pase a ser invisible y ocupe todo el espacio el liderazgo centrado en el aprendizaje: los centros deben poner en marcha sus proyectos educativos en el marco generado por la COVID-19, a pesar de todas las dificultades y restricciones.

Es decir, es fundamental que se naturalice el uso de mascarillas y demás medidas higiénico-sanitarias y empecemos a hablar de aprendizaje y enseñanza en el contexto actual: este curso tiene que tener valor educativo, no sólo asistencial.

«El objetivo no es ‘digitalizar la escuela’ sino aprovechar el potencial de la tecnología para promover una mejora sustancial de la educación, pensando más en cuestiones como la cultura de la institución y las prácticas que tienen lugar en la misma»

P: ¿Hacia dónde se encamina la educación? ¿Cuál será el papel de las familias?

R: Hay dos grandes lecciones en el confinamiento y la pandemia: en primer lugar, la educación es una tarea permanente a lo largo de la vida y no debemos perder el foco a corto, medio y largo plazo; en segundo lugar, la educación es una tarea colectiva, en la que las familias son aliadas necesarias.

Si la primera afirmación nos debe hacer recordar que aquellos elementos curriculares que se dejan de ver un año podrían ser revisados al año siguiente o en contextos de aprendizaje no formal, la segunda nos recuerda que la educación trasciende el espacio del aula y de la escuela y tiene lugar en el contexto del hogar y, también, en la ciudad.

Así pues, nos encaminamos hacia un futuro donde la educación tendrá un valor más ecológico y dejará de ser (si no lo ha hecho ya) una tarea exclusiva de la escuela, aunque ésta siga siendo la institución fundamental y privilegiada de aprendizaje en sociedad.

Docentes futuro

P: ¿Un mensaje para los docentes del futuro?

R: Es arriesgado lanzar mensajes al futuro. La mayor parte de los mensajes encerrados en botellas o no llegan a su destinatario o quedan obsoletos por el camino.

Quizás la única realidad inmutable en educación es que la docencia es una actividad situacional y contingente. Es necesario estar atentos a los cambios de la sociedad y cómo esta crece en complejidad para ser capaces de responder también desde la complejidad de una profesión que está en permanente evolución.

Hoy nos corresponde dar respuesta a la crisis sanitaria pero más adelante serán otras crisis (medioambientales, con total seguridad, pero también económicas o sociales); la educación y el profesorado representan uno de los principales mecanismos de reacción ante estas crisis, tanto por anticipación de sus causas y sus efectos como mediante la preparación de unos ciudadanos y ciudadanas concienciados y preparados para su presente y su futuro. En esta crisis las educadoras y educadores han demostrado su valía y su capacidad de reacción y lo seguirán haciendo en el futuro.

Fuente  e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/fernando-trujillo-educacion-presencial-es-insustituible/

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¿Qué sociedad roba a sus escuelas?

 Abelardo Carro Nava

¿Algo estamos haciendo mal cuando los hombres roban en las escuelas de nuestros hijos? Fue la pregunta que vino a mi mente después de haber visto una noticia en la televisión mientras degustaba mis alimentos. Ello, desde luego, motivó mi curiosidad y me llevó a indagar y a leer algunas de las noticias más recientes sobre este tema que, diversos medios de comunicación, han reportado a través de sus portales de noticias digitales, mismos que circulan por la internet.

“Roban escuelas durante la pandemia”, así lo reportó Monserrat García de El Sol de San Juan del Río, de Querétaro, el pasado 13 de agosto. Y es que, señala la reportera, ante la imposibilidad de dar clases presenciales en las mismas, de manera progresiva, han desmantelado las escuelas llevándose cables, tubería, lavabos y equipamiento educativo que, de alguna manera, han proporcionado los padres de familia a los centros escolares.

Por su parte, la redacción del periódico digital Cambio 22, de Quintana Roo, informó que el pasado 12 de agosto, habían sido robadas y vandalizadas 83 escuelas durante la pandemia en ese estado, afectando a un número importante de alumnos y profesores que ahí acudían a sus clases antes de la contingencia sanitaria porque, en lo que va de estos meses, se han sustraído cables eléctricos, aires acondicionados, cables de cobre, medidores de luz, protectores, ventanas y puertas, tubería de tanque de gas, diverso mobiliario, equipo de cómputo y eléctrico, tinacos, plomería y artículos inventariados.

Otra reportera, Nadia Mendoza, el 15 de agosto, publicó una nota en El Sol de Tlaxcala que llevó por título: “En curso, investigación por robo a 17 escuelas”. Y es que, a decir de la periodista, dichos robos se habían presentado en la entidad tlaxcalteca desde el mes de marzo a la fecha en que cerraba esa nota, por lo que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), había iniciado 17 carpetas de investigación por hurto a los colegios de los que habían sustraído equipos de cómputo, pantallas, proyectores, herramientas de jardinería y hasta borregos.

Sobre este mismo asunto, el 5 de septiembre, Lidiet Mexicano, del periódico digital Vanguardia Mx, reportaba que en Coahuila, habían robado 350 escuelas durante la pandemia; las afectaciones que tuvieron dichos centros educativos fueron de diversa naturaleza pero, lo que más llamó la atención de las autoridades y de los habitantes de esa entidad federativa, según esta informante, fue el robo de 90 paquetes de útiles escolares.

