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¿Por qué queremos tanto al Diego si somos feministas?

Por: Nadia Fink, Lisbeth Montaña y Camila Parodi

Esta será la primera -y última- nota en la que daremos explicaciones sobre nuestros sentimientos y elecciones. Para nosotras, el feminismo es mucho más que una causa por la lucha de derechos específicos. Para nosotras, el feminismo es un modo de mirar, amar, disfrutar y habitar nuestras vidas. Y nuestras vidas no son más que permanentes contradicciones, por eso, en las siguientes palabras, dedicamos unas reflexiones a esos sentimientos, elecciones y contradicciones para reforzar lo que somos: feministas, populares y maradonianas.

Tenemos memoria y no olvidamos la violencia que ha ejercido contra muchas mujeres, lo tenemos claro y sabemos que es parte de la sociedad y el futuro por el que luchamos: que ser macho no signifique tener privilegios ni ejercer violencia alguna contra el cuerpo de las mujeres. Que ser macho no sea cuestión de poderes ni de fuerzas físicas. Pero en medio de tanto ruido ahogando la voz de las y los pobres, no nos olvidamos de que el Diego y su fútbol siempre apuntaron hacia el sur.  Desde su nacimiento estuvo marcado con esta estrella y siempre supo bien de dónde vino y  hacia dónde quería apuntar: salió del barro y nunca olvidó su origen, la conciencia de clase la forjó en los lugares donde perfeccionó su arte con la pelota y con los más olvidados convirtió al fútbol en el escenario para hacer visible lo invisible.

Si hablamos de Diego, hablamos de pueblo, ese que siempre lo acompañó, no solo por sus jugadas, sino porque los barrios humildes se sentían representados en su rebeldía y en sus decisiones. Fue, también, capaz de darle la espalda a ese fútbol de maquila, como en el momento en el que se  fue de Barcelona para darle la gloria a un equipo del sur de Italia, al enorme Nápoli, y quitarle la hegemonía a los ricos del norte, a la poderosa Juventus de Platini, al poderoso Milan de Berlusconi; el Diego le plantó cara a los más poderosos y proyectó su voz desde lo colectivo.

Se reveló contra la maquinaria y la multinacional de la FIFA y la Conmebol porque no aceptaba el juego de los poderosos y prefirió poner su posición política por delante. El costo fue alto: fueron esos mismos poderosos quienes le cortaron las piernas en el Mundial del ´94, y sufrimos todas y todos. Sin embargo, el Diego no aprendió la lección y su desobediencia fue plantarse ante el bloqueo contra Cuba, apoyar la revolución Bolivariana en Venezuela, jugar fútbol con Evo y apoyar la paz en Colombia, siempre cuando las voces sonaban tibias. Desde hace unos años a esta parte, además, para los jugadores multimillonarios participar de la Selección muchas veces no es una prioridad. Hay demasiados intereses en juegos para abandonar partidos en sus clubes. Y ahí vuelve el Diego en una imagen de Italia 90: llorando ante las cámaras la derrota de un Mundial que jugó aun físicamente a medias.

Pero las autoras de esta nota no somos las únicas que salimos del clóset en nuestro amor por Maradona. Por eso sumamos otras voces que nos ayudan a mirar, a poner las contradicciones sobre la mesa, a no borrar nuestro pasado, nuestra crianza, y nuestras pasiones, que poco caben en un puñado de palabras.

 Me es inconcebible pensar el mundo sin Maradona como me es inconcebible pensar al mundo sin el feminismo 

Mónica Santino es ex jugadora de fútbol, parte de La Nuestra, de la Villa 31. Y nos dice:

“No sé por qué hay que explicar permanentemente por qué se ama a alguien. Se ama a alguien por lo que hace, por lo que significa. Y todo lo que significa trascendió la cancha de fútbol y el campo de juego porque fue una persona capaz de transmitir un nivel de emoción pocas veces visto. El fútbol genera eso, hace eso, logra que te abraces con alguien que no conocés cuando tu equipo hace un gol. El fútbol hace que llores profundamente, que tengas una alegría a veces inconcebible o desmesurada. Y Maradona es fútbol y Maradona es todo eso.

Maradona es una persona que nunca se olvida de dónde viene, cuál es su origen y del que está orgulloso. Eso es un punto de cercanía con un movimiento social como el feminismo, que desea transformar el mundo. Y Maradona, a su manera, y algunas veces machista, también, intenta transformar al mundo. Entonces, tenemos más puntos en común que desuniones y después, claro que están las contradicciones pero hacen parte de la vida y el juego mismo.