En este mismo tenor, Cecilia Nava, el pasado 4 de octubre, reportó a través de El Sol de México, de la Ciudad de México, que del 3 de abril al 31 de julio de 2020, 61 planteles educativos fueron robados ocasionándoles a éstos daños a sus instalaciones, sustracción de muebles y otros enseres educativos, motivo por el cual, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, expresó que ya se había puesto en marcha la aplicación Mi Policía en mi Escuela, una alarma silenciosa mediante la cual, los ciudadanos, podían reportar cualquier ilícito en flagrancia en las escuelas cuando así lo observaran.

En la misma tesitura, el pasado 15 de octubre, la redacción del periódico digital Noticias Cuautla, de Morelos, reportaba que, en plena pandemia, se habían registrado 25 robos a escuelas y que, algunas de ellas, habían sido saqueadas más de dos veces; esto, según los datos de la autoridad educativa de esa entidad federativa, misma que informó que el material que había sido robado de éstas, consistía en tuberías y aparatos electrónicos.

Sí, fueron seis notas que leí y elegí para exponerlas en estas líneas, aunque debo señalar que encontré muchas más; sin embargo, a partir de su contenido, de los datos que los periodistas aportaron, del estado o ciudad en la que se recabó la información, entre otras cuestiones más, es que consideré relevantes, repito, para que pudieran acompañar estas líneas.

Dicho lo anterior, de nueva cuenta saltaron en mi mente otra serie de interrogantes: ¿quién debería proporcionar seguridad a las escuelas?, ¿cuál es el papel de la federación, estados y municipios en este rubro?, ¿por qué debería proporcionarse esa seguridad?, ¿qué papel juega la sociedad en este asunto?, ¿qué es lo que ha propiciado tales robos?

Al respecto, tengo claridad que el Estado, a través de sus instituciones, tiene la obligación de velar por la seguridad pública de sus habitantes y de las propiedades que son parte de éste. Ello no está a discusión, puesto que en el Artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), así lo establece: “La seguridad pública es una función del estado a cargo de la federación, las entidades federativas y los municipios, cuyos fines son salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas… La seguridad pública comprende la prevención, investigación y persecución de los delitos, así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley…”.

Sobre la persecución de los delitos, ¿qué señala el Código Penal Federal vigente? Bien, en su Título Primero sobre la Responsabilidad Penal, Capítulo I Reglas generales sobre delitos y responsabilidad, Artículo 7º, se define al delito como “el acto u omisión que sancionan las leyes penales”. De esta forma, en su Título Vigésimo Segundo de Delitos en Contra de las Personas en su Patrimonio, Capítulo I Robo, Artículo 367, se señala que “comete delito de robo el que se apodera de una cosa ajena mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que puede disponer de ella con arreglo a la ley”. En este mismo sentido, por lo que toca a las posibles sanciones, el Artículo 381 Bis, de este Código, señala: “Sin perjuicio de las sanciones que de acuerdo con los artículos 370, 371 y 372 deben imponerse, se aplicarán de tres días a diez años de prisión al que robe en edificios, viviendas, aposento o cuarto que estén habitados o destinados para habitación, comprendiéndose en esta denominación no sólo los que estén fijos en la tierra sino también los móviles sea cual fuere la materia de que están construidos, así como aquellos lugares o establecimientos destinados a actividades comerciales”. Finalmente, en su Capítulo VI Daño en Propiedad Ajena, Artículo 397, se especifica que: “Se impondrá de cinco a diez años de prisión y multa de cien a cinco mil pesos, a los que causen incendio, inundación o explosión con daño de peligro de: III. Bibliotecas, museos, templos, escuelas, edificios y monumentos públicos” (DOF, 2020).

Como hemos visto, jurídicamente, la delincuencia puede definirse como una conducta humana reprimida por la ley penal de nuestro país, sin embargo, ¿cómo puede verse este hecho desde la sociología? A decir de Nureña (2014), se trata de un verdadero fenómeno social, manifestado por la comisión de actos no solo sancionados por la ley, sino que, además, implica trasgresiones a los valores reinantes en la sociedad. En consecuencia, puedo decir, que se trata de conductas antijurídicas, pero también, antisociales que, de alguna manera, han ido en aumento porque, como bien señala (Tonkonoff, 2016), todo nuevo delito es siempre, y fundamentalmente, una invención cultural.

 ¿Qué es lo que está fallando entonces?, ¿las leyes?, ¿la aplicación irrestricta de esas leyes?, ¿las instancias de procuración de justicia?, ¿la escuela?, ¿la sociedad?, ¿los hombres?

Tengo claro pues, que el tema es amplio; lleno de diversas aristas que, de cierta manera, deben ser desmenuzadas para comprender el fenómeno como tal; sin embargo, a bote pronto, pienso que el delito y la delincuencia tal y como hoy la conocemos, se ha interiorizado y normalizado en nuestra sociedad y, desafortunadamente, la hemos aceptado.

La ley está escrita, ¿habría que pensar en reformarla para que sean más severas las sanciones para quien comete un delito como el que he expuesto?

La escuela, dada la función social que le ha sido encomendada a través de estos años, ¿ha cumplido con su encomienda para que no se normalicen tales hechos?

La sociedad, ¿estará dispuesta a modificar sus conductas para dar paso a una cultura de respeto y aprecio por todo aquello que le produce un bien social como lo es el campo educativo?

¿Qué podemos hacer al respecto?

Con negritas:

Justo en el momento en que cierro estas líneas, por las redes sociales me entero que, en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, varios sujetos ingresaron a robar, por la madrugada, llevándose consigo equipos de cómputo y diversos materiales educativos. Insisto, ¿qué sociedad roba a sus escuelas?


Referencias:

Código Penal Federal. Útima reforma publicada en el DOF el 01/07/2020. Recuperado de: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Codigo_Penal_Federal.pdf

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Última reforma publicada en el DOF el 08/05/2020. Recuperado de: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Constitucion_Politica.pdf

García, M. (13/08/2020). Roban escuelas durante la pandemia. EL sol de San Juan del Río. Recuperado de: https://www.elsoldesanjuandelrio.com.mx/local/roban-escuelas-durante-la-pandemia-5620621.html

Mendoza, N. (15/08/2020). En curso, investigación por robo a 17 escuelas. El Sol de Tlaxcala. Recuperado de: https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/local/en-curso-investigacion-por-robo-a-17-escuelas-5630755.html

Mexicano, L. (5/09/2020). Roban y vandalizan 350 escuelas de Coahuila durante la pandemia. Vanguardia Mx. Recuperado de: https://vanguardia.com.mx/articulo/roban-y-vandalizan-350-escuelas-de-coahuila-durante-la-pandemia

Nava, C. (4/10/2020). Aprovechan Covid-19 para robar escuelas. El Sol de México. Recuperado de: https://www.elsoldemexico.com.mx/metropoli/cdmx/aprovechan-covid-19-para-robar-en-escuelas-5842991.html

Nureña, C. (2014). La sobrepenalización del delito de robo agravado: su incidencia delictiva en la ciudad de Trujillo durante los años 2008-2009. Texto recuperado de: file:///C:/Users/ABELARDO/Downloads/905-2314-1-PB.pdf

Redacción Cambio 22. (12/08/2020). Robadas y vandalizadas 83 escuelas durante la presente pandemia. Cambio 22. Recuperado de: https://cambio22.mx/robadas-y-vandalizadas-83-escuelas-durante-la-presente-pandemia/

Redacción Noticias Cuautla. (13/10/2020). En pandemia, se registran 25 robos a escuelas. Noticias Cuautla. Recuperado de: http://noticiasdecuautla.com/index.php/2020/10/13/en-pandemia-se-registran-25-robos-a-escuelas/?fbclid=IwAR3NUirBnErO_KYzBxNN9VNDc0Qc8bwEIBTzHc3ZAq3FLRUprCxScH7YTfw

Tonkinoff, S. (2016). La Sociología Criminal de Gabriel Tarde. Texto recuperado de: https://www.researchgate.net/profile/Sergio_Tonkonoff/publication/305414042_La_Sociologia_Criminal_de_Gabriel_Tarde/links/59becae3a6fdcca8e56cba54/La-Sociologia-Criminal-de-Gabriel-Tarde.pdf

Fuente: https://profelandia.com/que-sociedad-roba-a-sus-escuelas/

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De vuelta al cole: 83 escolares retornaron a clases presenciales en Arequipa. Perú

América del Sur/Perú/25-10-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

En el centro poblado San Cristóbal no se ha presentado ningún caso de covid-19.

Después de siete meses, un total de 83 escolares de la institución educativa San Cristóbal, en la región Arequipa, retornaron a clases presenciales bajo estrictos protocolos sanitarios para prevenir la propagación del nuevo coronavirus (covid-19). Vea aquí la galería fotográfica

Los estudiantes de primaria y secundaria asistieron con mascarilla y protector facial; los docentes se sometieron antes a pruebas moleculares de descarte del covid-19 y las carpetas fueron acondicionadas con micas que aíslan al escolar de sus compañeros.

Se colocaron micas en las carpetas para aislar al escolar de sus compañeros.

Las carpetas fueron también ubicadas a metro y medio de distancia, con el fin de respetar el distanciamiento social en las aulas de la institución educativa. Asimismo, se implementaron zonas de lavado de manos.
El gobernador de regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, informó que los maestros impartirán clases por turnos y en horarios diferenciados, a fin de que los alumnos no permanezcan al mismo tiempo en la institución educativa, para prevenir la propagación del virus.

Al llegar al plantel, se les tomó la temperatura a los escolares.

La autoridad regional llegó hasta el centro poblado San Cristóbal, ubicado en el distrito de Yanaquihua, jurisdicción de la provincia de Condesuyos, para participar en la ceremonia de reinicio de clases escolares presenciales.
Ningún caso de covid-19
El reinicio de las labores escolares en el centro poblado San Cristóbal se hizo realidad porque en la zona, desde el inicio de la emergencia sanitaria, no se ha registrado ningún caso de covid-19.
El centro poblado San Cristóbal está ubicado a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar, donde residen unos 4,000 habitantes. A la zona se llega tras ocho horas de viaje desde la ciudad de Arequipa.
Por su parte, el director del colegio, Adrián Arias Huaco, señaló que el reinicio de labores presenciales era necesaria porque en la zona no llega la señal de internet y el servicio de televisión no es buena, lo que impide que los estudiantes sigan con regularidad las clases en la estrategia Aprendo en Casa.
San Cristóbal es una de las comunidades más alejadas del distrito de Yanaquihua; tiene 17 años de creación y los padres de familia se comprometieron a enviar a sus hijos al colegio, de tal manera que se pueda acortar la brecha de los denominados “no contactados”.

Un enemigo invisible y letal

Los coronavirus son una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) o el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). Pueden transmitirse entre animales y personas.
El nuevo coronavirus (covid-19) es una cepa no identificada previamente en humanos, que se propaga de persona a persona, mediante gotitas o partículas acuosas que se quedan en el ambiente al toser o estornudar. También podrías contagiarte si mantienes contacto físico con una persona infectada.
Para evitar el contagio, mantén un metro de distancia con los demás, usa correctamente la mascarilla y el escudo facial en el transporte público, lávate las manos frecuentemente, con agua y jabón, mínimo 20 segundos, entre otras medidas.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-de-vuelta-al-cole-83-escolares-retornaron-a-clases-presenciales-arequipa-818692.aspx
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Colombia: Estas son las recomendaciones para un futuro regreso a clases en forma segura

América del Sur/Colombia/25-10-2020/Autora: Lina Robles/Fuente: www.publimetro.co

Expertos opinan sobre el tema.