Me es inconcebible  pensar el mundo sin Maradona como me es inconcebible pensar al mundo sin el feminismo. Entonces poner en contradicción una cosa con la otra, como que si sos feminista no podés querer a Maradona, no es el feminismo que me gusta ni del que quiero participar. Tampoco es el feminismo como herramienta que utilizo para transformar la vida propia y de quienes me rodean: simplemente, un mundo más justo donde no haya oprimidos ni oprimidas. Y Maradona tiene mucho de eso.

Soy maradoniana, soy feminista, soy lesbiana, soy porteña y amo al país entero. Soy peronista y detesté los 10 años de menemismo. Soy todo eso como nos pasa a la mayoría de nosotres: un mar de contradicciones que nos hace estar vivas, nunca para comer, dormir y mirar la tele, sino para arder y cambiarlo todo como Diego lo hizo en todos sus años de jugador y hoy lo hace cumpliendo 60 años”.

¿Ser feminista es tener que borrar nuestras historias, los recorridos, eso que alguna vez nos hizo vibrar de emoción? 

Ro Ferrer es comunicadora, ilustradora e historietista y suma su mirada:

“Quién sería yo sin el puño en alto del Diego, el llanto desconsolado, la construcción de una mística de equipo y pueblo… sin el corazón acelerado cuando los músculos de sus gambas se tensaban en ese instante en el que su pie tocaba la redonda y empezaban a bailar…

Soy feminista y convivo con muchas contradicciones, también reconociendo errores, propios y ajenos.

Hizo que yo amara el fútbol. Y no es Dios, es un hombre que además de gloria, tuvo y tiene miserias; que nació parte de esta cultura de mierda que te levanta y aplasta con la misma fuerza, que le enseña a los varones que nosotras somos su “propiedad privada”, que tienen todos los privilegios y escasas responsabilidades más que las pautadas desde los espacios de poder.

Soy feminista y maradoniana, porque cuando lo veo, viene mi niñez a abrazarme”.

Es oro, y también es barro

Ayelén Pujol es periodista deportiva y juega a la pelota. Desde ahí nos dice: A mí me interpela su fútbol, obviamente, y que siempre está del lado de los oprimidos. Cuando lo veía jugar y hablar, soñaba ser como él: romperla en la cancha, ilusionarme con pegarle así de zurda, y después salir y decir las cosas que decía. Es un creador, nos invitaba a pensar mundos nuevos y más justos posibles a través del fútbol. Es oro y también barro, claro”.

Y en este recorrido encontramos un escrito que nos interpeló y que nos disparó las ganas de seguir pensando. Por eso la sumamos a Maia Moreira, del departamento de Género del Club Lanús (del que es hincha) con su nota Maradoneana y feminista: el orden de los factores no altera el producto, en el portal “La pelota siempre al Diez”, donde nos dice, entre otras cosas: “Hay tantos feminismos como feministas, por eso a mí me gusta definir el feminismo que habito desde algunas cuestiones que considero fundamentales. Una de ellas es derribar ese axioma que marca absurdamente la antinomia de ser feminista y maradoneana.

(…) Como tantas otras construyo mi vida en torno a mis gustos. Me encanta ser feliz pensando que – como aprendí de El Diego y el feminismo – esa existencia se cruza con los sentires de miles de compañeras que también desean una realidad mejor y más justa: un mundo más igualitarioPara mí, la militancia feminista tiene muchísimo que ver con ese espíritu de equipo que yo veo en Diego siempre latente, aún con el paso del tiempo. Creo que Maradona está siempre presente en esa mezcla que amalgama lo popular y lo académico y que, no casualmente, a muchas nos encontró con la excusa perfecta: el fútbol. Excusa que también usamos como herramienta para hacer que ese mundo, donde tengamos igualdad de derechos, llegue a ser realidad.

No quiero como feminista que nos olvidemos de dónde venimos, quiero que nos sepamos y aceptemos diferentes, que nos duela lo injusto, que juguemos en equipo. Y siento desde lo más genuino que Diego es, aún con sus fallas – como yo lo soy con todas las mías -, un poco eso. Pelusa habla desde su origen de barro, aceptó su nuevo mundo pero nunca jamás dejó de cuestionarlo cuando lo creyó injusto. Y siempre – ojalá eternamente – arma equipo y nos regala alegrías. Diego es encuentro, es la nada y la gloria que nos cantó Patricio Rey, es pueblo”.

Y nos vamos, sin dejar de desearle feliz cumpleaños al tipo por el que rezamos o prendimos velas o cumplimos nuestros rituales cuando su vida se esfumaba y miles de personas lloraban y esperaban en todos lados. Nos vamos y nos seguimos pensando y cuestionando: nos equivocamos, y a veces pagamos y a veces no. Un poco como él mismo, que se hace cargo de los errores. Y compartimos estas ideas porque nuestro feminismo se construye en el barro y en la contradicción; en la colectividad y en la celebración; en el llanto y en el dolor cotidiano por la injusticia. Lo queremos cambiar todos los días y, mientras tanto, gritamos gol y nos abrazamos.