Este anuncio fue dado a conocer esta semana. Este es el plan que MinEducación creó para la transición progresiva de las actividades escolares.

Con el anuncio por parte del Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Educación Superior y MinSalud, sobre el regreso a clases presenciales de las instituciones de educación Superior y entidades de educación para el trabajo y el desarrollo humano, se dio paso a la implementación de los protocolos de bioseguridad que cada institución debe tomar para evitar el contagio.

La medida, soportada en la resolución número 00001721 del 24 de septiembre de 2020, anuncia el protocolo establecido para el retorno a las clases presenciales. A continuación, algunas recomendaciones para procurar el bienestar en niños, jóvenes y adolescentes:

  1. Antecedentes médicos: uno de los requisitos que deben solicitar las instituciones es la historia clínica o los antecedentes de salud de cada uno de los alumnos. Sin embargo, los padres o responsables de la crianza de los más jóvenes del hogar, se convierten en la mejor fuente para saber si el niño o niña es apto para hacer parte de este plan piloto. Si el alumno es propenso a los resfriados o es alérgico es mejor abstenerse de llevarlos a las instituciones, es recomendable consultar con el pediatra o médico de confianza.
  2. Riesgos psicológicos y emocionales: Estos factores son los más importantes, si su hijo sufre de ansiedad, nervios o se angustia con facilidad, es mejor que antes de tomar la decisión de retornar a la normalidad, antes indague con expertos.
  3. Selección del tapabocas: el correcto uso de este elemento, es una de las opciones que pueden salvar vidas, evita la propagación del virus y protege a las personas de contraer Covid-19 o cualquier otro virus.

Bajo este panorama, la elección del tapabocas se convierte en la tarea más importante para garantizar un exitoso regreso a clases: la funcionalidad, comodidad y fácil uso son aspectos que determinan la compra; “para los niños es recomendable que sean en tela con sujetadores en algodón de cabeza y cuello, de esta manera aumenta la protección y por el material no lastima la piel de los niños” afirmó Santiago Álvarez, fundador de RPAMS.

Asimismo, es importante recalcar que los tapabocas que cuentan con una malla entera de cobre tienen un mayor nivel de protección, “la rápida muerte/desintegración de bacterias, hongos y virus al estar en contacto con superficies compuestas de cobre Clase 1, es un proceso que ha sido demostrado en numerosos estudios. Por esta razón, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha registrado el cobre Clase 1 como el primer material sólido antimicrobial”, comentó Federico Niño ingeniero químico de la Universidad Nacional de Colombia.

Estos tapabocas en tela con un filtro de cobre tienen una vida útil hasta de seis meses y su limpieza es más fácil, además es tolerable con el alcohol.  Es importante resaltar que los tapabocas de malla de cobre son diferentes a los de hilos de cobre.  Los hilos de cobre solo cuentan con 48% de cobre, lo que no es suficiente para hablar de eliminación por contacto, mientras la malla de cobre, al ser sólido, si lo hace y no se desgasta con su lavada.

  1. Careta: su uso con el paso del tiempo se ha vuelto más frecuente, en este nuevo escenario se convierte en un buen elemento sobre todo en los desplazamientos.
  2. Lavado de manos: la constante desinfección de manos es una de las medidas que más ha recomendado la Organización Mundial de la Salud, el proceso de lavado de manos debe durar de 40 a 60 segundos y usar abundante jabón. Asimismo, en el anexo técnico de la resolución expedida por el Ministerio de Salud y Protección Social, se pide que las instituciones suministren y dispongan de manera permanente, alcohol glicerinado mínimo al 60% y máximo al 95% en las zonas comunes
  3. Distanciamiento físico: este punto es el más difícil de lograr, ya que, para niños y adolescentes el contacto hace parte de su crecimiento y potencializa las facultades para generar lazos. Dado esto es importante que padres e hijos sostengan una conversación en la que se genera consciencia de la importancia del distanciamiento físico y el autocuidado. Las instituciones deben ajustar sus aulas, por solicitud del MinSalud con un (1) metro de distanciamiento y dos (2) metros en las áreas comunes como restaurantes, baños, pasillos, filas, entre otros.
  4. Consumo de alimentos: hacerlo a una distancia prudente de los compañeros, utilizando elementos desechables o de uso individual y exclusivo; las recomendaciones dependen de cada institución y deben ser ajustadas a las necesidades de cada espacio. De acuerdo al parágrafo 2, las instituciones educativas revisarán su esquema de operación para ajustarse al protocolo que se adopta en la resolución 00001721 del 24 de septiembre de 2020.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/10/24/estas-son-las-recomendaciones-para-un-futuro-regreso-a-clases-en-forma-segura.html

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Educaciones populares y pedagogías críticas: la alteridad de lo popular como educación alternativa

Por: Iliana Lo Priore y Jorge Eliecer Díaz Piña

Lo popular, las educaciones populares y las pedagogías críticas

Desde una perspectiva cultural o antropológica de las educaciones populares, y debido a su polisemia y la discusión sobre su orientación entre las diversas tendencias que la secundan, hay que empezar por definir qué es lo popular.