Fuente: https://www.marcha.org.ar/por-que-queremos-tanto-al-diego-si-somos-feministas/

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México: Denuncian agresiones sexuales de la Policía en protesta feminista en Cancún

América del Norte/México/15-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

Activistas y periodistas agredidos en la protesta feminista contra la violencia de género que fue reprimida a tiros por la Policía, el pasado lunes por la noche en Cancún, denunciaron este miércoles agresiones sexuales por los agentes.

Los afectados se presentaron en la vicefiscalía general del estado de Quintana Roo para ratificar sus denuncias por lesiones, abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad, tortura, amenazas, omisión, homicidio en grado de tentativa, robo a mano armada, entre otros delitos.

Julián Ramírez, director del Colegio Kukulcán y maestro de Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado, conocida como Alexis y cuyo feminicidio provocó las protestas, aseguró que en el caso de algunas mujeres detenidas también hubo agresiones sexuales.

«Escuché los gritos de compañeras, mujeres detenidas que gritaban que las soltaran y que no las pegaran, ‘déjame de golpear y sácame las manos eran sus gritos», relató a medios el profesor.

Con lesiones en el rostro y en el cuerpo, el maestro de Alexis relató lo sucedido en la explanada central del Palacio Municipal de Cancún, y explicó la forma en la que fueron detenidos y más tarde trasladados junto con siete mujeres a las instalaciones de Seguridad Pública Municipal y luego a la vicefiscalía, a través de unos patios que comunican ambas dependencias.

DENUNCIAN AGRESIONES SEXUALES DE LA POLICÍA EN PROTESTA FEMINISTA EN CANCÚN

Para Cecilia Solís, periodista con más de 20 años cubriendo nota roja, el exceso de fuerza que aplicó la Policía municipal de Cancún fue algo que jamás había visto.

«Estoy muy impactada, voy poco a poco tomando conciencia de lo que pasó, al principio por el trabajo, que siempre hemos estado movidos, no había tomado tanta conciencia, pero ahora me han ido explicando tantas cosas que la verdad estoy asustada e impactada», comentó.

La mujer aseguró que «el ataque fue directo», pues le dispararon hacia la pierna cuando ella corría para intentar ponerse a salvo.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/mundo/2020/11/11/agresiones-sexuales-de-la-policia-en-protesta-feminista-en-cancun.html

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Estupro é crime doloso: a culpa é do estuprador. Brasil

América do Sul/Brasil/11-08-2020/Autor e Fonte: sinasefe.org.br

Em primeiro lugar, A CULPA DO ESTUPRO É DO ESTUPRADOR.

Fotos, roupas ou comportamentos NÃO são convites. Sexo sem o consentimento de todos os envolvidos é estupro. Menores de quatorze anos, pessoas que não tem o necessário discernimento para a prática do ato, devido à enfermidade ou deficiência mental (ou que por algum motivo não possam se defender), inconscientes e/ou sob influencia de álcool ou outras drogas: não estão em condições de consentir. Portanto, uma relação sexual com pessoas nessas condições é ESTUPRO, é CRIME. Estupro sem intenção não existe.

Nesta sociedade brasileira, machista, racista (e que elegeu Bolsonaro mesmo após todas as barbaridades por ele proferidas) infelizmente não é surpresa que um homem branco, hétero, rico e influente tenha sido absolvido do estupro que cometeu. É triste, injusto e uma derrota para todas as mulheres, mas não é surpresa. Se o estuprador fosse preto e pobre, provavelmente teria sido preso antes mesmo do julgamento.

Com raras exceções, mulheres sempre são as julgadas, questionadas, taxadas de loucas e desacreditadas, mesmo quando vítimas. Quando têm coragem de denunciar alguma violência, as perguntas feitas na maioria das vezes na delegacia são sobre a mulher, onde estava, o que estava vestindo, o que estava fazendo e muitas vezes desencorajadas a seguir com a denúncia e processo.

Neste país em que mulheres são tratadas como pedaços de carne, propriedade dos homens, em que é comum vermos notícias de mulheres mortas ou espancadas todos os dias, seja por companheiros ou ex, que não aceitam a separação, que não aceitam que a mulher tenha uma vida própria e seja independente.

Neste país em que, segundo divulgado pela Agência Brasil, em 2018 foram em média 180 mulheres estupradas por dia (casos reportados, estima-se que sejam apenas 10% do real), a maioria meninas de até 13 anos, e na maioria das vezes o estuprador é algum conhecido ou familiar da vítima (pai, padrasto, tio, avô, primo, vizinho), as mulheres é que são questionadas:

O que a mãe estava fazendo que não estava cuidando da criança? Porque a mãe colocou um homem desse dentro de casa?” Menina com 10, 12 anos “já sabe o que está fazendo”, enquanto homens adultos são tratados como meninos que não sabem o que fazem. E sempre tem um “cidadão de bem, defensor da moral e bons costumes” que diz que se a mulher estava bêbada ou na rua a noite a culpa é dela, será que o referido “cidadão de bem” pensaria o mesmo se ele fosse estuprado por outro homem quando estivesse bêbado? E nem pensar em abortar caso acabe grávida, a vida do bebê é sagrada. A da mulher? F***-se

Talvez seja novidade pra alguns, mas um dos direitos fundamentais é o direito de ir e vir, estar se deslocando de um ponto a outro não é motivo pra uma pessoa sofrer violência. E homem nenhum vem com rótulo ou se diz violento/abusador no início de um relacionamento.

Isso sem falar em trabalho e entrevistas de emprego, que via de regra as mulheres são preteridas em favor dos homens. Exemplos não faltam de entrevistas de emprego em que mulheres são questionadas sobre quem fica com os filhos quando ela vai trabalhar, quem leva os filhos pro hospital/consultas médicas e quando finalmente conseguem o emprego, normalmente ganham menos que homens que exercem o mesmo cargo/função, e muitas vezes ainda são demitidas por não aceitarem assédio de superiores.

Agora um recado aos homens, principalmente aos que se dizem feministas, não basta não ser violento e/ou manipulador, respeitar as mulheres e dividir as tarefas de casa, isso é o mínimo. Se você entra em alguma discussão com o argumento, “mas nem todo homem” volte duas casas e reveja seus atos; você cobra, denuncia ou chama a atenção de seus amigos, colegas, vizinhos ou familiares quando algum deles deixa de pagar ou atrasa a pensão dos filhos? Quando passa a mão em uma mulher? Quando faz algum “elogio” a qualquer mulher que passe por perto? Quando repassa pornografia? Quando faz uma piada machista?

Antes de querer discutir ou ensinar uma mulher sobre feminismo, faça sua parte por um mundo menos machista, cobrando dos homens com quem convive.

Coordenação de Políticas para Mulheres do SINASEFE

SER MULHER
Se for jovem é imatura
Se for idosa, ultrapassada
Se for feia é repelida
Se for bonita, assediada
Se for magra é anoréxica
Se for gorda é relaxada
Se for tímida é careta
Se for extrovertida é escrachada
Se for independente é feminista
Se for do lar, acomodada
Se beber, quer ser homem
Se não, é morgada
Se casar é iludida
Se solteira é encalhada
Se for negra é agredida
Se for branquela é zoada
Se tiver filhos, perdeu a vida
Se não tiver é perturbada
Se for ignorante é ofendida
Se for inteligente é invejada
Se gostar de viver é denegrida
Se for deprimida é desprezada
Ser mulher é estar na luta para manter-se EQUILIBRADA…

Alethea Neves Cavalcanti (Professora municipal em Recife-PE)

Fonte e imagem: https://sinasefe.org.br/site/estupro-e-crime-doloso-a-culpa-e-do-estuprador/

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Ser madre en tiempos de pandemia y una propuesta para repensar ese papel Maternidad en cuarentena

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7 mujeres empoderadas que están cambiando el mundo

Existen diversas mujeres empoderadas al rededor del mundo que merecen ser reconocidas por el increíble trabajo constante que hacen, modificando conductas, dandole vuelta a los estereotipos sociales, acabando con la desigualdad, revolucionando el empoderamiento femenino, CAMBIANDO EL MUNDO.

Ser mujer siempre resulto un reto muy grande, pero a lo largo del tiempo el poder femenino ha sabido enfrentarlo y superarlo y al día de hoy las mujeres empoderadas se han involucrado en muchas actividades importantes con grandes puestos, eliminando la brecha de género y fomentando la equidad.

Malala Yousafzai

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Malala Yousafzai recibió un disparo en la cabeza mientras viajaba en autobús en su regreso de la escuela a casa ¿el motivo? se atrevió a levantar su voz para defender el derecho a la educación de las niñas. Y a pesar de tantas amenazas ella no se dió por vencida, convirtiéndose en la mujer más joven en recibir un Premio Nobel de la Paz. Actualmente es autora de 2 libros y cofundadora de «Malala Fund«, la cuál tiene el fin de asegurar el derecho de las niñas a la educación de calidad rompiendo las barreras que les impiden ir a la escuela.