Lo popular se puede considerar una racionalizada y sensible mitificación histórica, sociocultural y política correspondiente a una entificación narrativa significadora y sentidizadora de un sujeto al que se ha denominado el pueblo. La vivificación representativa de una entidad imaginaria necesaria para la cohesión e identidad socio-cultural, construida en el devenir del pueblo para reproducir sus existenciales mundos-de-vida.

El pueblo es un sujeto real mitificado con características y atributos conferidos simbólicamente, que se manifiesta como modo de ser relacional en la transcurrencia del vivir-siendo de unos grupos o clases sociales indoafrolatinoamericanos y caribeños explotados, subalternizados o relegados por otros grupos y clases sociales dominantes (oligarquía, burguesía, etc.), que lo indignifican éticamente al negarle las alteridades que lo constituyen, y que puede llegar a ser trascendente al asumir accionalmente  su racional mitificación liberadora ante las contingencias sociales que se presenten.

De aquí que las educaciones que se reclamen como populares, lo son cuando reivindican la racionalizada mitificación de la alteridad de lo popular a través de la formación identificadora de los educandos o participantes y unas pedagogías que dignifican sus culturales modos de ser populares.  Así ha sido desde Simón Rodríguez preceptor de Simón Bolívar, pasando por Paulo Freire, hasta quienes consecuentemente hoy la replantean.

Dichas pedagogías, en tanto praxis socializadoras  mediadoras  de los procesos de subjetivación-objetivación del mundo, al confrontarse cuestionadora, impugnadora  e interpretativamente con otros modos de ser contrapuestos al buscar  la hegemonía ideológico-cultural y política en la educación, se les denomina críticas. En consecuencia, las pedagogías críticas son inmanentes a la educación popular por deconstructivas y alternativas de las fetichizaciones suprasensibles  y alienaciones  logocéntricas  de la modernidad capitalista.

Lo suprasensible enajena la sensibilidad cuando es capturada y regulada por las relaciones  mercantiles abstractas y generalizadas invasivas que se sobreponen como invisibles valorizaciones del entorno o mundo. De aquí la producción del aura seductora-compulsiva para consumir mercancías y “realizarse” con ello.

El fetichismo consiste en la atribución inducida de las facultades o capacidades propias de los seres humanos, a los objetos, cosas, palabras, etc., creadas por ellos, y que son asumidos como fetiches o entificaciones a los que se les ha transubstanciado o transfigurado capacidades, voluntades, poderes, etc., para realizar acciones (dinero, mercancías, etc.).

Por logocentrismo, hay que entender la articulación arbitraria y manipuladora entre significantes y significados, signos, por esto la deconstrucción educativa es un acto político que subvierte la estabilidad de los signos establecidos por la contracultura capitalista.

La crisis epocal de la modernidad capitalista y la alternativa de lo popular

Las culturas y las educaciones populares, decoloniales y antipatriarcales, han cobrado relevancia y vigencia como nuevas socialidades, luego de ser reducidas a sus expresiones folklóricas, por su pertinencia relevadora de las contraculturas capitalistas modernas, cuyo agotamiento por irrealización de las ideas-fuerza o enunciados-fetiches que las sustentaron y legitimaron desde la Ilustración y los enciclopedistas (progreso, desarrollo, igualdad, justicia, etc.), además de provocar las incertidumbres, sinsentidos y complejidades presentes, han provocado una crisis civilizatoria por su depredación ecológica de la naturaleza y los seres humanos.  Tanto ha sido así, que ha producido la pandemia actual.

La crisis epocal de la modernidad capitalista, se expresa de manera compleja por las mediaciones interpuestas en su relacionamiento con las diferentes crisis estructurales e históricas que atraviesa la región indoafrolatinoamericana y caribeña, ya que toman formas particulares en cada una de las naciones de manera dramática para sus pueblos, por cuanto están buscando opciones alternativas para superar las incertidumbres y sus situaciones deplorables en la actualidad en un contexto que les resulta desfavorable por su dispersión y falta de dirección estratégica ante un enemigo común externo, el imperialismo, que los mantiene sitiados en los ámbitos económico, político, militar, cultural, educativo, etc., con la complicidad de los sectores y clases sociales  dominantes, hegemónicos y gobernantes de las propias naciones.

En este sentido, se pueden considerar las emergencias de las culturas populares como recuperaciones y actualizaciones posmodernas-transmodernas y alternativas anticapitalistas, y no premodernas (“arcaicos residuos de las tradiciones del pasado remoto”), de sus campos de significación y sentidización, de interpretación y comprensión de la realidad histórica presente.

Las educaciones populares, acompañadas de las pedagogías críticas, son contrarias a las educaciones y las pedagogías modernas capitalistas-mercantiles liberales o neoliberales.  Su lucha se da primordialmente en las confrontaciones por la hegemonía de las significaciones del entorno-mundo que sentidizan las acciones o prácticas existenciales de los hombres y mujeres, niños y niñas, así como de los(as) jóvenes.

 La orientación que guía las teorías y las prácticas de las educaciones populares y de las pedagogías críticas, radica en propiciar la auto-co-liberación de las subjetividades de quienes han sido  sujetados por las hegemonías significadoras  de las educaciones y pedagogías capitalistas que alienan la sentidización decolonial, antipatriarcal, libertaria o emancipadora de los cuerpos sometidos históricamente desde la colonización europea, la neocolonización imperialista y la globo-recolonización neoliberal actual, mal llamada globalización.