Jane Goodall

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Es una de las primatólogas, etólogas y antropólogas mas reconocidas a lo largo de la historia. Es una de las mujeres empoderadas que han dedicado su vida a la naturaleza, contando con más de 50 años de experiencia en la que ha estudiado y demostrado la naturaleza de los chimpancés, y para comprenderlos más, decidió seguirlos muy de cerca para entender sus juegos y su comunicación (la cuál resultó muy parecida a la nuestra). Al día de hoy es una de las activistas por los derechos de los animales más seguidas y admiradas.

Patricia Ireland

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Es una administradora estadounidense y feminista quien fue presidenta de la Organización Nacional de Mujeres (NOW), movimiento que tiene el fin de construir una red efectiva de mujeres fuertes. Es además considerada una de las líderes feministas más influyentes a nivel mundial. Escribió una autografía: «What Women Want» que al día de hoy es uno de los libros más leídos gracias a el nivel de inspiración que ha generado entre las mujeres.

Yusra Mardini

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Pasó de ser una refugiada a una atleta olímpica. Yusra nació en Siria y luego de que su casa fuera destruida durante la guerra decidió huir hacia Grecia junto con algunos refugiados más, sin embargo el motor del bote en el que viajaba falló y ella junto con 3 personas más empujaron el bote por más de tres horas hasta llegar a tierra firme. Al día de hoy se ha convertido en miembro del equipo de Atletas Olímpicos Refugiados.

Sabrina Pasterski

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Sabina Pasterski es una joven física teórica, la cuál es catalogada como la «Nueva Albert Einstein» gracias a su intelecto y capacidad es considerada como una genio. Ya que a sus apenas 13 años construyó su propio avión de motor y algunos años después se convirtió en piloto de pruebas. El día de hoy sus investigaciones están centradas en la naturaleza de la gravedad y el espacio -tiempo, los cuales podrían cambiar por completo nuestra comprensión del cómo funciona el universo.

Ellen Ochoa

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Ellen es una de la mujeres empoderadas más admiradas en la ciencia, pues es una ingeniera y ex astronauta. Realizó al rededor de cuatro vuelos espaciales en transbordadores convirtiéndose en la PRIMERA MUJER hispana en volar al espacio. Entre los muchos premios y reconocimientos que recibió, destaca la Medalla de Servicio Excepcional de la NASA gracias a su creación de ópticos para realizar el procesamiento de información.

Andrea Ghez

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Andrea recibió el premio Nobel de Física al haber comprobado junto con dos físicos más la existencia de los hoyos negros y su relación con la Teoría de la Relatividad; hoy su nombre se posiciona en la lista de las 3 mujeres que han recibido este galardón con anterioridad. Este premio lo ganó luego de la explicación más viable acerca del porqué las estrellas de la Vía Láctea se mueven tan rápido.

Fuente: https://thehappening.com/mujeres-empoderadas-mundo/

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Violeta, la transgresora

En la sociedad conservadora de mediados de siglo, Violeta fue un soplo de libertad

 

La obra de esta gran folklorista nacida un 4 de octubre, marcó para siempre un cambio de perspectiva sobre el valor de la expresión popular. Además, en cada etapa de su intenso paso fue dejando lecciones valiosas sobre el papel de la mujer dentro de una sociedad cuyas normas la relegaban a la domesticidad como función primordial de su sexo. Luchadora sin tregua y sin miedo para destrozar los paradigmas que ataban a sus congéneres a un marco de valores estrecho y limitante, “la Violeta” podía expresar, sin recato ni medida pero con un talento fuera de serie, un discurso de humanismo y equidad a través de su música, su poesía, su obra plástica y sus impresionantes tapices.

Innumerables son los estudios realizados sobre la vida y obra de esta mujer pionera, muchos de ellos realizados fuera de Chile, su país natal. Referente mundial como investigadora de costumbres y expresiones artísticas de las comunidades rurales y sus pueblos originarios, su legado cubre el rescate de tradiciones y leyendas populares relegadas al olvido. Viajera incansable y ávida por absorber otras culturas, su bagaje personal de experiencias le fue confiriendo un papel protagónico como ejemplo de identidad desde Chile hacia el mundo y la transformó en un personaje esencial para conocer, desde otras latitudes, la riqueza cultural de su patria.

En la obra de esta mujer notable sobresale de manera constante su mensaje contestatario, pero también está cruzada por un himno al amor:

“El amor es torbellino

de pureza original;

hasta el feroz animal

susurra su dulce trino,

detiene a los peregrinos,

libera a los prisioneros;

el amor con sus esmeros

al viejo lo vuelve niño

y al malo solo el cariño

lo vuelve puro y sincero.”

Pero ese talento universal, esa cualidad expresiva que la llevó a la cumbre de la fama fue también un acto de libertad y denuncia impreso en poemas y canciones para la posteridad, en donde se refleja la ironía de un mundo que, en el fondo, nunca cambia:

“Miren como sonríen los presidentes cuando le hacen promesas al inocente /

Miren como le ofrecen al sindicato, este mundo y el otro, los candidatos.

Miren como redoblan los juramentos, pero después del voto, doble tormento /

Miren el hervidero de vigilantes para rociarle flores al estudiante.

Miren como relumbran Carabineros para ofrecerle premios a los obreros /

Miren como se visten cabo y sargento, para teñir de rojo los pavimentos.

Miren como profanan la sacristía con pieles y sombreros de hipocresía /

Miren como blanquearon mes de María y al pobre negaron la luz del día.

Miren como le muestran una escopeta para quitarle al pobre su marraqueta /

Miren como se empolvan los funcionarios para contar las hojas del calendario.”

Violeta Parra no solo dejó un legado artístico imborrable; logró fusionar de manera inigualable lo folclórico con lo académico y formal, demostrando la exquisita sensibilidad estética de uno de los personajes más relevantes del siglo veinte.

Violeta: la memoria de un pueblo hecha canción.

elquintopatio@gmail.com

Fuente: https://rebelion.org/violeta-la-transgresora/

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Entrevista a: Sofía Rutenberg, impulsora de una teoría feminista desde el psicoanálisis

Por: SicologiaSinP  

Hacía un tiempo que seguíamos su trabajo, la idea de una entrevista llegó a su clímax cuando supimos del lanzamiento de su libro, Hacia un feminismo freudiano. Es así como decidimos contactar a Sofía Rutenberg.

Nuestra entrevistada de esta ocasión es Licenciada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Además es psicoanalista y coordinadora del área “Feminismo y Psicoanálisis” en “Hacer Clínica”.

Las principales motivaciones para realizar esta entrevista se derivaron gracias a su trabajo como investigadora en temáticas de género, diversidad, violencias y psicoanálisis. Sus trabajos de investigación hacen una relectura crítica y clínica de conceptos psicoanalíticos desde el feminismo, lo cual es un interesante punto que hace converger dos teorías muy significativas como el psicoanálisis y el feminismo.

A continuación la entrevista a Sofía Rutenberg

¿Cuáles fueron las principales motivaciones para que Sofía Rutenberg se convirtiera en psicoanalista? 

Freud. La primera vez que lo leí fue en la escuela; me fasciné con la teoría sobre los sueños y el deseo inconsciente. Luego lo estudié en la universidad. Recuerdo haber sentido una profunda angustia. Por esa época comencé a analizarme porque me identificaba con todo lo que leía. ¿Estaré loca? Esa pregunta insolente que nos hacemos casi todos los seres humanos en algún momento de la vida, me rondaba día y noche. La primera sesión, mi analista me preguntó por qué estaba ahí: “Porque estudio psicología”, le respondí. No sabía en ese momento lo que significaba eso. Terminé hablando de la locura y el enorme fantasma que gracias a Freud empezaba florecer. Sé que suena absurdo lo que digo, pero ¿quiénes somos sin la locura, sin nuestros fantasmas? Freud decía: “nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad; pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza”. Lo que más le agradezco es haberme hecho pensar. Freud causó mi deseo de volverme psicoanalista, que se concretó con mi propio análisis. Hoy puedo decir que la sensación que tuve aquella vez que comencé a leerlo fue la de sentirme viva, y creo que ser psicoanalista es despertar en los pacientes ese deseo de sentirse vivos y vivas, que cada uno pueda descubrir qué los hace sentirse vivos y vivas. Para estar viva hay que entrar en los conflictos de la vida, deshibibirse: “Soy afortunado, nada me resultó fácil”, escribió Sigismund Schlomo Freud. Me generan una profunda admiración las personas que escriben no para agradar sino que se la juegan. ¡Sólo creo en un dios que se equivoca!

Psicoanálisis Freudiano o Psicoanálisis Lacaniano, hacia dónde se dirige la labor de Sofía Rutenberg.

Soy lacaniana porque soy freudiana. Estudié a ambos autores pero sin leer en sus teorías estándares para “ser” psicoanalista o pertenecer a una Escuela o institución. Por eso los leo y estudio no sin (¡decir no sin es muy lacaniano!) el Feminismo y los Estudios Queer. No hay Lacan sin Freud, como tampoco hay Freud si no nos tomamos el trabajo de releerlo, no como dogma o verdad absoluta, sino como la puerta que abre a nuevos pensamientos, nuevos enfoques. No me interesa ser jueza para decir ¡qué es psicoanálisis y que no! Mi única certeza es que hablar produce efectos y ser escuchado o escuchada del modo en que los y las psicoanalistas lo hacemos, cura. Muchas personas no se animan a hablar porque tienen miedo de ser juzgadas, como tampoco abundan quienes quieran escuchar.  Cuando se imita, cuando se imposta a Freud o a Lacan, se psicopatologiza, se buscan diagnósticos. 