Las educaciones populares y las pedagogías críticas se sustentan principalmente en la racionalizada mitificación de la cultura simbólica (de los símbolos, mitos, rituales, representaciones, valoraciones, afectividades, etc.) que sustenta lo popular; y las contraculturas capitalistas, se fundamentan en la superposición de las mistificadas sobresignificaciones sígnicas (de los signos fetichistas, logocéntricos, inafectuales, alienantes, etc.) en detrimento o subyugación de lo simbólico popular.

 En lo popular prevalece lo simbólico y afectual mitificado sobre lo sígnico, y en la capitalista o moderna domina lo sígnico  fetichizado y logocéntrico sobre lo simbólico popular.  Lo simbólico en la cultura popular identifica libertariamente al dotar de significación y sentidización crítico-sensible, mientras que la contracultura capitalista aliena sígnicamente de modo suprasensible y fetichista.

Las culturas y las educaciones populares como alteridades

Las culturas populares, tanto en la educación formal como en la no-convencional, no se manifiestan mayoritariamente de manera pura o abierta en sus diversas expresiones. Sus manifestaciones han sido hibridizadas por las presiones reductoras del poder de las contraculturas capitalistas que las ha obligado en sus mundos-de-vida, -en el que los sectores populares hacen y vivencian sus practicaciones, realizaciones u objetivaciones, e interaccionan entre sí significando y sentidizando  comunicativa y afectivamente desde un horizonte relacional, y que sufre la penetración colonizadora de la monetarización-mercantilización y de la instrumentalización e individualización de sus cuerpos y vidas-, a reelaborarse, adaptarse y mimetizarse para sobrevivir amalgamándose con esas expresiones contraculturales salvaguardando defensivamente su esencia, matriz o núcleo central de SENTIDIZACIÓN RELACIONAL que se singulariza, y no individualiza, en cada quien.  La relacionalidad vivenciada o sentipensada no surge de la individualidad, al contrario, la relacionalidad afectiva y afectual popular es la que hace o produce la individuación.

Las incrustaciones de la colonialidad y de las alienaciones capitalistas en las culturas populares tienden a borrar el rastro o las huellas de las relaciones y condiciones hegemónicas de las contraculturas capitalistas que las produjeron, haciendo parecer normales,  racionales o modernas, en el contexto de sus lógicas ideológicas dominantes, sus incrustaciones o reconfiguraciones tergiversadoras y pervertidoras del mundo de vida popular y su sentido común como pragmática reproductora del vivir viviendo.  Por ello, hay que propiciar educativamente el tránsito del sentido común acrítico al sentido común crítico sobre las incrustaciones o hibridizaciones capitalistas en las culturas populares, evidenciando la pertinencia de estas últimas para emanciparse y desalienarse.

Decimos que son contraculturales   las significaciones y sentidizaciones capitalistas porque creemos que la cultura debe favorecer la cohesión convivencial-afectual trascendente y realizadora entre los seres humanos, y la contracultura capitalista, no lo hace, por el contrario, induce la alienación de la suprasensibilidad mercantil fetichista-consumista y el individualismo disociador, competitivo  y violentador de las relaciones con los demás al instrumentalizar a los cuerpos y sus vidas para satisfacer sus intereses y poderes.  De igual manera, propicia mistificadamente la subordinación de los bienes de uso, o comunes,  a los bienes de valor mercantiles o mercancías, al privatizarlos.

No obstante la dominación o hegemonía ideológico-cultural y política, muchas de las objetivaciones históricas de las culturas populares han subsistido reprimidamente en el mundo-de-vida de los sectores populares, particularmente en sus formas de relacionarse entre sí. La  AFECTUALIDAD ha sido una de ellas; ha permanecido  subyacente en su inconsciente simbólico colectivo constituyendo parte de la potencialidad realizadora de sus corporeidades.

La afectualidad como contrahegemonía histórica popular

La afectualidad, en tanto  resonancia  empática entre los cuerpos, contrapuesta al individualismo, se originó o profundizó durante la opresiva colonización europea entre los sometidos y esclavizados indígenas, africanos, afrodescendientes, mestizos, pardos, etc., como pulsión libertaria, identificadora y empatizadora junto o imbricada con las condiciones subjetivas de renuencia y rebeldía que los cohesionó para formar comunidades de fugados de las haciendas y plantaciones, que resistieron al poder colonial en sus creados mundos-de-vida liberados.  Comunidades libertarias que se denominaron cumbes, quilombos, cimarroneras, etc., según su ubicación territorial en las regiones continentales o insulares.

Las persecuciones y derrotas sufridas, les obligaron a dispersarse y mimetizarse en los pueblos y ciudades o espacios rurales, reduciendo sus interacciones o resonancias afectuales a pequeños círculos familiares, de vecindad y de amistades.  Sin embargo, las manifestaciones afectuales han pervivido y subsistido en su inconsciente colectivo y prácticas convivenciales en las comunidades, barrios, favelas, rancherías, etc., donde se han visto obligados a asentarse marginal e históricamente los sectores populares.

Asimismo, la afectualidad ha aflorado multitudinariamente en momentos de contingencia social y política bajo la forma de protestas, manifestaciones, luchas civiles y confrontaciones revolucionarias armadas de dualidad de poderes, para lograr derechos y reconocimientos socioculturales que han marcado hitos en las historias locales, regionales y nacionales de los diferentes países de la región indoafrolatinoamericana y caribeña.

La afectividad (relacionamiento intersubjetivo o intercorporal) y la afectualidad (resonancia trans-subjetiva o transcorporal) son expresiones corporales relevantes del campo simbólico popular.  A través de la afectividad y la afectualidad se significa dignificadoramente a los otros, lo otro, el entorno y al mundo, lo que las convierte en condiciones neutralizadoras de la potencial violencia socialmente inducida.