¿Qué significa el psicoanálisis y por supuesto ser psicoanalista?

El psicoanálisis es un tratamiento a través de la palabra, que permite gozar menos del sufrimiento y más de la vida. Tiene la fama de ser pesimista o negativo, en parte es cierto: ¡para hacer una tortilla hay que romper varios huevos! Un psicoanálisis despierta los demonios más oscuros que habitan en todo ser humano. Ser psicoanalista es saber que no se sale indemne de esa lucha. Las personas que atraviesan un psicoanálisis se vuelven más fuertes en los lugares rotos, se amigan con la vida y con lo que les tocó. Por eso el psicoanálisis resiste a lo new age y a todas las propuestas del mercado de resolver ¡ya! el dolor de la vida. Mi definición favorita es la de Freud: el psicoanálisis devuelve la capacidad de amar y producir. Lo que no nos dice es cómo ni a quién amar. Nos da el indicio de que sólo se produce desde el deseo.

Háblanos sobre este espacio que tienen Julián Ferreyra y tú, Hacer Clínica Psicoanálisis. ¿Cómo surgió, cuáles son los objetivos de este multiespacio?

Hacer Clínica es un espacio de formación en psicoanálisis diverso al universitario. Nuestro deseo es interrogar el propio saber del psicoanálisis. El diálogo crítico, con colegas y personas con otras trayectorias nos parece importante y necesario. Pensamos el espacio como la posibilidad de una transmisión de la clínica psicoanalítica de un modo que no se sustente -ni emule cual sucursal- la modalidad universitaria o de la “escuela”. Siempre odié la escuela, la recuerdo como un lugar en el que se intentan apagar las diferencias, lo único y singular de cada niño y niña. Por eso una buena maestra o maestro potencia las diferencias ¡pero no las anatómicas! Nos interesa la articulación con otros discursos y saberes. Ejercitar la formación del psicoanalista -oficio por estructura imposible- con un horizonte clínico, en busca de una ética.

El feminismo ha sido un tema controversial desde hace mucho tiempo. En la actualidad se puede decir que ha tomado cierto auge y Argentina ha estado en el punto de mira con temas como el aborto legal y los feminicidios. Dentro de Hacer Clínica eres la encargada de coordinar el área de Feminismo y Psicoanálisis, ¿qué significa para ti llevar a cabo esta tarea?

Es una tarea magnífica que me acerca a la realidad. Hace 4 años que coordino un grupo de estudio sobre psicoanálisis y feminismo, en el cual comencé una lectura psicoanalítica de diversas autoras del feminismo, principalmente de Simone de Beauvoir, por el que pasaron y pasan muchas mujeres que trabajan desde el psicoanálisis y están incómodas, molestas, enojadas con la repetición y reiteración de teorías que dejan a las mujeres en un lugar inferior e infantil. El trabajo desde Hacer Clínica es un desafío constante, porque se trata precisamente de sostener y transmitir un psicoanálisis a la altura de la subjetividad de nuestra época. Hacer oídos sordos cuando las mujeres mueren en abortos clandestinos y la violencia machista mata a 1 mujer cada 18 horas en mi país, me parece aberrante. Mi propuesta es no escindir esos problemas de la propia práctica como analista, porque son nuestras y nuestros pacientes los que tienen también esos problemas. No me interesa practicar un psicoanálisis despolitizado.

Sofía Rutenberg, impulsora de una teoría feminista desde el psicoanálisis

Sofía Rutenberg, por: Raúl Rodríguez

Hace poco tiempo presentaste un libro, solo de leer el título este puede crear cierta controversia, Hacia un feminismo freudiano. Pudieras explicarnos un poco qué sería o cómo sería un feminismo desde la teoría psicoanalítica de Freud.

Hacia un feminismo freudiano es un libro en el que discuten varios autores y autoras. No creo que haya que degradar a Freud, como piensan algunas feministas, ni que haya que degradar al feminismo, como hacen algunas y algunos psicoanalistas. Lo más interesante es el conflicto y la tensión que genera ese diálogo. No estoy de acuerdo con la idea de un “psicoanálisis feminista”. El psicoanálisis tampoco es machista, lo son muchas personas que lo practican. Por eso el título del libro contiene la palabra “hacia”, porque es una dirección: no desechar las teorías de Freud, sino restituir la potencia del síntoma. Freud es el problema y la solución al mismo tiempo; como el síntoma. Ir hacia un feminismo freudiano quiere decir: ir hacia una contradicción. Tanto el psicoanálisis como el feminismo están en permanente conflicto, ambos causan el deseo de saber, y dan lugar a la rabia, el enojo y la indignación. Mi propuesta es no rechazar ninguno, eso ya lo hace el patriarcado: rechazar lo disidente. 