Pertinencia socio-cultural e histórica de la educación popular

En la presimbolización y subjetivación-objetivación inicial de los niños y niñas, -en las que es decisiva para el desarrollo futuro de la empatía, la sintonía afectiva madre-hijo/hija-, que inician la conformación del sí mismo o yo-personal en su apertura al mundo, y posteriormente en su significación verbal-representacional, en los niños y niñas prevalece lo simbólico-afectivo/afectual. Luego, al llegar al preescolar y a la escuela se les induce a aceptar lo sígnico hegemónico (lenguaje escrito proposicional-conceptual a costa  del figurativo, etc., y los significados dominantes capitalistas que impone la cultura curricular escolar y sus representaciones fetichistas y logocéntricas  correspondientes) en detrimento de la sentidización simbólica de lo afectivo-afectual-popular (lenguaje figurativo, gestual, narrativo, alusivo, analógico-metafórico, etc.), la cual es descalificada en sus diversas expresiones corporales intersubjetivas y trans-subjetivas. La cultura simbólico-popular sentidiza al mundo intelectiva  y sensiblemente según el imaginario de la educación interactiva-comunitaria del contexto o mundo-de-vida, mientras que la contracultura moderna capitalista lo significa abstracta y descontextualizadamente del ámbito comunitario de los niños y niñas, jóvenes y adultos  invadiendo colonizadora e instrumentalmente sus mundos-de-vida.

De esa manera se indignifica la cultura educativa de lo popular al excluirla de la educación escolarizada, o al reducirla a algunas manifestaciones folklóricas en las celebraciones de efemérides o festividades convenientes, desprovistas de sus significaciones y sentidizaciones originales al espectacularizarlas.

La depuración de lo popular hibridizado, la deconstrucción y actualización crítica de las tradiciones populares modernizadas y la resimbolización existencial cultural-popular, en consecuencia, deben asumirse como estrategias de contrahegemonía  en las educaciones populares y por las pedagogías críticas o contrahegémonicas, propiciando primordialmente de modo instituyente ante lo instituido,  las reinterpretaciones y las subjetivaciones afectivas y afectuales en el marco transformador de las relaciones sociales instituidas  en el ámbito de las instituciones escolares.

Orientaciones para instituir la educación popular en las escuelas

Los centros escolares como  reconocedores y promotores de esa dignificación de las culturas populares como alternativa a la crisis de sentido que ha ocasionado  la modernidad capitalista al perder anclaje social y quedar a la deriva semiótica, sus enunciados-fetiche, y provocar crisis estructurales en los distintos ámbitos de la vida por su lógica depredadora y explotadora de los indebidamente llamados recursos naturales y humanos porque inducen connotativamente su explotación (logocentrismo), deben propiciar su transformación con base en la dialéctica de lo instituido y lo instituyente.

 Esa dialéctica se asume contraponiendo principalmente la pedagogía relacional-afectual-popular a la pedagogía del ensimismamiento individualista moderno-capitalista, y reivindicando las simbolizaciones populares de sus practicaciones (prácticas accionadoras de su sentido), realizaciones-objetivaciones (materiales y espirituales) e interacciones corporales resonantes para transversalizarlas en el mundo-de-vida escolar y como ejes curriculares de formación contrahegemónicos.

Lo instituyente es lo nuevo que emerge y lucha por afirmarse emancipadora o liberadoramente, mientras que lo instituido es lo viejo consolidado por los poderes y que se resiste reaccionariamente a morir.

Para viabilizar la transformación y sustitución escolar de la contracultura educativa capitalista moribunda, hay que generar procesos de revisión crítica de la pertinencia de las manifestaciones y lógicas reproductoras existentes de dicha contracultura en las escuelas,   para desatar procesos valorizadores irreversibles de las potencialidades subyacentes de las significaciones y sentidizaciones populares-comunitarias, en tanto analizadores institucionales  de sus prácticas simbólicas, rituales, mitos, etc., privilegiando la institucionalización del tipo de relaciones sociales afectuales a través de las praxis pedagógicas críticas.

Por paradójico que parezca, la presencialidad corporal en la educación escolar capitalista se basa en un distanciamiento fetichista de poder en la relación docente-estudiantes que significa y sentidiza una jerarquía inafectual.  De aquí que sea posible, en contraposición, crear formas afectuales de relación pese al distanciamiento físico entre los niños, niñas y jóvenes, como formas de cercanía educativa a distancia empáticas, de presencia de la ausencia física, no tan solo por medio de la tecnología digitalizada que produce lo  indistante al acercar lo lejano y alejar lo cercano transfigurándolos,  que también es una forma de fetichizar la tecnología y las relaciones imaginales  con los otros y el mundo.

Esto es posible ya que al transversalizar simbólicamente los contenidos curriculares con las practicaciones, objetivaciones y formas de relación populares, esto es, con sus vivenciamientos y experiencias, para analizarlas y valorarlas en su más amplia diversidad de expresiones, no se requiere mediaciones tecnológicas que las convierten en indistantes.

Hay relaciones y practicaciones populares como las tutorías o asesorías  entre hermanos o familiares, por ejemplo, en el que uno más avanzado puede favorecer por empatía el aprendizaje de los otros apoyándose en su proximidad afectual-cognitiva, a semejanza de la consideración de la Zona de Aprendizaje Próximo propuesta por Lev Vygotsky y su enfoque crítico e histórico-cultural del desarrollo bio-psico-social y de  la formación. De esta manera se fortalece el núcleo familiar como nicho de resonancia afectual popular.