Colette Soler, Marie Glas de Langer, Elizabeth Goode, Melanie Klein, Anna Freud, son algunas de las mujeres que han sido paradigma dentro de la teoría psicoanalítica, qué representan estas mujeres y cuánto de ellas hay en tu formación como psicoanalista que al mismo tiempo es impulsora de una teoría feminista desde el psicoanálisis.

Me parece muy bella esa definición: una formación impulsora de una teoría feminista desde el psicoanálisis. Tengo una biblioteca únicamente con libros escritos por mujeres. Admiro a las mujeres que se toman en serio la escritura. La forma en la que ejerzo el psicoanálisis no es únicamente desde la lectura de psicoanalistas, también leo teoría feminista, queer, literatura, poesía y filosofía. En la UBA, donde me formé, no se estudian autoras mujeres. Para leer a Melanie Klein o Anna Freud es necesario anotarse en alguna materia optativa, que además, se leen para explicar la teoría lacaniana pero nunca (o casi nunca) por el contenido en sí mismo. La palabra de una mujer sigue estando deshabilitada, los que saben son los hombres y muchas mujeres del psicoanálisis escribieron lo que los hombres dijeron sobre las mujeres, o sea, sobre ellas mismas. ¡Como si no fuera suficiente la propia experiencia o el pensamiento propio! No olvidemos que Melanie Klein o Anna Freud ingresaron a la práctica desde la clínica con niños, único lugar posible que tenía una mujer que quisiera trabajar: la analista mujer como sustituto de la madre. Ser mujer no es ser feminista. Una se hace, si así lo decide, feminista. Es un devenir que requiere compromiso y trabajo: revisar y releer teorías, conceptos, metapsicologías y ¡diagnósticos! Extraer su carácter dogmático, ortodoxo, machista, cerrado a verdades absolutas, biologicista, heteronormativo… para transformarlo. Cuando comencé a estudiar psicoanálisis lo hice desde El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Una filósofa existencialista que me advirtió de algo desapercibido ¡y bien escondido! dentro del psicoanálisis: la sexualidad de las mujeres está calcada del modelo masculino, reproduce un paradigma de mujer castrada, frustrada, envidiosa, histérica e insatisfecha. Las mujeres psicoanalistas no podemos seguir reproduciendo como propia la mirada que tienen ciertos hombres machistas sobre nosotras mismas. 

¿Cuánto hay de la Sofía Rutenberg psicoanalista y la Sofía del día a día alejada del análisis en este libro?

No sé si hay alejamiento del análisis. Pienso que un psicoanálisis es una experiencia tan singular que no se replica afuera. Eso es un mito. En todo caso, tiene efectos afuera, en la vida cotidiana. No soy psicoanalista todo el día porque me volvería loca en el lugar de analista las 24hs. Pero el psicoanálisis es mi gran pasión. Me fascina. Atraviesa mi vida. Actuar también, por eso me gusta tanto esa frase de Lacan: “Actuar es arrancarle a la angustia su certeza”; la tomo literal. El teatro también es parte de mi vida. La transferencia se parece mucho al teatro, porque como analista podés ocupar lugares impensados. Ser la tía muerta, por ejemplo. El libro es sobre psicoanálisis y escribirlo me conmovió, me sacudió; fueron casi dos años de pensar escribiendo. Clarice Lispector decía que escribir es una maldición que salva. Esas palabras las siento como una verdad, y como toda verdad es ambigua, a medias. Justamente creo que psicoanalizar me permite escribir, y es porque escribo que psicoanalizar me resulta una búsqueda sin certezas. El acto de psicoanalizar conlleva una pequeña gran enseñanza: nadie sabe lo que va a pasar mañana porque somos capaces de desviar el destino, de elegir. Cuando alguien no puede elegir es porque sus derechos están vulnerados. El miedo a desear es porque todo deseo es desviado. Hacia un feminismo freudiano es un libro de psicoanálisis escrito por una psicoanalista que recoge preguntas sobre su práctica cotidiana para politizarlas, desde una posición que tiene en cuenta las consecuencias del punto de vista machista de los hombres.

Fuente e imagen:  https://www.sicologiasinp.com/entrevistas/sofia-rutenberg-impulsora-de-una-teoria-feminista-desde-el-psicoanalisis/

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