En el marco ecoprotector inmunitario-comunitario-popular de las medidas preventivas y neutralizadoras del contagio virulento del COVID-19, si bien se justifica el distanciamiento físico entre los cuerpos, no hay que considerarlo como un distanciamiento social.

Hemos dicho que la afectualidad es transcorporal o trans-subjetiva, a diferencia de la afectividad que es intersubjetiva e intercorporal, por eso hay que interponer formas de relacionamiento que propicien la empatía pese al distanciamiento y que reivindiquen la alternativa de la educación popular como alteridad u otredad contra la hegemónica educación moderna capitalista.

*Iliana Lo Priore (Dra. en Educación). Correo: ilianalopriore11@gmail.com

*Jorge Eliecer Díaz Piña (Dr. en Ciencias de la Educación). Correo: diazjorge47@gmail.com

Fotografía: remitida por los autores del artículo

Fuente e Imagen: https://insurgenciamagisterial.com/educaciones-populares-y-pedagogias-criticas-la-alteridad-de-lo-popular-como-educacion-alternativa/

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Canastas y Barrilitos

Por: Elisabeth De Puig

Las inquietudes que han salido a la luz a raíz de la denuncia de las prácticas en que habría incurrido la ministra de la Juventud así lo indican y serían la expresión de una voluntad ciudadana de que el Cambio no tenga contemplaciones frente a posibles desviaciones.

Pasan los días, las semanas, los meses y seguimos viviendo en un contexto inaudito e inédito, en medio de una crisis interminable que nos fuerza a una adaptación permanente, a nuevos aprendizajes, a vivir en la incertidumbre y con elementos contradictorios.

El regreso a clase virtual se acerca y la ansiedad de los padres aumenta; Navidad está a la vuelta de la esquina con sus primeras luces. Lo cierto es que estas serán para muchos unas Navidades muy especiales que no se parecerán a las anteriores.

Las recibirán con cierta tranquilidad económica servidores públicos de carrera que han visto sus empleos protegidos durante la pandemia y no se preocupan por un doble sueldo que están seguros van a cobrar. Lo más probable es que solo pierdan los beneficios suprimidos este año de las fiestas navideñas y la entrega de canastas que caracterizan esta temporada. Desesperados -dentro de esta categoría- estarán los que han sido cancelados de la administración pública por los motivos que sean.

En el sector privado, unas 400,000 familias lo van a pasar mal. Me refiero a los trabajadores que han sido suspendidos y se han beneficiado de los programas Fase uno y dos (que, dicho sea de paso, se acabarán en diciembre sin que la economía haya recuperado su brillo), y que -por lo que se sabe hasta ahora- recibirán una fracción mínima del tan esperado doble sueldo que permite “resolver” a tantas familias de nuestro país.

En cuanto a las más de 800,000 familias que reciben los beneficios de las diversas tarjetas y que se ayudan con el chiripeo, estas -de todas maneras- nunca la pasan muy bien.

Peor les irá todavía a las familias que no se benefician de ninguna tarjeta, así como las de migrantes.

Se habla mucho de la medida dispuesta por el gobierno de prohibir las canastas mientras las iglesias han apelado al mantenimiento de esta práctica. ¿Se tratará de lo mismo? Si bien entiendo, el gobierno ha prohibido gastar dinero en canastas suntuosas que el ministro tal mandaba al ministro cual, las canastas que diversas instancias gubernamentales mandaban a directores de periódicos, a altos ejecutivos de bancos y de otras entidades con el dinero del contribuyente, a la par de las canastas que recibían de diversas fuentes.

Prohíbe aparentemente también las canastas que era costumbre distribuir al personal en el transcurso de la fiesta navideña de la institución.

Si se puede aplaudir la supresión de las canastas suntuosas es más difícil alegrarse con la supresión de las canastas de los empleados que devengan bajos salarios y los hay muchos en la administración pública.

De todas maneras, estas prohibiciones no deberían tocar la solidaridad con las personas más vulnerables de la sociedad, a las cuales seguramente se refieren las iglesias.

Con los fondos ahorrados con la eliminación de las canastas de lujo se podría entregar -y sobraría- una caja de alimentos digna distribuida sobre la base de criterios claros, transparentes y reales para que todas las familias en situación de extrema pobreza que viven en nuestro territorio se beneficien de una cena de Navidad.

Por otro lado, junto a estas medidas, la población está esperando ver la concreción de otras promesas de cambio: la lucha contra la corrupción y la mejoría de la calidad del gasto. Si bien estas iniciativas eran necesarias antes de la pandemia, ahora más que nunca son imprescindibles. Suprimir los gastos suntuarios sería parte de este plan.

Las inquietudes que han salido a la luz a raíz de la denuncia de las prácticas en que habría incurrido la ministra de la Juventud así lo indican y serían la expresión de una voluntad ciudadana de que el Cambio no tenga contemplaciones frente a posibles desviaciones.

Está claro, de todas maneras, que el dinero que sigue siendo entregado a los legisladores para asistencia social, en espera de un mejor destino, no debe de ninguna manera ser manejado por el propio legislador sino directamente por la cámara correspondiente y que su asignación se haga de manera igualitaria. No es cuestión de rendición de cuentas y transparencia. A cada uno su función: a los honorables senadores y diputados, de hacer las leyes; al Estado, de ocuparse de la protección social, y al Senado y a la Cámara de Diputados, de pagar los asesores de los honorables miembros.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/canastas-y-barrilitos-8873620.html

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